Onésimo Redondo Caudillo de Castilla - Zona Nacional
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ONÉSIMO REDONDO - CAUDILLO DE CASTILLA<br />
<strong>de</strong>l teatro. Sin embargo, la policía impidió este propósito y obligó a caminar en grupos pequeños por<br />
diversas calles.<br />
Se produjeron entonces muchos inci<strong>de</strong>ntes. Uno en la subida <strong>de</strong> la calle <strong>de</strong> la Libertad, don<strong>de</strong> fué<br />
agredido a navaja un camarada <strong>de</strong> Valladolid. Sus compañeros se arrojaron con porras sobre el agresor,<br />
<strong>de</strong>rribándole al suelo y propinándole una terrible paliza. En ese momento un guardia <strong>de</strong> Asalto hizo varios<br />
disparos al aire y dispers6 al grupo.<br />
Entre las calles <strong>de</strong> Teresa Gil y Regalado, hubo también refriega, repartiéndose numerosos palos y<br />
sonando disparos en abundancia. Los guardias <strong>de</strong>spejaron enérgicamente. También hubo disparos en la<br />
Plaza Mayor sin que, afortunadamente, causasen víctimas. En la Plaza <strong>de</strong> los Arces un grupo <strong>de</strong> marxistas,<br />
con una barra <strong>de</strong> hierro, mataron al estudiante <strong>de</strong> Medicina, Angel Abeila.<br />
En la calle <strong>de</strong> Teresa Gil, Ruíz <strong>de</strong> Alda, el aviador Ansaldo, el Jefe <strong>de</strong>l SEU, Valdés, y otros jefes<br />
locales, que obe<strong>de</strong>ciendo a la policía iban disgregados en grupos <strong>de</strong> diez, dieron frente valentísimamente a<br />
un grupo <strong>de</strong> cincuenta socialistas. En plena refriega, cuando rodaban por el suelo, agarrados unos a otros, y<br />
a puñetazo limpio, llegaron los <strong>de</strong> Asalto, que a golpe <strong>de</strong> porra disolvieron a los contendientes.<br />
Al frente <strong>de</strong> un pequeño grupo, en el que iban Arredondo y Peláez, <strong>de</strong> Madrid, Bedoya, Narciso y otros,<br />
Primo <strong>de</strong> Rivera, pistola en mano, resistió impertérrito los gritos exasperados <strong>de</strong> la chusma en Fuente<br />
Dorada, y dando <strong>de</strong>spués la cara nuevamente a los marxistas que les hicieron objeto <strong>de</strong> una pedrea en la<br />
calle <strong>de</strong> Regalado.<br />
En Cánovas <strong>de</strong>l Castillo, Girón, José María Gutiérrez, Palma y otros actuaron enérgicamente; <strong>Onésimo</strong><br />
<strong>Redondo</strong>, Sánchez Mazas y Anselmo, recorrieron los sitios <strong>de</strong> peligro varias veces.<br />
Todos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los jefes hasta el último <strong>de</strong> los afiliados dieron prueba <strong>de</strong> serenidad, <strong>de</strong> valor y <strong>de</strong><br />
entereza. Todos buscaron el peligro y emplearon con alegría la violencia.<br />
Como un anuncio entre tiros, sangre y muerte dió su primer paso en la vida pública FALANGE<br />
ESPAÑOLA DE LAS JON-S. <strong>Onésimo</strong> <strong>Redondo</strong> aquel día, por la noche, comentaba alegre el resultado <strong>de</strong> la<br />
jornada. Parecía ver, allá a lo lejos, que otro día, <strong>de</strong> nuevo, él con sus camaradas jóvenes habría <strong>de</strong><br />
empuñar las armas contra los marxistas bajo la misma ban<strong>de</strong>ra roja y negra que había presidido la <strong>de</strong>cidida<br />
actuación <strong>de</strong> la juventud nacional aquella mañana inolvidable <strong>de</strong>l 4 <strong>de</strong> marzo.<br />
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