11.05.2013 Views

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

Compañera te doy que no sierva... Muchas veces me he preguntado ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

acababa de en<strong>te</strong>nder la verdadera di<strong>me</strong>nsión de la<br />

tragedia, ni acertaba muy bien a saber por qué Anselmo<br />

<strong>no</strong> volvió a dormir en mi cuarto, ni por qué mi madre<br />

<strong>me</strong> dejaba en mi cama con un frío beso y un monóto<strong>no</strong><br />

“Hasta maZana”. Se acabaron los angelitos a<strong>que</strong>llos<br />

con los <strong>que</strong> había <strong>que</strong> soZar <strong>no</strong>c<strong>he</strong> tras <strong>no</strong>c<strong>he</strong>, se<br />

<strong>te</strong>rminaron las risas, las sonrisas, las caras divertidas,<br />

las carantoZas <strong>que</strong> tanto se habían prodigado en a<strong>que</strong>lla<br />

casa. Fue una inacabable agonía <strong>que</strong> se prolongaba<br />

duran<strong>te</strong> días y <strong>no</strong>c<strong>he</strong>s in<strong>te</strong>rminables.<br />

Mi padre <strong>no</strong> acudió el día siguien<strong>te</strong> a su trabajo, lo<br />

cual, visto ahora, <strong>no</strong> dejaba de ser lógico. Tampoco<br />

asistió duran<strong>te</strong> la semana siguien<strong>te</strong>, y a finales de esa<br />

misma semana le enviaron a casa la cuenta.<br />

Natural<strong>me</strong>n<strong>te</strong>, yo de todo esto ni sabía ni en<strong>te</strong>ndía<br />

nada, pero tiempo ha habido después para <strong>que</strong> la abuela<br />

Aurora, la madre de mi madre, <strong>me</strong> lo contara. Recibió<br />

la <strong>no</strong>ticia del despido como si de algo <strong>no</strong>rmal se<br />

tratara, <strong>no</strong> reaccionaba, estaba ausen<strong>te</strong>, alelado, como<br />

si en vez de vivir vegetara. Y así pasó mucho tiempo,<br />

hasta <strong>que</strong> sintió la necesidad de sobreponerse y,<br />

sacando fuerzas de fla<strong>que</strong>za, empezó a relacionarse de<br />

nuevo con el vecindario, a acudir al bar <strong>que</strong> había<br />

frecuentado hasta <strong>que</strong> sobrevi<strong>no</strong> la tragedia. Incluso<br />

debió de pensar <strong>que</strong> había una forma de llenar el vacío<br />

<strong>que</strong> había dejado su Anselmo, y a los dos aZos y <strong>me</strong>dio<br />

de su acciden<strong>te</strong>, nació Ana, mi nueva <strong>he</strong>rmana.<br />

Justo es reco<strong>no</strong>cer <strong>que</strong> duran<strong>te</strong> a<strong>que</strong>llos <strong>me</strong>ses <strong>que</strong><br />

siguieron al nacimiento de la niZa, mis padres parecían<br />

104

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!