Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional
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ONÉSIMO REDONDO - CAUDILLO DE CASTILLA<br />
Otro punto <strong>de</strong> nuestro programa, otra faceta, es el enriquecimiento <strong>de</strong> la<br />
agricultura. Esta palabra está expresada y reflexivamente expuesta en uno <strong>de</strong> los<br />
puntos; no sé si es el 19. Hay que enriquecer a la agricultura; hay que sacar, sí, <strong>de</strong> la<br />
pobreza, <strong>de</strong> la miseria, <strong>de</strong> ese pan <strong>de</strong> lágrimas que comen constantemente, a los<br />
labradores; pan negro, agua, cebolla, es el alimento ordinario y más cotidiano <strong>de</strong> ellos.<br />
Hay que sacarlos <strong>de</strong> esta pobreza; pero ¿cómo? ¿Haciendo partidos agrarios don<strong>de</strong><br />
están presentes <strong>de</strong> diputados los mandones y explotadores <strong>de</strong>l campo? (Aplausos).<br />
No; redimiendo, en primer lugar, al labrador <strong>de</strong> esa tierra <strong>de</strong> los aventureros, <strong>de</strong> los<br />
logreros, que con mil formas <strong>de</strong> usura, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el suministro <strong>de</strong> semillas, abonos y<br />
maquinaria, hasta la compra <strong>de</strong> productos le sacan todo el jugo <strong>de</strong>jándole solamente el<br />
mínimo necesario para que siga trabajando y enriqueciéndole nuevamente. (Aplausos).<br />
JUSTICIA SOCIAL<br />
No quiero exten<strong>de</strong>rme más. Sólo diré, respecto al tercer punto que quería tratar, o<br />
sea la justicia social sobre el campo, la reforma agraria, la redistribución <strong>de</strong> la tierra,<br />
que nosotros traemos soluciones vigorosas, resueltas e incontenibles, y sabemos<br />
adón<strong>de</strong> vamos y en qué punto nos encontramos, incluso frente a la ley <strong>de</strong> Dios, que no<br />
tenemos por qué transgredir. (Muy bien). Hemos <strong>de</strong> huir para ello a la vez <strong>de</strong> dos<br />
modos ya experimentados en parte o totalmente y acaso igualmente en <strong>de</strong>scrédito: <strong>de</strong><br />
la reforma social marxista y <strong>de</strong> la reforma social agraria <strong>de</strong> las <strong>de</strong>rechas.<br />
La reforma agraria marxista es lo que más repugnancia produce <strong>de</strong> todos los<br />
crímenes cometidos por los marxistas porque es un conglomerado <strong>de</strong> hipocresía y <strong>de</strong><br />
iniquida<strong>de</strong>s tan gran<strong>de</strong>s y un germen <strong>de</strong> <strong>de</strong>sastre y <strong>de</strong> pobreza tan agobiador, que no<br />
merecen ni siquiera que se hable <strong>de</strong> ello. (Aplausos). Es esa rutina soez <strong>de</strong>l<br />
revolucionarismo estilo siglo XIX, que se empeña en llevar el odio a la campiña, que se<br />
empeña en apacentar y en alimentar los apetitos <strong>de</strong> los supuestos transformadores a<br />
costa <strong>de</strong> lo poco que queda en el suelo nacional repartiéndolo gratuitamente u<br />
ofreciéndoselo gratuitamente a los pobres porque no es suyo. Y así como en el siglo<br />
XIX se acabó con los gran<strong>de</strong>s bosques por medio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>samortización en una<br />
especie <strong>de</strong> almoneda fantástica y criminal <strong>de</strong> los bienes que había y que <strong>de</strong>bían ser<br />
transformados, ahora se ofrecen las <strong>de</strong>hesas a la roturación y se ofrecen los<br />
asentamientos, una familia acaso por cada diez funcionarios <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Reforma<br />
Agraria. (Muy bien).<br />
Y en cuanto al programa que se llama social-agrario <strong>de</strong> las <strong>de</strong>rechas ¿qué<br />
diremos? Que está probablemente lleno <strong>de</strong> buenas intenciones como quizá empedrado<br />
el Infierno también, que es, sí, muy respetuoso y muy atento glosador <strong>de</strong> la Teología y<br />
<strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s que en ella se contienen, pero que ni lleva a los últimos términos, ni<br />
acepta con sinceridad la rotundi<strong>de</strong>z y el imperio <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s dichas sobre este<br />
asunto. (Aplausos). ¿Qué dirían los que aparentan ser reformadores en este aspecto, si<br />
recordasen y quisieran llevar a la práctica crudamente aquella especie <strong>de</strong> precepto <strong>de</strong><br />
uno <strong>de</strong> los filósofos más insignes <strong>de</strong> todos los siglos, la cabeza mejor organizada que<br />
ha producido España, según Menén<strong>de</strong>z Pelayo, <strong>de</strong> Luis Vives, que no será sospechoso<br />
para el credo ni para la fe, ni para la filosofía cristiana, y que preconizaba la renovación<br />
<strong>de</strong> la primitiva distribución <strong>de</strong> los bienes, que se ha ido adulterando por diversas cosas<br />
con el transcurso <strong>de</strong>l tiempo, <strong>de</strong> la misma manera ---fijaos si esto es revolucionario--que<br />
se renuevan las calzadas y los muros y las costumbres en las ciuda<strong>de</strong>s? Esto<br />
tiene una sustancia revolucionaria, tradicional y verda<strong>de</strong>ra en España, que nosotros<br />
hacemos nuestra. (Aplausos).<br />
POTENCIA DE ESPAÑA<br />
Y para acabar, pues ya es <strong>de</strong>masiado y no tengo <strong>de</strong>recho a emplear tanto vuestra<br />
atención, sobre todo estando impacientes por oir al Jefe nacional, resumiremos dos<br />
postulados o dos condiciones que aclaran nuestro <strong>de</strong>recho y avaloran nuestra<br />
posibilidad <strong>de</strong> hacer cuanto <strong>de</strong>cimos en este or<strong>de</strong>n y son: primero, que para redimir al<br />
campo es necesario tener un estado fuerte entre las naciones.<br />
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