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“Resumen <strong>de</strong>l Trabajo presentado en el VI Congreso Nacional <strong>de</strong> Ciencia Política <strong>de</strong> la<br />

<strong>Sociedad</strong> <strong>Argentina</strong> <strong>de</strong> Análisis Político”<br />

Del 5 al 8 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 2003<br />

Apellido y Nombre: Gurrera, María Silvana<br />

D.N.I. N°: 26.122.346<br />

e-mail: silvanagurrera@hotmail.com<br />

Tel. (54-11) 4632-6955<br />

Entidad a la que pertenece o representa: Escuela <strong>de</strong> Política y Gobierno (UNSAM) /Becaria<br />

CONICET<br />

Panel<br />

Opción 1: Populismo, i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s y territorialidad: enfoque comparativo (Area Política<br />

comparada).<br />

Opción 2: La representación en cuestión: nuevos actores en la política social (Area<br />

Políticas Públicas).<br />

Título: De la ruptura al movimiento. La construcción política <strong>de</strong> la Central <strong>de</strong> los<br />

Trabajadores Argentinos.<br />

1


Esta ponencia propone una reflexión en torno a la constitución <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad<br />

política <strong>de</strong> la Central <strong>de</strong> los Trabajadores Argentinos inscribiéndola en el terreno <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarticulación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo nacional- popular que caracterizara a la experiencia peronista. A<br />

partir <strong>de</strong> allí, y <strong>de</strong>stacando la importancia que comportan las prácticas sindicales dirigidas<br />

hacia el Estado y los partidos políticos se buscará, en primer lugar, rastrear los<br />

prolegómenos <strong>de</strong> dicha Central haciendo hincapié en el proceso a partir <strong>de</strong>l cual se opera su<br />

ruptura con el sindicalismo peronista; y, en segundo lugar, se discutirá la reformulación <strong>de</strong><br />

la concepción <strong>de</strong> clase trabajadora que lleva a<strong>de</strong>lante ese sector sindical en tanto expresión<br />

<strong>de</strong> alejamiento respecto <strong>de</strong> la categoría tradicional <strong>de</strong> organización gremial, y como base <strong>de</strong><br />

sustentación <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> conformación <strong>de</strong> un movimiento político, social y cultural.<br />

Ambos objetivos, preten<strong>de</strong>n dar cuenta <strong>de</strong> la tensión inherente que subyace a ciertos rasgos<br />

<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> la Central <strong>de</strong> los Trabajadores Argentinos, para lo cual se adopta un<br />

enfoque que enfatiza el discurso como campo en que se articulan las relaciones sociales y<br />

políticas.<br />

2


“Trabajo presentado en el VI Congreso Nacional <strong>de</strong> Ciencia Política <strong>de</strong> la <strong>Sociedad</strong><br />

<strong>Argentina</strong> <strong>de</strong> Análisis Político”<br />

Del 5 al 8 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 2003<br />

Apellido y Nombre: Gurrera, María Silvana<br />

D.N.I. N°: 26.122.346<br />

e-mail: silvanagurrera@hotmail.com<br />

Tel. (54-11) 4632-6955<br />

Entidad a la que pertenece o representa: Escuela <strong>de</strong> Política y Gobierno (UNSAM) /Becaria<br />

CONICET<br />

Panel<br />

Opción 1: Populismo, i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s y territorialidad: enfoque comparativo (Area Política<br />

comparada).<br />

Opción 2: La representación en cuestión: nuevos actores en la política social (Area Políticas<br />

Públicas).<br />

Título: De la ruptura al movimiento. La construcción política <strong>de</strong> la Central <strong>de</strong> los<br />

Trabajadores Argentinos.<br />

3


De la ruptura al movimiento: la construcción política <strong>de</strong> la Central <strong>de</strong> los<br />

Trabajadores Argentinos.<br />

María Silvana Gurrera. ∗<br />

Mezcla rara <strong>de</strong> penúltimo linyera y<br />

<strong>de</strong> primer polizón en el viaje a venus...<br />

(Balada para un loco. Horacio Ferrer, 1968).<br />

El sindicalismo es quizás uno <strong>de</strong> los ejemplos que mejor revela el carácter<br />

<strong>de</strong>sdibujado <strong>de</strong>l “corte” que más <strong>de</strong> un enfoque interpretativo traza entre las prácticas<br />

sociales y las prácticas políticas toda vez que se intenta aproximar este objeto <strong>de</strong> estudio al<br />

<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s políticas y los regímenes políticos.<br />

El interés por la relación entre las prácticas sindicales dirigidas hacia el Estado y los<br />

partidos políticos ha sido motivo <strong>de</strong> una vasta literatura especializada que, interrogándose<br />

por las transformaciones que tales vínculos suscitan en el sistema político y,<br />

consecuentemente, en las relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, ha contribuido al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la Sociología<br />

Política. Es allí, pues, don<strong>de</strong> este trabajo aspira a inscribirse al proponer una reflexión sobre<br />

los cambios que han atravesado a algunas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s políticas sindicales en los años<br />

menemistas, haciendo particular hincapié en el caso <strong>de</strong> la Central <strong>de</strong> los Trabajadores<br />

Argentinos en tanto experiencia <strong>de</strong> construcción política.<br />

Conforme a ello, y siguiendo a Ernesto Laclau (1996), enten<strong>de</strong>remos por i<strong>de</strong>ntidad<br />

política la fijación parcial <strong>de</strong> una configuración (diferencia) resultante <strong>de</strong> una práctica<br />

articuladora <strong>de</strong> sentido al interior <strong>de</strong> una estructura discursiva. Fijación parcial que implica<br />

la presencia <strong>de</strong> un límite que excluye lo “ajeno” y que tiene como manifestación discursiva<br />

la presencia <strong>de</strong> un antagonismo que es precisamente el testimonio <strong>de</strong> la imposibilidad <strong>de</strong><br />

constitución <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s plenas (Laclau-Mouffe, 2000:160) 1 . En otros términos, no sólo<br />

∗ Licenciada en Ciencia Política (UBA). Becaria <strong>de</strong>l CONICET/UNSAM.<br />

1 El empleo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad política postulada por Laclau, no <strong>de</strong>sconoce el <strong>de</strong>bate que este<br />

controvertido concepto anima en una extensa literatura que recorre más <strong>de</strong> un campo disciplinario y cuyo<br />

tratamiento exce<strong>de</strong> los fines <strong>de</strong> esta ponencia.<br />

4


se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> ello que toda i<strong>de</strong>ntidad es relacional, sino que a<strong>de</strong>más se supone que las<br />

articulaciones <strong>de</strong> sentido resultantes <strong>de</strong> las relaciones sociales carecen <strong>de</strong> una estabilidad y<br />

están, por en<strong>de</strong>, expuestas a reformulaciones.<br />

Dos son los acotados objetivos que proponemos discutir aquí <strong>de</strong> un modo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya,<br />

inacabado. En primer lugar nos centraremos en <strong>de</strong>sandar el camino seguido por el Congreso<br />

<strong>de</strong> los Trabajadores Argentinos, rastreando sus prolegómenos y, fundamentalmente, el<br />

carácter con el cual se operó su ruptura con el sindicalismo peronista en tanto revelación <strong>de</strong><br />

la búsqueda por el establecimiento <strong>de</strong> una práctica autonómica. En segundo lugar, se<br />

buscará analizar los cambios operados en el concepto <strong>de</strong> clase trabajadora, hecho que está a<br />

la base <strong>de</strong> la metamorfosis <strong>de</strong> la categoría tradicional <strong>de</strong> sindicato y que le ha permitido a<br />

esta central sindical crecer en términos cuantitativos, al tiempo que alcanzar un<br />

reconocimiento institucional y social. Por último, <strong>de</strong>dicaremos algunas breves y tempranas<br />

palabras a los elementos que <strong>de</strong>linean el proyecto <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> un movimiento<br />

político, social y cultural.<br />

Algunas lecturas sobre los años noventa<br />

Los años en los que se inscribe el <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> la CTA tuvieron la particularidad <strong>de</strong><br />

cobijar una amplia gama <strong>de</strong> calificativos tales como neoliberalismo, neopopulismo,<br />

<strong>de</strong>cisionismo, hiperpresi<strong>de</strong>ncialismo, los cuales fueron, en el lenguaje académico, y hasta<br />

cierto punto cotidiano, sinónimos <strong>de</strong> menemismo.<br />

En este sentido, uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>bates más notorios ha sido el relativo a los estilos <strong>de</strong><br />

li<strong>de</strong>razgo político que acompañaron el proceso <strong>de</strong> transformaciones económicas <strong>de</strong>splegado<br />

fundamentalmente a partir <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l primer gobierno menemista. Acor<strong>de</strong> con esto,<br />

asomaron tanto las visiones que hicieron hincapié en el diseño institucional y en las<br />

prácticas informales que alientan un exacerbado ejecutivismo, aquellas que a partir <strong>de</strong> esas<br />

evi<strong>de</strong>ncias se interrogaron por sus repercusiones sobre el régimen <strong>de</strong>mocrático, como así<br />

también las lecturas que priorizaron el interés por el li<strong>de</strong>razgo político con el fin <strong>de</strong> trazar<br />

rupturas y continuida<strong>de</strong>s respecto <strong>de</strong> las prácticas e i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s políticas tradicionales, y en<br />

especial las que remitían a la experiencia populista que encarnó el peronismo.<br />

Es aquí don<strong>de</strong> se anotan contribuciones como las <strong>de</strong> Marcos Novaro (1994) para<br />

5


quien el menemismo encarna un fenómeno neopopulista que tiene lugar en un contexto <strong>de</strong><br />

crisis <strong>de</strong> representación. Y en don<strong>de</strong> el peso que adquieren el personalismo, el ejecutivismo,<br />

el pragmatismo, así como el lazo entre el lí<strong>de</strong>r y su base <strong>de</strong> apoyo político, son el reflejo <strong>de</strong><br />

la continuidad <strong>de</strong> algunos rasgos populistas, más allá <strong>de</strong>l abandono <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> corte<br />

social y distributivas, o <strong>de</strong> la posición que el Estado ocupaba como mediador universal<br />

(Novaro, 1994:180). Para este autor, el neopopulismo se <strong>de</strong>stacó, en el caso argentino, no<br />

sólo por no poner en peligro la consolidación <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong>mocrático, sino a<strong>de</strong>más, por no<br />

impedir la formación <strong>de</strong> oposiciones partidarias.<br />

Juan Carlos Torre, contrariamente, <strong>de</strong>scribió el tono que Menem le imprimió a su<br />

gobierno como el retorno <strong>de</strong> la cultura política movimientista y patrimonialista propia <strong>de</strong>l<br />

peronismo, la cual se expresó tanto en la asignación <strong>de</strong> cargos partidarios y <strong>de</strong>l Estado a<br />

quienes integraban el entorno presi<strong>de</strong>ncial, como en la ambición por la preservación <strong>de</strong>l<br />

po<strong>de</strong>r en nombre <strong>de</strong> una misión histórica (Torre, 1999:49).<br />

Tampoco fueron optimistas las apreciaciones <strong>de</strong> Juan Carlos Portantiero, quien a<br />

pesar <strong>de</strong> ver en el menemismo el “reverso” <strong>de</strong> la política peronista en materia económica e<br />

internacional, sugería la dificultad <strong>de</strong> oponer esas experiencias toda vez que se corroboraba<br />

la continuidad <strong>de</strong>l relegamiento <strong>de</strong> los principios republicanos y la permanencia <strong>de</strong> un estilo<br />

pragmatista <strong>de</strong> hacer política (Portantiero, 1995:106 y107).<br />

Mientras la mayoría <strong>de</strong> estas interpretaciones centraron sus explicaciones en el<br />

contenido <strong>de</strong> las políticas económicas implementadas y en los atributos personales con los<br />

cuales un lí<strong>de</strong>r político <strong>de</strong>sarrolla sus funciones, otras miradas han advertido profundos<br />

cambios operados en las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s populistas, cuya dilucidación requieren enten<strong>de</strong>r los<br />

elementos particulares que hacen a la constitución <strong>de</strong> éstas.<br />

Así, Aboy Carlés (2001:305) sostendrá que el menemismo no pue<strong>de</strong> ser<br />

contemplado, sin más, como un fenómeno (neo) populista. Y la justificación en este caso<br />

apunta a que el fenómeno menemista es testimonio <strong>de</strong> la ausencia <strong>de</strong> una instancia <strong>de</strong><br />

gestión <strong>de</strong> la ambigüedad —inherente a la i<strong>de</strong>ntidad peronista— entre la dimensión<br />

nacional popular, que remite al carácter social, y la dimensión nacional estatal que expresa<br />

el momento <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n. 2<br />

2 El menemismo anula la dimensión nacional popular —y con la promesa reformista <strong>de</strong> “justicia social”— a<br />

partir <strong>de</strong> la política emprendida en el contexto hiperinflacionario, por lo que el fundamento <strong>de</strong><br />

6


En <strong>de</strong>finitiva, como surge <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> estas interpretaciones, el menemismo y los<br />

adjetivos a él asociados han tenido como telón <strong>de</strong> fondo el agotamiento <strong>de</strong> una relación<br />

particular entre Estado y sociedad <strong>de</strong>finida por algunos como matriz político- económica<br />

Estado-centríca (Cavarozzi, 1996), o como mo<strong>de</strong>lo nacional-popular por otros (<strong>de</strong> Ipola y<br />

Portantiero, 1989; Martuccelli y Svampa, 1997). Pero curiosamente ese terreno surcado por<br />

rupturas y continuida<strong>de</strong>s que representó la década <strong>de</strong>l noventa, será también el terreno en el<br />

cual las posiciones <strong>de</strong> viejos actores sean resignificadas a la par <strong>de</strong>l surgimiento <strong>de</strong><br />

elementos inéditos que son la manifestación <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> nuevos patrones <strong>de</strong><br />

comportamiento social.<br />

El (anti) menemismo como límite i<strong>de</strong>ntitario<br />

Aunque la construcción <strong>de</strong> la CTA se <strong>de</strong>spliega fundamentalmente durante los años<br />

noventa, se vuelve imprescindible rescatar la repercusión que tuvo en el <strong>de</strong>venir político<br />

<strong>de</strong>l sindicalismo peronista la llamada “Renovación” <strong>de</strong> los años ochenta.<br />

La trama que subyace a la emergencia <strong>de</strong> la Renovación involucra tanto los<br />

conflictos asociados a las disputas por el li<strong>de</strong>razgo <strong>de</strong>l peronismo, así como la imperiosa<br />

necesidad <strong>de</strong> reconstruir la posición que éste <strong>de</strong>bía ocupar en el marco <strong>de</strong>l inaugurado<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>mocrático tras el revés electoral <strong>de</strong> 1983. Revés que, en la lectura <strong>de</strong> quienes<br />

representaban la renovación, encontraba a uno <strong>de</strong> sus principales responsables en el<br />

sindicalismo, a cuyos máximos dirigentes les cabría en a<strong>de</strong>lante el título <strong>de</strong> “mariscales <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong>rrota”.<br />

En efecto, la renovación venía entonces a significar el impostergable pasaje hacia<br />

una práctica política que en el futuro <strong>de</strong>bía plasmarse en la consolidación <strong>de</strong>l peronismo<br />

como un auténtico partido político, enterrando <strong>de</strong>finitivamente los resabios movimientistas<br />

que en el imaginario político lo ataban a un pasado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n y <strong>de</strong> violencia. Pasado que,<br />

a su vez, entraba irremediablemente en colisión con los aires <strong>de</strong>mocráticos que la gestión<br />

Alfonsinista estaba dispuesta a hacer penetrar en cada rincón <strong>de</strong> la sociedad argentina y <strong>de</strong><br />

reconocimiento queda reducido a la dimensión nacional estatal, convirtiendo al justicialismo en partido <strong>de</strong>l<br />

or<strong>de</strong>n y justificando el cambio <strong>de</strong> rumbo a partir <strong>de</strong> la apelación nacional en nombre <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong>l cuerpo<br />

político. Desaparece entonces uno <strong>de</strong> los rasgos distintivos <strong>de</strong>l peronismo en tanto encarnación simultánea<br />

7


cuyo alcance no quedarían exentos los sindicatos. 3 La muestra más evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> esa<br />

voluntad <strong>de</strong>mocrática en el ámbito sindical la constituyó el proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong><br />

reor<strong>de</strong>namiento sindical impulsado por el gobierno radical al poco tiempo <strong>de</strong> asumir sus<br />

funciones. 4<br />

Las repercusiones internas por el predominio que fue adquiriendo la nueva<br />

corriente <strong>de</strong>l peronismo no se hicieron tardar, y el escenario quedó dividido, tanto en el<br />

campo sindical como en el político-partidario, entre “ortodoxos” y “renovadores”. Claro<br />

que esta división no se tradujo en una mera diferencia en cuanto a expectativas <strong>de</strong> acción,<br />

sino que se cristalizó en una redistribución <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> influencia.<br />

Al momento <strong>de</strong> celebrarse la contienda presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> la cual emergería el primer<br />

gobierno <strong>de</strong>mocrático tras el <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong>l régimen autoritario, Lorenzo Miguel, el<br />

dirigente metalúrgico que li<strong>de</strong>raba las 62 Organizaciones y que era el here<strong>de</strong>ro inequívoco<br />

<strong>de</strong>l cambio y <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n.<br />

3 Los alineamientos sindicales que protagonizaron la década <strong>de</strong>l ochenta son: 1) los “ortodoxo” —<br />

representados por las 62 organizaciones y que agrupaba a organizaciones <strong>de</strong>l sindicalismo peronista<br />

tradicional como la UOM, SUPE, Personal <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> la carne, FATSA, Luz y Fuerza— que expresan<br />

el tradicional ala política <strong>de</strong>l sindicalismo peronista inspirado en el verticalismo y unidad organizativa, en la<br />

negociación directa con los sectores económicos y con el Estado, así como su voluntad <strong>de</strong> ocupar un papel<br />

prepon<strong>de</strong>rante en el partido justicialista. 2) la “Comisión <strong>de</strong> Gestión y Trabajo” surgido durante el proceso<br />

militar e integrado por los sindicatos (como los empleados <strong>de</strong> comercio y <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong>l plástico) que,<br />

buscando diferenciarse <strong>de</strong>l rol que había jugado el sindicalismo tradicional durante el período 1973-1976, se<br />

convirtieron en interlocutores privilegiados <strong>de</strong> ese régimen autoritario. Algunos principales referentes <strong>de</strong> este<br />

sector se aproximan durante la primera mitad <strong>de</strong> la década al grupo <strong>de</strong> los ortodoxos, aunque luego ayudan a<br />

consolidar la figura <strong>de</strong> Ubaldini en la CGT unificada. 3) la “comisión <strong>de</strong> los 25” —que luego se auto<strong>de</strong>finen<br />

como Movimiento Sindical Peronista Renovador (MSPR)— estuvo al frente <strong>de</strong> las protestas contra el régimen<br />

militar hacia fines <strong>de</strong> los ’70 y estaba integrado por sindicalistas escindidos <strong>de</strong> las 62 organizaciones y otros<br />

gremios “combativos” <strong>de</strong> los ’60 y ‘70 (SMATA, ATE, FOETRA, taxistas, empleados <strong>de</strong>l tabaco, Choferes y<br />

camioneros, trabajadores mineros) que rechazaban la burocracia y el verticalismo <strong>de</strong> la ortodoxia, a la vez que<br />

propugnaban una nueva posición <strong>de</strong> los sindicatos frente a la sociedad y el Estado en un contexto<br />

<strong>de</strong>mocrático. 4) el “ubaldinismo” cuya emergencia se inscribe en el marco <strong>de</strong> fragmentación y empate <strong>de</strong><br />

fuerzas en las filas <strong>de</strong>l movimiento obrero —ya que no cuenta con una base <strong>de</strong> apoyo importante—,<br />

conformándose a partir <strong>de</strong>l li<strong>de</strong>razgo <strong>de</strong> Ubaldini (FOCA) en la conducción cegetista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual reflejará<br />

una actitud reivindicativa al asumir la representación <strong>de</strong> sectores laborales estancados, <strong>de</strong> algunos<br />

trabajadores estatales (UPCN), transporte automotor (UTA) y sectores sindicales <strong>de</strong>l interior. 5) “los 15” se<br />

conforma en 1987 a partir <strong>de</strong>l nucleamiento <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s sindicatos en disconformidad con la conducción <strong>de</strong> la<br />

CGT <strong>de</strong>bido a los magros logros obtenidos, motivo por el cual prefieren profundizar la negociación sectorial<br />

con el gobierno, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> apoyar a Ubaldini al frente <strong>de</strong> la CGT. Las filas <strong>de</strong> este alineamiento fueron<br />

engrosadas por sindicatos provenientes <strong>de</strong> las 62 organizaciones, <strong>de</strong> “los 25”, antiguos miembros <strong>de</strong> Gestión<br />

y Trabajo e in<strong>de</strong>pendientes (FATLyF, CGEC, SUPE, FOECYT, SMATA, Industria <strong>de</strong>l plástico, etc.). Su<br />

gravitación quedó expresada con integración <strong>de</strong>l dirigente lucifuercista Carlos Al<strong>de</strong>rete en el gabinete<br />

nacional, a cargo <strong>de</strong> la cartera <strong>de</strong> Trabajo.<br />

4 El gobierno radical propició la regulación <strong>de</strong> la actividad sindical a través <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong><br />

Reor<strong>de</strong>namiento Sindical —comúnmente reconocida como "ley Mucci"— <strong>de</strong>stinada a <strong>de</strong>mocratizar la<br />

actividad <strong>de</strong> ese sector. El proyecto fue percibido como una “avanzada” <strong>de</strong>l gobierno contra el sindicalismo y<br />

8


<strong>de</strong>l sindicalismo vandorista ocupaba la vicepresi<strong>de</strong>ncia primera <strong>de</strong>l Partido Justicialista,<br />

ubicándose <strong>de</strong> esa manera a la cabeza <strong>de</strong>l partido, <strong>de</strong>bido a la ausencia en el país <strong>de</strong> quien<br />

era su presi<strong>de</strong>nte: Isabel Perón. Esta situación, reflejo <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> la “columna<br />

vertebral” <strong>de</strong>l movimiento peronista en la estructura partidaria, se exten<strong>de</strong>ría hasta 1988,<br />

año en el que se elige una nueva conducción partidaria tras el triunfo <strong>de</strong> la corriente<br />

“renovadora” en las elecciones legislativas <strong>de</strong> 1987. 5 La composición sindical <strong>de</strong> la<br />

Cámara <strong>de</strong> Diputados <strong>de</strong> la Nación tampoco resultó ajena a la marcha ascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />

nuevo sector interno. A partir <strong>de</strong> esas elecciones se observó no sólo una disminución <strong>de</strong> los<br />

diputados <strong>de</strong> extracción sindical en la Cámara <strong>de</strong> diputados, sino también una merma <strong>de</strong> la<br />

participación <strong>de</strong> los diputados <strong>de</strong> origen sindical i<strong>de</strong>ntificados con los sectores ortodoxos<br />

(encarnado principalmente por las 62 Organizaciones) en comparación con otros sectores<br />

próximos al núcleo <strong>de</strong> los renovadores, como era precisamente el caso <strong>de</strong> la <strong>de</strong>nominada<br />

“Comisión Nacional <strong>de</strong> los 25” cuyos integrantes compartían varios <strong>de</strong> los principios<br />

enarbolados por la renovación. 6<br />

En el clima <strong>de</strong> auge <strong>de</strong> la corriente renovadora, el camino <strong>de</strong> Menem hacia el<br />

gobierno nacional se <strong>de</strong>lineó a partir <strong>de</strong> la articulación <strong>de</strong> un discurso que reivindicaba la<br />

tradición popular, a la vez que construía una coalición <strong>de</strong> apoyo que incorporaba a aquellos<br />

sectores que el impulso renovador había buscado <strong>de</strong>splazar. Aunque Menem tomaba así<br />

obtuvo como respuesta inmediata la reunificación <strong>de</strong> la CGT.<br />

5 Aunque Lorenzo Miguel permaneció en la vicepresi<strong>de</strong>ncia primera <strong>de</strong>l PJ hasta diciembre <strong>de</strong> 1984,<br />

momento en que quedó a cargo <strong>de</strong> la vicepresi<strong>de</strong>ncia segunda al <strong>de</strong>jar su puesto anterior a José María Vernet<br />

—ligado al sector sindical que li<strong>de</strong>raba Miguel—, el sindicalista metalúrgico logró mantener su capacidad <strong>de</strong><br />

influencia en la elección <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l Consejo Nacional Partidario. El Congreso <strong>de</strong>l PJ celebrado en<br />

Mar <strong>de</strong>l Plata en enero <strong>de</strong> 1988 dio lugar a la conformación <strong>de</strong> un Consejo Nacional integrado principalmente<br />

por representantes renovadores y en el que la vicepresi<strong>de</strong>ncia segunda le fue asignada a un dirigente sindical<br />

que no contaba con el apoyo <strong>de</strong> Lorenzo Miguel: el referente <strong>de</strong> los taxistas Roberto García. La magnitud <strong>de</strong><br />

las transformaciones impulsadas por los renovadores también se tradujo en la alteración <strong>de</strong> la cuota <strong>de</strong><br />

representación sindical en el Consejo Nacional que pasó <strong>de</strong>l histórico 33% al 15% (la carta orgánica<br />

modificada bajo el predominio renovador establece que <strong>de</strong> los 110 miembros que integran el consejo sólo 17<br />

provendrán <strong>de</strong>l movimiento obrero). Véase (Gutiérrez, 2001: 93-112).<br />

6 La evolución <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> diputados <strong>de</strong> origen sindical en el bloque peronista, consi<strong>de</strong>rando cuatro<br />

períodos legislativos es la siguiente:1) 1983-85: 28,3% (32 diputados); 2) 1985-87: 29,70% (30 diputados);<br />

3) 1987-89: 24,27% (25 diputados); 4) 1989-91: 20% (20 diputados). Si se analiza el origen intersindical <strong>de</strong><br />

los diputados sindicales <strong>de</strong> Buenos Aires y capital fe<strong>de</strong>ral, la evolución a lo largo <strong>de</strong> tres períodos legislativos<br />

es la siguiente: 1) 1983-85: sobre un total <strong>de</strong> 17 diputados, 16 estaban relacionados con las 62 organizaciones<br />

y sólo uno con el llamado Grupo <strong>de</strong> los 25; 2) 1985-87: sobre un total <strong>de</strong> 15 diputados, 11eran próximos a las<br />

62 Organizaciones y 4 estaban vinculados al “Grupo <strong>de</strong> los 25”; 3) 1987-89. Sobre un total <strong>de</strong> 13 diputados,<br />

los representantes ligados a los dos sectores antes mencionadas se igualan en 6, mientras se registra la<br />

presencia <strong>de</strong> un diputado relacionado con el ubaldinismo. Véase, (Gutiérrez, 2001: 98-100).<br />

9


distancia <strong>de</strong> las filas renovadoras <strong>de</strong> las que había formado parte hasta entonces; ese<br />

distanciamiento no se operaba a través <strong>de</strong> una estrategia <strong>de</strong> confrontación abierta con<br />

aquéllas, sino mediante un proceso <strong>de</strong> disolución <strong>de</strong> las diferencias internas que existían en<br />

el peronismo (Aboy Carlés, 2001:284). Así lo revelan las palabras que Menem pronunció<br />

en un acto realizado en el mes <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1986:<br />

“espero que muy pronto nos <strong>de</strong>jemos <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> renovadores y<br />

ortodoxos, para hablar <strong>de</strong>l justicialismo a secas, consolidando la unidad <strong>de</strong> nuestra<br />

causa (...) Hay que terminar con quienes preten<strong>de</strong>n tener un peronómetro y señalar<br />

con su <strong>de</strong>do quienes son los peronistas buenos y los peronistas malos” 7<br />

Visto en perspectiva, el regreso al tradicional discurso peronista le allanó a Menem el<br />

camino para diferenciarse tanto <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más opciones políticas partidarias, como así<br />

también <strong>de</strong> quienes al interior <strong>de</strong> su partido se perfilaban como candidatos naturales tras el<br />

predominio que habían forjado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el regreso a la <strong>de</strong>mocracia.<br />

La asunción presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> Menem en julio <strong>de</strong> 1989 y los meteóricos cambios que<br />

se <strong>de</strong>sataron a partir <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> reformas que encontraban en el Estado su principal<br />

objetivo, contribuyeron a crear en el peronismo un clima en el que primó la sensación <strong>de</strong><br />

confusión, cuando no <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconcierto.<br />

Previsiblemente, la magnitud y el contenido <strong>de</strong> esas reformas no pasaron<br />

<strong>de</strong>sapercibidos para el sindicalismo. Las filas <strong>de</strong>l movimiento obrero, una vez más en su<br />

historia se dividirían, pero esta vez ante la disyuntiva que suscitaba la posición frente a la<br />

política <strong>de</strong> un gobierno peronista. El escenario <strong>de</strong> la fractura fue el Congreso <strong>de</strong> la CGT<br />

celebrado el 10 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989 en el Teatro San Martín. En aquella ocasión se <strong>de</strong>bía<br />

elegir a una nueva conducción, que contaría así con la renovada legitimidad para fijar la<br />

política <strong>de</strong> la CGT frente al gobierno que había asumido en el mes <strong>de</strong> julio.<br />

Los días previos a la apertura <strong>de</strong>l Congreso estuvieron marcados no sólo por fallidos<br />

intentos <strong>de</strong> negociaciones orientados al acuerdo <strong>de</strong> una lista <strong>de</strong> unidad, sino también por<br />

idas y vueltas en torno a la efectiva realización <strong>de</strong> ese evento. En las negociaciones se<br />

distinguían sectores que ya durante la campaña para la presi<strong>de</strong>ncia habían comenzado a<br />

7 Clarín, 9-10-86. Citado en (Aboy Carlés,2001: 284).<br />

10


<strong>de</strong>finir sus posiciones frente al candidato justicialista, <strong>de</strong>venido ahora jefe <strong>de</strong>l ejecutivo<br />

nacional. Por un lado se encontraba el núcleo más próximo a la figura presi<strong>de</strong>ncial y que<br />

apostaba al <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> Saúl Ubaldini <strong>de</strong> la Secretaría General <strong>de</strong> la CGT. Este<br />

sector estaba integrado por quienes durante la campaña habían conformado el Movimiento<br />

Sindical Menem Presi<strong>de</strong>nte (MSMP) —agrupando a algunos dirigentes <strong>de</strong> las ’62<br />

Organizaciones y a sindicalistas que anteriormente habían integrado el llamado grupo <strong>de</strong><br />

“los 15”—, así como por dirigentes que hasta no hacía mucho tiempo se perfilaban como<br />

renovadores. 8 En el Congreso <strong>de</strong> la CGT, estos sectores confluyeron en la <strong>de</strong>nominada<br />

“Mesa <strong>de</strong> Enlace Sindical”. En oposición a ellos, y en apoyo a la continuidad <strong>de</strong> Saúl<br />

Ubaldini al frente <strong>de</strong> la CGT, se hallaban el gremio <strong>de</strong> empleados estatales (ATE), los<br />

docentes (CTERA), otros gremios menores y algunas regionales <strong>de</strong> la CGT (CGT- San<br />

Lorenzo). El “ubaldinismo” contaba a<strong>de</strong>más con el apoyo “cauto” <strong>de</strong> la UOM li<strong>de</strong>rada por<br />

Lorenzo Miguel, <strong>de</strong>cidida por entonces a promover la continuidad <strong>de</strong> Ubaldini como<br />

secretario general, pero buscando consensuar y compartir el resto <strong>de</strong> los cargos. 9<br />

La sesión inicial <strong>de</strong>l congreso finalizó con una primera votación en la que la Mesa <strong>de</strong><br />

Enlace Sindical se impuso sobre el ubaldinismo para la conformación <strong>de</strong> la comisión <strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>res que tendría a cargo la elección <strong>de</strong> la conducción nacional <strong>de</strong> la CGT. El 11 <strong>de</strong><br />

octubre, tras la votación <strong>de</strong>sfavorable <strong>de</strong> la jornada previa, la mayoría <strong>de</strong> los sindicatos que<br />

apoyaban la candidatura <strong>de</strong> Ubaldini se retiraron <strong>de</strong>l Congreso argumentando la existencia<br />

<strong>de</strong> irregularida<strong>de</strong>s por parte <strong>de</strong> la comisión <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res en la acreditación <strong>de</strong> congresistas<br />

alineados con ese dirigente. Pese a este hecho, el Congreso <strong>de</strong>signó al frente <strong>de</strong> la CGT a<br />

Güerino Andreoni (mercantil), y a Raúl Amín (mecánicos) como secretario adjunto. Esta<br />

resolución fue <strong>de</strong>sconocida por Ubaldini quien consi<strong>de</strong>ró que la <strong>de</strong>cisión era ilegal,<br />

8 En <strong>de</strong>l MSMP se encontraban: Luis Barrionuevo (gastronómicos), Diego Ibánez (SUPE), Delfor Giménez<br />

(textiles), Carlos West Ocampo (sanidad), Jorge Triaca (industria <strong>de</strong>l plástico), Juan José Zanola (empleados<br />

bancarios). Entre los ex renovadores se encontraban: José Pedraza (UF) que ya a mediados <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l<br />

’80 se había alineado con el grupo <strong>de</strong> los “ortodoxos”, Roberto Digón (tabaco), Güerino Andreoni (CGEC),<br />

Roberto García (sindicato <strong>de</strong> taxistas). Recuér<strong>de</strong>se a<strong>de</strong>más, que muchos <strong>de</strong> ellos fueron funcionarios durante<br />

el gobierno <strong>de</strong> Menem: Jorge Triaca fue Ministro <strong>de</strong> Trabajo, Luis Barrionuevo fue interventor <strong>de</strong>l INOS,<br />

Roberto Digón ocupó la subsecretaría <strong>de</strong> trabajo y seguridad social; y, Gerardo Martínez (UOCRA) fue jefe<br />

<strong>de</strong> gabinete <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo.<br />

9 Hugo Curto (UOM) <strong>de</strong>claraba a comienzos <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989: “nuestra posición es que Ubaldini <strong>de</strong>be ser<br />

el titular <strong>de</strong> la CGT, los <strong>de</strong>más cargos están para conversarlos y acordarlos. Esta es la alternativa que nosotros<br />

planteamos para lograr la unidad <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l movimiento obrero, pero si la unidad no se da, estamos<br />

dispuestos a confrontar con nuestra lista y los congresales <strong>de</strong>cidirán quiénes serán los encargados <strong>de</strong> conducir<br />

11


afirmando a la vez que en tanto él no renunciara, su mandato en la CGT ubicada en la calle<br />

Azopardo se extendía hasta el 7 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1990. Mientras tanto, el reconocimiento<br />

implícito hacia las autorida<strong>de</strong>s surgidas <strong>de</strong>l congreso por parte <strong>de</strong>l ministro <strong>de</strong> trabajo,<br />

Jorge Triaca, así como <strong>de</strong> otros funcionarios <strong>de</strong>l gobierno, fortalecía la posición <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>nominada CGT-San Martín, que sería <strong>de</strong> allí en a<strong>de</strong>lante la interlocutora privilegiada <strong>de</strong>l<br />

gobierno. 10<br />

Con la ruptura <strong>de</strong> la CGT quedó a la luz la tensión que entonces atravesaba al<br />

movimiento obrero. De ahí en más, los sindicatos nucleados en la CGT Azopardo,<br />

continuaron oponiéndose a las políticas <strong>de</strong> reformas en las que avanzaba el gobierno<br />

nacional, y especialmente a aquellas relacionadas con las privatizaciones. La estrategia que<br />

este sector <strong>de</strong>l sindicalismo parecía dispuesto a encarar se basaba en la resistencia.<br />

Resistencia que encontraba seguidores no sólo en el campo sindical sino que alcanzaba<br />

también a parte <strong>de</strong> la militancia peronista ligada a la esfera partidaria.<br />

Si bien la resistencia fue la modalidad que asumió la disconformidad con el nuevo<br />

rumbo político y económico que parecía guiar al país, llevaba igualmente implícita la<br />

inquietud por dilucidar el lugar que le correspon<strong>de</strong>ría a la tradición peronista en el nuevo<br />

contexto. Esto equivalía a situar en el centro <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate la crisis en la que estaba inmersa la<br />

i<strong>de</strong>ntidad peronista.<br />

El <strong>documento</strong> final <strong>de</strong>l Encuentro <strong>de</strong> Militantes Peronistas que se <strong>de</strong>sarrolló en el<br />

mes <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1990 en la ciudad cordobesa <strong>de</strong> Villa María, bajo la consigna <strong>de</strong><br />

“Peronismo o Liberalismo”, hace referencia, en uno <strong>de</strong> sus breves pasajes, a tres elementos<br />

inconfundiblemente ligados al discurso peronista, y que dan cuenta <strong>de</strong> esa inquietud: la<br />

política, el Estado y el movimiento obrero:<br />

“La concepción gremial vinculada al mo<strong>de</strong>lo sindical que propone el<br />

los <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong> la CGT”. Clarín, 7-10-89.p.5.<br />

10 Pocos días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l Congreso cegetista, el Consejo Nacional <strong>de</strong>l Partido Justicialista a cargo <strong>de</strong> Antonio<br />

Cafiero, anunció que no se realizarían actos oficiales en conmemoración <strong>de</strong>l Día <strong>de</strong> la Lealtad peronista<br />

<strong>de</strong>bido a los acontecimientos y disturbios que ro<strong>de</strong>aron el congreso <strong>de</strong> la CGT. Este anuncio, sumado a la<br />

negativa <strong>de</strong> Cafiero para pronunciarse con respecto a la división sindical, reflejó no sólo la posición <strong>de</strong>bilitada<br />

que ocupaba este dirigente luego <strong>de</strong>l ascenso <strong>de</strong> Menem, sino también el impacto que la fractura <strong>de</strong>l<br />

movimiento obrero había tenido en el escenario partidario. Finalmente, las dos CGT realizaron actos<br />

separados por el 17 <strong>de</strong> octubre, y el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Nación sólo se reunió con los miembros <strong>de</strong>l Consejo<br />

Nacional <strong>de</strong>l partido. (La Nación, 13-10-89. p. 6.)<br />

12


oficialismo suele legitimar sus prácticas mediante afirmaciones tales como: “siendo<br />

este un Estado peronista, el movimiento obrero <strong>de</strong>berá a<strong>de</strong>cuar sus políticas frente a<br />

esta nueva realidad”. Semejante planteo marca con claridad los efectos políticoi<strong>de</strong>ológicos<br />

<strong>de</strong>l intento dictatorial y —exitoso— <strong>de</strong> Resituar la política y el Estado.<br />

En él se sella la inversión colosal <strong>de</strong> la tradición peronista. Des<strong>de</strong> nuestra<br />

perspectiva <strong>de</strong>biera afirmarse que “siendo el movimiento obrero peronista, el Estado<br />

<strong>de</strong>berá a<strong>de</strong>cuar sus políticas”. 11<br />

El pasaje ilumina los quiebres que la política <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l Estado infligía en el<br />

imaginario sobre el cual se había construido la relación entre sindicatos y Estado bajo el<br />

peronismo. Si bien los límites entre el Estado, el movimiento obrero y la representación <strong>de</strong><br />

la clase trabajadora que encarnaba Perón, nunca habían llegado a ser sinónimo <strong>de</strong> fusión, sí<br />

les valió, en cambio, el carácter <strong>de</strong> difusos. Y era paradójicamente ese carácter difuso el<br />

que ahora permitía, según la interpretación <strong>de</strong> algunos militantes, la rearticulación <strong>de</strong> esos<br />

elementos a fin <strong>de</strong> justificar el <strong>de</strong>bido acatamiento <strong>de</strong>l sindicalismo a los cambios que se<br />

estaban propiciando.<br />

En ese pasaje también se reconocía la existencia <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo sindical estructurado<br />

por el oficialismo, que a modo <strong>de</strong> exhortación, pretendía retrotraerse al lazo histórico<br />

forjado entre peronismo y Estado para justificar la no legitimidad <strong>de</strong> quienes en nombre <strong>de</strong><br />

la tradición peronista buscaran <strong>de</strong>nunciar la ruptura que el nuevo rol adjudicado al Estado<br />

significaba respecto <strong>de</strong> ella. 12 Al mismo tiempo, la militancia peronista opositora reunida<br />

Villa María no escatimó palabras al asociar el cambio <strong>de</strong> rumbo económico con una<br />

avanzada autoritaria, que esta vez encontraba a sus promotores, no afuera <strong>de</strong>l peronismo<br />

sino en su interior.<br />

11 Documento perteneciente a las memorias <strong>de</strong> la CTA. Primer Encuentro <strong>de</strong> militantes peronistas en Villa<br />

María. “Peronismo o Liberalismo”. Junio <strong>de</strong> 1990. Este encuentro llevado a cabo a casi un año <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong> la<br />

gestión menemista, contó con la presencia <strong>de</strong> los principales referentes <strong>de</strong>l peronismo disi<strong>de</strong>nte tanto en el<br />

campo político-partidario, por entonces expresado en el llamado grupo <strong>de</strong> los ocho, y algunos gremios<br />

inscriptos en la CGT Azopardo, en lo que hace al campo sindical. El grupo <strong>de</strong> los ocho, que estaba integrado<br />

por los diputados Carlos “Chacho” Alvarez, Germán Abdala, Juan Pablo Cafiero, Darío Alessandro, Luis<br />

Brunati, Franco Caviglia, Moisés Fontela y José “Con<strong>de</strong>” Ramos, se formó en el año 1989 y se comenzó a<br />

consolidar a partir <strong>de</strong>l ‘90 con la <strong>de</strong>nuncia y crítica al programa <strong>de</strong> gobierno, lo cual se vio reflejado<br />

fundamentalmente en el proceso <strong>de</strong> privatizaciones.<br />

12 El párrafo final <strong>de</strong>l <strong>documento</strong> <strong>de</strong> Villa María <strong>de</strong>cía: “nos reconocemos en Juan Domingo Perón y Eva<br />

Perón para comprometernos en un <strong>de</strong>safío que consiste en lo inmediato en evitar la usurpación <strong>de</strong>l voto<br />

popular, en un intento por legitimar en nombre <strong>de</strong> un pasado pleno <strong>de</strong> realizaciones y lucha el proyecto más<br />

injusto y represivo <strong>de</strong> la historia política argentina.”<br />

13


El corolario <strong>de</strong> esta pronunciación era pues la configuración <strong>de</strong>l propio frente<br />

opositor al gobierno, aunque ya no resultado <strong>de</strong>l juego político interpartidario sino <strong>de</strong> la<br />

brecha abierta al interior <strong>de</strong>l peronismo entre disi<strong>de</strong>ntes y oficialistas.<br />

El eje que articuló esa nueva división al interior <strong>de</strong>l peronismo fue la percepción <strong>de</strong><br />

una traición que amenazaba la continuidad <strong>de</strong> la tradición. 13 Percepción que iba a tener<br />

como primera manifestación una resistencia basada en la reivindicación <strong>de</strong>l peronismo<br />

“auténtico”. Ciertamente, es este término el que inundó cada una <strong>de</strong> las opiniones <strong>de</strong><br />

quienes habían optado por la disi<strong>de</strong>ncia. 14 Baste para ello recordar las palabras <strong>de</strong>l<br />

entonces Secretario General <strong>de</strong> la Asociación <strong>de</strong> trabajadores <strong>de</strong>l Estado (ATE), Víctor De<br />

Gennaro, en los entretelones <strong>de</strong> la reunión que se dio cita en Villa María: “Lo que está en<br />

juego es el po<strong>de</strong>r ejercido por un peronismo nacional y popular o por un peronismo<br />

vaciado <strong>de</strong> contenido y transformado en liberal” 15 .<br />

Si el sentido que emergía <strong>de</strong> esas palabras era la traición, quien la encarnaba no<br />

dudaba ni se hacía esperar para <strong>de</strong>finir la relación que su gestión pretendía tener con la<br />

columna vertebral <strong>de</strong>l movimiento, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> esa forma en claro quiénes serían los<br />

“enemigos” en el actual escenario político. Con estas palabras se expresa por entonces el<br />

presi<strong>de</strong>nte Menem:<br />

13 En relación a las repercusiones <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong> Menem en el año 1989 y la dirección política y económica<br />

que se perfila es interesante recoger el recuerdo <strong>de</strong> Víctor De Gennaro, Secretario general <strong>de</strong> la Asociación<br />

<strong>de</strong> Trabajadores <strong>de</strong>l Estado (ATE): “Cuando iba a ganar Menem dije: lo primero que va a hacer es quebrar el<br />

movimiento obrero, y aún así es preferible votarlo para no permitir que Angeloz haga el ‘lápiz rojo’ con la<br />

anuencia <strong>de</strong> la gente. Por lo menos Menem lo iba a hacer traicionando y eso nos permitía pelea. En el ‘89, ni<br />

bien asume empezamos a pelear contra eso: peleamos contra la ley <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l Estado y cuando asume<br />

Germán [Abdala] rápidamente se enfrenta y empieza a aparecer el grupo <strong>de</strong> los ocho. Nosotros, en el campo<br />

sindical, también damos la pelea y empezamos a hacer las primeras marchas. El 30 <strong>de</strong> marzo hacemos el<br />

primer paro gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> los estatales frente al Congreso. Pero ya la CGT venía fracturándose. Fue en el teatro<br />

San Martín don<strong>de</strong> quiebran <strong>de</strong>finitivamente y eligen una nueva conducción. Hay un principio <strong>de</strong><br />

recomposición el 17 <strong>de</strong> octubre, todavía con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> recuperar, <strong>de</strong> pelear contra la traición. El 15 <strong>de</strong><br />

noviembre, hacemos un paro y movilización en la Plaza <strong>de</strong> Mayo. Es el último acto <strong>de</strong> Ubaldini y vamos<br />

todos. Pero la UOM <strong>de</strong> Lorenzo Miguel ya se había ido, junto a todos los sectores <strong>de</strong> la otra CGT don<strong>de</strong><br />

estaba Andreoni. Ahí se produce un vacío muy gran<strong>de</strong>”. (Arellano, et al, 2002:6).<br />

14 Las posiciones <strong>de</strong> resistencia y que reivindicaban una vuelta a los carriles <strong>de</strong> la tradición peronista no<br />

<strong>de</strong>jaban <strong>de</strong> encontrar fuertes opiniones ente quienes provenían <strong>de</strong>l campo político- partidario. Entre ellos<br />

valga recordar las palabras <strong>de</strong> un <strong>de</strong> Darío Alessandro (padre) cuando en el encuentro <strong>de</strong> la militancia<br />

peronista afirmaba:“No representamos al peronismo disi<strong>de</strong>nte sino al verda<strong>de</strong>ro peronismo”, (Clarín, 16-06-<br />

90. p. 7). Asimismo, uno <strong>de</strong> los cánticos coreados en ese encuentro <strong>de</strong>cía. “No queremos un partido/ un<br />

partido liberal/ queremos un movimiento/ nacional y popular”, en Clarín, 17-6-89. p. 6.<br />

15 (Clarín, 16-06-90.p.7).<br />

14


“Hay un sindicalismo progresista y <strong>de</strong> avanzada que acompaña al<br />

gobierno (...) Hay [también] un sindicalismo que espera; que como en el póker,<br />

está orejeando las cartas. Este no es el momento <strong>de</strong> tibios: a los tibios los vomita<br />

Dios, como dice la Biblia (...) Hay otro sindicalismo que está todavía pensando en<br />

1945 y que es uno <strong>de</strong> los más férreos oponentes a este gobierno. Ese sindicalismo<br />

no sirve para este país (Clarín, 16-06-90.p. 7).”<br />

Esta divisoria <strong>de</strong> aguas trazada por Menem era, en el tono confesional tan caro a su<br />

estilo, una muestra <strong>de</strong> que el peronismo se encontraba ahora ante una nueva realidad y que<br />

por en<strong>de</strong> su a<strong>de</strong>cuación a las circunstancias era innegociable. Quienes <strong>de</strong>cidieran <strong>de</strong>stinar<br />

sus esfuerzos a revivir el pasado estaban “con<strong>de</strong>nados” al fracaso, el cual se traducía, claro<br />

está, en el relegamiento político.<br />

Pero lejos <strong>de</strong> que estos alineamientos que<strong>de</strong>n reducidos a una disputa entre las<br />

alusiones a la traición que se hacían <strong>de</strong> un lado, y las acusaciones sobre la existencia <strong>de</strong><br />

una voluntad nostálgica <strong>de</strong>stinada al fracaso, que se esgrimía <strong>de</strong>l otro; ellos <strong>de</strong>jaban más<br />

bien traslucir el <strong>de</strong>sdoblamiento que según Carlos Altamirano ha recorrido al peronismo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que la experiencia iniciada en 1945 fuera interrumpida en 1955. Ese <strong>de</strong>sdoblamiento<br />

arraigado, en la cultura política peronista, aludía a la existencia <strong>de</strong> un “peronismo<br />

verda<strong>de</strong>ro” y un “peronismo empírico”. Al <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> este autor, el peronismo verda<strong>de</strong>ro no<br />

es meramente una articulación retórica o irreal, aun cuando el presente es un tiempo que<br />

jamás llega a pertenecerle. En palabras <strong>de</strong>l propio Altamirano:<br />

“El peronismo verda<strong>de</strong>ro es inactual. Este juicio no <strong>de</strong>be ser confundido<br />

con (...) que sus i<strong>de</strong>as están <strong>de</strong>sactualizadas, que son anacrónicas. Me refiero (...) a<br />

una inactualidad constitutiva podría <strong>de</strong>cirse, a la inactualidad <strong>de</strong> lo que es siempre,<br />

en el presente, sólo virtual. Se trata <strong>de</strong> la inactualidad <strong>de</strong> una expectativa: el<br />

peronismo verda<strong>de</strong>ro es una expectativa sobre las virtualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l peronismo que<br />

constituyen su verdad. Si esa verdad hoy no se manifiesta (o se manifiesta sólo por<br />

el testimonio <strong>de</strong> los peronistas verda<strong>de</strong>ros), reprimida y extraviada por obra <strong>de</strong>l<br />

peronismo fáctico, ella, sin embargo se ha mostrado plena en el pasado. El tiempo <strong>de</strong><br />

la expectativa -el <strong>de</strong>l retorno o el rescate- y el <strong>de</strong>l pasado son los dos dominios<br />

temporales <strong>de</strong>l peronismo verda<strong>de</strong>ro. El presente es el tiempo que consume el<br />

peronismo empírico, cuyo reinado, aunque contingente, impi<strong>de</strong> que la verdad <strong>de</strong>l<br />

peronismo se consuma” (Altamirano,2001:110).<br />

15


Pero la comprobación <strong>de</strong> que el peronismo empírico es, como dice Altamirano, el<br />

peronismo a secas, no tardaría en ser afrontada por quienes hasta ese momento habían<br />

<strong>de</strong>positado sus esfuerzos en revivir las “virtuales” virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l peronismo here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la<br />

experiencia <strong>de</strong>l ’45.<br />

El punto <strong>de</strong> inflexión que conduciría a esa comprobación estuvo dado por los<br />

resultados <strong>de</strong> las elecciones nacionales <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1991. En esa ocasión, en la que se<br />

renovaron cargos legislativos y gobernaciones provinciales, el partido <strong>de</strong>l gobierno<br />

emergió como triunfador indiscutido. La repercusión <strong>de</strong> estas elecciones y las lecturas <strong>de</strong>l<br />

escenario político que ellas suscitaron no fueron ajenas al mundo sindical y mucho menos<br />

a la atención <strong>de</strong> quienes habían privilegiado la oposición abierta a la política <strong>de</strong>l gobierno.<br />

El significado que tuvieron esas elecciones para quienes encarnaban la resistencia queda<br />

reflejado en la reflexión que años más tar<strong>de</strong> hacía Víctor De Gennaro:<br />

“El batacazo más gran<strong>de</strong> se produce cuando Menem gana las elecciones<br />

en el ‘91. La CGT empieza a plantear la unidad. Ahí nosotros dijimos, ‘no, basta’.<br />

A<strong>de</strong>más, esta crisis era muy profunda, no sólo en la <strong>Argentina</strong>, en el mundo. En el<br />

‘89 el campo socialista se <strong>de</strong>rrumbaba, y el retroceso <strong>de</strong> la clase trabajadora era<br />

mundial. Nos íbamos a casa o pateábamos el tablero y reconstituíamos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una<br />

nueva i<strong>de</strong>ntidad. (...) Siempre hay miedos (...) que se arrastran <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otros<br />

tiempos. La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong> marzo fue una <strong>de</strong>rrota por la fuerza: nos habían<br />

matado, nos habían reprimido, pero no nos habían convencido nunca. A mí en el<br />

‘91 eso me cayó. Cuando se votó a Menem por segunda vez, fue la primera vez<br />

que los argentinos votaron contra su <strong>de</strong>stino. Todas las elecciones anteriores <strong>de</strong>l<br />

siglo, cuando el pueblo argentino pudo votar, siempre votó por el que quería, si<br />

había uno bueno, como en el ‘12 o con Perón en el ‘46 y en el ‘52, o por el que no<br />

era el candidato <strong>de</strong>l enemigo: Frondizi contra los “otros”, el voto en blanco, en un<br />

momento <strong>de</strong>terminado.(...) En el ‘89 se votó a Menem que prometía otra cosa.<br />

Pero en el ‘91 ya no había dudas: se votó a Menem, a Cavallo, a las<br />

privatizaciones, la entrega. La crisis había penetrado en nosotros. Y ahí empecé a<br />

dudar”. 16<br />

16 (Arellano, et al., 2002:6 y 7). La alusión a la elección presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> 1912 probablemente sea un error <strong>de</strong><br />

imprenta o <strong>de</strong>l propio entrevistado al querer referirse a la elección <strong>de</strong> Hipólito Yrigoyen en el año 1916 con<br />

posterioridad a la sanción <strong>de</strong> la ley Sáenz Peña, en 1912.<br />

16


Las palabras <strong>de</strong> Víctor De Gennaro dan cuenta <strong>de</strong> que las elecciones <strong>de</strong> 1991<br />

<strong>de</strong>rivaron en un replanteo <strong>de</strong> la estrategia basada en la resistencia. Uno <strong>de</strong> los interrogantes<br />

que se le presentaba al sindicalismo disi<strong>de</strong>nte consistía en explorar qué sentido tenía<br />

continuar la reivindicación <strong>de</strong> un “peronismo verda<strong>de</strong>ro” cuando el electorado avalaba al<br />

“peronismo empírico”. La lucha justificada en la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> una traición que oponía la<br />

voluntad popular con la <strong>de</strong> quien en 1989 se había convertido en su representante, se<br />

<strong>de</strong>svanecía ante los contun<strong>de</strong>ntes porcentajes electorales que eran interpretados como la<br />

legitimación <strong>de</strong>l programa económico iniciado dos años atrás.<br />

Si <strong>de</strong> todo esto se <strong>de</strong>sprendía que la lucha <strong>de</strong> oposición basada en la resistencia<br />

había llegado a su fin, todavía quedaba por dilucidar cuál sería en a<strong>de</strong>lante el campo en el<br />

que se libraría la oposición al “mo<strong>de</strong>lo” vigente. 17<br />

Es en el encuentro <strong>de</strong> organizaciones y dirigentes sindicales realizado el 17 <strong>de</strong><br />

diciembre <strong>de</strong> 1991 en la localidad <strong>de</strong> Burzaco don<strong>de</strong> se comenzaría a <strong>de</strong>linear ese campo.<br />

El encuentro, convocado con el nombre <strong>de</strong> “Debate para la organización <strong>de</strong> los<br />

trabajadores” y realizado no casualmente tras las elecciones <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> septiembre,<br />

congregó a dirigentes y sectores sindicales peronistas y no peronistas. 18 El <strong>de</strong>bate concluyó<br />

con la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> construir un espacio sindical escindido <strong>de</strong> la CGT,<br />

que representara un nuevo mo<strong>de</strong>lo sindical que a largo plazo <strong>de</strong>bía contemplar la<br />

construcción <strong>de</strong> un movimiento político y social. 19<br />

17 Germán Abdala —diputado nacional y dirigente <strong>de</strong> ATE <strong>de</strong> Capital Fe<strong>de</strong>ral— expresaba la necesidad <strong>de</strong><br />

una ruptura con el pasado en los siguientes términos: “Mi visión hoy es que el Grupo <strong>de</strong> los Ocho y el<br />

peronismo disi<strong>de</strong>nte han cumplido una etapa, <strong>de</strong> la cual queda como autocrítica que no fuimos capaces <strong>de</strong><br />

construir una oposición al mo<strong>de</strong>lo liberal- menemista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro. Nosotros quisimos ser la conducción <strong>de</strong>l<br />

verda<strong>de</strong>ro peronismo, pero en esto hay que ser sinceros; hemos perdido. En las elecciones <strong>de</strong> 1991 quedó<br />

<strong>de</strong>mostrado que el partido justicialista como estructura es lo que hoy gobierna el país, y el peronismo que<br />

intentamos expresar es ya sólo un dato histórico como pue<strong>de</strong> ser cuando nos referenciamos con San Martín,<br />

Artigas, el Chacho Peñaloza, Yrigoyen, Evita y Perón. (...) Hay que construir una nueva alternativa popular en<br />

la <strong>Argentina</strong> que sintetice a todos los sectores. Un nuevo partido o frente que rompa con el bipartidismo, que<br />

(...) representa las dos patas <strong>de</strong>l ajuste: una salvaje y corrupta con este gobierno, y otra prolija y <strong>de</strong> buenos<br />

modales con Eduardo Angeloz. (...) Una alternativa con diversos sectores políticos y con organizaciones<br />

sociales, como el nuevo movimiento obrero (grupo <strong>de</strong> Burzaco, juntas barriales, jubilados y otros).” Página<br />

/12, 13-06-92. p. 6.<br />

18 Entre ellos se encontraban: la <strong>de</strong>legación nacional <strong>de</strong> ATE, CTERA, FOETRA (<strong>de</strong>legación Capital<br />

Fe<strong>de</strong>ral), SUPE (<strong>de</strong>legación Comodoro Rivadavia), UOM (<strong>de</strong>legación Villa Constitución), CGT (regional<br />

San Lorenzo), SUTE, APA, SUTEBA, UTPBA, SUTNA, SAON, SICA, FJA.<br />

19 “Somos conscientes que la posibilidad <strong>de</strong> una economía al servicio <strong>de</strong>l hombre fundada en niveles<br />

crecientes <strong>de</strong> autonomía y justicia social no constituye un problema económico. (...) la situación que afronta<br />

17


Ese mo<strong>de</strong>lo sindical <strong>de</strong>bía basarse en cuatro prácticas fundamentales que, en la<br />

visión <strong>de</strong> quienes las propugnaban, rompían con el viejo sindicalismo. La primera <strong>de</strong> las<br />

prácticas enumeradas consistía en la autonomía sindical con respecto al Estado, los<br />

patrones y los partidos políticos. La segunda práctica remitía al establecimiento <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia sindical que se expresaría principalmente a través <strong>de</strong>l voto directo como<br />

mecanismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s. En tercer lugar se reconocía la prioridad <strong>de</strong><br />

promover la apertura <strong>de</strong>l nuevo espacio a otros sectores <strong>de</strong> la sociedad, como canal <strong>de</strong><br />

expresión <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>mandas, especialmente si éstas provenían <strong>de</strong> quienes se encontraban<br />

excluidos <strong>de</strong>l “mo<strong>de</strong>lo”. La última práctica que se mencionaba aludía a la revalorización <strong>de</strong><br />

la ética gremial en rechazo tanto <strong>de</strong> actos <strong>de</strong> corrupción como <strong>de</strong> posturas que terminaran<br />

perjudicando la situación <strong>de</strong> la clase trabajadora en nombre <strong>de</strong> un supuesto pragmatismo<br />

como fundamento <strong>de</strong> la negociación.<br />

Con posterioridad al encuentro <strong>de</strong> Burzaco tuvo lugar la unificación <strong>de</strong> la CGT. A<br />

esta instancia se llegaba como consecuencia <strong>de</strong> dos hechos que estuvieron a la base <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> la CGT Azopardo. Por un lado, este grupo fue perdiendo paulatinamente<br />

fuerza en la medida en que varios <strong>de</strong> los sindicatos que lo integraban se <strong>de</strong>splazaron hacia<br />

las filas <strong>de</strong> la CGT San Martín o retiraron su apoyo. El alejamiento más significativo fue<br />

el <strong>de</strong> la UOM, ya que la ausencia <strong>de</strong> ese respaldo minó una parte importante <strong>de</strong> la fuerza<br />

que podía ejercer Ubaldini en su enfrentamiento abierto a las políticas implementadas por<br />

el gobierno. Esa <strong>de</strong>bilidad se reflejó rápidamente en el abandono <strong>de</strong> la posición altamente<br />

confrontativa que hasta ese entonces sostenía Ubaldini. 20<br />

nuestra comunidad ante la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> sus organizaciones políticas y sociales nos plantea el<br />

<strong>de</strong>safío <strong>de</strong> concretar nuevas formas <strong>de</strong> construcción política y social capaces <strong>de</strong> reinstalar el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los<br />

trabajadores y el pueblo en el escenario nacional. (...) el viejo mo<strong>de</strong>lo sindical sostenido por su <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r político y su grado <strong>de</strong> complicidad con el po<strong>de</strong>r económico no sirve para canalizar las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong><br />

sus representados ni <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r sus conquistas e intereses. Ante este cuadro <strong>de</strong> situación y sobre la base <strong>de</strong>l<br />

reconocimiento <strong>de</strong> errores en el proceso <strong>de</strong> construcción y acumulación, este encuentro <strong>de</strong> organizaciones<br />

sindicales se propone realizar un plan <strong>de</strong> trabajo que amplíe el <strong>de</strong>bate y las propuestas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una corriente<br />

sindical y hacia un movimiento político-.social.” “Debate para la organización <strong>de</strong> los Trabajadores”.<br />

Encuentro <strong>de</strong> organizaciones y dirigentes sindicales reunidos en la localidad <strong>de</strong> Burzaco. Documento<br />

perteneciente a las Memorias <strong>de</strong> la CTA. 17-12-1991.<br />

20 El pasaje <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> cautela que mantuviera la UOM en el Congreso <strong>de</strong> la CGT en octubre <strong>de</strong> 1989<br />

en el cual este gremio había <strong>de</strong>cidido apoyar a Ubaldini en el momento <strong>de</strong> la fractura <strong>de</strong> la CGT. Sin<br />

embargo, el sindicato metalúrgico mantuvo siempre una posición <strong>de</strong> ambigua que le permitía distanciarse<br />

completamente <strong>de</strong> ninguno <strong>de</strong> los dos sectores. Esto es mantener abierto el canal <strong>de</strong> negociación cercano al<br />

gobierno y no abandonar el campo <strong>de</strong> la lucha reivindicativa. Aún así, el gremio metalúrgico se mostraba<br />

reticente a convertir los reclamos sectoriales en un reclamo <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> la fuerza trabajadora. Esto se puso<br />

18


En segundo lugar, el triunfo <strong>de</strong> las elecciones <strong>de</strong> septiembre, como ya se señaló, fue<br />

<strong>de</strong>cisivo para la revalidación <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong>l gobierno y para que éste fuera reconocido<br />

por gran parte <strong>de</strong>l sindicalismo como el actor con cual se tendría que negociar en a<strong>de</strong>lante.<br />

Pero las elecciones no sólo ratificaron la legitimidad <strong>de</strong>l gobierno, sino que tuvieron un<br />

significado especial para los sectores <strong>de</strong>l sindicalismo disi<strong>de</strong>nte. Por un lado, Ubaldini, que<br />

se había presentado como candidato en la provincia <strong>de</strong> Buenos Aires por afuera <strong>de</strong>l Partido<br />

Justicialista, obtuvo resultados contun<strong>de</strong>ntemente negativos. Por otro lado, los sindicatos<br />

que se habían alejado <strong>de</strong> las filas ubaldinistas, entre los cuales se encontraban aquellos que<br />

posteriormente participaron <strong>de</strong> la convocatoria <strong>de</strong> la localidad <strong>de</strong> Burzaco, y que en abril<br />

<strong>de</strong> 1991 habían conformado el llamado ENSIPRON —Encuentro Sindical por un proyecto<br />

nacional— a través <strong>de</strong>l cual apoyaron la candidatura <strong>de</strong> Oscar Alen<strong>de</strong> para la gobernación<br />

<strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Buenos Aires, cosecharon, al igual que Ubaldini, resultados nada<br />

favorables. 21 Aun así, para muchos <strong>de</strong> quienes habían participado <strong>de</strong> esa experiencia, la<br />

<strong>de</strong>rrota constituyó la revelación <strong>de</strong> que la búsqueda <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> una alternativa al<br />

mo<strong>de</strong>lo en marcha no podía basarse exclusivamente en la competencia partidaria.<br />

Tras ese triunfo, el gobierno tomó la iniciativa en <strong>de</strong>terminadas áreas que afectaban<br />

los intereses sindicales 22 , y por resolución <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo quedó oficialmente<br />

reconocido que la CGT San Martín era la única confe<strong>de</strong>ración con <strong>de</strong>recho a usar esa<br />

en evi<strong>de</strong>ncia cuando la UOM no quiso participar en los actos <strong>de</strong> protestas en contra <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><br />

privatización <strong>de</strong> ENTel en el que se apoyaba a la iniciativa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>legación <strong>de</strong> capital fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> FOETRA,<br />

que fue el último acto al que asistió Ubaldini como representante <strong>de</strong> la CGT Azopardo.<br />

21 Clarín, 19-12-91. p. 19.<br />

22 Durante el mes <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1991 se dictaron <strong>de</strong>cretos y se sancionaron leyes sobre materias que<br />

involucraban intereses sindicales. Específicamente, el po<strong>de</strong>r ejecutivo dictó los <strong>de</strong>cretos 2284/91 <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sregulación <strong>de</strong> la economía y 1334/91. El primero <strong>de</strong> ellos contempla la <strong>de</strong>sregulación <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> obras<br />

sociales que afecta directamente una <strong>de</strong> las fuentes principales <strong>de</strong> financiamiento <strong>de</strong> los sindicatos, y el<br />

segundo <strong>de</strong>creto condiciona los aumentos salariales a los aumentos <strong>de</strong> productividad. A<strong>de</strong>más el senado<br />

sanciona <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mucho tiempo <strong>de</strong> tratamiento el proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong> empleo que tenía iniciativa <strong>de</strong>l<br />

ejecutivo y promueve con posterioridad al <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sregulación <strong>de</strong> la economía un proyecto <strong>de</strong> ley que<br />

completa la <strong>de</strong>sregulación <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> obras sociales. Frente a este panorama, la unidad sindical se<br />

comienza a gestar a partir <strong>de</strong> la comunicación que se comienza a dar en el marco <strong>de</strong>l consejo nacional <strong>de</strong>l<br />

empleo, la productividad y el salario mínimo vital y móvil que estaba previsto en la ley <strong>de</strong> Empleo. Así, el<br />

consejo <strong>de</strong>signado por el gobierno a propuesta <strong>de</strong> la CGT quedó conformado por los siguientes 16<br />

sindicalistas que respondían a diferentes sectores: entre los más allegados a Menem estaban José Rodríguez<br />

(SMATA), Carlos West Ocampo (FATSA), José Pedraza (UF), Gerardo Martínez (UOCRA), Pedro<br />

Goyeneche (AOT), Andrés Rodríguez (UPCN), Ramón Valle (seguros), José Luis Lingieri, Rogelio<br />

Rodríguez (FOETRA), Alfredo Atanasof (sindicato <strong>de</strong> empleados municipales), Por el sector <strong>de</strong> Lorenzo<br />

Miguel irían Diego Ibánez y el propio li<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la UOM; entre los in<strong>de</strong>pendientes estarían Armando Cavalieri<br />

(mercantil), Oscar Lescano (FATLyF) y Juan José Zanola (bancarios); por el Ubaldinismo sólo fue nombrado<br />

19


sigla, ocupar el edificio <strong>de</strong> la calle Azopardo y ejercer las atribuciones que <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> esa<br />

personería gremial. Esta resolución ponía así fin a las controversias sobre legalidad que<br />

habían ro<strong>de</strong>ado el clima <strong>de</strong>l Congreso confe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong>l año 1989. 23<br />

Todas estas circunstancias condujeron al congreso unificador <strong>de</strong> Parque Norte que<br />

tuvo lugar el 26 marzo <strong>de</strong> 1992. En ese momento quedó también establecido un nuevo<br />

estatuto <strong>de</strong> la CGT. La modificación más sustantiva que se introdujo fue la conformación<br />

<strong>de</strong> una conducción nacional colegiada que contaría con cinco miembros que rotarían en el<br />

cargo <strong>de</strong> secretario general cada seis meses. Siguiendo los lineamientos <strong>de</strong>l nuevo estatuto,<br />

los sindicatos <strong>de</strong> mayor gravitación consensuaron una lista <strong>de</strong> unidad que colocaba al<br />

frente <strong>de</strong> la secretaría general colegiada al dirigente <strong>de</strong> la fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Luz y Fuerza Oscar<br />

Lescano. 24 Más allá <strong>de</strong> la relativa in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia que este dirigente había mantenido<br />

respecto <strong>de</strong> las dos CGT constituidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1989, en la secretaría general<br />

predominaron los sindicatos más estrechamente vinculados al gobierno nacional y los<br />

sectores más relegados fueron los ligados a Saúl Ubaldini y Luis Barrionuevo. A<strong>de</strong>más el<br />

mismo congreso, contó con la presencia <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la nación quien bendijo la unidad<br />

allí consagrada.<br />

Días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la celebración <strong>de</strong>l congreso que selló la unificación <strong>de</strong> la CGT a<br />

más <strong>de</strong> dos años <strong>de</strong> producida su fractura, se <strong>de</strong>sarrolló un nuevo encuentro <strong>de</strong><br />

organizaciones sindicales en la Ciudad <strong>de</strong> Rosario. En él participaron aquellos sindicatos<br />

que habían <strong>de</strong>batido a fines <strong>de</strong> 1991 en la localidad <strong>de</strong> Burzaco y que no habían asistido al<br />

Congreso <strong>de</strong> la CGT, en una <strong>de</strong>cidida señal <strong>de</strong> autoexclusión.<br />

Si algo había quedado en claro <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> recuperar la tradición <strong>de</strong>l<br />

peronismo resistiendo las políticas <strong>de</strong>l gobierno, era que el camino para quienes no<br />

Ricardo Pérez (camioneros). Clarín y La Nación <strong>de</strong> los días 23, 26 y 27 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1991.<br />

23 Clarín, 5-11-91.p.13.<br />

24 Con la modificación <strong>de</strong>l estatuto, la CGT pasó <strong>de</strong> tener 20 secretarías a tener 40. Así es que se eligen 40<br />

secretarios que correspon<strong>de</strong>n a 40 gremios. Estos 40 sindicatos se <strong>de</strong>ben rotar en la secretaría general<br />

integrada por cinco miembros. Los cargos correspon<strong>de</strong>n a los sindicatos y no a los dirigentes individualmente,<br />

con lo cual los nombres pue<strong>de</strong>n cambiar según los movimientos internos <strong>de</strong> cada sector. Este mecanismo<br />

permitiría la convivencia <strong>de</strong> diferentes corrientes internas, evitando las otrora disputas que <strong>de</strong>sataron la<br />

ruptura <strong>de</strong> la CGT en 1989, así como la personalización <strong>de</strong>l cargo. La secretaría general quedó finalmente<br />

integrada por Oscar Lescano, Aníbal Martínez (UOM), José Rodríguez, José Pedraza y Ramón Baldassini<br />

(FOECYT). A partir <strong>de</strong> ese congreso, Ubaldini pasó a integrar junto a otros gremios la secretaría <strong>de</strong> relaciones<br />

internacionales, quedando a cargo <strong>de</strong> la representación <strong>de</strong> la CGT ante la CIOSL (Confe<strong>de</strong>ración<br />

internacional <strong>de</strong> organizaciones sindicales libres). Clarín y Página/12 <strong>de</strong> los días 26 y 27 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1992.<br />

20


aceptaban esos lineamientos no podía pasar ya por la asunción <strong>de</strong> su condición <strong>de</strong> minoría<br />

al interior <strong>de</strong>l movimiento obrero y, consecuentemente, la aceptación <strong>de</strong> una estrategia que<br />

privilegiara la espera y la construcción <strong>de</strong> una oposición alternativa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la CGT.<br />

Contrariamente, el encuentro <strong>de</strong> Burzaco constituyó la clausura <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> esa opción, al<br />

tiempo que la ausencia <strong>de</strong> esos sindicatos en el congreso cegetista <strong>de</strong> Parque Norte fue la<br />

confirmación <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión previamente tomada. El camino incierto que comenzaban a<br />

transitar era el <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> un espacio <strong>de</strong> los trabajadores que, como el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong><br />

Burzaco había a<strong>de</strong>lantado, <strong>de</strong>bía asumir la superación <strong>de</strong> la experiencia peronista.<br />

En ese sentido, Rosario fue un paso más en la construcción <strong>de</strong> un nuevo espacio<br />

sindical. La consigna <strong>de</strong>l este encuentro fue “concretar la unidad <strong>de</strong> los trabajadores antes<br />

que la unidad <strong>de</strong> las cúpulas”, en una alusión más que explícita al clima que había ro<strong>de</strong>ado<br />

a la reciente reunificación <strong>de</strong> la CGT. El resultado <strong>de</strong>l segundo encuentro fue la<br />

<strong>de</strong>signación <strong>de</strong> una Mesa Nacional Provisoria que tuviese por función organizar un<br />

Congreso <strong>de</strong> los Trabajadores Argentinos para la conformación <strong>de</strong> un ámbito permanente<br />

<strong>de</strong> discusión sindical. 25<br />

Ese objetivo se concretó finalmente el 14 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1992 cuando se funda el<br />

CTA como Congreso <strong>de</strong> los Trabajadores Argentinos ante la presencia <strong>de</strong> 2600 <strong>de</strong>legados,<br />

y se firma una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios en la cual se establecen las características<br />

organizativas que asumiría el nuevo nucleamiento sindical. 26<br />

De allí en más, los pasos dados se orientaron al logro <strong>de</strong> que ese nuevo espacio,<br />

cuya raíz se hallaba en los sindicatos, fuera reconocido oficialmente. Logro recién<br />

25 “Encuentro sindical. Hacia el congreso <strong>de</strong> los trabajadores argentinos. CTA. Para volver a creer que es<br />

posible una sociedad más justa. Para que nuestra dignidad se ponga en marcha”. Rosario. 4 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1992.<br />

Memorias <strong>de</strong> la CTA. La mesa provisoria que quedó conformada en ese encuentro fue integrada por: Cayo S.<br />

Ayala (SAON), Víctor De Gennaro (ATE), Mary Sánchez (CTERA), Eduardo Otero (Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Vialidad<br />

Nacional), Elido Veschi (Asociación <strong>de</strong> personal <strong>de</strong> Ferrocarriles), Eduardo Fernán<strong>de</strong>z Novoa (Fe<strong>de</strong>ración<br />

Judicial <strong>Argentina</strong>), Pedro Wasiesjko (SUTNA), Roberto Miller (SICA), Alberto José Piccinini (CGT-Villa<br />

Constitución), Edgardo Quiroga (CGT- San Lorenzo), Amancio Pafundi y José Zárate (Plenario <strong>de</strong><br />

organizaciones <strong>de</strong> jubilados).<br />

26 Recordando los encuentros <strong>de</strong> Rosario y Parque Sarmiento en el año 1992, De Gennaro <strong>de</strong>cía: “[En<br />

Rosario] pudimos constatar la necesidad que existía, para que todos los dirigentes <strong>de</strong> distintos niveles (...)<br />

encontráramos una respuesta organizativa. La crisis <strong>de</strong> representatividad política, sindical y social <strong>de</strong> los<br />

trabajadores estaba planteada y no se resolvía juntando a secretarios generales ni a organizaciones. (...) Allí se<br />

acordó construir una verda<strong>de</strong>ra herramienta <strong>de</strong> los trabajadores y se convocó al primer Congreso <strong>de</strong> los<br />

Trabajadores Argentinos, nombre que asumimos para la naciente organización. Nos llamamos Congreso<br />

porque esa palabra da la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, <strong>de</strong> que estamos en construcción. No dijimos: ‘vamos a fundar la<br />

central <strong>de</strong> los trabajadores’; dijimos: ‘vamos a hacer el congreso <strong>de</strong> los trabajadores, que es algo en<br />

21


alcanzado con la elección <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s nacionales por medio <strong>de</strong>l voto directo en el año<br />

1995, la celebración <strong>de</strong>l Congreso Nacional <strong>de</strong> <strong>de</strong>legados que en diciembre <strong>de</strong> 1996<br />

resuelve que el Congreso <strong>de</strong> los Trabajadores Argentinos pase a <strong>de</strong>nominarse Central <strong>de</strong><br />

los Trabajadores; y, finalmente, con la resolución N° 325/9 <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y<br />

Seguridad Social que aprueba la inscripción gremial <strong>de</strong> la CTA en el año 1997. 27<br />

Ese reconocimiento no fue sino el resultado <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rrotero seguido durante los años<br />

noventa, años que fueron, para quienes integraron esa central, sinónimo <strong>de</strong> menemismo y<br />

<strong>de</strong> concreción <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo económico y social neoliberal nacido bajo el régimen<br />

autoritario instaurado en 1976.<br />

Sin embargo, y más allá <strong>de</strong> si Menemismo y mo<strong>de</strong>lo neoliberal coinci<strong>de</strong>n<br />

realmente, lo que sí se <strong>de</strong>be rescatar es que ellos llevaron a un sector minoritario <strong>de</strong>l<br />

sindicalismo a encabezar una articulación política que no aspiraba únicamente a<br />

representar una oposición a la política <strong>de</strong>l gobierno, sino a buscar la superación <strong>de</strong> la<br />

experiencia peronista, así como la institucionalidad y las prácticas sindicales a ella<br />

asociadas.<br />

Esta búsqueda que se traduce en el alejamiento por parte <strong>de</strong>l sector sindical <strong>de</strong><br />

origen peronista <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l Partido Justicialista, y en el quiebre con una<br />

concepción <strong>de</strong> unidad <strong>de</strong>l movimiento obrero, marca, a su vez, límites entre la CTA y otros<br />

grupos sindicales que aún oponiéndose a la política económica menemista, no aceptan esas<br />

dos propuestas <strong>de</strong> ruptura, tal como es el caso <strong>de</strong>l Movimiento <strong>de</strong> los Trabajadores<br />

Argentinos (MTA).<br />

Asimismo, ese distanciamiento <strong>de</strong> las filas <strong>de</strong>l partido no implicaron ni el rechazo<br />

<strong>de</strong> la política ni la negación <strong>de</strong> participación en el campo electoral. Aun cuando la CTA se<br />

haya <strong>de</strong>finido in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> los partidos políticos, no faltaron miembros <strong>de</strong> sus filas que<br />

participaran electoralmente, como tampoco el respaldo implícito que esta central <strong>de</strong><br />

trabajadores brindó a fuerzas políticas como el Frepaso o la Alianza.<br />

construcción”. (Rauber, 1998: 285).<br />

27 Pese a ello, esta central continúa reafirmando el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> libertad y pluralidad sindical ausente en la<br />

legislación argentina. Pone en evi<strong>de</strong>ncia a<strong>de</strong>más la ausencia <strong>de</strong> correlación entre el reconocimiento <strong>de</strong> hecho<br />

y <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho que recibe la central <strong>de</strong> trabajadores. Esto se produce porque la legislación nacional impi<strong>de</strong> la<br />

conformación <strong>de</strong> una central confe<strong>de</strong>ral, paralela a la CGT. Es por este motivo que más allá <strong>de</strong> haber obtenido<br />

la inscripción gremial, esta central no cuente aún con la personería jurídica que le permitiría ser autorizada a<br />

representar a los trabajadores en las negociaciones colectivas.<br />

22


De la reformulación <strong>de</strong> la “clase trabajadora” a la proyección <strong>de</strong>l movimiento<br />

Las <strong>de</strong>scripciones y análisis que dan cuenta <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> clase trabajadora que<br />

caracteriza a la CTA, versan habitualmente sobre la participación <strong>de</strong> este actor sindical en<br />

la protesta social <strong>de</strong>satada en la <strong>Argentina</strong> durante la década que aquí nos ocupa.<br />

Aunque sería difícil recorrer en pocas líneas la literatura que ha dado cuenta <strong>de</strong> ese<br />

fenómeno, ésta ha incluido tanto interpretaciones que postulan el efecto directo <strong>de</strong> las<br />

políticas <strong>de</strong> reforma económica; así como otras que, contrariamente, han sugerido la<br />

necesidad <strong>de</strong> no afirmar una relación <strong>de</strong> causa y efecto <strong>de</strong> esa magnitud sino explorar la<br />

relación entre políticas <strong>de</strong> ajuste y crisis <strong>de</strong> representación (Scribano, 1999:55). También se<br />

han <strong>de</strong>stacado los trabajos que han clasificado los diferentes tipos <strong>de</strong> protesta según su<br />

origen sindical, su carácter no sindical o su matriz ciudadana (Schuster, 1998). En otros<br />

análisis, se han planteado las limitaciones <strong>de</strong> los principales marcos teóricos <strong>de</strong>dicados a la<br />

problemática <strong>de</strong> la acción colectiva, las acciones <strong>de</strong> protesta y los movimientos sociales ya<br />

sea por basarse en una visión racionalista —como es el caso <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la acción<br />

colectiva y la teoría <strong>de</strong> la movilización <strong>de</strong> recursos, etc.— que abandona la noción <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>ntidad; o, por la imposibilidad <strong>de</strong> generalizar ciertos conceptos a realida<strong>de</strong>s sociales<br />

diferentes <strong>de</strong> aquellas en las que fueron elaboradas, como es el caso <strong>de</strong> la teoría sobre los<br />

nuevos movimientos sociales. Es así que tampoco han faltado los intentos <strong>de</strong> sortear<br />

algunas <strong>de</strong> esas limitaciones aportando distinciones, o precisiones, que permitan dar cuenta<br />

<strong>de</strong> la multiplicidad <strong>de</strong> fenómenos que remiten a la ola <strong>de</strong> protestas, tal como surge <strong>de</strong><br />

algunas propuestas que apuntan a distinguir entre los conceptos <strong>de</strong> estallido social y el <strong>de</strong><br />

movimientos sociales (Farinetti, 2002).<br />

En el marco <strong>de</strong> proliferación <strong>de</strong> la literatura centrada en la conflictividad social,<br />

también se señaló que la evolución <strong>de</strong> la protesta social tuvo como corolario la<br />

conformación <strong>de</strong> un movimiento piquetero que es expresión <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> reconstitución<br />

<strong>de</strong>l tejido social y <strong>de</strong> una nueva política, a cuya base se encontraría la convergencia entre<br />

las experiencias <strong>de</strong> las puebladas y cortes <strong>de</strong> ruta producidos en las provincias <strong>de</strong>l interior;<br />

y, las lógicas <strong>de</strong> organización comunitaria arraigadas fundamentalmente en los barrios<br />

(Svampa y Pereyra, 2003).<br />

Aunque gran parte <strong>de</strong> esas interpretaciones no han soslayado, al dar cuenta <strong>de</strong> esa<br />

23


efervescencia social, la existencia <strong>de</strong> una tradición <strong>de</strong> organización que halla en la práctica<br />

sindical un antece<strong>de</strong>nte inconfundible, no han abundado, sin embargo, los análisis que<br />

rastreen con <strong>de</strong>tenimiento los lazos entre ese antece<strong>de</strong>nte y el tono que adquirió la protesta<br />

<strong>de</strong> los últimos años. Antes bien, se ha recordado agudamente que los cortes <strong>de</strong> rutas<br />

reconocen un rico historial en las protestas <strong>de</strong> los sectores rurales, que la interrupción <strong>de</strong> la<br />

circulación también formó parte <strong>de</strong> los reclamos <strong>de</strong> los obreros urbanos a comienzos <strong>de</strong>l<br />

siglo XX, y que los cortes fueron utilizados en los primeros años <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l noventa<br />

por los trabajadores que se oponían a la privatización o cierre <strong>de</strong> empresas estatales, así<br />

como por aquellos empleados estatales que <strong>de</strong>mandaban mejoras salariales, cuando no el<br />

pago <strong>de</strong> sueldos atrasados.<br />

En cambio, la posición asumida por algunos sectores sindicales ante la problemática<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>socupación y <strong>de</strong> aquellas franjas <strong>de</strong> la sociedad que pasaban a constituir las filas <strong>de</strong><br />

los “sin clase”, o <strong>de</strong> los precarios, fue percibida como un proceso que se <strong>de</strong>sarrolló<br />

fundamentalmente a partir <strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong> los años noventa cuando oficialmente se<br />

admiten los elevados índices <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación y ya han adquirido alguna repercusión<br />

mediática las protestas <strong>de</strong> magnitud nacional.<br />

En el caso <strong>de</strong> la CTA, la marcha conjunta con la organización <strong>de</strong>l partido<br />

bonaerense <strong>de</strong> La Matanza que tiene como principal referente a Luis D’Elía, en el marco<br />

<strong>de</strong>l paro general <strong>de</strong>l 8 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1996, pasando por las reuniones mantenidas durante el<br />

año 1997 a fin <strong>de</strong> articular las experiencias comunitarias relacionadas con el tema <strong>de</strong> la<br />

vivienda y la tierra; y, la fundación oficial <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Tierra, Vivienda y Hábitat el<br />

18 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1998 en el Colegio San Francisco <strong>de</strong> Sales <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> Buenos Aires, son<br />

asiduamente mencionados como la constatación <strong>de</strong>l reconocimiento que esta organización<br />

sindical hace <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>socupación y <strong>de</strong> la asunción <strong>de</strong> que la “nueva fábrica<br />

es el barrio”. 28<br />

Pero esta sucesión <strong>de</strong> encuentros que culminaron en la incorporación <strong>de</strong> un sector <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>socupados en una estructura sindical, pue<strong>de</strong> dar lugar a conclusiones que sostengan la<br />

existencia <strong>de</strong> un recurso exclusivamente estratégico por parte <strong>de</strong> ese núcleo sindical a todas<br />

28 A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la cooperativa USO li<strong>de</strong>rada por el dirigente <strong>de</strong> origen peronista, Luis D’Elía, también<br />

confluyeron en la FTV otras organizaciones relacionadas con el tema <strong>de</strong> la vivienda y la tierra como por<br />

ejemplo el MOI (Movimiento <strong>de</strong> ocupantes e inquilinos) nacido a partir <strong>de</strong> las ocupaciones masivas <strong>de</strong><br />

24


luces carente <strong>de</strong>l apoyo <strong>de</strong> sectores gremiales con un fuerte peso político y <strong>de</strong><br />

representatividad entre los trabajadores privados pertenecientes a las áreas significativas <strong>de</strong><br />

producción o servicio. Y esta visión pue<strong>de</strong> ganar mayor fuerza cuando dicha incorporación<br />

es rescatada únicamente por el impacto que tuvieron fenómenos como los <strong>de</strong> las ollas<br />

populares organizadas en partidos <strong>de</strong>l conurbano bonaerense; o, por la participación <strong>de</strong> las<br />

organizaciones <strong>de</strong> base en alguno <strong>de</strong> los relevamientos realizados a partir <strong>de</strong> encuestas<br />

provinciales en el marco <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> asistencia alimentaria, y que propiciaron, entre<br />

los 1995 y 1996, la conformación <strong>de</strong> una “red <strong>de</strong> barrios”. 29<br />

La explicación <strong>de</strong> una tardía posición asumida por el sindicalismo, o<br />

específicamente, por un reducido núcleo <strong>de</strong>l mismo, resulta pues evi<strong>de</strong>nte en la medida en<br />

que permanece opacado un proceso <strong>de</strong> reformulación i<strong>de</strong>ntitaria que prece<strong>de</strong> los hechos<br />

antes mencionados.<br />

En efecto, la creación <strong>de</strong> la FTV, en el marco <strong>de</strong> la CTA, pue<strong>de</strong> ser comprendida<br />

prestando atención a: a) los lazos forjados por la CTA, y originalmente por ATE, con las<br />

experiencias <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> las organizaciones <strong>de</strong> base comunitaria en los años ochenta;<br />

y, b) por la participación <strong>de</strong> la CTA en la protesta social y en los cortes <strong>de</strong> ruta en el interior<br />

<strong>de</strong>l país. 30<br />

El primer punto reclama sin duda rastrear el nacimiento <strong>de</strong> las organizaciones<br />

barriales que protagonizan las protestas <strong>de</strong> estos últimos años. Su origen pue<strong>de</strong> ser<br />

advertido tanto en los alcances que adquirieron los fenómenos <strong>de</strong> ocupación <strong>de</strong> tierras y<br />

formación <strong>de</strong> asentamientos 31 en el Gran Buenos Aires durante los primeros años <strong>de</strong> la<br />

gran<strong>de</strong>s edificios en la Ciudad <strong>de</strong> Buenos Aires durante los años ochenta.<br />

29 Se <strong>de</strong>be tener en cuenta que <strong>de</strong>legaciones locales <strong>de</strong> ATE, así como SUTEBA colaboraban con esas<br />

iniciativas que surgían en los barrios y que en un primer momento constituyeron reclamos por bolsones <strong>de</strong><br />

alimentos.<br />

30 Para un análisis más pormenorizado <strong>de</strong>l caso <strong>de</strong> la CTA, se han omitido las referencias a otras<br />

organizaciones que participaron activamente <strong>de</strong> la protesta social durante la década <strong>de</strong>l noventa, como es el<br />

caso <strong>de</strong> la Corriente Clasista y Combativa a partir <strong>de</strong>l año 1994, o aquellas agrupaciones que comienzan a<br />

conformarse hacia fines <strong>de</strong> esos años.<br />

31 En los primeros años <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l ochenta comienzan a tener lugar una serie <strong>de</strong> acontecimientos en el<br />

Gran Buenos Aires que manifiestan <strong>de</strong>mandas provenientes <strong>de</strong> los sectores populares ligadas a la<br />

problemática <strong>de</strong> la tierra y la vivienda. Ese proceso reconoce entre sus causas algunas <strong>de</strong> las posiciones<br />

asumidas por el último régimen autoritario a raíz <strong>de</strong> la problemática habitacional entre los sectores populares<br />

y que se tradujo, en el caso <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Buenos Aires, en la introducción <strong>de</strong> fuertes modificaciones y<br />

restricciones al Código <strong>de</strong> Planeamiento Urbano, así como el <strong>de</strong>scongelamiento <strong>de</strong> los alquileres; mientras<br />

que en el caso <strong>de</strong> la Capital Fe<strong>de</strong>ral se plasmó en clara voluntad <strong>de</strong> implementar una política <strong>de</strong> erradicación<br />

<strong>de</strong> las Villas Miseria. (Fara, 1985: 121-123).<br />

25


década <strong>de</strong>l ochenta, los cuales contaron con el apoyo <strong>de</strong> las organizaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />

humanos y <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s eclesiales <strong>de</strong> base, como así también en las influencias <strong>de</strong>l<br />

movimiento villero peronista que le precedió.<br />

En ese sentido, cabe recordar que la CGT- Brasil, <strong>de</strong> la cual formaba parte ATE,<br />

apoyó en 1982 las protestas barriales que fueron sintetizadas bajo la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> "El<br />

vecinazo” —surgidas en respuesta a un aumento impositivo y que repercutió en zonas<br />

como Tres <strong>de</strong> Febrero, Lanús, Merlo, Esteban Echeverría—, así como también la ocupación<br />

<strong>de</strong> tierras en las zonas más marginadas <strong>de</strong>l conurbano bonaerense —como por ejemplo en<br />

La Matanza y en Florencia Varela (González Bombal, 1985: 96 -119).<br />

No obstante, más allá <strong>de</strong>l respaldo que facilitaban las <strong>de</strong>legaciones locales <strong>de</strong> ATE a<br />

esas experiencias, en el caso particular <strong>de</strong> la FTV, la cercanía <strong>de</strong> su referente con ese<br />

sindicato estatal se remontaba a su participación en la organización <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>rechos humanos encabezada por Adolfo Pérez Esquivel, el SERPAJ (Servicio <strong>de</strong> Paz y<br />

Justicia), en el cual participaban integrantes <strong>de</strong> la corriente ANUSATE como Germán<br />

Abdala, Víctor De Gennaro y Claudio Lozano. 32<br />

Otro punto clave para revisar el proceso <strong>de</strong> reformulación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> “clase<br />

trabajadora” que encarna la CTA, lo constituyó las repercusiones que ya a mediados <strong>de</strong> la<br />

década <strong>de</strong>l ochenta comenzaban a tener las problemáticas <strong>de</strong> la pobreza y <strong>de</strong> la<br />

precarización laboral. El dirigente Germán Abdala expresaba su preocupación por esto<br />

último cuando en algunos comentarios realizados en 1985 daba cuenta <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong><br />

encontrar nuevas formas <strong>de</strong> representación <strong>de</strong> la clase trabajadora.<br />

Hoy el eje fundamental <strong>de</strong> todo movimiento, <strong>de</strong> toda forma<br />

organizativa, es la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la fuente <strong>de</strong> trabajo, cuando hace una década atrás<br />

el movimiento obrero y sus distintas vertientes estaba directamente discutiendo<br />

cómo dirigía o cómo gobernaba, en última instancia el país. Este hecho no está<br />

hoy en el mismo plano, (...) tenemos que plantearnos formas alternativas para<br />

resolver [la crisis <strong>de</strong> la sociedad], ya que no hay respuestas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este marco<br />

económico y político. (...) Nosotros enmarcamos este tema en que acá hay todo<br />

32 La Agrupación Nacional <strong>de</strong> Unidad y Solidaridad <strong>de</strong> ATE (ANUSATE) fue la corriente interna <strong>de</strong> dicho<br />

sindicato que disputó y ganó las elecciones en el marco <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> reor<strong>de</strong>namiento sindical que se produjo<br />

con el advenimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. Y fue en ese mismo proceso electoral, que le otorgó la conducción <strong>de</strong>l<br />

sindicato a ANUSATE, don<strong>de</strong> Luis D’Elía participaría como fiscal por pedido <strong>de</strong> Abdala. Entrevista a Luis<br />

26


un sector social que ha quedado sin expresión política, sin expresión estratégica,<br />

todo un sector social que tal vez antes estaba incluido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> todo un proyecto<br />

<strong>de</strong> país, un proyecto <strong>de</strong> vida (Abdala, 1985: 61-62).<br />

Consecuentemente, no resulta extraño que en la reunión <strong>de</strong> Burzaco <strong>de</strong> 1991 haya<br />

quedado plasmada la voluntad <strong>de</strong> “propiciar la apertura <strong>de</strong>l sindicato a otras<br />

organizaciones sociales” ; y, que en el Art.2 <strong>de</strong>l Estatuto elaborado en noviembre <strong>de</strong> 1992<br />

se establezca que pue<strong>de</strong>n afiliarse a la nueva central: a) los trabajadores activos; b) los<br />

trabajadores sin trabajo, los trabajadores beneficiarios <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> las prestaciones <strong>de</strong>l<br />

régimen previsional público o privado, nacional, provincial o municipal; y c) los<br />

trabajadores autónomos y cuentapropistas en tanto no tengan trabajadores bajo su<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia 33 .<br />

La participación <strong>de</strong> la CTA, y <strong>de</strong> ATE, en las protestas encabezadas por los<br />

trabajadores estatales en diferentes puntos <strong>de</strong>l país —y que en algunos casos llevaron a ese<br />

sindicato a confluir con otros gremios, como lo evi<strong>de</strong>ncia la participación <strong>de</strong> ATE en el<br />

Frente <strong>de</strong> Gremios Estatales que tenía como principal referente a Carlos “Perro”<br />

Santillán—, fue acompañada, casi paralelamente, por diferentes intentos <strong>de</strong> conformación<br />

<strong>de</strong> comisiones <strong>de</strong> trabajadores <strong>de</strong>socupados en lugares como Rosario, en la Provincia <strong>de</strong><br />

Santa Fe; o en la Provincia <strong>de</strong>l Neuquén. 34<br />

Como se recordará, es justamente esta última provincia la que se convirtió en cuna<br />

<strong>de</strong>l término “piquete” como consecuencia <strong>de</strong> la pueblada <strong>de</strong> 1996 en las localida<strong>de</strong>s<br />

petroleras <strong>de</strong> Cutral- Co y Plaza Huincul, y que se tornó símbolo <strong>de</strong>l reclamo <strong>de</strong> fuentes<br />

trabajo. Ese episodio, a<strong>de</strong>más, fue percibido como punto <strong>de</strong> inflexión en el ciclo <strong>de</strong> la<br />

protesta social, y como el comienzo <strong>de</strong> la generalización <strong>de</strong> sucesos similares que se<br />

inscribirían bajo la categoría <strong>de</strong> acción piquetera, como ocurrió con los acontecimientos<br />

que posteriormente se produjeron en General Mosconi y Tartagal 35<br />

Sin embargo, esta provincia tiene un interés particular para la CTA y para el análisis<br />

D’Elía. 28-07-03.<br />

33 Estatuto <strong>de</strong>l CTA, 14 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1992.<br />

34 En el caso <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong>l Neuquén, algunos testimonios recogidos por medio <strong>de</strong> entrevistas dan cuenta<br />

<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> comisiones <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupados —que estaban incorporados en algún programa <strong>de</strong> empleo <strong>de</strong><br />

carácter provincial o nacional— ya en el año 1993.<br />

35 Las experiencias <strong>de</strong> Plaza Huincul y Cutral Co en 1996 y 1997, así como las <strong>de</strong> General Mosconi y<br />

27


<strong>de</strong> la reformulación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> clase trabajadora que se está subrayando aquí. Esto es<br />

así no sólo por el alto perfil que adquirieron las protestas <strong>de</strong> los sectores estatales —ATE,<br />

docentes, empleados judiciales— durante la década <strong>de</strong>l noventa, sino porque allí se registró<br />

un caso <strong>de</strong> corte <strong>de</strong> ruta previo a la <strong>de</strong>nominada pueblada <strong>de</strong> 1996. Concretamente, a<br />

mediados <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1994, en la localidad neuquina <strong>de</strong> Senillosa, tuvo lugar<br />

un corte <strong>de</strong> la ruta nacional 22 que fue organizado por la <strong>de</strong>legación local <strong>de</strong> ATE junto con<br />

el apoyo <strong>de</strong> la CTA provincial. 36 Fueron los principales dirigentes <strong>de</strong> esas organizaciones<br />

los que convocaron al mismo tiempo a la población <strong>de</strong> ese pequeño municipio <strong>de</strong> 6 mil<br />

habitantes para que se sume a la protesta que básicamente sintetizaba el pedido <strong>de</strong> fuentes<br />

<strong>de</strong> trabajo y la <strong>de</strong>stitución <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l inten<strong>de</strong>nte ante sospechas <strong>de</strong> corrupción.<br />

Los neumáticos incendiados, la presencia policial, la amenaza <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> la<br />

gendarmería nacional, la intervención <strong>de</strong> la justicia fe<strong>de</strong>ral, y las asambleas populares han<br />

<strong>de</strong>lineado ese hecho que tenía como telón <strong>de</strong> fondo una amplia gama <strong>de</strong> factores que<br />

incluía: el <strong>de</strong>sfinanciamiento <strong>de</strong> las arcas municipales, altos índices <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación y un<br />

contexto electoral próximo que <strong>de</strong>sataba enfrentamientos al interior <strong>de</strong>l partido provincial<br />

gobernante. 37<br />

El corte que se prolongó durante tres días, aunque en forma parcial, y llegó a su fin<br />

una vez que una comisión negociadora <strong>de</strong> la cual formaban parte pobladores, comerciantes,<br />

dirigentes sindicales y políticos, acordó con el gobierno provincial la continuidad <strong>de</strong> los<br />

subsidios <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong>socupados que realizaban contraprestaciones en el ámbito<br />

<strong>de</strong> la municipalidad, así como la reactivación <strong>de</strong> las obras públicas paralizadas.<br />

Este ejemplo, pue<strong>de</strong> ser entendido no sólo como una antesala <strong>de</strong>l corte producido en<br />

esa misma ruta en el año 1996 —en Cutral Co y Plaza Huincul—, sino también como<br />

reflejo <strong>de</strong> la reformulación que estaba experimentando el concepto <strong>de</strong> clase trabajadora en<br />

la Central, al conectar los intereses <strong>de</strong> ciertos sectores <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupados con la acción<br />

gremial. 38<br />

Tartagal en 1997, 1999, 2000 y 2001 han sido <strong>de</strong>scriptas recientemente en Svampa y Pereyra, 2003.<br />

36 Es así como surge <strong>de</strong> los testimonios <strong>de</strong> algunos participantes <strong>de</strong> ese corte <strong>de</strong> ruta y <strong>de</strong> los relatos<br />

periodísticos recogidos <strong>de</strong>l Diario Río Negro <strong>de</strong>l día 15-11-94 y sucesivos.<br />

37 Entre las <strong>de</strong>mandas esgrimidas por los manifestantes se encontraban: la caducidad <strong>de</strong> subsidios nacionales<br />

pertenecientes al Programa Intensivo <strong>de</strong> Trabajo (PIT) y el retraso en el pago <strong>de</strong> otros, la interrupción <strong>de</strong><br />

obras públicas en el municipio, así como la falta <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong> <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> la municipalidad a sus acreedores.<br />

38 Los miembros <strong>de</strong> ATE y CTA <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong>l Neuquén que fueron entrevistados, reconocen en sus<br />

28


No obstante, <strong>de</strong>be subrayarse que sin la afiliación individual ni la elección directa <strong>de</strong><br />

autorida<strong>de</strong>s hubiese sido imposible otorgar a esa franja <strong>de</strong> trabajadores <strong>de</strong> los barrios, o a<br />

los trabajadores <strong>de</strong>socupados, un espacio <strong>de</strong> participación significativo en términos <strong>de</strong><br />

organización.<br />

Otro aspecto que cabe explorar a partir <strong>de</strong> este breve recorrido es la relación que<br />

existe entre la reformulación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> clase trabajadora que concreta la CTA y las<br />

representaciones e imaginarios <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la retórica peronista que se resumen en la<br />

asociación entre términos como: clase trabajadora- pueblo- justicia social- unidad nacional.<br />

En este sentido, el cambio operado en el concepto <strong>de</strong> clase trabajadora propicia una<br />

interpretación que inscribe ese cambio en la imposibilidad <strong>de</strong> “realización” <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong><br />

“justicia social” en tanto síntesis <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> movilidad social y <strong>de</strong> integración<br />

política que convertía a la clase trabajadora en el “pueblo” merecedor por excelencia <strong>de</strong> esa<br />

máxima peronista. “Imposibilidad” que tendría un origen previo a la llegada <strong>de</strong> Menem al<br />

gobierno, pero que éste sella <strong>de</strong>finitivamente con el programa <strong>de</strong> reformas implementadas,<br />

que asomarán, entonces, como las perversiones <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo neoliberal.<br />

Asimismo, el proyecto <strong>de</strong> la CTA <strong>de</strong> conformar un movimiento político, social y<br />

cultural, cuyo primer anuncio data <strong>de</strong> 1991, y que es ratificado en el Congreso <strong>de</strong> Mar <strong>de</strong>l<br />

Plata <strong>de</strong> 2002, resignifica en un contexto <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación, pobreza y fragmentación <strong>de</strong> la<br />

fuerza trabajadora, los elementos que hacen a la unidad nacional. 39<br />

En este sentido, ante las evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> un movimiento que tiene por<br />

objetivo recrear la unidad nacional, y que reconoce como base <strong>de</strong> sustentación a la central<br />

sindical, no sería <strong>de</strong>l todo extraño hallar allí la continuidad <strong>de</strong>l legado peronista en tanto<br />

<strong>de</strong>claraciones el fuerte carácter comunitario <strong>de</strong> la pueblada <strong>de</strong> 1996, y admiten haber participado en forma<br />

individual una vez que el sector político que había impulsado el corte —es <strong>de</strong>cir, la línea interna <strong>de</strong>l<br />

Movimiento Popular Neuquino li<strong>de</strong>rada por Jorge Sobisch— había perdido el control <strong>de</strong> la protesta.<br />

39 Como queda expresado en las palabras <strong>de</strong> Víctor De Gennaro en relación al partido político y al<br />

movimiento: “el partido es una herramienta electoral importante... o un frente... yo no tengo ningún prejuicio<br />

con ninguna estructura que se pueda dar. La recuperación <strong>de</strong> espacios institucionales es muy importante.<br />

Ahora, más que construir un partido, creo que tenemos que construir un entero, que es el entero <strong>de</strong>l<br />

protagonismo <strong>de</strong>l pueblo. [Y esto] es un proceso, no es una sola forma <strong>de</strong> tomar el po<strong>de</strong>r. Porque el po<strong>de</strong>r está<br />

afuera y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> uno. Alguna vez en el 76, o antes <strong>de</strong>l 76, nosotros <strong>de</strong>cíamos: “tomar el po<strong>de</strong>r” (...)Creo que<br />

el po<strong>de</strong>r se construye todos los días. (...)Entonces los embriones <strong>de</strong> nueva sociedad no están en un partido<br />

selecto, está en todos lados. Y esos embriones es la construcción <strong>de</strong> nuevas relaciones, también culturales”.<br />

Entrevista a Víctor De Gennaro, 21-08-03.<br />

29


CTA. 41 Esta afirmación coinci<strong>de</strong> en parte con la temprana interpretación que ofrecían<br />

búsqueda <strong>de</strong> una integración “organizada” <strong>de</strong> los sectores excluidos. 40<br />

La propuesta <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> un movimiento parece recrear, en algún sentido,<br />

las referencias que le valían al movimiento peronista. Así como para su lí<strong>de</strong>r o para los<br />

militantes, el “movimiento peronista” trascendía el ámbito <strong>de</strong>l partido; <strong>de</strong> forma similar, los<br />

principales dirigentes <strong>de</strong> la CTA recurren a una retórica equívoca cuando se trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>velar<br />

la forma organizativa en la que ese movimiento <strong>de</strong>be plasmarse. Así afloran las opiniones<br />

que minimizan la ausencia <strong>de</strong> una <strong>de</strong>finición acerca <strong>de</strong>l carácter político partidario, o por el<br />

contrario, exclusivamente sindical que <strong>de</strong>be guiar el camino <strong>de</strong> ese núcleo.<br />

Pero lejos <strong>de</strong> que el ánimo <strong>de</strong> estas “similitu<strong>de</strong>s” sea el <strong>de</strong> trazar forzadas<br />

comparaciones, la discusión <strong>de</strong>be pasar más bien por dilucidar qué sentido cobra aquí la<br />

alusión a la unidad nacional, o, a la unidad <strong>de</strong>l pueblo. En otros términos, ¿es posible hallar<br />

en los elementos que <strong>de</strong>linean el proyecto <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> un movimiento político,<br />

social y cultural el juego discursivo que en el peronismo expresaba la aspiración <strong>de</strong> superar<br />

las diferencias internas a partir <strong>de</strong>l llamado a la unidad <strong>de</strong>l cuerpo político?<br />

Si bien cualquier respuesta a esta pregunta es aún apresurada, se podría no obstante<br />

rescatar que tanto la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> recorrer un camino autonómico respecto <strong>de</strong>l partido<br />

justicialista y <strong>de</strong>l Estado, que se configura claramente con el menemismo; así como los<br />

lazos sociales que la re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la clase trabajadora promueve, encierran rupturas y<br />

continuida<strong>de</strong>s que sugieren una tensión inherente a la articulación que se plasma en la<br />

Martuccelli y Svampa (1997) al advertir que el proyecto sindical que representaba la CTA<br />

transitaba un equilibrio inestable al combinar íntimamente la continuidad y la ruptura <strong>de</strong>l<br />

mo<strong>de</strong>lo nacional-popular. Equilibrio inestable que parecía insinuar la necesidad <strong>de</strong> su<br />

40 El carácter “organizado” <strong>de</strong> la integración <strong>de</strong> algunas franjas <strong>de</strong> los sectores excluidos sin duda parece<br />

reeditar algunas construcciones discursivas <strong>de</strong>l peronismo plasmadas en alusiones como la <strong>de</strong> “movimiento<br />

obrero organizado”. En este sentido, cabe igualmente recordar la interpretación que Svampa (1994) hacía<br />

respecto a los alcances <strong>de</strong> la imagen sarmientina <strong>de</strong> “civilización o barbarie”. Imagen que en el dispositivo<br />

discursivo <strong>de</strong>l peronismo quedaba revelado en el pasaje <strong>de</strong> una “masa obrera inorgánica” a la “clase<br />

trabajadora organizada”.<br />

41 Obsérvese que el principio <strong>de</strong> la CTA que proclama la autonomía respecto <strong>de</strong>l Estado, es uno <strong>de</strong> los<br />

elementos que mayor tensión genera en su construcción i<strong>de</strong>ntitaria en la medida que los principales sindicatos<br />

que conforman esa organización pertenecen al ámbito estatal, a la vez que sus acciones vinculadas a la<br />

problemática <strong>de</strong> la <strong>de</strong>socupación enfatizan la obligada injerencia social <strong>de</strong>l Estado a través <strong>de</strong> los subsidios<br />

por <strong>de</strong>sempleo.<br />

30


superación por medio <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntidad nueva. Sin embargo, antes que pensar ese<br />

“equilibrio” como un estadio <strong>de</strong> transición que <strong>de</strong>be ser necesariamente superado, podría<br />

más bien ser visto como aquello que justamente <strong>de</strong>fine a dicha Central. En <strong>de</strong>finitiva, es<br />

este carácter ambiguo el que le permitió a esta organización crecer en términos<br />

institucionales y políticos, a la vez que sostener una legitimidad <strong>de</strong> la cual no han gozado<br />

otras vertientes sindicales. Logros éstos que la CTA ha obtenido a través <strong>de</strong> su oposición<br />

férrea al gobierno menemista, el apoyo implícito a la Alianza y su posterior distanciamiento<br />

<strong>de</strong> ella —como quedó reflejado en la oposición a la ley <strong>de</strong> reforma laboral—, así como el<br />

permanente anclaje social que propició a través <strong>de</strong> la apertura hacia organizaciones con<br />

otras lógicas <strong>de</strong> acción que le permitieron ser un sindicato en protesta. Por último, y no<br />

menos significativo, es el hecho <strong>de</strong> que esas mismas “in<strong>de</strong>terminaciones” permitieron la<br />

coexistencia <strong>de</strong> distintas orientaciones políticas al interior <strong>de</strong> la CTA.<br />

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