11.05.2013 Views

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Fue una experiencia i<strong>no</strong>lvidable, incluso para un<br />

niZo como yo, <strong>que</strong> por a<strong>que</strong>llos aZos apenas alcanzaba<br />

a en<strong>te</strong>nder las cosas, pero <strong>que</strong> quizá por eso mismo, y<br />

llevado por la curiosidad <strong>que</strong> despertaba en mí todo<br />

a<strong>que</strong>l extraZo ajetreo, <strong>me</strong> escapé de casa de mi tía Sole<br />

en un descuido y <strong>me</strong> fui corriendo hasta la casa, y allí<br />

estaba el pe<strong>que</strong>Zo ataúd blanco, custodiado por cuatro<br />

hachones e<strong>no</strong>r<strong>me</strong>s, <strong>que</strong> ardían monótona<strong>me</strong>n<strong>te</strong>,<br />

despidiendo aquél extraZo olor... Aquél olor <strong>que</strong> tan<br />

malos recuerdos <strong>me</strong> trae a la <strong>me</strong>n<strong>te</strong>, en esa curiosa<br />

asociación de ideas <strong>que</strong> se desencadena en mi cabeza<br />

cuando de<strong>te</strong>rminados olores llegan al cerebro.<br />

De nada sirvió la homilía <strong>que</strong> ofició el cura a<strong>que</strong>lla<br />

tarde gris, an<strong>te</strong> a<strong>que</strong>l público <strong>que</strong> abarrotaba el <strong>te</strong>mplo.<br />

Nadie iba a devolverle a mi padre su pe<strong>que</strong>Zo<br />

Anselmo, nunca más podría mi madre besarle en la<br />

fren<strong>te</strong>, como hacía cuando <strong>no</strong>s íbamos a la cama.<br />

- Buenas <strong>no</strong>c<strong>he</strong>s- decía-. Que soZéis con los<br />

angelitos.<br />

Con esos mismos angelitos <strong>que</strong> ahora debían de<br />

sentarse a su <strong>me</strong>sa, allá arriba, si es <strong>que</strong> había algo allá<br />

arriba.<br />

Los días <strong>que</strong> siguieron a aquél desgraciado, absurdo<br />

e incomprensible acciden<strong>te</strong> fueron, sin duda, los más<br />

tris<strong>te</strong>s de mi vida, o al <strong>me</strong><strong>no</strong>s, eso creía yo entonces,<br />

<strong>que</strong> nada en el futuro podría ser peor <strong>que</strong> ver a mis<br />

padres de a<strong>que</strong>lla manera, siempre tris<strong>te</strong>s, a <strong>me</strong>nudo<br />

llorando... Mi edad <strong>no</strong> daba más de sí. Recuerdo <strong>que</strong><br />

<strong>me</strong> sentía muy mal por<strong>que</strong> ellos estaban muy mal. No<br />

103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!