Nicolás Cruz Catalina Balmaceda - Historia Antigua
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DIPLOMACIA y NAVEGACIÓN<br />
bélicos en el momento en que se desarrollara la fiesta, razón por<br />
la cual esto puede ser considerado como un tipo de convenio<br />
anticipado de suspensión de actividades.<br />
La costumbre de interrumpir los conflictos armados, para dar<br />
ocasión a que las ciudades griegas comprometidas pudiesen celebrar<br />
sin inconvenientes las fiestas y conmemoraciones religiosas<br />
más relevantes por su prestigio interhelénico o regional, parece<br />
ser que se remonta a las etapas inmediatamente posteriores a<br />
las primeras migraciones, cuando ya todas las ramas del pueblo<br />
griego se habían asentado y los centros de difusión de los cultos<br />
habían sido al menos inicialmente establecidos. Hoy sabemos<br />
que los indoeuropeos ya traían el principio religioso del culto<br />
que conmemoraba a la mitad amistosa, bondadosa y pacífica del<br />
primer nivel de sus dioses soberanos, que se oponía a la mitad<br />
violenta, belicosa y temible. Y a ese principio manifestaban su<br />
adhesión mediante una celebración encaminada a destacar una<br />
actuación equilibrada que facilitaba una convivencia sin sobresaltos26.Del<br />
Este es probable que se derive la tregua sagrada, sin<br />
embargo resulta también probable que esta conmemoración en<br />
sus comienzos haya tenido un carácter restringido, careciendo de<br />
una protección político-diplomática, como la que tuvieron los<br />
cuatro grandes santuarios helénicos, en especial el de Olimpia. Si<br />
le damos crédito al disco de Ifito, en el que sin duda se hablaba<br />
de los juegos, los eleos y los espartanos se comprometieron a una<br />
tregua sagrada, compromiso que por parte de Esparta suscribió<br />
el legislador Licurgo. La fiesta de Olimpia y su tregua tuvo en el<br />
comienzo una extensión local dentro del Peloponeso, sin embargo<br />
los juegos quedaron abiertos a todas aquellas ciudades que<br />
desearan participar en ellos, con tal de que se sometieran a las<br />
prescripciones señaladas. De ese modo poco a poco los juegos, a<br />
medida que las polis griegas se adhirieron al acuerdo primitivo,<br />
26 Dumezil, G., Les dieux des /lIdo-européells, París, 1952, trad. esp. Barcelona,<br />
1971, p. 11 Yss.<br />
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