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Jesús de las Heras Muela<br />
Director de «ECCLESIA» (Enviado especial)<br />
Si tuviera que elegir una frase de las<br />
palabras del Papa Benedicto XVI<br />
en la Jornada Mundial de la Juventud,<br />
me quedaría con ésta, pronunciada<br />
el jueves 17 de julio en la fiesta<br />
de acogida del muelle de la bahía de<br />
Sídney: «Cristo ofrece. Más aún, lo<br />
ofrece todo. Sólo El, que es la Verdad,<br />
puede ser la Vía y, por tanto, también<br />
la Vida. Así, la “Vía” que los apóstoles<br />
llevaron hasta los confines de la tierra<br />
es la vida en Cristo. Es la vida de la<br />
Iglesia».<br />
¿Y qué es lo que nos da Cristo? Una<br />
vida nueva. Una existencia transformada<br />
e iluminada en el tamiz de la suya y<br />
de la Palabra de Dios. Cristo, a través<br />
del Espíritu Santo, nos da las certezas y<br />
respuestas que el hombre de hoy y de<br />
todos los tiempos —también el joven—<br />
busca y necesita.<br />
Nos da al Espíritu Santo<br />
Por el bautismo, don y efusión del<br />
Espíritu, nacemos a una vida nueva. Es<br />
la nueva y transformada vida que les<br />
llegó a los apóstoles a partir de Pentecostés.<br />
Es la nueva vida que los transformó<br />
de rudos, acobardados y pusilánimes<br />
hombres en aguerridos, tenaces<br />
y apasionados testigos de Jesucristo.<br />
Llenos del Espíritu, expandieron el<br />
Evangelio por doquier, oponiéndose<br />
incluso «a la perversidad de la cultura<br />
que les circundaba».<br />
Es la nueva y transformada vida por<br />
nos hace entender la creación como<br />
don y como tarea del Padre, como servidores<br />
y administradores de un mun-<br />
do magnífico pero no perfecto, un<br />
mundo que se ha cuidar y salvaguardar,<br />
conscientes de que el ser humano<br />
es la primera de las criaturas, pero no<br />
por ello la única ni la dominadora del<br />
resto. De un mundo, en suma, en el<br />
que el hombre ha de labrar el rostro<br />
de la eternidad.<br />
Es la nueva y transformada vida que<br />
sabe que la existencia, que el cosmos,<br />
la naturaleza y las personas no están<br />
gobernadas por el azar, por la casualidad<br />
o por la materia, sino que obedecen<br />
a un plan superior y excelso, a un<br />
plan amoroso y<br />
bondadoso de<br />
verdadera salvación.<br />
Es la vida nueva<br />
y transformada<br />
que sabe que<br />
sí existe una verdad<br />
absoluta,<br />
que sí existen lo<br />
bueno y lo malo,<br />
la verdad y la<br />
mentira, que hay<br />
principios y valores<br />
muy por encima de los intereses<br />
ocasionales de los poderosos de turno<br />
y que no se deja engañar o seducir por<br />
el brillo de los oropeles, por las leyes<br />
del mercado, del consumo o de la<br />
moda.<br />
Es la vida nueva y transformada que<br />
descubre que eclipsar a Dios, que negar<br />
a Dios, que arrinconarlo de la vida<br />
pública, que expulsarlo del corazón de<br />
las personas, siempre se vuelve contra<br />
el hombre porque este eclipse de Dios<br />
es siempre eclipse del hombre. Ni el<br />
secularismo ni el laicismo responden a<br />
la verdad del hombre. Al contrario, lo<br />
confinan, lo empequeñecen y pueden<br />
acabar con él. Y la vida entera, en todas<br />
sus etapas y momentos, no se entiende<br />
si se deja a Dios en el «banquillo»,<br />
si la religión queda relegada, excluida<br />
y marginada. Porque todo ello<br />
38 Número 3.424 ■ 26 de julio de 2008<br />
Cristo da más.<br />
Lo ofrece todo<br />
no ningún progreso, sino un inmenso<br />
retroceso.<br />
Es la vida nueva y transformada que<br />
antepone la dignidad sagrada de la<br />
persona —más aún de los que sufre<br />
como los ancianos, los enfermos, los<br />
inmigrantes, las víctimas de la violencia<br />
doméstica y del terror— a cualquier<br />
otra conveniencia de lo política correcto.<br />
Y que, por ello, siempre defiende a<br />
la persona, incluso a la ya gestada<br />
aunque todavía no nacida porque<br />
«¿cómo es posible que el seno materno,<br />
el ámbito humano más admirable y<br />
sagrado, se haya<br />
convertido en lugar<br />
de indecible<br />
violencia?».<br />
Es la vida nueva<br />
y transformada<br />
que busca la<br />
paz, la justicia, la<br />
reconciliación,<br />
los derechos de<br />
todos, el desarrollo<br />
sostenible<br />
y el cuidado de<br />
nuestro entorno,<br />
pero que jamás prescinde u olvida la<br />
dignidad inviolable y sagrada que Dios<br />
otorgó al hombre creado a su imagen<br />
y semejanza.<br />
Es, sí, la vida nueva, transformada y<br />
transformante que el Padre planeó y<br />
pensó con amor indecible en la aurora<br />
de los tiempos. La vida nueva, transformada<br />
y transformante que Jesús<br />
nos ganó con vida y muerte redentoras.<br />
La vida nueva, transformada y<br />
transformante a la que nos guía el Espíritu.<br />
Es la vida nueva, transformada y<br />
transformante que nos sirve la Iglesia a<br />
través de sus sacramentos, de la Palabra<br />
de Dios y del oficio del pastoreo.<br />
Es, en suma, la vida nueva, transformada<br />
y transformante que, por el Espíritu,<br />
nos ha hecho criaturas nuevas y, por<br />
ello, testigos de Quien nos ha regenerado:<br />
Jesucristo. ■<br />
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