El amparo electoral en México y España. Una perspectiva comparada
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Ferrer Mac-Gregor/Herrera García<br />
agraviadas, pero también a cualquier ciudadano o persona jurídica,<br />
<strong>en</strong> cuyo caso debía prestarse la respectiva caución (artículo 47). 21<br />
En consecu<strong>en</strong>cia, la Constitución republicana de 1931 no vinculó<br />
explícitam<strong>en</strong>te el recurso de <strong>amparo</strong> con lo político-<strong>electoral</strong>. Pero sí<br />
atribuyó al Tribunal de Garantías Constitucionales una compet<strong>en</strong>cia<br />
relacionada directam<strong>en</strong>te con esta materia: el exam<strong>en</strong> y aprobación<br />
de los poderes de los compromisarios que, junto a las Cortes,<br />
debían elegir al presid<strong>en</strong>te de la República (artículos 68 y 121, d) de<br />
esa Constitución).<br />
La Ley de 14 de junio de 1933, del Tribunal de Garantías, reguló<br />
tal compet<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> su título VII, intitulado “Sobre el exam<strong>en</strong> de<br />
los poderes de los compromisarios presid<strong>en</strong>ciales” (artículos 69-<br />
75). <strong>El</strong> exam<strong>en</strong> del Tribunal podía recaer no sólo sobre vicios <strong>en</strong> la<br />
elección sino también sobre la capacidad de los compromisarios.<br />
En caso de que se comprobara un vicio sustancial <strong>en</strong> la elección,<br />
la resolución podía declarar la nulidad de la misma “<strong>en</strong> cuanto todos<br />
los lugares o algunos de ellos” (artículo 73.2). En este s<strong>en</strong>tido, el<br />
Tribunal de Garantías Constitucionales estaba llamado a ejercer<br />
una jurisdicción <strong>electoral</strong>, aunque no por medio de la vía específica<br />
del recurso de <strong>amparo</strong>, esto es, no <strong>en</strong> nombre de la protección de<br />
derechos político-<strong>electoral</strong>es <strong>en</strong> su proyección individual.<br />
Dicha jurisdicción constitucional <strong>en</strong> materia <strong>electoral</strong> tuvo<br />
su fu<strong>en</strong>te de inspiración no <strong>en</strong> el modelo mexicano, desde luego,<br />
sino, <strong>en</strong> opinión de algunos autores, <strong>en</strong> la Constitución austriaca<br />
de 1920 que, como se dijo con anterioridad, <strong>en</strong> su artículo 141<br />
estableció que el Tribunal constitucional resolviera sobre la validez<br />
de elecciones. 22<br />
21 Para una idea g<strong>en</strong>eral de la regulación procesal y la práctica del recurso<br />
de <strong>amparo</strong> por el Tribunal de Garantías Constitucionales, véase Ruiz Lapeña (1979,<br />
291-8); y sobre todo, Ruiz Lapeña (1982, 274-84).<br />
22 En este s<strong>en</strong>tido, véase, por todos, Rallo Lombarte (1997, 65-6).<br />
dErEcHo <strong>El</strong>EcToral »<br />
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