Periodistas

M.A.: Hay un gran retroceso. Las palabras
de Montoro son inaceptables. El que
se controle a los periodistas que pueden
hablar o no desde Moncloa en las ruedas
de prensa, que haya ruedas de prensa sin
preguntas o plasmáticas es intolerable;
por no hablar del proyecto de ley de Seguridad
Ciudadana, que también va a condicionar
los movimientos de los periodistas
en las manifestaciones. El ánimo es represor
contra los medios. Por otro lado,
tenemos el problema de los despidos. La
situación lleva a una mayor autocensura
de los periodistas, que están teniendo pánico
de quedarse en la calle. Todos sabemos
que no hay nada más proclive a la
autocensura que un periodista con miedo
y cada vez hay más, por eso los periodistas
se decantan más por la comunicación y
menos por la información. Si le sumamos
el cierre de empresas públicas como el
de RTVV, utilizada por el Gobierno de
Valencia mientras le ha convenido, con
unas locuras económicas y una propaganda
increíble, y cuando no le ha servido
la cierra, o el ejemplo de Madrid, es
verdaderamente un momento crítico. Los
periodistas estamos hablando, pero con
poca fuerza porque somos los que más estamos
sufriendo esta crisis. Las empresas
también, pero desde siempre la publicidad
había estado supeditada a los intereses
periodísticos. Ahora estamos viendo
J.G.: No creo que los periodistas vivan
una crisis mayor que los trabajadores de
otras empresas. Trabajan con un producto
mucho más delicado y muy sensible
a cualquier tipo de presión y en ese
sentido, quizá la crisis les afecta más. Los
editores han estado siempre más próximos
a los periodistas y cuando ha empezado
la crisis, el último lugar donde
llegaron los recortes fue a la redacción.
A esta crisis se suma la crisis del producto
de los medios de comunicación. El
papel está cayendo, el medio digital está
subiendo. Quizá el problema es que los
editores han acostumbrado al ciudadano
a que la información es gratis y, sin embargo,
la información es muy cara. No
creo que el papel vaya a desaparecer en
mucho tiempo y hoy el que mantiene los
medios es principalmente el papel.
M.A.: Ha habido un problema de planteamiento
empresarial con la convivencia
de Internet con el papel impreso y una
campaña de “todo gratis” que hace que
ahora la gente no quiera pagar por los
periódicos digitales, lo cual es tremendo
porque la información buena es cara. Se
El problema es que las empresas todavía
no tienen un plan de acción muy claro.
A.M.: ¿Cómo puede despegar el sector?
¿Es posible una vía de artículos que estén
financiados de forma colectiva?
M.A.: Quizá en el futuro haya otras opciones
viables de convivencia, periódicos
cuya edición impresa salga solo el fin de
semana o cuatro días a la semana, pero es
importante que se mantenga la calidad de
la información.
J.G.: El periódico, como producto entendido
con su paginación, periodicidad y
caducidad, y con un soporte, sea físico o
digital, tiene futuro porque es necesario. En
Internet lo que hay es sobreinformación. La
ventaja del diario como producto es que ya
te selecciona los teletipos y estructura la información
para que estés enterado de todo.
M.R.: Va a ser una simbiosis del modelo.
Ahora estamos constantemente
informados, pero para leer el periódico
“El futuro de la información será
de pago y el cambio radicará en el
aprovechamiento de la tecnología”
Mariano Rivero
cosas increíbles de publicidad en portada,
contraportada… por no hablar de las presiones
económicas gubernamentales. La
publicidad institucional, por ejemplo, está
muy presente en Melilla: todos los periódicos
que cuenten informaciones con las
que no está de acuerdo el Gobierno, no
tienen publicidad o pueden no tenerla.
Estamos en muy malísimo momento.
está perdiendo la calidad del producto. Están
desapareciendo los corresponsales, los
enviados especiales, incluso los grandes
medios se están nutriendo en los grandes
conflictos de la figura del freelance, que se
juega la vida por cuatro perras. Es gravísimo.
Afortunadamente, creo que estamos
en un momento de reconversión hacia la
convivencia del soporte en papel y digital.
y profundizar en los contenidos, tenemos
que tener tiempo y eso lo tenemos
los fines de semana. Por eso creo que
las grandes cabeceras pueden estar estudiando
sacar papel solo el fin de semana
y entre semana hacerlo a través de la vía
digital cobrando un precio módico. Tenemos
que querer a la profesión. Somos
muy corporativos y a veces nos defendemos
poco. Por primera vez en muchos
años estamos unidos, hemos pedido al
Gobierno que se cree una mesa sectorial
donde estemos todos y ver cómo podemos
parar la sangría económica que
afecta principalmente al paro. Yo creo
que en el futuro la información será de
pago y el cambio radicará en el aprovechamiento
de la tecnología. n
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