2 - Biblioteca Virtual Universitaria
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Dan Br own Ángeles y demonios<br />
La antorcha que blandía en la mano era superflua. Lo sabía. Pero era para impresionar. Atemorizar al<br />
enemigo era fundamental. Había aprendido que el miedo era su aliado. El miedo mutila con más rapidez que<br />
cualquier arma de guerra.<br />
No había espejos en el pasadizo donde admirar su disfraz, pero intuía, a juzgar por la sombra de su<br />
holgado hábito, que era perfecto. Fundirse con el entorno formaba parte del plan, de la maldad de la<br />
conspiración. Ni en sus sueños más desaforados había imaginado interpretar este papel.<br />
Dos semanas atrás, habría considerado una misión imposible la tarea que le aguardaba al final del túnel.<br />
Una misión suicida. Adentrarse desnudo en la guarida de un león. Pero Jano había cambiado la definición de<br />
imposible.<br />
Los secretos que Jano había compartido con el hassassin durante las últimas dos semanas eran<br />
numerosos. Este túnel era uno de ellos. Antiguo, pero perfectamente transitable.<br />
Mientras se acercaba a su enemigo, el hassassin se preguntó si lo que le esperaba dentro sería tan fácil<br />
como Jano había prometido. Jano le había asegurado que alguien, desde el interior, tomaría las medidas<br />
pertinentes. Alguien de dentro. Increíble. Cuanto más lo pensaba, más se daba cuenta de que era un juego de<br />
niños.<br />
Wahad... tintain.. thalatha... arbaa, se dijo en árabe cuando estuvo cerca del final. Uno... dos... tres...<br />
cuatro...<br />
21<br />
—Imagino que habrá oído hablar de la antimateria, ¿verdad, señor Langdon?<br />
Vittoria le estaba estudiando, y su piel morena contrastaba con la blancura del laboratorio.<br />
Langdon alzó la vista. De pronto, se sintió aturdido.<br />
—Sí. Bien... Más o menos.<br />
Una tenue sonrisa se insinuó en los labios de la joven.<br />
—¿Sigue Star Trek?<br />
Langdon se ruborizó.<br />
—Bien, a mis estudiantes les gusta... —Frunció el ceño—. ¿El combustible del U.S.S. Enterprise es la<br />
antimateria?<br />
Ella asintió.<br />
—La buena ficción científica hunde sus raíces en la buena ciencia.<br />
—¿La antimateria existe?<br />
—Es un hecho de la naturaleza. Todo tiene su contrario. Los protones tienen electrones. Los quarks up<br />
tienen quarks down. Existe una simetría cósmica en el nivel subatómico. La antimateria es al ying lo que el<br />
yang a la materia. Equilibra la ecuación física.<br />
Langdon recordó que Galileo creía en la dualidad.<br />
—Los científicos saben desde 1918 —continuó Vittoria— que en el Big Bang se crearon dos tipos de<br />
materia. Una materia es la que vemos en la tierra, la que compone rocas, árboles, personas. La otra es su<br />
contraria, idéntica a la materia en todos los aspectos, excepto en que las cargas de sus partículas son inversas.<br />
Kohler habló como si emergiera de la niebla, inseguro. —Pero existen enormes obstáculos<br />
tecnológicos que impiden almacenar la antimateria. ¿Qué me dices de la neutralización?<br />
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