COMUNIDADES - Odebrecht Informa
COMUNIDADES - Odebrecht Informa
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# 156 año XXXVIII SEPTIEMBRE/OCTUBRE 2011<br />
Edición en español<br />
<strong>COMUNIDADES</strong><br />
Escenarios de<br />
transformación<br />
y de celebración<br />
de la vida<br />
informa<br />
I
II<br />
informa
informa<br />
1
<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong> en medios digitales<br />
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> La transformación social del Complejo del<br />
Alemán, un conjunto de 12 comunidades<br />
en Río de Janeiro<br />
> En la región de la Usina Hidroeléctrica<br />
Santo Antônio, en Rondônia, festejos<br />
tradicionales celebran la cultura y la vida<br />
> Genésio Couto, Responsable de Personas,<br />
Sostenibilidad y Relaciones Institucionales<br />
en ETH, es el entrevistado del Proyecto<br />
Saberes<br />
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sobre Acciones Sociales, 60 años de Organización<br />
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AGUAS LIMPIAS<br />
Un proyecto para transformar Vitória en la<br />
capital más saneada del país<br />
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<strong>Informa</strong>, nuevas<br />
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reúnen información e<br />
interactividad<br />
> En Salvador, construcción<br />
del Arena Fonte Nova<br />
ofrece a ex vecinos nueva<br />
oportunidad de trabajo<br />
> Premio <strong>Odebrecht</strong> Angola<br />
estimula el desarrollo<br />
entre estudiantes<br />
angoleños<br />
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Comunidad<br />
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<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong> los<br />
pos escritos por los<br />
reporteros y por los<br />
editores de la revista.<br />
Textos de Cláudio Lovato<br />
Filho, Fabiana Cabral,<br />
José Enrique Barreiro,<br />
Karolina Gutiez, Renata<br />
Meyer, Rodrigo Vilar,<br />
Thereza Martins, Zaccaria<br />
Júnior y colaboradores.
#156<br />
<strong>COMUNIDADES</strong><br />
Carlos Júnior<br />
Tapa: Foto vencedora del concurso<br />
Fotografíe su Comunidad<br />
Ana Roque de Oliveira, tomada<br />
en Mozambique<br />
6<br />
10<br />
14<br />
18<br />
24<br />
28<br />
32<br />
36<br />
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44<br />
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58<br />
60<br />
63<br />
64<br />
El Complejo del Alemán, en RÍO DE JANEIRO, ofrece a sus<br />
habitantes nuevos motivos de orgullo<br />
En RONDÔNIA, festejos tradicionales son instrumentos para<br />
cultivar valores e identidad<br />
MIAMI: la metrópolis que simboliza como pocas el melting<br />
pot de Estados Unidos<br />
En el trazado de un etenoducto y de una ductovía en el<br />
NORESTE BRASILEÑO, Brasil muestra una de sus fases más<br />
verdaderas<br />
Delcy Machado: la misión de un enamoramiento por las<br />
iniciativas de responsabilidad socio empresarial<br />
Las narraciones inspiradoras de superación provenientes<br />
de las calles de Curundú, en CIUDAD DE PANAMÁ<br />
Las manifestaciones culturales que celebran la tradición<br />
y la vida en la ruta del Ferrocarril CARAJÁS<br />
En SAN AGUSTÍN, la música tradicional venezolana y la<br />
alegría abren las puertas para la inclusión social<br />
Vea lo que ocurre cuando unidades industriales y jóvenes<br />
municipios establecen una sociedad para construir el futuro<br />
AREQUIPA, en Perú: una ciudad rodeada por volcanes con un<br />
lugar especial en el corazón de los integrantes de <strong>Odebrecht</strong><br />
El cotidiano en Chicata, en Mártires de Kifandongo y en Zango,<br />
comunidades de LUANDA<br />
El “samba de roda” es una de las diversas manifestaciones<br />
que convierten a la región de Maragogipe, en Bahía, en un<br />
lugar fascinante<br />
En SALVADOR, obras del Arena Fonte Nova incluyen un amplio<br />
programa de comunicación con la comunidad<br />
En el BAJO SUR DE BAHÍA, transformación socio económica<br />
y preservación de la cultura caminan juntas<br />
Las experiencias de Lilian Campana, Francisco Sawaguthi<br />
y Clarisse Rodrigues en BRASIL, en ANGOLA y en COREA<br />
DEL SUR<br />
Concurso fotografíe su Comunidad cuenta con la participación<br />
de 245 integrantes de 17 países<br />
&<br />
NOTICIAS<br />
PERSONAS<br />
CAPA<br />
Ilustração de Rico Lins<br />
72<br />
74<br />
76<br />
78<br />
ÓLEO & GAS<br />
TEO – TECNOLOGÍA EMPRESARIAL ODEBRECHT<br />
ARGUMENTO<br />
SABERES<br />
informa<br />
3
4<br />
informa
EDITORIAL<br />
Noticias<br />
de la vida<br />
“Nuestros reporteros<br />
y fotógrafos vieron<br />
el arte producido en<br />
las comunidades,<br />
conversaron con la<br />
gente, entraron en<br />
las casas, probaron la<br />
comida, caminaron<br />
por las calles del<br />
vecindario, subieron<br />
cerros y montañas,<br />
enfrentaron<br />
embotellamientos<br />
en metrópolis que<br />
no pueden parar,<br />
se internaron entre<br />
las inmensidades<br />
rurales donde<br />
parece que la vida<br />
pasa más despacio”<br />
En las notas que nuestros equipos elaboraron para esta edición<br />
de <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong>, ellos permanecieron poco tiempo<br />
en los sitios de obra y en las unidades industriales de nuestra<br />
Organización diseminados por Brasil y por el mundo. Esta vez,<br />
reporteros y fotógrafos se concentraron en buscar anécdotas<br />
en el corazón de las comunidades donde están ubicadas las obras, las<br />
fábricas y las oficinas. Encontraron excelentes leyendas protagonizadas<br />
por grandes personajes, por lo cual pudieron elaborar un expresivo panel<br />
que describe realidades observadas por los equipos de <strong>Odebrecht</strong> en su<br />
cotidiano de trabajo en los diversos ambientes en que se encuentran.<br />
Nuestros reporteros y fotógrafos vieron el arte producido en esas comunidades<br />
y fueron testigos de iniciativas destinadas a cultivar tradiciones<br />
culturales y religiosas. Conversaron con personas, entraron en sus<br />
casas, probaron la comida, caminaron por calles del vecindario, subieron<br />
cerros y montañas, se trasladaron por medio de trenes y teleféricos, enfrentaron<br />
embotellamientos en metrópolis que no pueden parar, penetraron<br />
en inmensidades rurales donde la presencia humana a veces es<br />
escasa y parece que la vida pasa más lentamente.<br />
Desde Maragogipe, en Bahía, a San Agustín, en Caracas, desde Arequipa,<br />
en Perú, hasta Miami, en Estados Unidos, desde Curundú, en Ciudad<br />
de Panamá hasta Mártires de Kifangondo, en Luanda, pasando por el<br />
Complejo del Alemán, en Río de Janeiro, y varias otras comunidades, los<br />
reporteros y fotógrafos de <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong> nos brindan informaciones<br />
e impresiones de la vida que existe en lugares en que, su principal punto<br />
en común, es la esperanza y la capacidad de realización y transformación<br />
de su gente.<br />
Los integrantes de <strong>Odebrecht</strong> consideran que llegar a una ciudad o a<br />
un país es apenas el primer paso de una relación de largo plazo. Siempre<br />
tienen en mente el principio de permanencia, o sea, llegan para quedarse.<br />
Esa permanencia en los términos que <strong>Odebrecht</strong> se propone vivirla,<br />
basada en el principio de servir y no en el deseo de ofrecer contribución<br />
calificada, sólo es posible cuando se conoce la historia, las expectativas<br />
y la identidad de esas comunidades, en un constante esfuerzo que exige<br />
tiempo y energía, pero que también es placentero y realizador.<br />
Disfrute esos episodios que se transcriben en las próximas páginas.<br />
Ellos nos hablan de lugares y personas especiales, como son todos los<br />
lugares y las personas que, de una u otra manera, traen más felicidad a<br />
este mundo.<br />
informa<br />
5
Complejo del Alemán,<br />
en Río de Janeiro,<br />
vive nuevos tiempos,<br />
en que la paz y el<br />
desarrollo fortalecen<br />
la identidad y la<br />
ciudadanía de toda la<br />
comunidad<br />
texto Fabiana Cabral<br />
fotos Carlos Júnior<br />
Renato, René<br />
y Gabriela:<br />
representantes<br />
de la nueva<br />
generación del<br />
Alemán, fundaron<br />
un periódico<br />
morro<br />
VIVO EN EL
El samba Barracão, de Luiz Antônio y Oldemar<br />
Magalhães, fue lanzado en 1953, un año antes<br />
que José Augusto Francisco, 75 años, fuera<br />
a vivir en el Complejo del Alemán. “Cuando<br />
llegué había apenas 70 habitantes. No había<br />
agua ni luz, la vida era muy dura”, recuerda, mirando hacia<br />
el cielo azul, en la mañana de un jueves en el mes de agosto.<br />
A los 16 años, José Augusto se fue de Sapé, su ciudad<br />
natal, en el estado de Paraíba, para trabajar en la capital del<br />
samba. “Compré un terreno y construí una casa. Cargué todos<br />
los materiales con la ayuda de los pobladores locales”<br />
relata, mientras señala los músculos de su brazo, mostrando<br />
las marcas de quien ya trabajó mucho en la vida. Fue en<br />
la cumbre del morro de Alemán que él y su esposa crearon<br />
a los cinco hijos. Uno de los habitantes más antiguos, José<br />
Augusto preside la Asociación de Vecinos del Alemán, desde<br />
1963. “Siento mucho orgullo de mi comunidad, pues trabajamos<br />
y luchamos mucho. Hay calles asfaltadas, casas, escuelas,<br />
comercio, sin embargo, aún hay mucho por hacer”.<br />
Localizado en la zona norte de Río de Janeiro, rodeado por<br />
los barrios de Penha, Olaria, Ramos, Inhaúma y Bonsucesso,<br />
el Alemán, constituido por 12 comunidades distribuidas<br />
sobre la sierra de la Misericórdia, era considerado uno de los<br />
puntos más violentos de la ciudad. Entre los cinco morros<br />
(Adeus, Baiana, Alemán, Itararé y Fazendinha) y los valles,<br />
los más de 120 mil habitantes (según el censo del 2010) se<br />
dividen en un área de 3 Km 2 .<br />
El polaco “alemán”<br />
En los años 20, el inmigrante polaco Leonard Kaczmarkiewicz<br />
adquirió tierras en la región rural de Leopoldina. A la<br />
sazón, era conocido como “Alemán”, y el lugar pasó a llamarse<br />
Morro del Alemán, el núcleo del complejo. Su ocupación<br />
tuvo lugar en los años 50, después de la apertura de la Avenida<br />
Brasil, en 1946, y fue cuando Leonard loteó sus tierras<br />
para venderlas.<br />
Familias de trabajadores de otros diversos estados brasileños<br />
se instalaron en el lugar y, poco a poco, la región se<br />
convirtió en uno de los principales polos industriales de Río.<br />
Por otra parte, la ocupación desordenada permitió la formación<br />
de favelas.<br />
“Las empresas abandonaron el lugar debido a la violencia”,<br />
comenta la profesora Lúcia Cabral, 46 años. Proveniente<br />
del estado de Paraíba, Lúcia llegó al Morro do Adeus – de<br />
donde se vislumbra toda la ciudad- cuando aún tenía 6 meses.<br />
En la casa en que creció, crió a sus 3 hijos. Ella comenta<br />
que el desarrollo impulsó la educación y el trabajo, pero,<br />
José Augusto Francisco:<br />
“Siento orgullo de mi comunidad”<br />
la ausencia de políticas públicas y las drogas propiciaron la<br />
instalación de la violencia. “Las drogas empezaron a llegar a<br />
fines de los años ‘80. Del 2005 hasta el 2008, vivimos la peor<br />
guerra del tráfico de drogas. Pasé por tiroteos y vi morir gente”,<br />
relata, con lágrimas en los ojos, al recordar esos períodos<br />
más difíciles.<br />
Los tristes recuerdos se convierten en alegría cuando la<br />
educadora habla de la comunidad. “Aquí hay respeto, solidaridad<br />
y potencial de crecimiento”, afirma. Actualmente,<br />
ella lidera la ONG Educape. “Los jóvenes buscan educación,<br />
cultura, esparcimiento y están trabajando en las obras que<br />
recibimos”.<br />
El inicio de la transformación<br />
En el 2008, el PAC Favelas, iniciativa de los gobiernos Federal<br />
y Estadual, llegó al Complejo del Alemán. El Consorcio<br />
Rio Melhor (formado por <strong>Odebrecht</strong> Infraestrutura, OAS y<br />
Delta Construções) construyó unidades habitacionales, escuela,<br />
unidad de atención inmediata y un teleférico para facilitar<br />
el transporte de los pobladores. “Dirección, experiencia<br />
profesional y registro de inclusión en planilla son los mayores<br />
legados dejados a la población, al igual que la creencia de<br />
querer y poder más”, afirma Adilson Moura, Gerente Administrativo<br />
y Financiero de <strong>Odebrecht</strong>.<br />
Eduardo Poley, Responsable de Ingeniería, asegura que<br />
el ambiente influyó a algunos jóvenes a retomar los estudios.<br />
Mário Sérgio Fonseca de Souza, de 28 años, es uno de ellos.<br />
Él abandonó los estudios al finalizar el curso secundario y, al<br />
integrar el área social del consorcio, volvió a estudiar.<br />
“Estoy cursando clases técnicas”, explica. Poblador de la<br />
Grota, uno de los locales más violentos del complejo, Mário<br />
comenta que la comunidad vive una nueva realidad. “En las<br />
entrevistas de trabajo, éramos eliminados cuando se enteraban<br />
donde vivíamos. Ahora, la comunidad se ha convertido<br />
en un punto turístico”, dice, con orgullo.<br />
El nuevo punto turístico es el teleférico del Alemán, que<br />
se inauguró en julio del 2011. Las seis estaciones reciben 20<br />
mil personas por día. “El medio de transporte integra la co-<br />
8<br />
informa
Anita: kiosco de dulces y salgados en la Estación Palmeiras<br />
munidad con la ciudad, eleva la autoestima de los pobladores<br />
e impulsa el turismo”, observa Luiz de Souza, Director del<br />
Teleférico en la SuperVia, un activo de <strong>Odebrecht</strong> Transport y<br />
empresa responsable de la operación.<br />
En la Estación Palmeiras, la última del recorrido, los pobladores<br />
y turistas pueden disfrutar la hermosa vista en la<br />
cumbre del Morro da Fazendinha. Fue allí que Anita Maria da<br />
Silva y Fabiano Farias da Silva instalaron un kiosco de dulces<br />
y salgados. El matrimonio, recién llegado de João Pessoa,<br />
también eligió el local para crear a los tres hijos. “Fuimos<br />
bien recibidos por nuestros vecinos y, con el teleférico, logramos<br />
trabajo y renta”, afirma Anita, mientras atiende a un<br />
grupo de la Zona Sur carioca.<br />
“Nuestra esperanza está en los jóvenes, que nos ven<br />
como espejo. Por eso, necesitamos trasmitir cosas buenas”,<br />
pondera Mário Sérgio, al hablar sobre el futuro del Morro del<br />
Alemán. Gabriela Santos, 14 años, Renato Moura, 15, y René<br />
Silva, de 17, son ejemplos de la nueva generación. Juntos,<br />
fundaron el Periódico Voz das Comunidades, que abarca los<br />
principales problemas de los habitantes locales. “Alcanzamos<br />
una tirada de 5 mil ejemplares, divulgamos noticias en<br />
el site y en el Twitter”, comenta René, que quedó conocido<br />
por enviar mensajes, en tiempo real, por el micro blog, sobre<br />
la operación de las policías Militar y Federal y de las Fuerzas<br />
Armadas para la reanudación del complejo, a fines de noviembre<br />
del 2010.<br />
Según Renê, las transformaciones empezaron con las<br />
obras del PAC y siguen con la presencia de las fuerzas militares<br />
en el local. “Los jóvenes no se integraban a la comunidad<br />
y eso ha cambiado. Estamos logrando que eso ocurra<br />
buscando un futuro mejor para todos, con más seguridad”,<br />
subraya el futuro periodista.<br />
Fútbol, funk y amigos<br />
Viernes por la tarde, el ritmo en el Complejo del Alemán<br />
es delirante. Personas y moto taxis se mezclan y circulan<br />
agitados. En las calles, se escucha el ritmo del funk y la parranda<br />
promovida por el samba en coches y casas, el ruido<br />
del partido de fútbol en la cancha y los gritos de la hinchada.<br />
Los jóvenes empiezan a prepararse para salir. “Vamos a los<br />
cumpleaños de amigos o nos quedamos en la plaza conversando,<br />
jugando a la pelota y bromeando”, comenta Renê.<br />
Mário Sérgio y el amigo Leandro Pereira Ribeiro, 27<br />
años, están ansiosos. “Hoy es día de salir y ver a las chicas,<br />
ir a bailar, rever a los amigos. Es nuestra diversión”, afirma<br />
Mário, al compás de un funk carioca. Cuando se les preguntan<br />
sobre sus preferencias musicales, los dos amigos son<br />
categóricos: “El funk forma parte de nuestra cultura, está<br />
en la sangre”.<br />
El teleférico del<br />
Alemán: símbolo<br />
de nuevos<br />
tiempos en la<br />
comunidad<br />
informa<br />
9
En la foto más grande,<br />
embarcaciones típicas de<br />
la región. En las fotos más<br />
pequeñas, bajo estas líneas,<br />
ribereños usan un barco a motor<br />
para el traslado cotidiano; las<br />
niñas Ingrydh (a la izquierda)<br />
y Nicoly, candidatas a Reina<br />
de la Fiesta; Antônio Moisés,<br />
administrador de la iglesia Santo<br />
Antônio; y Neuraci, productora<br />
de harina: tradiciones<br />
preservadas<br />
10<br />
LOS ASPECTOS Y<br />
10<br />
informa
texto João Marcondes<br />
fotos Ricardo de Sagebin<br />
En la región de la Usina de Santo<br />
Antonio, en Rondônia, las aguas<br />
del Río Madeira llevan expectativas<br />
de desarrollo y recordaciones de<br />
tradiciones que se vuelven eternas<br />
COLORES DE UNA<br />
historia<br />
texto João Marcondes fotos Ricardo de Sagebin<br />
Repartir um sonho<br />
com outras pessoas<br />
pode ser a melhor<br />
maneira de realizá-lo.<br />
Em Sauípe, na Bahia,<br />
isso está acontecendo<br />
informa<br />
11
La iglesia de Santo Antônio y, en la página al lado, una casa<br />
típica de la región: imágenes de un Brasil real y encantador<br />
Rondônia, antes de ser Rondônia. Década<br />
del 70. Un joven, hijo de extractor de caucho,<br />
huye de la falta de perspectiva en el<br />
estado de Acre, pero se establece en tierras<br />
también salvajes. Monte cerrado, escorpiones,<br />
malaria. Él y sus hermanos son acometidos por la<br />
enfermedad. Cuando se recuperan, “pasean” por primera<br />
vez. Tomaron el tren en la estación Madeira Mamoré, en<br />
Porto Velho, y desembarcaron cerca de la Iglesia de Santo<br />
Antônio, en la comunidad vecina, del mismo nombre. La<br />
vista es un río caudaloso, verdadero mar de agua dulce. “Al<br />
ver aquello me emocioné. ¡Era la visión del infinito!”<br />
El niño Moisés dominó poco a poco el infinito Río Madeira.<br />
Jugaba por aquellos parajes. Había un buque naufragado.<br />
Se zambullía en las oscuras aguas del rio, buscando<br />
tesoros en el barco: porcelana inglesa, muebles<br />
antiguos, cosas olvidadas por todos. No por él, que buscaba<br />
siempre trofeos imaginarios.<br />
Al cruzar el rio a nado, llegaba a la cárcel desactivada<br />
de la isla. Antigua casa de horrores, torturas y fantasmas:<br />
local ideal para un niño curioso. Le gustaba leer<br />
las frases escritas en las paredes por los presidiarios<br />
que vivían antes allí: “Este es un lugar donde los hijos<br />
lloran y las madres no ven”. “Los hombres cuando entran<br />
aquí desaparecen de la civilización”. Sabiduría de<br />
los presos.<br />
Esos recuerdos se convirtieron en pura nostalgia: la<br />
isla, donde antes existía la cárcel, está siendo ocupada<br />
por parte de la Usina Hidroeléctrica Santo Antônio, construida<br />
por Santo Antônio Energia, empresa formada por<br />
<strong>Odebrecht</strong>, Furnas, Andrade Gutierrez, Banif, Cemig y FI-<br />
FGTS. La usina tendrá capacidad para producir 3.150 MW,<br />
suficientes para abastecer a 40 millones de personas. Se<br />
prevé que empiece a operar en diciembre del 2011.<br />
El niño se transformó en Antônio Moisés Cavalcanti, 50<br />
años. Carpintero de oficio, y hace años es responsable de la<br />
Iglesia de Santo Antônio. La construcción de la usina, que<br />
ocupó algunos espacios en la memoria afectiva de los habitantes<br />
locales, (como el presidio), ocurrió simultáneamente<br />
a un minucioso trabajo de preservación. Los monumentos<br />
históricos se destacaron al lado de la obra. La procesión de<br />
San Pedro, realizada por la colonia de pescadores desde los<br />
años ‘30, cuenta con apoyo logístico de Santo Antônio.<br />
El “puerto” por donde desembarcaba la imagen del santo<br />
fue tomado por la usina, pero se construirá otro acceso.<br />
“Algunos cambios son necesarios, pero no podemos ignorar<br />
los beneficios económicos de una usina que genera<br />
energía limpia”, comenta Antonio Moisés que, con la obra,<br />
fue ascendido al cargo de administrador de la Iglesita.<br />
Nuevo ciclo de desarrollo<br />
La construcción de la hidroeléctrica representa un segundo<br />
ciclo de desarrollo económico en la región. El primero<br />
tuvo lugar hace 100 años, con la construcción de la<br />
carretera Madeira-Mamoré por una compañía inglesa.<br />
El objetivo: encaminar la producción nacional de caucho.<br />
Verdadero marco histórico y cultural, no solo en Rondônia<br />
(territorio transformado en estado en 1982), sino, también,<br />
en Brasil. La antigua estación de ferrocarril estaba en ruinas<br />
hasta que se instaló la empresa Santo Antônio Energia,<br />
responsable de la reforma.<br />
Sin embargo, al contrario de la “Mad Maria” (como era<br />
conocida la carretera en la época), actualmente, la obra<br />
persigue los más elevados patrones de sostenibilidad.<br />
Porto Velho y la región viven una escalada de prosperidad.<br />
Entre el 2003 y el 2007, la ciudad disponía de 1.800 plazas<br />
de empleo. El número saltó para 20 mil, después que se<br />
empezó a construir la usina.<br />
informainforma<br />
12
Aprovechar las oportunidades sin despreciar la cultura.<br />
Es el caso de las más famosa productora de harina de la<br />
región, Neuraci Monteiro do Nascimento, 52 años, Doña<br />
Neura. Ella vivía a orillas del río, con los seis hijos. Con la<br />
hidroeléctrica, se fue a vivir en uno de los asentamientos<br />
construidos por <strong>Odebrecht</strong>, el Riacho Azul. Su vida mejoró<br />
mucho, con una vivienda nueva, al lado de una estación de<br />
tratamiento de agua.<br />
“Mí alegría es estar cerca de mi familia y ejercer mi<br />
profesión, que es la fabricación de harina”. Ella es la más<br />
famosa productora de harina de la región. El padre, ya fallecido,<br />
José de Oliveira, era conocido por muchos como<br />
el mayor “hacedor de harina”. Ella se divierte y repasa el<br />
secreto (pide que no se comente) de su harina: la mandioca<br />
se procesa en el mismo día de la cosecha y la sequía es un<br />
largo y paciente procedimiento.<br />
La tradición va a seguir, pero la nueva generación tendrá<br />
que elegir, al contrario que Neuraci. Los ojos del sobrino<br />
Raildo de Oliveira, 17 años, brillan con el movimiento<br />
alrededor de la usina. Cerca de donde viven, pasan continuamente<br />
coches rescatando la fauna de un área que será<br />
inundada. “Mi sueño es ser veterinario, y poder ganar algo<br />
más de dinero”.<br />
En una obra de esa magnitud, donde trabajan cerca de<br />
18 mil profesionales, que influye directamente en la vida de<br />
más de 4 mil familias, algunas personas se sobresalen por<br />
su actuación en la comunidad. Una de ellas es Flávio Luiz<br />
Gonçalves dos Santos, 62 años, y una vida para contar. “Si<br />
escribiera un libro se llamaría Mi currículo”.<br />
Flavio es uno de los analistas socio ambientales de Santo<br />
Antônio Energia. Trabaja directamente con las comunidades,<br />
es el vínculo entre la obra y el ser humano. Hijo de<br />
un carnicero y de un ama de casa “semianalfabeta”, logró<br />
graduarse en Relaciones Internacionales. Su labor empezó<br />
muy temprano, a los 7 años distribuyendo viandas a los trabajadores.<br />
Después de eso realizó los más variados trabajos:<br />
limpiador de máquinas de coser, apuntador de juegos<br />
de azar (a los 10 años), organizador de biblioteca, cajero de<br />
banco, vendedor de madera y profesor de historia y geografía,<br />
entre varias otras actividades.<br />
Por donde pasa, en Porto Velho y alrededores, Flavio<br />
es recibido con besos y abrazos. Escucha y entiende los<br />
problemas de la comunidad. Es una especie de un oidor.<br />
Él ya ganó diversas “causas” a favor de la comunidad.<br />
Esa es la misión que recibió en Santo Antônio Energia,<br />
además de organizar cursos de capacitación, como licencia<br />
para conducir pequeñas embarcaciones a motor<br />
que trasladan personas de un margen al otro del Río<br />
Madeira.<br />
“Algunos compañeros hasta sienten celos por el cariño<br />
y respeto que me tienen las personas de aquí”, dice. Fue<br />
Flávio, por ejemplo, quien logró que el precario puesto de<br />
salud de la comunidad ribereña de Cujubin Grande, a 50<br />
kilómetros de Porto Velho, fuese totalmente reformado. Él<br />
es invitado de honor del Festejo de la Patrona José Inmaculada<br />
Eduardo:<br />
aprendizados<br />
Conceição de Maria, en agosto. Mezcla de precisam fiesta cristiana se y<br />
pagana, presenta una variedad de eventos converter capaz de em agradar<br />
a todos los gustos: novenas, bingo, forró, subasta de<br />
pollo asado, danza del vientre.<br />
La gran expectativa gira alrededor de la elección de la<br />
Reina de la Fiesta. Las dos candidatas tienen nombres de<br />
princesas: Ingrydy Nunes Nascimento, de 11 años, y Nicoly<br />
Yolanda Almeida, de 17. La primera quiere ser pedagoga,<br />
pues “le encanta estudiar” y la segunda desea estudiar<br />
ingeniería forestal, pues “le encanta el Río Madeira”.<br />
“Tengo ganas de vencer, pues perdí por muy poco el año<br />
pasado”, dice Nicoly, mirando hacia Ingrydh, que cierra la<br />
conversación con una sonrisa traviesa.<br />
informa<br />
13
el co r az<br />
texto Thaís Reis fotos Lia Lubango<br />
14<br />
Internacional, diversificada, dinámica, innovadora.<br />
Esas son algunas características atribuidas<br />
a la ciudad de Miami por los integrantes<br />
de <strong>Odebrecht</strong> Estados Unidos, empresa que<br />
exhala aromas y colores de países de todo el<br />
mundo. Las señales de su diversidad cultural están<br />
por todas partes, desde las placas y outdoors en el<br />
dialecto patois por las calles del barrio Little Haití,<br />
hasta en las oficinas de las empresas multinacionales<br />
en el distrito financiero en el área de Brickell<br />
Avenue.<br />
Miami es la puerta de entrada a Estados Unidos<br />
para el que viene del Caribe y de las Américas del<br />
Sur y Central. Situada en el sur del Estado de Florida,<br />
una región de clima cálido y hermosas playas,<br />
Miami se hizo famosa y visitada por personas de los<br />
más diversos puntos del planeta. Se respira una<br />
cierta liberalidad, costumbres distintas de las que<br />
predominan en el resto del país, y variados ritmos<br />
en las radios y diversos idiomas por doquier.<br />
Cerca de la mitad de los casi 2,5 millones de habitantes<br />
del área metropolitana de Miami, nació fuera<br />
Una amplia diversidad<br />
cultural le ofrece a los<br />
habitantes de Miami<br />
características que<br />
la convierten en una<br />
de las ciudades más<br />
cosmopolitas del planeta<br />
de Estados Unidos y el 70% de la población se comunica,<br />
en su casa, usando un idioma que no es el<br />
inglés. “Mi esposa nació en Miami, pero sus padres<br />
son colombianos, como yo. Le gusta enseñar español<br />
a nuestros hijos, transmitir sus conocimientos<br />
sobre la comida y recordarles todos los días de dónde<br />
vienen”, dice Jorge Mendoza, 35 años, Director<br />
de Contrato, responsable del proyecto de extensión<br />
del sistema de transporte metro viario de la ciudad,<br />
el Metro Raíl AirportLink.<br />
14<br />
informa
ón<br />
Cuando<br />
DE LA METRÓPOLIS<br />
Acervo <strong>Odebrecht</strong><br />
Jorge se mudó en el 2000 de Cartagena, en<br />
Colombia, para Miami, para cursar una maestría enseguida<br />
se identificó con el clima, las playas y la gente<br />
que conoció. Para él, hay muchas ventajas, como la<br />
convivencia en un ambiente tan diversificado. Durante<br />
el primer proyecto en <strong>Odebrecht</strong>, la construcción<br />
del Adrienne Arsht Center for the Performing Arts,<br />
dividió el espacio de trabajo con el hindú Kanwar Lobana,<br />
actualmente en Liberia, y Gaybei Zreibi, un sirio<br />
casado con una venezolana, que trabaja actualmente<br />
en Portugal. Aprendieron juntos sobre sus respectivas<br />
culturas, músicas y religiones y, sobre todo, a<br />
respetar las diferencias con los demás.<br />
El deseo de superar diferencias étnicas con el<br />
propósito de luchar por un objetivo único y construir<br />
algo juntos, también es observado por Juan Zheng,<br />
33 años, como un elemento definitivo de su vivencia<br />
en Miami. Nacida en la provincia de Hunan, en China,<br />
Juan es Ingeniera de Costos en el proyecto Mia<br />
Mover. Al mudarse para Miami, en el 2004, para cursar<br />
una maestría, le gustó inmediatamente la mezcla<br />
cultural de la ciudad, sobre todo la afectividad y la<br />
receptividad de la población.<br />
Obras na estação de<br />
bombeamento e, acima,<br />
o Coronel<br />
Jeff Bedey: “Ainda não<br />
chegamos ao fim do<br />
percurso, mas estamos<br />
perto”<br />
Jorge Mendoza en el<br />
centro de Miami: cerca<br />
de la mitad de 2,5<br />
millones de habitantes<br />
del área metropolitana<br />
de la ciudad nació en<br />
el exterior<br />
informa<br />
15
Alf Neumann, con la<br />
camiseta de la selección<br />
alemana de fútbol, y Umut<br />
Artuk: mezcla de culturas<br />
hace que se sientan en casa<br />
Juan se identifica con los valores familiares de su<br />
comunidad, al igual que con la honestidad y la integridad<br />
de las personas con las cuales convive. Afirma<br />
asimismo que la vocación de servir se encuentra más<br />
allá de <strong>Odebrecht</strong> en Miami, en lo esencial, por tratarse<br />
de un concepto muy arraigado en su cultura.<br />
“Creemos en China en el principio de servir al<br />
prójimo. Como en la TEO, debemos ser siempre<br />
humildes”. Afirma que se empeña en mantener las<br />
tradiciones chinas, inclusive conmemorando las fechas<br />
especiales, para permanecer conectada a sus<br />
orígenes.<br />
También podemos observar la misma actitud en<br />
Umut Artuk, 32 años, Responsable de Planeamiento<br />
del proyecto de expansión de la Terminal Norte del<br />
Aeropuerto Internacional de Miami. Umut se mudó<br />
para Miami, en el 2004, desde su ciudad natal, Ancara,<br />
en Turquía, para finalizar el curso de doctorado, y<br />
a los pocos meses ya se había adaptado. “Creo que<br />
me ayudaron dos factores distintos: afinidades entre<br />
la cultura nativa turca y similitudes entre el estilo de<br />
vida en Ancara”. Él afirma que en Miami hay buenas<br />
opciones de restaurantes de las cocinas mediterráneas<br />
y del Medio Oriente, semejantes a la culinaria<br />
turca – incluyendo el tradicional té negro y café turco.<br />
La mezcla de culturas de Miami lo convirtió a Alf<br />
Neumann, 40 años, en Responsable de Administración<br />
Contractual del proyecto MIA Mover, de sentirse<br />
en casa y no un extranjero y alguien que no fuese<br />
bienvenido. Alemán de la isla de Ruegen, Alf se mudó<br />
para Miami en 1998, con las valijas en la mano y una<br />
invitación para realizar una pasantía por seis meses.<br />
“Yo estaba buscando un desafío. Quería adquirir experiencia<br />
internacional y probarme que podría sobrevivir<br />
y crecer alejado de mi zona de confort”.<br />
Alf, que no deja de usar la camiseta del seleccionado<br />
alemán durante el Mundial de Fútbol, destaca<br />
el impacto positivo y gratificante que la vivencia en<br />
Miami le ofrece a él y a su esposa, Randi. “La comunidad<br />
en la cual vivimos es sumamente rica, siempre<br />
en busca de nuevos desafíos. Es un lugar alegre, de<br />
mente abierta y buena receptividad.<br />
16<br />
informa
Juan Zheng y Marjorie<br />
Mckenzie: símbolos<br />
del melting pot<br />
norteamericano<br />
Esa vibrante alegría que ofrece Miami a sus residentes<br />
y visitantes es un espejo del llamado melting<br />
pot norteamericano, un término que se utiliza para<br />
describir el multiculturalismo del país. “Estados Unidos<br />
se llama, a veces, ‘Tierra de las Oportunidades’ y,<br />
para mí, ello abarca cualquier objetivo que se tenga<br />
en mente”, afirma Marjorie Mackenzie, 34 años, Administradora<br />
de Contratos del proyecto de expansión<br />
en de la Terminal Norte del Aeropuerto Internacional<br />
de Miami.<br />
“Tenemos aquí la facilidad de lograrlo debido<br />
a la variedad de instituciones académicas, industrias,<br />
empresas y demás organizaciones que aquí<br />
se encuentran. Me sorprenden siempre las diversas<br />
opciones disponibles para destacarnos en<br />
cualquier área”.<br />
Marjorie es hija de inmigrantes haitianos que se<br />
mudaron para Estados Unidos en la década del 70.<br />
Nació en Waukegan, en el Estado de Illinois, y, a los<br />
10 años, se fue a vivir a Miami con la familia, que buscaba<br />
un clima tropical para vivir. Ella afirma que para<br />
contribuir positivamente intenta aprender palabras<br />
en la lengua nativa de sus compañeros de trabajo y<br />
amigos, lo que repercute en sonrisas de espanto por<br />
parte de ellos. “¡Las sonrisas se contagian! Las personas<br />
se sienten involucradas por una energía agradable<br />
y motivadas a causar un impacto similar en sus<br />
comunidades”.<br />
Pese al multiculturalismo de los integrantes de<br />
<strong>Odebrecht</strong> EEUU – son personas de 28 nacionalidades<br />
que trabajan juntas en el día a día -, es fácil<br />
encontrar similitudes en medio de tantas diferencias.<br />
Es increíble constatar cómo culturas de distintas partes<br />
del mundo tienen tanto en común. Alf Neumann<br />
afirma: “Como seres humanos, compartimos todos<br />
los mismos sueños y deseos, independiente de nuestro<br />
origen”. Pero, más sorprendente y gratificante es<br />
comprobar en el cotidiano que gran parte de esas semejanzas<br />
se condensan y practican en la Tecnología<br />
Empresarial <strong>Odebrecht</strong>.<br />
informa<br />
17
asile<br />
texto Eliana Simonetti fotos Holanda Cavalcanti<br />
18<br />
informa
ños<br />
legar<br />
Maria Bernadete<br />
Moreira, en Pitanga<br />
(BA): “Me siento<br />
responsable”<br />
En Alagoas, en Bahía<br />
y en Sergipe,<br />
comunidades vecinas<br />
al etenoducto y a la<br />
ductovía de Braskem<br />
forman un fascinante<br />
mosaico de religiosidad,<br />
cultura y actividades<br />
económicas<br />
DE LUCHA<br />
Y DE FE<br />
L<br />
a la comunidad de Abobreira, en<br />
el municipio de Teotonio Vilela (Alagoas),<br />
es una aventura a 12 Kms. a<br />
partir de la ciudad. Pero los caminos<br />
tortuosos atraviesan inmensas plantaciones<br />
de caña de azúcar, y el trayecto cambia en<br />
cada cosecha.<br />
En el pasado, Abobreira estaba ubicada en el<br />
medio del bosque: fue una comunidad de esclavos<br />
resguardada por los colonizadores. Pero muchos<br />
esclavos cedieron sus tierras a hacendados. Hoy<br />
día hay otro paisaje. Sin embargo, el acceso sigue<br />
difícil – para los visitantes y las 37 familias prácticamente<br />
aisladas.<br />
¿Cómo viven? Primero, de la agricultura de subsistencia.<br />
Algunos crían gallinas y cabras. En la<br />
época de la cosecha de caña de azúcar, los adultos<br />
se emplean como trabajadores a destajo. En la entrezafra,<br />
permanecen en sus tierras. Y se encuentran<br />
para conversar en la plaza de la comunidad.<br />
Las casas de Abobreira tienen televisor, radio, heladera,<br />
teléfono celular; en algunas, hay motocicletas,<br />
en otras, carros de rueda.<br />
Viejos, jóvenes, niños, no piensan salir de allí.<br />
A no ser para buscar asistencia médica, vender<br />
y comprar productos o ir a una fiesta, porque en<br />
Abobreira no hay fiestas. Prácticamente no se encuentran<br />
vestigios de la cultura del tiempo de los<br />
esclavos.<br />
En esa comunidad está en ejecución una experiencia.<br />
El Instituto Lagoa Viva, apoyado por Braskem,<br />
llevó tres colmenas de abejas uruçú, que no<br />
pican a los tratadores, para que se multipliquen y se<br />
conviertan en una nueva fuente de alimento y renta.<br />
Ademar Ribeiro, 49 años, conductor de camiones,<br />
instaló en su casa una de esas colmenas. Hoy en<br />
día tiene tres. Dividió la primera colmena y compró<br />
una tercera. Cría codornas, pavos, gallinas y tiene<br />
un molino de harina. Hasta preserva en su terreno<br />
un poco de monte nativo. “Hay que saber vivir bien”,<br />
afirma.<br />
informa<br />
19
En Alagoas, en toda la franja del etenoducto, ese<br />
tipo de iniciativa está a cargo de Braskem. Incluye actividades<br />
de reciclaje y la introducción de un Huerto Productivo,<br />
que incentiva a la población a plantar especies,<br />
inclusive las que son necesarias para producir miel.<br />
Abobreira queda cerca de una de las puntas del<br />
etenoducto que conduce productos químicos desde<br />
Bahía hasta Alagoas, pasando por Sergipe, y atiende a<br />
las unidades de Braskem. La empresa desarrolla proyectos<br />
sociales en 15 de las 56 comunidades vecinas<br />
y en las seis comunidades del entorno de la ductovía<br />
que también transporta los productos. En esa franja<br />
de cerca de 475 Km. de longitud, las poblaciones<br />
son bastante diferentes. Totalmente subterráneo, el<br />
etenoducto transporta parte del etanol producido por<br />
Braskem en la Unib (Unidad de Productos Básicos),<br />
en Camaçarí, hasta las unidades de cloro soda y PVC<br />
en Alagoas. “La ductovía tiene cerca de 35 Km. de<br />
longitud y lleva la nafta de la Refinería Landulfo Alves<br />
de Mataripe (Bahía) hasta la Unib, además de transportar<br />
parte de los productos de la Unib al puerto de<br />
Aratú, en Bahía.<br />
Braskem se acerca a las comunidades. Forma<br />
asociaciones y desarrolla actividades para ampliar<br />
el nivel de información de las poblaciones que viven<br />
cerca de sus ductos de transporte para evitar riesgos<br />
y presevar los tubos, además de apoyar proyectos sostenibles<br />
para el desarrollo local.<br />
Tradiciones de los esclavos<br />
La población de Pitanga dos Palmares está situada<br />
al margen de la ruta BA-93, en Simões Filho, Bahía,<br />
en el área de la ductovía. También es un remanente<br />
de la población de esclavos. Allí donde viven<br />
entre 700 y 800 familias, Braskem trabaja en sociedad<br />
con el Instituto de Investigación y Tecnología Gerencial<br />
Aplicada (IPGA) para desarrollar el proyecto<br />
Caminos para la Autosostenibilidad. Los niños participan<br />
en grupos de percusión. Las mujeres asisten<br />
a clases de artesanía de paja. Las tradiciones como<br />
el “baile de São Gonçalo” y el “Samba da Viola” son<br />
preservadas.<br />
La líder de la asociación comunitaria, Maria Bernadete<br />
Pacífico Moreira, siempre de túnica y turbante<br />
de una tela africana, llama a los niños por la<br />
calle para oír a los cantadores y lima asperezas en<br />
las relaciones de las artesanas, para que presenten<br />
en conjunto sus productos en las ferias. “Si uno no<br />
20<br />
informa
Plaza de Mangueira,<br />
en Abobreira<br />
(AL): nadie quiere<br />
abandonar la<br />
comunidad<br />
lucha pierde todo lo que tiene; yo me siento responsable<br />
de preservar nuestra historia y nuestras tradiciones”,<br />
dice Bernadete.<br />
En Pitanga , las clases de artesanía le cambiaron<br />
la vida a una familia en especial. Claudinea Conceição<br />
dos Santos y Francisco Celestino Purificação trabajan<br />
con paja y coco. Largaron los empleos para dedicarse<br />
exclusivamente a esa actividad. “Ganamos más y vivimos<br />
mejor, siempre en familia”, afirma Francisco.<br />
Cuando descubren una técnica nueva, ellos se la pasan<br />
a otros artesanos. “El producto de Pitanga tiene<br />
que ser de buena calidad”, afirma Claudinea.<br />
En Pitanga hay muchas narraciones y mucha historia.<br />
Doña Maria Linda da Purificação Chaves, 75<br />
años, cuenta sus aventuras. Vivía en una casa de palo<br />
a pique con 11 hijos, andaba en jangada de madera<br />
de plátano. Pescaba con red. En el huerto de la casa<br />
criaba gallinas y cerdos y plantaba mandioca, papa y<br />
frijoles. ¿Qué cambió? Principalmente la vivienda, de<br />
albañilería, con TV y heladera.<br />
Agricultura con toque nipónico<br />
También en Bahía, 120 familias viven en la Villa de<br />
Itapecirica, municipio de Mata de São João, a 56 Km.<br />
de Salvador. Son pequeños agricultores y sus familiares.<br />
Plantan frutales y, en el proyecto desarrollado con<br />
apoyo de Braskem, están armando una fábrica de pulpas<br />
congeladas. “Vamos a agregar el 80% de valor a<br />
nuestro producto. Será una buena inversión”, observa<br />
Joílton Nunes da Silva, de 50 años.<br />
Se estableció en Itapecirica, en 1959, una colonia<br />
de japoneses, la Colonia JK (referencia al ex Presidente<br />
brasileño Juscelino Kubitschek), proveniente<br />
de un acuerdo entre Brasil y Japón después de la<br />
Segunda Guerra Mundial. Los japoneses fundaron<br />
Itapecirica. Los brasileños, cuando llegaron, tuvieron<br />
una fuerte influencia cultural japonesa. Los<br />
huertos son plantados en canteros rectos, como es<br />
común en Brasil: acompañan la curva del terreno,<br />
por lo cual aprovechan mejor el agua. Los jardines<br />
de las casas son bien cuidados y floridos. Descendientes<br />
de japoneses o de brasileños, todos los jóvenes<br />
de la comunidad estudian, muchos van a la<br />
universidad.<br />
Desde Bahía hasta Sergipe, donde dos asentamientos<br />
son atendidos por el Instituto de Cooperación<br />
para el Desarrollo Sostenido de la Agricultura<br />
Familiar (Idaf), con el Proyecto Terra Viva, de asis-<br />
informa<br />
21
tencia técnica rural continuada: el Paulo Freire y el<br />
Rosa de Luxemburgo. Ambos tienen la característica<br />
común de que los trabajadores provienen del<br />
Movimiento de los Trabajadores sin Tierra. En esas<br />
comunidades predomina la agricultura de subsistencia,<br />
y cada una de ellas tiene 24 casas a una<br />
distancia entre ellas de 3 Km. Sin embargo, hay<br />
diferencias notorias entre las dos comunidades.<br />
En el Rosa Luxemburgo, las casas fueron construidas<br />
alrededor de una plaza. La gente se encuentra<br />
todo el tiempo. El Presidente de la Asociación<br />
de vecinos es José Souza Ribeiro, ex tocador de<br />
acordeón, ex albañil que vive actualmente cerca de<br />
la tierra. Los niños cuando pasan le saltan encima.<br />
“Todo nace de la fuerza de voluntad para resolver<br />
problemas”, dice.<br />
Familia de Jorge Luiz Andrade<br />
en el Asentamiento Paulo<br />
Freire (SE): agricultura de<br />
subsistencia<br />
22<br />
informa
Hay un área agrícola para horticultura. Los vecinos<br />
construyeron en conjunto una fábrica artesanal<br />
de harina y un horno de cerámica. Con el<br />
apoyo de Terra Viva, las mujeres reciben clases de<br />
culinaria y aprenden a cocinar platos característicos<br />
de la región, todo bien presentado para atraer<br />
clientela.<br />
El profesor Adelson dos Santos, conocido por<br />
Maduro, vive en la ciudad de Estância, un polo turístico<br />
de Sergipe cerca de las dos comunidades.<br />
Cuenta que un día tuvo una idea: hacer dulces de<br />
tapioca. Luchó en la cocina hasta crear una nueva<br />
forma de hacer el llamado “mal casado”, con tapioca<br />
y coco.<br />
Recibió tantos encargues que tuvo que contratar<br />
un ayudante, después otro y otro más. Hoy tiene una<br />
fábrica con diez empleados, y suministra productos<br />
a las panaderías, a los restaurantes y a los hoteles<br />
de la ciudad .<br />
Contactado por el equipo del Terra Viva, aceptó la<br />
invitación para enseñar en el asentamiento Rosa de<br />
Luxemburgo. “Compartir lo que sé, es uma ventaja.<br />
En épocas de mucha demanda puedo venir a buscar<br />
dulces en la comunidad para ofrecer a los clientes”.<br />
En el asentamiento Paulo Freire, donde las casas<br />
fueron construidas en línea recta en una sola calle,<br />
los vecinos aprendieron, com la llegada del Terra<br />
Viva, a plantar y cosechar en la temporada adecuada<br />
y a ocuparse del riego. Como hay um dique<br />
cerca, todos pescan, lo que es uma alternativa para<br />
alimentarse.<br />
La família de Jorge Luiz y Mariene de Andrade<br />
es un ejemplo del éxito; ellos trabajan la tierra con<br />
los dos hijos mayores. Antes de llegar se ganaban la<br />
vida llenando y cargando cajas de naranjas. Llegaban<br />
tan cansados que ni siquiera conversaban. Hoy día<br />
la familia es más unida, y conversa mientras planta<br />
verduras y mandioca, bajo la mirada auténtica de<br />
Jandaia Jubileu. Nadie piensa dejar aquel pedazo de<br />
tierra. El presidente de la asociación en Paulo Freire<br />
es José Aguinaldo da Silva, de 30 años, quien insiste<br />
en reunir el grupo en torno de un proyecto: un huerto<br />
comunitario irrigado. Pretendía lograr la adhesión de<br />
20 jefes de familia, pero ahora está trabajando con<br />
cinco. “No hay apuro. Cuando empiezan a surgir los<br />
resultados otros se acercan. Forman una red con lazos<br />
firmes”, dice.<br />
Clase de preparo de tapioca en el<br />
Asentamiento Rosa Luxemburgo (SE): fábrica<br />
provee panaderías, restaurantes y hoteles de<br />
Estância, polo turístico del estado<br />
Maria Linda Chaves, en<br />
Pitanga: experimentando<br />
una vida más confortable<br />
en la casa<br />
informa<br />
23
ENTREVISTA<br />
Delcy: inclusión<br />
social con<br />
crecimiento<br />
económico<br />
24<br />
24<br />
informa
andina<br />
MISIÓN<br />
texto Sonia Donayre foto Sérgio Urbay<br />
Trabajar en <strong>Odebrecht</strong> era una posibilidad que<br />
Delcy Machado no se imaginaba, pues él no<br />
tenía ninguna relación con la empresa; pero<br />
en 1995 ingresó en CBPO en las obras de la<br />
Hidroeléctrica de Itá, en la divisa de Santa<br />
Catarina con Rio Grande do Sul, donde conoció a líderes<br />
como Sergio Zorzi y Antonio Cardilli. “Fue una escuela incomparable”,<br />
dice Delcy. Administrador por formación, tenía<br />
el sueño de crecer y quizás, un día, vivir fuera de Brasil.<br />
Después de algunas obras y de un período alejado de la empresa,<br />
desembarcó en Perú, a principios del 2005. Designado<br />
para integrar el equipo de<br />
Daniel Villar, que estaba<br />
intentando conquistar las<br />
rutas Interoceánicas Norte<br />
y Sur, le impresionó la diversidad cultural<br />
del país, las posibilidades y la velocidad en que se procesaban<br />
las cosas. Se instaló rápidamente con su familia en<br />
ese país que le reservaba oportunidades que ni siquiera se<br />
imaginaba.<br />
Los años 2005 y 2006 pasaron rápidamente y se destacaron<br />
por la movilización y el comienzo de la construcción de<br />
la Interoceánica Sur. A fines de 2006, su líder en aquella<br />
época, Sérgio Panicali, le dio la noticia de que la empresa<br />
quería organizar en el país una estrategia de contribución<br />
social más estructurada y, de aquel momento en adelante,<br />
el tema “comunidades”, no dejó de ser una agenda prioritaria<br />
para Delcy. “Aquí se puede observar, cada vez más, la<br />
necesidad de que el crecimiento de la inclusión social ocurra<br />
al mismo ritmo que el crecimiento económico”, afirma.<br />
informa<br />
25
que se firmó el contrato<br />
de la concesión<br />
y, parando en cada población<br />
a lo largo de la<br />
carretera contarles a<br />
todos cómo haríamos<br />
las cosas en esa mega<br />
obra. La Interoceánica<br />
fue una gran oportunidad,<br />
pues allí se<br />
juntaron dos factores<br />
importantísimos para<br />
la acción: el desafío de<br />
construir 700 Km. de<br />
ruta en cuatro años y<br />
“En las regiones<br />
andinas, la decisión<br />
de permitir la<br />
permanencia o no<br />
entre ellos de un<br />
determinado actor<br />
externo, está en manos<br />
de la comunidad”<br />
<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong> – ¿Cuándo empezó a actuar<br />
enfocando el tema sostenibilidad en cht (actual Responsable de Inversiones en la Im-<br />
Sociales en el Área de Sostenibilidad de Odebre-<br />
<strong>Odebrecht</strong>?<br />
plantación del Polo Agroindustrial de Capanda, en<br />
DELCY MACHADO – Creo que todos estamos involucrados<br />
en ese tema. Al igual que toda la Organi-<br />
esa agenda. Basados en la Tecnología Empresarial<br />
Angola), y empezamos a pensar cómo avanzar en<br />
zación, ya internacionalizó las prácticas de seguridad<br />
y salud. La agenda de sostenibilidad ha venido la Fundación <strong>Odebrecht</strong> en el Bajo Sur de Bahía,<br />
<strong>Odebrecht</strong> (TEO) e inspirados en los proyectos de<br />
a quedarse; hablando sobre mi experiencia, llegué construimos la iniciativa iSur (www.isur.org.pe), y<br />
a Perú en el 2005 para trabajar en esa propuesta y, se me ocurrió completar el trabajo realizado en la<br />
después, en la construcción de la Ruta Interoceánica Interoceánica, ofreciendo a las comunidades locales<br />
una visión de desarrollo sostenible. Le decía-<br />
Sur, como Gerente Administrativo. El tema relaciones<br />
comunitarias fue presentado como una de las mos en la época área de Responsabilidad Social.<br />
grandes prioridades de ese proyecto. Liderado por En el 2008, fundamos la Asociación <strong>Odebrecht</strong><br />
Daniel Villar, tuve el cometido de, conjuntamente con Perú, designada a crear proyectos sociales y ser el<br />
Richard Díaz, hacer el<br />
agente que recibe cooperación<br />
técnica primer viaje después<br />
internacional,<br />
como la del<br />
BID (Banco Interamericano<br />
de Desarrollo)<br />
y del CAF (Banco Interamericano<br />
de América<br />
Latina). En el 2001,<br />
fuimos una de las 13<br />
empresas del país que<br />
recibió el distintivo de<br />
Empresa Socialmente<br />
Responsable, otorgado<br />
por la Asociación<br />
Perú2021 de Responsabilidad<br />
Social, que<br />
calcula el desempeño<br />
de hacerlo con trabajadores locales. Desde esa época<br />
estamos aprendiendo cada vez más y tratando de res de interés.<br />
no solo de las comunidades, sino de todos sus acto-<br />
ampliar la aplicación de los conceptos de maximización<br />
de beneficios de los proyectos.<br />
OI – ¿Cuáles son los principios del relacionamiento<br />
constructivo con las comunidades peruanas?<br />
OI – Perú ha sido uno de los primeros países<br />
de la Organización que estructuró un área específica<br />
de Responsabilidad Social, en el 2007. fluencia de un proyecto podrán o no ser un aliado<br />
DELCY – En Perú, las comunidades del área de in-<br />
¿Cómo sucedió?<br />
poderoso. En las regiones de la cordillera, está en<br />
DELCY – A fines del 2006, el Director Superintendente<br />
Jorge Barata me convocó para trabajar en el permanencia o no, entre ellos, de un actor externo<br />
manos de la comunidad la decisión de permitir la<br />
desarrollo de un proyecto que me permitiese dar un determinado. Eso es muy acentuado en casos de<br />
apoyo más estructurado a las comunidades de los proyectos paralizados debido a un “acuerdo social”,<br />
proyectos de <strong>Odebrecht</strong> en Perú. Convocamos a Felipe<br />
Cruz, en la ocasión Responsable de Programas planeamiento, ingeniería, ingeniería y<br />
sobre todo proyectos mineros. Desde la etapa de<br />
presupuesto,<br />
26<br />
informa informa<br />
26
ciales insatisfechas y<br />
con un gran potencial<br />
de recursos humanos y<br />
naturales.<br />
En ese contexto, el empresario<br />
socio debe diagnosticar<br />
su ámbito de<br />
actuación, observar a los<br />
actores y definir cuál es<br />
el alcance de la contribución<br />
que el proyecto podrá<br />
ofrecer a la población.<br />
Las buenas prácticas que<br />
realizamos en Perú van<br />
desde la contratación y el<br />
entrenamiento de perso-<br />
“Es alta la<br />
correlación entre<br />
la buena gestión<br />
pública y<br />
poblaciones con<br />
buenos índices de<br />
desarrollo humano”<br />
el equipo del proyecto debe pensar cómo realizar el territorio. El mismo debe crear condiciones para<br />
ese acuerdo, lo que pasa invariablemente por disciplina,<br />
confianza y respeto. Es necesario establecer correlación entre la buena gestión pública y pobla-<br />
que el desarrollo ocurra de forma adecuada. La<br />
una relación, mediante el cumplimiento estricto de ciones con buenos índices de desarrollo humano<br />
los compromisos asumidos y de una comunicación es alta. Cuando más elevada sea la gestión pública,<br />
habrá más posibilidad de que los actores lo-<br />
transparente y honesta. Así pudimos conducir varios<br />
proyectos y evitamos cualquier tipo de conflicto en el cales se desarrollen. Está siendo fundamental en<br />
trabajo en Perú.<br />
Perú involucrar al Estado, que tiene la obligación<br />
de suministrar servicios básicos dignos, sobre todo<br />
a nivel estadual y municipal, en los procesos que<br />
OI –¿Cuáles son las líneas de ejecución de los abarcan a las comunidades. En la Interoceánica<br />
proyectos sociales de <strong>Odebrecht</strong> en Perú? Norte, estamos implantando un trabajo volcado en<br />
DELCY – La presencia de un proyecto en una región la educación con la Asociación Empresarios por la<br />
determinada provoca una gran expectativa. Perú Educación e interactuando con los gobiernos locales<br />
para asegurar en<br />
todavía es un país con<br />
muchas demandas so-<br />
el futuro la sostenibilidad<br />
de las acciones.<br />
OI –¿Cómo ha sido su<br />
experiencia directa<br />
con comunidades?<br />
DELCY – La diversidad<br />
cultural en Perú es tan<br />
grande que uno se pierde<br />
entre costumbres y<br />
tradiciones y hay que<br />
aprender a respetarlas<br />
y estar atento, pues las<br />
oportunidades en el país<br />
son muchas para nuestra<br />
empresa, pero deben<br />
nas locales para el trabajo, utilizando la versión castellana<br />
del Programa Creer (Acreditar), hasta el desarrollo aprendido que las comunidades andinas tienen sus líde-<br />
ser oportunidades inclusivas. En la Interoceánica Sur he<br />
de áreas productivas locales, con asistencia técnica para res definidos y, aún así, toman las decisiones importantes<br />
en asambleas generales, que abarcan a todos. Una<br />
la formación de asociaciones de productores y empresas.<br />
También podemos observar a los empresarios inclinados<br />
a trabajar con temas relativos a salud y educa-<br />
para utilizar un espacio determinado para un desvío del<br />
vez hice un acuerdo con el presidente de una comunidad<br />
ción y, en ese caso, tratamos que las actividades sean servicio necesario para la ejecución de la obra.<br />
realizadas a través del Estado, que siempre debe estar Aún haciendo las cosas cómo determinaban los códigos<br />
involucrado.<br />
de la época, aprendí que ese tipo de decisión debe ser<br />
tomada en conjunto. Tuve que negociar en presencia de<br />
más de 40 comuneros y explicarles todo con un traductor<br />
de quéchua al lado. Fue muy gratificante, porque era<br />
OI – ¿Cuál es, exactamente, el papel del Estado<br />
en esa relación?<br />
solo el comienzo de mi misión andina y, por lo tanto, el<br />
DELCY – El Estado, en sus distintos niveles, es el momento exacto de aprender cómo funcionan las cosas<br />
ente que reglamenta las diferentes actividades en en la práctica.<br />
informa<br />
27
Integrante de<br />
la etnia Kuna<br />
Yala: presencia<br />
destacada en<br />
Curundú<br />
fut<br />
texto Alberto Gualde<br />
fotos Jeff Maia<br />
28<br />
informa
TEJIENDO<br />
uro<br />
EL<br />
o se conoce a ciencia cierta el origen<br />
Nde la palabra Curundú. Pero lo que<br />
queda claro es que sus tres sílabas,<br />
dueñas de gran sonoridad musical,<br />
remiten de inmediato a la violencia<br />
y la pobreza que afligen a los habitantes de ese<br />
barrio de la capital panameña. Curundú es una de<br />
las comunidades más problemáticas de la ciudad<br />
de Panamá. Padece una estremecedora situación<br />
social, pero al mismo tiempo es uno de los espacios<br />
más festivos de la urbe. En cualquier rincón de este<br />
conmovedor mundo, compuesto por un apretado laberinto<br />
de veredas y precarísimas casas de madera,<br />
puede estallar la fiesta en el momento menos esperado.<br />
En Curundú se celebra la vida, no importa<br />
cuan frágil sea.<br />
Un ejemplo reciente fue una gran conmemoración,<br />
organizada hace pocos meses por la propia<br />
comunidad, en la que se celebraba el día de la etnia<br />
emberá-wounaan, con un festival musical, deportivo,<br />
gastronómico y de danzas indígenas; así como<br />
las festividades desarrolladas por los Congos, denominada<br />
Temporada Congo, que dura un mes y<br />
termina el miércoles de cenizas.<br />
Aunque la violencia haya sido parte del cotidiano<br />
de la comunidad, sus habitantes también saben<br />
organizarse contra ella. Grupos cívicos y religiosos<br />
realizan esfuerzos constantes y tenaces para<br />
contrarrestar la peligrosidad cotidiana. No hace<br />
mucho se organizó una marcha de jóvenes contra<br />
la violencia que desfiló por todo el barrio, sumando<br />
adeptos a cada paso. Fue una marcha atípica<br />
para Curundú, no había música, ni danzantes, ni<br />
ambiente festivo. Signada por muchas presencias<br />
silenciosas, la marcha fue una manera de protestar<br />
Con sus artesanos, artistas,<br />
deportistas y trabajadores<br />
de la construcción, la<br />
comunidad de Curundú<br />
transforma la esperanza y<br />
el trabajo en una vida mejor<br />
ante la violenta inestabilidad que nació en los propios<br />
orígenes del barrio, y al mismo tiempo reforzar<br />
el poderoso espíritu comunitario que da aliento<br />
a Curundú.<br />
En este contexto, hacia el camino de lograr la paz<br />
y el reintegro de los pandilleros a la sociedad, está<br />
el trabajo que diariamente realizan los Pastores<br />
Evangélicos en Curundú y dentro de las cárceles,<br />
un trabajo con el cual se han ganado la confianza y<br />
el respeto de la comunidad. A través de constantes<br />
conversaciones, retiros espirituales y orientaciones<br />
grupales contribuyen a mantener la cohesión social<br />
y la esperanza de ver mejores días en el barrio.<br />
Esta labor también ha sido realizada por los equipos<br />
de <strong>Odebrecht</strong> en el proyecto que ejecutan para<br />
el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial<br />
(MIVIOT) y que tiene la participación de la gente de<br />
Curundú que ha pasado o pasa por el proceso de<br />
reintegración social.<br />
Una historia de zinc y madera<br />
El origen de la barriada se remonta a 1920 a partir<br />
de la necesidad de viviendas de obreros antillanos<br />
quienes habían trabajado en la construcción del<br />
Canal. Es a partir de 1945 que se da una multiplicación<br />
de frágiles viviendas y desde entonces Curundú<br />
adquiere su identidad como un espacio específico.<br />
Un remoto censo, realizado en 1958, señaló que<br />
Curundú tenía 615 viviendas y 2.472 habitantes.<br />
Entre 1960 y 1970 el número de habitantes se triplicó,<br />
alcanzando una de las más altas densidades<br />
de población en Panamá. El 17 de noviembre de 1971<br />
se creó el acuerdo municipal por medio del cual se<br />
fundó este barrio, que en la actualidad es habitado<br />
por unas 20.000 personas de etnias muy diversas,<br />
que componen un particular cruce de culturas. La<br />
gente llega a Curundú de todas partes. Han venido y<br />
vienen de provincias tan disímiles como Coclé, Los<br />
Santos, Darién o la comarca Kuna Yala.<br />
informa<br />
29
de boxeo fallecido en plena juventud, que como muchos<br />
habitantes del barrio, nació en Darién, para<br />
luego convertirse en curundueño. Además en béisbol,<br />
los representantes de Curundú son habituales<br />
triunfadores en los torneos metropolitanos dentro<br />
de sus diferentes categorías.<br />
Vecina de Curundú en una de las fiestas tradicionales del<br />
barrio y, en la página al lado, integrante de la comunidad<br />
contratada para las obras del Proyecto Renovación<br />
Urbana: conquista de la ciudadanía<br />
Un grupo que se destaca por su vigor cultural<br />
son los congos, originarios de la costa atlántica panameña.<br />
Desde hace años opera en Curundú una<br />
activa y vivaz comunidad de congos urbanos, quienes<br />
transmiten a sus ancestrales ritos, danzas y<br />
canciones de modo regular, en lo que ellos llaman<br />
un “palenque”, es decir un territorio habitado por<br />
negros coloniales liberados de la esclavitud.<br />
En el barrio predomina el comercio informal.<br />
En las interminables, laberínticas veredas se venden<br />
naranjas, tamales, pescado frito y los bollos de<br />
Curundú famosos en toda la ciudad. Pero también<br />
hay un creciente número de profesionales graduados<br />
que pertenecen a las generaciones más recientes,<br />
que representan alrededor de un 10% de<br />
la población del barrio. Algunos han sido contratados<br />
por <strong>Odebrecht</strong> para poner sus conocimientos al<br />
servicio de la propia comunidad.<br />
El deporte es otro emblema en la cultura de<br />
Curundú. El gimnasio de boxeo lleva el nombre de<br />
Pedro, “El rockero” Alcázar, un excampeón mundial<br />
La inclusión de la comunidad<br />
El proyecto de renovación urbana que realiza la<br />
empresa Norberto <strong>Odebrecht</strong> junto al MIVIOT significa<br />
una amplia franja de esperanzas para muchos<br />
residentes de Curundú. Julio Lopes Ramos,<br />
Director de Contrato de <strong>Odebrecht</strong>, describe: “El<br />
Proyecto Curundú es mucho más que una obra de<br />
edificaciones; es un proyecto de vida donde la intervención<br />
social valoriza el talento y la capacidad<br />
emprendedora de los curundeños”. Para ellos, es<br />
un primer paso en la vía hacia una transformación<br />
radical y profunda del barrio. Los nuevos edificios<br />
reemplazarán las barracas erigidas sobre las tierras<br />
que continuamente inunda el Río Curundú y<br />
beneficiarán a más de mil familias que solo tendrán<br />
que pagar una mensualidad mínima para convertirse<br />
en propietarios.<br />
Pero la clave en este proyecto son los ajustes<br />
realizados para cumplir con necesidades comunitarias<br />
muy específicas. Una de las estrategias<br />
primordiales llevada a cabo por la Construtora<br />
Norberto <strong>Odebrecht</strong> es la contratación de mano<br />
de obra local. El 80% de los obreros que realizan<br />
las tareas de construcción son curundueños. Una<br />
gran mayoría no tenía experiencia laboral previa<br />
en el sector construcción, por lo que se ha implantado<br />
programas de capacitación, además de<br />
ajustarse la metodología del proceso constructivo<br />
de los edificios.<br />
Se ha adoptado el uso de formaletas en lugar de<br />
los habituales bloques de cemento, proceso que facilitaba<br />
la participación de los trabajadores curundueños<br />
en la construcción de sus propias casas. La<br />
idea central detrás de esta estrategia era dar oportunidades<br />
laborales a los habitantes de Curundú, y<br />
uno de los mecanismos sociales utilizados fue el<br />
no solicitar ficha policial a los aspirantes. Es una<br />
forma de romper un círculo vicioso de los curundueños<br />
en el mercado laboral de Panamá. Cada<br />
trabajador tendrá un récord de experiencia laboral<br />
en construcción, lo cual le permitirá tener acceso<br />
30<br />
informa
a empleo en otros proyectos futuros. Igualmente<br />
la Construtora Norberto <strong>Odebrecht</strong> ha coordinado<br />
con otras empresas la gestación de un Banco de<br />
Empleos que mantenga información de los trabajadores<br />
curundueños y les permita aspirar a nuevas<br />
oportunidades de empleo no solamente en la construcción,<br />
sino también en el mercado de servicios.<br />
La madre Mariela Calderón Macias, Directora<br />
de la Escuela Marie Poussepin en Curundú, manifiesta:<br />
“Tengo mucha confianza y expectativa en el<br />
proyecto por estar generando cambios positivos, es<br />
una esperanza de algo nuevo y vamos a tener un<br />
Curundú mejor. Marchamos hacia una nueva cultura<br />
ciudadana de Curundú, pero eso debe ser un<br />
trabajo de todos.”<br />
“El Proyecto de<br />
Renovación Urbana<br />
Curundú es mucho<br />
más que una obra<br />
de edificación: es un<br />
proyecto de vida”<br />
Julio Lopes Ramos<br />
informa<br />
31
LA GRAN FIESTA DE LA<br />
tradición<br />
32<br />
Cláudia Santos en<br />
el centro cultural:<br />
manteniendo vivo<br />
el sueño paterno<br />
32<br />
informa
En el camino del<br />
Ferrocarril Carajás, una<br />
visita a las comunidades<br />
en que sobreviven las<br />
manifestaciones culturales<br />
texto Luiz Carlos Ramos fotos Guilherme Afonso<br />
El Ferrocarril Carajás (Estrada de Ferro Carajás),<br />
-por cuyos rieles circula el tren más<br />
grande del mundo -tiene tres locomotoras,<br />
330 vagones para transportar mineral<br />
de hierro y 3 Km. de largo- ha iniciado un<br />
nuevo ciclo de expansión. Al unir el sureste de Pará al<br />
litoral de Maranhão, una extensión total de 892 Km., el<br />
ferrocarril ejerce, desde que fue inaugurado hace 26<br />
años, un papel importante en la economía brasileña.<br />
Además de la carga extraída de la Serra dos Carajás, en<br />
parte exportada, pasa por el local tres veces por semana,<br />
en cada sentido, un tren más pequeño para pasajeros,<br />
de 20 vagones.<br />
El escenario se transforma a cada momento, solo<br />
que permite vislumbrar palmas, bosques, ríos, villas,<br />
ciudades y gente. El tren valoriza la naturaleza, la historia<br />
y la vida. <strong>Odebrecht</strong> Infraestructura está en alianza<br />
con la Vale, operadora del ferrocarril y de las minas, con<br />
el objetivo de ejecutar las obras de expansión, que duplicarán<br />
algunos trechos cada tres años, ampliando la<br />
capacidad de transporte para responder al aumento de<br />
la producción de mineral y al crecimiento de la demanda<br />
mundial de hierro.<br />
<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong> estuvo en los locales donde se<br />
ejecutan las obras. Pudo observar mucho trabajo en<br />
un ambiente en el cual las manifestaciones artísticas<br />
y culturales de la población son una marca registrada<br />
admirable.<br />
José Ribamar Coelho, el Saci, cantor:<br />
bailarín, actor y con orgullo de vivir<br />
en la capital marañense<br />
El itinerario empezó donde llega el mineral de Carajás:<br />
la región metropolitana de São Luis, de 1,4 millón<br />
de habitantes. Cada dos o tres horas, un nuevo tren lleva<br />
la carga para procesamiento industrial en la usina de<br />
peletización de la Vale, cerca de los puertos de Itaquí y<br />
Ponta da Madeira, donde los buques esperan su turno.<br />
Tiendas en<br />
el Centro<br />
Histórico de<br />
São Luis: la<br />
única capital<br />
brasileña<br />
fundada por<br />
los franceses<br />
informa<br />
33
Antonio Carlos<br />
Ribeiro, Pelé:<br />
“Esta ciudad ha<br />
mejorado y va<br />
a mejorar más”<br />
São Luis, la única ciudad brasileña fundada por los<br />
franceses, nació en 1612. Los portugueses intentaban<br />
consolidar el dominio de todo el Noreste, pero fueron<br />
sorprendidos por la invasión francesa comandada por<br />
Daniel de la Touche, Señor de La Ravardière, que, en<br />
nombre del rey Luis XIII, fundó la villa de São Luis. En<br />
1615, los portugueses expulsaron a los franceses.<br />
José de Ribamar Coelho, el Saci, cantor y bailarín,<br />
artista del Teatro de Títeres, en una casona del Beco<br />
dos Catraieiros, proclama: ”São Luis es única”. Y explica:<br />
“Conocí muchas ciudades. Tenemos actividades<br />
culturales, como bumba meu boi (baile popular brasileño<br />
que se realiza en la calle) y teatros”.<br />
El coordinador del Teatro de Títeres, el músico<br />
y escritor José María Medeiros, que trabaja en<br />
el proyecto hace 21 años, cuenta: “Los jueves se<br />
desarrollan enfrente a la casona espectáculos de<br />
música y teatro típicos del Maranhão. Y va llegando<br />
la gente”.<br />
Carlos Henrique Lopes Lobo, marañense de 36<br />
años, técnico en seguridad del trabajo de <strong>Odebrecht</strong><br />
en São Luis, se pasea por el centro viejo, conocido<br />
como Praia Grande, y destaca los más de mil edificios<br />
centenarios, muchos de azulejos. “Esta es la ‘Ilha do<br />
Amor’, patrimonio Cultural de la Humanidad”. Uno de<br />
ellos es el ‘Palacio dos Leões’, construido hace más de<br />
300 años, sede del Gobierno de Maranhão. La Alcaldía<br />
funciona en el Palacio de La Ravardière.<br />
“Tenemos arte y fuerza espiritual”<br />
”El bumba-meu-boi avanza por las calles en las<br />
fiestas de San Juan, en junio y julio. En esa manifestación<br />
popular de origen afro indígena participan miles<br />
de personas disfrazadas. En el barrio Liberdade, de 30<br />
mil habitantes –la mayoría descendiente de esclavos-,<br />
Claudia Regina Avelar Santos mantiene vivo el sueño<br />
del padre, el Maestro Leonardo, fallecido en el 2004: un<br />
centro cultural de ”Boi de Zabumda” y de “Tambor da<br />
Crioula”, de raíces marañenses. “Desde 1956, producimos<br />
y guardamos disfraces, cintas de colores y lentejuelas<br />
usadas en las fiestas”, afirma Cláudia Regina.<br />
São Luis también es un reducto del ritmo jamaicano<br />
reggae y de murgas carnavalescas. Hasta los niños<br />
acompañan el ritmo, tocando el tambor. “Tenemos arte<br />
y fuerza espiritual”, dice Elizandra.<br />
El tren de la Vale sigue desde São Luis hacia el sur.<br />
Una de las paradas es en Bom Jesus das Selvas, de<br />
25 mil habitantes, área de uno de los sitios de obra<br />
de <strong>Odebrecht</strong> para expandir el ferrocarril. Alexandre<br />
Andrade, Gerente Administrativo, describe el desafío<br />
de promover la integración entre los trabajadores<br />
provenientes de varias regiones hacia la obra recién<br />
iniciada. Hemos implantado el Programa Creer (Acreditar).<br />
Nos da alegría observar la sonrisa de quienes<br />
completan el curso.<br />
Uno de ellos es Eudes Dutra da Silva, 19 años, de<br />
Bom Jesus. Él hizo el curso de armador de herrajes en<br />
34<br />
informa
el Programa y ya está trabajando. “Esta obra ha llegado<br />
para mejorar la región”, observa Eudes, titular del cuadro<br />
de fútbol del sitio de obras.<br />
Llegando a la Amazonía<br />
El líder comunitario Antonio Carlos Ribeiro, el Pelé,<br />
marañense de Caxias, administra un pequeño almacén<br />
con sus cinco hijos. “Esta ciudad ha mejorado y va a mejorar<br />
más”, observa. Maria Alice Araujo está de acuerdo<br />
y dice que el movimiento de su heladería, al lado de una<br />
escuela pública, aumentó: “Además de los niños, vienen<br />
los adultos, resultado de la obra”.<br />
La secretaria municipal de Asistencia Social de Bom<br />
Jesus, Irene de Oliveira Almeida, observa: “las obras<br />
ofrecen oportunidades de trabajo y aseguran mejor calidad<br />
de vida”.<br />
Después de pasar por Açailandia, el tren penetra en<br />
la Amazonía, en Pará. Y la llegada a Marabá, de 240 mil<br />
habitantes, es impactante – con el puente ferroviario sobre<br />
el río Tocantins, uno de los más grandes de Brasil.<br />
La palabra indígena Marabá, de un poema de Gonçalves<br />
Dias, indica las raíces de la región. Avenidas y modernos<br />
edificios conviven con inmigrantes de varios estados y<br />
con indios. En los restaurantes, los indios conversan en<br />
sus idiomas, comen tortilla de pescado y pagan la cuenta<br />
con tarjeta de crédito.<br />
De madrugada, los pescadores Edson Cardoso y Lúcio<br />
Machado, salen en la canoa Diamante Negro, alegres<br />
con la producción del día. “No hay nada mejor que Marabá<br />
y el Tocantis”, dice Edson.<br />
Parauapebas es la parada final del tren de pasajeros,<br />
y el de carga prolonga el viaje hasta Carajás, área<br />
de enormes yacimientos de hierro. En el 2014, año del<br />
Mundial de Fútbol, el tren habrá ampliado más su poder,<br />
en uno de los rincones brasileños campeones de arte y<br />
cultura.<br />
Edson Cardoso<br />
muestra el<br />
resultado de su<br />
trabajo: “No hay<br />
nada mejor que<br />
Marabá y el Río<br />
Tocantins”<br />
informa<br />
35
VIBRACIÓN DE LA<br />
En San Agustín, Caracas, en<br />
la comunidad que recibió el<br />
Metrocable, la música se ha<br />
convertido en un instrumento<br />
de inclusión social<br />
texto Cláudio Lovato Filho<br />
fotos Andrés Manner<br />
Luis Bolívar y sus<br />
alumnos: avance<br />
de la cultura<br />
musical de San<br />
Agustín<br />
36<br />
36<br />
informa
ciudadanía<br />
informa<br />
37
Ahí viene la pequeña Joselín Mendoza,<br />
sonriente y con los brazos abiertos y los<br />
pies como que flotasen sobre el asfalto.<br />
Tiene 6 años. Corre eufórica enfrente<br />
a su casa en el barrio de San Agustín.<br />
Se acerca otra vez a nuestro equipo y nos presenta a su<br />
hermano, Jeyson, de 1 año. La madre, Jury, observa apenas<br />
desde la puerta de la casa. La calle estrecha donde<br />
viven Joselín, Jury, Jeyson y su marido, José, y todos los<br />
otros callejones del lugar tienen grafitis por todas partes<br />
– en las paredes, en los muros, en el piso, en las fachadas<br />
de los pequeños bares y almacenes. Los grafitis nos hablan<br />
del arte, sobre todo de la música producida en San<br />
Agustín, una comunidad, situada en la parroquia de San<br />
Agustín del Sur, en el municipio de Libertador, uno de los<br />
que forman Caracas. Nacieron en San Agustín muchos<br />
músicos famosos y se convirtieron en héroes que se tornaron<br />
famosos y se convirtieron en héroes de la comunidad.<br />
Pregúntale a Joselín sobre las familias Quintero,<br />
Palacios, Bolívar, Rengifo, Paredes, Blanco, y ella, quizás,<br />
con una pequeña ayuda de la madre, te va a decir cuales<br />
son sus integrantes más famosos y sus mayores éxitos.<br />
“San Agustin tiene una gran identidad cultural”, afirma<br />
el sicólogo social Fernando Giuliani, que hace tres años<br />
trabaja en el barrio. Él apoya la actuación de <strong>Odebrecht</strong><br />
en San Agustín. La empresa ha sido la responsable de<br />
la implantación del Metro cable, un sistema de teleférico<br />
con 2 Km. de extensión conectado al Sistema del Metro<br />
de Caracas e integrado por cinco estaciones y 54 cabinas<br />
(cada una con capacidad para ocho personas). Ese medio<br />
de transporte no convencional, inaugurado en el 2010, beneficia<br />
a todos los sectores de la comunidad, donde viven<br />
46 mil personas.<br />
“En la historia de San Agustín, además de la producción<br />
de arte, se destacan las luchas políticas trabadas por<br />
ideales izquierdistas, sobre todo en los años 60. Las personas<br />
aquí tienen un fuerte sentimiento de pertenencia.<br />
El Metro cable puede generar orgullo entre los habitantes<br />
y elevar su autoestima al afirmarse como símbolo de<br />
acceso y de integración, como un factor de articulación<br />
social”, subraya Fernando.<br />
Caminamos por las calles de San Agustín, acompañados<br />
por Fernando, y encontramos a Daniel Sosa y María<br />
Eugenia Ramirez, líderes en la comunidad. Nos sentamos<br />
a conversar enfrente a la casa de Ricarda Liendo, cuya<br />
abuela, Francisca, ayudó a fundar San Agustín. Y luego se<br />
integra a nosotros el profesor Luis Bolívar, percusionista<br />
La pequeña Joselín con compañeros y familiares: alegría<br />
y esperanza en las calles estrechas de San Agustín<br />
que trasmite su conocimiento a los niños del barrio en<br />
talleres que forman parte del programa Juntos Construimos<br />
Valores, uno de los que apoya <strong>Odebrecht</strong>.<br />
El profesor Bolívar cuenta que está creando un conjunto<br />
con los integrantes de la empresa. Él enseña música<br />
folclórica tradicional venezolana, afrolatina y salsa.<br />
Nacido allí, miembro de una familia de cantores y instrumentistas,<br />
deficiente visual, Luís Bolívar trata de impulsar<br />
la cultura musical de San Agustín, que se inició con<br />
los trabajadores que, al principio del siglo XX, llegaron a<br />
la región provenientes de la costa caribeña, en la parte<br />
oriental del país – que posee una rica tradición musical<br />
– para participar de su proceso de urbanización. Bolívar<br />
desea formar músicos, tornarlos conocidos en la ciudad<br />
y en el país. “Además de la percusión, enseñamos, también,<br />
un poco de canto y de instrumentos de cuerdas. En<br />
los talleres, los niños aprenden a tocar y reciben material<br />
didáctico de educación musical”. La construcción del Metro<br />
cable ha favorecido inversiones para la realización de<br />
los talleres. “La cultura no quiere subir escaleras”, afirma<br />
él, utilizando la metáfora para enfatizar la escasez histórica<br />
de inversiones para el desarrollo del arte y de los<br />
artistas del barrio.<br />
María Eugenia Ramírez entra en la conversación<br />
para referirse a uno de los principales proyectos vinculados<br />
a la implantación del Metrocable, que contribuirá<br />
para que la música y los músicos de la comunidad se<br />
tornen más conocidos: la Ruta Turística Metro cable<br />
San Agustín, cuyo desarrollo está a cargo del Grupo de<br />
Apoyo Comunitario (CAG), en conjunto con la Cooperativa<br />
Sembrando Huellas, iniciativas de responsabilidad<br />
Social que tienen participación de <strong>Odebrecht</strong>. El GAC<br />
es encargado de la Agenda de Sostenibilidad del Metro<br />
cable. Con la instalación de la Ruta Turística, personas<br />
38<br />
informa
Metro cable: elemento<br />
de integración de San<br />
Agustín a la ciudad<br />
de afuera de la comunidad podrán visitar, comprar artesanía<br />
de cuero, saborear la culinaria criolla y disfrutar<br />
de la música originaria de la región.<br />
“Tenemos que unirnos”, afirma Maria Eugenia, mirando<br />
hacia lo lejos, en dirección a los rascacielos del centro<br />
de Caracas. “Somos una sola ciudad”.<br />
“Gente que antes no venía aquí,<br />
ahora viene”<br />
Uno de los mayores íconos culturales de San Agustín<br />
es el Grupo Madera, creado en 1977. Su música, en estilo<br />
tradicional venezolano, era, sobre todo, de protesta:<br />
las letras de sus canciones denunciaban las desigualdades<br />
sociales y defendían la resistencia cultural. El Grupo<br />
Madera hizo música e historia. El 15 de agosto de 1980,<br />
11 de sus 18 integrantes murieron en un paseo en barco<br />
en el Río Orinoco. En San Agustín, todos los conocen e<br />
idolatran. Eran héroes nacidos en un tipo de lugar donde<br />
nacen los héroes de la vida real.<br />
Cipriano Rodríguez se acuerda de ellos y de otros. Él<br />
vive en San Agustín del Sur desde los 8 años, en uno de<br />
los varios “pasajes arquitectónicos” transversales a la<br />
Avenida Leonardo Ruiz Pinera, la principal de la región,<br />
en la divisa entre el barrio y la parte sur de la parroquia.<br />
Llegó allí a fines de los años 50. “Pasajes arquitectónicos”<br />
son los que los habitantes de Río de Janeiro, por ejemplo,<br />
llaman de “vilas” – varias casas iguales, de ambos lados<br />
de la vía, separadas por un corredor. Profundo conocedor<br />
de historias locales, Cipriano trabaja en la Biblioteca Pública<br />
Leonardo Ruiz Pineda. “Actualmente las personas<br />
se comunican menos”, afirma.<br />
El Metro cable, en su opinión, puede traer nuevos y mejores<br />
tiempos. “El Metro cable despierta la curiosidad entre<br />
la gente. Es un medio de transporte seguro para los habitantes<br />
y que mejora la integración con la ciudad”, afirma.<br />
Al final de la tarde, en el alto del morro, en el corazón<br />
del barrio, un poco distante de la biblioteca donde conversamos,<br />
la pequeña Jaserán, su hermano Jeyson y su<br />
madre Jury, Doña Ricarda Liendo, el profesor Luis Bolívar<br />
y sus alumnos de música, la líder comunitaria Maria Eugenia<br />
y todos los otros hacen su parte para llevar la historia<br />
adelante y preparar el futuro de San Agustín. Existe<br />
la probabilidad de que tengan cada vez más compañía.<br />
“Gente que antes no venía aquí, ahora viene, observa el<br />
líder Daniel Sosa”. Las palabras de Maria Eugenia, dichas<br />
por la mañana, aún están muy presentes en todos los que<br />
las escuchamos: “Una sola ciudad”.<br />
informa<br />
39
Nova Alvorada<br />
do Sul:<br />
logrando límites<br />
estructurales<br />
¡ ESTAMOS<br />
Implantación de ETH trae nuevas<br />
perspectivas a municipios<br />
jóvenes del interior de Brasil.<br />
Es una asociación con<br />
miras al desarrollo<br />
40<br />
jun<br />
40<br />
informa
“R<br />
ecorrer ETH es como recorrer el Alto<br />
Taquarí: toda la gente se conoce”. La<br />
comparación es hecha por el Alcalde<br />
del pequeño municipio de Mato Grosso,<br />
Maurício Joel de Sá. Alto Taquarí cuenta<br />
con 8 mil habitantes, de los cuales 1.600 integran la<br />
unidad productora de etanol y energía eléctrica de ETH<br />
Bioenergía, allí instalada. Localizada a cerca de 500 Km.<br />
de Cuiabá, Alto Taquarí es una ciudad joven, formada en<br />
su mayoría por trabajadores de los estados de Minas<br />
Gerais, Paraná y Río Grande do Sul. En 1986, conquistó<br />
su emancipación y en pocos años, debido a la vocación<br />
agrícola, se convirtió en una gran productora de granos.<br />
La primera base de sostenimiento de su crecimiento se<br />
dio con la implantación de una terminal ferroviaria. La<br />
segunda, comenta el alcalde, fue en el 2010, con el inicio<br />
de las operaciones de la Unidad Alto Taquarí de ETH.<br />
Alto Taquarí es una de las 10 comunidades que interactúan<br />
directamente con las nueve unidades de ETH,<br />
siete en operación y dos que se están implantando, en<br />
los estados de Goiás, Mato Grosso do Sul, Mato Grosso<br />
y São Paulo. En julio, cuando completó cuatro años de<br />
actividades, la empresa contaba con 15 mil integrantes.<br />
tos!<br />
En ese contexto, ETH pasa a ser una importante protagonista<br />
del desarrollo de esos municipios.<br />
texto Guilherme Oliveira fotos Geraldo Pestalozzi<br />
Maurício Joel de Sá comenta que cuando se implantó<br />
la unidad, la población desconfiaba que ocurriese un<br />
crecimiento desenfrenado y una afluencia masiva de<br />
emigrantes. “La misión del alcalde es generar empleo y<br />
renta, y sabíamos que la producción de etanol ayudaría<br />
bastante en ese aspecto. Pero el gran beneficio fue la<br />
forma de conducir la operación desarrollada por ETH,<br />
con un diálogo directo, contratando trabajadores locales<br />
y respetando las características del municipio”.<br />
informa<br />
41
Localización privilegiada<br />
Nova Alvorada do Sul (MS), al igual que Taquarí, es<br />
una ciudad nueva. Antes era distrito del vecino Rio<br />
Brilhante y sólo en 1991 conquistó el status de municipio.<br />
El centro de la ciudad nació alrededor de la<br />
BR-163 y el límite es el trébol que conduce al Estado<br />
de São Paulo y al municipio de Dourados, uno de los<br />
más importantes de Mato Grosso do Sul. Nova Alvorada<br />
siempre contó con una posición geográfica privilegiada,<br />
aunque encontraba límites estructurales que<br />
limitaban su desarrollo.<br />
A juicio de Carmen Marques, Supervisora Pedagógica<br />
del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial<br />
(SENAI) de Nova Alvorada do Sul, a partir del 2008, el<br />
escenario empezó a cambiar con la implantación de la<br />
Unidad Santa Luzia de ETH. “En ciudades pequeñas,<br />
un emprendimiento de esa magnitud va más allá de la<br />
producción. Además de generar empleos e impulsar el<br />
desarrollo económico, las unidades pasan a colaborar<br />
en otros aspectos, como salud y educación. La rutina<br />
de esos ambientes se ve rápidamente alterada”.<br />
Carmen observa que el gran diferencial han sido<br />
los cursos de capacitación ofrecidos por la empresa<br />
a los integrantes y a disposición de la comunidad. “La<br />
intensa demanda por trabajadores calificados ayudó a<br />
implementar una unidad del Senai, y el calendario de<br />
cursos favoreció un clima de aprendizaje y desarrollo<br />
constantes que no existía antes. Del día a la noche,<br />
gran parte de la población volvió a estudiar, en busca<br />
de una oportunidad en la unidad de ETH o calificándose<br />
para conquistar un cargo más elevado, lo que transforma<br />
una ciudad”.<br />
Respeto a las personas y al<br />
medio ambiente<br />
En la opinión del Alcalde Maurício, la principal contribución<br />
para la comunidad de Alto Taquarí fue la forma<br />
de encarar los temas laborales y ambientales. “El<br />
trabajo realizado por ETH se transformó rápidamente<br />
en un ejemplo para las otras empresas de la región,<br />
que se reflejan y aprenden a valorar una actuación segura,<br />
con respeto a las personas y al medio ambiente”.<br />
Cada uno de los cinco polos productivos de ETH<br />
actúa de forma descentralizada y cabe a los equipos<br />
de cada uno de ellos interactuar con las comunidades.<br />
Esa forma de gestión, sumada a la inclusión de<br />
la población local, es la fórmula que permite que el<br />
relacionamiento con los demás municipios sea única<br />
y personalizada.<br />
“De esa manera ETH y las comunidades se desarrollan<br />
juntas”, comenta Aniele Salomão Alves. A los<br />
23 años, la integrante del área de Personas & Organización<br />
de la Unidad Santa Luzia tiene condiciones para<br />
hablar del municipio donde pasó la infancia y la adolescencia.<br />
“Fue siempre un lugar muy simple y tranquilo,<br />
con pocas calles asfaltadas, prácticamente un<br />
pueblo. Actualmente vemos que la ciudad ha cambiado<br />
mucho, se encuentra en pleno desarrollo”, afirma.<br />
42<br />
informa
Cultivo mecanizado de<br />
caña de azúcar y, en la<br />
foto abajo, Aniele Alves:<br />
ETH y comunidades se<br />
desarrollan juntas<br />
Aniele siente orgullo de trabajar en el municipio<br />
donde creció y percibe una asociación exitosa entre la<br />
empresa y la comunidad. “¿Te imaginas una empresa<br />
que se instala en una región y anuncia cursos gratuitos?<br />
ETH ha convertido la ciudad y actualmente tenemos<br />
otra visión sobre Nova Alvorada do Sul. Lo único<br />
que me preocupa es que con el crecimiento uno no conoce<br />
más a la gente”, bromea.<br />
El alcalde Mauricio conmemora la sociedad, con<br />
miras hacia el futuro. “Dejamos de ser productores<br />
agrícolas y nos convertimos en un polo industrial. Es<br />
un marco importante. Nuestra dificultad para recibir<br />
nuevas industrias era de cómo asegurar el suministro<br />
de energía eléctrica; sin embargo, actualmente, contamos<br />
con ETH y con sus calderas para apoyar ese desarrollo.<br />
El gran número de profesionales calificados<br />
en distintas áreas que han venido a vivir aquí, contribuyeron<br />
asimismo para elevar el nivel profesional, que<br />
se va a plasmar positivamente en los próximos años”.<br />
Los municipios pequeños crecen y se transforman.<br />
La apertura de nuevas tiendas, hoteles y restaurantes<br />
indica que las comunidades pasaron a tener acceso a<br />
bienes que antes no estaban disponibles. Por donde<br />
uno pasa ve a la gente vestida con el uniforme azul de<br />
las unidades de ETH. “La empresa ya tiene su lugar de<br />
destaque en la trayectoria de nuestra ciudad, y esperamos<br />
que crezca siempre. Lo que suelo decir siempre<br />
a mi gente es que ETH es nuestra”, concluye Maurício<br />
Joel de Sá.<br />
informa<br />
43
MEMORIA<br />
arequ<br />
PARA TI,<br />
44<br />
“<br />
Construir una Central Hidroeléctrica en<br />
Perú, con un 95% de obras subterráneas,<br />
en una región de la Cordillera de<br />
los Andes sujeta a temblores que llegan<br />
a repetirse 50 veces en un solo día…”<br />
Tener que perforar más de 13 Km. de túneles y galerías<br />
en las pendientes del volcán Misti (…) trabajando<br />
en el medio de temperaturas elevadísimas y emanaciones<br />
de gases venenosos y agua caliente…<br />
Encontrar soluciones para los problemas logísticos,<br />
pues los trabajos se desarrollan entre 3.000 y<br />
4.000 m, en un área accidentada, con fuertes vientos<br />
y cortada por grandes desfiladeros y cañones son<br />
algunos de los desafíos que hubo que enfrentar, al<br />
firmar con Electroperú, en abril de 1979, el contrato<br />
para ejecutar todas las obras civiles de la Central de<br />
Charcani V.<br />
(…) <strong>Odebrecht</strong> está reclutando en Perú casi toda la<br />
mano de obra. Un pequeño equipo de cerca de 20 brasileños<br />
es responsable de la gestión técnica y administrativa,<br />
participando directamente de la ejecución<br />
de la obra y de la implantación de la política organizativa<br />
de la empresa”.<br />
Y así fue que la edición de enero de 1980 de<br />
<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong> narró los movimientos iníciales<br />
de la primer obra conquistada en el exterior por la<br />
Organización.<br />
Entre los peruanos contratados estaba Augusto<br />
Sánchez Guillén. Profesor de Ciencias Sociales y especialista<br />
en Administración de personal, él empezó a<br />
trabajar en <strong>Odebrecht</strong> en febrero de 1980.<br />
Inicialmente, apoyó el programa para el reclutamiento<br />
y selección; después, y hasta el final de la<br />
obra, en 1988, daba apoyo logístico a los brasileños<br />
que llegaban y se ocupaba del relacionamiento institucional<br />
del contrato con la comunidad.<br />
Hoy en día, trabajando en la Alcaldía de Arequipa,<br />
Augusto Sanches cuenta con orgullo que después de<br />
leer la primera edición del libro Sobrevivir, Crecer<br />
y Perpetuar, lanzado en 1981, ayudaba a difundir la<br />
44<br />
informa
En esta edición<br />
dedicada a las<br />
comunidades,<br />
<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong><br />
rinde homenaje a una<br />
ciudad que ocupa<br />
un lugar especial en<br />
la trayectoria de la<br />
ipaOrganización<br />
texto Márcio Polidoro<br />
fotos Bruna Romaro<br />
Tecnología Empresarial <strong>Odebrecht</strong> (TEO) entre los<br />
integrantes peruanos. Muchos de ellos no hablaban<br />
español. Y Augusto servía de intérprete de quéchua y<br />
aymará, idiomas nativos de la mayoría de los trabajadores<br />
reclutados en las regiones de la frontera y en<br />
las cumbres de la Cordillera de los Andes.<br />
Recuerda que las familias de los obreros reclutados<br />
por <strong>Odebrecht</strong> eran un promedio<br />
La edición de <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong><br />
de enero de 1980<br />
Acervo <strong>Odebrecht</strong><br />
de veinte y pico y que la integración siempre se dio<br />
con rapidez. “El fútbol era un aglutinador importante”.<br />
Había un club donde a los brasileños les gustaba<br />
jugar con los arequipeños y entablaban amistad rápidamente.<br />
Una ciudad rodeada por<br />
tres volcanes<br />
Arequipa está localizada en el Sur del país, a una altitud<br />
de 2.300 m., en un valle fértil, rodeado de montañas<br />
desérticas de la cordillera y de tres volcanes: Charcani,<br />
Pichupichu y Misti, el más imponente, a 5.882 m.<br />
de altitud.<br />
Fundada en 1540 por el explorador español Francisco<br />
Pizarro, cuenta con 900 mil habitantes.<br />
Un momento inolvidable para la población de la<br />
ciudad fue la visita del papa Juan Pablo II, en el 1985.<br />
“<strong>Odebrecht</strong> preparó la infraestructura necesaria<br />
para las celebraciones”, cuenta Francisco Begaço<br />
Rodrigues.<br />
informa<br />
45
Tapa del libro Arequipa y el fac<br />
simile publicado en <strong>Odebrecht</strong><br />
<strong>Informa</strong> del documento histórico<br />
O Contrato de Valdívia<br />
Acervo <strong>Odebrecht</strong><br />
Él participó como conductor, del 80 al 89, en las<br />
obras de Charcani V. Hoy día trabaja en la empresa de<br />
Generación Eléctrica de Arequipa S.A., que opera la<br />
hidroeléctrica.<br />
Al tiempo que exhibe la medalla que conmemora<br />
la inauguración de la usina, no esconde los buenos<br />
recuerdos: ”Fue la primera empresa que terminó con<br />
los apagones, dio oportunidades de trabajo a mucha<br />
gente del barrio, cambió la forma de tratar a los obreros,<br />
ofrecía beneficios –inclusive alimentación gratuita,<br />
lo que no ocurría en Perú y ayudaba a los necesitados.<br />
Trabajar en <strong>Odebrecht</strong> fue muy importante.”<br />
En la Avenida Goyenecho, 225, cerca del centro de<br />
la ciudad, hay voluntarios que se ocupan de enfermos<br />
mentales hace más de un ciclo. En los años ’80,<br />
la institución necesitó ayuda para mejorar las condiciones<br />
de vida de los internos y contactó a <strong>Odebrecht</strong>.<br />
La respuesta fue “sí”. Y Arequipa tampoco se olvida<br />
de eso.<br />
“Durante la mañana del 3 de diciembre del año<br />
pasado, las banderas de Perú y Brasil tremolaron a<br />
3.000 m. de altura, sobre la encuesta occidental de la<br />
Cordillera de los Andes”- registró <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong><br />
en la edición de febrero de 1989- “simbolizaban más<br />
que la finalización de las obras y la inauguración del<br />
complejo hidroeléctrico de Charcani V. Representaban<br />
de hecho el paso definitivo para la internacionaliza-<br />
46<br />
informa
La Plaza de Armas, en el Centro<br />
Histórico de Arequipa, y el<br />
Alcalde Alfredo Zegarra Tejada:<br />
“Antes de 1988, vivíamos<br />
en la oscuridad”<br />
ción de la Construtora Norberto <strong>Odebrecht</strong> – CNO, la<br />
madurez para disputar contratos en el exterior, instalarse<br />
en otro país, vencer desafíos tecnológicos, formar<br />
sociedades y promover la satisfacción del paíscliente,<br />
participando de la integración de naciones y<br />
de la generación de beneficios sociales.”<br />
Aquel día, otro hecho importante simbolizó los<br />
compromisos que asumió <strong>Odebrecht</strong> con la comunidad<br />
de Arequipa: en nombre de la Organización, el<br />
Canciller Abreu Sodré, en la época Ministro de Relaciones<br />
Exteriores de Brasil, devolvió al pueblo peruano<br />
un documento histórico importante conocido como<br />
El Contrato de Valdivia.<br />
Se trata de una Carta-Poder de 1539, firmada en<br />
Arequipa, por los capitanes españoles Pedro de Valdivia,<br />
Alonso de Montenegro, Cristóbal de la Peña y<br />
Francisco Martínez, en la cual se otorgaba la autorización<br />
a Micer Francisco para que actuase, en nombre<br />
de los Reyes de España, con miras a la ocupación de<br />
América del Sur.<br />
El documento que había sido hurtado del acervo<br />
peruano fue rescatado por <strong>Odebrecht</strong> en 1988, en un<br />
remate en Londres, después de casi tres años de negociaciones<br />
diplomáticas y políticas.<br />
Otro marco de la contribución cultural de <strong>Odebrecht</strong>,<br />
es el libro Arequipa, con textos de Patricio Ricketts,<br />
fotos de Billy Hare y corrección de Moacyr<br />
Werneck de Castro, una edición de arte que ayudó a<br />
divulgar la riqueza histórica y natural de una ciudad<br />
reconocida por la ONU como Patrimonio Cultural de<br />
la Humanidad.<br />
Veinte y tres años después de finalizar la obra,<br />
<strong>Odebrecht</strong> sigue viva en la memoria de la ciudad. “Antes<br />
de 1988, vivíamos en la oscuridad. El cincuenta por<br />
ciento de la población no tenía luz eléctrica”, dice el<br />
actual Alcalde Alfredo Zegarra Tejada. “La inversión<br />
fue de Electroperú, pero <strong>Odebrecht</strong> hizo su parte y,<br />
ahora, tenemos energía propia y hasta nos damos el<br />
lujo de exportar excedentes a Chile, estamos promoviendo<br />
el desarrollo paulatino de una ciudad que no<br />
había sido planeada para el siglo XXI, pero donde pretendemos<br />
contar con transporte sostenido, seguridad<br />
ciudadana, mejor salud y educación para todos.”<br />
informa<br />
47
LLEGAN LOS<br />
Comunidades de Mártires<br />
de Kifandongo, Chicala<br />
y Zango empiezan a ser<br />
transformadas por las nuevas<br />
generaciones de angoleños<br />
liber<br />
Niños en el<br />
barrio de Zango<br />
en Luanda:<br />
comunidad<br />
en proceso de<br />
formación<br />
48<br />
48<br />
informa
tadores<br />
texto Renata Meyer<br />
Foto: Jacinto Figueiredo<br />
informa<br />
49
La diversidad es uno de los rasgos más<br />
notorios en las comunidades angoleñas<br />
en que <strong>Odebrecht</strong> actúa, sea en<br />
el idioma, en la culinaria, las costumbres,<br />
las creencias o en las tradiciones.<br />
Dichas comunidades tienen en común la historia.<br />
Como colonia portuguesa hasta 1975, Angola<br />
fue escenario de guerras, durante un largo período.<br />
Los conflictos provocaron la migración masiva<br />
de pueblos de diversas provincias hacia la capital,<br />
Luanda, que aumentó de 600 mil habitantes a un<br />
promedio de 6 millones, en cerca de 30 años. Los<br />
barrios existentes crecieron de forma desordenada,<br />
lo que ocasionó la degradación de las infraestructuras<br />
disponibles.<br />
Fue lo que sucedió en el barrio de Chicala, en<br />
la Isla del Cabo, próximo al lugar donde <strong>Odebrecht</strong><br />
ejecutó las obras del Proyecto Vías de Luanda. Otro<br />
ejemplo es el barrio Mártires de Kifangondo, que<br />
también se resintió con los efectos del rápido crecimiento.<br />
En este último, la empresa realiza obras en<br />
las redes de iluminación pública, drenaje, recolección<br />
de basura y red sanitaria, además de pavimentación<br />
y señalización de las vías.<br />
Además de los daños a las infraestructuras básicas,<br />
los tiempos de guerra dejaron como herencia<br />
los desafíos de la convivencia entre pueblos de orígenes<br />
muy diversos. Pueblos que trajeron su ADN<br />
cultural y se influyeron recíprocamente, asumiendo<br />
una nueva identidad.<br />
Con una formación distinta a la que caracterizó<br />
las comunidades de Chicala y de Mártires de<br />
Kifangondo, el planeado barrio de Zango, en el<br />
municipio de Viana, es una pequeña muestra de<br />
Luanda, en el ítem diversidad. A efectos de asegurar<br />
la mejor calidad de vida a la población, el<br />
Gobierno de la Provincia de Luanda inició, en el<br />
2002, el Programa de Reasentamiento. Desde entonces,<br />
trasladó hacia Zango, familias que vivían<br />
en áreas de riesgo en los distintos barrios de la<br />
capital angoleña.<br />
En todos esos desafíos, los equipos de <strong>Odebrecht</strong><br />
están presentes en estas comunidades, movilizando<br />
fuerzas e impulsando iniciativas de prácticas<br />
sostenibles, contribuyendo, asimismo, para<br />
la preservación del patrimonio histórico, social y<br />
cultural.<br />
Poder de movilización<br />
En la época colonial, el barrio Mártires de Kifangondo,<br />
en la ocasión conocido como Salazar, era<br />
habitado principalmente por militares y tradicionales<br />
familias portuguesas. En la cercanía del centro<br />
de Luanda, el barrio recibió ese nombre como homenaje<br />
a los que lucharon por la emancipación nacional,<br />
que tuvo lugar en la localidad de Kifangondo,<br />
a 30 Km. de la capital.<br />
La guerra por la independencia provocó la emigración<br />
de las familias portuguesas. Desde entonces,<br />
angoleños de diversas provincias y extranjeros<br />
originarios de países como Mali, Congo, Somalia y<br />
Senegal fueron a vivir en Mártires de Kifangondo.<br />
En la actualidad, de los 18 mil habitantes de Mártires<br />
de Kifangondo, cerca de 3 mil son extranjeros,<br />
y su influencia se hace sentir en diversos aspectos<br />
de la comunidad local. En la religión, aunque la gran<br />
mayoría sea católica, está situada en el barrio la<br />
mezquita central de Angola, fundada por inmigrantes<br />
musulmanes. El templo atrae a miles de personas<br />
venidas de distintas partes del país. En culinaria,<br />
el tradicional Cabrité, un churrasco de carne<br />
de cabra, de origen musulmán, se incorporó a los<br />
hábitos alimentarios de los angoleños.<br />
Sin embargo, es en la economía donde esa influencia<br />
es más notoria. La presencia de los extran-<br />
50<br />
informa
jeros y la proximidad con el aeropuerto ayudaron a<br />
impulsar el comercio en el barrio, que cuenta hoy día<br />
con una gran diversificación. Pese a las influencias<br />
externas, se reconoce a la comunidad de Mártires de<br />
Kifangondo por su capacidad de movilización social en<br />
torno de sus relevantes causas para sus habitantes.<br />
“Para lograr fuerza representativa en las instancias<br />
gubernamentales y en las instituciones, necesitamos<br />
estar unidos y organizados. Esa es la base de entendimiento<br />
en la cual creamos nuestros grupos”, afirma<br />
Antônio Cunha, Presidente de la comisión de vecinos<br />
del barrio. Existen hoy en la zona diversas organizaciones<br />
asociativas con actuación en salud, medio ambiente,<br />
deportes, teatro y artesanía, entre otras áreas.<br />
Responsable de la creación del Movimiento Colectivo<br />
de Pedro Bélgio, el joven Abel Noé Miguel Pedro<br />
contribuyó a concienciar a niños y adolescentes<br />
de la comunidad respecto a temas ambientales y de<br />
recolección de basura, por medio de presentaciones<br />
del grupo de teatro que ayudó a fundar. “No siempre<br />
logramos realizar todo lo que deseamos. Cuando<br />
surge la oportunidad, lo hacemos. Y si no surge, la<br />
creamos”, dice.<br />
Según Anaie Leite, asistente social de <strong>Odebrecht</strong><br />
en el proyecto de Revitalización de Mártires de Kifangondo,<br />
la empresa busca potenciar su actuación<br />
entre los diversos grupos. “Hacemos un trabajo de<br />
asesoría social, al investigar los problemas de la comunidad<br />
y discutir con los habitantes las alternativas<br />
posibles para la resolución de los mismos, siempre<br />
con enfoque en la sostenibilidad”, subraya.<br />
El arte de recomenzar<br />
En el municipio de Viana, cerca de Luanda, el barrio<br />
de Zango vive una realidad distinta. Como resultado<br />
del Programa de Reasentamiento de las Poblaciones,<br />
la comunidad se encuentra en proceso de formación.<br />
Personas provenientes de diversos barrios de Luanda,<br />
tienen el desafío común de recomenzar.<br />
Elder de Jesus Correia, integrante de <strong>Odebrecht</strong><br />
Angola, fue uno de los beneficiados por el programa.<br />
Vive con la esposa y seis hijos en una casa de<br />
tres habitaciones que recibió en el 2004. Al igual que<br />
los demás pobladores de Zango, Elder vivía en condiciones<br />
de riesgo. Recuerda los tiempos en que no<br />
conseguía dormir por miedo de los desmoronamientos,<br />
provocados por las lluvias en el barrio Boa Vista,<br />
donde vivía.<br />
“Cuando llovía, me ponía nervioso. Temía que se<br />
derrumbase mi casa”, afirma el herrero de 43 años.<br />
“Actualmente estoy más tranquilo. No hay más lo<br />
que temer”.<br />
Además de la seguridad, la infraestructura de las<br />
viviendas -que incluye agua corriente y luz eléctrica-,<br />
Fotos: Marco Rodrigo Rohrbacher<br />
En la foto más grande: ritual rinde homenaje a Kianda,<br />
patrona del mar, y, en la foto más pequeña, pobladora con<br />
peces en la playa: la tradición de la pesca artesanal se<br />
mantiene viva en el barrio de Chicala, en la Isla del Cabo<br />
informa<br />
51
es considerada por los habitantes locales uno de los<br />
principales atractivos de Zango. La mayoría de los vecinos<br />
habitaban hasta entonces viviendas sin la menor<br />
comodidad.<br />
Para Marcolina Antônia Cassinda hay muchos<br />
motivos para sentirse bien en Zango. El único inconveniente<br />
es la escasez de oportunidades de generación<br />
de renta, un desafío que enfrenta con creatividad.<br />
Desde que se instaló, hace cinco años, pasó a<br />
vender bebidas en su propia casa, con un margen<br />
de ganancia de cerca de 320 kuanzas por cajón. El<br />
comercio informal es común entre los habitantes de<br />
Zango, que encuentran en esta actividad un medio<br />
alternativo de supervivencia.<br />
“A principio, un cambio es siempre un trastorno,<br />
pero, con el tiempo, las personas se adaptan a la<br />
nueva realidad y perciben lo bueno que es salir de<br />
la zona de riesgo”, afirma el líder comunitario André<br />
João Camungua. Poblador del barrio hace nueve<br />
años, está invirtiendo en la reforma de la casa donde<br />
vive con la esposa Emanuele y los cinco hijos.<br />
Para personas como Elder, Marcolina y André,<br />
el cambio de vivienda ha sido solamente el primer<br />
escalón para una vida nueva, más tranquila y sin sobresaltos.<br />
“Cuándo se vive en situación de riesgo, el<br />
foco de las preocupaciones es la supervivencia. En<br />
Zango, afortunadamente, podemos pensar en el futuro”,<br />
dice André.<br />
El Programa de Reasentamiento de las Poblaciones<br />
ya trasladó a Zango cerca de 160 mil personas,<br />
en su mayoría familias de baja renta, con ingresos<br />
mensuales de hasta US$ 300 por mes. <strong>Odebrecht</strong><br />
Angola participa desde el inicio de ese proyecto,<br />
como responsable de la construcción de casas de<br />
infraestructura básica del barrio. La empresa se<br />
prepara para iniciar en la comunidad el Proyecto de<br />
Calificación Profesional Continuada – Creer (Acreditar),<br />
una contribución para que se amplíen las oportunidades<br />
de trabajo en Zango.<br />
Tradición<br />
En el barrio de Chicala, en la Isla del Cabo, el pescador<br />
Manoel Francisco João, vecino del local desde<br />
los años ‘40, recuerda con nostalgia los tiempos en<br />
que la pesca artesanal ocupaba un espacio intocable<br />
en la comunidad. En aquella época, la actividad se<br />
trasmitía de padre a hijo y movilizaba a toda la familia.<br />
La fe en Kianda, patrona del mar, dio origen a rituales<br />
que evocan la prosperidad comunitaria y rinden<br />
reverencia a esa misteriosa divinidad. Protagonizadas<br />
por un grupo de ancianos y mujeres vestidas a<br />
la bessangana –pañuelos rojos y aderezos de lente-<br />
Fotos: Sassy (Alexandre do Amaral Martins)<br />
Habitantes de Mártires de<br />
Kifangondo: diversidad<br />
cultural e intensa actividad<br />
comercial entre las<br />
principales características<br />
del barrio<br />
52<br />
informa
juelas–las ceremonias, realizadas a orillas del mar,<br />
incluyen ofrendas de bebidas, alimentos, flores y dinero<br />
a Kianda que, al emborracharse, duerme profundamente,<br />
asegurando la calmaría de las aguas y<br />
la proximidad de los peces.<br />
Chicala (“Llegamos”, en el dialecto local Kimbundu),<br />
era una comunidad tranquila, su pueblo no<br />
ultrapasaba 30 mil familias. Fue bautizada con ese<br />
nombre por los primeros habitantes, que, debido a<br />
la marea alta en regiones vecinas como Mussulo y<br />
Cafalete, se instalaron en Chicala para vivir del comercio<br />
de peces.<br />
Con las guerras de la independencia y la llegada<br />
de nuevos habitantes, la actividad pesquera se vio<br />
perjudicada. Fueron surgiendo nuevas actividades<br />
económicas, como el comercio y la prestación de<br />
servicios. El avance de la pesca industrial empezó a<br />
concurrir con los métodos artesanales.<br />
Pese al nuevo contexto socio económico, la tradición<br />
de la pesca artesanal y el culto a Kianda, se<br />
mantienen vivos en la comunidad de Chicala mediante<br />
personas que, como Manoel, se empeñan en<br />
preservar sus orígenes culturales. Sea en la culinaria,<br />
sea en el comercio o en los ritos tradicionales,<br />
la pesca se hace presente, influyendo en la vida de<br />
todos los pobladores de la región.<br />
Campeones del Carnaval<br />
La riqueza cultural de esa comunidad trasciende<br />
su esencia pesquera. El culto a Kianda, es sólo uno<br />
entre las múltiples ceremonias de raíz tradicional,<br />
practicadas por los habitantes de Chicala. Otras manifestaciones,<br />
como los rituales del Xinguilamento –comunicación<br />
con espíritus de ancestrales- y del óbito,<br />
son realizadas principalmente por los habitantes más<br />
antiguos.<br />
Entre los festejos populares, el Carnaval es una<br />
de las principales celebraciones. Durante 12 años<br />
consecutivos, la Unión Mundo de la Isla, agremiación<br />
carnavalesca que reúne los vecinos de Isla del Cabo,<br />
triunfa en el carnaval de Luanda. El grupo, conocido<br />
como O grande papão, desfila anualmente con 2.500<br />
integrantes.<br />
Con foco en la valorización de intervenciones en el<br />
barrio ejecutadas por sus habitantes, <strong>Odebrecht</strong> llevó<br />
a cabo acciones de corte social y de ciudadanía: campañas<br />
sobre medio ambiente, educación en el tránsito<br />
e historia local, además de actividades volcadas al incentivo,<br />
preservación y valorización del patrimonio artístico<br />
y cultural, como el Proyecto Pintando Talentos.<br />
La empresa se responsabilizó también por la construcción<br />
de un parque infantil, ampliando las opciones<br />
de esparcimiento en el barrio.<br />
informa<br />
53
En Maragogipe, Bahía, donde<br />
se encuentra el sitio de obras de<br />
São Roque do Paraguaçú, fiestas<br />
tradicionales rinden homenaje<br />
a la historia y celebran la vida<br />
del<br />
EN<br />
sam<br />
LA RO<br />
Samba de roda en<br />
Maragogipe: “Obra<br />
prima del patrimonio<br />
oral e inmaterial de la<br />
54<br />
humanidad”<br />
informa<br />
54
a<br />
texto Thereza Martins fotos Arthur Ikishma<br />
DA VIVA<br />
Agosto es mes de fiesta en el Recôncavo Bahiano.<br />
Fiesta para los santos patronos de São Roque de<br />
Paraguaçú y Maragogipe, fiesta a Nuestra Señora<br />
de la Buena Muerte, en Cachoeira, fiestas en las<br />
iglesias y en las calles de las ciudades. Procesiones<br />
y cánticos de católicos fieles se mezclan al samba de roda cuyas<br />
referencias provienen del siglo XVII, sobre el universo de los negros<br />
traídos de África como esclavos.<br />
El samba de roda es poesía, ritmo, canto, baile y percusión, marcado<br />
por el compás seco de los aplausos, por el sonido de la pandereta, de<br />
los tamboriles, del timbau y de la viola. “Es una alegría contagiosa”, define<br />
Nalva Santos, técnica del núcleo bahiano del Instituto del Patrimonio<br />
Histórico y Artístico Nacional (Iphan). En el 2004, Iphan registró el samba<br />
de roda del Recôncavo como “bien inmaterial y patrimonio cultural de<br />
Brasil”. El año siguiente, fue reconocido por la Unesco como obra prima<br />
del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.<br />
Estimulados por la valorización conquistada, grupos de sambistas se<br />
estructuraron en diversos municipios de la región. En el 2007, se inauguró<br />
la primera Casa del Samba de Roda del Recôncavo Bahiano (Asociación<br />
de Sambistas), en Santo Amaro da Purificação, como sede de un<br />
movimiento de preservación cultural que se viene multiplicando.<br />
Otras 15 asociaciones ya fueron creadas en municipios vecinos,<br />
con apoyo de alcaldías locales, del Gobierno de Bahía y de Iphan. Son<br />
centros culturales que organizan talleres de música, ponencias y encuentros<br />
festivos destinados a mantener vivas las tradiciones de la<br />
cultura afrobrasileña.<br />
“Los instrumentos musicales y el suministro de infraestructura<br />
para el funcionamiento de las unidades son ofrecidos por las instituciones<br />
que prestan apoyo, informa Marli de Santana Santos, sambista,<br />
de 23 años, que promueve la articulación cultural de la Casa de<br />
Samba de Maragogipe, uno de los más importantes centros urbanos<br />
del Recôncavo.<br />
El desfile de disfraces en Maragogipe es otra tradición durante el carnaval.<br />
“En la madrugada, las murgas ya están en la calle”, describe Luiz<br />
Antonio Santos e Silva, ex integrante de Braskem, en el Polo Petroquímico<br />
de Camaçarí (BA), jubilado desde el 2005 y que actualmente vive en<br />
una granja en Maragogipe. Él comenta que los disfraces preferidos son<br />
de animales con cuernos y caricaturas de políticos. Hay registros sobre<br />
el carnaval de Maragogipe desde 1897.<br />
En los márgenes del Paraguaçú<br />
Oh mi Paraguaçú,<br />
Oh mi gigante río,<br />
Tu nombre es parte<br />
De la historia de Brasil<br />
(de la letra de Rio Paraguaçú, samba de roda de autoría<br />
del compositor Mário dos Santos).<br />
informa<br />
55
Antonio Nazaré:<br />
gran parte de<br />
la producción<br />
se vende a los<br />
comerciantes de<br />
Río de Janeiro<br />
la pesca en los ríos y de mariscos en los manglares. Mientras<br />
tanto, nuevas oportunidades de trabajo se crearon en el<br />
municipio de Maragogipe, a partir del distrito de São Roque<br />
do Paraguaçú, donde <strong>Odebrecht</strong> Engenharia Industrial, que<br />
participa del Consorcio Rio Paraguaçú, está construyendo<br />
plataformas de petróleo para Petrobras.<br />
El Río Paraguaçú fue un importante vínculo entre poblaciones<br />
y villas dispersas a lo largo de la Baía de Todos<br />
os Santos. La unidad regional no resulta solo de las características<br />
geográficas, sino se basa en aspectos históricos,<br />
económicos y culturales.<br />
“Los ingenios de caña de azúcar, hasta el siglo XIX y la industria<br />
de tabaco, en el siglo XX, impulsaron la economía del<br />
Recôncavo y entraron en un período de declinio”, explica Alan<br />
Prazeres, historiador y director del Centro Estadual de Educación<br />
Profesional del valle de Paraguaçú. A mediados de la<br />
década del 50, la extracción de petróleo, recién descubierto en<br />
la región, creó esperanzas de un renacimiento.<br />
Actualmente, realidades dispares conviven en el Recôncavo.<br />
La base de la supervivencia es aún la agricultura familiar,<br />
Lazos que se estrechan<br />
A decenas de kilómetros del sitio de obras de Petrobras<br />
se localiza la villa de Maragogipinho. En estrechas calles de<br />
tierra, a orillas del mangle, se encuentran pequeños talleres<br />
de alfarería. Allí, ceramistas transforman el barro en artefactos<br />
utilitarios y objetos decorativos.<br />
En la alfarería de Antônio Nazaré se producen, semanalmente,<br />
decenas de cerámicas de barro con el tradicional<br />
formato de cerdos de colores. “Casi toda la producción se<br />
vende a los comerciantes de Río de Janeiro”, informa. A los<br />
72 años de edad, Antônio pasa el día entre el torno manual y<br />
el horno donde se queman las cerámicas. El Consorcio Rio<br />
Paraguaçú provee la madera utilizada para alimentar el fuego<br />
de la Asociación de Ceramistas de Maragogipinho, que<br />
reúne 480 artesanos.<br />
La madera proviene entre otras fuentes del material que se<br />
utiliza para el montaje de andamios y la construcción de vigas<br />
en el sitio de obras del consorcio. Además de alimentar los hornos<br />
de las alfarerías, la madera también es aprovechada para<br />
56<br />
informa
Doña Cadu,<br />
su cerámica y<br />
el Río Paraguaçú:<br />
“Empecé<br />
muy joven”<br />
El poeta Salatiel<br />
Caldas y su esposa,<br />
Janice, en São Roque<br />
do Paraguaçú: 2.500<br />
versos y trovas<br />
escritas<br />
construir barcos para los pescadores de Maragojipinho, estrechando<br />
los lazos del consorcio con la comunidad, una actividad<br />
que se traduce en estímulo ambiental.<br />
Entre los artesanos que se destacan por la originalidad de<br />
la producción, está el escultor Rosalvo Santana, de Santos, São<br />
Paulo, que trabaja solo por encomienda y tiene santos expuestos<br />
en el museo de Salvador. “Me recibí de contador, pero hace<br />
28 años vivo de entallar santos y fabricar nacimientos. Descubrí<br />
muy temprano mi vocación y de eso vivo”, afirma.<br />
Además de Maragojipinho, otra comunidad está insertada<br />
en el itinerario de la cerámica del Recóncavo Baiano.<br />
Es Coqueiros, tierra de Doña Cadú, Ricardina Pereira da<br />
Silva, 91 años, que vive y trabaja a orillas del Río Paraguaçú.<br />
“Empecé cuando era pequeña, y ya hice muchas cosas en<br />
la vida: ayudé a mis padres en el campo, transformé piedra<br />
en cascajo para construir casas y fui marisquera”, comenta<br />
la artesana, con una amplia sonrisa.<br />
La cerámica de Doña Cadú, quemada en hornos rústicos,<br />
se seca al sol y al viento, a la moda indígena, y es conocida<br />
fuera de Bahía. Ella ya expuso y participó en talleres artísticos<br />
en São Paulo y en Paraná.<br />
El poeta de São Roque<br />
En São Roque de Paraguaçú vive el poeta Salatiel Caldas.<br />
El 5 de agosto completó 100 años y fue homenageado en la<br />
sede de Copeba –Comunidad Beneficiente de São Roque de<br />
Paraguaçú-, institución que él ayudó a crear hace más de 30<br />
años, volcada en la educación de niños y jóvenes.<br />
Actualmente, ciego, Salatiel demuestra vivacidad en la voz<br />
y en la memoria, cantando y recitando trovas de su autoría.<br />
“Tengo 2.500 versos y trovas escritos”, comenta. “Son todos<br />
líricos y románticos. Es mi estilo”.<br />
Sólo cursó enseñanza primaria, pero el texto del poeta es<br />
rico y muy claro. Empezó a escribir a los 12 años, y conserva<br />
cuadernos con gran parte de sus trabajos. Una muestra de lo<br />
que ha producido está reunida en el libro La poesía romántica<br />
de Salatiel Caldas (editorial Kouraça, 2007).<br />
La Hermandad de Buena Muerte<br />
En medio a tantas tradiciones y manifestaciones culturales,<br />
la religiosidad ocupa espacio de destaque en el Recôncavo<br />
Baiano. Entre fiestas religiosas, la de la Hermandad de la<br />
Buena Muerte creó tradición y atrae a miles de turistas a la<br />
ciudad histórica de Cachoeira.<br />
Fundada en las viviendas de los esclavos de los ingenios de<br />
caña de azúcar, hace 150 años, la hermandad está formada por<br />
mujeres negras –la mayor tiene 107 años-, devotas de Nuestra<br />
Señora y también de los orishas. En agosto, mes de su fiesta,<br />
que empieza en la iglesia y sigue por las calles de la ciudad,<br />
con comida típica del noreste, como guisos de porotos, carurú<br />
y puchero, además, está claro, del samba de roda.<br />
informa<br />
57
COMUNICACIÓN<br />
Sônia Maisk:<br />
“los impactos<br />
son mínimos”<br />
58<br />
UNA SOLA<br />
hinchada<br />
texto Emanuella Sombra<br />
fotos Ricardo Fernandes<br />
Trabajo de<br />
comunicación del<br />
Consorcio Arena<br />
Salvador 2014 prioriza<br />
el diálogo constante<br />
con la población<br />
Desde la terraza de su casa, en el octavo<br />
piso de un edificio de la calle Joana Angélica,<br />
en Salvador, Sonia Maisk veía el<br />
antiguo estadio de Fonte Nova. “De aquí<br />
no se veía toda la cancha, sino un arco,<br />
parte de la hinchada y el placar. Cuando el Vitória<br />
metía un gol, mi hijo se moría de rabia”, se ríe la economista<br />
al tiempo que observa las excavadoras desde<br />
donde asistía a los partidos entre Bahía X Vitória.<br />
Sonia, el esposo y los dos hijos acompañan actualmente<br />
la reconstrucción del Arena Fonte Nova, con<br />
capacidad para 50 mil personas y que sustituirá el<br />
58<br />
informa
antiguo estadio, sometido a una implosión en el 2010.<br />
Son vecinos de la obra. Los gritos de las hinchadas<br />
fueron sustituidos por el sonido de las obras. “Los<br />
impactos son mínimos”. Observa. “Además, tenemos<br />
contacto directo con la gente del proyecto, que siempre<br />
nos atiende y trata de minimizar los trastornos”.<br />
Sonia, encargada de los gastos comunes del edificio,<br />
se refiere al trabajo de comunicación que el Consorcio<br />
Arena Salvador (formado por <strong>Odebrecht</strong> y OAS),<br />
está realizando durante la ejecución de las obras,<br />
previstas para terminar a principios del 2013. Se ha<br />
dado prioridad a dos frentes: comunicación con la población<br />
y con la prensa.<br />
Esa medida empezó antes de la implosión, cuando los<br />
vecinos de 962 inmuebles del entorno recibieron correspondencias<br />
convocándolos para reuniones en las cuales<br />
se detallaron las medidas de evacuación. Altoparlantes,<br />
cartillas con informaciones distribuidas entre los habitantes<br />
fueron algunas de las herramientas utilizadas por<br />
el consorcio. “Queríamos conquistar a la población y a la<br />
prensa”, afirma Carine Aprile Ieverse, Responsable de<br />
Comunicación del consorcio. El Case de Comunicación<br />
de la Implosión de Fonte Nova resultó finalista del Premio<br />
Aberje, de la Asociación Brasileña de Comunicación<br />
Empresarial, en la categoría “Comunicación y Relacionamento<br />
con la prensa”, en el Norte y el Noreste.<br />
“Sabemos que toda obra provoca trastornos, pero<br />
nuestro trabajo es mostrar a la población que este<br />
proyecto dejará un legado importante para la ciudad”.<br />
Carine explica que el trabajo de comunicación<br />
fue más intenso en vísperas de la implosión, cuando<br />
2.467 vecinos tuvieron que salir de sus casas durante<br />
cinco horas, como mínimo. Fue puesto a disposición<br />
un centro de convivencia para quienes no<br />
podían permanecer en casa de parientes o amigos.<br />
“Los que, por motivos de salud necesitaban más<br />
atención, fueron instalados en un hotel”, observa Luiza<br />
Lordelo, asistente social del consorcio. Fue el caso de<br />
Maria das Graças Pereira, que tiene problemas respiratorios<br />
y dificultad para caminar. “Hasta hoy, cuando<br />
necesito, llamo a uno de los asistentes sociales”, dice<br />
el ama de casa.<br />
La prueba de que las relaciones han dado resultado<br />
es el número reducido de reclamaciones: de los<br />
2.081 inmuebles visitados, solamente hubo 21 quejas,<br />
entre agosto del 2010 y julio de este año. El teléfono<br />
para contacto sigue disponible y, cuando necesario,<br />
se llevan a cabo reuniones con la comunidad.<br />
Desde que empezó la obra el canal con la prensa<br />
ha sido esencial. El consorcio percibió que habría<br />
una gran demanda por informaciones, sobre todo<br />
porque se trataba de una cancha de fútbol que incluirá<br />
la Copa de las Confederaciones (2013), el<br />
Mundial de Fútbol (2014) y la Copa América (2015).<br />
“Hemos desarrollado herramientas que facilitaron<br />
el diálogo con el público externo”, afirma Alexandre<br />
Chiavegatto, Director de Contrato del consorcio<br />
constructor.<br />
Además de las entrevistas colectivas, se creó un<br />
hotside con informaciones actualizadas en tiempo<br />
real desde el día de la implosión, con textos, fotos<br />
y videos, que comprobaron la rapidez y la transparencia<br />
del proceso. Infografías y animaciones, simulando<br />
la implosión y la evolución de la obra, que<br />
el consorcio puso a disposición y fueron trasmitidas<br />
por la prensa, ofreciendo informaciones seguras<br />
y reduciendo el acoso de los periodistas a los<br />
ingenieros, que se concentraron en sus trabajos.<br />
“Nosotros, ingenieros, solemos hacer declaraciones<br />
técnicas, no siempre didácticas. ”El equipo de<br />
comunicación simplifica nuestro trabajo”. Y la población<br />
agradece.<br />
Carine: énfasis en<br />
el legado que dejará el<br />
proyecto para la ciudad<br />
Canal directo con la comunidad
Doña Celina con<br />
familiares en<br />
la comunidad<br />
quilombola de<br />
Boitaraca, en<br />
Nilo Peçanha:<br />
“Mis antepasados<br />
construyeron este<br />
lugar”<br />
60<br />
texto Carlene Fontoura fotos Beg Figueiredo<br />
Un lugar tranquilo, con atmósfera familiar.<br />
Niños que cargan en la mirada libertad y<br />
sueños. Casas de arquitectura sencilla,<br />
pero atractiva. Ese es el escenario en la<br />
comunidad quilombola (poblaciones afro<br />
descendientes) de Boitaraca, localizada en el municipio<br />
de Nilo Peçanha (BA). Los pobladores de esa tierra libre<br />
tienen motivos de sobra para no abandonarla. “Mis antepasados<br />
construyeron este lugar y nunca me quise ir<br />
de acá”, afirma la matriarca Celina Neves Assunção, 74<br />
años, que se llena de alegría cuando recuerda su infancia<br />
en la comunidad.<br />
A cerca de 80 Kilómetros, se encuentra una pequeña<br />
ciudad tranquila y bordeada de hermosos árboles. En<br />
Ibirapitanga, Bahía, palabra que significa “Pau Brasil”<br />
en tupi-guaraní -, los pobladores se llenan de orgullo<br />
por el progreso en las calles, laderas y plazas. “Nuesacérquese<br />
Bajo Sur de Bahía,<br />
región donde viven 285 mil<br />
personas, reúne paisajes<br />
exuberantes y un gran<br />
potencial económico,<br />
turístico y cultural<br />
tra ciudad era una aldea con muchas deficiencias. En<br />
época de lluvias, se amontonaba el barro en las calles.<br />
Actualmente, la situación está mucho mejor”, relata Altamirando<br />
Santos, 92 años, que ostenta con orgullo el<br />
honor de haber sido el segundo alcalde del municipio.<br />
Doña Celina y el Sr. Altamirando son los vecinos más<br />
antiguos de sus comunidades y tienen muchas historias<br />
60<br />
informa
para contar sobre Nilo Peçanha e Ibirapitanga. Ambas<br />
forman parte de una misma Área de Protección Ambiental<br />
(APA) – de Pratigí – y con otras nueve ciudades<br />
(Valença, Camamú, Ituberá, Presidente Tancredo Neves,<br />
Maraú, Taperoá, Cairú, Igrapiúna y Piraí do Norte)<br />
integran el Bajo Sur de Bahía. Ubicada en el este de Bahía,<br />
la región abriga cerca de 285 mil personas, según el<br />
Censo Demográfico de 2010, del Instituto Brasileño de<br />
Geografía y Estadística (IBGE).<br />
Con un suelo rico y fértil, en que se cultiva mandioca,<br />
cacao, aceite de palma, caucho, palmito, pupuña, guaraná<br />
y pimiento, el Bajo Sur atrae por su paisaje y por su<br />
gran potencial económico, turístico y cultural. La región<br />
también está constituida por un mosaico de APAs que,<br />
además de Pratigí, incluye Guaibim, Caminos Ecológicos<br />
de Boa Esperança, Tinharé-Boipeba y Bahía de Camamú.<br />
Una de las primeras tierras a ser pobladas en Brasil,<br />
el Bajo Sur tiene un valor singular en la Historia del<br />
país. En el período colonial, asumió el desafío de proveer<br />
géneros alimenticios a la recién fundada Salvador.<br />
Durante el proceso de independencia del estado, la Fortaleza<br />
del Morro de São Paulo jugó un papel fundamental<br />
como uno de los puntos estratégicos en la defensa<br />
de Bahía. “Debido a su arquitectura la fortaleza logró<br />
evitar por muchos años ataques extranjeros contra la<br />
capital. Es uno de los fuertes más grandes de Brasil”,<br />
subraya Francisco Santana, arquitecto del Instituto del<br />
Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan).<br />
Tiempos de recuperación<br />
En el siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial,<br />
la desorganización agrícola, industrial y el estancamiento<br />
se instalaron en la región. La revitalización<br />
tuvo lugar con el incremento del turismo, a partir de<br />
1980. Algunos lugares se tornaron conocidos en ámbito<br />
nacional e internacional, como las islas de Tinharé<br />
y Boipeba, en Cairú, la catarata de Pancarta Grande,<br />
en Ituberá y Barra Grande, en la Península de Maraú.<br />
En 1999, la región se convirtió en escenario de diversas<br />
iniciativas fomentadas por la Fundación <strong>Odebrecht</strong>,<br />
que pasó a actuar en áreas con bajos índices de Desarrollo<br />
Humano (IDH). Al principio, el trabajo de la Fundación<br />
se destinaba a capacitar jóvenes, pero luego se<br />
constató que eso no podría ocurrir de manera aislada,<br />
y era necesario integrar a las familias. Por medio del<br />
Programa de Desarrollo Integrado y Sostenido del Mosaico<br />
de Áreas de Protección Ambiental del Bajo Sur de<br />
Acervo <strong>Odebrecht</strong><br />
Catarata localizada en<br />
el mosaico de APAs:<br />
hermosos escenarios<br />
son comunes en el Bajo<br />
Sur<br />
Bahía (PDIS), la institución pasó a incentivar actividades<br />
educacionales vinculadas a la generación de trabajo y<br />
renta. Apoyando organizaciones de la sociedad civil de<br />
interés público (Oscips) y cooperativas, el PDIS se está<br />
consolidando como un multiplicador de actividades de<br />
carácter social, económico, humano y ambiental.<br />
“La actuación, por más noble que sea, solo es posible<br />
si se realiza de forma sinérgica”, dice Mauricio Medeiros,<br />
Presidente Ejecutivo de la Fundación <strong>Odebrecht</strong>.<br />
Por eso, el PDIS cuenta con socios en las instancias gubernamentales<br />
–Federal, Estadual y municipales- y de<br />
la iniciativa privada.<br />
“El desafío es ofrecer oportunidades a las personas,<br />
fuerza propulsora y creativa de la región”, refuerza<br />
Medeiros.<br />
Memoria y tradición<br />
Personas como Doña Celina son beneficiadas, también,<br />
por los proyectos que cuentan con el apoyo de la<br />
Fundación <strong>Odebrecht</strong>. “A fin de año, hacemos el Baile<br />
de los Ancianos. Los jóvenes se visten como sus abuelos<br />
y abuelas y salen por la calle en bloque, cantando y<br />
bailando”, explica. Ese baile, además de una diversión,<br />
refleja las experiencias cotidianas, en que los participantes<br />
recuerdan la trayectoria de las antiguas seño-<br />
informa<br />
61
Altamirando: “Actualmente, mejoró la situación”<br />
ras de la comunidad, con su famoso samba de roda.<br />
Emocionada, Doña Celina recuerda y canta la canción:<br />
“no tempo de minha avó / mulé gostava de um só /<br />
usava tranza e cocó / e não havia xodó”. En la actualidad,<br />
los más jóvenes son los que participan en el baile.<br />
Entre ellos, Camila Neves Assunção, 22 años, nieta de<br />
Doña Celina.<br />
“Nuestro deber es valorar la herencia dejada por<br />
nuestros antepasados”, argumenta la ex alumna de la<br />
Casa Familiar Agroforestal, una de las Oscips que la<br />
Fundación <strong>Odebrecht</strong> apoya.<br />
Además del baile de los anciones, otras manifestaciones<br />
culturales se destacan como el bumba-meu-boi,<br />
zambiapunga, los congos, las barquitas y la llegada de los<br />
moros (danzas tradicionales con acompañamiento instrumental<br />
de origen ibérico). Y aún, la conmemoración religiosa<br />
de Terno de Reis. Antonia Francelina de Jesus Filha,<br />
70 años, más conocida como Doña Nininha, conoce bien la<br />
cultura local. Vecina de Cairú, tiene la titulación de Maestra<br />
del Saber, por haber rescatado muchas tradiciones de<br />
la región. Hace años, cose disfraces, y creó el primer grupo<br />
de niños de la ciudad, Os Conguinhos.<br />
“Reuní a los niños que deambulaban por las calles,<br />
muchas veces con poca ropa y hasta descalzos,<br />
para participar de los eventos. Promoví una campaña<br />
para donaciones de retazos, material que utilicé para<br />
fabricar las alegorías. El 2 de julio del 2008, Día de<br />
la Independencia de Bahía, hicimos nuestra primera<br />
presentación. ¡Fue un éxito!”, añade con alegría.<br />
Agroecoturismo<br />
Cada día aumenta el número de personas que buscan<br />
no sólo disfrutar las bellezas naturales, sino experimentar<br />
las costumbres y la manera de vivir de la<br />
población local – al elegir un lugar para conocer. La<br />
Fundación <strong>Odebrecht</strong>, por medio del PDIS, estimula<br />
en el Bajo Sur el Agroecoturismo, un modelo de turismo<br />
agrícola, ecológico y sostenible.<br />
“Contribuimos para la generación de trabajo, renta<br />
e inclusión social, y hacia la valoración de la cultura<br />
local”, dice Liliana Leite, Directora Ejecutiva del Instituto<br />
de Desarrollo Sostenible del Bajo Sur de Bahía<br />
(Ides), Oscip que promueve el turismo sostenido en<br />
la región. Conocer la artesanía fabricada con fibra de<br />
paja es una de las actividades que se insertan en el<br />
itinerario agroecoturístico del Bajo Sur, que contempla<br />
prioritariamente las comunidades quilombolas. “¡Las<br />
mujeres fabrican prendas hermosas!”, exclama Doña<br />
Celina. Ella comenta que trata de fortalecer con otros<br />
pobladores de la región la economía local. “Queremos<br />
autonomía en nuestro trabajo”, afirma.<br />
Doña Nininha:<br />
titulación de<br />
Maestra del Saber<br />
por haber rescatado<br />
tradiciones de la<br />
región<br />
62<br />
informa
GENTE<br />
De Macaé a Corea<br />
Clarisse y sus aprendizajes<br />
en Oriente<br />
I<br />
ngeniera civil y de petróleo, con maestría en Ingeniería<br />
de Petróleo, Clarisse Rodrigues ingresó<br />
en <strong>Odebrecht</strong> hace cuatro años, como Joven Socia.<br />
Trabajó en Macaé (RJ), en Bahía, y después se fue a<br />
Corea del Sur donde participó en la construcción del<br />
buque sonda Norbe IX. “Los coreanos son amables,<br />
disciplinados y comprometidos. Pasaron por una<br />
guerra, se reerguieron y construyeron una de las<br />
economías más fuertes del mundo. El país es una<br />
escuela”, afirma. De regreso a Macaé, en agosto del<br />
2011, como asistente de gestión de <strong>Odebrecht</strong> Óleo e<br />
Gás (OOG), Clarisse está feliz. “Ya no consigo más vivir<br />
lejos del mar”, añade.<br />
foto: Bruno Veiga<br />
foto: Edson Silva<br />
Un sansei en Angola<br />
Un caso de integración<br />
rápida y completa<br />
F<br />
rancisco Sawaguthi es incansable. Le gusta conocer<br />
personas, lugares y culturas; interactuar y aprender.<br />
Ha sido corredor de inmuebles, dueño de una agencia<br />
de turismo y de un restaurante. Es ingeniero civil y de<br />
Seguridad en el Trabajo, administrador de empresas; y<br />
tiene MBAs en gestión ambiental y sostenibilidad. Hace<br />
11 años trabaja en <strong>Odebrecht</strong>. Vivió en Ecuador, Perú,<br />
República Dominicana y en Japón. Desde enero, actúa<br />
como Director de Sostenibilidad y Calidad en Angola. Se<br />
integró muy pronto a los hábitos del país y se tornó vice<br />
encargado de gastos comunes en el condominio donde<br />
vive. Sawaguthi, 54 años, descendiente de japoneses, se<br />
dedica en sus horas libres a largos paseos. “Me encanta<br />
correr”, comenta. “En la playa, en la calle, donde sea”.<br />
foto: Ricardo Sagebin<br />
La periodista que se convirtió<br />
en responsable de las barreras<br />
Lilian cambió la vida en la TV por el estilo “gitano”<br />
N<br />
acida en Santo André (SP), Lilian Campana es periodista. Trabajó<br />
15 años en la radio y televisión en Minas Gerais y Goiás. Hace seis<br />
meses, actúa en <strong>Odebrecht</strong> en el área de comunicación social en la Usina<br />
Santo Antônio, en Rondônia. Suele decir que se convirtió en responsable<br />
de barreras. Esa es su décima obra. Vive en Porto Velho con el esposo,<br />
Dario Campana de Moraes, también de <strong>Odebrecht</strong>, y con uno de sus tres<br />
hijos. “Tengo espirito gitano, no me gusta la rutina y aquí todo suele ocurrir<br />
muy rápido”, explica. No le hacen falta las frivolidades de las metrópolis.<br />
“La estructura de Porto Velho atiende a nuestras necesidades”,<br />
señala. Su principal diversión es la música. Cuando tienen oportunidad,<br />
salen siempre juntos a bailar.<br />
informa<br />
63
¡fotografíen!<br />
texto Edilson Lima<br />
64<br />
64<br />
informa
Concurso Fotografíe su Comunidad, realizado por<br />
<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong>, contó con la participación de<br />
245 integrantes de 17 países, que enviaron 653 fotos.<br />
Vea las imágenes vencedoras.<br />
1 o<br />
máquina<br />
“En Mozambique, las mujeres<br />
recorren grandes distancias<br />
a pie, con fardos en la cabeza.<br />
Pero siempre con una sonrisa<br />
bondadosa”<br />
> ANA ROQUE DE OLIVEIRA -<br />
MOZAMBIQUE<br />
informa<br />
65
2 º<br />
máquina<br />
“Madre e hijo yendo a trabajar por la mañana. Ellos pasan gran parte del día ´juntos`, pues no existen niñeras<br />
en la ciudad” > CASSIO COSTA NOGUEIRA - GUINEA<br />
66<br />
informa
3 º<br />
máquina<br />
“En São Luis do Maranhão es así: El va y viene de la vida se confunde con el de la marea”.<br />
> LUIZ ANTONIO TREVIZOLI - BRASIL<br />
El es Director de Contrato en las obras de<br />
la Terminal de Carbón, en el Muelle 8, en<br />
el puerto de la ciudad de Beira. Tiene 31<br />
años y nació en Oporto, en Portugal. Ella<br />
coordina el Equipo de Medio Ambiente<br />
de <strong>Odebrecht</strong> en el Proyecto Carvão Moatize. Tiene<br />
44 años y también es natural de Portugal. Nuno Ricardo<br />
Almeida Teixeira y Ana Roque de Oliveira fueron<br />
los primeros colocados, respectivamente, en las<br />
categorías celular y cámara fotográfica, del concurso<br />
Fotografíe su Comunidad, realizado por <strong>Odebrecht</strong><br />
<strong>Informa</strong>. Sus fotos retratan la diversidad cultural de<br />
Mozambique, país donde trabajan.<br />
El concurso, en el cual Nuno y Ana fueron vencedores,<br />
fue promovido por <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong> para los<br />
integrantes de la Organización <strong>Odebrecht</strong>. En el 2010,<br />
se realizó el Cuente su Historia en <strong>Odebrecht</strong>, con<br />
cerca de 200 participantes. Y en el del 2011, el tema<br />
fue La Comunidad en que Trabaja. La revista recibió<br />
635 inscripciones, siendo 530 registradas por cámaras<br />
fotográficas y 123 por celulares. De este concurso,<br />
participaron 245 integrantes de 17 países, con fotos<br />
de variados aspectos de las ciudades en que trabajan.<br />
Entre las imágenes, el registro del sube y baja de la<br />
marea, que se mezcla con el de la vida de los habitantes<br />
de São Luís do Maranhão; en el sertón de Pernambuco,<br />
se destaca un vaquero, imagen noble por<br />
bravura y profesión, en su caballo, llevando el ganado<br />
a alimentarse; en Cuba, una de las fotos muestra la<br />
belleza del crepúsculo en La Habana.<br />
Las inscripciones se realizaron online, entre el 4<br />
y el 22 de agosto. Cada integrante concurrió en dos<br />
categorías: cámara fotográfica y celular. Los mejores<br />
trabajos y algunos de los finalistas en las categorías<br />
cámara fotográfica y celular se publican en esta edición<br />
de <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong>. Y las fotos finalistas se<br />
pueden observar en el sitio web de la revista (www.<br />
odebrechtonline.com.br).<br />
Las imágenes fueron evaluadas por una comisión<br />
integrada por Márcio Polidoro, Responsable de Comunicación<br />
en <strong>Odebrecht</strong>; Luciano Alfredo Bonaccini,<br />
Responsable de Programas Sociales en <strong>Odebrecht</strong>;<br />
informa<br />
67
1 º<br />
celular<br />
“Él era tan puro e ingenuo, que se asustó con el celular, algo muy común entre nosotros. Después se sonrió<br />
cuando le mostré la foto”. > NUNO RICARDO ALMEIDA TEIXEIRA - MOZAMBIQUE<br />
68<br />
informa
2 º<br />
celular<br />
“Estudiantes que viven en una comunidad cerca al Trecho 4 de la Ruta IIRSA Norte”.<br />
> CRISTIAN ALVAREZ - PERÚ<br />
Pedro Martinelli, fotógrafo; y Holanda Cavalcanti, editora<br />
de fotografía de <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong>.<br />
El resultado fue divulgado el 2 de septiembre. Los<br />
tres primeros seleccionados en la categoría cámara<br />
fotográfica fueron: Ana Roque de Oliveira, de <strong>Odebrecht</strong><br />
Internacional (Mozambique); Cassio Costa Nogueira,<br />
de <strong>Odebrecht</strong> Internacional (Guinea); y Luiz<br />
Antonio Trevizoli, de <strong>Odebrecht</strong> Infraestrutura (Maranhão).<br />
En la categoría celular, la comisión premió<br />
a dos integrantes: Nuno Ricardo Almeida Teixeira, de<br />
<strong>Odebrecht</strong> Internacional (Mozambique), y Cristian Alvarez,<br />
de <strong>Odebrecht</strong> América Latina e Angola (Perú).<br />
La foto premiada de Nuno Ricardo muestra a un<br />
niño de una de las comunidades de la Ciudad de Beira,<br />
tapándose la cara con las dos manos, cuando él<br />
se acerca para fotografiarlo con el celular: “Él era tan<br />
puro e ingenuo, que se asustó con el celular, algo muy<br />
común entre nosotros. Después se sonrió cuando le<br />
mostré la foto”. Diariamente, muchos niños caminan<br />
sobre los rieles del ferrocarril que pasa por la ciudad,<br />
recogiendo piedras, para vender como cascajo o usarlas<br />
en la casa de sus padres”, relata Nuno Ricardo,<br />
que conmemora el premio: “Si fui elegido es porque<br />
logré sensibilizar a la gente con el imagen. Como me<br />
encanta la fotografía, la sensación de éxito es muy<br />
gratificante”…<br />
Mientras paseaba en la comunidad de Nhambalualu,<br />
en la Provincia de Tete, un domingo, Ana Roque se<br />
encontró con una mujer cargando un fardo inmenso<br />
en la cabeza y, enseguida, la fotografió. “En Mozambique,<br />
las mujeres recorren grandes distancias a pie<br />
con pesados bultos en la cabeza, pero siempre con<br />
una sonrisa bondadosa”, afirma. Ella dedica su triunfo<br />
al pueblo mozambiqueño:”son muy hospitalarios, generosos<br />
y de gran dignidad”.<br />
Según Pedro Martinelli, miembro de la Comisión<br />
de Evaluación, lo que más le sorprendió en el concurso<br />
fue el enfoque que los integrantes han dado a<br />
las personas: “Es significativa la mirada sociológica<br />
y ambiental de los participantes y su interés en documentar<br />
el cotidiano y la cultura de los lugares donde<br />
trabajan”.<br />
informa<br />
69
informainforma<br />
70
&<br />
NOTICIAS<br />
PERSONAS<br />
Vea a seguir reportajes sobre realizaciones<br />
recientes de los equipos de la Organización<br />
<strong>Odebrecht</strong> en Brasil y en el mundo y<br />
secciones sobre el cotidiano de integrantes<br />
de las empresas<br />
72<br />
74<br />
76<br />
78<br />
FPSO Cidade de Itajaí, en construcción en Singapur,<br />
reforzará la producción brasileña con 80 mil barriles<br />
de petróleo por día<br />
Éder Menezes, un mineiro de Joanésia que lleva la<br />
TEO adonde va –siempre con mucho humor<br />
Luís Felli, de ETH, escribe sobre las nuevas<br />
perspectivas que el sector bioenergético aporta para<br />
vidas y carreras en Brasil<br />
Genésio Couto, un formador de personas creado<br />
en trabajo por detrás del mostrador, en la roda de<br />
capoeira y en los sitios de obra<br />
El FPSO Cidade de Itajaí, que está<br />
siendo construido en Singapur<br />
Acervo <strong>Odebrecht</strong><br />
informa<br />
71
ÓLEO & GAS<br />
La solución en 4 letras<br />
En construcción en Singapur, el FPSO Ciudad de<br />
Itajaí tendrá capacidad de producir 80 mil barriles/<br />
día y almacenar 650 mil barriles de petróleo<br />
texto Edilson Lima<br />
La producción de petróleo en<br />
Brasil recibirá un refuerzo, en<br />
el 2012, del FPSO Cidade de<br />
Itajaí, una unidad flotante que aumentará<br />
a 80 mil barriles diarios la producción<br />
del país. La unidad está siendo<br />
construida en el astillero Jurong, en<br />
Singapur, contratado por <strong>Odebrecht</strong><br />
Óleo e Gás (OOG) en sociedad con la<br />
empresa noruega Teekay Petrojarl.<br />
Dicho proyecto que forma parte de<br />
la estrategia de crecimiento de<br />
OOG, marcará la entrada de<br />
la empresa en la operación<br />
de FPSOs (Floating Production<br />
Storage and Offloating)<br />
en Brasil, consecuencia de la<br />
experiencia acumulada desde 1997 en<br />
la operación del FPSO North Sea Producer,<br />
en el Mar del Norte.<br />
El FPSO Cidade de Itajaí resultará<br />
de la conversión de un buque petrolero,<br />
adquirido por la joint venture conformada<br />
por OOG y Teekay. Se prevé<br />
que llegará a Brasil en el segundo<br />
semestre del 2012. En agosto del mismo<br />
año, la unidad deberá empezar a<br />
operar para Petrobras en los campos<br />
de Tiro y Sídon, en el sur de la Cuenca<br />
de Campos, en el litoral de Santa<br />
Catarina. El contrato con Petrobras<br />
es de un periodo de nueve años, con<br />
posibilidad de ser renovado por seis<br />
meses más.<br />
Aparte de los 80 mil barriles diarios,<br />
el FPSO Cidade de Itajaí tendrá<br />
capacidad de almacenar 650 mil<br />
barriles, podrá actuar en lámina de<br />
agua de hasta mil metros y tendrá<br />
flexibilidad para procesar varios tipos<br />
de petróleo. Con acomodación<br />
para 70 personas, el FPSO Cidade<br />
de Itajaí es considerado por Petrobras<br />
un “buque de oportunidad” que,<br />
en el futuro, puede ser trasladado a<br />
otros pozos. Los FPSOs son ideales<br />
para campos de petróleo que no poseen<br />
estructura de canalización a<br />
través de oleoductos y gasoductos.<br />
Por lo tanto, el petróleo es procesado<br />
y almacenado en la propia unidad,<br />
y, posteriormente, transferido a<br />
los buques “aliviadores” (que tienen<br />
por finalidad verter las aguas so-<br />
El FPSO Ciudad de Itajaí<br />
en el astillero en Singapur:<br />
capacidad de almacenamiento<br />
de 650 mil barriles de petróleo<br />
72<br />
informa
antes), en los cuales se transporta<br />
el petróleo hasta la costa.<br />
Así, el petróleo es procesado y almacenado<br />
en la propia unidad y, después,<br />
traslado a los buques.<br />
La Teekay Petrojarl, tiene una<br />
enorme experiencia en la operación<br />
de FPSOs y resultó<br />
adjudicataria<br />
de esa licitación,<br />
promovida por Petrobras<br />
a mediados<br />
del 2010.<br />
“Después de la invitación de Teekay<br />
para ingresar en el negocio, tuvimos un<br />
extenso trabajo de influir en los integrantes<br />
de la empresa, en el sentido de<br />
crear condiciones que nos ofreciesen<br />
confort con respecto a nuestras iniciativas<br />
de resultado y exposición al riesgo.<br />
“Finalmente, todos hemos llegado a<br />
la conclusión de que la sociedad sería<br />
importante y agregaría valor a las dos<br />
empresas y, sobretodo, al cliente”, observa<br />
Rodrigo Lemos, de OOG, Director<br />
de Operación de FPSOs en<br />
Brasil. En mayo del 2011, se<br />
creó una joint-venture para<br />
conducir los trabajos de<br />
construcción, fletamento y operación<br />
del FPSO Cidade de Itajaí.<br />
A juicio de Rodrigo, la solución de<br />
establecer una sociedad con Teekay<br />
Petrojarl es parte de una estrategia de<br />
largo plazo de OOG. “Estar asociado a<br />
una empresa del porte de Teekay es<br />
Acervo <strong>Odebrecht</strong><br />
muy importante para nosotros, pues<br />
fortalece una experiencia de 14 años<br />
en la operación del FPSO North Area<br />
Producer. Ellos percibieron el valor de<br />
contar con un socio brasileño como<br />
OOG, porque nosotros conocemos bien<br />
al cliente, la legislación nacional y las<br />
particularidades del mercado”.<br />
Visualizando nuevos<br />
mares<br />
Para Jorge Mitidieri, Director Superintendente<br />
de la Unidad de Negocios<br />
Servicios Integrados de OOG,<br />
la participación en ese proyecto será<br />
fundamental para que la empresa<br />
conquiste nuevos contratos de fletamento<br />
y operación de FPSOs en Brasil,<br />
sean de Petrobras o de otros clientes.<br />
“Hemos visualizado un mercado<br />
creciente y con un gran potencial. Las<br />
empresas están invirtiendo y deseamos<br />
empezar a expandir nuestra actuación”.<br />
De acuerdo con el Plan de Inversiones<br />
de Petrobras para 2011-2015,<br />
del total de US$ 224,7 mil millones<br />
previstos para ser invertidos, cerca<br />
de US$ 127,5 mil millones se destinarán<br />
a la explotación y producción<br />
de petróleo. La meta para el 2011 es<br />
producir diariamente 2,8 millones de<br />
barriles de petróleo equivalente (boe)<br />
por día. Antes del 2015, la estatal pretende<br />
llegar a la marca de 4 millones<br />
de boe/día.<br />
El objetivo de la OOG con el FSPO<br />
Cidade de Itajaí es superar las primeras<br />
expectativas de producción de<br />
Petrobras. Para los campos de Tiro<br />
y Sidón, se han previsto 150 millones<br />
de barriles de petróleo. En el caso del<br />
FPSO operado por OOG, hubo una producción<br />
de 110 millones de barriles de<br />
petróleo a lo largo de 14 años, una cifra<br />
más elevada que los 26 millones previstos<br />
al inicio del contrato.<br />
informa<br />
73
TEO – TECNOLOGÍA EMPRESARIAL ODEBRECHT<br />
¡Buen humor, por favor!<br />
Para Éder Menezes, ofrecer un ambiente alegre y<br />
positivo es una de la formas de actuar de un líder<br />
texto Zaccaria Junior fotos Élvio Luiz<br />
Estoy tenso… Es la primera<br />
vez que doy una entrevista”<br />
confiesa Éder Hemetrio<br />
de Menezes, natural de Joanésia,<br />
ciudad de la región metropolitana<br />
de Vale do Aço, cuando empieza a<br />
ser entrevistado por el equipo de<br />
<strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong>.<br />
Contador de profesión, Eder ingresó<br />
en la Organización en 1980,<br />
en Tenenge, donde permaneció<br />
hasta 1995. El año siguiente fue<br />
trasladado a CNO. Hace más de<br />
tres décadas vinculado a <strong>Odebrecht</strong>,<br />
participó en obras de varios<br />
estados brasileños y actualmente<br />
es responsable del Programa Planeamiento<br />
en la construcción de<br />
una Planta de PVC/MVC de Braskem,<br />
en Maceió.<br />
Éder cuenta que el motivo<br />
principal para formar parte de<br />
<strong>Odebrecht</strong>, a principios de los<br />
años ’80, ha sido, como él lo define,<br />
el “amor a primera vista<br />
por la Tecnología Empresarial<br />
<strong>Odebrecht</strong> (TEO).<br />
“Cuando empecé a trabajar,<br />
planeaba y hasta soñaba con un<br />
nivel de autonomía para promover<br />
cambios y buscar nuevas formas<br />
de trabajo. Siempre me lo había<br />
imaginado.”<br />
En 1992, como jefe de Planeamiento,<br />
Medición y Costos en las<br />
obras de la Hidroeléctrica Nova<br />
Ponte, en Minas Gerais, el mismo<br />
año en que recibió la medalla por<br />
15 años en la Organización, Éder<br />
tuvo oportunidad de profundizar la<br />
práctica de la TEO.<br />
“Lo interesante, estimulante y<br />
desafiador es que usted es dueño<br />
de su propio negocio. Por lo tanto,<br />
tiene que ejecutar la obra dentro<br />
de los niveles de costo, plazo<br />
y calidad, generando resultados<br />
y dejando satisfecho al cliente”,<br />
dice Eder.<br />
Bajo el lema de que “cada obra<br />
es una sorpresa distinta”, Éder comenta<br />
que el mejor momento de<br />
su trabajo es el que está por venir.<br />
“Hay siempre un momento mejor.<br />
Para mí, la clave de la realización<br />
profesional es identificarse con el<br />
trabajo, con la empresa y estar<br />
74<br />
informa
satisfecho con sus actividades.<br />
Enfrenté muchas crisis durante mi<br />
trayectoria y aprendí que, sin esfuerzo,<br />
no hay crecimiento profesional<br />
ni personal.<br />
Éder recuerda algunos episodios<br />
en que tuvo ganas de parar<br />
debido a la presión y pensó establecer<br />
su propio negocio, pero a<br />
medida que maduró, logró evitar<br />
gran parte de los problemas que<br />
diseminaron las crisis.<br />
“Mi vida se consolidó y se simplificó<br />
con mucho trabajo, planeamiento<br />
y buena dosis de dedicación.<br />
Nunca me imaginé llegar adonde<br />
he llegado. Tal vez, intentando hacer<br />
siempre lo mejor, trabajando<br />
mucho y ofreciendo un ambiente<br />
alegre y positivo sea la forma de<br />
actuar de un líder”, afirma.<br />
Actualmente es líder de 15<br />
personas – entre ellas, profesionales<br />
de Planeamiento e ingenieros<br />
Químicos y de Producción- y<br />
en el proceso de identificación de<br />
dos más.<br />
Cuenta Éder que en su trayectoria<br />
se dio cuenta que calidad como<br />
determinación, foco, conocimiento<br />
y creatividad son ingredientes presentes<br />
en la mayoría de las recetas<br />
de carreras de líderes exitosos.<br />
En sus analogías sobre las calidades<br />
de un líder, dice Éder que<br />
existe aún un ingrediente mágico<br />
para lograr el éxito: “Que a uno<br />
le guste lo que hace”. Y observa:<br />
“Además de desempeñar con excelencia<br />
nuestro propio trabajo,<br />
también nos encargamos de trasmitir<br />
buen humor, simpatía y pensamiento<br />
positivo en el ambiente<br />
de trabajo. Y les aseguro que, con<br />
esos pequeños gestos, el trabajo<br />
se vuelve cada vez más emocionante.<br />
Hoy día agradezco a dios, que<br />
ha sido mi orientador y protector<br />
en esa caminata, agradezco a mi<br />
familia, que me acogió en las horas<br />
difíciles, y agradezco también<br />
por haber trabajado y estar trabajando<br />
con líderes y liderados que<br />
siempre me estimularon a salir<br />
de la monotonía y hacer algo diferente”.<br />
Eder y su<br />
equipo en<br />
una situación<br />
frecuente:<br />
todos se<br />
sonríen<br />
informa<br />
75
ARGUMENTO<br />
BUENAS ENERGÍAS<br />
76<br />
76<br />
informa
En un momento de efervescencia, el<br />
sector bioenergético brasileño transforma<br />
perpectivas de vida y carrera<br />
n los últimos años, el lanzamiento del<br />
automóvil flex y la búsqueda de fuentes<br />
limpias de energía, elevaron la importancia<br />
y la competitividad de ese sector<br />
brasileño, que se destacó en el esce-<br />
Enario nacional y atrajo a miles de países determinados<br />
a reducir las emisiones de gases que provocan el<br />
efecto invernadero.<br />
Hoy en día, ese sector ofrece oportunidades de<br />
trabajo a 1 millón de personas. La producción brasileña<br />
de etanol ha llegado, en la última zafra, a 25 mil<br />
millones de litros, y deberá llegar a 60 mil millones<br />
hasta fines de esta década. Para duplicar la producción<br />
a un ritmo acelerado, el sector ha recibido importantes<br />
inversiones en modernas plantas agroindustriales<br />
que diseminan, cada día, la productividad<br />
en generación de energía limpia y renovable.<br />
Las innovaciones en la cadena productiva –en el<br />
área agrícola e industrial- reafirman el compromiso<br />
con la sostenibilidad. La mecanización de la cosecha<br />
de caña dispensa las quemadas de los cañaverales.<br />
Este cambio, que incluye a un 63% de los cañaverales<br />
del Estado de São Paulo, el centro productor más<br />
grande del país, elevó la productividad y produjo un<br />
cambio definitivo en el perfil de los trabajadores de<br />
bioenergía, sobre todo de quienes trabajan en las cosechas.<br />
De esa forma, para seguir creciendo, el mayor<br />
desafío de los productores es reclutar fuerza de<br />
trabajo calificada apta para operar nuevas tecnologías<br />
con seguridad y respeto al medio ambiente.<br />
Las empresas que han ingresado recientemente<br />
en el sector, como ETH, percibieron que buscar<br />
profesionales capacitados significa formar sus propios<br />
equipos. Por lo tanto, grandes empresas de<br />
todo Brasil están implantando programas de calificación.<br />
En sociedad con instituciones públicas y privadas<br />
como Senai (Servicio Nacional de Aprendizaje<br />
Industrial) y el Centro Paula Souza, han tratado de<br />
capacitar a los trabajadores y adaptarlos a la nueva<br />
realidad. El desarrollo constante asegura oportunidades<br />
diferenciadas y ofrece a esos profesionales un<br />
verdadero plan de carrera.<br />
En ese escenario, ETH creó un programa de formación<br />
y calificación, que penetra en toda la estructura<br />
y abarca a 15 mil integrantes de las nueve<br />
unidades agroindustriales en los estados de São<br />
Paulo, Mato Grosso do Sul y Goiás. Denominado<br />
Excelencia ETH, el programa aproxima a los integrantes<br />
de las áreas Agrícola e Industrial de capacitación<br />
para la gestión de desempeño, a partir<br />
del concepto de ser “Dueño de su Negocio”, fundamentado<br />
en la Tecnología Empresarial <strong>Odebrecht</strong><br />
(TEO). Más que ofrecer contenido para ejercer una<br />
sola función, el programa conduce a los integrantes<br />
de vuelta a los salones de clase, de donde saldrán,<br />
después de meses de calificación, con una<br />
gran visión del proceso productivo y vislumbrando<br />
sus próximos pasos dentro del sector bioenergético.<br />
Conceptos de Salud, Seguridad y Medio Ambiente<br />
son capacitaciones nuevas y diferenciadas<br />
de esos profesionales.<br />
Actualmente, el sector bioenergético transforma<br />
municipios, vidas y carreras. El momento culminante<br />
en cual se encuentra estimula a la población a buscar<br />
nuevos rumbos profesionales.<br />
En pocos meses, las nuevas oportunidades ofrecidas<br />
en esos ambientes alteran profundamente el<br />
perfil de las comunidades, con aceleración de renta<br />
y aumento de la economía local. El crecimiento de la<br />
calificación de la población se refleja de inmediato en<br />
la mejora de la calidad de vida.<br />
El sector de Bioenergía se encuentra en un momento<br />
especial en los escenarios nacional e internacional<br />
y ETH está trabajando para que sus integrantes<br />
sean aptos a superar los desafíos personales y<br />
profesionales, a fin de acompañar el desarrollo de la<br />
empresa y de la Organización <strong>Odebrecht</strong>.<br />
Luís Felli<br />
es Responsable de Operaciones<br />
Agroindustriales en ETH<br />
Bioenergía<br />
informa<br />
77
SABERES<br />
En la terraza, en la rueda<br />
y en el sitio de obras<br />
Genésio Lemos Couto lleva en el recuerdo y en el corazón las<br />
circunstancias y, sobre todo, a los maestros que le proporcionaron<br />
los aprendizajes más grandes de su vida<br />
Testimonio de Genésio Couto a Valber Carvalho<br />
Edición de texto para <strong>Odebrecht</strong> <strong>Informa</strong>: Alice Galeffi<br />
E<br />
l padre, uno de sus tres<br />
grandes maestros, desde<br />
temprana edad le hizo trabajar<br />
en el negocio de la familia.<br />
En los grupos de capoeira de Angola,<br />
desarrollada por Pastinha, su<br />
segundo gran maestro, aprendió a<br />
lidiar con el juego y los peligros de<br />
la vida. En <strong>Odebrecht</strong>, donde ingresó<br />
en 1989, a los 36 años, conoció<br />
la filosofía empresarial que<br />
vendría a consolidar su educación.<br />
“El Dr. Norberto <strong>Odebrecht</strong> fue mi<br />
tercer gran maestro. Mis líderes,<br />
que tuvieron contacto directo con<br />
él, me repasaron sus enseñanzas<br />
a través de la Educación por el<br />
Trabajo”.<br />
En la Organización, Genésio Lemos<br />
Couto supera con éxito los desafíos<br />
de la vida y del trabajo, apoyando<br />
la capacitación de personas<br />
e implantando proyectos en todo el<br />
mundo. Fue responsable en Ecuador<br />
de la primera implantación del<br />
Programa Joven Socio en el exterior<br />
en 1990.<br />
En el 2003, actuando como Responsable<br />
de Administración y Finanzas<br />
en Angola, coordinó un ejemplar<br />
Plan de Calificación y Capacitación<br />
de integrantes angoleños. Participó<br />
en la formación de personas<br />
en toda América Latina, apoyó el<br />
equipo que introdujo la Tecnología<br />
Empresarial <strong>Odebrecht</strong> en Cuba<br />
y actualmente es Responsable de<br />
Personas, Sostenibilidad y Relaciones<br />
Institucionales en ETH.<br />
Genésio es el segundo integrante<br />
de la Organización a dar su<br />
testimonio al Proyecto Saberes –<br />
Gente que aprendió en el trabajo y<br />
en la vida. Ver la íntegra (cerca de<br />
20 minutos) en el sitio de <strong>Odebrecht</strong><br />
<strong>Informa</strong> (www.odebrechtonline.com.br).<br />
A continuación los principales<br />
trechos de su testimonio.<br />
Aprendizaje en<br />
el mostrador<br />
Al entrar a trabajar en <strong>Odebrecht</strong>,<br />
ya conocía a muchas personas<br />
de la Organización. En aquella<br />
época, en Salvador, la facultad de<br />
Administración se encontraba en<br />
la Avenida Joana Angélica, donde<br />
mi padre tenía un comercio, el Bar<br />
y Lotería Santa Cruz. Mis hermanos<br />
y yo trabajamos atendiendo al<br />
público hasta graduarnos. A algunos<br />
de los estudiantes de Administración,<br />
que frecuentaban el local<br />
y que me conocían desde chico,<br />
los reencontré en <strong>Odebrecht</strong>. Ese<br />
conocimiento de pequeño empresariamiento,<br />
negociando y atendiendo<br />
a todos en el mostrador,<br />
me ayudó mucho en <strong>Odebrecht</strong> y<br />
en mi vida.<br />
Escritorio ambulante<br />
El Trasvase de Santa Elena fue<br />
la primera obra de <strong>Odebrecht</strong> en<br />
Ecuador. El país ya había tenido<br />
experiencias con otras empresas<br />
internacionales e, incluso, enfrentado<br />
el problema de huelga con<br />
esas empresas.<br />
En mi Programa de Acción se<br />
insertaba el tema relación sindical.<br />
Aprendí pronto que tenía que<br />
ser humilde para entender y aceptar<br />
la cultura ajena y tolerante con<br />
las dificultades que iría a enfrentó.<br />
Nuestra obra en Ecuador tenía 90<br />
Kilómetros de superficie. Al advertir<br />
que en su mayoría los sindicalistas<br />
eran choferes y circulaban<br />
como mensajeros, transformé una<br />
camioneta Kombi en oficina; llevando<br />
nuestro mensaje, nuestros<br />
principios, nuestros valores. También<br />
iban conmigo un integrante<br />
del área de Personas, un médico y<br />
78<br />
informa
una asistente personal. En la camioneta,<br />
estaba escrito “Oficina<br />
Ambulante”. Fue un éxito.<br />
Genésio: ”Es muy estimulante<br />
formar parte de una Organización<br />
que transforma vidas”<br />
foto: Livia Aquino<br />
Hemos venido a<br />
quedarnos<br />
Al llegar a Ecuador, un lugareño<br />
me advirtió: “Ustedes viven en<br />
un gueto, tienen que integrarse”.<br />
Compramos la idea y pasamos a<br />
invertir en gran escala en la capacitación<br />
de ingenieros locales.<br />
Percibimos que había muchos<br />
ingenieros desempleados en el<br />
país. Los rescatamos para el trabajo.<br />
También entramos en la universidad<br />
e implantamos, en 1993,<br />
el Programa Joven Socio, el primero<br />
a funcionar fuera de Brasil.<br />
Les mostramos que habíamos ido<br />
para quedarnos. Muchos de esos<br />
jóvenes hoy son líderes de la Organización.<br />
Crisis en la selva<br />
En Ecuador, en 1997, viví una<br />
historia impactante. Hubo cuatro<br />
personas de nuestra empresa<br />
que fueron secuestradas: dos<br />
ingenieros, un jefe de personal y<br />
un encargado. Bajo el liderazgo<br />
de Luiz Mameri, creamos un comité<br />
de crisis. En la ocasión, me<br />
hice muy amigo de Leopoldo Galindo,<br />
que había trabajado conmigo.<br />
Él leyó la nota en el diario<br />
y me contactó: “Dr. Genésio, soy<br />
colombiano, ¿en qué puedo ayudarlo?”<br />
Él se hizo cargo de toda<br />
la negociación con los secuestradores.<br />
Después de 63 días, cuando<br />
nuestros compañeros fueron<br />
liberados, sentí un agradecimiento<br />
increíble. Me di cuenta<br />
que había consolidado en mí dos<br />
características del Socio <strong>Odebrecht</strong>:<br />
madurez y confiabilidad.<br />
informa<br />
79
foto: Livia Aquino<br />
Soy angoleño<br />
A los 8 años empecé a jugar capoeira,<br />
jugué casi todos los días, de<br />
los 8 a los 18 años, y con los mejores<br />
maestros. Daba clases con<br />
el Maestro Pastinha los jueves y<br />
domingos. A los 73 años, él me enseñaba<br />
con la malicia de las calles.<br />
Era la capoeira de Angola, como se<br />
le conoce. En el juego solía decir:<br />
“soy angoleño”. Por eso, ir a Angola<br />
me resultaba algo lúdico.<br />
En el 2003, fui a trabajar en Angola.<br />
Pero, al llegar me di cuenta<br />
que a ellos les gustan los brasileños,<br />
nos admiran, pero mi fantasía<br />
lúdica no existía. Angola tenía<br />
prisa, recién había salido de una<br />
guerra de 30 años y quería reconstruirse.<br />
Necesitaba realizar obras,<br />
calificar personas y construir una<br />
red social de asistencia. Realizamos<br />
un trabajo magnifico en el terreno<br />
de la salud, de la educación,<br />
de la cultura y, obviamente, de la<br />
ingeniería y construcción. Y seguimos<br />
trabajando.<br />
Personas sabias son<br />
simples porque<br />
aprenden con la vida<br />
Hay tres personas importantes<br />
en mi educación y formación profesional.<br />
En casa, mi padre, Tomé<br />
Couto, pernambucano, fue quien<br />
me transmitió todos sus valores.<br />
Enseguida vino el Maestro Pastinha,<br />
un pintor de paredes que<br />
sacó la capoeira de su marginalidad<br />
y la puso donde está hoy: en<br />
el mundo entero. Y, por último, el<br />
Dr. Norberto <strong>Odebrecht</strong>, con quién<br />
aprendí mucho a través de sus<br />
enseñanzas transmitidas por los<br />
que fueron sus liderados; sus enseñanzas<br />
me transformaron y me<br />
ayudaron a crecer.<br />
Actualmente, trabajo en las<br />
comunidades y ayudo, también,<br />
a cambiar la vida de la gente,<br />
sea con la educación o con las<br />
obras que realizamos. Eso marca<br />
la diferencia. Es el legado que<br />
dejamos.<br />
Es muy gratificante formar parte<br />
de una Organización que transforma<br />
vidas; una Organización que<br />
nos hace sentir orgullosos y nos<br />
permite contar la historia a nuestros<br />
nietos mañana.<br />
80<br />
informa
Próxima edición:<br />
Energía<br />
Fundada en 1944,<br />
ODEBRECHT es una<br />
organización brasileña<br />
de negocios diversificados,<br />
con atuación y nivel<br />
de calidad globales.<br />
Sus 140 mil integrantes<br />
están presentes en las tres<br />
Americas, África, Ásia<br />
y Europa.<br />
RESPONSABLE DE COMUNICACIÓN EMPRESARIAL EN LA CONSTRUTORA NORBERTO<br />
ODEBRECHT S.A. Márcio Polidoro<br />
RESPONSABLE DE PROGRAMAS EDITORIALES EN LA CONSTRUTORA NORBERTO<br />
ODEBRECHT S.A. Karolina Gutiez<br />
COORDINADORES EN LAS ÁREAS DE NEGOCIOS Nelson Letaif Química y Petroquímica |<br />
Andressa Saurin Etanol y Azúcar | Bárbara Nitto Petróleo y Gas | Daelcio Freitas Ingeniería<br />
Ambiental | Sergio Kertész Realizaciones Inmobiliarias | Coordenadora de la Fundación<br />
<strong>Odebrecht</strong> Vivian Barbosa<br />
COORDINACIÓN EDITORIAL Versal Editores<br />
Editor José Enrique Barreiro<br />
Editor Ejecutivo Cláudio Lovato Filho<br />
Versión Gloria Rodriguez y Maria da Gloria Lampreia<br />
Arte y Producción Gráfica Rogério Nunes<br />
Proyeto Gráfico e Ilustraciones Rico Lins<br />
Editora de Fotografia Holanda Cavalcanti<br />
Editoría Electrónica Maria Celia Olivieri<br />
Tirada 3.200 ejemplares | Pre impresión e Impresión Pancrom<br />
REDACIÓN Rio de Janeiro (55) 21 2239-4023 | São Paulo (55) 11 3641-4743<br />
email: versal@versal.com.br<br />
Editada también en portuguís e inglés
foto: Carlos Júnior<br />
“El desarrollo del<br />
ser humano es el punto<br />
de partida y el punto<br />
de llegada de nuestro<br />
deber de servir”<br />
TEO [Tecnología Empresarial <strong>Odebrecht</strong>]<br />
82<br />
informa