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cuaderno de actividades filosofia 2 - Sitio del grupo Web

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FILOSOFÍA II<br />

COLEGIO DE BACHILLERES<br />

COORDINACIÓN DE ADMINISTRACIÓN<br />

ESCOLAR Y DEL SISTEMA ABIERTO<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE<br />

APRENDIZAJE,<br />

CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

DE LA ASIGNATURA<br />

FILOSOFÍA II<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

1


FILOSOFÍA II<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

2


FILOSOFÍA II<br />

Coordinador General <strong>de</strong>l Proyecto<br />

• Álvaro Álvarez Barragán<br />

Dirección Técnica<br />

• Uriel Espinosa Robles<br />

Coordinación:<br />

• Luis Antonio López Villanueva<br />

Elaboración:<br />

• Alfonsina Medal Riva<strong>de</strong>neyra<br />

• Álvaro Malpica Aburto<br />

Revisión <strong>de</strong> Contenido:<br />

• Graciela Becerra Téllez<br />

• Fernando Campos Serafín<br />

• Pedro García Fernán<strong>de</strong>z<br />

• Ma. <strong>de</strong> Lour<strong>de</strong>s Martínez Diaz<br />

• Ricardo Martínez García<br />

• Fi<strong>de</strong>l Maciel Orozco<br />

• Alfonsina Medal Riva<strong>de</strong>neyra<br />

• Eduardo Romero Ostiz<br />

• Alfredo Rosas Reyes<br />

• Victor Hugo Vicencio Rubio<br />

Asesoría Pedagógica:<br />

Diseño Editorial<br />

• Mayra Nancy Martínez Zamudio<br />

• Julia Mary Soriano Saenz<br />

FILOSOFÍA II<br />

© Copyright en trámite para el Colegio <strong>de</strong> Bachilleres, México.<br />

Colegio <strong>de</strong> Bachilleres, México<br />

Rancho Vista Hermosa No. 105<br />

Ex-Hacienda Coapa,<br />

04920, México, D.F.<br />

La presente obra fue editada en el procesador <strong>de</strong> palabras Word 97.<br />

Word 97, es marca registrada por Microsoft Corp.<br />

Ninguna parte <strong>de</strong> esta publicación, incluido el diseño <strong>de</strong> la cubierta, pue<strong>de</strong> reproducirse, almacenarse o<br />

transmitirse en forma alguna, ni tampoco por medio alguno, sea este eléctrico, electrónico, químico, mecánico,<br />

óptico, <strong>de</strong> grabación o <strong>de</strong> fotocopia, sin la previa autorización escrita por parte <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Bachilleres,<br />

México.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

3


ÍNDICE<br />

.<br />

PRESENTACIÓN.<br />

INTRODUCCIÓN.<br />

FILOSOFÍA II<br />

I. OBJETIVOS DE EVALUACIÓN SUMATIVA.<br />

II. TEMAS FUNDAMENTALES.<br />

III. RETROALIMENTACIÓN Y VERIFICACIÓN DE APRENDIZAJES.<br />

3.1 COMPENDIO FASCÍCULO 1 LA FILOSOFÍA EN EUROPA Y EN EL<br />

MÉXICO COLONIAL SIGLOS XVI-XVII.<br />

3.2 COMPENDIO FASCÍCULO 2 EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO EN<br />

EUROPA Y EN MÉXICO SIGLOS XVIII-XIX.<br />

3.3 COMPENDIO FASCÍCULO 3 EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DEL<br />

SIGLO XX Y EL PENSAMIENTO ESTÉTICO, CONSTRUCTIVISTA Y<br />

UTÓPICO.<br />

IV. HOJA DE COTEJO DE LA EVALUACIÓN.<br />

V. EVALUACIÓN MUESTRA.<br />

5.1 HOJA DE RESPUESTA<br />

5.2 HOJA DE COTEJO<br />

GLOSARIO<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

4<br />

4<br />

5<br />

6<br />

8<br />

9<br />

9<br />

19<br />

27<br />

30<br />

35<br />

47<br />

49<br />

50<br />

51


PRESENTACIÓN<br />

FILOSOFÍA II<br />

El presente Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> Activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Aprendizaje, Consolidación y Retroalimentación ha sido<br />

elaborado tomando en cuenta los diferentes aspectos que caracterizan a los estudiantes <strong>de</strong>l<br />

Sistema <strong>de</strong> Enseñanza Abierta <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Bachilleres.<br />

El <strong>cua<strong>de</strong>rno</strong> ha sido estructurado <strong>de</strong> tal forma que facilite la verificación <strong>de</strong> los aprendizajes<br />

obtenidos a través <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> los compendios.<br />

Los elementos <strong>de</strong> Evaluación Sumativa que lo estructuran son los siguientes:<br />

• Objetivos <strong>de</strong> evaluación sumativa que te informan acerca <strong>de</strong> lo que se preten<strong>de</strong> lograr con el<br />

estudio <strong>de</strong> cada compendio.<br />

• Temas fundamentales don<strong>de</strong> se mencionan los contenidos que a nivel general se abordan en<br />

el Cua<strong>de</strong>rno.<br />

• Retroalimentación y verificación <strong>de</strong> aprendizajes en el cual encontrarás instrucciones<br />

generales y por compendio la síntesis <strong>de</strong> cada tema, ejemplos y evaluación a contestar.<br />

• Hoja <strong>de</strong> cotejo en la cual i<strong>de</strong>ntificarás las respuestas correctas <strong>de</strong> la evaluación que<br />

respondiste.<br />

• Evaluación muestra don<strong>de</strong> se te presentan reactivos semejantes a los que te vas a encontrar<br />

en tu evaluación final <strong>de</strong> la asignatura, y que pue<strong>de</strong>s verificar tus respuestas correctas al final<br />

<strong>de</strong>l mismo.<br />

• Bibliografía que te apoya en la ampliación <strong>de</strong>l conocimiento in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l<br />

compendio.<br />

Esperando sirva <strong>de</strong> apoyo en tu aprendizaje:<br />

¡ TE DESEAMOS SUERTE !<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

5


INTRODUCCIÓN<br />

FILOSOFÍA II<br />

El Departamento <strong>de</strong> Evaluación <strong>de</strong> la CAESA como parte <strong>de</strong> su actividad y basado en la<br />

concepción <strong>de</strong> evaluación que se tiene “...como un proceso integral, sistemático, continuo y<br />

flexible, que valora aspectos y elementos... por medio <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> distintas técnicas,<br />

procedimientos e instrumentos que proporcionan información... que permite tomar <strong>de</strong>cisiones...”, 1<br />

ha elaborado el siguiente Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> Activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Aprendizaje, Consolidación y<br />

Retroalimentación.El Cua<strong>de</strong>rno tiene el propósito <strong>de</strong> apoyar al estudiante en su proceso <strong>de</strong><br />

asesoría que <strong>de</strong>sarrolla en el Sistema <strong>de</strong> Enseñanza Abierta, en él se da cuenta <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong><br />

objetivos <strong>de</strong> evaluación sumativa <strong>de</strong> la asignatura a la que está dirigida, (cabe señalar que es un<br />

documento para uso <strong>de</strong>l estudiante y <strong>de</strong>l asesor). Asimismo tiene como finalidad apoyar en el<br />

aprendizaje <strong>de</strong>l estudiante, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> prepararlo para la evaluación sumativa, ya que resolviendo<br />

los ejercicios que se presentan, se reafirmarán e i<strong>de</strong>ntificarán aquellos avances y/o problemáticas<br />

que se tienen <strong>de</strong> uno o más contenidos <strong>de</strong> la asignatura. La asignatura <strong>de</strong> Filosofía II tiene como<br />

propósito general que el estudiante conozca los principales problemas <strong>de</strong> la filosofía y que los<br />

ubique en su contexto histórico-cultural <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Renacimiento en Europa y a partir <strong>de</strong> la llegada<br />

<strong>de</strong> los europeos al continente americano, así como los posibles problemas que la filosofía atienda<br />

en un futuro. A<strong>de</strong>más, es base para la mayor parte <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> estudios, pues, integra los<br />

conocimientos <strong>de</strong>l área básica u obligatoria y proporciona elementos para <strong>de</strong>sarrollar en el<br />

estudiante su capacidad <strong>de</strong> análisis y síntesis.<br />

Con base a lo anterior, este Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> Activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Aprendizaje, Consolidación y<br />

Retroalimentación apoyará:<br />

Al Asesor.<br />

• Para emplear las propuestas como un apoyo más para el proceso formativo <strong>de</strong> los estudiantes,<br />

conjuntamente con el compendio fascicular y materiales que haya <strong>de</strong>sarrollado como parte <strong>de</strong><br />

su práctica educativa.<br />

Al Estudiante.<br />

¡ ESPERAMOS LE SEA DE UTILIDAD !<br />

Para utilizarlo como un apoyo en su estudio in<strong>de</strong>pendiente, su proceso formativo y su evaluación<br />

sumativa.<br />

¡ ÉXITO !<br />

1<br />

COLEGIO DE BACHILLERES, La Evaluación <strong>de</strong>l Aprendizaje en el SEA. Documento Normativo.<br />

CAESA, 1998, pág.12.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

6


FILOSOFÍA II<br />

I. OBJETIVOS DE EVALUACIÓN SUMATIVA.<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 1<br />

1.1 I<strong>de</strong>ntificar y caracterizar problemas y tratamientos relevantes <strong>de</strong> la filosofía renacentista,<br />

tales como: el humanismo, la reforma religiosa, la revolución filosófica científica, el <strong>de</strong>recho<br />

<strong>de</strong> gentes, el pensamiento político y la pugna filosófica entre el racionalismo y el empirismo.<br />

1.2 Conocer los principales problemas que ocuparon a la filosofía <strong>de</strong>l renacimiento en Europa y<br />

<strong>de</strong> que manera el tratamiento <strong>de</strong> éstos influye y repercute en el México colonial, así como en<br />

el inicio <strong>de</strong> la época mo<strong>de</strong>rna.<br />

1.3 Reflexionar sobre los problemas filosóficos <strong>de</strong>l México colonial <strong>de</strong> los siglos XVI y XVII.<br />

1.4 Analizar las teorías <strong>de</strong> los humanistas españoles y los primeros filósofos mestizos. (En el<br />

campo ético, ontológico y gnoseológico).<br />

1.5 I<strong>de</strong>ntificar los problemas específicos <strong>de</strong>l humanismo mexicano. (Racionalidad, libertad y<br />

dignidad <strong>de</strong> los conquistados).<br />

1.6 Compren<strong>de</strong>r que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l pensamiento filosófico y científico coloniales son<br />

expresiones <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> la Nueva España.<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 2<br />

2.1 Compren<strong>de</strong>r los problemas y conceptos formulados por la Ilustración, el Criticismo, el<br />

I<strong>de</strong>alismo, el Positivismo, el Materialismo Dialéctico y el Vitalismo.<br />

2.2 I<strong>de</strong>ntificar que los problemas <strong>de</strong> la filosofía se relacionan con la época en la que se<br />

<strong>de</strong>sarrollan.<br />

2.3 Reconocer que los problemas que plantean los filósofos buscan resolver las problemáticas<br />

<strong>de</strong> su momento histórico.<br />

2.4 Conocer los problemas esenciales <strong>de</strong> la filosofía latinoamericana y en particular la mexicana.<br />

2.5 Conocer la filosofía y los problemas que le conciernen durante los siglos XVIII y XIX.<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 3<br />

3.1 Compren<strong>de</strong>r algunos conceptos importantes <strong>de</strong> ciertas corrientes filosóficas tales como el<br />

Antropologismo, el Personalismo, el Existencialismo, la Escuela <strong>de</strong> Frankfurt y la Filosofía<br />

Latinoamericana.<br />

3.2 Explicar lo que es el arte, el conocimiento y el proyecto social.<br />

3.3 Compren<strong>de</strong>r los conceptos y los problemas fundamentales <strong>de</strong>l pensamiento estético,<br />

constructivista y utópico.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

7


II. TEMAS FUNDAMENTALES<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 1<br />

• Problemas éticos y políticos <strong>de</strong>l Renacimiento.<br />

FILOSOFÍA II<br />

• Problemas gnoseológicos <strong>de</strong> la Revolución Filosófica-Científica <strong>de</strong> los siglos XVI<br />

y XVII.<br />

• Racionalismo y Empirismo.<br />

• La naturaleza <strong>de</strong> los indígenas, la legitimación <strong>de</strong> la conquista y la incorporación<br />

a la cultura española.<br />

• La Filosofía Mexicana en los siglos XVI y XVII.<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 2<br />

• La Ilustración.<br />

• El Criticismo.<br />

• El I<strong>de</strong>alismo.<br />

• El Positivismo.<br />

• El Materialismo Dialéctico.<br />

• El Vitalismo.<br />

• La repercusión <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad en el pensamiento novohispano.<br />

• El movimiento <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en el pensamiento criollo.<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 3<br />

• Personalismo.<br />

• Existencialismo.<br />

• La Escuela <strong>de</strong> Frankfurt.<br />

• Filosofía Latinoamericana y colonialismo cultural.<br />

• Pensamiento estético y Utopía latinoamericana.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

8


FILOSOFÍA II<br />

III. RETROALIMENTACIÓN Y VERIFICACIÓN DE APRENDIZAJES<br />

A continuación te presentamos una síntesis <strong>de</strong> cada tema, algunos ejemplos y sus evaluaciones<br />

correspondientes. Se trata <strong>de</strong> que puedas verificar por ti mismo, en que grado has logrado los<br />

objetivos propuestos, con base en el estudio <strong>de</strong>l compendio fascicular <strong>de</strong> la asignatura. Las<br />

respuestas correctas las encontrarás en tu hoja <strong>de</strong> cotejo. Por último, contesta la evaluación<br />

muestra seleccionando la respuesta acertada <strong>de</strong> cada reactivo, la cual es semejante a la evolución<br />

global <strong>de</strong> la asignatura. Comprueba tus resultados en la hoja <strong>de</strong> respuestas.<br />

3.1 COMPENDIO FASCÍCULO 1 LA FILOSOFÍA EN EUROPA Y EN EL<br />

MÉXICO COLONIAL SIGLOS XVI-XVII<br />

El compendio fascículo 1 aborda los problemas éticos y gnoseológicos <strong>de</strong>l Renacimiento, para tal<br />

propósito, nos ubica en el contexto histórico-social correspondiente y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta perspectiva se<br />

lleva a cabo planteamientos relativos a temas como: el concepto <strong>de</strong>l Hombre, la Reforma<br />

Religiosa, concepciones utópicas <strong>de</strong> la sociedad, el Derecho <strong>de</strong> Gentes, así como una<br />

aproximación a la Teoría Política en dicho período por medio <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Maquiavelo. Bajo<br />

ese punto <strong>de</strong> vista es también objeto <strong>de</strong> estudio la Revolución Filosófica-Científica, <strong>de</strong> la que<br />

fueron protagonistas Copérnico, Galileo y Kleper así como Giordano Bruno; la obra <strong>de</strong> estos<br />

científicos y filósofos propiciaron la ruptura epistémica <strong>de</strong>l llamado paradigma aristotélicoptolomeo-tomista.<br />

Asimismo, la repercusión <strong>de</strong> lo anteriormente mencionado en el México Colonial,<br />

por medio <strong>de</strong> los escritos <strong>de</strong> personajes <strong>de</strong> los siglos XVI y XVII, es materia <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> dicho<br />

texto.<br />

PROBLEMAS ÉTICOS Y POLÍTICOS DEL RENACIMIENTO.<br />

De acuerdo con su origen y <strong>de</strong>sarrollo histórico, el Renacimiento se caracterizó por una renovación<br />

generalizada <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong>l mundo que se tenía entonces, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cual se incluyen<br />

aspectos como la noción <strong>de</strong> naturaleza, ciencia, religión, moral, política, etc., a través <strong>de</strong> la vuelta<br />

hacia los valores <strong>de</strong> la cultura que se consi<strong>de</strong>raba la más representativa <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales humanos:<br />

la cultura greco-romana.<br />

El Renacimiento, que habría <strong>de</strong> emerger <strong>de</strong> la Edad Media, rindiendo tributo a las épocas clásicas<br />

y <strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>ncia a un conocimiento racional y científico, se constituyó como un movimiento<br />

literario, artístico y filosófico. Iniciado en Italia se propaga por Europa consi<strong>de</strong>rándose<br />

paradójicamente, por un lado, una oposición radicalmente contraria al medieval y, por otro, una<br />

natural continuidad <strong>de</strong>l mismo.<br />

Para el hombre renacentista el amor al mundo significó el interés por conocer la verdad <strong>de</strong> la<br />

naturaleza con la finalidad <strong>de</strong> ejercer absoluto dominio sobre ella. Así, el planteamiento <strong>de</strong> nuevos<br />

problemas traía consigo nuevas soluciones. El hombre volvía a ser el centro <strong>de</strong>l universo.<br />

Basándose en los acontecimientos, sucesos y hechos que ya no <strong>de</strong>pendían <strong>de</strong> ninguna voluntad<br />

divina, podía estudiarlos a partir <strong>de</strong> la observación y la experimentación. Con ello sentó las bases<br />

<strong>de</strong> la ciencia, el humanismo y el origen <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

9


Según Gustavo Escobar un:<br />

FILOSOFÍA II<br />

Aspecto esencial <strong>de</strong>l Renacimiento italiano fue el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l neoplatonismo ligado al<br />

humanismo, a la ciencia y a la cultura toda. La influencia <strong>de</strong> Platón en el Renacimiento va a<br />

ser <strong>de</strong>cisiva. (...)<br />

Fueron filósofos neoplatónicos, en Italia, Marcilio Ficino (1433-1499) y Giovanni Pico Della<br />

Mirandola (1463-1494). En ambos filósofos encontramos un humanismo que se preocupa<br />

primordialmente por la dignidad <strong>de</strong>l hombre, colocándolo en un lugar privilegiado y no ya<br />

como un ser <strong>de</strong>sterrado, manchado por el pecado original como lo veía la Edad Media.<br />

Ficino habla en forma elocuente sobre la gran<strong>de</strong>za humana y la esencia divina <strong>de</strong>l alma.<br />

Para él nada terreno satisface al hombre, y su alma quiere, sobre todo, revivir y contener en<br />

sí el universo entero.<br />

Para Pico Della Mirandola, el hombre resulta ser el libre constructor <strong>de</strong> su ser y su <strong>de</strong>stino, y<br />

pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>caer hasta lo más bajo o vil pero también elevarse a la máxima altura y sublime<br />

dignidad. (Gustavo Escobar Valenzuela, Introducción a la Filosofía 2, p. 10)<br />

A continuación se presentan fragmentos <strong>de</strong> un trabajo realizado por Elia Nathan en el Instituto <strong>de</strong><br />

Investigaciones Filosóficas <strong>de</strong> la UNAM, con el título <strong>de</strong> Marsilio Ficino o la humanización <strong>de</strong> lo<br />

divino, el cual se ha seleccionado por consi<strong>de</strong>rarse que en él se expone una concepción <strong>de</strong>l<br />

hombre representativa <strong>de</strong>l Renacimiento. Se solicita lo leas con atención y <strong>de</strong>s respuesta a las<br />

preguntas que se te formulan.<br />

Marsilio Ficino (1433-1494) fue el fundador <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Platónica <strong>de</strong> Florencia; su gran<br />

contribución histórica radica en haber traducido al latín las obras <strong>de</strong> Platón, <strong>de</strong> los<br />

neoplatónicos, y los textos herméticos, y el haber reintroducido al pensamiento occi<strong>de</strong>ntal<br />

la tradición platónica. Ficino también escribió tratados originales, siendo el principal su<br />

Teología platónica sobre la inmortalidad <strong>de</strong>l alma.<br />

El objetivo fundamental <strong>de</strong> ésta, al igual que el <strong>de</strong> sus otras obras, es el <strong>de</strong> armonizar lo que<br />

él consi<strong>de</strong>raba las dos gran<strong>de</strong>s tradiciones <strong>de</strong>l pensamiento occi<strong>de</strong>ntal, a saber, la<br />

verda<strong>de</strong>ra filosofía --el platonismo-- y la verda<strong>de</strong>ra religión --el cristianismo. Si bien durante<br />

la Alta Edad Media hubo intentos <strong>de</strong> armonización en este sentido, por ejemplo, por parte <strong>de</strong><br />

San Agustín, la empresa ficiniana difiere <strong>de</strong> éstos tanto porque Ficino se enfrenta a la<br />

tradición escolástica-aristotélica <strong>de</strong> la Baja Edad Media, como porque entien<strong>de</strong> <strong>de</strong> otra<br />

manera a la tradición platónica, como <strong>de</strong>terminada fundamentalmente por el neoplatonismo<br />

y el hermetismo.<br />

Segundo, consi<strong>de</strong>ro que el interpretar a Ficino como un pensador que busca integrar la vida<br />

religiosa y la vida activa mundana, en contraposición a Garín, sí nos permite compren<strong>de</strong>r<br />

por qué Ficino escribió un libro mágico-astrológico-religioso, De vita Triplici. En efecto, si la<br />

actividad transformadora <strong>de</strong>l mundo es algo valioso para un religioso, y dado que para<br />

Ficino (al igual que para muchos pensadores renacentistas), la magia y astrología eran<br />

teorías que ofrecían el conocimiento <strong>de</strong>l mundo, y por en<strong>de</strong>, podían servir para dirigir la<br />

actividad transformadora, resulta claro por qué Ficino pudo integrar la magia y astrología a<br />

un pensamiento religioso. Tercero, consi<strong>de</strong>ro que si interpretamos a Ficino como un<br />

pensador que intenta integrar la vida contemplativa y la activa, Ficino nos aparecerá como<br />

un pensador que tiene algo importante que <strong>de</strong>cirnos hoy día en la medida en que nos habla<br />

acerca <strong>de</strong>l sentido que tiene para el hombre la vida activa mundana.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

10


FILOSOFÍA II<br />

Las tesis fundamentales <strong>de</strong> Ficino, que aparecen enunciadas en este texto, son las<br />

siguientes:<br />

1) El hombre es un ser dual, formado por el cuerpo, que es mortal, y por el alma (o mente)<br />

que no lo es.<br />

2) El alma es divina, o sea, inmortal. En ello radica su dignidad.<br />

3) El alma sólo se reconoce como divina cuando se une a Dios (i. e., cuando entra en el<br />

estado <strong>de</strong> beatitud); o dicho en otros términos, cuando se conoce a sí misma,<br />

reconociendo en ella a Dios.<br />

4) Para conocer a Dios es necesario <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong>l cuerpo, que ata el alma a lo mortal.<br />

Es muy importante notar que Ficino consi<strong>de</strong>ra que la vida contemplativa no sólo es guía<br />

para la acción, porque nos ofrece conocimiento, sino que, más aún, sólo ésta nos permite<br />

una actuación libre. Así, nos dice que “El hombre tiene una actividad similar a los espíritus<br />

celeste en tanto que obra libremente y or<strong>de</strong>na al cuerpo, como ellos” (...)<br />

La vida contemplativa permite actuar libremente al alma, o sea, autónomamente, en tanto<br />

que le permite actuar en función <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro conocimiento <strong>de</strong>l mundo, y no en función <strong>de</strong><br />

una respuesta instintiva al medio circundante, o sea, no con base en la experiencia sensible<br />

(o más claramente, sentido común) y los sentimientos.<br />

Consi<strong>de</strong>ro que con esta última tesis, <strong>de</strong> que la vida contemplativa lleva a la vida activa,<br />

Ficino logra, <strong>de</strong> una manera muy clara, armonizar la vida religiosa y la actividad mundana,<br />

que, como vimos al principio <strong>de</strong> este trabajo, era uno <strong>de</strong> sus objetivos fundamentales. En<br />

efecto, si la divinidad <strong>de</strong>l alma se manifiesta en el mundo sensible, entonces la búsqueda <strong>de</strong><br />

la unión con Dios ya no <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse al estilo medieval, como una mera preparación<br />

para la vida ultraterrena, sino que la unión con Dios es algo que se logra en esta vida y se<br />

muestra en la interacción libre (i. e., guiada por el conocimiento) con el mundo sensible.<br />

En efecto, frente a la concepción medieval <strong>de</strong>l hombre como un ser <strong>de</strong>pendiente en la<br />

revelación y la autoridad (...), Ficino propone una concepción <strong>de</strong>l hombre como ser<br />

autónomo, libre, auto<strong>de</strong>terminado, en tanto que, por una parte, es capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar su<br />

propia vida mediante su actividad transformadora o creativa en el mundo, y, por otra parte,<br />

el conocimiento místico que le sirve <strong>de</strong> guía para su acción es un conocimiento que no le es<br />

dado por una autoridad (institucional o <strong>de</strong> otro tipo) sino que es resultado <strong>de</strong> una búsqueda<br />

personal. Para esta concepción <strong>de</strong>l hombre como ser autónomo, le sirve bien a Ficino su<br />

concepción platónica, panteísta <strong>de</strong> Dios, ya que al afirmar la inmanencia <strong>de</strong> Dios en el<br />

mundo, y, sobre todo, en el alma humana (vía la tesis <strong>de</strong> la inmortalidad <strong>de</strong>l alma) el alma se<br />

vuelve un ser auto<strong>de</strong>terminado: si el alma humana es Dios, entonces ella es su última<br />

autoridad.<br />

Como conclusión a este trabajo po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que hemos visto cómo Ficino utiliza el<br />

pensamiento neoplatónico para dar una visión más optimista <strong>de</strong> la cosmovisión cristiana.<br />

En efecto, gracias al neoplatonismo tien<strong>de</strong> a concebir a Dios como inmanente al mundo<br />

sensible, y, sobre todo, al alma, y a concebir al alma como un ser divino, con lo cual logra<br />

humanizar lo divino. Esto, a su vez, le permite afirmar la dignidad y autonomía <strong>de</strong>l hombre,<br />

como un ente que pueda ser un centro creativo y libre <strong>de</strong> actividad perfeccionadora <strong>de</strong>l<br />

mundo.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

11


EVALUACIÓN<br />

FILOSOFÍA II<br />

Las siguientes preguntas las <strong>de</strong>bes contestar con base en los anteriores fragmentos y siempre<br />

teniendo en cuenta el estudio <strong>de</strong>l compendio fascículo 1. Es importante que no consultes la hoja <strong>de</strong><br />

cotejo antes <strong>de</strong> haber respondido por ti mismo (a). Recuerda que es una autoregulación que te<br />

servirá para <strong>de</strong>tectar tus errores y las i<strong>de</strong>as que <strong>de</strong>bes reforzar mediante el estudio <strong>de</strong>l tema.<br />

1. ¿Cuál es la relación <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Marsilio Ficino con la filosofía <strong>de</strong> la antigüedad,<br />

específicamente con la filosofía <strong>de</strong> Platón?<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

________<br />

2. Teniendo en cuenta la anterior respuesta y lo expuesto en el compendio fascículo 1, ¿por qué se<br />

le llama al periodo que nos ocupa Renacimiento?<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

______<br />

3. ¿Cuál es la concepción <strong>de</strong> hombre según el pensador renacentista al que se refiere el texto?,<br />

alu<strong>de</strong> en tu respuesta a los términos dignidad y autonomía.<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

El texto que a continuación se reproduce correspon<strong>de</strong> a la obra <strong>de</strong> Tomás Moro: Utopía,<br />

precisamente al libro segundo que tiene como título: Discurso pronunciado por Rafael Hitlo<strong>de</strong>o<br />

acerca <strong>de</strong> la mejor organización <strong>de</strong> un Estado.<br />

Para tratar <strong>de</strong> los asuntos comunes a la isla, tres <strong>de</strong>legados <strong>de</strong> edad y experiencia por cada<br />

ciudad, se reúnen anualmente en Amauroto que, por estar situada casi en el centro <strong>de</strong> la<br />

isla, resulta la más cómoda para los representantes <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más y se la tiene por primera y<br />

principal. La distribución <strong>de</strong>l terreno entre las ciuda<strong>de</strong>s se hizo <strong>de</strong> manera tan acertada que<br />

cada una tiene no menos <strong>de</strong> veinte millas a la redonda y aún más, naturalmente, cuando es<br />

mayor la distancia entre las mismas. Ninguna <strong>de</strong> ellas siente el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ensanchar sus<br />

confines, pues los habitantes se consi<strong>de</strong>ran más bien cultivadores que dueños <strong>de</strong> las<br />

tierras. Tienen distribuidas convenientemente por todo el campo casas dotadas <strong>de</strong><br />

instrumentos rústicos, que los ciudadanos habitan por turno. Cada familia campesina<br />

cuenta con no menos <strong>de</strong> cuarenta miembros entre hombres y mujeres, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> dos<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

12


FILOSOFÍA II<br />

siervos <strong>de</strong> la gleba, y está dirigida por un padre y una madre experimentados y maduros; a<br />

cada trescientas familias se les señala un Filarca.<br />

Después <strong>de</strong> permanecer en el campo dos años, veinte miembros <strong>de</strong> cada familia regresan<br />

anualmente a la ciudad y son sustituidos por otros tantos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> ésta, con el fin <strong>de</strong><br />

que se les adiestre en las faenas agrícolas por quienes, habiéndolas ejercido durante un<br />

año, las conocen mejor. Los así instruidos tienen que preparar a su vez a otros durante el<br />

año siguiente, pues si todos fuesen igualmente novatos e ignorantes <strong>de</strong> la agricultura su<br />

inexperencia redundaría en perjuicio <strong>de</strong> las cosechas. Si bien esta práctica <strong>de</strong> renovar a los<br />

agricultores se lleva a cabo todos los años para no obligar a nadie a permanecer por más<br />

tiempo y contra su voluntad en trabajo tan duro, son muchos los que, apasionados por las<br />

faenas agrícolas, solicitan prolongar su estancia.<br />

Siembran solamente trigo, beben vino, sidra o perada y algunas veces agua pura cocida, por<br />

lo común, con miel o regaliz <strong>de</strong>l que tienen gran abundancia. Aunque saben <strong>de</strong> sobra y con<br />

gran exactitud los víveres que consumen la ciudad y sus aledaños, siembran más <strong>de</strong> la<br />

cuenta y crían ganado en cantidad mayor <strong>de</strong> la necesaria para repartir el sobrante entre las<br />

ciuda<strong>de</strong>s limítrofes. Cuando necesitan algo que la tierra no les proporciona, pi<strong>de</strong>n a la<br />

ciudad las herramientas y las obtienen fácilmente <strong>de</strong> los magistrados urbanos sin dar nada<br />

en cambio.<br />

Por todo esto, cuando traigo a mi memoria la imagen <strong>de</strong> tantas naciones hoy florecientes,<br />

no puedo consi<strong>de</strong>rarlas --y que Dios me perdone-- sino como un conglomerado <strong>de</strong> gentes<br />

ricas que a la sombra y en nombre <strong>de</strong> la República, sólo se ocupan <strong>de</strong> su propio bienestar,<br />

discurriendo toda clase <strong>de</strong> procedimientos y argucias, tanto para seguir, sin temor a<br />

per<strong>de</strong>rlo, en posesión <strong>de</strong> lo que adquirieron por malas artes, como para beneficiarse, al<br />

menor costo posible, <strong>de</strong>l trabajo y esfuerzo <strong>de</strong> los pobres y abusar <strong>de</strong> ellos. Y así que<br />

consiguen que sus maquinaciones se man<strong>de</strong>n observar en nombre <strong>de</strong> todos y, por tanto, en<br />

el <strong>de</strong> los pobres también, ya las ven convertidas en leyes.<br />

Mas así y todo esos hombres perversos que arrastrados por insaciable codicia se han<br />

repartido entre sí lo que hubiera bastado para la comunidad, ¿cuán lejos no se hallan <strong>de</strong> la<br />

felicidad que reina en la República Utópica, don<strong>de</strong> por no existir ni el uso <strong>de</strong>l dinero ni la<br />

ambición <strong>de</strong> poseerlo; se han evitado inumerables pesadumbres y arrancado <strong>de</strong> cuajo la<br />

simiente <strong>de</strong> tantos crímenes? ¿Pues quién ignora que el engaño, los robos, las rapiñas, las<br />

disputas, los motines, los insultos, las sediciones, los asesinatos, las traiciones, los<br />

envenenamientos, cosas todas que pue<strong>de</strong>n castigarse con suplicios, pero no evitarse, se<br />

extinguirían evi<strong>de</strong>ntemente con la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong>l dinero, y que <strong>de</strong> igual modo se<br />

<strong>de</strong>svanecerían el miedo, las inquietu<strong>de</strong>s, los trabajos y los <strong>de</strong>svelos? La pobreza misma,<br />

que para muchos radica en la falta <strong>de</strong> dinero, <strong>de</strong>crecería, si éste no existiese.<br />

Al terminar Rafael su relato, asaltáronme no pocas reflexiones acerca <strong>de</strong> lo absurdo que<br />

me habían parecido muchas costumbres y leyes <strong>de</strong> aquel pueblo, tales como su modo <strong>de</strong><br />

guerrear, <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar las cosas divinas, la religión y otras instituciones, y, sobre todo, lo<br />

que es fundamento <strong>de</strong> ésta, la vida y el sustento en común, sin ninguna intervención <strong>de</strong>l<br />

dinero, cuya falta <strong>de</strong>struye <strong>de</strong> raíz la nobleza, la magnificencia, el esplendor y la majestad<br />

que, según la verda<strong>de</strong>ra y pública opinión, son <strong>de</strong>coro y adorno <strong>de</strong> un Estado.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

13


EVALUACIÓN<br />

FILOSOFÍA II<br />

Teniendo en cuenta su lectura y lo expuesto en el compendio fascículo 1, da respuesta a los<br />

siguientes cuestionamientos.<br />

4. Explica cómo funciona la economía en las socieda<strong>de</strong>s utópicas <strong>de</strong>scritas en la narración.<br />

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5. ¿Cuáles son las virtu<strong>de</strong>s consi<strong>de</strong>radas en dichas socieda<strong>de</strong>s?<br />

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6. Establece la diferencia entre la forma <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las naciones que son criticadas en el texto y la<br />

nueva forma <strong>de</strong> Estado que se propone.<br />

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El compendio fascículo 1 al abordar la Filosofía Política <strong>de</strong>l Renacimiento hace alusión a la obra <strong>de</strong><br />

Maquiavelo El príncipe, en ella se pone <strong>de</strong> manifiesto una concepción política realista, en don<strong>de</strong><br />

se plantea como <strong>de</strong>be actuar el gobernante para obtener y conservar el po<strong>de</strong>r. A continuación se<br />

presenta el capítulo XVII <strong>de</strong> dicha obra con el propósito que i<strong>de</strong>ntifiques en él, aspectos relevantes<br />

<strong>de</strong> esa teoría política.<br />

De la crueldad y <strong>de</strong> la clemencia, y si es mejor ser amado que temido o viceversa.<br />

Descendiendo a los otros rasgos mencionados, digo que todo príncipe <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sear ser<br />

tenido por clemente y no por cruel, pero no obstante <strong>de</strong>be estar atento a no hacer mal uso<br />

<strong>de</strong> esta clemencia. César Borgia era consi<strong>de</strong>rado cruel y sin embargo su crueldad<br />

restableció el or<strong>de</strong>n en la Romaña, restauró la unidad y la redujo a la paz y a la lealtad al<br />

soberano. Si se examina correctamente todo ello, se verá que el duque había sido mucho<br />

más clemente que el pueblo florentino, que por evitar la fama <strong>de</strong> cruel permitió en última<br />

instancia la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> Pistoya. Debe por tanto un príncipe no preocuparse <strong>de</strong> la fama<br />

<strong>de</strong> cruel si a cambio mantiene a sus súbditos unidos y leales. Porque con poquísimos<br />

castigos ejemplares será más clemente que aquellos otros que, por excesiva clemencia,<br />

permiten que los <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes continúen, <strong>de</strong> lo cual surgen siempre asesinatos y rapiñas;<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

14


FILOSOFÍA II<br />

pues bien, estas últimas suelen perjudicar a toda la comunidad, mientras las ejecuciones<br />

or<strong>de</strong>nadas por el príncipe perjudican sólo a un particular.<br />

Y <strong>de</strong> entre todos los príncipes, al príncipe nuevo le resulta imposible evitar la fama <strong>de</strong> cruel<br />

por estar los Estados nuevos llenos <strong>de</strong> peligros. Ya Virgilio nos dice por boca <strong>de</strong> Dido:<br />

Res dura, et regni novitas me talia cogunt moliri, et late fines custo<strong>de</strong> tueri.<br />

(La dura necesidad y la novedad <strong>de</strong>l reino me obligan a adoptar tales medidas y a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />

con amplia guardia los confines)<br />

No obstante <strong>de</strong>be ser pon<strong>de</strong>rado en sus reflexiones y en sus movimientos, sin crearse<br />

temores imaginarios y actuando mesuradamente, con pru<strong>de</strong>ncia y humanidad, para que la<br />

excesiva confianza no lo haga incauto ni la excesiva <strong>de</strong>sconfianza lo vuelva intolerable.<br />

Nace <strong>de</strong> aquí una cuestión ampliamente <strong>de</strong>batida: si es mejor ser amado que temido o<br />

viceversa. Se respon<strong>de</strong> que sería menester ser lo uno y lo otro; pero, puesto que resulta<br />

difícil combinar ambas cosas, es mucho más seguro ser temido que amado cuando se haya<br />

<strong>de</strong> renunciar a una <strong>de</strong> las dos. Porque en general se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> los hombres lo<br />

siguiente: son ingratos, volubles, simulan lo que no son y disimulan lo que son, huyen <strong>de</strong>l<br />

peligro, están ávidos <strong>de</strong> ganancia; y mientras les haces favores son todo tuyos, te ofrecen la<br />

sangre, los bienes, la vida, los hijos --como anteriormente dije--cuando la necesidad está<br />

lejos; pero cuando se te viene encima vuelve la cara. Y aquel príncipe que se ha apoyado<br />

enteramente en sus promesas, encontrándose <strong>de</strong>snudo y <strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> otros preparativos,<br />

se hun<strong>de</strong>: porque las amista<strong>de</strong>s que se adquieren a costa <strong>de</strong> recompensas y no con<br />

gran<strong>de</strong>za y nobleza <strong>de</strong> ánimo, se compran, pero no se tienen, y en los momentos <strong>de</strong><br />

necesidad no se pue<strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> ellas. A<strong>de</strong>más los hombres vacilan menos en hacer<br />

daño a quien se hace amar que a quien se hace temer, pues el amor emana <strong>de</strong> una<br />

vinculación basada en la obligación, la cual (por la maldad humana) queda rota siempre que<br />

la propia utilidad da motivo para ello, mientras que el temor emana <strong>de</strong>l miedo al castigo, el<br />

cual jamás te abandona. Debe, no obstante, el príncipe hacerse temer <strong>de</strong> manera que si le es<br />

imposible ganarse el amor consiga evitar el odio, porque pue<strong>de</strong> combinarse perfectamente<br />

el ser temido y el no ser odiado. Conseguirá esto siempre que se abstenga <strong>de</strong> tocar los<br />

bienes <strong>de</strong> sus ciudadanos y <strong>de</strong> sus súbditos, y sus mujeres.<br />

Y si a pesar <strong>de</strong> todo le resulta necesario proce<strong>de</strong>r a ejecutar a alguien, <strong>de</strong>be hacerlo cuando<br />

haya justificación oportuna y causa manifiesta. Pero, por encima <strong>de</strong> todas las cosas, <strong>de</strong>be<br />

abstenerse siempre <strong>de</strong> los bienes ajenos, porque los hombres olvidan con mayor rapi<strong>de</strong>z la<br />

muerte <strong>de</strong> su padre que la pérdida <strong>de</strong> su patrimonio. A<strong>de</strong>más, motivos para arrebatar los<br />

bienes no faltan nunca y el que comienza a vivir con rapiña encontrará siempre razones<br />

para apropiarse <strong>de</strong> lo que pertenece a otros; por el contrario motivos para ejecutar a alguien<br />

son más raros y pasan con más rapi<strong>de</strong>z.<br />

Pero cuando el príncipe se encuentra con los ejércitos y tiene a sus ór<strong>de</strong>nes multitud <strong>de</strong><br />

soldados, entonces es absolutamente necesario que no se preocupe <strong>de</strong> la fama <strong>de</strong> cruel,<br />

porque <strong>de</strong> lo contrario nunca mantendrá al ejército unido ni dispuesto a acometer empresa<br />

alguna. Entre las admirables acciones <strong>de</strong> Aníbal se enumera precisamente ésta: con un<br />

ejército inmenso, formado por infinitas clases <strong>de</strong> hombres, llevado a combatir a un país<br />

extranjero, jamás surgió en ese ejército disensión alguna ni en su seno ni contra el príncipe,<br />

tanto en los momentos <strong>de</strong> mala como <strong>de</strong> buena fortuna.<br />

La causa no era otra que su inhumana crueldad, la cual, junto con sus otras muchas<br />

cualida<strong>de</strong>s, lo mantuvo siempre ante los ojos <strong>de</strong> sus soldados temido y respetado; sin ella<br />

no hubieran bastado sus otras cualida<strong>de</strong>s para conseguir aquel resultado. Los historiadores<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

15


FILOSOFÍA II<br />

poco reflexivos alaban por un lado este logro suyo y por otro con<strong>de</strong>nan la causa principal<br />

<strong>de</strong>l mismo. Y que es cierto que sus otras cualida<strong>de</strong>s no hubieran bastado se pue<strong>de</strong><br />

comprobar en Escipión, hombre singularísimo no sólo en su tiempo, sino en todas las<br />

épocas <strong>de</strong> las que tenemos memoria. A Escipión se le rebelaron los ejércitos en España y la<br />

causa no fue otra que su excesiva clemencia, que introdujo entre sus soldados más licencia<br />

<strong>de</strong> lo que convenía a la disciplina militar. Ello hizo que Fabio Máximo lo recriminara en el<br />

Senado, llamándolo corruptor <strong>de</strong> las tropas romanas. Por otra parte, <strong>de</strong>struidos los locrios<br />

por un legado suyo, ni reparó el agravio ni corrigió la insubordinación <strong>de</strong> aquel legado, todo<br />

lo cual venía dado por aquélla naturaleza suya blanda y flexible hasta tal punto que alguien<br />

pretendió excusarlo en el Senado diciendo que había muchos hombres que sabían mejor no<br />

errar que corregir los errores. Esta naturaleza suya habría manchado con el tiempo su fama<br />

y su gloria <strong>de</strong> haber seguido perseverando en ella en el ejercicio <strong>de</strong>l mando; pero, actuando<br />

bajo las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l Senado, esta peculiaridad suya perjudicial no sólo quedó oculta, sino<br />

que le reportó gloria.<br />

Concluyo, por tanto, volviendo a lo relativo a ser amado y temido, que --como los<br />

hombres aman según su voluntad y temen según la voluntad <strong>de</strong>l príncipe-- un príncipe<br />

pru<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>be apoyarse en aquello que es suyo y no en lo que es <strong>de</strong> otros. Debe tan sólo<br />

ingeniárselas como hemos dicho, para evitar ser odiado.<br />

EVALUACIÓN<br />

Contesta las siguientes preguntas con base en la lectura anterior y en el compendio fascículo 1.<br />

7. ¿Qué argumenta Maquiavelo acerca <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la clemencia y la crueldad refiriéndose<br />

al caso <strong>de</strong> Cesar Borgia?<br />

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8. ¿Qué justificación se ofrece en el texto respecto a la crueldad?<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

16


FILOSOFÍA II<br />

9. Ante el dilema <strong>de</strong> si “vale más ser amado que temido, o temido que amado”, ¿qué propone<br />

Maquiavelo?<br />

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PROBLEMAS GNOSEOLÓGICOS DE LA REVOLUCIÓN FILOSÓFICA-CIENTÍFICA DE LOS<br />

SIGLOS XVI Y XVII.<br />

Para José Luis Trueba Lara, “La Revolución en la mirada y en la comprensión <strong>de</strong>l universo iniciada<br />

con La docta ignorancia <strong>de</strong> Nicolás <strong>de</strong> Cusa llegó a un clímax con la aparición <strong>de</strong>l De<br />

Revolutionibus Orbium Celestium <strong>de</strong> Copérnico: la obra que –según se cuenta <strong>de</strong> manera casi<br />

legendaria- salió a la luz pública el día <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su autor y sobre la cual se edificarían las<br />

gran<strong>de</strong>s transformaciones científicas <strong>de</strong> los siglos XVI y XVII.”<br />

Como apoyo al tema te presentamos un fragmento <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Copérnico que es un gran<br />

resumen <strong>de</strong> los argumentos heliocéntricos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>vastadora refutación que él realizó <strong>de</strong> la<br />

tradición ptolomaica:<br />

Nicolás Copérnico (1473-1543) y la revolución <strong>de</strong> la Astronomía.<br />

Hipótesis acerca <strong>de</strong> los movimientos celestes: esbozo previo <strong>de</strong> la teoría según la cual la<br />

tierra se mueve en <strong>de</strong>rredor <strong>de</strong>l sol.<br />

Nuestros antepasados, según advierto, suponían la existencia <strong>de</strong> gran número <strong>de</strong> esferas<br />

celestes, principalmente con el intento <strong>de</strong> explicar el movimiento aparente <strong>de</strong> los planetas<br />

en virtud <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> regularidad. Porque tenían por cosa <strong>de</strong>l todo absurda el que un<br />

cuerpo celeste, que es esfera perfecta, no tuviera siempre movimiento uniforme. Vieron<br />

cómo, uniendo y combinando <strong>de</strong> varios modos movimientos regulares, podían lograr que, al<br />

parecer, todo cuerpo se moviese hasta una posición cualquiera.<br />

Calipo (Callipus) y Eudoxo (Eudoxus), que se propusieron resolver el problema<br />

recurriendo a las esferas concéntricas, no pudieron explicar todos los movimientos<br />

planetarios. No sólo tenían que dar razón <strong>de</strong> los giros aparentes <strong>de</strong> los planetas, sino<br />

también <strong>de</strong> por qué dichos cuerpos a veces nos parecen remontarse por los cielos y otras<br />

bajar; y esto no se compa<strong>de</strong>ce con el principio <strong>de</strong> la concentricidad. Por eso túvose por<br />

mejor echar mano <strong>de</strong> excéntricas y epiciclos, sistema que acabaron por aceptar los más <strong>de</strong><br />

los letrados.<br />

Sin embargo, las teorías planetarias <strong>de</strong> Tolomeo y los más <strong>de</strong> los otros astrónomos,<br />

aunque concordaban con los datos numéricos, a veces parecían presentar dificulta<strong>de</strong>s no<br />

pequeñas. Porque las tales teorías no satisfacían por completo, a menos <strong>de</strong> admitirse<br />

también ciertos ecuantes; resultaba entonces que el planeta no se movía con velocidad<br />

uniforme ni en su <strong>de</strong>ferente ni en torno <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> su epiciclo. Por en<strong>de</strong>, los sistemas <strong>de</strong><br />

esta clase no parecían ni bastante absolutos ni bastante gratos para el entendimiento.<br />

Habiéndome percatado <strong>de</strong> tales <strong>de</strong>fectos, a menudo pensé entre mí si no podría hallarse<br />

por ventura una combinación más razonable <strong>de</strong> círculos <strong>de</strong> la cual se infiriesen todas las<br />

anomalías aparentes y según la cual todo se moviese uniformemente en torno <strong>de</strong> su propio<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

17


FILOSOFÍA II<br />

centro, conforme lo exige la norma <strong>de</strong>l movimiento absoluto. Después <strong>de</strong> proponerme este<br />

problema dificilísimo y casi imposible <strong>de</strong> solventar, al cabo se me ocurrió una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> cómo<br />

podría resolverse mediante construcciones menos numerosas y mucho más sencillas que<br />

las antes usadas, con tal que se me concediesen algunos postulados (que se llaman<br />

axiomas). Síguense en este or<strong>de</strong>n.<br />

Postulados<br />

1) No existe ningún centro <strong>de</strong> gravedad <strong>de</strong> todos los círculos o esferas celestes.<br />

2) El centro <strong>de</strong> la tierra no es el centro <strong>de</strong>l universo. sino tan sólo <strong>de</strong> gravedad y <strong>de</strong> la<br />

esfera lunar.<br />

3) Todas las esferas giran alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l sol como <strong>de</strong> su punto medio, y, por lo tanto, el sol<br />

es el centro <strong>de</strong>l universo.<br />

4) La razón entre la distancia <strong>de</strong> la tierra al sol y la altura <strong>de</strong>l firmamento es a tal punto<br />

menor que la razón entre el radio <strong>de</strong> la tierra y la distancia <strong>de</strong> ésta al sol, que la distancia<br />

<strong>de</strong> la tierra al sol es imperceptible, si se la compara con la altura <strong>de</strong>l firmamento.<br />

5) Todo movimiento aparente que se percibe en los ciclos proviene <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> la<br />

tierra, y no <strong>de</strong> algún movimiento <strong>de</strong>l firmamento, cualquiera que fuere.<br />

6) Lo que nos parece movimiento <strong>de</strong>l sol no proviene <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> éste, sino <strong>de</strong>l<br />

movimiento <strong>de</strong> la tierra y <strong>de</strong> nuestra esfera, junto con la cual giramos en <strong>de</strong>rredor <strong>de</strong>l<br />

sol, lo mismo que cualquier otro planeta.<br />

7) El movimiento aparentemente directo y retrógrado <strong>de</strong> los planetas no proviene <strong>de</strong>l<br />

movimiento suyo, sino <strong>de</strong>l <strong>de</strong> la tierra. Por consiguiente, el movimiento <strong>de</strong> la tierra basta<br />

por sí solo para explicar las aparentes anomalías <strong>de</strong> los cielos.<br />

Concedidos estos postulados, trataré <strong>de</strong> hacer ver brevemente cómo un procedimiento<br />

sistemático pue<strong>de</strong> eliminar la uniformidad <strong>de</strong> los movimientos. Empero, he tenido por<br />

conveniente el omitir en este esquema, en gracia <strong>de</strong> la brevedad, todas las <strong>de</strong>mostraciones<br />

matemáticas, las cuales reservo para mi obra más amplia. Pero al explicar los círculos, daré<br />

aquí las longitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los radios; y por ellas presto verá el lector versado en matemáticas<br />

cuán cabalmente concuerda esta combinación <strong>de</strong> círculos con las observaciones y datos<br />

numéricos.<br />

El or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las esferas<br />

Las esferas celestes están dispuestas en el or<strong>de</strong>n siguiente. La suprema es la esfera<br />

inmóvil <strong>de</strong> las estrellas fijas, la cual contiene todas las cosas y les da su posición. Debajo <strong>de</strong><br />

ellas está Saturno; en pos <strong>de</strong>l cual viene Júpiter, y <strong>de</strong>spués Marte. Debajo <strong>de</strong> Marte está la<br />

esfera en que giramos nosotros; luego, Venus; y por último Mercurio. La esfera lunar gira en<br />

torno <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> la tierra, y se mueve junto con la tierra, a modo <strong>de</strong> epiciclo. También<br />

según el mismo or<strong>de</strong>n un planeta aventaja a otro en velocidad <strong>de</strong> traslación, según que<br />

<strong>de</strong>scriben círculos menores o mayores. Así, Saturno tarda treinta años en una revolución<br />

completa; Júpiter doce; Marte, dos y medio; y la tierra, uno; Venus, nueve meses; y<br />

Mercurio, tres.<br />

Los movimientos aparentes <strong>de</strong>l sol<br />

Tres movimientos tiene la tierra. Lo primero, <strong>de</strong>scribe anualmente un gran<strong>de</strong> círculo en<br />

torno <strong>de</strong>l sol, siguiendo el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los signos y recorriendo siempre arcos iguales en<br />

tiempos iguales; la distancia <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>l círculo al sol es igual a la vigésimaquinta parte<br />

<strong>de</strong>l radio <strong>de</strong>l círculo (?). Se presupone que el radio tiene una longitud imperceptible,<br />

comparada con la altura <strong>de</strong>l firmamento; <strong>de</strong> ahí que con este movimiento parezca moverse<br />

el sol, como si la tierra ocupase el centro <strong>de</strong>l universo. Sin embargo, la apariencia <strong>de</strong> este<br />

movimiento no tiene por causa el movimiento <strong>de</strong>l sol, sino el <strong>de</strong> la tierra; <strong>de</strong> modo que,<br />

cuando, por ejemplo, la tierra está en el signo <strong>de</strong> Capricornio, el sol se ve en el <strong>de</strong> Cáncer,<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

18


FILOSOFÍA II<br />

diametralmente opuesto; y así por el estilo. Por razón <strong>de</strong> la distancia, antes mencionada, <strong>de</strong>l<br />

sol al centro <strong>de</strong>l círculo, este movimiento aparente <strong>de</strong>l sol no es uniforme, siendo su<br />

irregularidad máxima <strong>de</strong> dos grados y un sexto.<br />

La línea trazada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sol a través <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>l círculo se dirige invariablemente hacia<br />

un punto <strong>de</strong>l firmamento situado a unos diez grados al oeste <strong>de</strong> la más resplan<strong>de</strong>ciente <strong>de</strong><br />

las dos estrellas brillantes <strong>de</strong> la cabeza <strong>de</strong> Los Gemelos (Gemini); por consiguiente, cuando<br />

la tierra se halla enfrente <strong>de</strong> este punto, y el centro <strong>de</strong>l círculo se halla entre ellos, se ve al<br />

sol a su distancia máxima <strong>de</strong> la tierra. En este círculo gira la tierra, junto con cuanto queda<br />

encerrado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la esfera lunar.<br />

El segundo movimiento propio <strong>de</strong> la tierra es la rotación diurna en torno <strong>de</strong> los polos,<br />

siguiendo el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los signos, o sea, <strong>de</strong> oeste a este. A causa <strong>de</strong> esta rotación, el<br />

universo entero parece girar con velocidad enorme. De esta suerte gira la tierra, junto con<br />

las aguas que la circundan y la atmósfera que la ro<strong>de</strong>a.<br />

El tercero es el movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>clinación; porque el eje <strong>de</strong> la rotación diurna no es paralelo<br />

al eje <strong>de</strong>l círculo máximo, sino que tiene respecto <strong>de</strong> él una inclinación que forma un ángulo<br />

que intercepta una porción <strong>de</strong> circunferencia igual a unos veintitrés grados y medio, en el<br />

tiempo nuestro. Por lo tanto, permaneciendo siempre el centro <strong>de</strong> la tierra en el plano <strong>de</strong> la<br />

eclíptica, o sea, en la circunferencia <strong>de</strong>l círculo máximo, giran los polos <strong>de</strong> la tierra,<br />

<strong>de</strong>scribiendo ambos unos círculos pequeños en torno <strong>de</strong> centros equidistantes <strong>de</strong>l eje <strong>de</strong>l<br />

círculo máximo. El período <strong>de</strong> este movimiento no es <strong>de</strong> un año cabal, sino<br />

aproximadamente igual a la revolución anual en el círculo máximo. En cambio, el eje <strong>de</strong> este<br />

círculo máximo se dirige invariablemente hacia los puntos <strong>de</strong>l firmamento que se llaman<br />

polos <strong>de</strong> la eclíptica. De modo semejante, el movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>clinación, combinado con el<br />

movimiento anual, actuando juntos sobre los polos <strong>de</strong> la rotación diurna, harían que estos<br />

polos se mantuviesen fijos en los mismos puntos <strong>de</strong>l cielo, <strong>de</strong> ser exactamente iguales los<br />

períodos <strong>de</strong> ambos movimientos. Pero, en un largo <strong>de</strong>curso <strong>de</strong> tiempo, ha quedado <strong>de</strong><br />

manifiesto que cambia esta inclinación que tiene la tierra con respecto al firmamento.<br />

De ahí proviene la opinión común, según la cual el firmamento posee movimientos varios,<br />

<strong>de</strong> acuerdo con una ley no bien entendida aún. En cambio, el movimiento <strong>de</strong> la tierra pue<strong>de</strong><br />

explicar todas estas mudanzas, <strong>de</strong> modo menos sorpren<strong>de</strong>nte.<br />

El movimiento igual no <strong>de</strong>bería medirse por los equinoccios, sino por las estrellas fijas<br />

Puesto que los equinoccios y <strong>de</strong>más puntos cardinales <strong>de</strong>l universo cambian bastante,<br />

necesariamente errará quien se empeñare en <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong> ellos la igualdad <strong>de</strong> longitud <strong>de</strong> la<br />

traslación anual. En diferentes épocas se hicieron diferentes <strong>de</strong>terminaciones <strong>de</strong> esta<br />

longitud, fundadas en muchas observaciones. Hiparco (Hipparchus) la calculó en 365 ¼<br />

días; y albategnio, cal<strong>de</strong>o, en 365 días 5 horas y 46 minutos, o sea, en 13 3/5 minutos ó 13 ½<br />

minutos menos que Tolomeo. El Sevillano (Hispalensis) aumentó el cómputo <strong>de</strong> Albategnio<br />

en un vigésimo <strong>de</strong> hora, puesto que calculó el año trópico en 365 días, 5 horas y 49 minutos.<br />

A menos que se juzgare que tales discrepancias tuvieron su causa en errores <strong>de</strong><br />

observación, permítaseme <strong>de</strong>cir que, si uno estudiare con atención los pormenores, hallará<br />

que la discrepancia ha correspondido siempre al movimiento <strong>de</strong> los equinoccios. Porque,<br />

cuando los puntos cardinales recorrían un grado por siglo, como se comprobó que se<br />

movían en la época <strong>de</strong> Tolomeo, la longitud <strong>de</strong>l año era la que afirmó ser Tolomeo.<br />

Pero, cuando, en los siglos siguientes se movían con más rapi<strong>de</strong>z, al contraponerlos a<br />

movimientos menores, el año se acortó; y esta disminución correspon<strong>de</strong> al aumento <strong>de</strong> la<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

19


FILOSOFÍA II<br />

precesión. Porque el movimiento anual se lleva a cabo en menos tiempo, a causa <strong>de</strong> la<br />

repetición más rápida <strong>de</strong> los equinoccios. Por lo tanto, es más exacto el inferir <strong>de</strong> las<br />

estrellas fijas la igualdad <strong>de</strong> longitud <strong>de</strong>l año. Yo me valí <strong>de</strong> la Espiga <strong>de</strong> la Virgen (Spica<br />

Virginis), y hallé que el año ha sido siempre <strong>de</strong> 365 días, 6 horas y como 10 minutos, el cual<br />

es también el cómputo <strong>de</strong> los antiguos egipcios. El mismo método ha <strong>de</strong> emplearse también<br />

en los movimientos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más planetas, como lo <strong>de</strong>muestran sus ábsi<strong>de</strong>s, las leyes fijas<br />

<strong>de</strong> su movimiento en los cielos y el cielo mismo, con testimonio veraz.<br />

EVALUACIÓN<br />

Después <strong>de</strong> analizar el texto anterior respon<strong>de</strong> a lo que se te pregunta.<br />

10. Realiza una breve <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la teoría heliocéntrica con respecto a la concepción<br />

geocéntrica, menciona a los protagonistas tanto <strong>de</strong> una como <strong>de</strong> otra postura.<br />

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11. ¿Qué papel jugaron la observación y el cálculo matemático en la configuración <strong>de</strong> la teoría<br />

heliocéntrica?<br />

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12. Menciona esquemáticamente las repercusiones en las creencias religiosas y las<br />

consecuencias para los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la nueva teoría astronómica.<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

20


Giordano Bruno (1548-1600)<br />

FILOSOFÍA II<br />

A Giordano Bruno se le recuerda como el más importante <strong>de</strong> los escritores renacentistas porque<br />

él simboliza la síntesis <strong>de</strong> ciencia, filosofía, religión y magia que representa la cultura <strong>de</strong>l<br />

Renacimiento. Simpatiza con la ciencia mo<strong>de</strong>rna ya que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> el heliocentrismo <strong>de</strong> Copérnico;<br />

hace convivir a la filosofía autónoma y el naturalismo en la religión; a<strong>de</strong>más, siguiendo al egipcio<br />

Hermes Trismegisto, produce escritos herméticos, es <strong>de</strong>cir, mágico-religiosos.<br />

La imagen geocéntrica y finita <strong>de</strong>l Universo que había en la Edad Media se adaptaba<br />

perfectamente a la concepción teológica sobre lo real. Según esa concepción, el hombre es el<br />

único ser racional y libre que existe; es la criatura suprema <strong>de</strong>l Cosmos y la Tierra, es el centro <strong>de</strong><br />

éste. De acuerdo con esta cosmovisión, el Universo es un mundo cerrado que concuerda bien con<br />

el geocentrismo.<br />

Bruno rechaza la concepción medieval. Niega el geocentrismo y <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> el heliocentrismo. En<br />

consecuencia, la Tierra se convierte en algo insignificante <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Cosmos infinito, don<strong>de</strong><br />

existen innumerables sistemas solares como el nuestro. A<strong>de</strong>más, nada impi<strong>de</strong> que en algunos <strong>de</strong><br />

esos sistemas solares también existan seres vivos racionales.<br />

En conclusión, dice Giordano Bruno, ni el hombre ni la Tierra ocupan puestos <strong>de</strong> privilegio en el<br />

Universo.<br />

Leamos ahora un texto <strong>de</strong> este filósofo.<br />

Por tanto, el universo es uno, infinito, inmóvil. Digo que es una la posibilidad absoluta, uno<br />

el acto, una la forma o el ánima, una la materia o cuerpo, una la cosa, uno el ente, uno lo<br />

máximo y lo óptimo; el cual no <strong>de</strong>be po<strong>de</strong>r compren<strong>de</strong>rse; sin embargo, es in<strong>de</strong>finido e<br />

interminable, y, por tanto, infinito e interminado, y, por consiguiente, inmóvil. No se mueve<br />

locamente, porque no tiene nada fuera <strong>de</strong> sí a don<strong>de</strong> se trasla<strong>de</strong>, puesto que él es el todo.<br />

No se engendra, porque no hay otro ser que pueda <strong>de</strong>searlo, puesto que tiene él todo el ser.<br />

No se corrompe, porque no hay otra cosa en la que se cambie, puesto que él es toda cosa.<br />

No pue<strong>de</strong> disminuir o crecer, puesto que es infinito; a lo cual no se le pue<strong>de</strong> añadir, y es <strong>de</strong><br />

lo que no se pue<strong>de</strong> quitar, porque lo infinito no tiene partes proporcionales. No es alterable<br />

en otra disposición, porque no hay exterior por el que pa<strong>de</strong>zca, o por el que reciba alguna<br />

afección.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que por compren<strong>de</strong>r toda contrariedad en su ser en unidad y conveniencia y no<br />

po<strong>de</strong>r tener ninguna inclinación hacia otro ser nuevo, o a otro modo <strong>de</strong> ser no pue<strong>de</strong> ser<br />

sujeto <strong>de</strong> mutaciones en ninguna cualidad, ni pue<strong>de</strong> existir contrario o diverso que lo altere,<br />

porque en él todo está concor<strong>de</strong>. Bruno, De la causa, <strong>de</strong>l principio y <strong>de</strong>l Uno (Diálogo<br />

Quinto).<br />

Como complemento a este tema te damos a conocer un artículo <strong>de</strong> Mónica Mateos <strong>de</strong>l periódico<br />

La Jornada.<br />

Giordano Bruno, presencia incómoda para el Vaticano a 4 siglos <strong>de</strong> que fue quemado vivo.<br />

A 400 años <strong>de</strong> su muerte en la hoguera, el filósofo italiano Giordano Bruno persiste como<br />

presencia incómoda para el Vaticano. ¿Su “pecado”?, atreverse a afirmar, en pleno<br />

Renacimiento, que la Tierra no era el centro <strong>de</strong>l universo, poner en duda los misterios <strong>de</strong> la<br />

Encarnación y <strong>de</strong> la Trinidad y, por si fuera poco, calificar <strong>de</strong> magia los milagros <strong>de</strong> Jesús.<br />

El 3 <strong>de</strong> febrero, el Vaticano pidió perdón a nombre <strong>de</strong> quienes lo quemaron vivo el 17 <strong>de</strong><br />

febrero <strong>de</strong> 1600. Entonces, a Bruno se le acusó <strong>de</strong> hereje porque se atrevió a criticar al<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

21


FILOSOFÍA II<br />

po<strong>de</strong>r eclesiástico, empezando por la forma en la que “evangelizaba” a los habitantes <strong>de</strong>l<br />

recién <strong>de</strong>scubierto continente americano. También <strong>de</strong>fendió a ultranza a Copérnico,<br />

astrónomo polaco que ya había difundido su teoría heliocéntrica.<br />

Si bien la con<strong>de</strong>na a Bruno “es una acción <strong>de</strong> la que la Iglesia se arrepiente pidiendo<br />

perdón a Dios y a todos los hermanos”, señaló el car<strong>de</strong>nal Paul Poupard, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />

Consejo Pontificio <strong>de</strong> la Cultura, el acto <strong>de</strong> contrición vaticano no significa rehabilitar al<br />

personaje.<br />

Para justificar esa indiferencia <strong>de</strong>l Vaticano al tema, Poupard asistió a la presentación <strong>de</strong><br />

un libro acerca <strong>de</strong>l filósofo, escrito por Saverio Ricci, en el que se sostiene que la Santa<br />

Inquisición “buscó <strong>de</strong>sesperadamente” obtener el mea culpa <strong>de</strong>l acusado para absolverle,<br />

pero éste tenía “un carácter egocéntrico e indómito” que lo hizo enfrentarse a todas las<br />

autorida<strong>de</strong>s religiosas.<br />

Símbolo contra la intolerancia<br />

En méxico existe una asociación civil que busca dar a conocer la obra <strong>de</strong> Bruno. Con el<br />

apoyo <strong>de</strong> la Embajada <strong>de</strong> Italia en México, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y<br />

el gobierno capitalino, en 1991 se logró la construcción <strong>de</strong> la Plaza Giordano Bruno, la<br />

segunda en el mundo <strong>de</strong>dicada al autor <strong>de</strong>l libro Del infinito universo y otros mundos (1584),<br />

la cual tiene una réplica <strong>de</strong> la estatua que existe en Roma, en el Campo <strong>de</strong>i Fiori, don<strong>de</strong> fue<br />

quemado.<br />

Con motivo <strong>de</strong>l cuatricentenario luctuoso <strong>de</strong> Bruno, se realizará mañana a las 10.30 horas,<br />

en la Plaza Giordano Bruno <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> México (Londres y Roma, colonia Juárez), un<br />

acto conmemorativo en el que se leerá una escena <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> teatro El hereje, <strong>de</strong> Morris<br />

West, con la participación <strong>de</strong> los actores Sylvia Pasquel y Roberto D`Amico.<br />

El Comité Pro-revaloración <strong>de</strong> Giordano Bruno informó que los filósofos mexicanos<br />

Ramón Xirau y Luis Villoro preparan extensos ensayos sobre la vida y obra <strong>de</strong> quien, en<br />

esta época, “pue<strong>de</strong> erigirse como símbolo contra la intolerancia, en favor <strong>de</strong>l respeto y el<br />

librepensamiento”.<br />

La Iglesia prepara una ceremonia <strong>de</strong>l perdón, en la que participará Juan Pablo II, el 12 <strong>de</strong><br />

Marzo. Mientras que en la capital <strong>de</strong> Italia se realizarán, a partir <strong>de</strong> mañana, simposios,<br />

montajes <strong>de</strong> teatro, conciertos y exposiciones. También se editarán varios libros <strong>de</strong> Bruno,<br />

entre ellos Sobre la Causa, el Principio y el Uno (1584), El arte <strong>de</strong> la memoria (1582), La<br />

expulsión <strong>de</strong> la bestia triunfante (1585) y Suma <strong>de</strong> términos metafísicos (1595), entre otros.<br />

Giordano Filippo Bruno nació en Nola, Italia, en 1548. Estudió filosofía y literatura en<br />

Nápoles y teología en el monasterio <strong>de</strong> San Domenico Maggione. En 1572 se or<strong>de</strong>nó<br />

sacerdote y en 1576 puso en duda muchas enseñanzas <strong>de</strong>l cristianismo; sospechoso <strong>de</strong><br />

herejía, abandonó su or<strong>de</strong>n religiosa.<br />

Huyó al norte <strong>de</strong> Italia en busca <strong>de</strong> libertad <strong>de</strong> expresión. Deambuló, solitario, por Suiza,<br />

Francia, Inglaterra, Alemania y Checoslovaquia. Se <strong>de</strong>dicó al estudio y la reflexión, así como<br />

a escribir e impartir conferencias. Durante su estancia en Londres (1583-1585) fue profesor<br />

en la Universidad <strong>de</strong> Oxford. Escribió y publicó diálogos en italiano, como Sobre la cena <strong>de</strong>l<br />

miércoles <strong>de</strong> ceniza, La cábala <strong>de</strong>l caballo Pegaso y De los heroicos furores. Escribió<br />

poemas en los que ridiculizó, con una sátira amarga y con un sarcasmo cáustico, tanto las<br />

creencias supersticiosas como el dogmatismo <strong>de</strong> su tiempo. En 1591 fueron publicados sus<br />

últimos libros y poemas en latín, en Alemania.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

22


FILOSOFÍA II<br />

Bruno fue juzgado y con<strong>de</strong>nado dos veces por la Inquisición <strong>de</strong> Venecia, en 1592, y en<br />

Roma (1593). Fue “culpable <strong>de</strong> infi<strong>de</strong>lidad, múltiples errores, así como <strong>de</strong> graves crímenes<br />

<strong>de</strong> herejía”, por afirmaciones como ésta: “Todo hombre lleva un filósofo <strong>de</strong>ntro, para<br />

hacerlo vivir se necesita la presencia <strong>de</strong>l amor heroico, <strong>de</strong> esta fuerza infinita que proviene<br />

<strong>de</strong> lo Uno, y que permite al hombre soportar dolores, transformar al mundo, plasmar sus<br />

i<strong>de</strong>ales”.<br />

EVALUACIÓN<br />

Con base a los textos anteriores contesta las siguientes preguntas.<br />

13. Giordano Bruno concibe al Universo como:<br />

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14. Giordano Bruno fue quemado vivo por:<br />

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Racionalismo y Empirismo.<br />

El problema central <strong>de</strong> la filosofía mo<strong>de</strong>rna es el conocimiento. Qué es, cuál es su origen,<br />

cuáles son sus límites, son cuestionamientos planteados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diferentes perspectivas.<br />

El Racionalismo tiene su origen en el campo <strong>de</strong> las matemáticas. Sus representantes son René<br />

Descartes y Guillermo Leibniz. Los temas tratados por Descartes son: la duda universal, el método,<br />

el matematismo, la ciencia universal, el cogito, las i<strong>de</strong>as, el alma, entre otros.<br />

La originalidad <strong>de</strong> Descartes consistió en preten<strong>de</strong>r <strong>de</strong>ducir con rigor lógico-matemático toda la<br />

filosofía y toda la realidad a partir <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as innatas. De todo el conocimiento, el matemático, le<br />

parecía el único seguro y sólido, por la certeza y evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus razonamientos; dicha certeza<br />

proviene <strong>de</strong> la aplicación rigurosa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ducción.<br />

Sólo la razón es confiable, así es que <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong> todo. A partir <strong>de</strong> esa duda<br />

universal, Descartes, se percató <strong>de</strong> que si duda piensa y si piensa existe. Resume en cuatro las<br />

reglas <strong>de</strong> su método: regla <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia, regla <strong>de</strong>l análisis, regla <strong>de</strong> la síntesis, regla <strong>de</strong> la<br />

enumeración y la revisión. Asimismo, Descartes, encontró un criterio supremo <strong>de</strong> certeza, las i<strong>de</strong>as<br />

claras y distintas.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

23


FILOSOFÍA II<br />

Por su parte, Leibniz, tratará lo relativo a verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> razón y verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hecho; las primeras<br />

son metafísicamente necesarias, su contrario implica contradicción y es imposible; las conocemos<br />

con certeza a priori, por intuición, como las verda<strong>de</strong>s lógicas y matemáticas. Se rigen por el<br />

principio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad o <strong>de</strong> contradicción; este tipo <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s no necesitan <strong>de</strong>mostración.<br />

Respecto a las verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hecho, son contingentes, su contrario es posible, las conocemos por<br />

la experiencia y se rigen por el principio <strong>de</strong> razón suficiente.<br />

Otra perspectiva respecto al problema <strong>de</strong>l conocimiento es el Empirismo, cuya tesis central<br />

radica en que las i<strong>de</strong>as tienen su origen en la experiencia; lo que conocemos son nuestras propias<br />

percepciones, nuestras experiencias o las sensaciones que experimentamos. Rechaza la<br />

existencia <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as innatas, según esta corriente, todo lo que está en el entendimiento proce<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> los sentidos. Entre el entendimiento y los sentidos no hay diferencia cualitativa sino <strong>de</strong> grado.<br />

El Empirismo, se <strong>de</strong>rivó <strong>de</strong>l área <strong>de</strong> las Ciencias Naturales, siendo uno <strong>de</strong> sus representantes,<br />

David Hume, quien distinguió entre impresiones e i<strong>de</strong>as: las primeras, son percepciones que<br />

penetran con más fuerza en el alma; las segundas, son imágenes débiles. Este filósofo mantuvo<br />

<strong>de</strong>sacuerdo con el principio <strong>de</strong> causalidad, crítica que repercutió en las verda<strong>de</strong>s necesarias <strong>de</strong>l<br />

Racionalismo.<br />

EVALUACIÓN<br />

15. Consi<strong>de</strong>rando lo anteriormente expuesto, ubica en el contexto <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnidad al<br />

Racionalismo y al Empirismo.<br />

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16. De las corrientes filosóficas mencionadas, distingue la postura <strong>de</strong> las mismas respecto al<br />

problema <strong>de</strong>l conocimiento. Señala cuando menos tres características <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> ellas.<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

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FILOSOFÍA II<br />

Como complemento al Empirismo, te presentamos un escrito <strong>de</strong> Cristina Pacheco publicado el 6<br />

<strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1994 en La Jornada, titulado:<br />

Los niños olvidados también volvieron ayer a clases.<br />

Comenzaron un nuevo ciclo escolar 25 millones <strong>de</strong> estudiantes. De esa cifra, los que este<br />

año ingresaron en la secundaria pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse privilegiados: su situación familiar,<br />

más o menos estable, impidió que interrumpieran sus estudios para incorporarse al<br />

subempleo. De los niveles que ha alcanzado esta actividad nos hablan las calles, don<strong>de</strong><br />

todo se muestra y se ven<strong>de</strong>; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los calendarios <strong>de</strong>l amor hasta las humillantes<br />

<strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s fabricadas que comercializan, sobre todo, los niños.<br />

Mirándoles, es fácil imaginar las circunstancias que los <strong>de</strong>sviaron <strong>de</strong> la escuela;<br />

viéndolos es inevitable preguntarse cuántos <strong>de</strong> los menores que hoy ingresaron a los<br />

niveles <strong>de</strong> preescolar y primaria lograrán concluir su educación elemental. La interrogante<br />

envuelve, sobre todo, a los miles <strong>de</strong> alumnos que acu<strong>de</strong>n a esas escuelitas producto <strong>de</strong>l<br />

esfuerzo comunitario, <strong>de</strong>l sacrificio familiar y <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> maestros que realizan su<br />

heroica tarea en aulas infames, malamente amuebladas. Existen. Las he visto entre zanjas y<br />

charcos, en colonias <strong>de</strong> Neza, en Xochiaca, en Chalco, en Chimalhuacán. En ese municipio<br />

conocí a la maestra Elena.<br />

La escuela don<strong>de</strong> la maestra Elena impartía clases estaba envuelta en los olores<br />

insultantes que salían <strong>de</strong> los baños inundados. En torno al patio ---un rectángulo <strong>de</strong>snudo<br />

<strong>de</strong> verdor o <strong>de</strong> otros signos que pudieran invitar al juego o al <strong>de</strong>scanso --- estaban los<br />

salones: puertas caídas, vidrios rotos, muebles <strong>de</strong>siguales, pare<strong>de</strong>s cuarteadas apenas<br />

capaces <strong>de</strong> soportar el pizarrón cacarizo, un alfabeto recortado, un mapa solitario.<br />

Lo más vistoso en el salón eran las cartulinas en que árboles y plantas daban ejemplos <strong>de</strong><br />

la flora y la fauna mexicanas. Menos coloridas, pero reforzadas con frases muy didácticas,<br />

eran las imágenes con que se ilustraban los buenos hábitos <strong>de</strong> higiene y <strong>de</strong> alimentación:<br />

“Si quieres crecer sano y fuerte procura que en tu dieta haya leche, huevo, carne, frutas,<br />

verduras, cereales”. Vigilados por su maestra, los niños repitieron cada palabra <strong>de</strong>l<br />

precepto con exactitud, pero sin que en su tono se advirtieran interés o comprensión<br />

cabales.<br />

A las 10:30 <strong>de</strong> la mañana, la campanita liberadora anunció el principio <strong>de</strong>l recreo. Los<br />

niños salieron atropelladamente al patio, sin prestar atención a las advertencias <strong>de</strong> su<br />

profesora: “No se empujen, no griten, no corran, no se peleen”. Cuando estuvimos solas, la<br />

maestra Elena contestó a todas mis preguntas en un solo párrafo, que fue más bien una<br />

larga pregunta dolorosa:<br />

“Muchos <strong>de</strong> estos niños llegan a la escuela más que para estudiar, para huir <strong>de</strong> su casa.<br />

Allí frecuentemente son víctimas <strong>de</strong> la violencia ocasionada por el alcoholismo <strong>de</strong> sus<br />

padres, por la falta <strong>de</strong> recursos, por la ausencia o el abandono <strong>de</strong>l papá o la mamá. A un<br />

niño temeroso, maltratado, ¿se le pue<strong>de</strong> exigir buen rendimiento en la escuela? Te hago la<br />

misma pregunta en relación con los que llegan sin haber <strong>de</strong>sayunado o cansadísimos<br />

porque trabajaron hasta muy noche en algún puesto, en algún restorancito, en el taller o en<br />

las calles, don<strong>de</strong> se ganan algún dinero indicándoles a los choferes dón<strong>de</strong> están las zanjas<br />

peligrosas o tapando los baches”.<br />

La explicación me permitió ver una parte mínima <strong>de</strong> los obstáculos externos que<br />

interferían a diario con su trabajo; pero eso no era todo: en algunos aspectos, el programa<br />

mismo <strong>de</strong> estudios le presentaba escollos difíciles <strong>de</strong> superar: “Mis alumnos no son tontos,<br />

pero hay cosas que no alcanzan a compren<strong>de</strong>r porque lo que dicen los libros no tiene<br />

relación alguna con lo que ellos ven o han visto. La mayoría <strong>de</strong> los niños nació aquí, jamás<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

25


FILOSOFÍA II<br />

han ido a otra parte y son contados sus paseos. Conocen las montañas, el bosque o el mar<br />

porque los han visto en la televisión. Entonces, ¿cómo voy a esperar <strong>de</strong>scripciones o<br />

referencias que no parezcan parte <strong>de</strong> un anuncio, <strong>de</strong> una película o <strong>de</strong> una telenovela?”.<br />

“Pero hay explicaciones que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser difíciles son dolorosas. ¿Con qué ánimo<br />

puedo hablarles <strong>de</strong> los buenos hábitos <strong>de</strong> higiene, cuando sé que en su casa no hay agua,<br />

ya no digamos para bañarse sino para beber? ¿Cómo voy a exigirles que memoricen la<br />

ca<strong>de</strong>na alimenticia si está formada precisamente por productos que rara vez han comido? Si<br />

no me crees, pregúntales cuántas veces a la semana les dan carne o leche; pregúntales si<br />

conocen el sabor <strong>de</strong> los higos o las peras. ¡No, claro que no! Y a sabiendas <strong>de</strong> que quizás<br />

nunca tengan la oportunidad <strong>de</strong> tomar esos alimentos tengo que <strong>de</strong>scribirselos. Siempre lo<br />

hago <strong>de</strong> una manera muy sencilla y con una sola palabra: dulce, lo que para ellos significa<br />

alguna golosina barata”.<br />

Con sus respuestas, totalmente <strong>de</strong>snudas <strong>de</strong> retórica, la maestra Elena me habló <strong>de</strong> la<br />

realidad que enfrentan todavía, a diario, miles <strong>de</strong> maestros heroicos que tienen que<br />

hablarles a los niños <strong>de</strong> las mareas, <strong>de</strong> los paisajes nevados, <strong>de</strong> la armonía <strong>de</strong>l lenguaje, <strong>de</strong><br />

los héroes, <strong>de</strong> la justicia, <strong>de</strong> la ban<strong>de</strong>ra que los protege, <strong>de</strong> la Patria. Mucho más difícil <strong>de</strong>be<br />

resultarles explicar el valor <strong>de</strong> los buenos hábitos alimenticios: “Sí quieres crecer sano y<br />

fuerte procura que en tu dieta haya leche, huevo, carne, frutas, verduras y cereales. Duerme<br />

ocho horas y en la mañana, antes <strong>de</strong> venir a la escuela, date un buen baño y toma el<br />

<strong>de</strong>sayuno”.<br />

EVALUACIÓN<br />

17. Con base al texto ejemplifica el papel <strong>de</strong> los sentidos en el conocimiento.<br />

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El Empirismo, ante cuestionamientos tales como ¿<strong>de</strong> qué <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l conocimiento?<br />

rescata el valor <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> los sentidos frente a los excesos <strong>de</strong>l Racionalismo, que como<br />

recordarás es <strong>de</strong>fendido por Descartes <strong>de</strong> quien se afirma pretendía <strong>de</strong>ducir con rigor lógico<br />

matemático toda la Filosofía y toda la realidad a partir <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a innata. La existencia <strong>de</strong> estas<br />

i<strong>de</strong>as es rechazada por empiristas como David Hume. Así pués, empiristas y racionalistas tienen<br />

diferente postura en el problema <strong>de</strong>l conocimiento.<br />

La lectura que a continuación se presenta correspon<strong>de</strong> a la novela El Perfume <strong>de</strong> Patrick Süskind,<br />

por lo tanto no se trata <strong>de</strong> una obra teórica referente al tema, su propósito es que reflexiones en el<br />

papel <strong>de</strong> los sentidos en el conocimiento, y a partir <strong>de</strong> ello y con la información que se te ofrece en<br />

el compendio fascículo 1 contestes las preguntas que se te formulan más a<strong>de</strong>lante.<br />

Era como el país <strong>de</strong> Jauja. Sólo el vecino barrio <strong>de</strong> Saint-Jacques-<strong>de</strong>-la-Boucherie y <strong>de</strong><br />

Saint Eustache eran Jauja. En las calles adyacentes a la Rue Saint-Denis y la Rue Saint-<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

26


FILOSOFÍA II<br />

Martin la gente vivía tan apiñada, las casas estaban tan juntas una <strong>de</strong> otra, todas <strong>de</strong> cinco y<br />

hasta seis pisos, que no se veía el cielo y el aire se inmovilizaba sobre el suelo como en<br />

húmedos canales atiborrados <strong>de</strong> olores que se mezclaban entre sí: olores <strong>de</strong> hombres y<br />

animales, <strong>de</strong> comida y enfermedad, <strong>de</strong> agua, piedra, cenizas y cuero, jabón, pan recién<br />

cocido y huevos que se hervían en vinagre, fi<strong>de</strong>os y latón bruñido, salvia, cerveza y<br />

lágrimas, grasa y paja húmeda y seca. Miles y miles <strong>de</strong> aromas formaban un caldo invisible<br />

que llenaba las callejuelas estrechas y rara vez se volatizaba en los tejados y nunca en el<br />

suelo. Los seres humanos que allí vivían ya no olían a nada especial en este caldo; <strong>de</strong><br />

hecho, había surgido <strong>de</strong> ellos y los había empapado una y otra vez, era el aire que<br />

respiraban y <strong>de</strong>l que vivían, era como un ropaje cálido, llevado largo tiempo, que ya no<br />

podían oler y ni siquiera sentían sobre la piel. En cambio, Grenouille lo olía todo como por<br />

primera vez y no sólo olía el conjunto <strong>de</strong> este caldo, sino que lo dividía analíticamente en<br />

sus partes más pequeñas y alejadas. Su finísimo olfato <strong>de</strong>senredaba el ovillo <strong>de</strong> aromas y<br />

tufos, obteniendo hilos sueltos <strong>de</strong> olores fundamentales indivisibles. Destramarlos e<br />

hilarlos le causaba un placer in<strong>de</strong>scriptible.<br />

Se <strong>de</strong>tenía a menudo, apoyándose en la pared <strong>de</strong> una casa o <strong>de</strong> una esquina oscura, con<br />

los ojos cerrados, la boca entreabierta y las ventanas <strong>de</strong> la nariz hinchadas, como un pez<br />

voraz en aguas caudalosas, oscuras y lentas. Y cuando por fin un hálito <strong>de</strong> aire le traía el<br />

extremo <strong>de</strong> un fino hilo odorífero, lo aprisionaba y ya no lo <strong>de</strong>jaba escapar, ya no olía nada<br />

más que este aroma <strong>de</strong>terminado, lo retenía con firmeza, lo inspiraba y lo almacenaba para<br />

siempre.<br />

Podía ser un olor muy conocido o una variación, pero también podía tratarse <strong>de</strong> uno muy<br />

nuevo, sin ninguna semejanza con ningún otro <strong>de</strong> los que había olido hasta entonces y,<br />

menos aún, visto: el olor <strong>de</strong> la seda planchada, por ejemplo; el olor <strong>de</strong> un té <strong>de</strong> serpol, el <strong>de</strong><br />

un trozo <strong>de</strong> brocado recamado en plata, el <strong>de</strong>l corcho <strong>de</strong> una botella <strong>de</strong> vino especial, el <strong>de</strong><br />

un peine <strong>de</strong> carey. Grenouille iba a la caza <strong>de</strong> estos olores todavía <strong>de</strong>sconocidos para él, los<br />

buscaba con la pasión y la paciencia <strong>de</strong> un pescador y los almacenaba <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí.<br />

Cuando se cansaba <strong>de</strong>l espeso caldo <strong>de</strong> las callejuelas, se iba a lugares más ventilados,<br />

don<strong>de</strong> los olores eran más débiles, se mezclaban con el viento y se extendían casi como un<br />

perfume; en el mercado <strong>de</strong> les Halles, por ejemplo, don<strong>de</strong> en los olores <strong>de</strong>l atar<strong>de</strong>cer aún<br />

seguía viviendo el día, invisible pero con gran claridad, como si aún se apiñaran allí los<br />

ven<strong>de</strong>dores, como si aún continuaran allí las banastas llenas <strong>de</strong> hortalizas y huevos, las<br />

tinajas llenas <strong>de</strong> vino y vinagre, los sacos <strong>de</strong> cereales, patatas y harina, las cajas <strong>de</strong> clavos y<br />

tornillos, los mostradores <strong>de</strong> carne, las mesas cubiertas <strong>de</strong> telas, vasijas y suelas <strong>de</strong><br />

zapatos y centenares <strong>de</strong> otras cosas que se vendían durante el día... toda la actividad estaba<br />

hasta el menor <strong>de</strong>talle presente en el aire que había <strong>de</strong>jado atrás. Grenouille veía el mercado<br />

entero con el olfato, si se pue<strong>de</strong> expresar así. Y lo olía con más exactitud <strong>de</strong> la que muchos<br />

lo veían, ya que lo percibía en su interior y por ello <strong>de</strong> manera más intensa: como la esencia,<br />

el espíritu <strong>de</strong> algo pasado que no sufre la perturbación <strong>de</strong> los atributos habituales <strong>de</strong>l<br />

presente, como el ruido, la algarabía, el repugnante hacinamiento <strong>de</strong> los hombres.<br />

O se dirigía allí don<strong>de</strong> su madre había sido <strong>de</strong>capitada, la Place <strong>de</strong> Grève, que se metía en<br />

el río como una gran lengua. Había barcos embarrancados en la orilla o atracados, que olían<br />

a carbón, a grano, a heno y a sogas húmedas.<br />

Y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el oeste llegaba por esta vía única trazada por el río a través <strong>de</strong> la ciudad una<br />

corriente <strong>de</strong> aire más ancha que traía aromas <strong>de</strong>l campo, <strong>de</strong> las pra<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> Neuilly, <strong>de</strong> los<br />

bosques entre Saint-Germain y Versalles, <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s muy lejanas como Ruán o Caen y<br />

muchas veces incluso <strong>de</strong>l mar. El mar olía como una vela hinchada que hubiera aprisionado<br />

agua, sal y un sol frío. El mar tenía un olor sencillo, pero al mismo tiempo gran<strong>de</strong> y singular,<br />

por lo que Grenouille no sabía si dividirlo en olor a pescado, a sal, a agua, a algas, a frescor,<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

27


FILOSOFÍA II<br />

etcétera. Prefería, sin embargo, <strong>de</strong>jarlo entero para retenerlo en la memoria y disfrutarlo sin<br />

divisiones.<br />

El olor <strong>de</strong>l mar le gustaba tanto, que <strong>de</strong>seaba respirarlo puro algún día y en gran<strong>de</strong>s<br />

cantida<strong>de</strong>s, a fin <strong>de</strong> embriagarse <strong>de</strong> él. Y más tar<strong>de</strong>, cuando se enteró <strong>de</strong> lo gran<strong>de</strong> que era<br />

el mar y que los barcos podían navegar durante días sin ver tierra, nada le complacía tanto<br />

como imaginarse a sí mismo a bordo <strong>de</strong> un barco, encaramado a una cofa en el mástil más<br />

cercano a la proa, surcando el agua a través <strong>de</strong>l olor infinito <strong>de</strong>l mar, que en realidad no era<br />

un olor, sino un aliento, una exhalación, el fin <strong>de</strong> todos los olores, y disolviéndose <strong>de</strong> placer<br />

en este aliento. No obstante, esto no se realizaría nunca porque Grenouille, que en la orilla<br />

<strong>de</strong> la Place <strong>de</strong> Grève inspiraba y expiraba <strong>de</strong> vez en cuando un pequeño aliento <strong>de</strong> aire <strong>de</strong><br />

mar, no vería en su vida el auténtico mar, el gran oceano que se encontraba al oeste, y por<br />

lo tanto jamás podría mezclarse con esta clase <strong>de</strong> olor.<br />

Pronto conoció con tanta exactitud los olores <strong>de</strong>l barrio entre Saint-Eustache y el Hòtel <strong>de</strong><br />

Ville, don<strong>de</strong> podía orientarse hasta en la noche más oscura. Entonces amplió su coto,<br />

primero en dirección oeste hacia el Faubourg Saint-Honoré, luego la Rue Saint-Antoine<br />

hasta la Bastilla y finalmente hasta la otra orilla <strong>de</strong>l río y el barrio <strong>de</strong> la Sorbona y el<br />

Faubourg Saint-Germain, don<strong>de</strong> vivían los ricos. A través <strong>de</strong> las verjas <strong>de</strong> entrada olía a piel<br />

<strong>de</strong> carruaje y al polvo <strong>de</strong> las pelucas <strong>de</strong> los lacayos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el jardín flotaba por encima <strong>de</strong><br />

los altos muros el perfume <strong>de</strong> la retama y <strong>de</strong> las rosas y la alheña recién cortada. También<br />

fue aquí don<strong>de</strong> Grenouille olió por primera vez perfume en el verda<strong>de</strong>ro sentido <strong>de</strong> la<br />

palabra: sencillas aguas <strong>de</strong> espliego y <strong>de</strong> rosas con que se llenaban en ocasiones festivas<br />

los surtidores <strong>de</strong> los jardines, pero asimismo perfumes más valiosos y complejos como<br />

tintura <strong>de</strong> almizcle mezclada con esencia <strong>de</strong> neroli y nardo, junquillo, jazmín o canela, que<br />

por la noche emanaban <strong>de</strong> los carruajes como una pesada estela. Registró estos perfumes<br />

como registraba los olores profanos, con curiosidad, pero sin una admiración especial. No<br />

<strong>de</strong>jó <strong>de</strong> observar que el propósito <strong>de</strong>l perfume era conseguir un efecto embriagador y<br />

atrayente y reconocía la bondad <strong>de</strong> las diferentes esencias <strong>de</strong> las que estaban compuestos,<br />

pero en conjunto le parecían más bien toscos y pesados, chapuceros más que sutiles, y<br />

sabía que el podría inventar otras fragancias muy distintas si dispusiera <strong>de</strong> las mismas<br />

materias primas.<br />

Muchas <strong>de</strong> estas materias primas ya las conocía <strong>de</strong> los puestos <strong>de</strong> flores y especias <strong>de</strong>l<br />

mercado; otras eran nuevas para él y procedió a separarlas <strong>de</strong> las mezclas para<br />

conservarlas, sin nombre, en la memoria: ámbar, algalia, pachulí, ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> sándalo,<br />

bergamota, vetiver, opopónaco, tintura <strong>de</strong> benjuí, flor <strong>de</strong> lúpulo, castóreo...<br />

No tenía preferencias. No hacía distinciones, todavía no, entre lo que solía calificarse <strong>de</strong><br />

buen olor o mal olor. La avi<strong>de</strong>z lo dominaba. El objetivo <strong>de</strong> sus cacerías era poseer todo<br />

cuanto el mundo podía ofrecer en olores y la única condición que ponía era que fuesen<br />

nuevos. El aroma <strong>de</strong> un caballo sudado equivalía para él a la fragancia <strong>de</strong> un capullo <strong>de</strong> rosa<br />

y el hedor <strong>de</strong> un chinche al olor <strong>de</strong>l asado <strong>de</strong> ternera que salía <strong>de</strong> una cocina aristocrática.<br />

Todo lo aspiraba, todo lo absorbía. Y tampoco reinaba ningún principio estético en la cocina<br />

sintetizadora <strong>de</strong> olores <strong>de</strong> su fantasía, en la cual realizaba constantemente nuevas<br />

combinaciones odoríferas. Eran extravagancias que creaba y <strong>de</strong>struía en seguida como un<br />

niño que juega con cubos <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, inventivo y <strong>de</strong>structor, sin ningún principio creador<br />

aparente.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

28


EVALUACIÓN<br />

Contesta lo que se te pi<strong>de</strong>.<br />

FILOSOFÍA II<br />

18. ¿Qué papel juegan los sentidos en el conocimiento?<br />

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19. La historia narrada en la novela se centra en el sentido <strong>de</strong>l olfato; proporciona un ejemplo <strong>de</strong><br />

una experiencia en don<strong>de</strong> sea otro <strong>de</strong> los sentidos el que permitiera tener contacto con la realidad<br />

a la manera fantástica <strong>de</strong>l personaje <strong>de</strong> la novela.<br />

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20. Realiza esquemáticamente la exposición <strong>de</strong> las tesis <strong>de</strong>l Empirismo y Racionalismo en relación<br />

al conocimiento.<br />

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LA NATURALEZA DE LOS INDÍGENAS, LA LEGITIMACIÓN DE LA CONQUISTA Y LA<br />

INCORPORACIÓN A LA CULTURA ESPAÑOLA.<br />

A continuación te presentamos partes <strong>de</strong>l libro El pensamiento mexicano en los siglos XVI y<br />

XVII <strong>de</strong> José M. Gallegos Rocafull a propósito <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> los indígenas en la<br />

Nueva España.<br />

Sentido <strong>de</strong> las controversias sobre la naturaleza <strong>de</strong> los indios.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

29


FILOSOFÍA II<br />

Decía el virrey <strong>de</strong>l Perú don Francisco <strong>de</strong> Toledo, que antes que los indios pudieran<br />

hacerse cristianos, tenían que hacerse hombres. Planteaba así, aunque en la misma forma<br />

equívoca y ambigua en que se <strong>de</strong>sarrolló la controversia, la primera y más radical cuestión<br />

<strong>de</strong> cuantas suscitó la población indígena. ¿Qué capacidad tenían los indios para asimilarse<br />

y vivir por su propia cuenta la nueva cultura que les traían los españoles? Del juicio que en<br />

<strong>de</strong>finitiva prevaleciera había <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r no sólo la posibilidad <strong>de</strong> un futuro pensamiento<br />

mexicano, sino la suerte misma ---económica, social, política, humana ---<strong>de</strong> los pueblos<br />

conquistados. No se podía empren<strong>de</strong>r seria y reflexivamente la ardua tarea <strong>de</strong> civilizarlos,<br />

que para los españoles se cifraba en incorporarlos a la cristiandad y someterlos a la<br />

soberanía <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> España, sin partir <strong>de</strong> la convicción <strong>de</strong> que podrían digerir aquél<br />

enorme aluvión <strong>de</strong> principios, i<strong>de</strong>as, normas e instituciones que con la llegada <strong>de</strong> los<br />

españoles había anegado al país. Saltaba a la vista que entre éstos y los indígenas había un<br />

gran <strong>de</strong>snivel <strong>de</strong> cultura y <strong>de</strong> capacidad; ¿<strong>de</strong>saparecería o quedaría en pie al iniciar a los<br />

indios en la nueva cultura? ¿Podrían realizar éstos el <strong>de</strong>smesurado esfuerzo que se les<br />

exigía? ¿Tendrían capacidad para apropiarse la cultura, compleja, extraña, elaborada por<br />

muchos pueblos y muchos siglos, con que toparon <strong>de</strong> buenas a primeras por el azar <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>scubrimiento?<br />

El problema era peliguado y mucho más para ser tratado en un ambiente intelectual,<br />

sereno y elevado, que no entre el fragor <strong>de</strong> las armas y en el choque <strong>de</strong> intereses y<br />

pasiones. Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo principio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate se olvida toda mesura y se<br />

incurre en posiciones extremas, forzosamente exageradas, cuando no abiertamente falsas.<br />

Hasta se recogen expresiones, nacidas <strong>de</strong> las exigencias más ambiciosas y egoístas <strong>de</strong> la<br />

vida cotidiana, que, prout sonant, inducirían a creer que se había negado la naturaleza<br />

racional <strong>de</strong> los indios. Basándose en ellas, distinguidos historiadores han sostenido que<br />

hubo todo un bando o partido que negaba que los indios fueran hombres. Más a<strong>de</strong>lante se<br />

aducen sus testimonios; mas para <strong>de</strong>terminar clara y nítidamente el significado y alcance <strong>de</strong><br />

la controversia, bueno será avanzar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora que no se pue<strong>de</strong>n tomar al pie <strong>de</strong> la letra<br />

esas expresiones <strong>de</strong>scriptivas y pesimistas.<br />

Debidamente interpretados, aun los textos más negativos no permiten suponer que en<br />

España o en las Indias se opinase con todo rigor que los indios no fueran hombres. Claro<br />

que lo dicen, creyéndolo o simulando creerlo, algunos encomen<strong>de</strong>ros que con esa creencia<br />

trataban <strong>de</strong> justificar los malos tratos que les daban; pero ni siquiera los que peor piensan<br />

<strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> los indios, como un Tomás Ortiz o un Juan Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda,<br />

respaldan con su autoridad esos interesados juicios, que en el fondo lo que quieren <strong>de</strong>cir es<br />

simplemente que los indios no <strong>de</strong>ben tener los mismos <strong>de</strong>rechos que los españoles. Si a<br />

sus frases, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego muy duras y malsonantes, les hubieran dado la plenitud <strong>de</strong> su<br />

significación, se hubieran visto obligados, entre otras cosas, a las siguientes: 1a. A elaborar<br />

el concepto correspondiente a esa nueva especie <strong>de</strong> seres, que no cabrían en el <strong>de</strong><br />

hombres, ni tampoco en el <strong>de</strong> ninguno <strong>de</strong> los animales conocidos; 2a. A oponerse a<br />

rajatabla no ya al matrimonio <strong>de</strong> españoles con indias, sino a todo trato sexual con ellas,<br />

pues hubiera sido incurrir en el pecado <strong>de</strong> bestialidad; 3a. A <strong>de</strong>sistir <strong>de</strong> convertirlos al<br />

cristianismo, lo que ya en 1517 fue consi<strong>de</strong>rado como una herejía; y 4a. A dar un sentido<br />

completamente distinto a la legislación <strong>de</strong> las Indias, cuyo supuesto fundamental es que los<br />

indios son hombres, aunque necesitados <strong>de</strong> protección y tutela.<br />

No; ni amigos ni enemigos <strong>de</strong> los indios ponen en tela <strong>de</strong> juicio que <strong>de</strong>sciendan <strong>de</strong> la<br />

primera pareja humana o que sean capaces <strong>de</strong> recibir la fe católica. La cuestión gira en<br />

torno <strong>de</strong> la elasticidad <strong>de</strong> la naturaleza humana, aunque ninguno <strong>de</strong> los contendientes la<br />

plantea así expresamente, porque superponen, sin llegar jamás a separarlos, los dos<br />

sentidos fundamentales que entraña la palabra hombre, por la que pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse lo<br />

mismo el hecho escueto <strong>de</strong> poseer la naturaleza humana que el buen uso que <strong>de</strong> ella cada<br />

cual haga. A los españoles, que no conocían otro tipo <strong>de</strong> vida humana que el que ellos<br />

llevaban, les costaba trabajo calificar <strong>de</strong> humano el comportamiento <strong>de</strong>l indio, aunque su<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

30


FILOSOFÍA II<br />

tradición filosófica contaba con i<strong>de</strong>as que les hubieran ayudado a interpretarlo rectamente.<br />

Santo Tomás, en efecto, siguiendo a Aristóteles, había enseñado que no todos los hombres<br />

viven <strong>de</strong>l mismo modo, pues hay quienes parecen ángeles y quienes viven como brutos<br />

animales. Precisamente <strong>de</strong> lo que se trataba en las controversias sobre el indio era <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminar su grado <strong>de</strong> racionalidad o, lo que es lo mismo, <strong>de</strong> situarlos en esa escala <strong>de</strong><br />

formas diversas en que se realiza la vida humana, tan amplia que, según la tradición<br />

escolástica, va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ángel a la bestia.<br />

En vez <strong>de</strong> seguir este cauce, históricamente la polémica se entabló en los términos,<br />

también aristotélicos, <strong>de</strong> si los indios eran o no siervos por naturaleza. Se daba por<br />

supuesto que eran hombres, pues para Aristóteles los siervos son miembros <strong>de</strong> la especie<br />

humana, aunque necesitados <strong>de</strong> que otros los dirijan para llevar una conducta humana en la<br />

polis y alcanzar mediante ella la felicidad propia <strong>de</strong>l hombre. Esa i<strong>de</strong>a, perfectamente<br />

compatible, si no se la saca <strong>de</strong> ciertos límites, con la doctrina paulina <strong>de</strong> que en el cuerpo<br />

místico <strong>de</strong> Cristo hay funciones y responsabilida<strong>de</strong>s muy diversas, encontró la <strong>de</strong>cidida<br />

oposición <strong>de</strong> los <strong>de</strong>fensores a ultranza <strong>de</strong> la igualdad natural <strong>de</strong> todos los hombres.<br />

Chocan, pues, dos visiones contrarias <strong>de</strong> la humanidad: la <strong>de</strong> Sepúlveda, por personalizar<br />

en él toda una corriente, aristocrática, selectiva, aristotélica, para la que la igualdad natural<br />

<strong>de</strong> todos los hombres sólo se realiza prácticamente por la tutela <strong>de</strong> los mejor dotados sobre<br />

los menos favorecidos, y que establece, por lo tanto, una jerarquía con diversos grados <strong>de</strong><br />

vida racional o humana; la <strong>de</strong> las Casas, igualitaria, <strong>de</strong>mócrata, cristiana, para la que todos<br />

los hombres tienen por naturaleza los mismos <strong>de</strong>rechos y todos han <strong>de</strong> tener en la sociedad<br />

y ante la ley las mismas atribuciones y responsabilida<strong>de</strong>s.<br />

Se mezclan estas i<strong>de</strong>as en las controversias sobre los indios no sólo con las exigencias<br />

<strong>de</strong> po<strong>de</strong>rosos intereses personales y colectivos, sino con el amargor, la <strong>de</strong>silusión, el<br />

nerviosismo, que en la vida cotidiana engendraba el trato directo con hombres <strong>de</strong><br />

mentalidad y costumbres tan distintas <strong>de</strong> las suyas. Mientras reaccionaban con caridad<br />

cristiana y hasta heroica muchos, otros traducen su malestar en juicios y afirmaciones<br />

peyorativas en que se involucran cuestiones muy diversas. Casi nunca se sabe si lo que<br />

dicen ha <strong>de</strong> aplicarse a todos los indios o solamente a los que ellos tratan más <strong>de</strong> cerca; si<br />

enjuician tan sólo su comportamiento pasado o su aptitud para vivir en el futuro en todas<br />

sus dimensiones la nueva cultura.<br />

Los puntos que principalmente les preocupan son estos tres: 1o. La posibilidad <strong>de</strong> que<br />

los indios lleven una vida moral ajustada a las exigencias <strong>de</strong>l cristianismo, y,<br />

consiguientemente, si han <strong>de</strong> ser admitidos en la comunidad cristiana con los mismos<br />

<strong>de</strong>rechos y obligaciones que los restantes cristianos; 2o. Su capacidad intelectual para<br />

asimilarse a la nueva cultura, <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>pendía la participación que habían <strong>de</strong> tener en su<br />

difusión, arraigo y <strong>de</strong>sarrollo en este país; y 3o. Su aptitud para adaptarse a las reglas y<br />

hábitos <strong>de</strong> la vida civilizada o <strong>de</strong> “policía”, a lo que estaba ligado el régimen social,<br />

económico y político a que <strong>de</strong>bían ser sometidos.<br />

Controversia De Las Casas y Sepúlveda sobre el régimen político a qué habían <strong>de</strong> quedar<br />

sometidos los indios.<br />

De hacer reglas especiales por vicio o por virtud se trató al discutir el régimen político<br />

que en justicia habían <strong>de</strong> tener los indígenas, que fue la tercera y más enconada vertiente <strong>de</strong><br />

la controversia. El momento más álgido <strong>de</strong> ella lo marca la contienda entre fray Bartolomé<br />

<strong>de</strong> las Casas y Juan Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda. Aunque Las Casas arrastrado por su generosa<br />

pasión, hace afirmaciones <strong>de</strong> una universalidad sorpren<strong>de</strong>nte, la controversia se mantiene<br />

en el marco <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as antropológicas y políticas <strong>de</strong> Aristóteles.<br />

Había sostenido éste, tratando <strong>de</strong> las diversas disposiciones naturales <strong>de</strong> los miembros<br />

<strong>de</strong> la sociedad doméstica, que “quien pue<strong>de</strong> ver con la mente, por naturaleza manda y<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

31


FILOSOFÍA II<br />

domina; y quien pue<strong>de</strong> ejecutar con el cuerpo, por naturaleza obe<strong>de</strong>ce y sirve”. Afirma a la<br />

vez un hecho y una ley; el hecho, patente a todos, es el <strong>de</strong> que todos los hombres no tienen<br />

el mismo ingenio ni las mismas fuerzas corporales, pues mientras unos tienen gran agu<strong>de</strong>za<br />

y casi ninguna fuerza, ,otros son tan forzudos como romos; la ley, que éstos estaban<br />

naturalmente <strong>de</strong>stinados a servir a aquéllos, como en nuestro cuerpo las manos<br />

naturalmente sirven a la mente. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong>l hecho la ley porque su visión <strong>de</strong> la<br />

familia, como la <strong>de</strong> la polis, es comunitaria, casi organicista, y piensa que las <strong>de</strong>ficiencias<br />

que tienen los individuos son las raíces profundas <strong>de</strong> su vida social: justamente porque<br />

ninguno se basta a sí mismo y cada uno necesita a los <strong>de</strong>más, han <strong>de</strong> vivir todos en el seno<br />

<strong>de</strong> la sociedad, en la que la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> las dotes individuales se compensa al poner<br />

cada cual las suyas al servicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más; <strong>de</strong> este modo el ingenio más perspicaz <strong>de</strong> los<br />

unos se hace luz <strong>de</strong> los que tienen la inteligencia más corta, y las mayores fuerzas<br />

corporales <strong>de</strong> éstos suplen la en<strong>de</strong>blez física <strong>de</strong> aquéllos, lo que en <strong>de</strong>finitiva implica que<br />

los unos man<strong>de</strong>n y los otros obe<strong>de</strong>zcan, que es la función que respectivamente les asigna<br />

la naturaleza. Pero quien no pue<strong>de</strong> gobernarse a sí mismo y tiene que ser regido por otro, es<br />

naturalmente el siervo <strong>de</strong> éste, lo cual no quiere <strong>de</strong>cir ---comenta Vitoria--- que sea “lícito<br />

ocupar sus propieda<strong>de</strong>s y reducir a esclavitud y llevar al mercado a los que Natura hizo<br />

cortos <strong>de</strong> ingenio”, pues ésa es la esclavitud civil, impuesta por la ley y no por la<br />

naturaleza, sino simplemente que para la buena marcha <strong>de</strong> la unidad social <strong>de</strong> que unos y<br />

otros forman parte es preciso que ambos cumplan su misión propia, y pues “hay en unos<br />

necesidad natural <strong>de</strong> ser regidos y gobernados por otros”, se sometan a esta servidumbre,<br />

que para ellos es provechosa y necesaria, “como los hijos necesitan estar sometidos a los<br />

padres y la mujer al marido”.<br />

No podían, sin embargo, estas humanas atenuaciones <strong>de</strong>svirtuar el <strong>de</strong>smesurado rigor <strong>de</strong><br />

la letra <strong>de</strong> Aristóteles. Porque no se limita éste a formular la ley social <strong>de</strong> que en todo <strong>grupo</strong><br />

acaba por imponerse el que más vale, sino que, exagerándola y violentándola, basa en ella<br />

su teoría <strong>de</strong>l dominio y <strong>de</strong> la soberanía. Su expresión más <strong>de</strong>scarnada es ésta: el señor o el<br />

dueño es siempre <strong>de</strong> naturaleza superior a lo que posee o gobierna; el hombre posee<br />

animales, plantas y tierras, porque su ser es superior al <strong>de</strong> ellos; el príncipe manda porque<br />

naturalmente vale más que los que gobierna, si no por ser <strong>de</strong> naturaleza superior a la <strong>de</strong><br />

ellos, por aventajarlos en sus dotes naturales. Con este principio justifica la servidumbre<br />

natural, mezcla abigarrada <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> propiedad y <strong>de</strong> dominio político,<br />

incomparablemente más pesada e inhumana que la legal, porque no nace, como ésta, <strong>de</strong><br />

una ley arbitraria, hecha por unos hombres, que por lo mismo pue<strong>de</strong> ser modificada o<br />

anulada por otros, sino <strong>de</strong> una imposición inexorable <strong>de</strong> la naturaleza, radicalmente justa,<br />

contra la que no hay manera <strong>de</strong> luchar; el que ha nacido siervo, siervo ha <strong>de</strong> ser hasta que<br />

se muera; ni hay justicia que le ampare, ni <strong>de</strong>recho que le valga; su <strong>de</strong>ber es <strong>de</strong>jarse llevar<br />

por los que intelectualmente, humanamente, valen más que él y agotar sus fuerzas en la<br />

ejecución <strong>de</strong> lo que ellos conciben.<br />

En la Edad Media luchan estas i<strong>de</strong>as con el pensamiento cristiano, que unas veces las<br />

atenúa, infiltrándoles un sentido más humano, y otras, <strong>de</strong>jándose arrastrar por el prestigio<br />

<strong>de</strong>l “Filósofo”, las da por buenas. Definitivamente sólo se llegan a superar por los teólogos<br />

españoles en esta controversia sobre las Indias.<br />

Tan pronto como empieza a discutirse cuál ha <strong>de</strong> ser la situación jurídica <strong>de</strong> los indios,<br />

surgen, extremadas y en pugna, esas dos facetas <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Santo Tomás, que en<br />

su célebre contienda encarnan respectivamente fray Bartolomé <strong>de</strong> las Casas y Juan Ginés<br />

<strong>de</strong> Sepúlveda, El insigne humanista sigue tan fielmente a Aristóteles que hasta se le ha<br />

reprochado, injustamente, que carezca por completo <strong>de</strong> espíritu cristiano; lo que le pasa es<br />

que no llega al filósofo griego a través <strong>de</strong> Santo Tomás, como <strong>de</strong> ordinario hacen los<br />

teólogos, ni cuida como éstos <strong>de</strong> atenuar sus expresiones para ajustarlas en lo posible a los<br />

principios tomistas; él sigue a la letra el texto aristotélico y lo repiensa con un criterio<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

32


FILOSOFÍA II<br />

predominantemente jurídico que lo acerca mucho más a juristas como Gregorio López,<br />

Mendoza y sobre todo Vázquez <strong>de</strong> Menchaca, que a teólogos como Vitoria, Soto y Suárez.<br />

Toda su argumentación arranca, como en su maestro, <strong>de</strong> una ley y <strong>de</strong> un hecho: la ley<br />

natural <strong>de</strong> que lo imperfecto <strong>de</strong>be someterse a lo perfecto, y el hecho <strong>de</strong> que los indios “en<br />

pru<strong>de</strong>ncia, ingenio, virtud y humanidad son tan inferiores a los españoles como los niños a<br />

los adultos”.<br />

Ambas premisas, la teórica y la práctica, enunciadas con esta generalidad, tal vez nunca<br />

hubieran sido controvertidas, pues eran susceptibles <strong>de</strong> interpretaciones muy diversas y<br />

conciliables, por lo mismo, con posiciones muy opuestas; pero las que les daba Sepúlveda<br />

tenían por fuerza que suscitar contradicción porque eran rigurosamente aristotélicas, y con<br />

dificultad podían armonizarse con los principios cristianos, como él mismo intentó en vano<br />

hacerlo.<br />

Su i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la ley natural era confusa, cuando no abiertamente errónea; unas veces<br />

entien<strong>de</strong> por ella, como los jurisconsultos romanos, “lo que la naturaleza enseñó a todos<br />

los animales”, otras la confun<strong>de</strong> con el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes, y hasta cuando la <strong>de</strong>fine, según<br />

la doctrina corriente, como la participación <strong>de</strong> la luz divina por la mente humana, <strong>de</strong>svirtúa<br />

su sentido tradicional al afirmar, recogiendo la objeción que hace Leopoldo <strong>de</strong> que en cada<br />

sitio cada cual piensa <strong>de</strong> distinta manera, que su luz es más clara en los que son más<br />

inteligentes y hay que atenerse al dictamen <strong>de</strong> los pru<strong>de</strong>ntes y estudiosos. Y todavía, como<br />

si fuera <strong>de</strong> poca monta esta enorme restricción que convierte a la ley natural en privilegio <strong>de</strong><br />

unos cuantos en vez <strong>de</strong> ser patrimonio <strong>de</strong> toda la humanidad, llega a <strong>de</strong>cir arrastrada por la<br />

omnímoda autoridad que conce<strong>de</strong> a Aristóteles, que sus palabras son “no preceptos <strong>de</strong> un<br />

filósofo, sino leyes <strong>de</strong> la naturaleza y <strong>de</strong>cretos <strong>de</strong> la recta razón”. I<strong>de</strong>ntificado, pues, el<br />

<strong>de</strong>recho natural con la doctrina aristotélica, ya no tiene que preocuparse <strong>de</strong> probar el valor<br />

ni el alcance <strong>de</strong> la ley que manda que lo imperfecto se someta a lo perfecto; basta y sobra<br />

con que así lo haya dicho Aristóteles, cuyas palabras va traduciendo en el Democrates alter<br />

casi al pie <strong>de</strong> la letra, sobre todo en el capítulo en que Aristóteles afirma que en virtud <strong>de</strong><br />

este principio la forma presi<strong>de</strong> y domina a la materia, el alma al cuerpo, el varón a la mujer,<br />

el padre a los hijos y el adulto a los niños, sin reparar ni por asomo en que esas distintas<br />

subordinaciones son <strong>de</strong> tipo muy diverso; al contrario, concluye victoriosamente:<br />

Esto mismo se verifica entre unos y otros hombres; habiendo unos que por naturaleza son<br />

señores, otros que por naturaleza son siervos. Los que exce<strong>de</strong>n a los <strong>de</strong>más en pru<strong>de</strong>ncia e<br />

ingenio, aunque no en fuerzas corporales, éstos son por naturaleza los señores; por el<br />

contrario los tardíos y perezosos <strong>de</strong> entendimiento, aunque tengan fuerzas corporales para<br />

cumplir todas las obligaciones necesarias, son por naturaleza siervos, y es justo y útil que<br />

lo sean y aun lo vemos sancionado en la misma ley divina. Porque escrito está en el libro <strong>de</strong><br />

los Proverbios: el que es necio, servirá al que es sabio. Tales son las gentes bárbaras e<br />

inhumanas, ajenas a la vida civil y a las costumbres pacíficas.<br />

Por ser ésta una exigencia <strong>de</strong> la naturaleza, pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be realizarse aun con el concurso<br />

<strong>de</strong> las armas. Sepúlveda sostiene que es justa causa <strong>de</strong> guerra “someter con las armas, si<br />

por otro camino no es posible, a aquellos que por condición natural <strong>de</strong>ben obe<strong>de</strong>cer a otros<br />

y rehusar su imperio”; esa condición natural que les obliga a la sumisión consiste en<br />

“torpeza <strong>de</strong> entendimiento y costumbres inhumanas y bárbaras”; está justificada por este<br />

principio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho natural: “lo perfecto <strong>de</strong>be imperar y dominar sobre lo imperfecto”; por<br />

lo cual “será siempre justo y conforme al <strong>de</strong>recho natural que tales gentes se sometan al<br />

imperio <strong>de</strong> príncipes y naciones más cultas y humanas para que, merced a sus virtu<strong>de</strong>s y a<br />

la pru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus leyes, <strong>de</strong>pongan su barbarie y se reduzcan a vida más humana y al culto<br />

<strong>de</strong> la virtud”.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

33


FILOSOFÍA II<br />

Si se da por válido este razonamiento, la cuestión queda <strong>de</strong>splazada al terreno <strong>de</strong> los<br />

hechos y el único punto a discutir es si los españoles son o no superiores a los indios. La<br />

superioridad <strong>de</strong> los españoles la prueba largamente con las virtu<strong>de</strong>s y hazañas que les<br />

reconoce la historia y son patentes al presente; la inferioridad <strong>de</strong> los indios, con una<br />

información escasa y <strong>de</strong> segunda mano, toma principalmente <strong>de</strong> Pedro Mártir <strong>de</strong> Anglería en<br />

su De Orbe Novo y Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Oviedo en su Historia general y natural <strong>de</strong> las Indias.<br />

Como fray Pedro <strong>de</strong> Gante, cree que “la gente común estaba como animales sin razón,<br />

indomables, que no podíamos traer al gremio y congregación <strong>de</strong> la Iglesia ni a la doctrina ni<br />

a sermón . . . Huían como salvajes <strong>de</strong> los frailes”. Se cree, por lo tanto, autorizado a<br />

concluir:<br />

Con perfecto <strong>de</strong>recho los españoles imperan sobre estos bárbaros <strong>de</strong>l Nuevo Mundo e Islas<br />

adyacentes, los cuales en pru<strong>de</strong>ncia, ingenio, virtud y humanidad son tan inferiores a los<br />

españoles como los niños a los adultos y las mujeres a los varones, habiendo entre ellos<br />

tanta diferencia como la que va <strong>de</strong> gentes fieras y crueles a gentes clementísimas, <strong>de</strong> los<br />

que prodigiosamente intemperantes a los continentes y templados y estoy por <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong><br />

monos a hombres.<br />

Los indios no son más que “hombrecillos, en los cuales apenas encontrarás vestigios <strong>de</strong><br />

humanidad”, “hombrecillos bárbaros, incultos e inhumanos”. Es verdad que tenían casas,<br />

alguna industria y cierta organización social y política, pero “que algunos parezcan<br />

ingeniosos para ciertos artificios no es ningún argumento <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia humana, puesto que<br />

vemos a ciertas bestezuelas y a las abejas y a las arañas fabricar ciertas obras que ninguna<br />

industria humana pue<strong>de</strong> imitar bastante”; por otra parte, “el tener casas y algún modo<br />

racional <strong>de</strong> vivir y alguna especie <strong>de</strong> comercio es cosa a que la misma necesidad natural<br />

induce y sólo sirve para probar que no son osos ni monos y que no carecen totalmente <strong>de</strong><br />

razón”.<br />

Los que pretendiendo favorecer a los indios <strong>de</strong>claran injusta la conquista española, en<br />

realidad los dañan, porque ¿qué cosa pudo suce<strong>de</strong>r a estos bárbaros más<br />

convenientemente, ni más saludable que el quedar sometidos al imperio <strong>de</strong> aquellos cuya<br />

pru<strong>de</strong>ncia, virtud y religión los han <strong>de</strong> convertir <strong>de</strong> bárbaros, tales que apenas merecían el<br />

nombre <strong>de</strong> seres humanos, en hombres civilizados en cuanto pue<strong>de</strong>n serlo; <strong>de</strong> torpes y<br />

libidinosos en probos y honrados; <strong>de</strong> impíos y siervos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios en cristianos y<br />

adoradores <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro Dios?<br />

Huelgan ya tantas consultas y controversias, porque “¿cómo hemos <strong>de</strong> dudar que estas<br />

gentes tan incultas, tan bárbaras, contaminadas con tantas iniquida<strong>de</strong>s y torpezas han sido<br />

justamente conquistadas por tan excelente, piadoso y justísimo rey como lo fue Fernando el<br />

Católico y lo es ahora el Cesar Carlos y por una nación humanísima y excelente en todo<br />

género <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s?”. (...)<br />

Las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Sepúlveda tenían necesariamente que suscitar la áspera contradicción <strong>de</strong><br />

fray Bartolomé <strong>de</strong> las Casas, al apasionado campeón <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los indígenas.<br />

Llegó a España <strong>de</strong> México cuando se tramitaba en el Consejo <strong>de</strong> Castilla la licencia para la<br />

impresión <strong>de</strong>l Democrates alter, y al enterarse <strong>de</strong> su contenido armó tal revuelo que, a pesar<br />

<strong>de</strong> los valiosos patrones que tenía Sepúlveda, el Consejo <strong>de</strong>cidió aplazar su <strong>de</strong>cisión hasta<br />

conocer el parecer que sobre el manuscrito dieran las universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Salamanca y Alcalá.<br />

No se publicó el libro porque el fallo <strong>de</strong> éstas fue adverso: según Sepúlveda, por las intrigas<br />

y malas artes <strong>de</strong> Las Casas; según éste, porque contenía “doctrina no sana”. Contra ella<br />

presentó Las Casas al príncipe don Felipe un larguísimo tratado por el estilo <strong>de</strong> los muchos<br />

que se compusieron <strong>de</strong> 1539 a 1542.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

34


FILOSOFÍA II<br />

La contienda se celebró en Valladolid en dos periodos <strong>de</strong> sesiones, que tuvieron lugar en<br />

los años <strong>de</strong> 1550 y 1551. Sostuvo Sepúlveda ante los catorce letrados que constituían la<br />

junta la doctrina <strong>de</strong>l Democrates alter; le opuso Las Casas el enorme arsenal <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y<br />

hechos que <strong>de</strong>sparramó por sus obras. Es lástima que en este punto concreto <strong>de</strong> la<br />

capacidad política <strong>de</strong> los indios, que es el único <strong>de</strong> <strong>de</strong> Las Casas, que tan expeditivamente<br />

se había sacudido en otra ocasión la tiranía intelectual <strong>de</strong> Aristóteles, no le arrastran a<br />

arremeter briosa y abiertamente contra la teoría aristotélica <strong>de</strong> la servidumbre natural, que<br />

era todo el nervio <strong>de</strong> la argumentación <strong>de</strong> Sepúlveda. Más <strong>de</strong> una vez la niega<br />

implícitamente, como cuando dice: “Todas las naciones <strong>de</strong>l mundo son hombres ... todos<br />

tienen entendimiento y voluntad, todos tienen cinco sentidos exteriores y sus cuatro<br />

interiores, y se mueven por los objetos <strong>de</strong>llos, todos se huelgan con el bien y sienten placer<br />

con lo sabroso y alegre, y todos <strong>de</strong>sechan y aborrecen el mal.”<br />

Admite, claro es, que no todos los pueblos tienen el mismo grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, pero no<br />

cree que haya ni uno solo que no esté capacitado para recibir la cultura, como no hay<br />

ninguno que no sea idóneo para recibir la fe cristiana. Por otra parte, advierte que la<br />

situación en que unos y otros estén actualmente dista mucho <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>finitiva; los que hoy<br />

están más atrasados pue<strong>de</strong>n ser mañana los más cultos, como los más civilizados en la<br />

actualidad en un pasado nada remoto estaban sumidos en la barbarie. Todas estas<br />

afirmaciones eran otras tantas brechas que Las Casas abría con su corazón más que con su<br />

cabeza en la granítica tesis aristotélica. Ya estaba en ellas insinuado que todo hombre, sea<br />

cual fuere su cultura, tiene en principio todos los <strong>de</strong>rechos inherentes a la persona humana.<br />

Que no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la religión que profese, que para Las Casas es tanto como <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> su<br />

cultura, ya lo había sostenido aunque todavía religado a la Edad Media piensa más en la<br />

colectividad que en el individuo, al afirmar que “todos los hombres, tanto infieles como<br />

cristianos, son seres racionales”. Llevar la misma verdad a todos los terrenos e incorporarla<br />

para siempre a la conciencia humana fue el mayor fruto <strong>de</strong> ésta y las <strong>de</strong>más contiendas que<br />

suscitaron los indígenas <strong>de</strong> América.<br />

Frente a Sepúlveda, Las Casas no se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> a negar abiertamente la tesis <strong>de</strong> Aristóteles.<br />

Acepta que efectivamente hay hombres <strong>de</strong> tan escasa capacidad racional que han nacido<br />

para esclavos, pero piensa que numéricamente son muy pocos y a<strong>de</strong>más que han <strong>de</strong><br />

consi<strong>de</strong>rarse como aberraciones <strong>de</strong> la naturaleza tan insólitas como el hombre que nace<br />

con seis <strong>de</strong>dos en cada mano o con un solo ojo. Si esos casos se multiplicaran, pondrían en<br />

entredicho la omnipotencia o la sabiduría <strong>de</strong>l Creador por no dar a sus criaturas los órganos<br />

y faculta<strong>de</strong>s que correspon<strong>de</strong>n a su naturaleza. Los que ven por todas partes siervos por<br />

naturaleza no han comprendido lo que Aristóteles entien<strong>de</strong> por bárbaros, pues no todos los<br />

que pasan por tales son <strong>de</strong> la misma condición. Gran acierto era éste <strong>de</strong> pedir claridad y<br />

distinción y no <strong>de</strong>jar que se confundieran en la equívoca vaguedad <strong>de</strong> un mismo nombre<br />

pueblos tan distintos como los mayas, por ejemplo, y los chichimecas; mayor aún, apuntar<br />

que el concepto <strong>de</strong> bárbaro había que fijarlo <strong>de</strong> acuerdo con sus características internas y<br />

no en relación con el grado <strong>de</strong> cultura que hayan adquirido los otros pueblos.<br />

Pero la distinción que propone Las Casas es bien peregrina; califica, en efecto, a los<br />

llamados bárbaros en estas tres categorías: 1a. Los que tienen costumbres y opiniones<br />

extrañas, pero no les falta “policía” y pru<strong>de</strong>ncia para regirse; 2a. Los que tienen lenguas<br />

aptas para que se expliquen por caracteres y letras, como los antiguos ingleses, y ésto no<br />

son siervos por naturaleza, sino que tienen reinos verda<strong>de</strong>ros y naturales reyes y señores y<br />

gobernación; y 3a. Los que por sus perversas costumbres y ru<strong>de</strong>za <strong>de</strong> ingenio y brutal<br />

inclinación son como fieras silvestres que viven por los campos sin ciuda<strong>de</strong>s, ni casa, ni<br />

policía, ni leyes, ni ritos, ni tratos, a los que es lícito hacerles la guerra, como es lícito cazar<br />

a las fieras. No son así los indios <strong>de</strong> América, sino hombres libres; más aún, también lo son<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

35


FILOSOFÍA II<br />

los negros, que el mismo Las Casas quiso en otro tiempo que fueran llevados como<br />

esclavos a las Indias, “porque la misma razón es <strong>de</strong> los negros que <strong>de</strong> los indios”.<br />

Relegada la vigencia <strong>de</strong> la teoría aristotélica a casos excepcionales <strong>de</strong> hombres fieros tan<br />

anormales como los idiotas o los locos, quedaba refutada toda la argumentación <strong>de</strong><br />

Sepúlveda. Pero como éste había acudido a los hechos en busca <strong>de</strong> pruebas que<br />

justificaran la tutela a que los españoles habían sometido a los indios, Las Casas le sigue<br />

gustosamente a este terreno, en el que él tiene todas las ventajas. Porque fray Bartolomé sí<br />

había estado en las Indias, y por si fueran pocos los datos que había recogido<br />

personalmente en sus viajes, continuamente recibía otros muchos, que le transmitían los<br />

que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el otro lado <strong>de</strong> los mares seguían con interés vivísimo la campaña que en favor<br />

<strong>de</strong> los indios realizaba en España.<br />

Lo primero que hace al enfrentarse con esta gente <strong>de</strong> la argumentación <strong>de</strong> Sepúlveda es<br />

poner en cuarentena o negar abiertamente la veracidad <strong>de</strong> la información <strong>de</strong>l cronista; sus<br />

fuentes no merecen crédito.<br />

Y lo que más perjudica la persona <strong>de</strong>l reverendo doctor ---le dice en su réplica--- entre<br />

personas pru<strong>de</strong>ntes y temerosas <strong>de</strong> Dios y que tienen noticia ocular <strong>de</strong> las Indias, es allegar<br />

y traer por autor irrefragable a Oviedo en su falsísima y nefanda historia que llamó general,<br />

como sea uno <strong>de</strong> los tiranos robadores y <strong>de</strong>struidores <strong>de</strong> los indios, como él mismo<br />

confiesa en el prólogo <strong>de</strong> su primera parte, columna seis, y en el libro seis, capítulo ocho, y<br />

por en<strong>de</strong> <strong>de</strong> los indios capital enemigo.<br />

Sus datos, por el contrario, son fi<strong>de</strong>dignos, y <strong>de</strong> ellos resulta que los indios son <strong>de</strong> tan<br />

buen entendimiento y tan agudos <strong>de</strong> ingenio, <strong>de</strong> tanta capacidad y tan dóciles para<br />

cualquiera ciencia moral y especulativa doctrina, y tan or<strong>de</strong>nados por la mayor parte<br />

proveídos y razonables en su policía, teniendo muchísimas leyes justísimas y tanto han<br />

aprovechado en las cosas <strong>de</strong> fe y religión cristiana y en las buenas costumbres y corrección<br />

<strong>de</strong> vicios, don<strong>de</strong> quiera que han sido doctrinados por los religiosos y personas <strong>de</strong> buena<br />

vida y aprovechan cuanto nación en el mundo se halló <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> subidos los apóstoles al<br />

cielo. Dejo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir el admirable aprovechamiento que en ellos ha habido en las artes<br />

mecánicas y liberales, como leer y escribir y música <strong>de</strong> canto y <strong>de</strong> todos músicos<br />

instrumentos, gramática y lógica y <strong>de</strong> todo lo <strong>de</strong>más que se les ha enseñado y ellos han<br />

oído.<br />

Pero a fray Bartolomé no le basta probar que los indios tienen capacidad para recibir la<br />

nueva cultura; quiere a<strong>de</strong>más que que<strong>de</strong> bien patente que antes <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> los<br />

españoles tenían una organización política y social tan racional y justa que holgaban los<br />

pujos protectores <strong>de</strong> los Sepúlveda. Con este fin acumuló el copiosísimo material <strong>de</strong> que<br />

está llena la Apologética Historia <strong>de</strong> las Indias, <strong>de</strong> la que con toda justicia se ha dicho que<br />

“la historia <strong>de</strong> la exageración humana tiene pocos ejemplares más interesantes” que ella.<br />

Empieza Las Casas <strong>de</strong>scribiendo la favorable disposición <strong>de</strong> las estrellas, la fertilidad <strong>de</strong>l<br />

suelo, la suavidad <strong>de</strong>l clima y las <strong>de</strong>más condiciones físicas <strong>de</strong>l Nuevo Mundo, a las que se<br />

<strong>de</strong>be que los indios sean “<strong>de</strong> muy bien acomplixionados cuerpos, y así dispuestos y bien<br />

proporcionados para recibir en sí nobles ánimos... y por consiguiente, sin alguna duda,<br />

tener y buenos y sutiles entendimientos”. Que efectivamente lo tienen lo muestran en que<br />

investigan, juzgan y practican acertadamente los preceptos <strong>de</strong> la ley natural, dando<br />

numerosas pruebas <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia tanto en el gobierno <strong>de</strong> ellos mismos, como en el <strong>de</strong> sus<br />

casas y ciuda<strong>de</strong>s. En el gobierno propio practican el bien y evitan el mal, y se encaminan<br />

con todas sus acciones hacia el fin al que la misma naturaleza los inclina; en el gobierno <strong>de</strong><br />

sus casas son amorosos, diligentes, ingeniosos, y entre los hombres y las mujeres hay<br />

relaciones armoniosas y perfectas; en el gobierno <strong>de</strong> sus ciuda<strong>de</strong>s cumplen y sobrepasan<br />

todos los requisitos que Aristóteles señala para una vida política perfecta.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

36


FILOSOFÍA II<br />

En ellas, en efecto, los ciudadanos están unidos por vínculos <strong>de</strong> amistad, y así la<br />

comunidad se asienta en una concordia voluntaria, que es mucho más importante que tener<br />

fuertes murallas o gran<strong>de</strong>s edificios; su otro fundamento es la justicia, cuya fecunda<br />

presencia se advierte en que cada cual está contento con lo suyo y todos conviven<br />

pacíficamente.<br />

Dedica <strong>de</strong>spués nada menos que doscientos sesenta y seis capítulos, llenos <strong>de</strong> digresiones,<br />

citas <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s y hechos <strong>de</strong> muy diversa índole, a probar que la república <strong>de</strong> los indios<br />

es permanente y se basta a sí misma, como pi<strong>de</strong> y requiere Aristóteles en su Política. No es<br />

posible seguir a Las Casas en su farragosa argumentación, <strong>de</strong> la que concluye que los<br />

indios son en muchos aspectos superiores a los griegos y a los romanos y tienen algunas<br />

costumbres que <strong>de</strong>bieran imitar los pueblos cristianos. En los últimos capítulos <strong>de</strong> la obra<br />

vuelve a insistir en que se dan entre los indios las tres condiciones esenciales que, según<br />

Aristóteles, se necesitan y bastan para una buena organización política, a saber, que el<br />

<strong>grupo</strong> esté unido en la unidad <strong>de</strong> la paz, que se dirija a alcanzar una vida racionalmente<br />

buena, y que se baste a sí mismo para satisfacer sus necesida<strong>de</strong>s.<br />

Sin las exageraciones y apasionamientos <strong>de</strong> Las Casas, su doctrina en este punto<br />

concreto es la <strong>de</strong> los teólogos y juristas más <strong>de</strong>stacados <strong>de</strong> España. Como él piensan<br />

Francisco <strong>de</strong> Vitoria, Gregorio López, Domingo Soto, José Acosta, Antonio <strong>de</strong> Córdoba,<br />

Vázquez <strong>de</strong> Menchaca, Luis Molina, Manuel Rodríguez, Domingo Bañez y Francisco Suárez,<br />

todos los cuales con diversos matices, más <strong>de</strong> forma que <strong>de</strong> fondo, rechazan la teoría <strong>de</strong> la<br />

servidumbre natural y consi<strong>de</strong>ran que la superioridad intelectual <strong>de</strong> los españoles no les da<br />

<strong>de</strong>recho a dominar a los indios.<br />

Como complemento al tema: la naturaleza <strong>de</strong> los indígenas, te presentamos una nota <strong>de</strong> Miryam<br />

Audiffred publicada en La Jornada.<br />

Humillación y negación, llaga que aún está abierta, dice Fernán<strong>de</strong>z.<br />

No sólo fue Chiapas el lugar que los unió en los renglones <strong>de</strong> la historia. Entre su<br />

vegetación y su eterno olor a hierba fresca, Bartolomé <strong>de</strong> las Casas y Samuel Ruiz<br />

conocieron el mayor infierno que pue<strong>de</strong> infligir la humanidad: la pobreza, el sometimiento y<br />

la intolerancia que conducen a la extinción. Es más, podría <strong>de</strong>cirse que ese estado les<br />

permitió mostrarse como los gran<strong>de</strong>s hombres que, hoy, son homologados por estudiosos<br />

e historiadores <strong>de</strong> todo el planeta.<br />

Y es que las semejanzas entre ambos obispos son tantas que sería imposible citarlas.<br />

Basta señalar que ellos trataron <strong>de</strong> poner fin al trato discriminatorio que reciben los<br />

indígenas en México, para compren<strong>de</strong>r el por qué la directora escénica Rosamarta<br />

Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong>cidió convertir La controversia <strong>de</strong> Valladolid en el regalo con el que Samuel<br />

Ruiz pusiera fin a sus 40 años <strong>de</strong> labor pastoral en esa entidad <strong>de</strong>l sureste mexicano.<br />

A tres meses <strong>de</strong> haber sido presentada en la Selva Lacandona, esta pieza teatral se<br />

estrenará en México <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Festival <strong>de</strong>l Centro Histórico con el afán <strong>de</strong> impulsar una<br />

reflexión en torno <strong>de</strong>l racismo que, en mayor o menor medida, persiste. “Porque todavía<br />

está abierta la llaga <strong>de</strong> la humillación y la negación”.<br />

En palabras <strong>de</strong> la directora, se trata <strong>de</strong> una obra que “nos permite encontrar una i<strong>de</strong>ntidad<br />

que todavía está en espejo roto y en particular nuestra i<strong>de</strong>ntidad indígena. Será como<br />

<strong>de</strong>scubrir al otro en nosotros y <strong>de</strong>scubrirnos en el otro; incluso en el conquistador<br />

masacrador”.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

37


FILOSOFÍA II<br />

Para lograr esta i<strong>de</strong>ntificación, Marco Antonio García, José Carlos Rodríguez, Rubén<br />

Cristiani y Raúl Adalid, entre otros actores, se internan en los antagonismos <strong>de</strong> la célebre<br />

controversia secreta ocurrida en el siglo XVI entre el fraile dominico Bartolomé <strong>de</strong> las Casas<br />

y el filósofo Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda, quienes trataron <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar si los indígenas <strong>de</strong>l Nuevo<br />

Mundo eran seres humanos íntegros y verda<strong>de</strong>ros o si pertenecían a una categoría distinta.<br />

Síntesis dramatizada <strong>de</strong> dos visiones<br />

Escrita en 1998 por el dramaturgo francés Jean Clau<strong>de</strong> Carriére y estrenada ese mismo<br />

año en París, bajo la dirección <strong>de</strong> Jacques Lasalle, La controversia <strong>de</strong> Valladolid sintetiza<br />

las visiones <strong>de</strong> dos mundos opuestos: la <strong>de</strong> quienes constataron la crueldad <strong>de</strong> la<br />

Conquista y la <strong>de</strong> aquellos que, sencillamente, consi<strong>de</strong>raban a los indios seres inferiores.<br />

Con tal ambiente sería fácil convertir el escenario en un campo <strong>de</strong> batalla con bandos<br />

i<strong>de</strong>ntificables. Pero --aclara Rosamarta Fernán<strong>de</strong>z-- “procuramos evitar una visión maniquea<br />

y eludimos el simplismo <strong>de</strong> caracterizar al <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> los indios como el bueno y al<br />

segundo como el malo que los ataca”. “Quisimos exponer el argumento <strong>de</strong> ambos para que<br />

el espectador i<strong>de</strong>ntifique las concepciones y las emociones que coinci<strong>de</strong>n con las <strong>de</strong> los<br />

contendientes.”<br />

Como la obra es creación <strong>de</strong> un escritor extranjero, no sería difícil dudar <strong>de</strong> la relación<br />

que los personajes guardan con la realidad <strong>de</strong> los pueblos indígenas <strong>de</strong> México. Fernán<strong>de</strong>z<br />

lo sabe y por eso afirma que si bien el autor siempre ha estado familiarizado con la situación<br />

nacional --pues varias veces visitó Chiapas--, el <strong>grupo</strong> que ella dirige trabajó con los<br />

escritos originales <strong>de</strong>l religioso y ello implica que cada diálogo tenga sustento en textos<br />

como Brevísima relación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> las Indias. (...)<br />

Si bien La controversia... se basa en los documentos que fueron escritos hace 500 años,<br />

es imposible cuestionar la actualidad <strong>de</strong> los argumentos esgrimidos sobre todo si se<br />

advierte que tanto Bartolomé como Samuel encontraron, al llegar a Chiapas, que los indios<br />

<strong>de</strong>bían ce<strong>de</strong>r el paso a los blancos cuando se topaban en la calle.<br />

Samuel Ruiz, el Tatic, señaló que en 1960 la situación no era “genéricamente distinta” a la<br />

que conoció el fraile Las Casas siglos atrás.<br />

Por si estas palabras no fueran lo suficientemente rudas para <strong>de</strong>mostrar que el tiempo se<br />

estancó en el sureste, basta comparar la matanza <strong>de</strong> Chenalhó con las masacres<br />

perpetradas por los conquistadores o leer las añejas crónicas que dan cuenta <strong>de</strong> la llegada<br />

<strong>de</strong>l fraile dominico a la región chiapaneca y notar que las similitu<strong>de</strong>s que éstas guardan con<br />

la realidad no son meras coinci<strong>de</strong>ncias, pues señalan que “llegó un buen teólogo y<br />

consumado jurista que predicaba como apóstol enseñándoles los medios <strong>de</strong> su salvación,<br />

que era poner fin a un trato tan ilícito”.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

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Reconocimiento <strong>de</strong> la otredad<br />

FILOSOFÍA II<br />

De indagar cuál es el tema central <strong>de</strong> la obra ---expresa la directora---se llegaría a la<br />

conclusión <strong>de</strong> que La controversia... se basa en el reconocimiento <strong>de</strong> la otredad y en la<br />

búsqueda <strong>de</strong> respuestas para los múltiples cuestionamientos que giran en torno <strong>de</strong> la<br />

sensibilidad y la inteligencia <strong>de</strong> los indígenas.<br />

¿Los indios tienen alma como la nuestra?, ¿po<strong>de</strong>mos respetar su libertad? Fernán<strong>de</strong>z<br />

posee una opinión para tales interrogantes y se <strong>de</strong>bería <strong>de</strong>cir que sus puntos <strong>de</strong> vista no<br />

fueron introducidos en los diálogos <strong>de</strong> los actores porque ---aña<strong>de</strong> la dramaturga---el<br />

objetivo es que cada persona se conteste por sí misma <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> confrontar estas<br />

preguntas con su conducta cotidiana.<br />

Tal vez, las sensaciones propiciadas por el montaje sean tan “<strong>de</strong>sgarradoras” como<br />

aquellas que se <strong>de</strong>jaron ver durante las lecturas dramatizadas <strong>de</strong> la obra, que se celebraron<br />

hace algunos meses en el Museo <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México y en la diocesis <strong>de</strong> San Cristobal<br />

<strong>de</strong> las Casas. Mientras en la capital el sentimiento más visible fue la indignación por la<br />

supuesta falta <strong>de</strong> información ---hubo quienes se dijeron engañados por los medios <strong>de</strong><br />

comunicación---, en Chiapas las lágrimas vencieron a las palabras. Quizá, los indígenas<br />

recordaron que el maltrato es por generaciones su mayor herencia.<br />

EVALUACIÓN<br />

Con base a los textos anteriores respon<strong>de</strong> a las siguientes preguntas.<br />

21. ¿Cuál es la posición <strong>de</strong> Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda con respecto al sometimiento <strong>de</strong> los indígenas y a<br />

qué filósofo <strong>de</strong> la antigüedad recurrió en sus argumentos?<br />

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22. ¿En qué consiste la postura <strong>de</strong> Fray Bartolomé <strong>de</strong> las Casas en el problema planteado? En tu<br />

explicación alu<strong>de</strong> al discurso paternalista.<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

39


FILOSOFÍA II<br />

23. ¿Con cuál personaje <strong>de</strong> la actualidad se establece semejanza con fray Bartolomé <strong>de</strong> las Casas<br />

y por qué?<br />

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Con el propósito <strong>de</strong> reflexionar sobre estos últimos temas respecto a la manera <strong>de</strong> cómo llegaron<br />

algunas <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as científicas y filosóficas a la Nueva España, resulta <strong>de</strong> interés consi<strong>de</strong>rar<br />

cuales eran las circunstancias que prevalecían en la Colonia y la actitud frente al conocimiento<br />

<strong>de</strong>bido a ellas. A continuación te mostramos un artículo <strong>de</strong> Javier Flores, La lucha contra el<br />

oscurantismo, que ofrece una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los obstáculos que se presentaban así como el<br />

esfuerzo por salvarlos, lo cual contribuye a la comprensión <strong>de</strong> la filosofía en México en dicho<br />

período y establece un puente con los temas relativos a la mo<strong>de</strong>rnidad <strong>de</strong> los cuales nos<br />

ocuparemos más a<strong>de</strong>lante.<br />

La penetración <strong>de</strong> la ciencia mo<strong>de</strong>rna en México se da a través <strong>de</strong> un proceso que no<br />

estuvo exento <strong>de</strong> obstáculos. Después <strong>de</strong> la Conquista, las mentes más avanzadas que se<br />

<strong>de</strong>sarollaron en la Nueva España, tuvieron que librar numerosas batallas en contra <strong>de</strong> una<br />

ciencia oficial que dominó a Europa y especialmente a España durante siglos; una teología<br />

oscurantista que se apoyaba en los excesos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ductivismo escolástico y en un<br />

conocimiento puramente verbalista basado en el argumento <strong>de</strong> autoridad <strong>de</strong> Aristóteles. En<br />

las etapas más oscuras <strong>de</strong> la época colonial, esta lucha es patente y po<strong>de</strong>mos tener acceso<br />

a algunos <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>talles gracias a la obra <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los más importantes historiadores<br />

mexicanos <strong>de</strong> nuestro siglo, Elias Trabulse. Entre la diversidad <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> este autor,<br />

sobresale un pequeño libro sobre los orígenes <strong>de</strong> la ciencia en nuestro país realizado<br />

mediante una metodología muy interesante: el análisis <strong>de</strong> las lecturas realizadas por las<br />

diversas comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hombres <strong>de</strong> ciencia en México en los siglos XVI y XVII.<br />

Una <strong>de</strong> las primeras cosas que llaman la atención es la forma en la que se pretendía<br />

imponer una ciencia oficial y por tanto, una visión única sobre la naturaleza a través <strong>de</strong> la<br />

vigilancia sobre las lecturas <strong>de</strong> los intelectuales novohispanos. Todas las obras que<br />

llegaban a la nueva españa, así como los volúmenes que integraban las colecciones<br />

particulares y bibliotecas, <strong>de</strong>bían ser informadas al Santo Oficio que contaba con un Índice<br />

<strong>de</strong> libros prohibidos. Sobra <strong>de</strong>cir que si algún volumen quedaba comprendido en esta<br />

relación era confiscado y <strong>de</strong>struido. Una muestra <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> la represión era la feroz<br />

persecusión <strong>de</strong> los libros que trataban <strong>de</strong> las ciencias ocultas, lo que era sin duda un<br />

atentado en contra <strong>de</strong> la naciente ciencia mo<strong>de</strong>rna pues, como se sabe, parte <strong>de</strong>l<br />

movimiento renovador contra el oscurantismo en Europa provino <strong>de</strong> disciplinas como la<br />

magia, la astrología y la alquimia. La ciencia oficial revelaba una ten<strong>de</strong>ncia hacia la<br />

uniformidad <strong>de</strong>l saber y la intolerancia hacia modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l conocimiento que<br />

consi<strong>de</strong>raba ajenas, extrañas o incluso peligrosas.<br />

Pero si bien existía esta prohibición, llegaban a México una gran diversidad <strong>de</strong> textos<br />

provenientes <strong>de</strong> distintos países europeos y no sólo españoles, entre ellos <strong>de</strong> Francia,<br />

Belgica, Portugal e Italia y en menor medida <strong>de</strong> Inglaterra, Holanda y <strong>de</strong> otros países<br />

protestantes que lograban burlar las barreras inquisitoriales. Los intelectuales mexicanos<br />

podían estar en contacto con autores como Galileo, Descartes o los algebristas italianos e<br />

incluso con Newton, aunque en este caso a través <strong>de</strong> comentaristas y glosadores. De<br />

acuerdo con Trabulse, la represión que ejercía el Santo Oficio, no era lo suficientemente<br />

po<strong>de</strong>rosa para frenar el <strong>de</strong>sarrollo científico <strong>de</strong> la Nueva España.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

40


FILOSOFÍA II<br />

Los científicos novohispanos empleaban diversos recursos para eludir la censura, por<br />

ejemplo, utilizando las obras científicas <strong>de</strong> autores <strong>de</strong> ortodoxia indiscutible que contenían<br />

amplias exposiciones <strong>de</strong> las tesis <strong>de</strong> autores prohibidos como Copernico y Kleper. Otro<br />

recurso fue la introducción <strong>de</strong> obras mediante el contrabando en barricas <strong>de</strong> vino, toneles<br />

<strong>de</strong> fruta seca, o disimuladas entre el equipaje. También encua<strong>de</strong>rnando dos o tres obras en<br />

un solo “cuerpo <strong>de</strong> libro”, o directamente mediante el soborno a los oficiales <strong>de</strong>l Santo<br />

tribunal. Si bien Trabulse insiste en una cierta tolerancia <strong>de</strong> la Inquisición hacia los libros<br />

científicos, pue<strong>de</strong> pensarse que siempre es más cómodo no tener que recurrir a estas<br />

artimañas para allegarse conocimiento.<br />

En contra <strong>de</strong> la historiografía tradicional <strong>de</strong> la ciencia que tien<strong>de</strong>n a ver en los orígenes<br />

una etapa poco propicia a la ciencia mo<strong>de</strong>rna, Trabulse <strong>de</strong>muestra que, por el contrario,<br />

esta apertura ocurrió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los orígenes. Adicionalmente, en el recorrido por su obra<br />

aparecen a cada paso los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> un combate silencioso entre la ciencia oficial y la<br />

naciente ciencia mo<strong>de</strong>rna.<br />

Una muestra <strong>de</strong> que las relaciones entre el oscurantismo y la ciencia mo<strong>de</strong>rna no fueron<br />

siempre suceptibles <strong>de</strong> arreglo, son los procesos seguidos en el siglo XVII a <strong>de</strong>stacados<br />

intelectuales novohispanos, algunos organizados en torno a la tertulia científica encabezada<br />

por Fray Diego Rodríguez en respuesta al excesivo carácter teológico <strong>de</strong> la educación<br />

universitaria. Casi todos sus miembros eran criollos, seguidores <strong>de</strong> las teorías herméticas y<br />

cultivaban las matemáticas y la astrología.<br />

En 1646 se inició el proceso contra Fray Nicolás <strong>de</strong> Alarcón, acusado <strong>de</strong> practicar la<br />

astrología (en su sentido <strong>de</strong> principio <strong>de</strong> la astronomía mo<strong>de</strong>rna), quien gracias a la<br />

intervención <strong>de</strong> sus amigos resultó absuelto. Otro caso sonado fue el seguido contra<br />

Guillén <strong>de</strong> Lampart, acusado <strong>de</strong> astrólogo y hereje, así como por sus i<strong>de</strong>as<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistas. Las i<strong>de</strong>as políticas <strong>de</strong> Lampart, quien era a<strong>de</strong>más astrónomo, matemático<br />

y agrimensor, llevaban a los agentes <strong>de</strong> la inquisición a i<strong>de</strong>ntificar las tertulias científicas<br />

con focos <strong>de</strong> subversión. Otro caso fue el <strong>de</strong> Melchor Pérez <strong>de</strong> Soto, con<strong>de</strong>nado entre otras<br />

cosas por poseer libros prohibidos y por practicar la astrología a quien, por supuesto, se le<br />

<strong>de</strong>comisó su valiosa biblioteca y murio en 1655 a manos <strong>de</strong> un compañero <strong>de</strong> celda.<br />

Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que la vigilancia ejercida por los inquisidores terminó a la larga siendo<br />

ineficiente gracias a que existía una fuerza superior a ella que es la sed <strong>de</strong> conocimiento<br />

contra la que nada se pue<strong>de</strong>, ni siquiera el enorme po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una ciencia oficial. Esta sed <strong>de</strong><br />

saber fue uno <strong>de</strong> los atributos <strong>de</strong> nuestros primeros científicos, lo que constituye una<br />

herencia indiscutible para las siguientes generaciones <strong>de</strong> mexicanos.<br />

EVALUACIÓN<br />

De acuerdo a lo leído anteriormente, contesta las siguientes preguntas.<br />

24. ¿Qué se entien<strong>de</strong> por oscurantismo?<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

41


FILOSOFÍA II<br />

25. ¿Qué papel tenía el Santo Oficio en la obstaculización <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la ciencia?<br />

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26. Según el artículo ¿qué se entien<strong>de</strong> por ciencia oficial y por ciencia mo<strong>de</strong>rna?<br />

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LA FILOSOFÍA MEXICANA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII.<br />

De la investigación realizada por el filósofo José M. Gallegos Rocafull sobre El pensamiento<br />

mexicano en los siglos XVI y XVII, se ha extraído información <strong>de</strong> pensadores <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia en<br />

dicho período, como es el caso <strong>de</strong> Fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz, el padre Antonio Rubio y el<br />

dominico Tomás <strong>de</strong> Mercado; lo cual tiene como propósito aportar algunos elementos que<br />

complementen los datos ya presentados en el compendio fascículo 1 y refuerces tu aprendizaje.<br />

Fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz.<br />

Vino a México en 1535 con poco más <strong>de</strong> 30 años, y en el mismo puerto <strong>de</strong> Veracruz<br />

ingresó en la Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> San Agustín, tomando entonces el nombre con que se hizo famoso<br />

como catedrático, misionero, escritor y hombre <strong>de</strong> consejo. Fueron éstas en efecto, las<br />

principales facetas <strong>de</strong> su vida, que está ligada a todos los acontecimientos notables <strong>de</strong> la<br />

Colonia en sus primeros tiempos. Ejerció la enseñanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1540 en los estudios <strong>de</strong><br />

Tiripitío, Tacámbaro y Atotonilco, don<strong>de</strong> leyó artes, y en la Universidad <strong>de</strong> México don<strong>de</strong><br />

tuvo a su cargo una cátedra <strong>de</strong> Sagrada Escritura y “una cátedra <strong>de</strong> Santo Tomás <strong>de</strong><br />

propiedad, que sea con las mismas cualida<strong>de</strong>s y preeminencias que la <strong>de</strong> prima”. En su<br />

or<strong>de</strong>n fue en México cuatro veces provincial, y en España, don<strong>de</strong> estuvo doce años retenido<br />

por asuntos <strong>de</strong> Indias, fue prior <strong>de</strong> Madrid y visitador <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Castilla la Nueva.<br />

Intervino eficaz y a veces <strong>de</strong>cisivamente en los espinosos asuntos suscitados por la<br />

evangelización <strong>de</strong> los indios primero y por los privilegios <strong>de</strong> los regulares <strong>de</strong>spués,<br />

aconsejó con gran discreción a los virreyes y obispos <strong>de</strong> la Nueva España, dio autoridad y<br />

prestigio a la Universidad en sus primeros años, fue amigo <strong>de</strong> Vasco <strong>de</strong> Quiroga, <strong>de</strong> Fray<br />

Bartolomé <strong>de</strong> las Casas, <strong>de</strong> Fray Luis <strong>de</strong> León, cuya causa <strong>de</strong>fendió valientemente, y <strong>de</strong><br />

Ovando, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Indias, al que asesoró más <strong>de</strong> una vez. Renunció a los<br />

obispados <strong>de</strong> Michoacán y León <strong>de</strong> Nicaragua, para los que fue propuesto. Fundó el Colegio<br />

<strong>de</strong> San Pablo, a cuya biblioteca donó sus libros; fundó asimismo las <strong>de</strong> los conventos <strong>de</strong><br />

México, Tiripitío y Tacámbaro. Murió querido y respetado por todos en México en junio <strong>de</strong><br />

1584; la Universidad le hizo solemnes honras en las que tuvo la oración fúnebre el P. Pedro<br />

Ortíz.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

42


FILOSOFÍA II<br />

Sus tres obras filosóficas se titulan Recognitio summularum, Dialectica resolutio y<br />

Physica speculatio; entre las tres forman un curso completo <strong>de</strong> artes, tal como entonces se<br />

enseñaba. Su intención al escribirlas y publicarlas fue marcadamente pedagógica; a la<br />

originalidad o a la profundidad antepone la sencillez y la claridad; las primeras obras <strong>de</strong><br />

filosofía que se imprimen en el Nuevo Mundo tienen un sello pragmático, utilitario, que tal<br />

vez sea una <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s más constantes <strong>de</strong>l pensamiento americano.<br />

La Recognitio summularum es una summula <strong>de</strong> tantas como entonces se publicaban, <strong>de</strong><br />

las que se han podado rigurosamente las cuestiones superfluas y las divagaciones inútiles.<br />

Las i<strong>de</strong>as que le han guiado en su redacción las expone ya claramente en la <strong>de</strong>dicatoria,<br />

don<strong>de</strong> coincidiendo con las más duras críticas que el Renacimiento había hecho <strong>de</strong> la<br />

dialéctica escolástica, escribe:<br />

Durante los muchos años que enseñé en esta Nueva España los rudimentos <strong>de</strong> la<br />

Dialéctica, mi mayor cuidado fue mostrar a los discípulos como con el <strong>de</strong>do el camino hacia<br />

la Sagrada Teología, <strong>de</strong> modo que ni envejecieran en los escollos <strong>de</strong> las sirenas ni se<br />

echaran atrás asustados por una gran dificultad. Porque consi<strong>de</strong>raba yo y con frecuencia le<br />

daba vueltas en mi ánimo, cuánto aceite, sueño y tiempo había en otro tiempo consumido, o<br />

más bien perdido, aprendiendo aquellos caudatos silogismos, aquellas oposiciones<br />

completamente inútiles y otras cosas por el estilo, que más bien ocupan y abruman al<br />

entendimiento que no lo pulen, aguzan y adornan, que dañan más que ayudan; <strong>de</strong> las<br />

cuales, para concluir por fin, el único fruto que se reporta es que se pue<strong>de</strong>n olvidar.<br />

Teniendo, pues, el asunto muy estudiado y <strong>de</strong>scubierto, me propuse enseñar todo lo que se<br />

refiere a la Dialéctica <strong>de</strong> modo que a la vez que podaba y evitaba lo superfluo, ningún<br />

estudioso echase <strong>de</strong> menos nada útil y necesario; no que aduzcamos cosas nuevas, sino<br />

que todas las antiguas las or<strong>de</strong>namos <strong>de</strong> forma que en poco tiempo puedan los jóvenes<br />

llegar a frutos maduros. (...)<br />

Fiel a este propósito, su Recognitio es una clara y sucinta exposición <strong>de</strong> la dialéctica que<br />

él llama “casta y pura”, como el car<strong>de</strong>nal Toledo, con quien coinci<strong>de</strong> por completo en la<br />

selección y en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las materias, sólo se ocupa <strong>de</strong> los términos, <strong>de</strong> las proposiciones<br />

y <strong>de</strong> los silogismos, que correspon<strong>de</strong>n a los tres grados <strong>de</strong> conocimiento: simple<br />

aprehensión, juicio y raciocinio, a lo que aña<strong>de</strong> por vía <strong>de</strong> apéndice un corto comentario <strong>de</strong><br />

los libros <strong>de</strong> los Tópicos y <strong>de</strong> la Refutación <strong>de</strong> los sofistas <strong>de</strong> Aristóteles. Toda la parte<br />

propia <strong>de</strong> la Summula la toma, como era <strong>de</strong> rigor todavía en esta época, <strong>de</strong> las Summulae<br />

logicales <strong>de</strong> Pedro Hispano; al comentar los Tópicos sigue preferentemente a Rodolfo<br />

Agrícola y Titelman, y en la Refutación <strong>de</strong> los sofistas no hace más que compendiar a<br />

Aristóteles.<br />

El tratado <strong>de</strong> los términos lleva como preliminar sendos capítulos en que trata muy por<br />

encima <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición, <strong>de</strong> la división, <strong>de</strong> la proposición y <strong>de</strong> la argumentación; en el<br />

capítulo quinto <strong>de</strong>fine lo que es el “término”, y en los siguientes hasta el XVIII explica las<br />

distintas clases <strong>de</strong> términos que suelen estudiar las súmulas, esto es, el oral, el mental y el<br />

escrito, los significativos y no significativos, el categoremático y el sincategoremático, el<br />

material y el formal..., todo en un plan <strong>de</strong> iniciación, explicando elementalmente el<br />

tecnicismo escolástico y poniendo multitud <strong>de</strong> ejemplos.<br />

(...)<br />

Piensa Veracruz que la dialéctica, reducida a estos límites en que él la encierra, tiene una<br />

doble utilidad: como formación <strong>de</strong> las mentes y como metodología <strong>de</strong> las otras ciencias; en<br />

el primer aspecto, su peligro es la discusión sofística y orgullosa; en el segundo, que se<br />

convierta <strong>de</strong> un medio en un fin, <strong>de</strong> un instrumento auxiliar en el objeto propio <strong>de</strong>l estudio.<br />

(...) Empieza fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz su comentario con un proemioi, en el que afirma<br />

que la dialéctica es una ciencia propia, distinta <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más, cuyo objeto es el ente <strong>de</strong><br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

43


FILOSOFÍA II<br />

razón, por lo que primero y especialmente ha <strong>de</strong> estudiar los universales, que es la materia<br />

<strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Porfirio. Como a lo universal se opone lo individual, estudia a continuación qué<br />

es el individuo y termina esta corta introducción <strong>de</strong>finiendo y dividiendo la “predicación”, lo<br />

que le permite hacer una concisa y clara alusión a nominalistas y realistas. Dice <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong><br />

Porfirio que es la introducción no sólo a las categorías <strong>de</strong> Aristóteles, sino a toda la<br />

dialéctica y aun a toda la filosofía. El método que sigue es reproducir el texto <strong>de</strong> Porfirio,<br />

según la traducción <strong>de</strong> Argirópilo, y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> comentarlo muy someramente, hacer una<br />

explicación más extensa, proponiendo y explicando en forma <strong>de</strong> cuestiones los puntos<br />

importantes o difíciles. En la primera <strong>de</strong> estas cuestiones se pregunta si existe lo universal;<br />

expone las opiniones <strong>de</strong> Platón, Aristóteles y Occam y da la suya, que es la realista, no al<br />

modo exagerado <strong>de</strong> Remigio <strong>de</strong> Auxerre, Gerberto y Odon <strong>de</strong> Tornai, sino en la forma<br />

mitigada <strong>de</strong> Abelardo, los Victorinos y Juan <strong>de</strong> Salisbury, que fue la que siguieron los<br />

tomistas. Sostiene, por tanto, Veracruz, que en la realidad sólo existen individuos, en los<br />

que la razón <strong>de</strong>scubre la universalidad, la cual, por consiguiente, no se distingue <strong>de</strong><br />

aquéllos realmente. Sigue en las cuatro cuestiones siguientes exponiendo la doctrina<br />

tomista sobre los universales, aunque cita con respeto a Escoto y a veces parece inclinarse<br />

a su opinión. (...)<br />

La cuestión más importante que plantea al tratar <strong>de</strong> la especie es la <strong>de</strong> la analogía o<br />

univocidad <strong>de</strong>l ser, <strong>de</strong> la que afirma que es un problema en parte teológico y en parte<br />

metafísico, <strong>de</strong>l que conviene, sin embargo, dar alguna noticia a los estudiantes <strong>de</strong><br />

dialéctica, así como <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> la individuación; recoge y rechaza la opinión <strong>de</strong><br />

Escoto, <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> la univocidad, y prueba con las razones <strong>de</strong> Santo Tomás la analogía <strong>de</strong>l<br />

ser.<br />

Expone y rechaza igualmente la ecceidad <strong>de</strong> Escoto como razón <strong>de</strong> la individuación, y con<br />

Santo Tomás afirma que es la materia el principio <strong>de</strong> individuación en cuanto a la<br />

incomunicabilidad <strong>de</strong>l individuo y que lo es la cantidad en cuanto al ser distinto, separado<br />

<strong>de</strong> otro y <strong>de</strong>mostrable al sentido. De la diferencia enseña que se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la forma, que hay<br />

distintas maneras <strong>de</strong> concebirla y, por tanto, <strong>de</strong> <strong>de</strong>finirla, y expone las opiniones <strong>de</strong><br />

Capreolo, Pablo Socinas, Pedro <strong>de</strong> Bruselas y Cayetano sobre las relaciones entre la<br />

diferencia y el género. (...)<br />

También en México y, como los anteriores, en casa <strong>de</strong> Juan Pablo Brissense, se publicó<br />

la Physica speculatio, el tercero y más voluminoso <strong>de</strong> los libros filosóficos <strong>de</strong> fray Alonso<br />

<strong>de</strong> la Veracruz, como que contiene la doctrina corriente en su época sobre física,<br />

astronomía, biología, meteorología, botánica y psicología. Está <strong>de</strong>dicado el libro a Santo<br />

Tomás <strong>de</strong> Villanueva, arzobispo <strong>de</strong> Valencia, al que recuerda fray Alonso la carta que,<br />

siendo provincial <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n, escribió a los agustinos <strong>de</strong> México recomendándoles que en<br />

el nuevo mundo, en la nueva provincia y entre los nuevos conversos, todas las cosas las<br />

hicieran <strong>de</strong> nuevo.<br />

Puesto a la obra, antepone a su doctrina <strong>de</strong> los físicos un proemio en el que empieza por<br />

preguntarse si hay una ciencia <strong>de</strong> las cosas naturales; estudia todas las acepciones que<br />

suelen darse a la palabra “natural”, y concluye con Santo Tomás, cuyas pruebas reproduce,<br />

que hay efectivamente una ciencia <strong>de</strong> la naturaleza. Seguidamente inquiere cuál es el sujeto<br />

<strong>de</strong> esta ciencia y respon<strong>de</strong> con Aristóteles que es el ente móvil, cuyos distintos aspectos<br />

reseña para justificar que sus partes sean las mismas que le asigna el filósofo griego, esto<br />

es, los libros <strong>de</strong> los Físicos, Del cielo y <strong>de</strong>l mundo, De la generación y <strong>de</strong> la corrupción, De<br />

los meteoros y De anima.<br />

Trata Veracruz en la cuestión siguiente <strong>de</strong> establecer la diferencia que hay entre la filosofía<br />

natural y la metafísica, la cual estriba a su juicio en que ésta estudia los predicados<br />

universalísimos <strong>de</strong>l ser, mientras que el estudio <strong>de</strong> sus predicados especiales es el objeto<br />

<strong>de</strong> las ciencias particulares. Afirma en la cuestión siguiente que la física, cuyo aspecto<br />

técnico no tiene en cuenta, le es necesaria al hombre para satisfacer una inclinación natural<br />

suya y como medio para alcanzar el fin último. En la cuestión quinta sostiene que esta<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

44


FILOSOFÍA II<br />

ciencia es especulativa y no práctica, porque se encamina a la contemplación y no a la<br />

acción, y que es una, porque su objeto tiene unidad formal. En ella se ha <strong>de</strong> comenzar por el<br />

estudio <strong>de</strong> los principios y proce<strong>de</strong>r, como naturalmente hace la mente humana, <strong>de</strong> lo<br />

menos a lo más universal. El proemio acaba con una cuestión concerniente a la relación<br />

entre el todo y sus partes, suscitada por la opinión <strong>de</strong> Escoto y Capreolo, para los cuales el<br />

todo añadía algo a la suma <strong>de</strong> sus partes, lo que a Veracruz le parece erróneo.<br />

Abre el libro primero con la afirmación <strong>de</strong> la teoría aristotélica <strong>de</strong>l hilemorfismo, a la que<br />

llega <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recordar brevemente las doctrinas <strong>de</strong> los físicos griegos; a la materia y a la<br />

forma aña<strong>de</strong> como principio intrínseco <strong>de</strong> las cosas naturales, aunque no constituya su<br />

esencia, la privación, sin la cual no podría a su juicio haber trasmutación <strong>de</strong> la forma. De<br />

estos tres principios el que estudia con más <strong>de</strong>tención, tal vez por su misma dificultad, es la<br />

materia. Al analizarla Veracruz, que <strong>de</strong>muestra conocer a fondo el asunto, se mueve con<br />

gran soltura y <strong>de</strong>ja la impresión <strong>de</strong> que, si quisiera, podría profundizar mucho más las<br />

razones que expone. Empieza afirmando que la materia es el sujeto primero <strong>de</strong> cualquier<br />

cosa, en cuya composición entra necesariamente, adquiriendo actualidad en el compuesto;<br />

como si no le convenciera mucho el ejemplo <strong>de</strong> la cera para explicar la función <strong>de</strong> la<br />

materia, porque <strong>de</strong> la que ahora trata es <strong>de</strong> la materia prima, se esfuerza por explicar el ser<br />

que tiene por sí misma, por virtud <strong>de</strong>l cual no es pura nada; dice que aunque no tenga<br />

realidad en sí misma, tiene <strong>de</strong> suyo una actualidad con la que existe en otro, <strong>de</strong> modo que<br />

aunque fuera creada por Dios informe, tendría acto <strong>de</strong> existencia, sin <strong>de</strong>jar por eso <strong>de</strong> ser<br />

pura potencia porque no incluye en su razón formal intrínseca acto alguno y sólo existe por<br />

la forma. Niega que la materia tenga cantidad por sí misma, sino que le viene porque al<br />

producirse el ser por la forma, con él se comproducen todos los acci<strong>de</strong>ntes. Enseña <strong>de</strong> la<br />

materia que no es ni generable, ni corruptible; no es generable porque ni tuvo ni pudo tener<br />

principio <strong>de</strong> generación; no es corruptible porque ni la parte más pequeña <strong>de</strong> materia <strong>de</strong>ja<br />

<strong>de</strong> ser por la acción <strong>de</strong> los agentes naturales; aunque la materia <strong>de</strong> suyo es incognoscible<br />

porque no tiene cantidad ni acci<strong>de</strong>nte alguno, pue<strong>de</strong> conocerse por analogía con las formas<br />

<strong>de</strong> las cosas artificiales. Termina la exposición <strong>de</strong> su doctrina sobre la materia<br />

preguntándose si es posible que una criatura produzca algo sin materia preexistente, esto<br />

es, si es posible que cree; a lo que contesta que para eso sería preciso que Dios le<br />

comunicara su po<strong>de</strong>r creador, el cual según Santo Tomás y Escoto es incomunicable,<br />

aunque Veracruz piensa que es más probable que pueda ser comunicado, como enseñaron<br />

Durando, Gabriel y Aliaco. Con esta cuestión está litigada la octava y última <strong>de</strong> esta parte,<br />

en la que investiga cuál fuera la doctrina <strong>de</strong> Aristóteles sobre la creación; fray Alonso<br />

sostiene que sin novedad en el ser implícitamente la afirma, puesto que enseña que el<br />

primer eficiente produjo el cielo y las inteligencias; y con novedad <strong>de</strong>l ser, aunque no fuera<br />

afirmada por él, pue<strong>de</strong>n probarse con argumentos suyos.<br />

En comparación con estas ocho especulaciones consagradas a la materia, es<br />

relativamente corto el estudio <strong>de</strong> la forma, que sólo tiene dos: la novena, en la que enseña<br />

que la forma se saca <strong>de</strong> la potencia <strong>de</strong> la materia, lo cual quiere <strong>de</strong>cir que al ser informada<br />

se hace actual lo que estaba potencialmente en ella, y no que preexista en la materia algo <strong>de</strong><br />

la forma, como opinaron Durando, Alberto Magno, Aureolo y otros; y la décima, cuyo objeto<br />

es probar que por la generación adquiere ser todo el compuesto y no la materia o la forma<br />

exclusivamente, aunque la forma sea el término per se <strong>de</strong> la generación.<br />

En el segundo libro se <strong>de</strong>dica a probar que la naturaleza es el principio <strong>de</strong>l movimiento<br />

para el ser, en quien está primariamente y per se y no per acci<strong>de</strong>ns, y que la forma es el<br />

principio <strong>de</strong> la acción porque todo agente obra en cuanto que está en acto, y está en acto<br />

por su forma. Admite sin gran<strong>de</strong>s pruebas que hay cuatro causas: material, formal, eficiente<br />

y final, y trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que si las i<strong>de</strong>as platónicas son los arquetipos existentes en la<br />

mente divina, han <strong>de</strong> reducirse a la causa formal. Explica cómo han <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse la suerte,<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

45


FILOSOFÍA II<br />

el acaso y la fatalidad, cuyo sentido pagano rechaza, procurando concordarlos con la<br />

libertad <strong>de</strong>l hombre y con la omnipotencia <strong>de</strong> Dios. Da una serie <strong>de</strong> pruebas para <strong>de</strong>mostrar<br />

que la naturaleza tiene una finalidad, lo que es tanto como admitir su racionalidad y el<br />

imperio <strong>de</strong> la ley; termina preguntándose cómo difiere la física <strong>de</strong> la matemática,<br />

encontrando entre ellas la diferencia <strong>de</strong> que la física consi<strong>de</strong>ra la cantidad, la figura y el<br />

movimiento en or<strong>de</strong>n a la cosa natural y a la materia sensible, mientras que la matemática<br />

los consi<strong>de</strong>ra en abstracto. (...)<br />

Confiesa Veracruz que su propósito al comentar los libros <strong>de</strong> los Meteoros ha sido probar<br />

que, aun admitiendo la posibilidad <strong>de</strong>l milagro, pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be darse una explicación<br />

científica <strong>de</strong> muchos hechos que parecen extraordinarios. Empieza preguntándose si los<br />

cielos y los astros influyen en los cuerpos inferiores, y admite que influyen no sólo con su<br />

luz y con su movimiento, sino con su mera presencia; esta influencia no se limita a las<br />

cosas, sino que llega también al hombre, aunque es falsa la astrología judiciaria, porque el<br />

hombre es libre y pue<strong>de</strong> contrarrestar ese influjo.<br />

Más extensos y valiosos son sus comentarios a los tres libros aristotélicos De Anima.<br />

Empieza el primero explicando que el tratado <strong>de</strong>l alma en general y en cuanto que es forma<br />

<strong>de</strong>l cuerpo pertenece a la física, y el tratado <strong>de</strong>l alma en cuanto que es inmaterial e inmortal<br />

a la metafísica. Enseña <strong>de</strong>l alma que es el primer acto sustancial <strong>de</strong>l cuerpo físico, orgánico,<br />

con potencia <strong>de</strong> vida; tres son las almas, vegetativa, sensitiva e intelectiva, y cinco los<br />

géneros <strong>de</strong> las potencias <strong>de</strong>l alma, a saber, el vegetativo, el sensitivo, el apetitivo, el<br />

translativo y el intelectivo; las potencias distintas <strong>de</strong>l alma vegetativa son la nutritiva, la<br />

aumentativa y la generativa; los acci<strong>de</strong>ntes propios nos llevan a un conocimiento distinto <strong>de</strong><br />

la sustancia, y los acci<strong>de</strong>ntes comunes a un conocimiento confuso. (...)<br />

La voluntad es una potencia <strong>de</strong>l alma racional realmente distinta <strong>de</strong>l entendimiento, que<br />

mueve a éste y a las otras fuerzas <strong>de</strong>l alma; pue<strong>de</strong> estar necesitada a buscar un fin, pero<br />

quiere muchas cosas contingente y libremente. El alma es inmortal e incorruptible y dura<br />

perpetuamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte, lo cual ha <strong>de</strong> admitirse no porque lo pruebe la razón o<br />

lo enseñe Aristóteles, sino porque así lo impone la fe católica. Por propia experiencia y por<br />

el hecho <strong>de</strong> que haya prohibiciones y mandatos, ha <strong>de</strong> admitirse que hay en el hombre libre<br />

albedrío, que es la misma potencia apetitiva que la voluntad, aunque esté radicalmente en el<br />

entendimiento. Conoce éste las cosas materiales y corporales abstrayéndolas <strong>de</strong> los<br />

fantasmas; informado por la especie <strong>de</strong>l inteligible universal pue<strong>de</strong> conocer no sólo lo<br />

universal, sino también lo singular. El alma racional, cuando está separada <strong>de</strong>l cuerpo,<br />

entien<strong>de</strong> por las especies que el mismo Dios le infun<strong>de</strong> y por el hábito <strong>de</strong> ciencia que<br />

permanece en ella; pero naturalmente no pue<strong>de</strong> conocer las cosas que en la tierra suce<strong>de</strong>n<br />

entre los vivos.<br />

Una obra <strong>de</strong> un contenido tan diverso por fuerza ha <strong>de</strong> tener un valor muy <strong>de</strong>sigual; <strong>de</strong><br />

todos los tratados son los Físicos y los De anima, aunque la doctrina que en ambos expone<br />

es la tradicional: el hilemorfismo, la teoría <strong>de</strong> las cuatro causas, la <strong>de</strong> la racionalidad <strong>de</strong> la<br />

naturaleza, la <strong>de</strong> los cuatro elementos. Esquemáticamente su concepto <strong>de</strong> la naturaleza se<br />

basa, como en todos los escolásticos, en que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l mundo está Dios que lo ha creado<br />

valiéndose <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as ejemplares, con las que le infun<strong>de</strong> racionalidad y or<strong>de</strong>n. Al enseñar<br />

que <strong>de</strong> las cuatro causas la principal es la final, ya apunta que el mundo va a Dios como <strong>de</strong><br />

él ha venido. Así queda ya patente el panorama filosófico <strong>de</strong> fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz, en<br />

el que los puntos principales son estos cuatro: ¿Cómo se piensa bien? ¿Qué relación hay<br />

entre el pensar y el ser? ¿Qué es la naturaleza? ¿Qué es el alma? Una temática insuficiente<br />

e incompleta, pero lo bastante amplia para plantear importantes problemas filosóficos e<br />

iniciar a la juventud estudiosa mexicana en las cuestiones y métodos <strong>de</strong> la filosofía.<br />

EVALUACIÓN<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

46


FILOSOFÍA II<br />

Después <strong>de</strong> leer lo anterior contesta las siguientes preguntas:<br />

27. Ubica la vida y obra <strong>de</strong> Fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz en su contexto histórico-social.<br />

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28. ¿Cuáles son los planteamientos filosóficos <strong>de</strong> dicho pensador?<br />

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_______<br />

Antonio Rubio.<br />

No tan famoso como Veracruz, aunque en diversos aspectos lo supere, fue el padre<br />

Antonio Rubio, natural <strong>de</strong> la villa <strong>de</strong> Rueda, junto a Medina <strong>de</strong>l Campo. Entró en la Compañía<br />

<strong>de</strong> Jesús en el Colegio <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> Henares el año <strong>de</strong> 1569. Vino a México en 1576, y a fines<br />

<strong>de</strong> octubre <strong>de</strong>l año siguiente comenzó a leer un curso <strong>de</strong> filosofía con tanto aplauso que,<br />

cuando la Universidad quiso para honrar a la Compañía que algunos Padres se graduaran<br />

en ella, fue escogido juntamente con el P. Ortigosa para que se doctorase, como<br />

efectivamente lo hicieron ambos. (...)<br />

El libro, en el que se prescin<strong>de</strong> cuidadosamente <strong>de</strong> toda la materia tratada por los<br />

sumulistas, es un comentario sólido y profundo <strong>de</strong> toda la doctrina lógica <strong>de</strong> Aristóteles;<br />

está dividido en dos partes: en la primera comenta la Isagoge <strong>de</strong> Porfirio y el libro <strong>de</strong> las<br />

Categorías <strong>de</strong> Aristóteles; la segunda abarca comentarios a los libros <strong>de</strong> la Interpretación,<br />

los Priores y Posteriores Analíticos, los Tópicos y los Elencos, aunque <strong>de</strong> estos dos últimos<br />

sólo recoge los puntos principales. La materia sigue, pues, siendo la tradicional, que el P.<br />

Rubio <strong>de</strong>sarrolla <strong>de</strong> acuerdo con las opiniones más autorizadas en la Escuela, sin añadir <strong>de</strong><br />

ordinario nada nuevo; pero en la exposición se echa <strong>de</strong> ver hasta que punto había sido<br />

fecunda y provechosa la crítica renacentista al escolasticismo <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong>l que ya no<br />

queda ni la menor huella en esta obra, fruto sazonado y maduro <strong>de</strong> la misma ten<strong>de</strong>ncia que<br />

en agraz ya se encontraba en las obras <strong>de</strong> fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz. Sorpren<strong>de</strong> gratamente<br />

que los alumnos <strong>de</strong> Alcalá y antes los <strong>de</strong> México, pues aquí la concibió y en gran parte la<br />

escribió el P. Rubio, tuvieran la preparación necesaria para estudiar una obra cuya doctrina<br />

podrá sin duda alguna discutirse, pero a la que no pue<strong>de</strong> negarse profundidad, elevación y<br />

coherencia. (...)<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

47


FILOSOFÍA II<br />

La lectura <strong>de</strong> la obra confirma que fue un acierto utilizarla como libro <strong>de</strong> texto, porque es<br />

un perfecto manual <strong>de</strong> dialéctica escolástica; tiene información copiosa, claridad <strong>de</strong><br />

exposición, método firme, facilidad <strong>de</strong> lenguaje y sobre todo el espíritu <strong>de</strong> la Escuela; quizá<br />

muchas cuestiones aparezcan en él muertas, porque las presenta más que como problemas<br />

reales como meras discusiones escolásticas, pero la extraordinaria sutileza con que está<br />

hecha la obra tenía que aguzar la inteligencia <strong>de</strong> los escolares, dándoles a la vez que<br />

precisas nociones sobre el saber tradicional, hábitos <strong>de</strong> disciplina mental y agilidad <strong>de</strong><br />

juicio para <strong>de</strong>senvolverse en otras disciplinas y en la vida; el libro tiene todo lo bueno y todo<br />

lo malo <strong>de</strong> los buenos manuales escolares. (...)<br />

El método que sigue el padre Rubio es el mismo que emplea en sus otros libros. En éste<br />

habla <strong>de</strong> la naturaleza como si fuera un ser u organismo único con intenciones, fines,<br />

causalidad . . . ; no es todavía la ley, tal como la <strong>de</strong>fine Boyle, pero ya se acerca mucho a<br />

ella. La argumentación que emplea es siempre apriorística y nunca acu<strong>de</strong> a la<br />

experimentación o a sus resultados. Su doctrina está calcada en la aristotélica,<br />

especialmente en la <strong>de</strong> la materia y la forma, <strong>de</strong> una parte, y <strong>de</strong> la otra en la <strong>de</strong> la sustancia y<br />

los acci<strong>de</strong>ntes. Quizá el rasgo más saliente <strong>de</strong> esta filosofía natural sea la lealtad con que<br />

permanece fiel a unos principios y la sutileza con que va <strong>de</strong>senvolviéndolos hasta hacer un<br />

sistema cerrado y completo, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> proviene su impermeabilidad a todo el movimiento<br />

científico mo<strong>de</strong>rno, al cual ni compren<strong>de</strong>, ni estima, ni tiene en cuenta, como si perteneciera<br />

a otro mundo. Está siempre citando a “los más recientes”, a “los más jóvenes”, y más <strong>de</strong><br />

una vez reconoce que tienen puntos <strong>de</strong> vista sugestivos y difíciles, pero siempre termina<br />

refutándolos victoriosamente con argumentos <strong>de</strong> Aristóteles, que es su guía. El valor<br />

histórico <strong>de</strong> este libro es el <strong>de</strong> hacernos ver cómo se petrifica una doctrina, y cómo el<br />

excesivo apego a lo tradicional impi<strong>de</strong> aprovechar el esfuerzo ajeno y aun cerrarse a la<br />

experiencia, <strong>de</strong>sentendiéndose <strong>de</strong>l ejemplo <strong>de</strong> Aristóteles y <strong>de</strong> Santo Tomás, que<br />

conocieron y utilizaron todo el saber <strong>de</strong> su tiempo y estuvieron siempre dispuestos a<br />

recoger los resultados <strong>de</strong> la experiencia. (...)<br />

Así comprueba una vez más este libro que el enorme <strong>de</strong>sarrollo que en este tiempo<br />

adquiere la escolástica en España, tan visible y fructífero en cuestiones lógicas, morales,<br />

jurídicas, psicológicas y metafísicas, se <strong>de</strong>tiene en seco en estas materias astronómicas,<br />

físicas y químicas, que siguen explicándose con un criterio medieval.<br />

EVALUACIÓN<br />

29. ¿Por qué al pensamiento <strong>de</strong> Antonio Rubio se le i<strong>de</strong>ntifica ya plenamente con la crítica<br />

renacentista?<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

48


Fray Tomás Mercado.<br />

FILOSOFÍA II<br />

A la cabeza <strong>de</strong> los tratadistas <strong>de</strong> cuestiones morales y jurídicas hay que colocar a fray<br />

Tomás Mercado, natural <strong>de</strong> Sevilla, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> pasó muy joven a México; aquí tomó el hábito<br />

<strong>de</strong> Santo Domingo, profesando el 27 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1553. Estudió y se formó en el ilustre<br />

convento <strong>de</strong> Santo Domingo <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> México, don<strong>de</strong> fue el más aventajado discípulo<br />

<strong>de</strong> fray Pedro <strong>de</strong> Pravia; publicó diversas obras filosóficas <strong>de</strong> las que en otro lugar se hará<br />

mención; compuso una Suma <strong>de</strong> tratos y contratos, (...) y cuando volvía <strong>de</strong> España a honrar<br />

esta provincia “con sus buenas letras y madura religión, se le llevó Dios <strong>de</strong> una enfermedad<br />

a vista <strong>de</strong>l puerto <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Ullúa”, en cuyas aguas fue sepultado su cadaver en 1575.<br />

(...)<br />

Ya se ha aludido a la vida y a uno <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong>l dominio fray Tomás Mercado, autor<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> dos obras filosóficas, la primera <strong>de</strong> las cuales lleva por título Commentarii<br />

lucidissimi in textum Petri Hispani Reverendi Patris Thomae <strong>de</strong> Mercado, Ordinis<br />

Praedicatorum, Artium ac Sacrae Theologiae professoris. (...) En el prólogo, <strong>de</strong> fuerte sabor<br />

renacentista no sólo por la dura crítica que hace <strong>de</strong> la manera habitual <strong>de</strong> exponer estas<br />

materias, sino por el cuidado que tiene <strong>de</strong>l estilo y su constante preocupación literaria, dice<br />

que su propósito es “exponer esta disciplina <strong>de</strong> modo que sea útil y provechosa a todos y<br />

expurgarla <strong>de</strong> todo el falso oropel <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>fectos volviéndola a su nativa luz y esplendor”.<br />

Sobre las mismas i<strong>de</strong>as insiste en el prólogo <strong>de</strong> las Summulae con que empieza el libro, en<br />

el que va a recoger la experiencia, dice, que adquirió en el mucho tiempo en que fue<br />

profesor <strong>de</strong> estas materias. Está convencido <strong>de</strong> que “esta lógica, principalmente la pequeña<br />

a la que los mo<strong>de</strong>rnos llaman súmmulas, no es muy fácil <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r” por el inmenso<br />

fárrago <strong>de</strong> divisiones, excepciones y reglas que suelen enseñarse, y porque en la<br />

exposición <strong>de</strong> la dialéctica se mezclan cuestiones teológicas y metafísicas que dificultan el<br />

aprendizaje; su propósito es, como el <strong>de</strong> fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz, acomodarse a la<br />

capacidad <strong>de</strong> los principiantes sin <strong>de</strong>cir nada falso, pero callando mucho verda<strong>de</strong>ro. Para<br />

mostrar la utilidad, dignidad, materia y or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la dialéctica, establece las tres<br />

proposiciones siguientes: 1a. La dialéctica es el arte <strong>de</strong> las artes y la ciencia <strong>de</strong> las ciencias,<br />

porque se ocupa en exponer la naturaleza <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición, <strong>de</strong> la división y <strong>de</strong> la<br />

argumentación; 2a. La dialéctica es la primera <strong>de</strong> todas las ciencias que se adquiere; y 3a El<br />

estudio <strong>de</strong> la dialéctica ha <strong>de</strong> empezarse con el <strong>de</strong>l término.<br />

A él consagra el libro primero, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>finirlo, habla y explica los términos<br />

unívoco, equívoco y análogo, el categoremático y el sincategoremático, el común y el<br />

singular, el sustantivo y el adjetivo, el <strong>de</strong> primera y el <strong>de</strong> segunda intención y el simple y el<br />

complejo. El libro segundo, correspondiente al De interpretación <strong>de</strong> Aristóteles, trata <strong>de</strong>l<br />

nombre, <strong>de</strong>l verbo y <strong>de</strong> la oración; expone los modos <strong>de</strong> saber, que se basan todos en la<br />

argumentación que es para él, como para Pedro Hispano, “la oración en la cual una cosa se<br />

infiere <strong>de</strong> otra”; expone la doctrina corriente sobre la proposición y su cualidad y cantidad;<br />

antes <strong>de</strong> empezar con la suposición, advierte que esta materia <strong>de</strong> los parva logicalia suele<br />

estar tan oscurecida y envuelta con sofismas, reglas sutiles y vanas distinciones, que<br />

parece <strong>de</strong> ninguna sustancia y resulta inaccesible y odiosa; quiera Dios que él la enseñe<br />

con tanta claridad como hasta ahora ha sido enseñada confusa y difusamente; (...)<br />

Su segunda obra filosófica se titula . . . Artitum ac Sacrae Theologiae professsoris in<br />

Logicam magnam Aristotelis commentarii cum nova translatione textus ab eo<strong>de</strong>m auctore<br />

edita. (...) Dice en el prólogo que son dos las causas por las que la dialéctica resulta tan<br />

áspera y oscura: la una es que el texto <strong>de</strong> Aristóteles no está bien traducido; la otra, que se<br />

interfieren muchas cuestiones que no pertenecen a la dialéctica, sino a otras disciplinas<br />

más prestantes; he aquí por qué él ha hecho una nueva traducción y ha suprimido en su<br />

libro las cuestiones no pertinentes; afirma que su versión expresa el genuino sentido <strong>de</strong><br />

Aristóteles, y da la propia interpretación <strong>de</strong> sus sentencias en estilo limado y suave, con lo<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

49


FILOSOFÍA II<br />

que este texto resulta tan patente y claro como los otros son oscuros e intrincados;<br />

respecto <strong>de</strong>l segundo punto , prescin<strong>de</strong> <strong>de</strong> las cuestiones exóticas, como la existencia <strong>de</strong><br />

los universales y la división <strong>de</strong>l ente, y trata en cambio <strong>de</strong> otras cuestiones propiamente<br />

dialécticas, “a las que rara vez se satisface”; <strong>de</strong> este modo el presente tratado es en parte<br />

más extenso que los <strong>de</strong>más divulgados hasta ahora y en parte más restringido.<br />

EVALUACIÓN<br />

30. ¿Qué disciplina filosófica se aboca estudiar Tomás <strong>de</strong> Mercado y qué aspectos <strong>de</strong> ella se<br />

ocupa?<br />

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3.2 COMPENDIO FASCÍCULO 2. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO EN EUROPA Y EN MÉXICO<br />

SIGLOS XVIII-XIX.<br />

El compendio fascículo 2 analiza el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l pensamiento filosófico <strong>de</strong> Europa entre los siglos<br />

XVIII y XIX, con el fin <strong>de</strong> que conozcas las principales corrientes filosóficas respecto a los<br />

problemas gnoseológicos, éticos y ontológicos que surgieron en este contexto histórico-cultural.<br />

Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista, compren<strong>de</strong>rás los problemas y conceptos formulados por la Ilustración,<br />

el Criticismo, el I<strong>de</strong>alismo, el Positivismo, el Materialismo Dialéctico y el Vitalismo; todas ellas<br />

corrientes filosóficas <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnidad. Asimismo, se ocupa <strong>de</strong> la repercusión <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnidad en<br />

el pensamiento novohispano y <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> los criollos en el movimiento <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

LA ILUSTRACIÓN.<br />

Mo<strong>de</strong>rnidad es un concepto más amplio que Ilustración. La Mo<strong>de</strong>rnidad abarca todas aquellas<br />

concepciones filosóficas, científicas, religiosas, económicas, antropológicas, que contribuyeron<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Renacimiento a superar la sociedad feudal. De esta manera es como en Europa se inicia<br />

en el siglo XVI una lucha contra las i<strong>de</strong>as tradicionales favoreciendo con ello a la ciencia mo<strong>de</strong>rna<br />

<strong>de</strong> la que formará parte las teorías <strong>de</strong> Copérnico, Galileo y Kleper; y en el plano filosófico cabe<br />

recordar la presencia <strong>de</strong> Giordano Bruno. Posteriormente este proceso <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnidad cobra<br />

mayor profundidad y repercusión con la obra <strong>de</strong> Descartes a quien se le atribuye ser el “·padre <strong>de</strong><br />

la mo<strong>de</strong>rnidad”.<br />

La Ilustración alu<strong>de</strong> a un iluminismo, esto es, se trata <strong>de</strong> una época don<strong>de</strong> las sombras <strong>de</strong> la<br />

ignorancia, la intolerancia y la irracionalidad son superadas para propiciar la aparición <strong>de</strong> las luces<br />

<strong>de</strong>l entendimiento y <strong>de</strong> la razón. Esto da lugar a un período optimista que cifra el bienestar humano<br />

en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la razón, la cual no sólo <strong>de</strong>be ampliar y consolidar los conocimientos humanos sino<br />

también asegurar la explotación y dominio <strong>de</strong>l mundo material.<br />

En la Ilustración la razón es concebida como un instrumento para cambiar las cosas, para<br />

mejorar las instituciones y la vida social. De esta manera, el hombre gracias a la razón vislumbra<br />

un horizonte <strong>de</strong> progreso ilimitado; así, la razón se convierte en el motor necesario que impulsa<br />

dicho progreso y es la razón misma la que permite explicar al hombre.<br />

Por otra parte, en este contexto, nos encontramos con que la burguesía continental inicia sus<br />

revoluciones con las insurrecciones alemanas, i<strong>de</strong>ológicamente impulsadas por el Luteranismo y el<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

50


FILOSOFÍA II<br />

Calvinismo, movimientos religiosos surgidos como reformas protestantes <strong>de</strong>l Cristianismo. Esta es<br />

la época <strong>de</strong> los nacionalismos y <strong>de</strong> distanciamiento <strong>de</strong> las estructuras políticas medievales, esto<br />

con la acumulación <strong>de</strong>l capital y el mercantilismo. Dichas condiciones histórico-sociales van a estar<br />

presentes en las expresiones filosóficas <strong>de</strong> los pensadores <strong>de</strong> este período.<br />

EVALUACIÓN<br />

Con base a la lectura anterior y el compendio fascículo 2 realiza las siguientes activida<strong>de</strong>s.<br />

31. Distingue los términos Ilustración, Iluminismo y Romanticismo en el ámbito <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

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32. ¿Por qué se consi<strong>de</strong>ra a René Descartes el “Padre <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnidad”?<br />

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33. Señala aspectos políticos y económicos <strong>de</strong>l citado período.<br />

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El texto que a continuación se presenta correspon<strong>de</strong> al artículo ¿Qué quiere <strong>de</strong>cir mo<strong>de</strong>rnidad?<br />

<strong>de</strong> Horst Kurnitzky, en él se exponen características que contribuyen a la comprensión <strong>de</strong> la<br />

aplicación <strong>de</strong> dicho término, así como una visión crítica <strong>de</strong>l mismo, la cual correspon<strong>de</strong> a una<br />

postura filosófica contemporánea.<br />

¿Qué quiere <strong>de</strong>cir mo<strong>de</strong>rnidad?<br />

Hoy en día todo el mundo habla <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad en crisis y <strong>de</strong> la posmo<strong>de</strong>rnidad como<br />

réplica a la mo<strong>de</strong>rnidad fracasada o al menos como expresión <strong>de</strong> una <strong>de</strong>spedida <strong>de</strong> la época<br />

mo<strong>de</strong>rna. A esta mo<strong>de</strong>rnidad comúnmente la hacen culpable <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>sastrosa <strong>de</strong><br />

la economía-mundo y sus consecuencias sociales, también la hacen responsable <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l medio ambiente: la infertilidad <strong>de</strong> la tierra por el abuso <strong>de</strong> fertilizantes<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

51


FILOSOFÍA II<br />

químicos: el envenenamiento <strong>de</strong> las aguas por la basura química, y tal vez radioactiva,<br />

arrojada en lagos, ríos y mares; el aire contaminado por la expansión salvaje <strong>de</strong>l uso<br />

<strong>de</strong> los automóviles y la producción <strong>de</strong> bienes industriales. En fin, todo aquello que ha<br />

causado y sigue causando las enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los seres humanos. Así, al concepto <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>rnidad lo han hecho culpable <strong>de</strong>l malestar social, responsable <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong> las<br />

enfermeda<strong>de</strong>s mentales y, sobre todo, responsable <strong>de</strong> la crisis mundial, con sus conflictos<br />

bélicos y sus conflictos sociales, que no son menos mortales. Según estos argumentos, la<br />

mo<strong>de</strong>rnidad fracasó totalmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo XVIII y por eso necesitamos <strong>de</strong>spedirnos <strong>de</strong><br />

ella buscando otros parámetros <strong>de</strong> convivencia.<br />

De acuerdo con la interpretación posmo<strong>de</strong>rna ya estamos viviendo en una nueva época.<br />

Hemos superado la historia: nos hemos <strong>de</strong>spedido <strong>de</strong> sus falsas promesas <strong>de</strong> un porvenir<br />

paradisiaco con un bienestar social para todos en un futuro lejano. Según esta<br />

interpretación ya estamos viviendo en el fin <strong>de</strong> la historia, atraídos por las vivencias que nos<br />

ofrece el mercado actual: según esto, vivimos en el mejor mundo <strong>de</strong> toda la historia y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la productividad, en el mundo con la más alta <strong>de</strong> ellas.<br />

El mundo posmo<strong>de</strong>rno está manejado y arreglado por un mercado neoliberal que no<br />

requiere ninguna intervención política o social. La supuesta y <strong>de</strong>seada fuerza autónoma <strong>de</strong>l<br />

mercado neoliberal es el nuevo sujeto-mundo. Según esta nueva creencia, estamos viviendo<br />

en un “paraíso” que sólo necesita ser arreglado técnicamente.<br />

Digamos que el 10 por ciento <strong>de</strong> la población mundial --cuando mucho-- está viviendo en<br />

este nuevo paraíso. Este mismo mercado no requiere <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la población, no requiera<br />

<strong>de</strong> la nueva ética social, y este resto se queda afuera, tal vez sólo mencionado en algún<br />

momento por la estadística o las noticias sobre catástrofes, rebeliones y masacres <strong>de</strong><br />

cualquier parte <strong>de</strong>l mundo.<br />

También se habla <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización económica y social en un sentido esponjoso: tal vez<br />

el concepto --si se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> un concepto <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización-- está asociado con una<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnidad que supuestamente ya fracasó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace mucho tiempo: quizá el<br />

término está solamente entendido en el sentido <strong>de</strong> un aumento <strong>de</strong> la productividad<br />

industrial. En general la palabra mo<strong>de</strong>rnización se asocia con la palabra <strong>de</strong>sarrollo, es <strong>de</strong>cir,<br />

se usan ambas palabras en el mismo sentido: para expresar la adaptación <strong>de</strong> las metas<br />

económicas y culturales <strong>de</strong> una región mundial sub<strong>de</strong>sarrollada a la región más<br />

<strong>de</strong>sarrollada <strong>de</strong>l planeta en términos <strong>de</strong> su productividad industrial. Pero atendiéndonos a la<br />

etimología <strong>de</strong>l término <strong>de</strong>sarrollar, sólo se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar algo que ya está enrollado en<br />

una sociedad y en una cultura. La palabra mo<strong>de</strong>rnizar quiere <strong>de</strong>cir actualizar la vida social y<br />

económica a las posibilida<strong>de</strong>s técnicas, sociales y culturales, es <strong>de</strong>cir, inscribir en los<br />

conceptos mo<strong>de</strong>rnos todo lo que sabemos <strong>de</strong>l hombre, <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>seos, <strong>de</strong> su cultura, <strong>de</strong> su<br />

región, <strong>de</strong> sus posibilida<strong>de</strong>s sociales y psíquicas: todo lo que sabemos <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s<br />

científicas y técnicas para darle al mercado el marco político en don<strong>de</strong> se puedan mover las<br />

activida<strong>de</strong>s económicas y sociales <strong>de</strong> los seres humanos.<br />

Si estamos <strong>de</strong> acuerdo con las argumentaciones anteriores, entonces no queda claro o no<br />

se entien<strong>de</strong> a qué se refieren los que usan la palabra “mo<strong>de</strong>rnización”. ¿Quieren mo<strong>de</strong>rnizar<br />

su fracaso político, el <strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social o quieren solamente mo<strong>de</strong>rnizar la<br />

administración <strong>de</strong> toda esta miseria?<br />

Por otro lado, algunos como Jürgen Habermas, hablan <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad como un<br />

proyecto incompleto o inconcluso. Según él, el concepto <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnidad como sujeto <strong>de</strong>l<br />

proceso <strong>de</strong> la civilización y <strong>de</strong> la industrialización-mundo tiene que ir a<strong>de</strong>lante y cambiarse<br />

en un concepto <strong>de</strong> diálogo intersubjetivo, en una forma <strong>de</strong> comunicación pública, libre y<br />

<strong>de</strong>mocrática.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

52


FILOSOFÍA II<br />

Esta <strong>de</strong>mocratización, que se realiza a través <strong>de</strong> la comunicación pública, promete resolver<br />

los conflictos sociales y permite --ésta es la esperanza-- terminar pacíficamente en una<br />

sociedad <strong>de</strong> bienestar para todos. ¿Pero cómo, si el proceso <strong>de</strong> la economía mo<strong>de</strong>rna, con<br />

sus formas <strong>de</strong> producción y consumo, con sus técnicas mo<strong>de</strong>rnas, es un resultado <strong>de</strong> este<br />

mismo proceso? Este proceso ha generado no solamente las formas <strong>de</strong> la producción y el<br />

consumo <strong>de</strong> mercancías, sino también las formas <strong>de</strong> la reproducción física y psíquica <strong>de</strong> la<br />

gente, en suma, toda la cultura actual <strong>de</strong> los seres humanos que están envueltos en este<br />

proceso.<br />

Con sus medios <strong>de</strong> comunicación y, ante todo, en la telecomunicación, el mundo<br />

mo<strong>de</strong>rno industrializado ha causado una analfabetización y una incomunicación entre la<br />

gente, nunca antes vista en este siglo en el mundo industrializado. Marginada y<br />

analfabetizada, como en los barrios pobres <strong>de</strong> las metrópolis, la capacidad lingüística ha<br />

sido reducida y la gente es incapaz <strong>de</strong> verbalizar sus problemas y <strong>de</strong>seos. El ataque salvaje,<br />

el saqueo --como en Los Angeles y otras metrópolis-- o el grito inarticulado quedan sólo<br />

para aquellos que protestan contra su expulsión <strong>de</strong> la vida humana mo<strong>de</strong>rna, en contra <strong>de</strong><br />

ser <strong>de</strong>sterrados a la parte <strong>de</strong> atrás <strong>de</strong> la medalla <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

Entonces, ¿qué quiere <strong>de</strong>cir mo<strong>de</strong>rnidad?<br />

La palabra “mo<strong>de</strong>rno” tiene su origen en el latín “modo”, que significa “recien”. De esta<br />

palabra se <strong>de</strong>rivó, en el siglo v, el adjetivo “mo<strong>de</strong>rnus”, que quiere <strong>de</strong>cir “formado hace<br />

poco tiempo”. Según las fuentes históricas, los cristianos usaron por primera vez en<br />

Occi<strong>de</strong>nte la palabra “mo<strong>de</strong>rno” en un sentido político-social. Cuando en el siglo v, en la<br />

época <strong>de</strong> Constantino El Gran<strong>de</strong>, se formó la Iglesia cristiana, los evangelistas emplearon<br />

esta palabra para distinguirse <strong>de</strong>l pasado pagano <strong>de</strong>l mundo greco-romano y su multitud <strong>de</strong><br />

dioses y cultos.<br />

Con su i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l amor universal, esta religión articuló un concepto <strong>de</strong>l individuo y su<br />

universalidad en el imperio cristiano. Des<strong>de</strong> entonces todo el pensamiento occi<strong>de</strong>ntal está<br />

basado en un concepto universal. Este concepto <strong>de</strong> una humanidad universal se refiere<br />

a<strong>de</strong>más a la igualdad <strong>de</strong> todos los seres humanos frente a Dios. Secularizado en la<br />

Ilustración, el mismo concepto <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong> todos los seres humanos ha formado la<br />

i<strong>de</strong>a y <strong>de</strong>spués el concepto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos universales.<br />

Este universalismo religioso tiene sus antece<strong>de</strong>ntes casi dos mil años antes, en el mundo<br />

<strong>de</strong>l antiguo Egipto, cuando el faraón Amenhotep (1375 a. <strong>de</strong> C.) fundó, por primera vez en la<br />

historia humana, un rígido monoteísmo --la religión <strong>de</strong> Aton, <strong>de</strong>l Sol--y acabó con todo el<br />

universo <strong>de</strong> los dioses zoomorfos egipcios. Con este monoteísmo nació el concepto <strong>de</strong>l<br />

individuo, primeramente representando en una alta cantidad <strong>de</strong> monumentos <strong>de</strong> adoración<br />

al faraón mismo y a su prima Nefertitis.<br />

Pero esta época duró solamente 17 años y sus sucesores eliminaron casi todos los<br />

monumentos y los documentos y proscribieron la memoria <strong>de</strong>l primer monoteísmo. Con la<br />

creencia en un dios único nació una universalización, por supuesto acompañada <strong>de</strong><br />

intolerancia religiosa.<br />

Cuando una sociedad se distingue <strong>de</strong> una época pasada elaborando un concepto más<br />

universal, en general acompañado con una reducción <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> parámetros <strong>de</strong>l<br />

concepto mundo, se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> una mo<strong>de</strong>rnización. Como por ejemplo en la época <strong>de</strong><br />

Platón, cuando los filósofos griegos se emanciparon <strong>de</strong>l mundo mítico griego (con sus<br />

cultos bárbaros a sacrifcios exagerados) e introdujeron una lógica que se abstraía <strong>de</strong> esta<br />

realidad mítica, transformando el pensamiento sobre las relaciones sociales y sobre la<br />

naturaleza en algo más general y calculable.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

53


FILOSOFÍA II<br />

Esta racionalización se acompañó <strong>de</strong> una mo<strong>de</strong>rnización no solamente en el pensamiento<br />

sino también en la práctica económica. Es <strong>de</strong>cir, la economía ritualizada en el culto <strong>de</strong><br />

sacrificios y bailes para una buena cosecha se transformó en la observación <strong>de</strong> la<br />

naturaleza y sus tiempos, originando un calendario que ayudó al logro <strong>de</strong> una productividad<br />

agrícola más calculable. No se necesitaría mencionar que la misma palabra “racional” llega<br />

<strong>de</strong> “cálculos”. Por eso, Horkheimer y Adorno, en su crítica <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

época <strong>de</strong>l mundo griego, por la emancipación <strong>de</strong>l mundo mítico, hasta la remitologización<br />

<strong>de</strong> la iluminación, en la época mo<strong>de</strong>rna, podrían <strong>de</strong>cir: “La lógica formal ha sido la gran<br />

escuela <strong>de</strong> la unificación. La lógica formal ofrece a los iluministas el esquema <strong>de</strong> la<br />

calculabilidad <strong>de</strong>l universo”.<br />

En la historia <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnidad tenemos antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong><br />

nuestra época (al menos en la filosofía y en las ciencias actuales) en el nominalismo y en el<br />

probabilismo <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la época medieval. La filosofía escolástica nominalista se entendió<br />

igualmente como mo<strong>de</strong>rna, al renegar <strong>de</strong>l realismo conceptual platónico y al sostener que<br />

los conceptos universales, las “universalias” no eran reales como entida<strong>de</strong>s metafísicas,<br />

sino solamente los nombres <strong>de</strong> las cosas (nomina rerum). El discurso <strong>de</strong> la metafísica<br />

actual se basa en partes en esta disputa. También la discusión sobre la realidad <strong>de</strong> las<br />

palabras, la relación entre significante y significado tiene ahí sus antece<strong>de</strong>ntes.<br />

Los elementos <strong>de</strong>l probabilismo eclesiástico <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong>l medievo, con su concepto <strong>de</strong> que<br />

--excepto la fe-- todas las tesis sobre el universo son probables y en esto tienen también su<br />

relatividad, han renacido en nuestra época actual en el concepto <strong>de</strong> la relatividad <strong>de</strong> las<br />

leyes naturales. Tenemos que marcar que el conflicto <strong>de</strong> Galileo Galilei con la Iglesia era<br />

exactamente sobre la probabilidad <strong>de</strong> las leyes naturales. La Iglesia quería forzar a Galileo a<br />

<strong>de</strong>clarar que su concepto <strong>de</strong>l universo era un concepto probable pero no un hecho. Si él<br />

consi<strong>de</strong>raba su teoría como probable, la Iglesia aceptaría, pero si él insistía, tendría que<br />

revocar sus tesis para no quedar en manos <strong>de</strong> la Inquisición. Su respuesta es públicamente<br />

conocida. Aceptado como hecho, las leyes naturales tocan también la fe en el Creador <strong>de</strong>l<br />

mundo.<br />

Posteriormente, la Ilustración ha sido un paso más a<strong>de</strong>lante y ha incorporado, con la<br />

figura <strong>de</strong> la hipótesis, un elemento <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> probabilidad, pero en el sentido <strong>de</strong> un<br />

progreso lineal. Según este concepto, las leyes naturales se entien<strong>de</strong>n como una hipótesis<br />

<strong>de</strong> la física universal que tienen vali<strong>de</strong>z hasta que nuevas leyes como hipótesis las<br />

<strong>de</strong>splazan. Así fue la física hasta este siglo. Actualmente la diferencia entre materia y<br />

energía se diluye. Estamos viviendo en un mundo <strong>de</strong> apariciones que nos llevan a<br />

presunciones sobre el mundo real pero no a la realidad misma como un hecho final.<br />

Fuera <strong>de</strong> las frases “todo es posible”, <strong>de</strong> los posmo<strong>de</strong>rnos, o “anything goes”, <strong>de</strong> Paul<br />

Feyerabend, que más bien expresan una indolencia <strong>de</strong>l mercado intelectual posmo<strong>de</strong>rno, la<br />

base <strong>de</strong>l pensamiento probabilista tiene una nueva plausibilidad. Todos los conceptos que<br />

nosotros nos hacemos <strong>de</strong>l universo son probables: es igualmente probable que el universo<br />

tenga un fin como que sea infinito: es probable que el universo haya tenido su origen en un<br />

“big bang”, en una gran <strong>de</strong>tonación, pero también que no tenga principio ni fin. Todos los<br />

conceptos <strong>de</strong>l universo que <strong>de</strong>sarrollamos en parte son proyecciones, conscientes o<br />

inconscientes, <strong>de</strong> nuestras experiencias y <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>seos en la vida humana social. Por<br />

ello nuestros conceptos tienen sus limitaciones frente a la realidad <strong>de</strong>sconocida <strong>de</strong>l<br />

universo. Esta posibilidad <strong>de</strong> proyecciones inconscientes forma la relatividad <strong>de</strong> nuestro<br />

concepto <strong>de</strong>l mundo actual.<br />

Así como se califica al siglo XIII como el siglo <strong>de</strong> la fe, se pue<strong>de</strong> cualificar al siglo XVIII<br />

como el siglo <strong>de</strong> la razón, dice Carl Becker. ¿Pero cómo ha cambiado el concepto <strong>de</strong> la<br />

mo<strong>de</strong>rnidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, qué ha cambiado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la época medieval? En la época<br />

medieval los pensadores cristianos han incorporado la lógica aristotélica en su concepto<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

54


FILOSOFÍA II<br />

<strong>de</strong>l mundo, así como partes <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong>l mundo greco-romano: esto último por las<br />

necesida<strong>de</strong>s filológicas <strong>de</strong> la Biblia.<br />

En el siglo XVII, así como en el XVIII, esta lógica aristotélica todavía era válida. El sujeto<br />

<strong>de</strong>l universo cambió. Los filósofos <strong>de</strong> la Ilustración sustituyeron a Dios por la naturaleza e<br />

incorporaron un nuevo concepto <strong>de</strong> la historia como ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> acontecimientos en<br />

movimiento permanente hacia una dirección, lo cual quiere <strong>de</strong>cir que sustituyeron el<br />

concepto medieval <strong>de</strong> un movimiento circular como renacimiento infinito, por un movi iento<br />

lineal en un progreso social hacia un fin: el fin <strong>de</strong> la historia como presencia <strong>de</strong> todas las<br />

experiencias <strong>de</strong> la humanidad en su pasado. O como dice Walter Benjamin: “Por cierto, que<br />

sólo a la humanidad redimida le cabe por completo en suerte su pasado. Lo cual quiere<br />

<strong>de</strong>cir: sólo para la humanidad redimida se ha hecho su pasado citable en cada uno <strong>de</strong> sus<br />

momentos. Cada uno <strong>de</strong> los instantes vividos se convierte en una citation a l`ordre du jour,<br />

pero precisamente <strong>de</strong>l día final.” Esta utopía no oculta su origen, se <strong>de</strong>be a la secularización<br />

<strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> salvación final en el paraíso cristiano.<br />

Pero recor<strong>de</strong>mos que este mundo <strong>de</strong> la Ilustración y su fe en la razón, en vísperas <strong>de</strong> la<br />

revolución francesa, se ha construido encima <strong>de</strong> la religión, como lo reclamó Voltaire, David<br />

Hume sospechó que Dios <strong>de</strong>bía ser un ingeniero porque la naturaleza parece una máquina<br />

perfecta. Esta opinión la compartió con todos los enciclopedistas que vieron el universo<br />

como una espléndida máquina construida bajo un plan razonable, como vivienda para los<br />

hombres. Igualmente la ley natural está hecha por el sujeto-mundo y escrita en el libro <strong>de</strong> la<br />

naturaleza en don<strong>de</strong> los hombres solamente tienen que leer para quitarse su angustia, como<br />

lo han leído antes en otro libro, en la Biblia.<br />

Este nuevo sujeto universal, la ley natural, da el marco para todos los movimientos <strong>de</strong> los<br />

seres humanos en todas sus activida<strong>de</strong>s. La libertad <strong>de</strong> ellos está <strong>de</strong>finida por esta ley. Por<br />

eso, según el concepto liberal, la economía tiene que abolir igualmente todas las<br />

restricciones artificiales en el comercio y en la industria, en favor <strong>de</strong> un libre comercio entre<br />

hombres libres, en un mercado libre, solamente dirigido por la ley natural. Ahí la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l<br />

libre mercado tiene sus raíces. La libertad es la libertad bajo la ley fuerte <strong>de</strong> un sujeto que<br />

ha sustituido a Dios: la naturaleza. Su razón está basada en el cálculo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace mucho<br />

tiempo.<br />

No importa que esta razón provenga <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a abstracta y que su experiencia con la<br />

naturaleza esté restringida como un experimento realizado en un laboratorio. Más allá,<br />

aunque el mercado es como la sociedad misma, parte <strong>de</strong> la naturaleza, el mercado<br />

representa una forma social <strong>de</strong> mediación con la naturaleza, aunque es un espacio limitado<br />

en don<strong>de</strong> los participantes están forzados a quedarse. Esta situación no permite, según la<br />

ley natural darwinista, la huida <strong>de</strong> los débiles para sobrevivir. Más bien se pue<strong>de</strong> comparar<br />

al libre mercado con el circo romano en don<strong>de</strong> los leones pelean y se comen a los esclavos.<br />

Según los filósofos <strong>de</strong>l siglo XVIII, la ley natural ha abolido el secreto <strong>de</strong>l mundo. Quitarle<br />

la angustia a los hombres y liberar al mundo <strong>de</strong> la magia eran --según Becker, Horkheimer y<br />

Adorno--los fines <strong>de</strong> la Ilustración. Racionalizado por la ley natural, el mundo se ha<br />

convertido en un objeto calculable y dispuesto para su explotación en beneficio <strong>de</strong>l hombre,<br />

según como fue planteada la mo<strong>de</strong>rnidad por Francis Bacon en su “Nueva Atlantis”. Esta<br />

razón era el fundamento <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la conquista <strong>de</strong>l Nuevo<br />

Mundo y la industrialización <strong>de</strong> Europa (junto con el <strong>de</strong>sarollo <strong>de</strong>l mercado-mundo) hasta<br />

hoy en día, cuando los ingenieros <strong>de</strong> la economía mo<strong>de</strong>rna aprovechan las leyes naturales<br />

en beneficio <strong>de</strong> ésta.<br />

Quitar el miedo a los monstruos que han poblado la naturaleza no dominada por los<br />

hombres era el programa tanto <strong>de</strong> la Ilustración, como <strong>de</strong> la religión. Así como la fe en Dios<br />

ha puesto a disposición <strong>de</strong>l individuo a un protector invencible que ayuda a quitarle el<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

55


FILOSOFÍA II<br />

miedo a la naturaleza salvaje, <strong>de</strong>sconocida y extraña: la fe en la ley natural ha servido para<br />

el mismo fin. Más allá, la fe en la ley natural y su ejecución permite la explotación<br />

sistemática <strong>de</strong> la naturaleza, fundamento <strong>de</strong> la economía mo<strong>de</strong>rna.<br />

Pero la secularización <strong>de</strong> la religión por la ley natural tampoco ha abolido otra dificultad.<br />

La naturaleza externa tiene su correspon<strong>de</strong>ncia en la naturaleza interna <strong>de</strong>l hombre, la<br />

naturaleza <strong>de</strong> la psique <strong>de</strong>l individuo mismo. Hacer la naturaleza racional y calculable, y<br />

finalmente dominable, también quiere <strong>de</strong>cir dominar la propia naturaleza <strong>de</strong>l individuo,<br />

dominar su psique. Aquí encontramos una ambivalencia que no se pue<strong>de</strong> escamotear <strong>de</strong>l<br />

mundo. Actualmente, en la alta cantidad <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s mentales y en la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la<br />

naturaleza se muestra la ambivalencia conflictiva <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong>l hombre.<br />

La historia cristiana relata la vida una multitud <strong>de</strong> héroes y santos que han combatido a<br />

los monstruos salvajes y a las tentaciones carnales, y que finalmente han oprimido sus<br />

<strong>de</strong>seos sexuales salvajes: aquellos que aparentemente amenazan tanto al or<strong>de</strong>n religioso<br />

como al social. La disciplina <strong>de</strong> las ór<strong>de</strong>nes religiosas y los ejercicios <strong>de</strong> oración en forma<br />

ritualizada organizaron una racionalización <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong> la psique, con la cual prepararon<br />

el terreno para disciplinar al hombre e industrializar al mundo mo<strong>de</strong>rno. En forma análoga,<br />

la naturaleza interna se pue<strong>de</strong> dominar y explotar solamente a través <strong>de</strong> ejercicios e<br />

instituciones sociales que garanticen la disciplina permanente por medio <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> las<br />

leyes naturales.<br />

La racionalización <strong>de</strong> la vida social no podía prescindir <strong>de</strong> una fuerza extra-económica: la<br />

política <strong>de</strong>l estado mo<strong>de</strong>rno. Es conocido como en la Francia <strong>de</strong> los siglos XVII y XVIII, la<br />

ausencia <strong>de</strong> un trabajador a su fábrica o manufactura estaba amenazada con la pena <strong>de</strong><br />

muerte. Por estas formas <strong>de</strong> dominación, el sujeto-protector se ha transformado en un<br />

monstruo que amenaza la vida social e individual y que provoca reacciones irracionales,<br />

rebeliones y miedo frente a la monstruosa racionalidad científica <strong>de</strong>l sujeto-protector.<br />

La racionalización <strong>de</strong> la naturaleza externa e interna tiene sus fundamentos en una<br />

economía social, expresada en los rituales. En la historia <strong>de</strong> la sociedad humana, esta<br />

ritualización era el elemento social más importante para evitar la angustia. En efecto<br />

tenemos aquí las raíces <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa contra la peligrosa naturaleza externa y <strong>de</strong> la<br />

represión <strong>de</strong> la naturaleza interna que amenazan la vida y cohesión <strong>de</strong> la sociedad.<br />

Recor<strong>de</strong>mos que en sus fiestas y rituales el hombre celebra la cohesión social y la<br />

dominación <strong>de</strong> la naturaleza. Des<strong>de</strong> el tabú <strong>de</strong>l incesto, pasando por las reglas <strong>de</strong> bodas y<br />

parentesco, hasta las formas mágicas <strong>de</strong> dominación <strong>de</strong> la naturaleza, la cohesión y<br />

reproducción sociales estaban expresadas en una multitud <strong>de</strong> rituales: la magia tanto para<br />

la fertilidad <strong>de</strong> los seres humanos como para la fertilidad <strong>de</strong> la naturaleza externa: la<br />

<strong>de</strong>fensa frente a la amenaza <strong>de</strong> la naturaleza y su dominación como fuente <strong>de</strong> la<br />

reproducción social.<br />

Los pasos <strong>de</strong>l baile ritual, entendido como <strong>de</strong>fensa disciplinada frente a la naturaleza<br />

externa e interna, representan las formas reproductivas y las formas <strong>de</strong> la organización <strong>de</strong><br />

una tribu primitiva. Con estos pasos pru<strong>de</strong>ntes y calculados comienza la expresión <strong>de</strong> la<br />

economía <strong>de</strong> la vida social, su racionalización.<br />

Los números, no solamente <strong>de</strong> los pasos <strong>de</strong> baile, sino también <strong>de</strong> los nudos <strong>de</strong> los quipúes<br />

andinos, <strong>de</strong> las bolas en la arena como calculadora <strong>de</strong> los comerciantes romanos, (un<br />

antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l ábaco), representan importantes experiencias, quizá <strong>de</strong> catástrofes<br />

naturales sufridas por la tribu que las quiere evitar por medio <strong>de</strong> esta forma <strong>de</strong> memoria. El<br />

cálculo y el calendario memorial ayudan a evitar la angustia y permiten pronosticar posibles<br />

nuevas catástrofes para apartarse <strong>de</strong> ellas.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

56


FILOSOFÍA II<br />

En el discurso actual, se habla <strong>de</strong> mercado libre como uno <strong>de</strong> los caminos fundamentales<br />

para llegar a la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la sociedad y su economía. ¿Pero <strong>de</strong> qué se alimenta la fe<br />

en la fuerza <strong>de</strong>l mercado libre para salvar nuestros problemas económicos, sociales y<br />

culturales?, ¿cómo pue<strong>de</strong> contribuir el mercado al <strong>de</strong>safio <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong> la sociedad?<br />

Cuando hablamos <strong>de</strong>l mercado, no solamente nos referimos al mercado <strong>de</strong> tipo popular,<br />

al mercado cotidiano en las calles, sino que nos referimos también al mercado mundial, al<br />

mercado informal, al mercado <strong>de</strong> las drogas y al mercado que conforma a las culturas, al<br />

mercado <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong> las creencias, los sentimientos y las expresiones culturales que se<br />

manifiestan en las costumbres <strong>de</strong> los pueblos. Si lo enten<strong>de</strong>mos así, veremos al mercado<br />

como una institución histórico-social <strong>de</strong> mediación, que se presenta como una fuerza<br />

irrenunciable para la edificación <strong>de</strong> todas las socieda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> todas las culturas mundiales<br />

hasta hoy en día.<br />

En el mercado, lugar don<strong>de</strong> se intercambian las mercancias, se realiza el contacto con los<br />

<strong>de</strong>seos, y allí mismo se somete a reglas la satisfacción <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s. Los <strong>de</strong>seos<br />

prohibidos se <strong>de</strong>svían y se orientan hacia nuevos objetos para superar la prohibición bajo<br />

una forma distinta, modificada. En ello radica la ambivalencia <strong>de</strong>l mercado. Históricamente<br />

era algo más que el lugar <strong>de</strong>l reparto y compraventa <strong>de</strong> bienes, puesto que ahí también se<br />

personificaban los <strong>de</strong>seos y su satisfacción. En un primer plano aparece el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

juntarse que, por encima <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> la separación social, busca la satisfacción<br />

inmediata <strong>de</strong> los <strong>de</strong>seos sexuales, lo cual constituye, hasta nuestros días, el impulso motor<br />

<strong>de</strong>l comercio, como pue<strong>de</strong> verse en la propaganda actual.<br />

Por estas razones y no solamente por los conocidos engaños que aquí ocurren, el<br />

mercado es el lugar don<strong>de</strong> el tiempo <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social restrictivo <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> funcionar. Por esta<br />

ruptura con el or<strong>de</strong>n, el mercado todavía se asocia con las fiestas libertinas. El amor, el robo<br />

y el comercio no son solamente los intereses que reúnen a los seres humanos en el<br />

mercado, sino los elementos esenciales <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> la sociedad.<br />

Según la interpretación psicoanalítica, sólo con la ayuda <strong>de</strong> la astucia se logra la<br />

satisfacción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>seos libidinales reprimidos socialmente, al menos en forma parcial. La<br />

astucia es tan esencial para la sociedad humana como las leyes que obstaculizan la<br />

realización <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s: <strong>de</strong> la tensión entre ambas surge el progreso social. Sólo a<br />

través <strong>de</strong> la astucia se impone una forma <strong>de</strong> razón en la historia que es capaz <strong>de</strong> reflexionar<br />

sobre las necesida<strong>de</strong>s y los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> los hombres.<br />

En el intercambio sobreviven los <strong>de</strong>seos libidinales <strong>de</strong> los sexos, ya que los objetos<br />

intercambiados sustituyen al objeto libidinal ofrendado. La sociedad está mediada por el<br />

mercado, y éste <strong>de</strong>terminado por la ambivalencia entre las prohibiciones expresadas a<br />

través <strong>de</strong> las leyes y la libertad que impi<strong>de</strong> la satisfacción <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s inmediatas, lo<br />

cual impulsa a la sociedad a buscar una salida en sustitutos. Se trata <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong> llegar<br />

a satisfacer los <strong>de</strong>seos libidinales que pue<strong>de</strong>n ser ocasionalmente reprimidos pero <strong>de</strong><br />

ninguna manera <strong>de</strong>struidos. Ambos --ley y <strong>de</strong>seo-- se manifiestan en el intercambio, el cual<br />

exige el sacrificio <strong>de</strong> los que intercambian, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su justicia o injusticia.<br />

Estos obtienen un sustituto en recompensa: oro o mercancías, con los cuales esperan<br />

entonces po<strong>de</strong>r saciar sus <strong>de</strong>seos insatisfechos.<br />

En el fondo, cada intercambio comercial expresa una necesidad <strong>de</strong> comunicación que<br />

remite a un <strong>de</strong>seo más general <strong>de</strong> unión, que <strong>de</strong>be sustituir al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>l incesto, para que<br />

finalmente, bajo la libre asociación <strong>de</strong> los individuos, la prohibición pierda su sentido. Esta<br />

es una utopía histórica <strong>de</strong>l comercio. Por esta razón, el intercambio y el comercio tienen la<br />

ten<strong>de</strong>ncia a romper con la organización <strong>de</strong> los hombres mediada por el sacrificio. Lo que las<br />

leyes <strong>de</strong>l sacrificio excluyen, el intercambio lo intenta reconciliar y aliar nuevamente y <strong>de</strong><br />

esta reunificación surge el intento <strong>de</strong> reconstruir, una vez más, la relación prohibida a otro<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

57


FILOSOFÍA II<br />

nivel, en otra forma. El intercambio media a la naturaleza social con la que todavía no ha<br />

sido socializada, sobre todo la <strong>de</strong>l ser humano mismo, que se resiste a las leyes <strong>de</strong>l<br />

sacrificio. Esta es la contribución histórica <strong>de</strong>l comercio a la humanización <strong>de</strong> la naturaleza<br />

ya que realiza parcialmente los <strong>de</strong>seos naturales <strong>de</strong> los hombres y les permite tener su<br />

<strong>de</strong>recho en la sociedad. Mientras el sacrificio cohesiona por <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la comunidad,<br />

explotando la mala conciencia <strong>de</strong> los individuos que surge <strong>de</strong>l conflicto entre la ley más<br />

po<strong>de</strong>rosa y los <strong>de</strong>seos ilegítimos hechos tabú, el comercio, por su parte, mina<br />

ten<strong>de</strong>ncialmente la cohesión <strong>de</strong> la sociedad.<br />

Comúnmente el comercio con socieda<strong>de</strong>s extrañas se asoció con asaltos y robos. Por<br />

ejemplo, durante largo tiempo los comerciantes encontraban piratas en los caminos<br />

marítimos, lo cual ocasionó que emplearan a mercenarios y fortificaran sus centros <strong>de</strong><br />

comercio. Esto mismo obligó a los españoles a embarcar sus tesoros <strong>de</strong> América en<br />

enormes flotas navales sobre el Atlántico. Los asaltos en los caminos marítimos y en las<br />

caravanas son tan antiguos como el comercio mismo. Hasta el día <strong>de</strong> hoy el ladrón y el<br />

comerciante aparecen en una misma persona, al igual que su santo patrono. Esto se refiere,<br />

como lo representa el mito, a una ambivalencia entre el intercambio y el engaño fundada en<br />

el mismo comercio.<br />

Por esta razón, los centros y los caminos <strong>de</strong>l comercio, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la antigüedad, necesitaron<br />

<strong>de</strong> una protección especial, a través <strong>de</strong>l Dios o <strong>de</strong> su culto, para asegurar al comercio contra<br />

los asaltantes. Más tar<strong>de</strong> lo haría la paz <strong>de</strong>l mercado que proclamaba la Iglesia o el edicto<br />

real, o la presencia directa <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r en los centros <strong>de</strong> comercio más o menos establecidos.<br />

Cada mercado requiere <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n para garantizar la paz social y para sujetar o disciplinar<br />

el <strong>de</strong>seo libidinal arcaico, que se <strong>de</strong>ja llevar por la avi<strong>de</strong>z. Por ello, hasta hoy, en los<br />

mercados semanales <strong>de</strong> los barrios y <strong>de</strong>l campo no se permite a un único comerciante<br />

arrendar todos los puestos, ya que con ello el mercado per<strong>de</strong>ría toda su función como sitio<br />

viviente y como lugar mediador <strong>de</strong> la vida. El po<strong>de</strong>r, bajo cuya protección se coloca el<br />

comercio y que asalta con el pago <strong>de</strong> impuestos, comprueba aquella ambivalencia, que ya<br />

encarnaba el santo patrono <strong>de</strong>l mercado.<br />

La estructura <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s, que se <strong>de</strong>sarrolla y parcialmente se satisface con las<br />

mercancías, <strong>de</strong>bería recompensar a las víctimas por el sacrificio al que fueron sometidas<br />

como exigencia para lograr la cohesión social. Lo que en cada intercambio comercial se<br />

expresa como transfiguración y po<strong>de</strong>r mágico, era percibido como la encarnación <strong>de</strong> la<br />

utopía <strong>de</strong> un paraíso terrenal, que se asoció por mucho tiempo con el mercado. En las ferias<br />

que formaban parte <strong>de</strong> los mercados, no sólo se exponía lo exótico, lo extraño, lo nunca<br />

visto y oído <strong>de</strong> paises lejanos, sino que las leyes físicas <strong>de</strong>jaban <strong>de</strong> regir parcial,<br />

ilusoriamente y con ayuda <strong>de</strong> mañas. Los acróbatas y los magos en oriente y occi<strong>de</strong>nte<br />

formaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre parte <strong>de</strong>l mercado. Lo que tenían para ven<strong>de</strong>r también estimulaba<br />

al intercambio en general: su po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> conversión se representaba por los magos. Esta<br />

magia es aprovechada hasta nuestros días por la propaganda.<br />

Todavía en tiempos <strong>de</strong> Shakespeare, el mercado era el lugar don<strong>de</strong> no sólo los magos,<br />

sino la ilustración y la ciencia exponían, frente a multitu<strong>de</strong>s perplejas, las hasta entonces<br />

<strong>de</strong>sconocidas leyes naturales o las costumbres <strong>de</strong> pueblos y países recien <strong>de</strong>scubiertos.<br />

Sabemos que en el mismo mercado, bajo la conducción <strong>de</strong> su patrón, los griegos no<br />

solamente cambiaron mercancías, también opiniones, se pelearon por la verda<strong>de</strong>ra opinión.<br />

En el mismo mercado el pueblo se reunió para ejecutar la <strong>de</strong>mocracia, para planear guerras<br />

y concluir la paz, para administrar la justicia, adorar a sus dioses, celebrar sus fiestas, en<br />

fin, para tratar todos los asuntos importantes <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l pueblo. Se sabe que a través <strong>de</strong>l<br />

Agora <strong>de</strong> Atenas paso el camino <strong>de</strong> las Panatenéas. Por este mismo camino pasaron las<br />

procesiones <strong>de</strong> las fiestas públicas hacia el Acropolis.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

58


FILOSOFÍA II<br />

En un pórtico al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l mercado, que sirvió a los comerciantes y agentes <strong>de</strong> cambio,<br />

se fundó, 300 años antes <strong>de</strong> Cristo, la famosa escuela <strong>de</strong> filosofía, llamado a este mercado<br />

cubierto: stoa. Esta filosofía vio a Dios y a la naturaleza como unidad; lo a<strong>de</strong>cuado como<br />

necesario, y propagó la libre voluntad <strong>de</strong>l individuo. El famoso fresco <strong>de</strong> Rafaelo, La Escuela<br />

<strong>de</strong> Atenas, muestra a los más famosos filósofos <strong>de</strong> la antigüedad grecoromana y oriental en<br />

una basílica y atribuye, <strong>de</strong> acuerdo con la tradición, la filosofía al mercado; porque la<br />

basílica romana era originalmente la bolsa para el comercio <strong>de</strong>l capital y para el comercio al<br />

por mayor. Sin el mercado la filosofía es impensable, porque el pensamiento está dirigido,<br />

como el mercado, a realizar <strong>de</strong>seos insatisfechos.<br />

Este fue el mismo mercado don<strong>de</strong> Sócrates pronunció su alocución <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida al<br />

pueblo <strong>de</strong> Atenas y don<strong>de</strong> se proclamó por primera vez la <strong>de</strong>mocracia: pero en forma <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>mocracia directa que obligó a todos los ciudadanos a participar en todos los asuntos <strong>de</strong>l<br />

pueblo, naturalmente sin incluir a los esclavos. En el mismo mercado tenía su lugar el<br />

tribunal y el altar <strong>de</strong> los doce dioses <strong>de</strong> los griegos, incluido el patrón <strong>de</strong>l mercado. Como<br />

forum, el mercado era una institución pública en don<strong>de</strong> todos los ciudadanos tenían<br />

i<strong>de</strong>almente el <strong>de</strong>recho a la palabra.<br />

Finalmente, agra<strong>de</strong>cemos al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mercado la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong> individuos<br />

autoconscientes, que resuelven sus conflictos por un libre intercambio <strong>de</strong> mercancías y <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>as en el mercado. Esto proviene <strong>de</strong> una supuesta sociedad <strong>de</strong> propietarios con los<br />

mismos <strong>de</strong>rechos. Por la propiedad, igualmente <strong>de</strong> bienes como <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s, se <strong>de</strong>bería<br />

construir la i<strong>de</strong>ntidad y la autoconciencia <strong>de</strong> los individuos libres.<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que esta utopía nacida en el mercado sería obstaculizada por ten<strong>de</strong>ncias<br />

nacidas en este mismo mercado: como por la acumulación <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r económico y los<br />

mecanismos <strong>de</strong> los monopolios. La <strong>de</strong>svinculación entre la economía y la sociedad<br />

finalmente arruina al mercado y su función integradora.<br />

Cuando se in<strong>de</strong>pendizaron intereses económicos parciales frente a la sociedad y éstos<br />

fueron retirados <strong>de</strong>l control social, se liquidó la competencia y se <strong>de</strong>shizo la cohesión<br />

social. El free tra<strong>de</strong> sin límites, como dice Fernand Brau<strong>de</strong>l, <strong>de</strong>struye automáticamente la<br />

economía social <strong>de</strong>l mercado. Así como en el pasado el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong><br />

clases hizo fracasar la utopía <strong>de</strong>mocrática, así hoy en día la sociedad consumista <strong>de</strong> masas<br />

aparentemente neutraliza todos los conflictos y se fuga en un estado <strong>de</strong> ausencia <strong>de</strong> sujeto,<br />

en una sociedad <strong>de</strong> objetos que no necesita ni al mercado ni a la <strong>de</strong>mocracia.<br />

En la actual sociedad industrial-administradora, esta ten<strong>de</strong>ncia se dirige a abolir la<br />

ambivalencia entre competencia y unión, a liquidar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los ciudadanos<br />

autoconscientes pue<strong>de</strong>n negociar sus asuntos en el mercado. Con esto también se le quita<br />

a la <strong>de</strong>mocracia su sustento, se coloca a los ciudadanos bajo tutela y se les conecta con<br />

una red <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> mass-medias y mercancías. Así se liquida la posibilidad <strong>de</strong> los<br />

ciudadanos a comunicarse públicamente. Tampoco se pue<strong>de</strong>n articular sus intereses. Por<br />

medio <strong>de</strong> la comunicación receptiva <strong>de</strong> la sociedad consumista, los consumidores se<br />

entregan analfabetizados y <strong>de</strong>samparados a la fuerza económica. De esta manera se cambia<br />

la intención utópica <strong>de</strong>l mercado --que en otros tiempos quería liberar a los sujetos <strong>de</strong> la<br />

presión interna y externa y constituir relaciones <strong>de</strong>mocráticas-- en su contrario. Los sujetos<br />

se transforman en objetos y la sociedad en una inconsciente sociedad <strong>de</strong> masas. Con esto<br />

se <strong>de</strong>struye al mercado como lugar <strong>de</strong> mediación <strong>de</strong> intereses, <strong>de</strong> mediación entre<br />

naturaleza y sociedad.<br />

El nuevo estilo <strong>de</strong> vida le permite al individuo escaparse <strong>de</strong>l mundo con la oferta <strong>de</strong><br />

atracciones y vivencias, en virtud <strong>de</strong> ser indiferente a toda forma histórica, a toda formación<br />

social y a todo recuerdo. El nuevo estilo <strong>de</strong> vida convierte al individuo en el turista <strong>de</strong> un<br />

crucero, o en el consumidor <strong>de</strong> un centro comercial, que se <strong>de</strong>ja estimular por la diversión<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

59


FILOSOFÍA II<br />

que escenifican las ofertas <strong>de</strong> mercancias. El vínculo emocional con los objetos, su utilidad,<br />

viene a ser sustituida por la orgía <strong>de</strong> atracciones y vivencias en la que el sujeto se disuelve.<br />

En las tiendas y en los nuevos centros comerciales que --como en Disneylandia-- invitan a la<br />

excursión familiar, se ofrece no solamente mercancías para el consumo, sino que se<br />

escenifican mundos <strong>de</strong> atracción en los cuales la venta <strong>de</strong> las mercancías pasa casi<br />

<strong>de</strong>sapercibida. Este concepto es la base para la construcción <strong>de</strong> los Malls en Estados<br />

Unidos, pero también <strong>de</strong> los nuevos centros comerciales y <strong>de</strong> diversión, y finalmente <strong>de</strong><br />

todos los centros urbanos que se construyen actualmente. En realidad, lo que encontramos<br />

aquí son amusement parks, estructurados como sitios para acontecimientos<br />

espectaculares, cuya función exclusiva es la atracción y la diversión.<br />

Con la renuncia a toda utopía social, que tendría como supuesto la expresión <strong>de</strong> los<br />

conflictos con la historia y con el presente, se <strong>de</strong>gradan los centros urbanos, restaurados<br />

con los nuevos edificios eclécticos, y se transforman en mundos <strong>de</strong> juguete. La<br />

estereotipificación forzada hace <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong>corativos souvenirs históricos, en los<br />

cuales el usuario se pier<strong>de</strong> como un consumidor en un centro comercial. En el marco <strong>de</strong><br />

este acontecimiento <strong>de</strong> atracción, las reminiscencias históricas <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> tener significado,<br />

como el souvenir para un turista. En lugar <strong>de</strong> poner en relación el mundo con la historia, lo<br />

exótico se transforma en baratija. Cuando el individuo participa en estas activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

consumo, que lo hacen olvidar su situación, él mismo se coloca en el rol <strong>de</strong> objeto.<br />

El hecho <strong>de</strong> que los participantes en estos eventos <strong>de</strong> diversión y consumo se<br />

encuentren, en su <strong>de</strong>sarrollo psíquico, en un estado <strong>de</strong> regresión o <strong>de</strong> infantilismo, lo<br />

confirman las formas <strong>de</strong> diversión <strong>de</strong> masas, así como el carácter general <strong>de</strong>l juego y el<br />

entretenimiento. Esta ten<strong>de</strong>ncia la encontramos en forma más radical en los productos <strong>de</strong> la<br />

industria <strong>de</strong>l tiempo libre. Una semana <strong>de</strong> televisión con sus vi<strong>de</strong>oclips, sus programas <strong>de</strong><br />

música y diversión, no <strong>de</strong>jan dudas al respecto. Los consumidores van como zombies <strong>de</strong> un<br />

evento al otro, sin haber tenido experiencia alguna. Ya que tener experiencias le exige al<br />

individuo elaborar vivencias propias. El carácter <strong>de</strong> alucinógeno <strong>de</strong> todos estos eventos <strong>de</strong><br />

consumo, le impi<strong>de</strong> a los consumidores que participan en el carrusel <strong>de</strong> atracciones hacer<br />

consciente su intento <strong>de</strong> huir <strong>de</strong> la propia historia.<br />

El nuevo hedonismo que promueve la sociedad <strong>de</strong> tiempo libre convierte las necesida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> emancipación <strong>de</strong>l individuo en lo contrario; porque la afición a la diversión <strong>de</strong> alguna<br />

forma expresa la nostalgia por la muerte. La atención indiferente a los <strong>de</strong>talles en realidad<br />

es un rechazo a la historia como logra la disolución <strong>de</strong>l individuo en el nuevo estilo <strong>de</strong> vida,<br />

el <strong>de</strong> los marcos sin tiempo. Los espectáculos <strong>de</strong> diversión aparentemente armonizan al<br />

individuo con una catástrofe amenazante, en la medida en que a través <strong>de</strong> ellos se alucina<br />

que la catástrofe ya ha sido superada.<br />

En la medida en que el individuo se alucina en un estado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la catástrofe, sin<br />

haber participado realmente en ella, el miedo a la catástrofe se reprime. Esta es una forma<br />

<strong>de</strong> renuncia, digamos ex post, a la esperanza <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> los conflictos <strong>de</strong> la historia.<br />

Con ello se suspen<strong>de</strong> la causalidad y la lógica, y, finalmente, la presión in<strong>de</strong>seada <strong>de</strong><br />

or<strong>de</strong>nar racionalmente el contexto <strong>de</strong> un mundo que no pue<strong>de</strong> ser entendido y que sólo<br />

quiere ser vivenciado.<br />

El proceso complejo que alucina esta satisfacción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo en los mundos construidos<br />

artificialmente, incluye la anticipación <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la catástrofe en la forma <strong>de</strong><br />

regresión. De este modo, se confun<strong>de</strong> presente y pasado, sin que haya necesidad <strong>de</strong><br />

mediarlos. Con la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> una instancia mediadora como el trabajo se suspen<strong>de</strong> la<br />

relación sujeto-objeto en la alucinación; llegando a un estado que parece no requerir el<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

60


FILOSOFÍA II<br />

sacrificio. El sujeto percibe al mundo y a la historia sólo como una simultánea que lo<br />

disuelve, como en el éxtasis <strong>de</strong> la droga.<br />

Ahora, al final <strong>de</strong> una época, la caída <strong>de</strong>l mundo comunista y la reunificación <strong>de</strong>l mercado<br />

mundial nos presentan el fracaso <strong>de</strong>l proyecto. El mercado mundial no trajo consigo la<br />

riqueza universal, ni logró <strong>de</strong>mocratizar su imperio. El conflicto irresuelto entre los sexos ha<br />

contribuido a la afirmación <strong>de</strong> la dominación, que se ve amenazada permanentemente con la<br />

catástrofe. Desesperado por andar tantos caminos falsos, el individuo se orienta por el<br />

camino <strong>de</strong> la regresión, para llegar a disolverse en el mundo <strong>de</strong> lo alucinógeno. Comparable<br />

a una máquina <strong>de</strong> vicios culturales, el consumismo actual sirve como avión que promete la<br />

salida <strong>de</strong> esta situación insoportable, para finalmente <strong>de</strong>saparecer <strong>de</strong> la faz <strong>de</strong> la tierra.<br />

Entonces, ¿qué quiere <strong>de</strong>cir mo<strong>de</strong>rnidad y qué quiere <strong>de</strong>cir mo<strong>de</strong>rnización?<br />

Con su vasta intencionalidad --en el sentido económico, social y cultural-- sin duda el<br />

mercado mismo va a darnos la respuesta. El individuo, <strong>de</strong>sesperadamente perdido en la<br />

sociedad <strong>de</strong> masas consumistas, requiere la satisfacción <strong>de</strong> otros <strong>de</strong>seos aparte <strong>de</strong> los que<br />

ofrece el mercado <strong>de</strong> bienes. Las investigaciones psicológicas nos dicen que el individuo<br />

requiere <strong>de</strong> instituciones que escuchen sus problemas y posibilida<strong>de</strong>s para comunicarse<br />

directamente con los <strong>de</strong>más. El individuo quiere al verda<strong>de</strong>ro libre mercado sin supersujeto:<br />

así como a la verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>mocracia con formas políticas, sociales y económicas<br />

transparentes. Políticamente el individuo busca la realización <strong>de</strong> la utopía que le es<br />

inherente al mercado a lo largo <strong>de</strong> toda su historia social.<br />

En este sentido, mo<strong>de</strong>rnización quiere <strong>de</strong>cir realización <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, quiere <strong>de</strong>cir<br />

entrar finalmente en el camino <strong>de</strong> la realización <strong>de</strong> la antigua utopía universal <strong>de</strong> nuestra<br />

civilización: los <strong>de</strong>rechos humanos, la igualdad <strong>de</strong> todos los hombres. Este fue un antiguo<br />

programa tanto <strong>de</strong> la historia cristiana como <strong>de</strong> la Iluminación. Realizar los <strong>de</strong>rechos<br />

humanos quiere <strong>de</strong>cir combatir e ilustrar todas las formas <strong>de</strong>l racismo y el sexismo. La<br />

igualdad no tiene límites étnicos o religiosos, ni tiene límites tribales ni nacionales. La<br />

soberanía nacional pasa a un segundo término frente a los <strong>de</strong>rechos humanos.<br />

Este programa también se opone a la soberanía <strong>de</strong> la ley natural, porque esta ley<br />

representó, a lo largo <strong>de</strong> su historia, y representa todavía, el interés <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> la<br />

naturaleza externa e interna <strong>de</strong>l individuo, es <strong>de</strong>cir su sumisión a un super-sujeto.<br />

La igualdad <strong>de</strong> todos los seres humanos requiere también <strong>de</strong> la justicia social. Esto<br />

quiere <strong>de</strong>cir, que la igualdad solamente se pue<strong>de</strong> realizar cuando la sociedad política da al<br />

mercado un marco, traza sus límites, para que los leones no hagan esclavos a los débiles,<br />

para que no se imponga la ley natural <strong>de</strong>l más fuerte. El antihumanismo <strong>de</strong> la ley natural se<br />

realiza en el imperio <strong>de</strong> un super-sujeto que se alimenta <strong>de</strong> los seres humanos vivos y<br />

muertos. La justicia social requiere formas económicas transparentes y controladas por la<br />

sociedad. En otras palabras, la <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong> la sociedad en todos sus niveles y<br />

asuntos sería un paso clave hacia una justicia social que sustentaría la realización <strong>de</strong> la<br />

igualdad <strong>de</strong> los seres humanos.<br />

Pero esta <strong>de</strong>mocratización requeriría gente ilustrada e informada. Para llevar a<strong>de</strong>lante la<br />

<strong>de</strong>mocracia, la gente tiene que conocer los intereses y posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la reproducción <strong>de</strong><br />

su vida, tiene que conocer sus problemas y la cultura <strong>de</strong> la cual participa. Kant opina que:<br />

“La Ilustración es la liberación <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> la inmadurez <strong>de</strong> la cual él mismo es culpable.<br />

La inmadurez es la incapacidad <strong>de</strong> utilizar su inteligencia sin la guía <strong>de</strong> otro.”<br />

Pero cómo...si la familia, la educación y la economía política han formado la conducta<br />

autoritaria, sumisa y servil <strong>de</strong> la gente. Ellos le han hecho creer que el autoritarismo y la<br />

corupción son los únicos caminos para sobrevivir en este mundo.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

61


FILOSOFÍA II<br />

Para la <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong> la sociedad no sólo es suficiente la limitación <strong>de</strong> los<br />

monopolios y la protección <strong>de</strong> los mercados regionales y locales, también se requiere <strong>de</strong> la<br />

limitación <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> la opinión pública. La <strong>de</strong>mocratización tiene que<br />

empezar con lo siguiente: limitar los monopolios, abrir los medios <strong>de</strong> comunicación masiva<br />

al público y dar espacios a una abierta comunicación <strong>de</strong>mocrática sobre los problemas <strong>de</strong> la<br />

gente.<br />

Pero todo esto necesitaría un largo proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo. La gente que nunca ha<br />

conocido ni recurrido a sus <strong>de</strong>rechos humanos, que nunca ha tenido la oportunidad <strong>de</strong> vivir<br />

una verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>mocracia, que cada día está más expuesta a las analfabetizantes massmedias...<br />

cómo pue<strong>de</strong> ilustrarse, cómo se pue<strong>de</strong> informar, cuando toda la información está<br />

monopolizada por las gigantescas mass-medias que dominan al mercado.<br />

Solamente una política común que <strong>de</strong>tenga al neoliberalismo, al dominio y a la ejecución<br />

<strong>de</strong> la inhumanidad <strong>de</strong> la ley natural, pue<strong>de</strong> darle espacio a formas humanas <strong>de</strong>l mercado, a<br />

una comunicación pública sobre los asuntos <strong>de</strong> la gente y su bienestar social. El problema<br />

no es la dominación y explotación <strong>de</strong> la naturaleza bajo un super-sujeto, el problema es<br />

buscar un equilibrio y formar alianzas tanto entre los sexos y los <strong>grupo</strong>s sociales como con<br />

la naturaleza, pues <strong>de</strong> ésta somos todos una parte consciente. (Horts Kurnitzky, ¿Qué<br />

quiere <strong>de</strong>cir mo<strong>de</strong>rnidad?, La Jornada semanal, No. 288, México, 1994).<br />

EVALUACIÓN<br />

Con base al texto anterior contesta las preguntas siguientes:<br />

34. Escribe cinco características asociadas al concepto <strong>de</strong> “mo<strong>de</strong>rnidad”.<br />

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35. ¿En qué términos se habla <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad como proyecto incompleto?<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

62


EL CRITICISMO.<br />

FILOSOFÍA II<br />

La filosofía mo<strong>de</strong>rna se caracteriza por su reflexión sobre la ciencia y el método con la intención<br />

fundamental <strong>de</strong> crear las bases <strong>de</strong> la nueva ciencia. En esta época surgieron las corrientes<br />

filosóficas aludidas; a través <strong>de</strong> sus posturas se intentó justificar el conocimiento científico por<br />

medio <strong>de</strong> la razón o <strong>de</strong> la experiencia, pero propiamente la etapa <strong>de</strong> madurez <strong>de</strong>l pensamiento<br />

mo<strong>de</strong>rno surge con el Criticismo, que pone en duda la posibilidad misma <strong>de</strong> la ciencia.<br />

El Criticismo aparece como una nueva forma <strong>de</strong> tratar el conocimiento aceptando el hecho <strong>de</strong><br />

que conocemos, pero dudando <strong>de</strong>l mismo. El principal representante <strong>de</strong>l Criticismo es Emmanuel<br />

Kant quien fue influido tanto por el Racionalismo y el Empirismo, como por la física <strong>de</strong> Newton, la<br />

cual tomó como mo<strong>de</strong>lo para toda ciencia. Sus obras son Crítica <strong>de</strong> la Razón Pura, Crítica <strong>de</strong> la<br />

Razón Práctica y Crítica <strong>de</strong>l Juicio, entre otras. En la primera es don<strong>de</strong> precisamente consi<strong>de</strong>ra<br />

que las condiciones <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong> la ciencia se fincan en las estructuras <strong>de</strong>l conocimiento. Para<br />

Kant lo que es posible conocer es el Fenómeno y no el Noúmeno.<br />

En este filósofo alemán, si bien i<strong>de</strong>ntificamos la influencia <strong>de</strong>l Empirismo, también se reconoce<br />

en su obra, que el sujeto cognoscente es activo, que crea al objeto mediante sus estructuras <strong>de</strong><br />

conocimiento que son apriori, no son producto <strong>de</strong> conocimientos empíricos, estas estructuras se<br />

encuentran en el cerebro y sirven al sujeto para organizar los datos que percibe formando así los<br />

objetos que conoce; con lo cual se hace evi<strong>de</strong>nte la presencia <strong>de</strong>l Racionalismo.<br />

Las cosas ofrecen datos que los sentidos no captan y son organizados por las estructuras <strong>de</strong> la<br />

sensibilidad; se requiere que esta aplique sus condiciones a priori a los datos empíricos; las<br />

estructuras a priori <strong>de</strong> la sensibilidad son: espacio y tiempo. Kant afirmaba que el sujeto es el que<br />

establece el espacio y tiempo, lo cual hace que las categorías sean las formas subjetivas <strong>de</strong><br />

percibir el mundo.<br />

Al igual que las formas <strong>de</strong> sensibilidad, existen estructuras a priori <strong>de</strong>l entendimiento que<br />

permiten al sujeto enunciar juicios y construir argumentos; el entendimiento conoce por conceptos.<br />

Según esta teoría, el juicio es el conocimiento mediato <strong>de</strong> un objeto. Atendiendo a la mera<br />

estructura <strong>de</strong>l entendimiento hay cuatro criterios para clasificar los juicios: Cantidad, Cualidad,<br />

Relación y Modalidad. Las categorías a priori son funciones <strong>de</strong>l entendimiento que permiten al ser<br />

humano captar las cosas.<br />

Así pues, por un lado es necesario el dato empírico en tanto materia <strong>de</strong> conocimiento, pero lo<br />

<strong>de</strong>terminante son las categorías <strong>de</strong>l entendimiento como formas <strong>de</strong>l conocimiento.<br />

La objetividad <strong>de</strong> la ciencia radica en la estructuración que las categorías permiten hacer con los<br />

datos por los cuales se obtiene la universalidad, la vali<strong>de</strong>z para cualquier espíritu humano.<br />

La ciencia se compone <strong>de</strong> juicios que son al mismo tiempo necesarios y progresivos, así el<br />

método kantiano se convierte en la búsqueda <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong> la ciencia.<br />

Según Kant, existen dos tipos <strong>de</strong> juicio: los analíticos y los sintéticos; los cuales se construyen a<br />

partir <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> las estructuras cognoscitivas. Los juicios analíticos los i<strong>de</strong>ntificamos por<br />

contener en el sujeto al predicado y se obtienen mediante su análisis lógico; estos juicios no<br />

proporcionan un conocimiento nuevo, sólo hacen explícito lo ya conocido y comprendido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

las características <strong>de</strong>l sujeto. Son universales, necesarios y tautológicos, son apriori, esto es, se<br />

obtienen mediante el análisis lógico <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong>l sujeto y <strong>de</strong> manera in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la<br />

experiencia sensible. Un ejemplo <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> juicios es: “Todo triángulo está formado por tres<br />

ángulos”.<br />

Los juicios sintéticos son aquellos en los que el predicado aña<strong>de</strong> una característica nueva al<br />

sujeto, lo cual se ha obtenido por la captación sensorial, son extensivos. Los juicios sintéticos son<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

63


FILOSOFÍA II<br />

contingentes, progresivos y particulares. Por ejemplo: la mesa es <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. Estos juicios son<br />

aposteriori, esto es, se obtienen a partir <strong>de</strong> la experiencia sensible.<br />

Teniendo en cuenta las argumentaciones anteriores, cabe preguntarse por los juicios mediante<br />

los cuales se enuncian los principios <strong>de</strong> las ciencias; ya que si son analíticos y con ello universales<br />

y necesarios, no aumentan nuestros conocimientos; y si son sintéticos aumentarían el<br />

conocimiento pero serían contingentes, lo que implicarían que podrían ser falsos. Así pues, ambos<br />

tienen ventajas y <strong>de</strong>sventajas.<br />

De ahí que se introduzcan los llamados juicios sintéticos apriori. Por ejemplo: “La línea recta es<br />

la distancia más corta entre dos puntos”, es sintético, porque en el concepto <strong>de</strong> línea recta no está<br />

contenida el <strong>de</strong> distancia entre dos puntos y es apriori porque <strong>de</strong>scubrimos su verdad sin<br />

necesidad <strong>de</strong> acudir a la experiencia para comprobarla. Para Kant, el sujeto cognoscente es quien<br />

condiciona al objeto para lograr conocerlo. A las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sujeto: sensibilidad y<br />

entendimiento, les correspon<strong>de</strong> imponer las condiciones para hacer posible la adquisición <strong>de</strong>l<br />

conocimiento sensible.<br />

Los juicios sintéticos apriori <strong>de</strong> las ciencias <strong>de</strong> la naturaleza son posibles ya que: 1o. las<br />

categorías <strong>de</strong>l entendimiento les garantizan el carácter apriorístico, su universalidad y necesidad; y<br />

2o. las sensaciones provenientes <strong>de</strong>l mundo externo previamente or<strong>de</strong>nadas en el espacio y en el<br />

tiempo les confieren el carácter <strong>de</strong> sintético.<br />

De esta manera, lo anterior conduce a la respuesta al planteamiento <strong>de</strong> cuáles son las<br />

condiciones que hacen posible los juicios científicos.<br />

EVALUACIÓN<br />

36. ¿En qué consiste la influencia <strong>de</strong>l Racionalismo en la epistemología <strong>de</strong> Kant?<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

64


FILOSOFÍA II<br />

37. ¿Cuáles son las estructuras a priori <strong>de</strong> la sensibilidad y en qué consiste su función?<br />

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38. ¿En qué consisten las estructuras a priori <strong>de</strong>l entendimiento?<br />

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39. Establece el paralelismo entre juicios <strong>de</strong> hecho y juicios <strong>de</strong> razón, propuestos por Leibniz,<br />

respecto a los juicios sintéticos y juicios analíticos.<br />

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40. Escribe las características <strong>de</strong> los juicios sintéticos apriori y señala su papel en al ciencia.<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

65


FILOSOFÍA II<br />

Como complemento a la información expuesta anteriormente respecto a la ciencia que se refiere<br />

Kant, lee el siguiente artículo <strong>de</strong> Alberto Saladino García: “La epistemología <strong>de</strong> la divulgación<br />

científica” y establece la relación entre epistemología y ciencia.<br />

Con base en la conceptuación <strong>de</strong> la epistemología como la disciplina abocada al análisis,<br />

clarificación y fundamentación <strong>de</strong> los conceptos empleados en la investigación científica y<br />

en sus productos, resulta pertinente llevarla al campo <strong>de</strong> la divulgación <strong>de</strong> la ciencia para<br />

<strong>de</strong>terminar su razón <strong>de</strong> ser, y a<strong>de</strong>más porque permite informar <strong>de</strong> sus roles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

puntos <strong>de</strong> vista lógico, histórico y sociológico.<br />

Más aún, si la epistemología centra sus preocupaciones en el estudio <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong><br />

la ciencia; en los problemas filosóficos <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> la investigación y en la crítica <strong>de</strong> los<br />

productos <strong>de</strong> la ciencia introduciéndoles rigurosidad mediante los análisis lógicos,<br />

semánticos, gnoseológicos, metodológicos, ontológicos, axiológicos, etcétera y que su<br />

aplicación se hace a ámbitos específicos <strong>de</strong> la ciencia, es posible hablar <strong>de</strong> la epistemología<br />

<strong>de</strong> la divulgación científica, particularmente por el hecho <strong>de</strong> que ella tiene como cometido<br />

expandir las ciencias, sean los avances o los resultados <strong>de</strong> investigación, con lo que<br />

contribuye a discutir públicamente su valor, ya que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> informar y mostrar comparte<br />

el saber. De ahí la necesidad <strong>de</strong> repasar la función <strong>de</strong> la divulgación científica.<br />

Se trata <strong>de</strong> una actividad que nació con la ciencia misma por ser ésta un conocimiento<br />

comunicable y por haber aparecido con rostro propio durante la época que <strong>de</strong>nominamos<br />

histórica, pues es inseparable <strong>de</strong> la ciencia. Así, los escritos <strong>de</strong> contenidos científicos más<br />

antiguos son testimonios incipientes <strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> la divulgación científica por<br />

evi<strong>de</strong>nciar sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> popularización. Empero, recientemente han aparecido<br />

preocupaciones a favor <strong>de</strong>l uso más riguroso <strong>de</strong> expresiones sobre las diversas formas <strong>de</strong><br />

comunicación <strong>de</strong> los contenidos científicos entre los cuales <strong>de</strong>stacan, el periodismo<br />

científico, la difusión científica y la divulgación científica, por lo que resulta imperioso<br />

señalar sus ámbitos semánticos.<br />

El periodismo científico es una expresión propia <strong>de</strong>l siglo XX cuya principal motivación<br />

radica en generar condiciones a través <strong>de</strong> los diferentes medios <strong>de</strong> comunicación, prensa,<br />

radio, televisión, cine, vi<strong>de</strong>o, etcétera, para interesar al gran público en temas <strong>de</strong> ciencia y<br />

tecnología. O sea, es un género periodístico y consiste en divulgar la ciencia y la tecnología<br />

a través <strong>de</strong> los medios informativos <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> masas.<br />

En tanto la difusión científica connota la información generada por la ciencia dirigida a<br />

especialistas y se orienta a precisar diversos mecanismos para su uso y generación, que<br />

van más allá <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación aunque los usa. Los libros, reportes e informes<br />

<strong>de</strong> investigación, junto a publicaciones especializadas, así como organización <strong>de</strong> eventos<br />

como congresos, seminarios, coloquios, etcétera., serían los mecanismos empleados para<br />

posibilitar formas <strong>de</strong> comunicación e intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, conocimientos y experiencias<br />

entre <strong>grupo</strong>s sociales que comparten los mismos intereses gnoseológicos.<br />

Por su parte la divulgación científica tiene como cometido popularizar los procesos y<br />

resultados <strong>de</strong> la actividad científica para contribuir tanto al avance <strong>de</strong> la ciencia como para<br />

generar una cultura que coloque en el centro <strong>de</strong> su accionar los avances <strong>de</strong>l conocimiento<br />

racional, por lo que pue<strong>de</strong> conceptuarse como la actividad social abocada a fundamentar la<br />

importancia <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cultura, bajo las reservas <strong>de</strong> efectuarse como<br />

actividad extraescolar sin la pretensión <strong>de</strong> formar especialistas ni perfeccionarlos, pero sí<br />

enriqueciendo sus informaciones más allá <strong>de</strong> sus especialida<strong>de</strong>s.<br />

Por esas razones se impone la necesidad <strong>de</strong> reflexionar sobre sus roles y así<br />

fundamentarla como fuente imprescindible para ventilar la importancia <strong>de</strong> la actividad<br />

científica durante los diversos períodos históricos. Téngase en cuenta que el<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

66


FILOSOFÍA II<br />

<strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong> la divulgación científica inició con los libros, luego vinieron las cartas,<br />

a ellas siguieron las publicaciones periódicas, museos, jardines botánicos y zoológicos,<br />

gabinetes <strong>de</strong> historia natural y, nuestro siglo sumó, los medios masivos <strong>de</strong> comunicación y<br />

otras novedosas tecnologías. Haciendo referencias generales y, sólo en algunos casos<br />

particularizando, tenemos que su epistemología revela como singularidad lo siguiente:<br />

1. Origen <strong>de</strong> la divulgación científica. En México proviene <strong>de</strong> la comprensión <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong><br />

los documentos impresos para la popularización <strong>de</strong> los conocimientos racionales, en<br />

particular los referidos a la ciencia mo<strong>de</strong>rna. Si bien hay antece<strong>de</strong>ntes previos, no fue sino<br />

hasta el siglo XVIII cuando aconteció. Los libros impresos en Nueva España durante los<br />

siglos XVI y XVII son los testimonios <strong>de</strong>l cultivo incipiente <strong>de</strong> la divulgación científica,<br />

empero fue con la aparición <strong>de</strong> la prensa ilustrada cuando nació esta actividad cultural<br />

como tal.<br />

2. Es la expresión <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad novohispana toda vez que dio curso a las inquietu<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> la época <strong>de</strong> renovación social, económica y cultural <strong>de</strong>l siglo <strong>de</strong> Las Luces. Representa<br />

la mejor expresión <strong>de</strong> los intereses y alcances <strong>de</strong> la ciencia mo<strong>de</strong>rna para enfrentar los<br />

obstáculos <strong>de</strong> los conocimientos escolásticos, porque se convirtió en una cruzada en favor<br />

<strong>de</strong> la comprensión <strong>de</strong> los fenómenos <strong>de</strong> manera científica. En este sentido la divulgación<br />

científica tiene que ser recuperada por la historia <strong>de</strong> la ciencia para fundamentar sus<br />

interpretaciones, cubrir vacíos y contextualizar el cultivo <strong>de</strong> su objeto <strong>de</strong> estudio.<br />

3. Tiene como objeto hablar sobre la ciencia dando a conocer sus realizaciones, gran<strong>de</strong>s<br />

o pequeñas y los procesos que permitieron llegar a ellos. Por lo que si bien no tiene como<br />

cometido explicitar los procedimientos metodológicos ni las categorías y lenguajes<br />

especializados <strong>de</strong> las distintas ramas <strong>de</strong> la ciencia, sí otorga pautas y enfoques para su<br />

comprensión e impulsa el progreso en busca <strong>de</strong>l equilibrio entre los avances <strong>de</strong> la ciencia y<br />

las necesida<strong>de</strong>s humanas.<br />

4. Encarna el mecanismo más a<strong>de</strong>cuado para la popularización <strong>de</strong> la ciencia ya que su<br />

actividad es eminentemente ilustrativa para concitar creciente interés por los principales<br />

productos intelectivos en todos los públicos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> especialistas hasta las personas <strong>de</strong><br />

instrucción elemental. Con el correr <strong>de</strong> los años, los avances tecnológicos están reforzando<br />

esta actividad al proporcionarle mecanismos más sofisticados para llegar a un creciente<br />

público interesado en los productos <strong>de</strong> la actividad científica. Entre los sujetos <strong>de</strong> la<br />

divulgación científica tenemos el sabio, consi<strong>de</strong>rado en los dominios que no le son propios;<br />

el hombre que tiene ya cierta formación científica; el autodidacta aficionado a la ciencia; el<br />

profano instruido; el hombre <strong>de</strong> la calle, que constituye la gran mayoría <strong>de</strong>l público.<br />

5. Es una actividad pedagógica porque contribuye a irradiar la investigación científica<br />

entre amplios públicos. En efecto, la divulgación es a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> informativa una actividad<br />

formativa, netamente educativa, en razón <strong>de</strong> que incentiva a los receptores a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> serlo<br />

al extraer experiencias que les oriente sus inquietu<strong>de</strong>s gnoseológicas para coadyuvar a la<br />

expansión y acrecentamiento <strong>de</strong>l saber.<br />

6. Ayuda a clarificar los usos <strong>de</strong> los conceptos científicos toda vez que al propalar los<br />

nuevos avances teóricos coadyuva a su implantación. Asimismo, sienta las bases para<br />

superar la retórica, la publicidad y la propaganda, <strong>de</strong>bido a que al popularizar informaciones<br />

científicas las está sometiendo a la crítica sin distingos, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> ella la aceptación,<br />

rechazo, modificación, o verificación <strong>de</strong> lo divulgado.<br />

7. Evi<strong>de</strong>ncia la existencia <strong>de</strong> instituciones que la prohijan al concebirla como una<br />

responsabilidad social, <strong>de</strong> servicio. De ahí que se hayan abrogado esa función, primero, la<br />

prensa ilustrada y, más tar<strong>de</strong>, las instituciones educativas y organismos gubernamentales y<br />

los medios masivos <strong>de</strong> comunicación; y también le otorguen más importancia a las<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

67


FILOSOFÍA II<br />

informaciones <strong>de</strong> beneficio social, a los conocimientos útiles, susceptibles <strong>de</strong> aplicación<br />

técnica y práctica.<br />

8. Es una actividad persuasiva porque busca alcanzar más público para reconocer la<br />

importancia <strong>de</strong> la actividad científica, medio principal para enten<strong>de</strong>r todos los fenómenos <strong>de</strong><br />

la realidad. En su actividad explicativa, la divulgación científica, gana amigos para la ciencia,<br />

cultiva amista<strong>de</strong>s, retrata la actividad y motivaciones <strong>de</strong>l investigador y <strong>de</strong> los editores.<br />

Ciertamente discutible y hasta controvertible, pero supera en influencia a los <strong>de</strong>más estilos<br />

<strong>de</strong> información científica.<br />

EVALUACIÓN<br />

Contesta lo siguiente.<br />

41. Explica la relación entre epistemología y ciencia.<br />

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__________<br />

EL IDEALISMO<br />

La ubicación <strong>de</strong>l I<strong>de</strong>alismo en su contexto histórico social nos remite a la mo<strong>de</strong>rnidad y <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> ésta al periodo conocido como romanticismo, entendido éste como una forma cultural que<br />

obe<strong>de</strong>ce a un mundo en movimiento en el que el ser humano se encuentra <strong>de</strong> paso y la naturaleza<br />

<strong>de</strong> las cosas es histórica.<br />

El representante <strong>de</strong> esta corriente es Hegel (1770-1831) y se le consi<strong>de</strong>ra un romántico dado<br />

que la finalidad <strong>de</strong> su filosofía es encontrar un método que permita explicar el movimiento.<br />

Frente a las limitaciones que presentaba el método científico experimental mismo, que se<br />

consi<strong>de</strong>raba el único que permitía hacer ciencia, Hegel, aportó a la ciencia la sistematicidad <strong>de</strong> la<br />

Dialéctica como un método que permite la explicación <strong>de</strong> la realidad dinámica como totalidad<br />

estructural.<br />

Respecto al concepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostración filosófica consi<strong>de</strong>ró que no se reducía a la limitación <strong>de</strong>l<br />

método matemático <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mostración; así pues el método <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostración tomado por Hegel es<br />

el <strong>de</strong> Heráclito y Platón.<br />

En Hegel la Dialéctica se ocupa <strong>de</strong>l movimiento, el movimiento mismo es la dialéctica <strong>de</strong> todo<br />

ser. El movimiento no es predicado <strong>de</strong> los seres sino el ser mismo. Todos los seres están en<br />

continuo movimiento, todo cambia y en esto radica su esencia. Hegel interpreta el principio <strong>de</strong><br />

contradicción como un principio dinámico que funciona en el pensamiento dialéctico como un<br />

principio <strong>de</strong> movimiento.<br />

Lo que Hegel pretendía en su Dialéctica era superar la distinción entre sujeto y sustancia, para<br />

concebir la autoconciencia que está inmersa en la sustancia y en ambos presenta el mismo<br />

movimiento <strong>de</strong>l espíritu.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

68


FILOSOFÍA II<br />

Hegel afirmó que las leyes <strong>de</strong> la razón son las mismas que operan en el ámbito <strong>de</strong> lo real,<br />

porque “todo lo real es racional y todo lo racional es real”, lo que conduce a un I<strong>de</strong>alismo Absoluto.<br />

Des<strong>de</strong> esta perspectiva la Dialéctica consiste en afirmar que la verdad surge <strong>de</strong> la oposición y<br />

<strong>de</strong> la contradicción, no <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> los opuestos. Para Hegel cualquier término, sea este<br />

físico, intelectual o moral, contiene en sí mismo su propia negación, la cual lleva a una síntesis<br />

más enriquecida por la presencia <strong>de</strong> los contrarios. Así el ser, que viene siendo la tesis, conduce al<br />

no ser, que le llama antítesis y éste al <strong>de</strong>venir, que es la síntesis entre el ser y no ser. Por ello,<br />

Hegel habla <strong>de</strong> la filosofía como progreso espiritual, como un enriquecimiento <strong>de</strong> contenido.<br />

Al aplicar la Dialéctica a la Historia, Hegel, ve a ésta como un proceso homogéneo <strong>de</strong> la<br />

continua <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l pensamiento. El espíritu universal es el que <strong>de</strong>termina el curso <strong>de</strong> los<br />

hechos históricos en la evolución propia <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong>l mismo.<br />

Entre las aportaciones hechas por Hegel se cuenta la modificación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> método<br />

científico y la valoración <strong>de</strong>l saber humano como un conocimiento <strong>de</strong> lo esencial y <strong>de</strong> lo histórico,<br />

consi<strong>de</strong>rando las contradicciones internas <strong>de</strong> la realidad. A lo anterior se suma su visión <strong>de</strong> la<br />

totalidad como un todo estructural en movimiento continuo, así también su concepción <strong>de</strong> la<br />

ciencia consi<strong>de</strong>rándola como un conjunto <strong>de</strong> procesos en el universo dinámico y no como una<br />

parte estática y aislada <strong>de</strong> la totalidad.<br />

“En la historia caminamos entre las ruinas <strong>de</strong> lo egregio. Todo parece pasar y nada<br />

permanecer. Todo viajero ha sentido su melancolía. ¿Quién habrá estado entre las ruinas <strong>de</strong><br />

Cartago, <strong>de</strong> Palmira, <strong>de</strong> Persépolis o <strong>de</strong> Roma, sin entregarse a consi<strong>de</strong>raciones sobre la<br />

caducidad <strong>de</strong> los imperios y <strong>de</strong> los hombres, al duelo por una vida pasada fuerte y rica? Es<br />

un duelo que no <strong>de</strong>plora pérdidas personales ni la caducidad <strong>de</strong> los propios fines, como<br />

suce<strong>de</strong> junto al sepulcro <strong>de</strong> las personas queridas, sino un duelo <strong>de</strong>sinteresado por la<br />

<strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> vidas humanas brillantes y cultas. Pero otro aspecto se enlaza enseguida<br />

con esta categoría <strong>de</strong> la variación: que una nueva vida surge <strong>de</strong> la muerte.” (Jorge Guillermo<br />

Fe<strong>de</strong>rico Hegel., Lecciones sobre la filosofía <strong>de</strong> la historia universal, Introducción general,<br />

Cap. 1.)<br />

EVALUACIÓN<br />

Contesta las siguientes preguntas con base en la lectura anterior y en el compendio fascículo 2.<br />

42. I<strong>de</strong>ntifica y caracteriza la etapa y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ésta el período en don<strong>de</strong> se ubica el pensamiento<br />

<strong>de</strong> Hegel; menciona las i<strong>de</strong>as principales <strong>de</strong> otros personajes contemporáneos suyos, pue<strong>de</strong>n ser<br />

también <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> la ciencia y el arte.<br />

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43. Recurriendo al compendio <strong>de</strong> Filosofía I menciona las tesis sobre la dialéctica que sostienen<br />

Heráclito y Platón.<br />

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FILOSOFÍA II<br />

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44. Explica la aseveración “Todo lo racional es real y todo lo real es racional”, ubicándola en un<br />

contexto gnoseológico.<br />

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___________<br />

EL POSITIVISMO<br />

El Positivismo surge en Francia en el siglo XIX como una postura filosófica <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l<br />

Empirismo y basada en las ciencias experimentales. Científicos <strong>de</strong> la época se adhirieron a esta<br />

corriente, sobre todo físicos y químicos quienes vieron en ella la justificación <strong>de</strong> su quehacer; uno<br />

<strong>de</strong> sus principales representantes fue Augusto Comte.<br />

El punto fundamental <strong>de</strong> la filosofía positiva se encuentra representado en la ley <strong>de</strong> los tres<br />

estados <strong>de</strong>l espíritu humano; Comte las convirtió en el fundamento <strong>de</strong> un sistema filosófico. Según<br />

esta ley, el espíritu humano pasa por tres tipos <strong>de</strong> mentalida<strong>de</strong>s a través <strong>de</strong>l tiempo, los estados:<br />

Teológico, Metafísico y Positivo.<br />

El estado Teológico refiere los fenómenos a la acción y a la voluntad <strong>de</strong> los dioses, emplea la<br />

imaginación y su <strong>de</strong>scripción es mitológica. En el estado Metafísico el hombre recurre a entida<strong>de</strong>s<br />

metafísicas o seres abstractos para explicar los fenómenos, dichas causas son inherentes al<br />

fenómeno: utiliza la imaginación sobre la razón, su explicación es inmanente al objeto. El estado<br />

Positivo es aquel en el que el hombre se atiene a los hechos conocidos por la observación y la<br />

experiencia, se vuelve relativo al objeto sin remitirse al absoluto.<br />

Los tres estados pue<strong>de</strong>n coexistir, pero siempre predomina uno <strong>de</strong> ellos en la época y en los<br />

pueblos; por ello, la ciencia suplanta y reduce a falsos los <strong>de</strong>más estados, pues, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta<br />

perspectiva, lo único verda<strong>de</strong>ro es la ciencia. Positivo se refiere a lo real, lo útil, lo cierto, lo<br />

orgánico y lo relativo.<br />

El positivismo se consi<strong>de</strong>ra una forma <strong>de</strong> empirismo, pues, no admite otra fuente <strong>de</strong><br />

conocimiento que no sea la experiencia sensible externa. Comte afirma que el conocimiento<br />

científico tiene como objeto los fenómenos y sus leyes, las cuales constituyen en sí mismas<br />

fenómenos, hechos generales en tanto relaciones constantes entre fenómenos.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

70


FILOSOFÍA II<br />

La ciencia en este contexto renuncia al conocimiento <strong>de</strong> causas, ya que éstas no son datos <strong>de</strong> la<br />

experiencia; así, la ciencia es relativa, en oposición a la teología y a la metafísica las cuales<br />

estudian lo absoluto.<br />

La Filosofía es la síntesis <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s adquiridas por las diferentes ciencias: es la ciencia<br />

general que organiza los conocimientos <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más ciencias. De esta manera, la filosofía tiene la<br />

tarea <strong>de</strong> clasificar a las ciencias, puesto que éstas no son in<strong>de</strong>pendientes sino subordinadas unas<br />

a otras según el nivel <strong>de</strong> simplicidad <strong>de</strong> su objeto y la generalidad <strong>de</strong> sus leyes.<br />

La clasificación <strong>de</strong> las ciencias sigue un or<strong>de</strong>n lógico y cronológico. En primer lugar,<br />

Matemáticas, le sigue la Astronomía, la Física, Química, Fisiología y por último, la Sociología<br />

culmina y corona el conocimiento científico.<br />

La problemática planteada por Comte respon<strong>de</strong> a la necesidad <strong>de</strong> buscar el reconocimiento <strong>de</strong><br />

las ciencias sociales. La filosofía positiva constituye el fundamento y justificación <strong>de</strong>l rango<br />

científico <strong>de</strong> las mismas.<br />

EVALUACIÓN<br />

Contesta lo que se te pi<strong>de</strong>.<br />

45. Establece la relación Positivismo y Empirismo.<br />

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46. ¿Cuál es la justificación <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> los tres estados introducida por Comte?<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

71


FILOSOFÍA II<br />

47. Caracteriza a la Filosofía Positiva en relación a las ciencias.<br />

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____<br />

EL MATERIALISMO DIALÉCTICO<br />

A la filosofía <strong>de</strong> Marx y Engels, se le conoce como Materialismo Dialéctico ya que la respuesta<br />

que se da al problema ontológico y al <strong>de</strong> las relaciones entre espíritu y materia se orienta a que lo<br />

fundamental es precisamente la materia. En el fondo <strong>de</strong> todo incluida la vida humana, está la<br />

materia y sus leyes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo conforme lo explica la ciencia.<br />

Respecto al término dialéctico, este nos remite a lo que implica transformación, interrelación y<br />

contradicción. Así por ejemplo, mundo, naturaleza, historia, sociedad y hombre son dialécticos<br />

porque permanentemente se transforman, están interrelacionados y conllevan contradicciones en<br />

sí mismos. Así pues, se concibe a la Dialéctica Materialista como la ciencia <strong>de</strong> las leyes más<br />

generales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano.<br />

Las leyes <strong>de</strong> la Dialéctica Materialista son básicamente tres: la Ley Universal <strong>de</strong>l Cambio<br />

Dialéctico, esto es, que todo se encuentra en transformación, la cual atraviesa por diferentes fases,<br />

a saber, tesis o afirmación, antítesis o negación y síntesis o negación <strong>de</strong> la negación; la Ley <strong>de</strong> la<br />

Concatenación Universal <strong>de</strong> los procesos, o sea, que todo está interrelacionado; y la Ley <strong>de</strong> la<br />

Contradicción Universal; la unidad y lucha <strong>de</strong>e los contrarios quiere <strong>de</strong>cir que absolutamente todo<br />

proceso o fenómeno se contiene a sí mismo y a su contrario. Al respecto cabe consi<strong>de</strong>rar que<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las contradicciones dialécticas internas, también hay contradicciones externas, esto es,<br />

que todo proceso se contradice dialécticamente con otros procesos externos a él, esta tercera Ley<br />

es consi<strong>de</strong>rada como fundamental y <strong>de</strong> la cual se <strong>de</strong>rivan las anteriores.<br />

Ahora bien, cuando las citadas leyes son aplicadas como un instrumento <strong>de</strong> investigación<br />

científica o filosófica, ya sea para el estudio <strong>de</strong> la naturaleza, la historia, la sociedad o el ser<br />

humano, se <strong>de</strong>nomina Método Dialéctico.<br />

Marx y Engels aplicaron el Método Dialéctico al estudio <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong> la historia, la<br />

sociedad y al ser humano, dando lugar a lo que se conoce como Materialismo Histórico, el cual se<br />

concibe como la teoría <strong>de</strong> la historia que <strong>de</strong>sarrolla los principios filosóficos <strong>de</strong>l Materialismo<br />

Dialéctico. Para el Marxismo las relaciones más importantes en nuestra vida son las relaciones<br />

materiales <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> subsistencia. Todas las manifestaciones <strong>de</strong>l espíritu<br />

humano a través <strong>de</strong> la historia han <strong>de</strong>pendido primero y directamente <strong>de</strong> nuestra existencia<br />

material.<br />

Por otra parte, la teoría marxista <strong>de</strong>l conocimiento conce<strong>de</strong> gran importancia a la práctica como<br />

factor que inci<strong>de</strong> en el proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong>l conocimiento. El conocimiento se elabora a<br />

partir <strong>de</strong> la interacción <strong>de</strong>l sujeto, objeto y la sociedad, <strong>de</strong> manera que lo que conocemos <strong>de</strong>l<br />

mundo y sus procesos, está dialécticamente <strong>de</strong>terminado por el contexto histórico social, nuestras<br />

capacida<strong>de</strong>s personales y la estructura <strong>de</strong> los fenómenos a conocer.<br />

Como complemento al tema te presentamos parte <strong>de</strong> un texto escrito por Marx y Engels:<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

72


MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA<br />

FILOSOFÍA II<br />

Un fantasma recorre Europa: el fantasma <strong>de</strong>l comunismo. Todas las fuerzas <strong>de</strong> la vieja<br />

Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el zar,<br />

Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes.<br />

¿Qué partido <strong>de</strong> oposición no ha sido motejado <strong>de</strong> comunista por sus adversarios en el<br />

po<strong>de</strong>r? ¿Qué partido <strong>de</strong> oposición, a su vez, no ha lanzado, tanto a los representantes <strong>de</strong> la<br />

oposición, más avanzados, como a sus enemigos reaccionarios, el epíteto zahiriente <strong>de</strong><br />

comunista?<br />

De este hecho resulta una doble enseñanza: Que el comunismo está ya reconocido como<br />

una fuerza por todas las potencias <strong>de</strong> Europa.<br />

Que ya es hora <strong>de</strong> que los comunistas expongan a la faz <strong>de</strong>l mundo entero sus<br />

conceptos, sus fines y sus ten<strong>de</strong>ncias, que opongan a la leyenda <strong>de</strong>l fantasma <strong>de</strong>l<br />

comunismo un manifiesto <strong>de</strong>l propio partido.<br />

Con este fin, comunistas <strong>de</strong> las más diversas nacionalida<strong>de</strong>s se han reunido en Londres y<br />

han redactado el siguiente Manifiesto, que será publicado en inglés, francés, alemán,<br />

italiano, flamenco y danés.<br />

BURGUESES Y PROLETARIOS<br />

La historia <strong>de</strong> todas las socieda<strong>de</strong>s hasta nuestros días es la historia <strong>de</strong> las luchas <strong>de</strong><br />

clases.<br />

Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales,<br />

en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha<br />

constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la<br />

transformación revolucionaria <strong>de</strong> toda la sociedad o el hundimiento <strong>de</strong> las clases en pugna.<br />

En las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa<br />

diferenciación <strong>de</strong> la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual <strong>de</strong><br />

condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y<br />

esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y,<br />

a<strong>de</strong>más, en casi todas estas clases todavía encontramos gradaciones especiales.<br />

La mo<strong>de</strong>rna sociedad burguesa, que ha salido <strong>de</strong> entre las ruinas <strong>de</strong> la sociedad feudal,<br />

no ha abolido las contradicciones <strong>de</strong> clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las<br />

viejas condiciones <strong>de</strong> opresión, las viejas formas <strong>de</strong> lucha por otras nuevas.<br />

Nuestra época, la época <strong>de</strong> la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber<br />

simplificado las contradicciones <strong>de</strong> clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más,<br />

en dos gran<strong>de</strong>s campos enemigos, en dos gran<strong>de</strong>s clases, que se enfrentan directamente:<br />

la burguesía y el proletariado.<br />

De los siervos <strong>de</strong> la Edad Media surgieron los vecinos libres <strong>de</strong> las primeras ciuda<strong>de</strong>s; <strong>de</strong><br />

este estamento urbano salieron los primeros elementos <strong>de</strong> la burguesía.<br />

El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> América y la circunnavegación <strong>de</strong> Africa ofrecieron a la burguesía<br />

en ascenso un nuevo campo <strong>de</strong> actividad. Los mercados <strong>de</strong> la India y <strong>de</strong> China, la<br />

colonización <strong>de</strong> América, el intercambio con las colonias, la multiplicación <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong><br />

cambio y <strong>de</strong> las mercancías en general imprimieron al comercio, a la navegación y a la<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

73


FILOSOFÍA II<br />

industria un impulso hasta entonces <strong>de</strong>sconocido y aceleraron, con ello, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<br />

elemento revolucionario <strong>de</strong> la sociedad feudal en <strong>de</strong>scomposición.<br />

La antigua organización feudal o gremial <strong>de</strong> la industria ya no podía satisfacer la<br />

<strong>de</strong>manda, que crecía con la apertura <strong>de</strong> nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la<br />

manufactura. El estamento medio industrial suplantó a los maestros <strong>de</strong> los gremios; la<br />

división <strong>de</strong>l trabajo entre las diferentes corporaciones <strong>de</strong>sapareció ante la división <strong>de</strong>l<br />

trabajo en el seno <strong>de</strong>l mismo taller.<br />

Pero los mercados crecían sin cesar; la <strong>de</strong>manda iba siempre en aumento. Ya no bastaba<br />

tampoco la manufactura. El vapor y la maquinaria revolucionaron entonces la producción<br />

industrial. La gran industria mo<strong>de</strong>rna sustituyó a la manufactura; el lugar <strong>de</strong>l estamento<br />

medio industrial vinieron a ocuparlo los industriales millonarios --jefes <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ros<br />

ejércitos industriales--, los burgueses mo<strong>de</strong>rnos.<br />

La gran industria ha creado el mercado mundial, ya preparado por <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong><br />

América. El mercado mundial aceleró prodigiosamente el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l comercio, <strong>de</strong> la<br />

navegación y <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> transporte por tierra. Este <strong>de</strong>sarrolló influyó, a su vez, en el<br />

auge <strong>de</strong> la industria, y a medida que se iba extendiendo la industria, el comercio, la<br />

navegación y los ferrocarriles, <strong>de</strong>sarrollábase la burguesía, multiplicando sus capitales y<br />

relegando a segundo término a todas las clases legadas por la Edad Media.<br />

La burguesía mo<strong>de</strong>rna, como vemos, es ya <strong>de</strong> por sí fruto <strong>de</strong> un largo proceso <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo, <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> revoluciones en el modo <strong>de</strong> producción y <strong>de</strong> cambio.<br />

Cada etapa <strong>de</strong> la evolución recorrida por la burguesía ha ido acompañada <strong>de</strong>l<br />

correspondiente progreso político. Estamento oprimido bajo la dominación <strong>de</strong> los señores<br />

feudales; asociación armada y autónoma en la comuna; en unos sitios República urbana<br />

in<strong>de</strong>pendiente; en otros, tercer<br />

estado tributario <strong>de</strong> la monarquía; <strong>de</strong>spués, durante el período <strong>de</strong> la manufactura,<br />

contrapeso <strong>de</strong> la nobleza en las monarquías estamentales o absolutas y, en general, piedra<br />

angular <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s monarquías, la burguesía, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> la gran<br />

industria y <strong>de</strong>l mercado universal, conquistó finalmente la hegemonía exclusiva <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r<br />

político en el Estado representativo mo<strong>de</strong>rno. El Gobierno <strong>de</strong>l Estado Mo<strong>de</strong>rno no es más<br />

que una junta que administra los negocios comunes <strong>de</strong> toda la clase burguesa.<br />

La burguesía ha <strong>de</strong>sempeñado en la historia un papel altamente revolucionario.<br />

Don<strong>de</strong>quiera que ha conquistado el po<strong>de</strong>r, la burguesía ha <strong>de</strong>struido las relaciones<br />

feudales, patriarcales, idílicas. Las abigarradas ligaduras feudales que ataban al hombre a<br />

sus “superiores naturales” las ha <strong>de</strong>sgarrado sin piedad para no <strong>de</strong>jar subsistir otro vínculo<br />

entre los hombres que el frío interés, el cruel “pago al contado”. Ha ahogado el sagrado<br />

éxtasis <strong>de</strong>l fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo <strong>de</strong>l pequeño<br />

burgués en las aguas heladas <strong>de</strong>l cálculo egoísta. Ha hecho <strong>de</strong> la dignidad personal un<br />

simple valor <strong>de</strong> cambio. Ha sustituido las numerosas liberta<strong>de</strong>s escrituradas y adquiridas<br />

por la única y <strong>de</strong>salmada libertad <strong>de</strong> comercio.<br />

En una palabra, en lugar <strong>de</strong> la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha<br />

establecido una explotación abierta, <strong>de</strong>scarada, directa y brutal.<br />

La burguesía ha <strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se<br />

tenían por venerables y dignas <strong>de</strong> piadoso respeto. Al médico, al jurisconsulto, al sacerdote,<br />

al poeta, al hombre <strong>de</strong> ciencia, los ha convertido en sus servidores asalariados.<br />

La burguesía ha <strong>de</strong>sgarrado el velo <strong>de</strong> emocionante sentimentalismo que encubría las<br />

relaciones familiares, y las ha reducido a simples relaciones <strong>de</strong> dinero.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

74


FILOSOFÍA II<br />

La burguesía ha revelado que la brutal manifestación <strong>de</strong> fuerza en la Edad Media, tan<br />

admirada por la reacción, tenía su complemento natural en la más relajada holgazanería. Ha<br />

sido ella la primera en <strong>de</strong>mostrar lo que pue<strong>de</strong> realizar la actividad humana; ha creado<br />

maravillas muy distintas a las pirámi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Egipto, a los acueductos romanos y a las<br />

catedrales góticas, y ha realizado campañas muy distintas a las migraciones <strong>de</strong> los pueblos<br />

y a las cruzadas.<br />

La burguesía no pue<strong>de</strong> existir sino a condición <strong>de</strong> revolucionar incesantemente los<br />

instrumentos <strong>de</strong> producción y, por consiguiente, las relaciones <strong>de</strong> producción, y con ello<br />

todas las relaciones sociales. La conservación <strong>de</strong>l antiguo modo <strong>de</strong> producción era, por el<br />

contrario, la primera condición <strong>de</strong> existencia <strong>de</strong> todas las clases industriales prece<strong>de</strong>ntes.<br />

Una revolución continua en la producción, una incesante conmoción <strong>de</strong> todas las<br />

condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constantes distinguen la época<br />

burguesa <strong>de</strong> todas las anteriores. Todas las relaciones estancadas y enmohecidas, con su<br />

cortejo <strong>de</strong> creencias y <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as veneradas durante siglos, quedan rotas; las nuevas se<br />

hacen añejas antes <strong>de</strong> llegar a osificarse. Todo lo estamental y estancado se esfuma; todo<br />

lo sagrado es profanado, y los hombres, al fin, se ven forzados a consi<strong>de</strong>rar serenamente<br />

sus condiciones <strong>de</strong> existencia y sus relaciones recíprocas. (C. Marx y F. Engels, Manifiesto<br />

<strong>de</strong>l Partido Comunista)<br />

EVALUACIÓN<br />

Con base a los textos anteriores contesta las siguientes preguntas.<br />

48. Distingue y explica las categorías <strong>de</strong>l Materialismo Dialéctico.<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

49. Explica la relación que existe entre el Materialismo Dialéctico y el Materialismo Histórico.<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______<br />

50. Del texto: El manifiesto <strong>de</strong>l partido comunista, i<strong>de</strong>ntifica la explicación <strong>de</strong> la historia tomando en<br />

cuenta las leyes <strong>de</strong> la dialéctica.<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

________<br />

VITALISMO<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

75


FILOSOFÍA II<br />

Esta corriente tiene como a uno <strong>de</strong> sus representantes a Fe<strong>de</strong>rico Nietzsche (1844-1900),<br />

controvertido filósofo alemán, quien pretendió impulsar los valores <strong>de</strong> la vida en oposición a todo<br />

aquello que la niegue.<br />

En este sentido, por una parte, se opuso al Racionalismo, ya que la razón controla y reprime al<br />

instinto como impulso vital básico <strong>de</strong> nuestras vidas y por otra, al Cristianismo, porque consi<strong>de</strong>raba<br />

que sus valores son <strong>de</strong> sacrificio, abnegación, sufrimiento. Al respecto, dicho filósofo sostiene que<br />

la moral cristiana es una moral <strong>de</strong> gente débil, una moral <strong>de</strong> esclavos y lo que hay que impulsar es<br />

la moral <strong>de</strong> amos, <strong>de</strong> los fuertes, pues, en esta moral se impulsa la vida, la salud, la fuerza, el<br />

orgullo.<br />

De esta manera, Nietzsche, planteó una transmutación <strong>de</strong> valores y propuso sustituir los valores<br />

cristianos, que a su juicio ha promovido una moral <strong>de</strong> sumisión, por valores que fomenten la<br />

vitalidad <strong>de</strong> los fuertes; se trata <strong>de</strong> una transmutación <strong>de</strong> valores morales, específicamente en el<br />

mundo occi<strong>de</strong>ntal, fuertemente influenciado por la cultura ju<strong>de</strong>o-cristiana,<br />

Así pues, propone cultivar la voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y con ello el verda<strong>de</strong>ro hombre, al Superhombre,<br />

es <strong>de</strong>cir, al hombre crecido y liberado por haber sido honesto y auténtico ante su libertad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.<br />

Para Nietzsche, esa esencial voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r es <strong>de</strong> carácter irracional, esa voluntad que es<br />

po<strong>de</strong>r, es pura en la medida que se <strong>de</strong>spliega por y para sí misma; no está subordinada a ningún<br />

otro fin, simplemente es pura <strong>de</strong>terminación que pue<strong>de</strong> manifestarse y que se realiza en infinitas<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ser, siendo la vida humana, una <strong>de</strong> sus manifestaciones más inmediatas<br />

para nosotros.<br />

Ahora bien, la categoría <strong>de</strong> Superhombre es una meta, un punto al cual po<strong>de</strong>mos llegar o no en<br />

el curso <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>sarrollo. El Superhombre es un i<strong>de</strong>al, al cual, según la citada filosofía,<br />

<strong>de</strong>bemos humanamente aspirar, es <strong>de</strong>cir, el i<strong>de</strong>al al que <strong>de</strong>be apuntar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

humanidad, dando preferencia al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los más aptos, cultivando el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los más<br />

fuertes, impulsando la moral <strong>de</strong>l “señor” y no la <strong>de</strong>l “esclavo”, así como la <strong>de</strong> los valores<br />

verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la vida que <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> nuestra voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.<br />

En general, la filosofía <strong>de</strong> Nietzsche es <strong>de</strong> carácter anti-racional; en su filosofía el aspecto más<br />

significativo está en la voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, que es un instinto fundamental <strong>de</strong> vivir, un apetito o<br />

ansia <strong>de</strong> vivir que encuentra su freno en la razón.<br />

Como apoyo al tema te presentamos parte <strong>de</strong> un escrito <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico Nietzsche:<br />

Los que quieren hacer mejor a la humanidad.<br />

Lo que yo exijo al filósofo es que coloque más allá <strong>de</strong>l bien y <strong>de</strong>l mal, que ponga por<br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sí la ilusión <strong>de</strong>l juicio moral. Esta exigencia es el resultado <strong>de</strong> un examen que he<br />

hecho yo por vez primera y en el cual he llegado a la conclusión <strong>de</strong> no hay hechos morales.<br />

El juicio moral tiene <strong>de</strong> común con el juicio religioso el creer en realida<strong>de</strong>s que no existen.<br />

La moral no es más que una interpretación <strong>de</strong> ciertos fenómenos, pero una falsa<br />

interpretación. El juicio moral pertenece, como el juicio religioso, a un grado <strong>de</strong> ignorancia<br />

en que la noción <strong>de</strong> la realidad, la distinción entre lo real y lo imaginario no existen todavía,<br />

<strong>de</strong> modo que en dicho grado la palabra verdad sirve para expresar cosas que hoy llamamos<br />

imaginación.<br />

Por eso no se <strong>de</strong>be tomar nunca al pie <strong>de</strong> la letra el juicio moral, pues entendido así sería<br />

un contrasentido. Pero como Semiótica tiene un valor inapreciable, pues revela al que sabe<br />

enten<strong>de</strong>rle realida<strong>de</strong>s preciosas acerca <strong>de</strong> las civilizaciones y los genios que no supieron<br />

bastante para compren<strong>de</strong>rse a sí mismos. La moral no es más que un lenguaje <strong>de</strong> signos,<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

76


FILOSOFÍA II<br />

una sintomatología, hay que saber <strong>de</strong> antemano <strong>de</strong> qué se trata para po<strong>de</strong>r sacar partido <strong>de</strong><br />

ella.<br />

Pondré un ejemplo. En todos los tiempos se ha querido mejorar al hombre; en rigor, esto<br />

es lo que llamamos moral. Pero <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la palabra moral se ocultan ten<strong>de</strong>ncias muy<br />

diferentes. La domesticación <strong>de</strong> la bestia humana y la cría <strong>de</strong> una especie <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong><br />

hombres, son un mejoramiento, y esas nociones zoológicas las únicas que expresan<br />

realida<strong>de</strong>s, pero realida<strong>de</strong>s que ignora el mejorador típico, el sacerdote, y <strong>de</strong> las cuales nada<br />

quiere saber. Llamar mejoramiento a la domesticación <strong>de</strong> un animal, suena en nuestros<br />

oídos casi como una broma. ¿Quién sabe lo que suce<strong>de</strong> en Zoología? Con todo, dudo<br />

mucho que la bestia resulte mejorada. Se la <strong>de</strong>bilita, se la hace menos peligrosa; con el<br />

sentimiento <strong>de</strong>primente <strong>de</strong>l miedo, con el dolor y las heridas, se hace <strong>de</strong> ella una bestia<br />

enferma. Lo mismo le suce<strong>de</strong> al hombre domesticado, a quien el sacerdote ha vuelto mejor.<br />

En los primeros tiempos <strong>de</strong> la Edad Media, en que la Iglesia era, más que nada, una casa <strong>de</strong><br />

fieras, se cazaban con frecuencia los hermosos ejemplares <strong>de</strong> la bestia rubia, se mejoraba,<br />

por ejemplo, a los nobles germanos. ¿Y a qué quedaba reducido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto uno <strong>de</strong><br />

aquellos germanos a quien se había hecho mejor metiéndolo en un convento? A una<br />

caricatura <strong>de</strong> hombre, a un engendro; se había hecho <strong>de</strong> él un pecador, estaba enjaulado, se<br />

le había encerrado en medio <strong>de</strong> las espantosas i<strong>de</strong>as.<br />

Enfermo y miserable, se aborrecía a sí mismo, estaba lleno <strong>de</strong> odio contra los instintos <strong>de</strong> la<br />

vida, lleno <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconfianza hacia todo lo que seguía siendo fuerte y feliz. En una palabra:<br />

era cristiano. Hablando fisiológicamente, en la lucha con la bestia, hacerla enfermar es<br />

acaso el único medio <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilitarla. La Iglesia lo ha comprendido perfectamente: ha<br />

corrompido al hombre, le ha <strong>de</strong>bilitado y reivindica el mérito <strong>de</strong> haberle vuelto mejor.<br />

Fijémonos en otro caso <strong>de</strong> lo que se llama moral: el caso <strong>de</strong> la cría <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada<br />

especie. El ejemplo más grandioso nos lo da la moral india, la ley <strong>de</strong> Manú, sancionada por<br />

una religión. Allí se plantea el problema <strong>de</strong> criar nada menos que cuatro razas a la vez: una<br />

raza sacerdotal, una raza guerrera, una raza <strong>de</strong> merca<strong>de</strong>res y labradores y, por último, una<br />

raza <strong>de</strong> servidores, los sudras. Es evi<strong>de</strong>nte que aquí no estamos entre domadores <strong>de</strong><br />

animales; la condición primordial para llegar o concebir el plan <strong>de</strong> semejante cría <strong>de</strong> razas,<br />

es una especie <strong>de</strong> hombre cien veces más apacible y más racional que la <strong>de</strong> los domadores.<br />

Se respira con más libertad cuando se pasa <strong>de</strong> la atmósfera cristiana, atmósfera <strong>de</strong><br />

hospital y <strong>de</strong> cárcel, a este mundo más sano, más elevado, más amplio. ¡Cuán pobre resulta<br />

y cómo hie<strong>de</strong> el Nuevo Testamento al lado <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Manú! Pero también esta<br />

organización necesitaba ser temible, no en la lucha contra la bestia, sino en la lucha con la<br />

i<strong>de</strong>a contraria <strong>de</strong> la bestia, con el hombre que no se <strong>de</strong>ja criar, con el hombre <strong>de</strong> mezcla<br />

incoherente, con el chandala. Y para <strong>de</strong>sarmarle y <strong>de</strong>bilitarle tuvo que ponerle enfermo; era<br />

una lucha contra la mayoría. Quizá no haya nada tan contrario a nuestros sentimientos<br />

como estas medidas <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> la moral india.<br />

El tercer edicto, por ejemplo (Avadana Sastra el <strong>de</strong> las legumbres impuras, dispone que la<br />

única alimentación permitida al chandala sea el ajo y la cebolla, puesto que la Santa<br />

Escritura prohibe darle trigo o frutos que tengan granos, y priva al chandala <strong>de</strong>l agua y <strong>de</strong>l<br />

fuego. El mismo edicto <strong>de</strong>clara que el agua que hayan menester no <strong>de</strong>be ser tomada <strong>de</strong> los<br />

ríos, <strong>de</strong> las fuentes ni <strong>de</strong> los estanques, sino tan sólo <strong>de</strong> los pantanos y <strong>de</strong> los aguaceros<br />

que <strong>de</strong>je en el suelo la huella <strong>de</strong> los pies <strong>de</strong> los animales.<br />

También se les prohibe lavar la ropa y lavarse ellos, porque el agua, que se les conce<strong>de</strong> por<br />

misericordia, sólo ha <strong>de</strong> servir para calmar su sed. Por último, se prohibía a las mujeres<br />

sudras asistir a las chandalas en el parto, y a éstas asistirse mutuamente.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

77


FILOSOFÍA II<br />

El resultado <strong>de</strong> semejante policía sanitaria no era dudoso: epi<strong>de</strong>mias mortíferas,<br />

enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los órganos sexuales espantosas, y como resultado, la ley <strong>de</strong>l cuchillo<br />

or<strong>de</strong>nando la circuncisión <strong>de</strong> los niños varones y la ablación correlativa en las hembras. El<br />

mismo Manú lo <strong>de</strong>cía: “Los chandalas son el fruto <strong>de</strong>l adulterio, <strong>de</strong>l incesto y <strong>de</strong>l crimen<br />

(esta era la<br />

consecuencia necesaria <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la cría <strong>de</strong> ganado humano). No <strong>de</strong>ben usar otros<br />

vestidos que los harapos arrebatados a los cadáveres, por vajilla fragmentos <strong>de</strong> cacharros,<br />

por adornos hierro viejo, y como objeto <strong>de</strong> su culto los espíritus malos. Deben vagar sin<br />

<strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> un lugar a otro. Les está prohibido escribir <strong>de</strong> izquierda a <strong>de</strong>recha y valerse <strong>de</strong><br />

la mano para escribir, pues el uso <strong>de</strong> la diestra y la escritura <strong>de</strong> izquierda a <strong>de</strong>recha son<br />

cosas reservadas a los hombres virtuosos, a las personas <strong>de</strong> raza.” (Fe<strong>de</strong>rico Nietzsche, El<br />

Crepúsculo <strong>de</strong> los Ídolos, pp. 58-63)<br />

EVALUACIÓN<br />

De acuerdo a los textos anteriores contesta las siguientes preguntas.<br />

51. Distingue y explica las categorías <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> Nietzsche.<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______<br />

52. ¿Por qué la citada filosofía se inscribe <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la corriente <strong>de</strong>l Vitalismo?<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_____<br />

53. Del texto <strong>de</strong> Nietzsche “Los que quieren hacer mejor a la humanidad.”, i<strong>de</strong>ntifica algunas <strong>de</strong><br />

sus tesis filosóficas expuestas anteriormente.<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

LA REPERCUSIÓN DE LA MODERNIDAD EN EL PENSAMIENTO NOVOHISPANO.<br />

En el último tercio <strong>de</strong>l siglo XVII se advierten importantes rasgos <strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>rnidad en el pensamiento<br />

<strong>de</strong> Carlos <strong>de</strong> Sigüenza y Góngora (1645-1700) y en Sor Juana Inés <strong>de</strong> la Cruz (1651-1695).<br />

Autores novohispanos que transitan <strong>de</strong> lo tradicional a las concepciones mo<strong>de</strong>rnas que privaron,<br />

<strong>de</strong> manera más abierta, en la Ilustración mexicana e hispanoamericana en general. En efecto, en<br />

estos pensadores se vislumbran significativos aspectos <strong>de</strong>l espíritu mo<strong>de</strong>rno: autonomía <strong>de</strong> la<br />

razón, búsqueda <strong>de</strong> un conocimiento verda<strong>de</strong>ro, afán crítico. Ellos “no se oponen en absoluto al<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

78


FILOSOFÍA II<br />

dogma revelado o a la Iglesia, pero sí son espíritus <strong>de</strong>spejados y sanamente libres que quieren<br />

distinguir con claridad las cosas, siguiendo la más estricta intención <strong>de</strong> hallar la verdad”.<br />

A pesar <strong>de</strong> formarse en la filosofía escolástica, Sigüenza y Sor Juana no se encerraron en esta<br />

corriente, pues se preocuparon por tener contacto con el pensamiento mo<strong>de</strong>rno europeo a través<br />

<strong>de</strong> las teorías <strong>de</strong> Galileo, Descartes, Kepler y <strong>de</strong> otros autores consi<strong>de</strong>rados como baluartes <strong>de</strong> la<br />

Mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

Un rasgo <strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>rnidad que a menudo aparece en el pensamiento y obra <strong>de</strong> Sor Juana es la<br />

autonomía <strong>de</strong> la razón, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ejercerla sin reservas. Así, en el prólogo a su romance dice<br />

la poetisa mexicana:<br />

No hay cosa más libre que<br />

el entendimiento humano;<br />

¿Pues lo que Dios no violenta,<br />

por qué yo he <strong>de</strong> violentarlo?<br />

Otras obras don<strong>de</strong> se advierte su pensamiento <strong>de</strong>cididamente mo<strong>de</strong>rno son Carta atenagórica,<br />

don<strong>de</strong> critica un sermón <strong>de</strong>l docto jesuita Antonio Vieyra, consejero <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> Portugal,<br />

“sobre las finezas <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Cristo al final <strong>de</strong> su vida, interpretación que discrepaba con la dada<br />

por San Agustín, Santo Tomás y San Juan Crisóstomo” y Carta a Sor Filotea <strong>de</strong> la Cruz, don<strong>de</strong><br />

contesta, dando su punto <strong>de</strong> vista, al obispo <strong>de</strong> Puebla, Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Santa Cruz (cuyo<br />

pseudónimo es el <strong>de</strong> “Sor Filotea <strong>de</strong> la Cruz”), quien la había censurado por estudiar Filosofía en<br />

lugar <strong>de</strong> catecismo y Teología, materias propias para las mujeres que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>dicarse a la<br />

penitencia, la única salvadora <strong>de</strong>l alma.<br />

La réplica elaborada por la “Décima musa” en la Carta a Sor Filotea <strong>de</strong> la Cruz es un valioso<br />

testimonio autobiográfico y una valiente <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la mujer.<br />

Se afana por <strong>de</strong>mostrar, entre otras cosas --enfrentándose a las tradicionales i<strong>de</strong>as que<br />

consi<strong>de</strong>raban a la mujer como ser inferior y cuyas virtu<strong>de</strong>s propias se circunscribían a la<br />

obediencia, sumisión y humildad para soportar injusticias que las letras sagradas y las historias<br />

profanas muestran en numerosos ejemplos <strong>de</strong> mujeres sabias y filósofas--, que es conveniente<br />

que las mujeres ancianas, en virtud <strong>de</strong> su experiencia, se hagan cargo <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong> las<br />

jóvenes, que no es cierto que las mujeres <strong>de</strong>ben ser mantenidas en una constante ignorancia o<br />

con muy elementales conocimientos, que el entendimiento femenino es tan libre como cualquier<br />

otro y que, por lo tanto, pue<strong>de</strong> discrepar <strong>de</strong> otras opiniones y rebatirlas. A<strong>de</strong>más, asegura que la<br />

poesía no es pecaminosa ya que pue<strong>de</strong> ser empleada en los libros sagrados con legítimos fines<br />

educativos.<br />

Como complemento al tema te presentamos una nota <strong>de</strong> Matil<strong>de</strong> López:<br />

La duda acerca <strong>de</strong>l conocimiento perfecto, faceta <strong>de</strong>sconocida en Sor Juana Inés.<br />

A 300 años <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> la monja jerónima Sor Juana Inés <strong>de</strong> la Cruz, sus i<strong>de</strong>as y el<br />

estudio <strong>de</strong> las mismas sigue siendo motivo <strong>de</strong> análisis y reflexión. De este modo, “una<br />

faceta casi <strong>de</strong>sconocida en ella es su duda y <strong>de</strong>sconfianza <strong>de</strong>l conocimiento perfecto”.<br />

Observamos a una Sor Juana no sólo distendida entre su gran ansia <strong>de</strong> saber y su<br />

<strong>de</strong>sengaño <strong>de</strong>l conocimiento, sino también su <strong>de</strong>sencanto y <strong>de</strong>sasosiego por los alcances<br />

<strong>de</strong>l ser humano.<br />

El doctor Mauricio Beuchot, coordinador <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> Estudios Clásicos, <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong><br />

Investigaciones Filológicas, señaló lo anterior al dictar la conferencia Filosofía Tomista y<br />

Sor Juana, que se llevó a cabo el 9 <strong>de</strong> agosto en el Museo Casa Ex arzobispado.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

79


FILOSOFÍA II<br />

La Décima Musa, dijo, dominó casi todos los campos <strong>de</strong>l conocimiento, tales como la<br />

filosofía y la teología, incluso “llegó a escribir un compendio <strong>de</strong> lógica que, aunque se<br />

encuentra extraviado, los registros <strong>de</strong> sus obras lo consignan”.<br />

Ella no sólo estaba influenciada por la filosofía neoplatónica, sino también, a pesar <strong>de</strong> que<br />

no ha sido resaltado, por la filosofía escolástica, que era, por así <strong>de</strong>cirlo, el ambiente<br />

fundamental <strong>de</strong> su época, “ya sea en la vertiente <strong>de</strong> Santo Tomás <strong>de</strong> Aquino (tomismo), la<br />

franciscana, o la naciente escuela <strong>de</strong> los jesuitas, seguidores <strong>de</strong> Francisco Suárez”.<br />

El doctor Beuchot subrayó que el análisis <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> Santo Tomás <strong>de</strong> Aquino en<br />

Sor Juana es casi inexistente.<br />

Sin embargo, llama la atención que las bibliografías reporten la presencia <strong>de</strong> unos<br />

compendios <strong>de</strong> lógica, “los cuales, <strong>de</strong> existir, mostrarían con claridad su vena escolástica,<br />

lo más esencial <strong>de</strong> la dialéctica”.<br />

En uno <strong>de</strong> sus poemas, El Primero Sueño, Sor Juana hace alusiones a la filosofía <strong>de</strong>l<br />

hombre al enumerar las faculta<strong>de</strong>s cognoscitivas <strong>de</strong>l ser humano: los sentidos internos. En<br />

la escolástica, en cambio, esos sentidos eran cuatro: el sentido común, la fantasía e<br />

imaginación, la estimativa y la memoria sensitiva.<br />

El doctor Beuchot explicó que la estimativa era el raciocinio <strong>de</strong> las cosas particulares;<br />

“según esta concepción escolástica, los animales la tienen porque pue<strong>de</strong>n ser adiestrados.<br />

“El sentido común, en ese entonces, no era lo que hoy conocemos, sino que daba unidad<br />

a los datos <strong>de</strong> los cinco sentidos ya conocidos.”<br />

Como se observa, la <strong>de</strong>seperación <strong>de</strong> Sor Juana se da al aten<strong>de</strong>r a las especies o<br />

conceptos que a veces le son confusos, que se obtienen muchas veces cuando no es<br />

alcanzable un conocimiento distinto y preciso. “Eso ocurría con su entendimiento”.<br />

El Escepticismo en Sor Juana<br />

Mauricio Beuchot dijo que, a diferencia <strong>de</strong> otros, no es posible hablar <strong>de</strong> cierto<br />

escepticismo en la obra <strong>de</strong> Sor Juana. Lo que sí es evi<strong>de</strong>nte es un <strong>de</strong>sasosiego por tener<br />

tanta ansia <strong>de</strong> saber y, en muchas ocasiones, no po<strong>de</strong>r encontrar lo que ella buscaba.<br />

A pesar <strong>de</strong> que hay rasgos <strong>de</strong> escepticismo en su obra, aunque no <strong>de</strong>clarado ni pleno, es<br />

claro que éste no llega ni mucho menos al <strong>de</strong> Pirrón --el primer gran escéptico griego, y el<br />

único consistente. Tampoco, explicó llega al escepticismo académico, aquél que<br />

propugnaba la duda y no la suspensión <strong>de</strong>l juicio. En todo caso, sólo es posible hablar <strong>de</strong><br />

un innegable criticismo en Sor Juana.<br />

El Hermetismo en su obra<br />

A <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>l doctor Beuchot, existen varios temas herméticos en los poemas <strong>de</strong> Sor Juana,<br />

singularmente en El Primero Sueño. Por ejemplo, uno <strong>de</strong> esos temas es la torre <strong>de</strong> babel<br />

mencionada en ese poema; así como el tópico <strong>de</strong> las pirámi<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> los jeroglíficos.<br />

“El mismo motivo <strong>de</strong>l sueño, agregó, es el cuerpo, porque separa el alma <strong>de</strong>l cuerpo y<br />

parece hacerlo más sutil y ágil al viaje astral; por una parte es la abstracción; por otra, es<br />

una especie <strong>de</strong> revelación, como la que daba Dios a los profetas por medio <strong>de</strong> un ángel o<br />

espíritu puro.”<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

80


FILOSOFÍA II<br />

En todo caso, para los herméticos, el sueño permitía una intuición sutil, porque<br />

arrebataba el alma <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong> los sentidos, era pues, una intuición intelectual y la más<br />

pura que se podía alcanzar, curiosamente, en el sueño.<br />

Sor Juana y la Filosofía Mo<strong>de</strong>rna<br />

Un rasgo <strong>de</strong> la filosofía mo<strong>de</strong>rna en Sor Juana se observa en El Primero Sueño, cuando<br />

logra trascen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l hermetismo hacia el racionalismo, cambiando el medio <strong>de</strong><br />

conocimiento <strong>de</strong> la intuición por el <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, es <strong>de</strong>cir, el raciocinio <strong>de</strong>ductivo, la<br />

axiomática.<br />

Sor Juana no sólo prefiere ese raciocinio <strong>de</strong>ductivo, sino que también lo adopta y <strong>de</strong>clara<br />

impotente a la intuición para darle la verdad. Sin embargo <strong>de</strong>spués también lo consi<strong>de</strong>ra<br />

incapaz <strong>de</strong> llenarla, concluyó el doctor Beuchot. (Matil<strong>de</strong> López, Gaceta Unam, 17 <strong>de</strong> agosto<br />

<strong>de</strong> 1995, pp. 18-19)<br />

EVALUACIÓN<br />

Con base al texto anterior y al compendio fascículo 2 contesta lo siguiente:<br />

54. Un rasgo <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad en el pensamiento filosófico <strong>de</strong> Sor Juana es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

55. Los planteamientos en el campo <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> Carlos <strong>de</strong> Sigüenza y Góngora se relacionan<br />

con:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

EL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA EN EL PENSAMIENTO CRIOLLO.<br />

En el tema anterior vimos cómo a mediados <strong>de</strong>l siglo XVIII irrumpieron en América Latina, y<br />

especialmente en la Nueva España, las i<strong>de</strong>as mo<strong>de</strong>rnas que por medio <strong>de</strong> los jesuitas innovadores<br />

se <strong>de</strong>sarrollaron y más tar<strong>de</strong>, con autores como Gamarra, Bartolache y Alzate alcanzaron mayor<br />

plenitud.<br />

Ahora bien, esta efervescencia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as mo<strong>de</strong>rnas contribuyen a establecer las bases<br />

i<strong>de</strong>ológicas para la realización <strong>de</strong> nuestra In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. De esta manera, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que el<br />

pensamiento y obra <strong>de</strong> los jesuitas ejerció una <strong>de</strong>cisiva influencia para la conformación <strong>de</strong> las<br />

i<strong>de</strong>as in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistas.<br />

Los jesuitas “abrieron las puertas a las i<strong>de</strong>as políticas que prepararon el espíritu insurgente y<br />

formaron la atmósfera favorable a la emancipación”. El pensamiento <strong>de</strong> estos autores,<br />

introductores <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnidad, no fue un pensamiento abstracto y <strong>de</strong>sligado <strong>de</strong> las<br />

preocupaciones que aquejaban a los criollos. Como dice Bernabé Navarro, los jesuitas, “no fueron<br />

fríos filósofos <strong>de</strong> gabinete, sino que se enfrentaron a las necesida<strong>de</strong>s y circunstancias <strong>de</strong> su<br />

tiempo y lucharon actuando y sufriendo por renovar y mejorar el pensamiento”.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

81


FILOSOFÍA II<br />

“Su mayor valor espiritual fue sin duda el amor a la patria lejana, amor que los hizo <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla,<br />

elevarla y engran<strong>de</strong>cerla, transformando así, su inicuo <strong>de</strong>stierro en riquísima fuente <strong>de</strong> cultura y <strong>de</strong><br />

virtud, <strong>de</strong> nobleza y <strong>de</strong> méritos”. Sin duda, este amor a la patria, este nacionalismo que aflora en<br />

los jesuitas y en otros pensadores ilustrados como José Antonio Alzate y Bartolache es una<br />

ban<strong>de</strong>ra esgrimida por los hombres que participan activamente en las luchas para alcanzar la<br />

libertad.<br />

Como apoyo al tema te presentamos partes <strong>de</strong> un ensayo <strong>de</strong> Bernabé Navarro:<br />

“Entre los pensadores y filósofos coloniales, los jesuitas son seguramente los que más<br />

contribuyeron a poner las bases i<strong>de</strong>ológicas para nuestra emancipación. Sin embargo, ellos<br />

mismos y todos los otros hombres que pusieron esas bases, son claramente <strong>de</strong>udores <strong>de</strong><br />

un pensamiento común y anterior a ellos, que pue<strong>de</strong> llamarse con Silvio Zavala “el<br />

liberalismo cristiano”.<br />

Ya John Tate Lanning -citado por Samuel Ramos- había advertido hace tiempo que es ya<br />

una costumbre y un prejuicio atribuir esta revolución i<strong>de</strong>ológica a la lectura <strong>de</strong> los<br />

doctrinarios franceses como Voltaire, Rousseau, Montesquieu, etcétera.<br />

Pero en realidad, los pensadores <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra importancia para explicar la revolución <strong>de</strong><br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, no fueron los doctrinarios franceses, sino filósofos como Santo Tomás,<br />

Descartes, Newton, Condillac, Gassendi y Malebranche, porque sin éstos los<br />

hispanoamericanos no hubieran entendido a Raynal, Condorcet, Rousseau, Voltaire,<br />

Di<strong>de</strong>rot, B. Franklin y Thomas Payne. . .<br />

Este hecho, en lo que se refiere a las i<strong>de</strong>as cristianas, nos parece plenamente <strong>de</strong>mostrado<br />

por Silvio Zavala en su Filosofía <strong>de</strong> la conquista. Arrancando <strong>de</strong> Vitoria, <strong>de</strong> Melchor Cano y<br />

<strong>de</strong> Las Casas, y siguiendo a través <strong>de</strong> una amplia y vigorosa falange <strong>de</strong> pensadores<br />

coloniales, se <strong>de</strong>sarrollan y acrecientan las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> abolición <strong>de</strong> la esclavitud, <strong>de</strong> igualdad y<br />

libertad, <strong>de</strong> capacidad propia para todos los aspectos <strong>de</strong> la vida. Y se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el siglo XVI se luchó por aquello que <strong>de</strong>finitivamente se ganaría a principios <strong>de</strong>l XIX, jugando<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces esas i<strong>de</strong>as un papel importantísimo.<br />

Debemos corregir -dice Zavala- la equivocada i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que <strong>de</strong>bimos exclusivamente la<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y el liberalismo a una imitación ingenua y casual <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los extraños que,<br />

<strong>de</strong> pronto, <strong>de</strong>slumbraron a nuestros antepasados. . . Sus peticiones se acomodaban a una<br />

antigua disposición <strong>de</strong> ánimo; a un anhelo perdurable <strong>de</strong> justicia y libertad que les hacía<br />

venerar, entre otras, la figura combativa <strong>de</strong> De las Casas. (...)<br />

El núcleo más valioso <strong>de</strong> los jesuitas que serían <strong>de</strong>sterrados a Italia en 1767, lo constituía<br />

indudablemente la joven generación <strong>de</strong>l 50. La llamamos así, porque hacia tal año empieza a<br />

manifestarse en el campo <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as y <strong>de</strong> la cultura, la labor conjunta <strong>de</strong> ese compacto y<br />

fraternal <strong>grupo</strong> <strong>de</strong> jóvenes jesuitas. Entre tal año y el 67, ellos absorben la atención <strong>de</strong>l<br />

mundo culto y son sus guías y luces. Sus activida<strong>de</strong>s en el púlpito y en el escaño <strong>de</strong><br />

consulta, en la cátedra y con la pluma, no tienen émulos, sino más bien admiradores,<br />

continuadores y discípulos. (...)<br />

1. Afirmación <strong>de</strong> la libertad y abolición <strong>de</strong> la esclavitud. Clavigero, Alegre y Cavo, los tres<br />

gran<strong>de</strong>s historiadores entre esos jesuitas (...), reprueban enérgicamente, al repasar la<br />

Conquista y la colonización, la esclavitud a todas luces inicua que se hizo <strong>de</strong> los indios, y<br />

aun la <strong>de</strong> los negros. (...)<br />

2. El mestizaje como función formadora <strong>de</strong> pueblos. (...) Clavigero y Cavo, abogan<br />

claramente por la unión <strong>de</strong> españoles e indígenas como el medio <strong>de</strong> salvación <strong>de</strong> tantos<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

82


FILOSOFÍA II<br />

pueblos que <strong>de</strong>saparecían, como principio <strong>de</strong> unión y armonía entre razas tan disímiles, y<br />

para crear una sola nación <strong>de</strong> ellas. (...)<br />

3. Afirmación <strong>de</strong> los valores y la cultura <strong>de</strong> los antiguos mexicanos. Otra <strong>de</strong> las<br />

características <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> estos jesuitas es el amor por todo lo antiguo mexicano,<br />

la <strong>de</strong>fensa y justificación <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> sus costumbres tenidas como las más execrables<br />

<strong>de</strong>l orbe, y la rehabilitación <strong>de</strong> sus valores ante los mismos mexicanos y ante el mundo<br />

entero. (...)<br />

4. La plasmación <strong>de</strong> una cultura mexicana autóctona e in<strong>de</strong>pendiente. Para nosotros, éste<br />

es uno <strong>de</strong> los puntos fundamentales, si no el esencial, <strong>de</strong> la preparación que estos jesuitas<br />

nos legaron para la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. (...) ...la autonomía <strong>de</strong> un pueblo que ha estado<br />

formándose bajo la dominación <strong>de</strong> otro, no pue<strong>de</strong> empezar a manifestarse en aquellos<br />

campos que <strong>de</strong> por sí son más difíciles, como el político y el económico, y don<strong>de</strong> tiene<br />

mayores intereses el pueblo dominante, sino en aquéllos en que por tratarse <strong>de</strong> la mente y<br />

<strong>de</strong>l espíritu, es muy difícil, si no imposible, presionar o imponerse al llegar a cierto estadio<br />

<strong>de</strong> evolución. Por consiguiente, es lógico que la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia se haya logrado primero en<br />

ese plano, para proyectarse <strong>de</strong>spués a los otros, terminando en el político, puesto que la<br />

fuerza <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as empujaban naturalmente a una autonomía total. (...)<br />

5. La conciencia y afirmación <strong>de</strong> la mexicanidad. Varios hechos nos <strong>de</strong>muestran que<br />

estos ilustres pensadores tenían, como hemos apuntado ya antes, cierta conciencia y como<br />

un presentimiento <strong>de</strong> una nación y una patria nueva que llamaban México y en conformidad<br />

con la cual se nombraban a sí mismos mexicanos. (...)<br />

6. Negación <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho divino” <strong>de</strong> los reyes y afirmación <strong>de</strong> la soberanía popular. (...)<br />

Los jesuitas, por ejemplo, con muchísimos otros escolásticos, negaban el “<strong>de</strong>recho divino”<br />

<strong>de</strong> los reyes, en el infundado y adulatorio sentido <strong>de</strong> ciertos juristas áulicos, que hacían<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r inmediatamente <strong>de</strong> Dios no sólo la autoridad, sino aun la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> la<br />

persona <strong>de</strong>l gobernante, imponiéndoles así a los súbditos -para siempre y en cualquier<br />

hipótesis- la más absoluta y ciega sumisión a su voluntad. Junto con esta negación, y<br />

correlativamente, sostenían aquéllos el inmediato origen popular <strong>de</strong> la soberanía. De esta<br />

manera, Alegre, en sus Instituciones teológicas, plantea y <strong>de</strong>sarrolla los siguientes asertos:<br />

El origen <strong>de</strong> la autoridad: 1. No es la superioridad intelectual. 2. Mucho menos es la<br />

superioridad física o fisiológica. 3. La autoridad se funda en la naturaleza social <strong>de</strong>l hombre,<br />

pero su origen próximo es el consentimiento <strong>de</strong> la comunidad. Todo imperio, por tanto, <strong>de</strong><br />

cualquier especie que sea, tuvo su origen en una convención o pacto entre los hombres.4.<br />

La autoridad civil no viene inmediatamente <strong>de</strong> Dios a los gobernantes, sino mediante la<br />

comunidad. . . (...)<br />

Por dos caminos pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que llegaron las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los jesuitas hasta la realización<br />

<strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia: uno, el objetivo, <strong>de</strong> las doctrinas, conocidas y estudiadas y tenidas<br />

presentes por los partidarios <strong>de</strong> la emancipación; y otro, el personal, <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong><br />

discípulos, ya inmediatos, ya mediatos, que tuvieron aquellos educadores, y que<br />

<strong>de</strong>sembocaron en la crisis política y bélica. Samuel Ramos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> informarnos que<br />

don Ignacio Aldama estudió filosofía en San Miguel el Gran<strong>de</strong> en la obra <strong>de</strong> Gamarra<br />

Elementos <strong>de</strong> filosofía mo<strong>de</strong>rna, que don José María Morelos estudió en San Nicolás<br />

cuando Hidalgo era rector <strong>de</strong> ese Colegio, y que don Ignacio López Rayón y don Mariano<br />

Matamoros se graduaron en la Universidad, concluye: “Existe pues, tras <strong>de</strong> las figuras<br />

visibles <strong>de</strong> los jefes insurgentes, la influencia <strong>de</strong> algún maestro que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los colegios<br />

había puesto en su mente alguna i<strong>de</strong>a que era fermento <strong>de</strong> emancipación”. Los discípulos<br />

intermedios son precisamente Gamarra (...), Alzate, Guridi y Alcocer, José Antonio Borda<br />

(...), y tantos otros maestros que enseñaron en esos colegios <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los jesuitas y<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber recibido sus enseñanzas. (...)<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

83


FILOSOFÍA II<br />

Mas la conexión sin duda más valiosa, en este respecto, es la establecida con el padre<br />

mismo <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, don Miguel Hidalgo y Costilla. Estudió éste en Valladolid con<br />

los padres jesuitas por 1766-67, cuando Clavigero acababa <strong>de</strong> partir para Guadalajara, pero<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar, no sólo en su colegio sino en todos los <strong>de</strong>más, la presencia inmediata <strong>de</strong><br />

sus métodos y doctrinas.” (Bernabé Navarro B., Cultura Mexicana Mo<strong>de</strong>rna en el siglo<br />

XVIII, UNAM, 1983, pp. 187-201).<br />

Los autores mo<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XVIII en Hispanoamérica contribuyeron,<br />

con sus i<strong>de</strong>as y doctrinas, a lograr la autonomía espiritual o cultural <strong>de</strong> nuestros pueblos; sin<br />

embargo, para adquirir una autonomía total se requiere <strong>de</strong> una autonomía política. Este paso se<br />

cumple en la etapa in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntista.<br />

Para el filósofo mexicano Rafael Moreno, la Revolución Francesa, aunada a los agravios<br />

lanzados por los peninsulares contra los criollos constituyen un factor <strong>de</strong>cisivo, pues “las<br />

circunstancias revolucionarias <strong>de</strong> Francia guían a los novohispanos a reavivar la lista <strong>de</strong> los<br />

agravios, tan largamente <strong>de</strong>nunciados por los criollos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que en 1725 Juan Antonio Ahumada<br />

había señalado la diferencia entre españoles y americanos, pero sobre todo el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> estos<br />

últimos <strong>de</strong> ocuparse <strong>de</strong> los asuntos públicos”.<br />

Como complemento a este tema, te presentamos partes <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> Luis Villoro: El Proceso<br />

I<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong> la Revolución <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia:<br />

Pocas revoluciones presentan, a primera vista, las paradojas que nos ofrece nuestra Guerra<br />

<strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Nos encontramos con que muchos <strong>de</strong> los precursores <strong>de</strong>l movimiento se<br />

transforman en sus acérrimos enemigos en el instante mismo en que estalla; con que no<br />

consuman la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia quienes la proclamaron, sino sus antagonistas, y, por último,<br />

con que el mismo partido revolucionario ocasiona la pérdida <strong>de</strong> los consumadores <strong>de</strong> la<br />

In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

La simple enumeración <strong>de</strong> estos hechos bastaría para convencernos <strong>de</strong> la imposibilidad <strong>de</strong><br />

interpretar la revolución como un movimiento en el que solamente se enfrentaran dos<br />

ten<strong>de</strong>ncias políticas e i<strong>de</strong>ológicas. Las paradojas se disipan, en cambio, en cuanto<br />

abandonamos ese criterio simplista y distinguimos en la conmoción social varios<br />

movimientos que se suce<strong>de</strong>n, superponen y entremezclan.<br />

Lo que llamamos “Revolución <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia” no es sino la resultante <strong>de</strong> un complejo <strong>de</strong><br />

movimientos que divergen consi<strong>de</strong>rablemente entre sí y tienen su asiento en distintas capas<br />

<strong>de</strong> la sociedad. Por ello resultarán necesariamente parciales todos los intentos <strong>de</strong><br />

interpretación unívoca.<br />

Suelen éstos oscilar entre dos polos opuestos; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el uno se ve la revolución como una<br />

reacción tradicionalista contra las innovaciones liberales <strong>de</strong> la península y en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong><br />

los valores hispánicos y religiosos amenazados; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el otro se presenta la perspectiva<br />

exactamente inversa: la revolución aparece como una <strong>de</strong> las manifestaciones <strong>de</strong> la<br />

conmoción universal provocada por la “Ilustración” y la revolución <strong>de</strong>mocrático-burguesa<br />

<strong>de</strong> Francia.<br />

Lo significativo es que ambos puntos <strong>de</strong> vista pue<strong>de</strong>n aportar en su apoyo muchos<br />

testimonios válidos. La Revolución <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia compren<strong>de</strong>, efectivamente, esos dos<br />

aspectos antagónicos y por eso mismo no pue<strong>de</strong> reducirse arbitrariamente a uno solo. (...)<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

84


FILOSOFÍA II<br />

En la cima <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r político se encontraba un <strong>grupo</strong> <strong>de</strong> europeos que <strong>de</strong>pendía social y<br />

económicamente <strong>de</strong>l gobierno español. Los funcionarios <strong>de</strong>l régimen, miembros <strong>de</strong>l<br />

gobierno político, <strong>de</strong> la magistratura, <strong>de</strong>l ejército o <strong>de</strong>l alto clero eran nombrados directa o<br />

indirectamente por la metrópoli, única instancia <strong>de</strong> que <strong>de</strong>pendían sus privilegios. La casi<br />

totalidad <strong>de</strong> los puestos administrativos y militares importantes y <strong>de</strong> los altos cargos<br />

eclesiásticos eran asignados a inmigrantes <strong>de</strong> la Península; (...)<br />

Esta burocracia política, al igual que el alto clero y los cuadros superiores <strong>de</strong>l ejército,<br />

recibía <strong>de</strong> la Corona nombramientos y prebendas. Constituía un <strong>grupo</strong>, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la clase<br />

dominante, cuyo acceso estaba prácticamente cerrado a los criollos y que <strong>de</strong>tentaba con<br />

mano firme el control político <strong>de</strong> la colonia. (...)<br />

La Nueva España vio reforzada su situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII y<br />

principios <strong>de</strong>l XIX. Por una parte, el auge <strong>de</strong>l sector exportador permitió la consolidación <strong>de</strong><br />

los <strong>grupo</strong>s económicamente dominantes; pero en cierta medida estimuló también la<br />

producción interna. Por otra parte, aumentó la tasa <strong>de</strong> explotación directa <strong>de</strong> la colonia.<br />

Dentro <strong>de</strong> la élite tendían a diversificarse cada vez más los intereses <strong>de</strong> dos sectores<br />

distintos. De un lado, los <strong>grupo</strong>s que se habían convertido en hegemónicos y que estaban<br />

ligados <strong>de</strong> cerca al sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia: mineros, comerciantes exportadores,<br />

burocracia política. Del otro, los sectores interesados en promover un mercado interno:<br />

Iglesia, hacendados, comerciantes <strong>de</strong> provincia y el incipiente <strong>grupo</strong> industrial. Esta<br />

diversificación <strong>de</strong> <strong>grupo</strong>s en la clase dominante no coincidia con diferencias raciales.<br />

Aunque en el sector exportador y administrativo predominaran los peninsulares, y los<br />

criollos entre los hacendados e industriales, la mezcla entre las familias <strong>de</strong> la oligarquía era<br />

frecuente.<br />

No era el nacimiento ni la sangre, sino la distinta función que cumplían <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema<br />

colonial lo que les separaba. El antagonismo entre “criollos” y “gachupines” nunca corrió<br />

con suerte entre las familias privilegiadas. Más bien, sería creación <strong>de</strong> los “letrados” <strong>de</strong> las<br />

clases medias que se harán los voceros <strong>de</strong> los intereses americanos. Esa distinción racial<br />

funcionará entonces como una “racionalización” <strong>de</strong> antagonismos más profundos. Como<br />

suce<strong>de</strong> a menudo, los conceptos <strong>de</strong> raza y nacionalidad servirán para encubrir y dramatizar<br />

diferencias económicas y sociales. (...)<br />

LA CLASE MEDIA<br />

El relativo crecimiento <strong>de</strong>l mercado interno, a contrapelo <strong>de</strong> las restricciones, el incipiente<br />

<strong>de</strong>sarrollo urbano industrial y el aumento <strong>de</strong> la burocracia, propiciaron cierto crecimiento <strong>de</strong><br />

los sectores intermedios: pequeños comerciantes y administradores, escribanos, abogados.<br />

A<strong>de</strong>más, el personal eclesiástico era muy numeroso. La gran mayoría carecía <strong>de</strong> prebendas<br />

y <strong>de</strong> fortuna personal. No estaba integrada económicamente a la oligarquía, sino que<br />

pertenecía al sector intermedio <strong>de</strong> los servicios. (...)<br />

La clase media, más que ninguna otra, tenía la conciencia <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r realizar en la<br />

sociedad la función a la que su vocación la orientaba. Menospreciados por un or<strong>de</strong>n social<br />

que parece po<strong>de</strong>r pasarse sin sus servicios, los criollos <strong>de</strong> la clase media se encuentran<br />

<strong>de</strong>sprendidos, sin vínculos que los enlacen a su comunidad; no tienen en ella intereses<br />

económicos ni honores sociales, ni siquiera una tarea a la medida <strong>de</strong> su vocación; muchos<br />

carecen incluso <strong>de</strong> hogar y <strong>de</strong> familia. Sin base que le preste asi<strong>de</strong>ro, el criollo pobre no<br />

encuentra acomodo en su propio mundo. Tal parece como si éste nada quisiera <strong>de</strong> él y le<br />

negara su sitio; la sociedad lo echa a un lado sin tomarlo en cuenta, lo hace menos, lo<br />

“ningunea” -si se nos ha <strong>de</strong> permitir el mexicanismo- , es <strong>de</strong>cir, lo convierte en un Don<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

85


FILOSOFÍA II<br />

Nadie, sin personalidad ni lugar social. El criollo vive en un mundo en el que no participa, en<br />

el seno <strong>de</strong> una comunidad con la que apenas le unen tenues vínculos, <strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> su<br />

puesto en el trabajo y la vida <strong>de</strong> la sociedad. Su situación es la <strong>de</strong>l <strong>de</strong>splazado.<br />

Su falta <strong>de</strong> puesto en el mundo real, lo obligará a evadirse hacia el reino i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> las artes<br />

y el saber. Unido con todos los <strong>de</strong>splazados <strong>de</strong> su mismo mundo, formará un <strong>grupo</strong><br />

reducido <strong>de</strong> “letrados” <strong>de</strong>dicados al <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> la abogacía, la administración o a la<br />

cura <strong>de</strong> almas y a la ávida lectura <strong>de</strong> las obras teológicas y jurídicas; relegados en las<br />

ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> provincia, formarán una élite intelectual unida por la insatisfacción común.<br />

Económicamente inactiva, esta intelligentsia acapara un arma terrible: la ilustración, que se<br />

encuentra <strong>de</strong>positada casi exclusivamente en sus manos.<br />

(...)<br />

LAS CLASES TRABAJADORAS<br />

El pueblo trabajador, constituido por indios y “castas”, base <strong>de</strong> la pirami<strong>de</strong> social, sólo<br />

compartía la extrema miseria. El aumento <strong>de</strong> la riqueza a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII había<br />

beneficiado a la oligarquía económica y, a la vez, agudizado los contrastes sociales. (...) En<br />

el campo, la expansión <strong>de</strong> las haciendas a costa <strong>de</strong> las tierras comunales <strong>de</strong> los indígenas<br />

había incrementado la <strong>de</strong>socupación y favorecido la creación <strong>de</strong> un nutrido peonaje para los<br />

latifundios. (...)<br />

Carentes <strong>de</strong> toda organización e ilustración, horros <strong>de</strong> medios propios para manifestar<br />

sus inquietu<strong>de</strong>s y sin suficiente cultura para hacerlo, los trabajadores <strong>de</strong> la colonia no<br />

adquieren conciencia <strong>de</strong> su situación oprimida. La obstrucción total <strong>de</strong> su futuro por las<br />

clases superiores no les franquea la proyección necesaria para compren<strong>de</strong>r su situación y<br />

trascen<strong>de</strong>rla.<br />

Precisarán que otra clase social les señale sus propias posibilida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>spertándolos a la<br />

conciencia <strong>de</strong> su estado; esa clase será la intelligentsia criolla. Por lo pronto, el pueblo sólo<br />

siente el dolor <strong>de</strong> su situación, cuyo peso impi<strong>de</strong> todo vuelo hacia el futuro; poco a poco<br />

ese dolor callado irá convirtiéndose en exasperación que lo pondrá al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la irrupción<br />

liberadora. Bastará entonces que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera, se proyecte ante sus ojos una posibilidad<br />

nueva, para que estalle súbitamente su impulso retenido. Ineducado por la posibilidad, el<br />

pueblo irrumpirá entonces en ella, embriagado por la sensación <strong>de</strong> la liberación <strong>de</strong>finitiva.<br />

Así, frente a la perspectiva reformista <strong>de</strong> las otras clases, el silencioso dolor <strong>de</strong>l indio y <strong>de</strong>l<br />

mestizo nos pronostica una tercera eventualidad <strong>de</strong> cambio mucho más amenazadora. (...)<br />

En 1808 un hecho insólito en la historia <strong>de</strong> los reinos hispánicos da la señal <strong>de</strong> que se<br />

manifiesten abiertamente actitu<strong>de</strong>s favorables a la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia: por primera vez, la<br />

corona <strong>de</strong> España e Indias parece encontrarse sin cabeza. Los monarcas hispanos presos<br />

por Bonaparte, la metrópoli en manos <strong>de</strong>l tirano extranjero, el pueblo español se organiza<br />

espontáneamente dirigiendo la resistencia, mientras medio mundo contempla azorado la<br />

súbita <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong>l vínculo regio que lo unificaba.<br />

En la Nueva España pronto se esbozan dos actitu<strong>de</strong>s opuestas. Mientras el virrey vacila o,<br />

al menos, trata <strong>de</strong> ocultar sus propósitos, los altos funcionarios <strong>de</strong>l gobierno y los<br />

comerciantes europeos enfrentan su criterio al portavoz <strong>de</strong>l <strong>grupo</strong> criollo: el Ayuntamiento<br />

<strong>de</strong> la capital novohispana.<br />

El criterio <strong>de</strong> los peninsulares es simplista: nada ha cambiado en Nueva España. Todo<br />

<strong>de</strong>be permanecer como estaba. ¿Para qué hablar <strong>de</strong> cambios y noveda<strong>de</strong>s? En el presente<br />

estado <strong>de</strong> cosas -manifiesta el Real Acuerdo- nada se ha alterado en or<strong>de</strong>n a las<br />

potesta<strong>de</strong>s establecidas legítimamente y <strong>de</strong>ben todas continuar como hasta aquí, sin<br />

necesitar nuevos juramentos <strong>de</strong> obediencia.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

86


FILOSOFÍA II<br />

La sociedad entera, con sus autorida<strong>de</strong>s constituidas, sus reglamentos e instituciones,<br />

<strong>de</strong>be permanecer en suspenso, <strong>de</strong>tenida en el or<strong>de</strong>n y traza que la informa, como si se<br />

hubiera petrificado <strong>de</strong> súbito, esperando que la voz real la vuelva a poner en movimiento. El<br />

gobierno <strong>de</strong>l país se llevará a cabo por la simple aplicación <strong>de</strong> los reglamentos vigentes. El<br />

or<strong>de</strong>n establecido se ve a manera <strong>de</strong> una máquina perfectamente diseñada que no precisa<br />

<strong>de</strong> la menor alteración para seguir funcionando en cualquier circunstancia que se presente.<br />

La dirección política se concibe, en consecuencia, como un simple proceso burocrático y<br />

administrativo; el funcionario que aplica escrupulosamente las disposiciones vigentes,<br />

suple la acción legisladora <strong>de</strong>l político. En <strong>de</strong>jar este pueblo quieto y en gobernarse por las<br />

reglas <strong>de</strong> siempre -advierte un inquisidor- no hay que temer inconvenientes, y al contrario<br />

toda novedad es peligrosa.<br />

Para el criollo, en cambio, la sociedad adquiere otro sentido. Lo sucedido no representa<br />

tampoco, a sus ojos, un cambio esencial en el or<strong>de</strong>n establecido. Pero la prisión <strong>de</strong>l<br />

monarca tiene el efecto <strong>de</strong> un toque <strong>de</strong> alarma que señala posibles cambios y abre a su<br />

expectativa la necesidad <strong>de</strong> prever con tiempo cualquier acontecimiento inusitado.<br />

Frente a la concepción burocrática <strong>de</strong> gobierno, aparece la concepción política; gobernar<br />

no consiste sólo en aplicar reglamentos vigentes, sino en <strong>de</strong>scubrir medidas <strong>de</strong>susadas<br />

para las situaciones que no pue<strong>de</strong>n prever aquéllos. Lo cual implica la facultad <strong>de</strong>l<br />

gobernante para <strong>de</strong>cidir por sí mismo <strong>de</strong> la conveniencia <strong>de</strong> transformar el or<strong>de</strong>n legal.<br />

A la concepción estática <strong>de</strong> la sociedad se enfrenta una concepción dinámica: mientras el<br />

funcionario se atiene al pasado que le entrega formas inalterables, el político está dispuesto<br />

a transformar la realidad social conforme a las exigencias <strong>de</strong>l futuro. Con la previsión, pasa<br />

a primer plano la actividad voluntaria que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> <strong>de</strong> la marcha <strong>de</strong> la sociedad.<br />

Tanto para los representantes <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> México como para<br />

Jacobo <strong>de</strong> Villaurrutia, el único oidor criollo, la <strong>de</strong>saparición efectiva <strong>de</strong>l monarca obliga a<br />

plantear el problema <strong>de</strong>l asiento <strong>de</strong> la soberanía. Fernando VII conserva el <strong>de</strong>recho a la<br />

corona, pero se introduce una i<strong>de</strong>a que cambia el sentido <strong>de</strong> su dominio: el rey no pue<strong>de</strong><br />

disponer <strong>de</strong> los reinos a su arbitrio, carece <strong>de</strong> la facultad <strong>de</strong> enajenarlos. (...)<br />

La soberanía le ha sido otorgada al rey por la nación, <strong>de</strong> modo irrevocable, y existe un<br />

pacto original, basado en el consenso <strong>de</strong> los gobernados, que el rey no pue<strong>de</strong> alterar.<br />

La doctrina <strong>de</strong>l pacto social proviene <strong>de</strong> dos fuentes. Por una parte se encuentra en<br />

Vitoria y en Suárez; pertenece a una tradición política legal que, un tanto olvidada en la<br />

época <strong>de</strong>l absolutismo, tratarán <strong>de</strong> revivir algunos ilustrados españoles, como Jovellanos y,<br />

sobre todo, Martínez Marina.<br />

Con la doctrina tradicional podían ligarse, sin <strong>de</strong>masiada dificulta<strong>de</strong>s, algunas i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>l<br />

jusnaturalismo racionalista (Grocio, Puffendorf, Heinecio) que tuvo bastante influencia en<br />

todos los reinos hispánicos durante el siglo XVIII. (...)<br />

Abandonando el terreno <strong>de</strong> la simple especulación, el criollo se ilusiona por un momento<br />

con la posibilidad <strong>de</strong> injertar su actividad en el <strong>de</strong>sarrollo político <strong>de</strong> la sociedad. No aspira,<br />

por lo pronto, más que a una reforma <strong>de</strong> escasa importancia; pero si tiene éxito, habrá<br />

logrado mucho más que eso: habrá transformado el or<strong>de</strong>n social, <strong>de</strong> una estructura rígida<br />

dominada por la burocracia, en una realidad susceptible <strong>de</strong> ser mol<strong>de</strong>ada conforme al<br />

empeño <strong>de</strong> su voluntad creadora. Y una vez introducida la voluntad <strong>de</strong> cambio ¿será<br />

posible, acaso, <strong>de</strong>tenerse?<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

87


LA CONSTITUCIÓN AMERICANA<br />

FILOSOFÍA II<br />

Para afirmar sus opiniones, ambos contendientes hacen el recuento <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos. El<br />

<strong>grupo</strong> europeo se basa en la doctrina <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho divino <strong>de</strong> los reyes, y exige callada<br />

obediencia. Así como consi<strong>de</strong>ra la sociedad enajenada al soberano, así tiene también por<br />

enajenados todos sus <strong>de</strong>rechos. El partido criollo, por su parte, funda sus pretensiones en<br />

reglamentos aún vigentes. Pero no encontrará sus razones en las leyes en uso, en aquellos<br />

cartabones cotidianos y manidos que el europeo aplica a todos los casos. Olvidando lo<br />

inmediato, <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá el curso <strong>de</strong> la historia, hacia las leyes primeras, en búsqueda <strong>de</strong><br />

aquellas sentencias vetustas <strong>de</strong> que todas las otras se <strong>de</strong>rivan. A caza <strong>de</strong>l principio, llegará<br />

hasta la Carta Magna <strong>de</strong> Castilla redactada por Alfonso el Sabio en las alturas <strong>de</strong>l Medievo.<br />

(...)<br />

Faltando el rey, <strong>de</strong>ben juntarse los hombres nobles y sabios <strong>de</strong>l reino y los<br />

representantes <strong>de</strong> las villas y, constituyendo un congreso, guardar y dirigir los bienes<br />

reales. La disposición, que arredraba por su novedad a los oidores europeos, se leía en<br />

viejos manuscritos castellanos. Basado en ellos, don Jacobo <strong>de</strong> Villaurrutia propone la<br />

nueva organización política, secundado por los representantes <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> México. (...)<br />

Pero es fray Servando Teresa <strong>de</strong> Mier quien revela a los criollos la Carta Magna <strong>de</strong> que<br />

arrancan todas sus prerrogativas. Porque América posee su propio pacto social, aquel que<br />

la constituyó en “parte integrante <strong>de</strong> la monarquía española” y que contrajo Carlos V con<br />

los conquistadores. Pue<strong>de</strong> incluso establecerse la fecha precisa <strong>de</strong> su constitución: el año<br />

1550 en que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Valladolid, se establecieron las bases jurídicas <strong>de</strong>l<br />

nuevo reino siguiendo la influencia <strong>de</strong>l padre Las Casas. Este pacto original no sólo lo firmó<br />

el rey con los conquistadores, sino también con los indios a quienes consi<strong>de</strong>ró vasallos a<br />

cambio <strong>de</strong> conce<strong>de</strong>rles exenciones y privilegios. Hubo incluso un pacto <strong>de</strong> la corona con<br />

los negros libertos, cuando en 1557 <strong>de</strong>pusieron sus armas ante el virrey.<br />

1808 señala el primer intento <strong>de</strong>l criollo por volver a lo genuino, camino <strong>de</strong>l origen. Pues<br />

tal le parece que al retroce<strong>de</strong>r en el tiempo <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> también hacia el fundamento. El inicio<br />

histórico <strong>de</strong> la Nueva España, ¿no es acaso también su principio constitutivo? (...)<br />

El letrado, <strong>de</strong>splazado <strong>de</strong> un mundo en que no halla acomodo, empren<strong>de</strong> el camino <strong>de</strong><br />

retorno hacia una patria imaginaria. Su melancolía <strong>de</strong> hombre sin hogar lo impele a buscar<br />

la sociedad aquella en que había un sitio señalado para él y que le ha sido arrebatada. Así,<br />

la situación social en que se encuentra constituye el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> una actitud que<br />

marcará con su sello toda la Revolución <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Con su aparición, la paradoja <strong>de</strong><br />

todo movimiento revolucionario comienza: las proposiciones <strong>de</strong>l partido criollo, que<br />

representan la posición más progresista <strong>de</strong>l momento, implican, a la vez, un movimiento <strong>de</strong><br />

retorno. (...)<br />

LA SOBERANÍA NACIONAL<br />

El partido criollo preten<strong>de</strong> basar sus pretensiones en algunas leyes fundamentales <strong>de</strong>l<br />

reino. Veamos ahora en qué sentido <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse, en ese momento, la “in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia”<br />

que propugnan. La patria novohispana se concibe ya constituida; no se piensa en alterar el<br />

or<strong>de</strong>n vigente, sino tan sólo en crear nuevas formas <strong>de</strong> gobierno sobre la base <strong>de</strong> las leyes<br />

estatuidas. No se trata, pues, <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia para constituirse autónomamente; por lo<br />

pronto, sólo se entien<strong>de</strong> por el término la facultad <strong>de</strong> administrar y dirigir el país sin<br />

intromisión <strong>de</strong> manos extrañas, manteniendo fi<strong>de</strong>lidad a la estructura social que <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l<br />

pacto originario. El americano pi<strong>de</strong> ser él quien gobierne los bienes <strong>de</strong>l rey, y no otra nación<br />

igualmente sujeta a la corona. “In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia” cobra el sentido <strong>de</strong> separación <strong>de</strong> cualquier<br />

otra instancia gerente <strong>de</strong>l haber real. No es aún libertad <strong>de</strong> hacer una patria, sino <strong>de</strong><br />

manejarla y dirigirla; libertad <strong>de</strong> gerencia, no autonomía.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

88


FILOSOFÍA II<br />

(...) De ahí que Talamantes <strong>de</strong>rive directamente la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la simple<br />

<strong>de</strong>svinculación administrativa <strong>de</strong> la Nueva España con respecto a la Vieja.<br />

La noción <strong>de</strong> “soberanía” tiene un sentido paralelo al <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia como simple<br />

libertad <strong>de</strong> gerencia. No es po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminarse, sino sólo <strong>de</strong> gobernarse en cada<br />

circunstancia, conforme a principios <strong>de</strong>terminados, sin necesidad <strong>de</strong> tutelas ajenas. No<br />

resi<strong>de</strong> en la “voluntad general” <strong>de</strong> los ciudadanos; la soberanía recae en una nación ya<br />

constituida, organizada en estamentos y representada en cuerpos <strong>de</strong> gobierno establecidos.<br />

Se trata <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong> la “comunidad”, consi<strong>de</strong>rada como un todo orgánico<br />

ya constituido. La “nación”, el “pueblo”, en el cual hace recaer el Ayuntamiento la<br />

soberanía, no es -en modo alguno- la plebe, ni siquiera el conjunto <strong>de</strong> los ciudadanos, sino<br />

los organismos políticos constituidos. (...)<br />

Por otra parte, es comprensible que sean los “letrados” <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> México los<br />

que resuciten la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l congreso <strong>de</strong> las villas. El “pueblo” <strong>de</strong> que hablan es el que se<br />

supone representado en el Ayuntamiento y que, en verdad, está formado por los “hombres<br />

honrados”, <strong>de</strong> cierta educación y posición social, <strong>de</strong> cada villa; en realidad es la clase media<br />

criolla, que domina los cabildos en toda la nación, la que ve abierta una oportunidad <strong>de</strong><br />

participar activamente en la vida política <strong>de</strong>l país. Así, los dos proyectos opuestos, el <strong>de</strong><br />

Villaurrutia y el <strong>de</strong>l Licenciado Verdad, respon<strong>de</strong>n a intereses <strong>de</strong> distintos <strong>grupo</strong>s sociales<br />

cuyas divergencias se harán patentes más tar<strong>de</strong>.<br />

Poco tienen que ver todas estas i<strong>de</strong>as con las teorías que inspiraron la Revolución<br />

Norteamericana o la Francesa. Ya hemos visto el sentido que tienen los conceptos <strong>de</strong><br />

“pueblo” y “nación”; en cuanto al “pacto social” <strong>de</strong> que se habla, sólo nominalmente<br />

recuerda a Rousseau, cuyo error fue -según Talamantes- haber llamado indistintamente al<br />

pueblo al ejercicio <strong>de</strong> la soberanía, siendo cierto que aun cuando él tenga <strong>de</strong>recho a ella,<br />

<strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rársele siempre como menor.<br />

El mismo autor pone empeño en advertir que no se confundan sus i<strong>de</strong>as con las que la<br />

Iglesia tuvo cuidado en con<strong>de</strong>nar; no se trata <strong>de</strong> teorías “mo<strong>de</strong>rnas”, sino <strong>de</strong> las que<br />

<strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> Santo Tomás. (...)<br />

¿Quiere esto <strong>de</strong>cir que las i<strong>de</strong>as francesas estén <strong>de</strong>l todo ausentes? Tal vez no. Sabemos<br />

que los libros <strong>de</strong> Rousseau, Montesquieu, Voltaire y la Enciclopedia circulaban ampliamente<br />

antes <strong>de</strong> 1808 y eran discutidos en círculos selectos. Algunas <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as políticas<br />

coincidían formalmente con la corriente jusnaturalista y podían asimilarse a ella, dando un<br />

aspecto más mo<strong>de</strong>rno a doctrinas anteriores. (...) Con todo, no habría que exagerar la<br />

influencia <strong>de</strong> los autores franceses, como suele a menudo hacerse. De la simple lectura <strong>de</strong><br />

los libros no pue<strong>de</strong> inferirse una real influencia i<strong>de</strong>ológica.<br />

Los papeles <strong>de</strong> la Inquisición muestran que la mayoría <strong>de</strong> los procesados fueron<br />

extranjeros y no criollos; por otra parte, las autorida<strong>de</strong>s españolas y los mismos<br />

inquisidores figuraban entre los más aficionados a esas lecturas. La difusión <strong>de</strong> dichas<br />

obras sólo tendría verda<strong>de</strong>ra significación si en los principales teóricos <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

se <strong>de</strong>scubriera una clara similitud <strong>de</strong> pensamiento, cosa que -como veremos- sólo ocurre<br />

en una etapa tardía <strong>de</strong> la revolución. (...)<br />

La actitud inicial <strong>de</strong> los criollos parece, más bien, asimilar a su propia línea <strong>de</strong><br />

pensamiento, algunas expresiones <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ólogos franceses que coincidan formalmente<br />

con ella. Prolongan, así, el eclecticismo selectivo frente a las i<strong>de</strong>as mo<strong>de</strong>rnas, que distingue<br />

a muchos ilustrados <strong>de</strong>l siglo XVIII. (...)<br />

No es la actitud <strong>de</strong>l criollo la que hace retroce<strong>de</strong>r a los más conservadores, sino la<br />

posibilidad que presagia. Al través <strong>de</strong> ella, se presiente la libertad popular, la actitud <strong>de</strong>l<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

89


FILOSOFÍA II<br />

criollo es sólo un tenue esbozo que la antece<strong>de</strong> y la augura. Alerta, el americano cree<br />

percibir ahora por todos lados augurios <strong>de</strong>l peligro que amenaza.<br />

Apenas se esparcieron por el público las noticias <strong>de</strong> las gacetas (que anunciaban la<br />

convocatoria <strong>de</strong> la Junta en Nueva España), cuando los indios no querían pagar tributo<br />

diciendo que no tenían rey, escribe alarmado el con<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Ca<strong>de</strong>na. Otro presagio funesto:<br />

un día se presenta ante el Ayuntamiento <strong>de</strong> México un indio que reclama el trono <strong>de</strong> sus<br />

mayores por ser <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> Moctezuma. (...)<br />

Los europeos no esperan más tiempo. Antes <strong>de</strong> que la Junta Nacional llegue a reunirse,<br />

un <strong>grupo</strong> <strong>de</strong> comerciantes capitaneados por Gabriel <strong>de</strong> Yermo pren<strong>de</strong> al virrey Iturrigaray y<br />

a las cabezas <strong>de</strong>l partido criollo, cortando <strong>de</strong> raíz las aspiraciones <strong>de</strong> reforma acariciadas<br />

por los americanos. ¡Triste recurso! El golpe <strong>de</strong> Estado, lejos <strong>de</strong> <strong>de</strong>tener el proceso iniciado,<br />

obligará a los criollos a llevarlo hasta el fin, mucho más a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> lo que inicialmente se<br />

habían propuesto. La represión violenta <strong>de</strong>l partido americano será el último <strong>de</strong> los<br />

presagios <strong>de</strong>l temido momento. (...)<br />

Que el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong>l ofensor fue lo que <strong>de</strong>spertó en los criollos la inminente posibilidad <strong>de</strong><br />

la revolución, muchos lo vieron en su época. “El origen <strong>de</strong> esta abominable insurrección lo<br />

fijo yo en el atentado cometido con usted”, escribe a Iturrigaray el marqués <strong>de</strong> Rayas; pues,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, aña<strong>de</strong>, quedó la autoridad “al arbitrio, al antojo, y no se diga, al<br />

<strong>de</strong>spotismo” <strong>de</strong> los europeos. Las primeras palabras que Hidalgo dirige a los americanos la<br />

noche <strong>de</strong> Dolores son las siguientes: “Veis premiados a los que prendieron al virrey y<br />

relevaron al arzobispo (Lizana) porque nos <strong>de</strong>fendían. . .” Más tar<strong>de</strong>, en su Manifiesto, ataca<br />

al gobierno “arbitrario y tirano” <strong>de</strong> los europeos y exclama:<br />

...esta legítima libertad (la <strong>de</strong> los americanos) no pudo entrar en paralelo con la irrespetable<br />

que se apropiaron los europeos, cuando cometieron el atentado <strong>de</strong> apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> la<br />

persona <strong>de</strong>l Exmo. Sr. Iturrigaray y trastornar el gobierno a su antojo sin conocimiento<br />

nuestro, mirándonos como hombres estúpidos...<br />

El reto se ha levantado: frente a la libertad que se apropiaron los peninsulares se yergue<br />

otra, la <strong>de</strong>l rival ofendido. E Hidalgo aún parece recordar la actitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> los<br />

europeos que dirigen con insolencia la mirada sobre su rival, mientras arreglan la sociedad<br />

a su antojo. (...)<br />

Muchos son los testimonios <strong>de</strong> insurgentes posteriores que fijaron el inicio <strong>de</strong> la<br />

revolución en aquel atentado que abrió los ojos <strong>de</strong> la clase media sobre su verda<strong>de</strong>ro<br />

enemigo. Años hacía, en efecto, que el <strong>grupo</strong> europeo era el principal obstáculo en el<br />

progreso <strong>de</strong> los criollos. Pero antes, su acción opresora se ocultaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> una<br />

estructura legislativa cuya vali<strong>de</strong>z se pretendía incuestionable. El <strong>de</strong>safío no ha creado una<br />

nueva realidad; no consistió sino en la revelación <strong>de</strong> la clase opresora que se amparaba<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la legislación vigente. Gracias a él, el partido criollo pue<strong>de</strong> cobrar conciencia <strong>de</strong><br />

su antagonismo irreductible con el ofensor y con el or<strong>de</strong>n impersonal que lo enmascaraba.<br />

Así, para que ante la clase media se abriera la posibilidad real <strong>de</strong> la libertad fue necesario el<br />

<strong>de</strong>safío <strong>de</strong>l ofensor. Él constituye el último <strong>de</strong> los presagios que anuncian el origen.<br />

EL SALTO A LA LIBERTAD<br />

Des<strong>de</strong> ahora po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que la revolución es la más inminente posibilidad. Po<strong>de</strong>mos<br />

incluso augurar que, mientras no cambie la situación<br />

y persista el <strong>de</strong>safío, su fascinación arrastrará a la clase media. Pero nada po<strong>de</strong>mos aún<br />

<strong>de</strong>cir sobre la realidad <strong>de</strong>l salto revolucionario, que pertenece por entero a la libertad. No<br />

po<strong>de</strong>mos asegurar que vendrá necesariamente, pues en el campo <strong>de</strong> lo posible no hay lugar<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

90


FILOSOFÍA II<br />

para la categoría <strong>de</strong> lo necesario; menos aún po<strong>de</strong>mos señalar el instante en que surgirá. La<br />

situación <strong>de</strong>termina el campo <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s reales, mas no origina el salto <strong>de</strong> la<br />

posibilidad a la realidad, que sólo es obra <strong>de</strong> la libertad. (...)<br />

Para averiguarlo, <strong>de</strong>bemos volver la mirada sobre los hechos ya realizados y tratar <strong>de</strong><br />

revivir en ellos la posibilidad que en un tiempo los animó. Observemos la escena.<br />

En la casa <strong>de</strong>l párroco <strong>de</strong> Dolores, algunos hombres discuten acaloradamente; acaba <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>scubrirse la conspiración <strong>de</strong> Querétaro y, con a<strong>de</strong>manes nerviosos, examinan una a una<br />

las distintas circunstancias para <strong>de</strong>cidir el partido que haya que tomar; todas las<br />

posibilida<strong>de</strong>s se barajan, todas, con igual rango, intervienen en la <strong>de</strong>liberación. Mientras en<br />

torno a la mesa se calibran los móviles y razones para actuar, Miguel Hidalgo se aleja <strong>de</strong> sus<br />

compañeros; en silencio, sumergido en su interior soledad, pasea por la estancia. De<br />

pronto, ante el asombro <strong>de</strong> todos, la <strong>de</strong>liberación se corta <strong>de</strong> un tajo: Hidalgo se ha<br />

a<strong>de</strong>lantado y, sin aducir más razones ni justificantes, exclama: “Caballeros, somos<br />

perdidos, aquí no hay más recurso que ir a coger gachupines.” La <strong>de</strong>cisión no ha brotado<br />

<strong>de</strong>l cálculo <strong>de</strong> los motivos, sino <strong>de</strong> la soledad y <strong>de</strong>l silencio.<br />

Los conspiradores sienten, <strong>de</strong> pronto, toda la angustia <strong>de</strong>l salto libre. Aldama, horrorizado,<br />

exclama repetidas veces: “¿Señor, qué va usted a hacer? . . . ¡Por amor <strong>de</strong> Dios, que vea lo<br />

que hace!” Pero Hidalgo ha elegido y no pue<strong>de</strong> volver atrás.<br />

En una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> su proceso, el mismo Aldama nos revela la impresión fulminante<br />

que causó en los concurrentes aquel acto: En un lance tan imprevisto -dice-, tan pronto, y<br />

(al) ver en aquellos hombres una temeridad tan gran<strong>de</strong>, no era <strong>de</strong> esperarse otra cosa sino<br />

que le quitaran la vida si <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cía.<br />

Imprevista, pronta es la <strong>de</strong>cisión, porque no pue<strong>de</strong> calcularse ni <strong>de</strong>terminarse con<br />

certeza; temeraria, porque elige “a cualquier precio” y, una vez que ha elegido, realiza su fin<br />

cueste lo que cueste. Pero es el mismo Hidalgo quien encuentra las frases precisas para<br />

<strong>de</strong>scribir su acto. En su proceso, <strong>de</strong>clara que atacó al gobierno español en sus proclamas,<br />

porque le era necesario para sostener la empresa, a que se había <strong>de</strong>dicado con ligereza a la<br />

verdad; pero no sin inclinación nacida <strong>de</strong> persuadirse que la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia sería ventajosa<br />

al reino. Hidalgo ve en el origen <strong>de</strong> su acción ligereza e inclinación, imágenes perfectas <strong>de</strong><br />

la libertad que es, a la vez, vuelo ingrávido, “salto”, y pasión por el fin elegido. (...)<br />

Sobre nadie quiere <strong>de</strong>scargar su responsabilidad, ni siquiera funda sus pretensiones en<br />

los teóricos <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia que lo precedieron; él solo se basta para la <strong>de</strong>cisión. No es<br />

<strong>de</strong> extrañar que, tras la autosuficiencia <strong>de</strong>l acto libre, los enemigos <strong>de</strong> Hidalgo sólo hayan<br />

visto soberbia. Según una antigua tradición teológica, soberbia es poner la propia libertad<br />

por fundamento primero y exclusivo <strong>de</strong> nuestro ser. La soberbia, pecado <strong>de</strong>moniaco por<br />

excelencia, está ligada a la auténtica rebelión. Al <strong>de</strong>stacar este rasgo en Hidalgo, sus<br />

críticos expresan la angustia que les provoca el acto puro <strong>de</strong> libertad. No encuentran<br />

conceptos a<strong>de</strong>cuados para compren<strong>de</strong>r la insólita rebelión que los sorpren<strong>de</strong>, e<br />

instintivamente echan mano <strong>de</strong> un calificativo: <strong>de</strong>monismo.<br />

Sentimientos <strong>de</strong> horror y <strong>de</strong> escándalo dominan la mayoría <strong>de</strong> los sermones contra la<br />

insurrección. Abad y Queipo insiste en el orgullo <strong>de</strong>l cura. El arzobispo Lizana, en su<br />

lenguaje alambicado y retórico, exclama: “Tú, que lucías antes como un astro tan brillante<br />

por tu ciencia, ¿cómo has caído como otro Luzbel por tu soberbia?”, y el obispo Bergosa<br />

llama enfáticamente a Hidalgo, “apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> Satanás y <strong>de</strong>l infierno todo”. (...)<br />

La actitud que <strong>de</strong>scribimos en la persona <strong>de</strong> Hidalgo no tendría mucha importancia<br />

histórica si no fuera únicamente el caso más relevante <strong>de</strong> una conmoción análoga que<br />

sacu<strong>de</strong> a la gran masa <strong>de</strong>l pueblo. Hidalgo ya no aparece entonces como un representante<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

91


FILOSOFÍA II<br />

<strong>de</strong> la intelligentsia criolla, sino que, háyalo querido o no, representa ante todo una<br />

manifestación individual en un movimiento que ejecuta una vasta comunidad humana. Si su<br />

<strong>de</strong>cisión se realiza y adquiere los caracteres que hemos <strong>de</strong>scrito es porque comulga<br />

simultáneamente con el ímpetu terrible que sacu<strong>de</strong> a todo el pueblo.<br />

Hidalgo pone la libertad por fundamento y, en ese preciso instante, busca encontrarse<br />

con la fuente originaria <strong>de</strong> todo or<strong>de</strong>n social: el pueblo. Y el pueblo lo engloba, lo absorbe<br />

en su movimiento, hasta convertirlo en la expresión <strong>de</strong> sus propios <strong>de</strong>seos. Hidalgo toma<br />

todas las provi<strong>de</strong>ncias a su nombre; “para satisfacerlo”, según su propia expresión. Lejos<br />

<strong>de</strong> imponerle sus i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong>ja que él se las dicte. (...) Porque el movimiento popular <strong>de</strong>sborda<br />

los proyectos <strong>de</strong>l criollo y se impone a sí mismo. Inútil será, por tanto, <strong>de</strong>stacar en el padre<br />

<strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia al ilustrado; no porque no lo fuera, sino porque en el momento <strong>de</strong> la<br />

revolución se convierte en una figura impulsada por una fuerza que <strong>de</strong>sborda y arrastra a su<br />

propio iniciador.<br />

Entonces ya no funge como ilustrado, sino como portavoz <strong>de</strong> la conciencia popular.<br />

La palabra <strong>de</strong> Hidalgo es sólo el <strong>de</strong>tonante cuya explosión antece<strong>de</strong> a otra mayor<br />

enteramente similar. La opresión a que se veían sujetas las clases proletarias, su miseria, su<br />

falta <strong>de</strong> organización, les impedía proyectar por sí mismas la posibilidad revolucionaria.<br />

Cuando el criollo alza la primera voz en el pueblo <strong>de</strong> Dolores, se les abre repentinamente la<br />

posibilidad real <strong>de</strong> liberarse. Su movimiento, contenido por tanto tiempo, no pue<strong>de</strong> ser sino<br />

explosivo. Súbitamente, el pueblo se erige a sí mismo en fundamento <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social. Ya<br />

no es el criollo quien se lanza a la acción; son los indios <strong>de</strong> los campos, los trabajadores<br />

mineros, la plebe <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s.<br />

La vorágine revolucionaria parece atraer irresistiblemente a todo el pueblo con sólo su<br />

presencia. Y es Calleja quien encuentra la palabra precisa: Por todas partes se advierte. . . -<br />

escribe al virrey Venegas- un espíritu <strong>de</strong> vértigo que una vez apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>l ánimo <strong>de</strong> los<br />

habitantes <strong>de</strong> un país, todo lo <strong>de</strong>vora, si no se le reprime con una fuerza proporcionada a su<br />

impulso.<br />

La posibilidad <strong>de</strong> la libertad es, en efecto, un vértigo que nos atrae a la vez que nos<br />

espanta. Al caer en él, el pueblo se niega a sostenerse en el or<strong>de</strong>n establecido y pone su<br />

voluntad por principio y fundamento supremo; sustrae en bloque su sumisión al or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>recho existente y se constituye en la fuente originaria <strong>de</strong> todo <strong>de</strong>recho. Hidalgo legisla en<br />

su nombre. (...)<br />

Al legislar en su nombre, Hidalgo pone en la práctica por soberano al pueblo bajo, sin<br />

distinción <strong>de</strong> estamentos o clases en su seno. Así, el tránsito <strong>de</strong> la “soberanía <strong>de</strong> la nación”<br />

como gerente <strong>de</strong> los bienes reales, a la auténtica soberanía popular, se realiza en la práctica<br />

antes que en la teoría. Sin esperar una evolución doctrinal, el pueblo se ha puesto a sí<br />

mismo como origen <strong>de</strong> la sociedad. (...)<br />

Los <strong>de</strong>cretos <strong>de</strong> Hidalgo no hacen sino expresar la soberanía efectiva <strong>de</strong>l pueblo. La<br />

mayoría <strong>de</strong> sus provi<strong>de</strong>ncias son <strong>de</strong> carácter abrogatorio, manifestando así el movimiento<br />

negativo <strong>de</strong> la libertad popular. Des<strong>de</strong> su alocución <strong>de</strong>l 16 <strong>de</strong> septiembre, la abolición <strong>de</strong>l<br />

tributo simboliza la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho existente. No existen ya para nosotros -dice-<br />

ni el rey ni los tributos. Esta gabela vergonzosa, que sólo conviene a los esclavos, la hemos<br />

sobrellevado hace tres siglos como signo <strong>de</strong> la tiranía y servidumbre; terrible mancha que<br />

sabremos lavar con nuestros esfuerzos. La abrogación <strong>de</strong>l tributo es el signo exterior que<br />

anuncia una modificación más profunda: el salto libertario aniquilador <strong>de</strong>l viejo or<strong>de</strong>n.<br />

Análogo sentido presentan las <strong>de</strong>más medidas. “Revestido por la autoridad que ejerce<br />

por aclamación <strong>de</strong> la nación”, Hidalgo abole la distinción <strong>de</strong> castas y la esclavitud, signos<br />

<strong>de</strong> la infamia y opresión que ejercían las otras clases sobre los negros y mestizos. La<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

92


FILOSOFÍA II<br />

libertad popular fundadora <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho se revela mejor aún en los <strong>de</strong>cretos <strong>de</strong> confiscación<br />

<strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> los europeos, principal sostén <strong>de</strong>l Estado. Incluso en algunas medidas<br />

agrarias anuncia la edificación <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n social que suplante al viejo y que sólo se<br />

intentará más a<strong>de</strong>lante. El fundamento real <strong>de</strong> la sociedad se manifiesta en toda su fuerza.<br />

Por primera vez México, volviendo a su origen, el pueblo, se elige a sí mismo y <strong>de</strong>roga el<br />

or<strong>de</strong>n que se le había impuesto. (...)<br />

Vemos, por fin, cuán insuficiente resulta la tesis que ve en el movimiento <strong>de</strong> 1810 el<br />

resultado <strong>de</strong> la Revolución Francesa o <strong>de</strong> la Americana. Esas influencias existen, pero sólo<br />

más tar<strong>de</strong> empiezan a imprimir su sello al movimiento y, aun entonces, en una clase social<br />

distinta <strong>de</strong>l pueblo bajo que se insurge en el año 10.<br />

En cambio, no habrá pasado inadvertido que la concepción -que nos vemos obligados a<br />

vislumbrar a través <strong>de</strong> los actos <strong>de</strong>l pueblo, puesto que apenas se expresa<br />

conceptualmente- presenta semejanzas esenciales con la mentalidad revolucionaria que se<br />

ha <strong>de</strong>nominado milenarismo o quiliasmo. (...)<br />

En el capítulo anterior tratamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar algunas i<strong>de</strong>as que expresan intereses<br />

netamente populares. Pero al lado <strong>de</strong> las masas trabajadoras se hacen presentes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

inicio, i<strong>de</strong>ólogos provenientes <strong>de</strong> la clase media, que abrazan la causa revolucionaria y<br />

toman su dirección intelectual. Las teorías que justifican el movimiento reflejan su<br />

constitución social: junto a las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> origen más claramente popular, se expresan<br />

concepciones políticas propias <strong>de</strong> la clase “letrada”.<br />

De modo esquemático, po<strong>de</strong>mos distinguir dos etapas en la evolución <strong>de</strong> su pensamiento.<br />

En los primeros años, al lado <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as agraristas y <strong>de</strong>l igualitarismo social impuestos<br />

por su contacto con el pueblo, perdura la concepción <strong>de</strong> raigambre tradicional: las tesis <strong>de</strong>l<br />

Ayuntamiento <strong>de</strong> México se reiteran y <strong>de</strong>sarrollan. Conforme la revolución avanza, sus<br />

objetivos se vuelven más radicales; la radicalización <strong>de</strong> la acción revolucionaria provoca,<br />

entonces, una transformación i<strong>de</strong>ológica: los dirigentes criollos se abren, cada vez más a<br />

las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>mocráticas “mo<strong>de</strong>rnas”, en su versión francesa y gaditana, propias <strong>de</strong>l<br />

liberalismo europeo. Estas dos etapas i<strong>de</strong>ológicas pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse como niveles <strong>de</strong><br />

radicalismo creciente en la concepción política <strong>de</strong> la clase media que expresan, a su vez,<br />

dos momentos <strong>de</strong> una misma actitud histórica <strong>de</strong> negación <strong>de</strong>l pasado y retorno a los<br />

orígenes <strong>de</strong> la comunidad. (...)<br />

Así, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> la insurgencia, subsiste junto al movimiento popular una<br />

ten<strong>de</strong>ncia política distinta, representada por los criollos <strong>de</strong> la clase media, que se enlaza<br />

con las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> México. Estamos en realidad ante dos capas i<strong>de</strong>ológicas<br />

que representan ten<strong>de</strong>ncias revolucionarias distintas. (...) Esta doble filiación <strong>de</strong> la<br />

revolución nos permitirá, esperamos, explicar muchos hechos aparentemente<br />

contradictorios; por lo pronto, arroja cierta luz sobre las relaciones <strong>de</strong> Allen<strong>de</strong> y Aldama con<br />

el movimiento popular.<br />

Antes <strong>de</strong>l 15 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1810, Allen<strong>de</strong> busca la manera <strong>de</strong> establecer el congreso<br />

<strong>de</strong> cabildos que estipulaban las leyes fundamentales <strong>de</strong>l reino y exigían las circunstancias.<br />

A Aldama lo convence <strong>de</strong> que se les una para que se estableciera una Junta, compuesta <strong>de</strong><br />

un individuo <strong>de</strong> cada provincia <strong>de</strong> este reino, nombrados éstos por los cabildos o ciuda<strong>de</strong>s,<br />

para que esta Junta gobernase el reino, aunque el mismo virrey fuese presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> ella, y<br />

<strong>de</strong> este modo conservar este reino para Fernando VII. (...)<br />

Nada extraño, pues, que el movimiento siga viéndose como una vuelta a la tradición<br />

hispánica liberal frente a las innovaciones francesas. Según Allen<strong>de</strong>, muchos eclesiásticos<br />

hablaban <strong>de</strong> que los europeos “se habían afrancesado y corrompido”. No parece insincera<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

93


FILOSOFÍA II<br />

la justificación que alega ante sus jueces: todos <strong>de</strong>cían en la capital -recuerda- que Aguirre<br />

y Yermo (jefes <strong>de</strong> la facción europea) entregarían el reino a los franceses; para evitarlo tuvo<br />

que tomar las armas. (...) Nada tiene el movimiento <strong>de</strong> similar con la Revolución Francesa;<br />

supone, por el contrario, una actitud <strong>de</strong>fensiva <strong>de</strong> las instituciones hispánicas<br />

fundamentales frente a las innovaciones <strong>de</strong> los invasores. Por eso Juan Aldama pue<strong>de</strong><br />

escribir que lucha “por una santa libertad, que no libertad francesa contra la religión”. Esta<br />

concepción <strong>de</strong>bía tener algunas fricciones con el movimiento popular.<br />

Allen<strong>de</strong> muestra, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo, una ten<strong>de</strong>ncia a frenar el impulso popular y<br />

mantener el movimiento en un cauce más mo<strong>de</strong>rado. Trata <strong>de</strong> organizarlo eliminando a la<br />

plebe y restringiendo la campaña a los batallones disciplinados. Sable en mano carga<br />

contra los indios embriagados <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción y protesta contra la actitud <strong>de</strong> Hidalgo<br />

siempre con<strong>de</strong>scendiente con las turbas. Su indignación estalla cuando observa que ya no<br />

le agradaba a Hidalgo se nombrase a Fernando VII, “que era -dice Allen<strong>de</strong>- el principal<br />

objeto <strong>de</strong> la insurrección”. Entonces llega a meditar el envenenamiento <strong>de</strong>l cura para evitar<br />

que la revolución “<strong>de</strong>generara” en un levantamiento contra el rey y cayera en la anarquía.<br />

(...)<br />

Conforme avanza el movimiento, la clase media toma una postura más franca a su favor.<br />

Sin embargo, su actitud no es unánime; muchos vacilan, y<br />

es notable el caso <strong>de</strong> Azcárate, el mismo que jugó tan brillante papel en 1808 y que ahora se<br />

opone a la insurgencia. Ignacio Rayón, secretario <strong>de</strong> Hidalgo, da el primer paso para<br />

controlar el movimiento con el establec imiento <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Zitácuaro. A su sombra y más<br />

tar<strong>de</strong> a la <strong>de</strong> Morelos, empiezan a trabajar “intelectuales” cada vez más numerosos. Al<br />

principio su número es escaso, pero poco a poco va aumentando, a la par que su influencia.<br />

Algunos ayudan al movimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera con sus escritos (como Lizardi y Mier); la<br />

mayoría, perseguidos o <strong>de</strong>splazados por la sociedad virreinal, huyen <strong>de</strong>l territorio realista y<br />

se unen a los rebel<strong>de</strong>s: son abogados, doctores, eclesiásticos <strong>de</strong>l clero medio; unos<br />

provienen <strong>de</strong> los ayuntamientos (como Cos o Quintana Roo), otros son escritores o<br />

predicadores (como Bustamante, Velasco, Liceaga, Rosains, Verduzco, etcétera). Por su<br />

mayor cultura y prestigio adquieren puestos directores en el movimiento. Morelos,<br />

ilusionado con sus “luces”, los protege, y muy pronto, alternando con los caudillos<br />

populares, figuran elementos sociales nuevos, más hábiles con la pluma que con el sable:<br />

los letrados criollos. Su predominancia irá en aumento hasta lograr dominar el movimiento.<br />

(...)<br />

La <strong>de</strong>sconfianza contra los europeos por su “contaminación” con las i<strong>de</strong>as “mo<strong>de</strong>rnas”<br />

se acentúa. Bustamante se alarma por la introducción <strong>de</strong> medidas exóticas en la capital:<br />

Venegas crea un cuerpo <strong>de</strong> policía “a la francesa” y dicta leyes “no españolas sino<br />

francesas, y <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>sconocido entre nosotros hasta estos <strong>de</strong>sgraciados tiempos”. Cos<br />

previene a sus lectores contra dos graves peligros que amenazan: el “jacobinismo” y el<br />

“francesismo”; América, “don<strong>de</strong> no ha habido francesismo”, se presenta, en cambio, como<br />

el baluarte contra las i<strong>de</strong>as disolventes. En otra ocasión, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> poner en guardia contra<br />

el virrey venegas -que efectivamente era fracmasón- porque, dice, profesaba una mezcla <strong>de</strong><br />

ateísmo, naturalismo y fracmasonería.<br />

La oposición a las innovaciones liberales <strong>de</strong> las Cortes <strong>de</strong> Cádiz es común en esta etapa<br />

<strong>de</strong>l pensamiento insurgente. Airada es la <strong>de</strong>nuncia que hace Quintana Roo <strong>de</strong>l gobierno<br />

“ilegítimo” <strong>de</strong> Cadiz, a quien niega todo <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> los bienes eclesiásticos.<br />

Tampoco Cos <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> señalar a los “fracmasones” <strong>de</strong> la Junta Central y a la “anticristiana”<br />

libertad <strong>de</strong> imprenta <strong>de</strong> la nueva constitución. Hasta el diputado que trabajará tanto más<br />

tar<strong>de</strong> por una constitución liberal, Carlos María Bustamante, <strong>de</strong>clara a las Cortes gaditanas<br />

“compuestas <strong>de</strong> impíos, herejes y libertinos”, que revelan sus propósitos antirreligiosos al<br />

abolir la Inquisición. (...)<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

94


LAS NUEVAS IDEAS LIBERALES<br />

FILOSOFÍA II<br />

La concepción política <strong>de</strong> la clase media evoluciona rápidamente al compás <strong>de</strong> nuevas<br />

circunstancias e influencias. En el curso <strong>de</strong> unos cuantos años transita insensiblemente <strong>de</strong><br />

una concepción hispánica tradicional a una concepción liberal mo<strong>de</strong>rna.<br />

Los diputados americanos llegan al Viejo Mundo horros <strong>de</strong> “francesismo”. En Cádiz los<br />

envuelve un clima i<strong>de</strong>ológico al que no estaban acostumbrados; las Cortes remedan a la<br />

Asamblea Nacional Francesa; su terminología, sus argumentos, sus “cliches”, repiten los<br />

<strong>de</strong> la magna revolución; se jura por Voltaire y Montesquieu y resulta <strong>de</strong> mal tono no hacer<br />

gala <strong>de</strong> principios “ilustrados”. Los americanos apren<strong>de</strong>n el nuevo lenguaje y con él el<br />

nuevo sentido que se otorga a los conceptos políticos. La asimilación se facilita porque<br />

también las Cortes españolas se presentaban en sus inicios como un retorno a las viejas<br />

instituciones <strong>de</strong>mocráticas sepultadas por el <strong>de</strong>spotismo. Al lado <strong>de</strong> sus autores franceses<br />

invocaban como antecesores los mismos teóricos en que se fundaban los criollos; seguían,<br />

así, la ten<strong>de</strong>ncia iniciada por Jovellanos y Martínez Marina, a aunar los principios ilustrados<br />

mo<strong>de</strong>rnos con la tradición política legal hispánica.<br />

La influencia gaditana es responsable <strong>de</strong> dos proposiciones que, aunque parezcan<br />

irrelevantes, acusan una transformación importante en el sentido <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as que se<br />

manejan. Primero: la equiparación <strong>de</strong> la lucha <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia con la pugna general que<br />

sostienen los pueblos contra el <strong>de</strong>spotismo y en favor <strong>de</strong> las liberta<strong>de</strong>s individuales.<br />

Segundo: la atribución <strong>de</strong> la soberanía, en ausencia <strong>de</strong>l monarca, a la voluntad general <strong>de</strong><br />

los ciudadanos. Ninguna <strong>de</strong> estas dos proposiciones concuerda con la concepción política<br />

hasta ahora sostenida por el partido criollo. (...)<br />

Ante todo, la revolución americana queda ligada a un movimiento europeo que antes le<br />

era ajeno y <strong>de</strong>l cual le será difícil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse. (...)<br />

En la Nueva España, la Constitución <strong>de</strong> Cádiz se recibe con mayor beneplácito entre los<br />

comerciantes europeos que entre los criollos. Sin embargo, para algunos <strong>de</strong> éstos resulta<br />

un arma teórica insospechada. En 1812 aparecen los ágiles escritos <strong>de</strong> Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Lizardi<br />

en que, por vez primera, se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n públicamente las nuevas i<strong>de</strong>as. El Pensador Mexicano<br />

pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse el primer periódico liberal escrito en México. En él sa saluda la<br />

Constitución como la luz que revela sus <strong>de</strong>rechos al pueblo oprimido: ¿De dón<strong>de</strong> acá<br />

sabíamos nosotros si había en el mundo libertad civil? ¿Qué cosa era propiedad,<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, ni los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l ciudadano? Sólo sabíamos <strong>de</strong> impuestos,<br />

alcabalas y <strong>de</strong> “una humillación <strong>de</strong> esclavos”, hasta que la Nueva Carta viniera a convertir<br />

los esclavos en vasallos.<br />

La soberanía <strong>de</strong> la nación, proclamada en Cádiz, se saluda porque “abate al antiguo<br />

<strong>de</strong>spotismo”. Se ataca el absolutismo <strong>de</strong> los reyes españoles, responsable <strong>de</strong>l mal gobierno<br />

y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spotismo <strong>de</strong> virreyes y funcionarios. Empiezan a ligarse libertad e ilustración, y a<br />

verse en la ignorancia que hasta entonces había reinado en América la base más sólida <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>spotismo. Por eso el Pensador <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong> imprenta en la que confía para que<br />

advenga la ilustración. Pero lo más importante <strong>de</strong> esta actitud es que incardina la<br />

insurrección iniciada en Dolores, en esta lucha general <strong>de</strong> la libertad contra la ignorancia y<br />

el <strong>de</strong>spotismo <strong>de</strong>l antiguo sistema español. (...) Otra i<strong>de</strong>a precursora no menos<br />

importante: la Constitución promulga la igualdad, pero no se trata <strong>de</strong> una nivelación<br />

económica o social, sino <strong>de</strong> la paridad <strong>de</strong> todos los ciudadanos ante la ley. La libertad<br />

consiste en obrar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ley que a todos rige por igual, y las castas y negros <strong>de</strong>berán<br />

participar en esa igualdad que les niega el nuevo código. (...)<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

95


FILOSOFÍA II<br />

Parecido cambio se observa en el campo insurgente. Sólo que la evolución es aquí más<br />

lenta; la cercanía <strong>de</strong>l movimiento popular y el alejamiento <strong>de</strong> las influencias gaditana y<br />

francesa impi<strong>de</strong>n el triunfo total <strong>de</strong> las nuevas i<strong>de</strong>as. La concepción liberal española se<br />

divulga ampliamente en el campo insurgente por medio <strong>de</strong> folletos y pasquines; al mismo<br />

tiempo, las i<strong>de</strong>as tradicionales, por la fuerza <strong>de</strong> las circunstancias, tien<strong>de</strong>n a llevarse hasta<br />

su extremo. El nombre <strong>de</strong> Fernando VII se va abandonando poco a poco. El mismo Hidalgo<br />

había empezado a <strong>de</strong>scartarlo y ahora, mientras Rayón preten<strong>de</strong> conservarlo por meras<br />

razones tácticas, Morelos ejerce todo su influjo para que se le suprima. La proclamación <strong>de</strong><br />

In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Congreso <strong>de</strong> Chilpancingo no menciona al monarca; en su lugar<br />

proclama la república. (...)<br />

La concepción popular podía fácilmente acoplarse con las i<strong>de</strong>as tradicionales que<br />

<strong>de</strong>fendía el criollo en la primera etapa <strong>de</strong> la revolución, pues encontraba en ellas muchos<br />

elementos comunes, tales como la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as religiosas amenazadas, la lucha<br />

contra el extranjero español o francés, etcétera; no sucedía lo mismo con las innovaciones<br />

liberales, que bien poco tenían <strong>de</strong> común con las i<strong>de</strong>as familiares al pueblo. De ahí que la<br />

oposición entre las dos capas <strong>de</strong> la revolución se agudice conforme la nueva influencia<br />

gana a la clase media. El panorama i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong> la revolución en 1818 es totalmente<br />

distinto <strong>de</strong>l <strong>de</strong> sus comienzos.<br />

En el año 1818, <strong>de</strong> la prodigiosa fuerza <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nada por Hidalgo sólo queda la<br />

<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la libertad negativa y escasos núcleos <strong>de</strong> tropas organizadas al mando <strong>de</strong><br />

Guerrero; la revolución popular toca a su fin. Pero tampoco la concepción política <strong>de</strong>l criollo<br />

es ya la misma. La influencia <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as francesas y <strong>de</strong> la concepción liberal burguesa va<br />

imponiéndose cada vez con mayor fuerza.<br />

Su atractivo es tanto que aun un escritor como Mier -que en Historia . . . <strong>de</strong> 1813 había<br />

criticado duramente a Rousseau- muestra ahora su influjo. Acepta que los individuos <strong>de</strong>ben<br />

ce<strong>de</strong>r una parte <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos para adquirir en sociedad la garantía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más; para<br />

ello tienen que sujetarse a una autoridad elegida por ellos mismos: el Congreso, “órgano<br />

nato <strong>de</strong> la voluntad general”. Con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l congreso constituyente, la clase media cree<br />

encontrar el fin <strong>de</strong> búsqueda; el proyecto <strong>de</strong> restablecer una asamblea representativa<br />

nacional obsesiona su espíritu.<br />

EVALUACIÓN<br />

Una vez estudiado el tema anterior contesta lo siguiente:<br />

56. Los jesuitas <strong>de</strong>l siglo XVIII son consi<strong>de</strong>rados los primeros i<strong>de</strong>ólogos <strong>de</strong>l movimiento<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntista americano <strong>de</strong>bido a que relacionaban las i<strong>de</strong>as:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

57. Los jesuitas para difundir sus i<strong>de</strong>as mo<strong>de</strong>rnas sin manifestarse como opuestos a los dogmas<br />

religiosos, se valieron <strong>de</strong>l:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

96


FILOSOFÍA II<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

58. La contribución <strong>de</strong> los jesuitas al surgimiento <strong>de</strong> la conciencia nacional se da:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

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_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

59. En la propuesta filosófica <strong>de</strong>l jesuita Francisco Javier Clavijero el criterio <strong>de</strong> verdad es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

60. El eclecticismo consiste en:<br />

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_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

61. Luis Villoro concibe a la Revolución <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia como:<br />

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_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

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_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

________<br />

62. Explica las diferentes i<strong>de</strong>as que poseían las diversas clases sociales en la época <strong>de</strong> la<br />

In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia según Luis Villoro:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

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_________<br />

3.2 COMPENDIO FASCÍCULO 3. EL PENSAMIENTO FIOLOSÓFICO DEL SIGLO<br />

XX Y EL PENSAMIENTOESTÉTICO, CONSTRUCTIVISTA Y UTÓPICO<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

97


FILOSOFÍA II<br />

El compendio fascículo 3 se ocupa <strong>de</strong> algunos problemas planteados por el Antropologismo, el<br />

Personalismo, la Escuela <strong>de</strong> Frankfurt, el Existencialismo y la Filosofía latinoamericana. Problemas<br />

que se refieren a la cualidad <strong>de</strong> persona <strong>de</strong>l ser humano, a la capacidad <strong>de</strong> los hombres para<br />

alcanzar una existencia auténtica, a las relaciones <strong>de</strong>l hombre con la sociedad y al tema <strong>de</strong> la<br />

i<strong>de</strong>ntidad cultural. Asimismo, estudia lo que es el arte, el conocimiento y el proyecto social en el<br />

pensamiento estético, constructivista y utópico.<br />

PERSONALISMO.<br />

Para Emmanuel Mounier (1905-1950), inspirador <strong>de</strong>l movimiento personalista, el individuo, es el<br />

hombre superficial que se <strong>de</strong>ja llevar por sus emociones, su excesivo amor a sí mismo, a la<br />

avaricia y al que sólo le interesa acaparar y asegurar su bienestar sin importar sus congéneres.<br />

Hasta ahora las civilizaciones han consi<strong>de</strong>rado a los seres humanos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista<br />

meramente material, sólo se han perseguido los intereses individuales. Pero tenemos una forma<br />

superior <strong>de</strong>l ser humano y es la <strong>de</strong>nominada “persona”. Mounier, en su Manifiesto personalista,<br />

<strong>de</strong>linea a una persona como un ser espiritual constituido por una forma <strong>de</strong> subsistencia e<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, lo cual quiere <strong>de</strong>cir que el hombre, a través <strong>de</strong> su meditación, realiza el<br />

perfeccionamiento constante, las pasiones son dominadas, pue<strong>de</strong> elegir y realizar actitu<strong>de</strong>s<br />

profundamente humanas <strong>de</strong> autenticidad; realiza sus actos sin perjudicar a los <strong>de</strong>más, ni<br />

consi<strong>de</strong>rarlos como un instrumento para conseguir lo que <strong>de</strong>sea. Por eso la persona es aquella<br />

que tiene acceso a un máximo <strong>de</strong> iniciativa y responsabilidad <strong>de</strong> vida espiritual. Es un hombre<br />

formado con principios sólidos.<br />

Mounier caracteriza al hombre entre dos fuerzas dinámicas: una llamada Individualismo y otra<br />

Personalismo. La primera está conformada por el egoísmo, lo superficial y por la ausencia <strong>de</strong><br />

amor. La doctrina <strong>de</strong>l personalismo es la que viene a salvar la humanidad con actos creadores.<br />

Conlleva el compromiso <strong>de</strong> la persona que la conduce a apegarse a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />

sociedad y al <strong>de</strong>sarrollo continuo <strong>de</strong> su libertad.<br />

En la actualidad, el Individualismo se ha multiplicado, los hombres se mueven en el mundo <strong>de</strong>l<br />

dinero y las mercancías haciendo a un lado lo espiritual. De esa manera, la vida se hace cada vez<br />

más vacía. El individualismo que los mueve mecánicamente <strong>de</strong>be sustituirse poco a poco por el<br />

mundo <strong>de</strong> la persona.<br />

En el personalismo, como pensamiento contemporáneo, tenemos una filosofía que ofrece una<br />

opción <strong>de</strong> organización <strong>de</strong> personas responsables, <strong>de</strong> administraciones pru<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> bienes, <strong>de</strong>l<br />

tiempo y <strong>de</strong> otros elementos inmateriales y materiales. Es una filosofía cuyo objetivo es orientar al<br />

hombre hacia una nueva educación que permita un cambio <strong>de</strong> nuestra actual sociedad capitalista.<br />

Como resultado <strong>de</strong>l capitalismo aparece el burgués y éste se apropia <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho” para<br />

manejarlo con el propósito <strong>de</strong> progresar. La vida <strong>de</strong>l individuo aparece pobre y vacía. Tenemos<br />

hombres insensibles a los sufrimientos y a las <strong>de</strong>sgracias <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Vemos también que el<br />

mundo <strong>de</strong>l dinero y <strong>de</strong> las mercancías inva<strong>de</strong>n la vida económica, privada y cultural. Hasta la<br />

religión se somete a reducir al hombre a una individualidad abstracta, vacía, sin responsabilida<strong>de</strong>s<br />

ni conciencia <strong>de</strong> sí mismo. Mounier afirma que existe un grito ensor<strong>de</strong>cedor por abatir al burgués y<br />

buscar las condiciones <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra comunidad.<br />

Bajo el personalismo el ser humano se consi<strong>de</strong>ra inacabado, <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la comunidad, su<br />

sentido se encuentra en la sociedad en don<strong>de</strong> vive y toma conciencia. Su vida recibe un carácter<br />

especial y crece continuamente.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

98


EVALUACIÓN<br />

FILOSOFÍA II<br />

Después <strong>de</strong> haber estudiado este tema en el fascículo 3 <strong>de</strong>l compendio fascicular, contesta las<br />

siguientes preguntas.<br />

63. Emmanuel Mounier entien<strong>de</strong> por individuo al:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_____<br />

64. Emmanuel Mounier consi<strong>de</strong>ra a la persona como:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_____<br />

65. El personalismo concibe al ser humano como:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

EXISTENCIALISMO.<br />

Aunque no es posible fechar con precisión el surgimiento <strong>de</strong> una corriente filosófica, estudiosos <strong>de</strong><br />

la historia <strong>de</strong> la filosofía aceptan que el término “existencialismo” comenzó a ser aplicado,<br />

aproximadamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1930, a un <strong>grupo</strong> <strong>de</strong> filosofías o direcciones filosóficas cuyo rasgo común<br />

era el análisis <strong>de</strong> la existencia humana.<br />

El existencialismo no es la única corriente filosófica que ha estudiado el tema <strong>de</strong> la existencia.<br />

Otras filosofías lo han hecho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Antigüedad. No obstante, lo más correcto es reservar el<br />

término “existencialismo” para el conjunto <strong>de</strong> filosofías que, a partir <strong>de</strong> Sören Kierkegaard, abordan<br />

el tema <strong>de</strong> la existencia humana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un peculiar punto <strong>de</strong> vista.<br />

Para el existencialismo, el concepto <strong>de</strong> “existencia” se refiere a “el modo <strong>de</strong> ser propio <strong>de</strong>l<br />

hombre en cuanto es un modo <strong>de</strong> ser en el mundo, es <strong>de</strong>cir, en una situación <strong>de</strong>terminada.” Esto<br />

implica que ese modo específico <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>l hombre pueda ser analizado “en términos <strong>de</strong><br />

posibilidad”.<br />

Como complemento al tema te presentamos partes <strong>de</strong> un texto <strong>de</strong> Pietro Chiodi:<br />

“La noción <strong>de</strong> existencia es ciertamente la llave maestra <strong>de</strong> la problemática existencialista,<br />

por en<strong>de</strong> constituye la vía <strong>de</strong> acceso más natural a su comprensión. Pero precisamente por<br />

eso lleva latente en sí el peligro <strong>de</strong> los más graves equívocos, el primero <strong>de</strong> los cuales tiene<br />

conexión con la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l existencialismo como “filosofía <strong>de</strong> la existencia”.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

99


FILOSOFÍA II<br />

Esta <strong>de</strong>signación que tiene el valor <strong>de</strong> una etiqueta, pue<strong>de</strong> inducir, a quien afronte el<br />

fenómeno existencialista por primera vez, a creer que se caracteriza por la elección<br />

privilegiada <strong>de</strong> la existencia como su objeto propio, en lugar <strong>de</strong> la esencia, <strong>de</strong>l espíritu, <strong>de</strong> la<br />

materia, <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong> la sociedad.<br />

Nada más inexacto. Pues precisamente, al contrario, la existencia tiene para el<br />

existencialismo el carácter fundamental <strong>de</strong> la inobjetivabilidad: la existencia es lo que no<br />

pue<strong>de</strong> jamás ser objetivado, contrapuesto como objeto a un sujeto que filosofe, porque es,<br />

por el contrario, la naturaleza constitutiva <strong>de</strong> este mismo sujeto.<br />

Pero si la existencia es la naturaleza <strong>de</strong>l sujeto que filosofa, y como tal está caracterizada<br />

por la imposibilidad <strong>de</strong> ser objetivizada, se sigue que es propia exclusivamente <strong>de</strong>l único<br />

sujeto que filosofa, conocido <strong>de</strong> nosotros, el hombre.<br />

Este segundo carácter <strong>de</strong> la existencia sustrae el término a su uso tradicional, en virtud <strong>de</strong>l<br />

cual, como opuesto a la esencia, servía para <strong>de</strong>terminar todos los seres dotados <strong>de</strong> realidad<br />

actual (Dios, el árbol, el hombre, la nube, etc.).<br />

La existencia es inobjetivable y es propia exclusivamente <strong>de</strong>l hombre. A estos dos<br />

caracteres se une inmediatamente un tercero. La existencia es un modo <strong>de</strong> ser finito. La<br />

finitud <strong>de</strong> la existencia está estrechamente unida con su inobjetivabilidad e imposibilidad <strong>de</strong><br />

ser generalizada; estos dos caracteres son, en efecto, <strong>de</strong>terminaciones limitativas y<br />

negativas <strong>de</strong>l ser que <strong>de</strong>finen: dicen lo que la existencia no es ni pue<strong>de</strong> ser.<br />

En el corazón mismo <strong>de</strong> la existencia anida un no-ser, y esto explica el peso <strong>de</strong>cisivo que<br />

la negación y la nada tendrán en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la problemática existencial. Aquí baste<br />

observar que lo negativo es para el existencialismo un carácter constitutivo <strong>de</strong> la realidad<br />

existencial y no una <strong>de</strong>terminación secundaria, conexa con nuestro modo <strong>de</strong> ver lo positivo<br />

o con la dialéctica a través <strong>de</strong> la cual lo positivo toma conciencia <strong>de</strong> sí.<br />

Inobjetivabilidad, imposibilidad <strong>de</strong> ser generalizada, finitud y negatividad son, pues, los<br />

caracteres fundamentales que la existencia asume en una problemática existencialista. Pero<br />

estos caracteres, aunque sirven para i<strong>de</strong>ntificar a aquel ser a quien se reserva la existencia,<br />

no nos dicen nada sobre su modo <strong>de</strong> ser. En otras palabras, estos caracteres <strong>de</strong>finen la<br />

existencia en el plano <strong>de</strong> una <strong>de</strong>finición externa, en el plano <strong>de</strong> contraposición con otros<br />

seres (plano óntico), pero no nos dicen nada <strong>de</strong> la unidad interna, <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> este<br />

ente (plano ontológico).<br />

La cuestión en torno al “modo <strong>de</strong> ser” expresa la dimensión categorial <strong>de</strong> la problemática<br />

existencialista. No-objetivabilidad, no generalización, finitud, negatividad son los caracteres<br />

ónticos <strong>de</strong> ese ser que es el hombre. ¿Pero cuál <strong>de</strong>be ser el modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> este ente para<br />

que pueda tener tales caracteres? ¿Cuál el plano categorial en el que se <strong>de</strong>be poner la<br />

indagación a fin <strong>de</strong> que estos caracteres ónticos puedan encontrar inteligibilidad y<br />

fundamento? He aquí la dimensión <strong>de</strong> la problemática existencialista, en cuyo <strong>de</strong>fecto el<br />

existencialismo se resolvería en una mala literatura pesimista o en los <strong>de</strong>sahogos <strong>de</strong>l todo<br />

personales <strong>de</strong> algunas almas solitarias e inútilmente angustiadas, o, todavía, en una moda<br />

muy discutible.<br />

Ahora bien, la constitución <strong>de</strong>l existencialismo, realizada con el pensamiento <strong>de</strong><br />

Kierkegaard, y el nivel filosófico <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>sarrollos sucesivos, están inseparablemente<br />

unidos con la categoría <strong>de</strong>l posible como modo <strong>de</strong> ser constitutivo <strong>de</strong> la existencia. El modo<br />

<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> la existencia no es la realidad ni la necesidad sino la posibilidad.” (Pietro Chiodi,<br />

El Pensamiento Existencialista, Uteha, 1980, pp. 23-24)<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

100


FILOSOFÍA II<br />

El hombre, según el Existencialismo, se encuentra en relación con el mundo, lo que quiere <strong>de</strong>cir<br />

que se relaciona con las cosas y con los <strong>de</strong>más hombres. Pero esta relación <strong>de</strong>l hombre con el<br />

mundo no es una relación necesaria, es <strong>de</strong>cir, no es una relación que forzosamente tenga que<br />

darse <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminada manera. Por el contrario, el hombre pue<strong>de</strong> elegir libremente el modo en que<br />

se relaciona con las cosas y con los <strong>de</strong>más hombres. Esta posibilidad <strong>de</strong> elegir libremente<br />

constituye el tema central <strong>de</strong>l Existencialismo. Tan es así que se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que el tema <strong>de</strong> la<br />

libertad humana es el tema que interesa a todos los filósofos existencialistas.<br />

“Que el modo <strong>de</strong> ser propio <strong>de</strong> la existencia sea la posibilidad, significa que la existencia<br />

es un po<strong>de</strong>r-ser. La existencia, como modo <strong>de</strong> ser propio <strong>de</strong>l hombre, no es aquello que el<br />

hombre es por naturaleza, no es una realidad dada <strong>de</strong> antemano e inmodificable como la<br />

realidad <strong>de</strong> las cosas o <strong>de</strong> los animales. El tigre no pue<strong>de</strong> ser otra cosa que tigre; el cor<strong>de</strong>ro,<br />

cor<strong>de</strong>ro; el ángel, ángel y el <strong>de</strong>monio, <strong>de</strong>monio; el hombre, en cambio, será lo que él ha<br />

<strong>de</strong>cidido ser: tigre o cor<strong>de</strong>ro, ángel o <strong>de</strong>monio, y hasta ángel y <strong>de</strong>monio a la vez. Y esto<br />

precisamente porque su modo propio <strong>de</strong> ser es un po<strong>de</strong>r ser, un salir hacia la <strong>de</strong>cisión y la<br />

autoplasmación, un ex-sistir. La existencia es, pues, incertidumbre, problema, riesgo,<br />

<strong>de</strong>cisión, proyección hacia a<strong>de</strong>lante. ¿Cuál es la meta <strong>de</strong> esa proyección? Aquí es<br />

precisamente don<strong>de</strong> comienzan a dividirse las corrientes <strong>de</strong>l existencialismo, según las<br />

respuestas que se dan a esta pregunta: Dios, el mundo, uno mismo, la libertad, la nada.<br />

(Pietro Chiodi, El Pensamiento Existencialista, Uteha, 1980, p. 25)<br />

Los filósofos existencialistas estudian el hecho <strong>de</strong> que el hombre, al relacionarse con las cosas y<br />

los <strong>de</strong>más hombres, ejerce su libertad. Es <strong>de</strong>cir, estudian el hecho <strong>de</strong> que el hombre elige, en cada<br />

situación particular, tanto lo que va a hacer como lo que va a ser.<br />

¿Ahora bien, ¿cuál es la diferencia que existe entre el Existencialismo y las otras filosofías que<br />

tratan el tema <strong>de</strong> la libertad humana? La respuesta está en que las <strong>de</strong>más filosofías tienen un<br />

interés más bien teórico. Es <strong>de</strong>cir, están más interesadas en aclarar el significado <strong>de</strong>l concepto<br />

“libertad” que en estudiar las implicaciones prácticas <strong>de</strong> la libertad. El interés <strong>de</strong>l Existencialismo<br />

por la libertad humana, por el contrario, es <strong>de</strong> tipo práctico. No sólo explora el significado <strong>de</strong> dicho<br />

término, sino que trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar a los hombres que son libres.<br />

El existencialismo preten<strong>de</strong> proporcionar un conocimiento que sirva <strong>de</strong> base para la acción. No<br />

se trata sólo <strong>de</strong> que la gente advierta o conozca que es libre, sino que <strong>de</strong> hecho pueda realizar<br />

acciones guiadas por su libertad. El Existencialismo afirma que el hombre tiene la libertad <strong>de</strong> elegir<br />

su propio ser. Como consecuencia <strong>de</strong> las elecciones que va realizando, el hombre llega a ser lo<br />

que él ha elegido ser. El hombre nunca queda <strong>de</strong>finido o <strong>de</strong>terminado rígidamente; siempre tiene a<br />

su alcance la posibilidad <strong>de</strong> ser otra cosa.<br />

Como suplemento al tema Existencialismo te ofrecemos unos párrafos <strong>de</strong>l libro El Pensamiento<br />

Existencialista <strong>de</strong> Pietro Chiodi.<br />

Como cualquier otra filosofía, el existencialismo no se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r sino en estrecha<br />

relación con la situación histórica en la que se ha constituido. No es, pues, <strong>de</strong> maravillar<br />

que haya tenido gran resonancia aun en ambientes sociales lejanos <strong>de</strong> la filosofía e incluso<br />

<strong>de</strong> la cultura. La moda existencialista revela y reafirma una innegable semejanza <strong>de</strong><br />

situaciones entre la posición <strong>de</strong> ciertos filósofos existencialistas y amplios estratos<br />

sociales, cultos o incultos.<br />

Pero esta advertencia no autoriza <strong>de</strong> ninguna manera a buscar el significado histórico y<br />

filosófico <strong>de</strong>l existencialismo en las repercusiones que ha tenido en zonas menos<br />

cualificadas para hacerse sus intérpretes. Por lo <strong>de</strong>más, esto que hacemos notar vale<br />

también para cualquier otro fenómeno filosófico, cultural, religioso, político, etc. Quiero<br />

<strong>de</strong>cir que toda interpretación <strong>de</strong> un fenómeno cultural tiene un doble aspecto: <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l<br />

fenómeno interpretado y <strong>de</strong>l nivel en el que se hace la interpretación.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

101


FILOSOFÍA II<br />

En consecuencia, una interpretación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>l existencialismo <strong>de</strong>be buscarse en el<br />

nivel filosófico, aun cuando este nivel no sólo no excluye, sino que incluye una<br />

interpretación <strong>de</strong> las repercusiones y <strong>de</strong> las conexiones que ligan al fenómeno con los<br />

niveles inferiores. Una interpretación dada en el nivel filosófico no significa, pues, una<br />

interpretación <strong>de</strong>sligada <strong>de</strong> la situación histórica, sino, al contrario, tan profundamente<br />

radicada en ella que pue<strong>de</strong> aclarar la estructura problemática, o sea, el nexo categorial que<br />

da significado a la multiplicidad or<strong>de</strong>nada, característico <strong>de</strong> cierta situación o atmósfera.<br />

Nos esforzaremos, pues, por encontrar el significado histórico <strong>de</strong>l existencialismo no en<br />

las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> las que frecuentan las caves y los salones <strong>de</strong> París, sino en las obras<br />

<strong>de</strong> los llamados “filósofos <strong>de</strong> la existencia”. También aquí el terreno está lleno <strong>de</strong><br />

equívocos. Según el significado que <strong>de</strong>mos a esta expresión, po<strong>de</strong>mos incluir a todos los<br />

filósofos que han existido hasta el presente, o a uno solo, o a ninguno (como preten<strong>de</strong><br />

Hei<strong>de</strong>gger, para quien el verda<strong>de</strong>ro pensamiento está aún por venir).<br />

Dejando a un lado toda controversia verbal, diremos que es fácil i<strong>de</strong>ntificar, en el periodo<br />

que viene <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fin <strong>de</strong> la primera Guerra Mundial, una corriente <strong>de</strong> pensamiento bastante<br />

amplia, caracterizada por algunos problemas y posiciones comunes, conectados más o<br />

menos directamente con el pensamiento <strong>de</strong> un filósofo danés <strong>de</strong> la primera mitad <strong>de</strong>l siglo<br />

pasado, Sören Kierkegaard. Esta corriente pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>nominada con toda propiedad:<br />

filosofía <strong>de</strong> la existencia, existencialismo, renacimiento kierkegaardiano.<br />

Los puntos <strong>de</strong> vista comunes a los filósofos <strong>de</strong> la existencia pue<strong>de</strong>n indicarse, en líneas<br />

muy generales, como sigue:<br />

1) Rechazo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la realidad con un único principio absoluto. 2) Rechazo <strong>de</strong><br />

la i<strong>de</strong>ntificación entre la realidad y la racionalidad. 3) El centralismo <strong>de</strong> la existencia como<br />

modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> ese ente finito que es el hombre. 4) La trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l ser al que la<br />

existencia dice relación. 5) La categoría <strong>de</strong>l posible como modo <strong>de</strong> ser y horizonte <strong>de</strong><br />

inteligibilidad para la existencia humana en cuanto finita.<br />

Naturalmente que una semejanza <strong>de</strong> temas y <strong>de</strong> problemas no es suficiente para<br />

<strong>de</strong>terminar una comunidad <strong>de</strong> doctrina. Y el existencialismo alberga en su seno corrientes<br />

doctrinales tal vez diametralmente opuestas en algunos aspectos: teísmo y ateísmo<br />

<strong>de</strong>clarado, humanismo y anti-humanismo, racionalismo e irracionalismo. Una situación tan<br />

fluida hace posible una serie muy amplia <strong>de</strong> confrontamientos históricos, al punto <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>ntificar el existencialismo pura y simplemente con la filosofía. (...)<br />

Soren Kierkegaard.<br />

El existencialismo contemporáneo se ha presentado <strong>de</strong>liberadamente como un renacimiento<br />

<strong>de</strong> Kierkegaard. Viene así al proscenio <strong>de</strong>l pensamiento contemporáneo un filósofo hasta<br />

entonces casi <strong>de</strong>sconocido, que había vivido en un ambiente cultural secundario, como lo<br />

es la pequeña Dinamarca.<br />

Sören Aabye Kierkegaard vino a la luz el 5 <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 1813, en Copenhague, hijo <strong>de</strong> un<br />

comerciante que se había <strong>de</strong>sposado en segundas nupcias con su propia sirvienta. El<br />

primer matrimonio fue estéril; el segundo fue bien fecundo, con siete hijos. Sören fue el<br />

último y, cuando nació, su padre tenía 56 años y su madre 44. “Hijo <strong>de</strong> la vejez”, se llamó a<br />

sí mismo. Kierkegaard vio siempre en su familia, y en particular en su padre, el signo <strong>de</strong> un<br />

trágico y misterioso <strong>de</strong>stino. Hace alusión tal vez a una obscura culpa paterna cuya<br />

revelación fue el terremoto <strong>de</strong> su vida. Cinco <strong>de</strong> los hermanos <strong>de</strong> Sören murieron con un<br />

ritmo trágico que perdonó sólo a Pedro, futuro obispo luterano.<br />

Kierkegaard tuvo una impresionante conciencia <strong>de</strong> su propio <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za. “Algún<br />

día no sólo mis escritos, sino también mi vida y todo el complicado secreto <strong>de</strong> su<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

102


FILOSOFÍA II<br />

mecanismo será minuciosamente estudiado.” Ciertamente no es posible separar sus<br />

escritos <strong>de</strong> su vida. ¿En qué consiste el secreto? Algunos han pensado en alguna culpa<br />

juvenil <strong>de</strong> Sören; otros, en una obscura circunstancia en que su padre maldijo a Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

lo alto <strong>de</strong> una colina; otros, en las relaciones poco claras entre su padre y la segunda mujer;<br />

en su diario, Kierkegaard habla <strong>de</strong> palabras obscuras <strong>de</strong> su padre que “hacen sospechar las<br />

cosas más horrendas”. ¿Qué relaciones hubo entre este enigma y el hecho <strong>de</strong>cisivo y<br />

misterioso <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> Kierkegaard que fue el rompimiento con su novia Regina Olsen?<br />

Kierkegaard escribirá acerca <strong>de</strong> Regina Olsen: “¡Extraño! Sócrates habla siempre <strong>de</strong> lo<br />

que había aprendido <strong>de</strong> una mujer. También yo <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir que todo lo mejor que tengo lo<br />

<strong>de</strong>bo a una muchacha: no lo he aprendido propiamente <strong>de</strong> ella, sino por ella.” Regina Olsen<br />

era hija <strong>de</strong> un alto funcionario; tenía 18 años cuando Kierkegaard ya tenía 27; la pidió para<br />

esposa en septiembre <strong>de</strong> 1840. ¿Por qué el día siguiente se arrepintió? ¿Por qué rompió el<br />

noviazgo, a pesar <strong>de</strong> que amaba a Regina? ¿Por qué este rompimiento vino a ser un hecho<br />

<strong>de</strong>cisivo en su vida? Kierkegaard respon<strong>de</strong> <strong>de</strong> la siguiente manera: “Después <strong>de</strong> mi muerte<br />

ninguno encontrará entre mis escritos (y éste es mi consuelo) una explicación <strong>de</strong> lo que<br />

propiamente ha llenado mi vida; no se encontrará en los rincones <strong>de</strong> mi alma aquel texto<br />

que explica todo. (...)<br />

“Angustia, miedo, náusea, <strong>de</strong>sesperación, etc., se han vuelto términos mágicos al hablar<br />

<strong>de</strong> existencialismo. Así suce<strong>de</strong> que aun en la cultura más elevada se oye hablar <strong>de</strong>l<br />

existencialismo como “filosofía <strong>de</strong> la angustia”, “filosofía <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación”, etc.,<br />

haciendo ambiguamente alusión al valor temático <strong>de</strong> estas situaciones afectivas y a un<br />

presunto reclamo a su consistencia normativa <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l existencialismo.<br />

Pero la estrecha conexión entre la problemática existencialista y estas situaciones<br />

afectivas no significa que el mundo sentimental tenga para el existencialismo una<br />

preeminencia temática, o una función <strong>de</strong> guía en el terreno <strong>de</strong> las valorizaciones y <strong>de</strong> los<br />

comportamientos morales.<br />

Por el contrario, esta conexión se caracteriza por la función reveladora que en la<br />

problemática existencialista se asigna a las situaciones afectivas. Angustia, miedo, náusea<br />

no son estados <strong>de</strong> ánimo que encierren la existencia en su <strong>de</strong>sesperada presencia, sino<br />

“sentimientos reveladores”. Por medio <strong>de</strong> ellos la existencia toma conciencia <strong>de</strong> algunos<br />

caracteres constitutivos <strong>de</strong>l propio ser. Esos estados comportan, pues, un aspecto<br />

fundamental <strong>de</strong> esclarecimiento, <strong>de</strong> catarsis, <strong>de</strong> contemplación liberadora, <strong>de</strong> conquista y<br />

<strong>de</strong> posesión <strong>de</strong>l propio ser auténtico. Así, en Hei<strong>de</strong>gger la angustia está unida a la alegría y<br />

a la exaltación <strong>de</strong> la vida, mientras en Kierkegaard expresa el vértigo <strong>de</strong> la existencia frente<br />

a sí misma como encuentro con Dios.” (Pietro Chiodi, El Pensamiento Existencialista, Uteha,<br />

1980, p. 86)<br />

“Angustia y aislamiento. Los hombres tienen más miedo <strong>de</strong> la verdad que <strong>de</strong> la muerte:<br />

éste es el jugo <strong>de</strong> todas aquellas habladurías e hipocrecías <strong>de</strong> los que dicen amar la verdad,<br />

<strong>de</strong> estar dispuestos a recibirla. . . con tal <strong>de</strong> que se llegase a compren<strong>de</strong>rla, etc. No, el<br />

hombre tiene más miedo <strong>de</strong> la verdad que <strong>de</strong> la muerte y esto es <strong>de</strong>l todo natural; porque la<br />

verdad repugna a la esencia <strong>de</strong> la naturaleza humana aún más que la muerte. No es <strong>de</strong><br />

maravillar que cause tanto miedo.<br />

Para poner atención a la verdad es necesario: apartarse (“Cristo los llevó aparte”, Mc., 7,<br />

33), aislarse <strong>de</strong> la masa. Y esto sólo es suficiente para causar al hombre más angustia y<br />

miedo que la misma muerte. El hombre es un animal social y por eso sólo es feliz en<br />

compañía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. ¡Y que esto sea el absurdo más profundo, y que sea la infamia más<br />

gran<strong>de</strong> a él no le importa nada con tal que la multitud piense así, si la masa hace lo mismo,<br />

si él pue<strong>de</strong> estar en compañía <strong>de</strong> la multitud! El hombre es un animal que pue<strong>de</strong> volverse<br />

espíritu; pero, como naturaleza animal, tiene más miedo <strong>de</strong> eso que <strong>de</strong> la muerte. Es animal<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

103


FILOSOFÍA II<br />

y el aislamiento lo orienta para volverse espíritu.” (Sören Kierkegaard, Diario, III, p. 204 en<br />

Pietro Chiodi, El Pensamiento Existencialista, Uteha, 1980, pp. 86-87)<br />

EVALUACIÓN<br />

Después <strong>de</strong> haber leído el tema en el compendio fascículo 3 y en lo expuesto en las páginas<br />

anteriores contesta lo siguiente:<br />

66. La existencia es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

67. El existencialismo consiste en:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

68. Para Kierkegaard la existencia <strong>de</strong> la fe es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

69. Según Kierkegaard la existencia ética es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

70. De acuerdo con Kierkegaard, la existencia estética consiste en:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

71. La angustia es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

72. La <strong>de</strong>sesperación es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

104


FILOSOFÍA II<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

LA ESCUELA DE FRANKFURT.<br />

El nombre <strong>de</strong> esta corriente filosófica proviene <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Investigación Social <strong>de</strong> Frankfurt,<br />

fundado en 1923 y que formaba parte <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Frankfurt. En la primera etapa <strong>de</strong> su<br />

existencia, el Instituto se <strong>de</strong>dicaba a efectuar investigaciones acerca <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l Socialismo.<br />

En ese tiempo, su orientación era claramente marxista, aunque carecía <strong>de</strong> toda conexión con<br />

partidos políticos. Otro interés <strong>de</strong>l Instituto era el estudio <strong>de</strong>l movimiento obrero y las condiciones<br />

económicas <strong>de</strong> la sociedad.<br />

El Instituto abordaba ambos temas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos puntos <strong>de</strong> vista. El primero era el punto <strong>de</strong> vista<br />

histórico que tomaba en cuenta, por ejemplo: ¿Cuándo se había iniciado el movimiento obrero,<br />

cuáles eran las transformaciones que con los años había experimentado y cuál era su situación<br />

presente? El segundo era un punto <strong>de</strong> vista empírico, el cuál significaba tener un contacto directo<br />

con la realidad social, formada por ciertas clases sociales y formas <strong>de</strong> gobierno diferentes.<br />

El Instituto <strong>de</strong> Investigación Social <strong>de</strong> Frankfurt se fundó en el periodo inmediato al fin <strong>de</strong> la<br />

Primera Guerra Mundial. Época que experimentó gran<strong>de</strong>s cambios en todos los ór<strong>de</strong>nes. Por<br />

ejemplo: el conocimiento <strong>de</strong> la conducta <strong>de</strong>l hombre se iniciaba con el Psicoanálisis, disciplina que<br />

explica la conducta cotidiana <strong>de</strong> los seres humanos. También en las ciencias físicas, la Teoría <strong>de</strong><br />

la Relatividad <strong>de</strong> Albert Einstein empezaba a causar conmoción. Esta teoría proponía una nueva<br />

manera <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r los aspectos físicos <strong>de</strong> la naturaleza, sobre todo en cuanto al espacio, al<br />

tiempo y al papel <strong>de</strong>l observador que obtiene información <strong>de</strong> los acontecimientos físicos que se<br />

llevan a cabo en su <strong>de</strong>rredor. Otro acontecimiento <strong>de</strong> gran importancia es el surgimiento <strong>de</strong> un<br />

nuevo modo <strong>de</strong> organizar la sociedad en la U.R.S.S.: el comunismo soviético. Este modo <strong>de</strong><br />

organización social va a ser junto con el Nacionalsocialismo o nazismo, motivo <strong>de</strong> interés para los<br />

miembros <strong>de</strong>l Instituto.<br />

La corriente filosófica <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Frankfurt buscaba respuestas a problemas relacionados<br />

con la naturaleza <strong>de</strong> la sociedad, <strong>de</strong>seaba saber cuáles eran los principales elementos y qué<br />

relaciones constituyen a una sociedad y el papel <strong>de</strong>l trabajo social así como el problema <strong>de</strong>l sujeto<br />

dominado. La obediencia que los sujetos manifiestan no es sino su expresión <strong>de</strong> carácter <strong>de</strong> seres<br />

dominados.<br />

La Escuela <strong>de</strong> Frankfurt inicia su periodo más importante cuando el filósofo Max Horkheimer<br />

asume la dirección <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Investigación Social en 1930. La llamada Teoría Crítica<br />

planteaba, en primer lugar, una orientación <strong>de</strong> tipo filosófica que permitiera saber cuál es el lugar<br />

que <strong>de</strong>terminado hecho social tiene <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un amplio or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> cosas. En segundo lugar, se<br />

procuraba incorporar datos empíricos obtenidos por medio <strong>de</strong> una observación directa <strong>de</strong> aquello<br />

que se estudia. Se incluían ciencias como la Economía, la Sociología y la Psicología Social.<br />

La Teoría Crítica buscaba que las Ciencias Sociales y el Marxismo coincidieran en un estudio<br />

más completo <strong>de</strong> la sociedad. La necesidad <strong>de</strong> este acercamiento la advirtió Max Horkheimer<br />

quien i<strong>de</strong>ntificó que había una separación injustificada entre la investigación directa y la sociedad y<br />

el pensamiento filosófico, el cual se caracteriza por proporcionar explicaciones en las que se<br />

utilizan conceptos muy generales.<br />

Para superar esta división entre la mera obtención <strong>de</strong> datos sobre la sociedad y la actividad que<br />

construye subconjuntos <strong>de</strong> conocimientos generales que no tienen una conexión directa con los<br />

aspectos observables, Horkheimer y Marcuse propusieron dos maneras <strong>de</strong> lograrlo: emprendieron<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

105


FILOSOFÍA II<br />

una crítica al Positivismo y daban a enten<strong>de</strong>r que la mera búsqueda <strong>de</strong> datos sobre los hechos era<br />

insuficiente para explicar los fenómenos sociales.<br />

Otra manera <strong>de</strong> superar la división entre Ciencias Sociales y Filosofía era el estudio<br />

interdisciplinario <strong>de</strong> los diferentes aspectos <strong>de</strong> la sociedad, con el fin <strong>de</strong> abarcar las múltiples<br />

características que presenta la sociedad. Horkheimer y Marcuse aprovecharon los instrumentos<br />

teóricos <strong>de</strong> los escritos <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong> Marx. Fue necesario incluir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Teoría Crítica, una<br />

teoría <strong>de</strong> la historia compatible con la teoría <strong>de</strong>l conocimiento materialista.<br />

Según Paul-Laurent Assoun:<br />

“El origen <strong>de</strong>l Instituto fue iniciativa <strong>de</strong> Félix J. Weil, hijo <strong>de</strong> un negociante en granos que<br />

hizo fortuna en Argentina. Durante el verano <strong>de</strong> 1922, en Ilmenau (Turingia) Weil, doctor en<br />

ciencias políticas, organizó la “Primera Semana <strong>de</strong> Sesiones Marxistas” que contó con la<br />

<strong>de</strong>stacada participación <strong>de</strong> Lukács, Korsch, Pollock y Wittfogel, quienes habrían <strong>de</strong> aclarar<br />

las nociones <strong>de</strong>l marxismo “verda<strong>de</strong>ro” o “puro”. Ahí nació la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un organismo<br />

permanente bajo la forma <strong>de</strong> un Instituto <strong>de</strong> Investigación in<strong>de</strong>pendiente, el cual se<br />

benefició con el donativo <strong>de</strong> Hermann Weil y con un contrato <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Educación;<br />

Instituto cuyo director habría <strong>de</strong> ser titular <strong>de</strong> una cátedra en la Universidad.<br />

El Instituto <strong>de</strong> Investigación Social (que habría <strong>de</strong> llamarse “Instituto para el Marxismo”,<br />

<strong>de</strong>spués “Instituto Félix Weil <strong>de</strong> Investigación Social”) fue creado oficialmente por el<br />

<strong>de</strong>creto ya mencionado, <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Educación, sobre la base <strong>de</strong> un acuerdo con la<br />

“Asociación para la Investigación Social”. Abrió las puertas <strong>de</strong> sus locales, <strong>de</strong> manera<br />

oficial, el 22 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1924 (<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una estancia en el Museo Senckenberg <strong>de</strong><br />

Ciencias Naturales). El director electo, Kurt Albert Gerlach murió en octubre <strong>de</strong> 1923 y fue<br />

Carl Grunberg quien <strong>de</strong>sempeñó la función hasta 1930. El Instituto estaba instalado en el<br />

número 17 <strong>de</strong> la calle Victoria, cerca <strong>de</strong> la esquina <strong>de</strong> Bockenheimer Landstrasse, en el<br />

campus universitario <strong>de</strong> Francfort. Su primera revista fue Archiv que en 1932 fue sustituida<br />

por Zeitschrift. (...)<br />

El Instituto <strong>de</strong> Francfort, en sus orígenes, estuvo marcado por la sociología bajo el ángulo<br />

más positivo, es <strong>de</strong>cir el económico. Antes <strong>de</strong> la ruptura <strong>de</strong> 1930 en que la línea filosófica<br />

<strong>de</strong>bía imponerse con Horkheimer, son los economistas quienes lo dominan. La<br />

Sozialforschung podía entonces enten<strong>de</strong>rse en el sentido estricto como el estudio <strong>de</strong> la<br />

trama económica <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s sociales. Hacia esta disciplina convergen, en la misma<br />

época, diversas tentativas <strong>de</strong> sociología científica.<br />

Debe recordarse en efecto que a principio <strong>de</strong> los años veinte se dieron los gran<strong>de</strong>s<br />

proyectos sociológicos (Durkheim, <strong>Web</strong>er, Marx) y que jamás se precisó la esperanza <strong>de</strong><br />

una sociología científica. Entre otras, que nacen entonces, bajo el efecto <strong>de</strong> los<br />

movimientos <strong>de</strong>sprendidos <strong>de</strong> la social-<strong>de</strong>mocracia alemana, está la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una ciencia<br />

social <strong>de</strong> la cual el marxismo sería sólo uno <strong>de</strong> sus componentes. Grunberg, el primer<br />

director <strong>de</strong>l Instituto, concibe el marxismo como el mo<strong>de</strong>lo privilegiado <strong>de</strong> la<br />

Sozialwissenschaft, pero tendía a reducirlo a una metodología científica y hasta inductiva, lo<br />

cual no estaba <strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> una ten<strong>de</strong>ncia positivista.<br />

En la misma época, Félix Weil, padrino <strong>de</strong>l Instituto consagra su tesis a la planificación<br />

socialista (1921). Esta ten<strong>de</strong>ncia positivista y economicista se reencuentra en el principal<br />

sociólogo <strong>de</strong>l Instituto, Karl August Wittfogel, en sus estudios sobre China (1926-1931), que<br />

<strong>de</strong>sembocan en el célebre trabajo Economía y Sociedad en China.<br />

En el fondo, el Instituto podía pasar como un ejemplo <strong>de</strong> ese tipo <strong>de</strong> centros para<br />

investigación sociológica creados en Alemania a principios <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Weimar. No<br />

obstante, el avance <strong>de</strong> Francfort se singularizaría por un uso crítico especialmente audaz <strong>de</strong><br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

106


FILOSOFÍA II<br />

las categorías sociológicas. (Paul-Laurent Assoun, La Escuela <strong>de</strong> Francfort, México,<br />

Publicaciones Cruz O., 1998, pp. 5-41-42).<br />

Como apoyo al tema anterior te presentamos el escrito Nuestra forma <strong>de</strong> vida nos hace<br />

<strong>de</strong>sdichados <strong>de</strong> Erich Fromm.<br />

La mayoría <strong>de</strong> los norteamericanos cree que nuestra sociedad <strong>de</strong> consumidores felices,<br />

amantes <strong>de</strong> diversiones y viajeros en “jet” proporciona la máxima felicidad a la inmensa<br />

mayoría. Por el contrario, yo creo que nuestra actual forma <strong>de</strong> vida conduce a una creciente<br />

ansiedad, a una <strong>de</strong>samparada impotencia y, finalmente, a la <strong>de</strong>sintegración <strong>de</strong> nuestra<br />

cultura.<br />

Rehúso i<strong>de</strong>ntificar diversión con placer, excitación con alegría, ocupación con felicidad,<br />

así como al “hombre-organización” indiferente y anodino, con el individuo in<strong>de</strong>pendiente.<br />

Des<strong>de</strong> este aspecto crítico, nuestros porcentajes <strong>de</strong> alcoholismo, suicidio y divorcio,<br />

<strong>de</strong>lincuencia juvenil, sistemas <strong>de</strong> “gang”, actos <strong>de</strong> violencia y la indiferencia general hacia<br />

la vida, son síntomas característicos <strong>de</strong> nuestra “patología <strong>de</strong> la normalidad”.<br />

Pudiera replicarse que tales fenómenos patológicos existen porque todavía no hemos<br />

alcanzado nuestro objetivo: la sociedad opulenta. (En 1962, casi un tercio <strong>de</strong> la población<br />

ganaba menos <strong>de</strong> 4,000 dólares anuales por familia). Pero el progreso material alcanzado en<br />

las últimas décadas nos permite confiar en que nuestro sistema produzca, con el tiempo,<br />

una sociedad materialmente opulenta. Sin embargo, ¿seremos entonces más felices?<br />

El ejemplo <strong>de</strong> Suecia, uno <strong>de</strong> los países más prósperos, <strong>de</strong>mocráticos y pacíficos, no es<br />

muy estimulante; Suecia, como se ha observado a menudo a pesar <strong>de</strong> todas sus<br />

segurida<strong>de</strong>s materiales ostenta el porcentaje más elevado <strong>de</strong> suicidios y alcoholismo <strong>de</strong><br />

Europa, en tanto que un país mucho más pobre, como es Irlanda, ofrece el índice más bajo a<br />

este respecto. ¿No se <strong>de</strong>berá esto a que nuestro sueño <strong>de</strong> bienestar material per se no<br />

conduce a la felicidad, sino que es sólo eso, un sueño, una ilusión?<br />

Los filósofos humanistas <strong>de</strong> los siglos XVIII y XIX, nuestros antecesores i<strong>de</strong>ológicos,<br />

opinaban, ciertamente, que la finalidad <strong>de</strong> la vida radicaba en el pleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las<br />

potencialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la persona; lo importante era la persona que es mucho, no la que tiene<br />

mucho o consume mucho. Para ellos, la producción económica era un medio para el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l hombre, no un fin. Hoy, al parecer, los medios se han convertido en fines, y<br />

no sólo “Dios ha muerto”, como dijo Nietzsche en el siglo XIX, sino que también ha muerto<br />

el hombre. Lo que vive son las organizaciones, las máquinas: el hombre se ha convertido en<br />

un esclavo <strong>de</strong> ellas, en lugar <strong>de</strong> ser su dueño.<br />

Cada sociedad crea su tipo <strong>de</strong> personalidad, <strong>de</strong> acuerdo con su manera <strong>de</strong> educar a los<br />

hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la familia, sus sistemas <strong>de</strong> enseñanza, sus valores efectivos, es <strong>de</strong>cir,<br />

aquellos valores que se recompensan y no los que solamente se predican. Cada sociedad<br />

crea el tipo <strong>de</strong> “carácter social” que necesita para su a<strong>de</strong>cuado funcionamiento. Forma<br />

hombres que quieren hacer lo que tienen que hacer. ¿Qué clase <strong>de</strong> hombres necesita<br />

nuestro burocratizado industrialismo a gran escala?<br />

Necesita hombres que cooperen dócilmente en gran<strong>de</strong>s <strong>grupo</strong>s, que quieran consumir<br />

cada vez más y cuyos gustos standarizados puedan orientarse y anticiparse fácilmente.<br />

Necesita hombres que se sientan libres e in<strong>de</strong>pendientes pero que sin embargo estén<br />

<strong>de</strong>seosos <strong>de</strong> ser dirigidos, <strong>de</strong> hacer lo que se espera <strong>de</strong> ellos, encajar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />

maquinaria social sin fricciones; hombres que puedan ser guiados sin coacción, dirigidos<br />

sin director, impulsados sin más objetivo que el <strong>de</strong> estar en movimiento, funcionar, ir<br />

a<strong>de</strong>lante.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

107


FILOSOFÍA II<br />

El mo<strong>de</strong>rno industrialismo ha obtenido un rotundo éxito en la producción <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong><br />

hombre. Es el hombre “alienado”. Está alienado en el sentido <strong>de</strong> que sus actos y sus<br />

propias fuerzas han llegado a enajenarse <strong>de</strong> él; están por encima y contra él: le gobiernan<br />

en vez <strong>de</strong> ser gobernadas. Sus fuerzas vitales han sido transformadas en cosas e<br />

instituciones que han llegado a convertirse en ídolos. Son algo aparte <strong>de</strong> él, algo que<br />

idolatra y a lo que se somete. El hombre alienado se inclina ante las obras <strong>de</strong> sus propias<br />

manos. Se consi<strong>de</strong>ra a sí mismo no como el portador activo <strong>de</strong> sus propias fuerzas y<br />

bienes, sino como una “cosa” empobrecida y <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> otras cosas que le son ajenas.<br />

Es el prisionero <strong>de</strong> las circunstancias económicas y políticas que él mismo ha creado.<br />

Puesto que nuestra organización económica se basa en un consumo sostenido y en<br />

constante crecimiento (piénsese en la amenaza que representaría para nuestra economía el<br />

que la gente no comprara un coche nuevo sino cuando el viejo estuviera realmente<br />

anticuado), al hombre industrial contemporáneo se le incita a convertirse en un “ansioso<br />

por consumir”, en un “loco por el consumo”. Sin el menor placer auténtico consume bebida,<br />

alimentos, cigarrillos, espectáculos, conferencias, libros, películas, televisión, cualquier<br />

nuevo artificio que surja. El mundo se ha convertido en un inmenso seno materno, y el<br />

hombre en un eterno lactante, siempre ansioso y siempre <strong>de</strong>cepcionado.<br />

El sexo es ahora uno <strong>de</strong> los principales objetos <strong>de</strong> consumo. Nuestros quioscos rebosan<br />

<strong>de</strong> revistas “sexy”; los porcentajes <strong>de</strong> chicas que tienen relaciones sexuales premaritales y<br />

<strong>de</strong> madres solteras alcanzan una cifra exorbitante. Pudiera argüirse que todo ello representa<br />

una necesaria emancipación <strong>de</strong> la moralidad victoriana, que es una saludable afirmación <strong>de</strong><br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, que refleja el principio freudiano <strong>de</strong> que la represión pue<strong>de</strong> producir<br />

neurosis.<br />

Si bien estos argumentos son verda<strong>de</strong>ros hasta cierto punto, omiten un aspecto principal.<br />

Ni la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia ni el principio freudiano constituyen la causa principal <strong>de</strong> nuestra actual<br />

libertad sexual. Nuestras costumbres sexuales son parte integrante <strong>de</strong> nuestro “culto al<br />

consumo”, cuyo principio primordial fue ya sucintamente expuesto por Aldous Huxley en<br />

Brave New World (“Un mundo feliz”): “Nunca <strong>de</strong>jes para mañana el placer que puedas tener<br />

hoy”. La naturaleza ha dotado a hombres y mujeres con la capacidad <strong>de</strong> excitación sexual;<br />

pero la excitación producida por el consumo -sexo o cualquier otra mercancía- no es lo<br />

mismo que vitalidad y riqueza <strong>de</strong> experiencias.<br />

En general, nuestra sociedad está convirtiéndose en una empresa mastodóntica dirigida<br />

por una burocracia gigantesca, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cuya maquinaria el hombre es sólo una minúscula<br />

y bien engrasada rue<strong>de</strong>cilla. Se le lubrica con salarios elevados, márgenes <strong>de</strong> beneficios,<br />

fábricas bien ventiladas, música ambiental, psicólogos y expertos en “relaciones humanas”;<br />

pero, a pesar <strong>de</strong> tanta lubricación, el hombre se ha vuelto impotente, ineficaz, y no participa<br />

auténticamente en su trabajo porque está hastiado <strong>de</strong> él. En realidad, los obreros y<br />

oficinistas se han convertido en marionetas económicas que bailan al son <strong>de</strong> máquinas<br />

automáticas bajo dirección burocrática.<br />

El obrero y el empleado se sienten angustiados no solamente ante el temor <strong>de</strong> verse sin<br />

empleo (y con los plazos <strong>de</strong> sus compras vencidos): también lo están porque se ven<br />

incapaces <strong>de</strong> sentir la menor satisfacción real o interés por la vida. Viven y mueren sin<br />

haberse enfrentado a las realida<strong>de</strong>s fundamentales <strong>de</strong> la existencia humana, como seres<br />

humanos auténticos e in<strong>de</strong>pendientes, emocional e intelectualmente productivos.<br />

No menos angustiados se sienten aquellos que están situados en los estadios más<br />

elevados <strong>de</strong> la escala social. Sus vidas no están menos vacías que las <strong>de</strong> sus subordinados.<br />

Incluso se sienten más inseguros en algunos aspectos.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

108


FILOSOFÍA II<br />

Están participando en una carrera sumamente competitiva. A<strong>de</strong>lantar o quedarse rezagado<br />

ya no es sólo cuestión <strong>de</strong> salario sino, más aún, <strong>de</strong> amor propio. Cuando solicitan su primer<br />

empleo, se les somete a un “test” <strong>de</strong> inteligencia y a ciertas pruebas que indican si poseen<br />

la mezcla a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> sumisión e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

A partir <strong>de</strong> ese momento, son examinados una y otra vez: por los psicólogos, para<br />

quienes los “tests” constituyen un gran negocio, y por sus superiores, que juzgan su<br />

comportamiento, su sociabilidad, su capacidad para salir a<strong>de</strong>lante, etcétera. Esta constante<br />

necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que uno es tan bueno o mejor que el competidor crea una angustia<br />

creciente y una tensión que son causa fundamental <strong>de</strong> <strong>de</strong>sdichas y enfermeda<strong>de</strong>s<br />

psicosomáticas.<br />

El “hombre-organización”, por muy bien alimentado y lubricado que esté, y aunque<br />

disfrute <strong>de</strong> las diversiones a<strong>de</strong>cuadas, pue<strong>de</strong>, sin embargo, carecer <strong>de</strong> un sentimiento <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>ntidad, porque ninguna <strong>de</strong> sus sensaciones o pensamientos brotan <strong>de</strong> sí mismo, ninguno<br />

es auténtico. Carece <strong>de</strong> conviccciones, lo mismo en política que en religión, filosofía o<br />

amor. Se siente atraído por el “último mo<strong>de</strong>lo” en i<strong>de</strong>as, arte y modas y vive bajo la ilusión<br />

ficticia <strong>de</strong> que los pensamientos y las sensaciones que ha adquirido escuchando todos los<br />

medios <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> masas son suyos, originales.<br />

Siente un nostálgico anhelo por una vida <strong>de</strong> individualismo, <strong>de</strong> iniciativa propia, <strong>de</strong><br />

justicia, y satisface este anhelo viendo una película <strong>de</strong>l Oeste. Pero estos valores han<br />

<strong>de</strong>saparecido <strong>de</strong> la vida real en un mundo <strong>de</strong> corporaciones gigantescas, <strong>de</strong> gigantescas<br />

burocracias estatales y militares y gigantescos sindicatos obreros. El, individuo, se siente<br />

tan ínfimo ante estos gigantes que solamente ve un modo <strong>de</strong> escapar a esa sensación <strong>de</strong><br />

absoluta insignificancia: i<strong>de</strong>ntificándose con los gigantes e idolatrándolos como a los<br />

verda<strong>de</strong>ros representantes <strong>de</strong> sus propias potencias humanas, <strong>de</strong> las cuales él mismo se ha<br />

<strong>de</strong>sposeído.<br />

Su esfuerzo por escapar <strong>de</strong> la angustia toma también otras formas. Su satisfacción ante<br />

una nevera bien provista bien pudiera ser una forma inconsciente <strong>de</strong> tranquilizarse, <strong>de</strong><br />

sentirse seguro. Su pasión por el consumo -<strong>de</strong>s<strong>de</strong> televisión a sexo- es también otro<br />

síntoma: los psiquiatras encuentran a menudo este mecanismo en pacientes angustiados,<br />

que buscan, en una orgía <strong>de</strong> compras o comida, la forma <strong>de</strong> evadirse <strong>de</strong> sus problemas.<br />

El hombre cuya vida se concentra en producir, ven<strong>de</strong>r y consumir artículos, se transforma<br />

a sí mismo en una mercancía. Llega a sentirse cada vez más atraído por todo lo mecánico o<br />

hecho por el hombre, más que por lo natural u orgánico. Muchos hombres se sienten más<br />

interesados por los coches <strong>de</strong>portivos que por la mujer, o tratan a las mujeres como si<br />

fueran coches, que pue<strong>de</strong>n ponerse en marcha apretando el botón a<strong>de</strong>cuado.<br />

Al mismo tiempo, creen que también la felicidad es una cuestión <strong>de</strong> encontrar el botón<br />

apropiado, y no el resultado <strong>de</strong> una vida rica, creativa, una vida que requiere esfuerzos y<br />

comporta sus riesgos. En busca <strong>de</strong> aquel botón, unos acu<strong>de</strong>n al psicoanalista, otros a la<br />

iglesia; algunos leen libros <strong>de</strong> “ayú<strong>de</strong>se a sí mismo”. Pero, puesto que es imposible hallar<br />

ese botón que proporciona la felicidad, casi todos se dan por satisfechos con apretar los <strong>de</strong><br />

sus cámaras fotográficas, radios y televisores, contemplando cómo la ciencia-ficción se<br />

convierte en realidad.<br />

Uno <strong>de</strong> los aspectos más extraños <strong>de</strong> esta mecánica forma <strong>de</strong> vida es la generalizada<br />

<strong>de</strong>spreocupación que existe acerca <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción total por las armas nucleares,<br />

aunque la gente está perfectamente enterada <strong>de</strong> esa posibilidad.<br />

La explicación, creo, es que se sienten más orgullosos que atemorizados por todos los<br />

artefactos <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción masiva. A<strong>de</strong>más, temen <strong>de</strong> tal forma a todo fallo o humillación<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

109


FILOSOFÍA II<br />

personal, que su angustia por los asuntos privados posterga la ansiedad por el peligro <strong>de</strong><br />

que todo y todos puedan ser <strong>de</strong>struidos. Tal vez una <strong>de</strong>strucción absoluta pudiera resultar<br />

más atractiva que la inseguridad total y una inacabable angustia personal.<br />

¿Estoy sugiriendo que el hombre mo<strong>de</strong>rno está sentenciado a muerte y que <strong>de</strong>beríamos<br />

regresar a los modos <strong>de</strong> producción preindustrial o al capitalismo <strong>de</strong>ciomonónico <strong>de</strong> “libre<br />

empresa”? Nada <strong>de</strong> eso. Los problemas no se solucionan jamás retornando a una etapa<br />

superada. Lo que sugiero es la transformación <strong>de</strong> nuestro sistema social, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un<br />

industrialismo burocráticamente dirigido, en el cual la producción al máximo y el consumo<br />

son fines en sí mismos (en la Unión Soviética al igual que en los países capitalistas), a un<br />

industrialismo humanista en el cual el hombre y el pleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus capacida<strong>de</strong>s -las<br />

<strong>de</strong>l amor y las <strong>de</strong> la razón- sean los objetivos <strong>de</strong> toda or<strong>de</strong>nación social. Producción y<br />

consumo servirían solamente como medios para este fin, y se <strong>de</strong>bería impedir que dirigieran<br />

al hombre.<br />

Una Nueva Clase <strong>de</strong> Hombres<br />

Para po<strong>de</strong>r alcanzar esta meta necesitamos un Reconocimiento <strong>de</strong>l Conocimiento y <strong>de</strong>l<br />

Humanismo. Este conocimiento <strong>de</strong>bería ser, sin embargo, más radicalmente realista y<br />

crítico que el <strong>de</strong> los siglos XVII y XVIII. Hablo <strong>de</strong> un Humanismo orientado hacia el pleno<br />

<strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong>l hombre total, no <strong>de</strong>l hombre artificio ni <strong>de</strong>l hombre consumidor o <strong>de</strong>l<br />

hombre organización. El objetivo <strong>de</strong> una sociedad humanista sería un hombre que ame la<br />

vida, que tenga fe en ella, que sea productivo e in<strong>de</strong>pendiente. Tal transformación será<br />

posible si admitimos que nuestra actual forma <strong>de</strong> vida nos vuelve estériles y <strong>de</strong>struye, a la<br />

larga, la vitalidad necesaria para sobrevivir.<br />

Que tal transformación sea posible ya es otro cantar. Pero no seremos capaces <strong>de</strong> llevarla<br />

a cabo con éxito mientras no veamos la alternativa con claridad y nos <strong>de</strong>mos cuenta <strong>de</strong> que<br />

la elección está aún en nuestras manos. El primer paso hacia el cambio es la insatisfacción<br />

con nuestro modo <strong>de</strong> vida.<br />

Respecto a estos cambios, una cosa es evi<strong>de</strong>nte: <strong>de</strong>ben tener lugar simultáneamente en<br />

todas las esferas: lo económico, lo social, lo político y lo espiritual. Un cambio restringido a<br />

una sola esfera sólo conduciría a un callejón sin salida, como ocurrió con la Revolución<br />

Francesa, puramente política, o con la Revolución Rusa, puramente económica.<br />

El hombre es producto <strong>de</strong> las circunstancias, pero las circunstancias también son<br />

producto <strong>de</strong>l hombre. Este ostenta una capacidad singular que le diferencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más<br />

seres vivientes: la capacidad <strong>de</strong> tener conciencia <strong>de</strong> sí mismo y <strong>de</strong> aquellas circunstancias<br />

y, en consecuencia, <strong>de</strong> proyectar y actuar conforme a su conocimiento.<br />

EVALUACIÓN<br />

De acuerdo al compendio fascículo 3 y al texto anterior contesta lo que se te pi<strong>de</strong>:<br />

73. El propósito <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Frankfurt es:<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

110


FILOSOFÍA II<br />

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74. Explica lo que entien<strong>de</strong> Erich Fromm por nuestra actual forma <strong>de</strong> vida y lo que propone como<br />

alternativa a esa situación:<br />

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FILOSOFÍA LATINOAMERICANA Y COLONIALISMO CULTURAL<br />

Consi<strong>de</strong>rar a la filosofía como una creación <strong>de</strong> la cultura occi<strong>de</strong>ntal es poner en tela <strong>de</strong> juicio la<br />

autenticidad y originalidad <strong>de</strong> la filosofía latinoamericana.<br />

El filósofo argentino Juan Bautista Alberdi (1810-1884) fue uno <strong>de</strong> los primeros pensadores<br />

latinoamericanos que se ocuparon <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> una filosofía genuinamente americana. Según<br />

él, ésta se dará si los latinoamericanos siguen la ruta trazada por los países más a<strong>de</strong>lantados <strong>de</strong> la<br />

historia, como Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Para Alberdi, <strong>de</strong> las filosofías occi<strong>de</strong>ntales<br />

sólo se <strong>de</strong>ben tomar aspectos que convengan a nuestros problemas políticos, culturales y<br />

sociales.<br />

En el siglo XX, el filósofo mexicano José Vasconcelos (1882-1959) partía <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollar una filosofía auténtica, no nacionalista, que incorporara la temática <strong>de</strong> lo mexicano y lo<br />

americano al esquema <strong>de</strong> la filosofía universal.<br />

Como complemento a este tema, te presentamos un escrito <strong>de</strong> Gustavo Escobar Valenzuela y<br />

Mario Albarrán Vázquez <strong>de</strong>l libro Filosofía: un panorama <strong>de</strong> su problemática y corrientes<br />

contemporáneas.<br />

Como recordarás, en el primer capítulo, al iniciar nuestra aventura filosófica, vimos cómo<br />

ésta arranca con los filósofos griegos <strong>de</strong> la antigüedad, para continuar su <strong>de</strong>senvolvimiento<br />

en los países occi<strong>de</strong>ntales, siempre hacia la búsqueda <strong>de</strong> la verdad y el riguroso<br />

esclarecimiento <strong>de</strong> la realidad.<br />

Vimos, también, que in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> las <strong>de</strong>finiciones y concepciones que <strong>de</strong> la<br />

filosofía han aportado los distintos filósofos, ésta presenta ciertas características que, al<br />

parecer, siempre la han acompañado en su larga historia, como por ejemplo, actitud crítica,<br />

visión globalizadora <strong>de</strong> las cosas, radicalismo en sus problemáticas, búsqueda <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s<br />

o <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> vista universales, dubitación universal, entre otras.<br />

Estas características, junto con la manera <strong>de</strong> abordar los problemas, <strong>de</strong> plantearlos y<br />

resolverlos, ha permitido hablar <strong>de</strong> filosofía en la cultura occi<strong>de</strong>ntal, distinguiéndola <strong>de</strong><br />

otras activida<strong>de</strong>s y productos culturales tales como la ciencia, el arte y la religión. (...)<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

111


FILOSOFÍA II<br />

Pues bien, llegó el momento <strong>de</strong> preguntarnos por el hombre <strong>de</strong> estas latitu<strong>de</strong>s, por el<br />

hombre latinoamericano y su cultura. ¿Se podrá, entonces, hablar <strong>de</strong> una filosofía<br />

latinoamericana como ya lo hicimos <strong>de</strong> la filosofía europea? ¿Será original y auténtica esta<br />

filosofía? ¿Cuáles serán sus preocupaciones, sus problemas y temáticas fundamentales?<br />

¿Qué filósofos la representan?<br />

¿Son los problemas <strong>de</strong> esta filosofía -en caso <strong>de</strong> que existan temas muy peculiares-<br />

concernientes tan sólo al hombre latinoamericano (mexicano, argentino, peruano, chileno,<br />

cubano, panameño, colombiano, etc.) y a su circunstancia?; ¿o son temas universales que<br />

competen a todo ser humano y a toda cultura (el conocimiento, la política, las costumbres<br />

morales, etc.)? (...)<br />

La filosofía latinoamericana está profundamente ligada a los avatares <strong>de</strong> su historia; fruto<br />

es ella <strong>de</strong> una larga reflexión que los hombres <strong>de</strong> estas tierras -educadores, estadistas,<br />

poetas, ensayistas, filósofos, en fin- han venido haciendo en torno a las problemáticas que<br />

nos han tocado en suerte vivir.<br />

Muchas veces, y sobre todo en sus inicios, no se ha tratado <strong>de</strong> reflexiones puramente<br />

académicas o librescas, y mucho menos <strong>de</strong> embrolladas elucubraciones, sino <strong>de</strong><br />

propuestas <strong>de</strong> urgente solución, surgidas a partir <strong>de</strong> problemáticas bien concretas y vitales,<br />

en las que parece ir en juego la “humanidad” <strong>de</strong>l hombre americano, así como su <strong>de</strong>stino,<br />

su completa libertad y las perspectivas <strong>de</strong> su futuro, como integrante <strong>de</strong> una nueva nación<br />

que busca reafirmarse acor<strong>de</strong> con su i<strong>de</strong>ntidad, con su ser propio, y a la vez integrarse<br />

solidaria y humanamente con todas las naciones <strong>de</strong>l orbe.<br />

Para el logro <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>ales, nuestros pensadores -como lo atestigua la historia- lo<br />

mismo han empuñado la pluma que el sable; han sido escritores, maestros, científicos, pero<br />

también hombres <strong>de</strong> acción, hombres comprometidos con su realidad y <strong>de</strong>cididos incluso a<br />

ofrendar sus vidas en aras <strong>de</strong> sus justas <strong>de</strong>mandas, como es el caso <strong>de</strong> Hidalgo, Morelos,<br />

Bolivar, Martí, Sandino, el Ché Guevara y tantos otros. (...)<br />

El problema <strong>de</strong> la originalidad<br />

Entre los problemas característicos <strong>de</strong> la filosofía latinoamericana ocupa un lugar central el<br />

que se refiere a la autenticidad u originalidad, así como el valor y la naturaleza que implica<br />

dicha filosofía.<br />

Mientras que la filosofía occi<strong>de</strong>ntal no pone en tela <strong>de</strong> juicio la autenticidad <strong>de</strong> su<br />

filosofar, los pensadores latinoamericanos, en cambio, han llegado a preguntarse si lo que<br />

hacen es filosofía o no.<br />

Sería muy extraño preguntarse si lo que hicieron Sócrates, Platón, Kant o Marx es o no<br />

filosofía. Sin embargo, esta misma pregunta no causa extrañeza en el ámbito<br />

latinoamericano, pues al parecer no estamos seguros <strong>de</strong> si nuestras expresiones llamadas<br />

“filosóficas” realmente lo sean, sobre todo si las equiparamos con las <strong>de</strong>l pensamiento<br />

occi<strong>de</strong>ntal, postuladas como arquetípicas.<br />

¿A qué se <strong>de</strong>be esta actitud <strong>de</strong> duda frente a nuestro filosofar? Entre otras cosas, a que la<br />

filosofía latinoamericana es tributaria <strong>de</strong>l pensamiento occi<strong>de</strong>ntal. Así, amén <strong>de</strong> otras más,<br />

el liberalismo, el positivismo, el marxismo, etc., son filosofías que nosotros, los<br />

latinoamericanos, hemos importado para tratar <strong>de</strong> resolver los problemas que una<br />

<strong>de</strong>terminada realidad plantea.<br />

Entre los caracteres o rasgos distintivos que encontramos en la filosofía latinoamericana,<br />

el filósofo peruano Augusto Salazar Bondy (...) <strong>de</strong>staca el hecho <strong>de</strong> que esta filosofía “ha<br />

comenzado entre nosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cero, es <strong>de</strong>cir sin apoyo en una tradición intelectual<br />

vernácula, pues el pensar indígena no fue incorporado al proceso <strong>de</strong> la filosofía<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

112


FILOSOFÍA II<br />

hispanoamericana”, <strong>de</strong> ahí que esta filosofía tenga el “carácter <strong>de</strong> un árbol trasplantado, no<br />

<strong>de</strong> una planta que surgiera <strong>de</strong> la conjunción <strong>de</strong> factores propicia a un brote original y<br />

vigoroso <strong>de</strong> pensamiento (...)” La filosofía hispanoamericana, concluye el filósofo peruano,<br />

“vive <strong>de</strong> la tradición europea”.<br />

Respuestas al problema <strong>de</strong> la originalidad<br />

Múltiples respuestas y contribuciones se han generado en torno al problema <strong>de</strong> la<br />

autenticidad <strong>de</strong> la filosofía latinoamericana. Pero no es nuestra intención, en este breve<br />

capítulo, penetrar a fondo en todos los resquicios <strong>de</strong> esta problemática; limitémonos tan<br />

sólo a unos ejemplos:<br />

El problema <strong>de</strong> nuestra filosofía [sostiene Salazar Bondy] es la inautenticidad que se<br />

enraíza en nuestra condición <strong>de</strong> países sub<strong>de</strong>sarrollados y dominados. La superación <strong>de</strong> la<br />

filosofía está, así, íntimamente ligada a la superación <strong>de</strong>l sub<strong>de</strong>sarrollo y la dominación, <strong>de</strong><br />

tal manera que si pue<strong>de</strong> haber una filosofía auténtica ha <strong>de</strong> ser fruto <strong>de</strong> este cambio<br />

histórico trascen<strong>de</strong>ntal.<br />

Según Salazar Bondy, la filosofía hispanoamericana, con sus peculiarida<strong>de</strong>s propias, no<br />

ha sido un pensamiento genuino y original, sino inauténtico e imitativo en lo fundamental.<br />

La causa <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> este hecho es la existencia <strong>de</strong> un <strong>de</strong>fecto, <strong>de</strong> una limitación<br />

básica que ostenta nuestra sociedad y nuestra cultura (el filósofo peruano la llama “cultura<br />

<strong>de</strong>fectiva”).<br />

Vivimos alienados por el sub<strong>de</strong>sarrollo, maniatados por la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y la dominación a<br />

que estamos sujetos y siempre hemos estado.<br />

Ahora bien, la formación <strong>de</strong> un pensamiento genuino y original y su normal<br />

<strong>de</strong>senvolvimiento no podrán alcanzarse sin que se produzca una <strong>de</strong>cisiva transformación<br />

<strong>de</strong> nuestra sociedad mediante la cancelación o anulación <strong>de</strong>l sub<strong>de</strong>sarrollo y dominación<br />

que pa<strong>de</strong>cemos.<br />

Así, pues, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> nuestro pensamiento filosófico, la respuesta que nos<br />

da Salazar Bondy sobre el problema <strong>de</strong> la autenticidad <strong>de</strong> la filosofía latinoamericana es<br />

negativo: nuestro pensamiento filosófico es <strong>de</strong>fectivo e inauténtico a causa <strong>de</strong> nuestra<br />

sociedad y nuestra cultura que, como ya hemos visto, está sumida en la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

Sin embargo, se pregunta Salazar Bondy, ¿estamos con<strong>de</strong>nados por siempre a seguir<br />

así?, ¿no tenemos acaso la esperanza, la perspectiva <strong>de</strong> crear una filosofía original?<br />

La respuesta a estas interrogantes es positiva. Sí hay posibilida<strong>de</strong>s, en el futuro, <strong>de</strong> crear<br />

una filosofía nueva, libre <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias, que manifieste nuestro ser. Esta nueva filosofía<br />

original reflejará el pensamiento <strong>de</strong> una sociedad auténtica y creadora, tanto más valiosa<br />

cuanto más altos niveles <strong>de</strong> plenitud alcance la comunidad latinoamericana.<br />

Por otra parte, nos dice Salazar Bondy, existe esta posibilidad <strong>de</strong> cambio o <strong>de</strong><br />

transformación, ...porque el hombre en ciertas circunstancias -no frecuentes ni previsibles-<br />

salta por encima <strong>de</strong> su condición actual y trascien<strong>de</strong> en la realidad hacia nuevas formas <strong>de</strong><br />

vida, hacia manifestaciones inéditas que perdurarán o darán frutos en la medida en que el<br />

movimiento iniciado pueda exten<strong>de</strong>rse y provocar una dialéctica general,<br />

una totalización <strong>de</strong> <strong>de</strong>senvolvimiento, eso que en el terreno político-social son las<br />

revoluciones.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

113


FILOSOFÍA II<br />

Otro punto <strong>de</strong> vista sobre este problema lo encontramos en el filósofo mexicano<br />

Leopoldo Zea. Apoyándose en la historia <strong>de</strong> la filosofía latinoamericana, Zea trata <strong>de</strong><br />

mostrar cómo se han ido seleccionando, adaptando a nuestra realidad las diferentes<br />

expresiones <strong>de</strong> la filosofía occi<strong>de</strong>ntal.<br />

Lo original [que sí existe para Zea] habrá <strong>de</strong> darse no como una meta a alcanzar sino<br />

como algo que fatalmente se ha dado y se da a toda obra humana. En la misma acción <strong>de</strong><br />

copiar, <strong>de</strong> calcar, se da, aun sin preten<strong>de</strong>rlo y quizá a pesar nuestro, algo <strong>de</strong> nuestro modo<br />

<strong>de</strong> copiar.<br />

Lo importante es filosofar, pura y simplemente filosofar. Esto es, enfrentarse<br />

racionalmente a los problemas que nos plantea la realidad, buscando a tales problemas la<br />

solución más amplia y a<strong>de</strong>cuada.<br />

De este modo, los análisis lógicos más refinados y rigurosos no han <strong>de</strong> servir sino para<br />

estos fines.<br />

La solución al problema <strong>de</strong> la originalidad no estriba en la simple adquisición <strong>de</strong> una<br />

<strong>de</strong>terminada filosofía, por mucho profesionalismo que en la misma se ponga, sino en la<br />

solución que ha <strong>de</strong> darse al problema <strong>de</strong> nuestra relación con occi<strong>de</strong>nte, el cual se ha visto<br />

como un mo<strong>de</strong>lo a alcanzar.<br />

Este problema lo encuentra Zea en los inicios <strong>de</strong> la incorporación <strong>de</strong>l mundo no<br />

occi<strong>de</strong>ntal al llamado mundo occi<strong>de</strong>ntal, y cobra expresión en los pensadores románticos o<br />

liberales y positivistas <strong>de</strong>l siglo XIX, quienes preten<strong>de</strong>n llegar a la mo<strong>de</strong>rnidad adoptando<br />

filosofías como el liberalismo o el positivismo, por ejemplo Comte y Spencer.<br />

Semejante afán surge en los positivistas contemporáneos (los filósofos analíticos<br />

latinoamericanos) empeñados en adquirir una filosofía eminentemente crítica, ...una lógica<br />

precisa tan crítica y precisa [sostiene Zea] como es que ha hecho posible la técnica <strong>de</strong>l<br />

dominio atómico y si<strong>de</strong>ral <strong>de</strong>l mundo occi<strong>de</strong>ntal, por lo que los pueblos latinoamericanos<br />

acce<strong>de</strong>ríamos, igualmente, a ese paraíso que nos sigue siendo prohibido.<br />

Así pues, según Zea, para lograr un pensamiento plenamente original es necesario:<br />

...volver los ojos a nuestra historia, a nuestra tradición, no para repetirla, sino, por el<br />

contrario, para asimilarla, y hacer <strong>de</strong> ella experiencia que por serlo, no tendrá ya que ser<br />

repetida.<br />

Sarmiento, Alberdi, Bilbao, Lastarria, Mora, Caso, Korn, Vasconcelos, Deustúa, Ferreira,<br />

Ramos, Maríategui y otros muchos más son parte <strong>de</strong> una tradición que no pue<strong>de</strong> ni <strong>de</strong>be ser<br />

borrada a nombre <strong>de</strong>l rigor, <strong>de</strong>l profesionalismo o como se le quiera llamar. Bienvenido este<br />

rigor y profesionalismo, pero entendiéndolo como un instrumento para cambiar una<br />

situación que <strong>de</strong>be ser cambiada.<br />

De modo que una conclusión importante a la que llega Leopoldo Zea consiste en que es<br />

necesario “filosofar” pura y completamente, a fin <strong>de</strong> resolver nuestros problemas, los<br />

problemas <strong>de</strong>l hombre en una <strong>de</strong>terminada circunstancia, la propia <strong>de</strong> todo hombre, para<br />

que así, a partir <strong>de</strong> nuestras reflexiones seamos capaces <strong>de</strong> ofrecer, no ya una filosofía<br />

original -que ésa se dará naturalmente- sino nuestra aportación a una tarea que ya es<br />

común a todos los hombres y, por en<strong>de</strong>, a todos los pueblos, a partir <strong>de</strong>l nuestro sin<br />

discriminación alguna.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

114


FILOSOFÍA II<br />

A la crucial pregunta acerca <strong>de</strong> si hay o no filosofía auténtica, Zea nos contesta que no<br />

sólo es posible, sino que lo ha sido o lo es, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su autenticidad o<br />

inautenticidad.<br />

El <strong>de</strong>sarrollo o super<strong>de</strong>sarrollo no dará, por consiguiente -a diferencia <strong>de</strong> como piensa<br />

Salazar Bondy- una auténtica filosofía en Latinoamérica, pues aceptar esto equivaldría a<br />

seguir <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> las expresiones <strong>de</strong>l hombre occi<strong>de</strong>ntal.<br />

No repitamos -exclama Zea- la vieja historia, aceptando que sólo seremos auténticos en<br />

la medida en que nos asemejemos a la cultura occi<strong>de</strong>ntal. La autenticidad no se logrará con<br />

el mero <strong>de</strong>sarrollo como preten<strong>de</strong> Salazar Bondy, pues: ...ésta vendrá [respon<strong>de</strong> Zea] <strong>de</strong><br />

nuestra capacidad para enfrentarnos a los problemas que se nos plantean hasta sus últimas<br />

raíces, tratando <strong>de</strong> dar a los mismos la solución que se acerque más a la posibilidad <strong>de</strong> la<br />

realización <strong>de</strong>l nuevo hombre.<br />

En general, no encontramos entre los filósofos latinoamericanos contemporáneos<br />

respuestas absolutamente negativas al problema <strong>de</strong> la autenticidad.<br />

Casi todos participan <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que es posible el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una filosofía<br />

hispanoamericana auténtica. Sólo que para unos -como Salazar Bondy- esta filosofía<br />

surgirá en un futuro, cuando el sub<strong>de</strong>sarrollo y la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia hayan <strong>de</strong>saparecido; en<br />

cambio, para otros filósofos -como Leopoldo Zea- esta filosofía ya existe y ha existido a<br />

pesar <strong>de</strong>l sub<strong>de</strong>sarrollo, como “una filosofía sin más” o sea como una filosofía entre<br />

tantas que hay en el mundo, con la misma legitimidad y <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> expresarse.<br />

Dos vías para llegar a la originalidad<br />

Por otra parte, po<strong>de</strong>mos distinguir en la filosofía hispanoamericana contemporánea dos<br />

formas, dos propuestas, o vías, para ir hacia la autenticidad.<br />

Así, un <strong>grupo</strong> <strong>de</strong> filósofos piensa que esta filosofía auténtica sólo es posible lograrla<br />

mediante la reflexión sistemática <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s problemas universales que proporciona la<br />

filosofía clásica, o sea, la filosofía por antonomasia.<br />

Ante esto, otros pensadores, en cambio, consi<strong>de</strong>ran que la única manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar<br />

una auténtica filosofía latinoamericana consiste en reflexionar acerca <strong>de</strong> su propia realidad;<br />

sin soslayar, claro está, las valiosas y <strong>de</strong>cisivas aportaciones que nos ha dado la filosofía<br />

occi<strong>de</strong>ntal.<br />

Se dice que ambas maneras <strong>de</strong> filosofar son, en realidad, como las dos caras <strong>de</strong> un mismo<br />

proyecto <strong>de</strong> filosofar latinoamericano. Estas dos formas son las que nos permitirían la<br />

afirmación <strong>de</strong> nuestra condición humana, a través <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> una filosofía y <strong>de</strong> una<br />

cultura auténticas.<br />

Como pudiste darte cuenta, se advierten dos gran<strong>de</strong>s respuestas al problema <strong>de</strong> la<br />

autenticidad; por un lado la respuesta negativa, representada por Augusto Salazar Bondy y<br />

algunos otros pensadores que, con matices y variaciones, se afilien a las tesis por aquél<br />

sustentadas. Como vimos, Salazar Bondy niega que en el presente (al menos cuando<br />

escribe su libro, en 1968) exista una filosofía original, dado que nuestra cultura <strong>de</strong>fectiva,<br />

subordinada y sub<strong>de</strong>sarrollada nos lo ha impedido.<br />

Obsérvese que Salazar Bondy no dice que el latinoamericano -por razones raciales u<br />

ontológicas- no sea capaz <strong>de</strong> crear filosofía; su negación más bien se basa en factores<br />

sociales, económicos e históricos.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

115


FILOSOFÍA II<br />

Por otro lado, Leopoldo Zea representa la postura o respuesta positiva frente a nuestro<br />

problema: no obstante el sub<strong>de</strong>sarrollo, no obstante nuestras carencias y limitaciones sí<br />

poseemos una filosofía propia. Pero en este caso, la originalidad, la autenticidad, es<br />

entendida como la capacidad <strong>de</strong> elegir, <strong>de</strong> adaptar, a la realidad latinoamericana,<br />

filosofemas occi<strong>de</strong>ntales -los cuales es preciso ver como un arsenal <strong>de</strong> instrumentos.<br />

Zea, pues, acu<strong>de</strong> a la historia latinoamericana, la cual nos muestra cómo los<br />

latinoamericanos han adoptado, han asimilado, diferentes filosofías para resolver sus<br />

problemas concretos; tal es el caso <strong>de</strong>l liberalismo, <strong>de</strong>l positivismo en el siglo XIX; tal es el<br />

caso <strong>de</strong>l marxismo, <strong>de</strong> la teología <strong>de</strong> la liberación, <strong>de</strong>l neokantismo, etc., en el siglo XX.<br />

Cabe señalar que el problema <strong>de</strong> la originalidad actualmente ya no se discute, pues<br />

pertenece a la historia. Es necesario -se piensa ahora- filosofar con rigor y profesionalismo<br />

sin buscar la originalidad ya que está vendrá por añadidura.<br />

EVALUACIÓN<br />

Una vez estudiado el tema en tu compendio fascículo 3 y en el fragmento anterior contesta lo<br />

siguiente:<br />

75. Augusto Salazar Bondy concibe el problema <strong>de</strong> la originalidad en la filosofía latinoamericana<br />

como:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_________<br />

76. Leopoldo Zea concibe el problema <strong>de</strong> la originalidad en la filosofía latinoamericana como:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_________<br />

PENSAMIENTO ESTÉTICO Y UTOPÍA LATINOAMERICANA.<br />

En 1750 el filósofo alemán Baumgarten propone por vez primera una i<strong>de</strong>a más restringida <strong>de</strong>l<br />

arte, ya que para él, la obra <strong>de</strong> arte es una expresión, una manifestación o un producto<br />

caracterizado esencialmente por su belleza. Esto significa que es la belleza contenida en una obra<br />

humana la que le hace pertenecer a la esfera <strong>de</strong>l arte.<br />

Este mismo pensador propone el establecimiento <strong>de</strong> una rama <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong>dicada a estudiar<br />

el arte y la belleza. A esta disciplina la <strong>de</strong>nominó Estética; y en consecuencia, el llamado<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

116


FILOSOFÍA II<br />

pensamiento estético es toda reflexión sobre el arte y la belleza. La aceptación <strong>de</strong> esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l<br />

arte y <strong>de</strong> una disciplina específica que se encargara <strong>de</strong> su estudio se produjo, sustancialmente,<br />

<strong>de</strong>bido al hecho <strong>de</strong> que en la propia sociedad capitalista <strong>de</strong>l siglo XVIII ya se había producido una<br />

división <strong>de</strong> las distintas activida<strong>de</strong>s humanas.<br />

Una vez que la obra <strong>de</strong> arte quedó <strong>de</strong>finida con cierta claridad, el pensamiento estético se dio a<br />

la tarea <strong>de</strong> clasificarlas. Así, enten<strong>de</strong>mos por modalidad <strong>de</strong>l arte a las principales formas en que<br />

éste se expresa. Por ejemplo: la música, la danza, la pintura, la escultura, la literatura, el teatro y el<br />

cine. Asimismo, al interior <strong>de</strong> cada modalidad <strong>de</strong>l arte se dan formas particulares <strong>de</strong> expresión que<br />

<strong>de</strong>nominaremos géneros. Por ejemplo, en la música, encontramos los géneros <strong>de</strong> la música<br />

clásica y la música popular. Por otra parte, cada artista ubicado en una modalidad y un género<br />

<strong>de</strong>terminado imprime un sello personal a su obra, que nos permite distinguirlo <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> otros<br />

artistas.<br />

Otra forma <strong>de</strong> clasificar los fenómenos artísticos es aquel que tiene que ver con la relación que<br />

guarda la obra artística con la realidad.<br />

El arte como representación.<br />

Se refiere al conjunto <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> arte que reproducen o representan la realidad natural o humana.<br />

El mérito <strong>de</strong>l artista consiste en resaltar o en hacer patente la belleza que se encuentra en la<br />

naturaleza o en la vida humana. De esta manera, el arte imitativo tien<strong>de</strong> a ser bello en la medida<br />

en que logra representar la belleza que existe en la realidad.<br />

El arte como expresión.<br />

Otro tipo <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> arte se caracterizan no por reflejar la realidad exterior, sino por reflejar la<br />

realidad interior. En este caso, la obra <strong>de</strong> arte es un medio a través <strong>de</strong>l cual el artista expresa su<br />

mundo interior; es <strong>de</strong>cir, sus estados <strong>de</strong> ánimo, sus i<strong>de</strong>as sobre el mundo y la vida, sus<br />

preocupaciones, sus sentimientos, sus emociones y sus <strong>de</strong>seos.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

117


FILOSOFÍA II<br />

Así, el arte como expresión aspira sobre todo a que el consumidor <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> arte viva las<br />

emociones, preocupaciones o experiencias <strong>de</strong>l artista: dolorosas o placenteras, buenas o terribles.<br />

Cuando el espectador logra experimentar en sí mismo las emociones o hace suyas las<br />

preocupaciones o experiencias <strong>de</strong>l artista entonces el proceso artístico se completa.<br />

El arte como construcción.<br />

Hace alusión a un conjunto <strong>de</strong> artistas que parten <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que si bien la realidad contiene<br />

elementos positivos, bellos y valiosos; también está salpicada <strong>de</strong> aspectos negativos: errores,<br />

<strong>de</strong>ficiencias, e inclusive aspectos viles y bajos. En consecuencia, se asume la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la obra<br />

<strong>de</strong> arte no <strong>de</strong>be imitar o reproducir la realidad sino corregirla y perfeccionarla.<br />

Corregir la realidad significa reconstruirla, eliminando <strong>de</strong> ella lo negativo y lo erróneo,<br />

<strong>de</strong>purándola <strong>de</strong> los elementos que la afean y envilecen. Reconstruida así, la realidad se plasma en<br />

la obra <strong>de</strong> arte como una realidad i<strong>de</strong>alizada y cercana a la perfección; no la realidad como es sino<br />

como <strong>de</strong>bería ser.<br />

En buena parte <strong>de</strong> la poesía romántica se presentan numerosos ejemplos <strong>de</strong>l arte como<br />

i<strong>de</strong>alización <strong>de</strong> la realidad. La amada aparece <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> todo <strong>de</strong>fecto y engalanada; incluso<br />

en la conquista <strong>de</strong>l ser amado se elimina toda aspereza, como en el poema “Táctica y estrategia”<br />

<strong>de</strong> Mario Bene<strong>de</strong>tti:<br />

...mi táctica es hablarte y escucharte,<br />

construir con palabras un puente in<strong>de</strong>structible.<br />

Mi táctica es quedarme en tu recuerdo,<br />

no sé cómo, ni sé con qué pretexto, pero quedarme...<br />

Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé<br />

con qué pretexto, por fin me necesites.<br />

El arte como creación.<br />

En la época mo<strong>de</strong>rna un importante conjunto <strong>de</strong> artistas ha renunciado a reproducir la realidad e<br />

incluso a corregirla, empeñándose en ir más allá <strong>de</strong> don<strong>de</strong> ésta termina. La fuerza que es capaz <strong>de</strong><br />

hacernos abandonar la realidad es la imaginación o la fantasía. Cuando a la imaginación se le<br />

<strong>de</strong>spoja <strong>de</strong> todo obstáculo, <strong>de</strong> todo límite, <strong>de</strong> toda prohibición, es capaz no imitar o corregir la<br />

realidad sino <strong>de</strong> inventar una realidad completamente diferente. Es como si los artistas se<br />

transformaran en pequeños dioses capaces <strong>de</strong> inventar o <strong>de</strong> crear mundos, universos o realida<strong>de</strong>s<br />

insospechadas, inconcebibles, extrañas, mágicas, increíbles y maravillosas. En este sentido, el<br />

arte es creación pura, que poco o nada tiene que ver con la realidad como la entien<strong>de</strong> el hombre<br />

común, el científico o el filósofo.<br />

Una <strong>de</strong> las manifestaciones <strong>de</strong>l arte como creación es el Surrealismo. Los pintores surrealistas<br />

intentan pintar sus sueños nocturnos, lo mismo que sus sueños encantadores o sus más terribles<br />

pesadillas. Toda vez que en el proceso <strong>de</strong>l sueño la mente se abandona a la fantasía, las escenas<br />

que plasma el pintor surrealista son escenas extrañas e insólitas que poco tienen que ver con la<br />

realidad común y cotidiana.<br />

La experiencia estética.<br />

Cuando el hombre se relaciona con una obra <strong>de</strong> arte para disfrutar la belleza que contiene vive<br />

una experiencia estética. Esta experiencia se caracteriza por la necesidad <strong>de</strong> que intervengan<br />

algunos <strong>de</strong> los sentidos <strong>de</strong>l hombre; por ejemplo, cuando contemplamos una obra <strong>de</strong> teatro es<br />

indispensable que participe la mente si se quiere enten<strong>de</strong>r la trama <strong>de</strong> la obra y sus personajes,<br />

así como nuestros sentidos <strong>de</strong> la vista, <strong>de</strong>l oído y la sensibilidad para ser capaces <strong>de</strong> sentir alegría,<br />

tristeza o la ira que nos produce la obra.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

118


FILOSOFÍA II<br />

En este sentido, <strong>de</strong>cimos que la experiencia estética es una experiencia humana integral. Una<br />

experiencia en la que participa todo lo que somos: nuestra mente, nuestros sentidos, nuestra<br />

sensibilidad y nuestro cuerpo. Y aunque no toda obra <strong>de</strong> arte convoca a todo nuestro ser, el buen<br />

arte implica este compromiso.<br />

Por otra parte, es característico <strong>de</strong> esta experiencia el ser una experiencia individual, en el<br />

sentido <strong>de</strong> que cada individuo tendrá una impresión intelectual, emocional y orgánica propia <strong>de</strong><br />

cada obra <strong>de</strong> arte. Impresión que<br />

<strong>de</strong>termina que la valoración o calificación <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> arte sea igualmente personal o subjetiva.<br />

Al carácter subjetivo <strong>de</strong> la experiencia estética hemos <strong>de</strong> agregar otra característica que está en<br />

la base misma <strong>de</strong> la experiencia. Si el hombre que contempla una obra <strong>de</strong> teatro no fuera capaz <strong>de</strong><br />

simular, <strong>de</strong> fingir o <strong>de</strong> hacer como si lo que contempla es real y verda<strong>de</strong>ro, entonces, la obra teatral<br />

aparecería simplemente como una grotesca mentira e impediría todo goce estético posible.<br />

Toda posibilidad <strong>de</strong> que tengamos una experiencia estética <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> estrechamente <strong>de</strong> nuestra<br />

capacidad <strong>de</strong> simular que lo irreal es real, la mentira una verdad y lo imaginario un hecho cierto.<br />

Esta capacidad es la capacidad lúdica o capacidad <strong>de</strong> jugar que se <strong>de</strong>sarrolla en la infancia.<br />

La función <strong>de</strong>l arte en la sociedad.<br />

Durante siglos la función básica <strong>de</strong>l arte fue la <strong>de</strong> proporcionar placer, esparcimiento y goce<br />

espiritual al hombre. Aun cuando ésta fuera su función central, el arte, ha sido capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar<br />

otro tipo <strong>de</strong> servicios; por ejemplo, ser utilizado para transmitir conocimientos a través <strong>de</strong>l teatro,<br />

<strong>de</strong>l cine o <strong>de</strong> pinturas y así hacer posible un aprendizaje más placentero. Por la política para emitir<br />

mensajes, favorables o críticos, sobre un sistema social <strong>de</strong>terminado, y por la moral a través <strong>de</strong> un<br />

conjunto <strong>de</strong> obras artísticas que la fortalezcan.<br />

A lo largo <strong>de</strong>l siglo XX han surgido una gran cantidad <strong>de</strong> formas artísticas que se conocen como<br />

Mo<strong>de</strong>rnismo. Su característica es que sus cuadros, poemas o novelas no se refieren a la realidad<br />

social ni mucho menos a los problemas que cabe encontrar en ella. Un ejemplo patente <strong>de</strong> todo<br />

ello es el llamado arte abstracto, cuyos cuadros son habitados por figuras geométricas, puntos y<br />

líneas, manchas y bosquejos.<br />

Al divorcio <strong>de</strong>l arte mo<strong>de</strong>rno con la realidad es necesario agregar que este tipo <strong>de</strong> arte<br />

dificultaba la propia experiencia estética, y esto porque aun cuando la obra mo<strong>de</strong>rnista contuviera<br />

una belleza y ofreciera mensajes al hombre, la posibilidad <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rla o disfrutarla requería, en<br />

todos los casos, <strong>de</strong> una educación o preparación previa.<br />

Un arte <strong>de</strong>svinculado <strong>de</strong> la realidad, y por añadidura complicado, sólo podía ser entendido y<br />

disfrutado por un <strong>grupo</strong> restringido, es <strong>de</strong>cir, por una élite. Se trataba <strong>de</strong> un arte hecho por un<br />

pequeño <strong>grupo</strong>: los artistas; para otro pequeño <strong>grupo</strong>: la élite. Por tal motivo, el pueblo difícilmente<br />

podía enten<strong>de</strong>r o disfrutar dicho arte.<br />

Esto configuraba una crisis en la función social, que el arte <strong>de</strong>be cumplir: si el arte no podía dar<br />

alimento espiritual al hombre en general, si no podía garantizar el disfrute <strong>de</strong> la obra al hombre<br />

común, entonces no cumplía la función social que cabía esperar <strong>de</strong> él.<br />

En los años sesenta se vislumbró una posible solución <strong>de</strong> la crisis a través <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong>l<br />

Arte Pop, el cual pretendía elaborar un arte que se vinculara con la realidad social o con sus<br />

problemas, y que resultara, por su forma, accesible al hombre medio. Es la época <strong>de</strong>l florecimiento<br />

<strong>de</strong> la música Pop-Rock, <strong>de</strong> la música <strong>de</strong> protesta, <strong>de</strong> los murales pintados en las pare<strong>de</strong>s y el<br />

teatro callejero.<br />

Sin embargo, los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l Mo<strong>de</strong>rnismo insistían en otro tipo <strong>de</strong> solución <strong>de</strong>l problema;<br />

para ellos, no se trataba <strong>de</strong> empobrecer al arte, <strong>de</strong> bajarlo al nivel <strong>de</strong> las masas, sino <strong>de</strong> que las<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

119


FILOSOFÍA II<br />

masas se elevaran al nivel <strong>de</strong> él. Para que esto fuera posible se requería todo un plan <strong>de</strong><br />

educación artística que preparara al hombre medio para el nuevo arte.<br />

Una <strong>de</strong> las funciones adicionales <strong>de</strong>l arte es su capacidad <strong>de</strong> ser un medio para expresar la<br />

verdad. Esto es propio <strong>de</strong>l arte como representación y como expresión, empeñados ambos en<br />

ofrecernos imágenes y <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> la realidad natural y social, o <strong>de</strong> la realidad interior <strong>de</strong>l<br />

hombre. En todo caso, a diferencia <strong>de</strong> la ciencia y la filosofía que nos presentan la verdad <strong>de</strong><br />

manera precisa y rigurosa, pero fría, el arte es la capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir la verdad con belleza, <strong>de</strong><br />

ofrecer la verdad <strong>de</strong> manera tal que produzca gozo.<br />

Es <strong>de</strong> esta forma como po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong> un tipo <strong>de</strong> arte que nos <strong>de</strong>scubre las verda<strong>de</strong>s<br />

pequeñas y gran<strong>de</strong>s, simples y profundas <strong>de</strong> nuestro mundo: el arte como <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la<br />

realidad.<br />

Ahora bien, ¿por qué las formas sociales capitalistas llegan a ser hostiles a la difusión <strong>de</strong> la<br />

verdad a través <strong>de</strong>l arte? Si el artista nos <strong>de</strong>scubriera las verda<strong>de</strong>ras situaciones que se producen<br />

en el individuo y en la sociedad podría presentarnos sus aspectos positivos y resplan<strong>de</strong>cientes,<br />

pero sería inevitable que nos presentara también sus lacras y <strong>de</strong>ficiencias, y si esto ocurriera sí<br />

tendría que hablar <strong>de</strong> una sociedad don<strong>de</strong> el hombre explota al hombre, don<strong>de</strong> las masas viven en<br />

la miseria, don<strong>de</strong> la naturaleza es sistemáticamente <strong>de</strong>struida, con el pretexto <strong>de</strong> aprovecharla, o<br />

don<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos se violan cotidianamente.<br />

De ser así, al leer poesía o contemplar un cuadro, el arte, contribuiría a generar una conciencia<br />

verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l mundo; más aún, una conciencia crítica, en cuanto el arte nos entrega una imagen<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n establecido. Si la obra <strong>de</strong> arte pue<strong>de</strong> ser uno <strong>de</strong> los medios para<br />

<strong>de</strong>spertar la conciencia crítica y predisponer las volunta<strong>de</strong>s hacia la transformación social,<br />

entonces, obviamente será rechazada y obstaculizada por los <strong>grupo</strong>s po<strong>de</strong>rosos <strong>de</strong> la sociedad<br />

capitalista.<br />

Por otro lado, florece un arte que actúa en sentido inverso. En efecto, existe un <strong>grupo</strong> <strong>de</strong><br />

manifestaciones artísticas que genera imágenes armoniosas y elogiosas <strong>de</strong> la sociedad capitalista<br />

a condición <strong>de</strong> ocultar sus aspectos dolorosos y criticables; es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> ocultar la realidad y<br />

<strong>de</strong>formar la verdad. Este es el arte como encubrimiento.<br />

Como apoyo al tema Arte <strong>de</strong>pendiente o in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia artística te presentamos la nota<br />

periodística <strong>de</strong> Marry Mac Masters:<br />

Un vicio, ver a la estética occi<strong>de</strong>ntal como única.<br />

Se han ampliado o complicado tanto los conocimientos sociológicos y psicológicos,<br />

geográficos y arqueológicos, que el estudio <strong>de</strong>l arte <strong>de</strong> todos los tiempos y culturas -<br />

máximo i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> los teóricos, científicos <strong>de</strong>l arte o estetólogos en su intimidad- requeriría<br />

una intensa <strong>de</strong>dicación vitalicia, afirma Juan Acha (1916-1995) en la introducción <strong>de</strong> su libro<br />

póstumo Las culturas estéticas <strong>de</strong> América Latina (Reflexiones) (Coordinación <strong>de</strong><br />

Humanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la UNAM, 1994).<br />

El teórico y maestro <strong>de</strong> “La Esmeralda”, muerto el pasado 9 <strong>de</strong> enero, señalaba que los<br />

estudiosos latinoamericanos como tal “estamos forzados a <strong>de</strong>tenernos en nuestras<br />

realida<strong>de</strong>s nacionales, con el objeto <strong>de</strong> producir conocimientos <strong>de</strong> ellas”. Esta posición,<br />

continúa, en la que cabe una amplia mirada, es tan lícita como la anterior: la universalista.<br />

Sin embargo, “sí es <strong>de</strong>plorable a todas luces, el inveterado vicio latinoamericano <strong>de</strong><br />

estudiar la estética occi<strong>de</strong>ntal prioritariamente, como si fuese la única y la común a todos<br />

los hombres”. Agrega que no por ser el más teorizado y, consecuentemente, el más<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

120


FILOSOFÍA II<br />

difundido en el mundo “vamos a aceptar el arte occi<strong>de</strong>ntal como el único existente y limitar,<br />

por en<strong>de</strong>, nuestro estudios a la estética occi<strong>de</strong>ntal”.<br />

Ante las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> abordar lo universal y frente a los incovenientes <strong>de</strong> la estrechez<br />

nacional, estamos obligados a optar -como solución- por el equilibrio entre la obligación<br />

<strong>de</strong> tener conocimientos <strong>de</strong> los bienes estéticos <strong>de</strong> todos los tiempos y culturas, y la<br />

necesidad <strong>de</strong> reducir la territorialidad <strong>de</strong> nuestra producción <strong>de</strong> conocimientos, a nuestro<br />

país o mejor: a Latinoamérica, indica el crítico <strong>de</strong> origen peruano nacionalizado mexicano. Y<br />

¿cómo <strong>de</strong>ben trabajar los estetólogos latinoamericanos? “Centrarnos en el análisis <strong>de</strong> las<br />

culturas estéticas <strong>de</strong> América Latina, tanto las pasadas como las presentes, las<br />

hegemónicas como las populares; luego relacionarlas con las estéticas occi<strong>de</strong>ntales y<br />

compararlas, en lo posible, con las asiáticas y las africanas”.<br />

Para sus “reflexiones” se utiliza la <strong>de</strong>nominada teoría <strong>de</strong>l arte, disciplina <strong>de</strong>dicada a<br />

estudiar el fenómeno estético, mediante los a<strong>de</strong>lantos <strong>de</strong> todas las ciencias sociales, y no<br />

se recurre a la “Estética con mayúscula” y como parte <strong>de</strong> la filosofía al creerla hoy<br />

incapacitada para producir conocimientos <strong>de</strong> la realidad estética.<br />

Por cultura estética latinoamericana, Acha entien<strong>de</strong>, “no únicamente la suma o resultante<br />

<strong>de</strong> nuestras estéticas nacionales, sino también el intercambio <strong>de</strong> conocimientos,<br />

experiencias y proyectos entre nuestros países. . .” Y anota: “viene a ser <strong>de</strong> suma<br />

importancia tomar por apoyo la diversidad estética”.<br />

Aña<strong>de</strong> Acha: “esquivar los eurocentrismos y los articentrismos, presupone liberarse <strong>de</strong><br />

las bellomanías, reinterpretar la historia universal <strong>de</strong>l arte y re<strong>de</strong>finir las activida<strong>de</strong>s<br />

profesionales <strong>de</strong> historiar el pasado <strong>de</strong> nuestras culturas estéticas”.<br />

Si reinterpretar la historia universal <strong>de</strong>l arte significa verla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestra posición<br />

latinoamericana, restructurando nuestro pasado según sus continuida<strong>de</strong>s y diversida<strong>de</strong>s,<br />

entonces, “hoy por hoy no cabe tolerar más el <strong>de</strong>satino <strong>de</strong> seguir viendo a nuestros países<br />

como sucesiones <strong>de</strong> tres épocas, una relevando a la otra: Preamérica, la Colonia y la<br />

República”. Al contrario Acha propone estudiar “<strong>de</strong>talladamente” los tres pasajes o<br />

choques <strong>de</strong> nuestro proceso histórico: <strong>de</strong> Preamérica a la Colonia (1530-80); <strong>de</strong> la Colonia a<br />

la República (1810-50); y <strong>de</strong> América republicana a la tercermundista (1950-1990).<br />

Porque, “en estos pasajes se fue consumando nuestra escisión estética: en hegemónica<br />

y en popular. Paralelamente se fueron sucediendo las artesanías, artes y diseños en el<br />

rectorado estético <strong>de</strong> la cultura occi<strong>de</strong>ntal y hoy conviven en cada una <strong>de</strong> nuestras<br />

naciones; sucesión y coexistencia que, <strong>de</strong> por sí, invalidan todo articentrismo. (Marry Mac<br />

Masters, La Jornada, México, 31 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1995).<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

121


UTOPÍA LATINOAMERICANA.<br />

FILOSOFÍA II<br />

A principios <strong>de</strong>l siglo XVI el pensador inglés Tomás Moro publica su obra: Sobre el estado<br />

óptimo <strong>de</strong> la República en la Isla <strong>de</strong> Utopía. Moro no <strong>de</strong>scribe en este texto la realidad social<br />

inglesa en la que vive ni, en general, ninguna sociedad existente en su época; <strong>de</strong>scribe, por el<br />

contrario, una sociedad imaginaria en la que todos los males <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s reales se han<br />

superado, una sociedad i<strong>de</strong>al, que como tal no existe todavía o tal vez no exista jamás.<br />

Así, por ejemplo, la isla <strong>de</strong> Utopía es un mundo social en el que se supone existe la propiedad<br />

colectiva <strong>de</strong> la riqueza y la tolerancia religiosa. Rasgos inexistentes en las socieda<strong>de</strong>s europeas<br />

<strong>de</strong>l siglo XVI, que más bien se caracterizaban por el paulatino fortalecimiento <strong>de</strong> la propiedad<br />

privada capitalista y por una aguda intolerancia mutua entre la iglesia católica y la iglesia<br />

protestante.<br />

En siglos posteriores la Filosofía y la Ciencia Social adoptan el término <strong>de</strong> “Utopía” para referirse<br />

a toda concepción, imagen o mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> sociedad i<strong>de</strong>al, que no obstante implica gran<strong>de</strong>s o<br />

insuperables dificulta<strong>de</strong>s para su realización práctica, se presenta como una propuesta <strong>de</strong> vidal<br />

social para la humanidad.<br />

Con el concepto <strong>de</strong> “Utopía” se cobijaron muchas propuestas sociales elaboradas a lo largo <strong>de</strong><br />

la historia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong> Platón en La República, la <strong>de</strong> San Agustín en La ciudad <strong>de</strong> Dios, la <strong>de</strong><br />

Bacon en La nueva Atlántida, hasta la “Unidad latinoamericana” propuesta por Simón Bolívar o la<br />

“sociedad comunal” <strong>de</strong>l movimiento hippie <strong>de</strong> los años sesenta.<br />

Las gran<strong>de</strong>s utopías latinoamericanas.<br />

Con el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> América no pocos pensadores europeos vieron este continente como<br />

una tierra propicia para las utopías. Después <strong>de</strong> todo, América era un mundo nuevo, una especie<br />

<strong>de</strong> recién nacido <strong>de</strong> la cultura occi<strong>de</strong>ntal. Como mundo nuevo carecía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>fectos, ten<strong>de</strong>ncias<br />

<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ntes e intereses creados que impedían, en la vieja Europa, toda tentativa <strong>de</strong> plasmar los<br />

i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> la humanidad. Asimismo, representaba la tierra <strong>de</strong> la esperanza, la oportunidad histórica<br />

<strong>de</strong> crear la sociedad soñada por los europeos.<br />

El dramático periodo <strong>de</strong> la colonia mostró que finalmente, España, Portugal, Inglaterra y Francia<br />

simplemente trasplantaron su propio mundo, con todos sus <strong>de</strong>fectos, a los suelos americanos. La<br />

esperanza <strong>de</strong> construir una nueva sociedad pareció per<strong>de</strong>rse. Sin embargo, cuando América<br />

Latina conquista su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a principios <strong>de</strong>l siglo XIX, la esperanza renace.<br />

La utopía bolivariana.<br />

Como recordamos, Simón Bolívar (1783-1830), militar, político y pensador venezolano, fue<br />

reconocido como padre <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Venezuela, Colombia y Bolivia, así como gran<br />

militar que bajo su talentosa dirección <strong>de</strong>rrotó al opresor ejército español.<br />

Bolívar es también un pensador utópico. Parte <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los pueblos latinoamericanos<br />

tenemos enormes coinci<strong>de</strong>ncias: la mayoría compartimos un mismo lenguaje, somos racialmente<br />

mestizos, nuestras culturas son parecidas en cuanto que son una síntesis <strong>de</strong> la cultura indígena y<br />

la europea, somos vecinos geográficos y tenemos similares problemas económicos. De hecho,<br />

América Latina es una sola realidad dividida artificialmente por fronteras.<br />

Sobre esta base, Bolívar, supone que teniendo condiciones y situaciones muy parecidas, los<br />

pueblos latinoamericanos somos capaces <strong>de</strong> elaborar un proyecto común: en el terreno político, el<br />

establecimiento <strong>de</strong> repúblicas <strong>de</strong>mocráticas; en el terreno económico, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una<br />

economía capitalista, que respetara las condiciones reales <strong>de</strong> Latinoamérica y en el terreno <strong>de</strong> la<br />

cultura, el impulso <strong>de</strong> la cultura mestiza que nos es propia.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

122


FILOSOFÍA II<br />

La lucha por un proyecto común y el incremento <strong>de</strong> las relaciones conducirían en algún<br />

momento <strong>de</strong> la historia al <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> las fronteras o a su <strong>de</strong>saparición, creándose una sola<br />

patria común: la patria latinoamericana.<br />

Bolívar no sólo contaba con las condiciones favorables a su propuesta, sino también con la<br />

mayoría <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res y pensadores <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia; en todo el continente estaba claro que el<br />

vacío <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>jado por los europeos sería ocupado por las potencias económicas,<br />

especialmente por Estados Unidos, así que aun cuando fuera solamente en <strong>de</strong>fensa propia, era<br />

factible que nuestros pueblos se unieran para fortalecerse frente a la amenaza <strong>de</strong> un nuevo<br />

imperio.<br />

Lamentablemente Bolívar murió abandonado y solo, pero no murió el sueño <strong>de</strong> la patria<br />

latinoamericana. A pesar <strong>de</strong> todo, su propuesta es un aporte interesante para el pensamiento<br />

utópico y se mantiene vigente.<br />

La utopía vasconcelista.<br />

José Vasconcelos (1881-1959), filósofo mexicano, <strong>de</strong>sarrolla su utopía en un ambiente histórico<br />

diferente al <strong>de</strong> Bolivar; en una época en que un <strong>grupo</strong> <strong>de</strong> fuerzas sociales e intelectuales<br />

consi<strong>de</strong>ran que la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia lograda en el siglo XIX es meramente política, en el sentido <strong>de</strong><br />

haber conseguido un gobierno propio, pero que nuestra vida económica y cultural sigue sometida<br />

en buena medida a la voluntad <strong>de</strong> los nuevos imperios económicos.<br />

De lo que se trata, ciertamente, es <strong>de</strong> completar nuestra in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, ser capaces, en suma, <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cidir libremente nuestra vida económica y cultural.<br />

Des<strong>de</strong> esta perspectiva, Vasconcelos, es consi<strong>de</strong>rado un luchador por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia cultural<br />

<strong>de</strong> América Latina. A este respecto, el pensador mexicano, expresa su posición en su obra: La<br />

raza cósmica, en don<strong>de</strong> las preocupaciones culturales y raciales son dominantes en su<br />

pensamiento.<br />

A su juicio, si nos empeñamos en hablar en términos raciales, tendríamos que conce<strong>de</strong>r que si<br />

alguna raza tiene ventaja sobre las otras, esta sería la que ha surgido en Latinoamérica. De alguna<br />

manera, el hombre latinoamericano, es la síntesis <strong>de</strong> las razas principales: blanca, negra, amarilla<br />

y cobriza. Una quinta raza surgida <strong>de</strong> la mezcla <strong>de</strong> las cuatro anteriores es la raza cósmica que,<br />

como tal, tiene ventajas sobre las anteriores porque es más completa y porque posee en sí misma<br />

las virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> todas.<br />

Pero así como la historia <strong>de</strong>stinó para el hombre latinoamericano la creación <strong>de</strong> una razasíntesis,<br />

también le reservó la misión <strong>de</strong> crear una cultura que sintetice a las que se dieron en el<br />

mundo. Según Vasconcelos, basta el más breve análisis <strong>de</strong> la cultura latinoamericana para<br />

<strong>de</strong>scubrir que está compuesta <strong>de</strong> expresiones <strong>de</strong> las culturas: blanca, oriental, negra e indígena.<br />

Por lo mismo, es una cultura que engloba a todas y se constituye como una forma superior <strong>de</strong> la<br />

cultura. Así, sólo la cultura-síntesis satisface simultáneamente a la inteligencia, a las emociones, a<br />

la sensualidad y a la imaginación; es <strong>de</strong>cir, sólo la cultura integral satisface al hombre en su<br />

integridad. Sin embargo, en América Latina únicamente se han puesto las semillas <strong>de</strong> esta raza y<br />

<strong>de</strong> esta cultura, pero hace falta <strong>de</strong>sarrollarlas.<br />

El filósofo mexicano plantea que para que se dé este <strong>de</strong>sarrollo con toda su plenitud y<br />

potencialidad es necesario que se encuentren presentes un conjunto <strong>de</strong> condiciones:<br />

a) La existencia <strong>de</strong> recursos materiales. Evi<strong>de</strong>ntemente, en medio <strong>de</strong>l hambre y la miseria no<br />

pue<strong>de</strong> florecer ningún progreso real. Vasconcelos supone que en Latinoamérica existen gran<br />

cantidad <strong>de</strong> recursos naturales y que bastaría explotarlos a<strong>de</strong>cuadamente para traer a la sociedad<br />

la riqueza y la abundancia.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

123


FILOSOFÍA II<br />

b) Una educación especial que haga plenamente consciente al hombre latinoamericano <strong>de</strong> su<br />

misión histórica: la creación <strong>de</strong> una cultura, una sociedad y unos hombres superiores.<br />

EVALUACIÓN<br />

Después <strong>de</strong> estudiar los temas anteriores en el compendio fascículo 3 y en este apartado, contesta<br />

lo siguiente:<br />

77. La obra <strong>de</strong> arte es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

78. El pensamiento estético es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

__<br />

79. Los géneros son:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

__<br />

80. El arte imitativo consiste en:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

__<br />

81. El arte como expresión se caracteriza por:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_<br />

82. El arte como construcción se caracteriza por:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_<br />

83. La experiencia lúdica consiste en:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

___<br />

84. Los artistas como <strong>de</strong>scubridores <strong>de</strong> la realidad generan:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

124


FILOSOFÍA II<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

85. La función <strong>de</strong>l arte latinoamericano consiste en:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

____<br />

86. La utopía <strong>de</strong> Simón Bolivar consiste en:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______<br />

87. La utopía <strong>de</strong> José Vasconcelos consiste en:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

______<br />

88. La utopía mo<strong>de</strong>rnista es:<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______________________________________________________________________________<br />

_______<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

125


FILOSOFÍA II<br />

IV. HOJA DE COTEJO DE EVALUACIÓN<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 1<br />

1. Marsilio Ficino intenta armonizar el platonismo y el cristianismo, con el propósito <strong>de</strong> proporcionar<br />

una visión más optimista <strong>de</strong> la cosmovisión cristiana. Gracias al neoplatonismo concibe a Dios<br />

como inmanente al mundo sensible, y, sobre todo, al alma, y a concebir al alma como un ser<br />

divino, con lo cual logra humanizar lo divino.<br />

2. Porque en el Renacimiento se da una renovación generalizada <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong>l mundo que<br />

se tenía entonces, así como la noción <strong>de</strong> naturaleza, ciencia, religión, moral, política; a través <strong>de</strong> la<br />

vuelta hacia los valores <strong>de</strong> la cultura greco-romana.<br />

3. Ficino propone una concepción <strong>de</strong>l hombre como ser autónomo, libre, auto<strong>de</strong>terminado, en tanto<br />

que, por una parte, es capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>dterminar su propia vida mediante su actividad transformadora o<br />

creativa en el mundo, y, por otra parte, el conocimiento místico que le sirve <strong>de</strong> guía para su acción<br />

es un conocimiento que no le es dado por una autoridad sino que es resultado <strong>de</strong> una búsqueda<br />

personal. El hombre es digno porque su alma es divina y por lo tanto inmortal.<br />

4. El terreno <strong>de</strong> la isla se distribuyó en ciuda<strong>de</strong>s. Los habitantes se consi<strong>de</strong>ran cultivadores <strong>de</strong> la<br />

tierra más que dueños <strong>de</strong> ella. También, tienen distribuidas por todo el campo casas dotadas <strong>de</strong><br />

instrumentos rústicos que los ciudadanos habitan por turno. Después <strong>de</strong> permanecer en el campo<br />

dos años, 20 miembros <strong>de</strong> cada familia regresan anualmente a la ciudad y son sustituidos por<br />

otros tantos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> esta, con el fin <strong>de</strong> que les adiestren en las faenas agrícolas por<br />

quienes habiéndolas ejercido durante un año, las conocemos mejor. Siembran solamente trigo,<br />

beben vino, sidra y algunas veces agua pura cocida, con miel. Siembran más <strong>de</strong> la cuenta y crían<br />

ganado en cantidad mayor <strong>de</strong> la necesaria para repartir el sobrante entre las ciuda<strong>de</strong>s limítrofes.<br />

Todo funciona sin dinero y sin avaricia.<br />

5. El trabajo colectivo, la nobleza, la felicidad, la justicia, la solidaridad, el amor a la tierra y al<br />

prójimo, el respeto a los <strong>de</strong>más, el valor <strong>de</strong> la vida y <strong>de</strong> sus instituciones.<br />

6. Tomás Moro consi<strong>de</strong>ra a las naciones florecientes como un conglomerado <strong>de</strong> gentes ricas que a<br />

la sombra y en nombre <strong>de</strong> la República, sólo se ocupan <strong>de</strong> su propio bienestar, discurriendo toda<br />

clase <strong>de</strong> procedimientos y argucias, tanto para seguir, sin temor a per<strong>de</strong>rlo, en posesión <strong>de</strong> lo que<br />

adquirieron por malas artes, como para beneficiarse, al menor costo posible, <strong>de</strong>l trabajo y esfuerzo<br />

<strong>de</strong> los pobres y abusar <strong>de</strong> ellos. En cambio, en la República Utópica, reina la felicidad, y como no<br />

existe el dinero ni su uso, ni la ambición <strong>de</strong> poseerlo, se han evitado pesadumbres y crimenes.<br />

Tampoco hay miedo, inquietud y <strong>de</strong>svelos.<br />

7. Cesar Borgia era consi<strong>de</strong>rado cruel y sin embargo, su crueldad restableció el or<strong>de</strong>n en la<br />

Romaña, restauró la unidad y la redujo a la paz y a la lealtad al soberano.<br />

8. Para Maquiavelo, todo príncipe <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sear ser tenido por clemente y no por cruel, pero no<br />

obstante <strong>de</strong>be <strong>de</strong> estar atento a no hacer mal uso <strong>de</strong> esta clemencia. Sin embargo, <strong>de</strong>be un<br />

príncipe no preocuparse <strong>de</strong> la fama <strong>de</strong> cruel si a cambio mantiene a sus subditos unidos y leales.<br />

9. Que sería mejor ser lo uno y lo otro; pero, puesto que resulta difícil combinar ambas cosas, es<br />

mucho más seguro ser temido que amado cuando se haya <strong>de</strong> renunciar a una <strong>de</strong> las dos. Porque<br />

los hombres son ingratos, volubles, simuladores, huyen <strong>de</strong>l peligro, están ávidos <strong>de</strong> ganacia y son<br />

traicioneros.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

126


FILOSOFÍA II<br />

Si no respondiste correctamente las preguntas anteriores, entonces, revisa en tu compendio<br />

fascicular los temas: renacimiento, utopía y filosofía política. Después, elabora un cuadro sinóptico<br />

con las características <strong>de</strong>l renacimiento y <strong>de</strong> la utopía. Asimismo, escribe en una hoja aparte lo que<br />

piensa Maquiavelo <strong>de</strong>l arte <strong>de</strong> la política.<br />

10. Para Nicolás Copérnico, el centro <strong>de</strong> la tierra no es el centro <strong>de</strong>l universo, sino tan sólo <strong>de</strong><br />

gravedad y <strong>de</strong> la esfera lunar. Todas las esferas giran alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l sol como <strong>de</strong> su punto medio,<br />

y, por lo tanto, el sol es el centro <strong>de</strong>l universo. Para Tolomeo y otros astrónomos la tierra era el<br />

centro <strong>de</strong>l universo. Y todo lo <strong>de</strong>más giraba alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> ella. Sin embargo, sus teorías no<br />

satisfacían por completo.<br />

11. Un papel muy importante, pues sin ellos, no hubiera sido posible la <strong>de</strong>mostración matemática.<br />

12. Los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la antigua teoría astronómica al concebir a la tierra como el centro <strong>de</strong> todo,<br />

concebían también al hombre como centro <strong>de</strong> toda la creación ya que había sido creado a imagen<br />

y semejanza <strong>de</strong>l creador. Los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la nueva teoría astronómica al cuestionar la teoría<br />

tolemaica que apoyaba la iglesia pa<strong>de</strong>cieron persecución, excomunión y muerte.<br />

13. Uno, infinito, inmóvil.<br />

14. Afirmar que la tierra no era el centro <strong>de</strong>l universo, poner en duda los misterios <strong>de</strong> la<br />

Encarnación y <strong>de</strong> la Trinidad y calificar <strong>de</strong> magia los milagros <strong>de</strong> Jesús. Se le acusó <strong>de</strong> hereje<br />

porque se atrevió a criticar al po<strong>de</strong>r eclesiástico, empezando por la forma en la que evangelizaba a<br />

los habitantes <strong>de</strong>l recien <strong>de</strong>scubierto continente americano.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para este <strong>grupo</strong> <strong>de</strong> preguntas, te recomendamos estudiar en tu compendio fascicular el tema: la<br />

revolución filosófica-científica. Haz un esquema con las i<strong>de</strong>as principales <strong>de</strong> Nicolás Copérnico,<br />

Tolomeo y Giordano Bruno sobre sus concepciones <strong>de</strong>l universo.<br />

15. En la mo<strong>de</strong>rnidad, el problema central, es el problema <strong>de</strong>l conocimiento. Para el racionalismo,<br />

el origen <strong>de</strong>l conocimiento se encuentra en la razón. Para el empirismo, el origen <strong>de</strong>l conocimiento<br />

se encuentra en la experiencia.<br />

16. Para el racionalismo, todos los conocimientos verda<strong>de</strong>ros sobre la realidad no proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la<br />

experiencia, sino sólo <strong>de</strong> la razón. Las i<strong>de</strong>as o conceptos que constituyen el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong>l<br />

conocimiento científico son innatos. Sólo <strong>de</strong>ben aceptarse como científicas las proposiciones<br />

ciertas y evi<strong>de</strong>ntes para la razón. Para el empirismo, las i<strong>de</strong>as tienen su origen en la experiencia y<br />

lo que conocemos son nuestras propias precepciones, nuestras experiencias y las sensaciones<br />

que experimentamos. En suma, la experiencia es la única fuente <strong>de</strong> conocimiento.<br />

17. Los niños no alcanzan a compren<strong>de</strong>r lo que dicen los libros <strong>de</strong> texto porque no tienen relación<br />

alguna con lo que ellos ven o sienten. Los sentidos son importantes en el proceso <strong>de</strong> conocimiento<br />

porque les conocer la realidad. Son importantes para <strong>de</strong>scribir fielmente a la realidad. Las<br />

percepciones y la experiencia tienen que ver con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la memoria en el conocimiento.<br />

Satisfacer al cuerpo, con comida, bebida y aseo personal, les permite compren<strong>de</strong>r la explicación<br />

<strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> los buenos hábitos alimenticios y a la ca<strong>de</strong>na alimenticia.<br />

18.<br />

19.<br />

20<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

127


FILOSOFÍA II<br />

Si tus respuestas no fueron correctas, revisa en tu compendio fascículo 1 el tema: racionalismo y<br />

empirismo. Te recomendamos hacer un cuadro sinóptico con las características <strong>de</strong>l racionalismo y<br />

<strong>de</strong>l empirismo; así como escribir los nombres <strong>de</strong> los representantes <strong>de</strong> esas corrientes filosóficas.<br />

21. Para Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda, la igualdad natural <strong>de</strong> todos los hombres sólo se realiza<br />

prácticamente por la tutela <strong>de</strong> los mejor dotados sobre los menos favorecidos. Establece, por lo<br />

tanto, una jerarquía con diversos grados <strong>de</strong> vida racional o humana. Recurrió a Aristóteles para<br />

fundamentar sus argumentos. Para Aristóteles, los siervos son miembros <strong>de</strong> la especie humana,<br />

aunque necesitados <strong>de</strong> que otros los dirijan para llevar una conducta humana en la polis y alcanzar<br />

mediante ella la felicidad propia <strong>de</strong>l hombre.<br />

22. Para Fray Bartolomé <strong>de</strong> las Casas, todos los hombres tienen por naturaleza los mismos<br />

<strong>de</strong>rechos y todos han <strong>de</strong> tener en la sociedad y ante la ley las mismas atribuciones y<br />

responsabilida<strong>de</strong>s. Como Bartolomé <strong>de</strong> las Casas piensan Francisco <strong>de</strong> Vitoria, Gregorio López,<br />

Domingo Soto, José Acosta, Antonio <strong>de</strong> Córdoba, Vázquez <strong>de</strong> Menchaca, Luis Molina, Manuel<br />

Rodríguez, Domingo Bañez y Francisco Suárez, todos los cuales con diversos matices, más <strong>de</strong><br />

forma que <strong>de</strong> fondo, rechazan la teoría <strong>de</strong> la servidumbre natural y consi<strong>de</strong>ran que la superioridad<br />

intelectual <strong>de</strong> los españoles no les da <strong>de</strong>recho a dominar a los indios.<br />

23. Con el obispo Samuel Ruiz, porque ambos trataron <strong>de</strong> poner fin al trato discriminatorio, racista,<br />

cruel, inhumano que recibieron los indígenas en la Nueva España y actualmente en México.<br />

24. Una etapa en la Nueva España, en la que dominaba una teología oscurantista que se apoyaba<br />

en los excesos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ductivismo escolástico y en un conocimiento puramente verbalista basado en<br />

el argumento <strong>de</strong> autoridad <strong>de</strong> Aristóteles.<br />

25. De censor y represor. Todas las obras que llegaban a la nueva españa, así como los<br />

volúmenes que integraban las colecciones particulares y bibliotecas, <strong>de</strong>bían ser informadas al<br />

Santo Oficio que contaba con un índice <strong>de</strong> libros prohibidos. Si algún libro quedaba comprendido<br />

en esta relación era confiscado y <strong>de</strong>struido.<br />

26. Por ciencia oficial se entien<strong>de</strong> una ten<strong>de</strong>ncia hacia la uniformidad <strong>de</strong>l saber y la intolerancia<br />

hacia modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l conocimiento que consi<strong>de</strong>raba ajenas, extrañas o incluso peligrosas. Por<br />

ciencia mo<strong>de</strong>rna se entien<strong>de</strong> un conocimiento racional, matemático, experimental.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Si no respondiste correctamente las preguntas anteriores, revisa en tu compendio fascícular el<br />

tema: la naturaleza <strong>de</strong> los indígenas. Después <strong>de</strong> hacerlo, escribe en una hoja lo que piensan<br />

Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda y Bartolomé <strong>de</strong> Las Casas sobre la naturaleza humana <strong>de</strong> los indígenas.<br />

27. Nació en Caspueñas, Toledo, España; estudió en la Universidad <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> Henares y en la<br />

<strong>de</strong> Salamanca con el nombre Alonso Gutiérrez, fue discípulo <strong>de</strong> Francisco <strong>de</strong> Vitoria. Siendo<br />

profesor <strong>de</strong> filosofía en la Universidad <strong>de</strong> Salamanca, se traslada a la Nueva España invitado por<br />

miembros <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los agustinos, don<strong>de</strong> es recibido el 2 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 1536, cambiando su<br />

apellido por el nombre <strong>de</strong>l lugar al que arriba: Veracruz. Ejerció la enseñanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1540 en los<br />

estudios <strong>de</strong> Tiripitío, Tacámbaro y Atotonilco, don<strong>de</strong> leyó artes, y en la Universidad <strong>de</strong> México<br />

don<strong>de</strong> tuvo a su cargo una cátedra <strong>de</strong> Sagrada Escritura y una cátedra <strong>de</strong> Santo Tomás.<br />

28. Las i<strong>de</strong>as filosóficas <strong>de</strong> Fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz se encuentran en sus obras: Recognitio<br />

summularum, Dialectica resolutio y Physica speculatio. Su intención al escribirlas y publicarlas fue<br />

marcadamente pedagógica; a la originalidad o a la profundidad antepone la sencillez y la claridad;<br />

las primeras obras <strong>de</strong> filosofía que se imprimen en el Nuevo Mundo tienen un sello pragmático,<br />

utilitario, que tal vez sea una <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s más constantes <strong>de</strong>l pensamiento americano.<br />

Esquemáticamente su concepto <strong>de</strong> la naturaleza se basa, como en todos los escolásticos, en que<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l mundo está Dios que lo ha creado valiéndose <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as ejemplares, con las que le<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

128


FILOSOFÍA II<br />

infun<strong>de</strong> racionalidad y or<strong>de</strong>n. Al enseñar que <strong>de</strong> las cuatro causas la principal es la final, ya apunta<br />

que el mundo va a Dios como <strong>de</strong> él ha venido.<br />

29. Porque en la exposición <strong>de</strong> su libro a la doctrina <strong>de</strong> Aristóteles, se echa <strong>de</strong> ver hasta que punto<br />

había sido fecunda y provechosa la crítica renacentista al escolasticismo <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong>l que ya no<br />

queda ni la menor huella en esta obra, fruto sazonado y maduro <strong>de</strong> la misma ten<strong>de</strong>ncia que ya se<br />

encontraba en las obras <strong>de</strong> Fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz.<br />

30. Se ocupa <strong>de</strong> impulsar la enseñanza <strong>de</strong> la lógica y con ella facilitar el razonamiento correcto.<br />

Esto lo hace ser uno <strong>de</strong> los forjadores <strong>de</strong> la vida cultural mexicana.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Estudia en tu compendio fascicular el tema: la filosofía mexicana en los siglos XVI y XVII. Realiza<br />

un esquema con algunas <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as filosóficas <strong>de</strong> Fray Alonso <strong>de</strong> la Veracruz, Tomás <strong>de</strong><br />

Mercado, Antonio Rubio y Diego Rodríguez.<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 2<br />

31. La mo<strong>de</strong>rnidad abarca todas aquellas concepciones filosóficas, científicas. religiosas,<br />

económicas, antropológicas, que contribuyeron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el renacimiento a superar la sociedad<br />

feudal. La ilustración alu<strong>de</strong> a una época optimista que cifra el bienestar humano en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la<br />

razón y <strong>de</strong> las conciencias. El iluminismo se refiere a una época don<strong>de</strong> las sombras <strong>de</strong> la<br />

ignorancia, la intolerancia y la irracionalidad son superadas para propiciar la aparición <strong>de</strong> las luces<br />

<strong>de</strong>l entendimiento y <strong>de</strong> la razón.<br />

32. Porque <strong>de</strong>svincula el pensamiento filosófico <strong>de</strong>l teológico, <strong>de</strong> manera que el primero adquiera<br />

plena autonomía. Asimismo, hace varias aportaciones fundamentales en el terreno científico. Por<br />

ejemplo, crea una nueva disciplina matemática, la geometría analítica; en física inicia la mecánica<br />

que <strong>de</strong>spués Newton habrá <strong>de</strong> perfeccionar.<br />

33. La Ilustración es una <strong>de</strong> las distintas corrientes que se dieron en la época mo<strong>de</strong>rna. Por lo<br />

regular se le consi<strong>de</strong>ra una corriente menor, aunque tendrá una trascen<strong>de</strong>ncia significativa en el<br />

campo <strong>de</strong> lo moral, lo humano, lo político y lo social. Los filósofos franceses <strong>de</strong>l siglo XVIII se<br />

caracterizaron por su enemistad con el sistema político existente dando pie a la revolución y al<br />

establecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia burguesa, auqnue llevados por la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la razón,<br />

consi<strong>de</strong>rada como el intento <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r al mundo y al hombre.<br />

34.<br />

35.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar correctamente estas preguntas, estudia en tu compendio fascicular el tema: la<br />

Ilustración. Escribe en una hoja las características <strong>de</strong> la Ilustración y <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

36. En reconocer que el sujeto cognoscente es activo, que crea al objeto por medio <strong>de</strong> sus<br />

estructuras <strong>de</strong> conocimiento que son apriori: Estructuras que se encuentran en el cerebro y sirven<br />

al sujeto para organizar los datos que percibe formando así los objetos <strong>de</strong> conocimiento.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

129


FILOSOFÍA II<br />

37. Las estructuras a priori <strong>de</strong> la sensibilidad son: espacio y tiempo. Su función es organizar los<br />

datos que ofrecen las cosas y que los sentidos no captan.Las estructuras <strong>de</strong> la sensibilidad aplican<br />

sus condiciones a priori a los datos empíricos.<br />

38. Las estructuras a priori <strong>de</strong>l entendimiento permiten al sujeto enunciar juicios y construir<br />

argumentos. Las categorías a priori son funciones <strong>de</strong>l entendimiento que permiten al ser humano<br />

conocer las cosas.<br />

39.<br />

40. Los juicios sintéticos a priori son los juicios <strong>de</strong> que está hecha la ciencia, y que poseen,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z necesaria y universal, capacidad <strong>de</strong> síntesis y experiencias contingentes y<br />

particulares.<br />

41.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar a<strong>de</strong>cuadamente estas preguntas, revisa en tu compendio fascicular el tema: el<br />

Criticismo. Elabora un cuadro sinóptico con las <strong>de</strong>finiciones y ejemplos <strong>de</strong> juicios analíticos, juicios<br />

sintéticos y juicios sintéticos a priori.<br />

42. El I<strong>de</strong>alismo en su contexto histórico se ubica en la Mo<strong>de</strong>rnidad y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ésta al periodo<br />

conocido como romanticismo, entendido éste como una forma cultural que obe<strong>de</strong>ce a un mundo en<br />

movimiento en el que el ser humano se encuentra <strong>de</strong> paso y la naturaleza <strong>de</strong> las cosas es<br />

histórica. El representante <strong>de</strong> esta corriente es Hegel y se le consi<strong>de</strong>ra un romántico porque la<br />

finalidad <strong>de</strong> su filosofía es encontrar un método que permita explicar el movimiento.<br />

43.<br />

44. Significa que las leyes <strong>de</strong> la razón son las mismas que operan en el ámbito <strong>de</strong> lo real.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar correctamente estudia <strong>de</strong> nuevo en tu compendio fascicular el tema: el I<strong>de</strong>alismo.<br />

Escribe en una hoja las i<strong>de</strong>as principales <strong>de</strong> Hegel.<br />

45. El Positivismo se consi<strong>de</strong>ra una forma <strong>de</strong> Empirismo, pues, no admite otra fuente <strong>de</strong><br />

conocimiento que no sea la experiencia sensible externa. Comte afirma que el conocimiento<br />

científico tiene como objeto los fenómenos y sus leyes, las cuales constituyen en sí mismas<br />

fenómenos, hechos generales, en tanto relaciones constantes entre fenómenos.<br />

46. Cada época necesita <strong>de</strong> una teoría que explique la conexión entre los hechos, y en esto<br />

consiste su saber o su ciencia. “Toda concepción o rama <strong>de</strong>l conocimiento marcha siguiendo una<br />

ley general que presi<strong>de</strong> su evolución: es la ley <strong>de</strong> los tres estados.” Según esta ley el<br />

conocimiento, o las ciencias en general, pasan por tres estados: el teológico, el metafísico y el<br />

positivo.<br />

47. La filosofía es la síntesis <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s adquiridas por las diferentes ciencias: es la ciencia<br />

general que organiza los conocimientos <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más ciencias. De esta manera, la filosofía tiene la<br />

tarea <strong>de</strong> clasificar a las ciencias, puesto que éstas no son in<strong>de</strong>pendientes sino subordinadas unas<br />

a otras según el nivel <strong>de</strong> simplicidad <strong>de</strong> su objeto y la generalidad <strong>de</strong> sus leyes.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

130


FILOSOFÍA II<br />

Para contestar correctamente estas preguntas, lee <strong>de</strong> nuevo en tu compendio fascicular el tema: el<br />

Positivismo. Haz un esquema con la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> Positivismo y las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> estado<br />

teológico, metafísico y positivo.<br />

48. La dialéctica materialista es la ciencia <strong>de</strong> las leyes más generales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano. Sus leyes son tres: la ley universal <strong>de</strong>l cambio<br />

dialéctico, la ley <strong>de</strong> la concatenación universal <strong>de</strong> los procesos y la ley <strong>de</strong> la contradicción<br />

universal.<br />

49. Marx y Engels aplicaron el método dialéctico al estudio <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong> la historia, la<br />

sociedad y al ser humano, dando lugar a lo que se conoce como Materialismo Histórico, el cual se<br />

concibe como la teoría <strong>de</strong> la historia que <strong>de</strong>sarrolla los principios filosóficos <strong>de</strong>l Materialismo<br />

Dialéctico.<br />

50.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar a<strong>de</strong>cuadamente estas preguntas revisa en tu compendio fascicular y en el texto<br />

anterior el tema: el materialismo dialéctico. Anota en una hoja las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> esta filosofía y<br />

sus características principales.<br />

51. Para Nietzsche, esa esencial voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r es <strong>de</strong> carácter irracional, esa voluntad que es<br />

po<strong>de</strong>r, es pura en la medida que se <strong>de</strong>spliega por y para sí misma; no está subordinada a ningún<br />

otro fin, simplemente es pura <strong>de</strong>terminación que pue<strong>de</strong> manifestarse y que se realiza en infinitas<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ser, siendo la vida humana, una <strong>de</strong> sus manifestaciones más inmediatas<br />

para nosotros. La categoría <strong>de</strong> superhombre es una meta, un punto al cual po<strong>de</strong>mos llegar o no en<br />

el curso <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>sarrollo. El superhombre es un i<strong>de</strong>al, al cual, la citada filosofía, <strong>de</strong>bemos<br />

humanamente aspirar, es <strong>de</strong>cir, el i<strong>de</strong>al al que <strong>de</strong>be apuntar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la humanidad, dando<br />

preferencia al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los más aptos, cultivando el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los más fuertes, impulsando<br />

la moral <strong>de</strong>l señor y no la <strong>de</strong>l esclavo, así como la <strong>de</strong> los valores verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la vida que <strong>de</strong>rivan<br />

<strong>de</strong> nuestra voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.<br />

52. Porque pretendió impulsar los valores <strong>de</strong> la vida en oposición a todo aquello que la niegue.<br />

53.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar correctamente estas preguntas estudia en tu compendio fascicular y en el texto<br />

mencionado el tema: La filosofía <strong>de</strong> la vida. Elabora un cuadro sinóptico con las tesis y categorías<br />

<strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico Nietzsche.<br />

54. La autonomía <strong>de</strong> la razón.<br />

55. La conciencia <strong>de</strong> una patria con características propias.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar bien estas preguntas revisa en tu compendio fascicular el tema: La repercusión <strong>de</strong><br />

la mo<strong>de</strong>rnidad en el pensamiento novohispano. Haz un esquema <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as mo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong> Sor<br />

Juana Inés <strong>de</strong> la Cruz y <strong>de</strong> Carlos <strong>de</strong> Sigüenza y Góngora.<br />

56. De una conciencia nacional con la cultura mestiza.<br />

57. Eclecticismo.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

131


58. Como <strong>de</strong>fensa ante la calumnia extranjera.<br />

59. La razón y la experiencia.<br />

FILOSOFÍA II<br />

60. Conciliar las i<strong>de</strong>as tradicionales con las mo<strong>de</strong>rnas.<br />

61.La resultante <strong>de</strong> un complejo <strong>de</strong> movimientos que divergen consi<strong>de</strong>rablemente entre sí y tienen<br />

su asiento en distintas capas <strong>de</strong> la sociedad.<br />

62.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar correctamente estas preguntas, estudia <strong>de</strong> nuevo en tu compendio fascicular y en<br />

el texto mencionado el tema: El movimiento <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en el pensamiento criollo. En una<br />

hoja escribe lo que pensaban los jesuitas <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, <strong>de</strong> la conciencia nacional y lo que<br />

proponía Francisco Javier Clavijero. Asimismo, lo que es el eclecticismo y lo que pensaban las<br />

diferentes clases sociales sobre la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, según Luis Villoro.<br />

COMPENDIO FASCÍCULO 3<br />

63. Al hombre superficial que se <strong>de</strong>ja llevar por sus emociones, su excesivo amor a sí mismo y a la<br />

avaricia.<br />

64. Una forma superior <strong>de</strong>l ser humano.<br />

65. Alguien inacabado, <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la comunidad y que vive y toma conciencia en la sociedad.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para respon<strong>de</strong>r correctamente a estas preguntas, lee <strong>de</strong> nuevo en tu compendio fascicular el tema:<br />

el Personalismo. Escribe en una hoja lo que entien<strong>de</strong> Emmanuel Mounier por individuo, persona y<br />

personalismo.<br />

66. El modo <strong>de</strong> ser propio <strong>de</strong>l hombre en cuanto es un modo <strong>de</strong> ser en el mundo.<br />

67. Un conjunto <strong>de</strong> filosofías que a partir <strong>de</strong> Kierkegaard abordan el tema <strong>de</strong> la existencia humana<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista muy peculiar.<br />

68. Cuando el hombre alcanza una existencia auténtica pues no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

coerciones exteriores.<br />

69. Una existencia que actúa <strong>de</strong> acuerdo con la razón.<br />

70. Guiar nuestra existencia por la satisfacción <strong>de</strong> los sentidos.<br />

71. Un temor <strong>de</strong> algo no preciso que se experimenta ante las múltiples posibilida<strong>de</strong>s que se le<br />

presentan al hombre.<br />

72. Buscar incesantemente una posibilidad tras otra o ver que las posibilida<strong>de</strong>s se agotan y sentir<br />

que ya no quedan para el futuro opciones viables.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

132


FILOSOFÍA II<br />

Para respon<strong>de</strong>r a<strong>de</strong>cuadamente a las preguntas anteriores, revisa en tu compendio fascicular y en<br />

el texto mencionado el tema: el Existencialismo. Elabora un cuadro sinóptico con las <strong>de</strong>finiciones<br />

<strong>de</strong> existencia, existencialismo, existencia <strong>de</strong> la fe, existencia ética, existencia estética, angustia y<br />

<strong>de</strong>sesperación en Kierkegaard.<br />

73. Encontrar respuestas a problemas relacionados con la naturaleza <strong>de</strong> la sociedad, saber cuáles<br />

eran los principales elementos y relaciones que constituyen a una sociedad y el papel <strong>de</strong>l trabajo<br />

social así como el problema <strong>de</strong>l sujeto dominado.<br />

74.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para contestar bien estas preguntas lee en tu compendio fascicular y en el texto mencionado el<br />

tema: La escuela <strong>de</strong> Frankfurt. Haz un esquema con las i<strong>de</strong>as principales <strong>de</strong> Horkheimer, Adorno,<br />

Marcuse y Fromm.<br />

75.<br />

76.<br />

RETROALIMENTACIÓN<br />

Para respon<strong>de</strong>r correctamente estas preguntas, revisa en tu compendio fascicular y en el texto<br />

mencionado el tema: Filosofía latinoamericana y colonialismo cultural. Escribe en una hoja lo que<br />

piensa Augusto Salazar Bondy y Leopoldo Zea sobre el tema <strong>de</strong> la originalidad en la filosofía<br />

latinoamericana.<br />

77. Un producto cuya esencia es la belleza.<br />

78. Toda reflexión sobre el arte y la belleza.<br />

79. Las expresiones particulares y diferenciables que se dan al interior <strong>de</strong> un arte.<br />

80. Representar la belleza que existe en la realidad.<br />

81. Reflejar la realidad interior.<br />

82. Corregir y perfeccionar la realidad.<br />

83. Simular que lo irreal es real, la mentira una verdad y lo imaginario un hecho cierto.<br />

84. Una conciencia crítica en cuanto nos entregan una imagen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n<br />

establecido.<br />

85. Reflejar nuestra realidad, nuestras verda<strong>de</strong>s y expresar nuestros <strong>de</strong>seos, sueños y fantasías.<br />

86. Crear una patria común, una patria latinoamericana con presencia en el mundo.<br />

87. Crear una raza cósmica que posea en sí las virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> todas las razas.<br />

88. Una concepción <strong>de</strong> la sociedad, en la cual todos los seres humanos vivamos <strong>de</strong> acuerdo a un<br />

conjunto <strong>de</strong> principios e i<strong>de</strong>ales, basados en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> progreso y en la confianza ilimitada en la<br />

razón humana.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

133


RETROALIMENTACIÓN<br />

FILOSOFÍA II<br />

Para contestar correctamente estas preguntas, estudia <strong>de</strong> nuevo en tu compendio fascicular el<br />

tema: el pensamiento estético, el pensamiento utópico y la utopía latinoamericana. Elabora un<br />

cuadro sinóptico con las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> obra <strong>de</strong> arte, pensamiento estético, géneros, arte imitativo,<br />

arte como expresión, arte como construcción, experiencia lúdica; así como la función <strong>de</strong>l arte<br />

latinoamericano, la utopía <strong>de</strong> Simón Bolivar, José Vasconcelos y la utopía mo<strong>de</strong>rnista.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

134


FILOSOFÍA II<br />

V. EVALUACIÓN<br />

MUESTRA<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

135


FILOSOFÍA II<br />

COLEGIO DE BACHILLERES<br />

COORDINACIÓN DE ADMINISTRACIÓN ESCOLAR<br />

Y DEL SISTEMA ABIERTO<br />

EVALUACIÓN FINAL<br />

GLOBAL<br />

MODELO: A<br />

ASIGNATURA: FILOSOFÍA II<br />

SEMESTRE: SEXTO SEMESTRE<br />

CLAVE: EVALUACIÓN MUESTRA<br />

DEPARTAMENTO DE EVALUACIÓN<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

136


FILOSOFÍA II<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

137


INSTRUCCIONES GENERALES<br />

FILOSOFÍA II<br />

Este cua<strong>de</strong>rnillo contiene reactivos que al resolverlos conforman tu evaluación final <strong>de</strong> acreditación, <strong>de</strong><br />

la asignatura:<br />

Esta evaluación nos permitirá (a tí y a nosotros) saber el grado en que has alcanzado el propósito <strong>de</strong> la<br />

asignatura (nota valorativa I, A, B, C), <strong>de</strong> tal manera que si tu nota es positiva (A, B, C) ésta será<br />

consi<strong>de</strong>rada para tu calificación final, pero si llegase a ser insuficiente (I), sólo te informaremos <strong>de</strong> los<br />

objetivos que aún no dominas, sin consi<strong>de</strong>rar la nota obtenida para tu calificación <strong>de</strong> la asignatura.<br />

Antes que inicies la resolución <strong>de</strong> esta evaluación, es conveniente que sigas estas recomendaciones:<br />

I. Este cua<strong>de</strong>rnillo <strong>de</strong>be servirte ÚNICAMENTE para leer los reactivos, por ello no hagas<br />

NINGUNA anotación en él. EVITA QUE SE TE SUSPENDA LA EVALUACIÓN.<br />

II. Realiza una lectura general <strong>de</strong> todas las instrucciones para que puedas organizar tu trabajo.<br />

III. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l cua<strong>de</strong>rnillo, <strong>de</strong>bes tener una HOJA DE RESPUESTAS en la que <strong>de</strong>bes anotar,<br />

primero tus datos personales (nombre, matrícula, centro) y <strong>de</strong> la asignatura (clave, número <strong>de</strong><br />

fascículo o global), así como las respuestas.<br />

IV. La HOJA DE RESPUESTAS presenta en cada una <strong>de</strong> las preguntas siete opciones posibles:<br />

1 A B C D E V F<br />

2 A B C D E V F<br />

La forma <strong>de</strong> contestarla <strong>de</strong>berá ser la siguiente:<br />

* En los casos en que se te presenten preguntas <strong>de</strong> OPCIÓN MÚLTIPLE o <strong>de</strong> RELACIÓN DE<br />

COLUMNAS sólo rellenarás con lápiz <strong>de</strong>l No. 2 ó 2 ½ una <strong>de</strong> las opciones, por ejemplo:<br />

2. Es elevarse <strong>de</strong> los casos o fenómenos específicos a conceptos o enunciados más<br />

amplios que los abarquen o los expliquen.<br />

a) Introducción.<br />

b) Generalización.<br />

c) Ejemplificación.<br />

d) Desarrollo <strong>de</strong> la teoría.<br />

e) Planteamiento <strong>de</strong>l problema.<br />

1 A B C D E V F<br />

2 A B C D E V F<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

138


FILOSOFÍA II<br />

Relaciona las dos columnas e indica en tu hoja <strong>de</strong> respuestas la letra que señala el nombre <strong>de</strong> cada<br />

una <strong>de</strong> las expresiones algebráicas que aparecen <strong>de</strong>l lado izquierdo.<br />

3. 3x 4 - 3x 2 a) Monomio.<br />

4. 16x 4 - 12x 3 + 17x b) Binomio.<br />

5. 32xy - 5x 2 + 6x - 13 c) Trinomio.<br />

d) Polinomio.<br />

3 A B C D E V F<br />

4 A B C D E V F<br />

5 A B C D E V F<br />

* En el caso que se te presenten reactivos <strong>de</strong> VERDAD “V” y FALSO “F”, sólo rellenarás con<br />

lápiz <strong>de</strong>l No. 2 ó 2 ½ una <strong>de</strong> las opciones <strong>de</strong> “V” o “F”, por ejemplo:<br />

El compendio fascículo 1 <strong>de</strong> Química III aborda los conceptos <strong>de</strong> fermentación y sus<br />

aplicaciones, con respecto a la caracterización <strong>de</strong> las fermentaciones; marca la letra “V” si es<br />

VERDADERA o la letra “F” si es FALSA, cada una <strong>de</strong> las siguientes aseveraciones.<br />

6. La fermentación láctica es un proceso que se realiza en ausencia <strong>de</strong> oxígeno.<br />

7. En un proceso fermentativo se libera energía que en su mayoría se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> como calor.<br />

6 A B C D E V F<br />

7 A B C D E V F<br />

V. Asegúrate <strong>de</strong> que el número <strong>de</strong>l reactivo que contestas corresponda al mismo número en la hoja <strong>de</strong><br />

respuestas.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

139


FILOSOFÍA II<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

140


FILOSOFÍA II<br />

EVALUACIÓN FINAL GLOBAL<br />

FILOSOFÍA II<br />

Durante el estudio <strong>de</strong>l compendio fascículo 1: la filosofía europea en los siglos XVI y XVII y la<br />

filosofía en la Nueva España en los siglos XVI y XVII; aprendiste lo que es el contexto histórico, la<br />

reforma, la revolución filosófica-científica, el renacimiento, la utopía, la filosofía política, el<br />

racionalismo, el empirismo, la naturaleza <strong>de</strong> los indígenas, la legitimidad <strong>de</strong> la soberanía española<br />

y la filosofía mexicana <strong>de</strong> esa época. A continuación te formularemos algunas preguntas al<br />

respecto.<br />

Instrucciones: lee atentamente cada enunciado y elige la opción correcta.<br />

1. Para este pensador, la Iglesia como institución, siendo terrenal y humana, no poseía la<br />

facultad <strong>de</strong> otorgar o negar la salvación <strong>de</strong>l alma humana, puesto que esta se conseguía por<br />

la fe en la existencia <strong>de</strong> Dios y no por la compraventa <strong>de</strong> indulgencias.<br />

a) Tomás Moro.<br />

b) Juan Calvino.<br />

c) Martín Lutero.<br />

d) Erasmo <strong>de</strong> Rotterdam.<br />

2. Llevó la reforma religiosa a Francia, Suiza y eliminó el culto a los santos, imágenes y<br />

reliquias.<br />

a) Tomás Moro.<br />

b) Juan Calvino.<br />

c) Martín Lutero.<br />

d) Erasmo <strong>de</strong> Rotterdam.<br />

3. Con sus famosas leyes pudo explicar la velocidad <strong>de</strong> los planetas al <strong>de</strong>scribir sus<br />

trayectorias en órbitas elípticas y no circulares como se afirmaba entonces.<br />

a) Ptolomeo.<br />

b) Tycho Brahe.<br />

c) Galileo Galilei.<br />

d) Johannes Kepler.<br />

4. Realizó un número in<strong>de</strong>finido <strong>de</strong> observaciones, gracias a las cuales calculó con asombrosa<br />

exactitud la posición <strong>de</strong> estrellas y planetas.<br />

a) Ptolomeo.<br />

b) Tycho Brahe.<br />

c) Galileo Galilei.<br />

d) Johannes Kepler.<br />

5. Este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho es aquel que es común a todas las naciones o personas <strong>de</strong>l mundo,<br />

que compren<strong>de</strong> la autonomía, la soberanía, la integridad territorial, el <strong>de</strong>recho a la vida, la<br />

libertad y la honra.<br />

a) Derecho divino.<br />

b) Derecho privado.<br />

c) Derecho colonial.<br />

d) Derecho <strong>de</strong> gentes.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

141


FILOSOFÍA II<br />

6. Afirmó que el Estado <strong>de</strong>be estar sujeto a <strong>de</strong>recho; propuso un <strong>de</strong>recho común a las<br />

naciones y que el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los gobernantes radica en el pueblo.<br />

a) Tito Livio.<br />

b) Alberto Magno.<br />

c) Nicolás Maquiavelo.<br />

d) Francisco <strong>de</strong> Vitoria.<br />

7. Son imágenes débiles <strong>de</strong> las impresiones, según Hume.<br />

a) I<strong>de</strong>as.<br />

b) Hechos.<br />

c) Sueños.<br />

d) Acontecimientos.<br />

8. Distinguió dos tipos <strong>de</strong> servidumbre: la legal y la natural. La primera la explicó acudiendo a<br />

las sagradas escrituras. La segunda a la filosofía política <strong>de</strong> Aristóteles.<br />

a) Julián Garcés.<br />

b) Bernardo <strong>de</strong> Mesa.<br />

c) Bartolomé <strong>de</strong> las Casas.<br />

d) Juan <strong>de</strong> Palacios Rubios.<br />

9. Negó la esclavitud y criticó a los conquistadores españoles por afirmar que los indígenas son<br />

bestias y jumentos.<br />

a) Juan <strong>de</strong> Palacios Rubios.<br />

b) Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda.<br />

c) Bernardo <strong>de</strong> Mesa.<br />

d) Julián Garcés.<br />

10. Alonso <strong>de</strong> la Veracruz, en su obra “De <strong>de</strong>cimis” cuestiona...<br />

a) el <strong>de</strong>recho divino.<br />

b) el diezmo <strong>de</strong> la iglesia.<br />

c) las sagradas escrituras.<br />

d) Los tratados sobre la escolástica.<br />

Durante el estudio <strong>de</strong>l compendio fascículo 2: El pensamiento filosófico en Europa y en México<br />

siglos XVIII-XIX. Comprendiste lo que es la Ilustración, el Criticismo, el I<strong>de</strong>alismo, el Positivismo, el<br />

Materialismo Dialéctico y el Vitalismo. Asimismo, aprendiste las características <strong>de</strong> la ilustración, la<br />

repercusión <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad en el pensamiento novohispano y las i<strong>de</strong>as in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistas <strong>de</strong> los<br />

criollos ilustrados. A continuación te haremos algunas preguntas al respecto.<br />

11. Afirmó que el hombre es un ser moral y autónomo que no necesita <strong>de</strong> creencias religiosas<br />

para <strong>de</strong>sarrollar una vida virtuosa.<br />

a) Voltaire.<br />

b) Helvetius.<br />

c) Pierre Bayle.<br />

d) Montesquieu.<br />

12. Doctrina filosófica que acepta como un hecho innegable la existencia <strong>de</strong>l conocimiento y que<br />

le atribuye al intelecto la posibilidad <strong>de</strong> un conocimiento sin límites.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

142


a) Empirismo.<br />

b) Criticismo.<br />

c) Dogmatismo.<br />

d) Escepticismo.<br />

FILOSOFÍA II<br />

13. La corriente filosófica que niega toda posibilidad <strong>de</strong> un conocimiento objetivo y racional es el:<br />

a) Criticismo.<br />

b) Dogmatismo.<br />

c) Escepticismo.<br />

d) Racionalismo.<br />

14. Según Kant, el fenómeno es:<br />

a) La cosa en sí misma.<br />

b) Lo que puedo <strong>de</strong>ducir por medio <strong>de</strong> la razón.<br />

c) Aquello que aparece <strong>de</strong> la cosa, el ser para mí.<br />

d) Aquello que aparece como el ser en sí <strong>de</strong> la cosa.<br />

15. El siguiente enunciado: Los metales se dilatan por el calor; es un ejemplo <strong>de</strong>:<br />

a) Juicio asertórico.<br />

b) Juicio disyuntivo.<br />

c) Juicio apodíctico.<br />

d) Juicio problemático.<br />

16. Logró crear un sistema filosófico capaz <strong>de</strong> explicar la concepción evolutiva <strong>de</strong> la realidad<br />

como una totalidad.<br />

a) Kant.<br />

b) Hegel.<br />

c) Buffon.<br />

d) Feuerbach.<br />

17. Uno <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong>l capitalismo es la <strong>de</strong>shumanización <strong>de</strong> la persona humana,<br />

conocida como...<br />

a) Alienación.<br />

b) Aceptación.<br />

c) Humanización.<br />

d) Personalización.<br />

18. El eterno retorno, entendido como la vida que se afirma, que reclama siempre ser plena, que<br />

pi<strong>de</strong> eternidad en el placer, habrá <strong>de</strong> volver una y otra vez, con toda su luminosidad pero<br />

también con todo su lastre <strong>de</strong> miserias. Este concepto es una propuesta <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> :<br />

a) Carlos Marx.<br />

b) Augusto Comte.<br />

c) Fe<strong>de</strong>rico Engels.<br />

d) Fe<strong>de</strong>rico Nietzsche.<br />

19. Debido al eclecticismo se preten<strong>de</strong> explicar a América, ya no como un fenómeno <strong>de</strong> rareza o<br />

como un mundo incógnito, sino <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> la:<br />

a) Conciliación cultural.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

143


) Historia universal.<br />

c) Naturaleza.<br />

d) Filosofía.<br />

FILOSOFÍA II<br />

20. El intento por compren<strong>de</strong>r y sistematizar los conocimientos y hallazgos <strong>de</strong> la época, es la<br />

forma en la que se expresa en la Nueva España el:<br />

a) Escolasticismo.<br />

b) Enciclopedismo.<br />

c) Eclecticismo.<br />

d) Tomismo.<br />

Durante el estudio <strong>de</strong>l compendio fascículo 3: El pensamiento filosófico <strong>de</strong>l siglo XX y el<br />

pensamiento estético, constructivista y utópico. Entendiste lo que es Antropología, el<br />

Personalismo, el Existencialismo, la Teoría Crítica y la Filosofía Latinoamericana. Asimismo,<br />

aprendiste lo que es la obra <strong>de</strong> arte, la clasificación <strong>de</strong>l mismo y su función en la sociedad<br />

contemporánea. También, la relación entre la utopía y el pensamiento latinoamericano. A<br />

continuación te haremos unas preguntas sobre esos temas.<br />

21. Intentar filosofar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l actor más que <strong>de</strong>l espectador, es una<br />

característica <strong>de</strong>l...<br />

a) Marxismo.<br />

b) Personalismo.<br />

c) Antropologismo.<br />

d) Existencialismo.<br />

22. Pue<strong>de</strong> elegir libremente el modo en que se relaciona con las cosas y con los <strong>de</strong>más<br />

hombres.<br />

a) Dios.<br />

b) El animal.<br />

c) El hombre.<br />

d) El espíritu divino.<br />

23. Es una existencia que actúa <strong>de</strong> acuerdo con la razón. Realiza actos elegidos libremente y<br />

hace todo lo posible por seguir siempre los dictados <strong>de</strong> las normas o reglas.<br />

a) Existencia ética.<br />

b) Existencia lúdica.<br />

c) Existencia <strong>de</strong> la fe.<br />

d) Existencia estética.<br />

24. Es el arte que preten<strong>de</strong> corregir y perfeccionar la realidad. En sus obras se manifiesta una<br />

realidad i<strong>de</strong>alizada. No se plasma la realidad como es sino como <strong>de</strong>bería ser.<br />

a) Arte creativo.<br />

b) Arte imitativo.<br />

c) Arte expresivo.<br />

d) Arte constructivo.<br />

25. Es una experiencia en la cual cada individuo tiene una impresión intelectual, emocional y<br />

orgánica propia acerca <strong>de</strong> cada obra <strong>de</strong> arte.<br />

a) Experiencia social.<br />

b) Experiencia objetiva.<br />

c) Experiencia empírica.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

144


d) Experiencia subjetiva.<br />

FILOSOFÍA II<br />

26 Es concebido como un conjunto <strong>de</strong> teorías que explican las condiciones, factores y<br />

circunstancias que <strong>de</strong>terminan que el hombre elabore una interpretación <strong>de</strong> la realidad.<br />

a) Pensamiento utópico.<br />

b) Pensamiento estético.<br />

c) Pensamiento constructivista.<br />

d) Pensamiento latinoamericano.<br />

27. Sostuvo la hipótesis <strong>de</strong> que las emociones, los instintos y los mecanismos irracionales <strong>de</strong> la<br />

mente humana influyen en el modo <strong>de</strong> conformar nuestras i<strong>de</strong>as y nuestro conocimiento.<br />

a) Piaget.<br />

b) Comte.<br />

c) Freud.<br />

d) Kant.<br />

28. Cuando el ser humano se relaciona con una obra <strong>de</strong> arte para disfrutar su belleza, vive<br />

una...<br />

a) Experiencia ética.<br />

b) Experiencia mística.<br />

c) Experiencia estética.<br />

d) Experiencia religiosa.<br />

Instrucciones: Marca la “V” si es verda<strong>de</strong>ra o la “F” si es falsa, lo expresado en las siguientes<br />

<strong>de</strong>finiciones.<br />

29. El arte pop es un arte <strong>de</strong>svinculado <strong>de</strong> la realidad, complicado y sólo entendible y disfrutado<br />

por una élite.<br />

30. El arte mo<strong>de</strong>rno es un arte vinculado con la realidad social, con sus problemas y en su<br />

forma, accesible a todos.<br />

31. Los artistas como encubridores <strong>de</strong> la realidad, nos hablan en sus obras <strong>de</strong> ciertos<br />

principios: la competencia, el egoísmo, la acumulación <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> consumo.<br />

32. Los artistas como <strong>de</strong>scubridores <strong>de</strong> la realidad generan imágenes armoniosas y elogiosas<br />

<strong>de</strong> la sociedad capitalista.<br />

5.1 HOJA DE RESPUESTA.<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

145


FILOSOFÍA II<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

146


FILOSOFÍA II<br />

5.2 HOJA DE COTEJO DE LA EVALUACIÓN MUESTRA<br />

COMPENDIO<br />

FASCÍCULO 1<br />

1 C<br />

2 B<br />

3 D<br />

4 B<br />

5 D<br />

6 D<br />

7 A<br />

8 D<br />

9 D<br />

10 B<br />

COMPENDIO<br />

FASCÍCULO 2<br />

11 C<br />

12 C<br />

13 C<br />

14 C<br />

15 A<br />

16 B<br />

17 A<br />

18 D<br />

19 B<br />

20 B<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

147<br />

COMPENDIO<br />

FASCÍCULO 3<br />

21 D<br />

22 C<br />

23 A<br />

24 D<br />

25 D<br />

26 C<br />

27 C<br />

28 C<br />

29 F<br />

30 F<br />

31 F<br />

32 F


BIBLIOGRAFÍA<br />

FILOSOFÍA II<br />

ARNAU, H., et al. Temas y textos <strong>de</strong> filosofía, Alhambra mexicana, México, 1994.<br />

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CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

148


FILOSOFÍA II<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

149


DIRECTORIO<br />

FILOSOFÍA II<br />

Jorge González Teyssier<br />

Director General<br />

Javier Guillén Anguiano<br />

Secretario Académico<br />

Francisco Lara Almazán<br />

Coordinador Sectorial Norte<br />

Alfredo Orozco Vargas<br />

Coordinador Sectorial Centro<br />

Rafael Velázquez Campos<br />

Coordinador Sectorial Sur<br />

Álvaro Álvarez Barragán<br />

Coordinador <strong>de</strong> Administración Escolar<br />

y <strong>de</strong>l Sistema Abierto<br />

José Noel Pablo Tenorio<br />

Director <strong>de</strong> Asuntos Jurídicos<br />

Ma. Elena Solís Sánchez<br />

Directora <strong>de</strong> Información<br />

Y Relaciones Públicas<br />

Lilia Himmelstine Cortés<br />

Directora <strong>de</strong> Planeación Académica<br />

Mario Enrique Martínez <strong>de</strong> Escobar y<br />

Ficachi<br />

Director <strong>de</strong> Extensión Cultural<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

150<br />

María Elena Saucedo Delgado<br />

Directora <strong>de</strong> Servicios Académicos<br />

Ricardo Espejel<br />

Director <strong>de</strong> Programación<br />

Francisco René García Pérez<br />

Director Administrativo<br />

Jaime Osuna García<br />

Director <strong>de</strong> Recursos Financieros


FILOSOFÍA II<br />

COLEGIO DE<br />

BACHILLERES<br />

CUADERNO DE ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN<br />

151

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