Nº 46 - De la Palabra
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2. Los hechos violentos<br />
Nuestro pa<strong>la</strong>dín, el indio amigo Francisco Anca<strong>la</strong>o, que por entonces tenía unos treinta y cinco<br />
años, fue el primero en dec<strong>la</strong>rar, a pocas horas de los hechos y aún ocupado por los últimos<br />
vagidos furiosos. <strong>De</strong>c<strong>la</strong>ró bajo juramento y no firmó.<br />
Era noche cerrada y él dormía junto con su familia, cuando despertó por haber escuchado ruidos<br />
y pudo ver a su mujer siguiendo a un paisano que huía cargando sus prendas. El <strong>la</strong>drón había<br />
echado mano de cuchillos, espue<strong>la</strong>s y otras prendas que Anca<strong>la</strong>o atesoraba en un cajón ubicado<br />
junto a su lecho. Y saltó desnudo del jergón para perseguir al <strong>la</strong>drón que se dirigía al toldo de<br />
Fermín, aunque ya su china lo había alcanzado y en ese mismo momento recibía fuertes golpes<br />
propinados con el facón recién robado. <strong>De</strong> manera que Anca<strong>la</strong>o ¨… alcansó al <strong>la</strong>drón y agarrándolo<br />
por los cabello lo tiró al suelo, se le puso en sima <strong>la</strong> quitó <strong>la</strong>s prendas robadas tirándo<strong>la</strong>s<br />
a un <strong>la</strong>do incluso el puñal, el facón y <strong>la</strong>s espue<strong>la</strong>s de p<strong>la</strong>ta y agarrando una de dichas espue<strong>la</strong>s<br />
con <strong>la</strong> mano izquierda le apretó <strong>la</strong> garganta al <strong>la</strong>drón y con <strong>la</strong> derecha le pegó con <strong>la</strong> espue<strong>la</strong><br />
por <strong>la</strong> cara y <strong>la</strong> cabeza en términos que <strong>la</strong> rompió; que en tanto el <strong>la</strong>drón se defendía a mordiscones:<br />
resultando el dec<strong>la</strong>rante con tres mordiscos en su cuerpo: que este caso comensó a<br />
l<strong>la</strong>mar a gritos a Fermín, que en inmediatamente llegó hallí así como su muger y varias Chinas<br />
y condujeron al <strong>la</strong>drón al toldo del dec<strong>la</strong>rante…¨ (13).<br />
Posteriormente, continuó re<strong>la</strong>tando Anca<strong>la</strong>o, fueron con Fermín a denunciar los hechos al Sargento<br />
Mayor Francisco Iturra (14), quien hizo conducir al <strong>la</strong>drón y prendas robadas a su presencia<br />
al solo efecto de favorecer el conocimiento de Pa<strong>la</strong>vicino. Sostuvo también el jefe indígena que<br />
nunca había visto a Montenegro, y que lo reputaba único autor del delito.<br />
<strong>De</strong>spués dec<strong>la</strong>raron <strong>la</strong> china Micae<strong>la</strong>, de unos veinticinco años, mujer de Anca<strong>la</strong>o, y Fermín,<br />
<strong>la</strong>dero de Francisco, de treinta y ocho años. Ambos juraron ¨por el sol que nos alumbra¨, a quien<br />
adoran, y tampoco firmaron.<br />
Fermín fue el que confirmó <strong>la</strong> furia de Francisco Anca<strong>la</strong>o. Refirió que tan enojado estaba con<br />
Montenegro que quería degol<strong>la</strong>rlo, a lo que él se opuso, convenciéndolo de que lo dejasen atado<br />
en el toldo hasta el amanecer. Micae<strong>la</strong> dijo haber recibido un tajo en su cara, por una cuchil<strong>la</strong>da<br />
de Montenegro, como así refirió que Anca<strong>la</strong>o había recibido varios mordiscos en diversas partes<br />
de su cuerpo durante <strong>la</strong> refriega.<br />
Segundo acto discriminatorio: como condenando <strong>la</strong> ¨injustificada¨ furia desatada por Anca<strong>la</strong>o,<br />
no se dejó constancia ninguna de <strong>la</strong> gravedad de <strong>la</strong>s heridas recibidas por los tres aborígenes,<br />
ni menos aún de que se prestasen atención y curaciones.<br />
La versión que contó Montenegro cuatro días después, cuando parecía ya parcialmente repuesto,<br />
contradijo <strong>la</strong> de los indios amigos. Refirió el paisano que <strong>la</strong> noche del hecho había estado bebiendo<br />
aguardiente y jugando a <strong>la</strong>s cartas en <strong>la</strong> pulpería de Estanis<strong>la</strong>o Araque (15), en compañía de<br />
otros ocupados como él en quehaceres del campo. Que había ganado bastante para lo habitual<br />
y que ya bastante afectado por <strong>la</strong> bebida, salió hacia <strong>la</strong> pulpería de Felipa Araque (16), aunque<br />
encontrándo<strong>la</strong> cerrada, terminó bebiendo en lo de Juana Seguel (17), en compañía de otros, entre<br />
los que se encontraba Juan Peralta. A partir de ese momento, Montenegro no recordaba nada<br />
más, ya que a continuación se despertó en <strong>la</strong> toldería de los Anca<strong>la</strong>os, desnudo, <strong>la</strong>stimado y<br />
fuertemente atado. Sin embargo dice que puede referir lo re<strong>la</strong>tado por Peralta que lo ha visitado<br />
en su prisión horas antes de <strong>la</strong> dec<strong>la</strong>ración.<br />
Dijo Peralta que, junto con Ignacio Becerra, llevaron a Montenegro a dormir a casa de Petrona<br />
Correa (18), ya que estaba tan borracho que no se bastaba a sí mismo. Que después Becerra y un<br />
Revista La Avispa <strong>Nº</strong><strong>46</strong> 0