GUÍA DE NEGOCIOS DEL MERCADO ANGOLEÑO - Icex

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No obstante, por cuarto año consecutivo ha aumentado el ritmo de expansión de la
actividad no petrolífera, que muestra un crecimiento superior, en términos reales, al del
sector petrolífero, fenómeno significativo de la tendencia hacia la diversificación
productiva. Entre los sectores más destacados en 2000 destacan el diamantífero (cuya
producción declarada oficialmente se estima aumentó en un 20%), así como la
construcción, en este caso beneficiado también por el estimulo inducido sobre el
conjunto de la economía angoleña por el aumento de los precios internacionales del
petróleo desde 1999.
Sin duda, la riqueza fundamental de Angola es el petróleo. Los descubrimientos
recientes en aguas profundas, permiten estimar un gran crecimiento de la producción.
En la actualidad la producción se estima en 800.000 barriles diarios, pero su potencial de
crecimiento es tal que se prevé que sean 1,5 millones de barriles diarios en el año 2005.
De hecho Angola es el mayor país del mundo en inversión exploratoria. Duplicar la
producción de petróleo en cinco años supondrá, prácticamente, multiplicar por dos los
ingresos en concepto de exportaciones y aumentar en más de un 50 por ciento el PIB del
país durante ese periodo.
Con estas cifras, Angola constituye en la actualidad el segundo exportador africano de
crudo al sur del Sahara y, de acuerdo con especialistas del sector petrolífero, todo apunta
a que superará la producción de Nigeria entorno al año 2005.
En los últimos años, la situación económica se ha visto comprometida por el aumento de
la deuda externa y el alto montante destinado a gastos militares. El conflicto ha obligado
al Gobierno a realizar enormes gastos para equipar al ejército y a las fuerzas de
seguridad. Con la consecución de la paz, se espera se reduzcan las cantidades dedicadas
a la defensa nacional para emprearlas en la anunciada reconstrucción social y económica
del país.
La caída de los precios del petróleo durante 1.998 produjo una disminución de los
ingresos equivalente al 13 por ciento del PIB. En respuesta a esta situación, y dadas las
dificultades para conseguir nueva financiación externa, las autoridades redujeron el
gasto público en un 17 por ciento del PIB, aproximadamente. La reducción se concentró
en los programas de aprovisionamiento de bienes y servicios y en las inversiones. Como
resultado, el déficit fiscal bajó al 16 por ciento del PIB en 1.998, saldo financiado
principalmente por el Banco Nacional de Angola, por préstamos externos a corto plazo y
mediante la acumulación de atrasos en los pagos internos y externos.
Durante el año 1.999, la importante subida en los precios del petróleo supuso un
aumento considerable de los ingresos por exportaciones. Esta coyuntura favorable
permitió al Gobierno aprobar un presupuesto más desahogado para el año 2.000.
Además, la conclusión de la fase convencional del conflicto interno ha permitido al
Gobierno disminuir la porción destinada a gastos militares en el presupuesto del año
2.000 y destinar partidas importantes a la reconstrucción del país y a los sectores de
mayor impacto social (sanidad y educación).
En concreto, el Programa de Reconstrucción de Infraestructuras y el Programa de Desarrollo
Económico y Social, dotados de fondos propios procedentes del Presupuesto General de
17/01/2003