Suplemento Jueves 21 de abril - La Opinión de Zamora

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Semana Santa
2011
Mártires, crucificados de hoy
Jueves, 21 de abril de 2011
■ 170.000 cristianos pierden la vida cada año y 200 millones son perseguidos por su fe
Javier Escudero
Esta es una de las inmensas
catástrofes de la era
global pero se mira para
otro lado más que
por indiferencia por el efecto
«costra», un efecto que se produce
en el hombre actual abrumado
ante tantos conflictos mundiales,
pero esta situación pone
en entredicho la carta de los derechos
humanos firmada por casi
todas las naciones.
En un mundo que debilita todo
lo que toca, donde la decepción,
el egoísmo, la violencia son
lo habitual en el día a día y donde
el fracaso del amor es cada
vez más evidente, el
martirio de alguien en
este contexto humano
es un enigma.
Si no se valora el
martirio que constituye
la más alta manifestación
de amor
prójimo ¿qué es lo
que se puede valorar
en este mundo?
La entrega de la
propia vida que realiza
un mártir es, en
efecto, un enigma sobretodo
para aquellos
que llevan una vida
«light» y para aquellos
que no tienen un
mínimo sentido del
«otro». Y que viven
sumergidos en un materialismo
y consumismo
asfixiante, y
también se convierte
en una denuncia —sin
pretenderlo— del de-
caimiento de valores
por eso ven en el mártir
alguien incómodo
porque invita al sacrificio y por
tanto es mejor olvidarlo no tenerlo
presente.
Tal vez a muchos les parezca
injusto que maten a alguien por
sus ideas y mas por su buen
obrar altruista pero no quieren
saber más de ello.
Pensemos en tantos y tantos
ejemplos admirables de mártires
y su forma de actuar, por ejemplo
el padre Maximiliano Kolbe
que en un campo de concentración
nazi ofrece su vida a cambio
de salvar la de un padre de familia
judío o pensemos en los jesuitas
del Salvador cuyo actuar desde
la universidad para la promoción
de numerosos pobres les
costó la vida como una consecuencia
de ser coherentes con su
fe, caso parecido el del obispo
Óscar Romero.
Pensemos en muchos mártires
de hoy en el mundo islámico, a
todos ellos le son quitadas sus vidas
de forma violenta por hacer
el bien y todos ellos mueren perdonando
a quienes les matan,
mostrando amor a los enemigos
“
Los mártires nos
demuestran con su
vida y su muerte el amor
a Dios como suprema
realidad y verdad y
también el amor al
prójimo
FOTO EFE
Un cristiano copto, minoría en Egipto, en una protesta.
y constituyendo así el triunfo del
perdón a imitación del ejemplo
de Cristo.
El amor identifica al mártir
(Jn. 15, 13) y certifica su credibilidad
y su confianza en el
misterio de Dios y su esfuerzo
personal para construir un
mundo mejor. Pero el mártir no
es un «superhombre» dejadas
sus fuerzas no podría resistir
los tormentos, el mártir no provoca
temerariamente la persecución
alardeado de una fuerza
quelevienedelafesinoquela
acepta sin cobardía apoyándose
en la confianza en lo sobrenatural.
Los riesgos de la muerte y los
tormentos no hunden al mártir
porque la clave de su fortaleza es
la frase lapidaria de Tertuliano:
«Christus in martyre est», es decir,
Cristo está presente sufre y
vence en el mártir, Cristo renueva
su pasión en los mártires por
eso el martirio es un signo elocuente
y convincente de la verdad,
como diríamos hoy salvando
las distancias es: un control
de calidad de lo verdadero y de
lo falso.
Los mártires nos demuestran
con su vida y su muerte el amor
a Dios como suprema realidad y
verdad y también el amor al prójimo
el cual se manifiesta más
poderoso que el temor a la muerte,
su martirio es una victoria sobre
el mal y sobre la propia
muerte.
El mártir cristiano no es un
desesperado que renuncia a seguir
viviendo y que se suicida
abrumado por la adversidad, ni
es un hastiado de la vida que ve
en la muerte la liberación, ni es
un bonzo budista que se prende
fuego rociándose líquido inflamable
ante el público como protesta,
ni es un kamikaze
como los pilotos suicidas
japoneses de la segunda
guerra mundial
que murieron sembrando
destrucción y muerte
ni es un «Said» (mártir
islamista) el cual es
capaz de secuestrar un
avión y matarse provocando
la destrucción de
miles de seres humanos.
El mártir cristiano
rechaza la violencia
contra otros o contra si
mismo, ama la existencia
y desea seguir viviendo
y muere perdonando
a quienes le matan
cruelmente.
El mártir cristiano no
busca la muerte ni se
considera a si mismo
dueño absoluto de su
vida, sí espera intensamente
la vida definitiva
y se abraza a su cruz,
la muerte atroz e inminente
no le produce te-
mor, certificando así la credibilidad
que tiene el mensaje de Dios
hacia el hombre, mensaje que
consiste en crear la gran familia
humana.
En el siglo segundo escribía
san Justino: «Yo mismo, cuando
seguía las enseñanzas de Platón
(todavía no era cristiano), oía repetir
todo tipo de calumnias contra
los cristianos, sin embargo, al
contemplar como iban valientes
a la muerte y soportaban todo lo
que se tiene por más temible,
empecé a considerar ser imposible
que hombres de ese temple
vivieran en la maldad y en el
amor del placer. Y, efectivamente,
¿quién dominado por ese
amor de los placeres, puede recibir
alegremente la muerte que ha
de privarle todos los bienes, y no
tratara más bien de todos los medios
de prolongar indefinidamente
su vida presente? (apología
II, 12,1-2)».
La muerte de los mártires es
una victoria contra el mal en
cualquiera de las formas que se
presente, y una defensa del bien
Opinión
que Dios quiere para la humanidad,
una humanidad que fracasa
gravísimamente en su convivencia,
las guerras, las persecuciones
son una inmensa tragedia
que llevan siglos asolando al
mundoyestaeslapruebadel
fracaso de la humanidad, de ahí
que el sacrificio de los mártires
es inmensamente útil para construir
una humanidad mejor porque
su buen obrar es la más admirable
irradiación humanizadora,esteeselsentidodesu
muerte.
Los mártires son fruto del
odio que ignora el bien y que
aplasta el testimonio del buen
obrar, han sufrido grandes tribulaciones
y por eso la iglesia no
los olvida y la humanidad tampoco
debe de olvidar a tan buenos
hijos.
Cuántos sufrimientos y penalidades,
cuántas muertes, cuantas
ruinas y destrozos, cuántas humillaciones,
cuántos tormentos
atroces. «La Iglesia no puede ni
debe olvidar a ninguno de sus hijos
en palabras del arzobispo de
Valladolid don Ricardo
Blázquez. La iglesia quiere recordar
a todos hombres y mujeres,
jóvenes, adultos, ancianos,
religiosos, sacerdotes, la iglesia
cuando consta el martirio se inclina
con amor ante sus hijos
eminentes testigos de la fe.
La Iglesia es comunidad de la
memoria de la presencia y de la
esperanza, ya que Jesús es el
mismo ayer, hoy y para siempre
(cf. Heb. 13, 8)».
Ya desde el principio de su
historia, la iglesia, tiene muy
presentes a los mártires en su vida
cotidiana y en sus celebraciones,
y cuando sucedían los martirios,
los cristianos recogían los
cuerpos destrozados y los enterraban
en sus trofeos, es decir, en
los monumentos-insignia de su
victoria. Los trofeos fueron lugares
de peregrinación de culto, de
memoria agradecida por el triunfo
de su muerte y porque ésta
significa un auténtico aprendizaje
de la esperanza en la vida eterna,
que ilumina las oscuridades
de la vida presente.
Los cristianos de hoy al igual
los de los primeros siglos deben
de defender la memoria de los
mártires sin olvidarse de ellos
porque sería olvidarse de Jesús
que prolonga su pasión en ellos.
Benedicto XVI ha dicho que
los mártires: «Con sus palabras y
gestos de perdón hacia sus perseguidores,
nos impulsan a trabajar
incansablemente por la misericordia,
la reconciliación y la convivencia
pacífica».
Hoy día un mártir es realmente
un admirable bienhechor de la
humanidad que con su derramamiento
de sangre nos está diciendo:
«Recuperad la importancia
de la fe en Dios, trabajad por la
paz, vivid como hermanos».
El parque de San
Martín se valla
en su perímetro
para evitar
destrozos
T. S.
El parque de San Martín de
la capital se cierra a partir de las
20.00 horas de hoy en todo su
perímetro para evitar destrozos
en el espacio recién remodelado
ante la multitud de personas
que se aglutinarán esta noche
en la zona para una celebración
alternativa de la madrugada del
Viernes Santo.
El vallado, ya iniciado ayer
por varios de sus accesos, será
completo a partir de las 20.00
horas, cuando se cerrará al público
la oficina de turismo habilitada
en pleno parque de San
Martín. La zona permanecerá
cerrada al tránsito hasta las
10.00 horas de mañana, Viernes
Santo, según confirma el concejal
de Protección Ciudadana
en el Ayuntamiento de Zamora,
Francisco Javier González.
La medida se lleva a cabo con
el objetivo de aislar la zona de
una afluencia masiva de personas
y en previsión del gran volumen
de jóvenes que se reunirán
en San Martín y sus inmediaciones
para celebrar botellón.
La directiva de
La Soledad pide
un correcto
comportamiento
en la procesión
A. R.
La directiva de la Sección de
Damas de la Virgen de la Soledad,
ante la multitud de llamadas
recibidas, quiere lanzar un
mensaje de tranquilidad a todas
las damas y pedirles que en el
desfile del próximo Sábado Santo
por la tarde «guarden en todo
momento el correcto comportamiento
que, por otro lado, es algo
habitual».
Las responsables quieren comunicar
a las damas que este
año, como en años anteriores,
será la Sección la encargada de
organizar la procesión. «Las damas
deben estar tranquilas porque
hasta el 1 de mayo no cambia
nada, y así nos ha sido comunicado
por escrito desde el
Obispado», asegura la directiva.
Así, este año el desfile se organizará,
si el tiempo no lo impide,
como en años atrás.
El próximo 1 de mayo entrarán
en vigor los nuevos estatutos
de la Cofradía de Jesús Nazareno
y todas las damas de la Sección
pasarán a ser cofrades de
pleno derecho.