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Año Paulino y compromiso ecuménico

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AÑO LXVIII<br />

NUM. 3.424<br />

26 julio 2008<br />

1,80 €<br />

AÑO PAULINO<br />

y <strong>compromiso</strong> <strong>ecuménico</strong>


■ Número: 3.424<br />

■ 26 de julio de 2008<br />

■ Páginas de 1113 a 1152<br />

Benedicto XVI y Bartolomé I participaron el día 28 de junio,<br />

víspera de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, en<br />

una ceremonia litúrgica celebrada en la basílica de San Pablo<br />

Extramuros de Roma. Con ese acto, que recoge la foto de portada,<br />

quedaba inaugurado el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>; asistían a él representantes de<br />

otras iglesias y comunidades cristianas. De este modo se quería dar<br />

al <strong>Año</strong> Jubilar dedicado al Apóstol de los gentiles un carácter<br />

<strong>ecuménico</strong>. Incluimos hoy abundante documentación sobre ese<br />

<strong>compromiso</strong> <strong>ecuménico</strong>, que tomó cuerpo en torno a la fiesta de San<br />

Pablo en las palabras del Papa y del Patriarca Ecuménico.<br />

DIRECTOR:<br />

Jesús DE LAS HERAS MUELA<br />

REDACTOR JEFE:<br />

Miguel DE SANTIAGO<br />

REDACTORES Y SECCIONES:<br />

Angel Arriví (España), José Ignacio Rivarés (Mundo y Latinoamérica),<br />

Miguel de Santiago (Cultura y Diagramación),<br />

Patricia Basterrechea (Secretaría de Dirección y Documentalista),<br />

Julio Rodríguez y Pablo Herrero (Traducciones y Documentación).<br />

ADMINISTRACION, PUBLICIDAD Y SUSCRIPCIONES:<br />

Antonio Cortés, José Díaz, María José Pariente y Valentín Sánchez.<br />

COLABORADORES Y CORRESPONSALES:<br />

M.A. Agea, F. Aizpurúa, J. Aymar, L. Azorín, A. Botías, Mª T. Compte,<br />

J.M. Coviella, J.E. Díaz, J. Díaz-Bernardo, J. Espeja, C. Fernández, G. Ferrer,<br />

P. Fuertes, M. García, A. Gil Moreno, E.T. Gil de Muro, J.Mª Gil Tamayo,<br />

A. Güemes, J.J. Iriarte, J.L. Larrabe, J.J. Montes, J. Moreno, M. Muñoz,<br />

J.R. Navarro, J.M. Pérez Charlín, R. Pestaña, H. Riegas, J. Velasco, G. Vera.<br />

DOMICILIO: C/. Alfonso XI, 4, 4.º — 28014 Madrid<br />

TELEFONOS: Redacción: 91 531 54 07 y 91 531 54 08<br />

Administración, Publicidad y Suscripciones: 91 531 54 00<br />

y 91 531 54 09<br />

Telefax (todas las secciones): 91 522 55 61<br />

INTERNET: www.revistaecclesia.com<br />

CORREO ELECTRÓNICO:<br />

Redacción: ecclesia@planalfa.es<br />

Administración, Publicidad y Suscripciones:<br />

ecclesia_admon@planalfa.es<br />

IMPRIME: Gráficas Arias Montano, S. A. Móstoles (Madrid)<br />

ISSN 0012-9038 Depósito Legal: M-2.095-1958<br />

TARIFAS:<br />

España: 83,50 E al año.<br />

Europa: 113,50 E.<br />

Resto de países: 144 E.<br />

Número atrasado: 1,95 E (más gastos de envío).<br />

1115<br />

Editorial<br />

De Sídney a Madrid ................................................................................................................................................ 5<br />

Opinión<br />

San Juan de Avila, discípulo de San Pablo, por Tomás Pizarro Jiménez<br />

................................................................................................................................................................................. 6<br />

España<br />

Nuevos obispos de Lleida y Girona ........................................................................................... 8<br />

Los fallos judiciales se acumulan sobre Educación para la Ciudadanía<br />

........................................................................................................................................................................... 9<br />

Intensa agenda de jornadas de la CEE en septiembre ............................... 10<br />

El <strong>Año</strong> Litúrgico, memorial de Cristo en el tiempo, por Oscar<br />

Miguel Casas Arévalo ........................................................................................................................... 11<br />

XXX Asamblea Nacional de la Renovación Carismática católica,<br />

por Denise S. Blakebrough ............................................................................................................ 12<br />

María Josefa Larraga, reelegida superiora general de las Mercedarias<br />

de la Caridad .......................................................................................................................... 13<br />

El Museo Arqueológico del Padre Belda abre sus puertas en<br />

Alba de Tormes, por Roberto Ruano ............................................................................ 14<br />

Cultura<br />

Reseña de novedades editoriales ..................................................................................................... 16<br />

Reportaje<br />

Madrid tomará el relevo de Sídney en 2011, por Miguel Angel<br />

Agea ...................................................................................................................................................................................... 18<br />

Documentación<br />

Discurso de Benedicto XVI al Patriarca Ecuménico Bartolomé I<br />

en la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo,<br />

y de la apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> ....................................................................................... 21<br />

Homilía de Benedicto XVI en las Primeras Vísperas de la solemnidad<br />

de los apóstoles San Pedro y San Pablo, celebradas<br />

en la basílica de San Pablo Extramuros de Roma ............... 22<br />

Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I en las Primeras<br />

Vísperas de los apóstoles San Pedro y San Pablo ............................... 24<br />

Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I en la solemnidad<br />

de los apóstoles San Pedro y San Pablo .............................................................. 25<br />

Homilía de Benedicto XVI en la solemnidad de los apóstoles<br />

San Pedro y San Pablo ......................................................................................................................... 26<br />

«Angelus» de Benedicto XVI en la solemnidad de los apóstoles<br />

San Pedro y San Pablo ......................................................................................................................... 28<br />

Discurso de Benedicto XVI a los arzobispos metropolitanos<br />

que han recibido el Palio ................................................................................................................. 29<br />

Audiencia general del miércoles 2 de julio de 2008 ...................................... 31<br />

Audiencia general del miércoles 14 de mayo de 2008 .............................. 33<br />

Colaboración<br />

Ecumenismo Eucarístico al Sínodo de la Palabra, por José Luis<br />

Larabe Orbegozo .............................................................................................................................................. 35<br />

El Domingo, Pan de la Palabra<br />

La utopía del reparto final, por Fidel Aizpurúa ........................................................ 36<br />

El amor social, por Fidel Aizpurúa ................................................................................................. 37<br />

La firma<br />

Cristo da más. Lo ofrece todo, por Jesús de las Heras Muela ....... 38<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 3


editorial<br />

1117<br />

Editorial<br />

De Sídney a Madrid<br />

Desde nuestras antípodas el Papa Benedicto XVI ha anunciado, como ya se había filtrado en<br />

días precedentes, que la próxima Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar en 2011 en Madrid;<br />

veintidós años después de la de Santiago de Compostela, en 1989, monseñor Rouco será nuevamente<br />

el anfitrión. Mientras tanto, en España la mayoría de los medios de comunicación social<br />

—prensa, radio, televisión, internet— estaban entretenidos —u obsesionados— con otros temas religiosos<br />

para, de alguna manera, ocultar y silenciar al Papa y, si daban cauce a sus palabras en<br />

Australia, era para comentar únicamente las alusiones al cambio climático, la lucha contra la pobreza,<br />

la petición de justicia por los abusos sexuales de algunos sacerdotes... Es decir, a muchos les<br />

interesaba subrayar que Madrid acogía una Conferencia Mundial sobre el diálogo entre religiones,<br />

organizada por la Liga Mundial Musulmana y patrocinada por el Rey de Arabia Saudí, advirtiendo<br />

que se había invitado a un representante de la Iglesia católica; en el fondo se trataba de una<br />

conferencia, preparada para mayor gloria de la Alianza de Civilizaciones que patrocina el presidente<br />

del Gobierno español, por lo que nada ha extrañado el silencio de gobernantes, políticos, periodistas,<br />

feministas, sindicalistas y demás asimilados, sobre todo si se tiene en cuenta que en ella<br />

predominaban defensores de la pena de muerte para quienes abandonen la religión de Estado o<br />

para los homosexuales, gentes que mantienen relaciones directas con terroristas, líderes que pretenden<br />

cambiar las formas de vida de los occidentales, que infravaloran a las mujeres...<br />

Simultáneamente, medio millón de jóvenes de todo el mundo —entre ellos, cinco mil españoles—<br />

han hecho un enorme sacrificio para estar junto a Benedicto XVI y escuchar sus catequesis<br />

claras y enjundiosas, como un servicio a la verdad y fundamentalmente dirigidas a la razón y a<br />

la libertad de los jóvenes, anunciándoles que solamente Jesucristo es el amigo que no defrauda,<br />

el que da respuesta satisfactoria a todas las necesidades de todos los hombres.<br />

Sin embargo, no han faltado, como ya es habitual, quienes han tratado de reducir el mensaje<br />

pontificio a tópicos en clave sociopolítica. A la espera de ofrecerles en su integridad todos los textos<br />

de Benedicto XVI, hemos de destacar cómo el Papa, con una imagen de autenticidad, de sincera<br />

humildad, rezumando paz y alegría, ha lanzado con sencillez su propuesta cristiana a los jóvenes<br />

de todo el mundo. Los ha considerado embajadores de esperanza ante otros muchos contemporáneos<br />

que se encuentran sumidos en la droga, el alcohol, el consumismo o el culto al sexo;<br />

y ha alertado sobre la frustración y la esclavitud que supone prescindir de Cristo y adorar a los<br />

falsos dioses del amor posesivo, los bienes materiales y el poder. No es fácil la tarea de ser testigos<br />

de la Verdad, la Bondad y la Belleza, del Evangelio de Jesucristo en un mundo secularizado<br />

que pretende suprimir toda referencia al Creador.<br />

Pero ha sonado la hora de la misión, impulsados por la fuerza del Espíritu Santo. Y la hora del<br />

<strong>compromiso</strong>. Y, previamente, de la reflexión. Benedicto XVI ha propuesto muchos temas y ha lanzado<br />

algunas preguntas a los jóvenes: «¿Qué dejaréis vosotros a la próxima generación? ¿Estáis<br />

construyendo vuestras vidas sobre bases sólidas? ¿Estáis construyendo algo que durará? ¿Estáis viviendo<br />

vuestras vidas de modo que dejéis espacio al Espíritu en un mundo que quiere olvidar a<br />

Dios, rechazarlo incluso en nombre de un falso concepto de libertad? ¿Cómo estáis usando los dones<br />

que se os han dado, la “fuerza” que el Espíritu Santo está ahora dispuesto a derramar sobre<br />

vosotros? ¿Qué herencia dejaréis a los jóvenes que os sucederán? ¿Qué os distinguirá? (…) ¿Cuántos<br />

de nuestros semejantes han cavado aljibes agrietados y vacíos en una búsqueda desesperada<br />

de significado, de ese significado último que sólo puede ofrecer el amor?».<br />

Desde que en 1984 Juan Pablo II instituyó las Jornadas Mundiales de la Juventud han ido cuajando<br />

<strong>compromiso</strong>s para el anuncio y la evangelización aun en medio de las dificultades del ambiente<br />

que nos rodea. Los jóvenes españoles tienen, de aquí al mes de agosto de 2011, un reto: ser<br />

profetas de los nuevos tiempos, mensajeros del amor de Dios, constructores de un futuro de esperanza<br />

para toda la humanidad, capaces de transformar sus familias, sus ambientes escolares y de<br />

diversión, la sociedad entera. El magisterio pontificio de Sídney —que ocupará en su integridad<br />

nuestro próximo número— debe nutrir los tres años de una larga catequesis preparatoria del multitudinario<br />

encuentro de jóvenes de todo el mundo. La Iglesia, como acaba de recordar el Papa, tiene<br />

necesidad de los jóvenes. Y a la Iglesia española, por tanto, le ha sido encomendada, a partir<br />

de ahora, una responsabilidad añadida. ■<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 5


«H<br />

Opinión<br />

San Juan de Avila,<br />

discípulo de San Pablo<br />

Tomás Pizarro Jiménez<br />

Sacerdote de la diocesis de Coria-Cáceres<br />

oy Cristo necesita apóstoles<br />

dispuestos a sacrificarse; ne-<br />

cesita testigos y mártires<br />

como San Pablo. Qué actual es su<br />

ejemplo». Es la propuesta del Papa Benedicto<br />

XVI anunciando el <strong>Año</strong> jubilar<br />

«paulino». Esta circunstancia se hace<br />

mensaje y ánimo para subrayar una<br />

dimensión característica de la espiritualidad<br />

de San Juan de Avila (1500-<br />

1569): la de considerarse discípulo admirado<br />

y fiel del Apóstol de las gentes<br />

para su propia vida sacerdotal, para su<br />

predicación y para estímulo del grupo<br />

o escuela de sus seguidores. Es ésta<br />

una notable perspectiva a revivir, a actualizar,<br />

a promover en el <strong>Año</strong> paulino<br />

entre los presbíteros seculares de España<br />

que veneramos al Maestro Avila<br />

como celeste Patrono, y que puede influir<br />

en actos litúrgicos, culturales, en<br />

iniciativas pastorales y sociales.<br />

Espíritu paulino<br />

Quien nos ofrece las primeras señales<br />

de la devoción avilistas a San Pablo<br />

es fray Luis de Granada: «El padre<br />

Avila determinó buscar un guía a quien<br />

seguramente pudiese seguir y no halló<br />

otro más conveniente que el apóstol<br />

San Pablo, dado por predicador de las<br />

gentes… Y cuán bien haya sucedido a<br />

este padre poner los ojos en este dechado,<br />

adelante se verá: (Vida 1,2) Esto<br />

mismo reitera y amplía el licenciado L.<br />

Muñoz, segundo biógrafo del Santo<br />

de Almodóvar del Campo (Vida 1,7 ss).<br />

Los avilistas actuales no dejan de<br />

aludir a esa especie relación de San<br />

Juan de Avila con el gran Apóstol de<br />

Cristo. Es la experiencia y vivencia del<br />

«paulinismo», como suele designarse.<br />

Así, por ejemplo, lo expone B. Jiménez<br />

Duque (+ 2001) en la biografía del<br />

Santo (BAC 1998); o J. Esquerda en su<br />

Diccionario de San Juan de Avila (1999).<br />

También lo notan A. Huerga, F. Martín<br />

Hernández y J. J. Gallego en su<br />

tesis doctoral Sacerdocio y oficio sacerdotal<br />

en San Juan de Avila (1998, Córdoba).<br />

Y aparece el tema, al menos<br />

trasversalmente en ponencias y comunicaciones<br />

del Congreso internacional<br />

de avilistas 2000, al no haber un artículo<br />

específico sobre el paulinismo avilistas.<br />

Es una cuestión que ahora puede<br />

ser más investigada y publicada.<br />

Los escritos avilistas<br />

Sea detenida o rápida la revisión de<br />

los sermones, pláticas, tratados de reforma<br />

y epistolario del Maestro Avila,<br />

percibimos que rezuma por todas partes<br />

la cita y la doctrina paulina y el<br />

proponer a San Pablo como modelo<br />

de vida cristiana apostólica.<br />

Sólo en las tres primeras cartas, de<br />

las 260 conocidas ya encontramos textos<br />

de las epístolas a Romanos, Corintios,<br />

Filipenses, Tesalonicenses, Tito, Filemón<br />

y Hebreos, junto a otros pasajes<br />

bíblicos. Sigue el santo Maestro esta<br />

pauta en las Lecciones sobre la epístola<br />

a los Gálatas, carta que el padre Avila<br />

comenta en sus seis capítulos. No se<br />

trata de un cometario de estilo exegético<br />

moderno, sino que, al decir del Licenciado<br />

Muñoz, «hacía unas pláticas<br />

espirituales en que explicaba la doctrina<br />

del Apóstol», pero en un entramado<br />

con abundantes consideraciones morales,<br />

dogmaticas y ascéticas. De la<br />

abundancia del corazón hablaba la<br />

boca.<br />

Tal vez escuchando lecciones similares<br />

en Córdoba refería un religioso:<br />

«Vengo de oir a San Pablo interprentando<br />

a San Pablo». O como decía el<br />

6 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

dominico Alonso Carrillo: «Si al<br />

apóstol San Pablo y su doctrina habían<br />

de entender dos hombres, y dar explicación<br />

verdadera, uno era el padre<br />

Maestro Avila y el otro estaba por nacer».<br />

En su día escribiría el historiador<br />

jesuita R. Villoslada: «Juan de Avila es<br />

un retrato vivo del apóstol San Pablo.<br />

Yo no recuerdo que en la historia de la<br />

Iglesia haya otro que se le asemeje<br />

tanto. En la vida y en el pensamiento».<br />

(Rev. Manresa, 1945).<br />

Testigos unánimes<br />

En el proceso de beatificación de<br />

Joannes de Avila (entre 1623 y 1628)<br />

sorprende la pregunta 21 del interrogatorio<br />

de testigos: «Si saben cuán devoto<br />

era el dicho Maestro Avila del<br />

apóstol San Pablo y cuánto deseó imitar<br />

su vida, y las muchas epístolas que<br />

a imitación suya escribió». Y la cascada<br />

de respuestas es casi unánime, pocos<br />

desconocían el asunto, sea en Almodóvar,<br />

Montilla, Córdoba, Granada,<br />

Jaén, Baeza, Andújar o Madrid, sean<br />

ecclesiásticos o seglares los interrogados,<br />

hombres y mujeres. El paulinismo<br />

del santo predicador de Andalucía y<br />

Extremadura era en verdad «voz populi».<br />

Basten dos testimonios que resuman.<br />

El capellán Carillo, de la Capilla<br />

Real, afirma rotundamente a la cuestión<br />

citada y añade que podría aplicarse<br />

a los escritos avilistas lo que un<br />

Papa dijo de los de Santo Tomás de<br />

Aquino: que «cuando no hubiese Milagros<br />

bastaban sus escritos par tenerlo<br />

por santo y canonizarlo» (Proceso<br />

Granada). En Montilla el presbítero<br />

Cristóbal de Luque, conocedor también<br />

de Almodóvar, se explaya en todo<br />

el interrogatorio y asegura en la pre-<br />

1118


gunta 21: «Digo que el dicho padre<br />

Maestro Avila fue devosísimo del<br />

Apóstol San Pablo al cual deseó imitar<br />

en vida, y lo hizo lo más que pudo,<br />

pues predicando el santo Evangelio y<br />

sana doctrina de la Iglesia Romana en<br />

muchas villas y lugares y ciudades de<br />

España, especialmente en esta provincia<br />

de Andalucía, lo hizo sin tener en<br />

ninguna de ellas mansión, vivienda<br />

cierta…», «tuvo deseo de predicar el<br />

santo Evangelio en las Indias, imitando<br />

en esto al apóstol San Pablo…».<br />

El misterio de Cristo<br />

En lo que admirablemente sintonizó<br />

San Juan de Avila con el apóstol<br />

Pablo fue en el conocimiento vital,<br />

decisivo, del «misterio de Cristo»<br />

por la gracia iluminante de descubrir<br />

el inmenso beneficio de la redención<br />

de Cristo, de los méritos infinitos<br />

de su Sangre, de los grandes<br />

tesoros que tenemos en Cristo para<br />

espera y padecer trabajos por Dios.<br />

La misma vivencia sobre el misterio<br />

de la Iglesia, unida como esposa y<br />

Cuerpo místico a su Cabeza.<br />

Era, sin embargo, un paulinismo<br />

como modo de espiritualidad más<br />

que conjunto doctrinal, relacionado<br />

con el movimiento paulonias del siglo<br />

XVI en la Universidad de Alcalá y<br />

con el erasmismo evangelista; pero<br />

en ciencia y experiencia plenamente<br />

ortodoxo, más que libre de toda<br />

«novedad» luterana, como decidió la<br />

misma absolución inquisitorial sobre<br />

el Maestro Avila en 1533.<br />

Las Letras apostólicas de canonización<br />

del Beato Avila, firmadas por<br />

Pablo VI el 31 mayo de 1970, presentan<br />

con ponderación al santo<br />

Maestro como discípulo de San Pablo:<br />

«Juan, a semejanza de Pablo,<br />

con quien le unían admirablemente su<br />

estirpe, temperamento y habilidad, fue<br />

con toda verdad un apóstol, o como<br />

dice la historia «una clara imagen de la<br />

predicación evangélica», y al mismo<br />

tiempo «una copia fiel del santo Apóstol»…<br />

El núcleo capital de su abundantísima<br />

doctrina es el misterio de Cristo…<br />

el cristiano puede participar de<br />

los bienes del divino Redentor y unirse<br />

por la gracia con Cristo, lo mismo que<br />

la cabeza con los restantes miembros».<br />

1119<br />

Nueva evangelización<br />

«En un momento histórico lleno de<br />

controversias y de cambios profundos<br />

Juan de Avila supo hacer frente a los<br />

grandes desafíos de su época», escribía<br />

Juan Pablo II en el año 2000, por el V<br />

centenario del nacimiento del apóstol<br />

de Andalucía, del «principal patrono<br />

del clero secular español». En estos caminos<br />

de nueva evangelización seguimos<br />

en el siglo XXI —¿con qué coordenadas<br />

de futuro en España?— bajo el<br />

«San Juan de Ávila en el atardecer de la vida» de<br />

Tomás Pizarro<br />

Pastor universal de la Iglesia Benedicto<br />

XVI, que nos ofrece el <strong>Año</strong> jubilar<br />

paulino del 28 de junio próximo al 29<br />

de junio del 2009.<br />

Es un nuevo kairós eclesial «cuando<br />

—como dice el Papa, Navidad 2007,<br />

apuntando hacia algunos fuertes vientos<br />

adversos— no podemos engañarnos:<br />

los problemas que plantea el laicismo<br />

de nuestro tiempo y la presión de<br />

las presunciones ideológicas a las que<br />

tiende la conciencia laicista con su<br />

prentendida exclusiva de racionalidad<br />

definitiva no son baladíes. Nosotros lo<br />

sabemos, y conocemos el cansancio de<br />

la lucha que en este tiempo se nos impone.<br />

Pero sabemos también que el Señor<br />

mantiene su promesa: «He aquí que<br />

Yo estoy con vosotros todos los días<br />

hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20).<br />

<strong>Año</strong> jubilar<br />

Opinión<br />

El glorioso apóstol San Pablo, experto<br />

en los mares del misterio de Cristo y<br />

en los geográficos del Mediterráneo,<br />

del Imperio romano, de la historia de<br />

Israel, de los espacios de Oriente, nos<br />

va a inspirar si nos lanzamos a «reescribimos»<br />

sus epístolas para el Pentecostés<br />

eclesial del tercer milenio.<br />

«¡Ay de mí si no evangelizara!».<br />

Ardientemente respondió San<br />

Juan de Avila a los requerimientos<br />

del Apóstol en el siglo XVI. No faltarán<br />

en el siglo XXI los misioneros<br />

«paulinos» para los nuevos areópagos<br />

humanos y culturales; Benedicto<br />

XVI lo muestra el primero en sus<br />

decididos itinerarios de apostolado<br />

«Sed imitadores míos como yo lo<br />

soy de Cristo» podía decir San Pablo<br />

(I Cor 11, 1). «Sed imitadores míos<br />

como yo lo soy de Pablo» podría<br />

decirnos San Juan de Avila a sus<br />

co-presbíteros hispanos, caminantes<br />

de Emaús en horas inciertas.<br />

Nos viene a propósito el «examen»<br />

que el Maestro Avila pasaba a su<br />

amigo fray Alonso de Vergara,<br />

dominico, en una carta: «¿Qué maravilla<br />

que haya contienda donde<br />

tanta diversidad de pareceres y fines<br />

hay?... ¿Por ventura es vuestra reverencia<br />

el primer atribulado porque<br />

se pasó a Cristo? ¿O sera el primero<br />

desamparado de los que padecen<br />

por Cristo?… ¿Qué se le da, padre,<br />

de pareceres de hombres ciegos? ¿Qué<br />

se queja de palabras y estimas de<br />

hombres y juicios ciegos?… Aún no ha<br />

peleado vuestra reverencia hasta derramar<br />

la sangre; aún no es compañero y<br />

semejante en los trabajos del Apóstol<br />

que decía «cada día me veo a punto de<br />

muerte». ¿Podrá vuestra reverencia contar<br />

persecuciones, afrentas, pedradas,<br />

azotes, cárceles, que haya pasado por<br />

Jesucristo con San Pablo?». (Obras,<br />

BAC, 1970, vol. V, carta 2). ■<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 7


España<br />

Nuevos obispos de Lleida y Girona<br />

El Papa nombra obispo de Lleida a monseñor Joan Piris Frígola<br />

y obispo de Girona al sacerdote Francesc Pardo Artigas<br />

La Nunciatura Apostólica<br />

en España comunicó a<br />

mediodía del 15 de julio<br />

1986 fue consiliario diocesano<br />

del Movimiento Familiar<br />

Rural y de los Jóvenes Rura-<br />

la decisión del Papa Beneles<br />

J. A. R. C., y desde 1985 a<br />

dicto XVI de nombrar obis-<br />

1988 fue miembro del Conpo<br />

de Lleida a monseñor<br />

sejo Presbiteral y del Colegio<br />

Joan Piris Frígola, en la ac-<br />

de Consultores.<br />

tualidad obispo de Menorca,<br />

En 1993 fue hecho público<br />

y de aceptar también la re-<br />

su nombramiento como pánuncia<br />

de monseñor Carlos<br />

rroco de Monistrol d’Anoia y<br />

Soler Perdigó, obispo de<br />

en esas fechas (1993-1995)<br />

Girona, en conformidad con<br />

formó parte de la Comisión<br />

el canon 401, párrafo 1 del<br />

Diocesana para la Prepara-<br />

Código de Derecho Canónición<br />

del Concilio Provincial<br />

co, y nombrar en su lugar al<br />

Tarraconense y miembro de<br />

sacerdote Francesc Pardo<br />

una ponencia. Entre 1993 y<br />

Artigas, en la actualidad vicario<br />

general de la diócesis<br />

Monseñor Piris Frígola (izquierda) y el sacerdote Francesc Pardo.<br />

2006 ejerció como director<br />

del Centro de Estudios Pasto-<br />

de Terrassa.<br />

rales de las diócesis de Cata-<br />

El Obispado de Lleida<br />

luña. En 1997 fue nombrado<br />

estaba vacante desde que Benedicto miembro del Consejo de Presbiterio de párroco de Sant Esteve en Granollers. De<br />

XVI aceptó, el 8 de marzo de 2007, la Valencia.<br />

1999 a 2004 ejerció de arcipreste de Gra-<br />

renuncia de monseñor Francesc Ja- El 1 de marzo de 2001 fue nombranollers y de 2001 a 2004 vicario episcovier<br />

Ciuraneta Aymí, a tenor del cado obispo de Menorca, sede en la que pal de Vallés Oriental.<br />

non 401 párrafo 2 del Código de Dere- recibió la ordenación episcopal el 28 En la diócesis de Terrassa es vicario<br />

cho Canónico.<br />

de abril de ese mismo año.<br />

general de Pastoral y delegado episcopal<br />

En la Conferencia Episcopal Españo- para la Economía desde 2004, así como<br />

Monseñor Piris, obispo<br />

de Menorca desde 2001<br />

la ha sido miembro de la Comisión de<br />

Pastoral en el trienio 2001-2004 y desde<br />

2005 es miembro de la Comisión de<br />

miembro del Consejo Pastoral Diocesano,<br />

del Consejo para los Asuntos Económico<br />

y del Colegio de Consultores.<br />

Medios de Comunicación Social.<br />

Monseñor Piris hará su entrada en la<br />

diócesis de Lleida el 21 de septiembre,<br />

Francesc Pardo Artigas,<br />

vicario general de Terrassa<br />

mientras que la ordenación episcopal de<br />

monseñor Pardo tendrá lugar el 19 de<br />

octubre. Se ha confirmado también que<br />

la toma de posesión de monseñor Juan<br />

del Río como nuevo arzobispo castrense<br />

se celebrará el 27 de septiembre.<br />

Monseñor Piris Frígola nació el 28<br />

de septiembre de 1939 en Cullera (Valencia).<br />

Ordenado sacerdote en Moncada<br />

el 21 de octubre de 1963, desde<br />

1964 a 1968 realizó en Roma los estudios<br />

de Licenciatura en Pedagogía y la<br />

Diplomatura en Catequética en el Pontificio<br />

Ateneo Salesiano. En 1971 se licenció<br />

en Pedagogía por la Universidad<br />

Civil de Valencia.<br />

En 1968 fue nombrado vicario y de<br />

1969 a 1974 párroco de San Fernando<br />

Rey de Valencia. Fue director del Secretariado<br />

Diocesano y luego delegado<br />

episcopal de Pastoral Familiar en Valencia<br />

hasta 1984, cargo que compaginó<br />

con la dirección del Secretariado de<br />

la Subcomisión de Familia de la Comisión<br />

Episcopal de Apostolado Seglar,<br />

en Madrid, de 1981 a 1984. Ha sido<br />

El sacerdote Francesc Pardo Artigas<br />

nació en Torrellas de Foix (diócesis de<br />

Sant Feliu de Llobregat y provincia de<br />

Barcelona) el 26 de junio de 1946. Licenciado<br />

en Teología por la Facultad<br />

de Teología de Cataluña, fue ordenado<br />

sacerdote en Vilafranca del Penedés el<br />

31 de mayo de 1973.<br />

En la Archidiócesis de Barcelona, de<br />

1973 a 1980, fue coadjutor en las parroquias<br />

de Santa María y de la Santísima<br />

Trinidad, en Vilafranca del Penedés, así<br />

como arcipreste de esta misma localidad<br />

de 1979 a 1980 y párroco de Sant<br />

Sadurní de Anoia. Desde 1982 y hasta<br />

8 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

Monseñor Soler,<br />

obispo desde 1991<br />

Nacido el 12 de septiembre de1932<br />

en Barcelona, monseñor Carlos Soler<br />

fue ordenado sacerdote el 19 de marzo<br />

de 1960. Consagrado obispo auxiliar<br />

de Barcelona por Juan Pablo II el 22 de<br />

septiembre de 1991, sería promovido a<br />

obispo de Girona diez años después, el<br />

30 de octubre de 2001. ■<br />

1120


Profesionales por la Etica, la asociación<br />

que lidera el movimiento de objeción<br />

a la asignatura de Educación<br />

para la Ciudadanía, acaba de hacer balance<br />

del panorama judicial que arroja a día<br />

de hoy la batería de recursos presentados<br />

en toda España contra esa materia. Según<br />

los datos de esa asociación son ya 12 las<br />

resoluciones que amparan el derecho de<br />

los padres a elegir la educación moral de<br />

sus hijos, aunque se esperan nuevas sentencias<br />

antes de las vacaciones judiciales<br />

de agosto. Según detalla Profesionales por<br />

la Etica a través de un comunicado, la situación<br />

es la siguiente:<br />

— En Andalucía, tres sentencias del<br />

Tribunal Superior de Justicia ya han reconocido<br />

el derecho de los padres a objetar.<br />

A estas sentencias se suma una veintena<br />

de autos judiciales del mismo tribunal,<br />

que mediante la concesión de<br />

medidas cautelares, admiten, con carácter<br />

provisional y hasta que se dicte sentencia,<br />

la petición de los padres de que sus<br />

hijos queden eximidos de asistir a clase<br />

de EpC y de ser evaluados. En esa comunidad<br />

autónoma, además, hay en este<br />

momento más de 100 procedimientos<br />

judiciales relacionados con la objeción a<br />

EpC pendientes de sentencia.<br />

— En La Rioja, una reciente y muy<br />

fundamentada sentencia del Tribunal Superior<br />

de Justicia da la razón a una familia<br />

objetora al resolver en contra de la<br />

decisión administrativa del Gobierno riojano,<br />

que denegaba a los padres la objeción<br />

a la polémica asignatura.<br />

Ese mismo Tribunal Superior ha dictado<br />

también seis autos mediante los que<br />

concede medidas cautelares a la luz de<br />

los cuales los alumnos a los que se refieren<br />

no están obligados a asistir a clase<br />

de EpC y quedan exentos de evaluación,<br />

sin que ello pueda repercutir negativamente<br />

a efectos de promoción de curso<br />

ni de obtención de títulos académicos.<br />

— En Asturias, el Tribunal Superior<br />

de Justicia ha dictado ya 23 sentencias<br />

idénticas reconociendo el derecho de objeción<br />

de los padres a la luz de la Constitución<br />

Española. Textualmente, lesos fallos<br />

señalan que «resulta evidente del<br />

1121<br />

España<br />

Los fallos judiciales se acumulan sobre EpC<br />

Una docena de resoluciones reconocen el derecho a la objeción ante la asignatura<br />

contenido de los artículos 16.1 y 27.1 y 3<br />

de la Constitución Española el derecho a<br />

que se garantice la libertad ideológica y<br />

religiosa de todas las personas y por ello,<br />

de los padres respecto de sus hijos menores,<br />

así como el deber del Estado y de<br />

todos los poderes públicos de garantizar<br />

el derecho que asiste a los padres para<br />

que sus hijos reciban la formación religiosa<br />

o moral que esté de acuerdo con<br />

sus propias convicciones». Sin embargo,<br />

en el caso concreto de unos padres objetores<br />

que habían iniciado el procedimiento,<br />

el Tribunal asturiano resolvió que<br />

no tenía pruebas suficientes para decidir<br />

si los contenidos de EpC entraban en<br />

conflicto con las convicciones de los padres.<br />

Estas sentencias han sido recurridas<br />

por los padres ante el Tribunal Supremo.<br />

— En Aragón, un juzgado de lo Contencioso-Administrativo<br />

de Teruel dictó<br />

en su día sentencia contra el derecho a la<br />

objeción de unos padres. Esta sentencia<br />

ha sido recurrida ante el Tribunal Superior<br />

de Aragón. Sin embargo, el Juzgado de lo<br />

Contencioso-Administrativo de Huesca<br />

ha emitido ya dos autos por los que concede<br />

medidas cautelares a favor de los<br />

padres objetores. Son 26 los recursos<br />

presentados a fecha de hoy en Aragón.<br />

— En Cataluña, cinco autos del Tribunal<br />

Superior de Justicia han resuelto que<br />

las demandas de los padres objetores no<br />

pueden tramitarse por el procedimiento<br />

especial de protección de derechos fundamentales<br />

(algo que sí se ha admitido en la<br />

totalidad del resto de tribunales). En los<br />

fundamentos de derecho, dichos autos<br />

(no sentencias) niegan la existencia del derecho<br />

a la objeción. Estas resoluciones<br />

han sido recurridas por los padres objetores<br />

ante el Tribunal Supremo, mientras, las<br />

familias objetoras de Cataluña siguen presentando<br />

por el procedimiento ordinario<br />

recursos judiciales frente a las resoluciones<br />

administrativas de la Generalidad que<br />

deniegan su objeción. A día de hoy se han<br />

interpuesto al menos 14 recursos, que están<br />

pendientes de resolución.<br />

—En Cantabria se han presentado<br />

once recursos ante el Tribunal Superior<br />

de Justicia por denegación de la obje-<br />

Jaime Urcelay, presidente de la asociación<br />

Profesionales por la Etica.<br />

ción. Tres autos judiciales deniegan las<br />

medidas cautelares (es decir, la inasistencia<br />

a clase de los objetores) «por ser período<br />

no lectivo».<br />

— En Castilla-La Mancha, los padres<br />

han presentado un centenar de demandas<br />

tras la denegación de su derecho a la<br />

objeción. El Tribunal Superior de Castilla-<br />

La Mancha se ha inhibido de la cuestión<br />

a favor de los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo<br />

y así, por ejemplo en<br />

Ciudad Real, son 114 los recursos de alzada<br />

presentados por esta vía.<br />

A la vista de este balance, Jaime Urcelay,<br />

presidente de Profesionales por la<br />

Etica asegura que «hay suficiente base<br />

para entender que con EpC, tal como<br />

está diseñada por el Gobierno, se están<br />

conculcando derechos constitucionales».<br />

En este sentido, reclama «por parte de las<br />

Administraciones educativas y los políticos<br />

más prudencia y respeto a los padres<br />

objetores mientras no haya un pronunciamiento<br />

del Tribunal Supremo». «En todo<br />

caso, un conflicto social de esta envergadura<br />

exige más diálogo y menos represión»,<br />

añade. ■<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 9


España<br />

Intensa agenda de jornadas<br />

de la CEE en septiembre<br />

Varios departamentos programan diversos encuentros para finales del verano<br />

La agenda de la Conferencia Episcopal<br />

Española para el próximo<br />

mes de septiembre está cuajada de<br />

convocatorias organizadas por varios<br />

de sus departamentos. Es el caso de la<br />

Comisión Episcopal de Seminarios y<br />

Universidades, que va a celebrar en el<br />

Colegio La Salle de Tarragona dos citas<br />

consecutivas.<br />

La primera de ellas, programada<br />

para los días 8, 9 y 10 de septiembre, se<br />

trata del XXXVII Encuentro de Rectores<br />

y Formadores de Seminarios Mayores,<br />

que se convoca bajo el lema «La Palabra<br />

de Dios en la formación sacerdotal».<br />

En las sesiones, que serán inauguradas<br />

por monseñor Josep Angel Sáiz<br />

Meneses, obispo de Terrassa y presidente<br />

de la Comisión Episcopal de Seminarios<br />

y Universidades, está anunciada<br />

la participación como ponentes<br />

de Armand Puig i Tárrech, profesor<br />

de la Facultad de Teología de Cataluña;<br />

monseñor Jean Louis Brugués,<br />

secretario de la Congregación para la<br />

Educación Católica; Agustín del Agua<br />

Pérez, director de la Subcomisión Episcopal<br />

de Universidades; y Germán Arana<br />

Beorlegui, SJ, del Departamento de<br />

Pastoral de la Universidad Gregoriana<br />

de Roma.<br />

Monseñor Jean Louis Brugues, ponente en el<br />

Encuentro de Seminarios Mayores.<br />

Seguidamente, del 11 al 13 de septiembre<br />

y en el mismo marco tendrá lugar<br />

el XXXI Encuentro de Delegados<br />

diocesanos de Pastoral Vocacional, que<br />

estará dedicado al tema «Iniciación Cristiana<br />

y Pastoral Vocacional» y que será<br />

inaugurado también por monseñor Sáiz<br />

Meneses. Las ponencias del encuentro<br />

correrán a cargo de Sebastiá Taltavull,<br />

director del Secretariado de la Comisión<br />

Episcopal de Pastoral; monseñor Javier<br />

Salinas Viñals, obispo de Tortosa y<br />

presidente de la Subcomisión Episcopal<br />

de Catequesis; y Felip Juli Rodríguez,<br />

responsable del catecumenado de la<br />

Diócesis de Barcelona.<br />

Curso de Formación<br />

de Doctrina Social<br />

de la Iglesia<br />

«Conciencia individual y conciencia<br />

pública ante la situación social y política»<br />

es el tema central del XVII Curso de<br />

Formación de Doctrina Social de la<br />

Iglesia que se celebra del 15 al 18 de<br />

septiembre en la Fundación Pablo VI de<br />

Madrid. Se trata de una convocatoria<br />

organizada conjuntamente por la citada<br />

Fundación, la Comisión Episcopal de<br />

Pastoral Social, el Instituto Social<br />

«León XIII» y la Facultad de Ciencias<br />

Políticas y Sociología de la Universidad<br />

Pontificia de Salamanca.<br />

En el nutrido plantel de profesores<br />

del curso figuran monseñor<br />

Agustín Cortés, presidente de la<br />

Subcomisión Episcopal de Universidades<br />

y obispo de Sant Feliu de<br />

Llobregat; Gaspar Mora, vicedecano<br />

de la Facultad de Teología «San<br />

Paciano» de Cataluña; Santiago<br />

del Cura, de la Universidad Pontificia<br />

de Salamanca; Marta de la<br />

Cuesta, vicerrectora de la Universidad<br />

Nacional de Educación a Distancia;<br />

Angel Galindo, de la Universidad<br />

Pontificia de Salamanca;<br />

María Teresa Compte, de la Uni-<br />

10 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

versidad Pontificia de Comillas; Gotzone<br />

Mora, viceconsejera de Inmigración<br />

y Ciudadanía de la Generalitat Valenciana;<br />

y monseñor Marcelo Sánchez Sorondo,<br />

canciller de la Academia Pontificia<br />

de Ciencias Sociales.<br />

«Jesucristo y los gitanos»<br />

El Departamento de Pastoral Gitana,<br />

por su parte, ha convocado para los<br />

días 19, 20 y 21 de septiembre, las XXIII<br />

Jornadas Nacionales de Pastoral Gitana.<br />

Las sesiones, que llevan como lema «Jesucristo<br />

y los gitanos», tendrán lugar en<br />

Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los contenidos<br />

formativos de las Jornadas —que<br />

serán presentadas por monseñor Ciriaco<br />

Benavente, obispo de Albacete y<br />

responsable de Pastoral Gitana en el<br />

seno de la CEE, y Guadalupe Romero,<br />

directora del Departamento organizador—<br />

correrán a cargo de Gabriel Leal, delegado<br />

episcopal de Cáritas Diocesana de<br />

Málaga y doctor en Teología Bíblica.<br />

Encuentro de Santuarios<br />

Santiago de Compostela es el marco<br />

elegido por el Departamento de Pastoral<br />

e Turismo, Santuarios y Peregrinaciones<br />

de la CEE para celebrar, entre el<br />

23 y el 25 de septiembre, el XI Encuentro<br />

de Santuarios de España. Bajo el<br />

lema «Hombres y mujeres en camino.<br />

La peregrinación, parábola de la vida»,<br />

en las jornadas intervendrán Marcelino<br />

Agís, profesor de la Universidad de<br />

Santiago de Compostela; Inmaculada<br />

Florido, de la Institución Teresiana y licenciada<br />

en Pedagogía y en Estudios<br />

Eclesiásticos; Segundo L. Pérez López,<br />

director del Instituto Teológico Compostelano;<br />

monseñor Julián Barrio,<br />

arzobispo de Santiago de Compostela;<br />

y Gonzalo Tejerina, decano de la Facultad<br />

de Teología de la Pontificia Universidad<br />

de Salamanca. ■<br />

1122


«El <strong>Año</strong> Litúrgico,<br />

memorial de Cristo en el tiempo»<br />

Cursillo de verano en Valladolid para seminaristas mayores<br />

Este ha sido el tema que<br />

desde el 29 de junio<br />

hasta el 6 de julio distintos<br />

seminaristas de la geografía<br />

española han tratado<br />

en un curso de Liturgia realizado<br />

en la ciudad de Valladolid,<br />

en el corazón de Castilla,<br />

en el antiguo Colegio de<br />

Irlandeses, hoy Centro Diocesano<br />

de Espiritualidad del<br />

Sagrado Corazón. Este es el<br />

tercer cursillo de este tipo<br />

que ha organizado desde la<br />

Conferencia Episcopal Española,<br />

en concreto desde las<br />

Comisiones de Liturgia y Se- Foto de «familia» de todos los participantes en el cursillo.<br />

minarios y Universidades.<br />

Con este año se ha concluido<br />

el trienio programado<br />

por los profesores. El primer año se cen- ponente tratando el tema del día del Setró<br />

en el tema de la celebración de la Eucaristía,<br />

el segundo en la Liturgia de las<br />

ñor, del domingo.<br />

Horas, y éste último en el tema sobre el<br />

<strong>Año</strong> litúrgico.<br />

El director de estos cursillos ha sido el<br />

Formación práctica y ocio<br />

padre Juan María Canals, cmf, ayuda- Tuvimos una formación de carácter<br />

do este año por un surtido número de más práctico que venía a reforzar lo tra-<br />

profesores: el padre Lino E. Díez, sss, tado en las ponencias de los profesores.<br />

que abordó el tema de la celebración del Esa formación práctica se impartió en<br />

Triduo pascual; D. Teodomiro, sacerdo- tres talleres. El primero de ellos fue un<br />

te de la diócesis de León, que nos mos- taller sobre la cuestión de la piedad potró<br />

la programación del canto durante el pular y el <strong>Año</strong> Litúrgico, el cual impartió<br />

<strong>Año</strong> litúrgico; Aurelio García, sacerdote Aurelio García. El segundo taller nos<br />

de la diócesis de Valladolid, que nos ha- mostró cómo celebrar el Triduo pascual,<br />

bló sobre la espiritualidad dentro del ci- que dio el padre Lino E. Díez. Y el último<br />

clo litúrgico; y por último el padre Matí- de ellos fue el que impartió el padre<br />

as Augé, cmf, profesor del Instituto Li- Juan María sobre el Adviento, la Cuarestúrgico<br />

de San Anselmo de Roma, que ma, la Navidad y la Pascua.<br />

hizo una incursión en la historia y la te- Los participantes a este cursillo fuimos<br />

ología del <strong>Año</strong> Litúrgico. También conta- treinta y cinco seminaristas de distintas<br />

mos con la especial colaboración de diócesis españolas, entre ellas, Bilbao, Cá-<br />

monseñor Julián López, obispo de diz, Ciudad Real, Getafe, León, Mondoñe-<br />

León y presidente de la Comisión Episdo-Ferrol, Osma-Soria, Pamplona, Sancopal<br />

de Liturgia, que nos habló sobre la tander, Segovia, Teruel y Albarracín, Tole-<br />

importancia del <strong>Año</strong> Litúrgico en la fordo, Tui-Vigo, Valladolid y Zaragoza.<br />

mación de los futuros presbíteros. Tam- Durante la celebración del cursillo se<br />

bién el padre Juan María intervino como celebró en el mismo lugar la reunión de<br />

1123<br />

España<br />

la Comisión de Liturgia. Allí<br />

asistieron el obispo de León,<br />

monseñor Julián López; el<br />

arzobispo de Valladolid, monseñor<br />

Braulio Rodríguez;<br />

el obispo de Mallorca, monseñor<br />

Jesús Murgui; y el<br />

obispo auxiliar de Toledo,<br />

monseñor Carmelo Borobia.<br />

Esos días participaron<br />

con nosotros en el rezo de la<br />

Liturgia y en la celebración<br />

de la Eucaristía.<br />

Una de las tardes asistimos<br />

al Monasterio Cisterciense<br />

de las Huelgas. Otro<br />

día visitamos el antiguo monasterio<br />

cisterciense de La<br />

Santa Espina, en la actualidad<br />

escuela agraria regida<br />

por los hermanos de la Salle; la villa de<br />

Ureña, en medio de la llanura castellana,<br />

que conserva bastante bien sus murallas<br />

medievales; Villagarcia de Campos, en<br />

donde pudimos admirar un maravilloso<br />

convento de la Compañía de Jesús; y<br />

Medina de Rioseco, donde contemplamos<br />

la maravilla de sus iglesias.<br />

Ha sido una buena oportunidad para<br />

adquirir unos conocimientos que siguen<br />

siendo necesarios para la formación de<br />

cualquier sacerdote. Siempre es gratificante<br />

también reunirse con seminaristas<br />

de otras latitudes ya que así se abre mucho<br />

el horizonte eclesial en el que nos<br />

movemos normalmente. Pero lo más importante<br />

de todo es que han sido días<br />

de gracia para que cada uno pudiésemos<br />

profundizar en la importancia de<br />

celebrar el misterio de Jesucristo en este<br />

mundo nuestro sujeto a la norma de las<br />

horas y los días, sujeto a un tiempo que<br />

nunca es igual, que, aunque dé la impresión<br />

de repetición, siempre está cargado<br />

de novedad. ■<br />

Oscar Miguel Casas Arévalo<br />

Seminarista de Ciudad Real<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 11


España<br />

XXX Asamblea Nacional<br />

de la Renovación Carismática católica<br />

Con el lema «¿Quién es éste que<br />

hasta los vientos y el mar obedecen?»<br />

(Mt 8, 27) se ha celebrado<br />

para la Evangelización. Actualmente es<br />

presidenta de ICCRS, el Servicio de la<br />

Renovación Carismática Católica Inter-<br />

la Asamblea Nacional de la Renovanacional, (además de consejera), y<br />

ción Carismática católica de este año, miembro de la Coordinadora Nacio-<br />

un año muy especial, pues treinta nal de Inglaterra. Michele nos ha de-<br />

años son muchos reuniéndonos en mostrado que es una gran evangeli-<br />

España para cantar las maravillas que zadora y ha recorrido el mundo ha-<br />

el Señor ha hecho y hace cada día en ciéndolo. Esta vez hemos tenido la<br />

nuestras vidas. Porque «Jesús está suerte de tenerla en Madrid. Su predi-<br />

vivo», como decía nuestro pronto becación ha llenado y dado sus frutos,<br />

ato Emiliano Tardif, M.S.C. y nosotros en todos los aspector, en los tres días<br />

así lo creemos, lo experimentamos y de la Asamblea, celebrada en el Audi-<br />

lo celebramos con la fuerte Alabanza torio del Parque de Atracciones de<br />

—así con mayúscula—, que comenza- Madrid. Sus temas: cómo nos cambia<br />

mos el viernes y continuamos cada la Efusión o Bautismo en el Espíritu,<br />

mañana en las Laudes.<br />

con esas siete semanas previas para<br />

Este año —siguiendo eso del siglo conocer a Jesús de una manera más<br />

de las mujeres en la política, lo hemos profunda e íntima y dejar al Espíritu<br />

tenido también en la Renovación— la Santo actuar en cada uno de noso-<br />

predicadora ha sido Michelle Moran, tros; lo necesario que son los Caris-<br />

que nació en Leeds, se convirtió a Jemas en la Iglesia, un regalo del Señor,<br />

sús y recibió la Efusión del Espíritu decía el Papa Benedicto XVI; la im-<br />

Santo a los 16 años. Por lo que ha viportancia de ICCRS en la Renovación<br />

vido su vida cristiana en la Renova- mundial y la gran tarea de la Evangeción.<br />

Enseñó durante cinco años en lización que conlleva, el comenzar por<br />

una Facultad en Londres hasta 1985, nuestras propias familias.<br />

en que junto con su marido Peter, Las predicaciones en las homilías,<br />

fundaron la Comunidad Católica Sión corrieron a cargo del P. Pepe Márquez,<br />

que nos habló,<br />

coincidiendo con la festividad<br />

de Santa Isabel<br />

de Portugal, de cómo<br />

superó las dificultades<br />

entre los suyos con la<br />

invocación a esa gran<br />

misericorida del Señor.<br />

David Gascón nos<br />

Celebración eucarística durante la XXX Asamblea Carismática.<br />

expuso con gran unción<br />

la acción de la Virgen<br />

María, en ese doble Pentecostés<br />

que ella tuvo.<br />

La estancia de María en<br />

Efeso —donde estuvimos<br />

haciendo con el la ruta<br />

de San Pablo un grupo<br />

de la Renovación—, Grecia-Turquía,<br />

y cómo en<br />

el Concilio de Efeso (431)<br />

12 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

fue definida la Maternidad divina de<br />

María, la Theotokos.<br />

Javier de las Hermitas, nos transmitió<br />

cómo vivir en el Espíritu, pues<br />

no podemos vivir de otro modo. La.<br />

oración de Jesús nos acompaña siempre,<br />

aunque tengamos que pasar por<br />

el sufrimiento, pero no olvidemos el<br />

«Venid a mí los que estáis cansados y<br />

agobiados, que yo os aliviaré». También<br />

nos leyó el mensaje de felicitación<br />

del Papa, que nos transmitió el<br />

nuncio, monseñor Monteiro, que iba<br />

a venir a la clausura y a última hora<br />

no pudo hacerlo.<br />

El broche final, fue un magnífico<br />

concierto preparado por los jóvenes<br />

que asistieron en gran número.<br />

A quien se le echó de menos fue a<br />

Chus Villarroel, O.P., quien no piudo<br />

asistir por otros imponderables, pero<br />

nos envió su último libro Pensando en<br />

Dios como gesto de acercamiento según<br />

sus propias palabras, quiere hacer<br />

de «puente» para que la Renovación<br />

en España sea toda una. ■<br />

Denise S. Blakebrough<br />

Curso en la Universidad<br />

Rey Juan Carlos<br />

D el 21 al 25 de julio se ha celebrado<br />

en la Universidad Rey<br />

Juan Carlos el curso Ser crsitiano en<br />

una sociedad secularizada, dirigido<br />

por el cardenal Antonio Cañizares,<br />

arzobispo de Toledo, y Luis Sánchez<br />

García, vicerrector de la Universidad<br />

Católica de Valencia «San<br />

Vicente Mártir». Los participantes<br />

del mismo han sido también Alfredo<br />

Dagnino, José T. Raga, Gustavo<br />

Villapalos, José María Aznar,<br />

monseñor Fernando Sebastián,<br />

monseñor Gerhard Ludwig Müller<br />

y Pablo Domínguez. ■<br />

1124


Las Mercedarias de la Caridad han celebrado<br />

capítulo general bajo el lema<br />

«Seducidas por Jesucristo Redentor al<br />

servicio del Reino». En el transcurso del<br />

mismo fue reelegida superiora general<br />

María Josefa Larraga. Integran el gobierno<br />

de la Congregación las religiosas Aurora<br />

Calvo, Elvira Minaya, Raimunda<br />

Hurtado y Carmen Hurtado. Las Mercedarias<br />

de la Caridad fueron fundadas en<br />

1878 por el beato Juan Nepomuceno Negrí.<br />

En la actualidad son cerca de mil doscientas<br />

hermanas repartidas en 152 comunidades<br />

de nueve países.<br />

Las provincias capuchinas de Cataluña y<br />

de Castilla han celebrado recientemente<br />

sus trienales capítulos electivos. El fraile Jacint<br />

Durán ha sido postulado por sus hermanos<br />

de Cataluña para un tercer trienio<br />

consecutivo. En Castilla, Domingo Montero<br />

deja este puesto tras seis años. Le sucede<br />

el leonés Fidencio González Iglesias,<br />

de 71 años. Misionero en Cuba en los últimos<br />

años, ya fue ministro provincial de los<br />

Capuchinos de Castilla de 1981 a 1987 y de<br />

1990 a 1997. Como vicarios provinciales<br />

han sido reelegidos Gil Parés y José Luis<br />

Aparicio, respectivamente.<br />

El profesor de la Facultad de Teología<br />

de la Universidad de Navarra Pedro Ro-<br />

1125<br />

España<br />

Mª Josefa Larraga, reelegida superiora<br />

general de las Mercedarias de la Caridad<br />

Fidencio González y Jacint Durán, provinciales de los Franciscanos de Castilla y Cataluña<br />

María Josefa Larraga durante una de sus<br />

intervenciones en el capítulo general.<br />

dríguez García (1933) ha sido elegido<br />

académico de número de la Real Academia<br />

de Doctores de España. Doctor en Teología<br />

y en Derecho Canónico, Pedro Rodríguez<br />

fue una de las personas encargadas<br />

de la puesta en marcha de la Facultad<br />

de Teología en la Universidad de Navarra.<br />

Es sacerdote de la prelatura del Opus Dei<br />

y prelado de honor del Papa.<br />

El pasado 30 de junio, al ser requerida<br />

por su congregación para desarrollar trabajos<br />

de coordinación a tiempo completo,<br />

dejaba de prestar sus servicios al frente de<br />

la secretaría general de la CONFER Nacional<br />

la religiosa de la Compasión Leonor<br />

García. Dado que en noviembre próximo<br />

habrá elecciones en la CONFER, su secretario<br />

adjunto, el religioso amigoniano,<br />

José Oltra, pasa atender el servicio que<br />

ha quedado vacante.<br />

Por otro lado, Mercedes Rico y Jorge<br />

Dezcallar han sido nombrados por el Gobierno<br />

de España embajadores en Irlanda<br />

y en Estados Unidos de América. Estos<br />

dos diplomáticos, ambos nacidos en 1945,<br />

han estado vinculado con la Iglesia en los<br />

últimos años. Hasta finales de mayo y desde<br />

hacía cuatro años, Mercedes Rico Godoy<br />

ha sido la directora general de Asuntos<br />

Religiosos del ministerio de Justicia.<br />

Por su parte, Jorge Dezcállar, antiguo director<br />

del CNI, fue embajador ante la Santa<br />

Sede de junio de 2004 a enero de 2006.<br />

Diócesis y efemérides<br />

El obispo de Jaén, monseñor Ramón<br />

del Hoyo, ha procedido a realizar varios<br />

nombramientos de carácter diocesano.<br />

Así, Manuel Alfonso Pérez Galán, es el<br />

nuevo ecónomo y Rogelio de Jesús Checa,<br />

el viceecónomo. Las delegaciones de<br />

Catequesis, Familia y Apostolado Seglar<br />

son ocupadas por Julio Segurado Cobos,<br />

Francisco de la Torre Tirado y Luis<br />

María Salazar García, respectivamente.<br />

En Valladolid, Patricio Fernández Gaspar<br />

ha sido nombrado delegado de Migraciones.<br />

En Coria-Cáceres, Ceferino de<br />

las Heras Cambero y José Delgado Corrales,<br />

han sido designados, respectivamente,<br />

consiliario de Vida Ascendente y<br />

organista de la catedral. En la catedral de<br />

Palencia, tras cincuenta años, Lorenzo Carrascal<br />

deja el servicio de prefecto de Música.<br />

Jesús Escudero es su nuevo titular.<br />

En Granada, el sacerdote Sebastián<br />

Sánchez Maldonado ha sido confirmado<br />

como vicario judicial y el laico Rafael Ibáñez<br />

Fantoni como presidente diocesano<br />

del Movimiento Vida Ascendente. En Cádiz<br />

y Ceuta, Manuel de la Puente Sendón<br />

continuará otros tres años como director<br />

del secretariado diocesano de Medios de<br />

Comunicación Social. En Málaga, el seglar<br />

Fernando Orellana, médico oftalmólogo,<br />

profesor universitario emérito, voluntario<br />

en Africa y padre de ocho hijos, ha recibido<br />

la cruz Pro Ecclesia et Pontifice. También<br />

han recibido esta misma condecoración<br />

pontificia los laicos madrileños Andreas<br />

Von Wernitz y Cristino García Blanco, y<br />

la religiosa de la Congregación de la Sagrada<br />

Familia de Burdeos, María Teresa<br />

Salgado Peñarredonda.<br />

El Instituto Consagrado de la Bienaventurada<br />

Virgen María, fundado en 1609<br />

por Mary Ward, comienza este verano las<br />

celebraciones de su cuarto centenario.<br />

Habrá actos en Taizé, Barcelona y Roma.<br />

La efeméride es celebrada conjuntamente<br />

con la otra rama del Instituto, la Congregación<br />

de Jesús. La inglesa Mary Ward,<br />

nacida en York en 1585, fue pionera de la<br />

vida consagrada activa para las mujeres.<br />

El 21 de junio se cumplía el cincuentenario<br />

de la fundación del Carmelo Descalzo<br />

de Aravaca, obra de Santa Maravillas<br />

de Jesús, como ya informó ECCLESIA<br />

(pág. 13, núm. 3.419), a propósito de la reciente<br />

visita de las reliquias de Santa Teresita<br />

de Lisieux al convento. También se<br />

han cumplido los 50 años de la presencia<br />

de las Hijas de María Auxiliadora en Almería.<br />

Por su parte, la Renovación Carismática<br />

Católica de Coria-Cáceres celebra<br />

sus bodas de plata, la misma efeméride<br />

alcanzada por el Movimiento Apostólico<br />

«Getsemaní» de Toledo. ■<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 13


14<br />

España<br />

El Museo Arqueológico del Padre Belda<br />

abre sus puertas en Alba de Tormes<br />

Ocupa las remodeladas capillas de una iglesia monástica del siglo XVI<br />

El 27 de junio a las 12.30 horas se<br />

inauguró en la localidad salmantina<br />

Alba de Tormes el nuevo Museo Arqueológico<br />

del Padre Belda, instalado en<br />

las remodeladas capillas de la vieja iglesia<br />

monástica del siglo XVI, del Monasterio<br />

de San Jerónimo que custodian los Padres<br />

Reparadores. Unas ruinas que se<br />

han embellecido y recuperado para albergar<br />

las nuevas dependencias del museo<br />

en el que se van a exponer unas 400<br />

piezas, las más relevantes de la colección<br />

del P. Belda, que permiten al visitante recorrer<br />

unos 500.000 años de historia de<br />

la humanidad, desde el Paleolítico hasta<br />

la época romana. La colaboración del<br />

Museo Nacional y Centro de Investigación<br />

Altamira ha hecho posible la consolidación<br />

de este proyecto que rinde tributo<br />

al trabajo y a la persona del padre<br />

Pascual Ignacio María Belda, scj.<br />

El museo ocupa las ruinas de la iglesia<br />

del Convento de San Jerónimo (s. XV-<br />

XVI), anteriormente de San Leonardo.<br />

Tras siglos de abandono, fue rehabilitado<br />

por iniciativa del mismo P. Belda en<br />

los años 60, de forma que los Padres Reparadores<br />

(Dehonianos) instalaron allí<br />

las dependencias del Colegio-Seminario<br />

San Jerónimo.<br />

El museo arqueológico fue fundado<br />

en 1982 por el P. Belda, quien a lo largo<br />

de su vida recogió infinidad de piezas<br />

geológicas, arqueológicas y etnográficas<br />

fruto de su interés por las ciencias y su<br />

participación en numerosas campañas<br />

arqueológicas, formando una colección<br />

de más de 3.000 piezas procedentes de<br />

todas las partes del mundo. Su afición a<br />

la arqueología y las Ciencias Geológicas<br />

hizo que muchos de sus compañeros le<br />

enviaran piezas desde todos los lugares<br />

del globo terráqueo.<br />

En un primer momento el museo se<br />

denominó «Museo didáctico de prehistoria<br />

Padre Belda», orientado a mostrar a<br />

los alumnos del Colegio San Jerónimo el<br />

desarrollo de la Prehistoria, y lo que la<br />

Arqueología aporta al conocimiento del<br />

pasado del hombre. Tras la muerte del<br />

promotor y alma mater del museo, el 4<br />

de febrero de 2007, y aprovechando el<br />

espíritu de colaboración que se despertó<br />

en varias instituciones para cofinanciar la<br />

rehabilitación de la nueva sede del museo<br />

en las ruinas de la antigua iglesia del<br />

Convento, el Museo del Padre Belda entra<br />

en una nueva etapa.<br />

Nuevo museo<br />

La rehabilitación de la iglesia ha sido<br />

obra del arquitecto Eduardo Gómez<br />

García, que ha recuperado las capillas<br />

laterales, el bajo coro y el ábside, donde<br />

ahora se ofrecen los nuevos espacios<br />

museísticos. «Cuando el visitante venga<br />

al museo podrá hacerse a la idea de<br />

cómo era la iglesia original, una iglesia<br />

conventual sencilla, de principios del gótico»,<br />

afirma el P. Antonio Rufete. Se ha<br />

hecho una bóveda de crucería en madera<br />

y, bajo ella, la plataforma de entrada<br />

desde la que se accede a la nave central<br />

que sirve tanto de patio como de sala de<br />

proyecciones y en la que se pueden contemplar<br />

las ruinas de la antigua iglesia.<br />

Las tres capillas laterales albergan 8 salas<br />

de exposición, donse se exhiben útiles<br />

de piedra tallada, vasijas de cerámica,<br />

herramientas y armas de bronce.<br />

La idea es hacer una exposición fija y<br />

permanente con las piezas más significativas<br />

de la colección, unas 400 de ellas<br />

definidas como «las joyas del P. Belda»,<br />

que han sido catalogadas, estudiadas y<br />

seleccionadas por los arqueólogos del<br />

Museo de Altamira José Manuel Morlote,<br />

Emilio Muñoz y Ramón Montes,<br />

«quienes nos han hecho recordar y valorar<br />

más aún el trabajo realizado por el P.<br />

Belda a lo largo de su fructífera vida».<br />

«Se ha respetado mucho la intencionalidad<br />

del P. Belda que era poder mostrar<br />

a los jóvenes una visión panorámica<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

Uno de los espacios del nuevo museo.<br />

de cómo el hombre ha ido aprendiendo<br />

y evolucionado en sus formas y en sus<br />

utensilios». «Lo más curioso del museo<br />

es que los objetos se van a presentar en<br />

su contexto original gracias a las escenografías<br />

que ha planteado este equipo<br />

de arqueólogos», asevera el P. Rufete.<br />

El padre Belda<br />

Religioso humanista, viajero infatigable,<br />

amante de las artes y de las ciencias,<br />

políglota, educador, arqueólogo y artista.<br />

A lo largo de su dilatada vida y fruto de<br />

su afición a la arqueología y a la geología<br />

el P. Belda reunió más de 3.000 objetos,<br />

recopilando fósiles y objetos exóticos.<br />

En 1982 funda el Museo de Prehistoria<br />

en el Seminario de San Jerónimo con<br />

el fin de mostrar a sus alumnos, y a todos<br />

los que llegaban al Colegio, el desarrollo<br />

de la Prehistoria y lo que la arqueología<br />

aporta al conocimiento del pasado<br />

del hombre. Más información en<br />

http://museo.sanjeronimo.es. ■<br />

Roberto Ruano<br />

1126


■ UN INSTITUTO «BENEDICTO XVI» SOBRE DERECHOS<br />

HUMANOS será creado en la Universidad Católica San Vicente<br />

Mártir de Valencia. Así lo anunciaba recientemente su arzobispo,<br />

el cardenal García-Gasco. «Benedicto XVI ha insistido en<br />

que las Naciones Unidas siguen siendo un lugar privilegiado, en<br />

el que la Iglesia está comprometida a llevar su experiencia desarrollada<br />

a lo largo de los siglos entre pueblos de toda raza y<br />

cultura, orientada a obtener la libertad para todo ser humano y<br />

para todo creyente», señaló el purpurado en el anuncio de la<br />

creación del citado Instituto.<br />

■ LA I ESCUELA DE VERANO DE LA ACCION CATOLICA<br />

GENERAL ha tenido lugar en el seminario diocesano de Avila<br />

del 3 al 6 de julio. «Ponte<br />

en marcha» ha sido su<br />

lema. Han participado 56<br />

personas (en la foto) procedentes<br />

de 14 diócesis.<br />

Esta Escuela de Verano se<br />

enmarca en el proceso que<br />

llevan a cabo los movimientos<br />

de Acción Catílica<br />

General de cara a su nueva<br />

configuración. Nace de la<br />

necesidad de que el nuevo<br />

movimiento de Acción Católica<br />

General sea más que<br />

la suma de tres: ACGA,<br />

MJAC y Sector de niños.<br />

■ LA XV REGIONAL DE CATEQUISTAS DE LAS DIOCESIS<br />

DE CASTILLA ha tenido lugar en el seminario Monte Corbán de<br />

Santander del 3 al 5 de julio. «La comunidad que inicia en la fe.<br />

El catequista en el corazón de la comunidad» ha sido su tema. La<br />

religiosa reparadora Elisa Calderón, delegada de Catequesis de<br />

Jerez de la Frontera durante veinte años, fue la ponente.<br />

■ EL CENTRO DIOCESANO DE ESPIRITUALIDAD DE VA-<br />

LLADOLID organizaba del 8 al 12 de julio la XVIII edición del<br />

Aula de Verano. «Retos del apostolado seglar a los 20 años de<br />

la Christifideles laici». El obispo de Ciudad Rodrigo y consiliario<br />

nacional de la Acción Católica, monseñor Atilano Rodríguez<br />

Martínez, pronunciaba la conferencia inaugural. El matrimonio<br />

compuesto por Javier Marijuán y Ana Cuevas, militantes del<br />

Movimiento Cultural Cristiano, moderaban tres seminarios. El<br />

Aula de Verano ha sido dirigida por Fernando Bogónez.<br />

■ LA REVISTA DE PASTORAL JUVENIL DE LOS ESCOLA-<br />

PIOS, con motivo de su cincuentenario, ha lanzado la idea de<br />

crear un Fórum de pastoral con jóvenes, en conexión con la<br />

CEAS, CONFER y FERE. «Kminar x ls alturas» es su lema. Está dirigida<br />

a animadores de Pastoral Juvenil de entre 20 y 25 años.<br />

«Hacemos memoria, nos encontramos y soñamos la pastoral<br />

1127<br />

España<br />

con jóvenes para animar y acompañar vocaciones evangelizadoras»,<br />

reza textualmente el objetivo general de la iniciativa, que<br />

convoca el citado Fórum del 7 al 9 de noviembre en el Palacio<br />

Municipal de Congresos de Madrid. La página web del Fórum<br />

es www.forumpj.org<br />

■ FALLECIO EL MISIONERO COMBONIANO FERNANDO<br />

ACEDO, quien ha pasado los 30 últimos años de su vida en<br />

Etiopía. Sirvió también en Sudán. Era natural de la localidad extremeña<br />

de Don Benito. Moría el pasado 26 de junio mientras<br />

dormía. Ha sido enterrado en Etiopía. El misionero del IEME<br />

Emilio Oliván Taulés, zaragozano de 63 años, fallecía en Guatemala<br />

el 7 de junio. Otro benemérito sacerdote español recientemente<br />

fallecido es el riojano Gerardo Capellán. Estuvo estrechamente<br />

vinculado con la HOAC. Era hijo Alberto Capellán<br />

Zuazo, cuya causa de canonización están muy avanzada.<br />

■ «LA PALABRA DE DIOS Y LA LITURGIA» es el tema de la<br />

XI Semana de Espiritualidad y Liturgia, que organiza la diócesis<br />

de Tarazona, en la sede de su seminario. El ponente principal<br />

será el arzobispo italiano<br />

Angelo Amato, secretario<br />

de la Congregación para<br />

la Doctrina de la Fe (en la<br />

foto). Los liturgistas Gabriel<br />

Ramos, Luis Rueda<br />

e Ignacio Tomás serán<br />

los otros ponentes, junto<br />

a los responsables del<br />

Patrimonio Cultural de la<br />

diócesis anfitriona Miguel<br />

Antonio Franco y<br />

Manuel Gracia. Se puede<br />

ampliar información en<br />

los teléfonos 976.64.19.12<br />

y 976.19.90.12.<br />

■ ACCION CULTURAL CRISTIANA promueve en la localidad<br />

segoviana de Requijada su estival Escuela de Militancia. Será del<br />

1 al 9 de agosto. Se ofrecen tres cursos: Conversión, caminando<br />

hacia el hombre nuevo; Economía popular y Economía de solidaridad;<br />

y Reflexión en clave cristiana de revolución y praxis política.<br />

Se puede ampliar información en la página web: www.accionculturalcristiana.org<br />

■ EL RETABLO DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES de la capilla<br />

de San Vicente de la catedral de Gerona, ha sido restaurado<br />

mediante una intervención de 78.000 euros. Caixa Catalunya ha<br />

aportado 45.000 euros y el resto el cabildo de la catedral. Roger<br />

Xarrié ha dirigido el proceso de restauración. La inauguración<br />

del retablo tenía lugar el pasado 8 de julio, bajo la presidencia<br />

del obispo de Gerona, monseñor Carlos Soler. Ahora se busca<br />

financiación para restaurar la capilla de San Honorato. ■<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 15


16<br />

Cultura<br />

los libros<br />

Más de siete años<br />

lleva al frente del Pontificio<br />

Consejo para<br />

la Unidad de los Cristianos<br />

el cardenal Walter<br />

Kasper, uno de<br />

los teólogos alemanes<br />

más prestigiosos.<br />

En su libro Caminos<br />

de unidad (Perspectivas<br />

para el Ecumenismo)<br />

(Ed. Cristiandad)<br />

vuelve a acercarnos<br />

a temas y visiones<br />

que, por su<br />

cargo, ha tenido que<br />

exponer en diversos<br />

eventos eclesiales. Tal<br />

cual están recogidos<br />

los diez apartados o<br />

capítulos del libro vienen<br />

a ser como un<br />

programa articulado<br />

en torno a las prioridades del ecumenismo.<br />

Todos los Papas desde la celebración<br />

del Concilio Vaticano II hasta<br />

hoy han colocado al ecumenismo<br />

como una de sus prioridades; ha habido<br />

tensiones y momentos bajos en<br />

su desarrollo, se han producido avances<br />

en el acercamiento de posturas y<br />

determinados consensos, pero también<br />

estancamientos. El cardenal Kasper<br />

lo achaca al relativismo y al indiferentismo<br />

dominantes frente al tema<br />

de la verdad; escribe: «Un verdadero<br />

diálogo <strong>ecuménico</strong> renunciará a todo<br />

excepto a la propia tradición religiosa;<br />

al contrario, quiere conservarla e incorporarla<br />

al diálogo <strong>ecuménico</strong>. Por<br />

eso, hoy día el movimiento <strong>ecuménico</strong><br />

no es causa, sino víctima del relativismo<br />

e indiferentismo en materia de fe».<br />

El presidente del Pontificio Consejo<br />

para la Unidad de los Cristianos va en<br />

estas páginas a la raíz del problema<br />

cuando se plantea la meta del ecumenismo:<br />

en qué ha de haber unidad y<br />

en qué diversidad, si ha de salvarse la<br />

unidad en la fe, en los sacramentos y<br />

en los ministerios y permitir diversas<br />

maneras de expresarlos. La conversión<br />

del corazón, la oración y la santi-<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

dad de vida constituyen<br />

el ecumenismo<br />

espiritual del que<br />

se habla en el decreto<br />

conciliar Unitatis<br />

redintegratio. El ecumenismo<br />

consiste en<br />

unirse en la plegaria<br />

(Jesús pedía al Padre<br />

«que todos sean uno»)<br />

más que en diálogos<br />

teológicos por muy<br />

importantes que éstos<br />

puedan ser.<br />

Especialmente oportuna<br />

es la reedición<br />

de la obra de Paul<br />

Dreyfus Pablo de<br />

Tarso (Ciudadano del<br />

Imperio) (Ed. Palabra),<br />

redactada con<br />

la vivacidad de un<br />

reportaje en torno a un personaje<br />

singular y privilegiado en la historia<br />

del mundo occidental. El autor se ha<br />

documentado acerca de la personalidad<br />

y la obra inspirada, las Cartas<br />

neotestamentarias del Apóstol, converso<br />

y apasionado seguidor de Jesús<br />

de Nazaret, comprometido en la<br />

expansión del Reino de Cristo por<br />

todo el mundo. El resultado es una<br />

obra sumamente atractiva tanto por<br />

su contenido, la historia bíblica y los<br />

avatares de los primeros años del<br />

cristianismo, como por la agilidad<br />

narrativa, que coloca al lector en los<br />

mismos lugares que vio y por los que<br />

pasó el apóstol San Pablo.<br />

Teología y nueva evangelización<br />

(Ed. Desclée de Brouwer) es una obra<br />

coordinada por Gabino Uríbarri<br />

Bilbao, en el que media docena de<br />

profesores del Departamento de teología<br />

dogmática y fundamental de la<br />

Universidad Pontificia Comillas hacen<br />

balance del período posconciliar,<br />

analizan lo irrenunciable del Vaticano<br />

II y plantean nuevos retos para la teología.<br />

La ubicación de la Iglesia en<br />

el mundo y su modo de evangelizar-<br />

lo, las relaciones entre antropología<br />

y teología, los nuevos enfoques de la<br />

cristología, la vía estética o la vía de<br />

la ternura como posibilidades de acceso<br />

al misterio de Dios y el replanteamiento<br />

del perdón en un mundo<br />

azotado por el mal son algunos de<br />

los temas que se abordan en las páginas<br />

de este libro, que contiene los<br />

resultados de un seminario interdepartamental<br />

de la Facultad de Teología<br />

de la Universidad Pontificia Comillas.<br />

Se reeditan las Meditaciones (Ed.<br />

Ciudad Nueva) de Chiara Lubich, fundadora<br />

del movimiento de los Focolares.<br />

El prologuista de este libro, del<br />

que se han vendido más de un millón<br />

de ejemplares en todo el mundo, afirma<br />

que de la lectura del mismo reconstituye<br />

a las almas el anhelo a la<br />

unión con Dios y reúne a las criaturas<br />

en una comunidad de Iglesia viva.<br />

De un clásico de la moderna teología<br />

católica del siglo XX, Henri de Lubac,<br />

se relanza Budismo y cristianismo<br />

(Ed. Sígueme), un estudio comparado,<br />

crítico y abierto, de estas dos grandes<br />

religiones, que también son dos grandes<br />

movimientos intelectuales y sociales,<br />

partiendo de sus textos y evitando<br />

caer en prejuicios, en torno a temas<br />

como el ejercicio de la caridad, los<br />

símbolos iconográficos y las diversas<br />

apariencias.<br />

Del Hermano Roger de Taizé se<br />

presentan, en coedición Lumen-Edibesa,<br />

Escritos esenciales (Una confianza<br />

muy sencilla), seleccionados por<br />

Marcello Fidanzio; se trata de textos<br />

breves y sencillos, transparentes y<br />

místicos, en torno al amor y la unidad.<br />

Juan Meseguer Velasco en el librito<br />

La familia que viene (Ed. Rialp) expone<br />

algunas corrientes del pensamiento<br />

moderno que contribuyen a<br />

desvirtuar el concepto de familia, nacidas<br />

sobre todo a raíz de la revolución<br />

cultural de Mayo del 68; a continuación<br />

incluye una selección de textos<br />

(poemas, declaraciones a la prensa...)<br />

en los que pensadores, artistas y otras<br />

personas más o menos conocidas ponen<br />

de relieve la importancia de defender<br />

las ideas acerca del matrimonio<br />

y de la familia. ■<br />

1128


noticias<br />

■ HA MUERTO DIONI-<br />

SIO ARANZADI, S.J. (en<br />

la foto) el 13 de julio de<br />

2007. Este sacerdote de la<br />

Compañía de Jesús fue<br />

rector de la Universidad<br />

de Deusto (1977-1986), vicerrector<br />

de Euskera<br />

(1986-1996) y del Campus<br />

de San Sebastián (1989-<br />

2000), director del Instituto<br />

de Estudios Cooperativos<br />

(1993-1999), decano<br />

de la Facultad de Ciencias<br />

Políticas y Sociología. Dedicó<br />

la última parte de su<br />

vida, como vicepostulador,<br />

a la Causa de la canonización<br />

del Beato Francisco<br />

Gárate, quien según sus<br />

palabras, «nos dio la gran<br />

lección de ser extraordinario<br />

en el quehacer ordinario,<br />

lo que le convirtió en<br />

modelo para que toda la<br />

Universidad lograra su talante<br />

humanizador». Aranzadi<br />

es autor de varias publicaciones,<br />

entre las que<br />

destacan En la Escuela de<br />

lo Social, Lo Social y yo,<br />

Cooperativismo industrial<br />

como sistema, empresa y<br />

experiencia, El arte de ser<br />

empresario hoy o El arte<br />

de ser líder empresarial.<br />

1129<br />

Colaborador asiduo en diversas<br />

publicaciones con<br />

artículos sobre estudios<br />

cooperativos y aspectos<br />

económicos de los mismos,<br />

era miembro de número<br />

de la Real Sociedad<br />

Bascongada de Amigos<br />

del País.<br />

■ UN ELENCO DE FUEN-<br />

TES Y REVISTAS LITURGI-<br />

CAS, único en castellano,<br />

ha sido elaborado por el<br />

profesor Félix María Arocena,<br />

de la Facultad de Teología<br />

de la Universidad de<br />

Navarra, junto con el profesor<br />

de Liturgia José Luis<br />

Gutiérrez. Dicho elenco se<br />

incluyen en la página web<br />

de la Biblioteca del centro<br />

académico (www.unav.es/<br />

biblioteca/guias/referencialiturgia.html).<br />

El trabajo se<br />

organiza en torno a tres<br />

polos fundamentales: fuentes<br />

litúrgicas anteriores al<br />

Concilio de Trento, libros litúrgicos<br />

tridentinos, y libros<br />

litúrgicos del Concilio Vaticano<br />

II. Una última sección<br />

recoge las fuentes litúrgicas<br />

no romanas (rito hispano,<br />

galicano, ambrosiano y<br />

otras familias litúrgicas).<br />

Este elenco de fuentes de liturgias<br />

occidentales y revistas<br />

litúrgicas de la Biblioteca<br />

de la Universidad de Na-<br />

Cultura<br />

varra ha sido «diseñado<br />

con criterios científicos» y<br />

«cualquier interesado en la<br />

materia —explica el profesor<br />

Arocena— puede consultarlo<br />

de tal manera que es posible<br />

acceder rápida y eficazmente<br />

a las existencias<br />

bibliográficas disponibles<br />

en nuestra Biblioteca». El<br />

también profesor visitante<br />

de la Facultad de Teología<br />

San Dámaso, de Madrid, y<br />

miembro de la Asociación<br />

Española de Profesores de<br />

Liturgia, explica que más<br />

adelante «se irán incorporando<br />

selecciones de fuentes<br />

de referencia correspondientes<br />

a otras materias<br />

teológicas (exégesis, patrología…),<br />

las cuales no tienen<br />

por qué seguir necesariamente<br />

la estructura y exhaustividad<br />

de estas<br />

fuentes litúrgicas».<br />

■ «LOS ARCHIVOS DE<br />

LA INQUISICION», una<br />

película galardonada en diversos<br />

festivales internacionales,<br />

es distribuida en formato<br />

DVD por Karma<br />

Films. Se trata de un docudrama,<br />

rodado en España,<br />

Italia y Francia, con excelentes<br />

actores y una extraordinaria<br />

ambientación en escenarios<br />

naturales. En él se<br />

da también cabida a las<br />

opiniones de destacados<br />

especialistas en el tema,<br />

con el fin de arrojar luz sobre<br />

la leyenda negra de la<br />

Inquisición, para lo cual se<br />

ha recurrido a los archivos<br />

vaticanos. Con un respetuoso<br />

guión de David Rabimovitch,<br />

Manuel Serrano,<br />

Collin King y Michael<br />

Alcock, y dirigido por el<br />

primero de ellos, se explica<br />

una página de la historia,<br />

llena de terror, torturas y<br />

castigos para preservar a la<br />

Iglesia de los ataques enemigos.<br />

■<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 17


JMJ Sidney<br />

18 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

MADRID<br />

tomará el<br />

relevo de<br />

SIDNEY<br />

en 2011<br />

Veintidós años después de la «cumbre» juvenil de Santiago de Compostela (1989), España volverá a acoger,<br />

en Madrid, su capital, la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en agosto del 2011,<br />

según anunció el Papa Benedicto XVI, en la misa de clausura celebrada el 19 de julio en el hipódromo de Randwick<br />

de Sídney, ante unos 400.000 jóvenes, muchos de los cuales habían pasado la noche en vigilia, a cielo abierto,<br />

para no perder el sitio, en medio de conciertos y adoraciones eucarísticas. A primera hora de la mañana se fueron<br />

incorporando más jóvenes, que llegaron al lugar de la ceremonia tras haber recorrido a pie, entre cantares,<br />

los seis kilómetros que dista la ciudad del hipódromo. Para esa fecha, el Papa contará 84 años.<br />

El anuncio de la próxima Jornada<br />

Mundial de la Juventud suscitó una<br />

explosión de júbilo de los miles de<br />

jóvenes españoles presentes en la misa<br />

multitudinaria (unidos, vía satélite, a los<br />

1.500 jóvenes que siguieron el acto desde<br />

la madrileña catedral de la Almudena),<br />

que saltaban portando la bandera nacional,<br />

júbilo ahogado enseguida por el entusiasmo<br />

de unos 70.000 jóvenes europeos<br />

—que ven Madrid más a la mano<br />

que lo ha sido Sídney— y por la totalidad<br />

del público juvenil, así como por el resto<br />

de las personas asistentes a la misa, hasta<br />

la cifra de unos 400 a 500 mil, según<br />

estimaciones oficiales.<br />

«Ha llegado el momento de deciros<br />

adiós, o mejor dicho “arrivederci”», indicó<br />

el Papa, después del rezo del Angelus, al<br />

final de la Eucaristía. En medio del silencio,<br />

añadió: «Os doy las gracias a todos por<br />

haber venido a Sídney, y espero veros de<br />

nuevo dentro de tres años». Tras un breve<br />

silencio, el Papa añadió, sonriendo: «La<br />

Jornada Mundial de la Juventud del 2011<br />

tendrá lugar en Madrid, en España». En<br />

ese momento estalló el júbilo, y el arzobispo<br />

de Madrid, cardenal Rouco (que dirigía<br />

la sede compostelana cuando Juan<br />

Pablo II se reunió con los jóvenes, en<br />

1989) se acercaba al Papa, para agradecerle,<br />

en alemán, el nuevo gesto de afecto<br />

por España, después de haber estado en<br />

Valencia, en 2006, para el Encuentro<br />

Mundial de las Familias.<br />

En el curso de la misa de clausura, el<br />

Papa pidió a los jóvenes luchar contra la<br />

«indiferencia», el «cansancio espiritual», el<br />

«conformismo ciego del espíritu de nuestro<br />

tiempo», y les invitó a ser «profetas» y<br />

a dar vida a una «nueva generación de<br />

cristianos» para la «edificación de un<br />

mundo en el cual la vida sea acogida,<br />

respetada, y cuidada amorosamente, no<br />

rechazada o temida como una amenaza<br />

y, por ello, destruida». Sólo de este modo<br />

será posible, añadió, oponerse al «desierto<br />

espiritual» que en nuestra sociedad<br />

convive con la «prosperidad material».<br />

Durante la Misa, el Papa administró la<br />

Confirmación a 24 jóvenes de diversos<br />

países. Se rezó en alemán, vietnamita, sudanés<br />

y árabe. El Evangeliario fue llevado<br />

al altar mientras algunos danzantes aborígenes<br />

bailaban, ataviados con faldas de<br />

paja, bajo el palco, un escenario de<br />

30x40 metros rematado con una paloma,<br />

símbolo del Espíritu Santo, la persona<br />

divina que ha sido el hilo conductor<br />

de esta Jornada Mundial.<br />

1130


Degadación<br />

ambiental y... social<br />

Pero volvamos atrás, con la<br />

moviola. Tras descansar durante<br />

tres días, en una residencia<br />

privada de la Prelatura del<br />

Opus Dei, a 70 kilómetros de<br />

Sídney, Benedicto XVI comenzaba<br />

a cumplir su denso programa<br />

de actos con una misa<br />

privada en la capilla St. Mary<br />

de la catedral de Sídney, a primera<br />

hora de la mañana, tras<br />

lo cual el Papa consumió sus<br />

primer horas cumplimentando<br />

a las primeras autoridades de<br />

la vastísima nación australiana.<br />

Tras cumplir con este requisito<br />

obligado en todas sus visitas<br />

oficiales, el Papa se desplazó<br />

al muelle de Rose Bay, de<br />

Sídney, y subió a bordo de una<br />

nave, para atravesar la bahía<br />

de la ciudad, no sin antes ser<br />

saludado por un grupo de 47<br />

aborígenes, como guardia de<br />

honor, ya que según la tradición,<br />

los primitivos habitantes<br />

son los guardianes de la zona,<br />

encargados de acoger al huésped<br />

y poner en contacto con<br />

los jóvenes. En el navío acompañaban<br />

al Papa unas 500 personas.<br />

El Papa de pie, en la<br />

proa, con el viento levantándole<br />

la esclavina y «robándole» el<br />

solideo. La «papanave» atravesó<br />

la bahía de Sídney, seguida<br />

por 12 embarcaciones con miles de jóvenes<br />

a bordo.<br />

El buque atracó en el muelle de Barangaroo,<br />

donde le aguardaban miles de<br />

jóvenes, para la fiesta de la acogida. Saludaron<br />

al Papa el arzobispo de Sídney,<br />

George Pell, monseñor Philip Wilson,<br />

presidente de la Conferencia Episcopal<br />

Australiana, y el cardenal Stanislaw Rylko,<br />

presidente del Pontificio Consejo<br />

para los Laicos.<br />

Después de la lectura de un fragmento<br />

de la Biblia y las invocaciones al Espíritu<br />

Santo, en inglés, ruso, tailandés, alemán<br />

y español, el Pontífice pronunció un<br />

discurso, el primero de los dedicados a<br />

los jóvenes, en el que abordó el tema<br />

ecológico, ya anunciado durante el vuelo<br />

Roma-Sídney.<br />

Ceremonia de bienvenida.<br />

Vía Crucis.<br />

«Erosión, deforestación, despilfarro de<br />

los recursos minerales y marinos para<br />

alimentar un insaciable consumismo»,<br />

que hieren a la tierra y la transforman en<br />

una «amenaza» al hombre, fue la denuncia<br />

del Papa, que se preguntó «cómo<br />

puede lo que es bueno aparecer como<br />

amenaza». Una degradación medioambiental<br />

que el Papa equiparó con una degradación<br />

del ámbito social, al preguntarse<br />

«cómo explicarse la “violencia doméstica”<br />

contra madres y niños», y<br />

«cómo es posible que el espacio humano<br />

más hermoso y sacro, el seno materno,<br />

se haya convertido en lugar de violencia<br />

indefinible». Sin una profunda reflexión<br />

sobre la dignidad humana, desde el seno<br />

materno hasta la muerte natural, añadió<br />

el Papa, no es posible comprender las<br />

1131 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

JMJ Sidney<br />

preocupaciones por la no violencia,<br />

por el desarrollo sostenible,<br />

por la justicia y la paz,<br />

por el ambiente.<br />

La dificultad<br />

del diálogo<br />

El viernes 18 de julio, se<br />

abría una apretada jornada,<br />

cuya mañana se dedicó a sendos<br />

encuentros con representantes<br />

de Iglesias y confesiones<br />

cristianas y con líderes de<br />

otras religiones no cristianas.<br />

En declaraciones del portavoz<br />

del Papa, el padre Federico<br />

Lombardi, el rabino Jeremy<br />

Lawrence recordó, en presencia<br />

del Pontífice, los pasos dados<br />

para el acercamiento católico-hebreo,<br />

a partir de Juan<br />

XXIII, mientras que el jeque<br />

Mohamadu Saleem señaló el<br />

deber de trabajar «para sustituir<br />

el fundamentalismo del<br />

odio con el fundamentalismo<br />

del amor». Según Lombardi, el<br />

Papa se encuentra en buena<br />

forma, y satisfecho de cómo<br />

se desarrolla su visita.<br />

Con anterioridad, el Papa se<br />

había reunido con representantes<br />

de diversas confesiones<br />

cristianas, principalmente luteranos<br />

y anglicanos. Benedicto<br />

XVI señaló que el movimiento<br />

<strong>ecuménico</strong> «ha llegado<br />

a un punto crítico», el camino hacia la<br />

unidad de los cristianos «sigue siendo arduo»,<br />

aunque «podemos estar seguros de<br />

que un día podremos celebrar juntos la<br />

eucaristía». El Papa Ratzinger invitó a las<br />

otras Iglesias cristianas a no renunciar al<br />

diálogo sobre los contenidos de la fe por<br />

temor a descubrir demasiadas diferencias.<br />

«Debemos estar en guardia de contra<br />

toda tentación de considerar la doctrina<br />

fuente de división y por ello impedimento<br />

a lo que parece ser la más urgente<br />

e inmediata tarea para mejorar el mundo»,<br />

observó el Papa en el encuentro con<br />

el arzobispo anglicano de Sídney, Robert<br />

Forsythe, celebrado en la cripta de la catedral<br />

de Sídney.<br />

El Papa pasó por encima de las cuestiones<br />

más polémicas con el anglicanis-<br />

19


JMJ Sidney<br />

mo, como es la ordenación<br />

de mujeres obispos, de las<br />

que en Australia han sido<br />

ordenadas dos.<br />

La tarde del 18 de julio,<br />

tras almorzar con un grupo<br />

de doce jóvenes de diversos<br />

países, entre ellos el español<br />

Fidel Mateos Rodríguez,<br />

con los que departió «como<br />

un abuelo dulce y afectuoso»<br />

sobre la misión de los jóvenes<br />

en la Iglesia, el Papa se<br />

trasladó a pie, a la catedral<br />

de Sídney, para la celebración<br />

de un Vía Crucis, en la<br />

plaza adyacente, y por las<br />

calles de la ciudad. Un acto<br />

que siguieron 500 millones<br />

de personas por televisión<br />

No se trató de un simple<br />

Vía Crucis. Toda una escenografía,<br />

y una coreografía, con<br />

jóvenes encarnando el papel<br />

de los apóstoles y de otros<br />

testigos de la Pasión de Cristo.<br />

Cristo a dos metros de altura,<br />

en medio a los dos ladrones,<br />

mientras sobre la bahía<br />

de Sídney se abatía el<br />

viento gélido del crepúsculo.<br />

El Obispo de Roma leyó la<br />

oración al final de la primera<br />

estación, y seguidamente siguió<br />

el resto del acto a través<br />

de una televisión instalada en<br />

la cripta de la catedral.<br />

La jornada concluyó con un encuentro<br />

del Papa con un grupo de jóvenes inadaptados,<br />

de la comunidad de recuperación<br />

de la Universidad de Notre Dame.<br />

Pederastia: afrontar<br />

el peso de la ley<br />

Benedicto XVI cumplió con creces la<br />

promesa anunciada durante el vuelo<br />

Roma-Sídney, y abordó el grave problema<br />

de los sacerdotes pederastas durante<br />

la celebración de la Misa con los obispos<br />

australianos, seminaristas, novicios y<br />

novicias, celebrada el sábado 19 de julio,<br />

en la catedral de Sídney, en el curso de la<br />

cual se consagró un nuevo altar.<br />

El Papa fue más lejos incluso que en<br />

Estados Unidos. En Sídney, el Obispo de<br />

Roma, que dijo compartir «el dolor y los<br />

Multitudinaria misa de clausura en el hipódromo de Randwick.<br />

sufrimientos de las victimas, que deben<br />

recibir compasión y atenciones», condenó<br />

de forma inequívoca a los sacerdotes pederastas,<br />

que «deben ser llevados ante la<br />

justicia», para hacer frente a la vergüenza<br />

que han comportado sus acciones.<br />

El australiano no es un caso reducido,<br />

aunque de proporciones menores que el<br />

de los Estados Unidos. Según una asociación<br />

de víctimas de abusos sexuales,<br />

la «Broken Rites», ya han sido condenados<br />

por violencia sobre menores 107 sacerdotes<br />

y religiosos católicos en Australia,<br />

y hay otros procesos en curso.<br />

El Papa escogió una sede solemne<br />

para lanzar su alegato contra los curas<br />

pederastas, ante la Conferencia Episcopal<br />

Australiana en pleno. Tras desear una renovación<br />

de la entera Iglesia en Australia,<br />

el Papa Benedicto XVI continuó diciendo<br />

que «deseo hacer aquí una pausa para<br />

reconocer la vergüenza que todos hemos<br />

20 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

sentido a causa de los abusos<br />

sexuales sobre menores<br />

por parte de algunos sacerdotes<br />

o religiosos de esta<br />

nación». Benedicto XVI destacó<br />

como «urgente prioridad»<br />

la de «promover un<br />

ambiente más sano y seguro,<br />

especialmente para los<br />

jóvenes».<br />

Por la tarde, el Papa participó<br />

en la Vigilia de los jóvenes,<br />

celebrada en el hipódromo<br />

de Sídney, donde al<br />

día siguiente se clausuraría<br />

la XXIII Jornada Mundial de<br />

la Juventud. El acto comenzó<br />

cuando se iluminó el escenario<br />

con una luz llevada<br />

por bailarines que imitaban<br />

la apertura al Espíritu Santo.<br />

Seguidamente se llevó al<br />

podio la gran cruz de madera<br />

que preside todas las Jornadas<br />

de los jóvenes. Más<br />

tarde apareció Benedicto<br />

XVI, acompañado por<br />

doce jóvenes peregrinos,<br />

mientras por los altavoces<br />

sonaba el himno de Nuestra<br />

Señora de la Cruz del Sur.<br />

En su discurso, ante un<br />

cuarto de millón de jóvenes,<br />

el Papa explicó que el Espíritu<br />

Santo es «la persona olvidada<br />

de la Santísima Trinidad»,<br />

cuya misión es la de «cumplir la tarea<br />

de Cristo», e invitó a los jóvenes a<br />

recibir sus siete dones: sabiduría, fortaleza,<br />

ciencia y tantos otros que el mundo<br />

necesita de forma especial.<br />

El Papa, en fin, invitó a los jóvenes a<br />

que «vuestra fe madure a través del estudio,<br />

el trabajo, el deporte, la música y el<br />

arte. A que se sostenga en la oración y es<br />

alimente en los sacramentos». Terminada<br />

el acto, el Papa abandonó el hipódromo.<br />

No así la mayoría de los jóvenes, que velaron<br />

durante toda la noche, para no perder<br />

el puesto de cara a la Misa de clausura.<br />

Mientras tanto, la noche se iluminaba<br />

con miles de puntos e luz, decenas de miles<br />

de antorchas, que se agitaban al ritmo<br />

de la música, como ondas de un océano<br />

agitado por un temporal. ■<br />

Miguel Angel Agea<br />

Ciudad del Vaticano<br />

1132


Santidad: Con profunda y<br />

sincera alegría os saludo<br />

junto con el distinguido<br />

séquito que os acompaña, y<br />

me es cosa grata hacerlo con<br />

palabras tomadas de la II Carta<br />

de San Pedro: «A los que<br />

por la justicia de nuestro Dios<br />

y Salvador Jesucristo les ha<br />

cabido en suerte una fe tan<br />

preciosa como la nuestra, a<br />

vosotros gracia y paz abundantes<br />

por el conocimiento de<br />

nuestro Señor» (1, 1-2). La celebración<br />

de los Santos Pedro<br />

y Pablo, patronos de la Iglesia<br />

de Roma, al igual que la de<br />

San Andrés, patrono de la<br />

Iglesia de Constantinopla, nos<br />

depara cada año la posibilidad<br />

de un intercambio de visitas,<br />

que siempre se revelan<br />

ocasiones importantes de conversaciones<br />

fraternales y de momentos de oración<br />

en común. De esta manera crece el<br />

conocimiento recíproco, se armonizan<br />

las iniciativas y aumenta la esperanza,<br />

que a todos nos anima, de poder alcanzar<br />

pronto la plena unidad, en obediencia<br />

al mandato del Señor.<br />

Este año, aquí, en Roma, a la fiesta<br />

patronal se le añade la feliz circunstancia<br />

de la inauguración del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, que<br />

he querido convocar para conmemorar<br />

el bimilenario del nacimiento de San Pablo<br />

con la intención de fomentar una reflexión<br />

cada vez más profunda acerca<br />

del legado teológico y espiritual que<br />

dejó a la Iglesia el Apóstol de las Gentes<br />

con su amplia y profunda labor evangelizadora.<br />

He tenido la alegría de saber<br />

que también Vuestra Santidad ha convocado<br />

un <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>. Tan feliz coincidencia<br />

pone de relieve las raíces de<br />

nuestra común vocación cristiana y la<br />

significativa sintonía que estamos viviendo<br />

de sentimientos y <strong>compromiso</strong>s pastorales.<br />

Doy gracias por ello al Señor Jesucristo,<br />

que con la fuerza de su Espíritu<br />

dirige nuestros pasos hacia la unidad.<br />

1133<br />

San Pablo nos recuerda que la plena<br />

comunión entre todos los cristianos tiene<br />

su fundamento en «un solo Señor,<br />

una sola fe, un solo bautismo» (Ef 4, 5).<br />

¡Que la fe común, el único Bautismo<br />

para el perdón de los pecados y la obediencia<br />

al único Señor y Salvador puedan,<br />

pues, expresarse cuanto antes y en<br />

plenitud en la dimensión comunitaria y<br />

eclesial! «Un solo cuerpo y un solo Espíritu»,<br />

afirma el Apóstol de las Gentes, y<br />

añade: «... como una es la esperanza a<br />

que habéis sido llamados» (Ef 4, 4). Pero,<br />

además, San Pablo nos indica un medio<br />

seguro para mantener la unidad y, en<br />

caso de división, para componerla de<br />

nuevo. El Decreto sobre ecumenismo del<br />

Concilio Vaticano II retoma la indicación<br />

paulina y la propone nuevamente en el<br />

contexto de la labor ecuménica, haciendo<br />

referencia a las palabras —tan densas<br />

como permanentemente actuales— de la<br />

Carta a los Efesios: «Os exhorto, pues,<br />

yo, preso por el Señor, a que viváis de<br />

una manera digna de la vocación con<br />

que habéis sido llamados, con toda humildad,<br />

mansedumbre y paciencia, soportándoos<br />

unos a otros por amor, po-<br />

Documentación<br />

<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> y <strong>compromiso</strong> <strong>ecuménico</strong><br />

Discurso de Benedicto XVI al Patriarca Ecuménico Bartolomé I en la solemnidad<br />

de los apóstoles San Pedro y San Pablo, y de la apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> (28-6-2008)<br />

Dos instantáneas de Bartolomé I y Benedicto XVI<br />

en la apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>.<br />

niendo empeño en conservar<br />

la unidad del Espíritu con el<br />

vínculo de la paz» (4, 1-3).<br />

San Pablo no duda a la hora<br />

de amonestar severamente a<br />

los cristianos de Corinto, entre<br />

los cuales habían nacido disensiones,<br />

para que sean unánimes<br />

al hablar, para que desaparezcan<br />

las divisiones entre<br />

ellos y para que cultiven una<br />

unión perfecta de pensamiento<br />

y de intenciones (cf. 1 Co 1, 10).<br />

En este mundo nuestro, en el<br />

que va consolidándose el fenómeno<br />

de la globalización aun<br />

cuando persisten divisiones y<br />

conflictos, acusa el hombre una<br />

necesidad creciente de certezas<br />

y de paz, pero, al mismo tiempo,<br />

se extravía y queda casi<br />

atrapado por cierta cultura hedonista<br />

y relativista que pone en tela de<br />

juicio la propia existencia de la verdad.<br />

Las indicaciones del Apóstol a este respecto<br />

son harto propicias para alentar<br />

los esfuerzos encaminados a la plena<br />

unidad entre los cristianos, tan necesaria<br />

para proporcionar a los hombres del<br />

tercer milenio un testimonio cada vez<br />

más luminoso de Cristo Camino, Verdad<br />

y Vida. Sólo en Cristo y en su Evangelio<br />

puede la humanidad hallar respuesta a<br />

sus expectativas más íntimas.<br />

Que el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, que se inaugurará<br />

solemnemente esta tarde, ayude al<br />

pueblo cristiano a renovar el <strong>compromiso</strong><br />

<strong>ecuménico</strong>, y que se intensifiquen las<br />

iniciativas comunes en el camino hacia la<br />

comunión entre todos los discípulos de<br />

Cristo. De ese camino vuestra presencia<br />

hoy aquí constituye ciertamente una<br />

alentadora señal. Por eso expreso una<br />

vez más a todos vosotros mi profunda<br />

alegría, al tiempo que elevamos juntos al<br />

Señor nuestra oración agradecida. ■<br />

(Original italiano procedente del archivo<br />

informático de la Santa Sede; traducción<br />

de ECCLESIA)<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 21


Documentación<br />

San Pablo, maestro de los gentiles,<br />

apóstol y heraldo de Jesucristo<br />

Homilía de Benedicto XVI en las Primeras Vísperas de la solemnidad de los apóstoles San<br />

Pedro y San Pablo, celebradas en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma (28-6-2008)<br />

Santidad y delegados<br />

fraternos, señores cardenales,<br />

venerados hermanos<br />

en el episcopado y<br />

en el sacerdocio, queridos<br />

hermanos y hermanas: Nos<br />

hallamos reunidos ante la<br />

tumba de San Pablo, quien<br />

nació hace dos mil años en<br />

Tarso de Cilicia, en la actual<br />

Turquía. ¿Quién era aquel<br />

Pablo? En el Templo de Jerusalén,<br />

ante el gentío acalorado<br />

que quiere matarlo, se<br />

presenta con estas palabras:<br />

«Yo soy judío, nacido en Tarso<br />

de Cilicia, pero educado<br />

en esta ciudad, instruido a<br />

los pies de Gamaliel en la<br />

exacta observancia de la ley<br />

de nuestros padres; estaba<br />

lleno de celo por Dios…»<br />

(Hch 22, 3). Al final de su camino dirá<br />

de sí mismo: «Yo he sido constituido<br />

[…] maestro de los gentiles en la fe y<br />

en la verdad» (1 Tm 2, 7; cf. 2 Tm 1,<br />

11). Maestro de los gentiles, apóstol y<br />

heraldo de Jesucristo: así se caracteriza<br />

a sí mismo dirigiendo una mirada<br />

retrospectiva al itinerario de su vida,<br />

aunque, al hacerlo, su mirada no se<br />

detiene tan sólo en el pasado. «Maestro<br />

de los gentiles»: esta palabra se<br />

abre al futuro, hacia todos los pueblos<br />

y generaciones. Pablo no es para nosotros<br />

una figura del pasado a la que<br />

recordar con veneración. Es también<br />

nuestro maestro, apóstol y heraldo de<br />

Jesús para nosotros también.<br />

No estamos reunidos, pues, para<br />

reflexionar sobre una historia pasada,<br />

irrevocablemente superada. Pablo<br />

quiere hablar con nosotros hoy. Por<br />

eso he querido convocar este «<strong>Año</strong><br />

Benedicto XVI y Bartolomé I, con representantes de iglesias cristianas<br />

participaron en la inauguración al <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> en una ceremonia<br />

litúrgica celebrada en la basílica de San Pablo Extramuros.<br />

<strong>Paulino</strong>» especial: para escucharlo y<br />

para aprender ahora de él, como maestro<br />

nuestro, «la fe y la verdad», en las<br />

que radican las razones de la unidad<br />

entre los discípulos de Cristo. Bajo este<br />

punto de vista he querido encender,<br />

en este bimilenario del nacimiento del<br />

Apóstol, una «Llama Paulina» especial<br />

que permanecerá encendida durante<br />

todo el año en un brasero a ello destinado,<br />

ubicado en el cuadripórtico de<br />

esta basílica. Para solemnizar esta efeméride<br />

he inaugurado también la que<br />

se denomina «Puerta Paulina», a través<br />

de la cual he penetrado en la basílica<br />

acompañado por el Patriarca de Constantinopla,<br />

por el Cardenal Arcipreste y<br />

por otras autoridades religiosas. Es<br />

para mí motivo de íntima alegría el hecho<br />

de que la apertura del «<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>»<br />

asuma un particular carácter <strong>ecuménico</strong><br />

por la presencia de numerosos<br />

22 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

delegados y representantes<br />

de otras Iglesias y Comunidades<br />

eclesiales, a quienes<br />

recibo con el corazón abierto.<br />

Saludo en primer lugar a<br />

Su Santidad el Patriarca Bartolomé<br />

I y a los miembros<br />

de la delegación que lo<br />

acompañan, así como al nutrido<br />

grupo de laicos que<br />

han acudido de varias regiones<br />

del mundo para vivir<br />

con él y con todos nosotros<br />

estos momentos de oración<br />

y de reflexión. Saludo a los<br />

delegados fraternos de las<br />

Iglesias especialmente relacionadas<br />

con el apóstol Pablo<br />

—Jerusalén, Antioquía,<br />

Chipre, Grecia—, que constituyen<br />

el ambiente geográfico<br />

de la vida del apóstol antes<br />

de su llegada a Roma. Saludo cordialmente<br />

a los hermanos de las diferentes<br />

Iglesias y Comunidades eclesiales<br />

de Oriente y Occidente y a cuantos habéis<br />

querido participar en este solemne<br />

inicio del <strong>Año</strong> dedicado al Apóstol<br />

de las Gentes.<br />

Nos hallamos, pues, aquí reunidos<br />

para interrogarnos acerca del gran<br />

Apóstol de las gentes. No nos preguntamos<br />

tan sólo quién era Pablo,<br />

sino, sobre todo, quién es Pablo, qué<br />

me dice a mí. En este momento, al inicio<br />

de este «<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>» que estamos<br />

inaugurando, quisiera escoger, del<br />

amplio testimonio que aporta el Nuevo<br />

Testamento, tres textos en los que<br />

se nos muestra su fisonomía interior,<br />

la especificidad de su carácter. En la<br />

Carta a los Gálatas nos brinda una<br />

profesión de fe muy personal, en la<br />

que abre su corazón ante los lectores<br />

1134


de todos los tiempos y revela cuál es<br />

la motivación más íntima de su vida:<br />

«Vivo en la fe del Hijo de Dios que me<br />

amó y se entregó a sí mismo por mí»<br />

(Ga 2, 20). Todo lo que hace Pablo<br />

procede de este centro. Su fe es la experiencia<br />

de ser amado por Jesucristo<br />

de manera totalmente personal; es la<br />

toma de conciencia de que Cristo<br />

afrontó la muerte no por algo anónimo,<br />

sino por amor a él —a Pablo—, y,<br />

como resucitado, sigue amándolo, es<br />

decir que Cristo se entregó a sí mismo<br />

por él. Su fe estriba en ser alcanzado<br />

por el amor de Jesucristo, un amor<br />

que lo trastorna hasta lo más íntimo y<br />

lo transforma. Su fe no es una teoría,<br />

una opinión acerca de Dios y del<br />

mundo. Su fe es el impacto del amor<br />

de Dios en su corazón. Y así esa misma<br />

fe es amor a Jesucristo.<br />

Muchos presentan a Pablo como<br />

un hombre combativo, diestro en manejar<br />

la espada de la palabra. Y verdad<br />

es que en su camino de apóstol no le<br />

faltaron disputas. No persiguió una<br />

armonía superficial. En la primera de<br />

sus cartas, la dirigida a los Tesalonicenses,<br />

él mismo afirma: «Tuvimos la<br />

valentía de predicaros el Evangelio de<br />

Dios entre frecuentes luchas […] Nunca<br />

nos presentamos, bien lo sabéis,<br />

con palabras aduladoras» (1 Ts 2, 2.5).<br />

Para él, la verdad era demasiado grande<br />

como para estar dispuesto a sacrificarla<br />

en aras de un éxito externo. La<br />

verdad que había experimentado en el<br />

encuentro con el Resucitado bien merecía<br />

de él la lucha, la persecución, el<br />

sufrimiento. Pero lo que lo motivaba<br />

en su ser más íntimo era ser amado<br />

por Jesucristo y el deseo de transmitir<br />

a otros ese amor. Pablo era un hombre<br />

alcanzado por un gran amor, y<br />

toda su acción y sufrimiento sólo se<br />

explican partiendo de ese centro. Los<br />

conceptos básicos de su anuncio únicamente<br />

se comprenden sobre esta<br />

base. Tomemos por ejemplo una sola<br />

de sus palabras clave: la libertad. La<br />

experiencia de verse amado hasta el<br />

extremo por Cristo le había abierto los<br />

ojos acerca de la verdad y del camino<br />

de la existencia humana: se trataba de<br />

una experiencia que lo abrazaba todo.<br />

Pablo era libre como hombre amado<br />

por Dios que, en virtud de Dios, estaba<br />

capacitado para amar junto con él.<br />

1135<br />

Ese amor es ahora la «ley» de su vida,<br />

y precisamente como tal es la libertad<br />

de su vida. Habla y actúa impulsado<br />

por la responsabilidad del amor. Libertad<br />

y responsabilidad únense aquí<br />

inseparablemente. Como se mantiene<br />

en la responsabilidad del amor, es libre;<br />

como es alguien que ama, vive<br />

totalmente en la responsabilidad de<br />

ese amor y no considera la libertad un<br />

pretexto para el arbitrio y el egoísmo.<br />

En ese mismo espíritu formuló Agustín<br />

la frase que se haría famosa: «Dilige<br />

et quod vis fac» (Tract. in I Jo. 7, 7-8)<br />

—«Ama y haz lo que quieras»—. Quien<br />

ama a Cristo como Pablo lo amó puede<br />

hacer realmente lo que quiera,<br />

pues su amor está unido a la voluntad<br />

de Cristo y, por ende, a la de Dios;<br />

porque su voluntad está anclada en la<br />

verdad y porque su voluntad ya no es<br />

mera voluntad suya, albedrío del yo<br />

autónomo, sino que está integrada en<br />

la libertad de Dios y ésta le proporciona<br />

la ruta que debe recorrer.<br />

Documentación<br />

En esta búsqueda de la fisonomía<br />

interior de San Pablo quisiera, en segundo<br />

lugar, recordar la palabra que<br />

Cristo resucitado le dirigió en el camino<br />

de Damasco. Primero el Señor<br />

le pregunta: «Saúl, Saúl, ¿por qué me<br />

persigues?». A la pregunta: «¿Quién<br />

eres, Señor?» le sigue la respuesta:<br />

«Yo soy Jesús, a quien tú persigues»<br />

(Hch 9, 4s.). Al perseguir a la Iglesia,<br />

Pablo persigue al propio Jesús. «Tú<br />

me persigues»: Jesús se identifica con<br />

la Iglesia en un sujeto único. En esta<br />

exclamación del Resucitado, que<br />

cambió la vida de Saulo, ya está prácticamente<br />

presente toda la doctrina<br />

acerca de la Iglesia como Cuerpo de<br />

Cristo. Cristo no se retiró al cielo dejando<br />

en la tierra a una legión de seguidores<br />

para que impulsaran «su<br />

causa». La Iglesia no es una asociación<br />

que pretenda promover una determinada<br />

causa. En ella no se trata<br />

de una causa, sino de la persona de<br />

Jesucristo, que incluso resucitado sigue<br />

siendo «carne». Tiene «carne y<br />

huesos» (Lc 24, 39), como el propio<br />

Resucitado afirma en Lucas ante los<br />

discípulos que lo habían considerado<br />

un espíritu. Tiene cuerpo. Está personalmente<br />

presente en su Iglesia, pues<br />

«Cabeza y Cuerpo» forman un solo<br />

sujeto, como dirá Agustín. «¿No sabéis<br />

que vuestros cuerpos son miembros<br />

de Cristo?», escribe Pablo a los<br />

Corintios (1 Co 6, 15). Y añade: Al<br />

igual que, según el Libro del Génesis,<br />

el hombre y la mujer se hacen una<br />

sola carne, así Cristo se hace con los<br />

suyos un solo espíritu, es decir un<br />

único sujeto en el mundo nuevo de la<br />

Resurrección (cf. 1 Co 6, 16ss.). En<br />

todo ello se trasluce el misterio eucarístico,<br />

en el que Cristo entrega continuamente<br />

su Cuerpo y hace de nosotros<br />

su Cuerpo: «El pan que partimos<br />

¿no es comunión con el cuerpo de<br />

Cristo? Porque aun siendo muchos,<br />

un solo pan y un solo cuerpo somos,<br />

pues todos participamos de un solo<br />

pan» (1 Co 10, 16s). Con estas palabras<br />

se dirige a nosotros, en este momento,<br />

no sólo Pablo, sino el propio<br />

Señor: «¿Cómo habéis podido desgarrar<br />

mi Cuerpo?». Ante el rostro de<br />

Cristo, esta palabra se convierte al<br />

mismo tiempo en petición urgente:<br />

«Congregános de todas las divisiones.<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 23


Documentación<br />

Haz que hoy se haga de nuevo realidad<br />

que “hay un solo pan: por eso,<br />

aun siendo muchos, un solo cuerpo<br />

somos”». Según Pablo, la palabra<br />

acerca de la Iglesia como Cuerpo de<br />

Cristo no es una comparación cualquiera,<br />

sino que supera con creces<br />

cualquier comparación. «¿Por qué me<br />

persigues?». Continuamente Cristo<br />

nos atrae al interior de su Cuerpo,<br />

edifica su Cuerpo partiendo del centro<br />

eucarístico, que es según Pablo el<br />

centro de la existencia cristiana, en<br />

virtud del cual todos y cada uno pueden<br />

experimentar de manera completamente<br />

personal: «Me amó y se entregó<br />

a sí mismo por mí».<br />

Quisiera concluir con una palabra<br />

tardía de San Pablo: una exhortación a<br />

Timoteo desde la cárcel, ante la muerte.<br />

«Soporta conmigo los sufrimientos<br />

por el Evangelio», le dice el Apóstol a<br />

sus discípulo (2 Tm 1, 8). Esta palabra,<br />

puesta al final de los caminos recorridos<br />

por el Apóstol como un testamento,<br />

remite al inicio de su misión.<br />

Cuando, tras su encuentro con el Resucitado,<br />

Pablo se hallaba ciego en su<br />

alojamiento de Damasco, Ananías recibió<br />

el encargo de visitar al temido<br />

perseguidor y de imponerle las manos<br />

para que recobrara la vista. La objeción<br />

de Ananías de que aquel Saulo<br />

era un peligroso perseguidor de cristianos<br />

tuvo como respuesta: Este me<br />

es un instrumento de elección que lleve<br />

mi nombre ante los gentiles y los<br />

reyes. «Yo le mostraré todo lo que<br />

tendrá que padecer por mi nombre»<br />

(Hch 9, 15s). El encargo del anuncio y<br />

la llamada a padecer por Cristo son<br />

indisociables. La llamada a convertirse<br />

en maestro de las gentes es, contemporánea<br />

e intrínsecamente, una llamada<br />

al sufrimiento en la comunión con<br />

Cristo, que nos redimió mediante su<br />

pasión. En un mundo en el que la<br />

mentira se hace fuerte, la verdad se<br />

paga con el sufrimiento. Quien pretende<br />

esquivar el sufrimiento, mantenerlo<br />

alejado de sí, mantiene alejada<br />

la propia vida con toda su grandeza;<br />

no puede ser servidor de la verdad ni,<br />

por ende, de la fe. No hay amor sin<br />

sufrimiento: sin el sufrimiento de la<br />

renuncia a sí mismo, de la transformación<br />

y de la purificación del yo con<br />

vistas a la libertad auténtica. Donde<br />

no hay nada para lo que valga la pena<br />

sufrir, la misma vida acaba perdiendo<br />

su valor. La Eucaristía —el centro de<br />

nuestro ser cristiano— se basa en el<br />

sacrificio de Jesús por nosotros; nació<br />

del sufrimiento del amor, que en la<br />

cruz tuvo su cima. De ese amor que se<br />

entrega vivimos nosotros. El nos da<br />

valor y fortaleza para sufrir con Cristo<br />

y por él en este mundo, sabiendo que<br />

precisamente así nuestra vida se vuelve<br />

grande, madura y verdadera. A la<br />

luz de todas las cartas de San Pablo<br />

vemos hasta qué punto se cumplió,<br />

en su camino de maestro de las gentes,<br />

la profecía hecha a Ananías en el<br />

momento de su llamada: «Yo le mostraré<br />

todo lo que tendrá que padecer<br />

por mi nombre». Su sufrimiento lo<br />

24 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

hace creíble como maestro de verdad<br />

que no busca el interés propio, la propia<br />

gloria, la satisfacción personal,<br />

sino que se consagra a aquél que nos<br />

amó y que se entregó a sí mismo por<br />

nosotros.<br />

En este momento, damos gracias al<br />

Señor por haber llamado a Pablo,<br />

convirtiéndolo en luz de las gentes y<br />

maestro de todos nosotros y le rogamos:<br />

Danos hoy también testigos de<br />

la Resurrección, alcanzados por tu<br />

amor y capaces de traer la luz del<br />

Evangelio a nuestro tiempo. San Pablo,<br />

ruega por nosotros. Amén. ■<br />

(Original italiano procedente del archivo<br />

informático de la Santa Sede;<br />

traducción de ECCLESIA)<br />

San Pablo, forjador<br />

del fundamento católico<br />

de la Iglesia ecuménica<br />

Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I<br />

en las Primeras Vísperas de la solemnidad<br />

de los apóstoles San Pedro y San Pablo, celebradas en la<br />

Basílica de San Pablo Extramuros de Roma (28-6-2008)<br />

antidad, amado hermano en Cristo y vosotros todos, fieles en el Señor: Anima-<br />

Sdos por una alegría llena de solemnidad, nos hallamos reunidos para la oración<br />

de las Vísperas en este antiguo y espléndido templo de San Pablo Extramuros, en<br />

presencia de numerosos y devotos peregrinos venidos del mundo entero para la<br />

gozosa inauguración oficial del <strong>Año</strong> de San Pablo, el Apóstol de las Gentes.<br />

La conversión radical y el kérygma apostólico de Saulo de Tarso «sacudieron» la<br />

historia en el sentido literal de la palabra y forjaron la propia identidad de la cristiandad.<br />

Aquel gran hombre influyó profundamente en Padres clásicos de la Iglesia<br />

como San Juan Crisóstomo en Oriente y San Agustín de Hipona en Occidente.<br />

Aunque nunca se encontró personalmente con Jesús de Nazaret, San Pablo recibió<br />

directamente el Evangelio «por revelación de Jesucristo» (Ga 1, 11-12).<br />

Este sagrado lugar extramuros resulta indudablemente harto indicado para<br />

conmemorar y celebrar a un hombre que estableció una alianza entre la lengua<br />

griega y la mentalidad romana de su tiempo, despojando a la cristiandad, de una<br />

vez por todas, de toda restricción mental, y forjando para siempre el fundamento<br />

cristiano de la Iglesia ecuménica.<br />

Hacemos votos por que la vida y las cartas de San Pablo sigan siendo para nosotros<br />

fuente de inspiración para que todas las gentes obedezcan a la fe en Cristo<br />

(cf. Rm 16, 27). ■<br />

1136


Por un perfecto allanamiento<br />

del camino del diálogo <strong>ecuménico</strong><br />

Homilía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I<br />

en la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo (29-6-2008)<br />

Santidad: Con la alegría y la emoción<br />

aún vivas por la personal y<br />

bendita participación de Vuestra<br />

Santidad en la fiesta patronal de Constantinopla<br />

en conmemoración de San<br />

Andrés apóstol, el Primer Llamado, en<br />

noviembre de 2006, nos hemos movido<br />

«con paso exultante», desde el Fanar de<br />

la Nueva Roma, para venir a visitaros y<br />

para participar en vuestra alegría en la<br />

fiesta patronal de la Antigua Roma. Y<br />

hemos venido a vos «con la plenitud de<br />

las bendiciones de Cristo» (Rm 15, 29),<br />

devolviendo el honor y el amor, celebrando<br />

junto con nuestro hermano<br />

predilecto de la tierra de Occidente «a<br />

los seguros e inspirados heraldos, a los<br />

corifeos de los discípulos del Señor» los<br />

Santos apóstoles Pedro, hermano de<br />

Andrés, y Pablo; a estas dos inmensas<br />

columnas centrales de toda la Iglesia,<br />

que se elevan hacia el cielo y que en<br />

esta histórica ciudad dieron también su<br />

postrera y resplandeciente confesión de<br />

Cristo y entregaron aquí su alma al Señor<br />

por medio del martirio, uno a través<br />

de la cruz y otro con la espada,<br />

santificando esta ciudad.<br />

Saludamos pues, con amor profundísimo<br />

y devoto, de parte de la Santísima<br />

Iglesia de Constantinopla y de sus<br />

hijos diseminados por el mundo, a<br />

Vuestra Santidad, querido hermano,<br />

deseando de corazón «a todos los<br />

amados de Dios que estáis en Roma»<br />

(Rm 1, 7) que gocéis de buena salud,<br />

paz y prosperidad y que avancéis día y<br />

noche hacia la salvación «con espíritu<br />

fervoroso, sirviendo al Señor, con la<br />

alegría de la esperanza, constantes en<br />

la tribulación, perseverantes en la oración»<br />

(Rm 12, 11-12).<br />

En ambas Iglesias, Santidad, honramos<br />

debidamente y veneramos mucho<br />

a Pedro, que pronunció una confesión<br />

salvífica de la divinidad de Cristo, y a<br />

1137<br />

Pablo, vaso de elección que proclamó<br />

dicha confesión y fe hasta los confines<br />

del universo, en medio de las más inimaginables<br />

dificultades y problemas.<br />

Celebramos su memoria desde el año<br />

de la salvación 258 en adelante, el 29<br />

de junio, tanto en Occidente como en<br />

Oriente, donde los días anteriores, siguiendo<br />

la tradición de la Iglesia antigua,<br />

también nos hemos preparado<br />

con el ayuno observado en su honor.<br />

Para subrayar más aún su igual valor,<br />

pero también por su importancia en la<br />

Iglesia y en su obra regeneradora y<br />

salvífica a través de los siglos, Oriente<br />

suele honrarlos también mediante un<br />

icono común en el que se los representa<br />

llevando en sus santas manos un<br />

pequeño velero, símbolo de la Iglesia,<br />

o abrazándose e intercambiando el<br />

beso en Cristo.<br />

Ese es precisamente el beso que hemos<br />

venido a intercambiar con Vuestra<br />

Santidad, subrayando el deseo ardiente<br />

en Cristo y el amor, cosas éstas que<br />

nos tocan de cerca a unos y a otros.<br />

El diálogo teológico entre nuestras<br />

Iglesias «en la fe, la verdad y el amor»,<br />

prosigue gracias a la ayuda divina, pese<br />

a las notables dificultades que persisten<br />

y a cuestiones problemáticas. Deseamos<br />

sinceramente y rezamos mucho<br />

para que tales dificultades se vean superadas<br />

y los problemas solucionados<br />

lo más rápidamente posible, con el fin<br />

de alcanzar el objeto de nuestro deseo<br />

final, para gloria de Dios.<br />

Semejante deseo bien sabemos que<br />

es también el de Vuestra Santidad,<br />

como también estamos seguros de<br />

que no escatimaréis esfuerzo alguno,<br />

trabajando personalmente, junto con<br />

vuestros ilustres colaboradores, por un<br />

allanamiento perfecto del camino hacia<br />

la culminación positiva —si Dios quiere—<br />

de los trabajos del diálogo.<br />

Documentación<br />

Santidad: Hemos proclamado 2008<br />

«<strong>Año</strong> del apóstol Pablo», tal y como<br />

vos hacéis desde este día hasta el año<br />

que viene, al cumplirse el bimilenario<br />

del nacimiento del Gran Apóstol. En el<br />

marco de las correspondientes celebraciones<br />

de este aniversario, además<br />

de venerar el lugar exacto de su martirio,<br />

tenemos programada, entre otras<br />

iniciativas, una sagrada peregrinación a<br />

algunos monumentos de la actividad<br />

evangélica del Apóstol en Oriente,<br />

como Efeso, Perge y otras ciudades del<br />

Asia Menor, pero también a Rodas y a<br />

Creta, y más concretamente a la localidad<br />

de esta última isla denominada<br />

Buenos Puertos. Santidad: Tened la seguridad<br />

de que en tan santo itinerario<br />

también estaréis presente, caminando<br />

espiritualmente con nosotros, y que en<br />

cada lugar elevaremos una fervorosa<br />

oración por vos y por nuestros hermanos<br />

de la Iglesia romano-católica, dirigiendo<br />

una encarecida súplica por vos<br />

con la intercesión del divino Pablo ante<br />

el Señor.<br />

Y ahora, venerando los padecimientos<br />

y la cruz de Pedro y abrazando las<br />

cadenas y los estigmas de Pablo, honrando<br />

la confesión y el martirio y la venerada<br />

muerte de ambos por el Nombre<br />

del Señor, que lleva realmente a la<br />

Vida, glorificamos al Dios tres veces<br />

santo y le rogamos que, por intercesión<br />

de sus protocorifeos, dé a nosotros<br />

y a todos los hijos de la Iglesia ortodoxa<br />

y romano-católica diseminados<br />

por el mundo, aquí abajo, «la unión de<br />

la fe y la comunión del Espíritu Santo»<br />

con el «vínculo de la paz», y allá arriba,<br />

en cambio, la vida eterna y la gran misericordia.<br />

Amén. ■<br />

(Original italiano procedente del archivo<br />

informático de la Santa Sede; traducción<br />

de ECCLESIA)<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 25


Documentación<br />

El abrazo de los dos grandes apóstoles<br />

Homilía de Benedicto XVI en la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo (29-6-2008)<br />

Señores cardenales, venerados<br />

hermanos en el episcopado y en<br />

el sacerdocio, queridos hermanos<br />

y hermanas: Desde los tiempos más<br />

antiguos, la Iglesia de Roma celebra la<br />

solemnidad de los grandes apóstoles<br />

Pedro y Pablo como una sola fiesta en<br />

un mismo día, el 29 de junio. Su martirio<br />

los hermanó; juntos fundaron la<br />

nueva Roma cristiana. Así los canta el<br />

Himno de las Segundas Vísperas, obra<br />

de <strong>Paulino</strong> de Aquileya (+ 806): «O<br />

Roma felix — Roma dichosa, adornada<br />

de púrpura por la preciosa sangre de<br />

tan grandes príncipes. Tú superas<br />

toda belleza mundanal, no por mérito<br />

tuyo, sino por el de los santos mártires<br />

a quienes mataste con la sangrienta<br />

espada». La sangre de los mártires<br />

no pide venganza, sino que reconcilia.<br />

No se presenta como acusación, sino<br />

como «luz áurea», en palabras del<br />

Himno de las Primeras Vísperas: se<br />

presenta como fuerza del amor que<br />

supera el odio y la violencia y funda<br />

con ello una nueva ciudad, una nueva<br />

comunidad. Por su martirio, Pedro y<br />

Pablo forman ya parte de Roma: por<br />

medio del martirio, también Pedro se<br />

convirtió para siempre en ciudadano<br />

romano. Por medio del martirio, por<br />

medio de su fe y de su amor, los dos<br />

apóstoles indican dónde está la esperanza<br />

auténtica y son fundadores de<br />

un nuevo tipo de ciudad que debe<br />

formarse siempre, una y otra vez, en<br />

medio de la antigua ciudad humana,<br />

que permanece amenazada por las<br />

fuerzas contrarias del pecado y del<br />

egoísmo de los hombres.<br />

En virtud de su martirio, Pedro y<br />

Pablo quedan recíprocamente relacionados<br />

para siempre. Una de las imágenes<br />

preferidas de la iconografía<br />

cristiana es el abrazo de los dos apóstoles<br />

camino del martirio. Podemos<br />

decir que su mismo martirio es, en lo<br />

más profundo, la realización de un<br />

abrazo fraternal. Mueren por el único<br />

Cristo y, en el testimonio por el que<br />

dan la vida, forman una sola cosa. En<br />

Icono que representa el abrazo de los<br />

apóstoles camino del martirio.<br />

los escritos del Nuevo Testamento podemos,<br />

por así decirlo, seguir el desarrollo<br />

de su abrazo, su hacer unidad<br />

en el testimonio y en la misión. Todo<br />

empieza cuando Pablo, tres años después<br />

de su conversión, sube a Jerusalén<br />

«para conocer a Cefas» (Ga 1, 18).<br />

Catorce años después, subirá nuevamente<br />

a Jerusalén para exponer «a los<br />

notables» el Evangelio que él predica,<br />

para no correr el peligro de correr o<br />

haber corrido «en vano» (Ga 2, 1s). Al<br />

final de aquel encuentro, Santiago, Cefas<br />

y Juan le tienden la diestra, confirmando<br />

con ello la comunión que los<br />

aúna en el único Evangelio de Jesucristo<br />

(Ga 2, 9). Una hermosa señal de<br />

ese abrazo interior que crece y se desarrolla<br />

pese a la diversidad de temperamentos<br />

y tareas la encuentro en<br />

el hecho de que los colaboradores<br />

mencionados al final de la I Carta de<br />

San Pedro —Silvano y Marcos— son<br />

26 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

colaboradores igualmente estrechos<br />

de San Pablo. En la compartición de<br />

los colaboradores se hace visible de<br />

manera muy concreta la comunión de<br />

la única Iglesia, el abrazo de los grandes<br />

apóstoles.<br />

Dos veces, por lo menos, se vieron<br />

Pedro y Pablo en Jerusalén; al final, el<br />

derrotero de ambos desemboca en<br />

Roma. ¿Por qué? ¿Se trata tal vez de<br />

algo más que una mera casualidad?<br />

¿Encierra acaso un mensaje duradero?<br />

Pablo llegó a Roma como detenido,<br />

pero al mismo tiempo como ciudadano<br />

romano que, tras su detención en<br />

Jerusalén, precisamente en calidad de<br />

tal había recurrido ante el Emperador,<br />

a cuyo tribunal fue llevado. Pero, en<br />

un sentido aún más profundo, Pablo<br />

vino voluntariamente a Roma. Con la<br />

más importante de sus Cartas ya se<br />

había acercado interiormente a esta<br />

ciudad: a la Iglesia que estaba en<br />

Roma le había dirigido el escrito que<br />

más que ningún otro sintetiza todo su<br />

anuncio y su fe. En el saludo inicial de<br />

esa Carta dice que todo el mundo se<br />

hace lenguas de la fe de los cristianos<br />

de Roma y es, por lo tanto, por doquier<br />

conocida como ejemplar (Rm 1,<br />

8). Y escribe seguidamente: «No quiero<br />

que ignoréis, hermanos, las muchas<br />

veces que me propuse ir a vosotros,<br />

pero hasta el presente me he visto<br />

impedido» (1, 13). Al final de la<br />

Carta retoma este asunto, hablando<br />

ahora de su proyecto de dirigirse a<br />

España: «Cuando me dirija a España...<br />

Pues espero veros al pasar, y ser encaminado<br />

por vosotros hacia allá,<br />

después de haber disfrutado un poco<br />

de vuestra compañía» (15, 24). «Y bien<br />

sé que, al ir a vosotros, lo haré con la<br />

plenitud de las bendiciones de Cristo»<br />

(15, 29). Dos cosas cobran evidencia<br />

aquí: Roma es para Pablo una etapa<br />

en su camino hacia España, es decir —<br />

de acuerdo con su concepción del<br />

mundo— hacia el extremo confín de la<br />

tierra. Considera su misión la realización<br />

de la tarea recibida de Cristo se<br />

1138


llevar el Evangelio hasta los últimos<br />

confines del mundo. En ese itinerario<br />

figura Roma. Si, habitualmente, Pablo<br />

acude tan sólo a los lugares en los<br />

que el Evangelio aún no ha sido<br />

anunciado, Roma constituye una excepción.<br />

Allí encuentra una Iglesia de<br />

cuya fe el mundo se hace lenguas. Ir a<br />

Roma forma parte de la universalidad<br />

de su misión de enviado a todos los<br />

pueblos. El camino que lleva a Roma,<br />

que ya antes de su viaje exterior ha<br />

recorrido interiormente con su Carta,<br />

forma parte integrante de su tarea de<br />

llevar el Evangelio a todas las gentes,<br />

de fundar la Iglesia católica, universal.<br />

Ir a Roma es para él expresión de la<br />

catolicidad de su misión. Roma debe<br />

hacer visible la fe al mundo entero; ha<br />

de ser el lugar del encuentro en la<br />

única fe.<br />

¿Pero por qué fue Pedro a Roma?<br />

Sobre ello el Nuevo Testamento no se<br />

pronuncia de manera directa, si bien<br />

nos da alguna indicación. El Evangelio<br />

de San Marcos, que podemos considerar<br />

un reflejo de la predicación de<br />

San Pedro, está íntimamente orientado<br />

hacia el momento en que el centurión<br />

romano, ante la muerte de Jesucristo<br />

en la cruz, exclama: «Verdaderamente<br />

este hombre era Hijo de Dios» (15, 39).<br />

Ante la cruz se desvela el misterio de<br />

Jesucristo. Bajo la cruz nace la Iglesia<br />

de los gentiles: el centurión del pelotón<br />

romano de ejecución reconoce en<br />

Cristo al Hijo de Dios. Los Hechos de<br />

los Apóstoles describen como hito<br />

decisivo para la entrada del Evangelio<br />

en el mundo de los paganos el episodio<br />

de Cornelio, el centurión de la cohorte<br />

itálica. Siguiendo una orden de<br />

Dios, Cornelio manda a alguien para<br />

que vaya a por Pedro y éste, siguiendo<br />

igualmente una orden divina, acude<br />

a casa del centurión y predica.<br />

Mientras habla, el Espíritu Santo desciende<br />

sobre la comunidad doméstica<br />

reunida y Pedro se pregunta: «¿Acaso<br />

puede alguno negar el agua del bautismo<br />

a éstos que han recibido el Espíritu<br />

Santo como nosotros?» (Hch 10,<br />

47). Así, en el Concilio Apostólico, Pedro<br />

se convierte en intercesor por la<br />

Iglesia de los paganos, quienes no necesitan<br />

la Ley, ya que Dios «purificó<br />

sus corazones con la fe» (Hch 15, 9).<br />

Verdad es que en la Carta a los Gálatas<br />

dice Pablo que Dios dio a Pedro la<br />

fuerza para llevar adelante el ministe-<br />

1139<br />

rio apostólico entre los circuncidados,<br />

y a Pablo, en cambio, el ministerio entre<br />

los paganos (2, 8). Pero esta asignación<br />

sólo podía estar vigente mientras<br />

Pedro permaneciera con los Doce<br />

en Jerusalén, con la esperanza de que<br />

todo Israel se adhiriera a Cristo. Ante<br />

el desarrollo sucesivo, los Doce reconocieron<br />

que era hora de encaminarse<br />

ellos también hacia el mundo entero<br />

para anunciarle el Evangelio. Pedro,<br />

que había sido el primero en abrir las<br />

puertas a los paganos, deja ahora la<br />

presidencia de la Iglesia cristiano-judía<br />

a Santiago el Menor para dedicarse<br />

a su verdadera misión: el ministerio<br />

de la unidad de la única Iglesia de<br />

Dios, formada por judíos y paganos.<br />

El deseo de San Pablo de ir a Roma<br />

subraya —como hemos visto—, de entre<br />

las características de la Iglesia, particularmente<br />

la palabra «catholica». El<br />

camino de San Pedro hacia Roma<br />

como representante de los pueblos<br />

del mundo, está principalmente bajo<br />

el signo de la palabra «una»: estriba<br />

su tarea en crear la unidad de la «catholica»,<br />

de la Iglesia formada por judíos<br />

y paganos, de la Iglesia de todos<br />

los pueblos. Y ésta es precisamente la<br />

misión permanente de Pedro: procurar<br />

que la Iglesia no se identifique<br />

nunca con una sola nación, con una<br />

sola cultura o con un solo estado.<br />

Que sea siempre la Iglesia de todos.<br />

Que reúna a la humanidad allende<br />

toda frontera y que, entre las divisiones<br />

de este mundo, haga presente la<br />

paz de Dios, la fuerza reconciliadora<br />

de su amor. Gracias a una técnica por<br />

doquier igual; gracias a la red mundial<br />

de información, como también a la relación<br />

de intereses comunes, existen<br />

hoy en el mundo formas nuevas de<br />

unidad que, sin embargo, propician el<br />

estallido de nuevos contrastes e imprimen<br />

nuevo ímpetu a los antiguos.<br />

En medio de esa unidad exterior, basada<br />

en cosas materiales, necesitamos<br />

más todavía la unidad interior, que<br />

procede de la paz de Dios; unidad de<br />

cuantos, por mediación de Jesucristo,<br />

se han convertido en hermanos y hermanas.<br />

Esta es la misión permanente<br />

de Pedro y también la tarea específicamente<br />

encomendada a la Iglesia de<br />

Roma.<br />

Queridos hermanos en el episcopado:<br />

Quisiera dirigirme ahora a cuantos<br />

habéis venido a Roma para recibir<br />

Documentación<br />

el palio como símbolo de vuestra dignidad<br />

y responsabilidad de arzobispos<br />

en la Iglesia de Jesucristo. El palio<br />

está tejido con lana de ovejas que el<br />

Obispo de Roma bendice anualmente<br />

en la festividad de la Cátedra de San<br />

Pedro, apartándolas, por así decirlo,<br />

mediante dicho gesto para que se<br />

conviertan en símbolo de la grey de<br />

Cristo que vosotros presidís. El gesto<br />

de colgar el palio de los hombros nos<br />

recuerda al pastor que toma sobre los<br />

suyos a la oveja descarriada, que sola<br />

no encuentra el camino de casa, y la<br />

devuelve al redil. Los Padres de la Iglesia<br />

vieron en esa oveja la imagen de la<br />

humanidad entera, de toda la naturaleza<br />

humana, extraviada y que no encuentra<br />

ya el camino de casa. El pastor<br />

que la devuelve a casa sólo puede<br />

ser el Logos, la Palabra eterna del propio<br />

Dios. Con la Encarnación nos ha<br />

tomado a todos —a la oveja «hombre»—<br />

sobre sus hombros. El, la Palabra<br />

eterna, el Pastor verdadero de la<br />

humanidad, nos lleva; en su humanidad<br />

lleva a cada uno de nosotros sobre<br />

sus hombros. Por el camino de la<br />

cruz nos ha llevado a casa, nos lleva a<br />

casa. Pero quiere tener también hombres<br />

que «lleven» con él. Ser pastor en<br />

la Iglesia de Cristo significa participar<br />

en esta tarea, evocada por el palio.<br />

Cuando nos revestimos de él, Jesús<br />

nos pregunta: «¿Llevas conmigo también<br />

a los que me pertenecen? ¿Los<br />

llevas hacia mí, hacia Jesucristo?». Entonces<br />

acude a nuestra memoria el relato<br />

del envío de Pedro por parte del<br />

Resucitado. Cristo resucitado pone en<br />

relación indisoluble la orden: «Apacienta<br />

mis ovejas» con la pregunta:<br />

«¿Me amas? ¿Me amas tú más que éstos?».<br />

Cada vez que nos revestimos<br />

del palio del pastor de la grey de Cristo<br />

deberíamos oír esta pregunta: «¿Me<br />

amas tú?» y dejarnos interrogar acerca<br />

de ese suplemento de amor que él espera<br />

del pastor.<br />

El palio se transforma así en símbolo<br />

de nuestro amor al pastor Cristo<br />

y de nuestro amar con él; se transforma<br />

en símbolo de la llamada a<br />

amar a los hombres como él, con él:<br />

a los que buscan, a los que plantean<br />

preguntas, a los que están seguros<br />

de sí mismos y a los humildes, así a<br />

los sencillos como a los grandes; se<br />

transforma en símbolo de la llamada<br />

a amarlos a todos con la fuerza de<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 27


Documentación<br />

Cristo y con vistas a Cristo, para que<br />

puedan encontrarlo y encontrarse a<br />

sí mismos en él. Pero el palio, que recibís,<br />

por así decirlo, desde la tumba<br />

de San Pedro, encierra además un segundo<br />

significado, inseparable del<br />

primero. Para comprenderlo nos<br />

puede servir de ayuda una palabra<br />

de la I Carta de San Pedro. En su exhortación<br />

a los presbíteros de apacentar<br />

la grey de manera justa, él,<br />

San Pedro, se califica a sí mismo<br />

como synpresbyteros, copresbítero (5,<br />

1). Esta fórmula contiene, implícitamente,<br />

una afirmación del principio<br />

de la sucesión apostólica: los pastores<br />

que se suceden son pastores<br />

como él, lo son con él, forman parte<br />

del ministerio común de los pastores<br />

de la Iglesia de Jesucristo, un ministerio<br />

que prosigue en ellos. Pero ese<br />

«co-» tiene dos significados más. Expresa<br />

también la realidad que indicamos<br />

hoy mediante el término «colegialidad»<br />

de los obispos. Todos nosotros<br />

somos copresbíteros. Nadie es<br />

pastor por sí solo. Nos hallamos en<br />

la sucesión apostólica sólo porque<br />

estamos en la comunión del colegio,<br />

en el que continúa el colegio apostólico.<br />

La comunión, el «nosotros» de<br />

los pastores, forma parte del ser pastores,<br />

ya que la grey es una sola: la<br />

única Iglesia de Jesucristo. Por último,<br />

el «co-» remite también a la comunión<br />

con Pedro y con su sucesor<br />

como garantía de unidad. Por eso el<br />

palio nos habla de la catolicidad de<br />

la Iglesia, de la comunión universal<br />

de pastor y grey. Y nos remite a la<br />

apostolicidad: a esa comunión con la<br />

fe de los Apóstoles en la que se basa<br />

la Iglesia. Nos habla de la Ecclesia<br />

«una, catholica, apostolica» y naturalmente,<br />

al vincularnos a Cristo, nos<br />

dice también que la Iglesia es «sancta»<br />

y que nuestra acción es servicio<br />

prestado a su santidad.<br />

Ello me impulsa a volver una vez<br />

más, por último, a San Pablo y a su<br />

misión. El expresó lo esencial de su<br />

misión, al igual que la razón más profunda<br />

de su deseo de ir a Roma, en el<br />

capítulo 15 de la Carta a los Romanos,<br />

en una frase de extraordinaria belleza.<br />

Se sabe llamado a «ser para los gentiles<br />

liturgo de Cristo Jesús, administrando<br />

como sacerdote el Evangelio<br />

de Dios, para que la oblación de los<br />

gentiles sea agradable, santificada por<br />

el Espíritu Santo» (15, 16). Sólo en este<br />

versículo emplea Pablo el verbo hierourgéin<br />

—«administrar como sacerdote»—<br />

junto con leitourgós, «liturgo»:<br />

habla de la liturgia cósmica, en la que<br />

el propio mundo de los hombres<br />

debe convertirse en adoración de<br />

Dios, en oblación en el Espíritu Santo.<br />

Una vez que el mundo en su globalidad<br />

se convierta en liturgia de Dios;<br />

una vez que en su realidad se convierta<br />

en adoración, habrá alcanzado su<br />

28 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

meta, estará sano y salvo. Este es el<br />

objetivo último de la misión apostólica<br />

de San Pablo y de nuestra misión.<br />

A este ministerio nos llama el Señor.<br />

Oremos en este momento para que él<br />

nos ayude a llevarlo a cabo correctamente,<br />

a convertirnos en auténticos liturgos<br />

de Jesucristo. Amén. ■<br />

(Original italiano procedentes del<br />

archivo informático de la Santa Sede;<br />

traducción de ECCLESIA)<br />

Carácter universal del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong><br />

«Angelus» de Benedicto XVI en la solemnidad<br />

de los apóstoles San Pedro y San Pablo (29-6-2008)<br />

Este año, la festividad de los Santos apóstoles Pedro y Pablo cae en domingo, por<br />

Slo que toda la Iglesia —y no sólo la de Roma— la celebra de manera solemne. Semejante<br />

coincidencia también se revela adecuada para dar mayor relieve a un acontecimiento<br />

extraordinario: el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, que inauguré oficialmente en la tarde de<br />

ayer y que durará hasta el 29 de junio de 2009. Efectivamente, los historiadores sitúan<br />

el nacimiento de Saulo, convertido posteriormente en Pablo, entre los años 7 y<br />

10 después de Cristo. Por eso, al cumplirse aproximadamente el bimilenario de<br />

aquel acontecimiento, he querido convocar este jubileo especial, que tendrá naturalmente<br />

a Roma como centro de gravedad, particularmente la basílica de San Pablo<br />

Extramuros y el lugar del martirio del Apóstol, las Tres Fuentes. Se trata, sin embargo,<br />

de un jubileo que implicará a toda la Iglesia, empezando por Tarso, ciudad<br />

natal de Pablo, y por los demás lugares paulinos que son meta de peregrinaciones<br />

en la actual Turquía así como en Tierra Santa y en Malta, isla a la que el Apóstol<br />

arribó tras un naufragio y en la que sembró la semilla fecunda del Evangelio. Si bien<br />

se mira, el horizonte del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> sólo puede ser universal, toda vez que San Pablo<br />

fue el apóstol por excelencia de cuantos, según los judíos, «estaban lejos», quienes,<br />

«por la sangre de Cristo», llegaron a «estar cerca» (cf. Ef 2, 13). Por eso hoy también,<br />

en un mundo que se ha vuelto más «pequeño», pero en el que muchísimas<br />

personas aún no se han encontrado con el Señor Jesús, el jubileo de San Pablo invita<br />

a todos los cristianos a ser misioneros del Evangelio.<br />

Esta dimensión misionera necesita acompañarse siempre con la de la unidad, representada<br />

por San Pedro, la «roca» sobre la que Cristo edificó su Iglesia. Como subraya<br />

la liturgia, los carismas de los dos grandes apóstoles resultan complementarios<br />

con vistas a la edificación del único Pueblo de Dios, y los cristianos no pueden<br />

dar un testimonio válido de Cristo si no están unidos entre sí. El tema de la unidad<br />

lo pone hoy de relieve el rito tradicional del palio, que he impuesto durante la Santa<br />

Misa a los arzobispos metropolitanos nombrados durante el último año. Son 40,<br />

y otros dos lo recibirán en sus respectivas sedes. Vaya de nuevo a ellos también mi<br />

cordial saludo. Por añadidura, en la presente solemnidad es motivo de especial alegría<br />

para el Obispo de Roma recibir al Patriarca Ecuménico de Constantinopla en la<br />

querida persona de Su Santidad Bartolomé I, a quien reitero mi fraternal saludo, que<br />

hago extensivo a toda la delegación de la Iglesia ortodoxa por él encabezada.<br />

<strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>, evangelización, comunión en la Iglesia y plena unidad de todos los<br />

cristianos: oremos ahora por tan grandes intenciones, encomendándolas a la intercesión<br />

celestial de María Santísima, Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles. ■<br />

1140


Tras la solemne celebración de<br />

ayer, en la que tuve la alegría de<br />

imponer el Palio a los arzobispos<br />

metropolitanos nombrados durante el<br />

último año, el encuentro de hoy me<br />

depara la grata ocasión de dar nuevamente<br />

a todos vosotros mi cordial saludo<br />

y de prolongar el clima de comunión<br />

—jerárquica y familiar a un tiempo—<br />

propio de tan especial<br />

circunstancia. La imagen del cuerpo<br />

orgánico aplicada a la Iglesia constituye<br />

uno de los elementos fuertes y característicos<br />

de las doctrina de San Pablo,<br />

razón por la cual, en este año jubilar<br />

que le está dedicado, deseo<br />

encomendar a cada uno de vosotros,<br />

queridos arzobispos, a su celestial<br />

protección. Que el Apóstol de las<br />

Gentes os ayude a procurar que las<br />

comunidades que os han sido confiadas<br />

crezcan unidas y misioneras, concordes<br />

y coordinadas en su acción<br />

pastoral y animadas por un impulso<br />

apostólico constante.<br />

Deseo ahora dirigir un saludo cordial<br />

a cada uno de vosotros, queridos<br />

arzobispos metropolitanos, así como<br />

a vuestros familiares y a las personalidades<br />

que han querido presenciar<br />

esta cita, haciendo extensivos el saludo<br />

y la oración a vuestras Iglesias<br />

particulares. Me alegra poder empezar<br />

por Tierra Santa, saludando al Patriarca<br />

de Jerusalén de los Latinos, monseñor<br />

Fouad Twal, y a cuantos lo<br />

acompañan. Saludo con afecto a los<br />

monseñores Giancarlo Maria Bregantini,<br />

Paolo Benotto y Francesco Montenegro,<br />

metropolitanos respectivamente<br />

de Campobasso-Boiano, Pisa y<br />

Agrigento. ¡Que el Señor os bendiga<br />

siempre y os guíe en vuestro ministerio<br />

pastoral diario!<br />

Saludo con alegría a los peregrinos<br />

venidos de Níger, de la República Democrática<br />

del Congo, de Haití y de<br />

Francia. Acompañáis a los nuevos arzobispos<br />

metropolitanos a los que he<br />

tenido la alegría de imponer el Palio,<br />

signo de gran comunión con la Sede<br />

1141<br />

Apostólica. Vaya mi especial saludo a<br />

los monseñores Christian Cartatéguy,<br />

arzobispo de Niamey (Níger); Laurent<br />

Monsengwo Pasinya, arzobispo de<br />

Kinshasa (República Democrática del<br />

Congo); Louis Kébreau, arzobispo de<br />

Cabo Haitiano (Haití); Serge Miot, arzobispo<br />

de Puerto Príncipe (Haití), y<br />

Laurent Ulrich, arzobispo de Lille<br />

(Francia). Transmitid mis felicitaciones<br />

a los sacerdotes y a todos los fieles de<br />

vuestras diócesis, asegurándoles mi<br />

oración fervorosa. El Palio simboliza la<br />

profunda unión de su pastor con el<br />

Sucesor de Pedro, así como el desvelo<br />

pastoral del arzobispo para con su<br />

pueblo. Ojalá los fieles se adhieran todavía<br />

más a Cristo en esta comunión<br />

de caridad para testimoniarlo con valentía<br />

y verdad.<br />

Excelencias, queridos hermanos en<br />

Cristo: Vaya mi cordial saludo a los ar-<br />

Documentación<br />

Condición del servicio: el amor a Cristo<br />

Discurso de Benedicto XVI a los arzobispos metropolitanos que han recibido el Palio (30-6-2008)<br />

Panorámica del altar central de la basílica<br />

de San Pedro con los nuevos arzobispos<br />

a los que les fue impuestos el Palio.<br />

zobispos metropolitanos de lengua inglesa<br />

a los que ayer impuse el Palio: el<br />

cardenal John Njue, arzobispo de Nairobi<br />

(Kenia); Edwin O’Brien, arzobispo<br />

de Baltimore (EE. UU.); Anthony Mancini,<br />

de Halifax (Canadá); Martin Currie,<br />

de Saint John’s-Newfoundland (Canadá);<br />

John Hung Shan-Chuan, de Taipéi<br />

(Taiwán); Matthew Man-Oso Ndagoso,<br />

de Kaduna (Nigeria); Richard Anthony<br />

Burke, de Benin City (Nigeria);<br />

Robert Rivas, de Castries (Santa Lucía);<br />

John Ribat, de Port Moresby (Papúa<br />

Nueva Guinea); Thomas Kwaku Mensah,<br />

de Kumasi (Ghana); Thomas Rodi,<br />

de Mobile (EE. UU.); Donald Reese, de<br />

Kingston (Jamaica); Peter Kairo, de<br />

Nyeri (Kenia); John Nienstedt, de Saint<br />

Paul y Minneapolis (EE. UU.), y John<br />

Lee Hiong Fun-Yit Yaw, de Kota Kinabalu<br />

(Malasia). Doy también la bienvenida<br />

a los familiares y amigos de los<br />

nuevos metropolitanos y a los fieles<br />

de sus archidiócesis que los han<br />

acompañado a Roma. El Palio con el<br />

que se revisten los arzobispos metropolitanos<br />

simboliza su comunión jerárquica<br />

con el Sucesor de Pedro en el<br />

gobierno del Pueblo de Dios. Está hecho<br />

de lana de oveja, símbolo de Jesucristo,<br />

Cordero de Dios que quita el<br />

pecado del mundo y Buen Pastor que<br />

vela por su rebaño. El Palio recuerda a<br />

los obispos que, como vicarios de<br />

Cristo en sus Iglesias locales, están llamados<br />

a ser pastores siguiendo el<br />

ejemplo de Jesús. Como símbolo del<br />

peso del oficio episcopal, también recuerda<br />

a los fieles su deber de apoyar<br />

a los pastores de la Iglesia con sus<br />

oraciones y de cooperar generosamente<br />

con ellos para la difusión del<br />

Evangelio y para que la Iglesia crezca<br />

en santidad, unidad y amor. Queridos<br />

amigos: Que vuestra peregrinación a<br />

los sepulcros de los santos Pedro y<br />

Pablo os confirme en la fe católica que<br />

procede de los Apóstoles. Imparto<br />

cordialmente a todos vosotros mi<br />

bendición apostólica como prenda de<br />

alegría y de paz en el Señor.<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 29


Documentación<br />

Vaya mi gozoso saludo a cuantos<br />

han venido a Roma desde mi diócesis<br />

natal de Múnich y Frisinga para<br />

acompañar al nuevo arzobispo Reinhard<br />

Marx en su recepción del Palio.<br />

Doy también mi cordial bienvenida a<br />

los invitados del arzobispo Willem<br />

Jacobus Eijk, de Utrecht. El Palio que<br />

impuse ayer a vuestros prelados nos<br />

remite al Buen Pastor, que lleva a la<br />

oveja perdida sobre sus hombros y<br />

que da la vida por su rebaño. El Señor<br />

llamó a los Apóstoles para que fueran<br />

sus sucesores en el amor. Tres veces<br />

pregunta Cristo resucitado a Pedro<br />

si éste lo ama. Y tres veces le repite<br />

el encargo de apacentar a sus<br />

ovejas. Por eso hoy también los pastores<br />

deben estar penetrados de la<br />

voluntad de preservar la unidad con<br />

el Señor y con su grey. Invito a cada<br />

uno de vosotros a sostener el ministerio<br />

de vuestros arzobispos con<br />

vuestra concordia y oración. ¡Que el<br />

Señor, que es fiel, os acompañe con<br />

su gracia!<br />

Me dirijo con afecto a los arzobispos<br />

metropolitanos de lengua española:<br />

Francisco Pérez González, de<br />

Pamplona y Tudela; Lorenzo Voltolini<br />

Esti, de Portoviejo; Andrés Stanovnik,<br />

de Corrientes; Óscar Urbina Ortega,<br />

de Villavicencio, y José López Castillo,<br />

de Barquisimeto, que han llegado a<br />

Roma para la solemne ceremonia de<br />

la imposición del Palio, acompañados<br />

de familiares, amigos y una representación<br />

de sus respectivas Iglesias particulares.<br />

Queridos hermanos en el<br />

Episcopado: Que el Palio, ornamento<br />

litúrgico de venerable tradición, tejido<br />

con lana blanca, os recuerde siempre<br />

a Jesucristo, el Buen Pastor, y, al mismo<br />

tiempo, Cordero inmolado por<br />

nuestra salvación. Fieles a vuestro ministerio,<br />

buscad en todo momento fomentar<br />

la comunión entre los obispos<br />

de la provincia eclesiástica que presidís<br />

y con el Obispo de Roma. Aliento<br />

a todos los que han querido venir con<br />

vosotros en esta hermosa circunstancia<br />

a que no dejen de encomendaros<br />

en su plegaria, para que continuéis<br />

guiando a la grey que ha sido confiada<br />

a vuestros desvelos pastorales con<br />

ardiente caridad, de modo que Cristo,<br />

por el que derramaron su sangre los<br />

santos apóstoles Pedro y Pablo, sea<br />

cada vez más conocido, amado e imitado.<br />

Pido a la Virgen María, a la que<br />

con tanto fervor se la invoca en vuestros<br />

Países —España, Ecuador, Argentina,<br />

Colombia y Venezuela—, que os<br />

proteja y sostenga con su amor de<br />

Madre a vuestros obispos sufragáneos,<br />

sacerdotes, comunidades religiosas<br />

y fieles diocesanos. Con estos<br />

sentimientos, os imparto de corazón<br />

la bendición apostólica, prenda de copiosos<br />

dones celestiales.<br />

Saludo con fraternal aprecio a los<br />

arzobispos metropolitanos de lengua<br />

portuguesa que recibieron ayer el Palio:<br />

monseñor Mauro Aparecido dos<br />

Santos, de Cascavel; monseñor Luis<br />

Gonzaga Silva Pepeu, de Vitória da<br />

Conquista, y monseñor José Francisco<br />

Sanches Alves, de Évora. Estimados<br />

hermanos: Sed siempre solícitos con<br />

la grey de Cristo que os ha sido encomendada<br />

y procurad estrechar cada<br />

vez más los lazos de comunión con el<br />

Sucesor de Pedro y entre vuestras diócesis<br />

sufragáneas. Y vosotros, queridos<br />

amigos que los acompañáis, seguid<br />

con docilidad sus enseñanzas,<br />

cooperando generosamente con ellos<br />

en la realización del Reino de Dios. Al<br />

tiempo que invoco la protección de la<br />

Virgen Madre de Dios, imparto a los<br />

aquí presentes y a vuestras comunidades<br />

archidiocesanas la bendición<br />

apostólica.<br />

Saludo a los peregrinos polacos, y<br />

de especial manera al nuevo metropolitano<br />

de Gdansk, el arzobispo Leszek<br />

Slawoj Glódz, que ayer, en la solemnidad<br />

de los santos apóstoles Pedro<br />

y Pablo, recibió el Palio, signo del<br />

estrecho vínculo que une a cada metropolitano<br />

con el Sucesor de Pedro.<br />

Saludo a cuantos lo acompañan en<br />

este solemne momento, y particularmente<br />

a sus seres queridos y a los fieles<br />

de la metrópoli de Gdansk. Hago<br />

votos por que el <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong> recién<br />

iniciado afiance vuestra fe, vuestro<br />

vínculo con la Iglesia y con sus pastores.<br />

En mi oración encomiendo a Dios<br />

el servicio pastoral de Vuestra Excelencia<br />

y bendigo de corazón a todos<br />

los peregrinos aquí presentes. ¡Alabado<br />

sea Jesucristo!<br />

Saludo con afecto al arzobispo de<br />

la Madre de Dios en Moscú, monseñor<br />

Paolo Pezzi. Doy las gracias a las<br />

autoridades asistentes y aseguro mi<br />

especial plegaria.<br />

Saludo cordialmente a monseñor<br />

Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de<br />

30 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

Minsk-Mohilev, y a cuantos lo acompañan,<br />

con los mejores deseos para<br />

su ministerio.<br />

Saludo cordialmente a los peregrinos<br />

procedentes de Eslovaquia, que<br />

acompañan a los nuevos arzobispos<br />

metropolitanos: Stanislav, de Bratislava,<br />

y Ján, de Presov. Hermanos y hermanas:<br />

El Palio que ayer recibieron<br />

estos prelados es signo de su unión<br />

con el Obispo de Roma. Os bendigo<br />

con afecto junto con vuestras familias.<br />

¡Alabado sea Jesucristo!<br />

Dirijo un cordial saludo a monseñor<br />

Marin Srakic, nuevo arzobispo y<br />

metropolitano de Dakovo-Osijek, a<br />

sus familiares y a los invitados que<br />

han venido a Roma procedentes de la<br />

siempre fiel Croacia. El Palio es signo<br />

del vínculo especial de los pastores de<br />

la Iglesia con el Sucesor de Pedro.<br />

Hago votos por que el Señor te guíe y<br />

te proteja, venerado hermano, junto a<br />

la comunidad de los fieles de la querida<br />

Eslavonia. Imparto a todos una<br />

bendición especial. ¡Alabados sean Jesús<br />

y María!<br />

Queridos amigos: Demos gracias a<br />

Dios, que no deja de asegurar pastores<br />

a su Iglesia para guiarla con firmeza<br />

a lo largo de su peregrinación terrenal.<br />

Recordemos siempre que la<br />

condición del servicio de todo pastor<br />

es el amor a Cristo, al que nada debe<br />

anteponerse. «Simón de Juan, ¿me<br />

amas?». Que la pregunta de Jesús a<br />

Pedro resuene siempre en nuestro corazón,<br />

queridos hermanos, y suscite,<br />

nueva y emocionada cada vez, nuestra<br />

respuesta: «Señor, tú lo sabes todo; tú<br />

sabes que te quiero». De este amor a<br />

Cristo dimana la misión: «Apacienta<br />

mis ovejas» (Jn 21, 16. 17); una misión<br />

que se sintetiza, ante todo, en el testimonio<br />

dado a él, Maestro y Señor:<br />

«Sígueme» (Jn 21, 19). Sea ésta nuestra<br />

alegría, al tiempo que es ciertamente<br />

nuestra cruz: dulce y liviana, pues es<br />

cruz de amor. Que la Virgen María,<br />

Madre de la esperanza, vele siempre<br />

por vosotros y os sostenga, y que os<br />

acompañe mi bendición, que de todo<br />

corazón imparto a cada uno de vosotros,<br />

a vuestros seres queridos y a<br />

cuantos están encomendados a vuestro<br />

ministerio. ■<br />

(Original plurilingüe procedente del<br />

archivo informático de la Santa Sede;<br />

traducción de ECCLESIA)<br />

1142


Hoy comienzo un nuevo ciclo de<br />

catequesis, dedicado al gran<br />

apóstol San Pablo. Como sabéis,<br />

a él está consagrado este año,<br />

que va desde la fiesta litúrgica de los<br />

apóstoles San Pedro y San Pablo del<br />

29 de junio de 2008 hasta la misma<br />

fiesta de 2009. El apóstol San Pablo,<br />

figura excelsa y casi inimitable, pero<br />

en cualquier caso estimulante, se nos<br />

presenta como un ejemplo de entrega<br />

total al Señor y a su Iglesia, así como<br />

de gran apertura a la humanidad y a<br />

sus culturas.<br />

Así pues, es justo no sólo que le<br />

dediquemos un lugar particular en<br />

nuestra veneración, sino también que<br />

nos esforcemos por comprender lo<br />

que nos puede decir también a nosotros,<br />

cristianos de hoy. En este primer<br />

encuentro, consideraremos el ambiente<br />

en el que vivió y actuó. Este tema<br />

parecería remontarnos a tiempos lejanos,<br />

dado que debemos insertarnos<br />

en el mundo de hace dos mil años. Y,<br />

sin embargo, esto sólo es verdad en<br />

apariencia y parcialmente, pues podremos<br />

constatar que, en varios aspectos,<br />

el actual contexto sociocultural<br />

no es muy diferente al de entonces.<br />

Un factor primario y fundamental<br />

que es preciso tener presente es la relación<br />

entre el ambiente en el que San<br />

Pablo nace y se desarrolla y el contexto<br />

global en el que sucesivamente se<br />

integra. Procede de una cultura muy<br />

precisa y circunscrita, ciertamente minoritaria:<br />

la del pueblo de Israel y de<br />

su tradición. Como nos enseñan los<br />

expertos, en el mundo antiguo, y de<br />

modo especial dentro del Imperio romano,<br />

los judíos debían de ser alrededor<br />

del 10% de la población total.<br />

Aquí, en Roma, su número a mediados<br />

del siglo I era todavía menor, alcanzando<br />

al máximo el 3% de los habitantes<br />

de la ciudad. Sus creencias y<br />

su estilo de vida, como sucede también<br />

hoy, los distinguían claramente<br />

1143<br />

del ambiente circunstante. Esto podía<br />

llevar a dos resultados: o a la burla,<br />

que podía desembocar en la intolerancia,<br />

o a la admiración, que se manifestaba<br />

en varias formas de simpatía,<br />

como en el caso de los «temerosos<br />

de Dios» o de los «prosélitos», paganos<br />

que se asociaban a la Sinagoga y<br />

compartían la fe en el Dios de Israel.<br />

Como ejemplos concretos de esta<br />

doble actitud podemos citar, por una<br />

parte, el duro juicio de un orador<br />

como Cicerón, que despreciaba su religión<br />

e incluso la ciudad de Jerusalén<br />

(cf. Pro Flacco, 66-69); y, por otra, la<br />

actitud de la mujer de Nerón, Popea, a<br />

la que Flavio Josefo recordaba como<br />

«simpatizante» de los judíos (cf. Antigüedades<br />

judías 20, 195.252; Vida 16);<br />

incluso Julio César les había reconocido<br />

oficialmente derechos particulares,<br />

Documentación<br />

Ambiente religioso y cultural de San Pablo<br />

Audiencia general de Benedicto XVI del miércoles 2 de julio de 2008<br />

El Papa Benedicto XVI y el Patriarca<br />

Ecuménico Bartolomé I participan en la<br />

basílica romana de San Pablo Extramuros en<br />

el acto de apertura del <strong>Año</strong> <strong>Paulino</strong>.<br />

como atestigua el mencionado historiador<br />

judío Flavio Josefo (cf. ib., 14,<br />

200-216). Lo que es seguro es que el<br />

número de los judíos, como sigue sucediendo<br />

en nuestro tiempo, era mucho<br />

mayor fuera de la tierra de Israel,<br />

es decir, en la diáspora, que en el territorio<br />

que los demás llamaban Palestina.<br />

No sorprende, por tanto, que San<br />

Pablo mismo haya sido objeto de esta<br />

doble y opuesta valoración de la que<br />

he hablado. Es indiscutible que el carácter<br />

tan particular de la cultura y de<br />

la religión judía encontraba tranquilamente<br />

lugar dentro de una institución<br />

tan invasora como el Imperio romano.<br />

Más difícil y sufrida será la posición<br />

del grupo de judíos o gentiles que se<br />

adherirán con fe a la persona de Jesús<br />

de Nazaret, en la medida en que se diferenciarán<br />

tanto del judaísmo como<br />

del paganismo dominante.<br />

Los factores de la cultura<br />

griega y la estructura<br />

del Imperio romano<br />

En todo caso, dos factores favorecieron<br />

la labor de San Pablo. El primero<br />

fue la cultura griega, o mejor, helenista,<br />

que después de Alejandro Magno<br />

se había convertido en patrimonio<br />

común, al menos en la región del Mediterráneo<br />

oriental y en Oriente Próximo,<br />

aunque integrando en sí muchos<br />

elementos de las culturas de pueblos<br />

tradicionalmente considerados bárbaros.<br />

Un escritor de la época afirmaba<br />

que Alejandro «ordenó que todos<br />

consideraran como patria toda la ecumene...<br />

y que ya no se hicieran diferencias<br />

entre griegos y bárbaros» (Plutarco,<br />

De Alexandri Magni fortuna aut<br />

virtute, 6.8). El segundo factor fue la<br />

estructura político-administrativa del<br />

Imperio romano, que garantizaba paz<br />

y estabilidad desde Bretaña hasta el<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 31


Documentación<br />

sur de Egipto, unificando un territorio<br />

de dimensiones nunca vistas con anterioridad.<br />

En este espacio era posible<br />

moverse con suficiente libertad y seguridad,<br />

disfrutando entre otras cosas<br />

de un excelente sistema de carreteras,<br />

y encontrando en cada punto de llegada<br />

características culturales básicas<br />

que, sin ir en detrimento de los valores<br />

locales, representaban un tejido<br />

común de unificación super partes,<br />

hasta el punto de que el filósofo judío<br />

Filón de Alejandría, contemporáneo<br />

de San Pablo, alaba al emperador Augusto<br />

porque «ha unido en armonía a<br />

todos los pueblos salvajes... convirtiéndose<br />

en guardián de la paz» (Legatio<br />

ad Caium, 146-147).<br />

Ciertamente, la visión universalista<br />

típica de la personalidad de San Pablo,<br />

al menos del Pablo cristiano después<br />

de lo que sucedió en el camino de<br />

Damasco, debe su impulso fundamental<br />

a la fe en Jesucristo, puesto<br />

que la figura del Resucitado va más<br />

allá de todo particularismo. De hecho,<br />

para el Apóstol «ya no hay judío ni<br />

griego; ni esclavo ni libre; ni hombre<br />

ni mujer, ya que todos vosotros sois<br />

uno en Cristo Jesús» (Gal 3, 28). Sin<br />

embargo, la situación histórico-cultural<br />

de su tiempo y de su ambiente<br />

también influyó en sus opciones y en<br />

su <strong>compromiso</strong>. Alguien definió a San<br />

Pablo como «hombre de tres culturas»,<br />

teniendo en cuenta su origen judío, su<br />

lengua griega y su prerrogativa de «civis<br />

romanus», como lo testimonia<br />

también su nombre, de origen latino.<br />

Conviene recordar de modo particular<br />

la filosofía estoica, que era dominante<br />

en el tiempo de San Pablo y<br />

que influyó, aunque de modo marginal,<br />

también en el cristianismo. A este<br />

respecto, podemos mencionar algunos<br />

nombres de filósofos estoicos,<br />

como los iniciadores Zenón y Cleantes,<br />

y luego los de los más cercanos<br />

cronológicamente a San Pablo, como<br />

Séneca, Musonio y Epicteto: en ellos<br />

se encuentran valores elevadísimos de<br />

humanidad y de sabiduría, que serán<br />

acogidos naturalmente en el cristianismo.<br />

Como escribe acertadamente un<br />

experto en la materia, «la Estoa…<br />

anunció un nuevo ideal, que ciertamente<br />

imponía al hombre deberes<br />

con respecto a sus semejantes, pero al<br />

mismo tiempo lo liberaba de todos<br />

los lazos físicos y nacionales y hacía<br />

de él un ser puramente espiritual» (M.<br />

Pohlenz, La Stoa, I, Florencia 1978, p.<br />

565). Basta pensar, por ejemplo, en la<br />

doctrina del universo, entendido<br />

como un gran cuerpo armonioso y,<br />

por tanto, en la doctrina de la igualdad<br />

entre todos los hombres, sin distinciones<br />

sociales; en la igualdad, al<br />

menos a nivel de principio, entre el<br />

hombre y la mujer; y en el ideal de la<br />

sobriedad, de la justa medida y del<br />

dominio de sí para evitar todo exceso.<br />

Cuando San Pablo escribe a los Filipenses:<br />

«Todo cuanto hay de verdadero,<br />

de noble, de justo, de puro, de<br />

amable, de honorable, todo cuanto<br />

sea virtud y cosa digna de elogio,<br />

todo eso tenedlo en cuenta» (Flp 4, 8),<br />

no hace más que retomar una concepción<br />

muy humanista propia de esa<br />

sabiduría filosófica.<br />

Crisis de la religión<br />

tradicional<br />

En tiempos de San Pablo existía<br />

también una crisis de la religión tradicional,<br />

al menos en sus aspectos mitológicos<br />

e incluso cívicos. Después<br />

de que Lucrecio, un siglo antes, sentenciara<br />

polémicamente: «La religión<br />

ha llevado a muchos delitos» (De rerum<br />

natura, 1, 101), un filósofo como<br />

Séneca, superando todo ritualismo<br />

exterior, enseñaba que «Dios está cerca<br />

de ti, está contigo, está dentro de ti»<br />

(Cartas a Lucilio, 41, 1). Del mismo<br />

32 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

modo, cuando San Pablo se dirige a<br />

un auditorio de filósofos epicúreos y<br />

estoicos en el Areópago de Atenas,<br />

dice textualmente que «Dios... no habita<br />

en santuarios fabricados por manos<br />

humanas…, pues en él vivimos,<br />

nos movemos y existimos» (Hch 17,<br />

24.28). Ciertamente, así se hace eco de<br />

la fe judía en un Dios que no puede<br />

ser representado de una manera antropomórfica,<br />

pero también se pone<br />

en una longitud de onda religiosa que<br />

sus oyentes conocían bien.<br />

Además, debemos tener en cuenta<br />

que muchos cultos paganos prescindían<br />

de los templos oficiales de la<br />

ciudad y se realizaban en lugares privados<br />

que favorecían la iniciación de<br />

los adeptos. Por eso, no suscitaba<br />

sorpresa el hecho de que también las<br />

reuniones cristianas (las ekklesíai),<br />

como testimonian sobre todo las cartas<br />

de San Pablo, tuvieran lugar en<br />

casas privadas. Entonces, por lo demás,<br />

no existía todavía ningún edificio<br />

público. Por tanto, los contemporáneos<br />

debían considerar las reuniones<br />

de los cristianos como una<br />

simple variante de esta práctica religiosa<br />

más íntima. De todos modos,<br />

las diferencias entre los cultos paganos<br />

y el culto cristiano no son insignificantes<br />

y afectan tanto a la conciencia<br />

de la identidad de los que<br />

asistían como a la participación en<br />

común de hombres y mujeres, a la<br />

celebración de la «cena del Señor» y a<br />

la lectura de las Escrituras.<br />

En conclusión, a la luz de este rápido<br />

repaso del ambiente cultural del<br />

siglo I de la era cristiana, queda claro<br />

que no se puede comprender adecuadamente<br />

a San Pablo sin situarlo<br />

en el trasfondo, tanto judío como pagano,<br />

de su tiempo. De este modo, su<br />

figura adquiere gran alcance histórico<br />

e ideal, manifestando elementos<br />

compartidos y originales con respecto<br />

al ambiente. Pero todo esto vale<br />

también para el cristianismo en general,<br />

del que el apóstol San Pablo es<br />

un paradigma destacado, de quien<br />

todos tenemos siempre mucho que<br />

aprender. Este es el objetivo del <strong>Año</strong><br />

paulino: aprender de San Pablo;<br />

aprender la fe; aprender a Cristo;<br />

aprender, por último, el camino de<br />

una vida recta. ■<br />

1144


Dionisio Areopagita,<br />

en la estela del apóstol San Pablo<br />

Audiencia general de Benedicto XVI del miércoles 14 de mayo de 2008<br />

En el curso de las catequesis sobre<br />

los Padres de la Iglesia, quiero<br />

hablar hoy de una figura muy<br />

misteriosa: un teólogo del siglo VI,<br />

cuyo nombre se desconoce, y que escribió<br />

bajo el seudónimo de Dionisio<br />

Areopagita. Con este seudónimo aludía<br />

al pasaje de la Escritura que acabamos<br />

de escuchar, es decir, el episodio<br />

narrado por San Lucas en el capítulo<br />

XVII de los Hechos de los<br />

Apóstoles, donde se cuenta que Pablo<br />

predicó en Atenas, en el Areópago, dirigiéndose<br />

a una élite del gran mundo<br />

intelectual griego, pero al final la mayoría<br />

de los que le escuchaban no se<br />

mostró interesada, y se alejó burlándose<br />

de él; sin embargo, unos cuantos,<br />

pocos, como nos dice San Lucas,<br />

se acercaron a San Pablo abriéndose a<br />

la fe. El evangelista nos revela dos<br />

nombres: Dionisio, miembro del Areópago,<br />

y una mujer llamada Damaris.<br />

Si el autor de estos libros escogió<br />

cinco siglos después el seudónimo de<br />

Dionisio Areopagita, quiere decir que<br />

tenía la intención de poner la sabiduría<br />

griega al servicio del Evangelio,<br />

promover el encuentro entre la cultura<br />

y la inteligencia griega y el anuncio<br />

de Cristo; quería hacer lo que pretendía<br />

aquel Dionisio, es decir, que el<br />

pensamiento griego se encontrara<br />

con el anuncio de San Pablo; siendo<br />

griego, quería hacerse discípulo de<br />

San Pablo y de este modo discípulo<br />

de Cristo.<br />

¿Por qué ocultó su nombre, escogiendo<br />

este seudónimo? En parte, ya<br />

hemos respondido: quería expresar<br />

esa intención fundamental de su pensamiento.<br />

Pero hay dos hipótesis sobre<br />

este anonimato y sobre su seudónimo.<br />

Según la primera, se trataba de<br />

una falsificación voluntaria, a través<br />

de la cual, fechando sus obras en el<br />

primer siglo, en tiempos de San Pablo,<br />

1145<br />

No quería dar gloria a su nombre; por eso<br />

firmó con el seudónimo de Dionisio<br />

Areopagita.<br />

quería dar a su producción literaria<br />

una autoridad casi apostólica.<br />

Pero hay otra hipótesis mejor, pues<br />

la anterior me parece poco creíble: lo<br />

hizo así por humildad. No quería dar<br />

gloria a su nombre, no quería erigir<br />

un monumento a sí mismo con sus<br />

obras, sino realmente servir al Evangelio,<br />

crear una teología eclesial, no<br />

individual, basada en sí mismo. En realidad<br />

logró elaborar una teología<br />

que ciertamente podemos fechar en el<br />

siglo vi, pero no la podemos atribuir a<br />

una de las figuras de esa época; no es<br />

una teología «individualizada»; se trata<br />

de una teología que expresa un pensamiento<br />

y un lenguaje común.<br />

En un tiempo de acérrimas polémicas<br />

tras el Concilio de Calcedonia, él,<br />

por el contrario, en su séptima Carta,<br />

dice: «No quisiera hacer polémica; hablo<br />

simplemente de la verdad, busco<br />

la verdad». Y la luz de la verdad por sí<br />

misma hace que caigan los errores y<br />

que resplandezca lo que es bueno.<br />

Documentación<br />

Con este principio purificó el pensamiento<br />

griego y lo puso en relación<br />

con el Evangelio. Este principio, que<br />

afirma en su séptima Carta, también<br />

es expresión de un auténtico espíritu<br />

de diálogo: no hay que buscar las cosas<br />

que separan, sino la verdad en la<br />

Verdad misma; esta, después, resplandece,<br />

y hace que caigan los errores.<br />

Por tanto, a pesar de que la teología<br />

de este autor no es «personal»,<br />

sino realmente eclesial, podemos situarla<br />

en el siglo VI. ¿Por qué? El espíritu<br />

griego, que puso al servicio del<br />

Evangelio, lo encontró en los libros de<br />

Proclo, fallecido en el año 485 en Atenas:<br />

este autor pertenecía al platonismo<br />

tardío, una corriente de pensamiento<br />

que había transformado la filosofía<br />

de Platón en una especie de<br />

religión, cuya finalidad consistía fundamentalmente<br />

en crear una gran<br />

apología del politeísmo griego y volver,<br />

tras el éxito del cristianismo, a la<br />

antigua religión griega. Quería demostrar<br />

que, en realidad, las divinidades<br />

eran las fuerzas que actuaban en<br />

el cosmos. La consecuencia era que<br />

debía considerarse más verdadero el<br />

politeísmo que el monoteísmo, con un<br />

solo Dios creador.<br />

Proclo presentaba un gran sistema<br />

cósmico de divinidades, de fuerzas<br />

misteriosas, según el cual, en este cosmos<br />

deificado, el hombre podía encontrar<br />

el acceso a la divinidad. Ahora<br />

bien, hacía una distinción entre las<br />

sendas de los sencillos –los cuales no<br />

eran capaces de elevarse a las cumbres<br />

de la verdad, sino que les bastaban<br />

ciertos ritos–, y los caminos de<br />

los sabios, que por el contrario debían<br />

purificarse para llegar a la luz pura.<br />

Como se puede ver, este pensamiento<br />

es profundamente anticristiano.<br />

Es una reacción tardía contra la<br />

victoria del cristianismo. Un uso anti-<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008 33


Documentación<br />

cristiano de Platón, mientras ya se realizaba<br />

una lectura cristiana del gran<br />

filósofo. Es interesante constatar<br />

cómo este seudo-Dionisio se atrevió a<br />

servirse precisamente de este pensamiento<br />

para mostrar la verdad de<br />

Cristo; para transformar este universo<br />

politeísta en un cosmos creado por<br />

Dios, en la armonía del cosmos de<br />

Dios, donde todas las fuerzas alaban<br />

a Dios, y mostrar esta gran armonía,<br />

esta sinfonía del cosmos, que va desde<br />

los serafines, los ángeles y los arcángeles,<br />

hasta el hombre y todas las<br />

criaturas, que juntas reflejan la belleza<br />

de Dios y alaban a Dios.<br />

Así transformó la imagen politeísta<br />

en un elogio del Creador y de su criatura.<br />

De este modo, podemos descubrir<br />

las características esenciales de su<br />

pensamiento: ante todo, es una alabanza<br />

cósmica. Toda la creación habla<br />

de Dios, es un elogio de Dios. Siendo<br />

la criatura una alabanza de Dios, la teología<br />

del seudo-Dionisio se convierte<br />

en una teología litúrgica: a Dios se<br />

le encuentra sobre todo alabándolo,<br />

no sólo reflexionando; y la liturgia no<br />

es algo construido por nosotros, algo<br />

inventado para hacer una experiencia<br />

religiosa durante cierto período de<br />

tiempo; consiste en cantar con el coro<br />

de las criaturas y entrar en la realidad<br />

cósmica misma. Así la liturgia, aparentemente<br />

sólo eclesiástica, se ensancha<br />

y amplía, nos une en el lenguaje de<br />

todas las criaturas. El seudo-Dionisio<br />

nos dice: no se puede hablar de Dios<br />

de manera abstracta; hablar de Dios<br />

es siempre —lo dice con una palabra<br />

griega—, «hymnein», cantar himnos<br />

para Dios con el gran canto de las<br />

criaturas, que se refleja y concreta en<br />

la alabanza litúrgica.<br />

Sin embargo, aunque su teología<br />

sea cósmica, eclesial y litúrgica, también<br />

es profundamente personal. Creó<br />

la primera gran teología mística. Más<br />

aún, la palabra «mística» adquiere con<br />

él un nuevo significado. Hasta esa<br />

época para los cristianos esta palabra<br />

equivalía a la palabra «sacramental», es<br />

decir, lo que pertenece al «mysterion»,<br />

al sacramento. Con él, la palabra «mística»<br />

se hace más personal, más íntima:<br />

expresa el camino del alma hacia Dios.<br />

Y, ¿cómo encontrar a Dios? Aquí<br />

observamos nuevamente un elemento<br />

importante en su diálogo entre la filosofía<br />

griega y el cristianismo, en particular,<br />

la fe bíblica. Aparentemente lo<br />

que dice Platón y lo que dice la gran<br />

filosofía sobre Dios es mucho más<br />

elevado, mucho más verdadero; la Biblia<br />

parece bastante «bárbara», simple,<br />

pre-crítica, se diría hoy; pero él constata<br />

que precisamente esto es necesario<br />

para que de este modo podamos<br />

comprender que los conceptos más<br />

elevados sobre Dios no llegan nunca<br />

hasta su auténtica grandeza; son<br />

siempre impropios.<br />

En realidad, estas imágenes nos hacen<br />

comprender que Dios está por<br />

encima de todos los conceptos; en la<br />

sencillez de las imágenes encontramos<br />

más verdad que en los grandes<br />

conceptos. El rostro de Dios es nuestra<br />

incapacidad para expresar realmente<br />

lo que él es. De este modo el<br />

seudo-Dionisio habla de una «teología<br />

negativa». Es más fácil decir lo que<br />

no es Dios, que expresar lo que es realmente.<br />

Sólo a través de estas imágenes<br />

podemos adivinar su verdadero<br />

rostro y, por otra parte, este rostro de<br />

Dios es muy concreto: es Jesucristo. Y<br />

aunque Dionisio, siguiendo a Proclo,<br />

nos muestra la armonía de los coros<br />

celestiales, de manera que parece que<br />

todos dependen de todos, no deja de<br />

ser verdad que nuestro camino hacia<br />

Dios queda muy lejos de él; el seudo-<br />

Dionisio demuestra que, al final, el camino<br />

hacia Dios es Dios mismo, el<br />

cual se hace cercano a nosotros en<br />

Jesucristo.<br />

Así, una teología grande y misteriosa<br />

se hace también muy concreta, tanto<br />

en la interpretación de la liturgia<br />

como en la reflexión sobre Jesucristo:<br />

con todo ello, este Dionisio Areopagita<br />

ejerció una gran influencia en toda<br />

la teología medieval, en toda la teología<br />

mística de Oriente y de Occidente.<br />

En cierto sentido, en el siglo XIII fue redescubierto<br />

sobre todo por San Buenaventura,<br />

el gran teólogo franciscano,<br />

que en esta teología mística encontró<br />

el instrumento conceptual para interpretar<br />

la herencia tan sencilla y profunda<br />

de San Francisco: el «Poverello»,<br />

al igual que Dionisio, nos dice en definitiva<br />

que el amor ve más que la razón.<br />

Donde está la luz del amor, las tinieblas<br />

de la razón se disipan; el amor<br />

34 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

ve, el amor es ojo y la experiencia nos<br />

da mucho más que la reflexión.<br />

San Buenaventura vio en San Francisco<br />

lo que significa esta experiencia:<br />

es la experiencia de un camino muy<br />

humilde, muy realista, día tras día; es<br />

seguir a Cristo, aceptando su cruz. En<br />

esta pobreza y en esta humildad, en la<br />

humildad que se vive también en la<br />

eclesialidad, se hace una experiencia de<br />

Dios más elevada que la que se alcanza<br />

a través de la reflexión: en ella, realmente<br />

tocamos el corazón de Dios.<br />

Hoy Dionisio Areopagita tiene una<br />

nueva actualidad: se presenta como<br />

un gran mediador en el diálogo moderno<br />

entre el cristianismo y las teologías<br />

místicas de Asia, cuya característica<br />

consiste en la convicción de que no<br />

se puede decir quién es Dios; de él<br />

sólo se puede hablar de forma negativa;<br />

de Dios sólo se puede hablar con<br />

el «no», y sólo es posible llegar a él<br />

entrando en esta experiencia del «no».<br />

Aquí se ve una cercanía entre el pensamiento<br />

del Areopagita y el de las religiones<br />

asiáticas; puede ser hoy un<br />

mediador, como lo fue entre el espíritu<br />

griego y el Evangelio.<br />

De este modo se ve que el diálogo<br />

no acepta la superficialidad. Precisamente<br />

cuando uno entra en la profundidad<br />

del encuentro con Cristo, se<br />

abre también un amplio espacio para<br />

el diálogo. Cuando uno encuentra la<br />

luz de la verdad, se da cuenta de que<br />

es una luz para todos; desaparecen<br />

las polémicas y resulta posible entenderse<br />

unos a otros o al menos hablar<br />

unos con otros, acercarse. El camino<br />

del diálogo consiste precisamente en<br />

estar cerca de Dios en Cristo, en la<br />

profundidad del encuentro con él, en<br />

la experiencia de la verdad, que nos<br />

abre a la luz y nos ayuda a salir al encuentro<br />

de los demás: la luz de la verdad,<br />

la luz del amor.<br />

En fin de cuentas, nos dice: tomad<br />

cada día el camino de la experiencia,<br />

de la experiencia humilde de la fe. Entonces,<br />

el corazón se hace grande y<br />

también puede ver e iluminar a la razón<br />

para que vea la belleza de Dios.<br />

Pidamos al Señor que nos ayude a poner<br />

también hoy al servicio del Evangelio<br />

la sabiduría de nuestro tiempo,<br />

redescubriendo la belleza de la fe, el<br />

encuentro con Dios en Cristo. ■<br />

1146


Más de una vez, reiteradas veces,<br />

este mismo año 2008, el Papa<br />

ha mostrado su preocupación<br />

ecuménica introduciéndola en el plan o<br />

agenda del Sínodo próximo, ya cercano<br />

(octubre de 2008). Y es tema conciliar<br />

por antonomasia, no pues postconciliar.<br />

Ya la primera frase promulgada por<br />

el Vaticano II anunciaba como uno de<br />

los cuatro fines del mismo: «promover<br />

todo aquello que contribuye a la unión<br />

de todos los creyentes en Cristo» (SC 1).<br />

Y que éste es uno de los propósitos<br />

principales del Concilio mismo: «la recuperación<br />

de la unidad» (UR 1).<br />

Y no pasó mucho tiempo, poco más<br />

de un lustro desde su terminación, en<br />

hacerse público un «Acuerdo» doctrinal<br />

importante entre católicos y protestantes<br />

sobre Eucaristía (13 de marzo de<br />

1971). Y otro con los anglicanos (Windsor,<br />

septiembre de 1971). Esta voluntad<br />

de inserción sinodal del tema está manifestada<br />

en el nº 28 de los Lineamenta<br />

o borrador inicial para dicho Sínodo.<br />

Con los protestantes<br />

Con datos positivos y significativos:<br />

que la Eucaristía es comida del Señor,<br />

no sólo con el Señor; que es señal eficaz<br />

del don que Cristo hace de sí mismo<br />

como «pan de vida» a través del sacrificio<br />

de su vida (Lc 22, 19), de su<br />

muerte y resurrección. Que en la Eucaristía<br />

Jesús cumple de una manera privilegiada<br />

su promesa de presencia. Que<br />

es acción de gracias de la Iglesia misma<br />

como oferente y ofrecida: la gran alabanza<br />

a Dios juntamente con Cristo.<br />

Que así abre al mundo el camino para<br />

su transformación. Y es memorial, o<br />

sea, no sólo recuerdo, sino también<br />

don presente y anticipación salvífica. Y<br />

que en ella ha de darse lógicamente,<br />

coherentemente, el ofrecimiento de<br />

cada uno de nosotros, no sólo de El,<br />

sino junto con El.<br />

¿Más puntos de coincidencia? Así es,<br />

cuando reconoce el don epicléctico de<br />

1147<br />

la Eucaristía, es decir, que toda esta<br />

transformación se hace en virtud del<br />

Espíritu Santo para así dirigirnos hacia<br />

el Padre haciendo de nosotros «el<br />

hombre nuevo», un mundo nuevo en<br />

justicia y amor. Hay también confesión<br />

de la presencia real, viva y activa, que<br />

está ahí independientemente de la fe de<br />

cada uno, lo cual se verifica por el poder<br />

creador de Jesucristo y el Espíritu:<br />

que ésta es la última realidad, Cristo, no<br />

pan y vino; y como tal hay que tratarla,<br />

tratarle. También «post missam», «extra<br />

missam», admitieron. Y, eso sí, que<br />

unos y otros comulgamos para extender<br />

el Reino de Dios en la gran familia<br />

humana, destrozada, o al menos traída<br />

y llevada en mil direcciones e intereses<br />

opuestos… en una humanidad sin humanidad.<br />

El siguiente punto hubo que matizarlo<br />

más: eso de que «la Eucaristía perdona<br />

los pecados»: sí, pero no prescindiendo<br />

del sacramento del perdón, dependiente<br />

éste de aquella. Es la Eucaristía la que nos<br />

da la vida eterna (Jn 6). Finalmente, que<br />

unos y otros hemos de poner en práctica<br />

los demás fines de la Eucaristía: la fraternidad,<br />

la intercomunicación de bienes,<br />

etc.: en definitiva, la paz. Así, de esta manera,<br />

la Eucaristía es, y la Iglesia misma<br />

con ella, anticipación del banquete del<br />

Reino. Mientras tanto, es Cristo mismo el<br />

que sigue alimentando y guiando a la<br />

Iglesia en el camino que va desde la Ascensión<br />

a su última venida en un Pentecostés<br />

constante.<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

Colaboración<br />

Ecumenismo Eucarístico al Sínodo de la Palabra<br />

José Luis Larrabe Orbegozo<br />

Sacerdote y teólogo<br />

¿Y el ministro? Sí, está la afirmación<br />

misma de que por la imposición de las<br />

manos del obispo y la invocación del<br />

Espíritu Santo se hacen ministros.<br />

Pero… ¿la continuidad apostólica? En<br />

quaestio! ¿Hay validez en sus ordenaciones?<br />

La Iglesia católica considera —con<br />

argumentos fehacientes— que han tenido<br />

interrupción en esa sucesión apostólica<br />

del sacramento del orden.<br />

Con los anglicanos<br />

En la Introducción se nos dice que<br />

quiere ser un Acuerdo sustancial del hecho<br />

y significado de la Eucaristía, con<br />

los siguientes puntos fundamentales:<br />

que Dios Padre en Jesucristo, por su<br />

vida, muerte y resurrección, ha reconciliado<br />

a los hombres consigo como hijos,<br />

y unos con otros como hermanos.<br />

Que Cristo se ofrece en toda la acción<br />

eucarística como presencia sacramental<br />

dada a través del pan y del vino. Que<br />

miramos al pasado con agradecimiento<br />

y por su presencia entre nosotros; y que<br />

esperamos con gozo su última venida;<br />

que su sacrificio fue de valor infinito; y<br />

que no es sólo memoria sino también<br />

memorial: autodonación presente.<br />

Encontramos también otras afirmaciones:<br />

presencia y transformación interna<br />

del pan y del vino; pero con sentido dinámico<br />

de que Cristo se nos da y nosotros<br />

nos damos a Cristo. Presencia mutua<br />

ofrecida hasta que El vuelva. Como «pan<br />

de vida» está para que se le coma y así vivamos<br />

por El. En la anáfora (acción consecratoria)<br />

por la acción del Espíritu Santo<br />

el pan se convierte en Cuerpo de Cristo y<br />

el vino en su sangre; como elementos de<br />

la primera creación se convierten en elementos<br />

de la segunda creación: Cuerpo y<br />

Sangre de Cristo en banquete de «los cielos<br />

nuevos y la nueva tierra».<br />

He aquí elementos <strong>ecuménico</strong>s para<br />

su reflexión entre el Sínodo anterior<br />

(sobre la Eucaristía) y éste, el próximo,<br />

sobre la «Palabra de Dios», ambos íntimamente<br />

relacionados entre sí. ■<br />

35


DOMINGO XVIII<br />

DEL TIEMPO<br />

ORDINARIO<br />

(3 agosto 2008)<br />

Primera lectura: Is 55, 1-3.<br />

(Venid y comed).<br />

Salmo responsorial: 144.<br />

(Abres tu mano, Señor, y nos<br />

sacias de favores).<br />

Segunda lectura: Rom 8,<br />

35.37-39. (Ninguna criatura<br />

podrá apartarnos del amor de<br />

Dios manifestado en Cristo).<br />

Evangelio: Mt 14, 13-21.<br />

(Comieron todos hasta quedar<br />

satisfechos).<br />

«Mandó a la gente que se<br />

recostara en la hierba y<br />

tomando los cinco panes y los<br />

dos peces alzó la mirada al<br />

cielo, pronunció la bendición,<br />

partió los panes y se los dio a<br />

los discípulos; los discípulos<br />

se los dieron a la gente.<br />

Comieron todos hasta quedar<br />

satisfechos y recogieron doce<br />

cestos llenos de sobras.<br />

Comieron unos cinco mil<br />

hombres, sin contar mujeres y<br />

niños».<br />

31 de julio:<br />

SAN IGNACIO<br />

DE LOYOLA<br />

El domingo,<br />

pan de la palabra<br />

Hay quien, al repartir, no se<br />

queda con la mejor parte,<br />

como proclama con ironía el<br />

refrán. Hay personas que quieren<br />

repartir para que el pueblo pobre<br />

pueda sobrevivir (ahí está el Movimiento<br />

Sin Tierra en Brasil); hay<br />

quien quiere repartir cultura y formación<br />

en los lugares donde formarse<br />

es un esfuerzo titánico (ahí<br />

están los Educadores de la Amazonía<br />

con sus escuelas rurales); también<br />

hay quien desea repartir salud,<br />

ayuda, apoyo humano y hasta risa<br />

(ahí están los numerosos movimientos<br />

«Sin Fronteras», fruto de personas<br />

que responden a la solidaridad).<br />

Son profetas del reparto, totalmente<br />

necesarios para mantener la utopía<br />

del utópico reparto final.<br />

El signo de la multiplicación de los<br />

panes es una llamada a creer en el<br />

mecanismo social propugnado por<br />

Jesús de que compartiendo sobre la<br />

36 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

La utopía del reparto final<br />

base del todo llega, no siendo obstáculo<br />

la pobreza material. Demanda<br />

una implicación personal que «dé de<br />

comer», que establezca cauces reales<br />

de compartir.<br />

Es preciso eliminar el trasfondo de<br />

que el reparto puede hacerme más<br />

poderoso si me toca mejor parte que<br />

al otro; hay que perseguir la igualdad,<br />

o más bien la equidad, mirando sobre<br />

todo al débil; es necesario creer que el<br />

trasvase de valores y de bienes es posible<br />

porque antes se ha dado el trasvase<br />

de corazones;<br />

habría de tener<br />

uno/a siempre<br />

activado el sueño,<br />

hoy inalcanzable,<br />

de la fraternidad<br />

universal, corazón<br />

de la utopía humana.<br />

Para saber si se<br />

va caminando en<br />

la perspectiva del<br />

reparto utópico no<br />

habrá que mirar<br />

tanto lo que se da<br />

y calibrar el nivel<br />

de generosidad a<br />

partir de eso, sino<br />

más bien mirar lo<br />

que uno/a se queda.<br />

En eso es donde<br />

está la verdad<br />

del propio compartir. Si lo que te quedas<br />

no altera para nada tu estatus, tu<br />

plan de vida, sino que lo confirma, es<br />

un compartir que aún no alcanza las<br />

cotas evangélicas requeridas. Si, por el<br />

contrario, el marco económico en el<br />

que uno/a se mueve se ve afectado,<br />

eso indica que se está en la buena dirección<br />

■<br />

Fidel Aizpurúa<br />

1148


1149<br />

DOMINGO XIX<br />

DEL TIEMPO<br />

ORDINARIO<br />

(10 agosto 2008)<br />

Primera lectura: 1 Re 19,<br />

9a.11-13a.<br />

(Ponte de pie en el monte ante<br />

el Señor).<br />

Salmo responsorial: 84.<br />

(Muéstranos, Señor, tu<br />

misericordia y danos tu<br />

salvación).<br />

Segunda lectura: Rom 9, 1-5.<br />

(Quisiera ser un proscrito por<br />

el bien de mis hermanos).<br />

Evangelio: Mt 14, 22-23.<br />

(Mándame ir hacia ti andando<br />

sobre el agua).<br />

«Los discípulos, viéndole<br />

andar sobre el agua, se<br />

asustaron y gritaron de miedo,<br />

pensando que era un<br />

fantasma. Jesús les dijo<br />

enseguida: –¡Animo, soy yo,<br />

no tengáis miedo! Pedro le<br />

contestó: –Señor, si eres tú,<br />

mándame ir hacia ti andando<br />

sobre el agua. El le dijo: –Ven».<br />

6 de agosto:<br />

FIESTA DE LA<br />

TRANSFIGURACION<br />

DEL SEÑOR<br />

El domingo,<br />

pan de la palabra<br />

El amor social<br />

Hay personas que no creen en la<br />

sociedad porque, más a la base,<br />

han perdido su fe en la persona.<br />

No se cree en la sociedad cuando<br />

se la explota, cuando se consume sin<br />

freno, cuando se es prepotente desde<br />

posiciones de autoridad, cuando la<br />

apatía y la carencia de pasión se mezclan<br />

a las vivencias populares. La fe<br />

que el Evangelio demanda al creyente<br />

en primera instancia tiene que ver con<br />

la persona y con la sociedad; la fe en<br />

Dios viene a ayudar, sostener e impulsar<br />

la fe social.<br />

El relato evangélico de la marcha<br />

sobre el lago, que hoy leemos, es un<br />

alegato contra el «mal viento» del localismo,<br />

de la falta de fe en los otros<br />

pueblos, en la otra sociedad. Jesús se<br />

presenta al todo de la historia porque<br />

su fe en la persona es inagotable. Para<br />

participar de esta perspectiva es preciso<br />

lanzarse al mar de la vida confian-<br />

Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

do en la historia, que es lo mismo que<br />

confiar en el amor del Padre.<br />

Para creer en la sociedad se requiere<br />

el básico cimiento de amar la vida<br />

entendiéndola<br />

como la vocación<br />

básica que proviene<br />

del Padre; también<br />

será necesaria<br />

una mirada benigna<br />

y fraterna sobre<br />

el hecho creacional<br />

que incluya<br />

una creciente reconciliación<br />

con la<br />

creación; es imprescindible<br />

hacer<br />

prácticas concretas<br />

de amor social<br />

por medio de<br />

una participación<br />

creciente en los colectivos<br />

sociales que<br />

buscan el bien del<br />

conjunto ciudadano;<br />

sería preciso<br />

dar a esto un rostro cotidiano, cercano<br />

y visible para que no se diluya.<br />

Mucho ha luchado el cristiano/a<br />

en otras épocas contra el ateísmo<br />

religioso. Quizá habría de luchar<br />

contra el ateísmo social. El mismo<br />

sería objetivo de esa lucha. No hay<br />

que olvidar que, como dicen desde<br />

Ezequiel hasta el Vaticano II, la causa<br />

de la increencia religiosa es, en<br />

parte, la desvinculación social y política<br />

a las que a veces ha llevado el<br />

hecho de creer. Una mayor potenciación<br />

del componente social de la<br />

fe habría de dar un buen resultado<br />

en esta lucha contra el ateísmo social.<br />

■<br />

Fidel Aizpurúa<br />

37


Jesús de las Heras Muela<br />

Director de «ECCLESIA» (Enviado especial)<br />

Si tuviera que elegir una frase de las<br />

palabras del Papa Benedicto XVI<br />

en la Jornada Mundial de la Juventud,<br />

me quedaría con ésta, pronunciada<br />

el jueves 17 de julio en la fiesta<br />

de acogida del muelle de la bahía de<br />

Sídney: «Cristo ofrece. Más aún, lo<br />

ofrece todo. Sólo El, que es la Verdad,<br />

puede ser la Vía y, por tanto, también<br />

la Vida. Así, la “Vía” que los apóstoles<br />

llevaron hasta los confines de la tierra<br />

es la vida en Cristo. Es la vida de la<br />

Iglesia».<br />

¿Y qué es lo que nos da Cristo? Una<br />

vida nueva. Una existencia transformada<br />

e iluminada en el tamiz de la suya y<br />

de la Palabra de Dios. Cristo, a través<br />

del Espíritu Santo, nos da las certezas y<br />

respuestas que el hombre de hoy y de<br />

todos los tiempos —también el joven—<br />

busca y necesita.<br />

Nos da al Espíritu Santo<br />

Por el bautismo, don y efusión del<br />

Espíritu, nacemos a una vida nueva. Es<br />

la nueva y transformada vida que les<br />

llegó a los apóstoles a partir de Pentecostés.<br />

Es la nueva vida que los transformó<br />

de rudos, acobardados y pusilánimes<br />

hombres en aguerridos, tenaces<br />

y apasionados testigos de Jesucristo.<br />

Llenos del Espíritu, expandieron el<br />

Evangelio por doquier, oponiéndose<br />

incluso «a la perversidad de la cultura<br />

que les circundaba».<br />

Es la nueva y transformada vida por<br />

nos hace entender la creación como<br />

don y como tarea del Padre, como servidores<br />

y administradores de un mun-<br />

do magnífico pero no perfecto, un<br />

mundo que se ha cuidar y salvaguardar,<br />

conscientes de que el ser humano<br />

es la primera de las criaturas, pero no<br />

por ello la única ni la dominadora del<br />

resto. De un mundo, en suma, en el<br />

que el hombre ha de labrar el rostro<br />

de la eternidad.<br />

Es la nueva y transformada vida que<br />

sabe que la existencia, que el cosmos,<br />

la naturaleza y las personas no están<br />

gobernadas por el azar, por la casualidad<br />

o por la materia, sino que obedecen<br />

a un plan superior y excelso, a un<br />

plan amoroso y<br />

bondadoso de<br />

verdadera salvación.<br />

Es la vida nueva<br />

y transformada<br />

que sabe que<br />

sí existe una verdad<br />

absoluta,<br />

que sí existen lo<br />

bueno y lo malo,<br />

la verdad y la<br />

mentira, que hay<br />

principios y valores<br />

muy por encima de los intereses<br />

ocasionales de los poderosos de turno<br />

y que no se deja engañar o seducir por<br />

el brillo de los oropeles, por las leyes<br />

del mercado, del consumo o de la<br />

moda.<br />

Es la vida nueva y transformada que<br />

descubre que eclipsar a Dios, que negar<br />

a Dios, que arrinconarlo de la vida<br />

pública, que expulsarlo del corazón de<br />

las personas, siempre se vuelve contra<br />

el hombre porque este eclipse de Dios<br />

es siempre eclipse del hombre. Ni el<br />

secularismo ni el laicismo responden a<br />

la verdad del hombre. Al contrario, lo<br />

confinan, lo empequeñecen y pueden<br />

acabar con él. Y la vida entera, en todas<br />

sus etapas y momentos, no se entiende<br />

si se deja a Dios en el «banquillo»,<br />

si la religión queda relegada, excluida<br />

y marginada. Porque todo ello<br />

38 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />

Cristo da más.<br />

Lo ofrece todo<br />

no ningún progreso, sino un inmenso<br />

retroceso.<br />

Es la vida nueva y transformada que<br />

antepone la dignidad sagrada de la<br />

persona —más aún de los que sufre<br />

como los ancianos, los enfermos, los<br />

inmigrantes, las víctimas de la violencia<br />

doméstica y del terror— a cualquier<br />

otra conveniencia de lo política correcto.<br />

Y que, por ello, siempre defiende a<br />

la persona, incluso a la ya gestada<br />

aunque todavía no nacida porque<br />

«¿cómo es posible que el seno materno,<br />

el ámbito humano más admirable y<br />

sagrado, se haya<br />

convertido en lugar<br />

de indecible<br />

violencia?».<br />

Es la vida nueva<br />

y transformada<br />

que busca la<br />

paz, la justicia, la<br />

reconciliación,<br />

los derechos de<br />

todos, el desarrollo<br />

sostenible<br />

y el cuidado de<br />

nuestro entorno,<br />

pero que jamás prescinde u olvida la<br />

dignidad inviolable y sagrada que Dios<br />

otorgó al hombre creado a su imagen<br />

y semejanza.<br />

Es, sí, la vida nueva, transformada y<br />

transformante que el Padre planeó y<br />

pensó con amor indecible en la aurora<br />

de los tiempos. La vida nueva, transformada<br />

y transformante que Jesús<br />

nos ganó con vida y muerte redentoras.<br />

La vida nueva, transformada y<br />

transformante a la que nos guía el Espíritu.<br />

Es la vida nueva, transformada y<br />

transformante que nos sirve la Iglesia a<br />

través de sus sacramentos, de la Palabra<br />

de Dios y del oficio del pastoreo.<br />

Es, en suma, la vida nueva, transformada<br />

y transformante que, por el Espíritu,<br />

nos ha hecho criaturas nuevas y, por<br />

ello, testigos de Quien nos ha regenerado:<br />

Jesucristo. ■<br />

1150

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