Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional
Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional
Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ONÉSIMO REDONDO - CAUDILLO DE CASTILLA<br />
¿Qué harán ante esto los españoles? ¿Esperar cobar<strong>de</strong>mente a que <strong>de</strong>saparezca<br />
España? ¿Confiar en la intervención extranjera? ¡Nada <strong>de</strong> eso'. Para evitar esta última<br />
disolución en la vergüenza tiene montadas todas sus guardias, firme como nunca,<br />
FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J. O. N-S.<br />
MIENTRAS tantas hinchadas apariencias se hundieron al primer golpe <strong>de</strong><br />
adversidad, la Falange, sin dinero y perseguida, es la única que mantiene en la calle su<br />
alegre fe en un resurgimiento <strong>de</strong> España y su duro frente contra asesinatos y tropelías.<br />
Más que a nadie vayan estas palabras a vosotros, camaradas <strong>de</strong> todos los rincones <strong>de</strong><br />
España, cercados por el silencio <strong>de</strong> la Prensa intervenida, acometidos por la ferocidad<br />
<strong>de</strong> los bárbaros vencedores, vejados por la injusticia <strong>de</strong> grotescos gobernadores y<br />
alcal<strong>de</strong>s. ¡No <strong>de</strong>smayéis?; sabed que en sus focos antiguos la Falange se mantiene<br />
firme a la intemperie---¿qué más da que nos clausuren los centros?---y que en estas<br />
horas <strong>de</strong> abatimiento colectivo ella rehabilita, con su coraje combatiente, el <strong>de</strong>coro<br />
nacional <strong>de</strong> los españoles.<br />
En la propaganda electoral se dijo que la Falange no aceptaría, aunque pareciera<br />
sancionarlo el sufragio, el triunfo <strong>de</strong> lo que representa la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> España. Ahora<br />
que eso ha triunfado, ahora que está el po<strong>de</strong>r en las manos ineptas <strong>de</strong> unos cuantos<br />
enfermos capaces, por rencor, <strong>de</strong> entregar la Patria entera a la disolución y a las<br />
llamas, la Falange cumple su promesa y os convoca a todos--estudiantes,<br />
intelectuales, obreros, militares españoles---para una empresa peligrosa y gozosa <strong>de</strong><br />
reconquista.<br />
¡ARRIBA ESPAÑA!<br />
Por FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J. O. N-S., El Jefe <strong>Nacional</strong>,<br />
JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA En los sótanos <strong>de</strong> la Dirección general <strong>de</strong><br />
Seguridad, a 14 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1936.<br />
---<br />
Todo el que quiera adherirse a Falange Española mientras persista la clausura <strong>de</strong><br />
centros, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong> palabra o por escrito a cualquier afiliado. El afiliado que<br />
reciba una adhesión la comunicará sin per<strong>de</strong>r momento a su jefe inmediato".<br />
En Valladolid, se <strong>de</strong>tuvo también a <strong>Onésimo</strong> <strong>Redondo</strong>, Carrascal y Román; pero tras <strong>de</strong> una<br />
comprobación <strong>de</strong> los libros y una extensa <strong>de</strong>claración fueron puestos en libertad. Sin embargo, el haber<br />
estallado un petardo en la Comisaría el día <strong>de</strong> San José fué el motivo buscado para <strong>de</strong>tener ya<br />
<strong>de</strong>finitivamente a <strong>Onésimo</strong> <strong>Redondo</strong> y con él a los camaradas Carrascal y Greciet. Cuando les llevaban <strong>de</strong>l<br />
Gobierno a la Cárcel en un coche, los guardias <strong>de</strong> Asalto que les custodiaban les propusieron la huída para<br />
ganar la frontera. Por fin ese día los dirigentes marxistas creyeron <strong>de</strong>scansar al ver metido en la cárcel a<br />
<strong>Onésimo</strong> <strong>Redondo</strong>, cuya figura cada vez más perfilada, más <strong>de</strong>cididamente revolucionaria, les molestaba<br />
<strong>de</strong>masiado. Pero no pudieron ellos nunca sospechar que el espíritu <strong>de</strong>l gran jefe castellano estaba bien<br />
infiltrado en todos los miembros <strong>de</strong> la Falange <strong>de</strong> Valladolid y que ésta había <strong>de</strong> tenerles en línea <strong>de</strong><br />
combate, en jaque permanente, hasta el día <strong>de</strong> su aplastamiento total.<br />
Los inci<strong>de</strong>ntes universitarios se centuplicaron en número y en intensidad. El 26 <strong>de</strong> marzo tuvieron tal<br />
volumen que las autorida<strong>de</strong>s marxistas efectuaron la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> cuarenta y un camaradas.<br />
Los presos, confortados con la presencia <strong>de</strong> <strong>Onésimo</strong> <strong>Redondo</strong> mantenían en la cárcel una posición <strong>de</strong><br />
dignidad altiva. El 29 <strong>de</strong> marzo promovieron inci<strong>de</strong>ntes graves <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cárcel ¡para protestar ante el<br />
hecho <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r oír misa los días festivos.<br />
Mientras los <strong>de</strong>más grupos políticos se recluían pru<strong>de</strong>ntemente en casa, Falange buscaba con ansia la<br />
calle. Para ello cualquier motivo era bueno: El 6 <strong>de</strong> abril algunos cientos <strong>de</strong> camaradas organizaron una<br />
manifestación tumultuosa en la Acera, produciéndose serios inci<strong>de</strong>ntes y algunas <strong>de</strong>tenciones.<br />
Figura relevante y popular era Rosario Pereda. Jefe <strong>de</strong> nuestra Sección femenina, magnífica oradora,<br />
llena <strong>de</strong> empuje, guiada siempre por un profundo afán <strong>de</strong> justicia social, molestaba también a los marxistas<br />
que en varias ocasiones la habían amenazado <strong>de</strong> muerte. Por esta razón iba siempre convenientemente<br />
protegida. El 16 <strong>de</strong> abril la escolta <strong>de</strong> Rosario Pereda tuvo que hacer frente a una manifestación que<br />
apedreó la escuela <strong>de</strong> la cual ella era maestra. Bastó este acto <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa para que inmediatamente fuesen<br />
<strong>de</strong>tenidos los camaradas que formaban dicha escolta y para que al día siguiente fuese <strong>de</strong>tenida la misma<br />
Rosario.<br />
- 67 -