14.05.2013 Views

Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional

Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional

Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ONÉSIMO REDONDO - CAUDILLO DE CASTILLA<br />

El ejemplo es el siguiente: Se produjo una crisis y se formó un Gobierno Lerroux,<br />

hace <strong>de</strong> esto dos meses, tres meses, no recuerdo cuánto. Se leyó una <strong>de</strong>claración<br />

ministerial en el Congreso, que era una maravilla, así sencillamente, una maravilla. Allí<br />

se proyectaba todo, se iba a hacer todo en seguida. Como había posibilidad <strong>de</strong> hacer<br />

leyes, había <strong>de</strong> todo; se iba a solucionar el paro obrero, se iba a pacificar los espíritus,<br />

se iba a opinar libremente, iba la amnistía, etc.<br />

A continuación han pasado semanas, meses y ¿qué hizo? No se ha hecho nada.<br />

Esto no es seriedad; pero a<strong>de</strong>más es que esto es horrible, porque no hay <strong>de</strong>recho a<br />

que lleguen unos gran<strong>de</strong>s hombres que han cosechado los aplausos <strong>de</strong> las multitu<strong>de</strong>s,<br />

que han llenado las plazas <strong>de</strong> toros, que han asumido todas las responsabilida<strong>de</strong>s, que<br />

han <strong>de</strong>spertado por los pueblos todo el entusiasmo en <strong>de</strong>rredor suyo y cuando llega el<br />

momento culminante y llegan al banco azul, o sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> España se rige en<br />

virtud <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stino <strong>de</strong>sgraciado o feliz, y dicen: Esto vamos a hacer, y a los dos<br />

meses resulta que ni lo han hecho, ni pue<strong>de</strong>n, ni saben hacerlo; y esto suce<strong>de</strong> todos<br />

los días y no hacemos nada, y lo aguantamos, y está sucediendo todos los días; no<br />

cabe más que esta explicación <strong>de</strong>l proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> esos partidos y <strong>de</strong> esos gobiernos: Una<br />

<strong>de</strong> dos, o lo hacen <strong>de</strong> mala fe, con malicia, con perversión, o tienen una incapacidad<br />

que raya con la imbecilidad, y entonces <strong>de</strong>cidme si ahora merecen los partidos<br />

políticos. (Una gran ovación le impi<strong>de</strong> continuar).<br />

Pero esto no ocurre por una imperiosa, imprescindible y espontánea imposición <strong>de</strong><br />

las circunstancias, como dicen ellos en las <strong>de</strong>claraciones a los periodistas, en el<br />

altavoz <strong>de</strong> las notas oficiosas, con el altavoz <strong>de</strong> los periodistas venales y serviles que<br />

van <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los políticos, no es porque las circunstancias lo impidan; es que lo que<br />

hay en la vida <strong>de</strong> los partidos políticos, es abyecto, pero es lo latente, lo verda<strong>de</strong>ro, lo<br />

real, y es una conjura contra el ser <strong>de</strong> España. Todo eso es intencionado para<br />

<strong>de</strong>struirnos, para <strong>de</strong>tenernos en nuestra vida y en nuestro progreso. Con este ejemplo<br />

concreto <strong>de</strong> la crisis actual, ¿es que no se ha visto germinar, es que no se ha visto a<br />

los valedores <strong>de</strong> la traición, <strong>de</strong> la conjura, <strong>de</strong> la informalidad, en conspiración secreta y<br />

clan<strong>de</strong>stina, extraña a los intereses <strong>de</strong> España, que ha invalidado la <strong>de</strong>claración<br />

ministerial, que ha invalidado las elecciones y que ha invalidado las buenas<br />

intenciones <strong>de</strong> los mejores? ¿No se percibe esto? Pues entonces, ¿qué hay sino<br />

conjura, qué hay sino propósito intencionado <strong>de</strong> <strong>de</strong>struirnos, <strong>de</strong> <strong>de</strong>tenernos y<br />

<strong>de</strong>sengañarnos para conducirnos a la <strong>de</strong>sesperación y a la ruina?<br />

Esa es la historia y esa es la culpa <strong>de</strong> los partidos políticos. (Muy bien). Entonces,<br />

señores, qué vamos a hacer? Copiar la fórmula fascista?<br />

El fascismo es un hecho extranjero; no entraré ahora en su análisis y en el <strong>de</strong> sus<br />

doctrinas, pero aunque le admiremos, no po<strong>de</strong>mos intentar introducir ese hecho en<br />

España, como una fórmula, igual que se han introducido el liberalismo, el marxismo, el<br />

enciclopedismo y otras i<strong>de</strong>as, porque hasta ahora, fatalmente, bien por rutina, o por<br />

temperamento, para <strong>de</strong>sgracia nuestra, nuestro pueblo ha estado sometido al triste<br />

hábito <strong>de</strong>l mimetismo, si ahora copiamos también <strong>de</strong>l extranjero cometeremos el <strong>de</strong>lito<br />

<strong>de</strong> secar con pereza, rutina y cobardía las fuentes <strong>de</strong> inspiración <strong>de</strong>l genio hispano y<br />

renegaríamos <strong>de</strong> hecho <strong>de</strong> nuestros sabios, <strong>de</strong> nuestros héroes, <strong>de</strong> nuestros capitanes<br />

y caudillos cuya elevada memoria nos pi<strong>de</strong> una fi<strong>de</strong>lidad tajante, firme, y aun a vista, a<br />

todo lo verda<strong>de</strong>ramente nacional, a todo lo hispano.<br />

Y a<strong>de</strong>más, vallisoletanos, castellanos que me oís aquí, en Valladolid, en estas<br />

tierras tan fecundas, fecundas en todo, aquí, don<strong>de</strong> acaso me escuchan salmantinos<br />

que todos los días ven las piedras que oyeron a Vitoria y a su discípulo Carlos V y a<br />

Fray Luis <strong>de</strong> León, aquí que me escuchan acaso santan<strong>de</strong>rinos que tienen la<br />

inapreciable fortuna <strong>de</strong> ser paisanos <strong>de</strong>l único genio clásico <strong>de</strong> la Edad<br />

contemporánea, Menén<strong>de</strong>z Pelayo, el restaurador... (Una gran ovación impi<strong>de</strong> oír el<br />

final <strong>de</strong> la frase). Aquí don<strong>de</strong> me escuchan burgaleses que son los paisanos netos y<br />

verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l Cid, aquí don<strong>de</strong> me escuchan vallisoletanos en cuya ciudad fué el<br />

matrimonio <strong>de</strong> los Reyes Católicos, en cuya ciudad nació Felipe II, cuya ciudad está en<br />

las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Cabezón don<strong>de</strong> nuestros mayores; nuestros antecesores,<br />

- 35 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!