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Diario de una Bandera-Comandante Franco - Zona Nacional

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DIARIO DE UNA BANDERA. CTE. FRANCO. ED. 1922 20 Parte:El territorio <strong>de</strong> Melilla<br />

<strong>de</strong>l cortado.<br />

Una escala <strong>de</strong> cuerda se ofrece para el <strong>de</strong>sembarco, y con dificultad suben por ella muchos <strong>de</strong> los<br />

soldados, mientras otros ascien<strong>de</strong>n metidos en el serón <strong>de</strong> subir la carga. Los legionarios pasan <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

este día a ocupar el sector peligroso.<br />

Los puestos <strong>de</strong> servicio son seis, en <strong>una</strong>s pequeñas cuevas a la orilla <strong>de</strong>l mar, y a cuarenta metros,<br />

en la costa, se encuentran los tiradores enemigos.<br />

La situación <strong>de</strong>l Peñón no es mala; no obstante los bombar<strong>de</strong>os <strong>de</strong> la artillería enemiga, los<br />

legionarios se encuentran encantados, y con sus fusiles y ametralladoras han organizado un<br />

contrapaqueo que no <strong>de</strong>ja parar a los indígenas a la vista <strong>de</strong> la posición.<br />

Los trabajos <strong>de</strong> fortificación se activan, y alg<strong>una</strong>s noches bajan los legionarios por <strong>una</strong> cuerda <strong>de</strong><br />

nudos al pie <strong>de</strong>l cortado, y por medio <strong>de</strong> otra cuerda han subido más <strong>de</strong> mil tablones en la playa<br />

abandonados y refuerzan con ellos las obras <strong>de</strong> sacos.<br />

Durante las noches se cruzan mil insultos con los cabileños, que han aprendido los nombres <strong>de</strong><br />

las clases y oficiales, hasta el extremo <strong>de</strong> que la misma noche que los legionarios llegaban<br />

preguntaban los moros, )si llegar los <strong>de</strong>l Tersio?<br />

A los pocos días <strong>de</strong> llegar los legionarios, se siente <strong>de</strong>caimiento en el campo moro. Entre los que<br />

a diario vocean a la Plaza se encuentra Hamido, el hijo <strong>de</strong>l dueño <strong>de</strong> un comercio <strong>de</strong>l peñón, el<br />

marrajo moro que también habitaba con los españoles y que alg<strong>una</strong>s noches corea y aun canta la jota<br />

<strong>de</strong> Navarra, aprendida en sus muchos años <strong>de</strong> convivencia con los cristianos.<br />

Estos moros abandonaron, en víspera <strong>de</strong>l ataque, el Peñón y se pasaron al enemigo creyendo en<br />

las promesas <strong>de</strong> Abd-el-Krim y en la toma <strong>de</strong> la Plaza por los indígenas, y hoy están ya arrepentidos;<br />

perdieron las mercancías <strong>de</strong> sus tiendas; y sus fardos <strong>de</strong> té, tabaco y azúcar, abandonados en el muelle,<br />

son <strong>de</strong> noche recogidos por los legionarios.<br />

La situación <strong>de</strong>l Peñón es buena; sólo <strong>de</strong> cuando en cuando los moros cañonean o disparan sus<br />

fusiles, pero esto no priva a los soldados <strong>de</strong> bañarse y <strong>de</strong>dicarse a la pesca durante el día para ir<br />

matando el enorme aburrimiento <strong>de</strong>l Peñón en calma.<br />

Las malas condiciones en que se hace el convoy, la falta <strong>de</strong> <strong>de</strong>sembarco y el tener que efectuar <strong>de</strong><br />

noche la maniobra <strong>de</strong> <strong>de</strong>scarga, hace que los convoyes se lleven <strong>de</strong> tar<strong>de</strong> en tar<strong>de</strong> y que la guarnición<br />

pase alg<strong>una</strong>s privaciones. La carne no existe y los ranchos tienen que reducirse al condimento <strong>de</strong><br />

alubias, garbanzos, arroz con tocino y, en alg<strong>una</strong>s épocas, un poco <strong>de</strong> chorizo. Los legionarios han<br />

encontrado compensación y durante el día se <strong>de</strong>dican a cazar gatos, que adobados y puestos al sereno<br />

se les convierten en riquísimos conejos, y así han ido dando cuenta <strong>de</strong> los cincuenta o sesenta gatos<br />

que habitaban en el Peñón; sólo uno era respetado, el <strong>de</strong>l <strong>Comandante</strong> militar, pero un día que el<br />

convoy tardaba, cuentan los legionarios que el gato se suicidó; nadie lo había matado.<br />

La situación en el Peñón sigue siendo tranquila y la guarnición <strong>de</strong> legionarios reducida a treinta<br />

hombres.<br />

Días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> salir los legionarios para el Peñón, se recibió <strong>de</strong> S. M. el Rey (q. D. g.) el siguiente<br />

telegrama: Αel Rey al Teniente Coronel Millán Astray, Jefe Tercio. -Felicito al Tercio por la hermosa<br />

<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l blocao Miskrela y por el espíritu que <strong>de</strong>muestra al ser todos voluntarios para ir al Peñón<br />

<strong>de</strong> las Ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> Melilla, y tú como creador <strong>de</strong> esa fuerza recibe las gracias <strong>de</strong> tu Rey y un fuerte<br />

abrazo.-Alfonso, Rey≅.<br />

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