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La amistad espiritual - Autores Catolicos

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tanta moderación y reverencia, que si los motivos no fueran realmente temibles, deberán<br />

permanecer siempre algunos vestigios de la antigua <strong>amistad</strong>.<br />

[53.] GRACIANO. - Me gusta lo que dices.<br />

ELREDO. - Si ya es suficiente, decídmelo.<br />

W ALTER DANIEL. - Quisiera que nos resumieras lo que has hablado.<br />

EL ABAD SINTETIZA LO EXPUESTO<br />

[54.] ELREDo. - Dijimos que el amor es el principio de la <strong>amistad</strong>. Pero no un amor cualquiera, sino<br />

el que nace de la razón y el sentimiento conjuntamente, y por la razón es casto y por el sentimiento,<br />

dulce. Establecimos el fundamento de la <strong>amistad</strong>: el amor preferencial a Dios, refiriendo a él toda<br />

nuestra reflexión, para descubrir si conviene o no a este cimiento. [55.] Acordamos que existen<br />

cuatro escalones para llegar a la <strong>amistad</strong>: la elección del amigo, su probación, su admisión y el trato<br />

que se le debe. Excluimos de una tal elección a los iracundos, a los inestables, a los suspicaces y a<br />

los locuaces, pero no a todos por igual, sino a los que no quieren ordenar sus pasiones y no desean o<br />

no pueden moderarlas. Pues hay muchos afectados por ellas, que de tal modo las gobiernan, que no<br />

sólo no menoscaban su perfección, sino que aumentan la alabanza de su virtud. [56.] Los que se<br />

dejan conducir desenfrenadamente por sus pasiones, se deslizan inevitablemente y caen en los vicios<br />

que, según la Escritura, arruinan y destruyen la <strong>amistad</strong>: insultos, ultrajes, manifestación de los<br />

secretos, soberbia y doblez."<br />

[57.] Pero si hay que sufrir todo esto de aquel a quien admitimos en nuestra <strong>amistad</strong>, no debemos<br />

romperla inmediatamente, sino poco a poco, por reverencia a la antigua <strong>amistad</strong>, sin negarles,<br />

empero, la dilección, sin retirarles todo socorro, sin mezquinarles un consejo. Porque aunque su<br />

insanía los lleve a proferir blasfemias y maldiciones, debemos mantener la alianza y la caridad para<br />

que no caiga en la culpa el que la sufre, sino el que lá comete. [58.] Pero si se volviera pernicioso<br />

para su padre o su patria, si lo fuera para ciudadanos, súbditos y amigos, entonces inmediatamente<br />

debe retirársele la familiaridad del vínculo, no anteponiendo el amor de uno a la perdición de<br />

muchos. Para que tal no suceda, prudentemente se ha de elegir, para que el agraciado no sea movido<br />

por la ira, arrastrado por la inconstancia, precipitado por la locuacidad o manejado P9r la sospecha,<br />

y, sobre todo, que no esté en disensión con tus costumbres, ni en discordancia con tus cualidades.<br />

[59.] Ya que hablamos de la verdadera <strong>amistad</strong> que sólo puede darse entre los buenos, no tenemos<br />

por qué referimos a los torpes, avaros, ambiciosos y criminales. Si ya os parece bastante lo que<br />

dijimos sobre la elección, pasemos a la probación.<br />

PROBAR AL AMIGO<br />

W ALTER DANIEL. - Me parece muy oportuno. Tengo los ojos fijos en la puerta, temiendo que<br />

alguien nos interrumpa y ponga fin a nuestra fiesta, la mezcle con alguna amargura o venga con<br />

tonterías.<br />

[60.] GRACIANO. - Allí está parado el mayordomo; si lo dejas entrar, no podremos seguir hablando<br />

contigo. Sigue, padre, con lo que empezaste, que yo miro la puerta.<br />

[61.] ELREDO. - Cuatro cosas hay que probar en el amigo: su fidelidad, su intención, su discreción<br />

y su paciencia. Su fidelidad, para que puedas abandonarte en sus manos con todas tus cosas. Su<br />

intención, para que no espere de la <strong>amistad</strong> otra ganancia que a Dios y los bienes naturales. Su<br />

discreción, para que sepa lo que debe dar o pedir al amigo, lo que tiene que deplorar en él o aprobar,<br />

en qué corregirlo y por qué causas, con conocimiento de modo, tiempo y lugar. Su paciencia, no sea<br />

que se duela al ser corregido, desprecie o aborrezca al que lo corrige o no sea capaz de soportar<br />

ninguna contradicción por su amigo. .

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