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La Semana
Gastronómica
Castellana
LA CONDESA
DE MORA TA,
«ALCALDESA
MAYOR
DEL MESÓN»
Anoche comenzó la Semana Gastronómica
Castellana, que tiene como escenario
la "rotisserie" del Hilton, con
una serie de ceremonias a la "antigua
usanza castellana", a cargo de Cándido,
"mesonero mayor de Castill'a", que impuso
a la condesa de Morata de Jalón
el título de "Alcaldesa Mayor del Mesón".
—Los fondos que se recauden en esta
cena de hoy irán también destinados
a la futura Ciudad de San Juan de
Dios, de Sevilla, para niños subnormales.
De madrugada, también recogemos
las últimas noticias del extraordinario
lanzado por nuestro colega "A B C".
—En Sevilla, los ejemplares se han
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vendido hoja a hoja. Creo que la tirada
total ha sido de ochocientos mil. Y
se han vendido todos.
Y llegó el yantar, después que Cándido,
acompañado de la condesa, partió
los lechoncillos asados con el borde
de un plato de loza, al estilo clásico.
Y hubo un heraldo pregonero. Y mu­
chachas ataviadas con las lujosas galas
de Castilla la Vieja. Y jotas segovianas,
a los sones de la dulzaina y el
tamboril.
En el menú figuraban, naturalmente,
las viandas regionales que Cándido ha
hecho internacionalmente famosas. Truchas
de! Eresma. Figados de cabrito de
Coca con Ruibarbo. Perdices toledanas
a la mesonera. Judiones de La Granja,
con oreja y pie de cerdo. Cochinillo de
Santa María la Real de Nieva (vulgarmente
llamado "tostón"). Chuletas de
ternera de Alba de Tormes...
Y en el rancio pergamino de la carta,
la leyenda castellana que nunca debe
faltar en "las tierras de pan llevar":
"Buen provecho. De salud sirva."
noches demnilPlll^ LA FIESTA NACIONAL MARROQUÍ
Escribe: ANTENO Fotos: WAGNER
IBIRBnBSSSKBUSSSKKKSSSSSSSS •••••••"•»••• ••"•"•""•••"••••""•••••"^
Es hijo del director y propietario
de la revista "Época"
AlEXANDRO OTERO,
Un mejicano de dieciséis años
que quiere ser torero
iB'vttado por Paco Camino-—con el qne figura en la foti^rafia—»
Akarandro Otero, un chaval de dieciséis años de edad, acaba de cruzar
•1 Atlántico—en clase primera de nn reactor—^para asistir a unas tientas.
Pese a no haber tcveado aún en ningún ruedo, el valor del equipo
tor«t> de Alexandro Otero sobrepa^ las doscientas mil peseta. In.
chiso tuvo que pagar exceso de equipaje al llegar a Madrid.
—Mi padre es el director propietario de la revira "Época", una
de las publicacioiíes de más prestigio de América Ceirtral.
—¿Cómo se te ha ocurrido dedicarte a tan arriesgada profesióii,
•evando una vida tan cómoda como llevas?
—Siempre tuve una gran ilusión por ser twero. No lo hago por
dioo'o, sino por afición. Mi padre me puso como con^ción que ter*
iniBase antes mis estudios de Bachillerato. Cuando cumplí mi compromiso
no^dudó en ayudarme. Y aquí estoy.
—¿Te has visto alguna vez frente a un becerro?
—^He intervenido en muchas tientas y festivales privados. A mi
fegreso a Méjico pienso hacerlo de un modo más serio. La pena es
qne no podré actuar públicamente en España por culpa del ¡rieito taurino
entre nuestros respectivos países.
He aquí un "maletílla" con dinero y amistades suficientes para inidarse
en el mundo de los toros. Un "maletílla" con un equipo de
torear valorado en doscientas mil pesetas y una lujosa habitación en
un hotel de primerísima categmía.
Instantánea nocturna
Se podría decir que •aquello^
íríos trajeron estas nieves".
Porque anoche, al filo de las
Épee de la madrugada, un ter-
"ax) de la Caxan Vía se-
, poco máfi de tres grados
fiTy