ABG II T. Q. - quirofano de Trauma

Fresado
Se fresa el acetábulo de manera que
preservemos el hueso subcondral para fijar el
cotilo posteriormente. Para asegurar una
buena fijación biológica, el cotilo deberá ser
implantado sobre este lecho subcondral y
hueso sangrante.
El fresado se inicia con el tamaño más
pequeño y se introduce dicha fresa dentro del
acetábulo sin ningún ángulo (Fig. 9).
Se va aumentando de tamaño de fresa de 2 en
2 mm, respetando los ángulos de 40-45º de
anteversión necesaria. Se fresa hasta que el
cotilo de prueba logre una correcta estabilidad
y cubra suficientemente el hueso acetabular.
Cuando se utilice la última fresa es importante
evitar una rotación excesiva que pueda
sobredimensionar la cavidad acetabular (Fig.
10 y 11).
Implantación del cotilo
de prueba
El diámetro del cotilo de prueba debe
corresponder con el implante definitivo
(ajuste linear) respetando la anteversión y
ángulo de inclinación de la fresa (Fig. 12).
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ABG II
Sistema de Cadera no cementada
Se comprueba que el cotilo de prueba deberá
ajustarse al acetábulo de forma muy estable.
Por los orificios del cotilo de prueba se puede
verificar si la interposición hueso-cotilo es la
idónea. El diámetro del cotilo de prueba es
idéntico al implante definitivo.
En el caso de una implantación inestable, se
comprueba que no sobresalga tejido blando
capsular alrededor del acetábulo que impida
una correcta impactación.
La falta de un fresado completo, causa una
posible inestabilidad del componente del
prueba; en estos casos, se mejorará la
estabilidad fresando cuidadosamente con la
fresa 2-4 mm más pequeña que el tamaño del
cotilo de prueba. Se realiza otra
comprobación con el cotilo de prueba.
Se retira el cotilo de prueba y si existe algún
orificio subcondral, se rellena de esponjosa
extraída a partir de la cabeza femoral.
Fig. 12 Implantación de cotilo de prueba para verificar
la estabilidad y tamaño del implante definitivo.