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Edita: Excmo. Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong><br />
Coordinadores: Carmina Bonmatí Lledó, Marta Gema Sellés Cano y Albert Alcaraz i Santonja.<br />
Autores: Antonio Espinosa Ruiz, Agustí Galiana Soriano, Juan Leonardo Soler Milla,<br />
Albert Alcaraz i Santonja, Marta Gema Sellés Cano y Carmina Bonmatí Lledó.<br />
Diseño portada: Tres Dedos Infografica.<br />
Impresión: LLinares Impressors, S.L.<br />
Depósito Legal: A-1078-2010
LA VILA JOIOSA. EL CENTENARIO DEL TÍTULO DE CIUDAD. 1911-2011<br />
ÍNDICE<br />
Pag.<br />
Prólogo del Alcalde .................................................................................... 5<br />
Prólogo ....................................................................................................... 7<br />
I. Vespasiano y la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong>. Antonio Espinosa Ruiz . . . . 9<br />
II.<br />
III.<br />
IV.<br />
La villa de Vilajoiosa, Bernat de Sarrià y el 1300. Agustí Galiana<br />
Soriano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía<br />
político-económica de una villa marítima valenciana. Juan Leonardo<br />
Soler Milla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17<br />
Recordando hace cien años. Crónica de un centenario. Comisión del<br />
Centenario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31<br />
V. “A letra de médico, ojo de boticario”. Catálogo de la exposición.<br />
Carmina Bonmatí Lledó y Marta Gema Sellés Cano . . . . . . . . . . . . . . . . . 39<br />
VI.<br />
VII.<br />
VIII.<br />
La Vila Joiosa, 1911. Economía, política y sociedad. Albert Alcaraz i<br />
Santonja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad.<br />
Marta Gema Sellés Cano y Carmina Bonmatí Lledó . . . . . . . . . . . . 61<br />
“1911. El año que vino el rey”. Catálogo de la exposición. Carmina<br />
Bonmatí Lledó y Marta Gema Sellés Cano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
La Vila celebra el centenario de la concesión del título de Ciudad. Es evidente<br />
y legítimo que todos nos sintamos orgullosos con esta efeméride.<br />
Este hecho histórico ha motivado que, desde el Ayuntamiento, se haya<br />
previsto una extensa y heterogénea programación lúdica y cultural para celebrarlo,<br />
y que abarcará muy distintos ámbitos de actuación: teatro, danza, gastronomía,<br />
música, exposiciones, difusión de nuestro patrimonio, etcétera. Todo ello se<br />
extenderá a lo largo de un año, el que se comprende entre abril de 2010 y abril<br />
de 2011.<br />
Como es fácil intuir, para llevar a cabo una gran celebración como ésta se<br />
ha precisado de la implicación de amplios sectores de la población, así como el<br />
esfuerzo de todos los departamentos municipales. Por ello quiero agradecer su<br />
implicación a estas personas, y especialmente a los responsables y trabajadores<br />
de las dependencias de Cultura, <strong>Archivo</strong> y Museo, que han sido los principales<br />
redactores y organizadores de este programa bajo la supervisión y dirección<br />
de la Concejalía de Cultura y de su cabeza visible, Loli Such.<br />
En el ineludible y satisfactorio apartado de agradecimientos, debo también<br />
hacer referencia concreta a la Caja de Ahorros del Mediterráneo, cuya cooperación<br />
en temas municipales es loable, y que asume el costo de esta publicación.<br />
Por otra parte, es justo también agradecer el entusiasmo mostrado con<br />
este proyecto por parte de distintas asociaciones culturales, como el Grup de<br />
Dances Centener, el Grup de Dances Almadraba y el Foto Cine La Vila, cuyo trabajo<br />
en defensa de la protección y mantenimiento de nuestras raíces es permanente<br />
y efectivo.<br />
Todas las actividades programadas han sido elaboradas cuidando al máximo<br />
el rigor histórico que las justifica. Para ello, se ha hecho necesaria una intensa<br />
labor de investigación y documentación, que ha supuesto recapitular cuanto<br />
aconteció entre 1910 y 1911 –los detalles de la visita de S.M. Alfonso XIII a<br />
<strong>Villajoyosa</strong>, lo que supuso la llegada del ferrocarril a nuestro municipio y el balance<br />
de cien años de <strong>Villajoyosa</strong> como Ciudad- En este sentido, la colaboración<br />
ciudadana puede calificarse como definitiva, sobre todo en las exposiciones<br />
temporales, en las que muchas familias vileras han participado prestando objetos,<br />
fotografías y facilitando información de sus antepasados; de modo que han<br />
servido de puente entre nuestro presente y nuestra realidad de hace un siglo.<br />
Todos estos datos, que ahora podemos conocer mucho mejor y que se<br />
muestran en la exposición que lleva por título “1911. El año que vino el Rey”,<br />
están recogidos en este libro, como una parte importantísima de nuestra historia<br />
más reciente, que os invito a conocer.<br />
Jaime Lloret Lloret<br />
Alcalde de <strong>Villajoyosa</strong><br />
5
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Pocas ciudades del litoral mediterráneo tienen el honor de tener un pasado tan<br />
rico e importante como el de La Vila Joiosa. La historia de La Vila es compleja y rica<br />
en matices, pues su origen hay que buscarlo en las diversas épocas.<br />
Ahora, la capital de la Marina Baixa vuelve a cumplir una etapa más. Estamos<br />
de enhorabuena, ya que se cumplen cien años desde que Su Majestad Don Alfonso<br />
XIII concedió el título de ciudad a La Vila.<br />
Esta es una más de todas las efemérides que a lo largo del tiempo han ido conformando<br />
la identidad de esta ciudad y de los vileros, ya que pone de manifiesto la<br />
relevancia histórica que La Vila ha tenido en el desarrollo social y económico de la provincia<br />
de Alicante.<br />
Podríamos seguir hablando del pasado de La Vila durante páginas y más páginas:<br />
de cuando, por ejemplo, el emperador romano Tito Flavio Vespasiano elevó a la<br />
antaño Allon a la categoría de municipum en el año 74 de la era cristiana. O de la trascendencia<br />
de Bernat de Sarriá y de María de Trastámara.<br />
Como he dicho, podríamos estar hablando largo y tendido de la historia vilera,<br />
pero en Caja Mediterráneo queremos destacar que nada de esto hubiese sido posible<br />
sin el carácter y la forma de ser de sus ciudadanos: sois leales y trabajadores, honrados<br />
y emprendedores, acogedores y generosos… en definitiva, el vilero es una<br />
buena persona que durante siglos ha trabajado para que su ciudad haya ido creciendo<br />
paulatinamente hasta configurar una de las poblaciones más dinámicas de la provincia<br />
de Alicante.<br />
Es un momento de celebración: conmemoramos, ni más ni menos, que los cien<br />
años desde la concesión del título de ciudad a La Vila. Por eso, y por todo el cariño<br />
que hemos recibido históricamente aquí, toda la familia de Caja Mediterráneo hemos<br />
querido sumarnos al júbilo y al orgullo de todos los vileros. Porque todos compartimos<br />
un futuro común, un futuro que seguro hará honor a los últimos cien años de esta<br />
ciudad: un futuro de La Vila que será tan brillante como lo ha sido su pasado.<br />
En nombre de CAM os damos nuestra más profunda enhorabuena.<br />
Felicitats a La Vila Joiosa i a tots els vileros!<br />
Armando Sala Lloret<br />
Presidente Territorial<br />
Caja Mediterráneo<br />
7
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
I - VESPASIANO Y LA CIUDAD ROMANA DE VILLAJOYOSA<br />
Antonio Espinosa Ruiz<br />
Conferencia del día 18 de Febrero de 2010<br />
Sabemos que la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong> obtuvo la categoría de municipium<br />
hacia 74 d.C., cuando el emperador Tito Flavio Sabino Vespasiano (9-79 d.C.,<br />
emperador desde el año 69) concedió el Derecho Latino, y con ello la codiciada categoría<br />
de ciudad, a aquellos núcleos urbanos más destacados que todavía no gozaban<br />
de este privilegio, mediante el llamado “Edicto de Vespasiano”. En lo que hoy es<br />
Comunidad Valenciana (que entraba en la provincia Hispania Tarraconense, con capital<br />
en Tarraco, Tarragona) únicamente hubo una decena de ciudades romanas, cada<br />
una de ellas capital de un territorium que coincidía con una comarca natural, en nuestro<br />
caso la Marina Baja. Del mismo modo sucedía con las otras tres ciudades romanas<br />
de lo que hoy es provincia de Alicante: Dianium (Denia) controlaba la Marina Alta<br />
y la Safor; Lucentum (Tossal de Manises, Alicante) la comarca de l’Alacantí e Ilici (La<br />
Alcudia de Elche) los bajos Segura y Vinalopó y los valles de este río.<br />
A juzgar por la riqueza de las piezas que aparecen en las tumbas del s. VII y<br />
comienzos del VI a. C. del cementerio de Casetes, el enclave cuyos restos yacen bajo<br />
el casco antiguo de <strong>Villajoyosa</strong> ya debió ser muy importante antes de la época ibérica,<br />
tanto como para registrar un comercio con los fenicios extraordinariamente rico.<br />
Fruto de este comercio llegaron piezas excepcionales, como la cantimplora egipcia de<br />
Año Nuevo o los collares y otras joyas de oro de los cementerios de Casetes y Poble<br />
Nou. El puerto histórico, la playa de la Vila, era para las flotas mercantes que recorrían<br />
la ruta de las Baleares el último enclave costero destacado antes de abandonar la<br />
Península Ibérica en dirección a Oriente o, si se venía de allí, la primera ciudad portuaria<br />
en la que podían recalar. No esperemos encontrar un espigón como en los<br />
puertos actuales: para un puerto antiguo lo más importante era la existencia de una<br />
población que sirviese de mercado y de apoyo a la navegación y al comercio (con sus<br />
astilleros para reparar barcos, sus almacenes, su mercado…); un buen fondo marino<br />
(de Posidonia o arena, pero no de fango o roca) para echar el ancla y una buena playa<br />
para cargar y descargar mercancías y pasajeros con la ayuda de botes. Así funcionaban<br />
la inmensa mayoría de los puertos antiguos. Era necesario además un lugar<br />
donde hacer la aguada, es decir, repostar agua dulce para el viaje, en nuestro caso<br />
algunos manantiales costeros y el propio río de la Vila. El fondo frente a la playa de la<br />
Vila era conocido como La Fonda, y es sin duda uno de los principales puertos históricos<br />
valencianos, activo ininterrumpidamente durante al menos veintisiete siglos,<br />
hasta que en los años veinte, con la construcción del espigón del nuevo puerto en el<br />
Alcocó, la flota se trasladó a este refugio.<br />
La ciudad ibérica, que a juzgar por la gran extensión y la riqueza de sus cementerios<br />
debió ser un enclave destacado en esta cultura, fue sin duda el centro político<br />
de la Marina Baixa ya en época ibérica, de modo similar a como se está apreciando<br />
9<br />
Vespasiano y la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong>
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
en otras comarcas, como el caso del asentamiento de la Serreta d’Alcoi para las de<br />
l’Alcoià y El Comtat a partir del s. III a.C. Las recientes excavaciones han dejado clara<br />
la existencia de un núcleo de importantes dimensiones bajo el casco antiguo de la<br />
Vila, hacia el que convergían los caminos a cuyos lados se extendían las grandes<br />
necrópolis de Poble Nou y Casetes.<br />
Esta ciudad tenía una considerable pujanza económica en los siglos II y I a.C., y<br />
poseía una élite capaz de desempeñar las magistraturas políticas y los sacerdocios,<br />
como los cargos de duunvir o alcalde, en número de dos simultáneamente; o el flamen,<br />
sacerdote del Culto al Emperador.<br />
La ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong> se llamó, más que probablemente, Allon, o<br />
quizá Alon, con una sola “l”, ya que el geógrafo hispano Pomponio Mela (s. I d. C.),<br />
en cuyos textos aparece, duplica por error esta letra en otras ciudades cuyo nombre<br />
conocemos bien, como Baelo Claudia (y no Bello, como escribe Mela). El nombre<br />
romano respetó presumiblemente el de su antecesora, la ciudad ibérica, que sería<br />
Álon (la lengua ibérica no usa el sonido “l·l” o doble “l”), que aparece en fuentes muy<br />
antiguas (como las del s. VI a. C. citadas por el geógrafo Avieno) como Alonís, en su<br />
forma griega.<br />
Pomponio Mela, al describir la costa de norte a sur, se refiere a Allon<br />
(<strong>Villajoyosa</strong>), Lucentia —es decir, Lucentum, Alicante— e Ilici (Elche) como las tres ciudades<br />
romanas del Sinus Illicitanus, es decir, el golfo de Ilici, que iba del cabo de la<br />
Nao al de Palos. Sin embargo, el también geógrafo Claudio Ptolomeo (II, 6, 14), que<br />
trabajó en Alejandría de Egipto en el s. II d. C., sitúa Alonai inmediatamente al norte<br />
de la desembocadura del río Taber (Segura), lo que se ha interpretado tradicionalmente<br />
como una prueba de que Allon era Santa Pola. En contra de esta hipótesis hay cuatro<br />
hechos incontestables: en primer lugar, Ptolomeo también sitúa incorrectamente<br />
otros enclaves, como la propia Lucentum, que coloca al sur de Carthago Nova<br />
(Cartagena); además, el propio Ptolomeo menciona el Illikitanos Limen (en latín, Portus<br />
Ilicitanus), que es con seguridad Santa Pola, el puerto de Ilici, y no es lógico que mencione<br />
un mismo enclave con dos nombres diferentes; en tercer lugar, no es posible,<br />
conociendo la lógica territorial romana, que Roma hubiese reconocido una ciudad<br />
dentro del territorio natural Ilici, tan próxima, ocupando su propio puerto marítimo; en<br />
fin, lo realmente increíble es que Ptolomeo mencionase un barrio portuario como<br />
Santa Pola de dos maneras diferentes (Illikinanos Limen y Alonai) pero se olvidase de<br />
citar a un núcleo tan importante y pujante como era la Vila en aquellos precisos años<br />
del s. II d. C. Con estos argumentos, que expusimos recientemente en una publicación,<br />
la identificación de la ciudad romana de la Vila con Allon parece incuestionable,<br />
y así lo aceptan ya casi todos los investigadores. Falta la prueba epigráfica, es decir,<br />
la inscripción en la que aparezca el nombre de la ciudad, que deberíamos encontrar<br />
en las proximidades de la Plaza de la Generalitat, donde creemos que se hallaba el<br />
foro y el centro urbano, con las termas monumentales de la calle Canalejas, el macellum<br />
(mercado de carne) del que habla una inscripción dedicada por Marco<br />
Sempronio Hymno en el s. II d. C., la curia o Ayuntamiento, el templo dedicado al culto<br />
10<br />
Vespasiano y la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong>
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
al Emperador-Dios y otros monumentos típicos de todas las ciudades romanas.<br />
Alonai/Allon/Alonís y otras formas aparecen en varios textos antiguos y durante<br />
muchos siglos, como cabría esperar de una ciudad destacada de la época que estuvo<br />
habitada desde el s. VII a. C. hasta el final de la Antigüedad, como es la de la Vila.<br />
Ello permite identificar el topónimo (nombre de ciudad) sin localización y la ciudad sin<br />
nombre, ambos privilegiados, porque además el análisis de las fuentes antiguas aporta<br />
los más sólidos argumentos a favor.<br />
En los años en los que la ciudad romana de la Vila recibía la categoría de municipium<br />
sucedían algunos hechos muy conocidos en el imperio Romano: Vespasiano<br />
mandaba construir su Anfiteatro Flavio (que hoy llamamos Coliseo) sobre las ruinas<br />
del palacio del emperador Nerón, de infausta memoria; en el año 70 el general Tito,<br />
hijo de Vespasiano, sofocaba la revuelta judía tomando la ciudad de Jerusalén y destruyendo<br />
su famoso templo, episodio inmortalizado en los famosos relieves del Arco<br />
de Tito, en el Foro Romano; en 79 d. C. entraba en erupción el volcán Vesubio, que<br />
sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano en apenas unas horas; por aquellas<br />
fechas, también, un gran mercante cargado de salsas de pescado procedente de la<br />
provincia Bética (actual Andalucía), quizá con rumbo al puerto de Roma, intentaba sin<br />
éxito alcanzar la playa de la Vila para evitar hundirse en las profundidades del Mare<br />
Nostrum, donde hoy reposan sus restos, a los que llamamos pecio Bou-Ferrer…<br />
¿Cómo sabemos que fue precisamente Vespasiano quien concedió la categoría<br />
de ciudad a esta población? En el s. XVII apareció en la Vila un pedestal de pìedra<br />
caliza oscura dedicado a Quinto Manlio Celsino, de quien se dice que había sido<br />
duunvir (alcalde) y flamen (sacerdote). Este tipo de pedestales únicamente se colocaban<br />
en los foros de las ciudades privilegiadas. Celsino pertenecía a la tribu Quirina,<br />
una especie de circunscripción electoral, la única a la que Vespasiano asignó las ciudades<br />
que alcanzaron la municipalidad hacia 74 d. C.<br />
La ubicación de la ciudad romana fue un misterio al que los investigadores intentaron<br />
responder sin éxito durante quinientos años. Había dos opciones posibles: el<br />
subsuelo de la propia ciudad de <strong>Villajoyosa</strong> o el entorno de la Torre de Sant Josep, la<br />
mayor torre funeraria romana que se conserva en Hispania, en la partida de Torres, a<br />
3 Km al nordeste. Las excavaciones dirigidas por Diego Ruiz y Amanda Marcos en<br />
2005 en un solar de la calle Canalejas realizaban un hallazgo histórico al localizar los<br />
restos de las termas monumentales de la ciudad, y acababan así con la incógnita. La<br />
reciente investigación realizada por Diego Ruiz ha demostrado que el complejo se<br />
levantó entre 85 y 110 d. C., en tiempos del emperador Domiciano o ya de Trajano,<br />
como consecuencia de la reciente obtención de la categoría municipal.<br />
La propia inscripción conmemorativa de la reconstrucción del mercado municipal<br />
(macellum), del s. II, nos hace pensar que también este edificio público se había<br />
construido a finales del s. I o comienzos del siguiente, por los mismos motivos.<br />
La ciudad estuvo sin duda rodeada por una muralla de la que conocemos todavía<br />
sus restos, y a cierta distancia, extramuros, a ambos lados de la calzada, se apre-<br />
11<br />
Vespasiano y la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong>
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Diego Ruiz y Amanda Marcos, descubridores<br />
de la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Termas municipales de la ciudad romana.<br />
taban tumbas junto a las de los antepasados íberos,<br />
como hemos podido constatar en Creueta-Casetes y<br />
Poble Nou.<br />
Hacia mediados del s. IV, como ha demostrado<br />
Diego Ruiz, las termas públicas se abandonaban, mientras<br />
la vida urbana decaía y en cambio se fortalecían las<br />
grandes villas señoriales de los alrededores, como la de<br />
Xauxelles, un complejo de grandes dimensiones presidido<br />
por una residencia monumental decorada con extraordinario<br />
lujo. Este mismo proceso se repite en la mayoría de<br />
las ciudades romanas de Hispania.<br />
A comienzos del s. V los visigodos invaden Hispania,<br />
inicialmente para defender los intereses de Roma como<br />
aliados frente a otros pueblos invasores. Sin embargo,<br />
este hecho marca el inicio de unos nuevos tiempos, que<br />
muchos historiadores sitúan ya en la Edad Media. El puerto<br />
y solar de la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong> y su entorno<br />
continuaron ocupados, como demuestra la Arqueología,<br />
pero la invasión islámica, a comienzos del s. VIII, precipitó<br />
el abandono de la peligrosa costa y el traslado de la<br />
población a enclaves situados al interior de la llanura<br />
costera o en los valles cercanos. Así, se perdió la memoria<br />
de una ciudad milenaria, y con ello hasta su nombre.<br />
Su recuperación es una de las tareas más fascinantes<br />
que tiene planteada la Arqueología de <strong>Villajoyosa</strong>, y una<br />
de las sorpresas más relevantes de la Arqueología valenciana<br />
en los últimos tiempos.<br />
12<br />
Vespasiano y la ciudad romana de <strong>Villajoyosa</strong>
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
II - LA VILLA DE VILAJOIOSA, BERNAT DE SARRIÀ Y EL 1300<br />
Agustí Galiana Soriano<br />
Conferencia del 29 de Abril de 2010<br />
Agradezco al Museu de la Vila que confiaran en mí para esta charla sobre la fundación<br />
medieval de Vilajoiosa, mi pueblo, que he abordado a partir del análisis de<br />
documentos antiguos que estoy recopilando.<br />
En un tratado anterior entre Castilla i Aragón (Cazola 1179) no quedó claro el<br />
reparto, de forma que Jaume I (rey 1212-1276) en el tractado de Almisra (1244)<br />
especificó que nuestra comarca sería para él:<br />
i nós tindríem Castalla, Biar, Relleu, Xixona, Alarc, Finestrat,<br />
Torres, Polop, la Mola que hi ha a prop d’Aigües i Altea, i tot el<br />
que tanquen dins dels seus límits<br />
Esta Mola cerca de Aigües es el actual Cantal (antes “Cantal de la Mola”), aún<br />
hoy linde entre Orxeta y Vilajoiosa. Todas las vertientes que caen hacia el Riu d’Aigües<br />
eran de Alacant, según puntualizó Alfonso X el Sabio en 1252. En los testamentos de<br />
Jaume I aparece la Mola como extremo del reino.<br />
En época andalusí sólo había unas alquerías modestas en la Marina Baixa, que<br />
era parte de la taifa de Dénia. La costa estaba prácticamente desierta, a excepción<br />
de la alquería de Torres, que estaba en la costa seguro, porque así figura en el tratado<br />
comercial de Jaume I con el rey de Túnez (1270) y porque en la 2ª revuelta de Al-<br />
Azraq (1276-1277) los moros de Orxeta construyeron barcos. En el actual término de<br />
Vilajoiosa estaría esta alquería de Torres (no hallada: debió estar en la actual partida<br />
de Torres), la de Almiserà (hallada el 2000 en la partida homònima) y quizá otra llamada<br />
Tiri.<br />
Orxeta y Torres fueron vendidas, unos meses después de Almisra (1244), por<br />
Abú Saíd (último rei almohade de València) a la orden de caballería de Santiago:<br />
á vos don Pelay Perez, Maestro de la Orden de la Cavallería de<br />
Santiago, é á toda vuestra Orden desuno de los mios castiellos<br />
que ey en Aragon, Tiy, Orcheta é Torres, viendovolos…<br />
Jaume I confirmó la propiedad de Santiago en 1257 y 1271. El rey atravesó la<br />
comarca en 1274, pasando por Calp (pequeño núcleo cristiano) y Orxeta, camino de<br />
Alacant.<br />
En 1291 llega un nuevo rey desde Sicilia, Jaume II (1291-1327), nieto de Jaume<br />
I, con un noble que era su mano derecha: el almirante, diplomático y tesorero real<br />
Bernat de Sarrià, un personaje histórico de primera fila.<br />
13<br />
La Vila Joiosa, Bernat de Sarrià y el 1300
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Bernat era hijo de Vidal de Sarrià, caballero catalán íntimo del rey Pere el Gran<br />
(1276-1285), que le confió el castillo de Confrides en 1249, durante la 1ª revuelta de<br />
Al-Azraq (1248-1258). Podemos suponer que Bernat nació en Confrides (también llamado<br />
Alfofra) hacia 1260, quizá el primer cristiano nacido en la comarca. En 1272<br />
hereda Confrides y Guadalest a la muerte de su padre, en 1277 aparece en una lista<br />
de caballeros y el 1282 va a la conquista de Sicilia con Pere el Gran, participando en<br />
multitud de batallas victoriosas por mar y tierra.<br />
En pocos años se convierte en señor feudal de casi toda la Marina Baixa. Los<br />
pocos cristianos que había entonces eran las guarniciones de los castillos: fuimos la<br />
comarca de repoblación más tardía del reino de València. Sarrià se construyó un palacio<br />
en Callosa, puebla que fundó en 1290 sobre una pequeña alquería. En 1293 compró<br />
a Santiago en violario (durante su vida) Orxeta y Torres.<br />
Disputó con Roger de Loria, el otro gran almirante catalán del momento y rival<br />
suyo, la posesión de Calp (que incluía Altea la Vella). La armada y almogávares catalanes<br />
fueron invencibles en el Mediterráneo entre 1280 y 1330, mientras los mandaban<br />
estos dos grandes generales.<br />
Jaume II encargó a Sarrià en 1296 la invasión del reino de Murcia, que progresó<br />
rápidamente hasta que paró en agosto delante de Lorca, para acompañar el rey a una<br />
guerra en Italia. Al volver, a principios de 1300, asedió Lorca, hasta obtener su rendición<br />
en enero de 1301. El rey lo nombró “procurador general” (=virrey) del reino de<br />
Murcia entre 1300 y 1303, en que mantuvo activo un ejército frente a escaramuzas<br />
castellanas, rebeldías de Santiago (propietaria del interior murciano) y la resistencia de<br />
Lorca y Mula.<br />
Entre abril y junio de 1300, cuando tenía un ejército esperándolo para ir a tomar<br />
Lorca, Sarrià “desaparece” de sus obligaciones. En esos días fundó Vilajoiosa: un<br />
notario de Murcia redactó la carta puebla el 8 de mayo de 1300, y posiblemente hizo<br />
algún viaje con los primeros pobladores, arquitectos que empezarían a trazar muros<br />
y calles, y funcionarios que repartirían tierras. La fundación se hizo a escondidas del<br />
rey y de la orden de Santiago. Seguro que hubo veteranos de Lorca (apellido Llorca)<br />
entre los fundadores.<br />
Vilajoiosa (tal es el nombre auténtico, no “la Vila Joiosa”) se fundó en tierras de<br />
Orxeta-Torres, que debían volver a Santiago a la muerte de Sarrià. Los frailes de Uclés<br />
denunciaron el hecho y, tras un largo proceso, Sarrià les tuvo que devolver en 1312<br />
Orxeta y Vilajoiosa, porque no pudo aportar el documento de compra de 1293<br />
(escondido por los de Santiago). Sarrià, cuyos recursos continuaron hasta 1341, no<br />
tenía tanto interés en Orxeta (población mora) como en Vilajoiosa (exclusivamente<br />
cristiana), mercado próspero, único puerto de su feudo y núcleo cristiano muy necesario<br />
para combatir los moros “de mar i de terra”.<br />
Jaume II pasó por Vilajoiosa el 12-2-1307 (único rey en hacerlo hasta 1911).<br />
Perdida Vilajoiosa, Sarrià fundó Benidorm (1325); también intentó tomar<br />
Vilajoiosa por la fuerza en 1326 y 1328, sin éxito por la oposición del rey. No tenía hijos<br />
14<br />
La Vila Joiosa, Bernat de Sarrià y el 1300
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
legítimos y en 1321 nombró heredero universal al infante Pere, conde de Ribagorça<br />
(fue la base del futuro condado de Dénia). Murió el 31-12-1335 (con unos 75 años)<br />
en el castillo de Xàtiva, del cual era alcaide, y desde el cual dirigía la gobernación<br />
“dellà Xúquer”. También fue procurador general del reino de València (1322-1329).<br />
La correspondencia entre Jaume II y Sarrià es muy viva y Sarrià a veces parece<br />
irrespetuoso, de tanta confianza. Era un hombre de carácter fuerte y “gran de cos”.<br />
Jaume II cedió Orxeta y Vilajoiosa a Vidal de Vilanova (alto cargo de Santiago,<br />
pero catalán) de por vida, ante el alargamiento del proceso. Éste murió en 1352, pero<br />
aún siguió la Vila asociada a la jerarquía de Santiago. En 1393 el rey Joan I (1387-<br />
1396) empeñó Vilajoiosa (ya separada de Orxeta) a un particular de València, Miquel<br />
Novals; no retornará al realengo hasta 1443. Santiago siguió reclamando, pero Joan<br />
II en 1468 y Ferran II en 1506 confirmaron que era villa real.<br />
Bernat de Sarrià organizó un sistema de vigilancia de las fronteras del reino (terrestre<br />
y marítima), con “talaies, escoltes i atalladors”, que perduraría.<br />
La muralla y el castillo de Vilajoiosa no debían estar acabados en mayo de 1304,<br />
cuando unos moros granadinos se llevaron presos 200 vileros (toda la población) a<br />
Almería. El mismo año, en el tratado de Torrellas se repartió el reino de Murcia entre<br />
Castilla y Aragón, que conservó Alacant, Oriola y Elda, quedando Vilajoiosa sólo como<br />
frontera de la gobernación “dellà Xúquer”.<br />
El texto íntegro de la carta puebla de Vilajoiosa no apareció hasta que se publicó<br />
en la revista de fiestas de 1987. He aquí un análisis de algunos fragmentos del<br />
texto, ignorado hasta hoy por los historiadores:<br />
Nos en Bernat de Sarriá, Conseller del Senyor Reg, é Procurador del<br />
Regne de Murcia… donam… a vos, tots et sengles pobladors… de la nostra<br />
pobla de <strong>Villajoyosa</strong>… que hajats fur de Valencia<br />
é confermam… la particio feyta a vosaltres per en Guillem Gilabert… [el<br />
“soguejador” real?]<br />
per tota la nostra Senyoria, puscats ab vostres besties, é bestiars péxer la<br />
herba, é erbes, é tallar aqui fusta, lenya é lenyam; é fer aqui naus, galeres,<br />
leüts é barques [construcción naval]<br />
que tota laygua Vall-arc, é dels atres lochs sia comprada axí com solia<br />
esser antigament partida en temps de Moros [uso ancestral de la font de<br />
l’Arc, para regar dónde?]<br />
Volem… que sia terme appellat del dit loch de <strong>Villajoyosa</strong> així com parteix<br />
ab lo terme de Aygues, so es a saber del Alcantarella tro la mar [la<br />
Cantarella, al lado del Cantal]<br />
é del Alcantarella així com es la senda davall la Mola tro al departiment del<br />
Cocó, [Alcocó?]<br />
15<br />
La Vila Joiosa, Bernat de Sarrià y el 1300
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
segon es que les fites hi son possades per Arnau de Mataró [alcaide de<br />
Guadalest y hombre de confianza de Sarrià] é dels alarifs dels moros<br />
é així com vessa aygua ves mar la Montanya que es sobre la torre de<br />
Orcheta, é com departeix terme de Finestrad ab la Alqueria de encomes<br />
[posible error per Benienzo]<br />
tro al terme del Alfas de Polop, [hasta la linde de Polop, actual Alfàs de<br />
Finestrat]<br />
é així com departeix terme lo dit Alfas de Polop ab Torres tro a la mar [por<br />
el Tossal de la Cala?]<br />
Testimonis son de asó los nobles en Bernat de Vilamur, é Acart de Mur, el<br />
honrat Don Alfonso Peris de Xativa, é Guillem d’Entensa: [documentados<br />
en la conquista de Murcia]<br />
Jaume II rodeado de nobles, entre ellos Sarrià, en la Barcelona del 1291.<br />
Miniatura del Llibre dels Privilegis de la Ciutat de Barcelona<br />
pintada por Ferrer Bassa (1345).<br />
16<br />
La Vila Joiosa, Bernat de Sarrià y el 1300
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
III - VILLAJOYOSA Y SU INTEGRACIÓN AL PATRIMONIO REGIO<br />
EN 1443: FISONOMÍA POLÍTICO-ECONÓMICA DE UNA VILLA<br />
MARÍTIMA VALENCIANA<br />
Juan Leonardo Soler Milla<br />
Conferencia del día 10 de Noviembre de 2010<br />
1443 supuso un hito histórico para La Vila Joiosa. La integración de esta población<br />
al patrimonio regio provocará unos años de convulsión política teñidos por las<br />
disputas entre las autoridades locales y las delegadas de la Corona de Aragón. Sin<br />
embargo, este proceso no impidió otro de claro crecimiento económico que se venía<br />
generando desde años anteriores y se consolidó en posteriores. A lo largo del siglo<br />
XV se reforzó la vocación marítima de esta población que ostentó in secula seculorum.<br />
El mar ha sido siempre fuente de inspiración literaria, un vínculo de vida y un<br />
motor de economía. El universo marítimo y mercantil ha ocasionado a lo largo de la<br />
Historia un elemento de la idiosincrasia de las sociedades que viven de éste y se proyectan<br />
sobre el mismo, un carácter que se imprime a todas las coordenadas sociales<br />
que afectan a los grupos humanos desde las mentalidades que se asocian a éste<br />
hasta las actividades económicas que se desarrollan. En cualquier sentido, La Vila<br />
Joiosa participó de este mundo marítimo y las actividades relacionados con el mismo:<br />
pesca, construcción de barcos, comercio y corso-piratería.<br />
La Vila Joiosa tuvo un claro papel político y económico articulador de la comarca<br />
de la Marina Baixa en la Baja Edad Media, siglos XIV-XV, frente a una más humilde<br />
y desconocida villa de Benidorm y otros espacios rurales musulmanes, Finestrat<br />
por ejemplo, y cristianos, como Callosa d’en Sarrià entre otros, de carácter socioeconómico<br />
mucho más modestos. El pasado medieval de La Vila Joiosa se nos presenta<br />
ciertamente muy desconocido: solo a partir de investigaciones de archivo y arqueológicas<br />
podremos dar luz a muchas preguntas que nos asaltan sobre los procesos<br />
históricos que suceden en esta villa, como en otros lugares de la geografía valenciana<br />
mejor conocidos. A partir de estudios parciales y analíticos que exhumen documentación<br />
inédita, en la mayoría de los casos, podemos situar a este sujeto histórico<br />
dentro de los debates y actualización científica que se suceden en la historiografía<br />
medieval catalanoaragonesa.<br />
1º. EL PROCESO DE INTEGRACIÓN DE LA VILLA EN EL PATRIMONIO REGIO: 1443.<br />
La villa que siempre había tenido un carácter señorial desde su fundación<br />
medieval cristiana, desde la época de Bernat de Sarriá, pasó a las manos de la<br />
Corona a mediados del siglo XV. El encuadramiento sociopolítico de la Vila Joiosa<br />
durante los siglos bajomedievales fue un proceso muy interesante que viene determinado<br />
por una dinámica de una continúa señorialización desde la colonización cristia-<br />
17<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Puerto Medieval. Recreación idealizada de Portopí,<br />
Palma de Mallorca.<br />
na, como en el resto de su comarca, y una pugna entre<br />
los diferentes actores políticos: señores feudales, órdenes<br />
militares, autoridades políticas municipales y delegados<br />
gubernativos regios. El cambio de jurisdicción, de señorío<br />
a realengo, en 1443 se inmiscuye dentro de otro proceso<br />
más amplio que comenzó desde el reinado de Pedro el<br />
Ceremonioso y que se perpetuó con dificultades y retrocesos<br />
coyunturales: la incorporación al patrimonio regio<br />
de diferentes señoríos jurisdiccionales. En este sentido,<br />
tenemos que entender que desde la incorporación al<br />
orden feudal de las tierras andalusíes en el siglo XIII y por<br />
la dificultad de conseguir una colonización efectiva del<br />
territorio, los monarcas tuvieron que recurrir a los señores,<br />
Iglesia y órdenes militares para controlar los nuevos territorios<br />
ganados a los musulmanes. Es así como se desprendían<br />
de la jurisdicción de grandes espacios y gentes<br />
a favor de los señores feudales. Una vez que la Corona<br />
catalanoaragonesa, superada las crisis socio política de<br />
mediados del Trescientos y finalizada prácticamente su<br />
expansión mediterránea, articuló un proceso de fortalecimiento<br />
institucional en mucho frentes, uno de ellos la<br />
recuperación de resortes de poder de otras instituciones<br />
perdidas en momentos de debilidad política, bien desde el<br />
inicio de la construcción institucional del reino de Valencia,<br />
bien en periodos de crisis financiera de la monarquía,<br />
como a fines del siglo XIV.<br />
La integración al patrimonio regio de La Vila Joiosa<br />
se produjo en un momento de claro fortalecimiento político<br />
de la Corona y de una tendencia de recuperación de<br />
villas y espacios señoriales, como demuestran la promesa<br />
hecha a Caudete de no enajenarla de la jurisdicción regia<br />
en 1427 y la petición de la villa de Alcoy para incorporarse<br />
también a la institución monárquica tras el cese del<br />
señorío del conde de Luna en 1430.<br />
En 1443, Lluch Llinares y Joan Lloret, nuncios y síndicos<br />
de la universidad de la Vila Joiosa solicitaban a la<br />
reina María, esposa de Alfonso V la integración de esta<br />
villa en la Corona. Le recordaban en tono lastimoso como<br />
el rey Joan I se habría desprendido de este lugar vendiéndose<br />
a Miquel de Noval por una cantidad de 2000 florines<br />
de oro, incluyendo la jurisdicción civil y criminal, el mero y<br />
mixto imperio, toda la regulación del morabatí, monedaje,<br />
18<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
derechos, causa, rentas, hueste, cavalgada, paz y guerra, entre otras, en 1393.<br />
Reconocían el interés que tenía la Corona en los procesos de luición, afirmando la tendencia<br />
expuesta más arriba al señalar en boca de la reina que “haguen entès e sabut<br />
que a vostra excellent senyoria plau e haga plagut entendre en la luyció o recuperació<br />
de la dita juridicció per la corona reyal e la unió a aquella de la dita juridicció”. Y,<br />
finalmente, le levantaban la súplica en la que se establecía una serie de condiciones<br />
y capítulos, que solicitaban las autoridades vileras. En primer lugar que se reconocieran<br />
todas las gracias, prerrogativas, concesiones e indultos, “los quals foren atorgades<br />
en temps de la población de la dita vila per en Bernard de Serrià” y que fueran<br />
confirmados estos privilegios, además de los fueros y privilegios otorgados a la ciudad<br />
de Valencia y su reino; urbe que se toma como ejemplo y garante institucional de<br />
libertades y franquezas. También se apuntaba a la recuperación del mero y mito imperio,<br />
todos los derechos, pertenencias y beneficios de esta jurisdicción y del morabatí.<br />
La elección de sus autoridades, la creación de una bailía para que su oficial, al que se<br />
reglaba su sueldo, recogiera todos los derechos de la misma; y un justicia, que se tendría<br />
que elegir en la parroquia de Santo Tomás, antes de Navidad, así como los 6<br />
representantes de la Universidad a través del sistema de insaculación, modelo electivo<br />
que también se estaba introduciendo en otras villas y ciudades del reino de<br />
Valencia. Y finalmente, se pedía que la villa pudiera participar en cortes generales,<br />
además del compromiso de no enajenarla nunca más del patrimonio regio (“e romanga<br />
perpetualment al dit senyor Rey e sos successors en lo present regne, axí de que<br />
aquí avanti per lo dit senyor Rey e sos successors la dita juridicció o alguna cosa<br />
dependent o annexa de o a aquella generalment e special en tot o en part no puixque<br />
ésser de la reyal corona separada, divisa, empenyorada o causa, necessaria o voluntari,<br />
evitable o inevitable, encara que pogués esser dit per restauració de la cosa publica”,<br />
reza el documento de “lluició”)<br />
La cantidad cifrada para alcanzar esta integración, puesto que la redención se<br />
conseguía por el único camino de la compra, ascendía a un monto económico de<br />
44000 sueldos, que la citada Universidad tendría que hacer efectivo, para cambiar su<br />
jurisdicción, a través del censal, esto es, se obtenía líquido para deshacerse de su<br />
dominio anterior y poder tener uno nuevo. La villa, como prestataria, vendía al comprador,<br />
la Corona, como acreedora, el derecho a recibir una cantidad dinero en determinadas<br />
fechas (el rédito o censal) por un precio que era el capital prestado, es decir,<br />
un préstamo por interés transformado en venta; lo que constituía el inicio de un<br />
endeudamiento sistemático. Es desde este momento cuando más conocemos la vida<br />
política de la villa, las rentas que cobraban los bailes, los acuerdos de la institución<br />
municipal, el consell: sus reuniones, los problemas por regular el abastecimiento cerealícola,<br />
el arrendamiento de monopolios e infraestructuras, como el amudí, los molinos<br />
del lugar, y también su funcionalidad económica: el creciente mercado de la tierra<br />
y la transformación de productos agrícolas y el desarrollo de las actividades marítimas<br />
mercantiles.<br />
19<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
La integración al patrimonio de la Corona no fue fácil. Podemos imaginar que en<br />
el seno de la institución municipal, en el núcleo político de la villa, a pesar del tono de<br />
la petición elevada a la monarquía, existieron divergencias entre las principales familias<br />
en el momento de acceder a los principales oficios institucionales, bailes, justicia,<br />
miembros del consell. Se generaron conflictos en la articulación y control del poder<br />
político. Y también con los antiguos detentores del lugar, la orden militar de Montalbán<br />
y sus dominios en <strong>Villajoyosa</strong> y Orcheta. De hecho, en la nómina de bailes y autoridades<br />
locales desde 1443 hay un continuo cambio y una rápida y conflictiva sucesión<br />
de los mismos. El monarca nombró baile en primer momento a miembros de las familias<br />
de los Blasco y Loret y se encontró con la oposición del comendador de<br />
Montalbán, Gonçalbo de Hijar, que no respetaba su jurisdicción en asuntos marítimos<br />
y no cumplía los fueros y privilegios del lugar. A veces cuando la institución regia reculaba<br />
en sus decisiones y beneficiaba a la citada orden nombrando baile a gente de su<br />
confianza, en ocasiones sin residir ni ser vecino del lugar, se producía gran confrontación<br />
con los vecinos del lugar, que se quejaban agriamente.<br />
Las dos décadas posteriores a la integración regia fueron complejas institucionalmente<br />
por estos vaivenes políticos y por la irregularidad en regulación de unos de<br />
los aspectos más importantes que competían para la villa y Corona, la defensa militar<br />
de la costa valenciana. En un lugar como el Mediodía valenciano caracterizado por<br />
existencia de una frontera marítima muy viva se producían episodios de salidas fraudulentas<br />
de musulmanes y pequeñas expediciones armadas para ir en corso por esta<br />
franja marítima, lo que provocaba protestas entre unos y otros, baile, justicia y autoridades<br />
locales, tanto por no controlar estas actividades como no por beneficiarse económicamente<br />
de las mismas.<br />
El rey tuvo que intervenir varias veces: el monarca ponía y quitaba, sustituía y<br />
destituía a las autoridades políticas, sobre todo al baile local. E incluso el monarca<br />
advertía al gobernador que Jaume de les Orts, baile vilero, hacía y deshacía a su antojo,<br />
no atendiendo a los arrendamientos y causa la despoblación de la villa en 1491. A<br />
este personaje y su familia, Orts, le estoy siguiendo la pista desde hace algunos años,<br />
y representaba un pequeño prohombre local que radiografiaba bien el poder políticoeconómica<br />
de una pequeña villa medieval. Además de ostentar el poder local, su<br />
familia tiene un papel activo en la mercado de la tierra local, comprando y vendiendo<br />
casas, huertos, tierras no solo en <strong>Villajoyosa</strong>, sino también en Finestrat, y por supuesto<br />
en los designios políticos de la villa (armamento de naves, importación de trigo,<br />
licencias de exportación…), además de tejer una relación económica conflictiva con<br />
diferentes hombres de negocios foráneos. Por ejemplo, Jaume de les Orts, entabló<br />
una vinculación muy amistosa y también provechosa con Antoni Mingot. Este último<br />
fue un importante mercader de la villa y también ciudad de Alicante, muy ligado al<br />
consell alicantino y enrolado en el comercio con el Mediterráneo Occidental y Flandes,<br />
además de ser el señor de la morería de Finestrat. En un proceso por la polémica<br />
venta de Finestrat a dos individuos diferentes por parte de Mingot, encontramos más<br />
de una decena de vecinos de <strong>Villajoyosa</strong> testificando sobre la misma. Todos y cada<br />
uno de ellos, resaltan la amistad entre Jaume del Orts y Mingot, los préstamos y ayu-<br />
20<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
das que le realizaba el segundo al primero y el dinero, influencias y redes económicas<br />
que se entrelazaban entre los dos.<br />
2º. VILLAJOYOSA Y EL MAR EN LA BAJA EDAD MEDIA.<br />
La Vila Joiosa siempre estuvo unida al Mediterráneo. La Vila i el mar, como escribió<br />
una historiadora de este lugar, representa el horizonte económico de esta población.<br />
Las villas marítimas medievales valencianas tuvieron características comunes y<br />
peculiaridades entre ellas: algunas sobresalían por su funcionalidad comercial como<br />
escala en las rutas de cabotaje catalanoaragonesas, otras como centros redistribuidores<br />
de ámbito regional, como las septentrionales del reino de Valencia; en algún<br />
caso ciertos lugares poseían un volumen económico muy débil, pequeñas iniciativas<br />
pesqueras y comerciales de radio local. La singularidad de La Vila Joiosa fue albergar<br />
todas las actividades, con un carácter modesto dentro del panorama general de las<br />
villas valencianas, no pudiéndose comparar con otras de mayor tamaño mercantil<br />
como Castellón, Denia o Alicante. Pero si tenían un carácter económico poliédrico y<br />
en franco desarrollo por la complejidad y funcionalidad de sus actividades marítimas<br />
tanto para ella misma, como para el resto de agentes económicos del reino de<br />
Valencia: plataforma de operaciones comerciales y corsarias de primer rango en los<br />
sistemas mercantiles marítimos valencianos. Sin duda, el proceso más destacable fue<br />
la aglutinación de los recursos naturales y productivos locales y comarcales, por parte<br />
del consell de La Vila Joiosa y mercaderes foráneos a la villa, alicantinos, valencianos<br />
e italianos, que hacían conectar los espacios rurales interiores con el mundo mercantil<br />
mediterráneo. La piratería y el corso, se constituyó como un principal activo económico,<br />
que ha permanecido imaginario colectivo local pasado y presente, representado<br />
en su arquitectura militar medieval y moderna, como torres vigía y murallas, y las<br />
tradiciones y fiestas locales.<br />
EL PEQUEÑO PUERTO O CARREGADOR.<br />
El puerto o carregador, como se señala en los documentos escritos medievales,<br />
fue la plataforma de entrada y salida de mercancías, naves, gentes, ideas de este<br />
lugar. En La Vila Joiosa se activó un pequeño embarcadero muy pronto durante la<br />
época feudal (ss. XIII-XVI), siendo reconocido por las autoridades regias a inicios del<br />
siglo XIV. Para este momento, como para las décadas iniciales de la conquista y colonización<br />
cristiana del Sharq al-Andalus, los reyes catalanoaragoneses, entre ellos<br />
Jaime I (1238-1276) en primer lugar, consideraron los puertos, Peñíscola, Castellón,<br />
Morvedre, Valencia, Gandía, Cullera, Denia y Alicante, -tras la conquista de parte del<br />
reino castellano de Murcia a principios del siglo XIV-, como los oficiales, los únicos.<br />
Fuera de estos varaderos también había otros, existía otra actividad portuaria. A inicios<br />
del Trescientos se reconoció por parte de monarcas de la Corona de Aragón un<br />
rosario de cargaderos en las tierras septentrionales y meridionales del reino de<br />
Valencia, entre los que se encontraba La Vila Joiosa.<br />
21<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Nave della fruta. Nave cargada de frutos secos, pasas e<br />
higos que simbolizan los trayectos comerciales de los<br />
mercaderes genoveses entre el Mediterráneo<br />
Occidental y Flandes.<br />
Se ha debatido muy recientemente en diversos foros<br />
científicos sobre la actividad, función, relaciones-conexiones-<br />
e instalaciones de los puertos en el Mediterráneo<br />
medieval, lanzándose diversas hipótesis. Todo parece<br />
indicar que lejos de poseer unas estructuras sólidas, unos<br />
contarían con un simple muelle o “carregador” sencillo,<br />
mientras que otros serían simples fondeaderos. Lugares<br />
protegidos, no en todos lo casos, por defensas o abrigos<br />
naturales aptos para que las diferentes naves realizaran<br />
las operaciones de carga y descarga, casi siempre ayudadas<br />
por barcazas en las que se transportaba la mercadería<br />
desde el mar a los diferentes almacenas, tiendas y<br />
torres en suelo firme.<br />
En el privilegio de reconocimiento y oficialidad del<br />
carregador de La Vila Joiosa se disponía que se dedicara<br />
a la extracción de higos, pasas, vinos y frutos secos del<br />
lugar en octubre 1327 a favor de la encomendación de<br />
Montalbán. Por lo que la villa a través de este punto de<br />
salida tendría una función de concentración de las producciones<br />
agrícolas de Callosa d’en Sarrià, Polop,<br />
Finestrat, además su propio campo. Y de hecho, las primeras<br />
expediciones mercantiles que se iniciaban desde la<br />
capital valenciana, al hilo de la primera expansión marítima<br />
de este reino, recalaban en los puertos meridionales<br />
embarcando los frutos de estas regiones. Ya en el siglo<br />
XV, el carregador vilero conoció mayor actividad al multiplicar<br />
y desarrollar sus actividades: base para pescadores,<br />
plataforma de operaciones para corsarios, lugar de<br />
escala técnica y comercial para las naves en las rutas<br />
mediterráneas y pequeño arsenal para construir y reparar<br />
embarcaciones.<br />
LA CONSTRUCCIÓN NAVAL: EL EPISODIO DE JOFRE<br />
DE MEYA 1427.<br />
La densa actividad marítima valenciana necesitaba<br />
de unos arsenales dinámicos para proveer de naves a la<br />
armada real y también a la flota política-municipal valenciana;<br />
además de la mercantil. Los talleres del grao de<br />
Valencia, junto con otros sitos en la desembocadura del<br />
Turia, que ostentaban el mayor volumen de construcción,<br />
constituían las verdaderas atarazanas del reino; tal actividad<br />
se extendía o derivaba en algunas ocasiones para<br />
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<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
funciones secundarias o aleatorias a otros embarcaderos. Éste podría ser el caso de<br />
Cullera donde se adobaron naves para diferentes conflictos bélicos. Sin embargo,<br />
tenemos constancia de construcción y reparación de barcos en otros puertos a través<br />
de otros talleres navales más modestos. Son los casos de Vinarós, en las comarcas<br />
castellonenses y otros tres en las costas del sur, Denia, quizás Alicante y La Vila<br />
Joiosa; junto al proyecto fallido de erección de unas “drassanes” en el puerto de<br />
Cullera, que al parecer tuvieron un intenso pero muy corto funcionamiento y rendimiento<br />
durante los años 1428-1432, dentro del gran proyecto político-bélico mediterráneo<br />
que articuló el Magnánimo desarrollando extraordinariamente la construcción<br />
y la estrategia naval.<br />
Respecto al taller naval de La Vila Joiosa: de este tenemos algunas referencias<br />
documentales muy destacables. En 1427-1428 Jofre de Meya construyó una “nau”<br />
en este pequeño puerto, en la misma desembocadura del Amadorio. Tal hecho hay<br />
que situarlo dentro la política municipal valenciana de protección naval y abastecimiento,<br />
la urbe del Turia concedía ayuda y financiaba a empresarios para construir<br />
naves bajo dos condiciones: ser vecino y ciudadano de la ciudad de Valencia y construir<br />
una nave que tuviera cuatrocientos “botes”, es decir, trescientas toneladas. De<br />
esta forma, la estrategia de los munícipes valencianos cambia totalmente, pues hasta<br />
entonces se había favorecido la edificación de galeras para la guerra, mientras las<br />
naves comerciales las adquirían o las hacían construir en arsenales castellanos. A la<br />
nave de Jofre de Meya la observamos participar en algún conflicto marítimo, importar<br />
trigo a suelo valenciano y completar trayectos exportando sal, de las salinas de la<br />
Mata, a puertos franceses e italianos reparándose tres años más tarde en Portopí,<br />
Mallorca, al haber sido dañada por un cotidiano temporal.<br />
En estas villas marineras se detecta una notable presencia de individuos ligados<br />
a las actividades marítimas: mercantiles, pesqueras y navales. En Denia llama la atención<br />
la presencia de calafates que operan en las atarazanas locales y en otras del<br />
reino de Valencia, como hemos visto. En La Vila Joyosa tenemos alguna constancia<br />
de este oficio, por la presencia de calafates como testigos en las actas notariales y,<br />
sobre todo, algunos antropónimos, apelativos o “motes”, como por ejemplo Andreu<br />
Mayor, alies calafat, hermanos de la autoridad religiosa local.<br />
LA PESCA, RECUSO LOCAL Y CONFLICTOS CON BENIDORM.<br />
La información de la pesca, el factor humano, empresarial, mercantil, entre<br />
otros, en las costas valencianas siguen siendo escasas como se ha reiterado actualmente,<br />
más allá de trabajos clásicos y conocidos y recientes aportaciones de las<br />
importancias de procedencia atlántica (costas gallegas y andaluzas). Conocemos<br />
muy poco de estos homens de mar, de los pescadores. En el caso de La Vila Joiosa<br />
la actividad de los mismos no sería desdeñable, a pesar de la casi inexistencia de<br />
información al respecto, al menos desde dos diferentes testimonios, la propia iniciativa<br />
privada de estos pescadores y el interés de estos y la institución municipal por con-<br />
23<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
trolar espacios favorables para la pesca, así como diversas pesquerías.<br />
En cuanto a los primeros, los pescadores vileros se abastecerían de las pesquerías<br />
de esta comarca. Desconocemos las especies y el volumen de la actividad ictícola,<br />
del que tenemos más informaciones para otros espacios valencianos, las villas<br />
de la Gobernación de Orihuela y la misma Albufera. Entendemos que pudieran faenar<br />
en la almadraba atunera que los duques de Gandia, prestigiosa familia noble valenciana,<br />
tenían en Benidorm y sus playas, que años atrás fue claro objeto de disputa en<br />
su arrendamiento y de la que a fines de la Edad Media se extraían destacables beneficios,<br />
como también de las ricas y cercanas pesquerías del territorio oriolano: Elche,<br />
La Daya, Guardamar, Augella, Cap de Cerver, Almarjal y Cala Cornuda. Las relaciones<br />
económicas de los pescadores locales con sus homólogos capitalinos fueron frecuentes<br />
a tenor de las deudas no satisfechas en la adquisición de remos y diversos<br />
aparejos para las naves por parte de los primeros a los segundos. Incluso se documentan<br />
afermaments entre pescadores y marinos vecinos de Alicante en La Vila<br />
Joiosa y Guardamar, por ejemplo, para aprovecharse en buena medida de este recurso<br />
económico y también de la corsaria.<br />
Respecto a lo segundo, una disputa entre las villas de Benidorm y La Vila Joiosa,<br />
que entraban en contencioso muy habitualmente en los siglos bajomedievales, ejemplifica<br />
la importancia de este recurso productivo local. Gracias a un privilegio emanado<br />
por cancillería de Alfonso V en Nápoles durante la primavera de 1452 conocemos<br />
que en los mares de Benidorm los pescadores utilizaban la isla o islote en frente de<br />
su villa para desarrollar su actividad pesquera. Asimismo sus homólogos de la vecina<br />
villa de La Vila se vieron, al parecer, dañados por los primeros, pues les impedían<br />
acceder a sus barcos o barcazas a este islote y por consiguiente pescar en ese lugar.<br />
El monarca estimaba y reconocía el derecho de utilizar este islote (costumbre otorgada<br />
desde antiguo) para esta actividad económica, probablemente también para intentar<br />
frenar, atrapar defender o robar a piratas, a los pescadores de <strong>Villajoyosa</strong>, aunque<br />
recuerda el dominio o propiedad a los de Benidorm. Este documento, lejos de considerarlo<br />
como la cotidiana disputa entre vecinos, nos revela mucho más, es decir, nos<br />
hacer ver la importancia de los recursos productivos, en este caso, la pesca para<br />
estas pequeñas villas marítimas. El aprovechamiento de este islote era primordial para<br />
unos, los de Benidorm, que no quieren verse dañados no tanto en derecho, pues el<br />
mismo les asistía a los de <strong>Villajoyosa</strong>, sino en cuestión económica; esto es, no quieren<br />
competencia en tanto en cuanto quieren rentabilizar exclusivamente este islote.<br />
La pesca se convertía en un recurso o actividad complementaria para muchas<br />
de estas villas, aunque tenemos que huir de generalizaciones, pues villas de un mismo<br />
reino o incluso de una misma región y comarca se diferencia notablemente en el uso<br />
y rendimiento de estas actividades.<br />
24<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
EL COMERCIO, LA INSERCIÓN DEL PUERTO EN LAS<br />
RUTAS MEDITERRÁNEAS Y ATLÁNTICAS.<br />
Rutas comerciales entre Valencia y Flandes.<br />
Fuente: J. Hinojosa Montalvo (2007).<br />
El pequeño embarcadero local se insertó desde<br />
comienzos del siglo XIV en las rutas mercantiles que se<br />
articulaban desde la ciudad de Valencia. La función<br />
comercial de La Vila Joiosa venía determinada por el tipo<br />
de productos que llegaban a la villa para ser comercializados<br />
fuera de la misma, principalmente por dos claros<br />
motivos socioeconómicos. Uno, en las comarcas interiores<br />
se desarrolló una agricultura de raigambre andalusí<br />
que el orden feudal, principalmente señores, orientaron<br />
claramente hacia el mercado en la que destacaban unos<br />
determinados productos que se almacenaban en La Vila<br />
Joiosa. Dos, estos artículos: los frutos secos, como las<br />
almendras, la uva pasa y el vino era ampliamente demandados<br />
en los mercados mediterráneos y atlánticos en los<br />
siglo XIV y XV. Mercaderes valencianos y del resto de la<br />
Corona de Aragón, italianos (toscanos y ligures) y franceses<br />
fletaban sus naves para recalar en los puertos de la<br />
Marina recogiendo estas producciones, previa compra<br />
anticipada o incluso arrendamiento de los frutos de las<br />
morerías rurales y las comunidades campesinas cristianas.<br />
Por tanto a pequeña escala y volumen este embarcadero<br />
y comarca alimentaban la economía valenciana en<br />
el mismo sentido que el resto de comarcas meridionales:<br />
aportando productos agrícolas transformados y diversos<br />
frutos que se vehiculaban a las principales plazas mercantiles<br />
en el comercio de la Baja Edad Media (Magreb y<br />
Occidente feudal).<br />
El horizonte comercial de la villa se puede vislumbrar<br />
en tres grandes redes de abastecimiento y mercantiles.<br />
En primer lugar, la villa quedaría conectada con otros<br />
pequeños puertos de estas comarcas satisfaciéndose<br />
entre ellos de algunos alimentos, materias primas y productos<br />
necesarios para las economías doméstica e institucional<br />
del consell, en momentos sobre todo de carestías<br />
alimenticias. En segundo, uno de los principales destinos<br />
de las naves era el puerto de Valencia, está ciudad<br />
realizaba una clara función de concentración de artículos<br />
de primera necesidad, sobre todo de cereal, y materias<br />
primas del resto de villas valencianas. La agricultura que<br />
se desarrollaba en La Vila Joiosa, a tenor de las rentas<br />
que se generan a la bailía, venía determinada por los cul-<br />
25<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
tivos arriba reseñados sobresaliendo el cereal, trigo, cebada y panizo. Gracias a la fiscalidad<br />
mercantil conservada para el grau de Valencia durante la segunda mitad del<br />
siglo XV conocemos que las naves de La Vila Joiosa arribaban al puerto de la ciudad<br />
del Turia cargadas con cereales, pescado y alguna materia prima. En tercer lugar, el<br />
horizonte más internacional de la villa quedaba representado por su inclusión como<br />
escala, como los lugares de Denia, Teulada, Jávea y Alicante, por destacar los más<br />
importantes, en la gran ruta comercial que vinculaba las costas de la Corona de<br />
Aragón, principalmente las meridionales valencianas, con Flandes. Las diversas especias,<br />
comino, anís, jabón, azúcar, confites, arroz, muchos de ellos objetos de redistribución<br />
mediterránea, junto con los productos del agro propio y de la economía local,<br />
como melazas, vino, arroz, almendras en sus diferentes variedades, higos y pasas<br />
–muchas de procedencia de la Marina Baixa-, eran las que repletaban las embarcaciones,<br />
como ha destacado el profesor J. Hinojosa. Las grandes compañías internacionales<br />
trazaban todas sus estrategias comerciales a través de procuradores, factores,<br />
adquisiciones acaparadoras y prácticas especulativas para hacerse con estas<br />
producciones y transportarlas, además de a Inglaterra, a los puertos de Brujas y La<br />
Esclusa y de estas se reexportarían al resto de ciudades flamencas para gusto y consumo<br />
de sus burguesías mercantiles.<br />
Los munícipes del lugar muchas veces recurrían al transporte marítimo castellano,<br />
marinos gallegos y vascos, para hacerse con cereal en épocas de carestías locales;<br />
otras veces contrataban a mercaderes italianos para abastecerse de trigo a la<br />
villa. Por lo que la visión económica de autarquía económica, muy ligada a las villas<br />
medievales, se deshace al conocer momentos precisos de La Vila Joiosa durante el<br />
siglo XV, años salpicados por la tensión política y por las dificultades de aprovisionamiento.<br />
Pero también por el éxito de la exportación de productos afamados en las<br />
rutas mediterráneas y la movilidad social ascendente con el ingreso de nuevos marinos<br />
en las villas procedentes de otros lugares (Denia, Alicante, Guardamar) y mercaderes<br />
valencianos y extranjeros, ávidos por acaparar los frutos locales.<br />
UN LUGAR EN LA FRONTERA MARÍTIMA VALENCIANA: LA PIRATERÍA Y EL<br />
CORSO<br />
Las gentes de las villas marítimas vivían volcadas al mar, conocían perfectamente<br />
de sus riesgos y sus beneficios, toleraban estas situaciones y se aprovechaban de<br />
ellas mismas, como se atisba en los documentos a través de las palabras de las<br />
declaraciones de marineros, patrones y mercaderes. Los robos, hombres y mercancías<br />
capturadas tenían una salida definida: piratas y corsarios, al fin y al cabo mercaderes,<br />
oficiales e individuos del mar, redistribuían estas mercancías en cualquier puerto<br />
o mercado que se constituía como refugio o escala de su ruta, consiguiendo beneficiarse.<br />
Desde la época feudal las villas alicantinas conocieron de ataques indiscriminados.<br />
Sin querer hacer una descripción muy detallada de los momentos más álgidos<br />
26<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
en cuanto a la piratería, pues la intencionalidad escrituraria de los documentos y la<br />
conservación de estos mismos lo impiden, el siglo XV, fue el período de mayor actividad.<br />
Es necesario destacar que los avistamientos describen la cantidad y el tipo de<br />
naves que pueden ir en corso o constituyendo una flotilla (desde una hasta diez en<br />
algún caso), integradas básicamente por fustas, galeras, alguna nave, leños y balleneros,<br />
o genéricamente definidas como de varios tipos. Sobresalen en número los<br />
asaltos a las villas de Denia y Alicante, teniendo una frecuencia mucho menor que<br />
otras como las de Teulada, Jàvea, Calpe, Benidorm, La Vila Joiosa, el cap de l’Aljub,<br />
y Guardamar. Los piratas procedían de los sultanatos magrebíes, se aluden a ellos<br />
genéricamente como moros y en menor cantidad, tenemos naves conducidas por<br />
genoveses y provenzales, principalmente asociados, portugueses y castellanos: siendo<br />
de estos países de origen casi todas las naves de piratas y corsarios que frecuentaron<br />
los mares alicantinos.<br />
A las iniciativas políticas locales de edificar torres de vigilancia para defender las<br />
costas auspiciadas por las medidas gubernativas regias en su estrategia de defensa<br />
costera real y en consonancia con la política militar de la ciudad de Valencia a lo largo<br />
de la Baja Edad Media, encontramos otros recursos más cotidianos y dificultosos<br />
como el difícil mantenimiento y reparación de las maltrechas murallas, como en el<br />
caso de la Vila Joiosa, por las quejas de las autoridades locales. De hecho, tenemos<br />
constancia de la construcción de torres en la franja marítima alicantina, aunque el funcionamiento<br />
desigual, el abandono de las gentes que las custodiaban y las dificultades<br />
en su mantenimiento, nos hacen pensar en su modesta actividad y útil servicio.<br />
Buena muestra de éstas, las torres de vigilancia, son los actuales muros o restos parciales<br />
del Cap de Cerver, el Cap de l’Aljub, el cap L’Alcodrà (las Huertas), de<br />
Vilajoyosa y la del Albir, además de apuntar que en la parte norte se utilizaban los<br />
cabos de Sant Antoni, de Teulada y Sant Martí como espacios de vigilancia.<br />
La piratería y el corso comportaban en determinadas ocasiones, muy exiguas<br />
para estos años y lugares, pingües beneficios para las gentes de las villas marítimas<br />
alicantinas. El baile de Valencia emitía licencias para ir en corso, de las cuales disfrutaron<br />
los corsarios de Denia, Vilajoyosa, Alicante y Orihuela. También los bailes de la<br />
Vila Joiosa expedían estos permisos a vecinos de lugar y de otras villas de la Marina,<br />
como a los marinos de Denia, que armaran leños de más o menos de 12 bancos para<br />
ir en corso, a tenor de un privilegio de 1444 concedido a la autoridad local, Lluch de<br />
Llinares, que resquebrajaba la política centralizadora del corso por parte de la bailía<br />
general. Corsarios, que bien de forma individual o unidos, realizaban asociaciones<br />
para actuar de forma conjunta, además de preparar o arreglar alguna nave, tratando<br />
de violentar otras embarcaciones atrapándolas o simplemente saqueándolas mientras<br />
el mar y los enemigos lo permitiesen. Existen noticias de corsarios vileros que atacan<br />
naves en la misma playa de la villa, en el resto de costas de la Marina, en aguas catalanas<br />
y en mares nazaríes. También compañías formadas por corsarios y marinos<br />
para actuar desde su misma localidad o armar naves en otros lugares, como en el<br />
puerto de Cullera. El botín francamente no era muy exitoso, salvo algún robo o cap-<br />
27<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
tura esporádica, los corsarios alicantinos tenía que conformarse con algunos musulmanes,<br />
haciéndolos cautivos, o con algunos pocos productos, fundamentalmente alimentos,<br />
que les servían para financiar futuras rapiñas.<br />
Fruto de los cotidianos robos y violencias en las costas valencianas entre las<br />
naves italianas, francesas, castellanas, catalanoaragonesas y musulmanas, de los reinos<br />
nazarí y norteafricanos, junto a las operaciones comerciales, fue la génesis de un<br />
auténtico mercado esclavista en el reino de Valencia. Los esclavos, junto a otros productos<br />
de grandes consumo y comercialización en las sociedades bajomedievales -<br />
artículos de importancia en los sistemas alimenticios rurales y urbanos de clases<br />
sociales pequeñas y medias-, fueron vendidos en ingentes volúmenes en cuenca<br />
occidental del Mediterráneo durante la Baja Edad Media. La ciudad de Valencia y la<br />
villa de Alicante se convirtieron en los principales focos de negocio: diferentes hombres<br />
del mar especulaban con los mismos construyendo una auténtica red comercial.<br />
De esta misma, la Vila Joiosa participaba secundariamente: mercaderes y marinos del<br />
lugar portaban a esclavos sarracenos a la ciudad del Turia durante fines del siglo XIV<br />
y mediados de la centuria siguiente, en proporción menor que sus colegas valencianos<br />
y alicantinos, pero digna de destacar, como ha estudiado F. J. Marzal.<br />
SELECCIÓN BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:<br />
- CABEZUELO PLIEGO, J.V., Entre el mar y la montaña: Auge y caída del señorío<br />
de Bernat de Sarrià, en prensa.<br />
- DÍAZ BORRÁS. A., El ocaso cuatrocentista de Valencia en el tumultuoso<br />
Mediterráneo, 1400-1480, C.S.I.C. Barcelona. 2002.<br />
- FERRER I MALLOL, M. T., “El patrimoni reial i la recuperació dels senyorius<br />
jurisdiccionals en els Estats catalano-aragonesos a la fi del segle XIV”, en Anuario de<br />
Estudios Medievales, nº 7, Barcelona, 19701971, pp. 351-492.<br />
- FURIÓ DIEGO, A., Historia del País Valencià. Valencia. 1995.<br />
- GARCÍA OLIVER, F., Terra de feudals. El País Valencià a la tardor de l’Edat Mitjana.<br />
Valencia, 1991.<br />
- GUIRAL HADZIIOSSIF, J., Valencia, puerto mediterráneo en el siglo XV (1410-<br />
1525). Valencia, 1989.<br />
28<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
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Medieval, Alicante, 1990.<br />
ID, La piratería y el corso en el litoral alicantino. I. C. Juan Gil Albert. Alicante.<br />
2004.<br />
ID, De Valencia a Flandes. La nave della frutta. Fundació Jaume II El Just.<br />
Valencia, 2007.<br />
- MARZAL PALACIOS, F. J., La esclavitud en Valencia durante la Baja Edad<br />
Media (1375-1425). Universitat de Valencia. Valencia. 2006.<br />
- SEMPERE REQUENA, J. P., “Estudio de las rentas de la Bailía de <strong>Villajoyosa</strong><br />
entre los años 1467 y 1499”, en El món urbà a la Corona d’Aragó del 1137 als decrets<br />
de Nova Planta : XVII Congrés d’Història de la Corona d’Aragó, Congreso de Historia<br />
de la Corona de Aragón, Barcelona. Poblet. Lleida, 7 al 12 de desembre de 2000, Vol.<br />
III, 2003, pp. 861-872.<br />
- SOLER MILLA, J. L., “Especulación mercantil en las aljamas mudéjares rurales<br />
del sur del reino de Valencia”, en Medievalismo, 17, Madrid, 2007, pp. 215-245.<br />
ID, “Las costas alicantinas durante el reinado Alfonso el Magnánimo” en HINO-<br />
JOSA MONTALVO, J., (coord.) “Un puerto para Alfonso el Magnánimo. Alicante entre<br />
dos mares, Valencia-Alicante, 2009, pp. 83-95.<br />
ID, “Historia de un prohombre de Alicante: Antoni Mingot”, en Salt, Revista del<br />
Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 18, Alicante, 2009, pp. 36-39.<br />
ID “Puertos y comercio marítimo en las comarcas de la Marina durante los siglos<br />
bajomedievales”, CABEZUELO PLIEGO, J. V., IGUAL LUIS, D., SOLER MILLA, J.L.,<br />
Puertos y comercio marítimo en el reino de Valencia durante la Baja Edad Media.<br />
Alicante, 2011, en prensa.<br />
- ORTS i BOSCH, P, M. Introducció a la història de la Vila de Vilajoiosa i el notari<br />
Andreu Mayor. Alacant. 1972. Reedició: Ajuntament de la Vila Joiosa, 1999.<br />
- TORRÓ I ABAD, J., El naixement d’una colonia. Dominació i resistencia a la<br />
frontera valenciana (1238-1276), Valencia, 1999<br />
- VILA PASTOR M. P., GALIANA CHACÓN, J. P., La nostra memòria escrita:<br />
aproximació als pergamins de l’arxiu municipal de La Vila Joiosa, La Vila Joiosa,<br />
Companyia de Catalans, 1997.<br />
29<br />
<strong>Villajoyosa</strong> y su integración al patrimonio regio en 1443: fisonomía político-económica de una villa marítima valenciana
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
IV - RECORDANDO HACE CIEN AÑOS. CRÓNICA DE UN CENTENARIO<br />
DE LA CONCESIÓN DEL TÍTULO DE CIUDAD.<br />
Comisión del Centenario<br />
Comisión del Centenario: Dolores Such<br />
Nogueroles, Concejala de Cultura, María del<br />
Mar Llinares (Cultura), Albert Alcaraz<br />
(<strong>Archivo</strong>), Carmina Bonmatí (Museo), Jaume<br />
Mayor (Biblioteca), Luli Esquerdo (Educación),<br />
Ximo Buforn (Deportes), Juan Llinares<br />
(Juventud), Rosa Botella (Turismo), Mª José<br />
Mata y Fina Santamaría (Bienestar Social),<br />
Lourdes Davó, Carolina Manzanaro y Manoli<br />
Galiana (alumnas en prácticas de TASOC) y<br />
Loren Company (secretaria de la comisión).<br />
El día 3 de noviembre de 2009, mediante un decreto<br />
del alcalde de La Vila Joiosa, Jaime Lloret Lloret, se creaba<br />
la Comisión del Centenario. Compuesta por técnicos<br />
de distintos departamentos municipales (Museo, <strong>Archivo</strong><br />
Municipal, Cultura, Deportes, Juventud, Educación,<br />
Turismo, Comercio Comunicación y Bienestar Social), la<br />
Comisión se encargaría de diseñar y organizar el calendario<br />
de actividades y eventos a celebrar, desde febrero de<br />
2010 a abril de 2011, con motivo de la conmemoración<br />
del centenario de la concesión del título de ciudad a la Vila<br />
Joiosa por parte del rey Alfonso XIII, el 6 de abril de 1911.<br />
Inmediatamente, bajo la coordinación del<br />
Departamento de Cultura, se iniciaba una campaña informativa<br />
con el fin de recabar cuantos recuerdos, historias,<br />
fotografías y documentos existiesen relacionados con el<br />
hecho histórico que se iba a celebrar. Una campaña que<br />
desde el principio tuvo una magnífica respuesta popular,<br />
como lo demuestra la cantidad de información y documentos<br />
que arribaron tanto a la Llar del Pensionista como<br />
al Museo Municipal, lugares dispuestos para tal fin.<br />
DE LA IMAGEN DEL CENTENARIO A LAS CUATRO<br />
FECHAS FUNDACIONALES<br />
El siguiente paso fue el dotar al evento de una imagen,<br />
hecho que se produjo la mañana del 18 de diciembre<br />
de 2009, cuando en un desayuno informativo ofrecido<br />
a los medios de comunicación en La Barbera, el alcalde<br />
de La Vila, Jaime Lloret, y la Concejala de Cultura y<br />
Comunicación, Loli Such, presentaban a la prensa el logotipo<br />
del Centenario.<br />
Cuatro pinceladas en verde, rojo, amarillo y azul, a<br />
imagen de los típicos colores de las casas de La Vila vella,<br />
nos transportaban a las cuatro fechas más destacadas de<br />
31<br />
Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
la historia de La Vila, los años 74 d.C., 1300, 1443 y 1911,<br />
cuando por este orden, el emperador Vespasiano, el rey<br />
Jaime II, la reina Maria y el rey Alfonso XIII, concedían a<br />
nuestra localidad la categoría de municipium romano, la<br />
Carta Pobla, el privilegio de Vila Reial y el título de Ciudad<br />
respectivamente.<br />
Cuatro fechas sobre las que se ha articulado un ciclo<br />
de conferencias que inició el pasado 18 de febrero el<br />
director del Museo Municipal y jefe de la Sección<br />
Municipal de Arqueología, Etnología y Museos, Antonio<br />
Espinosa Ruiz con una aproximación a la desaparecida<br />
ciudad romana de Allon, municipium romano desde el 74<br />
d.C.<br />
Dos meses después, el biólogo y profesor Agustí<br />
Galiana Soriano, nos acercaba al día 8 de mayo de 1300,<br />
fecha en que el procurador del Reino de Murcia (entre<br />
1296-1304, parte integrante de la Corona de Aragón),<br />
Bernat de Sarriá, otorgaba a la Vila Joiosa, en nombre del<br />
rey Jaime II de Aragón y Valencia, carta de población.<br />
El 10 de noviembre de 2010 ha sido la fecha elegida<br />
para que el profesor de la Universidad de Alicante<br />
Leonardo Soler Milla nos ponga en conocimiento de todo<br />
aquello que supuso para nuestra localidad el hecho que el<br />
16 de julio de 1443 obtuviera la condición de villa real.<br />
Con la intervención del técnico de archivo municipal,<br />
Albert Alcaraz i Santonja, que realizará el próximo mes de<br />
enero un repaso a los aspectos económicos, sociales,<br />
políticos y culturales más relevantes del tiempo en que se<br />
produjo la concesión del título de ciudad, finalizará el ciclo<br />
de conferencias programado para dar a conocer estos<br />
cuatro momentos tan decisivos en la historia de La Vila.<br />
EL BLOG “MAYORES CREATIVOS” Y LA “NOTICIA CEN-<br />
TENARIA”<br />
Uno de los primeros departamentos que se puso<br />
manos a la obra en la conmemoración del Centenario fue<br />
el de Bienestar Social. La puesta en marcha del blog<br />
“Mayores Creativos”, fue el motivo escogido por sus técnicos<br />
para incitar a la participación en el mismo a los más<br />
mayores. Once personas, con edades comprendidas<br />
entre los 60 y los 90 años, aportaron entre enero y junio<br />
32<br />
Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Dibujo realizado por Juan Muñoz Muñoz<br />
de 2010, vivencias, relatos, dibujos e imágenes relacionadas<br />
con el momento de la visita del rey Alfonso XIII a La<br />
Vila y la posterior concesión del título de ciudad.<br />
Gloria, Valentina, Pepe, Angelines, Julio, Emilio,<br />
Agustín, José Antonio, Maruja, Juan, Ramón, Amparo y<br />
Mere, bajo la coordinación de Sole y Lorenzo, recopilaron,<br />
imaginaron y dibujaron las más variadas y originales crónicas<br />
de la visita de Alfonso XIII y lo hicieron con tal afán,<br />
que siguiendo sus propias palabras por momentos perdieron<br />
la conciencia del siglo XXI. Fueron una veintena de<br />
historias y dibujos que aún se pueden leer y observar en<br />
el sitio http://mayorescreaaticos.blogspot.com<br />
Justo un año antes de la fecha exacta de la celebración<br />
del Centenario, el 7 de abril de 2010, se ponía en<br />
marcha la publicación de la Noticia Centenaria. Desde de<br />
ese día hasta el 8 de abril de 2011, cada día, la página<br />
web del Ayuntamiento se haría eco de la noticia más relevante<br />
ocurrida tal día como ese hacía cien años.<br />
El anuncio de la muerte del rector mayor de la<br />
Sociedad San Francisco de Sales (Salesianos), Miguel<br />
Rúa, bajo cuyo rectorado se abrió en 1892 la casa de las<br />
Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús en<br />
La Vila, daba inició a un diario de 365 noticias que concluirá<br />
el próximo 8 de abril de 2011, día en que se cumplirán<br />
cien años de la publicación en la Gaceta de Madrid<br />
de la concesión del título de ciudad a La Vila Joiosa.<br />
Entre ambas, hechos relevantes en la historia de La<br />
Vila como la visita del rey Alfonso XIII el 13 de febrero de<br />
1911 o la propia concesión del título de ciudad, el 6 de<br />
abril de 1911. Noticias a las que hay que añadir otras<br />
muchas más como por ejemplo la elección de José María<br />
Esquerdo Zaragoza como diputado nacional por Madrid<br />
en las elecciones generales del 8 de mayo de 1910; el<br />
paso, pese a los malos augurios que predecían el fin del<br />
mundo, el 19 de mayo de 1910, de la cola del cometa<br />
Halley por la tierra; la conquista del F.C. Barcelona de la<br />
Copa del Rey de Fútbol el 26 de mayo de 1910; el inicio<br />
de la Revolución Mexicana el 20 de Noviembre de 1910,<br />
la celebración en Barcelona entre el 6 y el 12 de octubre<br />
de 1910 del I Congreso Español Internacional sobre la<br />
Tuberculosis donde tuvieron una destacada participación<br />
los médicos vileros Álvaro y Pedro Esquerdo Esquerdo; el<br />
33<br />
Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
nacimiento del poeta oriolano Miguel Hernández el 30 de<br />
octubre de 1910 o el primer vuelo de un hidroavión el 26<br />
de enero de 1911.<br />
La difusión radiofónica de la noticia y la edición en<br />
papel de la misma por la Biblioteca Municipal “Cristóbal<br />
Zaragoza”, indicando en cada una de ellas en qué libros<br />
de su fondo bibliográfico se podía ampliar su conocimiento,<br />
junto a su inclusión en el muro del facebook del Museo<br />
Municipal fueron las otras tres formas de difusión diaria de<br />
la Noticia Centenaria.<br />
EXPOSICIONES Y VISITAS TEATRALIZADAS<br />
El Museo Municipal ha producido, con motivo del<br />
centenario, las exposiciones “A letra de médico, ojo de<br />
boticario” (18 de mayo de 2010 al 6 de abril de 2011) y<br />
“1911. El año en que vino el Rey” (del 3 de diciembre de<br />
2010 al 6 de abril de 2011). Para ello se ha llevado a cabo<br />
una intensa labor de documentación de todo lo que rodeó<br />
la visita de Alfonso XIII, la llegada del ferrocarril y la concesión<br />
del título de ciudad. En esta tarea ha resultado de<br />
gran ayuda la investigación llevada a cabo por la Técnica<br />
de Etnografía, Mª Jesús Marí Molina, que, mediante entrevistas<br />
etnográficas ha podido recoger el sentir popular<br />
ante tales acontecimientos. Entre los entrevistados están<br />
Vicent Rogles, José Galiana, María Lloret Llinares, Pablo<br />
Cosme Soler, Jaime Bañuls, María Agulló Soriano, Jacinto<br />
Lloret Orozco, Vicenta Soler, María Devesa Beneyto y<br />
Marta Vaello<br />
El objetivo principal de la entrevista era averiguar qué<br />
recuerdos tenían o les podían haber transmitido sus<br />
padres o familiares cercanos sobre la visita del Rey y que<br />
se pudieran constatar por medio de la triangulación metodológica<br />
(diversos métodos). La intención de las entrevistas<br />
no ha sido sólo la celebración del Centenario sino que<br />
proporcionaran datos sobre aquellos años, tanto a nivel<br />
vivencial como contextual, así como anécdotas y datos<br />
que pudieran ser de interés para otros trabajos del<br />
Museo.<br />
Aparte de estas dos exposiciones realizadas por el<br />
Museo Municipal tratadas en extensión en otros capítulos<br />
de esta publicación, la celebración del centenario de la<br />
34<br />
Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
concesión del título de ciudad a la Vila Joiosa ha sido el<br />
motivo de otras dos muestras expositivas en la ciudad.<br />
En la primera de ellas, titulada “Llibres per al<br />
Centenari”, la Biblioteca Pública Municipal “Cristóbal<br />
Zaragoza” presentó durante el mes de mayo de 2010 un<br />
recorrido literario e histórico a través de los últimos cien<br />
años, dando a conocer las obras de su fondo bibliográfico<br />
más significativas de ese tiempo, especialmente aquellas<br />
relacionadas con el hecho concreto de la concesión<br />
del título de ciudad y con el contexto político, social y cultural<br />
en que éste se produjo.<br />
Fueron un total de 92 los libros expuestos, entre<br />
ellos el Anuario de Legislación y Jurisprudencia del año<br />
1911 de Marcelo Martínez-Alcubilla donde se recoge el<br />
real decreto de fecha 6 de abril de 1911 por el que se le<br />
concede a La Vila Joiosa el título de ciudad, el Diccionario<br />
Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones<br />
de Ultramar (edición de 1850), donde en su tomo<br />
XVI, pág. 152-160 se describe la voz <strong>Villajoyosa</strong>; la obra<br />
Azul del poeta modernista Ruben Dario (1888), el poemario<br />
Soledades de Antonio Machado (1907) y las novelas<br />
La Voluntad (1902) de Azorín y Las cerezas del cementerio<br />
de Gabriel Miro (1911), todos ellos relacionados con la<br />
época del hecho celebrado.<br />
Otras obras significativas expuestas en la muestra<br />
fueron las de los escritores vileros José Payà Nicolau ( Así<br />
como en la lluvia, 1984; Hasta la fecha. Poemas y señales,<br />
1999) Cristóbal Zaragoza (Y Dios en la última playa,<br />
1981) y Miquel Martínez (Llibre de Família, 1997; Ravals<br />
de l’Alegría, 2005), a las que hay que añadir varios ejemplares<br />
del Quijote editados entre 1883 y 1905, cedidos<br />
para la ocasión por su propietario Tomás Lloret Buforn.<br />
La segunda exposición, se celebrará entre el 11 de<br />
febrero y el 10 de abril de 2011 en el Espai d’Art<br />
Contemporani de La Barbera dels Aragonès y tendrá<br />
como título “Un siglo de ensueños”. En ella se nos mostrará<br />
el trabajo artístico realizado por Philippe Dupierex a<br />
partir del estudio de los juguetes de la antigua fábrica<br />
Payá Hermanos de Ibi.<br />
“Y así comenzamos el siglo XX” es el título de la visita<br />
teatralizada a la Casa Museo de la Barbera que desde<br />
el mes mayo de 2010 ofrece el Museo Municipal de la Vila<br />
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Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Joiosa. En ella, una amiga madrileña de la familia<br />
Aragonés, antiguos propietarios de la finca, que se<br />
encuentra de visita en La Vila en fechas próximas a la visita<br />
del rey Alfonso XIII, es quien se encarga de transportarnos,<br />
mientras nos enseña la casa y el jardín, a aquellos<br />
días de 1911.<br />
Un guión elaborado tras un exhaustivo trabajo de<br />
documentación y un vestuario confeccionado a partir de<br />
modelos publicados entre los años 1909 y 1911 en la<br />
revista “La moda elegante”, han servido para dotar de realismo<br />
y autenticidad esta singular manera de mostrar esta<br />
joya de nuestro patrimonio que es La Barbera.<br />
GASTRONOMIA, TEATRO, FIESTAS, MÚSICA, DANZAS,<br />
DEPORTE, LIBROS, GRAFFITIS, LA OLIMPIADA ESCO-<br />
LAR Y EL MERCADO MODERNISTA<br />
La “Mostra de Cuina de Marinera de La Vila Joiosa”<br />
en su décima edición celebrada entre los días 1 y 7 de<br />
marzo de 2010, quiso también sumarse a la celebración<br />
del Centenario. Así, cada uno de los catorce restaurantes<br />
participantes en la misma, elaboraron y sirvieron un plato<br />
con motivo del acontecimiento. Borreta de melva; pebrereta<br />
vilera; guisado de rape, raya, coliflor y patatas; arroz<br />
con calabaza, cebolla y pescadillo; y guisado de pulpo<br />
con patatas y alcachofas, fueron algunos de los “Platos<br />
Centenarios” que nuestros restauradores elaboraron para<br />
acercarnos a los aromas y sabores de 1911.<br />
Más tarde, ya en verano, también lo hicieron los chiringuitos<br />
de la playa, ofreciendo, junto al mar, tapas y licores<br />
típicos de principios del siglo XX.<br />
El domingo 28 de marzo llegaba al Auditorio Centro<br />
Social el espectáculo Burbujas Mágicas de la compañía<br />
H2O, donde la magia de un científico muy peculiar nos<br />
transportó por un mundo jamás imaginado, donde el<br />
jabón y el agua se transformaban en burbujas de todos<br />
los colores y tamaños.<br />
Un mes más tarde, el jueves 22 de abril, el Auditorio<br />
del Centro Social fue también el lugar escogido para presentar<br />
la función de microtíteres “Un dia molt esperat”. En<br />
ella, su autora, Carolina Manzanaro, del curso de Técnico<br />
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Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
de Animación Sociocultural de l’IES Malladeta de la Vila<br />
Joiosa, escenificaba para los más pequeños la visita real<br />
del 13 de febrero de 1911.<br />
Para poco antes del final del curso escolar, los<br />
departamentos de Educación y Deportes con la colaboración<br />
del de Juventud, programaron la celebración de<br />
l’Olimpiada del Centenari. Fue la mañana del 3 de mayo<br />
de 2010 en el polideportivo municipal “Maisa Lloret”, y en<br />
ella los escolares de cuarto de primaria de los siete centros<br />
educativos de la ciudad: Gasparot, Poble Nou,<br />
Ermita, Mª Francisca Ruiz Miquel, Esquerdo, Mare<br />
Nostrum e Hispanidad, participaron en una gimkana compuesta<br />
por una serie de juegos y deportes típicos de principios<br />
del siglo XX, que sirvieron para acercarles a la fecha<br />
histórica de 1911.<br />
La víspera y noche de San Juan fue también motivo<br />
para celebrar el Centenario. Con la realización de juegos y<br />
bailes tradicionales y la exhibición de trajes de baño de<br />
hace cien años, la Basseta de l’Oli recordó mientras se<br />
lanzaban las coronas al mar y se encendían los fanalets,<br />
aquellas fechas tan importantes de 1911.<br />
Unos días después, el 26 de junio de 2010, en el<br />
polideportivo municipal La Torreta se llevaba a cabo, organizado<br />
por la concejalía de juventud, un concurso de graffitis<br />
con el Centenari como motivo de expresión.<br />
Tiempo antes, el 14 de marzo de 2010 se realizaba<br />
en la Ermita de Sant Antoni una exposición de motos antiguas<br />
en el marco de un almuerzo motero organizado por<br />
el club “2 Rodes” de La Vila Joiosa.<br />
Y ya en pleno verano, el martes 3 de agosto, dentro<br />
del programa cultural Teatre i Carrer, la compañía Clownx<br />
Teatre puonía en escena en la plaza de la Iglesia el espectáculo<br />
Action! donde una productora de cine de principios<br />
del siglo XX con mucho empuje y poco presupuesto llegaba<br />
a la ciudad para rodar “la producción cinematográfica<br />
más grande jamás rodada”.<br />
Las distintas asociaciones musicales del municipio,<br />
así como los dos grupos de danza locales también han<br />
conmemorado los cien años de la concesión del título de<br />
ciudad con la realización de distintas actividades.<br />
Inició el camino la Agrupación Musical Mediterráneo<br />
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Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
con les Trobades Musicals 2010. La Banda del Conservatorio de Música Montserrat<br />
Caballé de Arganda del Rey (Madrid) fue la encargada de acompañar a la banda local<br />
en el concierto realizado el día 23 de abril de 2010 en el Teatre Auditori. Un día después,<br />
el domingo 24 de abril, era el Grup de Danses Centener el que con la presentación<br />
de Cantarelles populars se sumaba a la celebración del Centenario.<br />
Sendos conciertos de la Orquestra de Pols i Pelctre de la Societat Ateneu<br />
Musical de la Vila Joiosa realizados los días 27 de junio y 18 de septiembre de 2010<br />
en el Auditorio Centro Social, el primero de ellos junto a la Coral Jaume Baldó, fueron<br />
la aportación de ambas agrupaciones al acontecimiento.<br />
Actuaciones a las que les siguieron en fechas posteriores la celebración de la VI<br />
Trobada de grups de danses, el 23 de octubre de 2010, en la Finca La Barbera dels<br />
Aragonés, y la XI Mostra de danses tradicionals i populars, el 27 de noviembre de<br />
2010, en el Teatre Auditori, organizados por el Grup de Danses Centener y la realización<br />
de distintos talleres sobre indumentaria, durante el mes de noviembre de 2010,<br />
y la celebración del Festival Centenari, el 11 de diciembre de 2010 en el Teatre<br />
Auditori, por el Grup de danses Almadrava.<br />
El 23 de septiembre, en el salón Don Pedro de la Finca La Barbera dels<br />
Aragonés, tuvo lugar la presentación de la reedición del libro del desaparecido Carles<br />
Llorca Baus José María Esquerdo, el gran desconocido. Una obra que repasa la trayectoria<br />
vital, profesional y política de una de las más insignes personalidades vileras<br />
de finales del siglo XIX y principios del XX. Prestigioso médico psiquiatra y destacado<br />
político republicano, testigo del tiempo en que a La Vila se le concedió el título de ciudad.<br />
Como acto final del Centenario se ha programado para los días 1, 2 y 3 de abril<br />
de 2011 la celebración del Mercado Modernista en la que artesanos, figurantes, músicos<br />
y otros animadores callejeros, con una ambientación basada en los primeros años<br />
del siglo XX nos trasladarán cien años atrás, a aquel 1911 en que La Vila tuvo el honor<br />
de recibir la visita de Alfonso XIII y la satisfacción de ser elevada a la categoría de ciudad,<br />
siendo cien años después, aún, la única población con tal condición en toda<br />
nuestra comarca.<br />
La Vila Joiosa, octubre de 2010.<br />
38<br />
Un año recordando hace cien años. La Vila Joiosa 2010-2011.
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
V - “A LETRA DE MÉDICO, OJO DE BOTICARIO”.<br />
CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN<br />
Carmina Bonmatí Lledó y Marta Gema Sellés Cano<br />
LAS FARMACIAS<br />
La copa de Higia es el símbolo<br />
más característico de<br />
la Farmacia. Se trata de<br />
una serpiente enroscada<br />
sobre una copa o cáliz. La<br />
serpiente representa el<br />
poder, y el cáliz es simbólico<br />
del remedio. Este relieve<br />
estaba en la fachada de<br />
la antigua farmacia de la<br />
familia Soler.<br />
En 1898 se creó el Colegio Oficial de Farmacéuticos<br />
de Alicante. Fue entonces cuando Andrés Tomás se<br />
colegió, compró varias farmacias (todas situadas cerca de<br />
la antigua Plaza del Olmo) y estableció la suya propia en<br />
la Costera del Mar, que más tarde trasladó a la calle<br />
Canalejas, enfrente de la actual farmacia.<br />
Para la apertura de una farmacia era necesario un<br />
permiso previo y, una vez aprobado, una visita de inspección<br />
del Alcalde de la ciudad, el Subdelegado de<br />
Farmacia, el Inspector Municipal de Sanidad, el<br />
Subdelegado de Veterinaria y el Secretario del<br />
Ayuntamiento.<br />
En los años 30 D. Ángel Tomás continuó la labor de<br />
su padre, Andrés; Jaime Soler Soler abrió su farmacia en<br />
la calle Canalejas y Manuel Llorca Climent en la calle<br />
Colón. Conforme creció la población aumentó el número<br />
de farmacias hasta llegar a las diez actuales.<br />
Desde finales del siglo XIX, las farmacias elaboraban<br />
específicos (al contrario que las fórmulas magistrales, eran<br />
medicamentos con una composición estándar) e incluso<br />
los anunciaban en la prensa. Algunos laboratorios<br />
empezaron a producir a gran escala y, a comienzos del<br />
siglo XX, se produce en España la industrialización de la<br />
farmacia.<br />
El mortero ha sido un elemento indispensable en la farmacia<br />
para diversas tareas en la elaboración de medicinas.<br />
A este tipo se le conoce como mortero Wedgwood,<br />
nombre de quien lo inventó, a finales del siglo XVIII, la loza<br />
fina con la que se fabrican. Préstamo de Pablo Cosme<br />
Soler.<br />
39<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Pildorero de principios del s. XX. Al unir las dos planchas,<br />
la masa quedaba dividida en trozos pequeños que luego<br />
se redondeaban a mano. En ocasiones se doraban o plateaban<br />
para hacerlas más atractivas. Para ello se introducía<br />
las píldoras en una caja con pan de oro o de plata y se<br />
hacía girar una manivela que las movía hasta lograr una<br />
fina película metálica uniforme. De ahí viene la famosa<br />
expresión “dorar la píldora”. Préstamo de Ángeles Tomás.<br />
Balanza granataria (1920-1930). Se llama así por la unidad<br />
de medida utilizada originalmente: el grano, que fue<br />
una medida oficial, como la onza o la libra, hasta la adopción<br />
del sistema métrico decimal (1849). Se utilizaba para<br />
tarar recipientes o para conocer pesos aproximados.<br />
Préstamo de Pablo Cosme Soler.<br />
EL BOTAMEN, EL ALMA DE LA FARMACIA<br />
Antes de la industrialización, la recolección de los<br />
simples vegetales y la preparación y conservación de los<br />
fármacos era totalmente artesanal. Para la conservación,<br />
tanto de los simples como de los preparados, era necesario<br />
algún tipo de recipiente. Los materiales han sido<br />
muy variados desde su invención pero fue la cerámica el<br />
material más apto por su impermeabilización.<br />
El bote de farmacia más característico es el albarelo,<br />
de origen árabe y con una forma ligeramente estrechada<br />
en el centro para un mejor manejo. También los hay en<br />
forma de copa y de diferentes tamaños según su contenido.<br />
Desde el siglo XVIII llevan el nombre de su contenido<br />
como parte de su decoración, siempre en latín y abreviado.<br />
Cuando dejaron de prepararse específicos en las<br />
farmacias, la función del botamen pasó a ser meramente<br />
decorativa.<br />
Botamen de finales del siglo XIX procedente de dos farmacias<br />
de <strong>Villajoyosa</strong>. Préstamo de Ángeles Tomás y fondos<br />
del Museo Municipal.<br />
40<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
La estufa de cultivo o incubadora se utiliza en las analíticas<br />
para calentar las muestras de forma que se facilite el<br />
crecimiento de microorganismos. Consiste en una caja<br />
con un buen aislamiento térmico y un termostato fiable<br />
que permite mantener la temperatura estable. Ésta es de<br />
entre 1900 y 1930 y se utilizó en la farmacia de Andrés<br />
Tomás. Préstamo de Ángeles Tomás.<br />
Balanza de precisión (hacia 1930) de la empresa<br />
Industrias Sanitarias S.A. (antigua casa Hartmann). Por su<br />
gran sensibilidad va montada dentro de una vitrina de<br />
madera para protegerla de las corrientes de aire y los<br />
gases del laboratorio. Una vez colocados los elementos a<br />
pesar se hace girar el botón colocado en la base de la<br />
vitrina para que efectuar el pesado.<br />
El microscopio fue un invento de finales del siglo XVI,<br />
pero a España llegaron ya en el siglo XVIII. Hacia 1900 ya<br />
eran mucho más precisos y permitieron analizar microorganismos,<br />
bacterias y virus logrando descubrimientos<br />
fundamentales para combatir pestes y enfermedades. El<br />
que vemos data de 1927 y fue utilizado para el análisis de<br />
sangre en farmacia. Préstamo de Ángeles Tomás.<br />
Orla de Andrés Tomás, 1898.<br />
Préstamo de Ángeles Tomás<br />
LOS INICIOS DE LA ESTERILIZACIÓN<br />
En la segunda mitad del siglo XIX Louis Pasteur<br />
demostró que los gérmenes eran causantes de enfermedades.<br />
Para esterilizar el instrumental quirúrgico y de laboratorio<br />
el inventor de la pasteurización ideó el llamado<br />
“horno Pasteur”. Este sistema de calor seco requería altas<br />
temperaturas y era lento. Sin embargo, el sistema de<br />
esterilización por calor húmedo en el que se basa la autoclave,<br />
introducido por Chamberland en 1884, requería<br />
menos temperatura y mucho menos tiempo para lograr el<br />
mismo fin, por lo que su uso acabó generalizándose.<br />
41<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Autoclave (hacia 1930) para la esterilización de instrumentos<br />
de laboratorio utilizando vapor de agua a alta presión<br />
y temperatura. Consta de una caldera de cobre con<br />
un revestimiento metálico, que en la parte inferior recibe<br />
calor por combustión de gas y se cierra en la parte superior<br />
por una tapa de bronce con medidor de temperatura<br />
y presión para comprobar su funcionamiento. Préstamo<br />
de Pablo Cosme Soler<br />
Mortero de mármol y pilón de madera para uso farmacéutico.<br />
Principios del siglo XX. Préstamo de Pablo<br />
Cosme Soler<br />
El alambique tiene origen árabe y se utilizaba para la destilación<br />
de líquidos mediante la evaporación por calentamiento<br />
y posterior condensación por enfriamiento y era<br />
necesario para algunos procesos en las farmacias.<br />
Préstamo de Pablo Cosme Soler<br />
Estas columnas decoraban la farmacia de A. Tomás que<br />
estaba en la calle Canalejas, enfrente de donde se ubica<br />
actualmente. Son de principios del siglo XX. Préstamo de<br />
Ángeles Tomás.<br />
42<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
LA MEDICINA<br />
En este retrato de 1925 aparecen Luis Soler, Juan Lloret, Agustín Galiana y Pablo Soler de pie el 3º, 4º, 5º y 6º respectivamente, empezando por la<br />
izquierda; y Miguel Ruiz y Tomás Ortuño son el 3º y 4º sentados empezando por la izquierda.<br />
Lo más parecido que había a una Seguridad Social<br />
a comienzos del siglo XX era la beneficencia. Esta asistencia<br />
pública domiciliaria estaba destinada a los que figurasen<br />
en el censo de “necesitados” y era garantizada por el<br />
Estado, a través de la Jefatura de Sanidad. El reglamento<br />
establecía que debía existir un médico titular por cada 300<br />
familias pobres. En 1909 se nombró médico titular a<br />
Tomás Ortuño Mas y al año siguiente a Miguel Ruiz<br />
Galiana. Este cargo era vitalicio y a él se accedía a través<br />
de una oposición estatal.<br />
Otros médicos tenían consulta privada, como Luis<br />
Soler Soler, y cobraban una cuota mensual por su asistencia,<br />
conocida como la iguala. El Colegio Oficial de<br />
Médicos regulaba esta práctica.<br />
Manuales de estudio de medicina del siglo XIX que utilizó<br />
Miguel Ruíz Galiana. Préstamo de la familia Ruiz.<br />
43<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
El espejo frontal sujeto a la cabeza del examinador que<br />
se emplea para reflejar la luz especialmente en el examen<br />
de la nariz, la faringe y la laringe. Empezó a utilizarse a<br />
mediados del siglo XIX con mango pero pronto evolucionó<br />
a esta forma para liberar las manos del médico. Préstamo<br />
de Ángela Vinaches López.<br />
Lentes de aumento (hacia 1920) para diagnóstico utilizadas<br />
por el dermatólogo Valeriano Pascual, que ejerció<br />
en Valencia. Préstamo de Rosa Pascual Romá.<br />
Instrumental quirúrgico de principios de siglo XX utilizado<br />
por Miguel Ruíz Galiana y Juan Lloret Llinares, médicos<br />
cirujanos. Préstamo de las familias Ruiz y Lloret Botella.<br />
Termómetro clínico de mercurio de 1955. Este tipo de<br />
termómetro no ha cambiado apenas desde su invención<br />
en 1870 hasta que, en 2007, se prohibió por la toxicidad<br />
del mercurio.<br />
Las fórmulas magistrales eran medicamentos que el farmacéutico<br />
elaboraba para un paciente individualizado y<br />
que respondían expresamente a una prescripción médica.<br />
Ésta constaba de una receta con todos los ingredientes y<br />
sus proporciones exactas.<br />
44<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Retrato de José María Esquerdo Zaragoza. Dedicado a<br />
Miguel Ruiz Galiana.<br />
Fue un personaje muy célebre de su época, tanto por su<br />
prestigio como médico como por su actividad política, ya<br />
que llegó a ser jefe nacional del Partido Republicano.<br />
Introdujo en España las técnicas de la moderna psiquiatría,<br />
y fundó los sanatorios de Carabanchel y del Paraíso,<br />
en <strong>Villajoyosa</strong>, que sirvieron como un referente mundial.<br />
Préstamo de la familia Ruiz.<br />
Álvaro Esquerdo Esquerdo (1853-1921)<br />
Álvaro Esquerdo fundó el Servicio de Ginecología en el<br />
Hospital de la Santa Creu de Barcelona, así como la<br />
Revista de Medicina y Cirugía. Fue presidente de la<br />
Academia y Laboratorio de Ciencias Médicas. Préstamo<br />
de la familia Ruiz.<br />
Pedro Esquerdo Esquerdo (1851-1922)<br />
Pedro Esquerdo fue profesor de Medicina en la<br />
Universidad de Barcelona, Presidente de la Academia de<br />
Ciencias Médicas de Barcelona, creador de becas para<br />
estudios de medicina y autor de publicaciones de gran<br />
prestigio internacional. Préstamo de la familia Ruiz.<br />
PRACTICANTES Y BARBEROS<br />
Varias generaciones de practicantes de <strong>Villajoyosa</strong>. De<br />
izquierda a derecha: Jeroni Nogueroles, Basilio Mayor<br />
Llinares, Pedro Baldó, Basilio Mayor Orts, Gaspar<br />
Ortuño, Angel Tomás, Jaime Baldó y Miguel Esquerdo.<br />
Se normaliza la formación de practicantes y matronas.<br />
En 1857 la Ley de Bases para la Institución Pública<br />
(“Ley Moyano”) reguló todas las profesiones sanitarias en<br />
España. A partir de ésta se publica el “Reglamento para<br />
las enseñanzas de practicante y matrona”.<br />
La formación del practicante consistía en un año de<br />
formación teórica que comprendía anatomía, técnica de<br />
los vendajes y cirugía menor. Los dos siguientes años se<br />
dedicaban a prácticas hospitalarias a las que seguía un<br />
examen teórico - práctico para poder ejercer.<br />
45<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Los estudios para ser matrona constaban de un año<br />
de preparación teórica sobre anatomía, asistencia al<br />
parto, cuidados al recién nacido y primeros auxilios.<br />
Después debían ejercer dos años de prácticas en un hospital<br />
y, por último, hacer un examen teórico - práctico para<br />
obtener la titulación.<br />
A mediados del siglo XIX se inventa este tipo de jeringa.<br />
Es desmontable y de cristal, lo que facilita su limpieza, y<br />
es resistente al calor, lo que permite su esterilización. Las<br />
cajas metálicas tenían la doble utilidad de proteger a la<br />
jeringa de los golpes y de servir de soporte para la estilización<br />
por calor. En 1956 se empiezan a sustituir por las<br />
de plástico.<br />
Estas agujas eran reutilizables por lo que se debía esterilizarlas<br />
para cada uso. Había que guardarlas siempre con<br />
un hilo metálico llamado fiador o madril que impedía su<br />
obstrucción.<br />
Jeringuilla para insulina y caja del practicante Camilo<br />
Cano. Préstamo de María Cano.<br />
Navajas de afeitar con sus fundas de los años 20 (s. XX)<br />
Máquinas manuales de cortar el pelo y diferentes peines<br />
intercambiables, años 20 (s. XX).<br />
46<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
EL RITUAL DE LA BARBERÍA<br />
Hasta mediados de los años cincuenta los oficios de<br />
barbero y de practicante siempre iban unidos. La barbería<br />
suponía para los hombres una cita obligatoria ya que allí<br />
cuidaban su aspecto, era lugar de reunión y, además, se<br />
hacían curas, se sacaban muelas y se ponían inyecciones<br />
entre otras prácticas.<br />
Silla de barbero de principios del siglo XX procedente<br />
de la barbería de Basilio Mayor Orts, que estaba situada<br />
en la calle Limones. Donación de Luli Esquerdo<br />
En la pared fotografía del interior de la barbería de<br />
Camilo Cano en 1943, que estaba al subir la Costereta<br />
hacia la Placeta. Aparecen de izquierda a derecha: el niño<br />
Camilo Cano, Isabel Cano, Camilo Cano, Juan Pérez,<br />
Juanito Sánchez y Tomás Cano.<br />
CRÉDITOS<br />
Organiza: Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong><br />
Comisariado: Carmina Bonmatí Lledó y Marta Sellés Cano<br />
Proyecto museográfico y coordinación: Carmina Bonmatí Lledó<br />
Textos: Marta Sellés Cano, Carmina Bonmatí Lledó<br />
Documentación: Marta Sellés Cano<br />
Audiovisual: Carmina Bonmatí Lledó<br />
Restauración y conservación: María José Velázquez Pascual<br />
Diseño gráfico: Tresdedos Infográfica<br />
Carpintería: Fusteria Miquel<br />
Montaje: Museo de la Vila y Servicios Técnicos del Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong><br />
AGRADECIMIENTOS<br />
Pablo Cosme Soler Llinares, Ángeles Tomás Rodríguez, Álvaro Lloret Botella, Enriqueta Lloret<br />
Botella, Miguel Ruíz Jorro, Pepita Soler Lloret, Vicenta Soler Lloret, Carmen Laza Rojas, Miguel Orts<br />
Ruiz, Vicenta Nogueroles Lloret, María Cano Ivorra, Francisco Mas Llorca, Hermanos Vaello López,<br />
Josefina Rubio Arriera, Santiago Tito, Rosa Nogueroles Mayor, Maruja López Lloret, Pepita Baldó<br />
Llinares, Vicente Llorca Puerto, Carlos Ruiz Soler, Joaquín Buforn Pérez, Vicenta Vinachez López,<br />
Pepita Lloret Esquerdo, Beatriz Soler Pérez, Pepe Payá Nicolau, Carpintería Miquel, Colegio de<br />
Farmacéuticos de Alicante y Farmacias de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
47<br />
A letra de médico, ojo de boticario. Catálogo de la exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
VI - LA VILA JOIOSA, 1911. ECONOMIA,POLÍTICA Y SOCIEDAD<br />
Albert Alcaraz i Santonja<br />
Observemos la instantánea con detenimiento. Todo<br />
un pueblo espera la llegada de un tren, del primer tren. La<br />
mañana parece clara. La luz del sol se refleja sobre unos<br />
rostros espectantes. A un lado de las vías, mujeres con<br />
niños, al otro los hombres. Ellas cubren con pañuelos sus<br />
cabezas. Ellos llevan sombreros algunos y boina la mayoría.<br />
Un poco más lejos, con largas faldas y sombrillas,<br />
unas cuantas chicas en mitad del gentío pasean cogidas<br />
del brazo. Es el 28 de octubre de 1914. Miércoles.<br />
Mediodía. Festivo en los pueblos donde ese día llega el<br />
anhelado tren.<br />
Mientras espera, la genta habla de la guerra que<br />
desde hace tres meses golpea el corazón de la vieja<br />
Europa. De la campaña militar del Rif, puesta en marcha<br />
hace dos años como consecuencia del inicio de la administración<br />
española de la franja norte de Marruecos, el<br />
conocido como Protectorado Español. De la figura del<br />
presidente José Canalejas, asesinado el 12 de noviembre<br />
de 1912 en Madrid por el anarquista Manuel Pardiñas, y<br />
de su decisivo papel en el desbloqueo del proyecto de<br />
línea férrea que hoy se inaugura.<br />
Pero sobre todo, este 28 de octubre de 1914, se<br />
habla de lo que sucedió un día de hace tres años y medio.<br />
Del 13 de febrero de 1911, el día en que el rey Alfonso XIII<br />
en persona, ponía, justo en el mismo lugar de la imagen,<br />
la primera piedra de una obras, que en esta jornada de<br />
otoño de 1914, finalizadas, conectan por fin nuestra ciudad<br />
com la de Alicante y Altea (un año después lo hará<br />
con Dénia), sacando en cierto modo, a La Vila, de una<br />
situación de aislamiento que se prolonga desde hace ya<br />
demasiado tiempo.<br />
¿Pero qué sabemos de aquel pueblo, que un día de<br />
ahora hace cien años fue honrado con la visita del Rey y<br />
que dos meses después, en agradecimiento al recibimiento<br />
que le dispensó, éste le otorgó el título de ciudad?<br />
49<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
LA VILA JOIOSA, AÑO 1911. LA ECONOMIA<br />
La Vila del año 1911, distaba mucho de aquel pueblo<br />
próspero y emergente que en 1849 describió Pascual<br />
Madoz en su obra Diccionario Geográfico Estadísitico<br />
Histórico Español. Lejos quedaba aquel tiempo en que<br />
con una flota de más de quinientos barcos la Vila Joiosa<br />
era la segunda matrícula naval del Estado (según consta<br />
en el libro de actas del pleno municipal, sesión del 15 de<br />
marzo de 1867) y donde un millar de caballerías, día tras<br />
día, emprendían el camino de Alcoi para llevar materias<br />
primas y posteriormente regresar a La Vila cargadas de<br />
productos manufacturados, tejidos y papel de fumar principalmente,<br />
listos para ser enviados desde aquí a buena<br />
parte de España y el mundo.<br />
Un pueblo que durante los años 1844 y 1845<br />
(siguiendo los datos aportados por Madoz) contabilizó la<br />
llegada de 799 embarcaciones de cabotaje y de 105<br />
buques provenientes del extranjero y de América, así<br />
como la salida de 583 y 100 respectivamente. Todo con<br />
un tráfico total registrado en la aduana vilera de más de<br />
30.778 toneladas descargadas y 53.327 embarcadas.<br />
Que vio como en 1868, por fin, tras más setenta años,<br />
finalizaban las obras del puente de la carretera de Alacant,<br />
o como en 1878, se ponía en marcha la primera estación<br />
telegráfica en el muncipio y que en 1896, de la mano de<br />
los hermanos José y Gaspar Lloret Mayor, asistía a la llegada<br />
de la luz eléctrica.<br />
Un pueblo, que consciente de la importancia que ya<br />
iba adquiriendo el turismo, en el tramo que iba desde el<br />
centro de la playa (donde se encontraba el antiguo faro)<br />
hasta la Basseta de l’Oli, acordó que sólo se construyera<br />
a mano izquierda según se mira a levante, dejando libre la<br />
vista al mar. Que contaba desde 1888 junto a la playa,<br />
enfrente de la antigua calle de la Bomba y actual Vicente<br />
Cervera, con un teatro-circo donde alternaban sus actuaciones<br />
las bandas de música del pueblo (Primitiva y<br />
Blanco y Negro, en 1911) y por donde pasarían seguro<br />
hasta el 1916, año de su derribo, importantes compañías<br />
de teatro y de zarzuela española. Un pueblo, que preocupado<br />
por su futuro, exigió ya en aquel entonces las dos<br />
infraestructuras que consideraba básicas para continuar<br />
por la senda del progreso, el tren que lo comunicara tanto<br />
50<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
con Alacant y Valéncia como con Alcoi (ése era el propósito inicial), como un puerto<br />
de refugio para su notable flota marítima.<br />
Pero ese crecimiento que a principios del último tercio del siglo XIX se aventuraba<br />
tanto en España como en La Vila, sólo fue una ilusión. Después de un breve periodo<br />
de crecimiento económico (1877-1886) propiciado en parte por el final de la<br />
Tercera Guerra Carlista (1872-1876), los altos aranceles que existían sobre los productos<br />
extranjeros en las colonias y la existencia de una profunda crisis agrícola en<br />
Europa que provocó la exportación masiva de productos como uva, vino y naranjas<br />
principalmente, la economía española se estancaba de golpe en la última década del<br />
siglo XIX<br />
Un continuo de malas cosechas, la crisis industrial y comercial que provocó la<br />
pérdida de Cuba, Puerto Rico y las Islas Filipinas como consecuencia de la derrota en<br />
la Guerra Hispano-Americana de 1898, la falta de un capital nacional (la mayoría de<br />
las grandes empresas estaban explotadas por multinacionales extranjeras) que inviertiera<br />
en pro de una industria fuerte y competitiva, la dependencia externa de materias<br />
primas, combustibles y productos químicos como el algodón en bruto, el petróleo o<br />
los fertilizantes agrícolas, imprescindibles para la indústria y el campo, unido a la<br />
inexistencia de modernas técnicas de producción agrícola, necesarias para mantener<br />
el peso comercial de una agricultura que a prinicipos del siglo XX representaba un<br />
cuarto de las exportaciones, imposibilitó a la economía española dar ese paso adelante<br />
que necesitaba para situarse, al menos, cerca de las de los países centroeuropeos.<br />
Factores éstos, a los que La Vila tuvo que unir aún algunos más. Tres epidemas<br />
de cólera en poco más de treinta años (1854, 1865, 1885), la última con cerca de quinientos<br />
muertos contabilizados entre mediados de julio y finales de septiembre. La<br />
falta casi total, si exceptuamos algunas intervenciones puntuales sobre el antiguo<br />
camino de Alcoy y la apertura de un tunel en el Mascarat, de infraestructura viaria,<br />
portuaria e hidráulica en el municipio. La inauguración de la nueva línea férrea entre<br />
Alcoi y Gandia en 1894, que tuvo como consecuencia que La Vila dejara de ser el<br />
puerto comercial de Alcoy en beneficio de la capital de la Safor. La progresiva substitución<br />
de la madera por acero en la construcción de barcos, sobre todo debido a las<br />
indicaciones establecidas en el Primer Programa Naval del Estado (1888) y una pertinaz<br />
sequía, que fue especialment grave durante el lustro 1905-1910. En definitiva, un<br />
cúmulo de circunstancias negativas que dejaron La Vila en el inicio de la década de<br />
1910 en una situación económica lamentable. Ni los cinco millones de pesetas que<br />
dejó el Gordo de la Loteria de Navidad en 1900 coniguieron reelanzar, más allá de los<br />
años inmediatamente posteriores, al menos un poco, la economía vilera.<br />
51<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
LA VILA JOIOSA, 1911. EL PUEBLO<br />
Plano elaborado en 1855 por Francisco Coello. Incluido<br />
en la obra Atlas de España y sus posesiones<br />
de ultramar (Pascual Madoz y Francisco Coello).<br />
Fuente: Institut Cartogràfic de Catalunya.<br />
A pesar de la crisis económica de finales del siglo<br />
XIX y principios del XX, que supuso la salida de más de<br />
dos millones de personas de España hacia el extranjero,<br />
América Latina y Argelia principalmente (134.000 sólo en<br />
1912, la mayoría hacia Argentina), el estado experimentó<br />
un considerable incremento demográfico, debido sobre<br />
todo a la extraordinaria reducción de los índices de mortalidad,<br />
especialmente los de mortalidad infantil, que<br />
pasaron del 186 por mil de 1900 a los 136,5 por mil de<br />
1930 y 64 por mil el 1950, y que propició que de los 15<br />
millones y medio que tenía España a mediados del siglo<br />
XIX se pasara en poco más de medio siglo a los 18 y<br />
medio (1910)<br />
Sin embargo La Vila, en aquel año de 1911, no sólo<br />
no había crecido en población sino que además había<br />
bajado considerablemente respecto al año 1860, cuando<br />
con 9.614 habitantes (Censo de la población de España)<br />
se situaba como el quinto municipio de la provincia<br />
d’Alacant en habitantes, sólo superado por Alacant, Alcoi,<br />
Elx y Orihuela.<br />
Aquel año de 1911, cuando vino el Rey, La Vila tenía<br />
poco más de 9.000 habitantes (9.152 según el censo de<br />
población de 1910), no siendo hasta el 1960 (11.006<br />
habitantes), debido principalmente la llegada masiva de<br />
inmigrantes desde Andalucía oriental, Murcia y el sur de<br />
Castilla la Mancha, cuando La Vila superaría los índices<br />
demográficos que tenía a mediados del siglo XIX.<br />
Como consecuencia de esto, la trama urbana del<br />
municipio prácticamente no se modificaría desde mediados<br />
del siglo XIX. Así que en 1911, el año en que vino el<br />
Rey, el casco urbano de La Vila seguía asentado sobre la<br />
antigua villa amurallada, con los dos arrabales surgidos<br />
extramuros en el siglo XVIII (el de la Bomba o de San<br />
Vicente, situado al levante de las murallas y el de San<br />
Cristóbal, al poniente), con la entonces Plaza de la<br />
Constitución, antes del Olmo y hoy de la Generalitat,<br />
como punto sobre el que se pretendía articular el crecimiento<br />
urbanístico del municipio, en aquel momento proyectado<br />
sobre sus cuatro vías de comunicación: la calle<br />
Cervantes en la carretera de Alacant, abierta tras la puesta<br />
en funcionamiento del puente sobre el río Amadorio<br />
52<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
1<br />
Según datos obtenidos a partir del censo electoral de<br />
1911 (hombres mayores de 25 años), la población activa<br />
de La Vila se componía principalmente por jornaleros<br />
(34%) y marineros (24%). Carreteros, arrieros, cocheros,<br />
hiladores y tejedores representaban el 2%, mientras que<br />
los chocolateros lo hacían en un porcentaje del 1,5%. A<br />
éstos habría que sumar un número importante de comerciantes,<br />
que instalados mayoritariamente en la calle<br />
Limones (des de 1914, oficialmente Álvaro Esquerdo) y<br />
las plazas de la Constitución (hoy de la Generalitat y<br />
antes del Olmo, de la República y de Nueva España) y de<br />
Castelar, representaban el 3,8% de los trabajadores, y de<br />
propietarios, de los cuales Cayetano Aragonés Aragonés<br />
era quien más terras poesía, el 3,6%. Del resto de ocupaciones,<br />
propias de una población como La Vila de<br />
entonces, obreros, carpinteros, pastores, panaderos,<br />
zapateros, barberos, etc. destacaba sobre todo el elevado<br />
número de abogados: dieciocho.<br />
2<br />
De la falta de agua en el municipio, pendientes las obras<br />
de canalización del Algar y de la fuente del Arc (propiedad<br />
de la comunidad de regantes de La Vila, en aquel<br />
entonces Sindicato de Riegos de la Huerta), nos ofrece<br />
un perfecto testimonio el técnico del Consejo Superior de<br />
Emigración, Francisco Llopis Pacual, que en memoria<br />
redactada sobre las causas, efectos y remedios de la<br />
emigración en las provincias de Alacant, Murcia, Almería<br />
y Granada, daba cuenta a principios de 1911 de la grave<br />
situación en que se encontraba La Vila un año antes en<br />
materia hídrica, apuntado la falta de agua incluso para el<br />
consumo humano, teniéndose que adquirir ésta desde<br />
hacía un año, de los pueblos de la montaña, a treinta<br />
céntimos el cántaro de diez litros de agua, constatando<br />
que muchos en no poder permitirse el pago de tal cantidad<br />
optaban por beber agua de la mar filtrada con arena<br />
del río. Sin embargo, la situación, que se extendía a lo<br />
largo del litoral mediterráneo, comenzó a remediarse a<br />
principios de 1911 cuando unas copiosas precipitaciones<br />
llenaron, por fin, las fuentes y aljibes de La Vila.<br />
(antes de la Vila o de Sella); la calle Colón, que llegaba<br />
hasta la altura de la también incipiente en 1911 calle<br />
Pizarro, en la de València; la calle Limones en el camino de<br />
Alcoi y la calle Nueva, antes de Mitja Galta y después de<br />
1911, de Canalejas, en el de Finestrat.<br />
Al sur, al otro lado del río, el segundo núcleo poblacional<br />
en importancia del municipio, construido a partir de<br />
1806 sobre el antiguo camino de Alacant, el Poble Nou. Y<br />
al norte, a unos tres kilómetros, en el margen derecho del<br />
camino de Alcoi, la Ermita de Sant Antoni. Todo, sin contar<br />
que cerca de la mitad de la población vivía en 1911 en<br />
el campo, en alguna de las 27 partidas en que se distribuía,<br />
y aún hoy lo hace, el termino municipal de la Vila<br />
Joiosa.<br />
Y es que el panorama que nos mostraba aquel año<br />
de 1911 era bastante desalentador. En un pueblo donde<br />
un tercio de la población vivía de los jornales del campo 1<br />
el hecho que durante los últimos cinco años no hubiese<br />
caído una gota de agua 2 , provocó que muchos labradores,<br />
sin campos que trabajar, y pequeños propietarios,<br />
ahogados por la improductividad de unas tierras por las<br />
que habían de pagar unas elevadísimas contribuciones<br />
(con una tasa impositiva del 21,9% en 1911), emprendieran<br />
el camino de la emigración en busca de un futuro<br />
mejor.<br />
Sin olvidar, que en La Vila del año 1911, cada día<br />
más familias solicitaban al ayuntamiento su inclusión en<br />
las listas de pobres del municipio, la única manera de<br />
poder optar de manera gratuita a los servicios sanitarios<br />
municipales, atención que en aquel año de 1911 dispensaban<br />
como facultativos municipales los médicos Tomás<br />
Ortuño Mayor y Miguel Ruiz Galiana y el practicante José<br />
Ortuño Gironés.<br />
Así que el hecho, de que tanto la asistencia sanitaria<br />
como la disponibilidad de leche artificial, ésta última<br />
mediante una subvención de diez pesetas mensuales por<br />
hijo hasta que éste cumpliese los dieciocho meses de<br />
edad, estuviese garantizada por el consistorio municipal<br />
(en 1911 el 1,5% de presupuesto municipal, 4.317,29<br />
pesetas de un total de 302.921,69 estaba destinado a<br />
beneficiencia) suponía un pequeño alivio para unas economías<br />
domésticas a las que cada día les era más difícil<br />
sobrevivir.<br />
53<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Porqué a excepción de lo anterior, poco más podía<br />
aportar a sus ciudadanos un consistorio ahogado por el<br />
pago de deudas y gravámenes, a los que destinaba mas<br />
de la mitad de su presupuesto anual, (172.962,62 pesetas<br />
en 1911), que se mostraba incapaz hasta de atender<br />
obligaciones tan esenciales como el abaco de los jornales<br />
de los maestros, a los que se les dejó de pagar a partir del<br />
segundo semestre de 1910. O de satisfacer las 25.000<br />
pesetas que costaba el solar que el Ministerio de<br />
Instrucción Pública (el equivalente al Ministerio de<br />
Educación actual) demandaba para proceder a la construcción<br />
de un edificio destinado a escuelas públicas en el<br />
casco urbano de La Vila, puesto que hasta ese momento<br />
el único edificio público destinado a tal fin con que contaba<br />
el municipio se encontraba situado en la Ermita de<br />
Sant Antoni, habiéndose llevado a cabo su construcción<br />
gracias a las aportaciones desinteresadas de Juan<br />
Bautista Samper y el doctor Álvaro Esquerdo Esquerdo,<br />
que respectivamente, cedieron el terreno y financiaron la<br />
obra. El resto de equipamientos educativos, hasta que<br />
una nueva aportación de Álvaro Esquerdo propiciara<br />
muchos años después (1929) la construcción del colegio<br />
que llevaría su nombre en el centro de la ciudad, se reducían<br />
a siete habitaciones alquiladas por el ayuntamiento<br />
en distintos lugares de la localidad.<br />
LA VILA JOIOSA, ANY 1911. LA POLITICA<br />
3<br />
La revuelta popular ocasionada a raíz de las protestas<br />
por el llamamiento a filas de reservistas para ir a luchar al<br />
norte de Marruecos, finaliza con cerca de un centenar de<br />
muertos y decenas de iglesias y conventos incendiados<br />
en Barcelona. Con más de dos mil procesados, la responsabilidad<br />
máxima en los hechos se le atribuyó al<br />
pedagogo y fundador de la Escuela Moderna, Francesc<br />
Ferrer i Guardia, siendo condenado a muerte y posteriormente<br />
ajusticiado dos meses después. El alud de protestas<br />
desatadas tanto en España como en Europa por la<br />
manera en que el gobierno del conservador Antonio<br />
Maura había gestionado los hechos de Barcelona, sobre<br />
todo aquello relacionado con el juicio y posterior fusilamiento<br />
de Ferrer, provocaron la caída de aquél y el nombramiento<br />
provisional como jefe del gobierno por parte<br />
del rey Alfonso XIII del liberal Segismundo Moret, relevado<br />
unos meses después en su cargo (febrero de 1910)<br />
por José Canalejas (Imagen superior).<br />
En 1911, cuando vino el Rey, era presidente del<br />
Consejo de Ministros (el equivalente actual a Presidente<br />
del Gobierno), José Canalejas Méndez, del Partido Liberal<br />
Democrático. Elevado a la jefatura del gobierno en febrero<br />
de 1910, Canalejas fue el político que el rey Alfonso XIII<br />
eligió para gestionar la crisis de gobierno que se vivió tras<br />
los sucesos ocurridos durante la última semana de julio de<br />
1909 en Barcelona y que se conocieron como “La<br />
Semana Trágica” 3<br />
Legitimado por la victoria de su partido en las elecciones<br />
generales del 8 de mayo de 1910, donde los republicanos<br />
del vilero José María Esquerdo Zaragoza obtuvieron<br />
un sonado triunfo en las tres principales ciudades del<br />
Estado (sus candidatos fueron los más votados en<br />
Madrid, Barcelona y Valencia), Canalejas inició una serie<br />
54<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
de reformas que le propiciaron fuertes enfrentamientos con los sectores más conservadores<br />
del país, sobre todo con la Iglesia Católica. De entre todas ellas destacamos,<br />
por el grado de virulencia con que se enfrentaron en la calle clericales y anticlericales,<br />
dos especialmente: el levantamiento del cierre que pesaba sobre las escuelas laicas,<br />
suprimidas por el conservador Maura dos años atrás, y la polémica Ley del Candado,<br />
que aprobada el 28 de diciembre de 1910, prohibía la instalación en España de nuevas<br />
órdenes y congregaciones religiosas.<br />
La Vila, al igual que el resto de municipios del Estado, no se mantuvo al margen<br />
de la polémica, manifestándose en numerosas ocasiones a lo largo de aquel período<br />
a favor de la política del gobierno tanto en materia educativa como religiosa. Cosa que<br />
no es de extrañar si tenemos en cuenta que la mayoría del ayuntamiento vilero, que<br />
en aquel año de 1911, presidía Jaime Linares Xerri, era de adscripción liberal.<br />
Pero paradójicamente, cuando llegaban las elecciones generales, La Vila se<br />
decantaba (un 90 por ciento de votos en las elecciones de 1910) por el conservador<br />
José Jorro Miranda, Conde de Altea y diputado por el distrito de La Vila Joiosa-<br />
Xixona entre los períodos 1907-1918, 1920-1923.<br />
El caciquismo y algunas peculariedades de la ley Electoral de 1907, sobretodo<br />
su artículo 29, que decía que es el caso de que un candidato fuera el único en presentarse<br />
en un distrito, éste sería proclamado diputado de manera automática, propiciaron<br />
hechos tan curiosos como que Jesús Urrios, después de ser elegido por los<br />
liberales como candidato por el distrito de La Vila en las elecciones generales de<br />
1910, renunciara a presentarse finalmente (diez años después obtendría su acta, pero<br />
por el distrito de Dolores), o que José María Esquerdo, a pesar de ser el candidato<br />
más votado en la ciudad de Alicante en aquellas elecciones de 1910, queda en cuarto<br />
lugar, y por tanto fuera de los tres primeros lugares que otorgaban acta de diputado,<br />
cuando a los resultados de la capital se sumaron los de las poblaciones del resto<br />
del distrito Alacant-Elx, donde consiguió un exiguo número de sufragios.<br />
En 1911, cuando vino el Rey, en España y en la Vila, como ya hemos dicho mandaban<br />
los liberales, si bien los conservadores, encabezados aquí por Jaime Soler<br />
Urrios, fuera de los puntuales y polémicos asuntos relacionados con las cuestiones<br />
religiosas y educativas, los solían apoyar en muchas de sus políticas, sobre todo en<br />
los temas relacionados con la economía y en su inquebrantable adhesión a la<br />
Corona 4 . Al margen, republicanos, socialistas, anarquistas y carlistas (ultra-católicos y<br />
seguidores de Jaime de Borbón como legítimo heredero de la corona de España),<br />
eren la voz disconforme con el orden establecido.<br />
4<br />
La peculiaridad del sistema de alternancia bipartidista que ideado por el conservador Canovas del Castillo y el liberal Sagasta<br />
se institucionalizó en la Constitución de 1876 (vigente hasta 1931), garantizaba que los mayoritarios partidos conservador y liberal,<br />
se fueron haciendo cargo del gobierno de España de manera alterna, con el fin de evitar los tan temidos, hasta el momento,<br />
pronunciamientos de los militares.<br />
55<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Entre los republicanos destacaba por su carisma<br />
como médico y por ser el discípulo de Manuel Ruiz<br />
Zorrilla, fundador del Partido Republicano Progresista, la<br />
figura del vilero José María Esquerdo que en 1911 ocupaba<br />
un escaño en el Congreso de los Diputados como<br />
miembro de la Conjunción Republicano-Socialista.<br />
Esquerdo, que había conseguido su acta por Madrid (fue<br />
el segundo más votado tras el escritor canario Benito<br />
Pérez Galdós), fracasó, sin embargo, como acabamos de<br />
ver, en su idea de obtener en esas mismas elecciones el<br />
acta por Alacant (anteriormente ya la había intentando sin<br />
éxito por el distrito de La Vila en 1884 y en 1886).<br />
Presidente en 1911 del Partido Republicano Progresista,<br />
Esquerdó formó parte de una coalición, que compuesta<br />
por los distintos partidos republicanos españoles y el<br />
Partido Socialista Obrero Español, obtuvo un triunfo abrumador<br />
en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.<br />
En 1911, en La Vila, tanto liberales como conservadores<br />
aprovecharon la visita del Rey para manifestar su<br />
absoluta adhesión a la Corona en un momento donde su<br />
autoridad estaba fuertemente cuestionada, especialmente<br />
tras el éxito conseguido por los republicanos en las<br />
elecciones de 1910. Por eso se esmeraron en ofrecerle el<br />
mejor recibimiento, sin escatimar en gastos ni atenciones.<br />
Fueron en total más de seis mil pesetas las gastadas en<br />
una jornada que seguro satisfizo tanto al Rey como a<br />
Canalejas ya que dos meses después, el 6 de abril (publicado<br />
en la Gaceta de Madrid dos días después) el Rey<br />
Alfonso XIII firmaba el decreto por el cual se le otorgaba a<br />
la Vila Joiosa “por su constante adhesión a la Corona” el<br />
título de ciudad, acontecimiento que hoy, cien años después,<br />
estamos celebrando.<br />
LA VILA JOIOSA. CIUDAD DESPUÉS DE 1911<br />
Volvamos a la imagen del principio. Han pasado tres<br />
años y medio desde la visita del rey Alfonso XIII a La Vila<br />
y desde la concesión del título de ciudad. El tramo de<br />
ferrocarril comprendido entre Alacant y Altea está completamente<br />
acabado. Es el mediodía del 28 de octubre de<br />
1914 y el “trenet” de La Marina está a punto de completar<br />
su primer viaje entre Alacant y La Vila.<br />
Un año más tarde, en 1915, con la inauguración del<br />
56<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
tramo comprendido entre Altea y Dénia, se pondrá fin al<br />
proyecto de conectar las principales localidades de La<br />
Marina con Alacant. Pero este proyecto, pensado inicialmente<br />
como un paso más para unir las ciudades de<br />
Alacant y València en tren por la costa, llegaba demasiado<br />
tarde, cuando La Vila ya había perdido su papel como<br />
puerto del principal núcleo industrial valenciano de finales<br />
del siglo XIX y principios del XX, Alcoi.<br />
Sin embargo, el papel que desde aquel momento<br />
debió jugar este nuevo medio de transporte en La Vila,<br />
seguro que fue decisivo para el más que notable crecimiento<br />
económico que la ciudad experimentó desde<br />
entonces. Factor éste al que habríamos de añadir otros<br />
como las importantes remesas de dinero que periódicamente<br />
enviaban a sus familias los centenares de vileros<br />
que habían emigrado al extranjero (sólo en el último<br />
semestre de 1910 se contabilizó en La Vila, según datos<br />
aportados por Francisco Llopis, la entrada de 320.000<br />
pesetas debido a este concepto) y al impulso que supuso<br />
para los astilleros vileros el estallido de la I Guerra Mundial<br />
(la falta de acero y la cantidad de buques hundidos provocó<br />
que se retomara la fabricación de grandes embarcaciones<br />
de madera). Todo esto, junto a la considerable<br />
demanda que por motivos de excelencia empezaban a<br />
tener dos productos tan identificadores de La Vila como<br />
las redes de cáñamo y el chocolate, ayudaron a que la<br />
economía vilera, después de casi tres décadas de estancamiento,<br />
empezara, a ver al menos, un poco de luz.<br />
Sin embargo, la principal aspiración de la población,<br />
demandada expresamente al rey Alfonso XIII por una<br />
comisión de pescadores el día de su visita a La Vila y<br />
batallada en el ámbito parlamentario por el diputado vilero<br />
José María Esquerdo en 1910 (diario de sesiones del<br />
Congreso de Diputados, 14 de julio de 1910), la construcción<br />
de un puerto de refugio en el municipio, quedaría aún<br />
lejana. Declarado como tal el 17 de agosto de 1926, su<br />
construcción, iniciada en el punto conocido como<br />
l’Almoixó en 1922, bajo la dirección del ingeniero Julio<br />
Diamante y la ejecución de Jaime Soler Urrios, no se completaría<br />
hasta después de la Guerra Civil.<br />
57<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRAFÍA<br />
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Arxiu Municipal de la Vila Joiosa:<br />
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• Libro borrador de gastos. Año 1911<br />
Arxiu de la Diputació d’Alacant:<br />
• Rectificación del Censo electoral, 1911. Término municipal de <strong>Villajoyosa</strong><br />
• Actas del escrutinio general de la votación para la elección de Diputados a<br />
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Jijona, Alicante-Elche<br />
Biblioteca Nacional. Hemeroteca:<br />
• ABC (1910-1911)<br />
• El imparcial (1910-1914)<br />
• El País (1910)<br />
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Joiosa. En ALCARAZ I SANTONJA, Albert (coord.): “L’Ermita, cent anys d’un col·legi”,<br />
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COBACHO LÓPEZ, Ángel. Relaciones entre España y la Santa Sede durante el<br />
Reinado de Alfonso XIII. Universidad de Murcia, Murcia, 2008<br />
Institut Juan Gil-Albert. Hemeroteca: El Heraldo de Alicante (1910-1911)<br />
LLORCA I BAUS, Carles.<br />
• José María Esquerdo: el gran desconocido. Ajuntament de la Vila Joiosa,<br />
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• La Vila del Mar. Ajuntament de la Vila Joiosa, La Vila Joiosa, 1985.<br />
LLOPIS PASCUAL, Francisco. Memoria sobre las causas, efectos y remedios de<br />
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Superior de Emigración, Sección de Justicia; Madrid, 1911.<br />
MADOZ, Pascual. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico. Madrid, 1849.<br />
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SOLER SORIANO, Jaume. Des del cantó del Mercantil. J. Soler, La Vila Joiosa,<br />
1995<br />
59<br />
La Vila Joiosa 1911. Economía, política y sociedad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
VII. EL FERROCARRIL, LA VISITA DE ALFONSO XIII<br />
Y LA CONCESIÓN DEL TÍTULO DE CIUDAD<br />
Marta Gema Sellés Cano y Carmina Bonmatí Lledó<br />
Interior del Cine Olimpia<br />
LAS INNOVACIONES QUE EMPEZARON A CAMBIAR EL<br />
MUNDO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX<br />
El siglo XX arranca con una población de 1.625<br />
millones de habitantes siendo muy prolífico en cuanto a<br />
los avances tecnológicos, médicos y científicos, continuación<br />
de los que ya habían empezado a realizarse en el<br />
siglo anterior y que habían entrado con retraso en nuestro<br />
país.<br />
En 1895 se produce un hecho trascendental en el<br />
ámbito social: la primera proyección pública de imágenes<br />
en movimiento de la mano de los hermanos Lumière.<br />
Proyectaron varias películas muy cortas, entre ellas la de<br />
la salida de obreros de una fábrica francesa en Lyon y la<br />
de la llegada de un tren a la estación. Se asistía al nacimiento<br />
del cine. A partir de este momento empieza a<br />
generarse una industria que no sólo supuso una forma de<br />
entretenimiento para millones de personas, sino también<br />
una forma de acercamiento entre culturas, conocimiento<br />
del universo y de la naturaleza humana. España tendrá<br />
que esperar hasta 1903 para que se proyecte la primera<br />
película “Asalto y robo a un tren”, en el teatro moderno de<br />
Madrid. Ese mismo año se estrenaba la primera versión<br />
cinematográfica de “Alicia en el País de las Maravillas”, de<br />
la que en 1910 se realizó una segunda versión.<br />
Las primeras proyecciones cinematográficas tuvieron<br />
lugar en el Teatro Circo y a partir de 1916 en el Cinema<br />
Salón Moderno, pero fue el Cine Olimpia el que generalizó<br />
en los años 20 el séptimo arte en <strong>Villajoyosa</strong>. Debido al<br />
auge que el cine estaba teniendo a nivel nacional, se sustituyeron<br />
casi por completo las representaciones teatrales<br />
por la proyección de películas. Por aquel entonces, las<br />
películas eran mudas con subtítulos que explicaban el diálogo<br />
de los artistas. Para acompañar a la película un pianista<br />
interpretaba las melodías de moda.<br />
Otra revolución es la que se produce en los medios<br />
de transporte, que si bien ya habían empezado a hacerse<br />
61<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Calle Colón en los años 20.<br />
notar a finales del siglo XIX, es en las primeras décadas<br />
del siglo XX, cuando se consolidan. La difusión del automóvil<br />
ocupó un lugar destacado entre los adelantos de<br />
finales del siglo y se dio gracias a la revolucionaria aportación<br />
de Henry Ford con el sistema de producción en serie<br />
que puso a prueba con la fabricación de Modelo T. En<br />
1907 ya podía verse por las calles madrileñas el primer<br />
vehículo matriculado en España. Sin embargo, <strong>Villajoyosa</strong><br />
tuvo que esperar hasta la segunda década del siglo XX<br />
para que el sonido del motor de un vehículo inundara sus<br />
calles. El primer automóvil particular fue el de los hermanos<br />
Urrios Pérez y supuso un gran revuelo entre los vecinos<br />
de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
También aparecieron los camiones, necesarios para<br />
sustituir y aliviar el duro trabajo a que estaban sometidos<br />
los arrieros de aquella época. El transporte con camiones<br />
hizo que disminuyera el tiempo de entrega en el comercio,<br />
además de evitar que los comerciantes se expusieran<br />
a las inclemencias del tiempo.<br />
Y siguiendo con los avances en los medios de transporte,<br />
no podemos olvidar que el primer avión propiamente<br />
dicho fue creado por el francés Clément Ader el 9 de<br />
octubre de 1890. Con su Éole consiguió despegar y volar<br />
50m, fue el primero autopropulsado de la historia de la<br />
humanidad y está considerado como el inicio de la aviación<br />
en Europa.<br />
En cuanto al ferrocarril, se produce una mayor instalación<br />
de líneas férreas por todo el país debido principalmente<br />
a la necesidad de una mejora en las infraestructuras<br />
de comunicación entre pueblos y ciudades. Hasta<br />
entonces, el comercio entre muchas villas era casi imposible<br />
ya que los caminos eran poco transitables.<br />
EL TREN LLEGA A LA VILA. LA LÍNEA FÉRREA ALICAN-<br />
TE-DENIA<br />
Para descubrir los orígenes del ferrocarril debemos<br />
remontarnos al siglo XVIII, en el que los trabajadores mineros<br />
de algunas zonas de Europa descubrieron que las<br />
vagonetas cargadas se desplazaban más fácilmente si las<br />
ruedas giraban guiadas por un carril hecho con planchas<br />
de metal. En 1804 el ingeniero de minas inglés Richard<br />
62<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Trevithick adaptó con éxito una máquina de vapor para que tirara de una locomotora<br />
que arrastraba cinco vagonetas.<br />
Después de este logro la primera vía férrea pública que se instaló en el mundo<br />
fue la línea Stockton-Darlington en el noreste de Inglaterra inaugurada en 1825.<br />
España tendrá que esperar hasta 1848 para la instalación de su primera línea ferroviaria<br />
Barcelona-Mataró, seguida un año más tarde por la línea Madrid-Aranjuez inaugurada<br />
por la reina Isabel II.<br />
A finales del siglo XIX la red de ferrocarriles de la provincia alicantina estaba<br />
constituida inicialmente por dos líneas de vía ancha, ambas partían de la capital y se<br />
dirigían a Madrid y Murcia, respectivamente. De este modo, hasta 1890 únicamente<br />
la zona suroeste de la provincia disponía de acceso ferroviario.<br />
La comarca de La Marina, debido a su orografía montañosa, estuvo históricamente<br />
mal comunicada y orientada, en su parte norte, hacia Valencia. En 1889 finalizó<br />
la construcción de un camino entre Alicante y Denia, bordeando el litoral, zona más<br />
accesible de la comarca.<br />
El ferrocarril Alicante-Denia fue concebido originariamente como la prolongación<br />
natural del ferrocarril Alicante-Murcia, inaugurado en 1884. La primera concesión fue<br />
otorgada a Domingo Gallego, quien la cedió a Juan Bautista Lafora, banquero alicantino,<br />
aprobándose por real Orden de 30 de enero de 1882. La falta de capital inversor<br />
determinó que Lafora vendiera los derechos de la concesión al especulador e<br />
ingeniero de caminos José Carbonell Monrand en 1901 y éste a su vez, a la<br />
Compañía de los Ferrocarriles de Alicante a la Marina.<br />
Durante la construcción del tramo entre Alicante y <strong>Villajoyosa</strong> hubo multitud de<br />
problemas con los regantes de la huerta de San Juan. Debido a la lentitud en la resolución<br />
del problema se agotaron los plazos caducando la concesión. Tras la quiebra<br />
de la Compañía de los Ferrocarriles de Alicante a la Marina, se le concedió la petición<br />
de inclusión en el Plan de Ferrocarriles Estratégicos y Secundarios de Alicante<br />
(CFESA).<br />
Fue en 1911, después de todas estas vicisitudes cuando se colocó la primera<br />
piedra de las obras de la estación del ferrocarril Alicante-Denia.<br />
Como se ha dicho en el apartado anterior, tendrían que pasar tres años para que<br />
el 28 de Octubre de 1914 se produjera la inauguración oficial del tramo <strong>Villajoyosa</strong>-<br />
Denia. En esta ocasión fue el obispo quien bendijo la estación y para su primer viaje<br />
se engalanó la locomotora compuesta por seis coches de segunda y primera clase y<br />
el “break” de comunicación que realizaría el trayecto.<br />
La puesta en marcha del ferrocarril originó el estímulo para iniciar o desarrollar<br />
ciertas iniciativas con el fin de potenciar los recursos de la comarca de La Marina, y<br />
en este caso, un buen ejemplo fue la construcción del pantano de Relleu que abastecería<br />
a <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Otro impulso importante para la economía fue la construcción del puerto pes-<br />
63<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
quero para refugio de las embarcaciones de pesca y que<br />
supondría una mejora en el comercio marítimo tanto a<br />
nivel nacional como internacional. Por estas fechas<br />
<strong>Villajoyosa</strong> ya había enviado varias peticiones para su<br />
construcción.<br />
LA VISITA DE ALFONSO XIII A VILLAJOYOSA<br />
Fotografía prestada por los hermanos<br />
Vaello López<br />
Muchas fueron las personalidades que acudieron<br />
ese 13 de febrero a la inauguración de las obras de la línea<br />
de ferrocarril Alicante-Denia, ya que se contaba con la<br />
insigne presencia de su majestad Alfonso XIII y del entonces<br />
presidente del Consejo de Ministros y Ministro de<br />
Agricultura, Industria y Comercio, José Canalejas.<br />
Alfonso XIII, hijo de Alfonso XII y María Cristina de<br />
Habsburgo-Lorena fue rey de España desde su nacimiento<br />
en 1886, hasta la proclamación de la II República en<br />
1931. Asumió el poder a los 16 años de edad y tuvo que<br />
afrontar problemas derivados de la etapa anterior y cuestiones<br />
sociales como el radicalismo de las organizaciones<br />
obreras, las guerras de Marruecos, el surgimiento de los<br />
nacionalismos catalán y vasco, y otros. Proclamada la<br />
República, Alfonso XIII vivió en el exilio diez años, hasta su<br />
muerte en 1941, y vivió sus últimos años de vida en<br />
Roma.<br />
No es de extrañar la asistencia de José Canalejas,<br />
que por aquel entonces era también diputado por Alcoy y<br />
jefe del Partido Liberal, ya que fue el avalista del proyecto<br />
del ferrocarril que más tarde supondría un cambio en la<br />
economía y la vida de la zona. <strong>Villajoyosa</strong> quiso agradecerle<br />
su implicación en el proyecto poniéndole su nombre<br />
a la calle que uniría la calle Cervantes con la nueva estación<br />
de tren. Finalmente se decidió que pasara a llamarse<br />
Calle Canalejas la que hasta entonces era llamada calle<br />
Nueva y anteriormente “mitja galta”. Su nombre ha perdurado<br />
hasta hoy.<br />
El desplazamiento del Alfonso XIII desde Madrid a<br />
Alicante se realizó en tren. Este viaje, como otros muchos<br />
realizados por el Rey, eran preparados por el Inspector<br />
General de Reales Palacios. El tren estaba compuesto por<br />
máquina, ténder (depósito que lleva el combustible y agua<br />
necesarios para alimentar la locomotora durante el viaje),<br />
64<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Arco del Ayuntamiento.<br />
Arco de los marineros y pescadores.<br />
furgón de cabeza y a partir de aquí se localizaba el cochedormitorio<br />
de sus majestades, de cuatro ejes y conocido<br />
con el nombre de “salón de familia”. Después de éste<br />
vagón se encontraba el salón comedor, en el que había un<br />
saloncito con camas que se convertía en dormitorio. En<br />
algunas ocasiones, y si el número de pasajeros era mayor,<br />
se agregaban los coches-camas necesarios.<br />
El trayecto entre Madrid y Alicante tenía las siguientes<br />
paradas: Madrid (inicio del trayecto), Villaverde (estación<br />
de empalme con cruce de trenes), Alcázar (cambio<br />
de máquina), Villarrobledo (toma de agua), Albacete (cambio<br />
de máquina), Villar de Chinchilla (toma de agua),<br />
Almansa (estación de empalme y cruce de trenes), Villena<br />
(toma de agua), Monóvar (cruce de trenes), Alicante (final<br />
de trayecto). Este recorrido es prácticamente idéntico al<br />
actual, salvo algunas paradas que se han eliminado.<br />
Desde los siglos XVI y XVII, la visita de un monarca<br />
a una ciudad era uno de los acontecimientos festivos más<br />
importantes que podían vivir sus habitantes. La entrada<br />
del Rey era considerada como una fiesta colectiva en la<br />
que todos los estamentos de la sociedad colaboraban<br />
dependiendo de sus posibilidades.<br />
En este caso, <strong>Villajoyosa</strong> no fue menos y desde el<br />
mismo momento en que se anunció la visita real se iniciaron<br />
los trámites para la organización del evento.<br />
Los preparativos estuvieron dirigidos por un Comité<br />
de Festejos formado para este motivo en el que estaba<br />
incluido el entonces alcalde Jaime Linares. El día 9 de<br />
enero, las autoridades de <strong>Villajoyosa</strong> recibieron la visita del<br />
diputado a Cortes Sr. Díaz Moreu y del diputado provincial<br />
Sr. Orts para ponerse de acuerdo en todo lo referente a la<br />
visita del monarca.<br />
El comité elaboró un programa de actos para los<br />
días previos y el mismo día de la visita real. En los días<br />
previos se descubriría una placa que daría el nombre de<br />
Canalejas a una calle, como se ha comentado, se realizarian<br />
bailes populares junto a veladas musicales y cinematográficas.<br />
También se repartirían bonos a los pobres y se<br />
dispararía un castillo de fuegos artificiales.<br />
Además de la organización de los actos por parte<br />
del comité era importante la colaboración ciudadana, ya<br />
65<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Arco de los conservadores.<br />
Fachada del Mercantil.<br />
Fotografía prestada por los hermanos Vaello López<br />
Arco de los cordeleros y esparteros.<br />
que cada vecino adornando sus ventanas y puertas participaba<br />
embelleciendo el recorrido de la comitiva real.<br />
El Ayuntamiento animó a todos los vecinos para que<br />
engalanaran las calles y los balcones para recibir al<br />
monarca. Por su parte los distintos gremios y el<br />
Ayuntamiento de la villa confeccionaron arcos conmemorativos<br />
que se colocaron en diferentes puntos de la ciudad.<br />
Estos arcos además de tener unas características<br />
ornamentales propias, tenían que adecuarse a una serie<br />
de peculiaridades urbanísticas que venían definidas.<br />
La situación del arco dependía de factores urbanos<br />
como la estructura de la ciudad y la localización de las<br />
entradas más importantes. Por ello, el primer arco debía<br />
estar colocado en la puerta o entrada principal de la ciudad,<br />
a continuación las plazas y calles mayores eran los<br />
lugares en los que no faltaba el emplazamiento de algún<br />
arco. El resto de arcos que adornaban el recorrido se ubicarían<br />
en el camino de acceso hasta el lugar concreto en<br />
que se realizaba el acto.<br />
En el caso de <strong>Villajoyosa</strong>, los arcos fueron encargados<br />
a los propios vecinos que trabajaron durante meses<br />
en esta labor. De su localización sabemos que el arco del<br />
Ayuntamiento estaba colocado a la entrada de la villa y en<br />
él se podía leer la siguiente leyenda “<strong>Villajoyosa</strong> agradecida<br />
a S. M. el Rey D. Alfonso XIII”<br />
En la playa se emplazaba el arco de los marineros y<br />
pescadores, cuya construcción dirigieron Tomás Galiana y<br />
Enrique Cebrián. El Partido conservador quiso también<br />
mostrar su afecto al rey colocando un arco realizado por<br />
ellos mismos en la Plaza Castelar.<br />
El partido Liberal Democrático, además de tener en<br />
la fachada de su Círculo (en el edificio de “El Mercantil”)<br />
varias colgaduras y luces, también colocó un arco en el<br />
camino que conducía hasta la futura estación en el que se<br />
podía leer “El círculo liberal democrático a su majestad el<br />
rey Alfonso XIII”.<br />
Por su parte, el gremio de estereros y cordeleros<br />
construyó un arco bajo la dirección de Manuel López y<br />
José Zaragoza en el que se podía ver la riqueza de los<br />
cordeles, espartos y esteras que hacían que pareciera<br />
66<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Fachada de “El Casinet”<br />
Fotografía prestada por los hermanos Vaello López<br />
Invitación para periodistas<br />
Imagen cedida por el <strong>Archivo</strong> Municipal de Alicante<br />
que el arco estuviera envuelto por un gran tapiz.<br />
El casino de <strong>Villajoyosa</strong>, localmente conocido como<br />
“el casinet” que en aquella época estaba situado en el primer<br />
piso de un edificio (actualmente la tienda de Tito) de<br />
la Plaza Constitución, también mostraba su fachada con<br />
hermosas colgaduras, inscripciones y abundantes luces.<br />
No sólo se decoraron las calles y los balcones, sino<br />
que el evento hizo que se asearan las calles, los solares,<br />
las murallas y se construyera un desembarcadero provisional.<br />
Éste sería emplazado en la playa y serviría para<br />
amarrar los cruceros “Extremadura”, “Río de Plata” y<br />
“Proserpina” que llegarían varias horas antes que el Rey<br />
después de haber trasladado a los periodistas e invitados<br />
al acto desde Alicante hasta <strong>Villajoyosa</strong> y a las tropas de<br />
Marina que tenían que rendir honores militares al Rey.<br />
Alfonso XIII llegó el día 12 de Febrero a Alicante,<br />
donde le esperaba una agenda repleta de actividades<br />
entre las que colocó la primera piedra del mercado de<br />
abastos, asistió a la tirada de la copa de su Majestad, al<br />
Teatro Principal, acudió a un baile en su honor y a una<br />
corrida de toros. Además de esto participó en una regata<br />
por la copa del Mediterráneo, para ello salió a disputar el<br />
premio en “el Giralda II” junto a D. Enrique Careaga.<br />
Para descansar y pasar la noche se retiró a “el<br />
Giralda” que estaba fondeado en el puerto de Alicante.<br />
Pasadas las dos de la tarde del día siguiente,<br />
Alfonso XIII, vistiendo uniforme de campaña de capitán<br />
general con ros enfundado y acompañado del señor<br />
Canalejas, del duque de Torrecillas y del ministro de<br />
Marina, entra en <strong>Villajoyosa</strong> aclamado por una multitud de<br />
vecinos que le esperaban desde la mañana y que se emocionó<br />
más si cabía al ver que el monarca se bajaba del<br />
vehículo y entraba a pie en la villa.<br />
En el trayecto de Alicante a <strong>Villajoyosa</strong>, el Rey había<br />
podido vislumbrar como el pueblo de San Juan había<br />
colocado un gran arco de triunfo al paso de la comitiva<br />
real y las demás casas particulares estaban engalanadas<br />
con colgaduras y vistosos adornos. Por su parte<br />
Campello también había adornado todas sus casas con<br />
banderas y colgaduras para esperar el paso del rey.<br />
67<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Mientras se dirigía a la Iglesia de Nuestra Señora de<br />
la Asunción para escuchar un Tedeum oficiado por el<br />
arzobispo Sr. Guisasola, los vecinos demostraron su entusiasmo<br />
con la presencia real arrojando flores desde algunos<br />
balcones.<br />
En la plaza de la iglesia le esperaban las bandas de<br />
música Blanco y Negro y la Primitiva para rendirle tributo.<br />
Terminado el oficio marchó al Ayuntamiento para recibir a<br />
las personalidades más significativas de la población.<br />
Entre vítores, aplausos y acompañado de su comitiva<br />
y del Consejo de Administración de la Compañía de los<br />
Ferrocarriles Estratégicos y Secundarios de Alicante, el<br />
exministro Gabino Bugallal, Monsier Willy Solins, Federico<br />
Bas y el ingeniero José Carbonell y de todos los vecinos<br />
partió hacia el lugar donde se iniciarían las obras del ferrocarril.<br />
Tras la bendición de las obras por parte del arzobispo<br />
Guisasola y la colocación de la primera piedra, se<br />
depositó una pequeña urna de plomo en cuyo interior se<br />
encontraba el acta de la inauguración de las obras escrita<br />
en pergamino y firmada con pluma de oro por el<br />
Presidente del consejo, el Presidente de la sociedad concesionaria,<br />
el Arzobispo Guisasola y el resto de autoridades,<br />
el monarca echó las primeras paletas de tierra de la<br />
futura estación. En el momento de realizar el acto se disparó<br />
una estrepitosa traca.<br />
Terminado el acto, en un pabellón en el mismo sitio<br />
donde se había colocado la primera piedra se le ofreció al<br />
monarca una comida. El “lunch” con que fue obsequiado<br />
el rey estuvo a cargo del “Reina Victoria Hotel”, hotel que<br />
también estuvo encargado de las comidas ofrecidas por<br />
el Club de Regatas y el de la Diputación Provincial días<br />
antes en Alicante.<br />
El menú, constaba de sandwiches, medias lunas de<br />
jamón, gelatina de ave, roastbeef y jamón a l’Aspie, helado<br />
de avellana, petit choux, pasteles y frutas. Los vinos<br />
que se sirvieron fueron Jeréz “Palma Real” de la casa<br />
Valderrama y champán “Piper Heidsleck”<br />
Aprovechando este momento, se presentó ante el<br />
Rey una comisión de pescadores que le expusieron la<br />
necesidad de la construcción de un puerto de refugio en<br />
68<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Fotografía prestada por los hermanos<br />
Vaello López.<br />
Estación de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
<strong>Villajoyosa</strong>. Se dice que en este momento hubo una confusión<br />
en la traducción de lo que el pescador le quiso<br />
decir al monarca (“mollet”) y que el traductor lo transmitió<br />
como “salmonete”.<br />
Un grupo de mujeres de la villa compuesto por Rita<br />
Lloret, María Ferrándiz, Angela Pérez y María Martínez,<br />
ofrecieron al soberano una preciosa cesta de flores para<br />
S. M la reina Victoria Eugenia, nieta de la reina Victoria de<br />
Inglaterra, que el Rey recibió con mucho agrado y que<br />
mandó enviar rápidamente para Madrid.<br />
D. Alfonso, al percibir las muestras de cariño y admiración<br />
que el pueblo de <strong>Villajoyosa</strong> le brindó, prometió<br />
regresar al año siguiente acompañado de la reina Victoria<br />
y le dijo al alcalde que no debía de preocuparse por su<br />
alojamiento ya que se instalarían en el yate “el Giralda”.<br />
Llegadas las cuatro de la tarde, el rey subió a su<br />
automóvil y tras despedirse de un pueblo enfervorizado<br />
abandonó <strong>Villajoyosa</strong>. A la salida, quiso detenerse un instante<br />
para contemplar un arco construido con cordeles,<br />
esteras y otros productos de la comarca que los vecinos<br />
habían construido para la ocasión.<br />
Días después el pueblo de <strong>Villajoyosa</strong> quiso homenajear<br />
de nuevo al monarca, poniéndole su nombre a una<br />
calle, la que hasta entonces había sido la calle del Mar.<br />
A partir de este momento se inician las obras que<br />
darían como resultado una estación en la que la disposición<br />
de las vías estaba formada por una vía general, una<br />
de sobrepaso de ésta, mediante el correspondiente desvío<br />
situado al lado de Denia, otra vía que servía de muelle<br />
de pequeña velocidad, llegando hasta la placa giratoria.<br />
De esta misma vía, antes del puente, nacía otra que permitía<br />
la comunicación con el cocherón de carruajes.<br />
Los edificios que componían esta instalación en su<br />
origen eran siete entre ellos se incluyen el edificio de viajeros<br />
que era de planta rectangular, el edificio de servicios<br />
y lampistería que fue derribado en los años 80 del siglo<br />
XX, y el de la cantina.<br />
CONCESIÓN DEL TITULO DE CIUDAD<br />
La historia de <strong>Villajoyosa</strong> está marcada por cuatro<br />
fechas de gran transcendencia para la ciudad. En el 74<br />
69<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
d.C. el emperador romano Vespasiano concede a la ciudad de Allon el título de municipium.<br />
Con ello le asigna un territorium (término municipal) que se corresponde con<br />
toda la actual comarca de la Marina Baixa. Sólo hubo cuatro ciudades romanas en la<br />
actual provincia de Alicante: Dianium (Dénia), Allon, Lucentum (la Albufereta de<br />
Alicante) y Ilici (La Alcudia de Elche, colonia).<br />
Otro momento clave se dio en 1300, cuando Bernat de Sarrià, almirante del rey<br />
Jaume II el Just, concede a <strong>Villajoyosa</strong> Carta Pobla. Ésta supone la asignación de los<br />
fueros de Valencia y la construcción de una ciudad valenciana en la frontera del Reino<br />
de Valencia con Castilla, en una zona controlada por la Orden castellana de Santiago.<br />
La villa se construye sobre las ruinas de la antigua ciudad ibérica y romana de Allon.<br />
En 1443 la reina María (esposa de Alfonso V el Magnánimo) concede a la villa de<br />
Vila Joiosa el codiciado privilegio de Villa Real. De esta forma lo separa del control de<br />
la nobleza y de la Orden de Santiago, y potencia enormemente su desarrollo económico<br />
y portuario. La Vila posee unos reales astilleros donde se construye parte de la<br />
flota de galeras del Reino, y es el único puerto autorizado para embarque y desembarco<br />
de pasajeros y mercancías en la comarca de la Marina Baixa. La reina concede<br />
con el privilegio real a la Vila su bandera (el escudo sobre las barras de Aragón) y<br />
el escudo de la Vila ostenta desde entonces la corona real, un privilegio de pocas ciudades<br />
alicantinas.<br />
El 6 de abril de 1911 Alfonso XIII concede a <strong>Villajoyosa</strong> el título de ciudad, atendiendo<br />
a su lealtad a la Corona y a su extraordinario desarrollo portuario e industrial<br />
(en la década de 1860 su puerto alcanza la segunda matrícula naval de España).<br />
<strong>Villajoyosa</strong> es la única ciudad a la que se ha otorgado formal e individualmente este<br />
título en la comarca; el resto poseen el título de villa.<br />
Dos meses después de la visita real la alcaldía de <strong>Villajoyosa</strong> recibe un comunicado<br />
en el que se expresa una Real Orden firmada por el Rey en la que se puede leer<br />
textualmente: “Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio a la villa de <strong>Villajoyosa</strong><br />
provincia de Alicante por el aumento de la población, desarrollo de su agricultura,<br />
industria y comercio y su constante adhesión a la Monarquía constitucional vengo a<br />
conceder el título de Ciudad”.<br />
En este mismo año el rey también le concedió tal distinción a otras villas como<br />
Torredonjimeno (Jaén), Alcaudete de la Jara (Toledo), Tacoronte (Tenerife) y Jumilla<br />
(Murcia).<br />
Una vez nombrada ciudad, <strong>Villajoyosa</strong> experimenta una serie de mejoras relacionadas<br />
con varios acontecimientos importantes que se producen en la localidad.<br />
Uno de estos acontecimientos es la inauguración del ferrocarril, que sirve tanto<br />
para una mejor comunicación entre ciudades a las que antes era casi imposible acceder<br />
como para una mejora en el comercio entre ellas.<br />
El abastecimiento de agua para riego se ve favorecido por una nueva técnica, el<br />
azud, constituida por la Comunidad de Propietarios de las Huertas de <strong>Villajoyosa</strong> con<br />
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El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Lugar donde se construyó el puerto de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
la que se conseguía aumentar la cantidad de agua para el<br />
riego eventual. En el mismo lugar donde se ubicó el azud<br />
se construiría años más tarde el pantano del Amadorio.<br />
La construcción del puerto también impulsa el<br />
comercio tanto a nivel nacional como internacional lo que<br />
lleva consigo una mejora de la flota pesquera. En 1909 el<br />
Ayuntamiento ya había tramitado la petición de su construcción<br />
y en la visita de Alfonso XIII de 1911 se hizo partícipe<br />
al monarca de esta necesidad.<br />
El puerto de <strong>Villajoyosa</strong>, hasta la fecha, había sido el<br />
puerto de la localidad de Alcoy, por donde entraban parte<br />
de las materias primas que necesitaba y salía un gran porcentaje<br />
de sus productos manufacturados hacia los mercados<br />
nacionales e internacionales.<br />
Durante varios años no hubo noticias del Ministerio<br />
para su construcción, tan sólo un mes después de la inauguración<br />
del ferrocarril Alicante-Denia (1914) se recibió un<br />
telegrama autorizando a la Jefatura de Obras Públicas de<br />
Alicante para la redacción del proyecto del puerto.<br />
En 1920 el Ministerio de Fomento notificó al<br />
Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong> la aprobación con carácter<br />
de urgencia del proyecto del puerto. Debido al mal estado<br />
del camino que unía al puerto de la población, el consistorio<br />
presentó al Ministerio el proyecto de construcción<br />
de un camino de acceso al puerto que partiendo de la<br />
carretera de Silla a Alicante en un punto cercano al ferrocarril<br />
de la Marina, permitiera enlazar el tráfico de mercancías<br />
y viajeros hacia el puerto.<br />
El 10 de septiembre de 1923 tuvo lugar la colocación<br />
de la primera piedra del muelle de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
La construcción del puerto fue decisiva para la economía<br />
de la población ya que se estaba produciendo un<br />
crecimiento de las industrias instaladas en la ciudad y el<br />
comercio estaba sufriendo un progresivo desarrollo. Con<br />
el puerto, se facilita el embarque y desembarque de mercancías<br />
procedentes y destinadas a las costas españolas<br />
y protectorado de Marruecos.<br />
Los cambios se producen tanto en el ámbito económico<br />
como en el social, pero lo hacen de forma paulatina<br />
y muy lenta. Los cambios sociales propiciados por avances<br />
técnicos y por los nuevos medios de comunicación<br />
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La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
empezaron a desarrollarse a finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX en el<br />
ámbito nacional, pero hasta los años 20 no se hicieron sentir en <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
En cuanto a la electricidad, aunque desde finales del siglo XIX <strong>Villajoyosa</strong> ya disponía<br />
de fluido eléctrico, será a partir de 1910 cuando experimenta grandes mejoras<br />
y amplia su radio de acción llegando incluso a los barrios y partidas más alejados del<br />
centro de la ciudad.<br />
En el año 1929, y después de reiteradas peticiones al Estado para la concesión<br />
de un teléfono interurbano, se instaló en <strong>Villajoyosa</strong> el servicio manual de la Compañía<br />
telefónica. En este momento la colocación de la línea telefónica supuso una mejora<br />
en las comunicaciones, quedando estancada la comunicación por correo.<br />
Será también en estos años de cambios cuando El Banco Español de Crédito<br />
instale una sucursal en <strong>Villajoyosa</strong>. Hasta el momento todas las operaciones bancarias<br />
eran realizadas a través de un corresponsal que la banca tenía en la ciudad. No<br />
hay que olvidar que la banca jugó un papel predominante en todas las operaciones<br />
comerciales e industriales de la población en aquella época.<br />
Para finalizar, no podemos olvidar las mejoras que se produjeron en la educación.<br />
Ya en 1908 se había producido un cambio importante en la educación local con<br />
la construcción de una escuela de niños y niñas en la partida de la Ermita, sufragada<br />
por los hermanos Álvaro y Pedro Esquerdo. Hasta el momento no había existido una<br />
escuela que cumpliera todas las medidas de higiene y cubriera las necesidades de los<br />
niños que acudían a ella.<br />
En 1929 se finaliza la construcción de otro colegio con las mismas características<br />
en la Calle Colón, también costeado por Álvaro Esquerdo. A partir de éste<br />
momento, y con los dos colegios, todos los niños que lo desearan podían acudir a<br />
las clases que se impartían en estos deseados edificios.<br />
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El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
VESTIDOS PARA RECIBIR AL REY. INDUMENTARIA Y<br />
ADORNO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX<br />
El año en que Alfonso XIII visitó <strong>Villajoyosa</strong> se publicó<br />
en Francia L’émancipation sexuelle de la femme, de<br />
Madeleine Pelletier y en Madrid dos señoras se pasearon<br />
con falda-pantalón, con el consiguiente escándalo. Esto<br />
es una muestra de los grandes cambios que empezaban<br />
a producirse con respecto al papel de la mujer en la sociedad.<br />
No obstante, en la vida cotidiana y la indumentaria<br />
estos cambios fueron muy progresivos y se dieron mucho<br />
antes en las grandes ciudades que en las provincias.<br />
En el periodo conocido como la Belle Époque (de<br />
finales del siglo XIX hasta la I Guerra Mundial) desaparecen<br />
los instrumentos para dar volumen a las faldas, los<br />
vestidos son más ligeros, permiten más movilidad, lo que<br />
también tiene que ver con el cambio de rol de la mujer, su<br />
incorporación al mundo laboral y su reivindicación de<br />
derechos.<br />
El cuerpo de la mujer aparece con sus curvas acentuadas.<br />
Pero se pasó de una silueta antinatural a otra artificialmente<br />
natural. Los corsés, que llegaban a las caderas,<br />
propiciaban la silueta en S y el pecho de paloma. Este<br />
armazón daba un aspecto muy rígido al pecho, por lo que<br />
se concentraba la decoración del vestido en esta parte,<br />
sobre todo con encajes mecánicos, para disimularlo. Se<br />
marcan mucho la cintura y las caderas y la curvatura lumbar<br />
acentúa la redondez de los glúteos.<br />
Esta nueva silueta se encarnó a la perfección en la<br />
“chica Gibson”, un personaje de ficción que apareció en la<br />
revista americana Life en la década de 1890. La Chica<br />
Gibson representaba el nuevo ideal femenino de mujer<br />
trabajadora y que exigía equipararse en derechos con el<br />
hombre. Su creador, Charles Dana Gibson, se inspiró en<br />
su propia esposa y en las hermanas de ésta. De hecho,<br />
una de ellas fue Nancy Astor, la primera mujer que fue<br />
miembro del Parlamento, en la Cámara de los Comunes<br />
británica. La Chica Gibson fue la precursora de la femme<br />
fatale, de la “vampiresa” de los años 20.<br />
Los vestidos de dos piezas y las telas de algodón<br />
permitieron a la mujer ir más cómodas y adecuadas para<br />
su incipiente actividad profesional y social. Los tejidos<br />
estampados (conocidos como “indianas”), muy utilizados<br />
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El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
ya en el siglo XIX por su precio y por ser muy sufridos, tuvieron mucha importancia en<br />
las toilettes de las mujeres de principios del siglo XX. Barcelona y otras ciudades catalanas<br />
acapararon la producción española de tejidos estampados aunque a <strong>Villajoyosa</strong><br />
solían llegar desde Marsella, el centro europeo más importante en este tipo de telas<br />
durante siglos.<br />
Por su parte, el maquillaje fue uno de los aspectos que cambió la estética femenina<br />
en la Belle Époque. Las mujeres burguesas del XIX querían un aspecto natural,<br />
con la piel pálida, sólo las prostitutas llevaban maquillajes llamativos. A finales del XIX<br />
y principios del XX los maquillajes se acentúan y se busca más una belleza artificial,<br />
que llegará a su máxima expresión en los años 20, lo que trae consigo un gran desarrollo<br />
de la industria cosmética.<br />
ABANICOS Y PEINETAS<br />
El abanico fue usado ya por los egipcios, babilónicos, persas, griegos y romanos,<br />
pero su formato plegable fue inventado por un japonés que se inspiró en el modo<br />
en que los murciélagos plegaban sus alas. En Occidente, aunque se utilizó antes, fue<br />
Catalina de Médicis (1518-1589) la que lo puso de moda en todas las cortes europeas.<br />
El la corte de Luis XIV se convirtió en un auténtico objeto de lujo, realizado con los<br />
materiales más nobles y decorado por los mejores artistas del momento.<br />
En el siglo XVIII los Borbones trajeron las modas francesas y el abanico vivirá su<br />
momento de mayor apogeo al tiempo que España se convirtió en uno de los principales<br />
productores de abanicos del mundo.<br />
Este complemento también ha tenido siglos atrás un gran papel como vehículo<br />
de un lenguaje invisible y cifrado. La campiología estudia esta compleja terminología,<br />
según la orientación del abanico y el modo de sujetarlo.<br />
El abanico ha perdurado hasta nuestros días como complemento por su utilidad<br />
y por ser parte de la indumentaria típica de prácticamente todas las regiones de<br />
España.<br />
El uso de la peineta como adorno del cabello tiene como antecedente el tocado<br />
de la mujer ibérica, pero se generalizó a finales del siglo XVIII, más como ostentación<br />
que como sujeción del cabello. Solían ser de metales como oro, bronce dorado<br />
y acero pero conforme creció su tamaño, se hizo necesario el cambio a un material<br />
más ligero, como el asta o el carey.<br />
En las revistas de la época se mencionaba la peineta como un accesorio imprescindible<br />
en el atuendo femenino; se recomendaba el uso de la peineta de perlas y diamantes<br />
para las fiestas notables y la de concha para las reuniones de más confianza.<br />
Con el tiempo, la paulatina desaparición de las tortugas de las que se obtenía la<br />
concha hizo que las peinetas de carey o de concha empezaran a sustituirse por otras<br />
de materiales sintéticos, para evitar la total extinción de esta especie. El nitrato de<br />
celulosa fue el material más adecuado para la imitación del carey por su color y tex-<br />
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El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
tura y porque admitía técnicas finales de corte que permitían decorar las peinetas con<br />
finos y gruesos calados. Además, su bajo coste permitió la popularización de este<br />
adorno que sigue presente en el atuendo femenino para determinadas celebraciones<br />
y en la indumentaria regional.<br />
FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRAFÍA<br />
- SOLER SORIANO, Jaume. Des del cantó d’el Mercantil. Ayuntamiento de<br />
<strong>Villajoyosa</strong>, 1995<br />
-LLORCA BAUS, Carles. La Vila del Mar. Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong> 1985<br />
-LLORCA BAUS, Jose María Esquerdo; el gran desconocido. Ayuntamiento de<br />
<strong>Villajoyosa</strong>, 1984<br />
- <strong>Archivo</strong> fotográfico de Fotocine La Vila.<br />
-<strong>Archivo</strong> Municipal de Alicante:<br />
- Periódico el Heraldo de Alicante de 1911<br />
- Periódico el Correo de Alicante de 1911<br />
- Periódico La Voz de Alicante de 1911<br />
- Periódico el Graduador de 1911<br />
- Periódico el Diario de Alicante de 1911<br />
- Hemeroteca Nacional:<br />
- Periódico el ABC 14 de Febrero de 1911<br />
- Periódico ABC 15 de Febrero de 1911<br />
- La Gaceta de los Caminos de Hierro (1882-1914)<br />
- PAYÁ NICOLAU José, ORTEGA ÁLVAREZ, Carlos y VAELLO ROGLES, Jaume.<br />
<strong>Villajoyosa</strong>, una estación con mucha historia. Revista el Guardafrenos<br />
- Generalitat Valenciana. Consellería de Infraestructuras y Transporte. 150 años<br />
de Ferrocarril Alicante-Madrid.<br />
- PIZARRO GÓMEZ, Francisco Javier. “La entrada triunfal y la ciudad en los<br />
siglos XVI y XVII”. Espacio, Tiempo y Forma. Serie VII: Historia del Arte, págs. 121-<br />
134, 1991<br />
- V Congreso de Historia Ferroviaria. Gobierno de las Islas Baleares. Octubre de<br />
2009.<br />
75<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
- VV.AA, 100% Siglo XX. La colección de moda contemporánea del Museo del<br />
Traje. CIPE. Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura. Madrid, 2009.<br />
- HERRADÓN FIGUEROA, Mª Antonia y SECO SERRA, Irene. La tradición en el<br />
espejo. Pervivencia de elementos históricos en la indumentaria popular española.<br />
Museo del traje. CIPE. Madrid, 2010.<br />
- Revista Datatèxtil 1. Centre de Documentació i Museu Tèxtil. Terrassa 1999.<br />
- Revista Datatèxtil 2. Centre de Documentació i Museu Tèxtil. Terrassa 1999.<br />
- DEVESA BENEYTO María, PAYÁ NICOLAU José y LLORCA SERRANO Miguel.<br />
Memoria Gráfica de La Vila Joiosa (1891- 1966). <strong>Villajoyosa</strong>, 2002.<br />
- REDONDO SOLANCE, María. Abanicos del siglo XVIII y XIX. Modelo del mes,<br />
junio 2005.<br />
- THE KYOTO COSTUME INSTITUTE, Moda. Una historia desde el siglo XVIII al<br />
siglo XX, Tachen, Köln, 2006<br />
76<br />
El ferrocarril, la visita de Alfonso XIII y la concesión del título de ciudad
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
VIII - “1911. EL AÑO QUE VINO EL REY”. CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN<br />
Carmina Bonmatí Lledó y Marta Gema Sellés Cano<br />
Con la colaboración de Mercedes Pasalodos Salgado en la catalogación de los vestidos<br />
femeninos y de Mª Antonia Herradón Figueroa en la catalogación de los pendientes.<br />
LA VILA JOIOSA, 1911. ECONOMIA, POLÍTICA Y<br />
SOCIEDAD<br />
Uniforme de verano del cuerpo de Sanidad Militar.<br />
Perteneció a Jacinto Vinaches, que fue médico militar en<br />
la Guerra del Rif comenzada en 1911. Se identifica por el<br />
emblema del cuello de la guerrera, compuesto por la cruz<br />
de Malta en plata rodeada de ramos de olivo cruzados en<br />
oro. Con la creación de este cuerpo, en 1836, se reconoce<br />
el papel desempeñado dentro del ejército por el personal<br />
al cuidado tanto del rey como de los heridos en el<br />
campo de batalla. Donación de la familia Vinaches López.<br />
Ros de cuero negro con funda blanca de verano de<br />
Jacinto Vinaches. El nombre de ros viene dado por el primer<br />
apellido del teniente Antonio Ros de Olano que fue el<br />
inventor de este tipo de gorro militar, también llamado<br />
quepis. El ejército español lo usó hasta los años 70 y hoy<br />
solo se usa para actos conmemorativos de la Guardia<br />
Real. Donación de la familia Vinaches López.<br />
Retrato de Jacinto Vinaches con uniforme de gala del<br />
Cuerpo de Sanidad Militar. Ejerció como médico en<br />
<strong>Villajoyosa</strong> en los años 20. Prestamo de la familia<br />
Vinaches López<br />
77<br />
1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Medalla de oro de Alfonso XII otorgada en 1921 al Dr.<br />
Álvaro Esquerdo. La orden Civil de Alfonso XII, fue creada<br />
en 1902 bajo el reinado de Alfonso XIII, momento en que<br />
comienzan a crearse en España las Órdenes ministeriales<br />
que premiaban méritos de cada ramo. Las que, como<br />
ésta, tienen el distintivo morado premiaban los servicios<br />
relacionados con la salud pública. Préstamo de la<br />
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.<br />
Óleo de Tomás Vaello (1897) en el que se aprecia una vista<br />
del Paraíso y la Malladeta. Se aprecia el pabellón de señoras<br />
del sanatorio de José María Esquerdo. La torre-estudio<br />
del Doctor Esquerdo en lo alto de la Malladeta se<br />
construiría poco después. Colección particular,<br />
<strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Escultura en bronce Pedro Estany de 1914. Realmente es<br />
la maqueta del grupo escultórico que el artista erigió en<br />
Madrid y que está considerada su mejor obra, aunque<br />
sólo se conserva el busto de José María Esquerdo. Fue<br />
costeada por Alfonso XIII, en memoria del Doctor<br />
Esquerdo, que había tenido el honor de ser caballero<br />
cubierto ante el rey. En este monumento dedicado al liberalismo<br />
se encuentran todo los símbolos republicanos en<br />
su parte derecha. Colección particular, <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Pintura mural, de autor desconocido, que representa a<br />
una ménade y forma parte de un conjunto de cuatro pinturas<br />
murales mitológicas, de carácter erótico, que decoraban<br />
las paredes de un reservado del Café Mercantil<br />
desde 1909. El Mercantil funcionó como una especie de<br />
casino local, en el que se reunían círculos políticos y<br />
sociales. Las pinturas de este tipo son típicas de ambientes<br />
masculinos en los que se hacían tertulias y se fumaba,<br />
y en los que estaba prohibida la entrada a las mujeres.<br />
Museo Municipal de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
78<br />
1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
EL TREN LLEGA A LA VILA. LA LÍNEA FÉRREA<br />
ALICANTE - DENIA.<br />
Locomotora de vapor que hizo el trayecto inaugural de la<br />
línea ferroviaria Alicante-Denia en 1914. Este tren estaba<br />
formado por siete coches, dos furgones y un cochesalón.<br />
Para el trayecto de inauguración fue engalanada<br />
con plantas, flores y banderas de los colores nacionales.<br />
Su peso era de 36 toneladas con tres ejes acoplados,<br />
bisel delantero y recalentadores Smit, tipo alemán. Los<br />
coches eran de modelo americano, con ocho ruedas y<br />
montados sobre bogias. Museo Municipal de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Fotografía de la construcción del puente del ferrocarril que<br />
se inauguró en 1910. Este puente, levantado sobre el río<br />
Amadorio, estaba formado por cuatro arcos de 20<br />
metros, dos de 8 metros y con una altura media de 25<br />
metros. Préstamo de Mª Isabel Zaragoza Soler.<br />
Contrato de compra del 24 de agosto de 1911 por parte<br />
de Henri Cézard, como representante de la Compañía de<br />
los Ferrocarriles E.S.A., de unos terrenos propiedad de<br />
Vicenta, Antonia y Concepción Aragonés Aragonés situados<br />
en la partida de Barberes de <strong>Villajoyosa</strong>. Préstamo de<br />
Francisco Maciá Soler.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Billete nº 1 de segunda clase de vuelta del trayecto inaugural<br />
del ferrocarril que cubría la línea Alicante-<strong>Villajoyosa</strong><br />
en 1914.<br />
Este tipo de billete es conocido como Edmondson por el<br />
nombre de su creador. Él fue el que desarrolló el primer<br />
tipo de billete pre-impreso en cartón, que posteriormente<br />
podía ser validado. Estos billetes han perdurado en la<br />
mayoría de las compañías ferroviarias hasta los años<br />
ochenta del siglo XX, cuando fueron sustituidos por los<br />
billetes de impresión mecánica. Museo Municipal de<br />
<strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Acciones emitidas por la Compañía de los Ferrocarriles<br />
Estratégicos y Secundarios de Alicante en 1912 a favor de<br />
las sociedades civiles de los obligacionistas de la compañía<br />
para las líneas de <strong>Villajoyosa</strong> hasta Denia y de Alicante<br />
hasta <strong>Villajoyosa</strong>. Con estas acciones las sociedades civiles<br />
de obligacionistas se beneficiaban de un 75 por cien<br />
de los dividendos de los accionistas. Préstamo de<br />
Jerónimo Lloret.<br />
Cámara fotográfica que sustituyó a las primitivas cajas<br />
que se utilizaron hasta mediados del siglo XIX. Esta cámara<br />
de madera con fuelle negro utilizaba como soporte<br />
fotográfico placas de vidrio. Éstas estaban formadas por<br />
una hoja de vidrio cubierta de una emulsión sensible a la<br />
luz de la que resultaba una imagen de alta calidad, pero<br />
el tiempo que tenía que estar expuesta era muy largo.<br />
Poco a poco fueron desapareciendo hasta ser sustituidas<br />
por las películas de rollo que se empezaron a fabricar<br />
1889 gracias a la aportación de George Eastman.<br />
Préstamo de Patricia Santamaria Brotons.<br />
80<br />
1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Las primeras cámaras Kodak que se cargaron con rollo<br />
de película fueron fabricadas en 1888, pero lo que se<br />
puede considerar el comienzo de la fotografía moderna<br />
instantánea fue la producción de una cámara con carcasa<br />
para película de rollo que se podía cargar a plena luz<br />
en 1895. La cámara fotográfica Kodak de bolsillo nº1 serie<br />
II (1914-1931) diseñada para películas A120 tenía la peculiaridad<br />
de ser autógrafa, lo que permitía dejar cortos<br />
mensajes manuscritos entre foto y foto. Este tipo de<br />
carrete fue fabricado en 1901, pero hasta 1914 no empezó<br />
a utilizarse. Préstamo de Maruja López.<br />
Cartel de la corrida de toros del 30 de julio de 1908 en<br />
Valencia.<br />
A principios del siglo XX, cuando el fútbol todavía no era<br />
un fenómeno mundial como actualmente y el automovilismo<br />
y la aviación causaban furor pero solo eran seguidos<br />
por una minoría, el toreo era el espectáculo más popular.<br />
Por esas fechas aparecen nombres como Rafael<br />
González “Machaquito” y Ricardo Torres “Bombita” que<br />
dieron paso a la llamada “época dorada” del toreo español<br />
entre 1910 a 1920. Sustituto de estos maestros fue<br />
Rafael Gómez “El Gallo”, conocido como el primer torero<br />
de nivel que se negó a matar ciertos toros pero muy querido<br />
por ser reflejo de la vieja lidia. Préstamo del Museo<br />
Taurino de Valencia.<br />
Imagen cedida por el Museo Taurino de Valencia.<br />
81<br />
1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
LA VISITA DE ALFONSO XIII A VILLAJOYOSA<br />
Paleta de plata maciza, con la que Alfonso XIII colocó la<br />
primera piedra de la estación del ferrocarril de <strong>Villajoyosa</strong><br />
y en la que se puede leer “S. M. el rey D. Alfonso XIII inauguró<br />
las obras de ferrocarril estratégico de <strong>Villajoyosa</strong> a<br />
Denia con esta paleta el día 13 de Febrero de 1911”.<br />
Préstamo del Museo Arqueológico Provincial de Alicante<br />
(MARQ)<br />
Imagen cedida por el Museo Arqueológico<br />
Provincial de Alicante (MARQ).<br />
Bando del Alcalde Jaime Llinares en vísperas de la visita<br />
real. En él se anuncia la visita de Alfonso XIII, ensalzando<br />
su figura, y se insta a los vecinos a engalanar sus casas y<br />
a recibir al rey con entusiasmo. <strong>Archivo</strong> Municipal de<br />
<strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Programa de actos confeccionado por la comisión que<br />
fue formada para la organización de los actos festivos con<br />
motivo de la llegada del rey Alfonso XIII a <strong>Villajoyosa</strong>. Esta<br />
comisión estaba compuesta entre otros por los concejales<br />
Jaime Soler Urrios, Ignacio Zaragoza Zaragoza y por<br />
el propio Alcalde Jaime Linares. Los actos se llevarían a<br />
cabo los días previos a la llegada del rey 10, 11, 12 y el<br />
día 13 cuando se realizaría el acto. Además de la programación<br />
de esos días en la que se disfrutaría de castillos<br />
de fuegos artificiales, corridas de toros, citas cinematográficas<br />
y bailes, el ayuntamiento aprovecha para animar<br />
a los vecinos de <strong>Villajoyosa</strong> a engalanar sus calles y fechadas<br />
para la visista del monarca. <strong>Archivo</strong> Municipal de<br />
<strong>Villajoyosa</strong>.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Fotografía en la que se ve a los vecinos de <strong>Villajoyosa</strong><br />
viviendo con gran expectación el momento en que el rey<br />
coloca la primera piedra de la estación del ferrocarril. Para<br />
la visita del rey se decoraron calles, edificios y todos los<br />
caminos por donde pasaría el monarca siguendo un<br />
estricto protocolo. Entre los elementos ornamentales utilizados<br />
estaban los escudos de la Casa Real del Rey<br />
Alfonso XIII, el de su padre Alfonso XII o el compuesto por<br />
las tres flores de lis de los Borbones. En esta imagen se<br />
aprecia a la derecha el escudo de la madre del rey, María<br />
Cristina Habsburgo-Lorena.<br />
Retrato de grupo. La niña del lazo es Antonia Aragonés<br />
Mayor, con 4 años; el niño que está detrás de ella es su<br />
hermano Jaime, con 8 años y el niño de la izquierda su<br />
hermano Cayetano, con 10 años. La niña de la derecha es<br />
Ángela Ruiz Galiana. Museo Municipal de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Libro de cuentas del Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong> del año<br />
1911 donde se reflejan de manera detallada los gastos<br />
que conllevó la visita de S.M. Alfonso XIII. <strong>Archivo</strong><br />
Municipal de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
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La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Invitación al acto de inauguración de las obras de la estación<br />
del ferrocarril de <strong>Villajoyosa</strong> en el que se les daba la<br />
posibilidad a los invitados de embarcar en el crucero<br />
Extremadura para ser trasladados desde Alicante hasta<br />
<strong>Villajoyosa</strong>. En <strong>Villajoyosa</strong> se había construido un desembarcadero<br />
provisional para recibir a estos barcos. La llegada<br />
de los invitados se produjo unas horas antes que la del<br />
rey, lo que les permitió desembarcar con tranquilidad y<br />
ocupar el lugar reservado para ellos. <strong>Archivo</strong> Municipal de<br />
Alicante.<br />
Invitación de la Compañía de los Ferrocarriles Estratégicos<br />
y Secundarios a la inauguración de los trabajos de construcción<br />
de la línea de <strong>Villajoyosa</strong> a Denia. El día 9 de<br />
Febrero, el Consejo de Administración y la Comisión consultiva<br />
de París de la compañía envió esta tarjeta a periodistas<br />
de distintos medios para invitarles a la inauguración.<br />
Además, puso a su disposición un automóvil para<br />
trasladarlos de Alicante a <strong>Villajoyosa</strong> a las doce y media de<br />
la mañana. Entre los invitados se pudo ver a representantes<br />
y directores de la prensa local y algunos corresponsales<br />
de periódicos de Madrid. <strong>Archivo</strong> Municipal de<br />
Alicante.<br />
Ejemplares de la revista Nuevo Mundo entre 1910-1911<br />
encuadernados. Esta revista fue editada semanalmente<br />
en Madrid desde 1895 hasta 1933 y ofrecía un repaso de<br />
la actualidad española de la época. En sus páginas interiores<br />
se trataban tanto temas políticos, sociales y culturales<br />
con un anexo ilustrado con numerosas fotografías.<br />
También tenía un apartado dedicado a anuncios publicitarios.<br />
Préstamo de María Devesa Beneyto.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
LA CONCESIÓN DEL TÍTULO DE CIUDAD<br />
Libro de actas de plenos del Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong><br />
(18 de octubre de 1910 – 25 de febrero de 1912) en el que<br />
figura la concesión del título de ciudad a <strong>Villajoyosa</strong> por el<br />
rey Alfonso XIII en el acta del 9 de abril de 1911. <strong>Archivo</strong><br />
Municipal de <strong>Villajoyosa</strong>.<br />
Fotografía de Jaime Lloret Valenzuela que formaba parte<br />
de la comitiva de pescadores y marineros que se acercó<br />
al rey el día de su visita a <strong>Villajoyosa</strong> para pedirle la construcción<br />
de un puerto refugio de los barcos de pesca. De<br />
Jaime, conocido como “tío Melases”, se cuenta que se<br />
dirigió al Rey, y al hacerle su propuesta en valenciano, el<br />
traductor que la transmitió al monarca se confundió y tradujo<br />
la palabra “mollet” que en valenciano significa puerto<br />
pequeño por la palabra “salmonete” que hace referencia a<br />
un pescado. Préstamo de María Lloret Llinares.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
VESTIDOS PARA RECIBIR AL REY. INDUMENTARIA Y<br />
ADORNO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.<br />
Cuerpo y falda de algodón estampado con motivos geométricos<br />
y pechera con guipur crudo y solapas con pasamanería.<br />
Cuello guarnecido con encaje mecánico como<br />
las bocamangas. Hacia 1900 - 1902.<br />
En esta primera década del siglo XX, y sobre todo a partir<br />
de 1907 adquieren mucho protagonismo los pecheros,<br />
que formaban parte del cuerpo aunque trataban de aparentar<br />
lo contrario. Préstamo de María Orts.<br />
Cuerpo y falda de algodón estampado con motivos geométricos,<br />
popularmente conocido como “el de las banderitas”.<br />
Aunque en estos años la moda daba volumen a los<br />
hombros, durante un breve periodo se volvió a optar por<br />
los hombros caídos, como en este caso en que aparece<br />
la manga ancha hasta el codo y ajustada en el antebrazo.<br />
1903-1904. Préstamo de Paquita Llinares.<br />
Cuerpo y falda de seda tornasolada. Hacia 1906. Los<br />
cuerpos de esta época van siempre cerrados sobre el<br />
hombro izquierdo con numerosos corchetes y automáticos<br />
de forma que quedaban invisiblemente cerrados.<br />
Préstamo de Paquita Llinares.<br />
Cuerpo y falda de algodón estampado. Cuerpo fruncido<br />
desde el cuello recto a la cintura a modo de pechera.<br />
Mangas con marcado vuelo en el inicio. Este estampado<br />
era conocido popularmente como “el de los pendientes”.<br />
Hacia 1898 - 1900. Préstamo de Pepita Soriano.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Camisa de tafetán de algodón blanco con canesú decorado<br />
con pequeños pliegues verticales y solapas con<br />
pasacintas de raso rojo y falda de algodón estampado<br />
con motivos geométricos. Hacia 1900 - 1905. Préstamo<br />
de Marta García (falda) y Ana Lloret (camisa).<br />
Cuerpo y falda de algodón estampado. Cuerpo fruncido<br />
desde los hombros hasta la cintura. La aplicación de dos<br />
tiras bordadas dispuestas en uve remarca una pechera.<br />
La misma tira bordada adorna las bocamangas. Mangas<br />
con marcado vuelo en el inicio. Lleva un cuerpo interior al<br />
que van cosidas las ballenas forradas, aprovechando las<br />
costuras. Hacia 1898 - 1900. Donación de María Garrido.<br />
Camisa de tafetán de algodón decorada con entredós de<br />
encaje, cuello y bocamangas y con lazo de raso morado.<br />
El pantalón presenta costura en el tiro, cintura fruncida y<br />
cinturilla recta que cierra en los laterales con ojal y botón.<br />
Ambas perneras se rematan con un entredós y puntilla de<br />
encaje. 1900-1910<br />
En este periodo la ropa interior tiene una creciente tendencia<br />
al lujo y se va llenando de adornos. La diferencia<br />
entre las familias más y menos pudientes estaba en el<br />
número de piezas más que en la riqueza del adorno.<br />
Préstamo de Paquita Llinares.<br />
Enagua de algodón blanco de principios de siglo XX.<br />
Aunque en 1911 estaban empezando a abandonarse las<br />
enaguas a favor de la llamada enagua-pantalón, la aparición<br />
de la falda-pantalón para la mujer generó una reacción<br />
que acabó devolviendo a la enagua el esplendor de<br />
años anteriores. Préstamo de Marta García.<br />
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La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Enagua de algodón blanco de principios del siglo XX. El<br />
color blanco de la ropa interior no tenía ningún simbolismo,<br />
era una cuestión práctica y de higiene, se lavaba y se<br />
planchaba más cómodamente. Préstamo de Paquita<br />
Llinares.<br />
Enagua de hilo principios de siglo XX. Hasta finales del<br />
siglo XIX se había utilizado mucho el hilo en la ropa interior,<br />
pero a partir de entonces se generalizó el uso del<br />
algodón por prescripción médica y porque con los primeros<br />
químicos para el lavado el algodón daba mucho mejor<br />
resultado. Préstamo de la familia Ferrer.<br />
Pañuelo femenino de algodón estampado de principios s.<br />
XX. Los estampados llamados de Cachemira (por la<br />
región originaria de las telas de lana así decoradas) fueron<br />
muy populares durante el siglo XIX en grandes chales y<br />
esa tendencia perduró en pañuelos y otras prendas en<br />
siglo XX. Préstamo de Pepita Soriano<br />
Pañuelo femenino de algodón estampado de principios s.<br />
XX. Hacia 1908 las manteletas usadas a modo de chal,<br />
para abrigo o como adorno, eran un complemento indispensable<br />
en el atuendo femenino. Préstamo de Pepita<br />
Soriano<br />
Pañuelo femenino de algodón estampado de principios s.<br />
XX. Préstamo de Marta García.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Capa española confeccionada en paño negro y con broches<br />
dorados lisos. Perteneció a Masiá Vinaches Llinares,<br />
que nació hacia 1870. Se compró la capa antes de la visita<br />
de Alfonso XIII a la Vila. Donación de la familia Vinaches<br />
López.<br />
Blusa de hilo de niño abotonada en la parte delantera.<br />
Principios del siglo XX. Este tipo de camisa, confeccionada<br />
normalmente en colores neutros, sin cuello, con canesú<br />
y faldón largo se llevaba en origen recogida por un fajín<br />
pero a mediados del siglo XIX empieza a llevarse suelta o<br />
anudada y así es como se ha conservado como prenda<br />
tradicional de la clase trabajadora. Préstamo Maruja<br />
López.<br />
Chaleco masculino. Hacia 1915<br />
El chaleco tiene su origen en el siglo XVI como evolución<br />
de la pieza de ropa ajustada, con mangas y corta que los<br />
caballeros se colocaban debajo de la armadura. A lo largo<br />
de los siglos se ha confeccionado en diferentes materiales<br />
pero generalmente se utilizaban dos tejidos, colocando<br />
el más vistoso en la parte delantera. Los primeros chalecos<br />
fueron realizados con cuello que poco a poco fue<br />
reduciéndose hasta que en el siglo XX desapareció totalmente<br />
y quedó el diseño que conocemos actualmente.<br />
Préstamo de la familia Gomis Paya.<br />
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La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Pendiente de un cuerpo en forma de aro plano, decorado<br />
en uno de sus lados con un vidrio facetado montado en<br />
engaste cerrado y con grupos de líneas transversales grabadas.<br />
En el espacio interior, alambre curvo que al mismo<br />
tiempo arma y decora la estructura. El cierre se compone<br />
de una charnela y de una anilla para encajar el extremo.<br />
Segunda mitad del siglo XIX.<br />
Aunque esta tipología nació entre 1800 y 1810, el modelo<br />
fue muy popular durante toda la centuria, especialmente<br />
entre la burguesía. De ahí que se conozcan ejemplares<br />
realizados tanto en oro de 18 K., acompañado de perlas<br />
y de piedras semipreciosas como el citrino, como en oro<br />
bajo, adornado con vidrios de colores. En Francia se<br />
denominan “à la poissarde” (“a la pescadera”), porque<br />
fueron las mujeres de este colectivo quienes los adoptaron<br />
con mayor entusiasmo. En algunos lugares de España<br />
se les conoce con el nombre de “pendientes de la piedra<br />
amarilla”, debido al color del vidrio que los decora.<br />
Préstamo de Marta García.<br />
Peineta de nitrato de celulosa con decoración incisa de<br />
principios siglo XX. Era muy frecuente en la primera década<br />
del siglo XX el adorno de las peinas con imitación de<br />
pedrería y se aconsejaban para paseos, reuniones y teatros.<br />
Préstamo de Marta García.<br />
Peineta de nitrato de celulosa de principios siglo XX. Estas<br />
grandes horquillas sustituyeron a los peinecillos a partir de<br />
1902. Servían para sujetar el cabello, que solía recogerse<br />
trenzado. Préstamo de Ángela Sellés.<br />
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La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Peineta de nitrato de celulosa. 1909 -1912. La destreza a<br />
la hora de colocar las peinetas y horquillas era fundamental<br />
para ocultar los postizos entre el cabello natural y distribuir<br />
las ondas y los bucles. Préstamo de la familia<br />
Gomis Payá.<br />
Peineta de nitrato de celulosa, principios del siglo XX. Las<br />
revistas del momento aconsejaban a las señora guardar<br />
sus peinas en almohadillas de crin blanca forradas de raso<br />
para su perfecta conservación. Préstamo de Ángela<br />
Sellés.<br />
Tenacillas para ondular el cabello. Hacia 1922. En 1911 se<br />
llevaba el cabello muy voluminoso por lo que se recurría a<br />
las tenazas para rizarlo y luego se ahuecaba y se recogía.<br />
Préstamo de la familia Blázquez Galiana.<br />
Caja de cartón forrada de papel polícromo decorado con<br />
diseño Art-Nouveau que contenía polvos de arroz de uso<br />
cosmético de la casa L.T. Piver de París. C. 1905.<br />
Préstamo de Marta García.<br />
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La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Gafas con montura metálica y patillas flexibles y adaptables.<br />
Es de principios del siglo XX (las patillas flexibles<br />
comienzan en 1890 y las plaquetas para la sujeción en la<br />
nariz a partir de 1900 y éstas no las llevan). Préstamo de<br />
Ángela Sellés.<br />
Pitillera de cuero repujado. Hacia 1919. Préstamo de la<br />
familia Blázquez Galiana.<br />
Reloj de bolsillo de maquinaria suiza tipo “Lépine”, sin<br />
tapa sobre el cristal de la esfera, cuyo colgador y la corona<br />
de dar “cuerda” se situan “a las doce” y cuyo segundero<br />
está simétricamente situado “a las seis”. Hacia 1919.<br />
Préstamo de la familia Blázquez Galiana.<br />
Reloj de bolsillo de maquinaria suiza tipo “Lépine”. Hacia<br />
1919. Préstamo de la familia Blázquez Galiana.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Abanico con varillaje y guardas de madera lacada en<br />
negro y país de tela decorado con flores pintadas a mano.<br />
Principios s. XX. Préstamo de Ana Lloret.<br />
Abanico pericón con varillaje y guardas de madera y país<br />
con litografía sobre satén con escena campestre en el<br />
centro y motivos vegetales y animales en los extremos.<br />
Este tipo de abanico, de mayor tamaño, se utilizó mucho<br />
a principios de siglo XX para representaciones reales y<br />
acontecimientos del momento. Préstamo de María Ferrer.<br />
Abanico con varillaje de madera y país con litografía sobre<br />
satén con escena bucólica. Principios s. XX. Préstamo de<br />
Pepita Lloret Esquerdo.<br />
Abanico con varillaje de nitrato de celulosa con medallón<br />
central pintado con imagen eucarística y país de tul con<br />
aplicación de seda con lentejuelas cosidas. Está montado<br />
a la inglesa (quedan descubiertas las varillas por la parte<br />
trasera). Principios s. XX. Préstamo de Vicenta Soler.<br />
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1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
La Vila Joiosa. El centenario del título de ciudad. 1911-2011<br />
Abanico con varillaje de hueso y país de tela con decoración<br />
floral pintada a mano y lentejuelas cosidas. Principios<br />
s. XX. Préstamo de Maruja López.<br />
Abanico con varillaje de hueso y país de tela con decoración<br />
floral pintada a mano y lentejuelas cosidas. Principios<br />
s. XX. Préstamo de Maruja López.<br />
Abanico con varillaje y guardas de hueso y país con litografía<br />
sobre satén con aplicaciones con hilo de seda y lentejuelas.<br />
Principios s. XX. Préstamo de Pepita Lloret<br />
Esquerdo.<br />
94<br />
1911. El año que vino el Rey. Catálogo de la Exposición
CRÉDITOS<br />
Organiza: Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de <strong>Villajoyosa</strong> con la colaboración<br />
del Grupo de Danzas Centener y Grupo de Danzas Almadrava.<br />
Comisariado: Carmina Bonmatí Lledó y Marta Sellés Cano.<br />
Proyecto museográfico y coordinación: Carmina Bonmatí Lledó.<br />
Textos: Marta Sellés Cano, Carmina Bonmatí Lledó.<br />
Documentación: Marta Sellés Cano y Albert Alcaraz i Santonja.<br />
Investigación etnográfica: Mª Jesús Marí Molina.<br />
Audiovisual: Tresdedos Infográfica.<br />
Restauración y conservación: María José Velázquez Pascual.<br />
Diseño gráfico: Tresdedos Infográfica.<br />
Carpintería: Fusteria Miquel.<br />
Montaje: Museo de la Vila, Laura Llinares Sellés y Servicios Técnicos del Ayuntamiento<br />
de <strong>Villajoyosa</strong> con la colaboración del Grupo de Danzas Centener y Grupo de Danzas<br />
Almadrava.<br />
Visitas guiadas y educativas: Malena Lloret Sebastiá (coordinación), Rosa Davó Ferrer,<br />
Lourdes Davó Nogueroles y Cristina Martínez Vilar.<br />
AGRADECIMIENTOS<br />
Foto Cine La Vila<br />
<strong>Archivo</strong> de la Diputación de Alicante.<br />
Laura Llinares Sellés<br />
Fundación Concepción y Pedro Aragonés<br />
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción<br />
Patrimonio Nacional<br />
Museo del Ferrocarril de Madrid<br />
<strong>Archivo</strong> Municipal de Alicante<br />
Mª Antonia Herradón Figueroa (Museo de Traje, Madrid)<br />
Mercedes Pasalodos Salgado (Museo de la Biblioteca Nacional)<br />
Vicente Márquez Galvañ<br />
Colegio Espíritu Santo de la ONCE (Alicante)<br />
Paco Payá Nicolau<br />
Pepe Payá Nicolau<br />
Jaume Vaello Rogles<br />
Marta Vaello López<br />
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