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AÑO LXVIII<br />
NUM. 3.424<br />
26 julio 2008<br />
1,80 €<br />
AÑO PAULINO<br />
y <strong>compromiso</strong> <strong>ecuménico</strong>
■ Número: 3.424<br />
■ 26 de julio de 2008<br />
■ Páginas de 1113 a 1152<br />
Benedicto XVI y Bartolomé I participaron el día 28 de junio,<br />
víspera de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, en<br />
una ceremonia litúrgica celebrada en la basílica de San Pablo<br />
Extramuros de Roma. Con ese acto, que recoge la foto de portada,<br />
quedaba inaugurado el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>; asistían a él representantes de<br />
otras iglesias y comunidades cristianas. De este modo se quería dar<br />
al <strong>Año</strong> Jubilar dedicado al Apóstol de los gentiles un carácter<br />
<strong>ecuménico</strong>. Incluimos hoy abundante documentación sobre ese<br />
<strong>compromiso</strong> <strong>ecuménico</strong>, que tomó cuerpo en torno a la fiesta de San<br />
Pablo en las palabras del Papa y del Patriarca Ecuménico.<br />
DIRECTOR:<br />
Jesús DE LAS HERAS MUELA<br />
REDACTOR JEFE:<br />
Miguel DE SANTIAGO<br />
REDACTORES Y SECCIONES:<br />
Angel Arriví (España), José Ignacio Rivarés (Mundo y Latinoamérica),<br />
Miguel de Santiago (Cultura y Diagramación),<br />
Patricia Basterrechea (Secretaría de Dirección y Documentalista),<br />
Julio Rodríguez y Pablo Herrero (Traducciones y Documentación).<br />
ADMINISTRACION, PUBLICIDAD Y SUSCRIPCIONES:<br />
Antonio Cortés, José Díaz, María José Pariente y Valentín Sánchez.<br />
COLABORADORES Y CORRESPONSALES:<br />
M.A. Agea, F. Aizpurúa, J. Aymar, L. Azorín, A. Botías, Mª T. Compte,<br />
J.M. Coviella, J.E. Díaz, J. Díaz-Bernardo, J. Espeja, C. Fernández, G. Ferrer,<br />
P. Fuertes, M. García, A. Gil Moreno, E.T. Gil de Muro, J.Mª Gil Tamayo,<br />
A. Güemes, J.J. Iriarte, J.L. Larrabe, J.J. Montes, J. Moreno, M. Muñoz,<br />
J.R. Navarro, J.M. Pérez Charlín, R. Pestaña, H. Riegas, J. Velasco, G. Vera.<br />
DOMICILIO: C/. Alfonso XI, 4, 4.º — 28014 Madrid<br />
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IMPRIME: Gráficas Arias Montano, S. A. Móstoles (Madrid)<br />
ISSN 0012-9038 Depósito Legal: M-2.095-1958<br />
TARIFAS:<br />
España: 83,50 E al año.<br />
Europa: 113,50 E.<br />
Resto de países: 144 E.<br />
Número atrasado: 1,95 E (más gastos de envío).<br />
1115<br />
Editorial<br />
De Sídney a Madrid ................................................................................................................................................ 5<br />
Opinión<br />
San Juan de Avila, discípulo de San Pablo, por Tomás Pizarro Jiménez<br />
................................................................................................................................................................................. 6<br />
España<br />
Nuevos obispos de Lleida y Girona ........................................................................................... 8<br />
Los fallos judiciales se acumulan sobre Educación para la Ciudadanía<br />
........................................................................................................................................................................... 9<br />
Intensa agenda de jornadas de la CEE en septiembre ............................... 10<br />
El <strong>Año</strong> Litúrgico, memorial de Cristo en el tiempo, por Oscar<br />
Miguel Casas Arévalo ........................................................................................................................... 11<br />
XXX Asamblea Nacional de la Renovación Carismática católica,<br />
por Denise S. Blakebrough ............................................................................................................ 12<br />
María Josefa Larraga, reelegida superiora general de las Mercedarias<br />
de la Caridad .......................................................................................................................... 13<br />
El Museo Arqueológico del Padre Belda abre sus puertas en<br />
Alba de Tormes, por Roberto Ruano ............................................................................ 14<br />
Cultura<br />
Reseña de novedades editoriales ..................................................................................................... 16<br />
Reportaje<br />
Madrid tomará el relevo de Sídney en 2011, por Miguel Angel<br />
Agea ...................................................................................................................................................................................... 18<br />
Documentación<br />
Discurso de Benedicto XVI al Patriarca Ecuménico Bartolomé I<br />
en la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo,<br />
y de la apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> ....................................................................................... 21<br />
Homilía de Benedicto XVI en las Primeras Vísperas de la solemnidad<br />
de los apóstoles San Pedro y San Pablo, celebradas<br />
en la basílica de San Pablo Extramuros de Roma ............... 22<br />
Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I en las Primeras<br />
Vísperas de los apóstoles San Pedro y San Pablo ............................... 24<br />
Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I en la solemnidad<br />
de los apóstoles San Pedro y San Pablo .............................................................. 25<br />
Homilía de Benedicto XVI en la solemnidad de los apóstoles<br />
San Pedro y San Pablo ......................................................................................................................... 26<br />
«Angelus» de Benedicto XVI en la solemnidad de los apóstoles<br />
San Pedro y San Pablo ......................................................................................................................... 28<br />
Discurso de Benedicto XVI a los arzobispos metropolitanos<br />
que han recibido el Palio ................................................................................................................. 29<br />
Audiencia general del miércoles 2 de julio de 2008 ...................................... 31<br />
Audiencia general del miércoles 14 de mayo de 2008 .............................. 33<br />
Colaboración<br />
Ecumenismo Eucarístico al Sínodo de la Palabra, por José Luis<br />
Larabe Orbegozo .............................................................................................................................................. 35<br />
El Domingo, Pan de la Palabra<br />
La utopía del reparto final, por Fidel Aizpurúa ........................................................ 36<br />
El amor social, por Fidel Aizpurúa ................................................................................................. 37<br />
La firma<br />
Cristo da más. Lo ofrece todo, por Jesús de las Heras Muela ....... 38<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 3
editorial<br />
1117<br />
Editorial<br />
De Sídney a Madrid<br />
Desde nuestras antípodas el Papa Benedicto XVI ha anunciado, como ya se había filtrado en<br />
días precedentes, que la próxima Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar en 2011 en Madrid;<br />
veintidós años después de la de Santiago de Compostela, en 1989, monseñor Rouco será nuevamente<br />
el anfitrión. Mientras tanto, en España la mayoría de los medios de comunicación social<br />
—prensa, radio, televisión, internet— estaban entretenidos —u obsesionados— con otros temas religiosos<br />
para, de alguna manera, ocultar y silenciar al Papa y, si daban cauce a sus palabras en<br />
Australia, era para comentar únicamente las alusiones al cambio climático, la lucha contra la pobreza,<br />
la petición de justicia por los abusos sexuales de algunos sacerdotes... Es decir, a muchos les<br />
interesaba subrayar que Madrid acogía una Conferencia Mundial sobre el diálogo entre religiones,<br />
organizada por la Liga Mundial Musulmana y patrocinada por el Rey de Arabia Saudí, advirtiendo<br />
que se había invitado a un representante de la Iglesia católica; en el fondo se trataba de una<br />
conferencia, preparada para mayor gloria de la Alianza de Civilizaciones que patrocina el presidente<br />
del Gobierno español, por lo que nada ha extrañado el silencio de gobernantes, políticos, periodistas,<br />
feministas, sindicalistas y demás asimilados, sobre todo si se tiene en cuenta que en ella<br />
predominaban defensores de la pena de muerte para quienes abandonen la religión de Estado o<br />
para los homosexuales, gentes que mantienen relaciones directas con terroristas, líderes que pretenden<br />
cambiar las formas de vida de los occidentales, que infravaloran a las mujeres...<br />
Simultáneamente, medio millón de jóvenes de todo el mundo —entre ellos, cinco mil españoles—<br />
han hecho un enorme sacrificio para estar junto a Benedicto XVI y escuchar sus catequesis<br />
claras y enjundiosas, como un servicio a la verdad y fundamentalmente dirigidas a la razón y a<br />
la libertad de los jóvenes, anunciándoles que solamente Jesucristo es el amigo que no defrauda,<br />
el que da respuesta satisfactoria a todas las necesidades de todos los hombres.<br />
Sin embargo, no han faltado, como ya es habitual, quienes han tratado de reducir el mensaje<br />
pontificio a tópicos en clave sociopolítica. A la espera de ofrecerles en su integridad todos los textos<br />
de Benedicto XVI, hemos de destacar cómo el Papa, con una imagen de autenticidad, de sincera<br />
humildad, rezumando paz y alegría, ha lanzado con sencillez su propuesta cristiana a los jóvenes<br />
de todo el mundo. Los ha considerado embajadores de esperanza ante otros muchos contemporáneos<br />
que se encuentran sumidos en la droga, el alcohol, el consumismo o el culto al sexo;<br />
y ha alertado sobre la frustración y la esclavitud que supone prescindir de Cristo y adorar a los<br />
falsos dioses del amor posesivo, los bienes materiales y el poder. No es fácil la tarea de ser testigos<br />
de la Verdad, la Bondad y la Belleza, del Evangelio de Jesucristo en un mundo secularizado<br />
que pretende suprimir toda referencia al Creador.<br />
Pero ha sonado la hora de la misión, impulsados por la fuerza del Espíritu Santo. Y la hora del<br />
<strong>compromiso</strong>. Y, previamente, de la reflexión. Benedicto XVI ha propuesto muchos temas y ha lanzado<br />
algunas preguntas a los jóvenes: «¿Qué dejaréis vosotros a la próxima generación? ¿Estáis<br />
construyendo vuestras vidas sobre bases sólidas? ¿Estáis construyendo algo que durará? ¿Estáis viviendo<br />
vuestras vidas de modo que dejéis espacio al Espíritu en un mundo que quiere olvidar a<br />
Dios, rechazarlo incluso en nombre de un falso concepto de libertad? ¿Cómo estáis usando los dones<br />
que se os han dado, la “fuerza” que el Espíritu Santo está ahora dispuesto a derramar sobre<br />
vosotros? ¿Qué herencia dejaréis a los jóvenes que os sucederán? ¿Qué os distinguirá? (…) ¿Cuántos<br />
de nuestros semejantes han cavado aljibes agrietados y vacíos en una búsqueda desesperada<br />
de significado, de ese significado último que sólo puede ofrecer el amor?».<br />
Desde que en 1984 Juan Pablo II instituyó las Jornadas Mundiales de la Juventud han ido cuajando<br />
<strong>compromiso</strong>s para el anuncio y la evangelización aun en medio de las dificultades del ambiente<br />
que nos rodea. Los jóvenes españoles tienen, de aquí al mes de agosto de 2011, un reto: ser<br />
profetas de los nuevos tiempos, mensajeros del amor de Dios, constructores de un futuro de esperanza<br />
para toda la humanidad, capaces de transformar sus familias, sus ambientes escolares y de<br />
diversión, la sociedad entera. El magisterio pontificio de Sídney —que ocupará en su integridad<br />
nuestro próximo número— debe nutrir los tres años de una larga catequesis preparatoria del multitudinario<br />
encuentro de jóvenes de todo el mundo. La Iglesia, como acaba de recordar el Papa, tiene<br />
necesidad de los jóvenes. Y a la Iglesia española, por tanto, le ha sido encomendada, a partir<br />
de ahora, una responsabilidad añadida. ■<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 5
«H<br />
Opinión<br />
San Juan de Avila,<br />
discípulo de San Pablo<br />
Tomás Pizarro Jiménez<br />
Sacerdote de la diocesis de Coria-Cáceres<br />
oy Cristo necesita apóstoles<br />
dispuestos a sacrificarse; ne-<br />
cesita testigos y mártires<br />
como San Pablo. Qué actual es su<br />
ejemplo». Es la propuesta del Papa Benedicto<br />
XVI anunciando el <strong>Año</strong> jubilar<br />
«paulino». Esta circunstancia se hace<br />
mensaje y ánimo para subrayar una<br />
dimensión característica de la espiritualidad<br />
de San Juan de Avila (1500-<br />
1569): la de considerarse discípulo admirado<br />
y fiel del Apóstol de las gentes<br />
para su propia vida sacerdotal, para su<br />
predicación y para estímulo del grupo<br />
o escuela de sus seguidores. Es ésta<br />
una notable perspectiva a revivir, a actualizar,<br />
a promover en el <strong>Año</strong> paulino<br />
entre los presbíteros seculares de España<br />
que veneramos al Maestro Avila<br />
como celeste Patrono, y que puede influir<br />
en actos litúrgicos, culturales, en<br />
iniciativas pastorales y sociales.<br />
Espíritu paulino<br />
Quien nos ofrece las primeras señales<br />
de la devoción avilistas a San Pablo<br />
es fray Luis de Granada: «El padre<br />
Avila determinó buscar un guía a quien<br />
seguramente pudiese seguir y no halló<br />
otro más conveniente que el apóstol<br />
San Pablo, dado por predicador de las<br />
gentes… Y cuán bien haya sucedido a<br />
este padre poner los ojos en este dechado,<br />
adelante se verá: (Vida 1,2) Esto<br />
mismo reitera y amplía el licenciado L.<br />
Muñoz, segundo biógrafo del Santo<br />
de Almodóvar del Campo (Vida 1,7 ss).<br />
Los avilistas actuales no dejan de<br />
aludir a esa especie relación de San<br />
Juan de Avila con el gran Apóstol de<br />
Cristo. Es la experiencia y vivencia del<br />
«paulinismo», como suele designarse.<br />
Así, por ejemplo, lo expone B. Jiménez<br />
Duque (+ 2001) en la biografía del<br />
Santo (BAC 1998); o J. Esquerda en su<br />
Diccionario de San Juan de Avila (1999).<br />
También lo notan A. Huerga, F. Martín<br />
Hernández y J. J. Gallego en su<br />
tesis doctoral Sacerdocio y oficio sacerdotal<br />
en San Juan de Avila (1998, Córdoba).<br />
Y aparece el tema, al menos<br />
trasversalmente en ponencias y comunicaciones<br />
del Congreso internacional<br />
de avilistas 2000, al no haber un artículo<br />
específico sobre el paulinismo avilistas.<br />
Es una cuestión que ahora puede<br />
ser más investigada y publicada.<br />
Los escritos avilistas<br />
Sea detenida o rápida la revisión de<br />
los sermones, pláticas, tratados de reforma<br />
y epistolario del Maestro Avila,<br />
percibimos que rezuma por todas partes<br />
la cita y la doctrina paulina y el<br />
proponer a San Pablo como modelo<br />
de vida cristiana apostólica.<br />
Sólo en las tres primeras cartas, de<br />
las 260 conocidas ya encontramos textos<br />
de las epístolas a Romanos, Corintios,<br />
Filipenses, Tesalonicenses, Tito, Filemón<br />
y Hebreos, junto a otros pasajes<br />
bíblicos. Sigue el santo Maestro esta<br />
pauta en las Lecciones sobre la epístola<br />
a los Gálatas, carta que el padre Avila<br />
comenta en sus seis capítulos. No se<br />
trata de un cometario de estilo exegético<br />
moderno, sino que, al decir del Licenciado<br />
Muñoz, «hacía unas pláticas<br />
espirituales en que explicaba la doctrina<br />
del Apóstol», pero en un entramado<br />
con abundantes consideraciones morales,<br />
dogmaticas y ascéticas. De la<br />
abundancia del corazón hablaba la<br />
boca.<br />
Tal vez escuchando lecciones similares<br />
en Córdoba refería un religioso:<br />
«Vengo de oir a San Pablo interprentando<br />
a San Pablo». O como decía el<br />
6 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
dominico Alonso Carrillo: «Si al<br />
apóstol San Pablo y su doctrina habían<br />
de entender dos hombres, y dar explicación<br />
verdadera, uno era el padre<br />
Maestro Avila y el otro estaba por nacer».<br />
En su día escribiría el historiador<br />
jesuita R. Villoslada: «Juan de Avila es<br />
un retrato vivo del apóstol San Pablo.<br />
Yo no recuerdo que en la historia de la<br />
Iglesia haya otro que se le asemeje<br />
tanto. En la vida y en el pensamiento».<br />
(Rev. Manresa, 1945).<br />
Testigos unánimes<br />
En el proceso de beatificación de<br />
Joannes de Avila (entre 1623 y 1628)<br />
sorprende la pregunta 21 del interrogatorio<br />
de testigos: «Si saben cuán devoto<br />
era el dicho Maestro Avila del<br />
apóstol San Pablo y cuánto deseó imitar<br />
su vida, y las muchas epístolas que<br />
a imitación suya escribió». Y la cascada<br />
de respuestas es casi unánime, pocos<br />
desconocían el asunto, sea en Almodóvar,<br />
Montilla, Córdoba, Granada,<br />
Jaén, Baeza, Andújar o Madrid, sean<br />
ecclesiásticos o seglares los interrogados,<br />
hombres y mujeres. El paulinismo<br />
del santo predicador de Andalucía y<br />
Extremadura era en verdad «voz populi».<br />
Basten dos testimonios que resuman.<br />
El capellán Carillo, de la Capilla<br />
Real, afirma rotundamente a la cuestión<br />
citada y añade que podría aplicarse<br />
a los escritos avilistas lo que un<br />
Papa dijo de los de Santo Tomás de<br />
Aquino: que «cuando no hubiese Milagros<br />
bastaban sus escritos par tenerlo<br />
por santo y canonizarlo» (Proceso<br />
Granada). En Montilla el presbítero<br />
Cristóbal de Luque, conocedor también<br />
de Almodóvar, se explaya en todo<br />
el interrogatorio y asegura en la pre-<br />
1118
gunta 21: «Digo que el dicho padre<br />
Maestro Avila fue devosísimo del<br />
Apóstol San Pablo al cual deseó imitar<br />
en vida, y lo hizo lo más que pudo,<br />
pues predicando el santo Evangelio y<br />
sana doctrina de la Iglesia Romana en<br />
muchas villas y lugares y ciudades de<br />
España, especialmente en esta provincia<br />
de Andalucía, lo hizo sin tener en<br />
ninguna de ellas mansión, vivienda<br />
cierta…», «tuvo deseo de predicar el<br />
santo Evangelio en las Indias, imitando<br />
en esto al apóstol San Pablo…».<br />
El misterio de Cristo<br />
En lo que admirablemente sintonizó<br />
San Juan de Avila con el apóstol<br />
Pablo fue en el conocimiento vital,<br />
decisivo, del «misterio de Cristo»<br />
por la gracia iluminante de descubrir<br />
el inmenso beneficio de la redención<br />
de Cristo, de los méritos infinitos<br />
de su Sangre, de los grandes<br />
tesoros que tenemos en Cristo para<br />
espera y padecer trabajos por Dios.<br />
La misma vivencia sobre el misterio<br />
de la Iglesia, unida como esposa y<br />
Cuerpo místico a su Cabeza.<br />
Era, sin embargo, un paulinismo<br />
como modo de espiritualidad más<br />
que conjunto doctrinal, relacionado<br />
con el movimiento paulonias del siglo<br />
XVI en la Universidad de Alcalá y<br />
con el erasmismo evangelista; pero<br />
en ciencia y experiencia plenamente<br />
ortodoxo, más que libre de toda<br />
«novedad» luterana, como decidió la<br />
misma absolución inquisitorial sobre<br />
el Maestro Avila en 1533.<br />
Las Letras apostólicas de canonización<br />
del Beato Avila, firmadas por<br />
Pablo VI el 31 mayo de 1970, presentan<br />
con ponderación al santo<br />
Maestro como discípulo de San Pablo:<br />
«Juan, a semejanza de Pablo,<br />
con quien le unían admirablemente su<br />
estirpe, temperamento y habilidad, fue<br />
con toda verdad un apóstol, o como<br />
dice la historia «una clara imagen de la<br />
predicación evangélica», y al mismo<br />
tiempo «una copia fiel del santo Apóstol»…<br />
El núcleo capital de su abundantísima<br />
doctrina es el misterio de Cristo…<br />
el cristiano puede participar de<br />
los bienes del divino Redentor y unirse<br />
por la gracia con Cristo, lo mismo que<br />
la cabeza con los restantes miembros».<br />
1119<br />
Nueva evangelización<br />
«En un momento histórico lleno de<br />
controversias y de cambios profundos<br />
Juan de Avila supo hacer frente a los<br />
grandes desafíos de su época», escribía<br />
Juan Pablo II en el año 2000, por el V<br />
centenario del nacimiento del apóstol<br />
de Andalucía, del «principal patrono<br />
del clero secular español». En estos caminos<br />
de nueva evangelización seguimos<br />
en el siglo XXI —¿con qué coordenadas<br />
de futuro en España?— bajo el<br />
«San Juan de Ávila en el atardecer de la vida» de<br />
Tomás Pizarro<br />
Pastor universal de la Iglesia Benedicto<br />
XVI, que nos ofrece el <strong>Año</strong> jubilar<br />
paulino del 28 de junio próximo al 29<br />
de junio del 2009.<br />
Es un nuevo kairós eclesial «cuando<br />
—como dice el Papa, Navidad 2007,<br />
apuntando hacia algunos fuertes vientos<br />
adversos— no podemos engañarnos:<br />
los problemas que plantea el laicismo<br />
de nuestro tiempo y la presión de<br />
las presunciones ideológicas a las que<br />
tiende la conciencia laicista con su<br />
prentendida exclusiva de racionalidad<br />
definitiva no son baladíes. Nosotros lo<br />
sabemos, y conocemos el cansancio de<br />
la lucha que en este tiempo se nos impone.<br />
Pero sabemos también que el Señor<br />
mantiene su promesa: «He aquí que<br />
Yo estoy con vosotros todos los días<br />
hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20).<br />
<strong>Año</strong> jubilar<br />
Opinión<br />
El glorioso apóstol San Pablo, experto<br />
en los mares del misterio de Cristo y<br />
en los geográficos del Mediterráneo,<br />
del Imperio romano, de la historia de<br />
Israel, de los espacios de Oriente, nos<br />
va a inspirar si nos lanzamos a «reescribimos»<br />
sus epístolas para el Pentecostés<br />
eclesial del tercer milenio.<br />
«¡Ay de mí si no evangelizara!».<br />
Ardientemente respondió San<br />
Juan de Avila a los requerimientos<br />
del Apóstol en el siglo XVI. No faltarán<br />
en el siglo XXI los misioneros<br />
«paulinos» para los nuevos areópagos<br />
humanos y culturales; Benedicto<br />
XVI lo muestra el primero en sus<br />
decididos itinerarios de apostolado<br />
«Sed imitadores míos como yo lo<br />
soy de Cristo» podía decir San Pablo<br />
(I Cor 11, 1). «Sed imitadores míos<br />
como yo lo soy de Pablo» podría<br />
decirnos San Juan de Avila a sus<br />
co-presbíteros hispanos, caminantes<br />
de Emaús en horas inciertas.<br />
Nos viene a propósito el «examen»<br />
que el Maestro Avila pasaba a su<br />
amigo fray Alonso de Vergara,<br />
dominico, en una carta: «¿Qué maravilla<br />
que haya contienda donde<br />
tanta diversidad de pareceres y fines<br />
hay?... ¿Por ventura es vuestra reverencia<br />
el primer atribulado porque<br />
se pasó a Cristo? ¿O sera el primero<br />
desamparado de los que padecen<br />
por Cristo?… ¿Qué se le da, padre,<br />
de pareceres de hombres ciegos? ¿Qué<br />
se queja de palabras y estimas de<br />
hombres y juicios ciegos?… Aún no ha<br />
peleado vuestra reverencia hasta derramar<br />
la sangre; aún no es compañero y<br />
semejante en los trabajos del Apóstol<br />
que decía «cada día me veo a punto de<br />
muerte». ¿Podrá vuestra reverencia contar<br />
persecuciones, afrentas, pedradas,<br />
azotes, cárceles, que haya pasado por<br />
Jesucristo con San Pablo?». (Obras,<br />
BAC, 1970, vol. V, carta 2). ■<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 7
España<br />
Nuevos obispos de Lleida y Girona<br />
El Papa nombra obispo de Lleida a monseñor Joan Piris Frígola<br />
y obispo de Girona al sacerdote Francesc Pardo Artigas<br />
La Nunciatura Apostólica<br />
en España comunicó a<br />
mediodía del 15 de julio<br />
1986 fue consiliario diocesano<br />
del Movimiento Familiar<br />
Rural y de los Jóvenes Rura-<br />
la decisión del Papa Beneles<br />
J. A. R. C., y desde 1985 a<br />
dicto XVI de nombrar obis-<br />
1988 fue miembro del Conpo<br />
de Lleida a monseñor<br />
sejo Presbiteral y del Colegio<br />
Joan Piris Frígola, en la ac-<br />
de Consultores.<br />
tualidad obispo de Menorca,<br />
En 1993 fue hecho público<br />
y de aceptar también la re-<br />
su nombramiento como pánuncia<br />
de monseñor Carlos<br />
rroco de Monistrol d’Anoia y<br />
Soler Perdigó, obispo de<br />
en esas fechas (1993-1995)<br />
Girona, en conformidad con<br />
formó parte de la Comisión<br />
el canon 401, párrafo 1 del<br />
Diocesana para la Prepara-<br />
Código de Derecho Canónición<br />
del Concilio Provincial<br />
co, y nombrar en su lugar al<br />
Tarraconense y miembro de<br />
sacerdote Francesc Pardo<br />
una ponencia. Entre 1993 y<br />
Artigas, en la actualidad vicario<br />
general de la diócesis<br />
Monseñor Piris Frígola (izquierda) y el sacerdote Francesc Pardo.<br />
2006 ejerció como director<br />
del Centro de Estudios Pasto-<br />
de Terrassa.<br />
rales de las diócesis de Cata-<br />
El Obispado de Lleida<br />
luña. En 1997 fue nombrado<br />
estaba vacante desde que Benedicto miembro del Consejo de Presbiterio de párroco de Sant Esteve en Granollers. De<br />
XVI aceptó, el 8 de marzo de 2007, la Valencia.<br />
1999 a 2004 ejerció de arcipreste de Gra-<br />
renuncia de monseñor Francesc Ja- El 1 de marzo de 2001 fue nombranollers y de 2001 a 2004 vicario episcovier<br />
Ciuraneta Aymí, a tenor del cado obispo de Menorca, sede en la que pal de Vallés Oriental.<br />
non 401 párrafo 2 del Código de Dere- recibió la ordenación episcopal el 28 En la diócesis de Terrassa es vicario<br />
cho Canónico.<br />
de abril de ese mismo año.<br />
general de Pastoral y delegado episcopal<br />
En la Conferencia Episcopal Españo- para la Economía desde 2004, así como<br />
Monseñor Piris, obispo<br />
de Menorca desde 2001<br />
la ha sido miembro de la Comisión de<br />
Pastoral en el trienio 2001-2004 y desde<br />
2005 es miembro de la Comisión de<br />
miembro del Consejo Pastoral Diocesano,<br />
del Consejo para los Asuntos Económico<br />
y del Colegio de Consultores.<br />
Medios de Comunicación Social.<br />
Monseñor Piris hará su entrada en la<br />
diócesis de Lleida el 21 de septiembre,<br />
Francesc Pardo Artigas,<br />
vicario general de Terrassa<br />
mientras que la ordenación episcopal de<br />
monseñor Pardo tendrá lugar el 19 de<br />
octubre. Se ha confirmado también que<br />
la toma de posesión de monseñor Juan<br />
del Río como nuevo arzobispo castrense<br />
se celebrará el 27 de septiembre.<br />
Monseñor Piris Frígola nació el 28<br />
de septiembre de 1939 en Cullera (Valencia).<br />
Ordenado sacerdote en Moncada<br />
el 21 de octubre de 1963, desde<br />
1964 a 1968 realizó en Roma los estudios<br />
de Licenciatura en Pedagogía y la<br />
Diplomatura en Catequética en el Pontificio<br />
Ateneo Salesiano. En 1971 se licenció<br />
en Pedagogía por la Universidad<br />
Civil de Valencia.<br />
En 1968 fue nombrado vicario y de<br />
1969 a 1974 párroco de San Fernando<br />
Rey de Valencia. Fue director del Secretariado<br />
Diocesano y luego delegado<br />
episcopal de Pastoral Familiar en Valencia<br />
hasta 1984, cargo que compaginó<br />
con la dirección del Secretariado de<br />
la Subcomisión de Familia de la Comisión<br />
Episcopal de Apostolado Seglar,<br />
en Madrid, de 1981 a 1984. Ha sido<br />
El sacerdote Francesc Pardo Artigas<br />
nació en Torrellas de Foix (diócesis de<br />
Sant Feliu de Llobregat y provincia de<br />
Barcelona) el 26 de junio de 1946. Licenciado<br />
en Teología por la Facultad<br />
de Teología de Cataluña, fue ordenado<br />
sacerdote en Vilafranca del Penedés el<br />
31 de mayo de 1973.<br />
En la Archidiócesis de Barcelona, de<br />
1973 a 1980, fue coadjutor en las parroquias<br />
de Santa María y de la Santísima<br />
Trinidad, en Vilafranca del Penedés, así<br />
como arcipreste de esta misma localidad<br />
de 1979 a 1980 y párroco de Sant<br />
Sadurní de Anoia. Desde 1982 y hasta<br />
8 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
Monseñor Soler,<br />
obispo desde 1991<br />
Nacido el 12 de septiembre de1932<br />
en Barcelona, monseñor Carlos Soler<br />
fue ordenado sacerdote el 19 de marzo<br />
de 1960. Consagrado obispo auxiliar<br />
de Barcelona por Juan Pablo II el 22 de<br />
septiembre de 1991, sería promovido a<br />
obispo de Girona diez años después, el<br />
30 de octubre de 2001. ■<br />
1120
Profesionales por la Etica, la asociación<br />
que lidera el movimiento de objeción<br />
a la asignatura de Educación<br />
para la Ciudadanía, acaba de hacer balance<br />
del panorama judicial que arroja a día<br />
de hoy la batería de recursos presentados<br />
en toda España contra esa materia. Según<br />
los datos de esa asociación son ya 12 las<br />
resoluciones que amparan el derecho de<br />
los padres a elegir la educación moral de<br />
sus hijos, aunque se esperan nuevas sentencias<br />
antes de las vacaciones judiciales<br />
de agosto. Según detalla Profesionales por<br />
la Etica a través de un comunicado, la situación<br />
es la siguiente:<br />
— En Andalucía, tres sentencias del<br />
Tribunal Superior de Justicia ya han reconocido<br />
el derecho de los padres a objetar.<br />
A estas sentencias se suma una veintena<br />
de autos judiciales del mismo tribunal,<br />
que mediante la concesión de<br />
medidas cautelares, admiten, con carácter<br />
provisional y hasta que se dicte sentencia,<br />
la petición de los padres de que sus<br />
hijos queden eximidos de asistir a clase<br />
de EpC y de ser evaluados. En esa comunidad<br />
autónoma, además, hay en este<br />
momento más de 100 procedimientos<br />
judiciales relacionados con la objeción a<br />
EpC pendientes de sentencia.<br />
— En La Rioja, una reciente y muy<br />
fundamentada sentencia del Tribunal Superior<br />
de Justicia da la razón a una familia<br />
objetora al resolver en contra de la<br />
decisión administrativa del Gobierno riojano,<br />
que denegaba a los padres la objeción<br />
a la polémica asignatura.<br />
Ese mismo Tribunal Superior ha dictado<br />
también seis autos mediante los que<br />
concede medidas cautelares a la luz de<br />
los cuales los alumnos a los que se refieren<br />
no están obligados a asistir a clase<br />
de EpC y quedan exentos de evaluación,<br />
sin que ello pueda repercutir negativamente<br />
a efectos de promoción de curso<br />
ni de obtención de títulos académicos.<br />
— En Asturias, el Tribunal Superior<br />
de Justicia ha dictado ya 23 sentencias<br />
idénticas reconociendo el derecho de objeción<br />
de los padres a la luz de la Constitución<br />
Española. Textualmente, lesos fallos<br />
señalan que «resulta evidente del<br />
1121<br />
España<br />
Los fallos judiciales se acumulan sobre EpC<br />
Una docena de resoluciones reconocen el derecho a la objeción ante la asignatura<br />
contenido de los artículos 16.1 y 27.1 y 3<br />
de la Constitución Española el derecho a<br />
que se garantice la libertad ideológica y<br />
religiosa de todas las personas y por ello,<br />
de los padres respecto de sus hijos menores,<br />
así como el deber del Estado y de<br />
todos los poderes públicos de garantizar<br />
el derecho que asiste a los padres para<br />
que sus hijos reciban la formación religiosa<br />
o moral que esté de acuerdo con<br />
sus propias convicciones». Sin embargo,<br />
en el caso concreto de unos padres objetores<br />
que habían iniciado el procedimiento,<br />
el Tribunal asturiano resolvió que<br />
no tenía pruebas suficientes para decidir<br />
si los contenidos de EpC entraban en<br />
conflicto con las convicciones de los padres.<br />
Estas sentencias han sido recurridas<br />
por los padres ante el Tribunal Supremo.<br />
— En Aragón, un juzgado de lo Contencioso-Administrativo<br />
de Teruel dictó<br />
en su día sentencia contra el derecho a la<br />
objeción de unos padres. Esta sentencia<br />
ha sido recurrida ante el Tribunal Superior<br />
de Aragón. Sin embargo, el Juzgado de lo<br />
Contencioso-Administrativo de Huesca<br />
ha emitido ya dos autos por los que concede<br />
medidas cautelares a favor de los<br />
padres objetores. Son 26 los recursos<br />
presentados a fecha de hoy en Aragón.<br />
— En Cataluña, cinco autos del Tribunal<br />
Superior de Justicia han resuelto que<br />
las demandas de los padres objetores no<br />
pueden tramitarse por el procedimiento<br />
especial de protección de derechos fundamentales<br />
(algo que sí se ha admitido en la<br />
totalidad del resto de tribunales). En los<br />
fundamentos de derecho, dichos autos<br />
(no sentencias) niegan la existencia del derecho<br />
a la objeción. Estas resoluciones<br />
han sido recurridas por los padres objetores<br />
ante el Tribunal Supremo, mientras, las<br />
familias objetoras de Cataluña siguen presentando<br />
por el procedimiento ordinario<br />
recursos judiciales frente a las resoluciones<br />
administrativas de la Generalidad que<br />
deniegan su objeción. A día de hoy se han<br />
interpuesto al menos 14 recursos, que están<br />
pendientes de resolución.<br />
—En Cantabria se han presentado<br />
once recursos ante el Tribunal Superior<br />
de Justicia por denegación de la obje-<br />
Jaime Urcelay, presidente de la asociación<br />
Profesionales por la Etica.<br />
ción. Tres autos judiciales deniegan las<br />
medidas cautelares (es decir, la inasistencia<br />
a clase de los objetores) «por ser período<br />
no lectivo».<br />
— En Castilla-La Mancha, los padres<br />
han presentado un centenar de demandas<br />
tras la denegación de su derecho a la<br />
objeción. El Tribunal Superior de Castilla-<br />
La Mancha se ha inhibido de la cuestión<br />
a favor de los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo<br />
y así, por ejemplo en<br />
Ciudad Real, son 114 los recursos de alzada<br />
presentados por esta vía.<br />
A la vista de este balance, Jaime Urcelay,<br />
presidente de Profesionales por la<br />
Etica asegura que «hay suficiente base<br />
para entender que con EpC, tal como<br />
está diseñada por el Gobierno, se están<br />
conculcando derechos constitucionales».<br />
En este sentido, reclama «por parte de las<br />
Administraciones educativas y los políticos<br />
más prudencia y respeto a los padres<br />
objetores mientras no haya un pronunciamiento<br />
del Tribunal Supremo». «En todo<br />
caso, un conflicto social de esta envergadura<br />
exige más diálogo y menos represión»,<br />
añade. ■<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 9
España<br />
Intensa agenda de jornadas<br />
de la CEE en septiembre<br />
Varios departamentos programan diversos encuentros para finales del verano<br />
La agenda de la Conferencia Episcopal<br />
Española para el próximo<br />
mes de septiembre está cuajada de<br />
convocatorias organizadas por varios<br />
de sus departamentos. Es el caso de la<br />
Comisión Episcopal de Seminarios y<br />
Universidades, que va a celebrar en el<br />
Colegio La Salle de Tarragona dos citas<br />
consecutivas.<br />
La primera de ellas, programada<br />
para los días 8, 9 y 10 de septiembre, se<br />
trata del XXXVII Encuentro de Rectores<br />
y Formadores de Seminarios Mayores,<br />
que se convoca bajo el lema «La Palabra<br />
de Dios en la formación sacerdotal».<br />
En las sesiones, que serán inauguradas<br />
por monseñor Josep Angel Sáiz<br />
Meneses, obispo de Terrassa y presidente<br />
de la Comisión Episcopal de Seminarios<br />
y Universidades, está anunciada<br />
la participación como ponentes<br />
de Armand Puig i Tárrech, profesor<br />
de la Facultad de Teología de Cataluña;<br />
monseñor Jean Louis Brugués,<br />
secretario de la Congregación para la<br />
Educación Católica; Agustín del Agua<br />
Pérez, director de la Subcomisión Episcopal<br />
de Universidades; y Germán Arana<br />
Beorlegui, SJ, del Departamento de<br />
Pastoral de la Universidad Gregoriana<br />
de Roma.<br />
Monseñor Jean Louis Brugues, ponente en el<br />
Encuentro de Seminarios Mayores.<br />
Seguidamente, del 11 al 13 de septiembre<br />
y en el mismo marco tendrá lugar<br />
el XXXI Encuentro de Delegados<br />
diocesanos de Pastoral Vocacional, que<br />
estará dedicado al tema «Iniciación Cristiana<br />
y Pastoral Vocacional» y que será<br />
inaugurado también por monseñor Sáiz<br />
Meneses. Las ponencias del encuentro<br />
correrán a cargo de Sebastiá Taltavull,<br />
director del Secretariado de la Comisión<br />
Episcopal de Pastoral; monseñor Javier<br />
Salinas Viñals, obispo de Tortosa y<br />
presidente de la Subcomisión Episcopal<br />
de Catequesis; y Felip Juli Rodríguez,<br />
responsable del catecumenado de la<br />
Diócesis de Barcelona.<br />
Curso de Formación<br />
de Doctrina Social<br />
de la Iglesia<br />
«Conciencia individual y conciencia<br />
pública ante la situación social y política»<br />
es el tema central del XVII Curso de<br />
Formación de Doctrina Social de la<br />
Iglesia que se celebra del 15 al 18 de<br />
septiembre en la Fundación Pablo VI de<br />
Madrid. Se trata de una convocatoria<br />
organizada conjuntamente por la citada<br />
Fundación, la Comisión Episcopal de<br />
Pastoral Social, el Instituto Social<br />
«León XIII» y la Facultad de Ciencias<br />
Políticas y Sociología de la Universidad<br />
Pontificia de Salamanca.<br />
En el nutrido plantel de profesores<br />
del curso figuran monseñor<br />
Agustín Cortés, presidente de la<br />
Subcomisión Episcopal de Universidades<br />
y obispo de Sant Feliu de<br />
Llobregat; Gaspar Mora, vicedecano<br />
de la Facultad de Teología «San<br />
Paciano» de Cataluña; Santiago<br />
del Cura, de la Universidad Pontificia<br />
de Salamanca; Marta de la<br />
Cuesta, vicerrectora de la Universidad<br />
Nacional de Educación a Distancia;<br />
Angel Galindo, de la Universidad<br />
Pontificia de Salamanca;<br />
María Teresa Compte, de la Uni-<br />
10 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
versidad Pontificia de Comillas; Gotzone<br />
Mora, viceconsejera de Inmigración<br />
y Ciudadanía de la Generalitat Valenciana;<br />
y monseñor Marcelo Sánchez Sorondo,<br />
canciller de la Academia Pontificia<br />
de Ciencias Sociales.<br />
«Jesucristo y los gitanos»<br />
El Departamento de Pastoral Gitana,<br />
por su parte, ha convocado para los<br />
días 19, 20 y 21 de septiembre, las XXIII<br />
Jornadas Nacionales de Pastoral Gitana.<br />
Las sesiones, que llevan como lema «Jesucristo<br />
y los gitanos», tendrán lugar en<br />
Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los contenidos<br />
formativos de las Jornadas —que<br />
serán presentadas por monseñor Ciriaco<br />
Benavente, obispo de Albacete y<br />
responsable de Pastoral Gitana en el<br />
seno de la CEE, y Guadalupe Romero,<br />
directora del Departamento organizador—<br />
correrán a cargo de Gabriel Leal, delegado<br />
episcopal de Cáritas Diocesana de<br />
Málaga y doctor en Teología Bíblica.<br />
Encuentro de Santuarios<br />
Santiago de Compostela es el marco<br />
elegido por el Departamento de Pastoral<br />
e Turismo, Santuarios y Peregrinaciones<br />
de la CEE para celebrar, entre el<br />
23 y el 25 de septiembre, el XI Encuentro<br />
de Santuarios de España. Bajo el<br />
lema «Hombres y mujeres en camino.<br />
La peregrinación, parábola de la vida»,<br />
en las jornadas intervendrán Marcelino<br />
Agís, profesor de la Universidad de<br />
Santiago de Compostela; Inmaculada<br />
Florido, de la Institución Teresiana y licenciada<br />
en Pedagogía y en Estudios<br />
Eclesiásticos; Segundo L. Pérez López,<br />
director del Instituto Teológico Compostelano;<br />
monseñor Julián Barrio,<br />
arzobispo de Santiago de Compostela;<br />
y Gonzalo Tejerina, decano de la Facultad<br />
de Teología de la Pontificia Universidad<br />
de Salamanca. ■<br />
1122
«El <strong>Año</strong> Litúrgico,<br />
memorial de Cristo en el tiempo»<br />
Cursillo de verano en Valladolid para seminaristas mayores<br />
Este ha sido el tema que<br />
desde el 29 de junio<br />
hasta el 6 de julio distintos<br />
seminaristas de la geografía<br />
española han tratado<br />
en un curso de Liturgia realizado<br />
en la ciudad de Valladolid,<br />
en el corazón de Castilla,<br />
en el antiguo Colegio de<br />
Irlandeses, hoy Centro Diocesano<br />
de Espiritualidad del<br />
Sagrado Corazón. Este es el<br />
tercer cursillo de este tipo<br />
que ha organizado desde la<br />
Conferencia Episcopal Española,<br />
en concreto desde las<br />
Comisiones de Liturgia y Se- Foto de «familia» de todos los participantes en el cursillo.<br />
minarios y Universidades.<br />
Con este año se ha concluido<br />
el trienio programado<br />
por los profesores. El primer año se cen- ponente tratando el tema del día del Setró<br />
en el tema de la celebración de la Eucaristía,<br />
el segundo en la Liturgia de las<br />
ñor, del domingo.<br />
Horas, y éste último en el tema sobre el<br />
<strong>Año</strong> litúrgico.<br />
El director de estos cursillos ha sido el<br />
Formación práctica y ocio<br />
padre Juan María Canals, cmf, ayuda- Tuvimos una formación de carácter<br />
do este año por un surtido número de más práctico que venía a reforzar lo tra-<br />
profesores: el padre Lino E. Díez, sss, tado en las ponencias de los profesores.<br />
que abordó el tema de la celebración del Esa formación práctica se impartió en<br />
Triduo pascual; D. Teodomiro, sacerdo- tres talleres. El primero de ellos fue un<br />
te de la diócesis de León, que nos mos- taller sobre la cuestión de la piedad potró<br />
la programación del canto durante el pular y el <strong>Año</strong> Litúrgico, el cual impartió<br />
<strong>Año</strong> litúrgico; Aurelio García, sacerdote Aurelio García. El segundo taller nos<br />
de la diócesis de Valladolid, que nos ha- mostró cómo celebrar el Triduo pascual,<br />
bló sobre la espiritualidad dentro del ci- que dio el padre Lino E. Díez. Y el último<br />
clo litúrgico; y por último el padre Matí- de ellos fue el que impartió el padre<br />
as Augé, cmf, profesor del Instituto Li- Juan María sobre el Adviento, la Cuarestúrgico<br />
de San Anselmo de Roma, que ma, la Navidad y la Pascua.<br />
hizo una incursión en la historia y la te- Los participantes a este cursillo fuimos<br />
ología del <strong>Año</strong> Litúrgico. También conta- treinta y cinco seminaristas de distintas<br />
mos con la especial colaboración de diócesis españolas, entre ellas, Bilbao, Cá-<br />
monseñor Julián López, obispo de diz, Ciudad Real, Getafe, León, Mondoñe-<br />
León y presidente de la Comisión Episdo-Ferrol, Osma-Soria, Pamplona, Sancopal<br />
de Liturgia, que nos habló sobre la tander, Segovia, Teruel y Albarracín, Tole-<br />
importancia del <strong>Año</strong> Litúrgico en la fordo, Tui-Vigo, Valladolid y Zaragoza.<br />
mación de los futuros presbíteros. Tam- Durante la celebración del cursillo se<br />
bién el padre Juan María intervino como celebró en el mismo lugar la reunión de<br />
1123<br />
España<br />
la Comisión de Liturgia. Allí<br />
asistieron el obispo de León,<br />
monseñor Julián López; el<br />
arzobispo de Valladolid, monseñor<br />
Braulio Rodríguez;<br />
el obispo de Mallorca, monseñor<br />
Jesús Murgui; y el<br />
obispo auxiliar de Toledo,<br />
monseñor Carmelo Borobia.<br />
Esos días participaron<br />
con nosotros en el rezo de la<br />
Liturgia y en la celebración<br />
de la Eucaristía.<br />
Una de las tardes asistimos<br />
al Monasterio Cisterciense<br />
de las Huelgas. Otro<br />
día visitamos el antiguo monasterio<br />
cisterciense de La<br />
Santa Espina, en la actualidad<br />
escuela agraria regida<br />
por los hermanos de la Salle; la villa de<br />
Ureña, en medio de la llanura castellana,<br />
que conserva bastante bien sus murallas<br />
medievales; Villagarcia de Campos, en<br />
donde pudimos admirar un maravilloso<br />
convento de la Compañía de Jesús; y<br />
Medina de Rioseco, donde contemplamos<br />
la maravilla de sus iglesias.<br />
Ha sido una buena oportunidad para<br />
adquirir unos conocimientos que siguen<br />
siendo necesarios para la formación de<br />
cualquier sacerdote. Siempre es gratificante<br />
también reunirse con seminaristas<br />
de otras latitudes ya que así se abre mucho<br />
el horizonte eclesial en el que nos<br />
movemos normalmente. Pero lo más importante<br />
de todo es que han sido días<br />
de gracia para que cada uno pudiésemos<br />
profundizar en la importancia de<br />
celebrar el misterio de Jesucristo en este<br />
mundo nuestro sujeto a la norma de las<br />
horas y los días, sujeto a un tiempo que<br />
nunca es igual, que, aunque dé la impresión<br />
de repetición, siempre está cargado<br />
de novedad. ■<br />
Oscar Miguel Casas Arévalo<br />
Seminarista de Ciudad Real<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 11
España<br />
XXX Asamblea Nacional<br />
de la Renovación Carismática católica<br />
Con el lema «¿Quién es éste que<br />
hasta los vientos y el mar obedecen?»<br />
(Mt 8, 27) se ha celebrado<br />
para la Evangelización. Actualmente es<br />
presidenta de ICCRS, el Servicio de la<br />
Renovación Carismática Católica Inter-<br />
la Asamblea Nacional de la Renovanacional, (además de consejera), y<br />
ción Carismática católica de este año, miembro de la Coordinadora Nacio-<br />
un año muy especial, pues treinta nal de Inglaterra. Michele nos ha de-<br />
años son muchos reuniéndonos en mostrado que es una gran evangeli-<br />
España para cantar las maravillas que zadora y ha recorrido el mundo ha-<br />
el Señor ha hecho y hace cada día en ciéndolo. Esta vez hemos tenido la<br />
nuestras vidas. Porque «Jesús está suerte de tenerla en Madrid. Su predi-<br />
vivo», como decía nuestro pronto becación ha llenado y dado sus frutos,<br />
ato Emiliano Tardif, M.S.C. y nosotros en todos los aspector, en los tres días<br />
así lo creemos, lo experimentamos y de la Asamblea, celebrada en el Audi-<br />
lo celebramos con la fuerte Alabanza torio del Parque de Atracciones de<br />
—así con mayúscula—, que comenza- Madrid. Sus temas: cómo nos cambia<br />
mos el viernes y continuamos cada la Efusión o Bautismo en el Espíritu,<br />
mañana en las Laudes.<br />
con esas siete semanas previas para<br />
Este año —siguiendo eso del siglo conocer a Jesús de una manera más<br />
de las mujeres en la política, lo hemos profunda e íntima y dejar al Espíritu<br />
tenido también en la Renovación— la Santo actuar en cada uno de noso-<br />
predicadora ha sido Michelle Moran, tros; lo necesario que son los Caris-<br />
que nació en Leeds, se convirtió a Jemas en la Iglesia, un regalo del Señor,<br />
sús y recibió la Efusión del Espíritu decía el Papa Benedicto XVI; la im-<br />
Santo a los 16 años. Por lo que ha viportancia de ICCRS en la Renovación<br />
vido su vida cristiana en la Renova- mundial y la gran tarea de la Evangeción.<br />
Enseñó durante cinco años en lización que conlleva, el comenzar por<br />
una Facultad en Londres hasta 1985, nuestras propias familias.<br />
en que junto con su marido Peter, Las predicaciones en las homilías,<br />
fundaron la Comunidad Católica Sión corrieron a cargo del P. Pepe Márquez,<br />
que nos habló,<br />
coincidiendo con la festividad<br />
de Santa Isabel<br />
de Portugal, de cómo<br />
superó las dificultades<br />
entre los suyos con la<br />
invocación a esa gran<br />
misericorida del Señor.<br />
David Gascón nos<br />
Celebración eucarística durante la XXX Asamblea Carismática.<br />
expuso con gran unción<br />
la acción de la Virgen<br />
María, en ese doble Pentecostés<br />
que ella tuvo.<br />
La estancia de María en<br />
Efeso —donde estuvimos<br />
haciendo con el la ruta<br />
de San Pablo un grupo<br />
de la Renovación—, Grecia-Turquía,<br />
y cómo en<br />
el Concilio de Efeso (431)<br />
12 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
fue definida la Maternidad divina de<br />
María, la Theotokos.<br />
Javier de las Hermitas, nos transmitió<br />
cómo vivir en el Espíritu, pues<br />
no podemos vivir de otro modo. La.<br />
oración de Jesús nos acompaña siempre,<br />
aunque tengamos que pasar por<br />
el sufrimiento, pero no olvidemos el<br />
«Venid a mí los que estáis cansados y<br />
agobiados, que yo os aliviaré». También<br />
nos leyó el mensaje de felicitación<br />
del Papa, que nos transmitió el<br />
nuncio, monseñor Monteiro, que iba<br />
a venir a la clausura y a última hora<br />
no pudo hacerlo.<br />
El broche final, fue un magnífico<br />
concierto preparado por los jóvenes<br />
que asistieron en gran número.<br />
A quien se le echó de menos fue a<br />
Chus Villarroel, O.P., quien no piudo<br />
asistir por otros imponderables, pero<br />
nos envió su último libro Pensando en<br />
Dios como gesto de acercamiento según<br />
sus propias palabras, quiere hacer<br />
de «puente» para que la Renovación<br />
en España sea toda una. ■<br />
Denise S. Blakebrough<br />
Curso en la Universidad<br />
Rey Juan Carlos<br />
D el 21 al 25 de julio se ha celebrado<br />
en la Universidad Rey<br />
Juan Carlos el curso Ser crsitiano en<br />
una sociedad secularizada, dirigido<br />
por el cardenal Antonio Cañizares,<br />
arzobispo de Toledo, y Luis Sánchez<br />
García, vicerrector de la Universidad<br />
Católica de Valencia «San<br />
Vicente Mártir». Los participantes<br />
del mismo han sido también Alfredo<br />
Dagnino, José T. Raga, Gustavo<br />
Villapalos, José María Aznar,<br />
monseñor Fernando Sebastián,<br />
monseñor Gerhard Ludwig Müller<br />
y Pablo Domínguez. ■<br />
1124
Las Mercedarias de la Caridad han celebrado<br />
capítulo general bajo el lema<br />
«Seducidas por Jesucristo Redentor al<br />
servicio del Reino». En el transcurso del<br />
mismo fue reelegida superiora general<br />
María Josefa Larraga. Integran el gobierno<br />
de la Congregación las religiosas Aurora<br />
Calvo, Elvira Minaya, Raimunda<br />
Hurtado y Carmen Hurtado. Las Mercedarias<br />
de la Caridad fueron fundadas en<br />
1878 por el beato Juan Nepomuceno Negrí.<br />
En la actualidad son cerca de mil doscientas<br />
hermanas repartidas en 152 comunidades<br />
de nueve países.<br />
Las provincias capuchinas de Cataluña y<br />
de Castilla han celebrado recientemente<br />
sus trienales capítulos electivos. El fraile Jacint<br />
Durán ha sido postulado por sus hermanos<br />
de Cataluña para un tercer trienio<br />
consecutivo. En Castilla, Domingo Montero<br />
deja este puesto tras seis años. Le sucede<br />
el leonés Fidencio González Iglesias,<br />
de 71 años. Misionero en Cuba en los últimos<br />
años, ya fue ministro provincial de los<br />
Capuchinos de Castilla de 1981 a 1987 y de<br />
1990 a 1997. Como vicarios provinciales<br />
han sido reelegidos Gil Parés y José Luis<br />
Aparicio, respectivamente.<br />
El profesor de la Facultad de Teología<br />
de la Universidad de Navarra Pedro Ro-<br />
1125<br />
España<br />
Mª Josefa Larraga, reelegida superiora<br />
general de las Mercedarias de la Caridad<br />
Fidencio González y Jacint Durán, provinciales de los Franciscanos de Castilla y Cataluña<br />
María Josefa Larraga durante una de sus<br />
intervenciones en el capítulo general.<br />
dríguez García (1933) ha sido elegido<br />
académico de número de la Real Academia<br />
de Doctores de España. Doctor en Teología<br />
y en Derecho Canónico, Pedro Rodríguez<br />
fue una de las personas encargadas<br />
de la puesta en marcha de la Facultad<br />
de Teología en la Universidad de Navarra.<br />
Es sacerdote de la prelatura del Opus Dei<br />
y prelado de honor del Papa.<br />
El pasado 30 de junio, al ser requerida<br />
por su congregación para desarrollar trabajos<br />
de coordinación a tiempo completo,<br />
dejaba de prestar sus servicios al frente de<br />
la secretaría general de la CONFER Nacional<br />
la religiosa de la Compasión Leonor<br />
García. Dado que en noviembre próximo<br />
habrá elecciones en la CONFER, su secretario<br />
adjunto, el religioso amigoniano,<br />
José Oltra, pasa atender el servicio que<br />
ha quedado vacante.<br />
Por otro lado, Mercedes Rico y Jorge<br />
Dezcallar han sido nombrados por el Gobierno<br />
de España embajadores en Irlanda<br />
y en Estados Unidos de América. Estos<br />
dos diplomáticos, ambos nacidos en 1945,<br />
han estado vinculado con la Iglesia en los<br />
últimos años. Hasta finales de mayo y desde<br />
hacía cuatro años, Mercedes Rico Godoy<br />
ha sido la directora general de Asuntos<br />
Religiosos del ministerio de Justicia.<br />
Por su parte, Jorge Dezcállar, antiguo director<br />
del CNI, fue embajador ante la Santa<br />
Sede de junio de 2004 a enero de 2006.<br />
Diócesis y efemérides<br />
El obispo de Jaén, monseñor Ramón<br />
del Hoyo, ha procedido a realizar varios<br />
nombramientos de carácter diocesano.<br />
Así, Manuel Alfonso Pérez Galán, es el<br />
nuevo ecónomo y Rogelio de Jesús Checa,<br />
el viceecónomo. Las delegaciones de<br />
Catequesis, Familia y Apostolado Seglar<br />
son ocupadas por Julio Segurado Cobos,<br />
Francisco de la Torre Tirado y Luis<br />
María Salazar García, respectivamente.<br />
En Valladolid, Patricio Fernández Gaspar<br />
ha sido nombrado delegado de Migraciones.<br />
En Coria-Cáceres, Ceferino de<br />
las Heras Cambero y José Delgado Corrales,<br />
han sido designados, respectivamente,<br />
consiliario de Vida Ascendente y<br />
organista de la catedral. En la catedral de<br />
Palencia, tras cincuenta años, Lorenzo Carrascal<br />
deja el servicio de prefecto de Música.<br />
Jesús Escudero es su nuevo titular.<br />
En Granada, el sacerdote Sebastián<br />
Sánchez Maldonado ha sido confirmado<br />
como vicario judicial y el laico Rafael Ibáñez<br />
Fantoni como presidente diocesano<br />
del Movimiento Vida Ascendente. En Cádiz<br />
y Ceuta, Manuel de la Puente Sendón<br />
continuará otros tres años como director<br />
del secretariado diocesano de Medios de<br />
Comunicación Social. En Málaga, el seglar<br />
Fernando Orellana, médico oftalmólogo,<br />
profesor universitario emérito, voluntario<br />
en Africa y padre de ocho hijos, ha recibido<br />
la cruz Pro Ecclesia et Pontifice. También<br />
han recibido esta misma condecoración<br />
pontificia los laicos madrileños Andreas<br />
Von Wernitz y Cristino García Blanco, y<br />
la religiosa de la Congregación de la Sagrada<br />
Familia de Burdeos, María Teresa<br />
Salgado Peñarredonda.<br />
El Instituto Consagrado de la Bienaventurada<br />
Virgen María, fundado en 1609<br />
por Mary Ward, comienza este verano las<br />
celebraciones de su cuarto centenario.<br />
Habrá actos en Taizé, Barcelona y Roma.<br />
La efeméride es celebrada conjuntamente<br />
con la otra rama del Instituto, la Congregación<br />
de Jesús. La inglesa Mary Ward,<br />
nacida en York en 1585, fue pionera de la<br />
vida consagrada activa para las mujeres.<br />
El 21 de junio se cumplía el cincuentenario<br />
de la fundación del Carmelo Descalzo<br />
de Aravaca, obra de Santa Maravillas<br />
de Jesús, como ya informó ECCLESIA<br />
(pág. 13, núm. 3.419), a propósito de la reciente<br />
visita de las reliquias de Santa Teresita<br />
de Lisieux al convento. También se<br />
han cumplido los 50 años de la presencia<br />
de las Hijas de María Auxiliadora en Almería.<br />
Por su parte, la Renovación Carismática<br />
Católica de Coria-Cáceres celebra<br />
sus bodas de plata, la misma efeméride<br />
alcanzada por el Movimiento Apostólico<br />
«Getsemaní» de Toledo. ■<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 13
14<br />
España<br />
El Museo Arqueológico del Padre Belda<br />
abre sus puertas en Alba de Tormes<br />
Ocupa las remodeladas capillas de una iglesia monástica del siglo XVI<br />
El 27 de junio a las 12.30 horas se<br />
inauguró en la localidad salmantina<br />
Alba de Tormes el nuevo Museo Arqueológico<br />
del Padre Belda, instalado en<br />
las remodeladas capillas de la vieja iglesia<br />
monástica del siglo XVI, del Monasterio<br />
de San Jerónimo que custodian los Padres<br />
Reparadores. Unas ruinas que se<br />
han embellecido y recuperado para albergar<br />
las nuevas dependencias del museo<br />
en el que se van a exponer unas 400<br />
piezas, las más relevantes de la colección<br />
del P. Belda, que permiten al visitante recorrer<br />
unos 500.000 años de historia de<br />
la humanidad, desde el Paleolítico hasta<br />
la época romana. La colaboración del<br />
Museo Nacional y Centro de Investigación<br />
Altamira ha hecho posible la consolidación<br />
de este proyecto que rinde tributo<br />
al trabajo y a la persona del padre<br />
Pascual Ignacio María Belda, scj.<br />
El museo ocupa las ruinas de la iglesia<br />
del Convento de San Jerónimo (s. XV-<br />
XVI), anteriormente de San Leonardo.<br />
Tras siglos de abandono, fue rehabilitado<br />
por iniciativa del mismo P. Belda en<br />
los años 60, de forma que los Padres Reparadores<br />
(Dehonianos) instalaron allí<br />
las dependencias del Colegio-Seminario<br />
San Jerónimo.<br />
El museo arqueológico fue fundado<br />
en 1982 por el P. Belda, quien a lo largo<br />
de su vida recogió infinidad de piezas<br />
geológicas, arqueológicas y etnográficas<br />
fruto de su interés por las ciencias y su<br />
participación en numerosas campañas<br />
arqueológicas, formando una colección<br />
de más de 3.000 piezas procedentes de<br />
todas las partes del mundo. Su afición a<br />
la arqueología y las Ciencias Geológicas<br />
hizo que muchos de sus compañeros le<br />
enviaran piezas desde todos los lugares<br />
del globo terráqueo.<br />
En un primer momento el museo se<br />
denominó «Museo didáctico de prehistoria<br />
Padre Belda», orientado a mostrar a<br />
los alumnos del Colegio San Jerónimo el<br />
desarrollo de la Prehistoria, y lo que la<br />
Arqueología aporta al conocimiento del<br />
pasado del hombre. Tras la muerte del<br />
promotor y alma mater del museo, el 4<br />
de febrero de 2007, y aprovechando el<br />
espíritu de colaboración que se despertó<br />
en varias instituciones para cofinanciar la<br />
rehabilitación de la nueva sede del museo<br />
en las ruinas de la antigua iglesia del<br />
Convento, el Museo del Padre Belda entra<br />
en una nueva etapa.<br />
Nuevo museo<br />
La rehabilitación de la iglesia ha sido<br />
obra del arquitecto Eduardo Gómez<br />
García, que ha recuperado las capillas<br />
laterales, el bajo coro y el ábside, donde<br />
ahora se ofrecen los nuevos espacios<br />
museísticos. «Cuando el visitante venga<br />
al museo podrá hacerse a la idea de<br />
cómo era la iglesia original, una iglesia<br />
conventual sencilla, de principios del gótico»,<br />
afirma el P. Antonio Rufete. Se ha<br />
hecho una bóveda de crucería en madera<br />
y, bajo ella, la plataforma de entrada<br />
desde la que se accede a la nave central<br />
que sirve tanto de patio como de sala de<br />
proyecciones y en la que se pueden contemplar<br />
las ruinas de la antigua iglesia.<br />
Las tres capillas laterales albergan 8 salas<br />
de exposición, donse se exhiben útiles<br />
de piedra tallada, vasijas de cerámica,<br />
herramientas y armas de bronce.<br />
La idea es hacer una exposición fija y<br />
permanente con las piezas más significativas<br />
de la colección, unas 400 de ellas<br />
definidas como «las joyas del P. Belda»,<br />
que han sido catalogadas, estudiadas y<br />
seleccionadas por los arqueólogos del<br />
Museo de Altamira José Manuel Morlote,<br />
Emilio Muñoz y Ramón Montes,<br />
«quienes nos han hecho recordar y valorar<br />
más aún el trabajo realizado por el P.<br />
Belda a lo largo de su fructífera vida».<br />
«Se ha respetado mucho la intencionalidad<br />
del P. Belda que era poder mostrar<br />
a los jóvenes una visión panorámica<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
Uno de los espacios del nuevo museo.<br />
de cómo el hombre ha ido aprendiendo<br />
y evolucionado en sus formas y en sus<br />
utensilios». «Lo más curioso del museo<br />
es que los objetos se van a presentar en<br />
su contexto original gracias a las escenografías<br />
que ha planteado este equipo<br />
de arqueólogos», asevera el P. Rufete.<br />
El padre Belda<br />
Religioso humanista, viajero infatigable,<br />
amante de las artes y de las ciencias,<br />
políglota, educador, arqueólogo y artista.<br />
A lo largo de su dilatada vida y fruto de<br />
su afición a la arqueología y a la geología<br />
el P. Belda reunió más de 3.000 objetos,<br />
recopilando fósiles y objetos exóticos.<br />
En 1982 funda el Museo de Prehistoria<br />
en el Seminario de San Jerónimo con<br />
el fin de mostrar a sus alumnos, y a todos<br />
los que llegaban al Colegio, el desarrollo<br />
de la Prehistoria y lo que la arqueología<br />
aporta al conocimiento del pasado<br />
del hombre. Más información en<br />
http://museo.sanjeronimo.es. ■<br />
Roberto Ruano<br />
1126
■ UN INSTITUTO «BENEDICTO XVI» SOBRE DERECHOS<br />
HUMANOS será creado en la Universidad Católica San Vicente<br />
Mártir de Valencia. Así lo anunciaba recientemente su arzobispo,<br />
el cardenal García-Gasco. «Benedicto XVI ha insistido en<br />
que las Naciones Unidas siguen siendo un lugar privilegiado, en<br />
el que la Iglesia está comprometida a llevar su experiencia desarrollada<br />
a lo largo de los siglos entre pueblos de toda raza y<br />
cultura, orientada a obtener la libertad para todo ser humano y<br />
para todo creyente», señaló el purpurado en el anuncio de la<br />
creación del citado Instituto.<br />
■ LA I ESCUELA DE VERANO DE LA ACCION CATOLICA<br />
GENERAL ha tenido lugar en el seminario diocesano de Avila<br />
del 3 al 6 de julio. «Ponte<br />
en marcha» ha sido su<br />
lema. Han participado 56<br />
personas (en la foto) procedentes<br />
de 14 diócesis.<br />
Esta Escuela de Verano se<br />
enmarca en el proceso que<br />
llevan a cabo los movimientos<br />
de Acción Catílica<br />
General de cara a su nueva<br />
configuración. Nace de la<br />
necesidad de que el nuevo<br />
movimiento de Acción Católica<br />
General sea más que<br />
la suma de tres: ACGA,<br />
MJAC y Sector de niños.<br />
■ LA XV REGIONAL DE CATEQUISTAS DE LAS DIOCESIS<br />
DE CASTILLA ha tenido lugar en el seminario Monte Corbán de<br />
Santander del 3 al 5 de julio. «La comunidad que inicia en la fe.<br />
El catequista en el corazón de la comunidad» ha sido su tema. La<br />
religiosa reparadora Elisa Calderón, delegada de Catequesis de<br />
Jerez de la Frontera durante veinte años, fue la ponente.<br />
■ EL CENTRO DIOCESANO DE ESPIRITUALIDAD DE VA-<br />
LLADOLID organizaba del 8 al 12 de julio la XVIII edición del<br />
Aula de Verano. «Retos del apostolado seglar a los 20 años de<br />
la Christifideles laici». El obispo de Ciudad Rodrigo y consiliario<br />
nacional de la Acción Católica, monseñor Atilano Rodríguez<br />
Martínez, pronunciaba la conferencia inaugural. El matrimonio<br />
compuesto por Javier Marijuán y Ana Cuevas, militantes del<br />
Movimiento Cultural Cristiano, moderaban tres seminarios. El<br />
Aula de Verano ha sido dirigida por Fernando Bogónez.<br />
■ LA REVISTA DE PASTORAL JUVENIL DE LOS ESCOLA-<br />
PIOS, con motivo de su cincuentenario, ha lanzado la idea de<br />
crear un Fórum de pastoral con jóvenes, en conexión con la<br />
CEAS, CONFER y FERE. «Kminar x ls alturas» es su lema. Está dirigida<br />
a animadores de Pastoral Juvenil de entre 20 y 25 años.<br />
«Hacemos memoria, nos encontramos y soñamos la pastoral<br />
1127<br />
España<br />
con jóvenes para animar y acompañar vocaciones evangelizadoras»,<br />
reza textualmente el objetivo general de la iniciativa, que<br />
convoca el citado Fórum del 7 al 9 de noviembre en el Palacio<br />
Municipal de Congresos de Madrid. La página web del Fórum<br />
es www.forumpj.org<br />
■ FALLECIO EL MISIONERO COMBONIANO FERNANDO<br />
ACEDO, quien ha pasado los 30 últimos años de su vida en<br />
Etiopía. Sirvió también en Sudán. Era natural de la localidad extremeña<br />
de Don Benito. Moría el pasado 26 de junio mientras<br />
dormía. Ha sido enterrado en Etiopía. El misionero del IEME<br />
Emilio Oliván Taulés, zaragozano de 63 años, fallecía en Guatemala<br />
el 7 de junio. Otro benemérito sacerdote español recientemente<br />
fallecido es el riojano Gerardo Capellán. Estuvo estrechamente<br />
vinculado con la HOAC. Era hijo Alberto Capellán<br />
Zuazo, cuya causa de canonización están muy avanzada.<br />
■ «LA PALABRA DE DIOS Y LA LITURGIA» es el tema de la<br />
XI Semana de Espiritualidad y Liturgia, que organiza la diócesis<br />
de Tarazona, en la sede de su seminario. El ponente principal<br />
será el arzobispo italiano<br />
Angelo Amato, secretario<br />
de la Congregación para<br />
la Doctrina de la Fe (en la<br />
foto). Los liturgistas Gabriel<br />
Ramos, Luis Rueda<br />
e Ignacio Tomás serán<br />
los otros ponentes, junto<br />
a los responsables del<br />
Patrimonio Cultural de la<br />
diócesis anfitriona Miguel<br />
Antonio Franco y<br />
Manuel Gracia. Se puede<br />
ampliar información en<br />
los teléfonos 976.64.19.12<br />
y 976.19.90.12.<br />
■ ACCION CULTURAL CRISTIANA promueve en la localidad<br />
segoviana de Requijada su estival Escuela de Militancia. Será del<br />
1 al 9 de agosto. Se ofrecen tres cursos: Conversión, caminando<br />
hacia el hombre nuevo; Economía popular y Economía de solidaridad;<br />
y Reflexión en clave cristiana de revolución y praxis política.<br />
Se puede ampliar información en la página web: www.accionculturalcristiana.org<br />
■ EL RETABLO DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES de la capilla<br />
de San Vicente de la catedral de Gerona, ha sido restaurado<br />
mediante una intervención de 78.000 euros. Caixa Catalunya ha<br />
aportado 45.000 euros y el resto el cabildo de la catedral. Roger<br />
Xarrié ha dirigido el proceso de restauración. La inauguración<br />
del retablo tenía lugar el pasado 8 de julio, bajo la presidencia<br />
del obispo de Gerona, monseñor Carlos Soler. Ahora se busca<br />
financiación para restaurar la capilla de San Honorato. ■<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 15
16<br />
Cultura<br />
los libros<br />
Más de siete años<br />
lleva al frente del Pontificio<br />
Consejo para<br />
la Unidad de los Cristianos<br />
el cardenal Walter<br />
Kasper, uno de<br />
los teólogos alemanes<br />
más prestigiosos.<br />
En su libro Caminos<br />
de unidad (Perspectivas<br />
para el Ecumenismo)<br />
(Ed. Cristiandad)<br />
vuelve a acercarnos<br />
a temas y visiones<br />
que, por su<br />
cargo, ha tenido que<br />
exponer en diversos<br />
eventos eclesiales. Tal<br />
cual están recogidos<br />
los diez apartados o<br />
capítulos del libro vienen<br />
a ser como un<br />
programa articulado<br />
en torno a las prioridades del ecumenismo.<br />
Todos los Papas desde la celebración<br />
del Concilio Vaticano II hasta<br />
hoy han colocado al ecumenismo<br />
como una de sus prioridades; ha habido<br />
tensiones y momentos bajos en<br />
su desarrollo, se han producido avances<br />
en el acercamiento de posturas y<br />
determinados consensos, pero también<br />
estancamientos. El cardenal Kasper<br />
lo achaca al relativismo y al indiferentismo<br />
dominantes frente al tema<br />
de la verdad; escribe: «Un verdadero<br />
diálogo <strong>ecuménico</strong> renunciará a todo<br />
excepto a la propia tradición religiosa;<br />
al contrario, quiere conservarla e incorporarla<br />
al diálogo <strong>ecuménico</strong>. Por<br />
eso, hoy día el movimiento <strong>ecuménico</strong><br />
no es causa, sino víctima del relativismo<br />
e indiferentismo en materia de fe».<br />
El presidente del Pontificio Consejo<br />
para la Unidad de los Cristianos va en<br />
estas páginas a la raíz del problema<br />
cuando se plantea la meta del ecumenismo:<br />
en qué ha de haber unidad y<br />
en qué diversidad, si ha de salvarse la<br />
unidad en la fe, en los sacramentos y<br />
en los ministerios y permitir diversas<br />
maneras de expresarlos. La conversión<br />
del corazón, la oración y la santi-<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
dad de vida constituyen<br />
el ecumenismo<br />
espiritual del que<br />
se habla en el decreto<br />
conciliar Unitatis<br />
redintegratio. El ecumenismo<br />
consiste en<br />
unirse en la plegaria<br />
(Jesús pedía al Padre<br />
«que todos sean uno»)<br />
más que en diálogos<br />
teológicos por muy<br />
importantes que éstos<br />
puedan ser.<br />
Especialmente oportuna<br />
es la reedición<br />
de la obra de Paul<br />
Dreyfus Pablo de<br />
Tarso (Ciudadano del<br />
Imperio) (Ed. Palabra),<br />
redactada con<br />
la vivacidad de un<br />
reportaje en torno a un personaje<br />
singular y privilegiado en la historia<br />
del mundo occidental. El autor se ha<br />
documentado acerca de la personalidad<br />
y la obra inspirada, las Cartas<br />
neotestamentarias del Apóstol, converso<br />
y apasionado seguidor de Jesús<br />
de Nazaret, comprometido en la<br />
expansión del Reino de Cristo por<br />
todo el mundo. El resultado es una<br />
obra sumamente atractiva tanto por<br />
su contenido, la historia bíblica y los<br />
avatares de los primeros años del<br />
cristianismo, como por la agilidad<br />
narrativa, que coloca al lector en los<br />
mismos lugares que vio y por los que<br />
pasó el apóstol San Pablo.<br />
Teología y nueva evangelización<br />
(Ed. Desclée de Brouwer) es una obra<br />
coordinada por Gabino Uríbarri<br />
Bilbao, en el que media docena de<br />
profesores del Departamento de teología<br />
dogmática y fundamental de la<br />
Universidad Pontificia Comillas hacen<br />
balance del período posconciliar,<br />
analizan lo irrenunciable del Vaticano<br />
II y plantean nuevos retos para la teología.<br />
La ubicación de la Iglesia en<br />
el mundo y su modo de evangelizar-<br />
lo, las relaciones entre antropología<br />
y teología, los nuevos enfoques de la<br />
cristología, la vía estética o la vía de<br />
la ternura como posibilidades de acceso<br />
al misterio de Dios y el replanteamiento<br />
del perdón en un mundo<br />
azotado por el mal son algunos de<br />
los temas que se abordan en las páginas<br />
de este libro, que contiene los<br />
resultados de un seminario interdepartamental<br />
de la Facultad de Teología<br />
de la Universidad Pontificia Comillas.<br />
Se reeditan las Meditaciones (Ed.<br />
Ciudad Nueva) de Chiara Lubich, fundadora<br />
del movimiento de los Focolares.<br />
El prologuista de este libro, del<br />
que se han vendido más de un millón<br />
de ejemplares en todo el mundo, afirma<br />
que de la lectura del mismo reconstituye<br />
a las almas el anhelo a la<br />
unión con Dios y reúne a las criaturas<br />
en una comunidad de Iglesia viva.<br />
De un clásico de la moderna teología<br />
católica del siglo XX, Henri de Lubac,<br />
se relanza Budismo y cristianismo<br />
(Ed. Sígueme), un estudio comparado,<br />
crítico y abierto, de estas dos grandes<br />
religiones, que también son dos grandes<br />
movimientos intelectuales y sociales,<br />
partiendo de sus textos y evitando<br />
caer en prejuicios, en torno a temas<br />
como el ejercicio de la caridad, los<br />
símbolos iconográficos y las diversas<br />
apariencias.<br />
Del Hermano Roger de Taizé se<br />
presentan, en coedición Lumen-Edibesa,<br />
Escritos esenciales (Una confianza<br />
muy sencilla), seleccionados por<br />
Marcello Fidanzio; se trata de textos<br />
breves y sencillos, transparentes y<br />
místicos, en torno al amor y la unidad.<br />
Juan Meseguer Velasco en el librito<br />
La familia que viene (Ed. Rialp) expone<br />
algunas corrientes del pensamiento<br />
moderno que contribuyen a<br />
desvirtuar el concepto de familia, nacidas<br />
sobre todo a raíz de la revolución<br />
cultural de Mayo del 68; a continuación<br />
incluye una selección de textos<br />
(poemas, declaraciones a la prensa...)<br />
en los que pensadores, artistas y otras<br />
personas más o menos conocidas ponen<br />
de relieve la importancia de defender<br />
las ideas acerca del matrimonio<br />
y de la familia. ■<br />
1128
noticias<br />
■ HA MUERTO DIONI-<br />
SIO ARANZADI, S.J. (en<br />
la foto) el 13 de julio de<br />
2007. Este sacerdote de la<br />
Compañía de Jesús fue<br />
rector de la Universidad<br />
de Deusto (1977-1986), vicerrector<br />
de Euskera<br />
(1986-1996) y del Campus<br />
de San Sebastián (1989-<br />
2000), director del Instituto<br />
de Estudios Cooperativos<br />
(1993-1999), decano<br />
de la Facultad de Ciencias<br />
Políticas y Sociología. Dedicó<br />
la última parte de su<br />
vida, como vicepostulador,<br />
a la Causa de la canonización<br />
del Beato Francisco<br />
Gárate, quien según sus<br />
palabras, «nos dio la gran<br />
lección de ser extraordinario<br />
en el quehacer ordinario,<br />
lo que le convirtió en<br />
modelo para que toda la<br />
Universidad lograra su talante<br />
humanizador». Aranzadi<br />
es autor de varias publicaciones,<br />
entre las que<br />
destacan En la Escuela de<br />
lo Social, Lo Social y yo,<br />
Cooperativismo industrial<br />
como sistema, empresa y<br />
experiencia, El arte de ser<br />
empresario hoy o El arte<br />
de ser líder empresarial.<br />
1129<br />
Colaborador asiduo en diversas<br />
publicaciones con<br />
artículos sobre estudios<br />
cooperativos y aspectos<br />
económicos de los mismos,<br />
era miembro de número<br />
de la Real Sociedad<br />
Bascongada de Amigos<br />
del País.<br />
■ UN ELENCO DE FUEN-<br />
TES Y REVISTAS LITURGI-<br />
CAS, único en castellano,<br />
ha sido elaborado por el<br />
profesor Félix María Arocena,<br />
de la Facultad de Teología<br />
de la Universidad de<br />
Navarra, junto con el profesor<br />
de Liturgia José Luis<br />
Gutiérrez. Dicho elenco se<br />
incluyen en la página web<br />
de la Biblioteca del centro<br />
académico (www.unav.es/<br />
biblioteca/guias/referencialiturgia.html).<br />
El trabajo se<br />
organiza en torno a tres<br />
polos fundamentales: fuentes<br />
litúrgicas anteriores al<br />
Concilio de Trento, libros litúrgicos<br />
tridentinos, y libros<br />
litúrgicos del Concilio Vaticano<br />
II. Una última sección<br />
recoge las fuentes litúrgicas<br />
no romanas (rito hispano,<br />
galicano, ambrosiano y<br />
otras familias litúrgicas).<br />
Este elenco de fuentes de liturgias<br />
occidentales y revistas<br />
litúrgicas de la Biblioteca<br />
de la Universidad de Na-<br />
Cultura<br />
varra ha sido «diseñado<br />
con criterios científicos» y<br />
«cualquier interesado en la<br />
materia —explica el profesor<br />
Arocena— puede consultarlo<br />
de tal manera que es posible<br />
acceder rápida y eficazmente<br />
a las existencias<br />
bibliográficas disponibles<br />
en nuestra Biblioteca». El<br />
también profesor visitante<br />
de la Facultad de Teología<br />
San Dámaso, de Madrid, y<br />
miembro de la Asociación<br />
Española de Profesores de<br />
Liturgia, explica que más<br />
adelante «se irán incorporando<br />
selecciones de fuentes<br />
de referencia correspondientes<br />
a otras materias<br />
teológicas (exégesis, patrología…),<br />
las cuales no tienen<br />
por qué seguir necesariamente<br />
la estructura y exhaustividad<br />
de estas<br />
fuentes litúrgicas».<br />
■ «LOS ARCHIVOS DE<br />
LA INQUISICION», una<br />
película galardonada en diversos<br />
festivales internacionales,<br />
es distribuida en formato<br />
DVD por Karma<br />
Films. Se trata de un docudrama,<br />
rodado en España,<br />
Italia y Francia, con excelentes<br />
actores y una extraordinaria<br />
ambientación en escenarios<br />
naturales. En él se<br />
da también cabida a las<br />
opiniones de destacados<br />
especialistas en el tema,<br />
con el fin de arrojar luz sobre<br />
la leyenda negra de la<br />
Inquisición, para lo cual se<br />
ha recurrido a los archivos<br />
vaticanos. Con un respetuoso<br />
guión de David Rabimovitch,<br />
Manuel Serrano,<br />
Collin King y Michael<br />
Alcock, y dirigido por el<br />
primero de ellos, se explica<br />
una página de la historia,<br />
llena de terror, torturas y<br />
castigos para preservar a la<br />
Iglesia de los ataques enemigos.<br />
■<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 17
JMJ Sidney<br />
18 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
MADRID<br />
tomará el<br />
relevo de<br />
SIDNEY<br />
en 2011<br />
Veintidós años después de la «cumbre» juvenil de Santiago de Compostela (1989), España volverá a acoger,<br />
en Madrid, su capital, la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en agosto del 2011,<br />
según anunció el Papa Benedicto XVI, en la misa de clausura celebrada el 19 de julio en el hipódromo de Randwick<br />
de Sídney, ante unos 400.000 jóvenes, muchos de los cuales habían pasado la noche en vigilia, a cielo abierto,<br />
para no perder el sitio, en medio de conciertos y adoraciones eucarísticas. A primera hora de la mañana se fueron<br />
incorporando más jóvenes, que llegaron al lugar de la ceremonia tras haber recorrido a pie, entre cantares,<br />
los seis kilómetros que dista la ciudad del hipódromo. Para esa fecha, el Papa contará 84 años.<br />
El anuncio de la próxima Jornada<br />
Mundial de la Juventud suscitó una<br />
explosión de júbilo de los miles de<br />
jóvenes españoles presentes en la misa<br />
multitudinaria (unidos, vía satélite, a los<br />
1.500 jóvenes que siguieron el acto desde<br />
la madrileña catedral de la Almudena),<br />
que saltaban portando la bandera nacional,<br />
júbilo ahogado enseguida por el entusiasmo<br />
de unos 70.000 jóvenes europeos<br />
—que ven Madrid más a la mano<br />
que lo ha sido Sídney— y por la totalidad<br />
del público juvenil, así como por el resto<br />
de las personas asistentes a la misa, hasta<br />
la cifra de unos 400 a 500 mil, según<br />
estimaciones oficiales.<br />
«Ha llegado el momento de deciros<br />
adiós, o mejor dicho “arrivederci”», indicó<br />
el Papa, después del rezo del Angelus, al<br />
final de la Eucaristía. En medio del silencio,<br />
añadió: «Os doy las gracias a todos por<br />
haber venido a Sídney, y espero veros de<br />
nuevo dentro de tres años». Tras un breve<br />
silencio, el Papa añadió, sonriendo: «La<br />
Jornada Mundial de la Juventud del 2011<br />
tendrá lugar en Madrid, en España». En<br />
ese momento estalló el júbilo, y el arzobispo<br />
de Madrid, cardenal Rouco (que dirigía<br />
la sede compostelana cuando Juan<br />
Pablo II se reunió con los jóvenes, en<br />
1989) se acercaba al Papa, para agradecerle,<br />
en alemán, el nuevo gesto de afecto<br />
por España, después de haber estado en<br />
Valencia, en 2006, para el Encuentro<br />
Mundial de las Familias.<br />
En el curso de la misa de clausura, el<br />
Papa pidió a los jóvenes luchar contra la<br />
«indiferencia», el «cansancio espiritual», el<br />
«conformismo ciego del espíritu de nuestro<br />
tiempo», y les invitó a ser «profetas» y<br />
a dar vida a una «nueva generación de<br />
cristianos» para la «edificación de un<br />
mundo en el cual la vida sea acogida,<br />
respetada, y cuidada amorosamente, no<br />
rechazada o temida como una amenaza<br />
y, por ello, destruida». Sólo de este modo<br />
será posible, añadió, oponerse al «desierto<br />
espiritual» que en nuestra sociedad<br />
convive con la «prosperidad material».<br />
Durante la Misa, el Papa administró la<br />
Confirmación a 24 jóvenes de diversos<br />
países. Se rezó en alemán, vietnamita, sudanés<br />
y árabe. El Evangeliario fue llevado<br />
al altar mientras algunos danzantes aborígenes<br />
bailaban, ataviados con faldas de<br />
paja, bajo el palco, un escenario de<br />
30x40 metros rematado con una paloma,<br />
símbolo del Espíritu Santo, la persona<br />
divina que ha sido el hilo conductor<br />
de esta Jornada Mundial.<br />
1130
Degadación<br />
ambiental y... social<br />
Pero volvamos atrás, con la<br />
moviola. Tras descansar durante<br />
tres días, en una residencia<br />
privada de la Prelatura del<br />
Opus Dei, a 70 kilómetros de<br />
Sídney, Benedicto XVI comenzaba<br />
a cumplir su denso programa<br />
de actos con una misa<br />
privada en la capilla St. Mary<br />
de la catedral de Sídney, a primera<br />
hora de la mañana, tras<br />
lo cual el Papa consumió sus<br />
primer horas cumplimentando<br />
a las primeras autoridades de<br />
la vastísima nación australiana.<br />
Tras cumplir con este requisito<br />
obligado en todas sus visitas<br />
oficiales, el Papa se desplazó<br />
al muelle de Rose Bay, de<br />
Sídney, y subió a bordo de una<br />
nave, para atravesar la bahía<br />
de la ciudad, no sin antes ser<br />
saludado por un grupo de 47<br />
aborígenes, como guardia de<br />
honor, ya que según la tradición,<br />
los primitivos habitantes<br />
son los guardianes de la zona,<br />
encargados de acoger al huésped<br />
y poner en contacto con<br />
los jóvenes. En el navío acompañaban<br />
al Papa unas 500 personas.<br />
El Papa de pie, en la<br />
proa, con el viento levantándole<br />
la esclavina y «robándole» el<br />
solideo. La «papanave» atravesó<br />
la bahía de Sídney, seguida<br />
por 12 embarcaciones con miles de jóvenes<br />
a bordo.<br />
El buque atracó en el muelle de Barangaroo,<br />
donde le aguardaban miles de<br />
jóvenes, para la fiesta de la acogida. Saludaron<br />
al Papa el arzobispo de Sídney,<br />
George Pell, monseñor Philip Wilson,<br />
presidente de la Conferencia Episcopal<br />
Australiana, y el cardenal Stanislaw Rylko,<br />
presidente del Pontificio Consejo<br />
para los Laicos.<br />
Después de la lectura de un fragmento<br />
de la Biblia y las invocaciones al Espíritu<br />
Santo, en inglés, ruso, tailandés, alemán<br />
y español, el Pontífice pronunció un<br />
discurso, el primero de los dedicados a<br />
los jóvenes, en el que abordó el tema<br />
ecológico, ya anunciado durante el vuelo<br />
Roma-Sídney.<br />
Ceremonia de bienvenida.<br />
Vía Crucis.<br />
«Erosión, deforestación, despilfarro de<br />
los recursos minerales y marinos para<br />
alimentar un insaciable consumismo»,<br />
que hieren a la tierra y la transforman en<br />
una «amenaza» al hombre, fue la denuncia<br />
del Papa, que se preguntó «cómo<br />
puede lo que es bueno aparecer como<br />
amenaza». Una degradación medioambiental<br />
que el Papa equiparó con una degradación<br />
del ámbito social, al preguntarse<br />
«cómo explicarse la “violencia doméstica”<br />
contra madres y niños», y<br />
«cómo es posible que el espacio humano<br />
más hermoso y sacro, el seno materno,<br />
se haya convertido en lugar de violencia<br />
indefinible». Sin una profunda reflexión<br />
sobre la dignidad humana, desde el seno<br />
materno hasta la muerte natural, añadió<br />
el Papa, no es posible comprender las<br />
1131 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
JMJ Sidney<br />
preocupaciones por la no violencia,<br />
por el desarrollo sostenible,<br />
por la justicia y la paz,<br />
por el ambiente.<br />
La dificultad<br />
del diálogo<br />
El viernes 18 de julio, se<br />
abría una apretada jornada,<br />
cuya mañana se dedicó a sendos<br />
encuentros con representantes<br />
de Iglesias y confesiones<br />
cristianas y con líderes de<br />
otras religiones no cristianas.<br />
En declaraciones del portavoz<br />
del Papa, el padre Federico<br />
Lombardi, el rabino Jeremy<br />
Lawrence recordó, en presencia<br />
del Pontífice, los pasos dados<br />
para el acercamiento católico-hebreo,<br />
a partir de Juan<br />
XXIII, mientras que el jeque<br />
Mohamadu Saleem señaló el<br />
deber de trabajar «para sustituir<br />
el fundamentalismo del<br />
odio con el fundamentalismo<br />
del amor». Según Lombardi, el<br />
Papa se encuentra en buena<br />
forma, y satisfecho de cómo<br />
se desarrolla su visita.<br />
Con anterioridad, el Papa se<br />
había reunido con representantes<br />
de diversas confesiones<br />
cristianas, principalmente luteranos<br />
y anglicanos. Benedicto<br />
XVI señaló que el movimiento<br />
<strong>ecuménico</strong> «ha llegado<br />
a un punto crítico», el camino hacia la<br />
unidad de los cristianos «sigue siendo arduo»,<br />
aunque «podemos estar seguros de<br />
que un día podremos celebrar juntos la<br />
eucaristía». El Papa Ratzinger invitó a las<br />
otras Iglesias cristianas a no renunciar al<br />
diálogo sobre los contenidos de la fe por<br />
temor a descubrir demasiadas diferencias.<br />
«Debemos estar en guardia de contra<br />
toda tentación de considerar la doctrina<br />
fuente de división y por ello impedimento<br />
a lo que parece ser la más urgente<br />
e inmediata tarea para mejorar el mundo»,<br />
observó el Papa en el encuentro con<br />
el arzobispo anglicano de Sídney, Robert<br />
Forsythe, celebrado en la cripta de la catedral<br />
de Sídney.<br />
El Papa pasó por encima de las cuestiones<br />
más polémicas con el anglicanis-<br />
19
JMJ Sidney<br />
mo, como es la ordenación<br />
de mujeres obispos, de las<br />
que en Australia han sido<br />
ordenadas dos.<br />
La tarde del 18 de julio,<br />
tras almorzar con un grupo<br />
de doce jóvenes de diversos<br />
países, entre ellos el español<br />
Fidel Mateos Rodríguez,<br />
con los que departió «como<br />
un abuelo dulce y afectuoso»<br />
sobre la misión de los jóvenes<br />
en la Iglesia, el Papa se<br />
trasladó a pie, a la catedral<br />
de Sídney, para la celebración<br />
de un Vía Crucis, en la<br />
plaza adyacente, y por las<br />
calles de la ciudad. Un acto<br />
que siguieron 500 millones<br />
de personas por televisión<br />
No se trató de un simple<br />
Vía Crucis. Toda una escenografía,<br />
y una coreografía, con<br />
jóvenes encarnando el papel<br />
de los apóstoles y de otros<br />
testigos de la Pasión de Cristo.<br />
Cristo a dos metros de altura,<br />
en medio a los dos ladrones,<br />
mientras sobre la bahía<br />
de Sídney se abatía el<br />
viento gélido del crepúsculo.<br />
El Obispo de Roma leyó la<br />
oración al final de la primera<br />
estación, y seguidamente siguió<br />
el resto del acto a través<br />
de una televisión instalada en<br />
la cripta de la catedral.<br />
La jornada concluyó con un encuentro<br />
del Papa con un grupo de jóvenes inadaptados,<br />
de la comunidad de recuperación<br />
de la Universidad de Notre Dame.<br />
Pederastia: afrontar<br />
el peso de la ley<br />
Benedicto XVI cumplió con creces la<br />
promesa anunciada durante el vuelo<br />
Roma-Sídney, y abordó el grave problema<br />
de los sacerdotes pederastas durante<br />
la celebración de la Misa con los obispos<br />
australianos, seminaristas, novicios y<br />
novicias, celebrada el sábado 19 de julio,<br />
en la catedral de Sídney, en el curso de la<br />
cual se consagró un nuevo altar.<br />
El Papa fue más lejos incluso que en<br />
Estados Unidos. En Sídney, el Obispo de<br />
Roma, que dijo compartir «el dolor y los<br />
Multitudinaria misa de clausura en el hipódromo de Randwick.<br />
sufrimientos de las victimas, que deben<br />
recibir compasión y atenciones», condenó<br />
de forma inequívoca a los sacerdotes pederastas,<br />
que «deben ser llevados ante la<br />
justicia», para hacer frente a la vergüenza<br />
que han comportado sus acciones.<br />
El australiano no es un caso reducido,<br />
aunque de proporciones menores que el<br />
de los Estados Unidos. Según una asociación<br />
de víctimas de abusos sexuales,<br />
la «Broken Rites», ya han sido condenados<br />
por violencia sobre menores 107 sacerdotes<br />
y religiosos católicos en Australia,<br />
y hay otros procesos en curso.<br />
El Papa escogió una sede solemne<br />
para lanzar su alegato contra los curas<br />
pederastas, ante la Conferencia Episcopal<br />
Australiana en pleno. Tras desear una renovación<br />
de la entera Iglesia en Australia,<br />
el Papa Benedicto XVI continuó diciendo<br />
que «deseo hacer aquí una pausa para<br />
reconocer la vergüenza que todos hemos<br />
20 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
sentido a causa de los abusos<br />
sexuales sobre menores<br />
por parte de algunos sacerdotes<br />
o religiosos de esta<br />
nación». Benedicto XVI destacó<br />
como «urgente prioridad»<br />
la de «promover un<br />
ambiente más sano y seguro,<br />
especialmente para los<br />
jóvenes».<br />
Por la tarde, el Papa participó<br />
en la Vigilia de los jóvenes,<br />
celebrada en el hipódromo<br />
de Sídney, donde al<br />
día siguiente se clausuraría<br />
la XXIII Jornada Mundial de<br />
la Juventud. El acto comenzó<br />
cuando se iluminó el escenario<br />
con una luz llevada<br />
por bailarines que imitaban<br />
la apertura al Espíritu Santo.<br />
Seguidamente se llevó al<br />
podio la gran cruz de madera<br />
que preside todas las Jornadas<br />
de los jóvenes. Más<br />
tarde apareció Benedicto<br />
XVI, acompañado por<br />
doce jóvenes peregrinos,<br />
mientras por los altavoces<br />
sonaba el himno de Nuestra<br />
Señora de la Cruz del Sur.<br />
En su discurso, ante un<br />
cuarto de millón de jóvenes,<br />
el Papa explicó que el Espíritu<br />
Santo es «la persona olvidada<br />
de la Santísima Trinidad»,<br />
cuya misión es la de «cumplir la tarea<br />
de Cristo», e invitó a los jóvenes a<br />
recibir sus siete dones: sabiduría, fortaleza,<br />
ciencia y tantos otros que el mundo<br />
necesita de forma especial.<br />
El Papa, en fin, invitó a los jóvenes a<br />
que «vuestra fe madure a través del estudio,<br />
el trabajo, el deporte, la música y el<br />
arte. A que se sostenga en la oración y es<br />
alimente en los sacramentos». Terminada<br />
el acto, el Papa abandonó el hipódromo.<br />
No así la mayoría de los jóvenes, que velaron<br />
durante toda la noche, para no perder<br />
el puesto de cara a la Misa de clausura.<br />
Mientras tanto, la noche se iluminaba<br />
con miles de puntos e luz, decenas de miles<br />
de antorchas, que se agitaban al ritmo<br />
de la música, como ondas de un océano<br />
agitado por un temporal. ■<br />
Miguel Angel Agea<br />
Ciudad del Vaticano<br />
1132
Santidad: Con profunda y<br />
sincera alegría os saludo<br />
junto con el distinguido<br />
séquito que os acompaña, y<br />
me es cosa grata hacerlo con<br />
palabras tomadas de la II Carta<br />
de San Pedro: «A los que<br />
por la justicia de nuestro Dios<br />
y Salvador Jesucristo les ha<br />
cabido en suerte una fe tan<br />
preciosa como la nuestra, a<br />
vosotros gracia y paz abundantes<br />
por el conocimiento de<br />
nuestro Señor» (1, 1-2). La celebración<br />
de los Santos Pedro<br />
y Pablo, patronos de la Iglesia<br />
de Roma, al igual que la de<br />
San Andrés, patrono de la<br />
Iglesia de Constantinopla, nos<br />
depara cada año la posibilidad<br />
de un intercambio de visitas,<br />
que siempre se revelan<br />
ocasiones importantes de conversaciones<br />
fraternales y de momentos de oración<br />
en común. De esta manera crece el<br />
conocimiento recíproco, se armonizan<br />
las iniciativas y aumenta la esperanza,<br />
que a todos nos anima, de poder alcanzar<br />
pronto la plena unidad, en obediencia<br />
al mandato del Señor.<br />
Este año, aquí, en Roma, a la fiesta<br />
patronal se le añade la feliz circunstancia<br />
de la inauguración del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, que<br />
he querido convocar para conmemorar<br />
el bimilenario del nacimiento de San Pablo<br />
con la intención de fomentar una reflexión<br />
cada vez más profunda acerca<br />
del legado teológico y espiritual que<br />
dejó a la Iglesia el Apóstol de las Gentes<br />
con su amplia y profunda labor evangelizadora.<br />
He tenido la alegría de saber<br />
que también Vuestra Santidad ha convocado<br />
un <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>. Tan feliz coincidencia<br />
pone de relieve las raíces de<br />
nuestra común vocación cristiana y la<br />
significativa sintonía que estamos viviendo<br />
de sentimientos y <strong>compromiso</strong>s pastorales.<br />
Doy gracias por ello al Señor Jesucristo,<br />
que con la fuerza de su Espíritu<br />
dirige nuestros pasos hacia la unidad.<br />
1133<br />
San Pablo nos recuerda que la plena<br />
comunión entre todos los cristianos tiene<br />
su fundamento en «un solo Señor,<br />
una sola fe, un solo bautismo» (Ef 4, 5).<br />
¡Que la fe común, el único Bautismo<br />
para el perdón de los pecados y la obediencia<br />
al único Señor y Salvador puedan,<br />
pues, expresarse cuanto antes y en<br />
plenitud en la dimensión comunitaria y<br />
eclesial! «Un solo cuerpo y un solo Espíritu»,<br />
afirma el Apóstol de las Gentes, y<br />
añade: «... como una es la esperanza a<br />
que habéis sido llamados» (Ef 4, 4). Pero,<br />
además, San Pablo nos indica un medio<br />
seguro para mantener la unidad y, en<br />
caso de división, para componerla de<br />
nuevo. El Decreto sobre ecumenismo del<br />
Concilio Vaticano II retoma la indicación<br />
paulina y la propone nuevamente en el<br />
contexto de la labor ecuménica, haciendo<br />
referencia a las palabras —tan densas<br />
como permanentemente actuales— de la<br />
Carta a los Efesios: «Os exhorto, pues,<br />
yo, preso por el Señor, a que viváis de<br />
una manera digna de la vocación con<br />
que habéis sido llamados, con toda humildad,<br />
mansedumbre y paciencia, soportándoos<br />
unos a otros por amor, po-<br />
Documentación<br />
<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> y <strong>compromiso</strong> <strong>ecuménico</strong><br />
Discurso de Benedicto XVI al Patriarca Ecuménico Bartolomé I en la solemnidad<br />
de los apóstoles San Pedro y San Pablo, y de la apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> (28-6-2008)<br />
Dos instantáneas de Bartolomé I y Benedicto XVI<br />
en la apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>.<br />
niendo empeño en conservar<br />
la unidad del Espíritu con el<br />
vínculo de la paz» (4, 1-3).<br />
San Pablo no duda a la hora<br />
de amonestar severamente a<br />
los cristianos de Corinto, entre<br />
los cuales habían nacido disensiones,<br />
para que sean unánimes<br />
al hablar, para que desaparezcan<br />
las divisiones entre<br />
ellos y para que cultiven una<br />
unión perfecta de pensamiento<br />
y de intenciones (cf. 1 Co 1, 10).<br />
En este mundo nuestro, en el<br />
que va consolidándose el fenómeno<br />
de la globalización aun<br />
cuando persisten divisiones y<br />
conflictos, acusa el hombre una<br />
necesidad creciente de certezas<br />
y de paz, pero, al mismo tiempo,<br />
se extravía y queda casi<br />
atrapado por cierta cultura hedonista<br />
y relativista que pone en tela de<br />
juicio la propia existencia de la verdad.<br />
Las indicaciones del Apóstol a este respecto<br />
son harto propicias para alentar<br />
los esfuerzos encaminados a la plena<br />
unidad entre los cristianos, tan necesaria<br />
para proporcionar a los hombres del<br />
tercer milenio un testimonio cada vez<br />
más luminoso de Cristo Camino, Verdad<br />
y Vida. Sólo en Cristo y en su Evangelio<br />
puede la humanidad hallar respuesta a<br />
sus expectativas más íntimas.<br />
Que el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, que se inaugurará<br />
solemnemente esta tarde, ayude al<br />
pueblo cristiano a renovar el <strong>compromiso</strong><br />
<strong>ecuménico</strong>, y que se intensifiquen las<br />
iniciativas comunes en el camino hacia la<br />
comunión entre todos los discípulos de<br />
Cristo. De ese camino vuestra presencia<br />
hoy aquí constituye ciertamente una<br />
alentadora señal. Por eso expreso una<br />
vez más a todos vosotros mi profunda<br />
alegría, al tiempo que elevamos juntos al<br />
Señor nuestra oración agradecida. ■<br />
(Original italiano procedente del archivo<br />
informático de la Santa Sede; traducción<br />
de ECCLESIA)<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 21
Documentación<br />
San Pablo, maestro de los gentiles,<br />
apóstol y heraldo de Jesucristo<br />
Homilía de Benedicto XVI en las Primeras Vísperas de la solemnidad de los apóstoles San<br />
Pedro y San Pablo, celebradas en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma (28-6-2008)<br />
Santidad y delegados<br />
fraternos, señores cardenales,<br />
venerados hermanos<br />
en el episcopado y<br />
en el sacerdocio, queridos<br />
hermanos y hermanas: Nos<br />
hallamos reunidos ante la<br />
tumba de San Pablo, quien<br />
nació hace dos mil años en<br />
Tarso de Cilicia, en la actual<br />
Turquía. ¿Quién era aquel<br />
Pablo? En el Templo de Jerusalén,<br />
ante el gentío acalorado<br />
que quiere matarlo, se<br />
presenta con estas palabras:<br />
«Yo soy judío, nacido en Tarso<br />
de Cilicia, pero educado<br />
en esta ciudad, instruido a<br />
los pies de Gamaliel en la<br />
exacta observancia de la ley<br />
de nuestros padres; estaba<br />
lleno de celo por Dios…»<br />
(Hch 22, 3). Al final de su camino dirá<br />
de sí mismo: «Yo he sido constituido<br />
[…] maestro de los gentiles en la fe y<br />
en la verdad» (1 Tm 2, 7; cf. 2 Tm 1,<br />
11). Maestro de los gentiles, apóstol y<br />
heraldo de Jesucristo: así se caracteriza<br />
a sí mismo dirigiendo una mirada<br />
retrospectiva al itinerario de su vida,<br />
aunque, al hacerlo, su mirada no se<br />
detiene tan sólo en el pasado. «Maestro<br />
de los gentiles»: esta palabra se<br />
abre al futuro, hacia todos los pueblos<br />
y generaciones. Pablo no es para nosotros<br />
una figura del pasado a la que<br />
recordar con veneración. Es también<br />
nuestro maestro, apóstol y heraldo de<br />
Jesús para nosotros también.<br />
No estamos reunidos, pues, para<br />
reflexionar sobre una historia pasada,<br />
irrevocablemente superada. Pablo<br />
quiere hablar con nosotros hoy. Por<br />
eso he querido convocar este «<strong>Año</strong><br />
Benedicto XVI y Bartolomé I, con representantes de iglesias cristianas<br />
participaron en la inauguración al <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> en una ceremonia<br />
litúrgica celebrada en la basílica de San Pablo Extramuros.<br />
<strong>Paulino</strong>» especial: para escucharlo y<br />
para aprender ahora de él, como maestro<br />
nuestro, «la fe y la verdad», en las<br />
que radican las razones de la unidad<br />
entre los discípulos de Cristo. Bajo este<br />
punto de vista he querido encender,<br />
en este bimilenario del nacimiento del<br />
Apóstol, una «Llama Paulina» especial<br />
que permanecerá encendida durante<br />
todo el año en un brasero a ello destinado,<br />
ubicado en el cuadripórtico de<br />
esta basílica. Para solemnizar esta efeméride<br />
he inaugurado también la que<br />
se denomina «Puerta Paulina», a través<br />
de la cual he penetrado en la basílica<br />
acompañado por el Patriarca de Constantinopla,<br />
por el Cardenal Arcipreste y<br />
por otras autoridades religiosas. Es<br />
para mí motivo de íntima alegría el hecho<br />
de que la apertura del «<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>»<br />
asuma un particular carácter <strong>ecuménico</strong><br />
por la presencia de numerosos<br />
22 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
delegados y representantes<br />
de otras Iglesias y Comunidades<br />
eclesiales, a quienes<br />
recibo con el corazón abierto.<br />
Saludo en primer lugar a<br />
Su Santidad el Patriarca Bartolomé<br />
I y a los miembros<br />
de la delegación que lo<br />
acompañan, así como al nutrido<br />
grupo de laicos que<br />
han acudido de varias regiones<br />
del mundo para vivir<br />
con él y con todos nosotros<br />
estos momentos de oración<br />
y de reflexión. Saludo a los<br />
delegados fraternos de las<br />
Iglesias especialmente relacionadas<br />
con el apóstol Pablo<br />
—Jerusalén, Antioquía,<br />
Chipre, Grecia—, que constituyen<br />
el ambiente geográfico<br />
de la vida del apóstol antes<br />
de su llegada a Roma. Saludo cordialmente<br />
a los hermanos de las diferentes<br />
Iglesias y Comunidades eclesiales<br />
de Oriente y Occidente y a cuantos habéis<br />
querido participar en este solemne<br />
inicio del <strong>Año</strong> dedicado al Apóstol<br />
de las Gentes.<br />
Nos hallamos, pues, aquí reunidos<br />
para interrogarnos acerca del gran<br />
Apóstol de las gentes. No nos preguntamos<br />
tan sólo quién era Pablo,<br />
sino, sobre todo, quién es Pablo, qué<br />
me dice a mí. En este momento, al inicio<br />
de este «<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>» que estamos<br />
inaugurando, quisiera escoger, del<br />
amplio testimonio que aporta el Nuevo<br />
Testamento, tres textos en los que<br />
se nos muestra su fisonomía interior,<br />
la especificidad de su carácter. En la<br />
Carta a los Gálatas nos brinda una<br />
profesión de fe muy personal, en la<br />
que abre su corazón ante los lectores<br />
1134
de todos los tiempos y revela cuál es<br />
la motivación más íntima de su vida:<br />
«Vivo en la fe del Hijo de Dios que me<br />
amó y se entregó a sí mismo por mí»<br />
(Ga 2, 20). Todo lo que hace Pablo<br />
procede de este centro. Su fe es la experiencia<br />
de ser amado por Jesucristo<br />
de manera totalmente personal; es la<br />
toma de conciencia de que Cristo<br />
afrontó la muerte no por algo anónimo,<br />
sino por amor a él —a Pablo—, y,<br />
como resucitado, sigue amándolo, es<br />
decir que Cristo se entregó a sí mismo<br />
por él. Su fe estriba en ser alcanzado<br />
por el amor de Jesucristo, un amor<br />
que lo trastorna hasta lo más íntimo y<br />
lo transforma. Su fe no es una teoría,<br />
una opinión acerca de Dios y del<br />
mundo. Su fe es el impacto del amor<br />
de Dios en su corazón. Y así esa misma<br />
fe es amor a Jesucristo.<br />
Muchos presentan a Pablo como<br />
un hombre combativo, diestro en manejar<br />
la espada de la palabra. Y verdad<br />
es que en su camino de apóstol no le<br />
faltaron disputas. No persiguió una<br />
armonía superficial. En la primera de<br />
sus cartas, la dirigida a los Tesalonicenses,<br />
él mismo afirma: «Tuvimos la<br />
valentía de predicaros el Evangelio de<br />
Dios entre frecuentes luchas […] Nunca<br />
nos presentamos, bien lo sabéis,<br />
con palabras aduladoras» (1 Ts 2, 2.5).<br />
Para él, la verdad era demasiado grande<br />
como para estar dispuesto a sacrificarla<br />
en aras de un éxito externo. La<br />
verdad que había experimentado en el<br />
encuentro con el Resucitado bien merecía<br />
de él la lucha, la persecución, el<br />
sufrimiento. Pero lo que lo motivaba<br />
en su ser más íntimo era ser amado<br />
por Jesucristo y el deseo de transmitir<br />
a otros ese amor. Pablo era un hombre<br />
alcanzado por un gran amor, y<br />
toda su acción y sufrimiento sólo se<br />
explican partiendo de ese centro. Los<br />
conceptos básicos de su anuncio únicamente<br />
se comprenden sobre esta<br />
base. Tomemos por ejemplo una sola<br />
de sus palabras clave: la libertad. La<br />
experiencia de verse amado hasta el<br />
extremo por Cristo le había abierto los<br />
ojos acerca de la verdad y del camino<br />
de la existencia humana: se trataba de<br />
una experiencia que lo abrazaba todo.<br />
Pablo era libre como hombre amado<br />
por Dios que, en virtud de Dios, estaba<br />
capacitado para amar junto con él.<br />
1135<br />
Ese amor es ahora la «ley» de su vida,<br />
y precisamente como tal es la libertad<br />
de su vida. Habla y actúa impulsado<br />
por la responsabilidad del amor. Libertad<br />
y responsabilidad únense aquí<br />
inseparablemente. Como se mantiene<br />
en la responsabilidad del amor, es libre;<br />
como es alguien que ama, vive<br />
totalmente en la responsabilidad de<br />
ese amor y no considera la libertad un<br />
pretexto para el arbitrio y el egoísmo.<br />
En ese mismo espíritu formuló Agustín<br />
la frase que se haría famosa: «Dilige<br />
et quod vis fac» (Tract. in I Jo. 7, 7-8)<br />
—«Ama y haz lo que quieras»—. Quien<br />
ama a Cristo como Pablo lo amó puede<br />
hacer realmente lo que quiera,<br />
pues su amor está unido a la voluntad<br />
de Cristo y, por ende, a la de Dios;<br />
porque su voluntad está anclada en la<br />
verdad y porque su voluntad ya no es<br />
mera voluntad suya, albedrío del yo<br />
autónomo, sino que está integrada en<br />
la libertad de Dios y ésta le proporciona<br />
la ruta que debe recorrer.<br />
Documentación<br />
En esta búsqueda de la fisonomía<br />
interior de San Pablo quisiera, en segundo<br />
lugar, recordar la palabra que<br />
Cristo resucitado le dirigió en el camino<br />
de Damasco. Primero el Señor<br />
le pregunta: «Saúl, Saúl, ¿por qué me<br />
persigues?». A la pregunta: «¿Quién<br />
eres, Señor?» le sigue la respuesta:<br />
«Yo soy Jesús, a quien tú persigues»<br />
(Hch 9, 4s.). Al perseguir a la Iglesia,<br />
Pablo persigue al propio Jesús. «Tú<br />
me persigues»: Jesús se identifica con<br />
la Iglesia en un sujeto único. En esta<br />
exclamación del Resucitado, que<br />
cambió la vida de Saulo, ya está prácticamente<br />
presente toda la doctrina<br />
acerca de la Iglesia como Cuerpo de<br />
Cristo. Cristo no se retiró al cielo dejando<br />
en la tierra a una legión de seguidores<br />
para que impulsaran «su<br />
causa». La Iglesia no es una asociación<br />
que pretenda promover una determinada<br />
causa. En ella no se trata<br />
de una causa, sino de la persona de<br />
Jesucristo, que incluso resucitado sigue<br />
siendo «carne». Tiene «carne y<br />
huesos» (Lc 24, 39), como el propio<br />
Resucitado afirma en Lucas ante los<br />
discípulos que lo habían considerado<br />
un espíritu. Tiene cuerpo. Está personalmente<br />
presente en su Iglesia, pues<br />
«Cabeza y Cuerpo» forman un solo<br />
sujeto, como dirá Agustín. «¿No sabéis<br />
que vuestros cuerpos son miembros<br />
de Cristo?», escribe Pablo a los<br />
Corintios (1 Co 6, 15). Y añade: Al<br />
igual que, según el Libro del Génesis,<br />
el hombre y la mujer se hacen una<br />
sola carne, así Cristo se hace con los<br />
suyos un solo espíritu, es decir un<br />
único sujeto en el mundo nuevo de la<br />
Resurrección (cf. 1 Co 6, 16ss.). En<br />
todo ello se trasluce el misterio eucarístico,<br />
en el que Cristo entrega continuamente<br />
su Cuerpo y hace de nosotros<br />
su Cuerpo: «El pan que partimos<br />
¿no es comunión con el cuerpo de<br />
Cristo? Porque aun siendo muchos,<br />
un solo pan y un solo cuerpo somos,<br />
pues todos participamos de un solo<br />
pan» (1 Co 10, 16s). Con estas palabras<br />
se dirige a nosotros, en este momento,<br />
no sólo Pablo, sino el propio<br />
Señor: «¿Cómo habéis podido desgarrar<br />
mi Cuerpo?». Ante el rostro de<br />
Cristo, esta palabra se convierte al<br />
mismo tiempo en petición urgente:<br />
«Congregános de todas las divisiones.<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 23
Documentación<br />
Haz que hoy se haga de nuevo realidad<br />
que “hay un solo pan: por eso,<br />
aun siendo muchos, un solo cuerpo<br />
somos”». Según Pablo, la palabra<br />
acerca de la Iglesia como Cuerpo de<br />
Cristo no es una comparación cualquiera,<br />
sino que supera con creces<br />
cualquier comparación. «¿Por qué me<br />
persigues?». Continuamente Cristo<br />
nos atrae al interior de su Cuerpo,<br />
edifica su Cuerpo partiendo del centro<br />
eucarístico, que es según Pablo el<br />
centro de la existencia cristiana, en<br />
virtud del cual todos y cada uno pueden<br />
experimentar de manera completamente<br />
personal: «Me amó y se entregó<br />
a sí mismo por mí».<br />
Quisiera concluir con una palabra<br />
tardía de San Pablo: una exhortación a<br />
Timoteo desde la cárcel, ante la muerte.<br />
«Soporta conmigo los sufrimientos<br />
por el Evangelio», le dice el Apóstol a<br />
sus discípulo (2 Tm 1, 8). Esta palabra,<br />
puesta al final de los caminos recorridos<br />
por el Apóstol como un testamento,<br />
remite al inicio de su misión.<br />
Cuando, tras su encuentro con el Resucitado,<br />
Pablo se hallaba ciego en su<br />
alojamiento de Damasco, Ananías recibió<br />
el encargo de visitar al temido<br />
perseguidor y de imponerle las manos<br />
para que recobrara la vista. La objeción<br />
de Ananías de que aquel Saulo<br />
era un peligroso perseguidor de cristianos<br />
tuvo como respuesta: Este me<br />
es un instrumento de elección que lleve<br />
mi nombre ante los gentiles y los<br />
reyes. «Yo le mostraré todo lo que<br />
tendrá que padecer por mi nombre»<br />
(Hch 9, 15s). El encargo del anuncio y<br />
la llamada a padecer por Cristo son<br />
indisociables. La llamada a convertirse<br />
en maestro de las gentes es, contemporánea<br />
e intrínsecamente, una llamada<br />
al sufrimiento en la comunión con<br />
Cristo, que nos redimió mediante su<br />
pasión. En un mundo en el que la<br />
mentira se hace fuerte, la verdad se<br />
paga con el sufrimiento. Quien pretende<br />
esquivar el sufrimiento, mantenerlo<br />
alejado de sí, mantiene alejada<br />
la propia vida con toda su grandeza;<br />
no puede ser servidor de la verdad ni,<br />
por ende, de la fe. No hay amor sin<br />
sufrimiento: sin el sufrimiento de la<br />
renuncia a sí mismo, de la transformación<br />
y de la purificación del yo con<br />
vistas a la libertad auténtica. Donde<br />
no hay nada para lo que valga la pena<br />
sufrir, la misma vida acaba perdiendo<br />
su valor. La Eucaristía —el centro de<br />
nuestro ser cristiano— se basa en el<br />
sacrificio de Jesús por nosotros; nació<br />
del sufrimiento del amor, que en la<br />
cruz tuvo su cima. De ese amor que se<br />
entrega vivimos nosotros. El nos da<br />
valor y fortaleza para sufrir con Cristo<br />
y por él en este mundo, sabiendo que<br />
precisamente así nuestra vida se vuelve<br />
grande, madura y verdadera. A la<br />
luz de todas las cartas de San Pablo<br />
vemos hasta qué punto se cumplió,<br />
en su camino de maestro de las gentes,<br />
la profecía hecha a Ananías en el<br />
momento de su llamada: «Yo le mostraré<br />
todo lo que tendrá que padecer<br />
por mi nombre». Su sufrimiento lo<br />
24 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
hace creíble como maestro de verdad<br />
que no busca el interés propio, la propia<br />
gloria, la satisfacción personal,<br />
sino que se consagra a aquél que nos<br />
amó y que se entregó a sí mismo por<br />
nosotros.<br />
En este momento, damos gracias al<br />
Señor por haber llamado a Pablo,<br />
convirtiéndolo en luz de las gentes y<br />
maestro de todos nosotros y le rogamos:<br />
Danos hoy también testigos de<br />
la Resurrección, alcanzados por tu<br />
amor y capaces de traer la luz del<br />
Evangelio a nuestro tiempo. San Pablo,<br />
ruega por nosotros. Amén. ■<br />
(Original italiano procedente del archivo<br />
informático de la Santa Sede;<br />
traducción de ECCLESIA)<br />
San Pablo, forjador<br />
del fundamento católico<br />
de la Iglesia ecuménica<br />
Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I<br />
en las Primeras Vísperas de la solemnidad<br />
de los apóstoles San Pedro y San Pablo, celebradas en la<br />
Basílica de San Pablo Extramuros de Roma (28-6-2008)<br />
antidad, amado hermano en Cristo y vosotros todos, fieles en el Señor: Anima-<br />
Sdos por una alegría llena de solemnidad, nos hallamos reunidos para la oración<br />
de las Vísperas en este antiguo y espléndido templo de San Pablo Extramuros, en<br />
presencia de numerosos y devotos peregrinos venidos del mundo entero para la<br />
gozosa inauguración oficial del <strong>Año</strong> de San Pablo, el Apóstol de las Gentes.<br />
La conversión radical y el kérygma apostólico de Saulo de Tarso «sacudieron» la<br />
historia en el sentido literal de la palabra y forjaron la propia identidad de la cristiandad.<br />
Aquel gran hombre influyó profundamente en Padres clásicos de la Iglesia<br />
como San Juan Crisóstomo en Oriente y San Agustín de Hipona en Occidente.<br />
Aunque nunca se encontró personalmente con Jesús de Nazaret, San Pablo recibió<br />
directamente el Evangelio «por revelación de Jesucristo» (Ga 1, 11-12).<br />
Este sagrado lugar extramuros resulta indudablemente harto indicado para<br />
conmemorar y celebrar a un hombre que estableció una alianza entre la lengua<br />
griega y la mentalidad romana de su tiempo, despojando a la cristiandad, de una<br />
vez por todas, de toda restricción mental, y forjando para siempre el fundamento<br />
cristiano de la Iglesia ecuménica.<br />
Hacemos votos por que la vida y las cartas de San Pablo sigan siendo para nosotros<br />
fuente de inspiración para que todas las gentes obedezcan a la fe en Cristo<br />
(cf. Rm 16, 27). ■<br />
1136
Por un perfecto allanamiento<br />
del camino del diálogo <strong>ecuménico</strong><br />
Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I<br />
en la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo (29-6-2008)<br />
Santidad: Con la alegría y la emoción<br />
aún vivas por la personal y<br />
bendita participación de Vuestra<br />
Santidad en la fiesta patronal de Constantinopla<br />
en conmemoración de San<br />
Andrés apóstol, el Primer Llamado, en<br />
noviembre de 2006, nos hemos movido<br />
«con paso exultante», desde el Fanar de<br />
la Nueva Roma, para venir a visitaros y<br />
para participar en vuestra alegría en la<br />
fiesta patronal de la Antigua Roma. Y<br />
hemos venido a vos «con la plenitud de<br />
las bendiciones de Cristo» (Rm 15, 29),<br />
devolviendo el honor y el amor, celebrando<br />
junto con nuestro hermano<br />
predilecto de la tierra de Occidente «a<br />
los seguros e inspirados heraldos, a los<br />
corifeos de los discípulos del Señor» los<br />
Santos apóstoles Pedro, hermano de<br />
Andrés, y Pablo; a estas dos inmensas<br />
columnas centrales de toda la Iglesia,<br />
que se elevan hacia el cielo y que en<br />
esta histórica ciudad dieron también su<br />
postrera y resplandeciente confesión de<br />
Cristo y entregaron aquí su alma al Señor<br />
por medio del martirio, uno a través<br />
de la cruz y otro con la espada,<br />
santificando esta ciudad.<br />
Saludamos pues, con amor profundísimo<br />
y devoto, de parte de la Santísima<br />
Iglesia de Constantinopla y de sus<br />
hijos diseminados por el mundo, a<br />
Vuestra Santidad, querido hermano,<br />
deseando de corazón «a todos los<br />
amados de Dios que estáis en Roma»<br />
(Rm 1, 7) que gocéis de buena salud,<br />
paz y prosperidad y que avancéis día y<br />
noche hacia la salvación «con espíritu<br />
fervoroso, sirviendo al Señor, con la<br />
alegría de la esperanza, constantes en<br />
la tribulación, perseverantes en la oración»<br />
(Rm 12, 11-12).<br />
En ambas Iglesias, Santidad, honramos<br />
debidamente y veneramos mucho<br />
a Pedro, que pronunció una confesión<br />
salvífica de la divinidad de Cristo, y a<br />
1137<br />
Pablo, vaso de elección que proclamó<br />
dicha confesión y fe hasta los confines<br />
del universo, en medio de las más inimaginables<br />
dificultades y problemas.<br />
Celebramos su memoria desde el año<br />
de la salvación 258 en adelante, el 29<br />
de junio, tanto en Occidente como en<br />
Oriente, donde los días anteriores, siguiendo<br />
la tradición de la Iglesia antigua,<br />
también nos hemos preparado<br />
con el ayuno observado en su honor.<br />
Para subrayar más aún su igual valor,<br />
pero también por su importancia en la<br />
Iglesia y en su obra regeneradora y<br />
salvífica a través de los siglos, Oriente<br />
suele honrarlos también mediante un<br />
icono común en el que se los representa<br />
llevando en sus santas manos un<br />
pequeño velero, símbolo de la Iglesia,<br />
o abrazándose e intercambiando el<br />
beso en Cristo.<br />
Ese es precisamente el beso que hemos<br />
venido a intercambiar con Vuestra<br />
Santidad, subrayando el deseo ardiente<br />
en Cristo y el amor, cosas éstas que<br />
nos tocan de cerca a unos y a otros.<br />
El diálogo teológico entre nuestras<br />
Iglesias «en la fe, la verdad y el amor»,<br />
prosigue gracias a la ayuda divina, pese<br />
a las notables dificultades que persisten<br />
y a cuestiones problemáticas. Deseamos<br />
sinceramente y rezamos mucho<br />
para que tales dificultades se vean superadas<br />
y los problemas solucionados<br />
lo más rápidamente posible, con el fin<br />
de alcanzar el objeto de nuestro deseo<br />
final, para gloria de Dios.<br />
Semejante deseo bien sabemos que<br />
es también el de Vuestra Santidad,<br />
como también estamos seguros de<br />
que no escatimaréis esfuerzo alguno,<br />
trabajando personalmente, junto con<br />
vuestros ilustres colaboradores, por un<br />
allanamiento perfecto del camino hacia<br />
la culminación positiva —si Dios quiere—<br />
de los trabajos del diálogo.<br />
Documentación<br />
Santidad: Hemos proclamado 2008<br />
«<strong>Año</strong> del apóstol Pablo», tal y como<br />
vos hacéis desde este día hasta el año<br />
que viene, al cumplirse el bimilenario<br />
del nacimiento del Gran Apóstol. En el<br />
marco de las correspondientes celebraciones<br />
de este aniversario, además<br />
de venerar el lugar exacto de su martirio,<br />
tenemos programada, entre otras<br />
iniciativas, una sagrada peregrinación a<br />
algunos monumentos de la actividad<br />
evangélica del Apóstol en Oriente,<br />
como Efeso, Perge y otras ciudades del<br />
Asia Menor, pero también a Rodas y a<br />
Creta, y más concretamente a la localidad<br />
de esta última isla denominada<br />
Buenos Puertos. Santidad: Tened la seguridad<br />
de que en tan santo itinerario<br />
también estaréis presente, caminando<br />
espiritualmente con nosotros, y que en<br />
cada lugar elevaremos una fervorosa<br />
oración por vos y por nuestros hermanos<br />
de la Iglesia romano-católica, dirigiendo<br />
una encarecida súplica por vos<br />
con la intercesión del divino Pablo ante<br />
el Señor.<br />
Y ahora, venerando los padecimientos<br />
y la cruz de Pedro y abrazando las<br />
cadenas y los estigmas de Pablo, honrando<br />
la confesión y el martirio y la venerada<br />
muerte de ambos por el Nombre<br />
del Señor, que lleva realmente a la<br />
Vida, glorificamos al Dios tres veces<br />
santo y le rogamos que, por intercesión<br />
de sus protocorifeos, dé a nosotros<br />
y a todos los hijos de la Iglesia ortodoxa<br />
y romano-católica diseminados<br />
por el mundo, aquí abajo, «la unión de<br />
la fe y la comunión del Espíritu Santo»<br />
con el «vínculo de la paz», y allá arriba,<br />
en cambio, la vida eterna y la gran misericordia.<br />
Amén. ■<br />
(Original italiano procedente del archivo<br />
informático de la Santa Sede; traducción<br />
de ECCLESIA)<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 25
Documentación<br />
El abrazo de los dos grandes apóstoles<br />
Homilía de Benedicto XVI en la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo (29-6-2008)<br />
Señores cardenales, venerados<br />
hermanos en el episcopado y en<br />
el sacerdocio, queridos hermanos<br />
y hermanas: Desde los tiempos más<br />
antiguos, la Iglesia de Roma celebra la<br />
solemnidad de los grandes apóstoles<br />
Pedro y Pablo como una sola fiesta en<br />
un mismo día, el 29 de junio. Su martirio<br />
los hermanó; juntos fundaron la<br />
nueva Roma cristiana. Así los canta el<br />
Himno de las Segundas Vísperas, obra<br />
de <strong>Paulino</strong> de Aquileya (+ 806): «O<br />
Roma felix — Roma dichosa, adornada<br />
de púrpura por la preciosa sangre de<br />
tan grandes príncipes. Tú superas<br />
toda belleza mundanal, no por mérito<br />
tuyo, sino por el de los santos mártires<br />
a quienes mataste con la sangrienta<br />
espada». La sangre de los mártires<br />
no pide venganza, sino que reconcilia.<br />
No se presenta como acusación, sino<br />
como «luz áurea», en palabras del<br />
Himno de las Primeras Vísperas: se<br />
presenta como fuerza del amor que<br />
supera el odio y la violencia y funda<br />
con ello una nueva ciudad, una nueva<br />
comunidad. Por su martirio, Pedro y<br />
Pablo forman ya parte de Roma: por<br />
medio del martirio, también Pedro se<br />
convirtió para siempre en ciudadano<br />
romano. Por medio del martirio, por<br />
medio de su fe y de su amor, los dos<br />
apóstoles indican dónde está la esperanza<br />
auténtica y son fundadores de<br />
un nuevo tipo de ciudad que debe<br />
formarse siempre, una y otra vez, en<br />
medio de la antigua ciudad humana,<br />
que permanece amenazada por las<br />
fuerzas contrarias del pecado y del<br />
egoísmo de los hombres.<br />
En virtud de su martirio, Pedro y<br />
Pablo quedan recíprocamente relacionados<br />
para siempre. Una de las imágenes<br />
preferidas de la iconografía<br />
cristiana es el abrazo de los dos apóstoles<br />
camino del martirio. Podemos<br />
decir que su mismo martirio es, en lo<br />
más profundo, la realización de un<br />
abrazo fraternal. Mueren por el único<br />
Cristo y, en el testimonio por el que<br />
dan la vida, forman una sola cosa. En<br />
Icono que representa el abrazo de los<br />
apóstoles camino del martirio.<br />
los escritos del Nuevo Testamento podemos,<br />
por así decirlo, seguir el desarrollo<br />
de su abrazo, su hacer unidad<br />
en el testimonio y en la misión. Todo<br />
empieza cuando Pablo, tres años después<br />
de su conversión, sube a Jerusalén<br />
«para conocer a Cefas» (Ga 1, 18).<br />
Catorce años después, subirá nuevamente<br />
a Jerusalén para exponer «a los<br />
notables» el Evangelio que él predica,<br />
para no correr el peligro de correr o<br />
haber corrido «en vano» (Ga 2, 1s). Al<br />
final de aquel encuentro, Santiago, Cefas<br />
y Juan le tienden la diestra, confirmando<br />
con ello la comunión que los<br />
aúna en el único Evangelio de Jesucristo<br />
(Ga 2, 9). Una hermosa señal de<br />
ese abrazo interior que crece y se desarrolla<br />
pese a la diversidad de temperamentos<br />
y tareas la encuentro en<br />
el hecho de que los colaboradores<br />
mencionados al final de la I Carta de<br />
San Pedro —Silvano y Marcos— son<br />
26 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
colaboradores igualmente estrechos<br />
de San Pablo. En la compartición de<br />
los colaboradores se hace visible de<br />
manera muy concreta la comunión de<br />
la única Iglesia, el abrazo de los grandes<br />
apóstoles.<br />
Dos veces, por lo menos, se vieron<br />
Pedro y Pablo en Jerusalén; al final, el<br />
derrotero de ambos desemboca en<br />
Roma. ¿Por qué? ¿Se trata tal vez de<br />
algo más que una mera casualidad?<br />
¿Encierra acaso un mensaje duradero?<br />
Pablo llegó a Roma como detenido,<br />
pero al mismo tiempo como ciudadano<br />
romano que, tras su detención en<br />
Jerusalén, precisamente en calidad de<br />
tal había recurrido ante el Emperador,<br />
a cuyo tribunal fue llevado. Pero, en<br />
un sentido aún más profundo, Pablo<br />
vino voluntariamente a Roma. Con la<br />
más importante de sus Cartas ya se<br />
había acercado interiormente a esta<br />
ciudad: a la Iglesia que estaba en<br />
Roma le había dirigido el escrito que<br />
más que ningún otro sintetiza todo su<br />
anuncio y su fe. En el saludo inicial de<br />
esa Carta dice que todo el mundo se<br />
hace lenguas de la fe de los cristianos<br />
de Roma y es, por lo tanto, por doquier<br />
conocida como ejemplar (Rm 1,<br />
8). Y escribe seguidamente: «No quiero<br />
que ignoréis, hermanos, las muchas<br />
veces que me propuse ir a vosotros,<br />
pero hasta el presente me he visto<br />
impedido» (1, 13). Al final de la<br />
Carta retoma este asunto, hablando<br />
ahora de su proyecto de dirigirse a<br />
España: «Cuando me dirija a España...<br />
Pues espero veros al pasar, y ser encaminado<br />
por vosotros hacia allá,<br />
después de haber disfrutado un poco<br />
de vuestra compañía» (15, 24). «Y bien<br />
sé que, al ir a vosotros, lo haré con la<br />
plenitud de las bendiciones de Cristo»<br />
(15, 29). Dos cosas cobran evidencia<br />
aquí: Roma es para Pablo una etapa<br />
en su camino hacia España, es decir —<br />
de acuerdo con su concepción del<br />
mundo— hacia el extremo confín de la<br />
tierra. Considera su misión la realización<br />
de la tarea recibida de Cristo se<br />
1138
llevar el Evangelio hasta los últimos<br />
confines del mundo. En ese itinerario<br />
figura Roma. Si, habitualmente, Pablo<br />
acude tan sólo a los lugares en los<br />
que el Evangelio aún no ha sido<br />
anunciado, Roma constituye una excepción.<br />
Allí encuentra una Iglesia de<br />
cuya fe el mundo se hace lenguas. Ir a<br />
Roma forma parte de la universalidad<br />
de su misión de enviado a todos los<br />
pueblos. El camino que lleva a Roma,<br />
que ya antes de su viaje exterior ha<br />
recorrido interiormente con su Carta,<br />
forma parte integrante de su tarea de<br />
llevar el Evangelio a todas las gentes,<br />
de fundar la Iglesia católica, universal.<br />
Ir a Roma es para él expresión de la<br />
catolicidad de su misión. Roma debe<br />
hacer visible la fe al mundo entero; ha<br />
de ser el lugar del encuentro en la<br />
única fe.<br />
¿Pero por qué fue Pedro a Roma?<br />
Sobre ello el Nuevo Testamento no se<br />
pronuncia de manera directa, si bien<br />
nos da alguna indicación. El Evangelio<br />
de San Marcos, que podemos considerar<br />
un reflejo de la predicación de<br />
San Pedro, está íntimamente orientado<br />
hacia el momento en que el centurión<br />
romano, ante la muerte de Jesucristo<br />
en la cruz, exclama: «Verdaderamente<br />
este hombre era Hijo de Dios» (15, 39).<br />
Ante la cruz se desvela el misterio de<br />
Jesucristo. Bajo la cruz nace la Iglesia<br />
de los gentiles: el centurión del pelotón<br />
romano de ejecución reconoce en<br />
Cristo al Hijo de Dios. Los Hechos de<br />
los Apóstoles describen como hito<br />
decisivo para la entrada del Evangelio<br />
en el mundo de los paganos el episodio<br />
de Cornelio, el centurión de la cohorte<br />
itálica. Siguiendo una orden de<br />
Dios, Cornelio manda a alguien para<br />
que vaya a por Pedro y éste, siguiendo<br />
igualmente una orden divina, acude<br />
a casa del centurión y predica.<br />
Mientras habla, el Espíritu Santo desciende<br />
sobre la comunidad doméstica<br />
reunida y Pedro se pregunta: «¿Acaso<br />
puede alguno negar el agua del bautismo<br />
a éstos que han recibido el Espíritu<br />
Santo como nosotros?» (Hch 10,<br />
47). Así, en el Concilio Apostólico, Pedro<br />
se convierte en intercesor por la<br />
Iglesia de los paganos, quienes no necesitan<br />
la Ley, ya que Dios «purificó<br />
sus corazones con la fe» (Hch 15, 9).<br />
Verdad es que en la Carta a los Gálatas<br />
dice Pablo que Dios dio a Pedro la<br />
fuerza para llevar adelante el ministe-<br />
1139<br />
rio apostólico entre los circuncidados,<br />
y a Pablo, en cambio, el ministerio entre<br />
los paganos (2, 8). Pero esta asignación<br />
sólo podía estar vigente mientras<br />
Pedro permaneciera con los Doce<br />
en Jerusalén, con la esperanza de que<br />
todo Israel se adhiriera a Cristo. Ante<br />
el desarrollo sucesivo, los Doce reconocieron<br />
que era hora de encaminarse<br />
ellos también hacia el mundo entero<br />
para anunciarle el Evangelio. Pedro,<br />
que había sido el primero en abrir las<br />
puertas a los paganos, deja ahora la<br />
presidencia de la Iglesia cristiano-judía<br />
a Santiago el Menor para dedicarse<br />
a su verdadera misión: el ministerio<br />
de la unidad de la única Iglesia de<br />
Dios, formada por judíos y paganos.<br />
El deseo de San Pablo de ir a Roma<br />
subraya —como hemos visto—, de entre<br />
las características de la Iglesia, particularmente<br />
la palabra «catholica». El<br />
camino de San Pedro hacia Roma<br />
como representante de los pueblos<br />
del mundo, está principalmente bajo<br />
el signo de la palabra «una»: estriba<br />
su tarea en crear la unidad de la «catholica»,<br />
de la Iglesia formada por judíos<br />
y paganos, de la Iglesia de todos<br />
los pueblos. Y ésta es precisamente la<br />
misión permanente de Pedro: procurar<br />
que la Iglesia no se identifique<br />
nunca con una sola nación, con una<br />
sola cultura o con un solo estado.<br />
Que sea siempre la Iglesia de todos.<br />
Que reúna a la humanidad allende<br />
toda frontera y que, entre las divisiones<br />
de este mundo, haga presente la<br />
paz de Dios, la fuerza reconciliadora<br />
de su amor. Gracias a una técnica por<br />
doquier igual; gracias a la red mundial<br />
de información, como también a la relación<br />
de intereses comunes, existen<br />
hoy en el mundo formas nuevas de<br />
unidad que, sin embargo, propician el<br />
estallido de nuevos contrastes e imprimen<br />
nuevo ímpetu a los antiguos.<br />
En medio de esa unidad exterior, basada<br />
en cosas materiales, necesitamos<br />
más todavía la unidad interior, que<br />
procede de la paz de Dios; unidad de<br />
cuantos, por mediación de Jesucristo,<br />
se han convertido en hermanos y hermanas.<br />
Esta es la misión permanente<br />
de Pedro y también la tarea específicamente<br />
encomendada a la Iglesia de<br />
Roma.<br />
Queridos hermanos en el episcopado:<br />
Quisiera dirigirme ahora a cuantos<br />
habéis venido a Roma para recibir<br />
Documentación<br />
el palio como símbolo de vuestra dignidad<br />
y responsabilidad de arzobispos<br />
en la Iglesia de Jesucristo. El palio<br />
está tejido con lana de ovejas que el<br />
Obispo de Roma bendice anualmente<br />
en la festividad de la Cátedra de San<br />
Pedro, apartándolas, por así decirlo,<br />
mediante dicho gesto para que se<br />
conviertan en símbolo de la grey de<br />
Cristo que vosotros presidís. El gesto<br />
de colgar el palio de los hombros nos<br />
recuerda al pastor que toma sobre los<br />
suyos a la oveja descarriada, que sola<br />
no encuentra el camino de casa, y la<br />
devuelve al redil. Los Padres de la Iglesia<br />
vieron en esa oveja la imagen de la<br />
humanidad entera, de toda la naturaleza<br />
humana, extraviada y que no encuentra<br />
ya el camino de casa. El pastor<br />
que la devuelve a casa sólo puede<br />
ser el Logos, la Palabra eterna del propio<br />
Dios. Con la Encarnación nos ha<br />
tomado a todos —a la oveja «hombre»—<br />
sobre sus hombros. El, la Palabra<br />
eterna, el Pastor verdadero de la<br />
humanidad, nos lleva; en su humanidad<br />
lleva a cada uno de nosotros sobre<br />
sus hombros. Por el camino de la<br />
cruz nos ha llevado a casa, nos lleva a<br />
casa. Pero quiere tener también hombres<br />
que «lleven» con él. Ser pastor en<br />
la Iglesia de Cristo significa participar<br />
en esta tarea, evocada por el palio.<br />
Cuando nos revestimos de él, Jesús<br />
nos pregunta: «¿Llevas conmigo también<br />
a los que me pertenecen? ¿Los<br />
llevas hacia mí, hacia Jesucristo?». Entonces<br />
acude a nuestra memoria el relato<br />
del envío de Pedro por parte del<br />
Resucitado. Cristo resucitado pone en<br />
relación indisoluble la orden: «Apacienta<br />
mis ovejas» con la pregunta:<br />
«¿Me amas? ¿Me amas tú más que éstos?».<br />
Cada vez que nos revestimos<br />
del palio del pastor de la grey de Cristo<br />
deberíamos oír esta pregunta: «¿Me<br />
amas tú?» y dejarnos interrogar acerca<br />
de ese suplemento de amor que él espera<br />
del pastor.<br />
El palio se transforma así en símbolo<br />
de nuestro amor al pastor Cristo<br />
y de nuestro amar con él; se transforma<br />
en símbolo de la llamada a<br />
amar a los hombres como él, con él:<br />
a los que buscan, a los que plantean<br />
preguntas, a los que están seguros<br />
de sí mismos y a los humildes, así a<br />
los sencillos como a los grandes; se<br />
transforma en símbolo de la llamada<br />
a amarlos a todos con la fuerza de<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 27
Documentación<br />
Cristo y con vistas a Cristo, para que<br />
puedan encontrarlo y encontrarse a<br />
sí mismos en él. Pero el palio, que recibís,<br />
por así decirlo, desde la tumba<br />
de San Pedro, encierra además un segundo<br />
significado, inseparable del<br />
primero. Para comprenderlo nos<br />
puede servir de ayuda una palabra<br />
de la I Carta de San Pedro. En su exhortación<br />
a los presbíteros de apacentar<br />
la grey de manera justa, él,<br />
San Pedro, se califica a sí mismo<br />
como synpresbyteros, copresbítero (5,<br />
1). Esta fórmula contiene, implícitamente,<br />
una afirmación del principio<br />
de la sucesión apostólica: los pastores<br />
que se suceden son pastores<br />
como él, lo son con él, forman parte<br />
del ministerio común de los pastores<br />
de la Iglesia de Jesucristo, un ministerio<br />
que prosigue en ellos. Pero ese<br />
«co-» tiene dos significados más. Expresa<br />
también la realidad que indicamos<br />
hoy mediante el término «colegialidad»<br />
de los obispos. Todos nosotros<br />
somos copresbíteros. Nadie es<br />
pastor por sí solo. Nos hallamos en<br />
la sucesión apostólica sólo porque<br />
estamos en la comunión del colegio,<br />
en el que continúa el colegio apostólico.<br />
La comunión, el «nosotros» de<br />
los pastores, forma parte del ser pastores,<br />
ya que la grey es una sola: la<br />
única Iglesia de Jesucristo. Por último,<br />
el «co-» remite también a la comunión<br />
con Pedro y con su sucesor<br />
como garantía de unidad. Por eso el<br />
palio nos habla de la catolicidad de<br />
la Iglesia, de la comunión universal<br />
de pastor y grey. Y nos remite a la<br />
apostolicidad: a esa comunión con la<br />
fe de los Apóstoles en la que se basa<br />
la Iglesia. Nos habla de la Ecclesia<br />
«una, catholica, apostolica» y naturalmente,<br />
al vincularnos a Cristo, nos<br />
dice también que la Iglesia es «sancta»<br />
y que nuestra acción es servicio<br />
prestado a su santidad.<br />
Ello me impulsa a volver una vez<br />
más, por último, a San Pablo y a su<br />
misión. El expresó lo esencial de su<br />
misión, al igual que la razón más profunda<br />
de su deseo de ir a Roma, en el<br />
capítulo 15 de la Carta a los Romanos,<br />
en una frase de extraordinaria belleza.<br />
Se sabe llamado a «ser para los gentiles<br />
liturgo de Cristo Jesús, administrando<br />
como sacerdote el Evangelio<br />
de Dios, para que la oblación de los<br />
gentiles sea agradable, santificada por<br />
el Espíritu Santo» (15, 16). Sólo en este<br />
versículo emplea Pablo el verbo hierourgéin<br />
—«administrar como sacerdote»—<br />
junto con leitourgós, «liturgo»:<br />
habla de la liturgia cósmica, en la que<br />
el propio mundo de los hombres<br />
debe convertirse en adoración de<br />
Dios, en oblación en el Espíritu Santo.<br />
Una vez que el mundo en su globalidad<br />
se convierta en liturgia de Dios;<br />
una vez que en su realidad se convierta<br />
en adoración, habrá alcanzado su<br />
28 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
meta, estará sano y salvo. Este es el<br />
objetivo último de la misión apostólica<br />
de San Pablo y de nuestra misión.<br />
A este ministerio nos llama el Señor.<br />
Oremos en este momento para que él<br />
nos ayude a llevarlo a cabo correctamente,<br />
a convertirnos en auténticos liturgos<br />
de Jesucristo. Amén. ■<br />
(Original italiano procedentes del<br />
archivo informático de la Santa Sede;<br />
traducción de ECCLESIA)<br />
Carácter universal del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong><br />
«Angelus» de Benedicto XVI en la solemnidad<br />
de los apóstoles San Pedro y San Pablo (29-6-2008)<br />
Este año, la festividad de los Santos apóstoles Pedro y Pablo cae en domingo, por<br />
Slo que toda la Iglesia —y no sólo la de Roma— la celebra de manera solemne. Semejante<br />
coincidencia también se revela adecuada para dar mayor relieve a un acontecimiento<br />
extraordinario: el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, que inauguré oficialmente en la tarde de<br />
ayer y que durará hasta el 29 de junio de 2009. Efectivamente, los historiadores sitúan<br />
el nacimiento de Saulo, convertido posteriormente en Pablo, entre los años 7 y<br />
10 después de Cristo. Por eso, al cumplirse aproximadamente el bimilenario de<br />
aquel acontecimiento, he querido convocar este jubileo especial, que tendrá naturalmente<br />
a Roma como centro de gravedad, particularmente la basílica de San Pablo<br />
Extramuros y el lugar del martirio del Apóstol, las Tres Fuentes. Se trata, sin embargo,<br />
de un jubileo que implicará a toda la Iglesia, empezando por Tarso, ciudad<br />
natal de Pablo, y por los demás lugares paulinos que son meta de peregrinaciones<br />
en la actual Turquía así como en Tierra Santa y en Malta, isla a la que el Apóstol<br />
arribó tras un naufragio y en la que sembró la semilla fecunda del Evangelio. Si bien<br />
se mira, el horizonte del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> sólo puede ser universal, toda vez que San Pablo<br />
fue el apóstol por excelencia de cuantos, según los judíos, «estaban lejos», quienes,<br />
«por la sangre de Cristo», llegaron a «estar cerca» (cf. Ef 2, 13). Por eso hoy también,<br />
en un mundo que se ha vuelto más «pequeño», pero en el que muchísimas<br />
personas aún no se han encontrado con el Señor Jesús, el jubileo de San Pablo invita<br />
a todos los cristianos a ser misioneros del Evangelio.<br />
Esta dimensión misionera necesita acompañarse siempre con la de la unidad, representada<br />
por San Pedro, la «roca» sobre la que Cristo edificó su Iglesia. Como subraya<br />
la liturgia, los carismas de los dos grandes apóstoles resultan complementarios<br />
con vistas a la edificación del único Pueblo de Dios, y los cristianos no pueden<br />
dar un testimonio válido de Cristo si no están unidos entre sí. El tema de la unidad<br />
lo pone hoy de relieve el rito tradicional del palio, que he impuesto durante la Santa<br />
Misa a los arzobispos metropolitanos nombrados durante el último año. Son 40,<br />
y otros dos lo recibirán en sus respectivas sedes. Vaya de nuevo a ellos también mi<br />
cordial saludo. Por añadidura, en la presente solemnidad es motivo de especial alegría<br />
para el Obispo de Roma recibir al Patriarca Ecuménico de Constantinopla en la<br />
querida persona de Su Santidad Bartolomé I, a quien reitero mi fraternal saludo, que<br />
hago extensivo a toda la delegación de la Iglesia ortodoxa por él encabezada.<br />
<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, evangelización, comunión en la Iglesia y plena unidad de todos los<br />
cristianos: oremos ahora por tan grandes intenciones, encomendándolas a la intercesión<br />
celestial de María Santísima, Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles. ■<br />
1140
Tras la solemne celebración de<br />
ayer, en la que tuve la alegría de<br />
imponer el Palio a los arzobispos<br />
metropolitanos nombrados durante el<br />
último año, el encuentro de hoy me<br />
depara la grata ocasión de dar nuevamente<br />
a todos vosotros mi cordial saludo<br />
y de prolongar el clima de comunión<br />
—jerárquica y familiar a un tiempo—<br />
propio de tan especial<br />
circunstancia. La imagen del cuerpo<br />
orgánico aplicada a la Iglesia constituye<br />
uno de los elementos fuertes y característicos<br />
de las doctrina de San Pablo,<br />
razón por la cual, en este año jubilar<br />
que le está dedicado, deseo<br />
encomendar a cada uno de vosotros,<br />
queridos arzobispos, a su celestial<br />
protección. Que el Apóstol de las<br />
Gentes os ayude a procurar que las<br />
comunidades que os han sido confiadas<br />
crezcan unidas y misioneras, concordes<br />
y coordinadas en su acción<br />
pastoral y animadas por un impulso<br />
apostólico constante.<br />
Deseo ahora dirigir un saludo cordial<br />
a cada uno de vosotros, queridos<br />
arzobispos metropolitanos, así como<br />
a vuestros familiares y a las personalidades<br />
que han querido presenciar<br />
esta cita, haciendo extensivos el saludo<br />
y la oración a vuestras Iglesias<br />
particulares. Me alegra poder empezar<br />
por Tierra Santa, saludando al Patriarca<br />
de Jerusalén de los Latinos, monseñor<br />
Fouad Twal, y a cuantos lo<br />
acompañan. Saludo con afecto a los<br />
monseñores Giancarlo Maria Bregantini,<br />
Paolo Benotto y Francesco Montenegro,<br />
metropolitanos respectivamente<br />
de Campobasso-Boiano, Pisa y<br />
Agrigento. ¡Que el Señor os bendiga<br />
siempre y os guíe en vuestro ministerio<br />
pastoral diario!<br />
Saludo con alegría a los peregrinos<br />
venidos de Níger, de la República Democrática<br />
del Congo, de Haití y de<br />
Francia. Acompañáis a los nuevos arzobispos<br />
metropolitanos a los que he<br />
tenido la alegría de imponer el Palio,<br />
signo de gran comunión con la Sede<br />
1141<br />
Apostólica. Vaya mi especial saludo a<br />
los monseñores Christian Cartatéguy,<br />
arzobispo de Niamey (Níger); Laurent<br />
Monsengwo Pasinya, arzobispo de<br />
Kinshasa (República Democrática del<br />
Congo); Louis Kébreau, arzobispo de<br />
Cabo Haitiano (Haití); Serge Miot, arzobispo<br />
de Puerto Príncipe (Haití), y<br />
Laurent Ulrich, arzobispo de Lille<br />
(Francia). Transmitid mis felicitaciones<br />
a los sacerdotes y a todos los fieles de<br />
vuestras diócesis, asegurándoles mi<br />
oración fervorosa. El Palio simboliza la<br />
profunda unión de su pastor con el<br />
Sucesor de Pedro, así como el desvelo<br />
pastoral del arzobispo para con su<br />
pueblo. Ojalá los fieles se adhieran todavía<br />
más a Cristo en esta comunión<br />
de caridad para testimoniarlo con valentía<br />
y verdad.<br />
Excelencias, queridos hermanos en<br />
Cristo: Vaya mi cordial saludo a los ar-<br />
Documentación<br />
Condición del servicio: el amor a Cristo<br />
Discurso de Benedicto XVI a los arzobispos metropolitanos que han recibido el Palio (30-6-2008)<br />
Panorámica del altar central de la basílica<br />
de San Pedro con los nuevos arzobispos<br />
a los que les fue impuestos el Palio.<br />
zobispos metropolitanos de lengua inglesa<br />
a los que ayer impuse el Palio: el<br />
cardenal John Njue, arzobispo de Nairobi<br />
(Kenia); Edwin O’Brien, arzobispo<br />
de Baltimore (EE. UU.); Anthony Mancini,<br />
de Halifax (Canadá); Martin Currie,<br />
de Saint John’s-Newfoundland (Canadá);<br />
John Hung Shan-Chuan, de Taipéi<br />
(Taiwán); Matthew Man-Oso Ndagoso,<br />
de Kaduna (Nigeria); Richard Anthony<br />
Burke, de Benin City (Nigeria);<br />
Robert Rivas, de Castries (Santa Lucía);<br />
John Ribat, de Port Moresby (Papúa<br />
Nueva Guinea); Thomas Kwaku Mensah,<br />
de Kumasi (Ghana); Thomas Rodi,<br />
de Mobile (EE. UU.); Donald Reese, de<br />
Kingston (Jamaica); Peter Kairo, de<br />
Nyeri (Kenia); John Nienstedt, de Saint<br />
Paul y Minneapolis (EE. UU.), y John<br />
Lee Hiong Fun-Yit Yaw, de Kota Kinabalu<br />
(Malasia). Doy también la bienvenida<br />
a los familiares y amigos de los<br />
nuevos metropolitanos y a los fieles<br />
de sus archidiócesis que los han<br />
acompañado a Roma. El Palio con el<br />
que se revisten los arzobispos metropolitanos<br />
simboliza su comunión jerárquica<br />
con el Sucesor de Pedro en el<br />
gobierno del Pueblo de Dios. Está hecho<br />
de lana de oveja, símbolo de Jesucristo,<br />
Cordero de Dios que quita el<br />
pecado del mundo y Buen Pastor que<br />
vela por su rebaño. El Palio recuerda a<br />
los obispos que, como vicarios de<br />
Cristo en sus Iglesias locales, están llamados<br />
a ser pastores siguiendo el<br />
ejemplo de Jesús. Como símbolo del<br />
peso del oficio episcopal, también recuerda<br />
a los fieles su deber de apoyar<br />
a los pastores de la Iglesia con sus<br />
oraciones y de cooperar generosamente<br />
con ellos para la difusión del<br />
Evangelio y para que la Iglesia crezca<br />
en santidad, unidad y amor. Queridos<br />
amigos: Que vuestra peregrinación a<br />
los sepulcros de los santos Pedro y<br />
Pablo os confirme en la fe católica que<br />
procede de los Apóstoles. Imparto<br />
cordialmente a todos vosotros mi<br />
bendición apostólica como prenda de<br />
alegría y de paz en el Señor.<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 29
Documentación<br />
Vaya mi gozoso saludo a cuantos<br />
han venido a Roma desde mi diócesis<br />
natal de Múnich y Frisinga para<br />
acompañar al nuevo arzobispo Reinhard<br />
Marx en su recepción del Palio.<br />
Doy también mi cordial bienvenida a<br />
los invitados del arzobispo Willem<br />
Jacobus Eijk, de Utrecht. El Palio que<br />
impuse ayer a vuestros prelados nos<br />
remite al Buen Pastor, que lleva a la<br />
oveja perdida sobre sus hombros y<br />
que da la vida por su rebaño. El Señor<br />
llamó a los Apóstoles para que fueran<br />
sus sucesores en el amor. Tres veces<br />
pregunta Cristo resucitado a Pedro<br />
si éste lo ama. Y tres veces le repite<br />
el encargo de apacentar a sus<br />
ovejas. Por eso hoy también los pastores<br />
deben estar penetrados de la<br />
voluntad de preservar la unidad con<br />
el Señor y con su grey. Invito a cada<br />
uno de vosotros a sostener el ministerio<br />
de vuestros arzobispos con<br />
vuestra concordia y oración. ¡Que el<br />
Señor, que es fiel, os acompañe con<br />
su gracia!<br />
Me dirijo con afecto a los arzobispos<br />
metropolitanos de lengua española:<br />
Francisco Pérez González, de<br />
Pamplona y Tudela; Lorenzo Voltolini<br />
Esti, de Portoviejo; Andrés Stanovnik,<br />
de Corrientes; Óscar Urbina Ortega,<br />
de Villavicencio, y José López Castillo,<br />
de Barquisimeto, que han llegado a<br />
Roma para la solemne ceremonia de<br />
la imposición del Palio, acompañados<br />
de familiares, amigos y una representación<br />
de sus respectivas Iglesias particulares.<br />
Queridos hermanos en el<br />
Episcopado: Que el Palio, ornamento<br />
litúrgico de venerable tradición, tejido<br />
con lana blanca, os recuerde siempre<br />
a Jesucristo, el Buen Pastor, y, al mismo<br />
tiempo, Cordero inmolado por<br />
nuestra salvación. Fieles a vuestro ministerio,<br />
buscad en todo momento fomentar<br />
la comunión entre los obispos<br />
de la provincia eclesiástica que presidís<br />
y con el Obispo de Roma. Aliento<br />
a todos los que han querido venir con<br />
vosotros en esta hermosa circunstancia<br />
a que no dejen de encomendaros<br />
en su plegaria, para que continuéis<br />
guiando a la grey que ha sido confiada<br />
a vuestros desvelos pastorales con<br />
ardiente caridad, de modo que Cristo,<br />
por el que derramaron su sangre los<br />
santos apóstoles Pedro y Pablo, sea<br />
cada vez más conocido, amado e imitado.<br />
Pido a la Virgen María, a la que<br />
con tanto fervor se la invoca en vuestros<br />
Países —España, Ecuador, Argentina,<br />
Colombia y Venezuela—, que os<br />
proteja y sostenga con su amor de<br />
Madre a vuestros obispos sufragáneos,<br />
sacerdotes, comunidades religiosas<br />
y fieles diocesanos. Con estos<br />
sentimientos, os imparto de corazón<br />
la bendición apostólica, prenda de copiosos<br />
dones celestiales.<br />
Saludo con fraternal aprecio a los<br />
arzobispos metropolitanos de lengua<br />
portuguesa que recibieron ayer el Palio:<br />
monseñor Mauro Aparecido dos<br />
Santos, de Cascavel; monseñor Luis<br />
Gonzaga Silva Pepeu, de Vitória da<br />
Conquista, y monseñor José Francisco<br />
Sanches Alves, de Évora. Estimados<br />
hermanos: Sed siempre solícitos con<br />
la grey de Cristo que os ha sido encomendada<br />
y procurad estrechar cada<br />
vez más los lazos de comunión con el<br />
Sucesor de Pedro y entre vuestras diócesis<br />
sufragáneas. Y vosotros, queridos<br />
amigos que los acompañáis, seguid<br />
con docilidad sus enseñanzas,<br />
cooperando generosamente con ellos<br />
en la realización del Reino de Dios. Al<br />
tiempo que invoco la protección de la<br />
Virgen Madre de Dios, imparto a los<br />
aquí presentes y a vuestras comunidades<br />
archidiocesanas la bendición<br />
apostólica.<br />
Saludo a los peregrinos polacos, y<br />
de especial manera al nuevo metropolitano<br />
de Gdansk, el arzobispo Leszek<br />
Slawoj Glódz, que ayer, en la solemnidad<br />
de los santos apóstoles Pedro<br />
y Pablo, recibió el Palio, signo del<br />
estrecho vínculo que une a cada metropolitano<br />
con el Sucesor de Pedro.<br />
Saludo a cuantos lo acompañan en<br />
este solemne momento, y particularmente<br />
a sus seres queridos y a los fieles<br />
de la metrópoli de Gdansk. Hago<br />
votos por que el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> recién<br />
iniciado afiance vuestra fe, vuestro<br />
vínculo con la Iglesia y con sus pastores.<br />
En mi oración encomiendo a Dios<br />
el servicio pastoral de Vuestra Excelencia<br />
y bendigo de corazón a todos<br />
los peregrinos aquí presentes. ¡Alabado<br />
sea Jesucristo!<br />
Saludo con afecto al arzobispo de<br />
la Madre de Dios en Moscú, monseñor<br />
Paolo Pezzi. Doy las gracias a las<br />
autoridades asistentes y aseguro mi<br />
especial plegaria.<br />
Saludo cordialmente a monseñor<br />
Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de<br />
30 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
Minsk-Mohilev, y a cuantos lo acompañan,<br />
con los mejores deseos para<br />
su ministerio.<br />
Saludo cordialmente a los peregrinos<br />
procedentes de Eslovaquia, que<br />
acompañan a los nuevos arzobispos<br />
metropolitanos: Stanislav, de Bratislava,<br />
y Ján, de Presov. Hermanos y hermanas:<br />
El Palio que ayer recibieron<br />
estos prelados es signo de su unión<br />
con el Obispo de Roma. Os bendigo<br />
con afecto junto con vuestras familias.<br />
¡Alabado sea Jesucristo!<br />
Dirijo un cordial saludo a monseñor<br />
Marin Srakic, nuevo arzobispo y<br />
metropolitano de Dakovo-Osijek, a<br />
sus familiares y a los invitados que<br />
han venido a Roma procedentes de la<br />
siempre fiel Croacia. El Palio es signo<br />
del vínculo especial de los pastores de<br />
la Iglesia con el Sucesor de Pedro.<br />
Hago votos por que el Señor te guíe y<br />
te proteja, venerado hermano, junto a<br />
la comunidad de los fieles de la querida<br />
Eslavonia. Imparto a todos una<br />
bendición especial. ¡Alabados sean Jesús<br />
y María!<br />
Queridos amigos: Demos gracias a<br />
Dios, que no deja de asegurar pastores<br />
a su Iglesia para guiarla con firmeza<br />
a lo largo de su peregrinación terrenal.<br />
Recordemos siempre que la<br />
condición del servicio de todo pastor<br />
es el amor a Cristo, al que nada debe<br />
anteponerse. «Simón de Juan, ¿me<br />
amas?». Que la pregunta de Jesús a<br />
Pedro resuene siempre en nuestro corazón,<br />
queridos hermanos, y suscite,<br />
nueva y emocionada cada vez, nuestra<br />
respuesta: «Señor, tú lo sabes todo; tú<br />
sabes que te quiero». De este amor a<br />
Cristo dimana la misión: «Apacienta<br />
mis ovejas» (Jn 21, 16. 17); una misión<br />
que se sintetiza, ante todo, en el testimonio<br />
dado a él, Maestro y Señor:<br />
«Sígueme» (Jn 21, 19). Sea ésta nuestra<br />
alegría, al tiempo que es ciertamente<br />
nuestra cruz: dulce y liviana, pues es<br />
cruz de amor. Que la Virgen María,<br />
Madre de la esperanza, vele siempre<br />
por vosotros y os sostenga, y que os<br />
acompañe mi bendición, que de todo<br />
corazón imparto a cada uno de vosotros,<br />
a vuestros seres queridos y a<br />
cuantos están encomendados a vuestro<br />
ministerio. ■<br />
(Original plurilingüe procedente del<br />
archivo informático de la Santa Sede;<br />
traducción de ECCLESIA)<br />
1142
Hoy comienzo un nuevo ciclo de<br />
catequesis, dedicado al gran<br />
apóstol San Pablo. Como sabéis,<br />
a él está consagrado este año,<br />
que va desde la fiesta litúrgica de los<br />
apóstoles San Pedro y San Pablo del<br />
29 de junio de 2008 hasta la misma<br />
fiesta de 2009. El apóstol San Pablo,<br />
figura excelsa y casi inimitable, pero<br />
en cualquier caso estimulante, se nos<br />
presenta como un ejemplo de entrega<br />
total al Señor y a su Iglesia, así como<br />
de gran apertura a la humanidad y a<br />
sus culturas.<br />
Así pues, es justo no sólo que le<br />
dediquemos un lugar particular en<br />
nuestra veneración, sino también que<br />
nos esforcemos por comprender lo<br />
que nos puede decir también a nosotros,<br />
cristianos de hoy. En este primer<br />
encuentro, consideraremos el ambiente<br />
en el que vivió y actuó. Este tema<br />
parecería remontarnos a tiempos lejanos,<br />
dado que debemos insertarnos<br />
en el mundo de hace dos mil años. Y,<br />
sin embargo, esto sólo es verdad en<br />
apariencia y parcialmente, pues podremos<br />
constatar que, en varios aspectos,<br />
el actual contexto sociocultural<br />
no es muy diferente al de entonces.<br />
Un factor primario y fundamental<br />
que es preciso tener presente es la relación<br />
entre el ambiente en el que San<br />
Pablo nace y se desarrolla y el contexto<br />
global en el que sucesivamente se<br />
integra. Procede de una cultura muy<br />
precisa y circunscrita, ciertamente minoritaria:<br />
la del pueblo de Israel y de<br />
su tradición. Como nos enseñan los<br />
expertos, en el mundo antiguo, y de<br />
modo especial dentro del Imperio romano,<br />
los judíos debían de ser alrededor<br />
del 10% de la población total.<br />
Aquí, en Roma, su número a mediados<br />
del siglo I era todavía menor, alcanzando<br />
al máximo el 3% de los habitantes<br />
de la ciudad. Sus creencias y<br />
su estilo de vida, como sucede también<br />
hoy, los distinguían claramente<br />
1143<br />
del ambiente circunstante. Esto podía<br />
llevar a dos resultados: o a la burla,<br />
que podía desembocar en la intolerancia,<br />
o a la admiración, que se manifestaba<br />
en varias formas de simpatía,<br />
como en el caso de los «temerosos<br />
de Dios» o de los «prosélitos», paganos<br />
que se asociaban a la Sinagoga y<br />
compartían la fe en el Dios de Israel.<br />
Como ejemplos concretos de esta<br />
doble actitud podemos citar, por una<br />
parte, el duro juicio de un orador<br />
como Cicerón, que despreciaba su religión<br />
e incluso la ciudad de Jerusalén<br />
(cf. Pro Flacco, 66-69); y, por otra, la<br />
actitud de la mujer de Nerón, Popea, a<br />
la que Flavio Josefo recordaba como<br />
«simpatizante» de los judíos (cf. Antigüedades<br />
judías 20, 195.252; Vida 16);<br />
incluso Julio César les había reconocido<br />
oficialmente derechos particulares,<br />
Documentación<br />
Ambiente religioso y cultural de San Pablo<br />
Audiencia general de Benedicto XVI del miércoles 2 de julio de 2008<br />
El Papa Benedicto XVI y el Patriarca<br />
Ecuménico Bartolomé I participan en la<br />
basílica romana de San Pablo Extramuros en<br />
el acto de apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>.<br />
como atestigua el mencionado historiador<br />
judío Flavio Josefo (cf. ib., 14,<br />
200-216). Lo que es seguro es que el<br />
número de los judíos, como sigue sucediendo<br />
en nuestro tiempo, era mucho<br />
mayor fuera de la tierra de Israel,<br />
es decir, en la diáspora, que en el territorio<br />
que los demás llamaban Palestina.<br />
No sorprende, por tanto, que San<br />
Pablo mismo haya sido objeto de esta<br />
doble y opuesta valoración de la que<br />
he hablado. Es indiscutible que el carácter<br />
tan particular de la cultura y de<br />
la religión judía encontraba tranquilamente<br />
lugar dentro de una institución<br />
tan invasora como el Imperio romano.<br />
Más difícil y sufrida será la posición<br />
del grupo de judíos o gentiles que se<br />
adherirán con fe a la persona de Jesús<br />
de Nazaret, en la medida en que se diferenciarán<br />
tanto del judaísmo como<br />
del paganismo dominante.<br />
Los factores de la cultura<br />
griega y la estructura<br />
del Imperio romano<br />
En todo caso, dos factores favorecieron<br />
la labor de San Pablo. El primero<br />
fue la cultura griega, o mejor, helenista,<br />
que después de Alejandro Magno<br />
se había convertido en patrimonio<br />
común, al menos en la región del Mediterráneo<br />
oriental y en Oriente Próximo,<br />
aunque integrando en sí muchos<br />
elementos de las culturas de pueblos<br />
tradicionalmente considerados bárbaros.<br />
Un escritor de la época afirmaba<br />
que Alejandro «ordenó que todos<br />
consideraran como patria toda la ecumene...<br />
y que ya no se hicieran diferencias<br />
entre griegos y bárbaros» (Plutarco,<br />
De Alexandri Magni fortuna aut<br />
virtute, 6.8). El segundo factor fue la<br />
estructura político-administrativa del<br />
Imperio romano, que garantizaba paz<br />
y estabilidad desde Bretaña hasta el<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 31
Documentación<br />
sur de Egipto, unificando un territorio<br />
de dimensiones nunca vistas con anterioridad.<br />
En este espacio era posible<br />
moverse con suficiente libertad y seguridad,<br />
disfrutando entre otras cosas<br />
de un excelente sistema de carreteras,<br />
y encontrando en cada punto de llegada<br />
características culturales básicas<br />
que, sin ir en detrimento de los valores<br />
locales, representaban un tejido<br />
común de unificación super partes,<br />
hasta el punto de que el filósofo judío<br />
Filón de Alejandría, contemporáneo<br />
de San Pablo, alaba al emperador Augusto<br />
porque «ha unido en armonía a<br />
todos los pueblos salvajes... convirtiéndose<br />
en guardián de la paz» (Legatio<br />
ad Caium, 146-147).<br />
Ciertamente, la visión universalista<br />
típica de la personalidad de San Pablo,<br />
al menos del Pablo cristiano después<br />
de lo que sucedió en el camino de<br />
Damasco, debe su impulso fundamental<br />
a la fe en Jesucristo, puesto<br />
que la figura del Resucitado va más<br />
allá de todo particularismo. De hecho,<br />
para el Apóstol «ya no hay judío ni<br />
griego; ni esclavo ni libre; ni hombre<br />
ni mujer, ya que todos vosotros sois<br />
uno en Cristo Jesús» (Gal 3, 28). Sin<br />
embargo, la situación histórico-cultural<br />
de su tiempo y de su ambiente<br />
también influyó en sus opciones y en<br />
su <strong>compromiso</strong>. Alguien definió a San<br />
Pablo como «hombre de tres culturas»,<br />
teniendo en cuenta su origen judío, su<br />
lengua griega y su prerrogativa de «civis<br />
romanus», como lo testimonia<br />
también su nombre, de origen latino.<br />
Conviene recordar de modo particular<br />
la filosofía estoica, que era dominante<br />
en el tiempo de San Pablo y<br />
que influyó, aunque de modo marginal,<br />
también en el cristianismo. A este<br />
respecto, podemos mencionar algunos<br />
nombres de filósofos estoicos,<br />
como los iniciadores Zenón y Cleantes,<br />
y luego los de los más cercanos<br />
cronológicamente a San Pablo, como<br />
Séneca, Musonio y Epicteto: en ellos<br />
se encuentran valores elevadísimos de<br />
humanidad y de sabiduría, que serán<br />
acogidos naturalmente en el cristianismo.<br />
Como escribe acertadamente un<br />
experto en la materia, «la Estoa…<br />
anunció un nuevo ideal, que ciertamente<br />
imponía al hombre deberes<br />
con respecto a sus semejantes, pero al<br />
mismo tiempo lo liberaba de todos<br />
los lazos físicos y nacionales y hacía<br />
de él un ser puramente espiritual» (M.<br />
Pohlenz, La Stoa, I, Florencia 1978, p.<br />
565). Basta pensar, por ejemplo, en la<br />
doctrina del universo, entendido<br />
como un gran cuerpo armonioso y,<br />
por tanto, en la doctrina de la igualdad<br />
entre todos los hombres, sin distinciones<br />
sociales; en la igualdad, al<br />
menos a nivel de principio, entre el<br />
hombre y la mujer; y en el ideal de la<br />
sobriedad, de la justa medida y del<br />
dominio de sí para evitar todo exceso.<br />
Cuando San Pablo escribe a los Filipenses:<br />
«Todo cuanto hay de verdadero,<br />
de noble, de justo, de puro, de<br />
amable, de honorable, todo cuanto<br />
sea virtud y cosa digna de elogio,<br />
todo eso tenedlo en cuenta» (Flp 4, 8),<br />
no hace más que retomar una concepción<br />
muy humanista propia de esa<br />
sabiduría filosófica.<br />
Crisis de la religión<br />
tradicional<br />
En tiempos de San Pablo existía<br />
también una crisis de la religión tradicional,<br />
al menos en sus aspectos mitológicos<br />
e incluso cívicos. Después<br />
de que Lucrecio, un siglo antes, sentenciara<br />
polémicamente: «La religión<br />
ha llevado a muchos delitos» (De rerum<br />
natura, 1, 101), un filósofo como<br />
Séneca, superando todo ritualismo<br />
exterior, enseñaba que «Dios está cerca<br />
de ti, está contigo, está dentro de ti»<br />
(Cartas a Lucilio, 41, 1). Del mismo<br />
32 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
modo, cuando San Pablo se dirige a<br />
un auditorio de filósofos epicúreos y<br />
estoicos en el Areópago de Atenas,<br />
dice textualmente que «Dios... no habita<br />
en santuarios fabricados por manos<br />
humanas…, pues en él vivimos,<br />
nos movemos y existimos» (Hch 17,<br />
24.28). Ciertamente, así se hace eco de<br />
la fe judía en un Dios que no puede<br />
ser representado de una manera antropomórfica,<br />
pero también se pone<br />
en una longitud de onda religiosa que<br />
sus oyentes conocían bien.<br />
Además, debemos tener en cuenta<br />
que muchos cultos paganos prescindían<br />
de los templos oficiales de la<br />
ciudad y se realizaban en lugares privados<br />
que favorecían la iniciación de<br />
los adeptos. Por eso, no suscitaba<br />
sorpresa el hecho de que también las<br />
reuniones cristianas (las ekklesíai),<br />
como testimonian sobre todo las cartas<br />
de San Pablo, tuvieran lugar en<br />
casas privadas. Entonces, por lo demás,<br />
no existía todavía ningún edificio<br />
público. Por tanto, los contemporáneos<br />
debían considerar las reuniones<br />
de los cristianos como una<br />
simple variante de esta práctica religiosa<br />
más íntima. De todos modos,<br />
las diferencias entre los cultos paganos<br />
y el culto cristiano no son insignificantes<br />
y afectan tanto a la conciencia<br />
de la identidad de los que<br />
asistían como a la participación en<br />
común de hombres y mujeres, a la<br />
celebración de la «cena del Señor» y a<br />
la lectura de las Escrituras.<br />
En conclusión, a la luz de este rápido<br />
repaso del ambiente cultural del<br />
siglo I de la era cristiana, queda claro<br />
que no se puede comprender adecuadamente<br />
a San Pablo sin situarlo<br />
en el trasfondo, tanto judío como pagano,<br />
de su tiempo. De este modo, su<br />
figura adquiere gran alcance histórico<br />
e ideal, manifestando elementos<br />
compartidos y originales con respecto<br />
al ambiente. Pero todo esto vale<br />
también para el cristianismo en general,<br />
del que el apóstol San Pablo es<br />
un paradigma destacado, de quien<br />
todos tenemos siempre mucho que<br />
aprender. Este es el objetivo del <strong>Año</strong><br />
paulino: aprender de San Pablo;<br />
aprender la fe; aprender a Cristo;<br />
aprender, por último, el camino de<br />
una vida recta. ■<br />
1144
Dionisio Areopagita,<br />
en la estela del apóstol San Pablo<br />
Audiencia general de Benedicto XVI del miércoles 14 de mayo de 2008<br />
En el curso de las catequesis sobre<br />
los Padres de la Iglesia, quiero<br />
hablar hoy de una figura muy<br />
misteriosa: un teólogo del siglo VI,<br />
cuyo nombre se desconoce, y que escribió<br />
bajo el seudónimo de Dionisio<br />
Areopagita. Con este seudónimo aludía<br />
al pasaje de la Escritura que acabamos<br />
de escuchar, es decir, el episodio<br />
narrado por San Lucas en el capítulo<br />
XVII de los Hechos de los<br />
Apóstoles, donde se cuenta que Pablo<br />
predicó en Atenas, en el Areópago, dirigiéndose<br />
a una élite del gran mundo<br />
intelectual griego, pero al final la mayoría<br />
de los que le escuchaban no se<br />
mostró interesada, y se alejó burlándose<br />
de él; sin embargo, unos cuantos,<br />
pocos, como nos dice San Lucas,<br />
se acercaron a San Pablo abriéndose a<br />
la fe. El evangelista nos revela dos<br />
nombres: Dionisio, miembro del Areópago,<br />
y una mujer llamada Damaris.<br />
Si el autor de estos libros escogió<br />
cinco siglos después el seudónimo de<br />
Dionisio Areopagita, quiere decir que<br />
tenía la intención de poner la sabiduría<br />
griega al servicio del Evangelio,<br />
promover el encuentro entre la cultura<br />
y la inteligencia griega y el anuncio<br />
de Cristo; quería hacer lo que pretendía<br />
aquel Dionisio, es decir, que el<br />
pensamiento griego se encontrara<br />
con el anuncio de San Pablo; siendo<br />
griego, quería hacerse discípulo de<br />
San Pablo y de este modo discípulo<br />
de Cristo.<br />
¿Por qué ocultó su nombre, escogiendo<br />
este seudónimo? En parte, ya<br />
hemos respondido: quería expresar<br />
esa intención fundamental de su pensamiento.<br />
Pero hay dos hipótesis sobre<br />
este anonimato y sobre su seudónimo.<br />
Según la primera, se trataba de<br />
una falsificación voluntaria, a través<br />
de la cual, fechando sus obras en el<br />
primer siglo, en tiempos de San Pablo,<br />
1145<br />
No quería dar gloria a su nombre; por eso<br />
firmó con el seudónimo de Dionisio<br />
Areopagita.<br />
quería dar a su producción literaria<br />
una autoridad casi apostólica.<br />
Pero hay otra hipótesis mejor, pues<br />
la anterior me parece poco creíble: lo<br />
hizo así por humildad. No quería dar<br />
gloria a su nombre, no quería erigir<br />
un monumento a sí mismo con sus<br />
obras, sino realmente servir al Evangelio,<br />
crear una teología eclesial, no<br />
individual, basada en sí mismo. En realidad<br />
logró elaborar una teología<br />
que ciertamente podemos fechar en el<br />
siglo vi, pero no la podemos atribuir a<br />
una de las figuras de esa época; no es<br />
una teología «individualizada»; se trata<br />
de una teología que expresa un pensamiento<br />
y un lenguaje común.<br />
En un tiempo de acérrimas polémicas<br />
tras el Concilio de Calcedonia, él,<br />
por el contrario, en su séptima Carta,<br />
dice: «No quisiera hacer polémica; hablo<br />
simplemente de la verdad, busco<br />
la verdad». Y la luz de la verdad por sí<br />
misma hace que caigan los errores y<br />
que resplandezca lo que es bueno.<br />
Documentación<br />
Con este principio purificó el pensamiento<br />
griego y lo puso en relación<br />
con el Evangelio. Este principio, que<br />
afirma en su séptima Carta, también<br />
es expresión de un auténtico espíritu<br />
de diálogo: no hay que buscar las cosas<br />
que separan, sino la verdad en la<br />
Verdad misma; esta, después, resplandece,<br />
y hace que caigan los errores.<br />
Por tanto, a pesar de que la teología<br />
de este autor no es «personal»,<br />
sino realmente eclesial, podemos situarla<br />
en el siglo VI. ¿Por qué? El espíritu<br />
griego, que puso al servicio del<br />
Evangelio, lo encontró en los libros de<br />
Proclo, fallecido en el año 485 en Atenas:<br />
este autor pertenecía al platonismo<br />
tardío, una corriente de pensamiento<br />
que había transformado la filosofía<br />
de Platón en una especie de<br />
religión, cuya finalidad consistía fundamentalmente<br />
en crear una gran<br />
apología del politeísmo griego y volver,<br />
tras el éxito del cristianismo, a la<br />
antigua religión griega. Quería demostrar<br />
que, en realidad, las divinidades<br />
eran las fuerzas que actuaban en<br />
el cosmos. La consecuencia era que<br />
debía considerarse más verdadero el<br />
politeísmo que el monoteísmo, con un<br />
solo Dios creador.<br />
Proclo presentaba un gran sistema<br />
cósmico de divinidades, de fuerzas<br />
misteriosas, según el cual, en este cosmos<br />
deificado, el hombre podía encontrar<br />
el acceso a la divinidad. Ahora<br />
bien, hacía una distinción entre las<br />
sendas de los sencillos –los cuales no<br />
eran capaces de elevarse a las cumbres<br />
de la verdad, sino que les bastaban<br />
ciertos ritos–, y los caminos de<br />
los sabios, que por el contrario debían<br />
purificarse para llegar a la luz pura.<br />
Como se puede ver, este pensamiento<br />
es profundamente anticristiano.<br />
Es una reacción tardía contra la<br />
victoria del cristianismo. Un uso anti-<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 33
Documentación<br />
cristiano de Platón, mientras ya se realizaba<br />
una lectura cristiana del gran<br />
filósofo. Es interesante constatar<br />
cómo este seudo-Dionisio se atrevió a<br />
servirse precisamente de este pensamiento<br />
para mostrar la verdad de<br />
Cristo; para transformar este universo<br />
politeísta en un cosmos creado por<br />
Dios, en la armonía del cosmos de<br />
Dios, donde todas las fuerzas alaban<br />
a Dios, y mostrar esta gran armonía,<br />
esta sinfonía del cosmos, que va desde<br />
los serafines, los ángeles y los arcángeles,<br />
hasta el hombre y todas las<br />
criaturas, que juntas reflejan la belleza<br />
de Dios y alaban a Dios.<br />
Así transformó la imagen politeísta<br />
en un elogio del Creador y de su criatura.<br />
De este modo, podemos descubrir<br />
las características esenciales de su<br />
pensamiento: ante todo, es una alabanza<br />
cósmica. Toda la creación habla<br />
de Dios, es un elogio de Dios. Siendo<br />
la criatura una alabanza de Dios, la teología<br />
del seudo-Dionisio se convierte<br />
en una teología litúrgica: a Dios se<br />
le encuentra sobre todo alabándolo,<br />
no sólo reflexionando; y la liturgia no<br />
es algo construido por nosotros, algo<br />
inventado para hacer una experiencia<br />
religiosa durante cierto período de<br />
tiempo; consiste en cantar con el coro<br />
de las criaturas y entrar en la realidad<br />
cósmica misma. Así la liturgia, aparentemente<br />
sólo eclesiástica, se ensancha<br />
y amplía, nos une en el lenguaje de<br />
todas las criaturas. El seudo-Dionisio<br />
nos dice: no se puede hablar de Dios<br />
de manera abstracta; hablar de Dios<br />
es siempre —lo dice con una palabra<br />
griega—, «hymnein», cantar himnos<br />
para Dios con el gran canto de las<br />
criaturas, que se refleja y concreta en<br />
la alabanza litúrgica.<br />
Sin embargo, aunque su teología<br />
sea cósmica, eclesial y litúrgica, también<br />
es profundamente personal. Creó<br />
la primera gran teología mística. Más<br />
aún, la palabra «mística» adquiere con<br />
él un nuevo significado. Hasta esa<br />
época para los cristianos esta palabra<br />
equivalía a la palabra «sacramental», es<br />
decir, lo que pertenece al «mysterion»,<br />
al sacramento. Con él, la palabra «mística»<br />
se hace más personal, más íntima:<br />
expresa el camino del alma hacia Dios.<br />
Y, ¿cómo encontrar a Dios? Aquí<br />
observamos nuevamente un elemento<br />
importante en su diálogo entre la filosofía<br />
griega y el cristianismo, en particular,<br />
la fe bíblica. Aparentemente lo<br />
que dice Platón y lo que dice la gran<br />
filosofía sobre Dios es mucho más<br />
elevado, mucho más verdadero; la Biblia<br />
parece bastante «bárbara», simple,<br />
pre-crítica, se diría hoy; pero él constata<br />
que precisamente esto es necesario<br />
para que de este modo podamos<br />
comprender que los conceptos más<br />
elevados sobre Dios no llegan nunca<br />
hasta su auténtica grandeza; son<br />
siempre impropios.<br />
En realidad, estas imágenes nos hacen<br />
comprender que Dios está por<br />
encima de todos los conceptos; en la<br />
sencillez de las imágenes encontramos<br />
más verdad que en los grandes<br />
conceptos. El rostro de Dios es nuestra<br />
incapacidad para expresar realmente<br />
lo que él es. De este modo el<br />
seudo-Dionisio habla de una «teología<br />
negativa». Es más fácil decir lo que<br />
no es Dios, que expresar lo que es realmente.<br />
Sólo a través de estas imágenes<br />
podemos adivinar su verdadero<br />
rostro y, por otra parte, este rostro de<br />
Dios es muy concreto: es Jesucristo. Y<br />
aunque Dionisio, siguiendo a Proclo,<br />
nos muestra la armonía de los coros<br />
celestiales, de manera que parece que<br />
todos dependen de todos, no deja de<br />
ser verdad que nuestro camino hacia<br />
Dios queda muy lejos de él; el seudo-<br />
Dionisio demuestra que, al final, el camino<br />
hacia Dios es Dios mismo, el<br />
cual se hace cercano a nosotros en<br />
Jesucristo.<br />
Así, una teología grande y misteriosa<br />
se hace también muy concreta, tanto<br />
en la interpretación de la liturgia<br />
como en la reflexión sobre Jesucristo:<br />
con todo ello, este Dionisio Areopagita<br />
ejerció una gran influencia en toda<br />
la teología medieval, en toda la teología<br />
mística de Oriente y de Occidente.<br />
En cierto sentido, en el siglo XIII fue redescubierto<br />
sobre todo por San Buenaventura,<br />
el gran teólogo franciscano,<br />
que en esta teología mística encontró<br />
el instrumento conceptual para interpretar<br />
la herencia tan sencilla y profunda<br />
de San Francisco: el «Poverello»,<br />
al igual que Dionisio, nos dice en definitiva<br />
que el amor ve más que la razón.<br />
Donde está la luz del amor, las tinieblas<br />
de la razón se disipan; el amor<br />
34 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
ve, el amor es ojo y la experiencia nos<br />
da mucho más que la reflexión.<br />
San Buenaventura vio en San Francisco<br />
lo que significa esta experiencia:<br />
es la experiencia de un camino muy<br />
humilde, muy realista, día tras día; es<br />
seguir a Cristo, aceptando su cruz. En<br />
esta pobreza y en esta humildad, en la<br />
humildad que se vive también en la<br />
eclesialidad, se hace una experiencia de<br />
Dios más elevada que la que se alcanza<br />
a través de la reflexión: en ella, realmente<br />
tocamos el corazón de Dios.<br />
Hoy Dionisio Areopagita tiene una<br />
nueva actualidad: se presenta como<br />
un gran mediador en el diálogo moderno<br />
entre el cristianismo y las teologías<br />
místicas de Asia, cuya característica<br />
consiste en la convicción de que no<br />
se puede decir quién es Dios; de él<br />
sólo se puede hablar de forma negativa;<br />
de Dios sólo se puede hablar con<br />
el «no», y sólo es posible llegar a él<br />
entrando en esta experiencia del «no».<br />
Aquí se ve una cercanía entre el pensamiento<br />
del Areopagita y el de las religiones<br />
asiáticas; puede ser hoy un<br />
mediador, como lo fue entre el espíritu<br />
griego y el Evangelio.<br />
De este modo se ve que el diálogo<br />
no acepta la superficialidad. Precisamente<br />
cuando uno entra en la profundidad<br />
del encuentro con Cristo, se<br />
abre también un amplio espacio para<br />
el diálogo. Cuando uno encuentra la<br />
luz de la verdad, se da cuenta de que<br />
es una luz para todos; desaparecen<br />
las polémicas y resulta posible entenderse<br />
unos a otros o al menos hablar<br />
unos con otros, acercarse. El camino<br />
del diálogo consiste precisamente en<br />
estar cerca de Dios en Cristo, en la<br />
profundidad del encuentro con él, en<br />
la experiencia de la verdad, que nos<br />
abre a la luz y nos ayuda a salir al encuentro<br />
de los demás: la luz de la verdad,<br />
la luz del amor.<br />
En fin de cuentas, nos dice: tomad<br />
cada día el camino de la experiencia,<br />
de la experiencia humilde de la fe. Entonces,<br />
el corazón se hace grande y<br />
también puede ver e iluminar a la razón<br />
para que vea la belleza de Dios.<br />
Pidamos al Señor que nos ayude a poner<br />
también hoy al servicio del Evangelio<br />
la sabiduría de nuestro tiempo,<br />
redescubriendo la belleza de la fe, el<br />
encuentro con Dios en Cristo. ■<br />
1146
Más de una vez, reiteradas veces,<br />
este mismo año 2008, el Papa<br />
ha mostrado su preocupación<br />
ecuménica introduciéndola en el plan o<br />
agenda del Sínodo próximo, ya cercano<br />
(octubre de 2008). Y es tema conciliar<br />
por antonomasia, no pues postconciliar.<br />
Ya la primera frase promulgada por<br />
el Vaticano II anunciaba como uno de<br />
los cuatro fines del mismo: «promover<br />
todo aquello que contribuye a la unión<br />
de todos los creyentes en Cristo» (SC 1).<br />
Y que éste es uno de los propósitos<br />
principales del Concilio mismo: «la recuperación<br />
de la unidad» (UR 1).<br />
Y no pasó mucho tiempo, poco más<br />
de un lustro desde su terminación, en<br />
hacerse público un «Acuerdo» doctrinal<br />
importante entre católicos y protestantes<br />
sobre Eucaristía (13 de marzo de<br />
1971). Y otro con los anglicanos (Windsor,<br />
septiembre de 1971). Esta voluntad<br />
de inserción sinodal del tema está manifestada<br />
en el nº 28 de los Lineamenta<br />
o borrador inicial para dicho Sínodo.<br />
Con los protestantes<br />
Con datos positivos y significativos:<br />
que la Eucaristía es comida del Señor,<br />
no sólo con el Señor; que es señal eficaz<br />
del don que Cristo hace de sí mismo<br />
como «pan de vida» a través del sacrificio<br />
de su vida (Lc 22, 19), de su<br />
muerte y resurrección. Que en la Eucaristía<br />
Jesús cumple de una manera privilegiada<br />
su promesa de presencia. Que<br />
es acción de gracias de la Iglesia misma<br />
como oferente y ofrecida: la gran alabanza<br />
a Dios juntamente con Cristo.<br />
Que así abre al mundo el camino para<br />
su transformación. Y es memorial, o<br />
sea, no sólo recuerdo, sino también<br />
don presente y anticipación salvífica. Y<br />
que en ella ha de darse lógicamente,<br />
coherentemente, el ofrecimiento de<br />
cada uno de nosotros, no sólo de El,<br />
sino junto con El.<br />
¿Más puntos de coincidencia? Así es,<br />
cuando reconoce el don epicléctico de<br />
1147<br />
la Eucaristía, es decir, que toda esta<br />
transformación se hace en virtud del<br />
Espíritu Santo para así dirigirnos hacia<br />
el Padre haciendo de nosotros «el<br />
hombre nuevo», un mundo nuevo en<br />
justicia y amor. Hay también confesión<br />
de la presencia real, viva y activa, que<br />
está ahí independientemente de la fe de<br />
cada uno, lo cual se verifica por el poder<br />
creador de Jesucristo y el Espíritu:<br />
que ésta es la última realidad, Cristo, no<br />
pan y vino; y como tal hay que tratarla,<br />
tratarle. También «post missam», «extra<br />
missam», admitieron. Y, eso sí, que<br />
unos y otros comulgamos para extender<br />
el Reino de Dios en la gran familia<br />
humana, destrozada, o al menos traída<br />
y llevada en mil direcciones e intereses<br />
opuestos… en una humanidad sin humanidad.<br />
El siguiente punto hubo que matizarlo<br />
más: eso de que «la Eucaristía perdona<br />
los pecados»: sí, pero no prescindiendo<br />
del sacramento del perdón, dependiente<br />
éste de aquella. Es la Eucaristía la que nos<br />
da la vida eterna (Jn 6). Finalmente, que<br />
unos y otros hemos de poner en práctica<br />
los demás fines de la Eucaristía: la fraternidad,<br />
la intercomunicación de bienes,<br />
etc.: en definitiva, la paz. Así, de esta manera,<br />
la Eucaristía es, y la Iglesia misma<br />
con ella, anticipación del banquete del<br />
Reino. Mientras tanto, es Cristo mismo el<br />
que sigue alimentando y guiando a la<br />
Iglesia en el camino que va desde la Ascensión<br />
a su última venida en un Pentecostés<br />
constante.<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
Colaboración<br />
Ecumenismo Eucarístico al Sínodo de la Palabra<br />
José Luis Larrabe Orbegozo<br />
Sacerdote y teólogo<br />
¿Y el ministro? Sí, está la afirmación<br />
misma de que por la imposición de las<br />
manos del obispo y la invocación del<br />
Espíritu Santo se hacen ministros.<br />
Pero… ¿la continuidad apostólica? En<br />
quaestio! ¿Hay validez en sus ordenaciones?<br />
La Iglesia católica considera —con<br />
argumentos fehacientes— que han tenido<br />
interrupción en esa sucesión apostólica<br />
del sacramento del orden.<br />
Con los anglicanos<br />
En la Introducción se nos dice que<br />
quiere ser un Acuerdo sustancial del hecho<br />
y significado de la Eucaristía, con<br />
los siguientes puntos fundamentales:<br />
que Dios Padre en Jesucristo, por su<br />
vida, muerte y resurrección, ha reconciliado<br />
a los hombres consigo como hijos,<br />
y unos con otros como hermanos.<br />
Que Cristo se ofrece en toda la acción<br />
eucarística como presencia sacramental<br />
dada a través del pan y del vino. Que<br />
miramos al pasado con agradecimiento<br />
y por su presencia entre nosotros; y que<br />
esperamos con gozo su última venida;<br />
que su sacrificio fue de valor infinito; y<br />
que no es sólo memoria sino también<br />
memorial: autodonación presente.<br />
Encontramos también otras afirmaciones:<br />
presencia y transformación interna<br />
del pan y del vino; pero con sentido dinámico<br />
de que Cristo se nos da y nosotros<br />
nos damos a Cristo. Presencia mutua<br />
ofrecida hasta que El vuelva. Como «pan<br />
de vida» está para que se le coma y así vivamos<br />
por El. En la anáfora (acción consecratoria)<br />
por la acción del Espíritu Santo<br />
el pan se convierte en Cuerpo de Cristo y<br />
el vino en su sangre; como elementos de<br />
la primera creación se convierten en elementos<br />
de la segunda creación: Cuerpo y<br />
Sangre de Cristo en banquete de «los cielos<br />
nuevos y la nueva tierra».<br />
He aquí elementos <strong>ecuménico</strong>s para<br />
su reflexión entre el Sínodo anterior<br />
(sobre la Eucaristía) y éste, el próximo,<br />
sobre la «Palabra de Dios», ambos íntimamente<br />
relacionados entre sí. ■<br />
35
DOMINGO XVIII<br />
DEL TIEMPO<br />
ORDINARIO<br />
(3 agosto 2008)<br />
Primera lectura: Is 55, 1-3.<br />
(Venid y comed).<br />
Salmo responsorial: 144.<br />
(Abres tu mano, Señor, y nos<br />
sacias de favores).<br />
Segunda lectura: Rom 8,<br />
35.37-39. (Ninguna criatura<br />
podrá apartarnos del amor de<br />
Dios manifestado en Cristo).<br />
Evangelio: Mt 14, 13-21.<br />
(Comieron todos hasta quedar<br />
satisfechos).<br />
«Mandó a la gente que se<br />
recostara en la hierba y<br />
tomando los cinco panes y los<br />
dos peces alzó la mirada al<br />
cielo, pronunció la bendición,<br />
partió los panes y se los dio a<br />
los discípulos; los discípulos<br />
se los dieron a la gente.<br />
Comieron todos hasta quedar<br />
satisfechos y recogieron doce<br />
cestos llenos de sobras.<br />
Comieron unos cinco mil<br />
hombres, sin contar mujeres y<br />
niños».<br />
31 de julio:<br />
SAN IGNACIO<br />
DE LOYOLA<br />
El domingo,<br />
pan de la palabra<br />
Hay quien, al repartir, no se<br />
queda con la mejor parte,<br />
como proclama con ironía el<br />
refrán. Hay personas que quieren<br />
repartir para que el pueblo pobre<br />
pueda sobrevivir (ahí está el Movimiento<br />
Sin Tierra en Brasil); hay<br />
quien quiere repartir cultura y formación<br />
en los lugares donde formarse<br />
es un esfuerzo titánico (ahí<br />
están los Educadores de la Amazonía<br />
con sus escuelas rurales); también<br />
hay quien desea repartir salud,<br />
ayuda, apoyo humano y hasta risa<br />
(ahí están los numerosos movimientos<br />
«Sin Fronteras», fruto de personas<br />
que responden a la solidaridad).<br />
Son profetas del reparto, totalmente<br />
necesarios para mantener la utopía<br />
del utópico reparto final.<br />
El signo de la multiplicación de los<br />
panes es una llamada a creer en el<br />
mecanismo social propugnado por<br />
Jesús de que compartiendo sobre la<br />
36 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
La utopía del reparto final<br />
base del todo llega, no siendo obstáculo<br />
la pobreza material. Demanda<br />
una implicación personal que «dé de<br />
comer», que establezca cauces reales<br />
de compartir.<br />
Es preciso eliminar el trasfondo de<br />
que el reparto puede hacerme más<br />
poderoso si me toca mejor parte que<br />
al otro; hay que perseguir la igualdad,<br />
o más bien la equidad, mirando sobre<br />
todo al débil; es necesario creer que el<br />
trasvase de valores y de bienes es posible<br />
porque antes se ha dado el trasvase<br />
de corazones;<br />
habría de tener<br />
uno/a siempre<br />
activado el sueño,<br />
hoy inalcanzable,<br />
de la fraternidad<br />
universal, corazón<br />
de la utopía humana.<br />
Para saber si se<br />
va caminando en<br />
la perspectiva del<br />
reparto utópico no<br />
habrá que mirar<br />
tanto lo que se da<br />
y calibrar el nivel<br />
de generosidad a<br />
partir de eso, sino<br />
más bien mirar lo<br />
que uno/a se queda.<br />
En eso es donde<br />
está la verdad<br />
del propio compartir. Si lo que te quedas<br />
no altera para nada tu estatus, tu<br />
plan de vida, sino que lo confirma, es<br />
un compartir que aún no alcanza las<br />
cotas evangélicas requeridas. Si, por el<br />
contrario, el marco económico en el<br />
que uno/a se mueve se ve afectado,<br />
eso indica que se está en la buena dirección<br />
■<br />
Fidel Aizpurúa<br />
1148
1149<br />
DOMINGO XIX<br />
DEL TIEMPO<br />
ORDINARIO<br />
(10 agosto 2008)<br />
Primera lectura: 1 Re 19,<br />
9a.11-13a.<br />
(Ponte de pie en el monte ante<br />
el Señor).<br />
Salmo responsorial: 84.<br />
(Muéstranos, Señor, tu<br />
misericordia y danos tu<br />
salvación).<br />
Segunda lectura: Rom 9, 1-5.<br />
(Quisiera ser un proscrito por<br />
el bien de mis hermanos).<br />
Evangelio: Mt 14, 22-23.<br />
(Mándame ir hacia ti andando<br />
sobre el agua).<br />
«Los discípulos, viéndole<br />
andar sobre el agua, se<br />
asustaron y gritaron de miedo,<br />
pensando que era un<br />
fantasma. Jesús les dijo<br />
enseguida: –¡Animo, soy yo,<br />
no tengáis miedo! Pedro le<br />
contestó: –Señor, si eres tú,<br />
mándame ir hacia ti andando<br />
sobre el agua. El le dijo: –Ven».<br />
6 de agosto:<br />
FIESTA DE LA<br />
TRANSFIGURACION<br />
DEL SEÑOR<br />
El domingo,<br />
pan de la palabra<br />
El amor social<br />
Hay personas que no creen en la<br />
sociedad porque, más a la base,<br />
han perdido su fe en la persona.<br />
No se cree en la sociedad cuando<br />
se la explota, cuando se consume sin<br />
freno, cuando se es prepotente desde<br />
posiciones de autoridad, cuando la<br />
apatía y la carencia de pasión se mezclan<br />
a las vivencias populares. La fe<br />
que el Evangelio demanda al creyente<br />
en primera instancia tiene que ver con<br />
la persona y con la sociedad; la fe en<br />
Dios viene a ayudar, sostener e impulsar<br />
la fe social.<br />
El relato evangélico de la marcha<br />
sobre el lago, que hoy leemos, es un<br />
alegato contra el «mal viento» del localismo,<br />
de la falta de fe en los otros<br />
pueblos, en la otra sociedad. Jesús se<br />
presenta al todo de la historia porque<br />
su fe en la persona es inagotable. Para<br />
participar de esta perspectiva es preciso<br />
lanzarse al mar de la vida confian-<br />
Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
do en la historia, que es lo mismo que<br />
confiar en el amor del Padre.<br />
Para creer en la sociedad se requiere<br />
el básico cimiento de amar la vida<br />
entendiéndola<br />
como la vocación<br />
básica que proviene<br />
del Padre; también<br />
será necesaria<br />
una mirada benigna<br />
y fraterna sobre<br />
el hecho creacional<br />
que incluya<br />
una creciente reconciliación<br />
con la<br />
creación; es imprescindible<br />
hacer<br />
prácticas concretas<br />
de amor social<br />
por medio de<br />
una participación<br />
creciente en los colectivos<br />
sociales que<br />
buscan el bien del<br />
conjunto ciudadano;<br />
sería preciso<br />
dar a esto un rostro cotidiano, cercano<br />
y visible para que no se diluya.<br />
Mucho ha luchado el cristiano/a<br />
en otras épocas contra el ateísmo<br />
religioso. Quizá habría de luchar<br />
contra el ateísmo social. El mismo<br />
sería objetivo de esa lucha. No hay<br />
que olvidar que, como dicen desde<br />
Ezequiel hasta el Vaticano II, la causa<br />
de la increencia religiosa es, en<br />
parte, la desvinculación social y política<br />
a las que a veces ha llevado el<br />
hecho de creer. Una mayor potenciación<br />
del componente social de la<br />
fe habría de dar un buen resultado<br />
en esta lucha contra el ateísmo social.<br />
■<br />
Fidel Aizpurúa<br />
37
Jesús de las Heras Muela<br />
Director de «ECCLESIA» (Enviado especial)<br />
Si tuviera que elegir una frase de las<br />
palabras del Papa Benedicto XVI<br />
en la Jornada Mundial de la Juventud,<br />
me quedaría con ésta, pronunciada<br />
el jueves 17 de julio en la fiesta<br />
de acogida del muelle de la bahía de<br />
Sídney: «Cristo ofrece. Más aún, lo<br />
ofrece todo. Sólo El, que es la Verdad,<br />
puede ser la Vía y, por tanto, también<br />
la Vida. Así, la “Vía” que los apóstoles<br />
llevaron hasta los confines de la tierra<br />
es la vida en Cristo. Es la vida de la<br />
Iglesia».<br />
¿Y qué es lo que nos da Cristo? Una<br />
vida nueva. Una existencia transformada<br />
e iluminada en el tamiz de la suya y<br />
de la Palabra de Dios. Cristo, a través<br />
del Espíritu Santo, nos da las certezas y<br />
respuestas que el hombre de hoy y de<br />
todos los tiempos —también el joven—<br />
busca y necesita.<br />
Nos da al Espíritu Santo<br />
Por el bautismo, don y efusión del<br />
Espíritu, nacemos a una vida nueva. Es<br />
la nueva y transformada vida que les<br />
llegó a los apóstoles a partir de Pentecostés.<br />
Es la nueva vida que los transformó<br />
de rudos, acobardados y pusilánimes<br />
hombres en aguerridos, tenaces<br />
y apasionados testigos de Jesucristo.<br />
Llenos del Espíritu, expandieron el<br />
Evangelio por doquier, oponiéndose<br />
incluso «a la perversidad de la cultura<br />
que les circundaba».<br />
Es la nueva y transformada vida por<br />
nos hace entender la creación como<br />
don y como tarea del Padre, como servidores<br />
y administradores de un mun-<br />
do magnífico pero no perfecto, un<br />
mundo que se ha cuidar y salvaguardar,<br />
conscientes de que el ser humano<br />
es la primera de las criaturas, pero no<br />
por ello la única ni la dominadora del<br />
resto. De un mundo, en suma, en el<br />
que el hombre ha de labrar el rostro<br />
de la eternidad.<br />
Es la nueva y transformada vida que<br />
sabe que la existencia, que el cosmos,<br />
la naturaleza y las personas no están<br />
gobernadas por el azar, por la casualidad<br />
o por la materia, sino que obedecen<br />
a un plan superior y excelso, a un<br />
plan amoroso y<br />
bondadoso de<br />
verdadera salvación.<br />
Es la vida nueva<br />
y transformada<br />
que sabe que<br />
sí existe una verdad<br />
absoluta,<br />
que sí existen lo<br />
bueno y lo malo,<br />
la verdad y la<br />
mentira, que hay<br />
principios y valores<br />
muy por encima de los intereses<br />
ocasionales de los poderosos de turno<br />
y que no se deja engañar o seducir por<br />
el brillo de los oropeles, por las leyes<br />
del mercado, del consumo o de la<br />
moda.<br />
Es la vida nueva y transformada que<br />
descubre que eclipsar a Dios, que negar<br />
a Dios, que arrinconarlo de la vida<br />
pública, que expulsarlo del corazón de<br />
las personas, siempre se vuelve contra<br />
el hombre porque este eclipse de Dios<br />
es siempre eclipse del hombre. Ni el<br />
secularismo ni el laicismo responden a<br />
la verdad del hombre. Al contrario, lo<br />
confinan, lo empequeñecen y pueden<br />
acabar con él. Y la vida entera, en todas<br />
sus etapas y momentos, no se entiende<br />
si se deja a Dios en el «banquillo»,<br />
si la religión queda relegada, excluida<br />
y marginada. Porque todo ello<br />
38 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
Cristo da más.<br />
Lo ofrece todo<br />
no ningún progreso, sino un inmenso<br />
retroceso.<br />
Es la vida nueva y transformada que<br />
antepone la dignidad sagrada de la<br />
persona —más aún de los que sufre<br />
como los ancianos, los enfermos, los<br />
inmigrantes, las víctimas de la violencia<br />
doméstica y del terror— a cualquier<br />
otra conveniencia de lo política correcto.<br />
Y que, por ello, siempre defiende a<br />
la persona, incluso a la ya gestada<br />
aunque todavía no nacida porque<br />
«¿cómo es posible que el seno materno,<br />
el ámbito humano más admirable y<br />
sagrado, se haya<br />
convertido en lugar<br />
de indecible<br />
violencia?».<br />
Es la vida nueva<br />
y transformada<br />
que busca la<br />
paz, la justicia, la<br />
reconciliación,<br />
los derechos de<br />
todos, el desarrollo<br />
sostenible<br />
y el cuidado de<br />
nuestro entorno,<br />
pero que jamás prescinde u olvida la<br />
dignidad inviolable y sagrada que Dios<br />
otorgó al hombre creado a su imagen<br />
y semejanza.<br />
Es, sí, la vida nueva, transformada y<br />
transformante que el Padre planeó y<br />
pensó con amor indecible en la aurora<br />
de los tiempos. La vida nueva, transformada<br />
y transformante que Jesús<br />
nos ganó con vida y muerte redentoras.<br />
La vida nueva, transformada y<br />
transformante a la que nos guía el Espíritu.<br />
Es la vida nueva, transformada y<br />
transformante que nos sirve la Iglesia a<br />
través de sus sacramentos, de la Palabra<br />
de Dios y del oficio del pastoreo.<br />
Es, en suma, la vida nueva, transformada<br />
y transformante que, por el Espíritu,<br />
nos ha hecho criaturas nuevas y, por<br />
ello, testigos de Quien nos ha regenerado:<br />
Jesucristo. ■<br />
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