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Wilfredo Ardito Vega - Universidad del Pacífico

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LA EXPERIENCIA DE LA MESA CONTRA EL RACISMO<br />

Octubre 2010 (Borrador)<br />

<strong>Wilfredo</strong> <strong>Ardito</strong> <strong>Vega</strong><br />

A diferencia de otros países, como Brasil y Estados Unidos, el movimiento contra el<br />

racismo en el Perú es sumamente incipiente y reducido. Pese a la gravedad y<br />

extensión que tiene este problema, los activistas nunca han pasado de ser unas pocas<br />

decenas y sus intervenciones comenzaron a producirse recién hace muy pocos años.<br />

Pese a su escaso número, en ese breve lapso, han obtenido importantes logros en<br />

cuanto a sensibilizar a la población, promover cambios en la mentalidad<br />

predominante, generar la promulgación de normas contra el racismo y su posterior<br />

aplicación.<br />

En este artículo analizaremos las condiciones que permitieron la aparición de la Mesa<br />

contra el Racismo, una de las experiencias más visibles <strong>del</strong> movimiento contra el<br />

racismo en el Perú. Describiremos los logros, dificultades y retos de la Mesa, así como<br />

las perspectivas para proseguir enfrentando este problema en el futuro.<br />

1. RAZONES DE LA APARICIÓN TARDÍA DE UN MOVIMIENTO CONTRA EL<br />

RACISMO EN EL PERÚ<br />

Cabe preguntarse, si el racismo afecta a tantas personas en el Perú, ¿por qué la lucha<br />

contra el racismo no tiene una tradición arraigada? ¿Por qué tan pocas de sus víctimas<br />

han decidido salir a las calles o protestar de alguna manera contra un problema que<br />

tanto les afecta?<br />

1.1. Dificultad para percibir el problema <strong>del</strong> racismo<br />

Nosotros consideramos que la misma gravedad y extensión <strong>del</strong> racismo han generado<br />

parezca más difícil de ser enfrentado o inclusive de ser percibido.<br />

De hecho, muchos peruanos todavía no aceptan que la discriminación sea un problema<br />

real 1 . El hecho que la discriminación sea estructural, como lo ha denominado la CVR 2 ,<br />

implica también que la inequidad que caracteriza nuestra sociedad es percibida como<br />

natural 3 . De esta manera, la profunda desigualdad que afecta a las poblaciones<br />

rurales, a las personas con discapacidad o a quienes no hablan castellano con<br />

frecuencia no es percibida como una situación anormal o injusta, sino como parte <strong>del</strong><br />

estado normal de las cosas 4 .<br />

1 En muchos talleres sobre discriminación, los participantes inicialmente percibían que se les iba a hablar<br />

de un problema que no existía. Con frecuencia han señalado como el promotor de las ideas racistas a<br />

Hitler, sin considerar que el racismo peruano tiene orígenes muy anteriores.<br />

2 Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Conclusiones 9, 88, 151<br />

3 Véase el testimonio sobre un incidente en Huancavelica (<strong>Ardito</strong>, 2004, p. 26).<br />

4 Reid, p.15. Manrique, 1999:11.<br />

1


Las propias autoridades tienen esta percepción, lo cual se refleja por la ausencia de<br />

políticas públicas para enfrentar la discriminación 5 o la toma de decisiones que afectan<br />

directamente a la población tradicionalmente discriminada.<br />

Por otro lado, cuando los peruanos son más conscientes sobre la existencia de<br />

discriminación, comúnmente prefieren pensar que las razones son principalmente<br />

económicas y en menor medida geográficas o culturales, pero no raciales 6 .<br />

Hasta hace poco, aún en espacios académicos, se llegaba a pretender que el color de la<br />

piel era irrelevante para establecer diferencias entre los peruanos 7 . De esta forma, el<br />

racismo era uno de los tabúes más fuertes en el Perú, como antaño podía haber<br />

sucedido en relación al sexo, debido a todas las connotaciones que ocultaba respecto a<br />

quien se atrevía a mencionarlo y a sus interlocutores 8 .<br />

Nuestro punto de vista es que negar la existencia <strong>del</strong> racismo constituye un mecanismo<br />

de defensa: teóricamente, muchos peruanos creen que podrían enfrentar las otras<br />

causas de discriminación: pueden mejorar su posición económica, cambiar su<br />

ubicación geográfica o incorporar patrones culturales occidentales, y de esta manera<br />

evitar ser discriminados. En cambio, admitir la existencia <strong>del</strong> racismo implicaría<br />

reconocer que uno puede haber sufrido un problema mucho más fuerte, injusto y<br />

doloroso, frente al cual es imposible pretender transformarse para evitarlo… y <strong>del</strong> cual<br />

uno a veces ha sido también parte, al ejercerlo hacia otros compatriotas, más débiles 9 .<br />

Paradójicamente, existe un choque entre el discurso racista aprendido desde la infancia<br />

con el discurso democrático y oficial 10 . Los peruanos oficialmente sabemos que no es<br />

5 Una investigadora checa consultó con el autor sobre la razón por la cual en los portales de internet de los<br />

ministerios y otras instituciones estatales peruanas no existía una página dedicada a prevenir, sancionar o<br />

enfrentar la discriminación. Le sorprendió saber que era porque no se consideraba una política necesaria.<br />

Concuerda con esta carencia la información proporcionada por los representantes de las Mesas contra la<br />

Discriminación de Apurímac, Ayacucho, Iquitos y Cusco durante un taller realizado en diciembre <strong>del</strong><br />

2009, donde señalaron que la mayor dificultad para promover las Ordenanzas contra la discriminación ha<br />

sido que muchos funcionarios no creían que este era un problema real. Esta misma actitud también fue<br />

visible en varias municipalidades de Lima, como en Breña, donde un vocero de la municipalidad<br />

manifestó que la discriminación no existía en esa jurisdicción. Claire Reid, voluntaria de APRODEH,<br />

informó al autor que un funcionario <strong>del</strong> gobierno regional de Apurímac le indicó que debería demostrar<br />

que efectivamente la discriminación existía en esta región para que se trazaran políticas públicas al<br />

respecto. Gracias a la incidencia de las diversas Mesas esta situación ha ido cambiando.<br />

6 Esta era la opinión generalizada de los participantes en los eventos y capacitaciones sobre<br />

discriminación que organizaba la Mesa. De hecho, para ellos solía ser de mucho impacto el momento en<br />

que se reconocían como personas que habían cometido y/o sufrido actos de racismo.<br />

Marisol De La Cadena comenta una de estas expresiones comunes de negación <strong>del</strong> racismo: “Aquí la raza<br />

no es importante, aquí no hay racismo, lo que hay son diferencias culturales profundas y según estas<br />

diferencias podemos hay superiores e inferiores” (pp. 14-15).<br />

7 De La Cadena, p. 15.<br />

8 Manrique, 1999: 125-6.<br />

9 Manrique, 1999: 27.<br />

10 Callirgos 1993: 161.<br />

2


ueno ser racista, por lo que es difícil admitir este tipo de sentimientos o<br />

percepciones 11 .<br />

De esta manera, hasta hace pocos años, hablar <strong>del</strong> racismo en un evento público era<br />

peligroso, porque el tema era amenazante y autocuestionador para los participantes 12 , e<br />

implicaba evidenciar que quien discriminaba también estaba discriminando a una<br />

parte de sí mismo 13 .<br />

Resulta especialmente interesante que aún las víctimas de la pobreza, de la violencia<br />

política o de las esterilizaciones forzadas no colocan dentro de sus reclamos el sustrato<br />

racista en las situaciones que sufren o han sufrido.<br />

En el caso de las violaciones a los derechos humanos cometidas por integrantes de las<br />

Fuerzas Policiales y Militares, era preferible percibirlas como actos aislados de unas<br />

personas hacia otras. En este caso, es también más duro admitir que poseer rasgos<br />

indígenas hacia que uno se convirtiera en mucho más vulnerable o inclusive ser<br />

percibidos como un ser sin derechos 14 . Creemos que por esto, ni siquiera las víctimas<br />

de la violencia han expresado el racismo como causa de los abusos que sufrieron 15 ,<br />

cuando podría, de esta forma, vincularse la violencia <strong>del</strong> pasado con la situación de<br />

exclusión que siguen viviendo.<br />

El racismo, además, estaba presente en los senderistas como causa de sus sentimientos<br />

de odio y rencor hacia la sociedad: se trataba de sectores que, pese a haber tenido<br />

algunas oportunidades educativas, de manera permanente sentían que eran excluidos<br />

por los grupos de poder. El menosprecio constante que recibían fue el peor caldo de<br />

cultivo de estos sentimientos 16 .<br />

11 Manrique comenta una de las primeras investigaciones sobre casos de racismo, donde la mayoría de<br />

testimonios era vertido en tercera persona, porque era demasiado duro reconocerse como discriminado<br />

(Manrique, 1999: 126) y, de la misma forma, ninguno de los jóvenes entrevistados por Callirgos se<br />

reconocía como racista (1993: 200). Las mismas referencias a rasgos físicos son realizadas con<br />

diminutivos (negrito, cholito), como para suavizar una carga negativa (id.). Señala Callirgos que “ “Yo<br />

no soy racista, pero…” es una manera habitual de empezar un comentario cargado de racismo” (p. 18).<br />

12 Callirgos, 1993: 199. En los talleres sobre racismo, se aprecia cómo para los participantes es duro<br />

acercarse inicialmente al tema, pero luego tiene un efecto liberador.<br />

13 Callirgos, 1993: 196.<br />

14 Degregori, pp. 8-9. Bruce, p. 19. Reid, p. 43. La Comisión de la Verdad también llegó a esta<br />

conclusión, cuando declaró: “Las diferencias raciales y étnicas en el Perú son criterios de la desigualdad<br />

social y fueron invocadas por los perpetradores para justificar las acciones cometidas contra quienes<br />

fueron sus víctimas (p. 104). De igual manera, “el componente étnico y racial estuvo presente tanto en las<br />

causas históricas <strong>del</strong> conflicto (la generación de un contexto propicio para el surgimiento y reproducción<br />

<strong>del</strong> enfrentamiento) como en el plano más inmediato de las percepciones y comportamientos cotidianos<br />

de los diferentes actores implicados directa e indirectamente” (id).<br />

15 Algunos analistas, tanto hostiles como cercanos a los temas de derechos humanos han sostenido que el<br />

elevado número de muertes de indígenas en Ayacucho se produjo porque en ese lugar comenzó el<br />

conflicto armado, sin comprender que los agentes estatales actuaron con mucha más violencia hacia la<br />

población indígena. Los operativos que se realizaron en barrios residenciales de Lima para capturar a<br />

Víctor Polay o Abimael Guzmán no implicaron ningún acto de violencia contra vecinos o inclusive contra<br />

los propios involucrados, como sí ocurría en la zona andina. Callirgos comparte una experiencia propia,<br />

en la cual la policía pidió documentos a los demás pasajeros <strong>del</strong> ómnibus en que se encontraba, pero no a<br />

él (1993: 206-7), que también fue vivida por el autor de este artículo viajando en la región andina.<br />

16 Reid, p. 42. Esta presencia de sentimientos de marcado rechazo hacia las personas blancas se producía<br />

pese a que el discurso senderista tenía una connotación clasista, donde el tema racial estaba ausente.<br />

3


Otro proceso que no ha sido percibido como racista han sido las esterilizaciones<br />

forzadas que se produjeron durante el segundo gobierno de Fujimori, en un proceso<br />

donde los funcionarios <strong>del</strong> Ministerio de Salud activamente promovieron la<br />

esterilización de millares de mujeres indígenas 17 .<br />

Tampoco existe mayor consciencia sobre cómo el Estado invierte mucho menos en las<br />

zonas habitadas por población indígena y desarrolla menos políticas en cuanto a la<br />

satisfacción de derechos fundamentales 18 , practicando también lo que se denomina<br />

racismo ambiental 19 .<br />

1.2. Dificultad para identificarse como discriminado<br />

Otro factor que ha hecho que el movimiento contra el racismo sea mucho más tardío<br />

que en otros países es la dificultad de los peruanos para autoclasificarnos desde una<br />

perspectiva étnica o racial y, más aún, para identificarnos como integrantes <strong>del</strong> sector<br />

discriminado racialmente 20 . Ya desde comienzos <strong>del</strong> siglo XX, era difícil realizar un<br />

censo empleando la categoría racial, puesto que los mestizos preferían identificarse<br />

como blancos y los indios como mestizos 21 .<br />

Actualmente, existe el sentido común en el Perú que “todos somos mestizos”, y esta<br />

categoría es empleada como elemento para encubrir las diferencias que existen entre<br />

los peruanos 22 , evitándose así las cargas valorativas negativas que tienen expresiones<br />

cotidianas como cholo, blanco o negro 23 .<br />

Por lo mismo, calificar a un ser querido como cholo, negro o indígena todavía puede<br />

parecer ofensivo 24 , aunque coloquialmente o afectivamente las dos primeras<br />

expresiones sean bastante usadas. La palabra blanco, en cambio, no tiene esta<br />

connotación negativa.<br />

El término indígena, hasta ahora, tiene una carga mayoritariamente ofensiva, con<br />

excepción de aquellas organizaciones o instituciones, ubicadas en la región amazónica.<br />

Los habitantes de las zonas rurales andinas y costeñas prefieren autodenominarse<br />

campesinos y quienes viven en las ciudades simplemente ya no se consideran como<br />

Manrique denomina a este sentimiento el “factor negado” (Callirgos, 1993: 208). Comisión de la<br />

Verdad, p. 104.<br />

17<br />

Hilaria Supa es una de las pocas personas que señala con claridad que las esterilizaciones estuvieron<br />

dirigidas hacia los indígenas (Supa, pp. 125-126).<br />

18<br />

Reid, p. 14. Pozzi-Scott da como ejemplo las deficiencias en la educación que el Estado proporciona a<br />

los niños indígenas, desde los profesores peor preparados hasta la obligación de cumplir un calendario<br />

escolar solamente estructurado según las estaciones de Lima y no de las necesidades agrícolas de la sierra<br />

o selva (pp. 13-16).<br />

19<br />

<strong>Ardito</strong>, 2009b: 77-79; Reid, pp. 96-97.<br />

20<br />

Callirgos, 1993: 155.<br />

21<br />

De la Cadena, p. 61.<br />

22<br />

<strong>Ardito</strong>, 2004: 25.<br />

23<br />

Callirgos, 1993: 186. Para este autor, la ideología <strong>del</strong> mestizaje permite a las élites negar el racismo<br />

(p. 1981) y también difundir la vigencia de una democracia inexistente (p. 185).<br />

24<br />

Callirgos, 1993: 158.<br />

4


indígenas. De hecho, es frecuente que se emplee la frase “vestimenta de campesina”<br />

para describir la ropa tradicional de una mujer indígena, aunque haya vivido toda su<br />

vida en una ciudad 25 .<br />

Esta dificultad frente al término indígena coincide con la ausencia de un movimiento<br />

indígena sólido dentro de la población andina 26 , a diferencia de lo que ocurre en los<br />

demás países latinoamericanos, aún en aquellos, como Chile y Colombia, donde los<br />

indígenas son un sector minoritario. Nuestra hipótesis es que esta situación se debe a<br />

que, durante los años ochenta, mientras los indígenas de los demás países<br />

latinoamericanos adquirían mayor consciencia de su identidad y se movilizaban en<br />

cuanto tales, en el Perú vivíamos el conflicto armado interno, que precisamente fue<br />

más cruento en relación a la población indígena.<br />

Muchos de quienes en Ayacucho, Huancavelica o Apurímac pudieron haberse<br />

convertido en líderes indígenas fueron asesinados por senderistas o militares. Otros<br />

tuvieron que alejarse de sus tierras y otros más prefirieron abandonar todo<br />

compromiso social. Hubo también quienes fueron captados por los senderistas u<br />

obligados a formar parte de los comités de autodefensa por los militares 27 . Los doce<br />

años de la violencia, unidos al desplazamiento forzado generaron un aislamiento de los<br />

indígenas de la sierra peruana respecto de la dinámica <strong>del</strong> movimiento indígena en el<br />

resto <strong>del</strong> continente 28 .<br />

Sin embargo, la otra razón por la que en la región andina <strong>del</strong> Perú, varias décadas antes<br />

<strong>del</strong> conflicto armado, la identidad indígena se encontraba muy debilitada, era la<br />

discriminación que los indígenas enfrentaban.<br />

Por ello, hacia la segunda mitad <strong>del</strong> siglo pasado los indígenas que migraban a las<br />

ciudades buscaban aculturarse o desindigenizarse, cambiando su vestimenta, evitando<br />

hablar quechua y colocando nombres en inglés a sus hijos 29 .<br />

Los indígenas urbanos preferían identificarse como “mestizos”, lo cual implicaba<br />

asumirse como superiores a los campesinos 30 . De esta forma, aunque mestizo es una<br />

categoría que pretende describir a una persona con rasgos físicos provenientes de<br />

25<br />

Sobre cómo se ha creado la categoría de “campesinos-urbanos” para referirse a los indígenas, véase<br />

Reid, p. 86.<br />

26<br />

La situación de los pueblos indígenas amazónicos es marcadamente diferente, en cuanto sí tienen un<br />

reconocimiento de su identidad como indígenas y plantean demandas muy similares a las que tienen los<br />

indígenas de los países vecinos.<br />

27<br />

<strong>Ardito</strong>, p.<br />

28<br />

Para la mayoría de movimientos indígenas en América Latina, el agresor a quien se enfrentan es el<br />

Estado. En el caso <strong>del</strong> Perú, los indígenas enfrentaban a otros indígenas, dado que los senderistas solían<br />

tener este origen. Se produjeron también situaciones especialmente violentas en relación a los<br />

asháninkas, quienes sufrieron una agresión directa en cuanto pueblos.<br />

29<br />

Callirgos (1993: 162) muestra esta tendencia graficada también en el cuento de Julio Ramón Ribeyro,<br />

Alienación.<br />

30 De La Cadena, p. 23.<br />

5


fenotipos diversos, en el Perú se ha convertido también en un eufemismo para llamar a<br />

los indígenas que tienen mayor educación y hábitos urbanos 31 .<br />

De esta forma, este proceso de desindigenización o desindianización va llevando a que<br />

las personas consideren que están progresando en tanto parecen menos indios 32 .<br />

Sin embargo, aunque todos estos cambios externos buscan evitar la discriminación, no<br />

la logran enfrentar porque no tocan el tema <strong>del</strong> racismo 33 .<br />

Estas actitudes son marcadamente diferentes respecto a los indígenas ecuatorianos o<br />

bolivianos quienes enfrentan la discriminación afirmando públicamente su identidad<br />

como indígenas y desde esta perspectiva han planteado reivindicaciones como el<br />

derecho a usar su propia vestimenta, el ejercicio de su religión tradicional y el uso de<br />

los nombres indígenas 34 .<br />

1.3. Subsistencia de mecanismos individuales para enfrentar el racismo<br />

Algunas personas de rasgos indígenas o negros enfrentan la discriminación racial de<br />

manera individual, “haciéndose respetar”, es decir procurando que la capacidad<br />

económica, el nivel educativo o el ejercicio de un cargo se impongan sobre los rasgos<br />

físicos 35 . Sin embargo, para que efectivamente no se produzca el trato discriminatorio,<br />

las características mencionadas tienen que ser visibles 36 . Esto implica usar vestimenta<br />

más costosa o enfatizar el cargo o la profesión que uno tiene.<br />

En algunos casos, se asume inclusive un comportamiento distante como mecanismo<br />

para lograr ser respetados 37 , dentro de una mentalidad donde se está convencido que<br />

es necesario pensar y actuar jerárquicamente 38 .<br />

De hecho, quizás la forma más cruel de buscar reconocimiento de una persona<br />

tradicionalmente discriminada es ejercer maltrato contra alguien físicamente similar,<br />

31 Los noticieros describen a una persona extraviada señalando que tiene “raza mestiza”, cuando quieren<br />

señalar que es de rangos indígenas.<br />

32 De La Cadena, p. 47.<br />

33 En algunos casos, inclusive la discriminación se profundiza, debido a que entre los migrantes es<br />

frecuente usar nombres anglosajones, como Brian o Bruce que están ligados a la búsqueda de tener una<br />

identidad más moderna y urbana (Reid, p. 98). Mientras tanto, las clases altas prefieren nombres como<br />

Gonzalo, Sebastián y Rodrigo. Igualmente, rechazan la alienación de “los cholos”, también porque<br />

implica que éstos les están han arrebatando sus símbolos de poder, como el uso <strong>del</strong> inglés o de<br />

determinadas marcas (Callirgos 1993: 163).<br />

34 Las últimas Constituciones de ambos países muestran que estas reivindicaciones han logrado el<br />

reconocimiento estatal.<br />

35 Sobre cómo se empleó la educación para enfrentar el racismo, pero éste ha logrado subsistir, véase De<br />

la Cadena, pp. 345-6.<br />

36 Callirgos sostiene que las mujeres inclusive reciben más pbresión para modificar sus rasgos físicos<br />

andinos o negros, porque la belleza es un factor más importante para ellas (1993: 204).<br />

37 Es el testimonio de varios profesionales que han conversado con el autor.<br />

38 De La Cadena, p. 14.<br />

6


asumiendo que los rasgos físicos, que uno comparte, son causal de inferioridad o<br />

debilidad 39 .<br />

Otra forma frecuente de enfrentar el racismo es evitar la posibilidad de ser<br />

discriminado, no exponiéndose a lugares o situaciones donde se cree que esta situación<br />

es probable 40 y considerando que la presencia de numerosas personas de rasgos<br />

blancos de por sí constituye un factor de riesgo.<br />

Otro mecanismo para evitar la discriminación se da cuando una persona oculta sus<br />

orígenes a otras personas, por considerarlas potenciales discriminadores 41 .<br />

Ni “hacerse respetar” o rehuir determinados lugares son alternativas que logran<br />

enfrentar el problema de la discriminación, sino que conviven con ella.<br />

Otra salida individual, más presente dentro de la comunidad afrodescendiente, es<br />

buscar una pareja que no tenga los mismos rasgos, con la finalidad que los hijos<br />

experimenten menos discriminación 42 . Al parecer se trata de una situación para la que<br />

existe mucha presión familiar, al punto que la organización afrodescendiente Lundú ha<br />

tenido que elaborar materiales para motivar a los adolescentes a enfrentarla 43 .<br />

Finalmente, tenemos que otra alternativa individual consiste en el maltrato a una<br />

persona blanca cuando está en una situación de mayor debilidad, como ocurre cuando<br />

está en minoría o no tiene las conexiones que evitarían ser discriminada. Esto se<br />

produce con frecuencia en colegios hacia los niños más blancos y también lo padecen<br />

algunos limeños cuando viajan a la sierra o la selva 44 . La agresión es casi una<br />

venganza, pero también, debido al racismo que los agresores tradicionalmente han<br />

sentido, es percibida por éstos como “un legítimo acto de defensa” 45 .<br />

1.4. Las propuestas de las organizaciones indígenas y afroperuanas<br />

Las demandas de las organizaciones campesinas como la Confederación Nacional<br />

Agraria (CNA) y la Confederación Campesina <strong>del</strong> Perú (CCP) no han abordado temas<br />

como el racismo, la discriminación o la identidad indígena, habiendo estado mas bien<br />

39<br />

Reid, p. 98. “Se es reconocido en la medida en que se ningunea a los demás” (Portocarrero, 2004, p.<br />

286)<br />

40<br />

“Yo sé dónde me muevo” es una frase muy frecuente en personas de sectores medios y populares. En<br />

Lima, esto es frecuente aún respecto espacios gratuitos como el Olivar de San Isidro o los parques de<br />

Surco.<br />

41<br />

En los talleres contra el racismo, muchas personas señalan que esta es una práctica frecuente entre los<br />

descendientes de migrantes andinos. En Abancay, se han producido varios casos de escolares que<br />

negaban <strong>del</strong>ante de sus amigos a sus propios padres, si éstos son campesinos o, especialmente, si la madre<br />

usa polleras. Varios profesores han señalado que los alumnos no desean que, en este caso, la madre<br />

asista a las actividades escolares, que en el Perú suelen tener carácter obligatorio para los padres de<br />

familia (Reid, p. 98).<br />

42<br />

Callirgos, 1993: 191. <strong>Ardito</strong>, 2009, p.<br />

43<br />

Puede revisarse la fotonovela Entre Sueños y Realidades: :<br />

http://www.lundu.org.pe/fotonovelas/fotonovela_entre_suenos_y_realidades.pdf<br />

44<br />

<strong>Ardito</strong>, 2009, p.<br />

45<br />

Portocarrero, citado por Callirgos, 1993: 164.<br />

7


centradas en la propiedad de la tierra y, después de la Reforma Agraria, en lograr<br />

mejores precios para sus productos y obras de desarrollo. Estas son las demandas que<br />

tienen todos los campesinos peruanos, sean indígenas o no.<br />

Por otro lado, en los últimos años, a la CCP y la CNA se han sumado otras<br />

organizaciones campesinas que expresan más una identidad indígena como la<br />

Confederación de Comunidades Afectadas por la Minería, CONACAMI. Sin embargo,<br />

pese a que en muchos casos se tiene un discurso de afirmación indígena, sus demandas<br />

se concentran en la problemática de la tierra y los recursos naturales y no enfrentan los<br />

problemas de discriminación que sufren los indígenas en las ciudades. Algunos<br />

dirigentes todavía no tienen claro el problema <strong>del</strong> racismo ni aún como racismo<br />

ambiental 46 .<br />

Otros dirigentes, sí reconocen que existe racismo 47 , pero lo vinculan solamente al<br />

problema territorial, mostrando menos interés frente a la discriminación que sufren los<br />

indígenas en la vida urbana, sea ante una oferta de empleo o un anuncio de televisión.<br />

En cuanto a las organizaciones afroperuanas, si bien son mucho más conscientes <strong>del</strong><br />

racismo que sufren, son también muy débiles, en parte porque muchos de sus<br />

integrantes padecen limitaciones económicas, lo cual genera que tengan dificultades<br />

para dedicar parte de su tiempo al activismo. Todavía, dentro de la población<br />

afroperuana existen serias carencias educativas, el número de profesionales es<br />

reducido y no todos desean involucrarse en acciones antirracistas.<br />

2. ANTECEDENTES. LA MESA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN<br />

Hacia fines de los años noventa, un primer detonante de acciones antirracistas fue la<br />

aparición de numerosos locales racistas en Lima y otras ciudades <strong>del</strong> Perú 48 .<br />

A partir de 1995, luego de casi quince años de violencia política y toques de queda, la<br />

vida nocturna renació en Lima. Durante ese período, sin embargo, la sociedad había<br />

ido cambiando y un sector de la población, de rasgos andinos y mestizos, había<br />

mejorado sus condiciones de vida, pudiendo ser considerado parte de la clase media 49 .<br />

Ellos deseaban acudir a los nuevos locales de mayor prestigio o mayor costo que<br />

frecuentaban sus compañeros de estudio o de trabajo.<br />

Sin embargo, muchos jóvenes peruanos de ascendencia europea consideraban<br />

inadecuada la presencia de mestizos, andinos o negros en las discotecas exclusivas,<br />

46 Un importante dirigente de CONACAMI ha señalado varias veces en ocasiones públicas que los<br />

problemas que sufren los pueblos indígenas “no son una cuestión de piel”, sino un conflicto de intereses<br />

económicos por las tierras indígenas. Esta forma de presentar su posición implica una dificultad para<br />

comprender toda la problemática que sufren los indígenas en el Perú.<br />

47 Pizango, Alberto, entrevistado en Bajo La Lupa, p. 8.<br />

48 Esta situación llamó la atención de Manrique (1999: 28) y De La Cadena (2004: 15).<br />

49 Oboler, p. 29.<br />

8


dado que se trataba de locales donde la apariencia física era fundamental 50 , por estar<br />

vinculados a la búsqueda de pareja, que obligatoriamente debía ser blanca 51 . Para<br />

complacer a sus clientes, los dueños de varios locales decidieron impedir el ingreso a<br />

todos los que no tuvieran dichos rasgos, generando locales ¨étnicamente puros”.<br />

Estas prácticas pronto fueron denunciadas en diversos medios de comunicación,<br />

aprovechando que, en tiempos de Fujimori, se trataba de denuncias que no tenían<br />

grandes consecuencias políticas. En el año 1998, INDECOPI sancionó a cuatro<br />

discotecas en Miraflores y Barranco por sus prácticas racistas. Sin embargo, los<br />

establecimientos apelaron la decisión y la Sala Corporativa Transitoria de Derecho<br />

Público de la Corte Superior de Lima emitió una sentencia señalando que los<br />

establecimientos abiertos al público tenían el derecho de elegir a sus clientes,<br />

basándose en la libertad de contratación, y prohibía a INDECOPI intervenir al<br />

respecto 52 .<br />

Esta sentencia motivó un fuerte rechazo de la población, dirigentes políticos y medios<br />

de comunicación. Paralelamente, se difundieron similares prácticas por parte de<br />

diversos locales cusqueños que sólo admitían turistas de ascendencia anglosajona o<br />

europea y excluían a los peruanos, especialmente a los de rasgos andinos. Se hicieron<br />

evidentes otras prácticas racistas en algunos cafés, donde los clientes de rasgos<br />

andinos o mestizos eran atendidos sólo si se colocaban lejos de las paredes de vidrio,<br />

para que fueran menos evidentes 53 .<br />

Ante esta situación, grupos afroperuanos y activistas por los derechos humanos<br />

convocaron a una protesta en la avenida Larco ante uno de los locales racistas más<br />

conocidos, la discoteca The Edge. En la concentración participaron varios centenares<br />

de personas y fue ampliamente cubierta por los medios de comunicación. Pocas<br />

semanas después, el Congreso aprobó la Ley 27049, que estableció la prohibición de<br />

discriminar a los consumidores.<br />

En las semanas siguientes, las organizaciones participantes en la protesta decidieron<br />

desarrollar acciones más permanentes formando la Mesa contra la Discriminación, que<br />

funcionó desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. La principal acción<br />

de la Mesa fue la elaboración <strong>del</strong> Informe Alternativo de la sociedad civil al Comité<br />

para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas.<br />

50 “Las discotecas en Lima no duran porque se malean”, sostenía un estudiante universitario de<br />

ascendencia europea a este autor. Por “malearse” se entendía que en los locales habían muchas personas<br />

de piel oscura.<br />

51 <strong>Ardito</strong>, 2009b: 14.<br />

52 Sentencia <strong>del</strong> 2 de octubre <strong>del</strong> 1998, expediente Nº 1720-98, Corte Superior de Lima.<br />

53 Testimonio personal <strong>del</strong> autor, corroborado con familiares y amigos que tuvieron las mismas<br />

experiencias. En el año 1999, las empleadas de un café señalaron a dos alumnas de la <strong>Universidad</strong><br />

Católica que tenían instrucciones de colocar “a los cuerazos” en los lugares más visibles <strong>del</strong> local.<br />

Simultáneamente, generó muchas protestas se produjo en un restaurante de Miraflores, denominado<br />

paradójicamente “La Tiendecita Blanca”, donde un ciudadano negro fue impedido de ingresar a buscar a<br />

unos amigos, con el argumento que “no podía tener ningún conocido adentro”.<br />

9


Sin embargo, hacia fines <strong>del</strong> 1999, las reuniones fueron haciéndose menos concurridas<br />

hasta que finalmente se suspendieron. Posiblemente, la principal razón para ello era<br />

que la Mesa tenía una agenda demasiado amplia, en la cual cada agrupación, sean<br />

personas con discapacidad, agrupaciones feministas u homosexuales tenía más interés<br />

en lograr prevalecer sus propias demandas, sin que fuera posible trazarse<br />

planteamientos comunes, debido a que se trataba de aspectos muy específicos. Se<br />

manifestaba también una cierta competencia por el espacio 54 . Sin embargo, nunca se<br />

señaló que oficialmente la Mesa había quedado disuelta.<br />

Algunas personas que habían participado en la Mesa contra la Discriminación<br />

decidieron continuar realizando acciones a título individual 55 , convocando a otras<br />

personas preocupadas por esta problemática, sin pensar en una institucionalidad<br />

específica.<br />

De igual forma, un grupo de jóvenes estudiantes y profesionales decidió conformar el<br />

Grupo Impulsor contra el Racismo, GIM, que también buscaba realizar incidencia al<br />

respecto, aunque tenían muchas dificultades por llegar a los medios de comunicación.<br />

Sin embargo, las activistas <strong>del</strong> GIM lograron ser conocidas por algunas organizaciones<br />

de derechos humanos.<br />

3. LA MESA CONTRA EL RACISMO<br />

3.1. Analizando el contexto<br />

El surgimiento de la Mesa contra el Racismo en el año 2004, así como la acogida que<br />

tuvieron las acciones antirracistas que se llevaron a cabo en los años siguientes creemos<br />

que pueden explicarse por una serie de razones.<br />

a. Cambios en la situación socioeconómica de las personas de rasgos andinos y<br />

mestizos.<br />

La paulatina mejora de las condiciones de vida de las personas de rasgos andinos y<br />

mestizos fue generando que la discriminación se hiciera más visible. De esta<br />

manera, muchas personas que tenían acceso a una universidad o un supermercado<br />

se veían discriminadas en determinados establecimientos, como playas y<br />

discotecas, donde todavía era importante el atractivo físico, asociado comúnmente<br />

a los rasgos europeos.<br />

54 Un ejemplo de esta situación se produjo debido a que una de las instituciones, DEMUS, acusó a las<br />

organizaciones afroperuanas de actuar con “extremo protagonismo” en la protesta de Miraflores,<br />

considerando protagonismo el uso de sus logos y señalando el nombre de sus instituciones. Para las<br />

demás instituciones, éste era un hecho al que no se debería dar mayor importancia.<br />

55 Ese fue el caso <strong>del</strong> autor de este artículo. Decidimos enfrentar problemas como el racismo en la<br />

publicidad, mediante cartas a los propios anunciantes y en discotecas, acudiendo a observar los casos de<br />

discriminación existentes junto a los medios de comunicación, a quienes estos últimos hechos generaban<br />

mucho interés.<br />

10


De la misma forma, se volvía más chocante la publicidad con su criterio<br />

monorracial, pese a que los consumidores peruanos ya no eran solamente los<br />

descendientes de europeos.<br />

b. Aparición de locales abiertamente racistas.<br />

La aparición de locales de un racismo explícito como The Edge, Mística, The Piano,<br />

Aura, Mama Batata y Gótica generó mucha controversia. Hasta entonces, era<br />

comúnmente aceptada la existencia de diferencias económicas, que permitía<br />

encubrir el racismo.<br />

Estos locales rompieron el tabú peruano que prohibía hacer explícito el racismo.<br />

Los sucesivos incidentes en que muchas personas fueron impedidas de ingresar a<br />

dichas discotecas generaron mucha indignación en la opinión pública y llamaron la<br />

atención de los medios de comunicación 56 .<br />

c. Mayor visibilidad <strong>del</strong> racismo debido a las campañas publicitarias de las<br />

nuevas tiendas por departamentos.<br />

SI bien la publicidad tradicionalmente era racista en el Perú, la llegada de las<br />

tiendas chilenas Falabella (bajo la denominación Saga Falabella) y Ripley motivó<br />

una estrategia publicitaria con una agresividad sin precedentes para los<br />

consumidores limeños. Las dos tiendas empleaban numerosos afiches y paneles en<br />

lugares públicos y por primera vez se distribuían catálogos a los domicilios de los<br />

consumidores.<br />

En todas las imágenes que usaban Falabella y Ripley anunciando sus productos<br />

aparecían solamente personas blancas, en su abrumadora mayoría rubias. Se<br />

quería enfatizar así la noción de belleza asociada a determinados rasgos, haciendo<br />

así más visible el racismo, en un momento histórico en que muchas personas<br />

andinas y mestizas habían alcanzado el poder adquisitivo les permitía frecuentar<br />

esas tiendas 57 .<br />

d. El discurso neoliberal pretendía homogeneizar a los peruanos en función de<br />

su capacidad económica.<br />

La existencia de prácticas racistas era una clara contradicción con el discurso<br />

neoliberal, que aseveraba que las personas podían acceder a determinados espacios<br />

en cuanto tuvieran los recursos económicos para ello.<br />

56 También numerosos extranjeros fueron víctimas de estas prácticas, provenientes de otros países<br />

latinoamericanos, de los Estados Unidos o <strong>del</strong> Caribe. En algunos casos, los incidentes generaron fuerte<br />

vergüenza en las instituciones peruanas que los habían invitado.<br />

57 Ripley acompañaba su lema: “Lo mejor de cinco continentes”, con la imagen de cinco niños, de rasgos<br />

europeos, asiáticos y africanos, pero esta visión de pluralidad de apariencia foránea contrastaba con la<br />

incapacidad para reflejar la pluralidad existente en el Perú al presentar mo<strong>del</strong>os de ropa y otros productos.<br />

11


Sin embargo, la afirmación de las consideraciones étnicas frente a los consumidores<br />

tenía también una racionalidad económica: un sector de la población deseaba<br />

acudir a locales donde no tuvieran mayor contacto con aquellos sectores que<br />

discriminaban. De esta forma, era preferible restringir la capacidad de consumo<br />

de algunas personas, para así lograr la imagen y la composición étnica que un<br />

número mayor de consumidores buscaba 58 .<br />

e. Publicación <strong>del</strong> Informe de la Comisión de la Verdad<br />

En agosto <strong>del</strong> 2003, luego de muchos años en que la mayoría de peruanos había<br />

preferido olvidar los hechos de violencia política, se realizó la publicación <strong>del</strong><br />

Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.<br />

La brutalidad y crueldad de crímenes que por casi veinte años habían sido<br />

ocultados de la conciencia nacional, generaron una fuerte conmoción en numerosas<br />

personas, especialmente académicos, intelectuales, estudiantes y grupos religiosos.<br />

Sin embargo, fue muy importante que no solamente fueran señalados los hechos<br />

<strong>del</strong> pasado, sino que se buscara analizar el contexto y las causas de los crímenes.<br />

En ese contexto, la CVR señaló que el racismo había sido uno de los elementos que<br />

explicaba la violencia hacia los campesinos, estableciendo que el porcentaje de<br />

víctimas quechuahablantes había sido el 75%. Evidentemente, aunque no se decía<br />

así, los quechuahablantes eran personas de rasgos indígenas.<br />

El racismo aparecía como un grave problema no resuelto de la sociedad peruana y<br />

la CVR planteó que la necesidad de un pacto fundacional, que implicaría atender a<br />

los más vulnerables y evitar que se produjeran nuevamente hechos similares.<br />

f. Disminución de las violaciones graves de los derechos humanos.<br />

El contexto político en el que surgió el movimiento contra el racismo fue el régimen de<br />

Alejandro Toledo, durante el cual las violaciones a los derechos humanos<br />

disminuyeron sustancialmente 59 y muchas personas consideraban que eran una<br />

situación perteneciente al pasado.<br />

Con la confianza que ya no se producirían situaciones de emergencia, varias<br />

instituciones de derechos humanos consideraron que había llegado el momento de<br />

enfrentar las causas que generaron las violaciones de derechos humanos, como la falta<br />

de institucionalidad en algunos sectores estatales 60 . Enfrentar el racismo tenía<br />

coherencia con esta perspectiva de promover reformas sociales.<br />

58 <strong>Ardito</strong>, 2009b: 13.<br />

59 Las fuerzas policiales mataron a catorce personas que participaban en protestas sociales y las fuerzas<br />

armadas a un estudiante. Pese a lo penoso de estos casos, no pueden compararse a los hechos que se<br />

produjeron en gobiernos anteriores o, posteriormente, durante el segundo gobierno de Alan García.<br />

60 Un ejemplo de ello fue el caso <strong>del</strong> Instituto de Defensa Legal y sus esfuerzos por incidir en la reforma<br />

de las Fuerzas Armadas y de la administración de justicia.<br />

12


g. Incidencia de reflexiones sobre el racismo<br />

Desde los sucesos de las discotecas racistas <strong>del</strong> año 1998, existió mucho interés en<br />

medios de comunicación y sectores académicos por comprender esta problemática. De<br />

esta forma, fueron difundidos libros y artículos escritos en años anteriores por Juan<br />

Carlos Callirgos, Nelson Manrique y Gonzalo Portocarrero.<br />

El tema <strong>del</strong> racismo apareció en varias ocasiones en la revista Ideele, y en el boletín<br />

electrónico <strong>del</strong> Instituto de Defensa Legal, Ideele Mail. De esta manera se fue<br />

generando un espacio de sensibilización en la opinión pública.<br />

En el año 2004, el mismo en que surgió la Mesa contra el Racismo, Portocarrero<br />

sostenía: “El gran obst{culo para la realización <strong>del</strong> proyecto nacional moderno en el<br />

Perú ha sido el racismo y la consiguiente fragmentación social” 61 .<br />

El conversatorio de lanzamiento<br />

A fines <strong>del</strong> año 2003, algunos integrantes de la Coordinadora Nacional de Derechos<br />

Humanos y el Instituto de Defensa Legal decidieron que las conclusiones <strong>del</strong> Informe<br />

de la Comisión de la Verdad, obligaban a enfocar el tema <strong>del</strong> racismo de una manera<br />

distinta a la tradicional (discotecas, publicidad), para lo cual organizaron un<br />

conversatorio donde se analizaba la relación entre el racismo y la violencia política.<br />

Los expositores fueron Carlos Iván Degregori, Jorge Bruce, Guillermo Nugent y<br />

<strong>Wilfredo</strong> <strong>Ardito</strong>, quienes lograron complementar sus exposiciones, de manera que fue<br />

posible comprender el racismo como una situación que no sólo explicaba las<br />

violaciones a los derechos humanos, sino la indiferencia que el resto de la sociedad<br />

sentía al respecto, debido a los rasgos físicos de las víctimas.<br />

Bruce señaló que, por su trabajo como psicoanalista de muchas personas de clase alta,<br />

no creía que las muertes de los campesinos generaran indiferencia, sino satisfacción,<br />

en el sentido que sus pacientes habían crecido con la convicción que los problemas <strong>del</strong><br />

Perú se debían a la presencia de los indios y que si ellos desaparecían, el Perú podía ser<br />

un país más desarrollado. El señalaba que muchos peruanos vivían una “alucinación<br />

negativa” por la cual las personas de rasgos andinos eran invisibles para ellos.<br />

Degregori además explicó la doble característica de la palabra cholo, como alguien que<br />

no conoce su lugar, sea porque migró desde la Sierra “donde supuestamente debió<br />

haberse quedado” o porque no conoce su lugar en la jerarquía social tradicional y se<br />

cree igual a “las personas decentes”.<br />

61 Portocarrero, 2004, p. 286. Añade: “En sentido amplio, el racismo es la voluntad (perversa y obscena)<br />

de jerarquizar mediante una sustancialización de las diferencias que implica relegar la común humanidad.<br />

Es decir, se identifican diferencias (físicas y culturales) sobre la base de las que clasifican a las personas,<br />

construyendo escalas de valor social desde lo más deseable que merece todo a lo más indeseable que<br />

merece muy poco. Lo indígena es, desde luego, lo abyecto; y lo occidental, el mo<strong>del</strong>o de desabilidad”.<br />

13


<strong>Ardito</strong> señaló que el racismo, además, protegía la sensibilidad de los peruanos más<br />

afortunados, haciéndoles creer que la pobreza y el abandono que vivían los peruanos<br />

indígenas era “natural”. Luego <strong>del</strong> conflicto armado, la esterilización masiva de<br />

mujeres indígenas había generado la misma indiferencia o la convicción que “era lo<br />

mejor”. En la línea de Bruce, señaló que existía una “fantasía de exterminio”, por la<br />

que algunos peruanos pensaban que podría haber una sociedad feliz, sin cholos,<br />

negros o mestizos y que esta era la fantasía que presentaba la publicidad peruana.<br />

Todos los panelistas coincidieron en presentar al racismo como un problema anterior al<br />

conflicto armado, que todavía permanecía y causaba hondo dolor.<br />

A los pocos meses, las conferencias fueron publicadas en un pequeño libro, <strong>del</strong> cual<br />

tuvo pronto que hacerse dos ediciones más 62 .<br />

3.2. Organización <strong>del</strong> movimiento<br />

Todos los factores presentados llevaron a que algunas organizaciones de derechos<br />

humanos consideraran que era necesario enfrentar el racismo para evidenciar que los<br />

problemas que habían generado la violencia no se habían solucionado.<br />

Por eso, en agosto <strong>del</strong> 2004 surgió la Mesa contra el Racismo desde la Coordinadora<br />

Nacional de Derechos Humanos, que asumió como tarea una Campaña Nacional<br />

contra el racismo.<br />

La Mesa contra el Racismo agrupaba a representantes de organismos de derechos<br />

humanos (IDL, APRODEH, Amnistía Internacional) y a una docena de voluntarios, en<br />

su mayor parte jóvenes, que se reunían semanalmente para discutir cómo enfrentar la<br />

problemática contra el racismo.<br />

En los primeros años, las actividades eran planificadas y desarrolladas de manera<br />

participativa, sin que los representantes de las instituciones buscaran imponer una<br />

decisión o una expresión determinada, sino que procuraban generar consensos sobre<br />

determinados temas.<br />

Dentro de la Mesa contra el Racismo laboraban personas de ascendencia europea,<br />

mestiza, andina y africana. Esta diversidad era muy importante, pues guardaba<br />

relación con el enfoque de la Mesa: se rechazaba el racismo, no se planteaban las<br />

reivindicaciones de un determinado grupo étnico. Todos los participantes <strong>del</strong> grupo<br />

habían sufrido racismo en circunstancias muy diversas y querían evidenciar y<br />

enfrentar este problema.<br />

62 ¿Por qué algunas vidas en el Perú valen más que otras?. Memoria de Seminario sobre Racismo y<br />

Exclusión. Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Lima, 2003. 2ª edición, 2004.<br />

14


En un inicio, las actividades de la Mesa contra el Racismo no tenían mayor<br />

financiamiento, al punto que los integrantes adquirieron sus propios polos contra el<br />

racismo, pero eran efectivas dada la motivación que tenían todos los voluntarios.<br />

A partir <strong>del</strong> año 2007 se conformaron otras Mesas en Sullana, Chiclayo, Ayacucho,<br />

Abancay, Iquitos, Junín, Chimbote, Cusco, Sicuani y Arequipa, que fueron financiadas<br />

por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos dentro de un proyecto que<br />

dirigió la Unión Europea. Normalmente, eran Mesas dirigidas por el integrante de<br />

ONG que era integrante de la Coordinadora, que recibía un sueldo por esta labor.<br />

Las actividades de cada Mesa eran distintas, según el contexto cultural y la<br />

problemática de cada zona. Sin embargo, tenían muchos elementos comunes como la<br />

denuncia de locales racistas, la atención a las ofertas de empleo, las acciones públicas<br />

de sensibilización, la promoción y difusión de Ordenanzas contra la discriminación. En<br />

el caso de Ayacucho, Abancay y Andahuaylas, las campañas se realizaron<br />

especialmente en quechua.<br />

Las Mesas tuvieron mucha participación de jóvenes en Abancay, Junín, Chiclayo y<br />

Sullana, mientras que en el Cusco estuvieron conformadas por instituciones no<br />

gubernamentales vinculadas a los derechos humanos.<br />

4. ACCIONES PRINCIPALES<br />

4.1. Acciones iniciales: Pronunciamiento y Manual<br />

La primera actividad como Mesa contra el Racismo fue el recojo de firmas sobre un<br />

pronunciamiento muy simple, pero que mostraba la discriminación racial como un<br />

grave problema que hasta el momento no había sido tomado en cuenta por la sociedad<br />

peruana y por sus autoridades. Se precisaban problemas como el racismo en el<br />

empleo y los medios de comunicación, así como las consecuencias <strong>del</strong> racismo para el<br />

desarrollo <strong>del</strong> país. Se señalaba también la relación entre la violencia política y el<br />

racismo, mencionándose la muerte de aproximadamente 50,000 campesinos andinos.<br />

Suscribieron este pronunciamiento líderes de opinión de muy variadas orientaciones<br />

políticas como Rosa María Palacios, Raúl Vargas, Cayetana Aljovín, Paulina Arpasi,<br />

Sofía Macher, Susana Villarán, José Luis Risco y también muchas personas de todo el<br />

Perú, incluyendo centenares de campesinos y nativos. Numerosas ONGs y<br />

parroquias participaron en este esfuerzo.<br />

Los medios de comunicación demostraron mucho interés por la campaña de firmas,<br />

generándose una fuerte visibilidad. Debe destacarse el caso <strong>del</strong> entonces director de<br />

Perú 21, Augusto Alvarez Ródrich, quien a través de su periódico manifestó su apoyo<br />

a la lucha contra el racismo, lo cual resaltó a través de editoriales y la presencia de los<br />

periodistas <strong>del</strong> diario en varios momentos importantes como las acciones en Larcomar<br />

y el Jockey Plaza.<br />

15


Si bien desde la Mesa teníamos un discurso muy crítico respecto a cómo los grupos de<br />

más poder económico usaban el racismo en la publicidad, el tema <strong>del</strong> racismo generó<br />

mucho interés durante varios años, porque lograba hacer pensar a los propios<br />

periodistas sobre su propio rol en los medios.<br />

Una segunda actividad sumamente importante fue la elaboración <strong>del</strong> Manual para<br />

Jóvenes contra el Racismo, elaborado por los integrantes de la Mesa contra el Racismo<br />

entre los años 2004 y 2005 63 .<br />

EL MANUAL PARA JÓVENES CONTRA EL RACISMO<br />

Este Manual fue elaborado en un proceso de reflexión colectiva sobre la forma en que<br />

el racismo había estado presente en las vidas de los participantes, en espacios como la<br />

familia, el colegio, la universidad y el grupo de amigos.<br />

El proceso de elaboración fue largo, porque se buscaba llegar a consensos sobre<br />

palabras y expresiones, pero sobre todo compartir experiencias personales.<br />

Resultó interesante, por ejemplo, la discusión sobre si eran más racistas las o los<br />

jóvenes. Se manifestaba que mientras entre las mujeres más blancas puede haber<br />

mucho “asco racial” frente a negros o cholos, los blancos podían tener relaciones con<br />

mujeres de dichos rasgos, pero tenían más reparos en considerarlas como sus<br />

enamoradas.<br />

De igual forma, se produjo la reflexión sobre la forma en que se manifestaba el racismo<br />

hacia las personas blancas tanto en colegios como en universidades nacionales.<br />

Sólo mediante las experiencias personales fue posible comprender que algunos padres<br />

de familia preferían que sus hijos no fueran a la <strong>Universidad</strong>, a que fueran a una<br />

<strong>Universidad</strong> nacional.<br />

La primera edición <strong>del</strong> Manual estuvo a cargo de la Coordinadora Nacional de<br />

Derechos Humanos y la segunda fue publicada años después a cargo de APRODEH.<br />

Un material complementario al Manual contra el Racismo fue el diagnóstico sobre la<br />

discriminación en el departamento de Apurímac, que realizó Claire Reid, de la oficina<br />

de APRODEH en la ciudad de Abancay. De esta investigación surgió el concepto<br />

“discriminación acumulada”, ampliamente usado en las actividades de capacitación 64 .<br />

63 Racismo en el Perú: Cómo Enfrentarlo. Manual para Jóvenes. Elaborado con<br />

Mirtha Allende, Sofía Carrillo, Nelson Peñaherrera, Rodolfo Pérez, Can<strong>del</strong>aria Ríos,<br />

Diana Ríos, Christian Ruiz.<br />

Lima, Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 2005. 2ª edición, 2007.<br />

64 <strong>Ardito</strong>, 2008, p. 18.<br />

16


4.2. Acciones contra los establecimientos racistas<br />

Pese a que la Ley 27049 que desde el año 1998 sancionaba las prácticas racistas contra<br />

los consumidores, era ampliamente sabido que éstas subistían en diversos locales de<br />

Lima, Cusco y Arequipa, frente a lo cual los funcionarios de INDECOPI sostenían que<br />

no tenían denuncias.<br />

En realidad, la mayoría de las víctimas ignoraban que se trataba de una situación<br />

ilegal, porque la norma no había sido adecuadamente difundida, o pensaban que era<br />

inútil denunciar. Un problema adicional era que denunciar un caso de discriminación<br />

implicaba revivir una experiencia dolorosa, inclusive ante los propios funcionarios<br />

estatales que deberían enfrentar este problema. Integrantes de la Policía Nacional<br />

actuaban de manera indolente frente a las demandas de las personas discriminadas 65 .<br />

En algunos casos, la misma situación se había producido en INDECOPI 66 .<br />

Debido a estas dificultades, los activistas de la Mesa contra el Racismo decidieron<br />

detectar ellos mismos los casos de discriminación, simulando ser clientes. De esta<br />

manera, cuando los vigilantes y porteros de los establecimientos racistas impedían el<br />

ingreso a los activistas de rasgos andinos o mestizos, mientras otras personas<br />

ingresaban, quedaba evidenciado el racismo.<br />

Esta metodología para detectar los casos de discriminación fue asumida por la<br />

Secretaría Técnica de la Comisión de Protección al Consumidor <strong>del</strong> INDECOPI y así se<br />

realizaron acciones conjuntas con la Mesa. De esta manera, en octubre <strong>del</strong> 2004, los<br />

funcionarios de INDECOPI pudieron verificar las prácticas discriminatorias en la<br />

discoteca Aura, en Miraflores. La elevada multa que este local recibió generó un fuerte<br />

impacto en las empresas dedicadas al rubro de entretenimiento.<br />

LA MARCHA SOBRE LARCOMAR<br />

Como respuesta a los múltiples casos de discriminación detectados en Larcomar, en<br />

noviembre <strong>del</strong> 2004 ese año, la Mesa contra el Racismo decidió llevar a cabo una acción<br />

de impacto público, de manera silenciosa y pacífica.<br />

65 En junio <strong>del</strong> 2005 el personal de seguridad de la discoteca Machasqa en Miraflores pretendió expulsar a<br />

una joven de rasgos negros que se encontraba con unos amigos. Cuando uno de ellos quiso impedirla, fue<br />

violentamente golpeado por los vigilantes, incluyendo el propietario. Arrojado a la calle, recibió varios<br />

puntapiés en el rostro y el cuerpo. Luego, un policía que prestaba servicio personalizado al mencionado<br />

local le increpó: “¿Para qué los provoca?”. (Testimonio de los dos agraviados ante el autor de este<br />

artículo. Se intentó convencerles de presentar una denuncia, pero se negaron a hacerlo. Meses después,<br />

la joven se marchó <strong>del</strong> país. Su amigo sí llegó a presentar la denuncia policial, pero la investigación fue<br />

archivada).<br />

66 En el caso de INDECOPI, dos personas impedidas de ingresar a Mamá Batata en abril <strong>del</strong> 2006<br />

tuvieron que enfrentar un proceso tortuoso frente a los funcionarios de dicha entidad estatal, que se<br />

rehusaron a aceptar los testimonios de otras personas discriminadas anteriormente en dicho local, lo cual<br />

hacía evidente la existencia de una práctica sistemática. En otro caso, <strong>del</strong> que fue testigo el autor, una<br />

funcionaria de INDECOPI <strong>del</strong> Cusco se negó a recibir una denuncia con el argumento que las víctimas no<br />

tenían una boleta o factura que acreditara su consumo, cuando era imposible que lo tuvieran porque<br />

precisamente habían sido discriminadas.<br />

17


Un viernes a la medianoche, la hora en que comenzaba a llegar el público a las<br />

discotecas racistas, decenas de activistas que hasta entonces habían fingido no<br />

conocerse entre sí dejaron ver los polos que decían Basta de Racismo y, sin gritos ni<br />

repartir volantes, comenzaron a caminar por el centro comercial, dirigiéndose a los tres<br />

locales racistas: Aura, Gótica y Mamá Batata. En cada uno de los tres locales,<br />

entregaron una carta de rechazo a las prácticas racistas y estuvieron varios minutos en<br />

la entrada, silenciosamente 67 .<br />

La administración de Larcomar, en solidaridad con los tres locales racistas, dispuso<br />

cerrar el centro comercial a la prensa y el personal de seguridad intentó arrebatar su<br />

cámara al periodista de Perú 21, el único que tuvo la posibilidad de ingresar.<br />

Sin embargo, días después el caso trascendió en los medios de comunicación porque<br />

una joven que trabajaba animando fiestas infantiles en otro local de Larcomar fue<br />

despedida por haber acompañado a los manifestantes 68 .<br />

Durante las semanas que siguieron, el personal de seguridad de Larcomar hostilizó a<br />

las personas que ocasionalmente visitaban el centro comercial llevando los polos de<br />

Basta de Racismo.<br />

Finalmente, se logró una reunión con los directivos <strong>del</strong> centro comercial, quienes<br />

pidieron disculpas por los malos entendidos. Inclusive los integrantes de la Mesa<br />

pudieron dar charlas a los trabajadores y vigilantes de Larcomar sobre la problemática<br />

<strong>del</strong> racismo.<br />

Gracias a los directivos, se han sostenido reuniones con los administradores de los tres<br />

establecimientos y se ha constatado que las prácticas racistas han disminuido, pero no<br />

han cesado. Inclusive durante el año 2009 se han producido nuevas denuncias sobre<br />

discriminación que vienen siendo investigadas por INDECOPI. Mamá Batata también<br />

ha sido sancionado por sus prácticas que han llegado a niveles de violencia.<br />

En el caso <strong>del</strong> Café <strong>del</strong> Mar, una de las entidades más racistas de Lima, se convocó a<br />

dos protestas ante su local, en septiembre <strong>del</strong> 2005 y abril <strong>del</strong> 2006. Finalmente, en julio<br />

<strong>del</strong> 2006 fue sancionado por INDECOPI y la Municipalidad de Miraflores 69 . Esta vez se<br />

le impuso clausura temporal de dos meses, pese a las vinculaciones familiares de sus<br />

propietarios 70 . Nunca más volvió a abrir sus puertas.<br />

La Mesa siguió manteniendo una relación estrecha con INDECOPI y la Municipalidad<br />

de Miraflores, para enfrentar nuevas denuncias.<br />

De manera complementaria, desde el año 2008, tanto la Defensoría <strong>del</strong> Pueblo como<br />

las Mesas impulsaron que en más de cincuenta Municipalidades y Gobiernos<br />

67 <strong>Ardito</strong>, 2009b: 90-92.<br />

68 Véase http://peru21.pe/impresa/noticia/larcomar-despide-marchar-contra-racismo/2004-11-11/79985 y<br />

http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20041118/pasadas/13/114900<br />

69 Véase http://www.aprodeh.org.pe/notapress/notas/06jul07.htm<br />

70 <strong>Ardito</strong> 2009b: 111-113.<br />

18


Regionales se establecieran Ordenanzas donde se sanciona severamente a los locales<br />

discriminadores (véase infra). En cumplimiento de la Ordenanza de Miraflores, en el<br />

propio Larcomar se han colocado varios carteles que señalan que se encuentra<br />

prohibida la discriminación racial, también en la zona de las discotecas.<br />

4.3.Acciones contra la publicidad racista<br />

La publicidad peruana tradicionalmente ha asociado conceptos de belleza, status y<br />

felicidad familiar hacia las personas de rasgos europeos y coloca a andinos, mestizos y<br />

negros como individuos pobres, exóticos o marginales.<br />

Desde 1999, los activistas contra el racismo comenzaron a dirigirse a los principales<br />

anunciantes, enviando cartas de rechazo a su publicidad. Entidades como la<br />

<strong>Universidad</strong> Católica, la <strong>Universidad</strong> de Lima e instituciones estatales o algunos<br />

suplementos de El Comercio, aceptaron cambiar su publicidad.<br />

En mayo de 1999, Saga Falabella, entonces la única tienda por departamentos existente<br />

en Lima, fue la primera empresa en recibir una carta abierta, suscrita por centenares de<br />

personas en la que indicaban que, de no cambiar su publicidad, dejarían de comprar<br />

los productos de esa tienda.<br />

Los resultados fueron rápidos: la empresa comenzó a colocar personas mestizas, negras<br />

y andinas en sus avisos 71 . Sin embargo, debe señalarse que al llegar Ripley, el<br />

activismo tuvo más dificultades, porque se hacía más difícil focalizar una campaña<br />

existiendo dos establecimientos con prácticas similares. Sin embargo, continuaron<br />

escribiéndose cartas al respecto.<br />

Al establecerse la Mesa contra el Racismo, se decidió realizar, en diciembre <strong>del</strong> 2004,<br />

una acción simbólica en los locales de Saga Falabella y Ripley en el Jockey Plaza. Los<br />

activistas recorrieron las tiendas vestidos con los polos de Basta de Racismo y<br />

entregaron una carta de protesta a los gerentes.<br />

Realizaron una actividad similar en Plaza San Miguel, en mayo <strong>del</strong> 2005, pocos días<br />

antes <strong>del</strong> Día de la Madre. En este caso, se llevó una carta donde cien madres<br />

señalaban que no deseaban regalos comprados en tiendas con publicidad racista. Esta<br />

acción y la anterior alcanzaron bastante cobertura mediática.<br />

Otra actividad en relación a la publicidad fue la entrega <strong>del</strong> antipremio “Al Más<br />

Discriminador”, que todos los años llevaba a cabo la Mesa con ocasión <strong>del</strong> Día Mundial<br />

contra la Discriminación Racial. Durante varios años este “galardón” fue otorgado a<br />

determinadas empresas por presentar solamente personas de rasgos blancos en su<br />

publicidad: este fue el caso de Leche Gloria (2005), Backus (2006), Saga Falabella y<br />

Ripley (2008)<br />

71 Activismo Informático Pro Derechos Humanos. En Ideele 134, p. 118,<br />

19


CASO BACKUS<br />

Días antes de la entrega <strong>del</strong> “antipremio 2006”, Backus, la principal fabricante de<br />

cerveza <strong>del</strong> Perú, había sido adquirida por el grupo transnacional SAB Miller.<br />

La Mesa se dirigió a esta nueva empresa denunciando su enfoque publicitario,<br />

adjuntando numerosas firmas de respaldo. De igual manera, se efectuó una entrega<br />

simbólica <strong>del</strong> “antipremio”, llevando una banderola donde una botella de cerveza<br />

aparecía con una medalla “al m{s discriminador.<br />

Días después, el Gerente General Robert Priday respondió comprometiéndose a<br />

corregir los criterios publicitarios para hacerlos más inclusivos, para buscar “un Perú<br />

más unido”. La empresa transnacional Millar tenía códigos de conducta en<br />

publicidad que incumplían los anteriores avisos.<br />

De esta forma, la publicidad de Pilsen y Cristal ha cambiado de manera muy evidente,<br />

colocando rostros mestizos o andinos. Tampoco se emiten comerciales de carácter<br />

machista que asociaban el consumo de cerveza con el éxito con mujeres blancas cuyos<br />

atributos físicos eran resaltados de manera bastante vulgar. Sin embargo, los<br />

productos Barena y Cusqueña mantienen los criterios tradicionales de mostrar<br />

solamente consumidores blancos.<br />

Ese mismo año, el gerente de los supermercados Wong, Efraín Wong nos solicitó<br />

personalmente disculpas por un enfoque publicitario centrado en trabajadores andinos<br />

sirviendo sumisamente a clientes blancos.<br />

Sin embargo, la actividad más llamativa para sensibilizar a la población sobre la<br />

publicidad racista que realizó la Mesa fueron los Operativos Cuerazos Peruanos,<br />

realizados frente a las tiendas de Ripley y Saga Falabella de San Miguel y San Isidro en<br />

el año 2008.<br />

Este operativo implicaba que los activistas invitaban a los transeúntes a posar como<br />

mo<strong>del</strong>os, para mostrar que todos los peruanos eran guapos o guapas, sin que se deba<br />

tener un solo estereotipo de belleza 72 . Los operativos Cuerazos Peruanos tuvieron<br />

una amplia cobertura en los medios de comunicación 73 y constituyeron también una<br />

forma en que los participantes podían afirmar su autoestima 74 . Se han realizado<br />

también en Chiclayo, frente al local de Saga Falabella y en otras localidades como<br />

Urubamba, Andahuaylas y Abancay, donde estas grandes tiendas no existen, pero<br />

permiten expresar el rechazo al racismo en general.<br />

En la actualidad, es más frecuente encontrar peruanos de rasgos mestizos o andinos en<br />

la publicidad, sea para remarcar la imagen de empresas que tienen actividades en todo<br />

el Perú o para representar personas que se esfuerzan, con el actual estereotipo <strong>del</strong><br />

“peruano emergente”.<br />

72 Véase http://www.youtube.com/watch?v=uraNvorVnPE<br />

73 Véase http://www.terra.com.pe/noticias/articulo/html/act825592.htm<br />

74 <strong>Ardito</strong>, 2009b: 108-110.<br />

20


Sin embargo, el rechazo a la publicidad racista se ha mantenido, como una constante<br />

de los activistas. De esta manera, pese a que la publicidad de la empresa Gloria ahora<br />

es más inclusiva, en febrero <strong>del</strong> año 2009, emitió un comercial en que se burlaba de los<br />

niños de baja estatura. En un país con los elevados niveles de desnutrición, que afectan<br />

especialmente a niños andinos y amazónicos, explícitamente señalaba que este sector<br />

tenía menos oportunidades. A los pocos días debió ser retirado <strong>del</strong> aire por las<br />

protestas que promovieron los activistas, a través de otra campaña de firmas 75 .<br />

Precisamente, debe señalarse que el procedimiento de recoger firmas durante varios<br />

días frente a empresas como Wong, Leche Gloria, Saga Falabella o Backus, permitía a<br />

muchas personas sensibles involucrarse en esta problemática, mediante la internet o<br />

grupos de amigos.<br />

Por otro lado, la Mesa contra el Racismo organizó debates públicos sobre el tema con la<br />

participación de varios importantes publicistas como Gustavo Rodríguez y Robby<br />

Ralston. Tanto ellos como Juan Carlos Gómez De la Torre han expresado su<br />

coincidencia en la necesidad de cambiar las pautas publicitarias, aunque parece ser que<br />

las presiones de los propios anunciantes se mantienen.<br />

Finalmente, los activistas también han buscado incentivar a quienes tenían avisos<br />

inclusivos y así se entregó un premio especial a la empresa Bembos por el cambio en su<br />

publicidad. El premio fue otorgado en el año 2003, antes que existiera formalmente la<br />

Mesa.<br />

4.4. Racismo y Televisión<br />

No sólo la publicidad peruana es marcadamente racista, sino que toda la televisión ha<br />

reproducido tradicionalmente el racismo de nuestra sociedad, al colocar en roles<br />

subordinados y marginales a los peruanos de rasgos mestizos, andinos y negros.<br />

A través de la televisión, además, durante el período fujimorista, se reforzaban<br />

estereotipos negativos hacia negros y andinos, mediante los personajes La Paisana<br />

Jacinta y el Negro Mama, representados por Jorge Benavides. Ambos aparecían en<br />

Frecuencia Latina, entonces en manos de los hermanos Winter, gracias a un fallo de<br />

magistrados vinculados a Fujimori.<br />

El Negro Mama fue retirado por el rechazo expresado por los grupos afroperuanos,<br />

pero La Paisana Jacinta continuó hasta que la estación de televisión fue recuperada por<br />

Baruch Ivcher.<br />

Pese a que había sido un personaje emblemático de la administración anterior, en el<br />

año 2004, Frecuencia Latina comenzó a repetir los episodios grabados de La Paisana<br />

Jacinta y luego se emitieron nuevos capítulos.<br />

75 Pese a que la Mesa contra el Racismo se encuentra desactivada, este año se produjo también una<br />

campaña de firmas contra la publicidad de la <strong>Universidad</strong> de Ciencias Aplicadas, UPC.<br />

21


Representantes de la Mesa contra el Racismo se reunieron con los voceros de<br />

Frecuencia Latina, para expresarles su preocupación al respecto, pero éstos insistieron<br />

en mantener esta decisión. A inicios <strong>del</strong> año 2004, Frecuencia Latina recibió el<br />

antipremio Al Más Discriminador.<br />

A mediados de ese año, la Mesa convocó a una protesta pública ante las instalaciones<br />

<strong>del</strong> canal, debido a lo cual el programa dejó de salir al aire.<br />

A lo largo de estos años, sin embargo, ha persistido el racismo en diversos programas<br />

cómicos en los canales Frecuencia Latina, América Televisión y Panamericana<br />

Televisión. Por ello a los diferentes programas se les otorgó el antipremio Al Más<br />

Discriminador el año 2009, pero no pudo realizarse la entrega simbólica porque para<br />

entonces ya la Mesa estaba en proceso de disolución.<br />

De igual manera, la Mesa ha otorgado premios especiales a aquellos programas de<br />

televisión que mostraban a los peruanos sin estereotipos ni criterios racistas. De esta<br />

forma, en el año 2005 se entregó este premio a diversos programas de Televisión<br />

Nacional <strong>del</strong> Perú (Reportaje al Perú, Costumbres, Sucedió en el Perú, Mapamundi,<br />

Miski Takiy) y en el 2006 al escritor Eduardo Adrianzén y el productor de televisión<br />

Michel Gómez 76 .<br />

Debe señalarse que en los últimos años, lentamente, viene incrementándose la<br />

presencia de actores de rasgos mestizos, andinos y negros en la televisión. Tienen<br />

mucha sintonía las series dedicadas a mostrar el éxito de artistas y deportistas que<br />

tienen dichas características. Se aprecia así un cambio en los criterios estéticos de la<br />

propia población.<br />

Nosotros consideramos que el movimiento contra el racismo ha contribuido a generar<br />

estos cambios, lográndose que en la publicidad jóvenes actores como Magaly Solier y<br />

Erick Elera aparezcan en numerosos avisos, rompiéndose el estereotipo de ser<br />

asociados a pobreza o al mundo rural 77 .<br />

Sin embargo, los conductores y comentaristas de noticias siguen siendo de rasgos<br />

europeos. Otro espacio de marcado racismo es el Canal 6 (Plus TV), que se ha<br />

rehusado a incluir conductores que no sean blancos, pese al rechazo de muchos<br />

televidentes, expresado también en una campaña de firmas. Creemos que este Canal 6<br />

es muy consciente que proporciona una imagen elitista y moderna mediante la<br />

presencia de conductores blancos y rubios.<br />

76 Debe señalarse que al momento de recibir el reconocimiento, Carlos Bejarano, productor de<br />

Mapamundi, manifestó que se sentía incómodo de ser premiado por un comportamiento que debería ser el<br />

comportamiento normal de cualquier programa de televisión.<br />

77 Saga Falabella llegó a contactar al psicoanalista Jorge Bruce para pedir asesoría en cuanto a su<br />

publicidad. Una preocupación similar manifestó una empresa de telecomunicaciones, preocupada porque<br />

sus vendedores no sabían relacionarse con potenciales compradores de rasgos andinos o mestizos.<br />

22


Frente a los enfoques racistas en los medios de comunicación, queda la duda respecto a<br />

si se está ejerciendo el derecho a la libertad de expresión o si se está incurriendo en<br />

prácticas discriminatorias al no contratar personas de rasgos andinos, mestizos o<br />

negros. En el Perú, por el momento, no existen mecanismos de discriminación<br />

positiva que puedan obligar a la contratación de un determinado porcentaje de<br />

personas de los sectores tradicionalmente menos favorecidos.<br />

EL RETORNO DEL NEGRO MAMA Y LA INJURIA RACISTA<br />

A comienzos <strong>del</strong> año 2010, un programa cómico de Frecuencia Latina volvió a<br />

presentar en muchas emisiones a los dos personajes, La Paisana Jacinta y el Negro<br />

Mama. Este año, lamentablemente esta reaparición coincidió con la desactivación de la<br />

Mesa contra el Racismo y debió enfrentar el problema solamente la ONG Lundú, que<br />

agrupa a algunos activistas afroperuanos.<br />

En este caso fue más difícil lograr alianzas con otras instituciones y la comunidad<br />

afrodescendiente no respaldó visiblemente a Mónica Carrillo, presidenta de Lundú.<br />

Es posible, también, que se haya producido una actitud racista en su contra por parte<br />

de algunos medios de comunicación, que menospreciaban su opinión, lo que no<br />

sucedía cuando <strong>Wilfredo</strong> <strong>Ardito</strong> o Gustavo Rodríguez criticaban las mismas<br />

expresiones racistas.<br />

En este caso, varios medios de comunicación presentaron a Carrillo como una persona<br />

“resentida”, llegando a indicar que Lundú pretendía “censurar” a los personajes<br />

racistas. Sin embargo, la insistencia de Lundú y de algunas instituciones aliadas,<br />

especialmente las vinculadas a los derechos de la mujer, han llevado a que estos<br />

personajes hayan quedado descontinuados.<br />

Lundú viene planteando una modificación <strong>del</strong> Código Penal para que se incluya el<br />

<strong>del</strong>ito de injuria racista. Debe señalarse, sin embargo, que en el caso <strong>del</strong> Negro Mama<br />

numerosas personas a través de las páginas de internet de los periódicos y <strong>del</strong><br />

Facebook expresaron su respaldo con el argumento que se trataba de espacios cómicos<br />

inofensivos. Posiblemente, muchos eran peruanos que sufrían ellos mismos<br />

discriminación por sus rasgos físicos o su posición social.<br />

Algunos analistas han sostenido que un programa cómico ayuda a visualizar lo fuerte<br />

que es el racismo en una sociedad y que, lejos de ser sancionado, debe ayudarnos a<br />

reconocer cómo está interiorizado el racismo al punto que parece natural burlarse de<br />

los afroperuanos 78 . Por ello es previsible que en este caso los medios de<br />

comunicación, lejos de ser aliados, serán adversarios.<br />

Sin embargo, la Mesa contra el Racismo acordó desde hace varios años promover la<br />

penalización de esta forma de injuria, no tanto pensando en los programas<br />

78 Investigación de Sergio Molina: http://blog.dhperu.org/wpcontent/2010/docs/documento_racismotv.pdf<br />

23


humorísticos, sino en el caso <strong>del</strong> columnista Andrés Bedoya Ugarteche que desde el<br />

diario Correo ha señalado repetidas veces que los indígenas no son personas y que<br />

deben ser exterminados 79 .<br />

En opinión de nosotros, las dificultades que afrontó Lundú para generar una corriente<br />

de opinión en contra de los personajes racistas de Frecuencia Latina se debió también a<br />

una coyuntura más difícil en materia de derechos humanos, por lo cual el tema <strong>del</strong><br />

racismo era considerado secundario por muchas organizaciones 80 .<br />

4.5. Discriminación en el empleo<br />

En relación a las ofertas de empleo, a fines de los años noventa, las integrantes <strong>del</strong> GIM<br />

realizaron una campaña de afiches donde se criticaba de modo impactante la exigencia<br />

de “buena presencia”, un eufemismo frecuente para aludir a los rasgos físicos.<br />

Por otro lado, desde APRODEH, se han enviado más de 2,400 cartas que buscan que<br />

las empresas que han publicado avisos discriminatorios sepan que están violando la<br />

ley y que se exponen a una sanción.<br />

Entidades reconocidas y prestigiosas como la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, la<br />

Cámara Peruana <strong>del</strong> Libro, el Colegio La Recoleta, Budget Rent A Car, Avon o<br />

Scotiabank se han disculpado y, en muchos casos, han publicado avisos rectificatorios.<br />

Con el paso de los años, el criterio de “buena presencia” ha disminuido radicalmente 81 ,<br />

siendo la edad uno de los principales elementos discriminatorios que todavía subsisten<br />

en algunos avisos. De igual manera, se busca evitar la exigencia de una fotografía,<br />

debido a las connotaciones que tiene. De igual manera, casi la totalidad de<br />

anunciantes ha aceptado retirarlo 82 .<br />

Las empresas involucradas han señalado que desconocían la legislación vigente, lo cual<br />

es bastante verosímil, porque las normas sobre discriminación no han sido<br />

adecuadamente difundidas. En algunos casos, las empresas pidieron sostener una<br />

reunión para aclarar mejor que no se trataba de instituciones discriminatorias o para<br />

informarse sobre la legislación.<br />

79 En el año 2009, Bedoya recibió el antipremio internacional al periodista más racista por parte de<br />

Survival International. El citado “galardón” se debió a un artículo en que, posteriormente a los sucesos de<br />

Bagua, Bedoya proponía que los indígenas amazónicos fueran bombardeados con napalm.<br />

80 Para el año 2010, el gobierno de Alan García ya era acusado de responsabilidades en la muerte de más<br />

de 100 personas, entre participantes en protestas sociales, víctimas <strong>del</strong> escuadrón de la muerte de Trujillo<br />

y víctimas de otros excesos policiales aislados. Derechos como la libertad de expresión o la libertad de<br />

reunión también se habían visto severamente restringidos. Los conflictos sociales eran sumamente<br />

frecuentes y violentos, como el ocurrido en Bagua meses antes.<br />

81 En 1993, Callirgos señalaba: “Revisando los avisos de un periódico en un día al azar, notaremos que<br />

para casi todo empleo diferente a los de obrero se necesita una “buena presencia”” (p. 201).<br />

Actualmente, el número de avisos con estos requisitos es totalmente marginal.<br />

82 Debe señalarse que, gracias a nuestra incidencia, también en la Facultad de Derecho de la<br />

<strong>Universidad</strong> Católica se elimina el requisito de fotografía de las solicitudes de practicantes. El<br />

portal de esta <strong>Universidad</strong> tampoco acepta requisitos discriminatorios.<br />

24


Se ha logrado que en varias agencias concesionarias de El Comercio se coloque un<br />

aviso que precisa que los requisitos discriminatorios no deben ser publicados. Sin<br />

embargo, algunos empleadores han señalado que no fueron advertidos al respecto por<br />

las agencias. De otro lado, en el caso <strong>del</strong> portal de internet Computrabajo todavía<br />

existe reticencia a eliminar estos requisitos, pese a que se encuentran abiertamente<br />

contra la ley.<br />

Paralelamente, puede apreciarse que en varios establecimientos que, de conformidad a<br />

sus exigencias de buena presencia, hace pocos años contrataban solamente personas<br />

blancas para ciertos puestos, no sólo han retirado dicha referencia de sus avisos, sino<br />

que están empleando a las personas de acuerdo a su capacidad y no un perfil étnico<br />

determinado 83 .<br />

En el año 2010, una trabajadora de Abancay fue insultada de manera racista en el<br />

momento en que fue despedida de un hotel. Acudió a APRODEH donde se le brindó<br />

la asesoría para presentar la denuncia ante el Ministerio de Trabajo que posteriormente<br />

sancionó al establecimiento. De esta manera se ha logrado la primera sanción por<br />

discriminación racial en materia laboral en el Perú.<br />

4.6. Trabajadoras <strong>del</strong> Hogar<br />

Desde que comenzó sus actividades, la Mesa contra el Racismo abordó el problema de<br />

las trabajadoras <strong>del</strong> hogar en los talleres y conversatorios que realizaba. De esta<br />

manera, muchos participantes que al inicio de la actividad creían no ser racistas se<br />

sentían confrontados frente al trato que brindaban a estas personas con las cuales<br />

convivían de manera estrecha.<br />

A fines <strong>del</strong> año 2006, se decidió visibilizar las prácticas discriminatorias que sufrían<br />

muchas trabajadoras <strong>del</strong> hogar, tomando como caso emblemático las que se producían<br />

en el balneario de Asia, al sur de Lima, donde se llegaba al impedimento de poder<br />

bañarse en el mar y la obligación de usar uniforme en la playa.<br />

La acción se denominó “Operativo Empleada Audaz” y se llevó a cabo el 28 de enero<br />

<strong>del</strong> 2007. Para generar un efecto simbólico, se decidió que un grupo de mujeres<br />

ingresarían al mar vestidas con los uniformes que suelen usar las empleadas 84 .<br />

La acción tuvo una gran cobertura desde varias semanas antes que se produjera,<br />

debido a lo cual, efectivamente, casi un millar de personas participó. Había más de<br />

cien trabajadoras <strong>del</strong> hogar que llegaron de otros distritos, organizadas por las ONG<br />

CESIP y La Casa de Panchita. Sin embargo, la mayoría eran personas de todos los<br />

distritos de Lima que deseaban expresar su rechazo al racismo que se vive en ese<br />

balneario. Aunque había personas de todas las edades, la abrumadora mayoría eran<br />

jóvenes.<br />

83 Hemos apreciado este cambio en locales como Bembos, Don Mammino y La Baguette.<br />

84 <strong>Ardito</strong>, 2009b: 102-4.<br />

25


Esta acción se produjo cuando la situación <strong>del</strong> movimiento contra el racismo había<br />

cambiado mucho, por el hecho que la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos<br />

ejecutaba un proyecto con importantes fondos proporcionados por la Unión Europea.<br />

De esta manera, fue posible financiar la contratación de diez ómnibus para llevar a los<br />

participantes, la adquisición de centenares de uniformes de trabajadoras <strong>del</strong> hogar y<br />

centenares de polos contra el racismo.<br />

La cobertura mediática de esta acción fue impresionante, así como el respaldo que<br />

dieron intelectuales, artistas, deportistas y funcionarios públicos, como la Defensoría<br />

<strong>del</strong> Pueblo y el Ministerio Público, para evitar actos violentos contra los<br />

manifestantes 85 .<br />

Este acto tuvo un efecto simbólico muy importante, porque, además de las prácticas<br />

racistas, hasta el momento las playas de Asia tenían un carácter extraterritorial, como<br />

si ni las leyes peruanas y la mayoría de peruanos tuvieran cabida allí, al punto que se<br />

impedía el ingreso mediante tranqueras totalmente ilegales.<br />

Los veraneantes de Asia sufrieron un duro golpe a su imagen. Debe señalarse que,<br />

inicialmente, pretendieron que la protesta tenía un carácter de personas resentidas,<br />

pero muchos de quienes participaban tenían los mismos rasgos que los veraneantes.<br />

Es decir, aunque probablemente no serían discriminados, rechazaban claramente las<br />

prácticas discriminatorias.<br />

Al mismo tiempo, la situación de las trabajadoras <strong>del</strong> hogar dentro de la sociedad<br />

peruana quedó evidenciada y se lograron mejoras en diversos lugares.<br />

Dos meses después, el Poder Ejecutivo realizara algunas medidas simbólicas hacia las<br />

trabajadoras <strong>del</strong> hogar, como la realización de un encuentro con el Presidente Alan<br />

García y la designación <strong>del</strong> 30 de marzo como Día Nacional de las Trabajadoras <strong>del</strong><br />

Hogar.<br />

Posteriormente, se prohibió a las trabajadoras <strong>del</strong> hogar a usar uniformes en lugares<br />

públicos (Decreto Supremo 004-2009-TR). De hecho, semanas antes de que fuera<br />

aprobada dicha norma, ya APRODEH había logrado que el Club Terrazas dejara de<br />

exigir uniforme a las trabajadoras <strong>del</strong> hogar de los socios o visitantes.<br />

4.7. Talleres contra la Discriminación<br />

En prácticamente todo el país se han realizado actividades de sensibilización contra el<br />

racismo, por invitación de universidades, parroquias, municipalidades, gobiernos<br />

regionales, colegios, empresas (inclusive el centro comercial Larcomar). Algunas de<br />

estas actividades fueron desarrolladas desde APRODEH y otras desde la CNDDHH o<br />

85 Días antes que se realizara la protesta, la Ministra de la Mujer, Virginia Borra, rechazó públicamente<br />

las prácticas segregacionistas en Asia e invocó a los vecinos a cambiar su comportamiento.<br />

26


las Mesas locales, especialmente las que funcionaban en Apurímac, Arequipa y<br />

Chiclayo 86 .<br />

Las charlas y talleres buscaban generar en los participantes consciencia respecto a este<br />

problema, especialmente con sus particularidades <strong>del</strong> Perú, es decir el racismo que los<br />

peruanos mestizos, andinos y negros sienten hacia las personas semejantes a ellos. Por<br />

ello se ponía mucho énfasis en la autoestima.<br />

Los talleres lograban una empatía con el público, puesto que se vinculaban a sus<br />

experiencias concretas, como discriminados y/o discriminadores. Varios de los<br />

participantes señalaban que les motivó a cambiar su comportamiento, lo cual es<br />

especialmente importante tratándose de funcionarios públicos, autoridades y<br />

profesores.<br />

Debe señalarse que los participantes sostenían que nunca habían tenido una<br />

capacitación sobre este tema. Pese a que vivían el racismo todos los días, por primera<br />

vez tenían la posibilidad de pensar en cómo se manifiesta y en su origen, así como de<br />

comprender la relación entre el racismo y la pobreza o el racismo en la Historia <strong>del</strong><br />

Perú.<br />

Dado que se trata de temas que son muy fuertes, los talleres apelaban mucho al sentido<br />

<strong>del</strong> humor para lograr que fuera más fácil para los participantes comprender lo que<br />

sucede.<br />

Junto con los talleres realizaron conversatorios y conferencias abiertas al público en<br />

general. Sin embargo, una crítica que se puede hacer a los talleres era que muchas<br />

veces no se aterrizaba en compromisos concretos contra el racismo y tampoco había un<br />

mecanismo de seguimiento que garantizara cambios efectivos en la conducta de los<br />

participantes.<br />

Para estas actividades, se publicaron trípticos y afiches en los cuales se buscaba<br />

sensibilizar a las personas respecto al “autorracismo” o el racismo que mestizos y<br />

andinos sienten hacia quienes tienen rasgos semejantes a ellos.<br />

A esto se unió la publicación <strong>del</strong> Manual contra la Discriminación para Funcionarios<br />

Públicos por parte de APRODEH el mismo que ha tenido tres ediciones y una amplia<br />

difusión. Cada edición recogía los textos de las nuevas Ordenanzas aprobadas. En el<br />

año 2010, también ha sido publicada una versión especial para profesores.<br />

En materia audiovisual, se elaboraron spots radiales sobre la discriminación racial, los<br />

mismos que fueron traducidos al quechua y ampliamente distribuidos en Ayacucho y<br />

Apurímac. De mucha utilidad ha sido también el video Las Aventuras de Justina<br />

86 Las ciudades donde se han llevado a cabo estas actividades han sido Talara, Piura, Chiclayo, Trujillo,<br />

Chimbote, Huacho, Lima, Ica, Pisco, Arequipa, Tacna, Cusco, Sicuani, Huancayo, Huanta, Huamanga,<br />

Andahuaylas, Abancay, Iquitos y Pucallpa.<br />

27


elaborado por el Instituto Peruano de Educación en Derechos Humanos y la Paz,<br />

dirigido a niños. Este video fue presentado también públicamente.<br />

Todo ello se complementó con materiales para difundir las Ordenanzas contra la<br />

discriminación.<br />

4.8 Acciones públicas de sensibilización<br />

Desde el inicio, la Mesa contra el Racismo consideró la necesidad de visibilizar esta<br />

problemática para generar que la población fuera más sensible al respecto.<br />

Gorge Farfán, entonces abogado <strong>del</strong> Instituto de Defensa Legal, diseñó un logo donde<br />

aparecía la expresión Basta de Racismo de manera semejante a un aviso de emergencia,<br />

que causó mucho impacto en el público. Este logo sirvió para los trípticos y afiches,<br />

pero especialmente para los polos blancos que se usaban en los actos públicos, pero<br />

también los usaban los activistas en su vida cotidiana. Muchas personas que no<br />

participaban directamente en las acciones públicas adquirieron sus polos como signo<br />

de su compromiso y los usaron en su vida cotidiana.<br />

Igualmente, muchas de las acciones que hemos mencionado se llevaban a cabo en las<br />

calles y por eso lograron amplio respaldo en los medios de comunicación.<br />

A nuestro entender, parte <strong>del</strong> éxito de la Mesa realizaba acciones en lugares poco<br />

esperados para una acción, como los plantones y acciones el Ovalo Gutiérrez, las<br />

playas de Asia, la exclusiva calle Miguel Dasso, una discoteca de Barranco o Larcomar,<br />

lo cual generaba fuerte impacto mediático y también en los transeúntes 87 . De igual<br />

forma, el carácter llamativo de las acciones era interesante para los periodistas.<br />

Otro ejemplo de actividad mediática fue la campaña Sácale Tarjeta Roja al Racismo,<br />

contra el racismo en el fútbol, en la cual se presentaban grandes banderolas contra el<br />

racismo en los estadios. La Mesa logró el apoyo de la Agremiación Nacional de<br />

Futbolistas, así como de los principales clubes. Esta actividad, sin embargo, implicaba<br />

un fuerte desgaste, porque no tenía un carácter puntual, sino permanente, dado que los<br />

activistas debían trasladarse hasta los estadios todos los fines de semana.<br />

A nivel de las Mesas ubicadas fuera de Lima, una iniciativa muy interesante que se ha<br />

realizado durante tres años en la ciudad de Abancay fue la Búsqueda <strong>del</strong> Tesoro,<br />

donde los participantes se dividían en grupos que debían recorrer diversos lugares de<br />

la ciudad y en cada uno de ellos tenían que responder sucesivamente a preguntas sobre<br />

la discriminación y el racismo. Los premios a los ganadores eran donados por<br />

diversas empresas de la región.<br />

La Mesa de Abancay también organizó concursos de alfombras similares a las que se<br />

colocan en las procesiones, para que las diversas entidades expresen sus sentimientos<br />

contra el racismo. En esta ciudad y en el Cusco se han realizado concursos de dibujo<br />

87 Es posible que los activistas antirracistas hayan vencido la barrera psicológica que les impedía acudir a<br />

locales donde podían ser discriminados.<br />

28


escolar sobre el tema. En el Cusco también se han llevado a cabo ferias informativas en<br />

las calles, las mismas que tuvieron bastante acogida en la población.<br />

Otra acción de sensibilización importante fue la presentación de la obra de danzateatro<br />

Alienación, basada en el cuento homónimo de Julio Ramón Ribeyro. Gracias a<br />

las coordinaciones con la Municipalidad de Magdalena <strong>del</strong> Mar, la obra fue presentada<br />

en parques y colegios de este distrito. De igual forma, en el distrito de Miraflores se<br />

hizo una presentación pública relativa a las Ordenanzas contra la discriminación.<br />

La repercusión mediática normalmente es muy positiva e incluye a la prensa<br />

internacional: los medios de comunicación europeos y estadounidenses, mantuvieron<br />

mucho respaldo a las acciones antirracistas. Sin embargo, en el caso de Cuerazos<br />

Peruanos, la prensa chilena señaló que tenían mas bien carácter chauvinista por el<br />

origen nacional de las tiendas.<br />

De la misma manera, en el año 2009, la ONG Lundú decidió salir a las calles con su<br />

campaña Apúntate contra el Racismo, que se llevó a cabo en Miraflores y generó<br />

amplia cobertura mediática. Sin embargo, una acción similar realizada días después<br />

en el Paseo Colón fue prácticamente ignorada por los medios de comunicación. A<br />

nuestro entender, Lundú no había tomado en cuenta la experiencia mediática de la<br />

Mesa contra el Racismo, que ya conocía los lugares donde era mayor el impacto<br />

mediático.<br />

En general, las acciones públicas de sensibilización normalmente lograban la simpatía<br />

de muchas personas. Sin embargo, excepcionalmente también dieron lugar para que se<br />

expresaran actitudes abiertamente racistas. De esta manera, los asistentes a los locales<br />

racistas de Larcomar gritaron frases ofensivas hacia los manifestantes de la marcha <strong>del</strong><br />

año 2004. Sucedió lo mismo con personas que pasaron frente a la manifestación ante<br />

el Café <strong>del</strong> Mar o frente a una manifestación por los derechos de las trabajadoras <strong>del</strong><br />

hogar ante el Ovalo Gutiérrez. En ambos casos, los involucrados señalaron sin<br />

ambages que eran racistas. Sin embargo, nunca se produjo una agresión física.<br />

4.9. Promoción de normas legales<br />

4.9.1. Promoción de normas nacionales<br />

Para el movimiento contra el racismo, junto con las acciones públicas resultaba<br />

fundamental contar con normas eficaces para enfrentar esta problemática. Por ello,<br />

desde un inicio se señaló que la redacción <strong>del</strong> artículo 323 <strong>del</strong> Código Penal era<br />

sumamente deficiente. Por ello, se accedió a una invitación <strong>del</strong> congresista Jacques<br />

Rodrich, interesado por el tema y, tras una reunión con sus asesores, finalmente<br />

promovió que se modificara el artículo <strong>del</strong> Código Penal con el texto actual, que es<br />

mucho más preciso y tiene penas más severas.<br />

En los años siguientes, las Mesas contra el Racismo hicieron muchas referencias a la<br />

sanción por discriminación en todos los cursos y actividades contra el racismo, así<br />

como en las cartas a los anunciantes discriminadores. La orientación de las Mesas no<br />

29


estaba tanto en lograr sanciones, sino cambios de conducta, así como promover la<br />

difusión de la norma.<br />

Sin embargo, la Defensoría <strong>del</strong> Pueblo sí empleó este artículo 323 para promover el<br />

proceso y la posterior condena de cuatro profesores de Los Olivos que discriminaron a<br />

una joven con discapacidad en un instituto tecnológico, lográndose así la primera<br />

sanción por discriminación, que, sin embargo, no tenía el componente de racismo.<br />

4.9.2. Las Ordenanzas contra la discriminación<br />

A partir <strong>del</strong> año 2008, las Mesas contra el Racismo comenzaron a promover<br />

Ordenanzas contra la discriminación, es decir normas que implicaran el compromiso<br />

de los gobiernos municipales y regionales en contra de la discriminación.<br />

Debe señalarse que las primeras Ordenanzas no fueron una propuesta que inicialmente<br />

surgiera de los activistas, que estaban más concentrados en promover normas de<br />

carácter nacional.<br />

La primera Ordenanza fue aprobada por la Municipalidad de Magdalena en el año<br />

2006 88 , que enfrentaba la problemática de locales que discriminaban al público,<br />

sancionándolos con revocatoria de la licencia de funcionamiento y multas.<br />

Hacia fines <strong>del</strong> año 2007, las oficinas de la Defensoría <strong>del</strong> Pueblo en Arequipa, Junín y<br />

Tacna decidieron apoyar la promulgación de normas similares en dichas regiones.<br />

Sin embargo, desde la Mesa de Abancay se planteó a la Municipalidad Provincial una<br />

Ordenanza contra la Discriminación, que además tomara en cuenta otros temas, como<br />

la atención preferente a las personas con discapacidad, los adultos mayores y las<br />

mujeres embarazadas, el uso <strong>del</strong> quechua, evitar la discriminación a las personas<br />

indocumentadas. La Municipalidad aceptó esta propuesta, que no tenía precedentes a<br />

nivel nacional. Igualmente, aceptó incluir nuevas causales como la discriminación por<br />

orientación sexual, condición de salud y actividad. Esta fue la Ordenanza 002-MPA<br />

publicada el 29 de febrero <strong>del</strong> 2008.<br />

El impacto de la Ordenanza de Abancay, que nosotros llamamos la primera Ordenanza<br />

integral, fue muy positivo a nivel nacional. La Mesa de Abancay logró una norma<br />

similar en la provincia de Andahuaylas y la oficina de APRODEH en Ayacucho logró<br />

otras Ordenanzas en la Municipalidad Provincial de Huamanga (Ayacucho) y en el<br />

88 Ordenanza 292/MDMM emitida el 11 de diciembre <strong>del</strong> 2006. Debido a sus posteriores<br />

problemas judiciales, el Alcalde de Magdalena, Francis Allison, ha sido muy cuestionado. Sin<br />

embargo, debe destacarse que la promoción de esta Ordenanza fue una iniciativa personal, sin<br />

influencia de ninguna ONG, que luego permitiría la promulgación de todas las demás. Meses<br />

después de la publicación de la Ordenanza, la Municipalidad de Magdalena inició una campaña<br />

mediática contra la discriminación y se realizaron numerosas actividades en convenio con<br />

APRODEH en colegios y plazas.<br />

30


distrito de San Juan Bautista de la misma provincia. Posteriormente, la Municipalidad<br />

de Jesús Nazareno decidió promulgar su propia Ordenanza.<br />

La Mesa contra el Racismo de Sullana logró otras Ordenanzas en dicha ciudad y en<br />

Catacaos. La Mesa de Junín promovió otras Ordenanzas en las provincias de<br />

Huancayo y Chanchamayo, así como en el distrito de Matahuasi. La Mesa de<br />

Lambayeque logró Ordenanzas en los distritos de Picsi, San José, Íllimo, Zaña, Jayanca<br />

y Olmos, así como en la provincia de Lambayeque).<br />

En Lima, APRODEH buscó promover Ordenanzas en todos los distritos, y obtuvo<br />

resultados favorables en Miraflores, Jesús María, Lince y Villa El Salvador, así como en<br />

la Municipalidad Provincial <strong>del</strong> Callao.<br />

Finalmente, en agosto <strong>del</strong> 2008 APRODEH promovió la Ordenanza <strong>del</strong> Gobierno<br />

Regional de Apurímac, que hasta el momento es la norma más completa contra la<br />

discriminación a nivel nacional, tomando en cuenta problemas como el empleo, la<br />

educación y la salud. Durante el año 2009, se pudo lograr que los Gobiernos<br />

Regionales de Lambayeque, Ayacucho y Junín promulgaran también Ordenanzas,<br />

teniendo las normas de las últimas dos regiones también un carácter muy completo.<br />

Debe destacarse que, sin mayor iniciativa de la sociedad civil, en diciembre <strong>del</strong> 2009, el<br />

Gobierno Regional de Huancavelica promulgó también una Ordenanza que era casi<br />

idéntica a la Ordenanza de Apurímac y en mayo <strong>del</strong> 2010 hizo lo propio el Gobierno<br />

Regional de Madre de Dios. Nosotros creemos que las Ordenanzas promulgadas<br />

anteriormente, fueron creando un sentido común respecto a la importancia de que los<br />

gobiernos regionales o locales intervengan en esta problemática.<br />

Debe señalarse que los activistas antirracistas tomaban en cuenta los nuevos aportes de<br />

cada Ordenanza para las normas siguientes. Por ejemplo, la Ordenanza de Sullana fue<br />

la primera que estableció la obligación de colocar carteles contra la discriminación.<br />

Esta iniciativa fue luego asumida por APRODEH y la Mesa contra el Racismo de<br />

Lambayeque para las Ordenanzas que dichas instancias aprobaron en los meses<br />

siguientes. De igual forma, la Defensoría <strong>del</strong> Pueblo de Arequipa, muy activa frente al<br />

racismo, dejó de promover Ordenanzas que se limitaban a sancionar la discriminación<br />

hacia los consumidores, para promover las Ordenanzas integrales.<br />

Las Ordenanzas han sido ampliamente difundidas por las Mesas locales contra el<br />

Racismo y por APRODEH. Esta última institución ha promovido talleres con<br />

funcionarios y personal de seguridad de las municipalidades y gobiernos regionales<br />

para asegurar la aplicación de las Ordenanzas.<br />

Desde APRODEH se han sostenido reuniones con representantes de diversas bancadas<br />

políticas para proponer una Ley General contra la Discriminación, en base a las<br />

Ordenanzas Regionales, pero no se ha logrado todavía un resultado.<br />

5. LOS ALIADOS EN EL SECTOR ESTATAL<br />

31


Una de las ventajas que tuvo el movimiento antirracista, pese a su escaso número de<br />

integrantes, fue haber coincidido con la preocupación de Beatriz Merino, Defensora <strong>del</strong><br />

Pueblo, quien impulsó la acción de su institución respecto a esta problemática.<br />

A partir <strong>del</strong> año 2006, la Defensoría <strong>del</strong> Pueblo realizó una campaña de sensibilización<br />

en los medios de comunicación que tuvo mucho éxito y ha emitido dos informes sobre<br />

el comportamiento de las instituciones públicas. Los informes no se centran en el<br />

racismo, sino en todas las formas de discriminación y toman como punto de partida las<br />

quejas o denuncias de los ciudadanos. De esta forma, alcanzan mayor visibilidad<br />

aquellas causales de discriminación que normalmente no son negadas por las víctimas<br />

como la discapacidad. Sin embargo, la Defensoría ha manifestado su preocupación por<br />

las demás formas de discriminación aunque no hayan sido invocadas por la población.<br />

Las Oficinas Defensoriales de Junín, Arequipa y Tacna también impulsaron las<br />

Ordenanzas contra la discriminación y, desde que se aprobó la Ordenanza de<br />

Apurímac, promovieron las Ordenanzas integrales 89 , como también se hizo en las<br />

oficinas de Huánuco y Cajamarca. Del mismo modo, las Oficinas Defensoriales de<br />

Ayacucho y Apurímac apoyaron todas las actividades contra el racismo.<br />

Otra institución cuyo rol ha sido muy importante fue INDECOPI. Se han desarrollado<br />

muchas acciones de manera conjunta que llegaron a las severas sanciones a los locales<br />

racistas. Los funcionarios de INDECOPI también han participado en numerosos<br />

talleres y conversatorios organizados por la Mesa. Sin embargo, también existen<br />

funcionarios que dan una atención sumamente formal a las víctimas y que, inclusive,<br />

sospechan que presentan denuncias falsas, sin mayor fundamento.<br />

Dentro <strong>del</strong> Poder Ejecutivo, el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES)<br />

exhibe una mayor sensibilidad al respecto, pronunciándose sobre la situación de las<br />

trabajadoras <strong>del</strong> hogar y las agencias funerarias que colocan a afroperuanos como<br />

cargadores en los entierros de lujo.<br />

Otras alianzas importantes se han manifestado con las municipalidades provinciales y<br />

distritales y los gobiernos regionales. Mientras algunas Municipalidades se limitaron<br />

a aprobar Ordenanzas contra la discriminación, como un acto meramente formal, otras<br />

promovieron la capacitación de sus funcionarios (Abancay, Huamanga, Jesús<br />

Nazareno, San Juan Bautista, Andahuaylas, Huancayo, Miraflores), así como los<br />

Gobiernos Regionales de Ayacucho y Apurímac.<br />

En relación a otras instancias públicas, ha habido cercanía con el Ministerio de Trabajo,<br />

para la capacitación a los inspectores laborales. Se logró también que el Ministerio de<br />

Educación aceptara incluir dentro de los materiales de tutoría una sección<br />

correspondiente a la discriminación preparada por una integrante de la Mesa contra el<br />

89 Puede apreciarse que no todas las Oficinas Defensoriales se trazan las mismas prioridades. En las<br />

mencionadas oficinas existían comisionados muy preocupados por la problemática de la discriminación,<br />

que promovieron activamente las normas al respecto.<br />

32


Racismo. Se planteó a la Presidencia <strong>del</strong> Consejo de Ministros, la posibilidad de<br />

impulsar políticas públicas contra la discriminación.<br />

Finalmente, debe destacarse que desde hace poco más de un año existe en Lima el<br />

Museo Nacional Afroperuano, donde se estudia la historia de la esclavitud y rescatan<br />

los aportes afroperuanos a la cultura nacional, en aspectos como la comida y la música.<br />

Se trata de una institución estatal, que pertenece al Congreso de la República y logra<br />

que pueda visualizarse los aportes a la cultura nacional de un importante componente<br />

de la población peruana que ha quedado invisibilizado. El Museo no desea centrarse<br />

solamente en un enfoque histórico, sino que busca proyectarse a la comunidad.<br />

Posiblemente, de existir todavía la Mesa, se habría en un aliado estratégico.<br />

6. RETOS Y PERSPECTIVAS<br />

Un balance respecto al movimiento contra el racismo implica también tratar de explicar<br />

por qué se ha mantenido tan débil en el Perú a lo largo de los últimos años. De hecho,<br />

la Mesa contra el Racismo quedó desactivada después de menos de cinco años de<br />

funcionamiento y tanto Lundú como el GIM tienen muchas dificultades para incidir en<br />

la opinión pública y en las autoridades. Planteamos algunas posibles razones para ello,<br />

con miras a pensar en alternativas.<br />

6.1. La tensión sobre el sentido <strong>del</strong> movimiento.<br />

Una característica especial de la Mesa contra el Racismo respecto a organizaciones<br />

como Chirapaq o Lundú fue que buscaban plantear la reivindicación de un sector<br />

étnico determinado, sino la lucha contra prácticas discriminatorias.<br />

Esto tuvo que hacerse claro, durante los primeros años de la Mesa frente a algunas<br />

personas que deseaban adherirse con el argumento que la raza indígena era<br />

“superior”. De igual forma, implicaba denunciar la discriminación racial que podía<br />

cometerse hacia aquellos peruanos que estuvieran en una situación de poder, como<br />

descendientes de europeos o asiáticos.<br />

De esta manera, la Mesa contra el Racismo quería abordar el problema señalado al<br />

inicio de este artículo, el hecho que muchas de las personas que sufrían discriminación<br />

no se consideraban a sí mismas como indígenas o afroperuanas, sea debido al mestizaje<br />

o a problemas para identificarse como tales.<br />

Esta perspectiva más amplia, permitió que el tema <strong>del</strong> racismo fuera asumido por<br />

muchas personas, visibilizando situaciones frecuentes en sectores medios y altos,<br />

donde, pese a tener la misma capacidad económica o el mismo nivel educativo, se<br />

mantenía la discriminación racial.<br />

Sin embargo, la mayoría de integrantes de instituciones afroperuanas e indígenas no<br />

compartían este enfoque. En algunas reuniones sostuvieron además que el “mestizo”<br />

debía ser considerado un discriminador y rechazaban que se les pudiera considerar<br />

víctima <strong>del</strong> racismo. En otras ocasiones sostuvieron que los mestizos eran en realidad<br />

33


indígenas o afroperuanos sin identidad y que, para una adecuada lucha contra el<br />

racismo, el primer paso era lograr que se reconocieran como tales. Para la Mesa contra<br />

el Racismo, en cambio, este proceso no era necesario.<br />

De esta manera, estos diferentes enfoques no permitieron conformar un frente amplio<br />

contra el racismo en el Perú.<br />

6.2. De los éxitos concretos a las dudas sobre el camino a seguir.<br />

Los primeros años de la Mesa contra el Racismo fueron sumamente exitosos en una<br />

serie de temas muy visibles, como las sanciones a las discotecas o el retiro <strong>del</strong><br />

programa La Paisana Jacinta. Acciones como el Operativo Empleada Audaz y el<br />

Operativo Cuerazos Peruanos lograban mucha repercusión mediática y permitían<br />

sensibilizar a la opinión pública.<br />

Desde su conformación, en la Mesa contra el Racismo se había pensado en la necesidad<br />

de enfrentar temas estructurales vinculados a la discriminación, como la pobreza y la<br />

exclusión. Sin embargo, para estas situaciones, relativas a políticas públicas, eran<br />

mucho menos eficaces las acciones de sensibilización.<br />

De otro lado, es mucho más complejo enfrentar casos de racismo estructural, donde la<br />

intención no es tan visible o a veces es totalmente inconsciente y la responsabilidad<br />

concreta de los funcionarios estatales es difícil de determinar. Es más fácil para los<br />

activistas incidir en denunciar a un establecimiento racista que vincular con el racismo<br />

la esperanza de vida o el analfabetismo 90 y, con mayor razón, lograr un cambio<br />

permanente.<br />

Si bien sería muy importante que las entidades que trabajan problemas como salud o<br />

educación prestaran atención a la problemática <strong>del</strong> racismo, se hace necesario en estos<br />

casos, no tener un enfoque tan ligado al activismo, sino a una mayor sensibilización<br />

sobre el tema, reforzada con la información que nos puede brindar la investigación<br />

comparada. Como hemos señalado, la principal dificultad al respecto es que todavía es<br />

difícil para los propios investigadores peruanos distinguir a los sujetos de estudio por<br />

criterios raciales.<br />

6.3. Una opción: la discriminación acumulada<br />

Hacia el año 2007, varios de los participantes en la Mesa contra el Racismo tenían<br />

dudas respecto a si, más allá de algunos casos indiscutibles, como la publicidad o las<br />

discotecas, podía hablarse siempre de racismo en muchos casos de discriminación.<br />

90 Pese a ello, hubo varios esfuerzos en esta línea. En junio <strong>del</strong> 2009, cuando se difundió la supuesta<br />

pandemia de la gripe porcina, numerosas personas se adhirieron a un pronunciamiento denunciando que<br />

el Ministerio de Salud prefería atender a escolares de clase alta con gripe que a los niños andinos que<br />

fallecían por enfermedades reales y perfectamente evitables. Sin embargo, esta actitud <strong>del</strong> Ministerio de<br />

Salud podía deberse también a problemas de ineficiencia o la cesión a las presiones de los medios de<br />

comunicación.<br />

34


En su investigación sobre la discriminación en Apurímac, Reid constató que el racismo<br />

muchas veces venía vinculado a otros problemas, mostrándose así una discriminación<br />

acumulada. El lugar de origen, la estatura, el apellido o la manera de hablar podían<br />

incidir mucho en que una persona de rasgos andinos fuera o no discriminada 91 . Estos<br />

aportes llevaron a que los miembros de la Mesa decidieran incorporar otros factores<br />

que coincidían con el racismo en generar mayor preocupación.<br />

En los talleres que se realizaron desde el año 2007 se enfatizó la problemática de la<br />

discriminación acumulada, lo cual implicaba disminuir el énfasis en el racismo, pero al<br />

mismo tiempo permitía que los participantes comprendieran situaciones más difíciles<br />

de exclusión. Los materiales que se elaboraron desde entonces desarrollaban este<br />

concepto.<br />

Por otro lado, era importante comprobar que en otras causales de discriminación<br />

existía también muy escasa intervención de la opinión pública, como ocurría con la<br />

edad o la discriminación lingüística.<br />

Frente a esta situación, la opción de la Mesa fue colocar los temas de discriminación de<br />

manera mucho más amplia y de esta manera, las Ordenanzas que fueron promovidas<br />

buscaban incrementar las causales de discriminación, lográndose que por primera vez<br />

aparecieran la orientación sexual, la actividad o la condición de salud. De esta<br />

manera, se perdía la visibilidad <strong>del</strong> racismo, pero se lograban aliados diferentes, como<br />

organizaciones LGTB y grupos de personas con discapacidad 92 .<br />

La incidencia sobre una forma particular de discriminación es comprensible, en la mira<br />

de lograr su visibilidad 93 , pero conlleva el riesgo de generar un mayor aislamiento<br />

respecto a una problemática que normalmente deriva de una multitud de causales. Se<br />

trata de una tensión que todavía debe ser enfrentada.<br />

6.4. Otro gobierno, otras prioridades<br />

Desde que comenzó su segundo gobierno, Alan García promulgó la norma que<br />

sanciona con pena privativa de libertad la discriminación y ha tenido varios gestos<br />

importantes en contra <strong>del</strong> racismo 94 . Sin embargo, al mismo tiempo, desde su llegada<br />

al poder, se produjeron muchos graves problemas de derechos humanos, cuya<br />

urgencia debilitó la preocupación de los activistas y las organizaciones de derechos<br />

humanos respecto <strong>del</strong> racismo 95 .<br />

91<br />

Reid, p. 28.<br />

92<br />

De hecho, organizaciones como el MHOL y PROMSEX celebraban las Ordenanzas mucho más que las<br />

organizaciones indígenas o afroperuanas.<br />

93<br />

Creemos que esto limita la aceptación que puede tener la ley que propone el MHOL contra la<br />

discriminación por orientación sexual o la ley que propone Lundú para sancionar la injuria racista. Las<br />

dos organizaciones consideran, sin embargo, que de esta manera lograrán mayor visibilidad frente a sus<br />

respectivas problemáticas.<br />

94<br />

<strong>Ardito</strong>, 2010<br />

95<br />

Podría también haberse planteado una conexión entre las violaciones a los derechos humanos y la<br />

discriminación racial dado que éstas se producían, nuevamente, frente a la población de rasgos mestizos y<br />

andinos. Numerosos hechos de violencia policial fueron cometidos hacia campesinos y trabajadores de<br />

35


En una atmósfera de mayor confrontación, muchos medios de comunicación que antes<br />

respaldaban la lucha contra el racismo, terminaron atacando a los sectores que<br />

denunciaban las violaciones a los derechos humanos o que consideraban críticos <strong>del</strong><br />

sistema neoliberal 96 .<br />

Frente a este panorama, algunos de los integrantes de la Mesa contra el Racismo<br />

optaron por vincularse con organizaciones sociales como la Confederación General de<br />

Trabajadores <strong>del</strong> Perú o la CONACAMI, cuyas demandas, con una clara orientación<br />

política, otros activistas no compartían 97 . Para ellos, se alteraba la perspectiva original<br />

de la Mesa de promover la lucha contra el racismo como un tema común para personas<br />

que podían tener opciones políticas diferentes. En las demandas de las mencionadas<br />

organizaciones, el racismo se encontraba invisibilizado.<br />

El problema es que todos estos cambios no fueron reflexionados de manera colectiva,<br />

porque la Mesa contra el Racismo de Lima dejó de reunirse. Habría sido muy<br />

importante llegar a un intercambio de opiniones al respecto para clarificar opciones.<br />

6.5. Un proyecto o un proceso<br />

Inicialmente, la Mesa contra el Racismo buscaba comportarse como un movimiento<br />

ciudadano, no dependiente de un proyecto o una ONG. Por ello, las personas que<br />

participaban en los primeros años tenían un carácter voluntario y los integrantes de la<br />

CNDDHH y APRODEH actuaban fuera de su horario laboral.<br />

Sin embargo, hacia el segundo año se hizo evidente un problema de continuidad: tanto<br />

los estudiantes como los profesionales voluntarios comenzaron a tener<br />

responsabilidades laborales o familiares que les impedían participar en las reuniones y<br />

por esto se centraban en las acciones públicas. Después, también les era difícil<br />

participar en éstas 98 , especialmente cuando se sentía que los principales problemas ya<br />

habían sido resueltos.<br />

zonas rurales. También, el único caso que una persona de clase alta fue muerta por la policía, se debió a<br />

una confusión por razones raciales. El Viernes Santo <strong>del</strong> año 2007, a la Policía de Monterrico le<br />

comunicaron que un empresario de esa zona había sido secuestrado en un vehículo y dos policías salieron<br />

a perseguir el vehículo, disparándole al chofer, asumiendo que se trataba de un secuestrador. En<br />

realidad, se trataba <strong>del</strong> señor Guillermo Li, a quien sus secuestradores habían obligado a conducir.<br />

Nosotros consideramos que falleció porque, para la policía, sus rasgos no coincidían con aquellos que los<br />

policías atribuían a los empresarios de Monterrico.<br />

96 Este fue el caso <strong>del</strong> diario Perú 21 o de Jaime de Althaus, columnista de El Comercio. Debe<br />

recordarse que en los inicios de la Mesa aún el diario Correo dedicaba numerosos artículos positivos a la<br />

lucha contra el racismo.<br />

97 Un ejemplo de esto se produjo el año 2009, cuando algunos integrantes de la Mesa querían entregar el<br />

antipremio Al Más Discriminador al Ministerio de Energía y Minas, por las múltiples concesiones de<br />

territorios de comunidades campesinas y nativas a empresas mineras y petroleras. Otros miembros no<br />

encontraban una conexión clara. Ellos temían que de esta manera se politizara el tema <strong>del</strong> racismo y<br />

pensaron que se generaría un distanciamiento poco estratégico respecto al gobierno. Finalmente, el<br />

antipremio fue entregado a otra entidad.<br />

98 Podemos señalar que sólo el autor de este artículo tuvo continuidad durante los cinco años que duró la<br />

Mesa. Sin embargo, finalmente, la necesidad de cumplir compromisos de carácter académico, también<br />

impidió nuestra participación.<br />

36


De esta forma, la Mesa se fue debilitando y las personas que tenían más continuidad<br />

eran los integrantes de las dos instituciones. La misma horizontalidad de la Mesa<br />

llevó a que no hubiera un liderazgo claro y reconocido 99 , que pudiera generar nuevas<br />

convocatorias.<br />

Hacia el año 2007, APRODEH logró el apoyo de Oxfam y las Embajadas de Holanda y<br />

Gran Bretaña en pequeños proyectos para enfrentar el racismo y la discriminación. La<br />

Coordinadora Nacional de Derechos Humanos logró un solo proyecto mucho más<br />

grande, de tres años de duración, a cargo de la Unión Europea, que permitió también<br />

financiar las Mesas <strong>del</strong> interior <strong>del</strong> país.<br />

Gracias a todos estos proyectos fueron financiados materiales, trípticos, afiches, spots<br />

radiales, viajes y cursos de capacitación sobre la problemática <strong>del</strong> racismo. Sin<br />

embargo, el despliegue económico implicó cambios radicales respecto a la imagen<br />

inicial de la Mesa que era sumamente austera 100 .<br />

En algunas ciudades, se pasó a una dinámica frecuente en las ONGs de la localidad,<br />

realizando eventos en hoteles de lujo, con gastos innecesarios en banderolas y<br />

almuerzos, en abierto contraste a la pobreza existente en la zona 101 .<br />

Ejecutar un proyecto tiene una lógica diferente a promover un proceso social: el primer<br />

caso implica cumplir una serie de tareas previstas en una planificación realizada con<br />

mucha antelación y algunas entidades se limitan a ejecutar gastos en los rubros que la<br />

entidad financiera ha autorizado, sin pensar las posibles consecuencias. Por otro lado,<br />

en las ONGs, con frecuencia, existe temor frente a las posibles consecuencias políticas<br />

de una acción no planificada, lo cual puede generar dificultades respecto al uso <strong>del</strong><br />

nombre o el logo de una entidad 102 .<br />

En la Mesa contra el Racismo también llegó el momento en que las acciones dejaron de<br />

ser espontáneas para pasar a ser planificadas de acuerdo al financiamiento <strong>del</strong><br />

proyecto de la Unión Europea, elaborado tres años antes. Esto dificultaba que se<br />

pudiera atender a circunstancias cambiantes, como la masiva aprobación de<br />

99 Muchas personas que no formaban parte de la Mesa consideraban que el autor de este artículo ejercía<br />

dicho liderazgo al interior, pero en realidad nunca sentimos esta responsabilidad, lo cual pudo haber sido<br />

un error.<br />

100 Para el Operativo Empleada Audaz fueron comprados 500 uniformes de empleadas <strong>del</strong> hogar, todos<br />

los cuales quedaron inutilizados después <strong>del</strong> baño de mar.<br />

101 En una actividad realizada en un salón de clases de un colegio estatal de una localidad donde no había<br />

agua ni luz, los organizadores locales decidieron instalar grandes parlantes y un micrófono para una<br />

charla, lo que era totalmente innecesario.<br />

102 En el caso de la Mesa contra el Racismo, estas tensiones se manifestaron en los últimos años en varias<br />

ocasiones. En mayo <strong>del</strong> año 2008, cuatro jóvenes de San Juan de Lurigancho fueron detenidos,<br />

golpeados y torturados por la Policía de Miraflores en un acto que tuvo claros niveles de racismo. Los<br />

hechos tuvieron honda repercusión en la opinión pública y contribuían a visibilizar la vinculación entre el<br />

racismo y los abusos policiales. Mientras algunos integrantes de la Mesa consideraban necesario pudo<br />

pronunciarse ante los hechos, varias de las instituciones participantes no querían tener una actitud<br />

demasiado confrontacional con la Municipalidad de Miraflores, responsabilizada por los medios de<br />

comunicación por lo ocurrido. Finalmente, quedó como alternativa promover la aprobación de una<br />

Ordenanza contra la discriminación en dicho distrito.<br />

37


Ordenanzas contra la discriminación o intervenir frente a situaciones concretas de<br />

racismo. El énfasis en cumplir la planificación hizo que los voluntarios perdieran<br />

interés en involucrarse, porque ya no existía margen para la iniciativa. A esto se<br />

añadía que las personas que tenían el respaldo de su institución se comportaban con<br />

mayor seguridad frente a los voluntarios.<br />

Paulatinamente, los voluntarios fueron reemplazados por personas que recibían un<br />

pago por su trabajo. Si bien esto podía ser eficaz, tenía un límite, que era la duración<br />

<strong>del</strong> proyecto.<br />

De esta forma, al terminar el proyecto de la Unión Europea, todas las Mesas se<br />

disolvieron, salvo la de Abancay, donde creemos que la actuación de la cooperante<br />

canadiense Claire Reid había logrado generar el espíritu de desprendimiento de los<br />

participantes. Actualmente se denomina GIPI, Grupo Impulsor por la Igualdad.<br />

Queda como pregunta si una ONG puede realmente conducir o promover un<br />

movimiento social y cómo asegurar la continuidad para la labor de voluntarios.<br />

7. Perspectivas finales<br />

Hasta los años noventa, la negación <strong>del</strong> racismo era muy común 103 . Se asumía que este<br />

era un problema propio de otros países 104 , o que en todo caso, en el Perú solamente<br />

existía un racismo solapado 105 . En muchas ocasiones, quien hablaba sobre racismo era<br />

tildado de racista por un público evidentemente incómodo con lo que escuchaba 106 .<br />

Inclusive se acusó a quienes hablaban <strong>del</strong> tema de promover una guerra de exterminio<br />

racial 107 .<br />

Años después, gracias a las actividades de la Mesa contra el Racismo, el problema se<br />

visibiliza y se enfrenta. Las principales formas de racismo, como las discotecas ya no<br />

tienen estas prácticas. Los personajes racistas han sido retirados de la televisión y<br />

muchos anunciantes aceptan incorporar mo<strong>del</strong>os de rasgos andinos, mestizos y negros.<br />

A nivel normativo, tenemos que la discriminación se sanciona ahora con más severidad<br />

en el Código Penal y que más de cincuenta municipalidades y gobiernos regionales<br />

han emitido Ordenanzas contra la discriminación 108 .<br />

103<br />

De La Cadena, p. 14.<br />

104<br />

Oboler, p. 38. Se aplicaba un mecanismo de defensa, el desplazamiento, por el cual, en lugar de<br />

reconocer un problema, era trasladado a otro (Callirgos, 1993: 197).<br />

105<br />

Oboler, p. 26.<br />

106<br />

Callirgos, 1993, pp. 197-198. El autor de este artículo enfrentó también esas acusaciones en los años<br />

noventa.<br />

107<br />

Manrique cita a un intelectual no precisado (1999:127).<br />

108<br />

Otro aspecto interesante es que en 1993 Callirgos cuestionaba que se pudiera usar el término “cholo”<br />

porque era rechazado por la propia población a la que supuestamente se aludía (Callirgos, 1993: 175).<br />

En la actualidad, este término ha sido revalorado y muchas veces se emplea como sinónimo de peruano.<br />

¿Se ha debido este cambio a movimientos como el que impulsó la Mesa contra el Racismo? ¿O,<br />

finalmente, los sectores discriminados racialmente están teniendo una autoestima diferente?<br />

38


En los cinco años que duró la Mesa contra el Racismo, sus logros son muy evidentes,<br />

pero al mismo tiempo, nos preguntamos si es posible que una experiencia como ésta<br />

persista o es parte de su naturaleza que movimientos espontáneos, basados en la buena<br />

voluntad y el compromiso tengan una breve duración.<br />

La meta pendiente es lograr políticas públicas nacionales para enfrentar el racismo y la<br />

discriminación, pero los avances impulsados entre el 2004 y el 2009 pueden ser<br />

cruciales para que muchos peruanos puedan tener una vida digna.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

ARDITO, <strong>Wilfredo</strong><br />

1994 Interculturalidad, un Desafío. Con María Heise y Fi<strong>del</strong> Tubino.<br />

CAAAP. 2ª edición.<br />

2008 Manual contra la Discriminación en la Administración Pública.<br />

Asociación Pro Derechos Humanos y Oxfam, 3ª edición.<br />

2009 Derechos Colectivos de los Pueblos Indígenas: El Caso Peruano.<br />

Depósito Legal Biblioteca Nacional: 2009-10213. Centro Bartolomé de las<br />

Casas, Cusco.<br />

2009b Reflexiones Peruanas. Por un País sin Discriminación<br />

Depósito Legal Biblioteca Nacional: 2009-09246. Coordinadora<br />

Nacional de Derechos Humanos, 2009.<br />

2009c Las Ordenanzas contra la Discriminación, Cuaderno de Trabajo Nº 13,<br />

Depósito Legal Biblioteca Nacional <strong>del</strong> Perú No. 2009-10831. ISBN: 978-<br />

9972-659-97-3. Departamento de Derecho de la Pontificia <strong>Universidad</strong><br />

Católica <strong>del</strong> Perú.<br />

BRUCE, Jorge<br />

2007 Nos Habíamos Choleado Tanto. Psiconálisis y Racismo. <strong>Universidad</strong><br />

San Martín de Porres. 4 ediciones.<br />

CALLIRGOS, Juan Carlos<br />

1993 El racismo: la cuestión <strong>del</strong> otro (y de uno), Lima, DESCO.<br />

DEFENSORÍA DEL PUEBLO<br />

2007 Documento Defensorial Nº 002. La discriminación en el Perú:<br />

Problemática, normatividad y tareas pendientes. Lima, Defensoría <strong>del</strong><br />

Pueblo<br />

2009 Informe de Adjuntía Nº 005-2009-DP/ADHPD<br />

Actuación <strong>del</strong> Estado frente a la discriminación. Casos conocidos<br />

por la Defensoría <strong>del</strong> Pueblo. Lima, Defensoría <strong>del</strong> Pueblo, 2009.<br />

39


DE LA CADENA, Marisol<br />

2004 Indígenas mestizos. Raza y cultura en el Cusco. Lima, Instituto de Estudios<br />

Peruanos (1ª edición en español).<br />

HORNA P. Et. Al<br />

2002 La Discriminación en el Perú. Desde las experiencias y percepciones de<br />

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Regional para América <strong>del</strong> Sur.<br />

MANRIQUE, Nelson<br />

1999 La piel y la pluma : escritos sobre literatura, etnicidad y racismo. Lima :<br />

SUR, Casa de Estudios <strong>del</strong> Socialismo.<br />

MENDOZA, Amalia<br />

1993 Cuestión de piel : testimonios de racismo en el Perú /Lima, ADEC-ATC,<br />

Asociación Laboral para el Desarrollo<br />

MESA CONTRA EL RACISMO DE LA COORDINADORA NACIONAL DE<br />

DERECHOS HUMANOS<br />

2007 Racismo en el Perú: Cómo Enfrentarlo. Manual para Jóvenes. Lima,<br />

Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 2ª edición.<br />

PORTOCARRERO, Gonzalo<br />

2004 Rostros Criollos <strong>del</strong> Mal: Cultura y Transgresión en la Sociedad Peruana. Lima:<br />

Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú<br />

2007 Racismo y Mestizaje y Otros Ensayos. Lima: Fondo Editorial <strong>del</strong> Congreso de la<br />

República<br />

REID, Claire<br />

2007 Las Múltiples Caras de la Discriminación en Abancay. Abancay, APRODEH.<br />

SUPA, Hilaria y Waltraut Stölben<br />

2002 Hilos de mi Vida. El testimonio de Hilaria Supa Huamán, una campesina<br />

quechua. Wilkamayu Editores.<br />

Artículos<br />

ARDITO, <strong>Wilfredo</strong><br />

2004 El Racismo en el Perú desde la perspectiva <strong>del</strong> Derecho En ¿Por qué algunas<br />

vidas en el Perú valen más que otras? Memoria de Seminario sobre Racismo y<br />

Exclusión. Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Lima, 3ª edición .<br />

2005 Etnicidad y Discriminación en el Perú de Comienzos de Siglo. En Informe<br />

Anual 2004-2005. Pobreza y Desarrollo en el Perú, compilación de artículos<br />

sobre la problemática social <strong>del</strong> Perú. Oxfam Lima.<br />

40


2009 Discriminación y racismo: La batalla contra la exclusión viene de adentro- En<br />

Informe Oxfam, Pobreza, Desigualdad y Desarrollo en el Perú. Informe anual<br />

2008 – 2009 pp. 94-103 ISBN 978-9972-9666-2-0. Depósito Legal Biblioteca<br />

Nacional: N° 2009 - 07501<br />

2010 Discriminación positiva y discriminación racial en el Perú. En Retos<br />

Contemporáneos <strong>del</strong> Derecho Público. Coordinador: Germán Vera<br />

Esquivel. Escuela de Posgrado de la Pontificia <strong>Universidad</strong> Católica <strong>del</strong> Perú y<br />

Ara Editores. Lima, 2010. ISBN: 978-9972-238-87-1. Depósito Legal Biblioteca<br />

Nacional: 2010-05890<br />

2010b Responsabilidad social empresarial y discriminación. En Derecho PUCP,<br />

volumen 64. Facultad de Derecho de la Pontificia <strong>Universidad</strong> Católica <strong>del</strong><br />

Perú.. Lima, 2010. ISSN: 0251-3420.<br />

Depósito Legal Biblioteca Nacional: 2010-950868<br />

BRUCE, Jorge<br />

2003 Una Perspectiva Psicoanalítica. En ¿Por qué en el Perú unas vidas valen<br />

más que otras? Memoria <strong>del</strong> Seminario sobre Racismo y Exclusión Lima,<br />

Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 3ª edición<br />

COORDINADORA NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS<br />

1999 Informe Alternativo al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial.<br />

Lima, 1999 (no publicado)<br />

DE LA CADENA, Marisol<br />

1997 La Decencia y el Respeto: raza y etnicidad entre los intelectuales y las mestizas<br />

cusqueñas. Lima, IEP, 1997 (Documento de Trabajo 86)<br />

DEGREGORI, Carlos Iván<br />

2004 Estaban muertos antes de morir. En ¿Por qué en el Perú unas vidas valen más<br />

que otras? Memoria <strong>del</strong> Seminario sobre Racismo y Exclusión. Lima,<br />

Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 3ª edición.<br />

OBOLER, Suzanne<br />

1996 El mundo es racista y ajeno: orgullo y prejuicio en la sociedad contemporánea.<br />

Lima, Instituto de Estudios Peruanos (Documento de trabajo 74)<br />

POZZI-SCOTT, Inés<br />

1989 La discriminación étnico-cultural en la escuela primaria. Lima, Pontificia<br />

<strong>Universidad</strong> Católica <strong>del</strong> Perú. Materiales de Enseñanza de Sociología<br />

(mimeo).<br />

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