12.05.2013 Views

La doncella de hielo La doncella de hielo

La doncella de hielo La doncella de hielo

La doncella de hielo La doncella de hielo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Waterloo! ¿Qué? ¿Crucifijos? ¡Mantente alejada <strong>de</strong> ellos! Diable! ¡Bah! ¡Agh! ¡Son más<br />

peligrosos que las serpientes <strong>de</strong> cascabel! Te paralizan y te convierten en un epiléptico<br />

babeante. ¡Pero son fáciles <strong>de</strong> evitar! Los espejos son mucho más traicioneros. Están por<br />

todos lados. Escapar <strong>de</strong> ellos requiere un gran repertorio <strong>de</strong> astucias. Piensa simplemente que<br />

nunca más podrás ir al peluquero, por ejemplo, o a tu <strong>de</strong>ntista... ¡ja, ja! ¡imagínate su reacción<br />

cuando te ponga ese espejito en la boca! ¡Ja!, no me preguntes por qué no nos reflejamos. No<br />

tengo ni la menor i<strong>de</strong>a. Supongo que se <strong>de</strong>be a que realmente no existimos o algo así. En lo<br />

que se refiere al ataúd, eso sí. ¡Es imprescindible, Cora! Créeme. He probado todo lo <strong>de</strong>más:<br />

arcas, cestos, cajas <strong>de</strong> embalaje, baúles, barriles, alacenas y armarios, cómodas e incluso<br />

camas. ¡Sencillamente, no funciona! Te <strong>de</strong>spiertas al anochecer sintiéndote pútrido y<br />

cadavérico. ¿Y a quién le gusta ir por la eternidad sintiéndose absolutamente pútrido y<br />

horripilante? Bástele a la noche su propia maldad.<br />

Cora permaneció en East Milton catorce años, viviendo con Harriet en su retiro <strong>de</strong>l<br />

sótano, yendo a cazar con ella, ayudándola a llevar la escuela, convirtiéndose en su secretaria<br />

y factótum privado, y posteriormente en su compañera.<br />

Luego, en una agradable tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> verano durante la primera guerra mundial, Cora atrapó<br />

un resfriado y se tuvo que quedar en casa mientras su amiga salía a vagar por su cuenta.<br />

— Limítate a quedarte aquí tumbada y lee a Trollope — la consolaba Harriet —, toma<br />

un baño con agua hirviendo y bebe algo <strong>de</strong> ron. También podrías corregir esos aburridos<br />

exámenes <strong>de</strong> los mayores, si te sientes con ánimos. Volveré con tiempo <strong>de</strong> sobra antes <strong>de</strong><br />

medianoche.<br />

Nunca volvió. En Bridgewater fue acorralada por una turba <strong>de</strong> granjeros y una estaquilla<br />

fue a dar directamente a su corazón.<br />

Así terminó Harriet Amy Burroughs (1643-1914). No hubo corpus <strong>de</strong>licti, simplemente<br />

explotó hacia la nada y no quedó <strong>de</strong> ella nada más que una bocanada <strong>de</strong> polvo.<br />

Claro que, <strong>de</strong>sgraciadamente, se le encontró una carta en el bolsillo <strong>de</strong>l vestido y así<br />

pudieron i<strong>de</strong>ntificarla. Un sheriff aterrorizado telefoneó a la escuela y le pidió a Cora que<br />

fuera a Bridgewater inmediatamente. Le prometió que estaría allí en una hora.<br />

Recogió todo el efectivo <strong>de</strong> la caja fuerte <strong>de</strong> la oficina, cargó su féretro y el retrato <strong>de</strong><br />

Whistler en el Ford y condujo hasta Vermont.<br />

Al amanecer estaba en las Montañas Ver<strong>de</strong>s. Pasó el día encerrada en la parte trasera <strong>de</strong>l<br />

coche, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la caja mortuoria. Cuando anocheció siguió conduciendo hasta Itica, en el<br />

estado <strong>de</strong> Nueva York. A la noche siguiente ya estaba en Pensylvania.<br />

Adquirió una casita <strong>de</strong> campo en Tunkhannock en el río Susquehanna, a poca distancia<br />

<strong>de</strong> Scranton. Se estableció allí gastando frugalmente su dinero y conduciendo hasta lugares<br />

alejados — Wilkes, Barre, Williamsport y Ulysses — para procurarse su subsistencia.<br />

Se esforzó en conocer a todos sus vecinos, a fin <strong>de</strong> apaciguar su curiosidad. Les dijo que<br />

era una economista que trabajaba para el Departamento <strong>de</strong> Agricultura, y que estaba<br />

elaborando un estudio sobre los aranceles agrarios. <strong>La</strong> creyeron, aunque no tenían ni la más<br />

remota i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo que era un estudio sobre los aranceles agrarios (ni ella tampoco) y todo el<br />

mundo quedó satisfecho.<br />

De hecho, se convirtió realmente en una escritora. En un puesto <strong>de</strong> periódicos <strong>de</strong><br />

Scranton compró una tar<strong>de</strong> a principios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los veinte una brazada <strong>de</strong> revistas<br />

baratas Argosy, Detectivo auténtico, El libro azul, Todo historias, <strong>La</strong> máscara negra,<br />

Narraciones sobrenaturales. Esta última, era una colección <strong>de</strong> espeluznantes historias<br />

terroríficas que leía con tal fruición como para <strong>de</strong>cidir escribir un relato ella misma.<br />

Mecanografió una novela corta <strong>de</strong> cuarenta páginas basándose en las reminiscencias <strong>de</strong><br />

24

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!