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Estafeta Jacobea 72 3226.69 KB - Amigos del Camino de Santiago ...

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M<br />

Estudios<br />

Una tumba en una iglesia riojana:<br />

Don Pedro Navarro Gareca<br />

i cuerpo <strong>de</strong>scansa hoy en una bella<br />

iglesia riojana. Una inscripción en<br />

la pared bajo mi escudo <strong>de</strong> armas recuerda<br />

mi paso por la vida.<br />

Aquí yace el Señor Don Pedro Gareca,<br />

Caballero <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> <strong>Santiago</strong>. Del<br />

Consejo <strong>de</strong> Su Majestad. Auditor<br />

General <strong>de</strong> las fronteras <strong>de</strong> Portugal,<br />

Teniente <strong>de</strong> Madrid, Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Corte <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

Reino <strong>de</strong> Navarra, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Sala<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> Crimen y su Oidor <strong>de</strong> la Chancillería<br />

<strong>de</strong> Valladolid. Falleció <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 55 años<br />

en el <strong>de</strong> 1.673.<br />

Resulta tan frío resumir en unas pocas<br />

líneas la vida <strong>de</strong> una persona, una carrera<br />

profesional, toda una época... siete líneas<br />

que quieren compendiar tantas cosas...<br />

Des<strong>de</strong> mi cómodo lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso<br />

veo pasar la vida que anima a esta pequeña<br />

comunidad <strong>de</strong> agricultores <strong>de</strong>dicados fundamentalmente<br />

a la viticultura para elaborar<br />

–tras complicados procesos como <strong>de</strong> Alquimia–<br />

esos caldos inconfundibles concedidos<br />

por esta tierra rica y próspera que recibe<br />

con cariño a forasteros y acoge como propios<br />

a todos los que se acercan.<br />

Oigo sus plegarias que se elevan a su<br />

Santa Patrona pidiendo agua para sus campos,<br />

sol para sus cultivos, una buena cosecha<br />

que permita enviar a sus hijos a estudiar fuera,<br />

o para po<strong>de</strong>r comprar esa máquina que<br />

aliviará sus tareas. Veo a las madres <strong>de</strong>jar<br />

flores a la Virgen y pedir por sus maridos y<br />

por sus hijos, y, por qué no, por esa vieja<br />

caballería que ya no va al campo, pero que<br />

en el pasado ayudó –y mucho– en las faenas.<br />

Periódicamente presencio, en mi condición<br />

<strong>de</strong> mudo espectador, cómo celebran<br />

sus fiestas patronales y la alegría <strong>de</strong> la vendimia.<br />

Sus risas llegan hasta mi morada filtrándose<br />

entre las frescas piedras <strong>de</strong> esta<br />

iglesia milenaria. Escucho pisar la uva y<br />

extraer <strong><strong>de</strong>l</strong> fruto <strong>de</strong> la tierra –el primer mosto–<br />

que se ofrendará a la Virgen y que yo<br />

también probé hace ya <strong>de</strong>masiado tiempo.<br />

No obstante, si me concentro, aún puedo<br />

revivir en mi paladar el sabor dulce y<br />

rotundo <strong>de</strong> sus caldos, esos que eran tan<br />

54 ESTAFETA JACOBEA N. O <strong>72</strong><br />

apreciados en todas las mesas <strong>de</strong> importancia;<br />

esos que pugnaban con los <strong>de</strong> los reinos<br />

vecinos como la egregia Navarra y el altivo<br />

Aragón, por calmar la sed <strong>de</strong> emperadores y<br />

reyes. Puedo sentir su olor penetrante,<br />

vibrante, inconfundible y sentir cómo<br />

refresca mi garganta seca <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tantos<br />

años. ¡Añoro <strong>de</strong> tal manera mi pasado!<br />

Mi infancia feliz y <strong>de</strong>spreocupada en<br />

una familia noble, famosa en el campo <strong>de</strong><br />

batalla. Mi paso por la universidad, don<strong>de</strong><br />

estudié, peleé, bebí y reí a partes iguales. Mis<br />

años militares en las fronteras <strong>de</strong> Portugal<br />

don<strong>de</strong> mis antepasados habían <strong>de</strong>jado su sangre,<br />

sangre que también regó los campos <strong>de</strong><br />

media Europa. Mi entrada en la carrera<br />

administrativa y los sucesivos ascensos que<br />

me llevaron a la capital <strong><strong>de</strong>l</strong> reino, y a Navarra,<br />

y a Valladolid, y a ocupar finalmente un<br />

cargo en el Consejo <strong>de</strong> Castilla. En todos<br />

esos lugares fui feliz. Obtuve premios, gratificaciones<br />

y la enorme satisfacción <strong>de</strong> ser<br />

investido caballero <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n Militar <strong>de</strong><br />

<strong>Santiago</strong>, posiblemente el honor más alto al<br />

que podía aspirar alguien <strong>de</strong> mi época y oficio.<br />

Cumplí las expectativas <strong>de</strong> mis antepasados<br />

y di más brillo si cabe a la impecable historia<br />

familiar. La vida fue dulce conmigo,<br />

pero al acercarse el final quise que mis restos<br />

<strong>de</strong>scansaran aquí, en esta tierra inigualable.<br />

Ahora alguien llega hasta mí. Un grupo<br />

<strong>de</strong> peregrinos han reparado en mi tumba.<br />

María Dolores Martínez Arce<br />

A mis padres y mis abuelos,<br />

<strong>de</strong> quienes mi hermana y yo<br />

hemos heredado sangre riojana.<br />

Leen mi lápida con dificultad y comentan<br />

mi “cursus honorum”; hacen cábalas sobre<br />

mi importancia y la nobleza <strong>de</strong> mis apellidos;<br />

alaban la belleza <strong><strong>de</strong>l</strong> escudo <strong>de</strong> armas<br />

que me adorna y se preguntan cómo llegaría<br />

mi cuerpo hasta aquí, o si mi mortaja será el<br />

hábito <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n a la que pertenecí.<br />

Yo sonrío, no puedo contestarles, documentos<br />

habrá que resuman mi vida como en<br />

las siete líneas que aparecen en mi lápida y<br />

que nada dicen <strong>de</strong> mis gustos, mis anhelos,<br />

mis aficiones. Quizá sea mejor así. Mantengo<br />

la sutil distancia <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>sconocido y<br />

permito que la imaginación <strong>de</strong> los que se<br />

acercan evoque campos <strong>de</strong> batalla, tercios<br />

victoriosos, estandartes on<strong>de</strong>ando al viento,<br />

y no imaginen las tediosas tar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> juicios<br />

simples y aburridos que como jurista tuve<br />

que oír.<br />

Yo seguiré aquí, disfrutando <strong>de</strong> la<br />

belleza <strong><strong>de</strong>l</strong> entorno, <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong> temperatura<br />

que tantos comentarios <strong>de</strong>spiertan<br />

entre la gente, <strong>de</strong> las risas <strong>de</strong> los niños, <strong>de</strong><br />

las Misas <strong>de</strong> doce en las que oigo el dulce<br />

canto <strong>de</strong> las guitarras que se eleva al cielo<br />

junto a voces juveniles. Continuaré guardando<br />

celoso las oraciones <strong>de</strong> los que se<br />

acercan, y escucharé curioso lo que comentan<br />

los que <strong>de</strong>scubren mi presencia entre los<br />

muros <strong>de</strong> la basílica. Les aseguro que no es<br />

un mal modo <strong>de</strong> pasar la eternidad.<br />

M. D. M. A.<br />

Sepultura <strong>de</strong> Don Pedro Navarro Gareca. Basílica <strong>de</strong> la Virgen <strong>de</strong> la Vega. Haro (Rioja).<br />

(Foto <strong>de</strong> la Autora)

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