Descargar en formato PDF (568 KB) - Consejo Nacional para la ...
Descargar en formato PDF (568 KB) - Consejo Nacional para la ...
Descargar en formato PDF (568 KB) - Consejo Nacional para la ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
–“Será el arroz ser<strong>en</strong>ado”, Pero aquí, “lo que hac<strong>en</strong> de miel, se lo<br />
com<strong>en</strong> sólo <strong>la</strong>s moscas”. Además, me muero de hambre<br />
–“No me voltees <strong>la</strong> tortil<strong>la</strong>”, que ya nos tra<strong>en</strong> el servicio, y verás que<br />
“comer y cantar, todo es empezar”, anda, no te pongas tan<br />
pret<strong>en</strong>cioso, que bi<strong>en</strong> te podría decir “¡Ay, cocol de anís, ¿ya no te<br />
acuerdas cuando eras chimizclán?” ¿O t<strong>en</strong>dré que recordarte que el<br />
que nace pa’ tamal...?<br />
Finalm<strong>en</strong>te, el repelón se lo come todo, hasta limpia el p<strong>la</strong>to con<br />
el migajón, porque bi<strong>en</strong> dic<strong>en</strong> que “a gran hambre, no hay pan bazo”.<br />
Dejándonos de pláticas, dulces pláticas conyugales, se puede<br />
hab<strong>la</strong>r de cosas serias, por ejemplo, de recetarios familiares. Pero aquí<br />
<strong>en</strong> confianza, no les hagan mucho caso, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral están mal, hay que<br />
agregar a cada receta esto o lo otro, o quitarle lo de más allá. Las<br />
recetas varían según <strong>la</strong>s cocineras, los tiempos y los lugares: aquí son<br />
más picositos, allá más dulces, y eso del epazote no se acostumbra <strong>en</strong><br />
estos <strong>la</strong>res, <strong>la</strong> abue<strong>la</strong> Jose dice que <strong>la</strong> carne no es picada, sino<br />
deshebrada, etc. Muchos recetarios dan los ingredi<strong>en</strong>tes, pero no <strong>la</strong>s<br />
cantidades, y <strong>en</strong>tonces hay que t<strong>en</strong>er el bu<strong>en</strong> gusto de interpretar<strong>la</strong>s.<br />
Así, <strong>la</strong> receta se da con los más o los m<strong>en</strong>os ingredi<strong>en</strong>tes; muchos ya no<br />
se consigu<strong>en</strong>, se sustituy<strong>en</strong> por otros, y al cabo de los años <strong>la</strong>s recetas ya<br />
no se parec<strong>en</strong> <strong>en</strong> nada, pued<strong>en</strong> ser mejores o peores, pero son otra<br />
cosa, y cuando algui<strong>en</strong> lee <strong>la</strong> receta original, parece que está escrita<br />
<strong>en</strong> chino y nada ti<strong>en</strong>e que ver con <strong>la</strong> que hicimos hoy. Las<br />
interpretaciones de recetas son como <strong>la</strong>s traducciones, es decir,<br />
traiciones, y cambian hasta ser otra cosa. ¿Y cómo interpretar una<br />
“puntita”, un “pellizco”, un “chorrito”, un suspiro, unas gotas —<br />
¿cuántas?— o un “chirris” de algún ingredi<strong>en</strong>te? Así va a quedar mejor,<br />
o <strong>en</strong> el peor de los casos, “fúchi<strong>la</strong>”, ¿cómo se va uno a comer eso?<br />
Hay requisitos <strong>para</strong> hacer tamales: <strong>la</strong>s mujeres no deb<strong>en</strong> estar<br />
<strong>en</strong>ojadas, embarazadas o <strong>en</strong> su mes, porque los tamales nunca se