Condenados a entenderse.pdf - Escuela de Comunicación Social
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presas <strong>de</strong>ben cambiar sus propuestas y su comunicación hacia el usuario,<br />
hoy es un socio más <strong>de</strong> la compañía, forma parte <strong>de</strong>l consejo <strong>de</strong> administración,<br />
hay que escuchar sus peticiones.<br />
El mercado <strong>de</strong> consumo, tal y como lo conocemos hoy en día, tan sólo<br />
tiene cincuenta años <strong>de</strong> vida. En el mundo actual la vida <strong>de</strong> este mo<strong>de</strong>lo<br />
<strong>de</strong> mercado ya no es válida. La sustitución <strong>de</strong>l primer mundo (como mercado)<br />
por los mercados emergentes <strong>de</strong>l tercer mundo, es la única solución<br />
para mantener vivas a las multinacionales <strong>de</strong>l primer mundo. China, India<br />
y África son los consumidores <strong>de</strong>l futuro. El primer mundo rebajará<br />
su tasa <strong>de</strong> consumo en busca <strong>de</strong> la autarquía financiera, en busca <strong>de</strong> la<br />
belleza en lo estético, en lo simple, en lo ético. La capacidad <strong>de</strong>scontrolada<br />
<strong>de</strong> consumo será cambiada por esencia. Por emoción.<br />
El primer paso será eliminar los consi<strong>de</strong>rados éxitos <strong>de</strong>l mercado: Lujuria,<br />
Gula, Avaricia, Pereza, Ira, Envidia, Soberbia y sustituirlos por los pecados<br />
o <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s según quién lo lea: Castidad, Templanza, Generosidad,<br />
Diligencia, Paciencia, Caridad, Humildad.<br />
Hay que estimular el criterio, que los econohumanistas y los creativos filósofos<br />
trabajen juntos como usuarios y expertos. Dar un paso a<strong>de</strong>lante.<br />
Son muchas las herramientas en manos <strong>de</strong> las marcas para activar emociones:<br />
la música, los colores, el olor, las imágenes. Nuestro imaginario<br />
privado es activado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el exterior con un mando a distancia que nos<br />
provoca reacciones básicas <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo o rechazo. «Uno <strong>de</strong> los principales aspectos<br />
<strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo humano se refiere al modo en que la mayor parte <strong>de</strong> los<br />
objetos que ro<strong>de</strong>an nuestro cerebro es capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar una forma u otra <strong>de</strong> emoción<br />
débil o fuerte, buena o mala, y pue<strong>de</strong> hacerlo <strong>de</strong> manera consciente o inconsciente». 4<br />
Como microorganismos emocionales estamos perdidos ante el impulso<br />
básico. Queremos sentir intensidad continuamente. Huimos <strong>de</strong>l enfrentamiento,<br />
pero nos quedamos literalmente colgados ante un programa tertulia<br />
subido <strong>de</strong> tono, ante un <strong>de</strong>bate político, ante una persecución policial<br />
o viendo la guerra en directo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sillón <strong>de</strong> nuestra casa. Frenamos en<br />
la autopista para ver si el acci<strong>de</strong>nte ha provocado heridos. ¿Nos paramos<br />
ante un beso? ¿Y frente a una caricia?<br />
<strong>Con<strong>de</strong>nados</strong> a <strong>enten<strong>de</strong>rse</strong><br />
Nuestra madurez emocional no existe. Pero es el camino. La feminización<br />
<strong>de</strong> la sociedad es lo que nos permitirá mantener la cabeza cerca <strong>de</strong>l<br />
corazón. Juntos formamos la sociedad, el mercado y el futuro y nunca un<br />
cambio <strong>de</strong> actitud fue tan necesario. Debemos sentirnos parte <strong>de</strong>l equipo,<br />
somos piezas importantes, po<strong>de</strong>mos participar en la creación <strong>de</strong>l gol, hasta<br />
po<strong>de</strong>mos marcarlo nosotros.<br />
1 SCOTT, Ridley, Bla<strong>de</strong> Runner, 1982. El replicante, mo<strong>de</strong>lo Nexus 6, Roy Batty agonizando<br />
antes <strong>de</strong> morir. Una máquina que no <strong>de</strong>bía tener sentimientos<br />
2/3/4 DAMASIO, Antonio, En busca <strong>de</strong> Espinosa. Neurobiología <strong>de</strong> la emoción y los sentimientos,<br />
Editorial Crítica. 2005. Barcelona.<br />
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