1 Levantate y habla

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¿Quién es este profeta?
l a C o s a n u e Va y m i Q u e a s
“Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra y cuanto hay en ti; y el
Eterno el Señor, el Señor desde su santo templo, sea testigo contra
vosotros” (Miqueas 1:2). El nuestro es un mensaje para el mundo
entero. A todas las personas se les ordena “oír” y “escuchar” la
advertencia. Dios está hablándoles a través de un hombre.
Note Miqueas 2:6: “No profeticéis, dicen a los que profetizan;
no les profeticen, porque no les alcanzará vergüenza”. Esto es
acerca del conflicto entre los laodicenos y los filadelfinos. Un
grupo dice al otro, No profeticen.
Pero hay otros de la propia Familia de Dios que luchan contra
este mensaje. “No profeticéis, dicen a los que profetizan; no
les profeticen, porque a ellos no les alcanzará vergÜenza”.
Esa traducción es un poco difícil de entender, pero significa que
los laodicenos no quieren que nosotros profeticemos que ellos
tendrán vergüenza. Ellos no se sentirían tan culpables por hacer
algo vergonzoso si no hubieran rechazado la profecía de Dios.
Pero ellos no quieren que hablemos acerca de eso, porque prefieren
actuar más bien como niños e imaginarse que estas profecías
nunca se cumplirán.
“¿Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu
del Eterno? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien
al que camina rectamente? El que ayer era mi pueblo, se ha
levantado como enemigo; de sobre el vestido quitasteis las capas
atrevidamente a los que pasaban, como adversarios de guerra”
(versículos 7-8). El pueblo de Dios recientemente se ha vuelto Su
enemigo, porque ellos han rasgado sus vestidos de bodas; que es
el lino fino, o la justicia de los santos (Apocalipsis 19:8). Sofonías
1:8 dice que ellos llevan “ropa extraña”.
Este es un matrimonio espiritual real. Esta es una “cosa
nueva”, y nosotros verdaderamente somos la novia comprometida
de Cristo. ¡Satanás está intentando despojarnos de nuestros
vestidos de bodas! “A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera
de las casas que eran su delicia; a sus niños Quitasteis mi perpetua
alabanza” (Miqueas 2:9). ¡La eterna alabanza está
en juego!
¡A causa de su rebelión, están destruyendo esta nueva cosa
que Dios creó! Asi que, ¿qué es lo que Dios quiere que sus meros