Diversas notas en torno a la época - Universidad Nacional Jorge ...
Diversas notas en torno a la época - Universidad Nacional Jorge ...
Diversas notas en torno a la época - Universidad Nacional Jorge ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
mant<strong>en</strong>er un tipo de cambio adecuado para <strong>la</strong>s importaciones es<strong>en</strong>ciales. Les<br />
disgustaba también, <strong>la</strong> severa austeridad del hombre impermeable a los ha<strong>la</strong>gos<br />
con que habitualm<strong>en</strong>te ellos rodeaban al gobernante. Entonces prefirieron<br />
financiar el golpe militar <strong>en</strong>cabezado por el G<strong>en</strong>eral Manuel A. Odría <strong>en</strong> Arequipa<br />
y el G<strong>en</strong>eral Z<strong>en</strong>ón Noriega <strong>en</strong> Lima. Se sabe el nombre de <strong>la</strong> persona que<br />
<strong>en</strong>tregó el dinero a Noriega. Fue una actitud ciega y deplorable. No se dieron<br />
cu<strong>en</strong>ta de que otorgando, una vez más, el papel decisivo a <strong>la</strong> Fuerza Armada <strong>en</strong> <strong>la</strong><br />
política, ahondaban <strong>en</strong> el<strong>la</strong> definitivam<strong>en</strong>te el conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to de su<br />
omnipot<strong>en</strong>cia para ir a acciones fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> ese terr<strong>en</strong>o. Con un ejército<br />
como el peruano, <strong>en</strong> cuyos mandos no estaban hombres de familias promin<strong>en</strong>tes,<br />
tarde o temprano esa fuerza t<strong>en</strong>ía que ponerse al servicio de intereses<br />
institucionales y luego <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a <strong>la</strong> plutocracia.<br />
Muchos c<strong>en</strong>suran <strong>en</strong> el doctor Bustamante y Rivero su actuación como Jefe<br />
del Estado. Habría que responderles, <strong>en</strong> primer lugar, que don José Luís no fue a<br />
<strong>la</strong> Presid<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> República impulsado por <strong>la</strong> ambición. Lo l<strong>la</strong>mó inicialm<strong>en</strong>te<br />
Manuel Prado; y luego el Fr<strong>en</strong>te Democrático <strong>Nacional</strong> a través de un acuerdo<br />
<strong>en</strong>tre B<strong>en</strong>avides y Haya de <strong>la</strong> Torre.<br />
Reiteradas negativas vinieron a ser infructuosas al <strong>la</strong>do de una insist<strong>en</strong>cia<br />
t<strong>en</strong>az que vino de muchos <strong>la</strong>dos. Bustamante creyó cumplir un deber al sacrificar<br />
su vida privada y ofreció así un ejemplo de dignidad cívica cuando aceptó al fin y<br />
definió <strong>en</strong> el Memorándum de La Paz sus objetivos como gobernante, así como<br />
<strong>en</strong> 1930 había trazado el esquema de lo que debe ser una democracia liberal <strong>en</strong><br />
el manifiesto que suscribió Sánchez Cerro. .<br />
Ya <strong>en</strong> <strong>la</strong> campaña electoral y <strong>en</strong> los primeros tiempos que ocupó el Pa<strong>la</strong>cio<br />
de Gobierno, se negó a ser un instrum<strong>en</strong>to del aprismo que tan vigorosam<strong>en</strong>te<br />
resucitaba después de una <strong>la</strong>rga perman<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>la</strong>s catacumbas. Tampoco<br />
quiso caer bajo el dominio de los políticos profesionales, ni de hombres que eran<br />
guiados por sus intereses privados antes que por consideraciones de tipo nacional.<br />
Disgustó y cansó a muchos al ap<strong>la</strong>zar <strong>la</strong> acción represiva contra sus aliados<br />
electorales, demasiado pronto convertidos <strong>en</strong> feroces adversarios; y, sin<br />
embargo, supo llegar a el<strong>la</strong> y emplear<strong>la</strong> hasta sus últimas consecu<strong>en</strong>cias fr<strong>en</strong>te<br />
al motín del 3 de octubre. Erró seguram<strong>en</strong>te, es decir le faltó astucia o s<strong>en</strong>tido<br />
de <strong>la</strong> impura realidad criol<strong>la</strong>, cuando no sancionó, oportuna y duram<strong>en</strong>te, a<br />
qui<strong>en</strong>es, sin cuidarse mucho, prepararon su caída. Si ati<strong>en</strong>de a los pedidos<br />
de su Ministro Julio César Villegas, a estos conspiradores se les hubiera<br />
eliminado. No ha habido, seguram<strong>en</strong>te, un Presid<strong>en</strong>te del Perú tan aj<strong>en</strong>o a <strong>la</strong>s<br />
voluptuosidades del poder.<br />
Después de haber sido exi<strong>la</strong>do, injuriado, calumniado y pospuesto, <strong>la</strong> vida le<br />
otorgó a Bustamante comp<strong>en</strong>saciones que no siempre acompañan al mérito<br />
auténtico. Miembro de <strong>la</strong> Corte Internacional de La Haya y Presid<strong>en</strong>te de tan alto<br />
organismo, le ha sido dable, ya <strong>en</strong> el retiro, vivir de nuevo <strong>en</strong> el Perú rodeado<br />
de <strong>la</strong> simpatía y <strong>la</strong> defer<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> opinión pública. ¡Qué distintos vi<strong>en</strong><strong>en</strong> a ser,<br />
<strong>en</strong> esta fase de sus vidas, Bustamante y Odría, su ex Ministro convertido <strong>en</strong> el<br />
autor de su inexcusable derrocami<strong>en</strong>to!<br />
XI La Fuerza Armada y <strong>la</strong> política. Los cambios <strong>en</strong> <strong>la</strong><br />
situación nacional e internacional. El comi<strong>en</strong>zo del proceso<br />
"ruplurista de 1968.<br />
Hacia 1950 nada <strong>en</strong> el Perú hacía prever los cambios radicales que hemos<br />
vivido luego y, sin duda, seguiremos vivi<strong>en</strong>do, f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, por cierto, sin<br />
preced<strong>en</strong>tes ni parangón <strong>en</strong> nuestra historia.