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cuyo alcance no quedarían exentos los sindicatos. 3 La muestra más evidente de esa
voluntad democrática en el ámbito sindical la constituyó el proyecto de ley de
reordenamiento sindical impulsado por el gobierno radical al poco tiempo de asumir sus
funciones. 4
Las repercusiones internas por el predominio que fue adquiriendo la nueva
corriente del peronismo no se hicieron tardar, y el escenario quedó dividido, tanto en el
campo sindical como en el político-partidario, entre “ortodoxos” y “renovadores”. Claro
que esta división no se tradujo en una mera diferencia en cuanto a expectativas de acción,
sino que se cristalizó en una redistribución de los espacios de influencia.
Al momento de celebrarse la contienda presidencial de la cual emergería el primer
gobierno democrático tras el derrumbe del régimen autoritario, Lorenzo Miguel, el
dirigente metalúrgico que lideraba las 62 Organizaciones y que era el heredero inequívoco
del cambio y del orden.
3 Los alineamientos sindicales que protagonizaron la década del ochenta son: 1) los “ortodoxo” —
representados por las 62 organizaciones y que agrupaba a organizaciones del sindicalismo peronista
tradicional como la UOM, SUPE, Personal de la industria de la carne, FATSA, Luz y Fuerza— que expresan
el tradicional ala política del sindicalismo peronista inspirado en el verticalismo y unidad organizativa, en la
negociación directa con los sectores económicos y con el Estado, así como su voluntad de ocupar un papel
preponderante en el partido justicialista. 2) la “Comisión de Gestión y Trabajo” surgido durante el proceso
militar e integrado por los sindicatos (como los empleados de comercio y de la industria del plástico) que,
buscando diferenciarse del rol que había jugado el sindicalismo tradicional durante el período 1973-1976, se
convirtieron en interlocutores privilegiados de ese régimen autoritario. Algunos principales referentes de este
sector se aproximan durante la primera mitad de la década al grupo de los ortodoxos, aunque luego ayudan a
consolidar la figura de Ubaldini en la CGT unificada. 3) la “comisión de los 25” —que luego se autodefinen
como Movimiento Sindical Peronista Renovador (MSPR)— estuvo al frente de las protestas contra el régimen
militar hacia fines de los ’70 y estaba integrado por sindicalistas escindidos de las 62 organizaciones y otros
gremios “combativos” de los ’60 y ‘70 (SMATA, ATE, FOETRA, taxistas, empleados del tabaco, Choferes y
camioneros, trabajadores mineros) que rechazaban la burocracia y el verticalismo de la ortodoxia, a la vez que
propugnaban una nueva posición de los sindicatos frente a la sociedad y el Estado en un contexto
democrático. 4) el “ubaldinismo” cuya emergencia se inscribe en el marco de fragmentación y empate de
fuerzas en las filas del movimiento obrero —ya que no cuenta con una base de apoyo importante—,
conformándose a partir del liderazgo de Ubaldini (FOCA) en la conducción cegetista desde la cual reflejará
una actitud reivindicativa al asumir la representación de sectores laborales estancados, de algunos
trabajadores estatales (UPCN), transporte automotor (UTA) y sectores sindicales del interior. 5) “los 15” se
conforma en 1987 a partir del nucleamiento de grandes sindicatos en disconformidad con la conducción de la
CGT debido a los magros logros obtenidos, motivo por el cual prefieren profundizar la negociación sectorial
con el gobierno, sin dejar de apoyar a Ubaldini al frente de la CGT. Las filas de este alineamiento fueron
engrosadas por sindicatos provenientes de las 62 organizaciones, de “los 25”, antiguos miembros de Gestión
y Trabajo e independientes (FATLyF, CGEC, SUPE, FOECYT, SMATA, Industria del plástico, etc.). Su
gravitación quedó expresada con integración del dirigente lucifuercista Carlos Alderete en el gabinete
nacional, a cargo de la cartera de Trabajo.
4 El gobierno radical propició la regulación de la actividad sindical a través del proyecto de ley de
Reordenamiento Sindical —comúnmente reconocida como "ley Mucci"— destinada a democratizar la
actividad de ese sector. El proyecto fue percibido como una “avanzada” del gobierno contra el sindicalismo y
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