REVISTA DIALOGANDO - ISER Nº2 - 2014

La posición exclusivista sostiene que ambos juicios son intrínsecamente
independientes, de modo que cada uno pertenece a su propio universo porque los
contenidos jurídicos poseen de por sí amoralidad objetiva. Ésta significa que hay al
menos algunas conductas, como las jurídicamente reguladas, que escapan al juicio
imperativo de la moral.
En esta antinomia la hegemonía del exclusivismo es la que ha sostenido el ideal
del sistema jurídico autosuficiente. Éste es el modelo que está en crisis y que ha
generado la cuestión de la objeción de conciencia como un factor dirumpente.
Una contradicción entre las prescripciones significa que al mismo sujeto agente
se le presentan, en la misma circunstancia, dos mandatos que se excluyen
mutuamente: debe ser P (jurídico) y no debe ser P (moral).
También existe la contradicción inversa entre un mandato no debe ser P
(jurídico) y debe ser P (moral).
Si bien cabe una diferencia en el campo moral entre las prescripciones negativas
y los mandatos de contenido positivo 1 , en definitiva lo importante es que tal
conducta, activa o pasiva, es exigida jurídicamente a quien se encuentra moralmente
obligado en sentido contrario.
Esto es lo que resulta operativamente imposible para el sujeto. Por su amplitud
(interioridad y exterioridad) originada en la autonomía, y por su referencia a
principios absolutos, la moral se presenta delimitando un campo de superioridad de
prevalencia.
Ésta es la aporía insoslayable del exclusivismo, que no logra descansar en su
ilusión de la remisión de la moral al ámbito de la pura interioridad, para entregarle a
lo jurídico la pura exterioridad. El sujeto es uno solo. Aunque lo jurídico, en gran
parte de los casos, logre delimitarse en la exterioridad, la moral no admite barreras.
1 Los preceptos morales prohibitivos (no hacer P) obligan siempre sin posibilidad de
excepción, son los llamados “absolutos morales”; en cambio los preceptos morales de
contenido positivo (hacer P) obligan siempre en determinadas condiciones. Estos últimos
pueden cumplirse de diversos modos, lo que vale para el caso de tener que compatibilizarlos
con un mandato jurídico contrario, también puede extinguirse o eximirse la obligación en caso
de imposibilidad física o moral (en algunos casos de conflicto con la norma jurídica).
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