Periodistas

Cierre de RTVV
Minuto a minuto
de un fundido a negro
P.E.
Xavier Borrás y María José Sáez son dos de
esos 1.800 trabajadores que se han ido a la calle
tras el cierre de RTVV. Un matrimonio con
dos hijos de corta edad que se ha quedado sin
trabajo después de años cubriendo información
para los valencianos, él para la televisión y
ella para la radio. Xavier llevaba 22 años como
corresponsal en Madrid y vivió en primera
persona el cierre, ya que se había trasladado
recientemente a Valencia. Acudió como cada
día a las cinco de la mañana al trabajo y se
encontró con la dramática escena. Como él
explica: “Con el mogollón y la puerta cerrada.
Me dijeron: Ha empezado el baile”.
El Gobierno de Alberto Fabra ejecutó por
sorpresa, la madrugada del 29 de noviembre, el
apagón de las emisiones de RTVV. Los presentadores
que editaban el informativo de media
noche en Canal 9, alertados por los rumores
en Twitter, dieron la noticia del cierre de la
radio y en cuestión de minutos se presentó un
centenar de trabajadores. Según Borras, sobre
las dos de la madrugada apareció en el control
central el conocido como Paco “Telefunken”,
el técnico encargado de acometer el apagón.
“Al principio, los compañeros alertados le
preguntaron quién era, ya que pasó desapercibido.
Poco después trajo con él a dos policías”.
Algunos trabajadores impidieron su entrada al
control central ya que carecían de orden, por
lo que los agentes junto con el técnico decidieron
aguardar en un estudio vacío. Xavier consigue
entrar al edificio en torno a las siete de la
mañana a través de una ventana. “Había mucha
gente allí, una cosa tremenda, el bicho estaba
dentro”. Una vez en el interior se dirigió hacia
el estudio 3, el de los Informativos, que estaba
ocupado por los compañeros de la noche, por
diputados o antiguos presentadores. “Ahí estaba
quién quería”, asegura. A las nueve “Telefunken”
decide marcharse y a las 11 el juzgado
de Paterna autoriza la entrada de la Policía al
lugar. “A las 12:15 se estaba retransmitiendo
todo en directo. En el pasillo que llevaba al control
central, en fila de dos veíamos a 30 agentes
caminando y al frente el jefe de la Policía autonómica.
Cuando llegaron a nosotros, el jefe
sacó el papel y lo leyó. Entonces nos fuimos
echando para atrás y en cuestión de minutos, a
las 12:19, la emisión se funde a negro…”.
Un cierre esperado por los trabajadores
desde que el día 6 de noviembre se anunciara
la nulidad del ERE elaborado por el Gobierno
valenciano. Años de despilfarros que se traducen
en una plantilla de 1.800 trabajadores,
de los cuales muchos eran contratados a
dedo en puestos directivos. La deuda asciende
a 1.300 millones de euros. “Mucha gente
enchufada no hablaba valenciano, cuando
el requisito para trabajar era ese. Yo me
preguntaba: ¿cómo va a saber mi jefe si soy
buena periodista, si no conoce la lengua?”,
asegura María José. “La empresa hacía las
cosas tan mal que al pedir la vida laboral, [veo
que] tengo contratos que nunca he firmado.
Nos daban de baja por la noche y por la mañana
nos volvían de dar de alta y así”.
Futuro poco alentador
En los últimos 18 años de gobierno del PP,
se había ejercido una creciente presión informativa
hacia los periodistas. “Llevo 22 años y
era conocido por haberme negado a muchas
cosas. Eso comportaba que si no eras de
confianza no hacías temas, por ejemplo yo no
hacía política”, asegura Borrás. Temas como el
‘caso Gürtel’ o el accidente de Metro en Valencia
apenas vieron la luz en los informativos
públicos. Fue en el último programa de televisión
donde se entrevistó a la presidenta de
las víctimas, Beatriz Garrote, a la que se pidió
disculpas en directo.
Con tantos periodistas sin trabajo en la
Comunidad Valenciana, el futuro es poco alentador.
Xavier opina que el efecto del cierre
va a ser atroz, “se van a bajar los sueldos en
los medios valencianos porque los que buscan
trabajo van a ser muchos y se van a conformar
con lo que sea”. El periodista confía en que se
abra una nueva televisión externalizada y con
mucha menos plantilla, “creo que Valencia es
el campo experimental de Rajoy para hacer su
nuevo modelo de televisión pública”.
Biel Aliño
Periodistas
31