Benny Hinn - LA SANGRE.pdf - Ondas del Reino
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<strong>LA</strong> <strong>SANGRE</strong><br />
Ninguna arma forjada contra ti prosperará,<br />
y condenarás toda lengua que se<br />
levante contra ti en juicio. Esta es la<br />
herencia de los siervos de Jehová[oo.]<br />
(Isaías 54.17).<br />
¿Qué lenguas se levantan contra nosotros? Las<br />
lenguas mentirosas de los enemigos de Dios. Pero<br />
nosotros podemos condenar esas voces mediante<br />
la sangre de Cristo y la autoridad de Su Palabra.<br />
Cuando alguien me dice que el diablo le ha<br />
estado hablando, le recuerdo las maravillosas palabras<br />
de Jesús: «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las<br />
conozco, y me siguen» Guan 10.27).<br />
No es a la voz de satanás que deberíamos escuchar,<br />
sino a la voz <strong>del</strong> Salvador. Por eso es que<br />
necesitamos aplicar la sangre a nuestros oídos.<br />
En segundo lugar, el sacerdote debía aplicar<br />
sangre sobre el leproso, «sobre el pulgar de su<br />
mano derecha» (Levítico 14.14).<br />
Nuestras manos representan el trabajo que hacemos.<br />
Es maravilloso saber que el Señor nos da<br />
dirección y protección para nuestro trabajo. David<br />
dijo:<br />
Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre<br />
nosotros<br />
y la obra de nuestras manos confirma<br />
sobre nosotros;<br />
Sí, la obra de nuestras manos confirma<br />
(Salmo 90.17).<br />
y Dios le dijo a Isaías:<br />
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Ungido de la cabeza a los pies<br />
[oo.] Afirmaré en verdad su obra, y haré<br />
con ellos pacto perpetuo (Isaías 61.8).<br />
Finalmente, el sacerdote aplicaba sangre sobre<br />
el leproso, «sobre el pulgar de su pie derecho»<br />
(Levítico 14.14).<br />
Nuestros pies simbolizan nuestro andar con el<br />
Señor. «Pero si andamos en luz, como él está en<br />
luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre<br />
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado»<br />
(1 Juan 1.7).<br />
Rociar y regar<br />
Después de que el sacerdote aplicaba la sangre<br />
a la oreja, la mano y el pie <strong>del</strong> leproso, Dios dijo:<br />
«Ahora es el tiempo para la unción».<br />
Esto es lo que ocurría. Las instrucciones son:<br />
«Asimismo el sacerdote tomará <strong>del</strong>log de aceite,<br />
y lo echará sobre la palma de su mano izquierda,<br />
y mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en<br />
su mano izquierda, y esparcirá <strong>del</strong> aceite con su<br />
dedo siete veces <strong>del</strong>ante de Jehová» (Levítico<br />
14.15-16).<br />
El aceite de la unción en todas las Escrituras<br />
representa la obra <strong>del</strong> Espíritu Santo al consagrar<br />
y dar poder para el servicio.<br />
Es esencial comprender que Dios unge lo que la<br />
sangre ha cubierto. La unción <strong>del</strong> Espíritu Santo<br />
sigue a la sangre. El aceite de la unción era rociado<br />
siete veces el número divino de algo completo<br />
para representar la recepción de una unción total.<br />
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