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« La guerra civile di Spagna – che insanguinò la penisola iberica ...

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Reposad, ¡oh innumerables tumbas entreabiertas!,<br />

cuerpos acribil<strong>la</strong>dos cuyos alones rotos<br />

os entregan horrendos,<br />

a esa lenta consunción con <strong>la</strong> tierra que habíais defen<strong>di</strong>do. 33<br />

(Juan Gil-Albert, Pa<strong>la</strong>bra a los muertos, H. de E., núm. 5, mayo 1937)<br />

Llegado aquel momento el o<strong>di</strong>o fué batal<strong>la</strong><br />

y el rencoroso estilo tan sordo de <strong>la</strong> sangre<br />

se trocó en borbotones calientes de peligro,<br />

de furia justiciera como un galope altivo. 34<br />

(Arturo Serrano P<strong>la</strong>ja, Pueblo tracionado, H. de E., núm. 6, junio 1937)<br />

Se nubló <strong>la</strong> azucena,<br />

<strong>la</strong> airosa maravil<strong>la</strong> :<br />

patíbulos y cárceles degüel<strong>la</strong>n los gemidos,<br />

<strong>la</strong> juventud, el aire de Sevil<strong>la</strong>. 35<br />

(Miguel Hernández, Visión de Sevil<strong>la</strong>, H. de E., núm. 9, septiembre 1937)<br />

Vemos que no falta una cierta exaltación guerresca, pero siempre mezc<strong>la</strong>da con alto<br />

lirismo al cantar <strong>la</strong> muerte y <strong>la</strong> lucha. Lirismo más evidente aún en <strong>la</strong> siguiente poesía,<br />

que eleva el dolor a algo necesario, como <strong>la</strong> <strong>guerra</strong>, para cambiar los estériles campos<br />

de <strong>la</strong> Historia, y los manantiales son metáfora de <strong>la</strong>s heridas de <strong>la</strong> tierra, así como <strong>la</strong>s<br />

abejas representan los fusiles que contaminan el flor del almendro. Los últimos versos -<br />

el negrita es mío - son algunos entre los más celebrados y más bellos de todos los<br />

escritos en <strong>la</strong> Guerra Civil y cantan <strong>la</strong> muerte con un lirismo altísimo y hondísimo a <strong>la</strong><br />

vez. El marinero ha muerto, anónimo soldado, y el poeta no sabe si llorar <strong>la</strong> vida de<br />

quién todavía está aquí o cantar <strong>la</strong> muerte de los que han luchado para <strong>la</strong> paz, no sabe si<br />

es mejor morir o sobrevivir.<br />

33 Ibidem, núm. 5, mayo 1937<br />

34 Ibidem, núm. 6, junio 1937<br />

35 Ibidem, núm. 9, septiembre 1937<br />

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