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distancia de las filas renovadoras de las que había formado parte hasta entonces; ese
distanciamiento no se operaba a través de una estrategia de confrontación abierta con
aquéllas, sino mediante un proceso de disolución de las diferencias internas que existían en
el peronismo (Aboy Carlés, 2001:284). Así lo revelan las palabras que Menem pronunció
en un acto realizado en el mes de octubre de 1986:
“espero que muy pronto nos dejemos de hablar de renovadores y
ortodoxos, para hablar del justicialismo a secas, consolidando la unidad de nuestra
causa (...) Hay que terminar con quienes pretenden tener un peronómetro y señalar
con su dedo quienes son los peronistas buenos y los peronistas malos” 7
Visto en perspectiva, el regreso al tradicional discurso peronista le allanó a Menem el
camino para diferenciarse tanto de las demás opciones políticas partidarias, como así
también de quienes al interior de su partido se perfilaban como candidatos naturales tras el
predominio que habían forjado desde el regreso a la democracia.
La asunción presidencial de Menem en julio de 1989 y los meteóricos cambios que
se desataron a partir de las políticas de reformas que encontraban en el Estado su principal
objetivo, contribuyeron a crear en el peronismo un clima en el que primó la sensación de
confusión, cuando no de desconcierto.
Previsiblemente, la magnitud y el contenido de esas reformas no pasaron
desapercibidos para el sindicalismo. Las filas del movimiento obrero, una vez más en su
historia se dividirían, pero esta vez ante la disyuntiva que suscitaba la posición frente a la
política de un gobierno peronista. El escenario de la fractura fue el Congreso de la CGT
celebrado el 10 de octubre de 1989 en el Teatro San Martín. En aquella ocasión se debía
elegir a una nueva conducción, que contaría así con la renovada legitimidad para fijar la
política de la CGT frente al gobierno que había asumido en el mes de julio.
Los días previos a la apertura del Congreso estuvieron marcados no sólo por fallidos
intentos de negociaciones orientados al acuerdo de una lista de unidad, sino también por
idas y vueltas en torno a la efectiva realización de ese evento. En las negociaciones se
distinguían sectores que ya durante la campaña para la presidencia habían comenzado a
7 Clarín, 9-10-86. Citado en (Aboy Carlés,2001: 284).
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