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122<br />
¿Quién es este profeta?<br />
Dios está a punto de llenar la Tierra con verdad y alegría.<br />
Mire los hermosos pies de él, que corre adelante para entregar<br />
este mensaje de una nueva civilización, gobernada por nuestro<br />
Creador.<br />
e l l í d e r e s C o G i d o d e d i o s<br />
Para concluir este extenso estudio sobre “ese profeta”, me gustaría<br />
que note esta cita del Sr. Armstrong. Está tomada de un<br />
Personal de Las Buenas Noticias, de Agosto de 1979: “Este pensamiento<br />
vino a mí mientras estaba desayunando esta mañana:<br />
En toda la historia del mundo Dios nunca ha comenzado una<br />
obra importante o una actividad especial a través de un humano<br />
escogido, y luego, después de que ese especial cumplimiento está<br />
bien avanzado, ha permitido que Su líder humano escogido sea<br />
destruido por Satanás—o que en alguna manera se vuelva falso-.<br />
“Sin embargo a aquellos que han ascendido alto dentro de esa<br />
obra o actividad especial para Dios les ha sido permitido volverse<br />
falsos, contra el líder escogido de Dios”.<br />
Luego el Sr. Armstrong dió los ejemplos de Moisés, Josué,<br />
Pablo, Pedro y, por supuesto, si mismo. “Esta Iglesia estaba dirigiéndose<br />
hacia una condición laodicena. A propósito, ambas eras<br />
de la Iglesia, la de Sardis y la de Laodicea, eran las iglesias de<br />
Dios, no las de Satanás.<br />
“Alguien propagó el falso rumor de que yo he dicho que<br />
estas otras eran o serán las iglesias de Satanás … La Iglesia laodicena<br />
estará caracterizada por la tibieza espiritual; la mitad de<br />
sus miembros (Mateo 25:1-13) serán excluídos del Reino de Dios”.<br />
¡Una mitad será excluida para siempre! ¡Personas que muchos<br />
de nosotros conocemos serán pronto excluídas para siempre del<br />
Reino de Dios al punto de un 50 por ciento! ¿Será importante<br />
que declaremos este mensaje?<br />
El Sr. Armstrong continúa, “Pero la mala noticia, como<br />
parece hoy día, mis queridos hermanos, es que nosotros, indudablemente<br />
los de la era de Filadelfia—a pesar del ridículo de<br />
mi hijo—estamos en serio peligro de convertirnos también<br />
en la era de Laodicea”. De hecho, lo eran. Esto fue en 1979. Él<br />
dijo: “Estoy personalmente muy preocupado acerca de eso. Si<br />
usted no está preocupado, entonces de verdad está en PELIGRO