Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

tragedia que sobrevino después, más bien pienso que
aquel hombre la utilizó como excusa para liberar toda
la maldad que llevaba dentro, para mostrarse tal como
era. Dije al principio, y me reitero en ello, que para
juzgar a una persona habría que escuchar a ambas
partes, y quizá yo me esté dejando llevar por mis
confusos recuerdos de la niZez y por los comentarios
partidistas de mi familia materna, con quien he pasado
una buena parte de mi vida. No acierto a entender del
todo cómo un hombre -ahora que tan de moda se ha
puesto la violencia doméstica- es capaz de maltratar,
incluso matar, a la madre de sus hijos. Porque no se
trata ya de querer a esa persona con quien decidiste
libremente unirte de por vida,, amarla y respetarla,
como dice la Iglesia... No, no debe de existir ese
compromiso contractual que se desprende del hecho de
contraer matrimonio. Se trata de mucho más: se trata
de respetar a la otra persona, aunque sólo fuese porque
es persona. Pero es que además, como en el caso de
mis padres, eran mis padres, dos seres adultos que en
algún momento de su vida habían unido sus voluntades
en una empresa sin igual: concebir un hijo. Que en un
momento dado todo eso se derrumbe, da que pensar,
desde luego, pero que de ahí se pase a los insultos, a
los malos tratos de palabra, a los castigos físicos... es
algo que, a pesar de mi edad, no acabo de entender.
Como no entiendo cómo un hombre adulto prefiere
abandonar el lecho conyugal, el calor de un cuerpo
114