EL ARTE DE SER FELIZ Ignacio Larrañaga - OpenDrive
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<strong>Ignacio</strong> <strong>Larrañaga</strong> <strong>EL</strong> <strong>ARTE</strong> <strong>DE</strong> <strong>SER</strong> F<strong>EL</strong>IZ<br />
Redimir con Cristo Ahora bien, el cristiano que sufre, asociado al<br />
dolor de Cristo y en unión con Él, no encuentra sólo consuelo en la<br />
tribulación sino que completa lo que falta a los padecimientos del Señor.<br />
Debido a esto, podemos hablar el carácter creador del dolor<br />
cristiano. Es decir, el que sufre en silencio y paz, como Jesús y por Jesús,<br />
no confiere solamente al dolor un sentido sino también una utilidad<br />
dinámica y fecunda.<br />
La conclusión salta a la vista, si Jesús redimió al mundo aceptando<br />
silenciosamente el dolor, todo cristiano que se asocie a ese dolor con su<br />
propio sufrimiento participa del carácter redentor de Jesús. Redime junto a<br />
Jesús.<br />
El sufrimiento de Cristo, aceptado con amor como expresión de la<br />
voluntad del Padre, ha generado un bien sumo: la Redención del mundo. Y,<br />
aunque es verdad que este bien es infinito y ningún hombre puede agregarle<br />
nada, sin embargo Jesucristo ha querido dejar abierto su propio dolor<br />
redentor a cualquier sufrimiento humano, a condición de que sea asumido<br />
con amor.<br />
Esta redención, al mismo tiempo completa y siempre abierta, nos<br />
introduce en el misterio esencial de la iglesia, el Cuerpo de Cristo. Es el<br />
marco y espacio donde se completa lo que falta a los padecimientos del<br />
Señor, como dice Pablo.<br />
Somos miembros de una sociedad especial en la que ganamos en<br />
común y perdemos en común. Esta sociedad es como un cuerpo que tiene<br />
muchos miembros pero que todos juntos forman una unidad.<br />
Cada miembro tiene una función especial y todos los miembros<br />
concurren complementariamente al funcionamiento general del organismo.<br />
Cuando se hiere al pie, ¿acaso dice la cabeza "yo no soy el pie" y lo deja<br />
sangrando? Cuando se enferma el oído, ¿acaso le dice el ojo "nada tengo<br />
que ver contigo"? No, cada miembro ayuda a los demás porque todos<br />
juntos constituyen el organismo. ¿Qué sería del brazo si no estuviese<br />
adherido al cuerpo?, ¿de qué valdrían los ojos sin el oído, o los oídos sin los<br />
pies?<br />
Pero hay mucho más. Dice Pablo: "Si un miembro tiene un<br />
sufrimiento, todos los demás miembros sufren con él". Aquí está la<br />
cuestión. Si se lastima la uña del dedo pequeño es posible que la fiebre se<br />
apodere de todo el cuerpo, todos los miembros sufren las consecuencias.<br />
¿Por qué la rodilla tiene que sufrir las consecuencias del dedo pequeño?<br />
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