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¿Quién es este profeta?<br />
tendrá que tener los libros y folletos de antes. “Para que posean<br />
lo que quede de Edom …”(versículo 12, rva). Eso debe incluir<br />
El Misterio de los Siglos y los otros libros y folletos del Sr.<br />
Armstrong. Eso es lo que creo; y la fe dictamina firmemente<br />
que siga creyéndolo hasta que Dios diga otra cosa. [Todo ésto<br />
fue dicho en el año 2001; los libros y folletos del Sr. Armstrong<br />
aquí mencionados, ya son de la idf desde el 2003].<br />
H a m B ru n a d e l a pa l a B r a<br />
“En aquel día, dice el Eterno de los Ejércitos, cederá la estaca<br />
que estaba clavada en lugar firme; se romperá y caerá. La carga<br />
que se colgó de ella será destruida, porque el Eterno ha <strong>habla</strong>do”<br />
(Isaías 22:25, rva). Yo creo que esto <strong>habla</strong> del hambre de la<br />
palabra (Amós 8:11) cuando la Obra Continua de Dios es transportada<br />
a un lugar de seguridad. Si hay algo mas que eso, pues<br />
Dios aún no me lo ha revelado.<br />
Cuando veo la decisión de la Corte me doy una idea de lo que<br />
va a ser la hambruna de la palabra. Algunos nos llaman por teléfono,<br />
disgustados genuinamente porque no pueden recibir los<br />
libros del Sr. Armstrong. Dicen:“¡Ó sea que, ¿no puedo si quiera<br />
recibir una copia para leerla?” Están ya viviendo una hambruna<br />
de la palabra hasta un cierto grado.<br />
Yo creo firmemente que en el futuro enfrentaremos batallas<br />
a una más intensa con este Sebna del tiempo final. Amós 7:10-11<br />
<strong>habla</strong> de un sacerdote de Dios que va a un líder de la nación<br />
intentando inhabilitar la obra de Dios. En los versículos 12 y 13<br />
él <strong>habla</strong> directamente al profeta de Dios, ese profeta, diciéndole<br />
que no profetice. Nosotros sí tenemos una obra de profecía y no<br />
la estamos tratando de esconder. Hablamos de una bestia en<br />
auge y les advertimos a las naciones de Israel, que están pronto<br />
perdiendo su poder. Nos estamos convirtiendo en un blanco de<br />
intensa persecución.<br />
Yo estaba equivocado en cuanto a dos personalidades y la Era<br />
a la cual se refería Isaías 22. Más nuevamente pregunto: ¿Por qué<br />
me daría Dios este entendimiento en el mismísimo día que fuimos<br />
negados en la Suprema Corte?<br />
Recordemos el ejemplo de Sadrac, Mesac y Abednego. Ellos<br />
estaban siendo lanzados al horno incandescente, el cual estaba