Suplemento Jueves 21 de abril - La Opinión de Zamora

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Semana Santa
2011
JOSÉ ANTONIO LUCAS BLAS
Jefe del pebetero de la torre del Salvador
N. S.
Durante toda la mañana trabaja
como una hormiguita. Como ella dice
«pincha» una flor y mientras lo
hace, piensa en cómo situar la siguiente.
Esa es la labor que efectuó
ayer la florista Marta Alonso Esteban
que, por primera vez, ha efectuado
la ornamentación floral del
Cristo de las Injurias. «Ha surgido
porque la directiva de la Cofradía ha
decidido que cada año sea una de
las floristerías vinculas a Semana
Santa la que se encargue de decorar»
la talla, restaura en los últimos
meses.
Previamente la profesional tomó
contacto con la imagen. Así el día
que descendieron el Cristo «vine a la
Catedral para tomar conciencia de
los volúmenes y, sobre todo, para hacerme
una idea de la cantidad de flores
necesarias», explica.
En su diseño la zamorana tiene
muy claro que va a predominar el rojo
en el calvario. El color de la Cofradía
lo logrará usando, principalmente,
más de 200 rosas y «unas flores
que se llaman celosías que se
parecen a un cardo, sin serlo». Para
potenciarlo también ha apostado por
introducir como base el intenso verde
de «helechos, ruscus y hoja de filodendro.
Marta Alonso, cofrade de acera
como ella misma se confiesa, observa
cómo va situando cada uno de los
elementos. «Tengo que comprobar
lo que estoy haciendo desde el suelo
porque en la mesa pierdo un poco
la perspectiva», detalla la florista que
todavía no tiene claro si le dará un
toque blanco al conjunto. «Depende
de cómo lo vea y la inspiración porque
este trabajo es pura creatividad».
Mientras que le quita los pétalos
exteriores a las rosas para que se
abran, varias mujeres la observan y
Jueves, 21 de abril de 2011
«La carga del pebetero crea
una unión muy especial entre
los integrantes de la plantilla»
«Soy de los pocos hermanos que no realizan el
Juramento porque tengo que indicar con mi voz»
N. S.
José Antonio Lucas Blas es encargado
de la plantilla que carga el
pebetero de la torre del Salvador.
Pertenece al Santo Entierro, donde
ha cargado el Longinos. Canta el
Miserere el Jueves Santo y «La
muerte no es el final» de La Tercera
Caída.
—¿Desde cuándo es cofrade
del Silencio?
—Alrededor del año 1980. No
soy de familia semanasantera, pero
me hacía ilusión pertenecer a una
cofradía al igual que ahora sucede
con mis hijos que también son hermanos.
Durante un tiempo cargué
el pebetero y ahora ellos son parte
de los cargadores.
—¿Tuvo siempre claro que
quería cargar?
—Sí, pero mi trabajo me ha obligado
muchos años a estar fuera de
Zamora, por lo que hasta que no trabajé
en las cercanías de la ciudad,
no solicité la carga. Al vivir en 19
lugares he sido cargador en una procesión
en Canarias durante tres
años. Fui uno de los que puso en la
Ofrenda al
Crucificado
calle este pebetero. En la lista inicial
estábamos 32 cargadores, aunque
luego, por el peso, se decidió ampliar
la plantilla hasta los 40. No
obstante, los años nos obligan a dejar
de carga y pasar a desempeñar
otra labor.
—¿Qué supone guiar este elemento
cada Miércoles Santo?
—Silacofradíaesunhermanamiento,
esto incrementa esa unidad.
Todos los cargadores tenemos un
vínculo más estrecho, una unión
más fuerte. Es una relación que es
algo más que un amigo y no llega a
ser de la familia. Eres un hermano
en el que muchas veces te apoyas y
al que le apoyas. No solo es cargar
el pebetero, estamos en las alegrías
y en las penas. Esta unión se consigue
por el hecho de sufrir durante
unas horas juntos tirando, es tener
una voluntad férrea. Si tú no arrimas
tu hombro significa que el otro
tenga que cargar con lo tuyo. En el
pebetero nadie se escaquea porque
es tremendamente pasado, cerca de
900 kilos, y lo trasladamos 20 personas
cada tramo. Vamos a un hom-
Más de 200 rosas, entre otras flores,
embellecen al Cristo de las Injurias
bro lo que representa una mayor dificultad.
Además a veces se triza el
caperuz lo que es un inconveniente
añadido, tienes que ir marcando el
paso…. Todo eso hace que haya esa
mayor unión.
—La plantilla de cargadores
asciende a 40. ¿Cuesta lograr
conseguir esa cifra de hermanos?
—Nuestro pebetero tiene una
gran solicitud de altas, pero también
de bajas voluntarias. En cuanto
un hermano te advierte que tiene
problemas de espalda lo deja porque
realizamos una carga a un hombro
y sufre mucho la zona lumbar.
Aunque son 80, entre reservas y titulares,
siempre tenemos problemas
para completar la plantilla. Procesionar
como cargador es una manera
de hacer penitencia. Me ha sucedido
en alguna ocasión que al haber
hecho el Juramento, el hermano te
indica que ya no pueden, pero sabemos
a lo que vamos y no se quejan.
—¿Hace el Juramento del Silencio?
—Soy de los pocos hermanos
Marta Alonso comienza su tarea de adornar la talla del siglo XVI.
le hace algún comentario que la profesional
agradece con una sonrisa.
«Tengo que estar muy concentrada,
pero no me importa que me vean».
Todavía sin saber si su propuesta
podrá conocerse remarca: «Me gus-
José Antonio Lucas.
que no lo realizan porque en algunas
ocasiones tengo que dar instrucciones
y hay momentos en lo
que hay que recurrir a la voz. Mide
mucho la distancia desde el principio
al final del banzo y no queda
más remedio que hablar. No obstante,
trato de dar las consignas mínimas.
—El momento en el que tiene
que estar con más cuidado es…
taría que saliera no tanto para que se
apreciara mi trabajo, sino por la Cofradía
porque que me gusta mucho
verla en la calle».
Marta Alonso esta Semana Santa
ya ha adornado a Jesús de Luz y Vi-
Marcando el paso
FOTO EMILIO FRAILE
—La salida porque el ánimo que
trasmites al principio es fundamental
para que haya una buena carga.
La lluvia nos hace mucho daño porque
llevamos un peso y andamos en
zonasconfirmedepiedra.Elmomento
más especial es la despedida
del Cristo. Todos los hermanos
echan el resto. Es el abrazo final y
es una forma de decirnos hasta el
próximo año.
FOTO EMILIO FRAILE
da, Jesús en su Tercera Caída, la VirgendelaAmargurayaladelaEsperanza.
Sus creaciones son muy
clásicas, pero «me gusta dar mi toque
y nunca copio porque cada día
tienes un ánimo».