Nº 46 - De la Palabra
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Los Textos Prohibidos de Marcel Nasif<br />
Revista La Avispa <strong>Nº</strong><strong>46</strong><br />
Humor<br />
por el Licenciólogo Arístides Oril<strong>la</strong>s<br />
Reseña: El Primer Terrorista literario<br />
Es muy poco lo que conocemos acerca de Marcel Nasif, excepto que el resentimiento lo acercó<br />
a <strong>la</strong> locura. Su madre concedió una entrevista, <strong>la</strong> única, antes de suicidarse en el Manicomio de<br />
Saint Retret, donde confesó que desde muy pequeño Marcel exhibía síntomas de intolerancia<br />
social. Sus cuadernos de Jardín eran manchas negras teñidas con rojo sangre, en casi todas <strong>la</strong>s<br />
ocasiones.<br />
En <strong>la</strong> primaria desarrolló un asco mucho más sofisticado hacia sus compañeritos de grado,<br />
jamás manifestó un rasgo de compasión hacia ellos. Pero lo más extraño sucedió durante <strong>la</strong><br />
adolescencia de Marcel: comenzó a escribir poemas, a desahogarse en una suerte de metafísica<br />
mundana. Entonces liberó su naturaleza primordial.<br />
El drama estalló cuando quiso publicar un libro. Apenas sabemos y de acuerdo a su progenitora,<br />
que ninguna Imprenta reprodujo sus trabajos, absolutamente todas se negaron a leerlos. Además,<br />
todos los amigos de Marcel que intentaron editarlo en sus propias computadoras, murieron de <strong>la</strong><br />
peor manera: de infarto y sangrando tinta por los ojos y <strong>la</strong>s fosas nasales. <strong>De</strong> allí que le valiera<br />
el apodo de “Maldito Aprendiz”.<br />
Lo último que nos contó su madre, es que Marcel, una noche violenta, encendió a siete Librerías<br />
y a doce Imprentas. Todas ardieron en sólo media hora, y en cada siniestro dejó un grafitti en <strong>la</strong><br />
vereda de enfrente: LA VENGANZA ES LA OBLIGACIÓN DE LOS JUSTOS. Esto lo convirtió<br />
en el primer terrorista literario de <strong>la</strong> Ciudad. Luego desapareció como si no hubiera.<br />
La misma madrugada de los incendios, <strong>la</strong> policía al<strong>la</strong>nó su vivienda y secuestró todos sus manuscritos<br />
y archivos. Pero gracias a un contacto en Tribunales, arreglo mediante, fue posible rescatar<br />
alguno de sus textos malditos, como La Protesta Interior, junto a un subtítulo; La rebelión<br />
de <strong>la</strong>s vísceras. Un libro distinto, 42 poemas hacen de prólogo, mientras que el contenido en sí<br />
sólo ocupa media página. La Logia de Intérpretes Ocultos de Marcel Nasif, no ofrecen pocas<br />
controversias al respecto; aunque sí comparten <strong>la</strong> intención de <strong>la</strong> Obra: cada poema ataca a un<br />
órgano, músculo o hueso.<br />
Otras fuentes poco y nada confiables, sin embargo afirman que Marcel frecuentaba una Secta<br />
Mutante, junto a Renattus de Vil<strong>la</strong>ris, El Croata Ebrio, El Guapo Basualdo, Richard Pantus,<br />
Las Siamesas Predierich y el histriónico Ayato<strong>la</strong> Gustav Van der O<strong>la</strong>iz, entre otros camaradas<br />
alcohólicos de igual o peor ca<strong>la</strong>ña que nuestro especímen.<br />
Pero vayamos a los bifes, digo, a los textos en cuestión, fechados en el 2005.<br />
Advertencia: si suena el celu<strong>la</strong>r luego de leerlos, no atiendas, puede ser Marcel exigiéndote<br />
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