¿DERECHO VS. OBLIGACIÓN? - Arba | Agencia de Recaudación ...

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EN BLANCO
Nuestra gente
POR ANABEL COCCA
Néstor Darío Insaurralde tiene 49
años y actualmente se desempeña como
Gerente Departamental de la delegación
de Rentas en San Fernando. «Recuerdo
que ingresé el 3 de julio de 1978 en Catastro,
en la Zona 8, luego el 12 de octubre
de 1983 pasé a Valuaciones Rurales.
Allí estuve hasta que me ofrecieron hacia
fines de octubre del 2003 el cargo de
Jefe de Departamento en la Delegación
Vicente López, Subdelegación Capital Federal»,
cuenta sobre sus distintos roles
en Ingresos Públicos.
Néstor tiene 49 años, vive en City Bell,
está casado y tiene tres hijas adolescentes.
Es una apasionado de los deportes y fanático
de Boca Juniors. Menciona como sus
preferidos a las artes marciales, el atletismo,
la natación y el ciclismo. «Me destaqué
en Taekwon-do, fui Subcampeón Argentino
y en atletismo alcancé una marca de
Néstor Insaurralde en su despacho,
en Rentas de San Fernando.
POR MARTÍN BOZO
Hace quince años que Leonardo Carbone
es empleado de Rentas. Comenzó a
trabajar en la oficina de Expedición y actualmente
está en el Departamento de
Recaudación, Sellos y Tasas, perteneciente
a la Subdirección de Impuestos Autodeclarados.
Nacido en la localidad bonaerense de
Benito Juárez, se mudó a La Plata en 1990,
ciudad en la que formó su familia, compuesta
por su esposa Laura y sus dos
hijas Martina y Clara.
Durante los años que vivió en su ciudad
natal, Leo siempre jugó al fútbol en la
liga local, aunque el deporte que más lo
entusiasmaba era la Pelota Paleta, el cual
practicaba paralelamente desde los 13 años
y representando al Club Alumni de su ciudad
participó de diferentes torneos loca-
El «Correcaminos»
tiempo que me significó el 6º puesto en
el ranking argentino en Maratón
(42,195 Km.)» dice orgulloso.
En su despacho, Néstor exhibe algunos
de los trofeos que obtuvo en distintos
torneos donde se enorgullece de haber
obtenido varios primeros puestos.
Cuenta que el entrenamiento para
ser competitivo es muy sacrificado, ya
que el deporte amateur no tiene subvención
del gobierno. «Son pocas las veces
en que se consigue un patrocinador que
ayuda con los gastos, ya sea con zapatillas,
ropa o vitaminas. En mi caso fueron
AERI y AMEMOP los que me dieron una
mano. Imaginate que para entrenar se necesita
un par de zapatillas cada dos meses,
y para competir dos pares al año, para mí es
un gasto enorme», ilustra.
Entrenar para una maratón implica
que el atleta debe recorrer una distancia
diaria de entre 25 y 35 kilómetros. «En
mi mejor año realicé 8.700 kilómetros
anuales de entrenamiento y aunque
parezca mucho, es poco con relación
a lo que hacen quienes viven
de esto. Por ejemplo, un deportista
keniano realiza 14.000 kilómetros en
el año. Yo para cumplir con el entrenamiento
iba y venía corriendo a la
oficina. Usaba el tiempo libre para
entrenar, ya sea antes de ir al trabajo
o después a la noche. Para el que ama
este deporte no existe ni frío, ni lluvia
para entrenar», explica .
En la actualidad Néstor no entrena
como lo hacía antes, pero trata de correr
algunos kilómetros por semana alternando
con idas al gimnasio donde realiza
complementos con pesas. También practica
algo de natación ya que es guardavidas
y para las fiestas de conmemoración
del «Día del guardavidas» participa en
competencias de rescate que se desarrollan
en el Río de La Plata. Sin embargo, a
pesar de todas las actividades emprendidas,
Néstor lamenta no poder establecer
una rutina definida que le abra las puertas
de la competición nuevamente.
«Siempre me gustó competir. Participé
en triatlones y duatlones -natación y
atletismo o ciclismo y atletismo-. Lo único
que me quedó pendiente fue correr la
«Maratón de Nueva York» y alguna «Ultra
maratón», que son 100 kilómetros,
pero, quién sabe, nunca hay que perder
la esperanza», reflexiona.
Un pelotari de pura cepa
les y regionales. Si bien no entiende qué
despertó tanta pasión, ya que nadie en su
familia lo jugaba, no descarta la posibilidad
de contar con antecedentes vascos,
máximos referentes en esta disciplina que
se transmite entre generaciones.
En La Plata la práctica de Pelota Paleta
pasó a quedar cada vez más relegada
en su vida. Pero a los 28 años, cuando
creía que su deporte predilecto era
parte del pasado, a través de un amigo
al que le comentó su fanatismo por dicha
actividad, comenzó a practicarlo
nuevamente en el Club Gutenberg. No
sólo representó a esta institución como
jugador durante varios años, sino que
también llegó a pertenecer a la Comisión
Directiva y a ser presidente de la
Comisión de Pelota Paleta.
Néstor en plena competencia.
Participó de innumerables
torneos locales y zonales en segunda
categoría en La Plata, alzándose
en varias oportunidades con los
primeros puestos. El 2004 fue un año
memorable, ya que salió campeón del
Torneo Platense y por ese logro lo invitaron
para festejar el día del Pelotari en el
Club River Plate y jugar el partido preliminar
de la primera contra los campeones
de la liga de Vicente López. Para él,
este fue uno de los mayores reconocimientos
en su carrera como deportista.
Más allá del cariño que siente por
Gutenberg, el club que lo reencontró con
su pasión deportiva, decidió asociarse al
Centro Vasco para continuar con su actividad.
En esta institución, se va a formar
una comisión de Pelota Paleta y se cons-