11.05.2013 Views

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

todas las casas se llenaban las espaciosas despensas<br />

con e<strong>no</strong>r<strong>me</strong>s lebrillos de roscos y pestiZos, dulces<br />

cuyas secretas recetas pasaban de madres a hijas, sin<br />

<strong>que</strong> se pudiera variar un ápice la cantidad de cada<br />

ingredien<strong>te</strong>, sin <strong>que</strong> nadie más <strong>que</strong> ellas -las madrespudieran<br />

poner sus ma<strong>no</strong>s en la masa, por<strong>que</strong> luego, si<br />

algo salía mal, <strong>no</strong> podrían permitirse volver a comprar<br />

la harina, el clavo, los huevos o la canela. Los tiempos<br />

<strong>no</strong> daban para mucho, y <strong>no</strong> valía la pena correr riesgos<br />

<strong>que</strong> pudieran dar al tras<strong>te</strong> con el plato fuer<strong>te</strong> de las<br />

fiestas navideZas: la repos<strong>te</strong>ría casera.<br />

En mi casa <strong>no</strong> se seguía a<strong>que</strong>lla tradición, supongo<br />

<strong>que</strong> por<strong>que</strong> mi madre <strong>no</strong> había <strong>he</strong>redado a<strong>que</strong>lla<br />

sabiduría casi obligada. Sin embargo, ello <strong>no</strong> impedía<br />

<strong>que</strong> en nuestra casa se degustasen pestiZos en Navidad.<br />

Y es <strong>que</strong>, si la montaZa <strong>no</strong> viene a Mahoma, ya se sabe.<br />

Todas las vísperas, mi madre cargaba con mi <strong>he</strong>rmana<br />

en brazos y conmigo de la ma<strong>no</strong>, y marchábamos a<br />

casa de la abuela, donde, sin <strong>que</strong> faltara nadie a la cita<br />

anual, se reunían todas las <strong>he</strong>rmanas aZo tras aZo, en<br />

una ajetreada <strong>no</strong>c<strong>he</strong> de charla, copitas de anís y<br />

moldeado de masa <strong>que</strong> la abuela sacaba de la cocina y<br />

<strong>que</strong> depositaba sobre la <strong>me</strong>sa del co<strong>me</strong>dor, donde cinco<br />

o seis pares de ma<strong>no</strong>s modelaban con es<strong>me</strong>ro los<br />

futuros pestiZos, empanadillas o roscos. Era, por una<br />

<strong>no</strong>c<strong>he</strong>, como una empresa familiar dedicada a la<br />

repos<strong>te</strong>ría: cada u<strong>no</strong> <strong>te</strong>nía enco<strong>me</strong>ndada su tarea, y<br />

todos la co<strong>no</strong>cían y la cumplían. Tía Marta, por ser la<br />

mayor, se encargaba de freír los dulces; la abuela,<br />

95

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!