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la vocación de alguien. Un día, volvía caminando por<br />
la cuadra de <strong>nuestra</strong> casa (la zapatería estaba a unos<br />
cincuenta metros), y vi que él había quitado los zapatos<br />
de una de las vidrieras y había expuesto todos mis<br />
dibujos. Me había hecho mi primera exposición. Estaban<br />
todas las viejas del barrio mirando mis dibujitos<br />
y diciendo: “Mirá qué bien que dibuja Carlitos...”.<br />
Eso es un estímulo: tu viejo diciéndote, a su manera,<br />
“esto está bien”.<br />
-También elige trabajar con otro contenido: el<br />
texto.<br />
-Siempre sentí un gran placer por contar historias,<br />
porque uno tiene alma de mentiroso. Contás una historia<br />
para seducir a una chica, inventás, tenés necesidad<br />
de alterar de cierto modo la realidad a través<br />
de la ficción, tal vez por el deseo de que se modifique.<br />
Emilio Salgari vivió en un par de aldeas italianas;<br />
no salió nunca de ahí hasta que se suicidó. Escribió<br />
sobre la selva de Malasia, los tigres, el sol, las palmeras<br />
y Sandokán, lugares y cosas que nunca había conocido<br />
y que jamás conocería. Con toda esa lujuria<br />
verde, estaba compensando su vida miserable y fría<br />
en el norte de Italia. Compensó con su fantasía.<br />
-¿Qué aparece primero: la historia o el dibujo?<br />
-Puede ser cualquiera de los dos. Puede ser un recuerdo.<br />
Siempre hay algo que dispara la idea, y las voy<br />
anotando. Porque antes trataba de recordar, pero me<br />
di cuenta de que hay que anotar todo. Utilizo mucho a<br />
mi familia y el barrio, por ejemplo. Después, los paso a<br />
otra dimensión, pero en realidad todo sale de ahí. Por<br />
ejemplo, “Asesinatos y castigos” (“Meurtres et Châtiments”),<br />
uno de mis libros, fue publicado en Francia.<br />
Se trata de tres detectives que trabajan juntos, comparten<br />
la oficina, y uno de ellos se llama Pirker. Ahora será<br />
publicado en los Estados Unidos. El traductor al inglés,<br />
que además es un novelista de “policiales”, me decía<br />
que para el público de allá probablemente fuera mejor<br />
poner “Parker”. Tuve que explicarle que, cuando hice<br />
esta historia, usé “Pirker” por el jefe policial de la época<br />
de Alfonsín, un tipo que combatió la droga, desbarató<br />
un cargamento tremendo de cocaína (“Operación langostino”),<br />
y también se metió a investigar a los corruptos<br />
dentro de su fuerza. Un día murió de una rapidísima<br />
enfermedad que lo mató en dos minutos. Claro, todos<br />
suponemos que lo mataron, ¿no? Entonces, tuve que<br />
explicarle toda esta historia, que le pareció extraordinaria<br />
y que, de alguna manera, influyó en su traducción.<br />
Hice una novela gráfica que transcurre en<br />
California, pero las referencias que hacen funcionar el<br />
relato están sacadas de aquí. El editor norteamericano,<br />
cuando leyó el libro, pensó “esto sí que es realmente<br />
California, es Los Ángeles”, según me dijo recientemente.<br />
Mirá vos lo que creyó ver el tipo… Las fronteras<br />
de la realidad son engañosas, solo el núcleo es real.<br />
-En la dinámica texto-imagen, ¿cómo es la experiencia<br />
de trabajar con un texto propio y con<br />
uno ajeno?<br />
-Es muy diferente. Cada texto es distinto, y muchas<br />
veces te toca trabajar con materiales que no te interesan.<br />
Entonces, lo que hago es contrabandear lo que<br />
realmente quiero mostrar, y cuando se dan cuenta de<br />
que pasa algo raro con las imágenes, me justifico.<br />
Más o menos ya sé cómo armar el discurso para convencer<br />
al otro, y seguir introduciendo de alguna<br />
forma lo que quiero: es decir, que estéticamente algo<br />
funcione. En general, no me fue fácil trabajar con los<br />
textos de otro, excepto con Dolina, porque teníamos<br />
una sintonía con el tango, el barrio, el tiempo que<br />
pasó y las cosas que se fueron.<br />
La ilustración debe ser otra lectura, en este caso, visual;<br />
y no tiene necesidad de seguir servilmente al texto porque,<br />
si no, sería directamente una repetición. La imagen<br />
es otra posibilidad de abordar el mismo tema.<br />
Cuando trabajás con textos propios, es muy distinto. En<br />
el caso de la historieta, por ejemplo, a veces tenés que<br />
hacer retroceder el texto y que hable solamente el dibujo.<br />
Y en algún momento, tendrá que ser a la inversa. Si proponés<br />
una supresión o intentás explicar esto a quien escribió<br />
el texto, es muy probable que se ofenda.<br />
También hay casos donde el dibujante y el escritor son<br />
sociedades perfectas y, generalmente, grandes amigos,<br />
como José Muñoz y Carlos Sampayo. Han hecho<br />
páginas enteras sin texto. Lo mismo pasaba con Hugo<br />
Pratt, que, en la última etapa, era autor integral y<br />
tenía páginas enteras de círculos negros sobre blanco<br />
para mostrar la sombra del agua sobre el fondo en<br />
las playas del Índico.<br />
-¿Utiliza tecnología digital para trabajar?<br />
-Muy poco. La he utilizado últimamente para un libro<br />
de Ambrose Bierce publicado por Zorro Rojo, y solo<br />
para colorear o dar algunos efectos. Dibujo con papel<br />
y lápiz, o tinta. Me parece que la computadora es más<br />
útil para los diseñadores; es una elección. Alguien que<br />
se maneja solo con la computadora, en realidad, no se<br />
siente cómodo dibujando, y a mí me gustan los dibujantes.<br />
A un buen dibujante lo conocés dándole un<br />
papel y un lápiz, a ver qué hace. Por supuesto que lo<br />
otro es también un trabajo válido, ganás plata, producís<br />
rápido. Pero disfruto dibujando, quiero sentir hasta<br />
el sonido de la mina del lápiz sobre el tablero. Dibujar<br />
es sentir cómo esa idea, a través de la mano y tomando<br />
como herramienta un lápiz, empieza a aparecer<br />
y se establece un diálogo. En cambio, la<br />
computadora da una serie de soluciones y vos tenés<br />
que elegir entre A, B o C; es mentira que tenés plena<br />
libertad. Es como los jazzeros: dicen que el jazz es una<br />
música libre e improvisada. Otra mentira. Hay una serie<br />
acotada de combinaciones por las que pueden optar.<br />
En cambio, el tango es diferente. Porque, más que dibujar,<br />
hago tangos, pero en forma visual. Dibujar es<br />
una construcción abierta, de la misma manera que el<br />
tango es una construcción, abierta y atemporal. Los diseños<br />
básicos, por ejemplo, de Eduardo Arolas, son células,<br />
que a través de diferentes orquestas se van<br />
perfeccionando: es una construcción interminable a<br />
través del tiempo. El lápiz te permite construir, repasar,<br />
empezar de nuevo. Hice infinitas versiones de dibujos<br />
que voy desarrollando a través del tiempo.<br />
-¿Cómo analiza la situación actual de la historieta<br />
argentina?<br />
-En el país, la historieta volvió a surgir a través de muchas<br />
editoriales chicas pero dinámicas. En los años 50<br />
y 60, era una cosa de locos: por eso la historieta argentina<br />
es tan valorada afuera. Junto con el tango, fue uno<br />
de los pocos intentos imperialistas que nos salió bien:<br />
se habla de la historieta europea, norteamericana, japonesa<br />
y argentina. Es un dato de la realidad <strong>cultura</strong>l<br />
de nuestro país, que muchos operadores <strong>cultura</strong>les no<br />
advierten; no están preparados.<br />
nro. <strong>19</strong> | año 5 | abril de 2013 | 29