CONSEJERÍA

4.- Reparación de la falta cuando sea posible
5.- Renuncia al pecado.
Pecado y Enfermedad.
-Se debe establecer la diferencia entre pecado y enfermedad. Desde el punto de vista
moral, la diferencia estriba en que el pecado se origina en la voluntad del hombre, mientras
que la enfermedad brota de fuerzas ajenas a la voluntad y sobre las cuales el hombre tiene
escaso dominio.
-Sin embargo esas fuerza ajenas a la voluntad pueden reaccionar al estímulo de un acto
voluntario del hombre, como la ira, el rencor, el odio, sentimientos que desencadenan
grandes descargas no reguladas de ácidos y sustancias que afectan el organismo en
algunos caso de forma irreversible.
-Dolores de cabeza, parálisis de algún mimbro, ceguera, tartamudez, amnesia y otras
enfermedades más también pueden ser resultados de actitudes consientes del individuo que
implican un acto pecaminoso.
-Existen otras enfermedades que son muestras de cómo el pecado puede revelarse en una
enfermedad patológica: El alcoholismo, puede crear cirrosis hepática, locura, ceguera,
trombosis, etc.; el cigarrillo, puede causar artereoescolerosis, cáncer en la garganta o
pulmonar; La práctica del sexo extramatrimonial, o prematrimonial: sífilis, gonorrea, la
homosexualidad: el Sida, etc.
-Si existe una relación entre el pecado y la enfermedad. El consejero puede ser un agente
preventivo a una enfermedad potencial en una persona que esté en una de estas actitudes
inmorales.
BIBLIOGRAFIA
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