Revista Turismo Humano 19. 20 experiencias en Andalucía

s de Cabo de Gata (Almería)
Cabo de Gata, un
paraíso peculiar
Pablo Muñoz
@pablomc
| MÁLAGA
Cabo de Gata es un pueblo
situado en la esquina
sureste de Andalucía, y
por tanto de España. Es el
último reducto del sur antes de dar
paso al Levante. Siendo una de las
zonas más desérticas de España,
y por tanto, a priori, feas, no nos
podemos equivocar más al juzgarlo
antes que vivirlo. Se trata de un
lugar de contrastes, entre el cielo
y la tierra, uno tan azul y otro tan
marrón. En Almería no llueve, el
agua es casi un bien de lujo, pero el
inmenso Mar Mediterráneo calma
esa sed tan andaluza.
Apenas a 20 kilómetros de
Almería, es el túnel de salida
para tantos almerienses
y turistas (sobre todo nacionales)
que buscan aquí
su merecido descanso.
¿Masificado? os preguntaréis… En
absoluto, sus 10 kilómetros de playa
son suficientes para albergar a una
gran caravana de coches, y permitirte
que descanses sin topar codo con
codo con otro veraneante.
Ni chiringuitos, ni tiendas, ni siquiera
duchas. Todo permanece tan
natural como hace miles de años. A
las playas más lejanas, junto a una
pequeña iglesia restaurada, se las
conoce como ‘Las salinas’, por su
gran producción de sal. Recomiendo
éstas, puesto que cuanto más lejos
del pueblo, más tranquilos disfrutaréis.
Tras aparcar a cuatro pasos de
la playa, te bajas del coche, y aspiras
el aroma tan inconfundible de
estas aguas. Aquí no existe arena,
toda la playa la forman piedrecitas
tan pequeñas que los pies se amoldan
en cuestión de segundos a este
manto milenario.
Sólo con meter los pies en sus
aguas, ya se puede palpar la rica
fauna que alberga este paradisiaco
paraje. Normalmente no hay oleaje,
aunque algún día puntual, he
visto olas como no he visto
en ningún otro punto de Andalucía.
Lo llamativo de estas playas,
además de su falta de roca, es
su ausencia de corteza continental,
por lo que apenas a unos
pasos de la orilla, ya dejas de hacer
pie. Se puede nadar sin problemas,
puesto que no es un lugar en el que
se suelen ver medusas, aunque las
aguas mantengan una agradable
temperatura, casi tropical. Tal vez
la magia de este lugar resida en su
interior totalmente desértico, por lo
que un baño en estas aguas pueda
servir mentalmente de alivio ante
una sequedad tan brusca, que te
abraza desde que pisas la provincia
almeriense.
Turismo Humano 15