El amparo electoral en México y España. Una perspectiva comparada
El amparo electoral en México y España. Una perspectiva comparada
El amparo electoral en México y España. Una perspectiva comparada
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Ferrer Mac-Gregor/Herrera García<br />
Este criterio se vio reforzado <strong>en</strong> los años posteriores con un<br />
segundo argum<strong>en</strong>to. <strong>El</strong> juicio de <strong>amparo</strong> se había instituido para<br />
la protección de las llamadas “garantías individuales”, concepto<br />
comúnm<strong>en</strong>te asociado con la idea de los “derechos civiles”. un<br />
<strong>amparo</strong> no podía <strong>en</strong>derezarse a la tutela de “derechos políticos” de<br />
carácter individual porque éstos no formaban parte del objeto del<br />
juicio, según esta particular lectura de la Constitución federal. Desde<br />
<strong>en</strong>tonces, el fundam<strong>en</strong>to de la improced<strong>en</strong>cia del <strong>amparo</strong> siempre ha<br />
sido una concepción restringida de los derechos políticos de índole<br />
individual: los derechos políticos no son “garantías individuales”,<br />
y <strong>en</strong> cuanto ello es así, no son susceptibles de tutela judicial <strong>en</strong> vía<br />
de <strong>amparo</strong>. 27 En realidad, fue este s<strong>en</strong>cillo argum<strong>en</strong>to el que, sin<br />
embargo, de modo g<strong>en</strong>eral, cobró más fuerza <strong>en</strong> la jurisprud<strong>en</strong>cia<br />
de la Corte a lo largo de todo el siglo xx.<br />
A la jurisprud<strong>en</strong>cia inicial de la Corte se acompañó una legislación<br />
de <strong>amparo</strong> explícitam<strong>en</strong>te opositora a la proced<strong>en</strong>cia<br />
del juicio <strong>en</strong> la materia <strong>electoral</strong>. La Ley de Amparo, que data de<br />
1936, introdujo como causal de improced<strong>en</strong>cia esta materia<br />
<strong>en</strong> su artículo 73 (fracciones VII y VIII). Con la posterior reforma de<br />
<strong>en</strong>ero de 1988 a la fracción VII de este precepto, la improced<strong>en</strong>cia<br />
resulta incluso más g<strong>en</strong>érica al determinar la inadmisibilidad de<br />
la sigui<strong>en</strong>te manera: “el juicio de <strong>amparo</strong> es improced<strong>en</strong>te […] contra<br />
las resoluciones o declaraciones de los organismos y autoridades<br />
<strong>en</strong> materia <strong>electoral</strong>”.<br />
De este modo, la Constitución federal, la legislación de <strong>amparo</strong>,<br />
y la interpretación de la Suprema Corte y de los tribunales de la<br />
Federación, conformaron un infranqueable bloque normativo<br />
que impidió la proced<strong>en</strong>cia del <strong>amparo</strong> no sólo fr<strong>en</strong>te a leyes de<br />
la materia <strong>electoral</strong>, sino también fr<strong>en</strong>te a cualquier actuación<br />
27 Véase, por todas, la tesis de la Suprema Corte P. Lx/2008.<br />
dErEcHo <strong>El</strong>EcToral »<br />
27