Drogas ilícitas, vida recreativa y gestión de riesgos. - Ai Laket!
Drogas ilícitas, vida recreativa y gestión de riesgos. - Ai Laket!
Drogas ilícitas, vida recreativa y gestión de riesgos. - Ai Laket!
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
2.1. La persecución legal.<br />
La persecución contra las drogas <strong>ilícitas</strong> tiene en el <strong>de</strong>recho<br />
sancionador, penal y administrativo, sus dos pilares fundamentales. La<br />
consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la producción y venta <strong>de</strong> drogas como <strong>de</strong>lito contra la salud<br />
pública conlleva una intensa acti<strong>vida</strong>d policial en torno al comercio <strong>de</strong> estas<br />
sustancias. Ello queda claramente reflejado en las 98.000 <strong>de</strong>tenciones que por<br />
ese motivo se practicaron en España en el año 2000. Muchas <strong>de</strong> estas<br />
<strong>de</strong>tenciones fueron <strong>de</strong> simples consumidores, a los que la ambigüedad y<br />
amplitud <strong>de</strong> algunas conductas castigadas por el Código Penal coloca en un<br />
permanente estado <strong>de</strong> inseguridad jurídica.<br />
Pero, aunque es indudable que la legislación penal afecta también a los<br />
simples usuarios, es la legislación administrativa, en concreto la Ley Orgánica<br />
1/92, sobre Protección <strong>de</strong> la Seguridad Ciudadana, la que se dirige<br />
específicamente contra ellos. En el conjunto <strong>de</strong>l estado español (Usó, 2000),<br />
entre 1992 y 1997, 241.141 personas fueron sancionadas con multas <strong>de</strong> entre<br />
50.001 y un millón <strong>de</strong> pesetas por tenencia o consumo, en aplicación <strong>de</strong> la<br />
citada ley. Se calcula que estas sanciones suponen para el estado unos<br />
ingresos <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 18 millones <strong>de</strong> €, que salen directamente <strong>de</strong> los<br />
bolsillos <strong>de</strong> las personas usuarias sancionadas, con el consiguiente quebranto<br />
económico.<br />
Como estas sanciones pue<strong>de</strong>n ser suspendidas sometiéndose a<br />
tratamiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>shabituación, una gran parte <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> asistencia<br />
por supuesta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> drogas <strong>ilícitas</strong>, especialmente <strong>de</strong> cannabis, están<br />
provocadas artificialmente por la existencia <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> sanciones (Martín,<br />
1999). Aunque apenas se ha estudiado en <strong>de</strong>talle esta cuestión, en los pocos<br />
casos en que se ha averiguado <strong>de</strong> manera sistemática el motivo <strong>de</strong> la petición<br />
<strong>de</strong> tratamiento, como en la ciudad catalana <strong>de</strong> Reus (Sardá, 2001), se ha<br />
podido comprobar que, en el caso <strong>de</strong>l cannabis, la mitad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas se<br />
producen por imperativo legal, con el fin <strong>de</strong> eludir la multa.