escenas laborales - AELE
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asegurado será abonado directamente al trabajador, o si<br />
éste se encuentra impedido, a su cónyuge, curador o apoderado<br />
especial.<br />
Tratándose de trabajadores remunerados a comisión o<br />
destajo, el monto del capital que corresponda abonar,<br />
sea cual fuere la contingencia, se establecerá en base al<br />
promedio de las comisiones percibidas en los últimos tres<br />
meses.<br />
Producido el fallecimiento del trabajador y formulada la<br />
solicitud correspondiente, la compañía de seguros procederá<br />
a entregar sin más trámite el monto asegurado<br />
a los beneficiarios que aparezcan en la declaración jurada<br />
efectuada por el trabajador y que debió entregar a su<br />
empleador, o en el testamento por escritura pública si<br />
éste es posterior a la declaración jurada.<br />
La entrega se efectuará sin ninguna responsabilidad para<br />
la compañía aseguradora en caso aparecieran posteriormente<br />
beneficiarios con derecho al seguro de vida. En<br />
dicho caso, los beneficiarios que cobren la póliza serán<br />
responsables solidariamente entre sí por el pago de la<br />
alícuota correspondiente en caso aparecieran otros beneficiarios.<br />
Finalmente, debe tenerse presente que si fallecido el trabajador<br />
y vencido el plazo de un año de ocurrida la contingencia,<br />
ninguno de los beneficiarios cobra el capital<br />
de la póliza, el empleador tiene derecho solicitar que se<br />
le entregue el capital asegurado.<br />
II. CONTINUACIÓN DEL SEGURO DE VIDA LEY<br />
EN CASO DE CESE DEL TRABAJADOR EN<br />
LA EMPRESA<br />
1. ANTECEDENTES LEGALES<br />
• Decreto Legislativo Nº 688 de 04.11.1991<br />
En el artículo 18º del texto del Decreto Legislativo Nº 688,<br />
original, Ley de Consolidación de Beneficios Sociales, se reguló<br />
el tema de la continuación facultativa del seguro de<br />
vida en caso de cese, bajo los siguientes términos:<br />
«Art. 18º.- En caso que el trabajador asegurado enferme y<br />
hasta su recuperación o cese en el empleo decida mantener<br />
su seguro en vigor, asumirá por su cuenta el pago de la prima<br />
que se abonará en base a la última remuneración percibida<br />
por el trabajador, a elección de éste dicha base podrá<br />
reajustarse periódicamente de acuerdo al Índice de Precios<br />
al Consumidor de Lima Metropolitana establecido por el Instituto<br />
Nacional de Estadística e Informática».<br />
• Decreto Supremo Nº 024-2001-TR<br />
El D.S. Nº 024-2001-TR de fecha 20 de julio de 2001, fue<br />
publicado el día 22 del mismo mes, bajo el rubro de “Precisan<br />
y reglamentan disposiciones de la Ley de Consolidación<br />
de Beneficios Sociales”.<br />
El contenido de este Decreto Supremo resultó muy discutible,<br />
sobre todo a partir del art. 2º, cuando limita la continuación<br />
del seguro de vida prevista en el art. 18º del Dec. Leg. Nº<br />
688 a sólo aquellos trabajadores que se encuentran “en situación<br />
de invalidez distinta a la prevista en el art. 4º del<br />
Dec. Leg. Nº 688 y que han concluido su relación laboral”.<br />
El artículo 4º a que se hace referencia estaba dirigido “al<br />
trabajador que sufra un accidente que le ocasione invalidez<br />
total y permanente” y cuyos alcances están delimitados en<br />
el artículo 5º de la misma norma (alteración mental absoluta<br />
e incurable; el descerebramiento que impida efectuar trabajo<br />
u ocupación por el resto de la vida; la fractura incurable<br />
de la columna vertebral que determine la invalidez total y<br />
permanente; la pérdida total de la visión de ambos ojos o de<br />
ambas manos, etc.).<br />
Según el contenido del artículo 2º, sólo los trabajadores que<br />
sufrieran un grado de invalidez distinto de las características<br />
mencionadas y cesaran en el trabajo, podían hacer uso de la<br />
continuación facultativa del seguro de vida. Con ello se estaba<br />
restringiendo la posibilidad de que cualquier otro trabajador<br />
que no sufriera de invalidez, pudiera también y sin<br />
limitaciones, acceder a la continuación facultativa de este<br />
tipo de seguro.<br />
Para los trabajadores que cesaran por razones distintas de la<br />
invalidez o la enfermedad, la continuación facultativa del seguro<br />
quedaba sujeta a lo que "acordaran las partes" (compañía<br />
de seguros y el trabajador cesado). Así lo disponía el artículo<br />
3º del Decreto Supremo al que nos estamos refiriendo.<br />
El contenido de esta norma significaba, en buena cuenta,<br />
que la continuación facultativa dependía en última instancia<br />
de la voluntad de la Compañía de Seguros en cuanto a la<br />
fijación de los montos de cobertura como, incluso, a la aceptación<br />
o negativa frente al pedido del trabajador.<br />
Felizmente la Ley Nº 27700 corrigió y derogó los excesos en<br />
que había incurrido este Decreto Supremo.<br />
• La Ley Nº 27700 del 18 de abril de 2002<br />
Hemos visto cómo los alcances del artículo 18º del Dec. Leg.<br />
Nº 688, modificado por D.S. Nº 024-2001-TR fueron los que<br />
originaron problemas de interpretación respecto a si la posibilidad<br />
de continuar facultativamente con este seguro se limita<br />
a los casos de cese en el trabajo como consecuencia de<br />
enfermedad del trabajador, o si comprendía también los ceses<br />
producidos por cualquier otra causa.<br />
Al promulgarse la Ley Nº 27700, de 18.04.2002, y derogar<br />
con ella los artículos 2º, 3º y 4º del D.S. Nº 024-2001-TR, se<br />
restauraron los criterios y pautas observados hasta antes de<br />
la dación del mismo, determinando con la fuerza imperativa<br />
nacida de la ley, que los trabajadores que cesaran en su relación<br />
laboral por razones distintas a la enfermedad, también<br />
18 AGOSTO 2007 / ANÁLISIS LEGAL